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T E XTO S
ENRIQUE DE AMO ARTERO DOCENTES
Prefacio....................................................................................... 8
0. Introducción ......................................................................... 13
0.1. Un recorrido por los antecedentes ......................................... 14
5
Índice general
6
Índice general
7
Prefacio
8
Prefacio
en general.
9
Prefacio
10
Prefacio
11
Prefacio
12
Capítulo 0
Introducción
c. que toda función armónica sea la parte real de una función holomorfa;
Los teoremas de tipo Cauchy, las versiones local (para dominios estrella-
dos) y general (para ciclos nulhomólogos) serán las herramientas principales
13
CAPÍTULO 0. INTRODUCCIÓN
para lograr el cuerpo de esta teoría, como ya hemos dicho, tan bien elaborada
con el paso del tiempo (½y del esfuerzo de tantos matemáticos!).
Los contenidos que aquí se presentan aspiran a ser material suciente para
los 6 créditos de los que dispone este curso y material para algún curso de
Máster. No obstante, algunos temas que no se presentan, por limitaciones de
espacio, dejan cierto sabor a renuncia, pues los podemos también considerar
contenidos básicos.
En particular, nos referimos a la renuncia a todo lo relativo a Prolon-
gación Analítica (Teorema de Monodromía). Sin embargo, tampoco andamos
faltos de justicación (además de la clásica y socorrida de un curso de es-
tas características...): esta teoría presenta una conexión natural (vía domi-
nios de holomorfía) para las teorías de las funciones analíticas en una y en
varias variables complejas (desembocando en la teoría de las supercies de
Riemann) y, por tanto, sería material excelente para unos estudios de post-
grado, si así se estimara.
Otra renuncia consciente es la relativa al estudio de las funciones elípticas
que, además de adentrarnos al mundo maravilloso de la generalización de las
funciones elementales, podría llevarnos al no menos maravilloso de la Teoría
de Números. Cualquier otra renuncia que se encuentre en el contenido, no
por menos consciente llegará a ser intrascendente.
14
0.1. Un recorrido por los antecedentes
x2 + 1 = 0, o bien x2 + 2x + 2 = 0, (0.1)
ax2 + bx + c = 0 (0.2)
√ √
con a, b, c ∈ C (lo cual nos hace contemplar a x = ± −1 y a x=1± −1,
respectivamente, como parejas de soluciones de las dos ecuaciones citadas
en (0.1)) sea motivo suciente en muchísimos textos de la literatura sobre
variable compleja para autores de reconocido prestigio, puede consolar nues-
tro deseo de saber por qué es necesario introducir un nuevo conjunto para
hacer Análisis, ahora Analisis Complejo.
Sin embargo, nos parece más oportuno echar mano de las ecuaciones
cúbicas, reducibles todas ellas a expresiones de la forma
x3 = 3px + q, (0.3)
15
CAPÍTULO 0. INTRODUCCIÓN
a) hay dos puntos de corte: situación b2 > 4ac, o bien m2 > −4n;
b) hay una única solución: cuando b2 = 4ac, o bien m2 = −4n; y
y = x3 e y = 3px + q;
½de las cuales sabemos que siempre existe, al menos, una solución!
En la búsqueda de dicha solución para la ecuación cúbica (0.3), Cardano
(para quien los complejos eran -solo- una herramienta que se usa cuando es
útil) publicaba en 1545, en su Artis Magnæ, un resultado debido a Tartaglia
(del cual no daba honrado reconocimiento... posiblemente, porque la fórmula
se la habían sacado, tanto uno como el otro, a un tercero -que pudo ser
Escipión del Ferro, al menos, en una versión especial):
( √ )1 ( √ )1
3 3
x = q + q 2 − p3 + q − q 2 − p3 (0.4)
x3 = 15x + 4, (0.5)
16
0.1. Un recorrido por los antecedentes
1 1
x = (2 + i11) 3 + (2 − i11) 3 (0.6)
√
como solución formal de dicha ecuación, donde hemos escrito i := −1. Pero
notemos que x = 4 es una solución (real) de la ecuación (0.5). Pues bien,
su pensamiento salvaje fue suponer que la solución real x = 4 se puede
recuperar a partir de (0.6): puede existir un real n tal que
√
3
2 + i11 = 2 + in
√
3
2 − i11 = 2 − in.
(u + iv) + (a + ib) := (u + a) + i (v + b) ;
e igualmente,
(2 + ni)3 = 2 ± i11.
eiπ + 1 = 0,
17
CAPÍTULO 0. INTRODUCCIÓN
que liga los cinco números, sin duda, más famosos del Análisis. (Para Leib-
nitz, el número imaginario... es un anbio entre el ser y el no ser.)
Pero, y aunque pareciera que la intuición de un genio como Euler no le
podría dar malas pasadas, es oportuno llamar la atención sobre el siguiente
argumento erróno, que subyace al hecho de que para él (Euler), expresiones
√ √ √
como −2 −3 = 6, podían ser usadas sin la menor precaución:
√ √ √ √
−1 = i2 = ii = −1 −1 = (−1) (−1) = 1 = 1,
lo cual sabemos que ½no es bueno que sea cierto! (Evidentemente, ligerezas
como la anterior sólo se le pueden permitir a genios como el de Euler; para
otro cualquiera, no sería sino un error de bulto...)
Sin embargo, la razón, en conjunción con la argumentación geométrica,
puede ser la base de excelentes intuiciones que nos allanen muchos caminos.
En la base del error conceptual anterior nos vamos a encontrar con el he-
cho de la aparición de las llamadas multifunciones o funciones multiformes:
funciones de variable compleja cuyo valor es todo un conjunto de números
complejos; es decir, que su imagen no se reduce a un punto. La periodicidad
de la función argumento es quien nos puede avanzar pistas al respecto, pues
ahora no es momento de abundar en esto; salvo avanzar que elecciones conve-
nientes de estas imágenes nos introducirán en el rico mundo de las supercies
de Riemann... que escapan del alcance de este curso.
Aún restan algunas razones, muy poderosas, para optar por una estruc-
tura de cuerpo que incluya estrictamente al de los números reales. A con-
tinuación veremos una de ellas, la cual, por cierto, da pleno sentido a las
palabras de Hadamard: a menudo, el camino más corto entre dos verdades
en el campo real pasa por el campo complejo.
Esta razón la encontramos en la teoría del desarrollo en series de potencias
funcionales. Concretamente, para x ∈ R, sabemos que
1 ∑ +∞
= xn ⇔ |x| < 1.
1−x
n=0
1 ∑ +∞
2
= (−1)n x2n (0.7)
1+x
n=0
1 ∑ +∞
= x2n , (0.8)
1−x 2
n=0
18
0.1. Un recorrido por los antecedentes
1
x→
a−x
en su serie de potencias centrada en un punto k ∈ R\{0}, y a>0 será su
radio de convergencia. Así, haciendo el cambio X = x + k:
1 1 1 1 ∑ 1
+∞
= = = X n,
a−x a − (X − k) a − k 1 − a−k
X
(a − k)n+1 n=0
es decir,
1 ∑ 1
+∞
+∞ ( )
1 1 1 1∑ 1 1
= − = n+1 − X n,
1 − x2 1 − x −1 − x 2 (1 − k) (−1 − k)n+1
n=0
19
CAPÍTULO 0. INTRODUCCIÓN
1
Figura 0.1. Sección según el eje imaginario de la función compleja .
1+z 2
20
0.1. Un recorrido por los antecedentes
1
Figura 0.2. Sección según el eje real de la función compleja .
1+z 2
21
CAPÍTULO 0. INTRODUCCIÓN
Hoy en día, los complejos cobran especial actualidad por el papel desta-
cado que tienen en el estudio de los sistemas dinámicos que acompañan a la
Teoría de los Fractales y el Caos. Por otro lado, a partir de los años 60 del
siglo pasado, la teoría de varias variables complejas (que en nada supone un
análogo a la situación en variable real: no es un mero elenco de resultados
análogos que se verican o dejan de vericarse...) ha cobrado un auge inves-
tigador de gran envergadura, siendo el lugar de encuentro de fecundas áreas
del saber matemático más actual (geometría diferencial, análisis armónico,
ecuaciones en derivadas parciales, etc.)... pero eso ya es contenido suciente
para otro curso, ½al menos!
22
Capítulo 1
básica
Z := N ∪ {0} ∪ (−N) ,
N ⊂ Z ⊂ Q.
11
23
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
R− := {x ∈ R; x < 0}
R+ := {x ∈ R; x > 0}
R−
0 := {x ∈ R; x ≤ 0}
R+
0 := {x ∈ R; x ≥ 0}
que son, respectivamente, los conjuntos de todos los reales negativos, posi-
tivos, no positivos y no negativos. Al conjunto R\Q lo llamaremos de los
irracionales. Elementos destacados en él, son
√ √
2, 3, e y π.
(x, y) + (u, v) : = (x + u, y + v)
α (x, y) : = (αx, αy)
x −y
u := , v := 2 .
x2 + y 2 x + y2
A este cuerpo conmutativo lo llamaremos cuerpo de los números comple-
jos a sus elementos los llamamos (números) complejos, y lo denotaremos
por C.
24
1.1. El cuerpo de los números complejos. Módulo y Argumento
Este hecho nos permite una primera representación de los complejos vistos
como elementos de un R-espacio:
Re z = x, Im z = y.
{
Re z = Re w
z=w⇔
Im z = Im w
z := Re z − i Im z.
25
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
i. z+w =z+w
ii. zw = zw
z+z z−z
iv. Re z = 2 , Im z = i2
v. z = z ⇔ z ∈ R ⇔ Im z = 0
i. |z| = 0 ⇔ z = 0
26
1.1. El cuerpo de los números complejos. Módulo y Argumento
|z ± w|2 = (z ± w) (z ± w)
= zz + ww ± zw ± wz
= |z|2 + |w|2 ± 2 Re (zw) .
i. |z + w| ≤ |z| + |w|
|w| − |z| ≤ |w − z| = |z − w| ,
27
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
28
1.1. El cuerpo de los números complejos. Módulo y Argumento
se sigue que
θ0 b
tan = .
2 1+a
Pero esto conlleva que
θ0
tan
sen θ0 = 2 2
θ
1+tan2 20
=b
θ
1−tan2 20
cos θ0 = θ =a
1+tan2 20
] π π]
de donde (por ser |z| + Re z > 0 =⇒ arctan |z|+Re
Im z
z ∈ −2, 2 ) se tiene
29
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
30
1.1. El cuerpo de los números complejos. Módulo y Argumento
Sea ahora z ∈ C\{0} y sea w (que también será no nulo) tal que wn = z .
La fórmula de de Moivre nos dice que
31
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
z2
z3
θ /n z1
θ /n
θ /n
zn -1
θ
k θ /n
zk
1 1−i 2 ( √ )3
a) ; b) ; c) ; d) 1 − i 3 .
i 1+i 1 − 3i
32
1.1. El cuerpo de los números complejos. Módulo y Argumento
( )−1
2. Encuéntrense las partes real e imaginaria de 1 + eiθ .
3. Obténganse:
∑
100
( √ )9
a) (1 + i)16 ; b) ik ; c) 2 + i2 3 .
k=0
a) 3i; b) − 2; c) 1 + i; d) − 1 − i; e) 2 + 5i;
f ) 2 − 5i; g) − 2 + 5i; h) − 2 − 5i; i) bi, b ̸= 0; j) a + bi, a ̸= 0
{( ) }
a b
M := : a, b números reales ,
−b a
M (a, 0) + M (b, 0) = M (a + b, 0)
M (a, 0) · M (b, 0) = M (ab, 0)
33
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
a) A = {z ∈ C : |2z + 3| ≤ 1}
b) B = {z ∈ C : |2z + 1| ≤ |z|}
a ) la ecuación
A (z + z) + iB (z − z) + C (zz − 1) + D (zz + 1) = 0
34
1.2. Topología del plano complejo. La esfera de Riemann
d(z, w) := |z − w| , ∀z, w ∈ C.
i. zn + wn → z + w
ii. zn wn → zw
Proposición
∑ 1.10 (Test de mayoración de Weierstrass.) Sean A ⊂ C
(A ̸= ∅) y n≥1 fn una serie de funciones de A en C. Supongamos que existe
una sucesión de reales positivos (Mn )n≥1 , tal que
a. |fn (a)| ≤ Mn , ∀a ∈ A, ∀n ∈ N, y
∑
b. n≥1 Mn converge.
∑
Entonces la serie n≥1 fn converge absoluta y uniformemente en A.
35
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
i. E es compacto.
D(z, r) := {w ∈ C : |z − w| < r}
Entonces
D(z, r) := {w ∈ C : |z − w| < r} .
Para el punto ∞, que llamaremos (punto del) innito, una base de entornos
es la dada por
{Uρ ; ρ > 0} ,
donde
Uρ := {z ∈ C : |z| > ρ} ∪ {∞} ⊂ C.
En efecto: si G ∈ τ, con∞ ∈ G, se tiene que C\G es compacto, luego
acotado: existe ρ > 0 tal que si z ∈ C\G entonces |z| ≤ ρ; así, Uρ ⊂ G. Y
como consecuencia de ser {Uρ : ρ > 0} base de entornos:
36
1.2. Topología del plano complejo. La esfera de Riemann
Es sencillo verlo:
37
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
δ (z, w) := χ−1 (z) − χ−1 (w)
√ 2|z−w| √ , z, w ∈ C
1+|z|2 1+|w|2
=
√ 1 2, z ∈ C, w = ∞
1+|z|
(observa que χ−1 (z) y χ−1 (w) están sobre la esfera S2 , de ahí el nombre de
cordal).
(Comprueba en la fórmula anterior la distancia cordal δ (z, w) en términos
de z y w.)
Resumimos lo anterior:
38
1.2. Topología del plano complejo. La esfera de Riemann
A′ := {z ∈ C : ∃ (an ) ⊂ A\{a}; an → a} ;
i. A es cerrado y acotado.
∂A = A ∩ C\A.
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CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
ii. Para cada real positivo ε, existe otro δ tal que si 0 < |x − a| < δ, x ∈ A,
entonces |f (x) − l| < ε.
ii. Para cada real positivo ε, existe otro δ tal que si |x − a| < δ, x ∈ A,
entonces |f (x) − f (a)| < ε.
Es de observar que:
40
1.2. Topología del plano complejo. La esfera de Riemann
i. f es continua en a.
41
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
es continua en C\R−
0.
(−1)n
1
arg (zn ) = 2 arctan √n = 2 (−1)n arctan √
−x + x2 + 1 −nx + 1 + n2 x2
n2
42
1.2. Topología del plano complejo. La esfera de Riemann
z
aθ es continua en z ⇐⇒ arg es continua en
(z) w
⇐⇒ arg ̸= π
w
⇐⇒ aθ (z) ̸= π + θ
⇐⇒ π + θ ∈
/ Arg (z) .
a ∈ A, D(a, r) ⊂ Ω =⇒ D(a, r) ⊂ A.
Entonces A = Ω.
43
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
Sea, pues existe, a∈A tal que |z − a| < r/2. Así, si w ∈ D(a, r/2),
|w − z| ≤ |w − a| + |z − a| < r,
Claramente A ̸= ∅, ¾o no? Sea, pues, a∈A y sea r>0 tal que D(a, r) ⊂ Ω.
Es claro que
z ∈ D(a, r) =⇒ z ∈ A,
luego, por el lema de conexión, A = Ω.
44
1.2. Topología del plano complejo. La esfera de Riemann
Se acostumbra a escribir:
45
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
γ1 : [a, b] −→ C, γ2 : [c, d] −→ C
tales que γ1 (b) = γ2 (c), se puede denir lo que se llama curva suma (o
yuxtaposición) de ambas, y que se notará por γ1 + γ2 , como la aplicación
γ1 + γ2 : [0, 1] −→ C
dada por
{
γ1 (2tb + (1 − 2t) a) , 0 ≤ t ≤ 21
(γ1 + γ2 ) (t) := ( ( ) )
γ2 2 t − 21 d + 2 (1 − t) c , 21 ≤ t ≤ 1.
−γ : [a, b] −→ C
dada por
−γ(t) := γ (b + a − t) , ∀t ∈ [a, b] .
Es decir, (−γ)∗ = γ ∗ y sus recorridos son opuestos: los hacen en sentido
contrario el uno respecto del otro. (En particular, el origen de una es el
extremo de la otra, y viceversa.) Por ello se dice que γ y −γ son curvas
opuestas o de orientaciones contrarias. Y, en particular, γ + (−γ) es una
curva cerrada: representa un sendero de ida y vuelta.
Ejemplo 1.5 (Poligonales) Los ejemplos 1.1 y 1.3 nos permiten escribir,
con pleno signicado, expresiones de la forma:
46
1.2. Topología del plano complejo. La esfera de Riemann
47
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
8. ¾Qué condiciones han de vericar dos puntos del plano complejo para
ser las proyecciones estereográcas de dos puntos diametralmente opues-
tos de la esfera de Riemann?
1
9. Otra proyección estereográca: Considera la esfera de radio
2 tangen-
cialmente situada sobre el origen del plano complejo C. Calcula las
ecuaciones de la correspondiente proyección estereográca.
