Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Así que, cada vez que Noa se encontraba con Oto, tenía que
volver al mismo sitio de donde salía el ogro para intentar
transformar de nuevo las pesadillas en sueños hermosos.
¡Cuánto trabajo le daba el dichoso Oto!
– Los necesito.
– ¿Coleccionas sueños?
– Sí.
– Los escribo.
Noa supo que no iba a conseguir más. Se dio la vuelta y regresó
a su casa. Desde entonces entendió que hay tres tipos de
sueños: