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¿ACASO TODO ERA CUESTION DE QUE TAN ARRIBA ESTAMOS?

RESEÑA A YO SOY MI AMBIENTE DE GUSTAVO WILCHES CHAUX

POR:

HERNAN CUELLAR ORTIZ

PRESENTADO A:

CARLOS EDUARDO LÓPEZ

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA

FACULTAD DE CIENCIAS AMBIENTALES

PEREIRA, COLOMBIA

2020
Indudablemente la pregunta con la que el autor empieza su escrito es un entredicho entre las
muchas y pocas definiciones que hay sobre el tema, y me refiero a muchas y pocas dando razón a
lo que Wilches Chaux presenta, pues al final son palabras, claro, como todas definibles, pero que
carecen de componentes suficientes en sus definiciones para dar a entender el verdadero contexto
que tienen y el poder de su significancia, pues términos como Ambiente, Ecología y Política
parecieran ser ante la cotidianidad, incluso del medio académico del que hacemos parte, un pan de
cada día donde todos hacemos uso (en ocasiones indiscriminado) de él, pero que simplemente no
entendemos lo que hay más allá del discurso, es por eso que me parece sumamente interesante la
puesta del autor respecto al dialogo de saberes en torno a la búsqueda de un consenso conceptual
que nos permita entender las dinámicas que nos rodean, y resulta aun mas interesante cuando
inmerso en el pasaje de conceptos y definiciones entra a tomar aquello que pareciera irrefutable
pero que tiene mucho por debatir, incluso hondando en la deslegitimación de algunos postulados
históricamente controversiales en el tema.

La discusión acerca de los límites entre el individuo y su medio datan de procesos históricos de
transformación del pensamiento, pues como lo expresa el autor se han tenido diferentes
concepciones del papel del hombre en el medio, aunque a lo mejor siempre se trató de un “Que tan
arriba se encuentra el hombre en el medio”, pareciera ser obvio ante nuestros ojos que el hombre
hace parte del ambiente a partir de esta escuela del pensamiento, pues no existe frontera alguna
que nos haga individuos aislados al sistema, sin embargo, algo a tener en cuenta a partir de esto es
el impacto que este tiene, a lo cual traigo a colación la política como eje principal de la
transformación del medio natural, y como esto tiende a reversar un poco aquello que dice que el
ambiente condiciona nuestras respuestas, a un nosotros condicionamos el ambiente a favor de una
respuesta. Es entonces cuando la dimensión política de la que el autor a temprana etapa del texto
toma una trascendencia relevante para la comprensión de las dinámicas ecológicas y ambientales
vistas como un sistema en el que claramente participamos sin jerarquía alguna, por lo cual como lo
dice el “EL DERECHO A LA VIDA y EL DERECHO AL AMBIENTE, son inseparables”.

Quisiera resaltar además la entrada de la ecología como bastión de entendimiento de los procesos
humanos y ambientales, donde se equipara el hombre a un nicho y a un hábitat determinado, pues
a partir de esto se entra en un dilema filosófico y político donde esta definición es de vital
importancia "El objeto de la ecología, entendida más como compromiso vital con la existencia que
como disciplina académica, es comprender y preservar las condiciones del planeta Tierra que
permiten, estimulan y favorecen la existencia de la vida; buscar un acceso equitativo de los seres
vivos- en especial de los seres humanos- a la energía procedente del sol, directamente o a través de
los intermediarios y canales energéticos, como el aire, el suelo, los combustibles, los bosques y los
alimentos; lograr un acceso igualmente equitativo a las oportunidades de transformación
constructiva del mundo, es decir a la Cultura Humana, uno de los principales logros de la vida; y
crear las condiciones para que la red de múltiples intercambios de energía, materiales e información
entre los seres humanos, entre éstos y otras especies vivas , y entre los seres vivos y el medio
ambiente en general , continué favoreciendo la existencia y el progreso cualitativo de la vida sobre
el planeta ".

Esta definición del objetivo de la ecología como un mecanismo de conservación y preservación de


condiciones para la vida, en especial humana da pie a la generación de corrientes del pensamiento
paralelas a esta, y es cuando entramos a tratar el tema que corresponde a lo que es el Ecologismo,

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en lo que nos centraremos principalmente en esta reseña. En el segundo capítulo Wilches Chaux
habla de “Lo Verde” desde la mirada ética y política, donde prácticamente se desglosa en un amplio
espectro lo que el objetivo de la ecología pretende a partir de movimientos políticos, populares y
con un impacto social bastante grande.

Dado en Europa y hoy expandido en el mundo el movimiento ecologista ha tenido una trascendencia
amplia en la política incluso en Colombia, es de resaltar como el autor destaca el límite entre lo que
es un adoctrinamiento como lo pudo haber llegado a ser con el marxismo o el comunismo y lo que
en esencia es, pues de las doctrinas quedan muchos vacíos aun cuando estas han sido reestudiadas
durante la historia, el ecologismo en conjunto con sus cuatro principios (La ecología como
compromiso vital, Responsabilidad social, Democracia desde la base y No-violencia) da muestra de
el alcance que tiene la cultura ambiental en la historia de las actividades humanas, pues como se
trata en el texto generalmente se busca que todo este descifrado y encriptado, definido y aceptado,
sin embargo, el ecologismo responde a ello con un objetivo principal y es el de la indefinición, pues
deja al descubierto un amplio campo del pensamiento a disposición del hombre para el
mejoramiento de sus condiciones en el ambiente, de una manera que pareciera simbiótica, una
puesta de desarrollo distinta a los modelos tradicionales basados en una política del tipo que sea.