48
1.3. Concepto de derivada. Ecuaciones de Cauchy-Riemann
f ′ : B −→ C; z −→ f ′ (z), ∀z ∈ B.
i. f es derivable en a.
49
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
50
1.3. Concepto de derivada. Ecuaciones de Cauchy-Riemann
Demostración. Tal vez merezca la pena entrar en los detalles de v.; las otras
armaciones no reportan mayor complejidad. Sea, por tanto, z ∈ A\{a}.
Unos sencillos cálculos nos dan:
( ) f f
f g (z) − g f (z)g(a) − f (a)g(a) + f (a)g(a) − g(z)f (a)
(a)
(z) = =
g a z−a (z − a)g(z)g(a)
f (z) − f (a) g(a) f (a) g(a) − g(z)
= + ,
z−a g(z)g(a) g(z)g(a) z−a
f (z) − f (a)
∃h′ (a) = lı́m φ (f (z)) lı́m = φ(b)f ′ (a) = g ′ (b)f ′ (a).
z→a z→a z−a
51
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
i. f es derivable en a.
ii. Existe un complejo w tal que
u(x, y) := Re f (x + iy)
v(x, y) := Im f (x + iy).
Son equivalentes:
i. f es derivable en a.
ii. u y v son diferenciables en (α, β) y verican las ecuaciones
∂u ∂v
∂x (α, β) = ∂y (α, β)
(1.2)
∂u ∂v
(α, β) = − (α, β)
∂y ∂x
∂u ∂v
f ′ (a) = (α, β) + i (α, β) =
∂x ∂x
∂v ∂u
= (α, β) − i (α, β) .
∂y ∂y
52
1.3. Concepto de derivada. Ecuaciones de Cauchy-Riemann
de donde se sigue que fb es diferenciable en (α, β), con diferencial dada por
Dfb(α, β) = T . Y, en consecuencia,
( ∂u ∂v
) ( )
∂x (α, β) ∂x (α, β) c −d
=
∂u
(α, β) ∂v
(α, β) d c
∂y ∂y
53
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
Consideremos la función:
z5
, z ̸= 0
|z|4
f (z) :=
0, z = 0.
Sea z = a + ib ̸= 0, tendremos
( ) ( )
x5 − 10x3 y 2 + 5xy 4 + i 5x4 − 10x2 y 3 + y 5
f (x + iy) =
(x2 + y 2 )2
=: u(x, y) + iv(x, y).
Así:
∂u u(h, 0) − u(0, 0)
(0, 0) := lı́m = lı́m h = 0
∂x h→0 h h→0
∂u u(0, k) − u(0, 0)
(0, 0) := lı́m =0
∂y k→0 k
∂v v(h, 0) − v(0, 0)
(0, 0) := lı́m =0
∂x h→0 h
∂v v(0, k) − v(0, k)
(0, 0) := lı́m = lı́m k = 0
∂y k→0 k k→0
f (h) − f (0) h5 h4 iθ
= 4 = 4 =e ,
h h |h| |h|
54
1.3. Concepto de derivada. Ecuaciones de Cauchy-Riemann
∂u
∂x (a, b) = √ a
a2 +b2
, ∂u
∂y (a, b) = √ b
a2 +b2
, ∂v
∂x ≡ 0, ∂v
∂y ≡ 0,
Ejemplo 1.12 ∂ ∂
Derivadas formales ∂z y ∂z .
55
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
∂f
= 0 ⇔ u, v verican las ecuaciones de Cauchy-Riemann.
∂z
∂
Observemos que podemos incorporar la derivada formal ∂z , de manera
natural, al anterior razonamiento: dada
∂f ∂f ∂f
= a +c
∂ξ ∂x ∂y
∂f ∂f ∂f
= b +d
∂η ∂x ∂y
Como para los parámetros no hay más restricciones que ad ̸= cd, podemos
hacer
a = b = 1/2, c = −d = i/2,
de modo que
ξ = z, η = z
y, por tanto,
( ) ( ) ( )
∂f 1 ∂f ∂f 1 ∂u ∂v i ∂v ∂u
= −i = + + −
∂ξ 2 ∂x ∂y 2 ∂x ∂y 2 ∂x ∂y
( ) ( ) ( )
∂f 1 ∂f ∂f 1 ∂u ∂v i ∂v ∂u
= +i = − + + .
∂η 2 ∂x ∂y 2 ∂x ∂y 2 ∂x ∂y
56
1.3. Concepto de derivada. Ecuaciones de Cauchy-Riemann
∂f
En resumen: la derivabilidad de f equivale a que ∂z =0 (o bien i ∂f
∂x =
∂f
∂y ); y en este caso
∂f ∂u ∂v
f ′ (z) = = +i ;
∂z ∂x ∂x
es decir, en el caso de derivabilidad:
∂f
f ′ (z) = .
∂x
Puede volverse a este último ejemplo cuando estudiemos los polinomios
analíticos al nal del tema siguiente.
Como recordamos, en el plano euclídeo no teníamos teoremas de valor
medio (en el sentido estricto que nos ofreció el cálculo en una variable real).
Eso lo maniesta el siguiente ejemplo:
La función
A := {z ∈ Ω : f (z) = f (a)} .
57
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
que está bien denida, pues (1 − t) b + tw ∈ D(b, r) ⊂ Ω, para todo t ∈ [0, 1].
Aplicando la Regla de la Cadena, obtenemos la derivabilidad de φ en
[0, 1]:
φ′ (t) = (w − b) f ′ [(1 − t) b + tw] , ∀t ∈ [0, 1] ;
pero, entonces se tiene que φ′ [0, 1], y podemos
es idénticamente nula en
aplicarle el teorema del valor medio a las funciones Re φ e Im φ de modo que
concluimos que son constantes; luego φ es constante.
Por tanto,
f (b) = φ(0) = φ(1) = f (w)
de donde se sigue que w ∈ A. Dada la arbitrariedad de w en D(b, r), será
D(b, r) ⊂ A.
Teorema 1.6 Toda función holomorfa sobre un dominio cuya derivada sea
constantemente nula habrá de ser, necesariamente, constante.
a. Re f es constante.
58
1.3. Concepto de derivada. Ecuaciones de Cauchy-Riemann
b. Im f es constante.
c. |f | es constante.
Entonces, f es constante.
Demostración. Pongamos
∂u ∂v
f ′ (a) = (α, β) + i (α, β)
∂x ∂x
∂u ∂u
= (α, β) − i (α, β)
∂x ∂y
∂v ∂v
= (α, β) + i (α, β) , ∀a = α + iβ ∈ Ω.
∂y ∂x
a. Sea a = α + iβ ∈ Ω, jo, pero arbitrario. Como u es constante:
∂u ∂u
f ′ (a) = (α, β) − i (α, β) = 0,
∂x ∂y
y el teorema 1.6 nos da lo deseado.
b. Análogo al anterior.
c. Sea c∈R tal que
u2 (x, y) + v 2 (x, y) = c.
Podemos suponer c>0 (pues c=0 conlleva, trivialmente, a que f ≡ 0).
Derivando en la expresión anterior respecto de cada una de las dos variables,
tendremos:
∂u ∂v ∂u ∂v
u +v = 0, u +v = 0.
∂x ∂x ∂y ∂y
Usando las ecuaciones de Cauchy-Riemann, aparece el sistema 2×2:
∂u ∂u
u (α, β) (α, β) − v (α, β) (α, β) = 0
∂x ∂y
(α, β) = 0
∂u ∂u
u (α, β) (α, β) + v (α, β)
∂y ∂x
con determinante c ̸= 0. Por tanto, para cada α + iβ ∈ Ω:
∂u ∂u
(α, β) = (α, β) = 0,
∂x ∂y
de donde se concluye la prueba.
59
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
Re f (x + iy) = x4 − 6x2 y 2 + y 4
a Re f (z) + b Im f (z) = c, ∀z ∈ Ω.
Pruébese que la tal función f es constante.
60
1.3. Concepto de derivada. Ecuaciones de Cauchy-Riemann
7. Búsquese una función real v en dos variables reales que sea la parte
imaginaria de una función entera f tal que Re f (x+iy) = −ex sen (y)−
xy, para todo x + iy del plano.
8. Búsquese una función real u en dos variables reales que sea la conjugada
armónica de la función v dada por
y
v(x, y) := 3 + x2 − y 2 −
2(x2 + y2)
Re f (z) = |z|2 , ∀z ∈ C?
∂f ∂f
10. Calcúlense las derivadas parciales formales
∂z y ∂z , en cada uno de los
siguientes casos:
a) f (z) := z, b) f (z) := z,
2
c) f (z) := |z| , d) f (z) := Re z,
e) f (z) := |z| , z ̸= 0, f ) f (z) := z
|z| , z ̸= 0,
g) f (z) := Log |z| , z ̸= 0, h) f (z) := Log |z| + iarctg xy , Re z > 0.
11. ¾Existe alguna función entera f cuya parte real sea de la forma
f (z) = az 2 + bzz + cz 2 , ∀z ∈ C
sea entera.
61
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
(recordemos que, dada una serie de números reales (xn ) se denen sus límites
superior e inferior, respectivamente, como
donde yn := sup {xn , xn+1 , . . .} y zn := ı́nf {xn , xn+1 , . . .}, para cada natural
n), y hagamos la denición siguiente:
1
α,α ∈ R\{0}
R := 0, α = +∞ (1.6)
+∞, α = 0.
∑
Teorema 1.7 n≥0 an (z
Sean la serie de potencias − a)n y su correspon-
diente R, dado por la fórmula (1.6). Entonces:
62
1.4. Series de potencias. Concepto de función analítica
an (z0 − a)n → 0,
o lo que es equivalente,
1
|an | n |z0 − a| → 0;
por tanto:
1
∃M > 0 : n ≥ n0 =⇒ |an | n |z0 − a| ≤ M.
Pero, de este hecho se sigue que:
√ M
α := lı́m sup n
|an | ≤ < +∞,
|z0 − a|
lo cual contradice que sea α = +∞.
ii. Sea dado un compacto K ⊂ C. Podemos encontrar ρ > 0 tal que
K ⊂ D(a, ρ). Ahora bien, como
√ √ √
lı́m sup n
|an ρn | = lı́m sup ρ n |an | = ρ lı́m sup n |an | = ρ0 = 0,
∑
|an ρn | .
n≥0
63
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
iii. Sea cualquier compacto K ⊂ D(a, R). Podemos elegir ρ ∈ ]0, R[ tal
que K ⊂ D(a, ρ) ⊂ D(a, R). Como
√ √ ρ
lı́m sup n
|an ρn | = ρ lı́m sup n
|an | = < 1,
R
por el criterio de la raíz de Cauchy, la serie
∑
|an ρn |
n≥0
converge; y como
{ 1
}
n ∈ N; |an (z − a)n | n > ρ ≥ 1 = {n ∈ N; |an (z − a)n | > ρn ≥ 1}
ha de ser innto. Pero esto obliga a que la sucesión (an (z − a)n ) no sea nula
y, por tanto, la serie
∑
an (z − a)n
n≥0
64
1.4. Series de potencias. Concepto de función analítica 53
∑
Corolario 1.4 n
n≥0 an (z − a) y sea
Sea una serie de potencias R ∈ [0, +∞]
su radio de convergencia. Supongamos que existe n0 ∈ N tal que an ̸= 0, si
n ≥ n0 . Entonces:
√ √
an+1
i. a → +∞ =⇒ lı́m |an | = +∞ =⇒ lı́m sup n |an | = +∞ =⇒
n
n
R = 0.
√ √
an+1
ii. a → 0 =⇒ lı́m |a | |an | = 0 =⇒ R = +∞.
n n
n
n = 0 =⇒ lı́m sup
√ √
an+1
iii. a → α ∈ ]0, +∞[ =⇒ lı́m |a | |an | = α =⇒
n n
n
n = α =⇒ lı́m sup
R = 1/α.
∑
+∞
f : Ω −→ C; f (z) := an (z − a)n , ∀z ∈ Ω
n=0
65
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
∑
Teorema 1.8 Supongamos que la serie de potencias
n
n≥0 an (z − a) tiene
radio de convergencia R > 0. Sea Ω su dominio de convergencia. Sea la
función f : Ω −→ C, dada por:
∑
+∞
f (z) = an (z − a)n , ∀z ∈ Ω.
n=0
∑
+∞
(n + k)!
f k) (z) = an+k (z − a)n , ∀z ∈ Ω, ∀k ∈ N.
n!
n=0
∑
n−1
φn (z) := an z n−j bj−1 , ∀z ∈ C.
j=1
∑
n−1
n−j j−1 ∑
n−1
|φn (z)| ≤ |an | z b ≤ |an | rn−j rj−1 = n |an | rn−1 .
j=1 j=1
66
1.4. Series de potencias. Concepto de función analítica
∑
n≥1 n |an | r
Pero, aplicando el lema anterior, la serie
n−1 es convergente.
∑
+∞
φ(z) := φn (z) , ∀z ∈ D(0, r).
n=1
f (z) − f (b) ∑
+∞
= φn (z) = φ(z),
z−b
n=1
f (z) − f (b) ∑ +∞
lı́m = φ(b) = nan bn−1 ,
z→b z−b
n=1
∑
+∞ ∑
+∞
′
f (z) = nan z n−1
= (n + 1) an+1 z n , ∀z ∈ Ω.
n=1 n=0
∑
+∞
g(z) := an z n , ∀z ∈ Ω.
n=0
∑
+∞
(n + k)!
f k) (z) = an+k (z − a)n , ∀z ∈ Ω.
n!
n=0
67
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
( )′ ∑
+∞
((n + 1) + k)!
f k+1) (z) = f k) (z) = (n + 1) a(n+1)+k (z − a)n
(n + 1)!
n=0
∑
+∞
(n + (k + 1))!
= an+(k+1) (z − a)n , ∀z ∈ Ω,
n!
n=0
∑
Corolario 1.5 Si la serie de potencias
n
n≥0 an (z − a) tiene radio de con-
vergencia R>0 y sea la función f: Ω −→ C, dada por:
∑
+∞
f (z) = an (z − a)n , ∀z ∈ Ω.
n=0
Entonces
f k) (a)
ak = , ∀k ∈ N ∪ {0}.
k!
Corolario∑1.6 (Preludios al∑Principio de Identidad) Sean las series de
n n
potencias n≥0 an (z − a) y n≥0 bn (z − a) con respectivos radios de con-
vergencia R1 > 0 y R2 > 0. Sean f1 y f2 las respectivas funciones holomorfas
que denen dichas series sobre sus correspondientes dominios de convergen-
cia Ω1 y Ω2 . Supongamos que existe δ tal que 0 < δ < mı́n{R1 , R2 } de modo
que si z ∈ D(a, δ), entonces f1 (z) = f2 (z). Entonces, las series de potencias
son idénticas; es decir,
ak = bk , ∀k ∈ N ∪ {0}.
k) k)
f1 (a) f2 (a)
Demostración. Basta darnos cuenta de que ak = k! = k! = bk , ∀k ∈
N ∪ {0}.
∑
+∞ n
z
f (z) := , ∀z ∈ C
n!
n=0
68
1.4. Series de potencias. Concepto de función analítica
∑
+∞
f (z) = an (z − a)n , ∀z ∈ D(a, ra ).
n=0
Ejercicio 1.1 Prueba que las series de potencias son analíticas en todo su
dominio de convergencia.
∑
n
p : C −→ C; p(z) := αk z k , ∀z ∈ C.
k=0
69
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
(x, y) → x2 + y 2 − i2xy
(x, y) → x2 − y 2 − i2xy.
i. p es analítico
∂p ∂p
ii. ∂y ≡ i ∂x
∂p
iii. ∂z ≡0
∑
n
p(x, y) = qk (x, y) , ∀ (x, y) ∈ R2 ,
k=0
∑
k
qk (x, y) := cj,k xk−j y j , ∀ (x, y) ∈ R2 ,
j=0
∂qk ∂qk
≡i , k = 0, 1, 2, . . . , n;
∂y ∂x
luego, efectuando cálculos
(
c1,k xk−1 + 2c2,k xk−2 y + · · · + kck,k y k−1 = i kc0,k xk−1 +
)
+ (k − 1) c1,k xk−2 y + · · · + ck−1,k y k−1 .
70
1.4. Series de potencias. Concepto de función analítica
Por tanto: ( )
kj
cj,k =i c0,k
j
para j ∈ {1, 2, . . . , n} y 0 ≤ j ≤ k; y, en consecuencia, se tiene que
∑ n! ∑
a) n
zn; b) z 2n ;
n
n≥1 n≥0
∑ ∑
c) 2n z n! ; d) [3 + (−1)n ]n z n ;
n≥0 n≥0
∑ ∑ 2
e) (n + an ) z n (a > 0); f ) an z n (a ∈ C);
n≥0 n≥0
∑ ∑
g) nz n ; h) nn z n ;
n≥0 n≥0
∑ zn ∑
i) ; j) (log n)2 z n ;
nn
n≥1 n≥2
∑ ∑
k) 2−n z n ; l) n2 z n ;
n≥0 n≥0
∑ (n!)3 ∑ 2
m) zn; n) an z 1+2+···+n (a ∈ C);
(3n)!
n≥0 n≥1
∑ ( n√ )
n n
ñ) exp z n! .
en
n≥1
∑ ∑
2. Si la series de potencias an z n y bn z n tienen radios de convergen-
n≥0 n≥0
cia respectivos R y S , ¾qué podemos decir de los radios de convergencia
71
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
de las series
∑ ∑
a) (an + bn ) z n y b) (an bn ) z n ?
n≥0 n≥0
∑
3. Dada la serie de potencias an z n , de radio de convergencia R > 0,
n≥0
pruébese que las siguientes series tienen el mismo radio de convergencia
R: ∑ ∑
a) nan z n ; b) n2 an z n ;
n≥1 n≥1
∑ ∑
c) nd an z n (d natural); d) nan z n−1 .
n≥1 n≥1
∑ 1 n
4. Calcúlese el radio de convergencia de la serie
∑ n! an z , sabiendo que
la serie an z n tiene radio de convergencia R ∈ ]0, +∞[ .
5. Supongamos que las cuatro partes en las que se descompone una serie,
según que los coecientes de la misma pertenezcan a un mismo cua-
drante cerrado del plano complejo, dan series convergentes. Pruebe que
entonces la serie dada converge absolutamente.
6. Exprese
1
z como suma de una serie de potencias centrada en a ̸= 0, e
indíquese dónde es válida la igualdad.
7. Determínense los valores del complejo z para los que hay convergencia
absoluta de las series siguientes:
∑ (1 + z)n ∑ ( z − 1 )x
a) ; b) ;
2n z+1
n≥0 n≥0
∑ z n + z −n ∑ zn
c) ; d) .
n2 1 − zn
n≥1 n≥0
z → (1 + z)−2 y z → (1 + z)−3
válidos para |z| < 1.
72
1.4. Series de potencias. Concepto de función analítica
∑
a ) La sucesión (Fn ) de sumas parciales de la serie fn , está uni-
formemente acotada en A.
∑
b ) La serie |gn − gn+1 | converge uniformemente en A.
c ) La sucesión (gn ) converge uniformemente a cero en A.
∑
Pruébese que, entonces, la serie fn gn converge uniformemente en A.
(Indicación: se tiene
∑
p ∑
p−1
fn+k gn+k = −Fn gn+1 + Fn+k (gn+k − gn+k+1 ) + Fn+p gn+p
k=1 k=1
11. Sea (an ) una sucesión de números reales decreciente a cero. Pruébese
∑
que la serie de potencias an z n converge uniformemente en el con-
junto
A := {z ∈ C; |z| ≤ 1, |z − 1| ≥ δ}
cualquiera que sea δ ∈ ]0, 1[ . Dedúzcase que dicha serie converge en
todo punto de la circunferencia salvo, eventualmente, en el punto z = 1,
y que, por tanto, su radio de convergencia es, al menos, 1.
∑1 ∑ (−1)n ∑ (−1)n
a) zn; b) z 2n ; c) z 3n−1 .
n n ln n
n≥1 n≥1 n≥2
∑
a ) La serie fn A.
converge uniformemente en
∑
b) La sucesión de sumas parciales de la serie |gn − gn+1 | está uni-
formemente acotada en A.
73
CAPÍTULO 1. FUNCIONES HOLOMORFAS: TEORÍA BÁSICA
∑
Pruébese que, entonces, la serie fn gn converge uniformemente en A.
(Indicación: se tiene
∑
p ∑
p−1
fn+k gn+k = − (Fn − F ) gn+1 + (Fn+k − F ) (gn+k − gn+k+1 )
k=1 k=1
+ (Fn+p − F ) gn+p
{ }
|z0 − z|
S := z ∈ C; |z| < 1, ≤ M ∪ {z0 } ,
1 − |z|
( +∞ )
∑
+∞ ∑
an z0n = lı́m an rn z0n .
r→1−
k=0 k=0
Prueba que:
a) f (x) ∈ R, ∀x ∈ R ⇐⇒ an ∈ R, ∀n ∈ N ∪ {0}
b) f es una función par ⇐⇒ an = 0, ∀n ∈ (2k − 1) N
74
1.4. Series de potencias. Concepto de función analítica
16. Prueba que existe una única función analítica, u, tal que
u′ = u − 1 y u(0) = 2.
1
f (z) = √ = 1 + P1 (α) z + P2 (α) z 2 + · · · + Pn (α) z n + · · ·
1 − 2αz + z 2
∑ ∑
a ) Supongamos que las series an
∑+∞ y bn son∑absolutamente con-
vergentes. Llamemos A := n=0 an y B := +∞ n=0 bn . Denamos,
para cada k ∈ N ∪ {0},
∑
k
ck := aj bk−j .
j=0
∑ ∑+∞
Prueba que la serie cn converge y que es n=0 cn = AB.
∑ ∑
b ) Supongamos que las series de potencias an z n y bn z n tienen
respectivos radios de convergencia
∑ R1 > 0 y R2 > 0. Prueba que el
producto de Cauchy cn z n es una serie de potencias convergente
para todo |z| < mı́n{R1 , R2 }.
∑ n
c) Encuentra una fórmula para las series de potencias nz .
75
Capítulo 2
Funciones elementales
complejas
76
CAPÍTULO 2. FUNCIONES ELEMENTALES COMPLEJAS
R en R+ . Además,
Está claro que estas propiedades nada nos pueden dar como guía, pues
ninguna de ellas tiene sentido en C.
a. x, y ∈ R =⇒ f (x + y) = f (x)f (y)
b. f es continua en un punto
c. f (1) = e
Analizaremos después este bloque.
a. f es derivable en R
b. x ∈ R =⇒ f ′ (x) = f (x)
c. f (0) = 1
Este método podría ser el que siguiéramos; pero existe otro camino
más cómodo, y es el que vamos a elegir:
∑ 1
Consistirá, ahora, en aprovechar la convergencia de la serie
n! , y
cambiar x∈R por z ∈ C.
∑
+∞ n
z
exp : C −→ C; exp(z) := , ∀z ∈ C.
n!
n=0
77
2.1. Función exponencial. Funciones trigonométricas
∑
+∞
z n−1 ∑ z n−1
+∞ ∑
+∞ n
z
′
exp (z) = n = = = exp(z), ∀z ∈ C.
n! (n − 1)! n!
n=1 n=1 n=0
g(z) = g(0) = 1, ∀z ∈ C,
g(z) = g(a) = ea , ∀z ∈ C.
78
CAPÍTULO 2. FUNCIONES ELEMENTALES COMPLEJAS
Como a es arbitrario:
∑
+∞ a
e
z
e =e z−a+a
=e z−a a
e = (z − a)n , ∀z ∈ C.
n!
n=0
∑
+∞
(iy)n
z x+iy x iy x
e = e =e e =e
n!
n=0
( +∞ )
∑ (−1)n y 2n ∑
+∞
(−1)n y 2n+1
= tex +i
(2n)! (2n + 1)!
n=0 n=0
= ex (cos y + i sen y) .
Demostración. Si θ ∈Arg(z) , entonces z = |z| (cos (θ) + i sen (θ)) = |z| eiθ .
Y este mismo argumento es reversible.
79
2.1. Función exponencial. Funciones trigonométricas
tenemos ewk = z . Además, para k∈N conveniente, se puede hacer |wk | > r;
luego z ∈ {ew : |w| > r}.
a. f (z + w) = f (z)f (w), ∀z ∈ C
b. f es derivable en un punto
80
CAPÍTULO 2. FUNCIONES ELEMENTALES COMPLEJAS
f ′ (z) = af (z), ∀z ∈ C.
g : C −→ C; g(z) := f (z)e−az , ∀z ∈ C,
argumentos ya familiares para nosotros nos harán concluir que es una función
entera con derivada constantemente nula; luego, como g(0) = f (0) = 1, se
sigue que f tiene la expresión deseada.
Denición 2.2 f
Sea una función compleja de variable compleja, f: A ⊂
C −→ C, y sea w ∈ C. Decimos que w es período para f si:
i. z ∈ A =⇒ z + w, z − w ∈ A;
81
2.1. Función exponencial. Funciones trigonométricas
ii. z ∈ A =⇒ f (z + w) = f (z).
Proposición 2.5 El conjunto de los períodos de una función compleja de
variable compleja es un subgrupo aditivo de C.
Denición 2.3 Una función compleja de variable compleja se dirá periódica
si tiene algún período no nulo.
Im w ∈ Arg (ez−w ) = Arg (1) = 2πZ; luego existe un entero k tal que w =
z + i2kπ .
eiz − e−iz
sen (z) = ,
i2
eiz + e−iz
cos (z) = , ∀z ∈ C.
2
82
CAPÍTULO 2. FUNCIONES ELEMENTALES COMPLEJAS
sen (z) = sen [(z − a) + a] = sen (z − a) cos (a) + sen (a) cos (z − a)
∑
+∞
(−1)n cos (a) 2n+1
∑
+∞
(−1)n sen (a)
= (z − a) + (z − a)2n
(2n + 1)! (2n)!
n=0 n=0
∑
+∞
=: an (z − a)n , ∀z ∈ C,
n=0
83
2.1. Función exponencial. Funciones trigonométricas
ez − e−z ez + e−z
senh (z) := ; cosh (z) := ; ∀z ∈ C.
2 2
Encuéntrese la relación entre las funciones senh, cosh y las funciones
sen y cos, y utilícese esta relación para expresar Re(sen z ), Im(sen z ),
|sen z|, Re(cos z ), Im(cos z) y |cos z| en términos de Re(z ) e Im(z ).
( )
2. Sea w ∈ C\{1} : w3 = 1. Exprésese exp (z) + exp (wz) + exp w2 z
como serie de potencias. Evalúense las series numéricas
∑
+∞
8n ∑
+∞
27n
y .
(3n)! (3n + 1)!
n=0 n=0
84
CAPÍTULO 2. FUNCIONES ELEMENTALES COMPLEJAS
10. Den los coecientes de orden menor o igual a tres en las series de
potencias correspondientes a las funciones siguientes:
ez − 1 ez − cos z
a) ez sen z; b) (sen z) (cos z) ; c) ; d) ;
z z
1 cos z sen z ez
e) ; f) ; g) ; h) .
cos z sen z cos z sen z
cosh 2y + cos 2x
a) |cos z|2 = = senh2 y + cos2 x = cosh2 y − sen2 x.
2
cosh 2y − cos 2x
b) |sen z|2 = = senh2 y + sen2 x = cosh2 y − cos2 x.
2
Dedúzcase que
|cos z|2 + |sin z|2 = 1 ⇔ z ∈ R.
13. Discútanse funciones inversas para las funciones seno y coseno. Por
ejemplo, ¾es z → sen z inyectiva en 0 ≤ Re z < 2π ? ¾Es sobreyectiva?
85
2.2. Funciones multiformes elementales. Logaritmos y potencias
Como ew ̸= 0 (sea quien sea w), es claro que z=0 no tiene logaritmo.
Si z ̸= 0, llamamos Log(z) al conjunto de sus logaritmos:
Log (z) := {w ∈ C : ew = z} .
86
CAPÍTULO 2. FUNCIONES ELEMENTALES COMPLEJAS
z −→ log (z)
se llama rama (o valor) principal del logaritmo.
Ojo aquí ahora: en general, no se espere que log (zw) = log (z) + log (w)
(como tampoco se vericaba en su momento para el Argumento principal la
propiedad recíproca). (Justica esta advertencia mediate algún ejemplo que
la manieste.)
A continuación, damos paso al estudio de su continuidad y holomorfía.
Como la función z −→ ln |z| es continua en C\{0}, resultará que la rama
principal del logaritmo será continua allí, y sólo allí, donde lo sea la rama
principal del Argumento:
1
φ′ (z) = , ∀z ∈ Ω.
z
87
2.2. Funciones multiformes elementales. Logaritmos y potencias
φ(an ) − φ(a) bn − b 1 1 1
= bn = −→ = ;
an − a e − eb ebn −eb eb a
bn −b
Corolario 2.7 La rama principal del logaritmo log es una función holomor-
fa en C\ (R− ∪ {0}), con
1 ( )
log′ (z) = , ∀z ∈ C\ R− ∪ {0} .
z
Demostración. Basta recordar la continuidad del logaritmo principal en el
conjunto
−
C\ (R ∪ {0}), y entonces aplicar la proposición 2.12.
◦
Proposición 2.13 Sea Ω=Ω⊂Ctal que 0 ∈/ Ω. Sea φ ∈ H (Ω) tal que
φ′ (z) =1
z , ∀z ∈ Ω . Entonces existe una función λ : Ω −→ C constante en
cada componente conexa de Ω, tal que
λ : Ω −→ C; λ(z) := log(g(z)), ∀z ∈ Ω
de modo que sea constante en cada componente conexa del abierto. Además,
88
CAPÍTULO 2. FUNCIONES ELEMENTALES COMPLEJAS
◦
Corolario 2.8 Sea Ω=Ω⊂C tal que 0∈
/ Ω. Son equivalentes:
θ(z) := Im φ(z), ∀z ∈ Ω.
89
2.2. Funciones multiformes elementales. Logaritmos y potencias
1 ∑ (−1)n
+∞
= (z − a)n , ∀z ∈ D (a, |a|) .
z an+1
n=0
∑ n
Demostración. Sabido es que la serie geométrica w tiene radio de con-
vergencia 1. Además,
∑
n
(1 − w) wk = 1 − wn+1 , ∀n ∈ N, ∀w ∈ C.
k=0
∑
+∞
1
wn = , ∀w ∈ D.
1−w
n=0
∑
+∞
(−1)n 1∑ n 1
+∞
1
n
(z − a) = w = ( z−a ) = 1/z.
an+1 a a1− − a
n=0 n=0
∑
+∞
(−1)n+1
f (z) := log(a) + (z − a)n , ∀z ∈ D (a, |a|) ,
nan
n=1
90
CAPÍTULO 2. FUNCIONES ELEMENTALES COMPLEJAS
∑
+∞
(−1)n
f ′ (z) = (z − a)n = 1/z, ∀z ∈ D (a, |a|) .
an+1
n=0
Por tanto, la proposición 2.13 nos garantiza, dada la conexión de D (a, |a|),
que existe una (función) constante λ tal que
∑
+∞
(−1)n+1
log (z) = log(a) + (z − a)n , ∀z ∈ D (a, ra ) .
nan
n=1
91
2.2. Funciones multiformes elementales. Logaritmos y potencias
∃φ ∈ C (Ω) : exp φ = f.
Entonces, φ es, de hecho, holomorfa y verica la relación:
f ′ (z)
φ′ (z) = , ∀z ∈ Ω.
f (z)
Demostración. Obsérvese que podemos suponer 0∈ / f (Ω) (¾por qué?). Sean
a ∈ Ω ̸ 0. Consideremos, por una parte, (pues existe) un
b := f (a) =
y
logaritmo holomorfo h para la identidad en D (b, |b|):
92
CAPÍTULO 2. FUNCIONES ELEMENTALES COMPLEJAS
◦
Teorema 2.3 Sean Ω=Ω⊂C y f ∈ H (Ω) tal que 0∈
/ f (Ω). Supongamos
que la derivada logarítmica de f admite primitiva; es decir:
f ′ (z)
∃φ ∈ H (Ω) : φ′ (z) = , ∀z ∈ Ω.
f (z)
Entonces, existe λ una función (holomorfa) constante en cada componente
conexa de Ω tal que
◦
Corolario 2.10 Sean Ω=Ω⊂C y f ∈ H (Ω) tal que 0∈
/ f (Ω). Para f,
son equivalentes que:
f ′ (z)
∃ψ ∈ H (Ω) : ψ ′ (z) = , ∀z ∈ Ω.
f (z)
93
2.2. Funciones multiformes elementales. Logaritmos y potencias
ab : a > 0, b ∈ R
x −→ ax , las exponenciales, y
x −→ x , b
las potenciales.
ax+y = ax ay
(xy)b = xb y b .
ab = eb ln a : a > 0, b ∈ R
a. Son equivalentes:
94
CAPÍTULO 2. FUNCIONES ELEMENTALES COMPLEJAS
b. Si w∈
/ Q, entonces, para cada z ∈ C\{0}, la aplicación
k −→ ew(ln|z|+i arg(z)+i2kπ) ,
de Z en C, es inyectiva.
de modo que
w∈
/ Q =⇒ k = j,
y, por tanto, la armación b. queda probada y, de propina, i. =⇒ iii. en a.,
también.
p
Siw ∈ Q, con w = q (p ∈ Z, q ∈ N y expresión irreducible) para cada
z ∈ C\{0}, pongamos
uk := ew(ln|z|+i arg(z)+i2kπ) , k ∈ Z.
95
2.2. Funciones multiformes elementales. Logaritmos y potencias
Veamos que todos los elementos de ese conjunto son distintos dos a dos:
supongamos
ur = us : 0 ≤ s ≤ r < q.
Habrá de ocurrir que, para algún entero m:
p p
ir2π = is2π + i2mπ,
q q
luegop (r − s) = mq , de donde q divide a p(r − s); luego divide a r − s.
Ahora bien, 0 ≤ r − s < q ; de donde se sigue que r − s = 0.
w = n ∈ N =⇒ z n = z .....z
n
z 0 = 1, ∀z ∈ C\{0}
z −n = 1/z n , ∀z ∈ C\{0}, ∀w ∈ C.
