Está en la página 1de 5

Introducción

Desde el origen de la vida, las personas tuvieron la necesidad de unirse a sus semejantes
con el objetivo de resolver mejor las dificultades que enfrentaba día a día, el ser humano es
un ser viviente que requiere de un grupo para su supervivencia, aunque muchas veces
algunos quieran estar solos necesitan de una compañía en sus vidas. Diferentes motivos
son los que pueden incentivar a un sujeto a reunirse, desde prácticas familiares hasta
sociales, deportivas, etc. Estas prácticas son las que hoy en día se denominan “grupos” o
“equipo de trabajo”
El presente subgrupo surgió en base al nuevo paradigma que se presenta en la actualidad,
debido a la situación que nos atraviesa de manera mundial: el COVID-19. La tecnología
pasó a tener un papel preponderante en la educación, donde docentes y estudiantes
debemos cambiar nuestro estilo de enseñanza y aprendizaje para empezar adaptarnos a
las nuevas plataformas educativas. Los alumnos y alumnas interactuamos a partir de
diferentes redes sociales, en el cual, pudimos conformar el actual grupo de trabajo de este
análisis, compuesto por seis integrantes. Anteriormente, cada integrante eligió una imagen
que representaba la idea de “grupo”, y que gracias a eso, repercutió en este trabajo
académico.
En primer lugar, analizaremos el presente trabajo junto al texto “Grupos Operativos de la
Enseñanza” de José Bleger, seguidamente del texto de Ana María Fernández “De lo
imaginario social a lo imaginario grupal” de la materia “Grupos e Instituciones en la
Educación Artística” del Área Transdepartamental de Formación Docente, de la Universidad
Nacional de las Artes. Haremos nuestras reflexiones personales, con conceptualizaciones y
ejemplificaciones sobre nuestra manera de abordar el trabajo grupal.

El trabajo en grupo
Antes de comenzar es necesario tener en cuenta en qué se basan los “grupos operativos”.
Un grupo operativo está conformado por integrantes que tienen un objetivo en común con
propósitos, con problemas, con recursos, y con conflictos que deben de ser estudiados y
atendidos por el grupo mismo. Esos integrantes están atravesados por una “ideología
familiar”, esto quiere decir que cuando llevan a cabo la tarea lo hacen de acuerdo a las
pautas aprendidas dentro del seno familiar (esquema referencial), y las exteriorizan para el
funcionamiento del trabajo. Por lo que el sujeto está formado por un conjunto de
experiencias, conocimientos y afectos en los que piensa y actúa. Permite que el individuo se
ajuste al grupo para que luego pueda transformar su conducta, su rol, su expectativa, y su
enunciado para llegar a establecerse completamente en el equipo. En otras palabras, el
trabajo del grupo operativo consiste en el adiestramiento para operar como equipo para
alcanzar un cierto grado de aprendizaje. El grupo operativo trabaja a partir de cierta
información, esta puede aparecer de maneras distintas en el grupo. La información puede
ser traída al grupo en forma latente, o bien, a través de una actuación. El aprendizaje sólo
se establece y se lleva a cabo regulando la distancia con el objeto de conocimiento. Aunque
el grupo esté concretamente aplicado a una tarea, el factor humano tiene una importancia
primordial, ya que constituye el instrumento de todos los instrumentos.
La tarea (objetivo del grupo) se realiza mejor cuando se excluyen los llamados factores
subjetivos, y se la considera "objetivamente". En el mundo humano, la mayor objetividad se
alcanza tomando las cosas tal cual ocurren, porque de esta manera se puede entenderlas
de una manera más eficaz, y también, ocurren de una mejor forma.

Por otro lado, Fernández plantea ciertas incertidumbres con el objetivo de crear una
respuesta relacionada a los grupos, como por ejemplo: “¿Que mantiene a una sociedad?
¿Cómo se producen nuevos sistemas de significación colectiva?”. Existe la unión colectiva
de la sociedad, en la cual, es mantenida por la reproducción y consolidación de las
producciones de sentido. Los sentidos organizadores sustentan las normas, valores y
lenguajes, en los cuales, la sociedad es visualizada como una totalidad. Estos mismos no
son solamente herramientas, sino que son los instrumentos para que cada individuo pueda
realizar diferentes acciones. La institución dentro de una sociedad forma a estos sujetos, los
cuales al mismo tiempo, crean condiciones para poder desarrollarse dentro de la sociedad
de la cual son parte.
Se plantea que, si esta dimensión de lo Imaginario social es lo que sostiene unida a esta
sociedad, la cual está completamente abierta a la producción de nuevos sistemas de
significación, transformando dentro de un plano subjetivo, a esta misma pero también
conservando lo instituido.
Las sociedades están ligadas al poder. Según lo que plantea Spinoza, el poder es la
capacidad de alterar en mayor rango que es afectado, pensando en el poder mismo como
un dispositivo, el cual permite unir los problemas generales de la sociedad.
Existen diferentes tipos de jurisdicciones las cuales se relacionan con tres elementos
básicos que hacen que este mismo sea ejecutado:
● La fuerza
● El discurso del orden
● El imaginario social

Estos tres elementos mencionados, ocurren en instancias diferentes pero no de manera


independiente ya que están articuladas, agrupadas e insertadas entre sí.
El discurso del orden es un ámbito de racionalidad, el cual pertenece al área del
conocimiento, relacionado con la filosofía, la moral, la política y la religión.
Por otro lado, se encuentran los dispositivos del poder, los cuales exigen prácticas
extradiscurcivas, como la mitología, los emblemas, rituales, entre otros.
Existe lo imaginario social efectivo, lo cual es instituido y lo imaginario social radical que es
instituyente. Fernández nuevamente hace una pregunta que nos dejó pensando como
grupo, ¿Que inventa una sociedad cuando se instituye como tal? La respuesta a esta
pregunta es que proyecta significaciones de sentido organizador orientando y dirigiendo a
los sujetos que componen una sociedad. Estas mismas significaciones son imaginarias
porque son el resultado de la creación o invención de algún sujeto.

Sobre el trabajo en equipo


Al momento de realizar el trabajo como grupo, se nos presentaron diferentes cuestiones e
incertidumbres, pues fue dificultoso organizarnos mediante este medio sin conocernos
previamente. En base a lo que hemos leído en ambos textos decidimos mantener un orden
jerárquico, el cual no se ve reflejado en los tres elementos que se plantean, sino que
decidimos como grupo mantener un mismo orden y objetivo, creando un nuevo modelo de
producción, ya que de esta manera nos pareció correcto volver a basarnos en la
presentación de grupo (en base a las imágenes que cada individuo había subido
anteriormente). Quisimos representar la ejecución de lo macro a lo micro, y como de esta
manera lograr simbolizar una concepción diferente de lo idéntico, lo común con lo
homogéneo. Partiendo de la individualidad de cada quien y sus elecciones, logramos hacer
una integración homogénea, con un objetivo en común como mediador.
Formar grupos deviene de la idea de que el aprendizaje es mejor cuando estamos junto a
otras personas con características en común, o simplemente, por estar relacionadas por un
mismo objetivo. Se aprende mejor estando en comunicación con nuestros pares que si
realizáramos la tarea propuesta individualmente. Por estas razones abordamos el presente
trabajo en un grupo de seis integrantes.
Un grupo se conforma por una imposición, más allá de si se puede elegir a los miembros
que lo iban a integrar, la idea de grupo está impuesto por un “coordinador”. Como dijimos
anteriormente, cada integrante tiene una cualidad individual que lo forma como sujeto y que,
a su vez, lo expresan en su grupo. Mediante el contacto con otras personas nacen
contradicciones y concordancias, que hacen que a cada persona se le "impregne" la
característica del otro integrante.
Personalmente, nuestra unión grupal está basado en un carácter o vínculo “simbólico”.
Durante una pandemia mundial, lo que nos une como equipo es el mismo “objetivo en
común”, el acento está puesto en la relación que consigamos con la producción simbólica.
Lo más importante para el coordinador es ver cómo nos relacionamos con la tarea. Lo
operativo no es la coincidencia subjetiva, ni la coincidencia lógica entre el significante y el
hecho real, sino lo que es importante es que el significante sea operativo.
El grupo no se basa solamente en recibir información y transcribirla, es ir más allá de esa
información. Que cada integrante se pueda apropiar del mensaje, y que ese mensaje
genere una transformación intersubjetiva en cada uno (nos hace cargo de nuestras
capacidades/potencialidades humanas). Nos movemos hacia lo desconocido para
apropiarlo y que sea parte de nuestro conocimiento (incidiendo en lo real).
En el comienzo de la tarea, nuestro grupo tuvo ciertas resistencias o tensiones psicológicas
ante la tarea sin resolver. No se podía contemplar una comunicación fluida hasta después
de terminar con el primer trabajo, que coincide con una de las primeras fases en los grupos
cuando hay dispersión y no se comprende la consigna a seguir, por ende, no puede haber
división de tareas o una organización clara para comenzar el trabajo grupal planteado. Esto
puede ser considerado como un trastorno egoísta en el aprendizaje, que a su vez tiene
relación con la situación social que estamos atravesando y la dificultad de coordinar tiempos
y disponibilidades con este nuevo medio de trabajo. Este impedimento se pudo superar
cuando ya se estableció una cierta organización coherente en el trabajo, y se definió
nuestros roles a seguir. Por ejemplo, creamos un grupo en la aplicación de “WhatsApp”, en
el que intercambiamos mensajes y hasta se tuvo la iniciativa de interactuar por
videollamada. Logramos un vínculo óptimo como grupo operativo, enriqueciendo nuestras
personalidades con diversos aportes, abriéndonos a nuevas posibilidades y rompiendo con
ciertos estereotipos fijados (formas de control seguros). Admitimos nuestra ansiedad
individual para crecer en nuestro trabajo grupal, modificamos nuestro esquema referencial.

