Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Filisteos
Información
Mapa del sur del Levante mediterráneo, ca. 830 a. C. Las regiones representadas son, de este a
oeste y de norte a sur:
Pentápolis filistea Reino de Judea Reino de Moab Tribus árabes Reino de Edom Tribus nabateas
Estados fenicios Imperio asirio Reino de Israel Reino de Aram-Damasco Reino de Amón Tribus arameas
Antecedentes
Pueblos del mar
Los «pueblos del mar» se mencionan por primera vez alrededor del año 1208 a. C. en
textos egipcios (inscripciones de Karnak bajo el reinado del faraón Merenptah). Estos
pueblos tenían un buen conocimiento de la navegación (de donde proviene el nombre
colectivo que les dan los egipcios) y estaban aliados para atacar al próspero Egipto. Los
pueblos mencionados que Merenptah afirma haber vencido son los eqwesh, los sherden,
los lukka, los shekelesh y los teresh (según una hipótesis de vocalización, ya que el
egipcio antiguo no anotaba las vocales). Las inscripciones de Karnak los describen como
los «habitantes del Norte que venía de todas las tierras». En el templo de Medinet Habu,
construido durante el reinado de Ramsés III (1186 a 1155 a. C.) de la XX Dinastía, aparece
una inscripción que celebra una victoria marítima y terrestre sobre los «pueblos del mar».
El segundo pilar indica: «Entre ellos se encontraban como aliados los peleset, los tjekker,
los shekelesh, los denyen y los weshesh. Ellos se introdujeron en todos los países hasta
los confines de la tierra». La mención a los peleset (en realidad prst en el original; la
vocalización moderna más aceptada es purasa o purasatiu) se considera generalmente
como la primera mención a los filisteos.46Asimismo, aparecen en el Papiro Harris I, un
resumen del reinado de Ramsés III escrito durante el reinado de Ramsés IV.
Asentamiento
Desde el siglo XIX los estudiosos bíblicos han identificado la tierra de los filisteos
(Filistea) con las menciones a Palastu y Pilista de las inscripciones asirias.47
Después de lo que los textos egipcios describen como una derrota, los filisteos se
instalaron en una franja costera que iba desde la actual Tel Aviv hasta la actual frontera
egipcia.43Las circunstancias de este establecimiento siguen siendo imprecisas. El Papiro
Harris I48indica que Ramsés III, tras haber vencido a los pueblos del mar, los encarceló en
Egipto antes «de instalarlos en los bastiones, construidos en [su] nombre» y de someterlos
a pagar impuestos. Algunos vieron en esta referencia una mención al asentamiento de los
filisteos en la franja costera de Canaán, que perteneció por largo tiempo a Egipto; sin
embargo, el vínculo entre ambos eventos es incierto, debido a la falta de precisión
geográfica y étnica del texto.
A partir del siglo XII a. C., el establecimiento de los filisteos en el suroeste
de Canaán está bien testimoniado por sus cerámicas, así como por los textos egipcios y
asirios. En la actualidad, es imposible determinar si este asentamiento fue hecho sobre un
territorio otorgado por los egipcios o conquistado por los filisteos; sin embargo, si «la capa
[arqueológica] que correspondería a la última dominación egipcia de Canaán, bajo el
reinado de Ramsés III, no contenía ninguna evidencia de las primeras clases de vasos
filisteos decorados [...], los primeros niveles filisteos no revelaban ninguna huella de
presencia egipcia: ni un solo vaso o casco de botella egipcio. Además, las dos capas están
completamente separadas».49Esta ruptura arqueológica puede hacer pensar en una
ruptura comercial auténtica, lo que implicaría una ruptura política igualmente real, es decir,
una conquista más que una implantación por acuerdo mutuo. Entonces, los filisteos
ocuparían las cinco ciudades de Gaza, Ascalón, Asdod, Ecrón y Gat, a lo largo de la franja
costera del suroeste de Canaán, que había pertenecido a Egipto hasta los últimos días de
la Decimonovena Dinastía (1185 a. C.).43Su organización política fue una pentarquía en la
que en cada uno de sus cinco centros de gobierno un príncipe (seren) ostentaba el poder.
Expansión
Los filisteos conocían el empleo del hierro, cuyo secreto hasta el siglo XII a. C. habían
guardado celosamente los hititas.9El monopolio de este metal (saber dónde encontrarlo,
cómo forjarlo y cómo usarlo) les confirió una superioridad militar durante siglos.50Del
mismo modo que la definición etno-lingüística de los filisteos antes de su establecimiento
en Canaán no es bien conocida, su definición etno-lingüística posterior es igualmente
difícil, tomando en cuenta la falta de fuentes textuales. De hecho, se han desarrollado dos
grandes tesis sobre el tema. La primera se fundamenta, por ejemplo, en los nombres y
palabras no semíticas citadas por la Biblia, para sostener que los filisteos conservaron por
largo tiempo un particularismo étnico y lingüístico. Para la otra corriente, apoyada por
ejemplo por Manfred Hermann Emil Weippert, los filisteos se mezclaron tempranamente
con las poblaciones cananeas locales.
Ya asentados en la costa, los filisteos intentaron extenderse por el sur de Canaán,
llegando a ocupar casi la totalidad de la costa hasta Fenicia y localizaciones tan al este
como el valle del Jordán. Ese fue el motivo de que las reseñas bíblicas citen fuertes
conflictos entre los filisteos y los israelitas.9En el libro de los Jueces, por ejemplo, el
nacimiento de Sansón a Manoa tiene lugar porque «él [Sansón] comenzará a salvar a
Israel de mano de los filisteos».51Los relatos de Samuel, Saúl y David incluyen también
conflictos entre los filisteos y los israelitas, caracterizados en ocasiones como los más
peligrosos enemigos de Israel.
Tanto la arqueología como las historias bíblicas muestran, en efecto, una influencia de
las culturas cananeas anteriores o vecinas. El Primer Libro de Samuel indica que uno de
sus dioses era Dagón: «1Cuando los filisteos capturaron el arca de Dios, la llevaron desde
Eben-ezer a Asdod. 2Y tomaron los filisteos el arca de Dios, y la metieron en la casa de
Dagón, y la pusieron junto a Dagón».52No obstante, Dagón era un dios semítico de la
vegetación, de las cosechas y los cereales, cuyo culto estaba muy extendido en el Oriente
Próximo, por lo que el hecho de adoptarlo como divinidad principal demuestra hasta qué
punto habrían integrado dicha cultura.53Los términos (como seren) o los nombres
(como Goliat), sin origen semítico, quedaron como reliquias lingüísticas aisladas. De
hecho, los términos de poder y los nombres sobreviven a menudo por más tiempo que los
otros.
Decadencia y asimilación
Si bien al asentamiento de filisteos en la costa siguió una expansión por el sur
de Canaán, las guerras con los israelitas y otros pueblos los acabaron confinando al
territorio de la pentápolis.54Tras varias derrotas infligidas por David, rey de Israel, los
intentos de expansión de los filisteos cesaron.9A partir de este momento, ya no supusieron
un riesgo para el reino de Judá, por lo que las menciones a Filistea en la Biblia se reducen.
Sin embargo, siguieron siendo una amenaza política (incursiones militares, sobre todo en
la época de la cosecha) y cultural para dicho estado.9
La federación filistea perdió su autonomía temporalmente durante el siglo X a. C. bajo la
hegemonía egipcia,50y definitivamente tras la conquista asiria de 722 a. C.54
Nabucodonosor II devastó el territorio filisteo en 604 a. C.50y, como el resto de Oriente
Medio, cayeron en manos del imperio de Alejandro Magno.50Para dicho momento, parece
que los filisteos ya habían perdido buena parte de su identidad cultural.50Con todo, el
término Pəlešet y, posteriormente, sus versiones griega (Παλαιστινή, Palaistinḗ)
y latina (Palæstina) siguió utilizándose como término geográfico, referido a un área cada
vez más extensa.
Sistema de gobierno
Las cinco ciudades principales de la pentápolis filistea nunca se unieron en un solo
reino. Sus gobernantes se denominaban «señores» (serenim) o «reyes» y gobernaban
como en conjunto como una federación, tomando las decisiones por votación. Se cree que
el cargo de «señor» era hereditario.
Población
La población, de entre 25 000 y 30 000 habitantes en los siglos XII y XI a. C., era
relativamente numerosa para la región, lo que permitió a las ciudades mantener su
independencia y una cierta predominancia política en la región.
Economía
La economía filistea está enmarcada dentro del cuadro más amplio del Mediterráneo
oriental. La agricultura es central, en forma de cultivos de trigo, así como el olivo y la vid:
la tríada mediterránea. La llanura de Filistea es una región fértil, con una producción
agrícola abundante.9Como complemento, tenían ganadería de ovejas, cabras y bueyes.
Se han descubierto fraguas de hierro, así como centros de actividad industrial en
numerosos asentamientos filisteos, algunos de los cuales datan del siglo XII a. C. Además,
las ciudades filisteas se ocuparon del comercio de una manera similar a
las fenicias (ubicadas algo más al norte). Este incluía esclavos, objetos preciosos y,
presumiblemente, productos agrícolas como los ya mencionados.
Cultura
Idioma y escritura
La inscripción de Ecrón, del siglo VII a. C. es el texto filisteo más extenso hallado. Está escrito en
un dialecto del fenicio, probablemente la lengua habitual de Filistea en ese momento.
Artículo principal: Idioma filisteo
Se conoce muy poco sobre el idioma original de los filisteos, del que solo sobreviven
unas pocas palabras en hebreo a modo de préstamos culturales. Estas describen
instituciones específicamente filisteas, como los seranim, los «señores» de
la Pentápolis filistea,59el receptáculo ’argáz que aparece en la Biblia, únicamente en el 1
Samuel (capítulo 6)60o el título padî.61No hay suficiente información sobre el idioma de los
filisteos como para relacionarlo con seguridad con ninguna otra lengua: su posible relación
con lenguas indoeuropeas (incluso con el griego micénico) apoyaría la idea de que los
filisteos tienen su origen en los «pueblos del mar». Existen ciertos restos de vocabulario
y onomástica no semíticos, pero las inscripciones auténticas son muy exiguas y poco
concluyentes.
El filisteo dejó de escribirse, y presumiblemente de hablarse, hacia finales del
siglo IX a. C., cuando fue sustituido por alguna rama de las lenguas cananeas locales
(fenicia o hebrea).
Las inscripciones en idioma filisteo son muy escasas, si bien parece tuvieron un sistema
de escritura. En 1964 se hallaron en Deir ʿAllā unas tablillas en el mismo estrato
arqueológico que unas vasijas de cerámica filistea. Las tablillas contenían algo más de
cincuenta caracteres, agrupados en unas quince palabras separadas por líneas verticales,
que de ese modo recuerdan a las tablillas minoicas escritas en lineal A y lineal B. Es
probable que los textos contenidos estén en filisteo, pero podrían representar la escritura
de algún otro pueblo. Seguramente la escritura (así como la técnica administrativa del uso
de sellos) se adoptó cuando las poblaciones filisteas ya habían crecido en complejidad, al
menos una generación después de su supuesto asentamiento.
Con posterioridad se utilizaría en cierta medida también el alfabeto semítico occidental, del
que se han encontrado hallazgos posteriores. La inscripción de Ecrón es el primer texto
seguido que ha sido identificado como perteneciente a la cultura filistea. Sin embargo, está
escrito en un dialecto cananeo similar al fenicio.