Dado a ∈ C\{0}, tenemos dos caminos por los que andar si queremos
denir la función exponencial compleja de base a; a saber:
1. la función: z −→ az := ez log(a)
2. la multifunción: z −→ Pz (a) = ez Log(a)
96
CAPÍTULO 2. FUNCIONES ELEMENTALES COMPLEJAS
z, w ∈ C =⇒ az+w = az aw ,
dado que
z −→ az := ez log(a) .
z −→ log (a) az .
1. la función: z −→ z α := eα log(z)
2. la multifunción: z −→ Pα (z) = eα Log(z)
97
2.2. Funciones multiformes elementales. Logaritmos y potencias
√ √ √ √
−1 = ii = −1 −1 ̸= (−1) (−1) = 1 = 1,
P 1 (z) = {w ∈ C : wn = z} .
n
√ { 1 }
n
z = e n (log(z)+i2kπ) : k = 0, 1, 2, . . . , n − 1 .
98
CAPÍTULO 2. FUNCIONES ELEMENTALES COMPLEJAS
@φ ∈ C (T) : φ2 (z) = z, ∀z ∈ T.
Demostración. Razonamos por reducción al absurdo: supongamos que existe
una tal función φ. Sea ψ el valor principal de la raíz cuadrada:
( )
ψ (z) := z 2 := e 2 log(z) , ∀z ∈ C\ R− ∪ {0} .
1 1
1
( 1
) π
ei(π− n ) −→ eiπ = −1 =⇒ ψ ei(π− n ) −→ ei 2 = i
( )
ei(−π+ n ) −→ e−iπ = −1 =⇒ ψ ei(−π+ n ) −→ e−i 2 = −i.
1 1 π
99
2.2. Funciones multiformes elementales. Logaritmos y potencias
[φn (z)]n = z, ∀z ∈ Ω.
(1 )
Demostración. Basta considerar φn := exp
nφ , para cada natural n.
Ω1 := {z ∈ C : α < Im z < β}
en la región angular
100
CAPÍTULO 2. FUNCIONES ELEMENTALES COMPLEJAS
{z ∈ C : α < Im z < β}
en la nueva banda
z −→ z ρ
{z ∈ C\{0} : α < arg (z) < β} y {z ∈ C\{0} : ρα < arg (z) < ρβ} .
101
2.2. Funciones multiformes elementales. Logaritmos y potencias
∑
+∞
(−1)n+1 θ ∑
+∞
(−1)n+1 θ
cos nθ = ln 2 cos ; sen nθ = .
n 2 n 2
n=1 n=1
Compruébese que
1
f ′ (z) = , ∀z ∈ Ω
1 + z2
102
CAPÍTULO 2. FUNCIONES ELEMENTALES COMPLEJAS
y dedúzcase que
∑
+∞
z 2n+1
f (z) = (−1)n , ∀z ∈ D.
2n + 1
n=0
∑
+∞ 2n+1 ( )
z 1 1+z
= log , ∀z ∈ D
2n + 1 2 1−z
n=0
8. Pruébese que
103
2.2. Funciones multiformes elementales. Logaritmos y potencias
1 1
a) Arc sen ; b) Arc cos ; c) Arc cos 2; d) Arc sen i;
2 2
e) Arctan (1 + i2) ; f ) Arcch i2; g) Arcth (1 − i) .
104
Capítulo 3
Aplicaciones conformes
Inmediatamente se nos dan razones del porqué es bueno que la derivada
γ ′ (t) no sea nula:
◦
Lema 3.1 Sean Ω = Ω ⊂ C, f ∈ C (Ω) y γ : [a, b] −→ Ω una curva. Sea
b := f ◦ γ . Para t ∈ [a, b], sean z := γ (t) y w := f (z). Supongamos que γ
γ
tiene tangente en z y que f es derivable en z con derivada no nula. Entonces,
b tiene tangente en w con
la curva γ
( ′ ) ( ) ( )
b (t) = Arg f ′ (z) + Arg γ ′ (t) .
Arg γ
105
CAPÍTULO 3. APLICACIONES CONFORMES
( ) ( ) ( ) ( )
Arg b′ (t) = Arg f ′ (z)γ ′ (t) = Arg f ′ (z) + Arg γ ′ (t) .
γ
Corolario 3.1 Una función derivable con derivada no nula conserva los án-
gulos.
( ) ( ) ( ′ ) ( ′ )
Arg γ1′ (t1 ) − Arg γ2′ (t2 ) = Arg γ
b1 (t1 ) − Arg γ
b2 (t2 ) .
◦
Denición 3.3 Sean Ω = Ω ⊂ C, f ∈ C (Ω), z ∈ Ω y w := f (z). Se dice
que f es conforme en z si se verican las siguientes dos condiciones:
106
3.1. Interpretacióngeométrica de la derivada.Aplicaciones conformes
z1 ω1
ω = f(z)
z2 z ω2 ω
z3 ω3
ω1
z1
ω = f(z)
z2 z ω2 ω
z3
ω3
107
CAPÍTULO 3. APLICACIONES CONFORMES
ω1 ω3
z1 ω = f(z)
z2 ω
z z3
ω2
◦
Lema 3.2 Ω = Ω ⊂ C, f ∈ C (Ω), z ∈ Ω y w := f (z). Supongamos
Sean
que f es diferenciable (en el sentido real) en z con determinante jacobiano
no nulo (|Jf (z)| ̸= 0). Si γ : [a, b] −→ Ω es una curva que pasa por z y tiene
tangente en dicho punto z , entonces la curva γ b := f ◦ γ tiene tangente en w.
108
3.1. Interpretación geométrica de la derivada. Aplicaciones conformes 99
i. f es derivable en z.
ii. f es conforme en z.
∂u ∂u ∂u ∂v
∂x ∂y ∂x −
̸ |Jf (z)| =
0 = =
∂x
∂v ∂v ∂v ∂u
∂x ∂y ∂x ∂x
( )2 ( )2
∂u ∂v
= f ′ (z) .
2
= +
∂x ∂x
γ1 , γ2 : [0, ρ] −→ Ω;
γ1 (t) := z + t,
γ2 (t) := z + wt, ∀t ∈ [0, ρ] ,
donde w := α + iβ ∈ T, γ1 y γ2 son
jo, pero arbitrario. Así denidas,
dos curvas que se cortan en z = γ1 (0) = γ2 (0) con tangentes γ1′ (0) = 1 y
γ2′ (0) = w. Sean la nuevas curvas γ b1 := f ◦ γ1 y γ b2 := f ◦ γ2 . Aplicando el
lema anterior, con la fórmula γb′k (t) = Jf (z)γk′ (t), k = 1, 2,
( )( ) ( )
a b 1 a
{
=
( c d
)( 0
) ( c ) =⇒ b′1 (0) = a + ic
γ
′
a b α αa + βb b2 (0) = (αa + βb) + i (αc + βd)
γ
=
c d β αc + βd
( ) ( ′ ) ( ) ( )
Arg b′2 (0) − Arg γ
γ b1 (0) = Arg γ2′ (0) − Arg γ1′ (0) ,
entonces ( )
b′2 (0) γ
γ b′1 (0)
Arg = 0,
γ2′ (0) γ1′ (0)
109
CAPÍTULO 3. APLICACIONES CONFORMES
es decir:
b′2 (0) γ
γ b′1 (0)
∈ R+ ,
γ2′ (0) γ1′ (0)
o, lo que es lo mismo:
∃µ > 0 : 1 + iλ = (1 + i) µ =⇒ λ = µ = 1.
b + id = −c + ia =⇒ a = d, b = −c,
ii. f es conforme en Ω1 .
110
3.1. Interpretación geométrica de la derivada. Aplicaciones conformes 101
z2
z→ , ∀z ̸= 0.
z
2. Sea la función
z−1
f (z) := , ∀z ∈ C\ {−1} .
z+1
¾Dónde es holomorfa? Obténgase un desarrollo para f en serie de po-
tencias centrado en un punto arbitrario a ̸= −1. Calcúlense f (iR) y
f (R). ¾Se conservan los ángulos bajo los que se cortan en el origen los
ejes coordenados y sus imágenes respectivas por f en el punto f (0)?
en el origen.)
f (z) := z |z|
{ }
a) Ω := z ∈ C\{0} : |arg z| < π4 .
{ √ √ }
b) Ω := z ∈ C : |z − 1| < 2, |z + 1| < 2 .
111
CAPÍTULO 3. APLICACIONES CONFORMES
{ √ }
c) Ω := z ∈ C : |z − 1| < 2, Re z > 0 .
en un semiplano.
12. ¾En qué región es transformada una banda del plano por la función
exponencial? ½No te olvides de estudiar los casos en los que la banda
no sea vertical ni horizontal...! (Basta que te sometas a la consideración
de una inclinación, digamos, de 45o .)
{z ∈ C : Re z ≥ 0, 0 ≤ Im z ≤ π}
{z ∈ C : 0 ≤ Re z ≤ 2π, Im z ≥ 0}
112
3.1. Interpretación geométrica de la derivada. Aplicaciones conformes 103
Y V
B
B' A'
z ω := z2
D' U
C
C'
D A X
Y V
B
B' A'
A
z ω : = z2
C
D
C' D'
X U
Y V
D A
A'
z ω:= z2
C B B'
X D' C' U
113
CAPÍTULO 3. APLICACIONES CONFORMES
Y V
B
B'
A A'
z ω : = 1/z
C X C' U
D'
D
Y V A'
C B B'
z ω : = 1/z
A X U
C'
Y V
D E = iπ F
z ω : = ez
114
3.1. Interpretación geométrica de la derivada. Aplicaciones conformes 105
Y V
E D = iπ
C'
z
z ω:= e
C
Y V
E D
iπ
C'
z ω : = ez
F C
F'
Y V
E A
z ω : = sen z
D B
- π /2 C =0 π /2 X E' D' = -1 C' = 0 B' = 1 A' U
115
CAPÍTULO 3. APLICACIONES CONFORMES
Y V
D A D'
z ω : = sen z
D
C B = π /2 X C' B' = 1 A' U
Y
V
D C B = π /2 + i b
z ω : = sen z
C'
D
E = - π /2 F A = π /2 X D' E' = -1 F' A' = 1 B' U
Y V
D'
E' C' = 1
z ω : = ii - zz
+ A' U
B'
A B = -1 C D =1 E X
116
3.1. Interpretación geométrica de la derivada. Aplicaciones conformes 107
Y V
A B'
B=i
D =-i
E D'
Y V
E' D' = -2 C' B' = 2 A'
U
C=i
z ω : = z +1/z
D E =A B =1 X
Y V
z ω : = z +1/z
117
CAPÍTULO 3. APLICACIONES CONFORMES
Y V
C
z ω : = z+1/z
C'
Sepamos (pues se verá más adelante) que esta tal φ se puede descomponer
del siguiente modo:
a. una traslación: z −→ z + d/c
b. una inversión: z −→ 1/z
c. una homotecia y un giro: z −→
cb−ad
c2
z
118
3.2. Transformaciones de Möbius
dice que la homotecia colapsa todo el plano en el origen. Son las llamadas
transformaciones singulares. Nosotros, por tanto, estaremos interesados en
las transformaciones no-singulares.
Si se tiene que c = 0,
az + b a b
φ(z) := = αz + β, α := ̸= 0, β :=
cz + d d d
es una biyección de C en C vericando lı́mz→∞ φ(z) = ∞. Por tanto, si
denimos φ (∞) := ∞, tenemos una biyección continua de C en C; es decir,
un homeomorsmo, por la compacidad del propio C ampliado, C := C∪{∞}.
Por otro lado, si c ̸= 0, resulta que tiene sentido
{ }
az + b d
φ (z) := , ∀z ∈ C\ − .
cz + d c
Pero
az + b a
= w ∈ C ⇐⇒ w ̸=
cz + d c
(pues w= a
c ⇐⇒ ad − bc = 0), de modo que
a dw − b
w ̸= =⇒ z = ∈ C.
c a − cw
Resumiendo, la tal
{ } {a}
d
φ : C\ − −→ C\
c c
a
lı́m φ (z) = ∞ y lı́m φ (z) = .
z→− dc z→∞ c
119
CAPÍTULO 3. APLICACIONES CONFORMES
φ : C −→ C
a. para c = 0,
az + b
φ(z) := , ∀z ∈ C
d
φ (∞) := ∞
b. o bien, para c ̸= 0,
az + b d
φ(z) := , ∀z ∈ C\{− }
( ) cz + d c
d a
φ − := ∞ y φ (∞) := ,
c c
entonces φ es un homeomorsmo de C en C.
(Lo) que sí que podemos hacer es operar con plena libertad en la clase
M C :
( )
Proposición 3.2 M C es un subgrupo (para la composición) del grupo de
los homeomorsmos del plano ampliado C.
120
3.2. Transformaciones de Möbius
( )
Demostración. Bastará con probar que si
( ) φ, ψ ∈ M C , entonces ψ◦φ, φ−1 ∈
M C . Sean, donde tengan sentido, las siguientes expresiones:
az + b αz + β
φ(z) := y ψ(z) := .
cz + d γz + δ
{ ( ) }
(Concretamente, precisamos que z ∈/ ∞, φ−1 (∞) , φ−1 ◦ ψ −1 (∞) .) Así:
( )
az + b α az+b
cz+d + β
ψ [φ (z)] := ψ :=
cz + d γ az+b
cz+d + δ
α (az + b) + β (cz + d) ζz + η
= =: ,
γ (az + b) + δ (cz + d) ξz + κ
( )
es decir, la composición ψ◦φ se diferencia de algún elemento de M C en,
a lo más, tres puntos. Argumentos de continuidad nos llevan a armar que
ambas deben ser la misma función de C en C.
{ Para la inversa de
} φ razonaremos del mismo modo, ahora para w ∈
/
∞, a
c , considerando
dw − b
φ−1 (w) := .
−cw + a
( )
Y tal y como observamos al principio de esta lección, en el grupo M C
existen varios subgrupos de interés:
a. las traslaciones: z −→ z + b, ∀z ∈ C (b ∈ C)
121
CAPÍTULO 3. APLICACIONES CONFORMES
d. las inversiones (el único que no deja jo al ∞): z −→ 1/z, ∀z ∈ C\{0}
az+b
Demostración. Sea φ(z) := cz+d . Para c = 0, φ (z) := αz + β ; así:
( )
Corolario 3.5 M ⊂ M C y las familias de homotecias, giros,
Si
( ) inver-
siones y traslaciones están en M , entonces para que M = M C es su-
ciente que φ, ψ ∈ M =⇒ φ ◦ ψ ∈ M .
122
3.2. Transformaciones de Möbius
Demostración. Bastará con ver que la propiedad deseada se verica para las
inversiones (en los demás casos, es trivialmente cierta); y, en particular, para
1
φ (z) := , ∀z ∈ C
z
φ
(es decir, 0 −→ ∞). Escribamos w := 1/z y por Γ (A, B, C, D) denotaremos
a la circunrecta de ecuación:
A (z + z) + iB (z − z) + C (zz − 1) + D (zz + 1) = 0.
z ∈ Γ (A, B, C, D)
( ) ( ) ( ) ( )
1 1 1 1 1 1 1 1
⇐⇒ A + + iB − +C −1 +D +1 =0
w w w w ww ww
⇐⇒ A (w + w) + iB (w − w) + C (1 − ww) + D (1 + ww) = 0
⇐⇒ w ∈ Γ (A, −B, −C, D) .
y también:
Por tanto,
123
CAPÍTULO 3. APLICACIONES CONFORMES
Γ+ := {z ∈ C : |z − a| > r} ∪ {∞}
Γ− := {z ∈ C : |z − a| < r} .
Γ := {z0 + λu : λ ∈ R} ∪ {∞}
{ }
z − z0
= z∈C: ∈ R ∪ {∞}
u
( ) ( )
φ Γ+ = (φ (Γ))− y φ Γ− = (φ (Γ))+ .
124
3.2. Transformaciones de Möbius
z−1
φ (z) := , ∀z ∈ C.
z+1
Consideremos Γ := {iy : y ∈ R} ∪ {∞}. Claramente φ (Γ) ⊂ T (de hecho, se
trata de una igualdad). Como φ (−1) = ∞, argumentos de continuidad nos
dicen que
( )
φ Γ− = C\D
( )
φ Γ+ = D.
( )
Lema 3.3 Si φ ∈ M C es tal que φ (0) = 0, φ (1) = 1 y φ (∞) = ∞,
entonces
φ (z) = z, ∀z ∈ C.
(La terna {0, 1, ∞} es lo que se dice propia: sus elementos son distintos
dos a dos.)
Además, que la imagen de una circunrecta por una transformación de
Möbius sea la recta real (ampliada con ∞) nos permite establecer un potente
método de construcción de isomorsmos: analízalo en la demostación (parte
existencia) del siguiente hecho.
Lema 3.4
( ) Para cualquier terna (propia) {z2 , z3 , z4 } ⊂ C, existe una única
φ ∈ M C tal que
125
CAPÍTULO 3. APLICACIONES CONFORMES
z − z2 z3 − z4
φ (z) := , ∀z ∈ C,
z − z4 z3 − z2
z3 − z4
z2 = ∞ =⇒ φ(z) :=
z − z4
z − z2
z3 = ∞ =⇒ φ(z) :=
z − z4
z − z2
z4 = ∞ =⇒ φ(z) :=
z3 − z2
para tener la existencia de φ.