“[...] Pichón - Rivière llamó la “regla de oro” de la técnica de grupos operativos, es el


de respetar el emergente del grupo, es decir, trabajar u operar sobre la información
que el grupo actualiza en cada momento y que corresponde a lo que
momentáneamente puede admitir y elaborar. [...] se mantiene y se opera sobre la
distancia con el objeto de conocimiento que el grupo puede tolerar.” (Grupos
operativos en la enseñanza, José Bleger, pág. 74)
Así se va formando un grupo con las mismas metas a la hora de elaborar un trabajo,
poniéndose de acuerdo ante cualquier dificultad que se interponga en el camino. El grupo
tiene un carácter unificador, en el que para lograr ese carácter se debe intercambiar
representaciones o imágenes entre cada miembro para lograr el éxito del trabajo grupal.

CONCLUSIÓN
Sin duda el dispositivo grupal se fue abordando de manera organizada en un proceso de
distintas etapas, basándose en el aprendizaje y la creatividad. Siendo estas dos, sustentos
de nuestro objetivo común como grupo operativo. Aunque como grupo estamos
concretamente enfocados a una tarea, el factor humano tuvo importancia primordial para
resolver el “conflicto”, siendo el factor humano el mejor instrumento para concretar
propósitos y resolver los conflictos que iban surgiendo en el proceso de trabajo y
aprendizaje. En referencia a Bleger, se pudo incluir factores subjetivos, como lo son los
tiempos y posibilidades de cada une mediante la comunicación, llegando así a formas de
organización más claras en el que se pudieron realizar mejor las tareas.
El trabajo en equipo nos muestra que cada integrante puede autoliderarse y trabajar de
manera responsable y consciente, en el que es indispensable la participación de todos los
integrantes que lo conforman para alcanzar la meta en común. La reunión de personas o
grupos no se convierten en equipos por el simple hecho de juntarse, sino que resulta de un
trabajo difícil y un alto compromiso colectivo (personas dispuestas a dejar de lado sus
intereses personales para alcanzar el objetivo grupal). Igualmente, se tiene en cuenta la
visión compartida, la formación cultural y social de cada uno, entre otras cosas. Las ideas
pueden ser más profundas y entendidas en su totalidad, a su vez, puede haber aumentos
en la creatividad, la comunicación, las habilidades y otras experiencias que las
complementan. El trabajo grupal es parte de las nuevas organizaciones modernas.

Bibliografía

Bleger, J. (1964/1985) Grupos Operativos en la enseñanza. En Temas de


psicología. Buenos Aires, Ediciones Nueva Visión.
Fernández, A.M (1993) De lo imaginario social a lo imaginario grupal. En Tiempo
histórico y campo grupal de masas, grupos, e instituciones. Buenos Aires, Ediciones
Nueva Visión.

También podría gustarte