Religión
Las deidades veneradas por los filisteos eran Dagón, su hijo Baal, y Astarté, cuyos
nombres o variaciones de los mismos aparecen también en el panteón cananeo.
La fuentes bíblicas destacan en numerosas ocasiones que los filisteos no practicaban la
circuncisión,9aunque se ignora hasta qué punto dicha ausencia de circunción revestía
alguna importancia ritual para los filisteos.
Cerámica y artes decorativas
La cerámica suele ser uno de los hallazgos más comunes en las excavaciones
arqueológicas. Mientras que la cerámica cananea (incluida la hebrea) de los siglos XII y
XI a. C. carecía casi completamente de decoración y era de factura muy sencilla,
la cerámica filistea destaca por estar realizada en arcilla fina y bien cocida y presentar
profusa decoración en forma de espirales, figuras geométricas y aves.9Su similitud con la
cerámica micénica y minoica es unos de los principales argumentos esgrimidos a favor del
origen egeo de los filisteos.
Metalurgia
Representación moderna de unos soldados filisteos ubicada en el yacimiento arqueológico de Tell
es-Safi, que generalmente se identifica con la ciudad filistea de Gat.
Los filisteos poseían unos conocimientos sobre metalurgia muy avanzados en contraste
con el resto de los pueblos del Levante mediterráneo, a excepción probablemente de
los hititas. El cobre, que es fácil de fundir y forjar, había sido el metal dominante para
realizar herramientas y armas desde el 4000 a. C. Los filisteos no solo sabían alearlo
con estaño para producir bronce, que es considerablemente más resistente, sino que
también conocían cómo trabajar el hierro. Este último metal era muy difícil de fundir y
trabajar, y sus propiedades eran tan estimadas que se atesoraba junto al oro y plata, como
si se tratara de un metal precioso.9Los filisteos guardaron celosamente el secreto del
proceso de fundición del hierro, lo que les otorgó superioridad tecnológica durante varios
siglos.9Hasta el siglo X a. C. tuvieron el monopolio incluso de la reparación y afilado de
herramientas, negándose en ocasiones a reparar las que pudieran usarse como armas.
Armamento
La panoplia filistea era bastante peculiar. Destacaba sobre todo un tocado de plumas,
con el que aparecen representados sistemáticamente en los documentos egipcios. Por lo
demás, iban descalzos y vestían unas faldillas con borlas, como hoy algunos soldados
griegos. El resto de armamento era de bronce o de hierro, incluyendo las espadas. La
vestimenta de guerra hubo de ampliarse con el tiempo, a juzgar por la compleja armadura
de Goliat mencionada en la Biblia, ante la cual los hebreos quedan maravillados.
Conocían además el uso de la caballería y los carros de guerra ligeros,9construidos en
madera reforzada con hierro.50
Referencias
1. ↑ Pérez Largacha, Antonio (2003). «El Mediterráneo Oriental ante la llegada de los
Pueblos del Mar». Gerión. Revista de Historia Antigua (Universidad Autónoma de Madrid) 21 (1):
27. ISSN 1698-2444. Consultado el 7 de agosto de 2017.
2. ↑ Machinist, Biblical Traditions: The Philistines and Israelite History, pág. 53 y ss.
3. ↑ Saltar a:a b c Ganor, Nissim Raphael (2009). Who were the Phoenicians?. p. 111.
«Today it is generally accepted (in accordance with the theory of Maspero) that we are dealing here
with different nations which migrated from the region of Crete or Asia Minor, and tried to infiltrate into
Egypt. Repulsed by the Egyptians, the Philistines (prst)settled in the coastal area of Canaan, while
the Tyrsenes, Sardanes, and others migrated to Italy, Sardinia and other places. In 1747, Fourmont
tried to prove that the name "Philistine" was an erroneous form of the Greek "Pelasgi". His theory
was accepted by Chabas, Hitzig and others who enlarged upon it. Maspero stated in this context:
"The name 'Plishti' by itself suggests a foreign origin or long migrations and recalls that of the
Pelasgi." The equation Plishti-Pelasgi is based solely on a supposedly phonetic similarity.»
4. ↑ Saltar a:a b Yasur-Landau. The Philistines and Aegean Migration at the End of the
Late Bronze Age. p. 180. «It seems, then, that the etymological evidence for the origin of the
Philistines and other Sea Peoples can be defined as unfocused and ambiguous at best».
5. ↑ Tischler, All the things in the Bible, I, pág. 480.
6. ↑ Josué 13:3
7. ↑ 1 Samuel 6:17
8. ↑ Génesis 10:13-14
9. ↑ Saltar a:a b c d e f g h i j k l m n ñ o Tischler, All the things in the Bible, I, pág. 481
10. ↑ Drews, Canaanites and Philistines
11. ↑ Hitchcock, All the Cherethites, and all the Pelethites, and all the Gittites, pág. 20
12. ↑ Feldman, Michal; Master, Daniel M.; Bianco, Raffaela A.; Burri, Marta;
Stockhammer, Philipp W.; Mittnik, Alissa; Aja, Adam J.; Jeong, Choongwon et al. (2019-7). «Ancient
DNA sheds light on the genetic origins of early Iron Age Philistines». Science Advances (en
inglés) 5 (7): eaax0061. ISSN 2375-2548. doi:10.1126/sciadv.aax0061. Consultado el 4 de julio de 2019.
13. ↑ 1 Macabeos 3:24
14. ↑ Saltar a:a b Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua
Española (2014). «filisteo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
Madrid: Espasa. ISBN 978-84-670-4189-7.
15. ↑ Josué 13:2
16. ↑ 1 Samuel 17:36
17. ↑ 2 Samuel 1:20
18. ↑ Jueces 14:3
19. ↑ 1:8
20. ↑ Saltar a:a b Orr, The International Standard Bible Encyclopaedia, IV, pág. 2376.