Para la unicidad, si φyψ son dos tales transformaciones de Möbius, en-
tonces φ◦ψ −1 también lo será y, además, deja jos, uno a uno,
[ a los−1elementos
]
de la terna {0, 1, ∞}; y el lema 3.3 se encarga del resto: φ ◦ ψ (z) = z
para todo z ∈ C, de donde φ = ψ .
A partir de este hecho, ya se puede intuir que hay muchas maneras (inni-
tas, veremos) de transformar una circunrecta en otra dadas ambas a priori,
mediante transformaciones de Möbius. Pero esto será consecuencia de otros
hechos no menos notables.
Proposición 3.6 Para cualesquiera ternas (propias) {z2 , z3 , z4} y {w2 , w3 , w4}
en C, existe una única transformación de Möbius φ tal que
φ (zk ) = wk , k = 2, 3, 4.
φ1
{z2 , z3 , z4 } −→ {0, 1, ∞} y
φ2
{w2 , w3 , w4 } −→ {0, 1, ∞} .
Considerando φ := φ−1
2 ◦ φ1 , tenemos la existencia. Para la unicidad, si ψ es
otra distinta a φ, pero en iguales condiciones, tendríamos que
[ ] ( )
φ1 ◦ ψ −1 ◦ φ ◦ φ−1
1 ∈M C
126
3.2. Transformaciones de Möbius
Corolario 3.6 Por cualquier terna (propia) {z2 , z3 , z4 } ⊂ C del plano am-
pliado pasa una, y solo una, circunrecta.
Denición 3.5 (Razón doble) Dada una cuaterna (propia) de puntos del
plano ampliado {z1 , z2 , z3 , z4 } ⊂ C, se llama razón doble de dichos puntos
(así ordenados) a la imagen de z1 por la única transformación de Möbius
( )
φ ∈ M C que lleva {z2 , z3 , z4 } en {0, 1, ∞} en dicho orden. Se expresará
(z1 , z2 , z3 , z4 ) := φ (z1 ) .
φ (z) = (z, z2 , z3 , z4 ) , ∀z ∈ C.
127
CAPÍTULO 3. APLICACIONES CONFORMES
de donde
ψ2 ◦ φ = ψ1 ,
y, por tanto,
128
3.2. Transformaciones de Möbius
( )
Lema 3.5 Si φ∈M C es tal que φ (R ∪ {∞}) = R ∪ {∞}, entonces
φ (z) = φ (z) , ∀z ∈ C.
Ha de ser
φ(z) = (z, x2 , x3 , x4 ) , ∀z ∈ C,
y tendremos:
(z ∗ , z2 , z3 , z4 ) = (z, z 2 , z 3 , z 4 ) .
( )
∃w ∈ C, ∃ψ ∈ M C : ψ (Γ) = R ∪ {∞} y ψ (w) = ψ (z).
129
CAPÍTULO 3. APLICACIONES CONFORMES
( )
Pero, entonces, φ ◦ ψ −1 ∈ M C deja invariante el eje real (junto al punto
∞) y podemos aplicarle el lema anterior:
( ) ( )
φ (w) = φ ◦ ψ −1 ◦ ψ (w) = φ ◦ ψ −1 (ψ (w))
( )( )
= φ ◦ ψ −1 ψ (z) = (φ ◦ ψ −1 ) (ψ (z)) = φ (z),
de donde
φ (w) = φ (z) = φ (z ∗ ) =⇒ w = z ∗ .
Vamos con el además, de donde nos surgirá, como propina, la existen-
( )
cia. Para una terna {z2 , z3 , z4 } ⊂ Γ, sea la φ∈M C tal que
φ (z) = (z, z2 , z3 , z4 ) , ∀z ∈ C.
( )
Claramente, por ser razón doble, φ (Γ) = R ∪ {∞} y z ∗ = φ−1 φ (z) =
φ (z ∗ ) = φ (z); luego
Proposición
( ) 3.9 La propiedad de simetría es un invariante para el grupo
M C ∗
de las transformaciones de Möbius; es decir, si z y z son simétricos
∗
respecto de Γ, entonces φ (z ) y φ (z) son simétricos respecto de φ (Γ) , ∀φ ∈
( )
M C .
( )
Demostración. Objetivo: encontrar b∈M C
ψ tal que
b (φ (Γ)) = R ∪ {∞} y ψ
ψ b (φ (z)) = ψ
b (φ (z ∗ )) .
( )
Sea, pues existe, la ψ ∈ M C tal que
Ocurre que
( ) ( )
ψ ◦ φ−1 ∈ M C y ψ ◦ φ−1 (φ (Γ)) = ψ (Γ) = R ∪ {∞}.
Además,
( )
ψ ◦ φ−1 (φ (z ∗ )) = ψ (z ∗ ) = ψ (z)
130
3.2. Transformaciones de Möbius
y
ψ (z) = (ψ ◦ φ−1 ) (φ (z)),
luego basta hacer b := ψ ◦ φ−1 .
ψ
(z ∗ , z2 , z3 , z4 ) = (z, z 2 , z 3 , z 4 ) ,
(con z4 = ∞) se tiene que
z ∗ − z2 z − z2 z∗ − a z−a
= =⇒ = ;
z3 − z2 z3 − z2 b−a b−a
es decir,
|z ∗ − a| = |z − a| = |z − a| .
De la arbitrariedad de a en Γ se sigue que z y z∗ equidistan de Γ.
(z ∗ , z2 , z3 , z4 ) = (z, z 2 , z 3 , z 4 ) = (z − a, z 2 − a, z 3 − a, z 4 − a)
( )
φ R
2 ( )
= vía w −→ :φ∈M C
w
( 2 )
R R2 R2 R2
= , , ,
z − a z2 − a z3 − a z4 − a
( 2 )
R
= , z2 − a, z3 − a, z4 − a
z−a
( 2 )
R
= + a, z2 , z3 , z4
z−a
R2 R2
=⇒ z ∗ = + a ⇐⇒ z ∗ − a = ,
z−a z−a
y basta poner z∗ donde ponga z en la ecuación de la circunferencia.
z ∗ = Rz ; y si, además, R = 1,
2
Nótese que si a = 0, entonces
1
z∗ = = z −1
z
es el simétrico de z respecto de la circunferencia unidad T.
131
CAPÍTULO 3. APLICACIONES CONFORMES
Ω := {z ∈ C : Re z > 0, |z − 2| > 1}
Φ(z) − a z−a
=λ .
Φ(z) − b z−b
132
3.2. Transformaciones de Möbius
az + b
φ(z) :=
cz + d
transforme el semiplano superior en sí mismo. (Vuelve al ejercicio 1.)
z+2 z
f (z) := ; g(z) := .
z+3 z+1
Calcule f (g(z)), g(f (z)) y f −1 (g(z)).
133
CAPÍTULO 3. APLICACIONES CONFORMES
{ }
a) Ω := z ∈ C\{0} : |arg z| < π4 .
{ √ √ }
b) Ω := z ∈ C : |z − 1| < 2, |z + 1| < 2 .
{ √ }
c) Ω := z ∈ C : |z − 1| < 2, Re z > 0 .
23. ¾Puede ser transformada una banda en todo el plano mediante una
transformación de Möbius? ¾Y mediante otro tipo de aplicación con-
forme?
z−α
φα (z) := , ∀z ∈ C
1 − αz
(con α ∈ D).
a ) Pruébese que:
3) φα (α) = 0, φ−1
α (z) = φ−α (z);
4) φα (0) = 1 − |α|2 , φ′α (α) = 1−|α|
′ 1
2.
134
3.2. Transformaciones de Möbius
z
fα (z) :=
1 + αz 2
sea una biyección del disco unidad D sobre sí mismo.
135
Capítulo 4
Primeras aplicaciones
127
136
128 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∑
n
xk ∈ [tk−1 , tk ] , k = 1, 2, . . . , n y α= f (xk ) (tk − tk−1 ) .
k=1
∑
Notaremos por (f, P ) al conjunto de todas las sumas integrales de f res-
pecto de la partición P .
i. La función f es integrable.
137
4.1. Integral curvilínea. Caracterización de la existencia de primitiva 129
se tiene lo deseado.
∫ b ∫ b
f ≤ |f | .
a a
∫ ∫ b
b
f := ρe ; ρ :=
iθ
f .
a a
138
130 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
Como
∫ b ∫ b
−iθ
ρ=e f= e−iθ f ∈ R,
a a
entonces (ojo, que no hay cuidado ahora, estamos trabajando con reales):
∫ b ∫ b ( ) ∫ b
−iθ −iθ −iθ
ρ= e f= Re e f ≤ e f ;
a a a
∫ b
F ′ = F (b) − F (a).
a
i. (f ◦ φ) φ′ ∈ RC ([a, b])
∫ φ(b) ∫ b
ii. f= (f ◦ φ) φ′ .
φ(a) a
139
4.1. Integral curvilínea. Caracterización de la existencia de primitiva 131
Ejemplo 4.1 Sea el segmento [z, w]∗ ⊂ C. La curva [z, w] por él determina-
da, es regular. Si f es una función continua sobre el segmento dado, entonces
∫ ∫ 1
f= f [(1 − t) z + tw] (w − z) dt.
[z,w] 0
Proposición 4.6 ∗
una curva regular a trozos y sea C (γ ) la clase de
Sea γ
∗
todas las funciones complejas denidas sobre γ . El funcional sobre la tal
clase, dado por la expresión ∫
f −→ f,
γ
es lineal y continuo. En particular:
∫
f ≤ ∥f ∥ long (γ) ,
γ
luego continuidad.
140
132 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
Demostración. Todo es elemental haciendo uso del teorema 4.3 (de cambio de
variables). Llamemos φ al difeomorsmo de [a, b] en [c, d] tal que γ2 ◦ φ = γ1 :
∫ ∫ ∫ ∫ ∫
d b ( ) b
f= (f ◦ γ2 ) γ2′ = (f ◦ γ2 ◦ φ) γ2′ ◦ φ φ′ = (f ◦ γ1 ) γ1′ = f.
γ2 c a a γ1
∫ ∫ b ( )
f (z) dz = [f ◦ (−γ)] (t) −γ ′ (t) dt
−γ a
∫ b
= − f (γ (b − a + t)) γ ′ (t) dt
a
∫ b ∫
′
= − f (γ (s)) γ (s) ds = − f.
a γ
141
4.1. Integral curvilínea. Caracterización de la existencia de primitiva 133
Demostración. Una vez más, el teorema 4.3 del cambio de variables (en el
segundo sumando para la última igualdad, para el cambio s := t − b + c) nos
dará lo deseado:
∫ ∫ b+d−c
f = [f ◦ (γ1 + γ2 )] (γ1 + γ2 )′
γ1 +γ2 a
∫ b ∫ b+d−c
′
= [f ◦ (γ1 + γ2 )] (γ1 + γ2 ) + [f ◦ (γ1 + γ2 )] (γ1 + γ2 )′
a b
∫ b ∫ b+d−c ∫ ∫
= (f ◦ γ1 ) (γ1 )′ + (f ◦ γ2 ) (γ2 )′ = f+ f.
a b γ1 γ2
σ : [c, b + c − a] −→ C
dada por
{
γ (t) , c≤t≤b
σ (t) :=
γ (t − b + a) , b ≤ t ≤ b + c − a.
(Nótese que σ ∗ = γ ∗ .) Si f ∈ C (γ ∗ ) , entonces
∫ ∫
f = f.
σ γ
∫ ∫ c+b−a ∫ b ∫ c+b−a
′ ′
f = (f ◦ σ) σ = (f ◦ σ) σ + (f ◦ σ) σ ′
σ c c b
∫ b ∫ c+b−a ∫ b ∫ c
′ ′ ′
= (f ◦ γ) γ + (f ◦ γ) γ = (f ◦ γ) γ + (f ◦ γ) γ ′
c b c a
∫ b ∫
= (f ◦ γ) γ ′ = f.
a γ
142
134 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
Demostración. Es trivial sin más que considerar los casos en los que F sea
z2
z −→ z y z −→
2 .
◦
Lema 4.2 (de construcción de Primitivas) Sean Ω = Ω ⊂ C, f ∈ C (Ω)
y F : Ω −→ C. Supongamos que
∀β ∈ Ω, ∃ρ > 0 : D (β, ρ) ⊂ Ω
y ∫
F (z) = F (β) + f, ∀z ∈ D(β, ρ).
[β,z]
Entonces, f admite primitiva en Ω; concretamente:
143
4.1. Integral curvilínea. Caracterización de la existencia de primitiva 135
luego
F (z) − F (β)
z −→ β =⇒ − f (β) −→ 0,
z−β
y, por tanto, existe F ′ (β) = f (β). La arbitrariedad de β nos da lo deseado
en Ω.
◦
Teorema 4.4 Sean Ω=Ω⊂C y f ∈ C (Ω). Son equivalentes:
i. f admite primitiva en Ω
∫
ii. f =0 para todo camino cerrado con soporte en Ω
γ
144
136 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
Demostración. Como
∫ ∫ π
dz ieit
= dt = i2π ̸= 0,
T z −π eit
no verica ii. en el teorema 4.4 y, por tanto, tampoco i.
145
4.1. Integral curvilínea. Caracterización de la existencia de primitiva 137
3. Sea una curva diferenciable de clase C 1 ([a, b]), γ (t) := (x (t) , y (t)).
Prueba que:
{∑
n
sup ∥γ (tk ) − γ (tk−1 )∥ :
k=1
}
{t0 = a, t1 , . . . , tn = b} ∈ π ([a, b]) < +∞;
∫ b
∫ b√
long (γ) :=
γ ′ (t)
dt = (x′ (t))2 + (y ′ (t))2 dt.
a a
dada por
{ (1)
t sen t , t ∈ ]0, 1]
x (t) := t, y (t) :=
0, t = 0.
5. Sea la función
z 3 − 4z + 1
f (z) :=
(z 2 + 5) (z 3 − 3)
y la curva γ dada por la circunferencia de centro 0 y radio r, γ(t) :=
reit , t ∈ [0, 2π] . Prueba que
∫ ( )
πr r3 + 4r + 1
f (z)dz ≤
(r2 − 5) (r3 − 3) .
γ
146
138 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
1
f (z) := , ∀z ∈ Ω.
1 + z2
Prueba que f no admite primitiva en Ω.
△ (a, b, c) := {αa + βb + γc : α, β, γ ≥ 0, α + β + γ = 1} .
147
4.2. Teorema de Cauchy para el triángulo y versión elemental
a → c′ → b′ → a′ → c′ → b → a′ → b′ → c′ → a′ → c → b → a.
I0 = J1 + J2 + J3 + J4 .
|I0 | ≤ 4 |Jk | .
Acordemos que sea para k = 1 cuando se verica tal relación. Por comodidad
en este razonamiento, sea ∂N1 := γ1 .
Así, tendremos, de momento, que
|I0 | ≤ 4 |I1 | ;
N1 ⊂ N0 ;
1
diám(N1 ) =
2 diám(N0 ) ;
1
long(γ1 ) = 2 long(γ0 ) .
148
140 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
+∞
∃z0 ∈ Ω : ∩ Nn = {z0 } .
n=0
f (z) − f (z0 ) − f ′ (z0 ) (z − z0 ) ≤ ε |z − z0 | .
Para tal δ,
1
∃m ∈ N | n ≥ m ⇒ diám (Nn ) = diám (N0 ) < δ.
2n
Así, Nn ⊂ D (z0 , δ); de donde, en particular, γn ⊂ D (z0 , δ) .
Ahora bien, como
∫
( )
f (z0 ) + f ′ (z0 ) (z − z0 ) dz = 0
γn
∫ ∫
( [ )]
In = f= f (z) − f (z0 ) + f ′ (z0 ) (z − z0 ) dz
γn γn
( )
=⇒ |In | ≤ long (γn )
f (z) − f (z0 ) + f ′ (z0 ) (z − z0 )
≤ ε diám (Nn ) , (z ∈ Nn ) .
Luego
1 1
|I| ≤ 4n long (γ0 ) diám (N0 ) ε = long (γ0 ) diám (N0 ) ε;
22 2n
de donde, por la arbitrariedad de ε, se sigue que |I| = 0.
149
4.2. Teorema de Cauchy para el triángulo y versión elemental
Caso 1 : α∈
/ N.
Podemos seleccionar un abierto e ⊂ Ω, tal que N ⊂ Ω
Ω e yα∈
/Ωe . Ocurre
que ( )
e
f ∈H Ω y e
N ⊂ Ω,
luego, aplicando el teorema anterior,
∫
f = 0.
∂N
α → x → y → α → x → b → y → x → α → y → b → c → y → α)
y de aplicar el caso 1, tendremos:
∫ ∫
f= f.
∂N [α,x,y,α]
∃M > 0 | |f (z)| ≤ M, ∀z ∈ N.
En consecuencia:
∫ ∫
f = f ≤ M long ([α, x, y, α])
∂N [α,x,y,α]
= M (|α − x| + |x − y| + |y − α|) ,
150
142 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
α → c → a → α → b → c → α.
◦
Caso 4 : α ∈ N.
