DISCURSO (6 MINS. O MENOS) IT-1 PÁG. 161 PÁRRS. 5, 6.

¿POR QUÉ JUDAS FUE REEMPLAZADO, PERO LOS APÓSTOLES QUE MURIERON FIELES NO?

Debido a que Judas Iscariote traiciono a Jesús y murió infiel, solo quedaron once apóstoles, y durante los
cuarenta días que pasaron entre la resurrección de Jesús y su ascensión a los cielos, él no designó a ningún
sustituto. Por eso, en el transcurso de los diez días entre su ascensión y el Pentecostés, los apóstoles consideraron
necesario llenar la vacante dejada por Judas.

Para ver lo que sucedió en los en los días anteriores al Pentecostés, veamos lo que dice HECHOS 1:23-26,

Aquí se mencionan dos requisitos para que alguien sea nombrado apóstol, haber estado familiarizado
personalmente con Jesús y haber sido un testigo ocular de sus obras, sus milagros y, en particular, su
resurrección. Como se ve aquí había hombres que satisfacían los requisitos mencionados, y a dos de ellos se les
presentó como candidatos aptos para reemplazar al infiel Judas. Recordando, probablemente, el texto de
Proverbios 16:33, se echaron suertes y se seleccionó a Matías. A partir de ese momento “fue contado junto con
los once apóstoles”.

Pero ahora surge la pregunta sobre si los otros once apóstoles debían tener una sucesión apostólica, recordemos
que Judas Iscariote fue reemplazado no debido a haber muerto, sino por su inicua defección, como lo indican los
textos que Pedro citó en hechos 1:15-22.

Por ello, no se registra que cuando el fiel apóstol Santiago fue ejecutado, haya habido ninguna preocupación por
designar a alguien que lo sucediera en su puesto apostólico.

Lo que Pedro dijo puede entenderse que con el tiempo la sucesión apostólica llegaría a ser imposible, a menos
que, por intervención divina, se diesen estos requisitos en cada caso particular, de tal modo que en el caso de
Matías, se le incluye entre “los doce” que decidieron sobre el problema de los discípulos de habla griega, y está
claro que Pablo también lo incluye entre “los doce” cuando en 1 Corintios 15:4-8 habla de las apariciones de
Jesús después de su resurrección. De esta manera, al llegar el Pentecostés, había doce fundamentos apostólicos
sobre los que podía basarse el Israel espiritual que entonces se formó.