21. ↑ Jastrow, A Dictionary of the Targumim, the Talmud Babli and Yerushalmi, and the
Midrashic Literature, pág. 1185
22. ↑ Jeremías 47:4
23. ↑ Alvar, Los pueblos del mar y otros movimientos de pueblos a fines del II milenio,
pág. 42-43
24. ↑ Nehemías 13:24
25. ↑ Macalister. The Philistines. pp. 66-67. «[...] the ancient tongue of the Philistines
lingered still in Ashdod, the town which probably retained exotic characteristics the longest. The
distinction which Strabo (XVI. ii. 1) draws between the Γαζαῖοι and the Ἀζώτιοι ('Jews, Idumaeans,
Gazaeans, and Azotii' being the four minor races of Syria which he enumerates) may possibly be
founded on a reminiscence of these linguistic survivals. No doubt the language was by now much
contaminated with Semitic words and idioms, but still it possessed sufficient individuality to be
unintelligible without special study. It had of course lost all political importance [...]: it was now a
despised patois [...]. It is true that some critics have explained the 'speech of Ashdod' as being the
tongue of Sennacherib's colonists. If so, however, Nehemiah (himself a returned exile from a
neighbouring empire to Sennacherib's) would probably have had some understanding of it and of its
origin, and would have described it differently. The Semitic speech of the children of the Ammonite
and Moabite mothers does not seem to have caused him so much vexation.»
26. ↑ Machinist. Biblical Traditions: The Philistines and Israelite History. p. 64. «For
while Ashdod here may represent Philistia [...], the Ašdôdît at issue was probably, from its historical
setting in the Achaemenid period, a form of Aramaic or another non-Hebrew West Semitic tongue,
not something Indo-European from the Aegean or Anatolia.»
27. ↑ Bonfante, Who Were the Philistines, pág. 251-262
28. ↑ Jones, The Philistines and the Hearth, pág. 343 y ss.
29. ↑ Israel, Finkelstein (1988). The Archaeology of the Israelite Settlement (en inglés).
Israel Exploration Society. p. 380. ISBN 9652210072. Consultado el 8 de agosto de 2017.
30. ↑ Wengrow, D. (1996). «Egyptian Taskmasters and Heavy burdens; Highland
exploitation and the collared-rim pithos of the Bronze/Iron Age Levant». OJA 15 (en inglés): 307-326.
31. ↑ Artzy, M. (1994). «Incense, camels and Collared Rim Jars; desert routes and
maritime outlets in the Second Millennium». OJA 15 (en inglés): 121-147.
32. ↑ Bunimovitz, S.; Yasur-Landau, A. (1996). «Philistine and Israelite pottery a
comparative approach to the Question of Pots and People». Tel Aviv (en inglés) (23): 88-101.
33. ↑ Schafer-Lichtenberger, C. (2000). «The Goddess of Ekron and the religious-
cultural Background of the Philistines». IEJ (en inglés) (23): 82-91.
34. ↑ London, G. (1989). «A Comparison of two Contemporaneous lifestyles of the Late
Second Millennium B.C.». BASOR (en inglés) (273): 37-55.
35. ↑ Drews, R. (1998). «Canaanites and Philistines». JSOT (en inglés) (81): 39-61.
36. ↑ Na'aman, N. (1994). «The Canaanites and their land; A rejoinder». UF (en
inglés) (26): 397-417.
37. ↑ Rainey, A. (1996). «Who is a Cannanite? A Review of the Textual
Evidence». BASOR (en inglés) (304): 1-15.
38. ↑ Higginbotham, C. (1996). «Elite emulation and Egyptian governance in
Ramesside Canaan». Tel Aviv (en inglés) (23): 154-169.
39. ↑ S. Cooper, Jerrold; M. Schwartz, Glenn (1996). «Art, Empire and the final of the
Late Bronze Age». The Study of the Ancient Near East in the Twenty-first Century: The William
Foxwell Albright Centennial Conference(en inglés). Eisenbrauns. pp. 33-79. ISBN 093146496X.
40. ↑ S. Ehrlich, Carl (1996). The Philistines in Transition: A History from Ca. 1000-730
B.C.E. (en inglés). Leiden: BRILL. p. 235. ISBN 9004104267. Consultado el 8 de agosto de 2017.
41. ↑ La primera sugerencia en dicha dirección aparece en Noordtzij: De Filistijnen,
citada en Bonfante: Who Were the Philistines, pág. 252, nota 4. Bonfante defendió un origen ilirio de
los basándose en los παλαιστινοί (palaistinoí) de Palaeste, una ciudad del Epiro, añadiéndole el
sufijo ilirio -ino utilizado para grupos étnicos. La conexión sugerida se introdujo en: Jacobsohn,
Hermann (1914). Berliner Philologische Wochenschrift 34: 483.
42. ↑ Katicic. Ancient Languages of the Balkans. pp. 69-70. «The scholiast to Homer Il.
16.233 has Πελαστικέ instead of Πελασγικέ. This is a lectio difficilior and has, as Budimir stresses, to
be given full attention. If we connect it with Παλαιστή (a toponym in Epirus), the deae
Palaestinae which belong there, with palaestinus (the older name of the Strymon), with πενέσται (the
name of the unfree population in ancient Thessaly), and with πελάσται/πελαῖσται (the term for the
labouring population of Attica according to the lexicographers Ammonius and Pollex) it becomes
highly probable that Pelastai/Palastai/Palaistai is the original form of the ethnic name that, as Budimir
believes, denotes the speakers of Pre-Greek Indo-European wherever they spread. [...] The form
Πελασγοί is a literary blending of Pelastai and πέλαγος 'the sea' [...] In Hebrew sources the Indo-
European immigrants from the Balkan are known as Pəlištîm, and Egyptian sources mention the
invaders as p-r-s-t. The Biblican Philistines are thus, according to Budimir, Indo-European intruders
coming from the Aegean and the Balkan via Crete.»