Es enfático el autor en enmarcar el ecologismo no como partido, ni como una política, sino como un
movimiento que plantea una justicia social a partir del mejoramiento de las condiciones humanas,
una mejora social que permita por medio de la conservación y preservación de lo natural brindar
herramientas para construir ese modelo de sociedad, siendo algo importante y álgido a su vez pues
no es un secreto para nadie que el mundo en sus más ínfimas escalas humanas esta permeado por
el sesgo político, que trasciende a lo cultural a partir del discurso, un tema que quizás pueda detener
el avance de un movimiento de la magnitud del ecologismo, pero que inclusive a través de la
academia toma partido en la américa latina. Lo más llamativo que se da en el texto completo en una
opinión bastante personal es aquello del “Ecofacismo tecnoburocrático” pues en un mundo
globalizado es bastante complejo que no se vea salpicado algo con lo que rige actualmente, el
consumismo y el mercantilismo déspota ha intervenido inclusive en la cultura humana y en sus
respuestas al medio, se entra a ver el entorno para los grandes capitales económicos como una
despensa de recursos inagotables para usufructuar, a lo cual entra en conflicto totalmente el
ecologismo como antítesis independiente, pues en el modelo de desarrollo entendido a partir de
este movimiento no existe cabida para acumulación de riqueza ni mucho menos hay lugar a el
degradamiento de lo natural en la búsqueda de satisfacer el mercado, pues es claro para efectos de
la presente que el consumo del hombre en la actualidad no es basado en necesidades claramente
establecidas sino por agentes externos que modifican los patrones culturales, a lo cual nos
referiremos como el monstro de la publicidad, necesidades creadas y un amplio espectro
publicitario dan pie a la tecnificación en masa de todos los procesos industriales sin mediar en el
camino acerca de su impacto en el medio.

Algo netamente político al parecer, regido por decisiones entre escalas burocratizadas que
simplemente jerarquizan la sociedad, pero y que acerca de lo que el autor plantea acerca de lo que
es la ética en lo verde, que de aquella política verde, que acerca de los principios del ecologismo,
para empezar tratemos la ecología como compromiso vital quizás apresuradamente la definimos
con anterioridad al darle protagonismo al ecofacismo tecnoburocratico, más allá el ver la ecología
como un compromiso vital es entendido a partir del derrocamiento de los lineamientos del

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capitalismo y el consumismo en cuestión, entendido en lo personal como un llave maestra a quitar
la venda de los ojos a la sociedad y a poder establecer en nosotros como humanos vías de hecho no
publicitarias que permitan mejorar las condiciones de vida de todos, sin excepciones ni clasismos,
algo que sinceramente comparto en su mayoría pues en temas de desigualdad el hombre ha llevado
su estructura en una escalada a lo que se rige a partir del control de tierras, recursos o servicios, por
lo que simplemente no es justo que estemos divididos entre lo que es el patrono y trabajador, a
sabiendas que sin fronteras se abren las puertas al desarrollo.

Se plantean dos principios más, siendo de bastante peso en la justificación del ecologismo como
movimiento y corriente del pensamiento, y aunque pudiéramos hablar de ellos por separado pienso
que tienen coyunturas que permiten hacer un análisis interesante, pues W. Chaux propone el
ecologismo como definición, abierta al análisis, es algo muy importante del texto, pues en su
estructura se da campo al pensamiento más allá del conocimiento, sin dejar este ultimo de lado, a
partir de la premisa de lo indefinible del ecologismo los principios: Democracia desde la base,
Responsabilidad social y no violencia son un sistema en el que confluyen aspectos que permiten el
bienestar de las comunidades, pues es de conocimiento general que toda acción tiene su reacción
y asi mismo sucede con las dinámicas humanas en el ambiente pues no se puede pretender que el
desarrollo es basado en el economicismo donde solo crecer en ese sentido nos da el espacio para
gozar de una mejor calidad de vida, sino que también influye en la depredación de lo natural, que
en un enfoque sistémico tiene unas consecuencias nefastas para la humanidad, y el desarrollo de la
vida en la tierra. Los verdes como el autor se refiere a los simpatizantes del ecologismo, plantean a
partir de ello establecer en nosotros como unidad funcional de este sistema el poder de decisión a
través de la democracia para que esas jerarquías políticas tradicionalistas e idealistas no influyan
bajo sus intereses sino que cada uno de nosotros como parte de la sociedad, nosotros como
consumidores de los recursos que el medio ofrece, tengamos por medio de una legitima democracia
un poder decisorio en la sociedad, a lo cual se complementa muy bien con un factor clave en la
construcción de la democracia y es darle cabida en un espacio de paz, y a ello va como tal el principio
de no violencia, nosotros como colombianos tenemos muy dentro de nosotros la huella de la política
tradicional, la violencia y el modelo cruel de desarrollo histórico.

Un gran texto, critico, y sobre todo que da un punto de vista bastante apartado de lo común, aunque
no pareciera, pocos son capaces de hablar acerca de los modelos de desarrollo, más a nivel global y
es un ejercicio enriquecedor para fortalecer el dialogo de saberes, a lo cual me gustaría cerrar con
esta frase

El cambio es a lo mejor todo es cuestión de indefiniese un poco.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

https://ecologia.unibague.edu.co/wambiente.pdf

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