Triangulando de la forma
a → b → α → a → α → b → c → α → a → α → c → a,
∫
γf =
El siguiente resultado, que nos dará la tesis deseada (a saber, que
[α, z]∗ ⊂ Ω, ∀z ∈ Ω.
151
4.2. Teorema de Cauchy para el triángulo y versión elemental
Claramente, se tiene que un dominio es convexo si, y solo si, todos sus
puntos son centros de estrella.
luego ∫
F (z) = F (a) + f, ∀z ∈ Ω,
[a,z]
152
144 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∃F ∈ H (Ω) : F ′ = f.
1 1 ∑ (z − a)n 1 +∞
= = w−a = ,
w−z (w − a) + (a − z) 1 − w−a
z−a
(w − a)n+1
n=0
ocurrirá que ( )n
(z − a)n |z − a|n 1 |z − a|
(w − a)n+1 = rn+1 = r r
,
luego hay convergencia puntual de la serie en todo punto del disco D(a, r).
Pero hay más: aplicando el test de Weierstrass,
1 ∑ (z − a)n
+∞
=
w−z (w − a)n+1
n=0
∫ ∑ +∞ ∫
dw dw
I := = (z − a)n .
C(a,r) w−z C(a,r) (w − a)n+1
n=0
153
4.2. Teorema de Cauchy para el triángulo y versión elemental
Ahora, para n = 0: ∫ +π
ireit
I= dt = i2π;
−π reit
y para n ∈ N:
1
w→
(w − a)n+1
es una función denida en el abierto C\{a}, que admite primitiva
1 1
w→− ;
n (w − a)n
luego ∫
dw
= 0,
C(a,r) (w − a)n+1
de donde se sigue lo deseado.
Esta función cae en las hipótesis del teorema de pseudo-extensión para do-
minios estrellados (½obsérvalo con detalle!); luego
∫ ∫ ∫ ∫
f (w) − f (z) f (w) dw
0= g= dw = dw−f (z) ,
C(a,r) C(a,r) w−z C(a,r) w − z C(a,r) w−z
154
146 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
donde ∫
1 dw
Ind (γ, z) := , ∀z ∈ C\γ ∗ .
i2π γ w−z
Deduce de este hecho que la función
1 1
f (z) := −
z−a z−b
admite primitiva holomorfa φ en el abierto C\K, vericando
z−a
exp (φ (z)) = , ∀z ∈ C\K.
z−b
(Para la primera parte, razona cómo se debe comportar la función Ind
sobre cada una de las dos componentes conexas de C\γ ∗ .)
( x )2 ( y )2
+ = 1,
a b
155
4.2. Teorema de Cauchy para el triángulo y versión elemental
∫ ∫
z z 2 ez
I(r) := 3
dz; J(r) := dz.
C(0,R) z +1 [−r,−r+i] z+1
Prueba que
lı́m I(r) = lı́m J(r) = 0.
r→+∞ r→+∞
6. Calcula la integral
∫
dz
γ 1 + z2
donde γ (t) := cos t + 2i sen t, 0 ≤ t ≤ 2π.
∫
f (w)
i2πf (a) = lı́m dw.
r→0 C(a,r) w−a
156
148 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
9. Calcula la integral ∫
ez
dz
γ z (1 − z)3
para
( )
1 1
γ := C , .
4 2
∫
log(z)
dz.
C(1, 21 ) zn
◦
Ω=Ω⊂C 1
∫
f (w)
f ∈ H (Ω) ⇒ f (z) = dw, ∀z ∈ D(a, r).
i2π C(a,r) w −z
D(a, r) ⊂ Ω
◦
Teorema 4.10 (del desarrollo en serie de Taylor) Sean Ω = Ω ⊂ C,
f ∈ H (Ω) D(a, r) ⊂ Ω. Entonces
y
( ∫ )
∑
+∞
1 f (w)
f (z) = n+1 dw (z − a)n , ∀z ∈ D(a, r).
i2π C(a,r) (w − a)
n=0
157
4.3. Desarrollo de Taylor. Fórmula de Cauchy para las derivadas
1 ∑ (z − a)n
+∞
=
w−z (w − a)n+1
n=0
∫ ( ∫ )
1 f (w) ∑ +∞
1 f (w)
f (z) = dw = dw (z − a)n
i2π C(a,r)∗ w−z i2π C(a,r)∗ (w − a)n+1
n=0
para todo z ∈ D(a, r), donde en la última igualdad hemos conmutado serie
e integral (y elz, aunque jo, era arbitrario).
3. En consecuencia:
∫ }
f n) (a) 1 f (w) ∀r > 0; D(a, r) ⊂ Ω
= dw,
n! i2π C(a,r)∗ (w − a)n+1 ∀n ∈ N ∪ {0}
◦
Corolario 4.6 Sea Ω = Ω ⊂ C. Entonces, se tiene que:
f ∈ H (Ω) ⇔ f es analítica en Ω.
158
150 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∑
+∞ n)
f (a)
f (z) = (z − a)n , ∀z ∈ D(a, dist (a, C\Ω)).
n!
n=0
Sorprendente, pero no nos había sido posible, hasta ahora, establecer que:
(la clase C n (I) de las funciones continuas con derivada n-ésima continua
contiene de modo propio a la clase D
n+1 (I) de las funciones derivables n + 1
C (Ω) ! H (Ω) .
159
4.3. Desarrollo de Taylor. Fórmula de Cauchy para las derivadas
Teorema 4.11 (Borel) Para cada sucesión (an )n≥0 de números reales exis-
te una función diferenciable de clase innito en R, f ∈ C ∞ (R), tal que
Proposición 4.11 Sea (an )n≥0 una sucesión arbitraria de números comple-
jos. Son equivalentes:
∑
+∞ n)
f (0)
f (z) = z n , ∀z ∈ C.
n!
n=0
√
n |an |
lı́m sup = 0.
n!
ii.⇒ i. Sea
∑
+∞
an
f (z) = z n , ∀z ∈ C.
n!
n=0
La serie está bien denida convergiendo en todo el plano. Por tanto, al ser
analítica en C, es holomorfa en C.
Proposición 4.12 Sea (an )n≥0 una sucesión arbitraria de números comple-
jos y a ∈ C. Son equivalentes:
160
152 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∑ an
(z − a)n
n!
n≥0
√
n|an | 1
lı́m sup = ,
n! r
(√ )
n |an |
de donde se sigue la acotación de
n! .
n≥0 ∑
ii.⇒ i. De la acotación se sigue que la serie de potencias
an
n≥0 n! (z − a)n
es analítica en algún disco D(a, r) (para r > 0). Luego se dene una función
holomorfa f sin más que hacer f n) (a) = an para cada n ∈ N ∪ {0}.
∫ }
n) n! f (w) ∀r > 0; D(a, r) ⊂ Ω
f (a) = dw, (4.1)
i2π C(a,r)∗ (w − a)n+1 ∀n ∈ N ∪ {0}
∫
1 f (w)
f (z) = dw, ∀z ∈ D(a, r);
i2π C(a,r)∗ w−z
luego (4.1) sólo nos informa para la situación n = 0 y z = a. Sin embargo, con
las mismas hipótesis del teorema de Taylor (que son las mismas de la fórmula
de Cauchy para la circunferencia), ahora ya somos capaces de mayores logros
gracias a la potencia de la teoría de funciones analíticas:
◦
Teorema 4.12 (Fórmula de Cauchy para las derivadas) Sean Ω=Ω
un subconjunto de C, f ∈ H (Ω) y D(a, r) ⊂ Ω. Entonces
∫ }
k) k! f (w) ∀z ∈ D(a, r)
f (z) = dw, .
i2π C(a,r)∗ (w − z)k+1 ∀k ∈ N ∪ {0}
161
4.3. Desarrollo de Taylor. Fórmula de Cauchy para las derivadas
1 ∗
∑ (z − a)n +∞
w ∈ C (a, r) ⇒ = , ∀z ∈ D(a, r).
w−z (w − a)n+1 n=0
k! ∑
+∞
n! (z − a)n−k
= , ∀z ∈ D(a, r), ∀w ∈ C (a, r)∗ . (4.3)
(w − z)k+1 (n − k)! (w − a)n+1
n=k
k!f (w) ∑
+∞
n! f (w)
= (z − a)n−k
(w − z) k+1 (n − k)! (w − a)n+1
n=k
es también uniforme sobre ella.
Consecuentemente, integrando la fórmula anterior sobre la circunferencia
C (a, r), conmutando serie e integral, y usando la fórmula (4.2), tendremos
∫ (
+∞ ∫
)
k!f (w) ∑ f (w) n!
dw = dw (z − a)n−k
C(a,r)∗ (w − z) k+1
C(a,r)∗ (w − a)n+1 (n − k)!
n=k
= i2πf k) (z) ,
es decir,
∫ }
k) k! f (w) ∀z ∈ D(a, r)
f (z) = dw,
i2π C(a,r)∗ (w − z)k+1 ∀k ∈ N ∪ {0}
162
154 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∫
Φ (w)
f (z) := dw, ∀z ∈ D(a, R)
γ w−z
∫
Φ (w)
f k) (z) = k! dw, ∀z ∈ D(a, R), ∀k ∈ N.
γ (w − z)k+1
∑
n ∫
f k) (a) k(z − a)n+1 f (w)
f (z) = (z − a) − i dw.
k! 2π γ (w − z)(w − a)n+1
k=0
( )
a) f (z) := log z 2 − 3z + 2 , ∀z ∈ C\ {1, 2};
( )2
b) f (z) := 1+zz
, ∀z ∈ C\ {1};
c) f (z) := exp (α log (1 + z)) , ∀z ∈ C\ {1} (α ∈ C\{0});
d) f (z) := cos2 z, ∀z ∈ C.
a) Ω := C; an := n, ∀n ∈ N;
b) Ω := C; an := (n + 1)!, ∀n ∈ N;
c) Ω := D(0, 1); an := 2n n!, ∀n ∈ N;
d) Ω := D(0, 12 ); an := nn , ∀n ∈ N.
163
4.3. Desarrollo de Taylor. Fórmula de Cauchy para las derivadas
1 ∑
+∞
8. Sea
1−z−z 2
= αn z n un desarrollo en serie de potencias válido en un
n=0
entorno del origen. Prueba que (αn ) es la sucesión de Fibonacci:
α1 := α2 := 1, αn+1 := αn−1 + αn , ∀n ∈ N.
Dedúzcase que
(
√ )n+1 ( √ )n+1
1 1+ 5 1− 5
αn = √ − , ∀n ∈ N.
5 2 2
9. Se dene
∫
( ) ( )
F (z) := exp z 2 exp −w2 dw, ∀z ∈ C.
[0,z]
164
156 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∑
+∞
F (z) = cn (z − a)n , ∀z ∈ D(a, r) ⊂ Ω
n=0
165
4.4. Teorema de Riemann de singularidades evitables
Denamos
∑
+∞
φ : D(a, r) −→ C; φ (z) := cn+2 (z − a)n , ∀z ∈ D(a, r).
n=0
Claramente,
{
f (z), z ∈ Ω\{a}
g(z) :=
φ (a) , z=a
i. A′ ∩ Ω ̸= ∅;
ii. ∃a ∈ A : f n) (a) = 0, ∀n ∈ N;
iii. f (z) = 0, ∀z ∈ Ω.
166
158 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∑
+∞
n k
∑
+∞
f (z) = cn (z − a) = (z − a) cn+k (z − a)n+k =: (z − a)k g(z).
n=k n=0
De este modo, hemos denido, mediante una serie de potencias, una función
analítica g en un disco centrado en a. Pero esta función g verica que g(a) =
f k) (a)
ck = k! ̸= 0; de lo cual se sigue que
En consecuencia,
Es B ̸= ∅. (¾Por qué?) Pretendemos hacer uso del lema 1.2 (de conexión):
sea b ∈ B . Podemos suponer que, para cierto r > 0, D(b, r) ⊂ Ω. Veamos
que, de hecho, es D(b, r) ⊂ B . En efecto: desarrollando la función f en serie
de potencias en torno de b, tendremos:
∑
+∞ n)
f (b)
f (z) = (z − b)n , ∀z ∈ D(b, r).
n!
n=0
167
4.4. Teorema de Riemann de singularidades evitables
∪
+∞
Kn ⊂ Kn+1 , ∀n ∈ N y Kn = Ω.
n=0
Demostración del corolario 4.13. Con la notación del lema 4.4 para la suce-
sión exhaustiva de compactos, y haciendo uso del teorema de Bolzano-Weiers-
A ∩ Kn es nito para cada n. (Si fuese innito habría acu-
trass, el conjunto
mulación de A en Ω y, en consecuencia, habría de ser f ≡ 0, lo cual es falso).
En consecuencia, como
∪
+∞
A= (A ∩ Kn ) ,
n=0
se sigue la numerabilidad de A.
168
160 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
f (z)
φ (z) := , ∀z ∈ Ω\{a}.
(z − a)k
[ ]
(z − a) (z − a)k ∑ f n) (a)
+∞
lı́m (z − a)φ(z) = lı́m k
(z − a)n−k
z→a z→a (z − a) n=k
n!
[ ]
∑+∞ n+k)
f (a)
= lı́m (z − a) (z − a)n = 0.
z→a (n + k)!
n=0
sen z exp(z)
a. f (z) := z ; b. g(z) := z ;
(exp(z)−1)2 sen(z)−1
c. h(z) := z2
; d. j(z) := z .
169
4.4. Teorema de Riemann de singularidades evitables
|f (z)| ≤ A + B|z|k , ∀z ∈ C,
f f′
lı́m (z) = lı́m ′ (z).
z→a g z→a g
a. 1, 0, 1, 0, . . . ; b. 1,(0, 12 , 0,)13 , . . . ;
(1)
c. 1, 12 , 312 , 14 , 512 , 16 , . . . ; d. f 2k−1 1
̸= 0, f 2k = 0, ∀k ∈ N.
170
162 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
10. En cada uno de los siguientes casos, decídase si existe o no una función
holomorfa en el origen y tal que
( )
1
f = an
n
para todo natural n sucientemente grande, cuando:
1
a. a2n−1 = 1, a2n = 0; b. a2n−1 = a2n = 2n ;
n
c. an = n+1 .
( ( ) )
1 1
a. f = f 2n+1
2n = n1 ;
( ) ( )
b. f n1 = f − n1 = n12 ;
( ) ( )
c. f n1 = f − n1 = n13 .
171
4.5. Desigualdades de Cauchy. Teorema de Liouville
◦
Teorema 4.15 (Desigualdades de Cauchy) Sean Ω = Ω ⊂ C, f ∈ H (Ω),
a∈Ω y D(a, r) ⊂ Ω. Entonces:
n) n!
f (a) ≤ M (f, a, r) n , ∀n ∈ N ∪ {0},
r
donde M (f, a, r) := máx {|f (z)| | z ∈ C ∗ (a, r)} .
Demostración. Sea M >0 una cota superior para f. Para a∈C y r >0
arbitrarios, por el teorema 4.15 (desigualdades de Cauchy) tenemos que
′
f (a) ≤ 1! M (f, a, r) ≤ M .
r1 r
Haciendo r → +∞, tendremos f ′ (a) = 0, siendo arbitrario el tal a en C.
Consecuentemente, f tiene derivada nula en todo el plano C, que al ser
conexo obliga a que f sea constante.
1
f : C −→ C dada por f (z) := , ∀z ∈ C.
p(z)
Ocurre que es entera y con límite (cero) en ∞, por tanto, acotada. Por el
teorema 4.16 (de Liouville), f es constante; y, por tanto, p será constante.
172
164 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∑
+∞ n)
f (0)
f (z) = z n , ∀z ∈ C.
n!
n=0
}
n) n! n!M rα ∀n ∈ N ∪ {0}
f (0) ≤ M (f, a, r) n ≤ = n!M rα−n ,
r rn ∀r > R
∑ f n) (0)
E(α)
f (z) = z n , ∀z ∈ C,
n!
n=0
173
4.5. Desigualdades de Cauchy. Teorema de Liouville
∑
Teorema 4.17 (Identidad de Parseval) Sea an (z − a)n
una serie de
n≥0
potencias con radio de convergencia R > 0. Sea f la función analítica en
D(a, R) denida por dicha serie de potencias. Entonces:
∫ +π ( )2 ∑
+∞
1
f a + reiθ dθ = |an |2 r2n , ∀r ∈ ]0, R[ .
2π −π n=0
( ) ∑+∞ ∑
+∞
f a + re iθ
= an rn einθ y f (a + reiθ ) = an rn e−inθ
n=0 n=0
∑
n ∑
+∞
= lı́m aj aj r2j = |an |2 r2n ,
n→+∞
j=0 n=0
174
166 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∑
Corolario 4.17 Sea an (z − a)n
una serie de potencias con radio de con-
n≥0
vergencia R>0 y sea f la función analítica en D(a, R) denida por dicha
serie de potencias. Entonces:
∑
+∞
|an |2 r2n ≤ [M (f, a, r)]2 , ∀r ∈ ]0, R[ .
n=0
luego
m)
f (a)
rm ≤ M (f, a, r) , ∀m ∈ N ∪ {0}, ∀r ∈ ]0, R[ .
m!
Y terminamos comprobando que la foma polinómica de f puede ser muy
concreta bajo severas restricciones:
Corolario 4.19 Sea Ω un dominio del plano complejo y sea f una función
holomorfa en él. Supongamos que existen a ∈ Ω, r > 0 y m ∈ N ∪ {0}, tales
que
m) M (f, a, r)
D(a, r) ⊂ Ω y f (a) = m! .
rm
Entonces
f m) (a)
f (z) = (z − a)m , ∀z ∈ Ω.
m!
175
4.5. Desigualdades de Cauchy. Teorema de Liouville
( ) ( )
f m) (a) 2 ∑
+∞ f n) (a) 2
2
[M (f, a, r)] = r 2m
≤ r2n ≤ [M (f, a, r)]2 ,
m! n!
n=0
n)
y, por tanto, f (a) = 0, para todo n ∈ (N ∪ {0}) \{m}.
1
|f (z)| ≤ , ∀z ∈ D.
1 − |z|
n)
Prueba que f (0) ≤ e(n + 1)!, ∀n ∈ N ∪ {0}.
∑
2. Sea an z n una serie de potencias con radio de convergencia R > 0.
n≥0
∑ an
Prueba que la serie zn converge en todo el plano C. Sea
n!
n≥0
∑
+∞
an
f (z) := z n , ∀z ∈ C.
n!
n=0
f (z)
lı́m = 0.
z→∞ z
Prueba que f es constante.
f (z) = f (z + 1) = f (z + i), ∀z ∈ C.
176
168 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
Por ser los discos abiertos: si b ∈ D(a, r), existirá ρ > 0, tal que D(b, ρ) ⊂
D(a, r); y por ser convexos, si z ∈ D(b, ρ), entonces N := △ (a, b, z) ⊂
D(a, r) ⊂ Ω. Así, por el teorema 4.5 de Cauchy-Goursat, tenemos que
∫ ∫ ∫ ∫
0 = f= f+ f+ f
∂N [a,b] [b,z] [z,a]
∫
= F (b) + f − F (z);
[b,z]
177
4.6. Teoremas de Morera y de Weierstrass
i. f ∈ H (Ω).
k)
ii. fn → f k) , ∀k ∈ N.
K−u
Ahora bien, el teorema de Cauchy para el triángulo nos dice que la suce-
sión de arriba es de ceros; luego también su límite. Dada la arbitrariedad del
triángulo N en Ω, el teorema 4.18 de Morera nos da la holomorfía deseada
para f en Ω.
ii. Aunque después se dará con detalle, convenimos en escribir
fn → f ⇔ pK (f − fn ) → 0.
K−u
Llamemos
H := {z ∈ C | dist (z, K) ≤ R} ,
178
170 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
k) k! k!
fn (a) − f (a) ≤ k M (fn − f, a, R) ≤ k pK (f − fn ) ,
k)
∀a ∈ K.
R R
Así:
( ) k!
pK f k) − fnk) ≤ k pK (f − fn ) ,
R
de donde, aplicando la hipótesis fn → f , se tiene lo deseado, pues el com-
K−u
pacto K es arbitrario en Ω.
179
4.6. Teoremas de Morera y de Weierstrass
U (f, K1 , ε1 ) ⊂ F1 y U (f, K2 , ε2 ) ⊂ F2 .
pK (f − g) =: δ < ε.
h ∈ U (g, K, ε − δ)
⇒ pK (h − f ) < pK (g − h) + pK (g − f ) < ε − δ + ε = ε,
◦
Proposición 4.15 Sea Ω = Ω ⊂ C y sean (fn ) , f ∈ C (Ω) . Son equiva-
lentes:
180
172 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
Denición 4.9 Sean Ω un abierto del plano y (Kn ) una sucesión exhaustiva
◦
de compactos en él (Ω = ∪n K n y Kn ⊂ K n+1 , ∀n ∈ N). Para aligerar
notación: sea pn := pKn , ∀n ∈ N y denamos
∑
+∞
1 pn (f − g)
d (f, g) := , ∀f, g ∈ C (Ω) .
2n 1 + pn (f − g)
n=1
a b+c
i. ≤ , y
1+a 1+b+c
b+c b c
ii. ≤ + .
1+b+c 1+b 1+c
181
4.6. Teoremas de Morera y de Weierstrass
∑
+∞
1 pn (f − h) ∑
+∞
1 pn (f − g) + pn (g − h)
d(f, h) = ≤
2 1 + pn (f − h)
n 2n 1 + pn (f − g) + pn (g − h)
n=1 n=1
∑
+∞
1 pn (f − g) ∑
+∞
1 pn (h − g)
≤ +
2n 1 + pn (f − g) 2n 1 + pn (h − g)
n=1 n=1
= d (f, g) + d(g, h),
◦ ◦
K ⊂ K m ⊂ (Km ⊂) K m+1 .
ε
Tomemos 0<δ< 2m +2m ε , y supongamos d(f, g) < δ . Entonces
pm (f −g)
1+pm (f −g)
pK (f − g) ≤ pm (f − g) = pm (f −g)
1 − 1+p m (f −g)
m ε
2 d(f, g) 2m +2m ε
≤ < = ε.
1 − 2m d(f, g) 1 − 2m +2 ε
mε
182
174 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∑
+∞
1 pn (f − g) ∑
m
1 pn (f − g) ∑
+∞
1 pn (f − g)
= +
2 1 + pn (f − g)
n 2 1 + pn (f − g)
n 2n 1 + pn (f − g)
n=1 n=1 n=m+1
∑m
1 pn (f − g) δ ∑ 1 δ
m
< + < p n (f − g) +
2 1 + pn (f − g) 2
n 2 n 2
n=1 n=1
δ δ δ
< pn (f − g) + < + = δ,
2 2 2
obteniéndose el resultado.
Demostración. Sea (fn ) una sucesión de Cauchy en (C (Ω) , d). Fijemos (aun-
que arbitrarios) un compacto K en Ω y un ε > 0. Sea δ > 0, dado por i. del
lema 4.6. Por ser de Cauchy, se tiene:
∃m ∈ N : p, q ≥ m ⇒ d (fp fq ) < δ.
183
4.6. Teoremas de Morera y de Weierstrass
p, q ≥ m ⇒ d (fp , fq ) < ε.
Demostración. i. y ii. son las proposiciones 4.17 y 4.18. iii. es otra forma de
enunciar la primera parte del teorema 4.19 de Weierstrass. La continuidad
viene dada por el teorema 4.19 (la aplicación es continua por sucesiones)
junto al hecho de que H (Ω) sea espacio métrico.
184
176 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
f (z0 ) = 1
f (z) = 0, z ∈ K
0 ≤ f (z) ≤ 1, z ∈ Ω.
d(z,K)
(Podemos considerar, por ejemplo, f (z) := d(z,K)+d(z,z0 ) .) Para esta función:
pK (nf ) = 0, ∀n ∈ N,
de donde
nf ∈ U (0, K, ε) , ∀n ∈ N,
y, por tanto, se tiene que
1
∥nf ∥ < 1, ∀n ∈ N ⇔ ∥f ∥ < , ∀n ∈ N ⇒ ∥f ∥ = 0 ⇒ f (z) = 0, ∀z ∈ Ω,
n
lo cual es un absurdo.
185
4.6. Teoremas de Morera y de Weierstrass
1
fn (z) := sen(nz), ∀z ∈ C, ∀n ∈ N.
n
Prueba que (fn ) converge uniformemente sobre R, pero no converge
uniformemente sobre ningún abierto de C. (Sugerencia: considera la
sucesión de derivadas (fn′ ).)
∑ zn
(1 − z n ) (1 − z n+1 )
n≥1
186
178 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
Ω := {z ∈ C : |Im z| < 1}
y determina su suma.
∑ k
zn
kn(n + 1) + 1
n≥1
(c) La serie
∑
+∞
(log n)k n−z
n=1
es analítica en Ω.
12. Sea la función f : D −→ C dada por
∑
+∞ n
z
f (z) := .
n2
n=1
187
4.7. Factorización de funciones holomorfas
15. Sea una función f ∈ H(D(0, 2)) tal que |f (z)| ≤ 7, si |z| ≤ 2. Prueba
que existe un real positivo δ tal que
1
z, w ∈ D(0, 2), |z − w| < δ → |f (z) − f (w)| < .
10
Busca un valor numérico para δ que sea independiente de f que tenga
la propiedad anterior. (Indicación: usa la fórmula integral de Cauchy.)
es analítica en C\T.
188
180 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∑
+∞
(−1)n 2n+1
sen(z) := z , ∀z ∈ C
(2n + 1)!
n=0
∏(
+∞
z2
)
sen(z) = z 1− 2 2 , ∀z ∈ C; (4.5)
k π
k=1
y ahora sí que parece justicado el hecho de que el seno tenga como conjunto
de sus ceros a πZ.
Por tanto, este tema encuentra su justicación en la posibilidad de expre-
sar las funciones holomorfas de una nueva forma que las caracteriza. Es decir,
holomorfía y analiticidad van a encontrar una tercera expresión equivalente
a ellas, vía productos innitos.
El contenido de este tema se va a estructurar en el sentido de comen-
zar estudiando (la convergencia de) productos innitos, justicaremos (entre
otras) la fórmula (4.5) anterior, y vamos a estudiar los llamados factores
primarios de Weierstrass, que jugarán un papel fundamental y que nos van
189
4.7. Factorización de funciones holomorfas
∏
n
Zn := zk −→ p,
k=1
∏
+∞
zn := lı́m Zn = p.
k=1
190
182 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∏
+∞
1
=0
k
k=1
∏
+∞ ∏
+∞
zn = z1 z2 · · · zk zn
n=1 n=k+1
lı́m zn = 1.
∏
n+1 ∏
+∞
zk zn
k=1 n=1
zn+1 = −→ = 1,
∏
n ∏
+∞
zk zn
k=1 n=1
191
4.7. Factorización de funciones holomorfas
∏ (
+∞ )
1. 1+ 1
n = 234
123 ··· diverge (a +∞).
n=1
∏ (
+∞ )
2. 1− 1
n = 123
234 ··· converge a 0.
n=2
∏ (
+∞ ) ∏ (
+∞ )( )
3. 1− 1
n2
= 1+ 1
n 1− 1
n converge (½pruébalo encontrando
n=2 n=1
Zn !).
∏ (
+∞ )
4. 1− 1
n2
converge a 0.
n=1
lı́m zn = 0.
∏
Lema 4.7 Un producto innito (1 + zn ) converge a un límite no nulo si,
∑ n≥1
y solo si, log (1 + zn ) converge.
n≥1
Si Sk −→ S, entonces Pk = eSk −→ eS ̸= 0.
192
184 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
Pk −→ P ̸= 0.
∑
+∞
log (1 + |zn |) = ln |P | . (4.6)
n=1
Luego para cumplir con el objetivo basta probar que la serie (real, también)
∑
arg (1 + zn ) (4.7)
n≥1
converge, pues (4.6) y (4.7) son las partes real e imaginaria, repectivamente,
de la serie que queremos converja.
∏
k
Sea ϕk := argω (1 + zn ) , donde el argumento considerado es una
n=1
determinación continua en un entorno de P. Esta sucesión (ϕk ) converge a
argω P . Como, por otra parte, el Argumento de un producto es la suma de
los Argumentos de los factores, podemos armar que
∑
k ∏
k
arg (1 + zn ) ∈ Arg (1 + zn ) .
n=1 n=1
∑
k
ϕk = 2mk π + arg (1 + zn ) .
n=1
¾Qué nos resta? Probar que esta sucesión de enteros encontrada es constante
(salvo, quizás, en un número nito de sus términos), pues así resultaría
∑
k
arg (1 + zn ) = ϕk − 2mk π −→ argω P − 2mπ,
n=1
193
4.7. Factorización de funciones holomorfas
y completaríamos la argumentación.
La convergencia del producto innito nos dice que zn −→ 0, es decir
1 + zn −→ 1. Por tanto, a partir de un determinado momento
|arg (1 + zn )| < π.
|mk+1 − mk | < 1,
Otra forma de demostrar el lema 4.8 (ahora sin prejuicios sobre la natu-
raleza de los escalares a considerar), es la siguiente. Como
log (1 + z)
lı́m = 1,
z→0 z
194
186 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∏
Denición 4.11 El producto innito (1 + zn ) converge absolutamente
∑ n≥1
si la serie |zn | es convergente. O bien, por el propio lema 4.8, si, y solo
∏ n≥1
si, (1 + |zn |) converge.
n≥1
∑
Demostración. El lema 4.8 nos proporciona la convergencia de la serie |zn |;
n≥1
luego, en particular, podemos suponer
|zn | < 1, ∀n ≥ n0 .
z2 z3 z4
log (1 + z) = z − + − + · · · = zh(z),
2 3 4
donde
z z2 z3
h(z) = 1 − + − + · · · → 1, si z → 0,
2 3 4
y para m ≥ n0 m
∑ ∑
m
log (1 + zn ) ≤ |zn h(zn )| ,
n=n0 n=n0
∑
y el conjunto {h(zn ) : n ∈ N} está acotado y la serie |zn | converge. Se
sigue de la desigualdad anterior que
m
∑
log (1 + zn ) −→ 0
n=n
0
195
4.7. Factorización de funciones holomorfas
Observación 4.7 Ojo, más de lo que dice el lema 4.8, no se puede decir;
no caigamos en la tentación de hacer uso inconsciente de la relación
∏ ∑
(1 + zn ) converge ⇐⇒ zn converge,
n≥1 n≥1
log (1 + z) = zg(z).
196
188 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∑
Proposición 4.21 Si fn ∈ H (Ω) , n ∈ N y la serie |fn | converge uni-
∏ n≥1
formemente sobre compactos, entonces el producto (1 + fn ) converge uni-
n≥1
formemente sobre compactos y representa una función holomorfa en Ω. En
particular, converge absolutamente en Ω.
∑K
Sea un subconjunto compacto del dominio Ω. La hipótesis sobre la
serie n≥1 |fn | nos garantiza que
∑
+∞
f (z) = lı́m log (1 + fn (z)) , ∀z ∈ K.
n=1
197
4.7. Factorización de funciones holomorfas
Ejemplo 4.2 Existe una función holomorfa en el disco unidad dada por
∏
+∞
f (z) := (1 + z n ).
n=1
Consideremos el producto innito
∏
(1 + z n )
n≥1
para z ∈ D. Sea K un compacto del disco unidad. Como existe algún disco
de radio δ < 1 tal que
K ⊂ D(0, δ),
el test de Weierstrass nos proporciona convergencia uniforme sobre
∑ n K de la
serie z :
∑
+∞
n
∑
+∞
δ
|z| ≤
n
δ = ,
1−δ
n=1 n=1
luego la proposición 4.21 nos dice que este producto dene una función holo-
morfa en el disco unidad a la que converge en la topología de la convergencia
uniforme sobre compactos.
∏ ( )
Ejemplo 4.3 El producto innito 1+ 1
kz dene una función holomorfa
k≥1
en el semiplano Re z > 1.
Fijemos un compacto K en el dominio Ω que estamos considerando. Ha
de existir δ>0 tal que para cada elemento del compacto:
1 1 1
Re z ≥ 1 + δ =⇒ z = Re z ≤ 1+δ , ∀k ∈ N.
k k k
Consecuentemente, la serie
+∞
∑
1
kz
n=1
∏(
+∞ ( z )2 )
sen z = z 1− .
kπ
k=1
198
190 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∏(
+∞ ( z )2 )
f : C −→ C; f (z) := z 1− (sen z)−1 .
kπ
k=1
El objetivo es probar que se trata de la función constante 1.
El teorema 4.13 de Riemann de singularidades evitables nos dice que f
es una función entera y sin ceros. Además, es par. Vamos a estudiar el com-
portamiento de f para valores de z sucientemente grandes. Supongamos,
así, que
1
n ≤ |z| ≤ n.
2
Pero, en esta situación, el principio del módulo máximo nos dice que |f (z)|
alcanza su máximo sobre la poligonal
[ ( ) ( ) ( ) ( ) ]
1 1 1 1
π n+ (1, i) , π n + (−1, i) , π n + (−1, −i) , π n + (1, −i) ,
2 2 2 2
la cual tiene la gracia de no pasar (sea cual sea el valor del natural n) por
ninguno de los ceros del seno. Vamos a probar que existe una constante k>0
tal que si z está sobre dicha poligonal, entonces
1
≤ k.
|sen z|
En efecto. En general, se tiene
1 1 2 2
≤ = Im z −
≤
|sen z| |senh (Im z)| |e −e Im z | eπ (n+ 1
)
2 − e
−π (n+ 21 )
2
≤ 3 =: k.
eπ 2 − e−π 2
3
199
4.7. Factorización de funciones holomorfas
∑
n
1 ∑
+∞
1 1
< 1 + log n y
2 < nπ 2
k (πk)
k=1 k=n+1
√
|z|2 2 1 n 1√
2
≤ |z| =⇒ (1 + log n) < ≤ |z|,
nπ π π 2 π
se sigue que, al n,
( )
+∞ 1 − ( z )2 ( )
∏ kπ
|f (z)| = z ≤ A exp |z|3/2 ,
k=1 sen z
z
A = f (0) = lı́m = 1,
z→0 sen z
· · · (z + k + 1) (z + k) · · · (z + 1) z (z − 1) · · · (z − k) (z − k − 1) · · ·
Pero, simpatías aparte, el lema 4.8 nos expone que esta expresión mediante
producto no es absolutamente convergente en ningún punto de C\{0}; es
decir, no podemos agrupar los factores de cualquier forma y escribir, por
ejemplo:
∏(
+∞
z )∏(
+∞
z )
sen (z) = z 1− 1+ .
kπ kπ
k=1 k=1
200
192 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∏ (
+∞ ( 2z )2 )
2z 1− kπ
sen 2z k=1
cos z = =
2sen z ∏ (
+∞ ( z )2 )
2z 1 − kπ
k=1
( ( )2 )( ( )2 )
∏
+∞
(
1 − (2k−1)π
2z
1 − (2k)π
2z
∏
+∞ ( )2 )
k=1 2z
= = 1− ,
∏ (
+∞ ( )
z 2
) (2k − 1)π
1− kπ
k=1
k=1
completando la prueba.