43. ↑ Saltar a:a b c d e «filisteu -ea». Gran Enciclopèdia Catalana (en catalán).
Consultado el 12 de septiembre de 2015.
44. ↑ Dothan, The Philistines and Their Material Culture.
45. ↑ Merrill. The Zondervan Encyclopedia of the Bible. «Little is known of the Philistine
language or script. There is never any indication in the Bible of a language problem between the
Israelites and Philistines. The Philistines must have adopted the local Semitic language soon after
arriving in Canaan, or they might have already known a Semitic language before they came. Their
names are usually Semitic (e.g., Ahimelek, Mitinti, Hanun, and the god Dagon). But two Philistine
names may have come from the Asianic area: Achish has been compared with Anchises, and
Goliath with Alyattes. A few Hebrew words may be Philistine loanwords. The word for helmet (koba
H3916 or qoba H7746) is a foreign word often attributed to the Philistines. The term for "lords,"
already mentioned (seren), can possibly be connected with tyrannos ("tyrant"), a pre-Greek or
Asianic word. Some have connected three seals discovered in the excavations at Ashdod with the
Philistines. The signs resemble the Cypro-Minoan script. Three inscribed clay tablets from Deir Alla
(SUCCOTH) also have been attributed to the Philistines. These signs resemble the Cypro-
Mycenaean script. Both the seals and clay tablets are still imperfectly understood.»
46. ↑ Sergent, Les indo-européens, pág. 108.
47. ↑ Easton's Bible Dictionary (1897)
48. ↑ Técnicamente designado por la referencia Papyrus British Museum 9999.
49. ↑ Finkelstein y Silberman, La Biblia desenterrada, pág. 386.
50. ↑ Saltar a:a b c d e f g h i j k l Tischler, All the things in the Bible, I, pág. 482
51. ↑ Jueces 13:1-5
52. ↑ 1Samuel 5:1-2
53. ↑ Jueces 16:23
54. ↑ Saltar a:a b Machinist, Biblical Traditions: The Philistines and Israelite History, pág.
53 y ss.
55. ↑ 1 Samuel 6:18 y 1 Samuel 6:27-29
56. ↑ Yasur-Landau. The Philistines and Aegean Migration at the End of the Late
Bronze Age. p. 342. «The number of migrants that reached Philistia in the twelfth century cannot be
established, yet something can be said about the scale of migration (Chapter 8). According to
calculations of the inhabited area, the population of Philistia after the arrival of the migrants
numbered about twenty five thousand in the twelfth century (reaching a peak of thirty thousand in the
eleventh century). The continuation of local Canaanite material culture and toponyms indicates that a
good part of the population was local. The number of migrants amounted, at most, to half of the
population, and perhaps much less. Even the migrant population probably accumulated over at least
two generations, the minimum estimated time for the continuous process of migration.»
57. ↑ Saltar a:a b c d Machinist, Biblical Traditions: The Philistines and Israelite History,
pág. 57.
58. ↑ Machinist, Biblical Traditions: The Philistines and Israelite History, pág. 71, nota
25.
59. ↑ El término se utiliza como rango militar en el Israel actual, correspondiendo al de
capitán.
60. ↑ Sapir, Hebrew 'argáz, a Philistine Word, pág. 272-281
Según este artículo se trata de la caja de un carro, «una palabra presumiblemente no semítica»
(pág. 274).
61. ↑ Según Sapir (Hebrew ’argáz, a philistine word, pág. 279, nota 29) se trata de un
término «común de propiedad del indoeuropeo» y menciona el griego πόσις, el lituano -pati-s, -
pats y el tocario A pats.
62. ↑ Singer, Egyptians, Canaanites and Philistines in the Period of the Emergence of
Israel, pág. 282-338
63. ↑ Davis, Cypro-Minoan in Philistia?, pág. 40-74
64. ↑ Saltar a:a b Maeir, A Late Iron Age I/early Iron Age IIA Old Canaanite Inscription
from Tell es-Sâfi/Gath, Israel, pág. 39-71
65. ↑ Silberstein, The Other in Jewish Thought and History, pág. 71
66. ↑ Saltar a:a b Edwards, The Cambridge Ancient History, pág. 501
67. ↑ Yasur-Landau, The Philistines and Aegean Migration at the End of the Late
Bronze Age, pág. 309.
68. ↑ Cross, A Philistine Ostracon From Ashkelon, pág. 64
69. ↑ Gitin, A Royal Dedicatory Inscription from Ekron, pág. 1-18
70. ↑ Callev, The Canaanite Dialect of the Dedicatory Royal Inscription from Ekron
71. ↑ Fahlbusch, The Encyclopedia of Christianity, pág. 185.
72. ↑ Machinist, Biblical Traditions: The Philistines and Israelite History, pág. 60
73. ↑ 1 Samuel 13:19-22
Bibliografía[editar]
Alvar, Jaime (1989). Los pueblos del mar y otros movimientos de pueblos a fines
del II milenio. Historia del mundo antiguo. Madrid: Akal.
Bonfante, G. (abril-junio de 1946). «Who Were the Philistines». American Journal
of Archaeology (en inglés) 50 (2): 251-262.
Callev, Jaacob. The Canaanite Dialect of the Dedicatory Royal Inscription from
Ekron (en inglés). Archivado desde el original el 22 de diciembre de 2006.
Cross, F. M.; Stager, L. E. (2006). «Cypro-Minoan Inscriptions Found in
Ashkelon». Israel Exploration Journal (en inglés) 56: 129-159.
Davis, Brent (2011). «Cypro-Minoan in Philistia?». KUBABA 2: 40-74.
Dothan, Trude Krakauer. 1982. The Philistines and Their Material Culture.
Jerusalem: Sociedad de Exploración de Israel.
Dothan, Trude Krakauer, and Moshe Dothan. 1992. People of the Sea: The Search
for the Philistines. Nueva York: Macmillan Publishing Company
Drews, Robert (1998), «Canaanites and Philistines», Journal for the Study of the
Old Testament 81: 39-61
Ehrlich, Carl S. 1996. The Philistines in Transition: A History from ca. 1000-730
B.C.E. Studies in the History and Culture of the Ancient Near East 10, ser. eds. Baruch
Halpern y Manfred Hermann Emil Weippert. Leiden: E. J. Brill
Edwards, I. E. S.; Gadd, C. J.; Hammond, N. G. L.; Sollberger, E., ed. (1975). The
Cambridge Ancient History: History of the Middle East and the Aegean Region (en
inglés) 14. Cambridge: Cambridge University Press.
Fahlbusch, Erwin; Bromiley, Geoffrey William (2005). The Encyclopedia of
Christianity, Volume 4: P-Sh. Grand Rapids, Michigan: Wm. B. Eerdmans Publishing. ISBN 0-
8028-2416-1.
Finkelstein, Israel y Neil Asher Silberman. La Biblia desenterrada: una nueva visión
arqueológica del antiguo Israel y de los orígenes de sus textos sagrados Madrid:
Siglo XXI. ISBN 84-323-1124-3
Gitin, Seymour, Amihai Mazar y Ephraim Stern, eds. 1998. Mediterranean Peoples
in Transition: Thirteenth to Early Tenth Centuries BCE. Jerusalem: Israel Exploration
Society
Hitchcock, Louise (2011), «All the Cherethites, and all the Pelethites, and all the
Gittites’: A Current Assessment of the Evidence for the Minoan Connection with the
Philistines», Proceedings of the 11th International Congress of Cretan Studies, 21-27
October 2011: 20
Jastrow, Marcus (2005). A Dictionary of the Targumim, the Talmud Babli and
Yerushalmi, and the Midrashic Literature. Peabody, Massachusetts: Hendrickson
Publishers. ISBN 1-56563-860-3.
Jones, A. (1972). «The Philistines and the Hearth: Their Journey to the
Levant». Journal of Near Eastern Studies 31: 343-50.
Katicic, Radoslav (1976). Ancient Languages of the Balkans (en inglés). Walter de
Gruyter.
Macalister, Robert Alexander Stewart (1913). The Philistines: their history and
civilization (en inglés). London: Published for the British Academy by H. Milford.
Machinist, Peter (2013). «Biblical Traditions: The Philistines and Israelite History».
Oren, Eliezer D., ed. The Sea Peoples and Their World: A Reassessment (en inglés).
University of Pennsylvania Press. p. 53-83.
Maeir, Aren (2005): «Philister-Keramik», en la pág. 528-536 en "Reallexikon der
Assyriologie und vorderasiatischen Archäologie", Band 14. Berlín: W. de Gruyter.
Mendenhall, George E. The Tenth Generation: The Origins of the Biblical Tradition,
The Johns Hopkins University Press, 1973.
Tenney, Merrill (2010), The Zondervan Encyclopedia of the Bible 4,
Zondervan, ISBN 9780310876991
Mondot, Jean-François. "Les Philistins: un peuple de la mer". Les Cahiers de
Sciences et Vie, n° 89, octubre de 2005, págs. 26-31.
Oren, Eliezer D., ed. 2000. The Sea Peoples and Their World: A Reassessment.
University Museum Monograph 108. Philadelphia: The University of Pennsylvania Museum
of Archaeology and Anthropology
Orr, James, ed. (1915). The International Standard Bible Encyclopaedia. Chicago:
The Howrad-Severance Company.
Redford, Donald Bruce. 1992. Egypt, Canaan, and Israel in Ancient Times.
Princeton: Princeton University Press
Sapir, Edward (1936). «Hebrew 'argáz, a Philistine Word». Journal of the American
Oriental Society (en inglés): 272-281.
Sapir, Edward (marzo de 1937). «Hebrew 'helmet,' a loanword, and its bearing on
Indo-European phonology». Journal of the American Oriental Society (en inglés) 57 (1): 73-
77.
Sergent, Bernard. Les indo-européens, Paris, 1995. ISBN 2-228-88956-3
Silberstein, Laurence; Cohn, Robert (1994). The Other in Jewish Thought and
History: Constructions of Jewish Culture and Identity (en inglés). NYU Press.
Singer, I. (1994). «Egyptians, Canaanites and Philistines in the Period of the
Emergence of Israel». Finkelstein &Na’aman, ed. From Nomadism to Monarchy (en inglés).
p. 282-338.
Stone, Merlin. The paradise papers: the suppression of women's rites, Londen,
1977. ISBN 0-7043-3807-6
Stone, Merlin When God was a Woman, New York, 1978. ISBN 0-15-696158-X
Strange, J. Capthor/Keftiu: A new Investigation, Leiden, 1980. ISBN|9004062564
Tischler, Nancy M. (2006). All the things in the Bible: An Encyclopedia of the
Biblical World (en inglés). Westport: Greenwood Press.
Vandersleyen, Claude. "Keftiu: a cautionary note," Oxford Journal of
Archaeology 22/21, 2003, 209-212.
Yasur-Landau, Assaf (2010). The Philistines and Aegean Migration at the End of
the Late Bronze Age. Cambridge, United Kingdom: Cambridge University Press. ISBN 0-521-
19162-9.
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Filisteos.
Corinne Mamane Museum of Philistine Culture
National Geographic article
List of Biblical References to Philistines or Philistia
Tell es-Safi/Gath Archaeological Project Website (enlace roto disponible en Internet
Archive; véase el historial y la última versión).
Tell es-Safi/Gath Archaeological Project Blog
Penn State University - The Sea Peoples and the Philistines (link broken)
Neal Bierling, Giving Goliath his Due: New Archaeological Light on the
Philistines (1992)
«Philistines». Catholic Encyclopedia (en inglés). 1913. OCLC 1017058.
Varios autores (1910-1911). «[[s:en:1911 Encyclopædia
Britannica/{{{1}}}|{{{1}}}]]». Chisholm, Hugh, ed. Encyclopædia Britannica. A Dictionary of Arts,
Sciences, Literature, and General information (en inglés) (11.ª edición). Encyclopædia Britannica,
Inc.; actualmente en dominio público.
The Center for Online Judaic Studies: Ramesses III and the Philistines, 1175 BC
Biblical Archaeology Review - Yavneh Yields Over a Hundred Philistine Cult Stands
Neal Bierling. Giving Goliath His Due. New Archaeological Light on the Philistines
Listado de referencias bíblicas a los filisteos o Filistea
Tell es-Safi/Gath Página web del Proyecto Arqueológico (enlace roto disponible
en Internet Archive; véase el historial y la última versión).
Tell es-Safi/Gath Blog del Proyecto Arqueológico
the Sea Peoples and the Philistines. Un curso en la Universidad Estatal de
Pennsilvania
Neal Bierling, Giving Goliath his due:new archaeological light on the
Philistines 1992
El calendario del Rey: El secreto del Qumran (Cronología para el período israelí de
los Jueces, 1412 a 1039 a.C.).
The Philistines: Raiders of the Ark or Cultural Goliaths?
COJS: Ramesses III and the Philistines, 1175 BCE
A. Yasur-Landau. "The Mother(s) of all Philistines? Aegean Enthroned Deities of
the 12th - 11th Century Philistia". Aegaeum, 22 (2001), págs. 1-15.
B.G. Wood, The Genesis Philistines, ABR.christiananswers.net (2006).
C. Vandersleyen. "Keftiu: a cautionary note". Oxford Journal of Archaeology, 22
(2003), págs. 209-212 (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial y la última
versión)..
J. Strange. "The Philistine City-states". En: M.H. Hansen (ed.), A Comparative
Study of Thirty City-state Cultures. Copenhage: 2000, págs. 129-139.
Canaán
Para otros usos de este término, véase Canaán (desambiguación).
Mapa de la región de Canaán
Canaán es la denominación antigua de una región de Asia Occidental, situada entre el mar
Mediterráneo y el río Jordán y que abarcaba parte de la franja sirio-fenicia conocida
también como el Creciente fértil. En la actualidad se corresponde
con Israel, Palestina (la Franja de Gaza y Cisjordania), la zona occidental de Jordania y
algunos puntos de Siria y Líbano. Sus límites comprenderían desde la antigua Gaza al sur,
hasta la desembocadura del río Orantes al norte, englobando todas las tierras no
desérticas del interior, hasta una profundidad de unos 150 km desde la costa del mar
Mediterráneo, hasta algunos kilómetros más allá de la ribera oriental del río Jordán.
𐤍𐤍𐤍𐤍 (Knʕn) en fenicio
( כְּ נַעַ ןKanaʕan) en hebreo
( کنعانKanaʕān) en árabe
Χαναάν (Janaán) en griego
Índice
1Uso del término
2Historia
o 2.1Primeros semitas
o 2.2Los amorreos
o 2.3Los hicsos
o 2.4Los hurritas
o 2.5Los hititas
o 2.6Los egipcios
o 2.7Los Pueblos del Mar
o 2.8Cananeos
3Canaán en el Antiguo Testamento
4Aspectos culturales
5El alfabeto
6Arte
7Religión
8Notas
9Referencias
10Enlaces externos
Uso del término[editar]
El marco temporal para la utilización del término Canaán suele estar comprendido desde
el año 3000 a. C. hasta que los romanos durante su extensa dominación le cambiaron el
nombre por Palestina como represalia inmediata contra los hebreos tras sofocar
su rebelión de los años 132 a 135 d. C.
Canaán es el nombre del hijo de Cam y nieto de Noé. Canaán recibiría la maldición de su
abuelo cuando Cam su padre, vio a Noé ebrio y desnudo.1
En el Diccionario hebreo Strong, «cananeo» recibe el significado de ‘mercader’, ‘traficante’.
«Cananeo» llega a ser símbolo de ‘mercader’ (ver el Libro de los proverbios, 31:24 y
el Libro de Job 41:6).
El pueblo cananeo era adorador de dioses tales como El (Dagan), Baal y Asera,2y eso
implicaba una forma de vida repudiada por los hebreos, lo que puede verse en las
prohibiciones del Antiguo Testamento sobre rendir culto a dichos dioses.
Existen otras denominaciones para referirse a la misma región, o partes de ella, si bien
asociadas a las mismas entidades geográficas e históricas, tales como Tierra de
Israel, Judá, Fenicia, Aram, Siria, etc. También eran cananeos los fenicios e importantes
ciudades que fundaron en el Mediterráneo occidental, como el caso de Cartago.
El Evangelio de Mateo y el Evangelio de Marcos destacan a Simón el Cananeo,
refiriéndose al apóstol Simón (también conocido como «el zelote»), uno de los
12 discípulos directos de Jesucristo.
Historia
Cananeos cautivos. Decoración del palacio de Ramsés III.
Canaán es una zona con una larga historia. Su ocupación se remonta a las
fases neolíticas más tempranas, y ha contado a lo largo de milenios con importantes
asentamientos como Jericó, Ugarit, Jerusalén, Tiro, Sidón, Biblos, Damasco o Gaza. Ha
sido habitada por pueblos muy
diversos: amorreos, jebuseos, hicsos, filisteos, fenicios, arameos o hebreos, quienes
conquistaron a varios de esos pueblos y tomaron posesión de la región.[cita requerida]A partir
de la investigación de restos humanos, Tyler-Smith estableció que hace unos 4000 años
los cananeos poblaron el actual Líbano, y que fueron los creadores de uno de los primeros
alfabetos que se conocen.
Primeros semitas
A partir de la primera invasión semita en la región (ca. 3000 a. C.) existe unidad de
organización, urbanismo, arte militar, etc., entre todas las ciudades de Canaán y las de la
zona montañosa de Judea; su historia es común, con pequeñas vicisitudes peculiares de
cada ciudad.3
Cabe tener en consideración los trabajos de investigación arqueológica desarrollados
por Israel Finkelstein, cuyos resultados forman parte de sus obras escritas y de varios
vídeos documentales (como La Biblia desenterrada) que permiten contrastar información
bíblica con datos reales descubiertos. Por ejemplo que Jericó sufrió distintas destrucciones
por actividad sísmica, al estar enclavada en una línea de inestabilidad tectónica.
Estos ocupantes parece ser que entraron por el este. Las ciudades que de ellos
conocemos, tanto en la zona montañosa como en las llanuras y costas, coinciden en la
solidez de sus muros defensivos, como los de ’Ay, Tirsah, Jericó, Dotayn, etc.; además
son de bastante extensión, lo que indica una población urbana numerosa con toda la
complejidad de servicios y el consiguiente desarrollo económico.
En el trazado de las ciudades hay un destacado interés urbanístico: alcantarillados, calles
rectas y bien trazadas, armonía de edificios públicos con las viviendas particulares, etc.
Esta disposición urbanística es nueva por completo en Canaán y exige una fuerte
autoridad interna. Desgraciadamente faltan los documentos escritos que permitan
reconstruir la historia durante los casi nueve siglos que duró esta civilización sin variantes.
Parece ser que la principal fuente de riqueza es la agricultura de los campos inmediatos a
las ciudades: regadíos, como los de Jericó, o secano bien explotados, como en el caso
de 'Ay. Pero su posición era estratégica: era un enclave frente al Mediterráneo, y territorio
de paso entre las diversas potencias: los egipcios, los asirios, los babilonios, los hititas...
Esto propició una nueva fuente de riqueza: el comercio.
La gran destrucción de las ciudades habla de las conquistas guerreras de las mismas. Aun
así, las destrucciones no suelen ser totales, y los mismos pobladores rehacen las partes
dañadas de las ciudades al desaparecer el peligro que las aquejaba.
Los amorreos
Poco antes de finalizar el tercer milenio, una nueva incursión de gentes de vida nómada, al
menos aparentemente, destruye casi por completo las ciudades de la zona montañosa,
aunque las del llano, menos conocidas, puede que no sufrieran tanto, especialmente las
bien conocidas de Fenicia, como Biblos. Normalmente se considera amorreos a los nuevos
invasores.4
Los descendientes de los pobladores muy mermados en su número, pronto volvieron a
reconstruir las antiguas ciudades de la zona montañosa, con otras técnicas defensivas y
sin tanta atención urbanística.5
Los documentos egipcios ya hablan de expediciones guerreras en Cana, aún no conocida
por este nombre; entre estas expediciones hay que destacar la de Sesostris III (ca. 1850 a.
C.)
Los hicsos
Durante los siglos XVII y XVI a. C. los hicsos dominaron Egipto, y controlaban también a
Canaán; hasta se han hallado en los estratos correspondientes a su ocupación
más escarabeos y cerámica suya que en las propias ciudades egipcias. Con los hicsos se
introducen, por razones militares, nuevas técnicas en las ciudades; los muros, que ya no
eran tan sólidos como en la época anterior, se refuerzan con los
característicos glacis hicsos, y las puertas son de tenaza.
La opresión de los más poderosos sobre las mayorías se hace notar: es apreciable una
mayor diferencia entre las viviendas de los nobles y las de los semi-siervos que las rodean.
Con la decadencia de los hicsos coincide la llegada de una nueva oleada de pobladores,
esta vez del norte y de origen indoeuropeo: los hurritas.
Los hurritas
Los hurritas llegarán a establecerse de tal forma en Canaán, que en los documentos
egipcios de la época pasa a llamarse Huru (el país de los hurritas). El comercio florece y
no solo de productos manufacturados, sino especialmente de materia prima para la
industria artesana: los colorantes para la cerámica, los minerales metálicos traídos desde
muy lejos; pero el bronce es usado principalmente para fines bélicos: armas y armaduras.
La prosperidad económica y el incremento de la población a lo largo de este periodo
(1750 a. C.) es patente en las excavaciones de los estratos correspondientes. Y dado que
el comercio es el motor de esa bonanza, se hacen más numerosas las ciudades. Algunas
surgen totalmente de nuevo, otras se repueblan.
El dominio hurrita fue desmontado en Canaán por los grandes faraones egipcios
del Imperio Nuevo. Tutmosis III, ya en el siglo XV a. C., invadió triunfalmente Canaán por
el camino del mar, ocupando Yajó (Joppe), Lidda, Gézer, Megiddo y Ta'ának, convirtiendo
en feudatarias a todas las ciudades.
Los hititas
Pero otro imperio surge al norte, en Anatolia: los hititas, que saldrán al encuentro de los
egipcios y aprovecharán cualquier debilidad del poder faraónico para llevar su influencia
hacia el sur, estableciendo cabezas de puente incluso en Canaán y la parte montañosa de
Judea. Cuando decaen los imperios, las rencillas entre los nobles cananeos y unos grupos
misteriosos de hombres armados, los hapiru, impiden la paz: decae la cultura y reina el
miedo. Se compra lo que la falta de paz no permite fabricar, aumentando las
importaciones, incluso de cerámica.