π 224466
= ···
2 133557
π
Demostración. Evaluamos en 2 la factorización del seno:
+∞ ( )
π π∏ 1
1 = sen = 1− 2 ;
2 2 (2k)
k=1
de donde
π ∏ (2k)2
+∞ ∏ 2k
+∞
2k
= = ,
2 2
(2k) − 1 k=1 2k + 1 2k −1
k=1
201
4.7. Factorización de funciones holomorfas
∏
n
(2k)2
Pn :=
k=1
(2k)2 − 1
2n + 2
P2n+1 = P2n , ∀n ∈ N,
2n + 1
∏
+∞
2k ∏
+∞
2k
y
2k + 1 2k − 1
k=1 k=1
f (z) = 0 ⇐⇒ z ∈ {λn : n ∈ N} .
202
194 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∏
+∞
f (z) := (z − λn ) .
n=1
∏(
+∞
z
)
f (z) := 1− ,
λn
n=1
∑ 1 2
,
λn
∏ [(
+∞
z
) (
z
)]
f (z) := 1− exp .
λn λn
n=1
203
4.7. Factorización de funciones holomorfas
∑
+∞ [( ) ( )]
z z
log 1− exp , z ̸= λn ,
λn λn
n=1
∑ 1 p+1
λn
n≥1
∏(
+∞
z
)
1− Wn (z),
λn
n=1
que, además, representa una función entera con los ceros deseados...
Sin embargo,
∑ 1 p
∃ (λn ) ⊂ C : λn −→ ∞ y divergente para todo p ∈ N,
λn
por ejemplo, la sucesión (log n)n≥2 . Para este pequeño atasco basta
redenir los factores de convergencia como:
( )
z z2 zn
Wn (z) := exp + 2 + ··· + ,
λn 2λn nλnn
[( ) ] +∞ k
∑
z z n
log 1 − z Wn (z) ≤ ≤ ≤ 1 .
λn kλk λn 2n
n k=n+1
204
196 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∑
+∞ [( ) ] ∏(
+∞ )
z z
log 1 − Wn (z) y 1− Wn (z)
λn λn
n=1 n=1
∏(
+∞
z
)
f (z) := z p
1− Wn (z), ∀z ∈ C,
λn
n=1
Ejemplo 4.4 Queremos lograr una función entera con ceros en −N.
∑ ∑
Notemos que la serie 1/ |−n| diverge, pero 1/n2 converge. Por tanto,
podemos denir tal función como
( z ) −z/n
f (z) := 1 + e , ∀z ∈ C.
n
( z ) −z/n
f (z) := 1 + e , ∀z ∈ C. (4.8)
n
Claramente
z −→ f (−z)
205
4.7. Factorización de funciones holomorfas
sen πz
zf (z)f (−z) = .
π
Vamos a profundizar en algunas propiedades de f aprovechando la forma
en la que ha sido construida. La función
z −→ f (z − 1)
tiene los mismos ceros que f y, además, el origen. Por tanto, nos está per-
mitido escribir
+∞ (
∑ ) ∑ +∞ ( )
1 1 1 1 1
− = + g ′ (z) + − . (4.9)
z−1+n n z z+n n
n=1 n=1
+∞ (
∑ ) +∞ (
∑ )
1 1 1 1
− = −
z−1+n n z−1+n+1 n+1
n=1 n+1=1
+∞ (
∑ )
1 1
= −
z+n n+1
n=0
+∞ (
∑ ) ∑+∞ ( )
1 1 1 1 1
= −1+ − + − ,
z z+n n n n+1
n=1 n=1
f (z − 1) = eγ zf (z), ∀z ∈ C.
206
198 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
1 = f (0) = eγ f (1),
de donde
∏(
+∞
1
)
−γ
e = 1+ e−1/n .
n
n=1
Como el n-ésimo producto parcial en dicha expresión se puede escribir
así: [ ( )]
1 1
(n + 1) exp − 1 + + · · · + ,
2 n
tomando logaritmos (y aprovechando su continuidad), nos queda:
( )
1 1
γ = lı́m 1 + + · · · + − log n .
2 n
Se trata de la llamada constante de Euler, cuyo valor aproximado es 0,57722.
Dado que h verica la relación (4.10), si hacemos Γ(z) := 1/ [zg(z)],
entonces aparece la relación
Γ (z + 1) = zΓ(z), ∀z ∈ C.
Esta función entra por derecho entre el reducido círculo de funciones famosas
de las matemáticas bajo el nombre de función gamma de Euler.
La forma en la que la hemos introducido permite obtenerla como:
de modo que
π
Γ(z)Γ(z − 1) = .
sen (πz)
Observamos, de modo inmediato, que la función Γ es moromorfa (con polos
en −N ∪ {0}), pero no tiene ceros. Es sencillo comprobar que esta función es
una generalización de la función factorial. Igualmente, de la última relación,
podemos extraer como información, que
( )
1 √
Γ = π.
2
207
4.7. Factorización de funciones holomorfas
( ) ∑
+∞
d Γ′ (z) 1
= .
dz Γ(z)
n=1
(z + n)2
Por ejemplo, se puede comprobar que, como Γ(z)Γ(z + 21 ) y Γ(2z) tienen los
mismos polos, la relación anterior nos da:
( ) ( )
d Γ′ (z) d Γ′ (z + 21 ) ∑
+∞
1 ∑
+∞
1
+ = + ( )
dz Γ(z) dz Γ(z + 12 ) n=1
(z + n) 2
n=1 z + n + 2
1 2
[ +∞ ]
∑ 1 ∑
+∞
1
= 4 2 +
n=1
(2z + 2n) n=1
(2z + 2n + 1)2
∑
+∞ ( )
1 d Γ′ (2z)
= 4 =2 .
(2z + n)2
n=1
dz Γ(2z)
208
200 CAPÍTULO 4. TEOREMA DE CAUCHY LOCAL. APLICACIONES
∑ ∏
zn converge ; (1 + zn ) converge.
∑ ∑ ∏
zn y |zn |2 convergen ⇒ (1 + zn ) converge.
∏
c) Busca, y encuentra, un ejemplo de producto innito
∑ (1 + zn )
convergente (a un límite no nulo) tal que zn no sea convergente.
3. Dene una función entera que tenga ceros simples en los cuadrados de
los naturales.
∏ ∏ ( z) z
a) (1 + an z) : a ∈ D; b) 1− en ;
n∈Z\{0} ( n
) n∈Z\{0}
∏ z
c) 1+ .
n∈Z\{0} n (ln n)2
209
Capítulo 5
funciones holomorfas
∫
1 f (w)
f (z) = dw, ∀z ∈ D(a, r),
i2π C(a,r) w−z
◦
Teorema 5.1 (Principio de la Media) Sean Ω = Ω ⊂ C, f ∈ H (Ω) y
D(a, r) ⊂ Ω. Entonces
∫ 2π ( )
1
f (a) = f a + reiθ dθ.
2π 0
210
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
◦
Teorema 5.2 (Desigualdad de la Media) Sean Ω = Ω ⊂ C, f ∈ H (Ω)
y D(a, r) ⊂ Ω. Entonces
∫ 2π ( )
1
|f (a)| ≤ f a + reiθ dθ.
2π 0
◦
Denición 5.1 Sean Ω = Ω ⊂ C y φ : Ω −→ R una función real de variable
compleja. Diremos que φ es subarmónica en Ω si verica las dos condiciones
siguientes:
i. φ es continua en Ω.
∫ 2π ( )
1
ii. D(a, r) ⊂ Ω ⇒ φ(a) ≤ φ a + reiθ dθ.
2π 0
211
5.1. Funciones armónicas y subarmónicas. Principio del máximo
Demostración. Sea
A := {z ∈ Ω : φ(z) = φ(a)} .
Claramente, A ̸= ∅ A = Ω; y para ello,
(¾por qué?) Nuestro objetivo: lograr
haremos uso del lema 1.2 de conexión. Sean, por tanto, b ∈ A y D(b, R) ⊂ Ω.
Consideremos 0 < r < R; por ser φ subarmónica:
∫ 2π ( )
1
φ(b) ≤ φ b + reiθ dθ,
2π 0
lo cual equivale a que
∫ 2π [ ( )]
1
φ(b) − φ b + reiθ dθ ≤ 0.
2π 0
( )
Pero, por hipótesis, φ(b) − φ b + reiθ ≥ 0, ∀θ ∈ [0, 2π] . Luego, aplicando
el lema 5.1 ( )
φ(b) − φ b + reiθ = 0, ∀θ ∈ [0, 2π] ,
y, por tanto,
C(b, r)∗ ⊂ A, ∀r ∈ ]0, R[ ,
de donde
D(b, R) ⊂ A.
En conclusión: A = Ω.
212
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
{ }
máx |f | (z) : z ∈ Ω = máx {|f | (z) : z ∈ ∂Ω} .
1
|f | (z) ≤ , ∀z ∈ C\R.
|Im z|
Entonces, f (z) = 0, ∀z ∈ C.
( )
g(z) := z 2 − R2 f (z), ∀z ∈ C.
213
5.1. Funciones armónicas y subarmónicas. Principio del máximo
|z − R| √
=: sec θ ≤ 2
|Im z|
√
(pues θ ∈ [0, π/4]), de modo que |(z − R) f (z)| ≤ 2, en el caso √Re z > 0.
Si hubiésemos considerado Re z ≤ 0, tendríamos |(z + R) f (z)| ≤ 2.
En consecuencia,
√ √
z ∈ C(0, R) ⇒ |g (z)| = |z − R| |z + R| |f (z)| ≤ 2 |Im z| 2 < 2R.
2R
|z| ≤ R ⇒ |f (z)| ≤ ,
|z 2 − R2 |
1
: D (a, ρ) −→ C
|f |
1
que es holomorfa en todo su dominio. Consecuentemente,
|f | tiene un máximo
absoluto en D(a, ρ). El principio del módulo máximo nos dirá entonces que
1
f es constante en D(a, ρ), y, por tanto, lo será la propia f. Una vez más, el
principio de identidad es el responsable de lograr el resto.
214
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
A := {n ∈ N : f ∈ H (Ω) ⇒ u := Re f ∈ C n (Ω)} .
∂u ∂u ∂v ∂v
f′ = −i = +i .
∂x ∂y ∂y ∂x
215
5.1. Funciones armónicas y subarmónicas. Principio del máximo
pero, las derivadas cruzadas coinciden para funciones de clase C2, de donde
surge la ecuación de Laplace para u.
i. φ es de clase C2 en Ω;
Notaremos φ ∈ A (Ω) .
Con esta denición, el teorema 5.6 nos dice que las partes real e imagi-
naria de una función holomorfa son funciones armónicas (es más, son dife-
renciables de clase C∞) en el abierto Ω.
Ahora nos planteamos si el problema recíproco será cierto: es decir, ¾las
funciones armónicas son la parte real de alguna función holomorfa?
Este problema, con respuestas local sí y global no, nos permite enganchar
(¾sorpresa?... ½no lo creo!) con algunos resultados ya conocidos por nosotros,
pero previamente necesitamos el siguiente lema:
216
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
(¾por qué?).
Por argumentos de continuidad para f,
f ∈ H (Ω) ⇒ ∃F ∈ H (Ω) : F ′ = f.
f ∈ H (Ω) : 0 ∈
/ f (Ω) ⇒ ∃g ∈ H (Ω) : f = eg .
217
5.1. Funciones armónicas y subarmónicas. Principio del máximo
( ) ) (
∂ ∂u ∂2u∂u ∂2u ∂
= 2
= − 2
=
∂x ∂x ∂x ∂y ∂y ∂y
( ) ( )
∂ ∂u 2
∂ u 2
∂ u ∂ ∂u
= = =
∂y ∂x ∂y∂x ∂x∂y ∂x ∂y
∂e
u ∂e
u
F′ = −i ;
∂x ∂y
Fe (z) := F (z) − u
e (z) + u (z) , ∀z ∈ Ω.
Re Fe = Re (F − u
e + u) = Re F − u
e + u = u.
218
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
e e
|φ (z)| = f (z)e−F (z) = |f (z)| e− Re F (z) = |f (z)| e− ln|f (z)| = 1;
Corolario 5.6 Toda función armónica es, localmente, la parte real de alguna
función holomorfa.
Demostración. Evidente, por ser localmente la parte real de una función holo-
morfa, será localmente una función holomorfa. El hecho de que la holomorfía
sea una propiedad local es una verdadera suerte en este caso.
219
5.1. Funciones armónicas y subarmónicas. Principio del máximo
∫ 2π ( )
1
u(a) = u a + reiθ dθ.
2π 0
∫ 2π ( ) ∫ 2π ( )
1 iθ 1
u(a) = Re f (a) = Re f a + re dθ = u a + reiθ dθ.
2π 0 2π 0
a. ∃a ∈ Ω : u(z) ≤ u(a), ∀z ∈ Ω.
b. ∃b ∈ Ω : u(b) ≤ u(z), ∀z ∈ Ω.
Entonces u es constante en Ω.
220
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
φ (z) ≤ φ (a) = 0, ∀z ∈ Ω.
221
5.1. Funciones armónicas y subarmónicas. Principio del máximo
Demostración. Haremos uso del lema 1.2 de conexión: sea D(a, r) ⊂ Ω, con
◦ ◦
a∈A y r > 0. (Bastará, por tanto, probar que D(a, r) ⊂ A.)
Por tratarse de un dominio estrellado, armamos que
resulta que se trata de una función holomorfa con parte real nula: en efecto,
para algún α ∈ R:
h(z) := iα, ∀z ∈ D(a, ρ);
pero, por el principio de identidad para funciones holomorfas,
222
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
1. Justica que
Re f = Im g, Im f = Re g,
entonces han de ser constantes.
223
5.1. Funciones armónicas y subarmónicas. Principio del máximo
[ ]
u(x, y) = g(x) e2y − e−2y
M (R) := máx{|f (z)| : |z−a| = r}; A(r) := mı́n{Re f (z) : |z−a| = r}.
Φ(x, y) := 6x2 y 2 − x4 − y 4 + y − x + 1,
(a) si Φ = u, calcular v;
(b) si Φ = v, calcular u.
224
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
12. Prueba que la clase de las funciones armónicas A(Ω) es cerrada para
combinaciones lineales, y que para que sea cerrada para productos,
uv ∈ A(Ω), es suciente que u y v sean armónicas conjugadas. Concre-
tamente, si u ∈ A(Ω), ¾será u2 ∈ A(Ω)? Con u ∈ A(Ω), ¾para qué
funciones f será f ◦ u ∈ A(Ω)?
Pruébese que:
(a) si e
u solo depende de ρ, el laplaciano de e
u tiene la forma
1
eρρ + u
u eρ = 0
ρ
es armónica en e.
Ω
225
5.1. Funciones armónicas y subarmónicas. Principio del máximo
17. Determina los valores del parámetro real k para los que la función
sea armónica.
a. u(x, y) := x2 − y 2 + x, ∀(x, y) ∈ R2
b. u(x, y) := x
∀(x, y) ∈ R2 \{0}
x2 +y 2
,
( )
c. u(x, y) := 12 ln x2 + y 2 , ∀(x, y) ∈ R2 \R−
0
( 2 )
d. u(x, y) := 2 ln x + y , ∀(x, y) ∈ R \{0}
1 2 2
x2 −y 2
a. u(x, y) := (x2 +y 2 )2
,
( )
b. u(x, y) := ln x2 + y 2 − x2 + y 2 ,
( )
c. u(x, y) := exp xy .
f (z) = λg(z), ∀z ∈ Ω.
226
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
24. Sea f una función entera no constante y sea ρ un número real positivo.
Prueba que el cierre del conjunto {z ∈ C : |f (z)| < ρ} es el conjunto
{z ∈ C : |f (z)| ≤ ρ}.
28. Encuentre, caso de existir, las funciones armónicas (no constantes) del
tipo indicado:
( ) 2
a. ρ = x2 + y 2 ex , b. ρ = er cos 2φ ,
c. θ = xy, d. θ = φ + sen φ.
y
a. u(x, y) := x2 − y 2 + 5x + y − x2 +y 2
,
b. u(x, y) := ex (x cos y − y sen y) + 2 sen x senh y + x3 − 3xy 2 + y,
c. u(x, y) := 3 + x2 − y 2 − 2(x2y+y2 ) ,
( )
d. u(x, y) := ln x2 + y 2 + x − 2y.
227
5.2. Teoremas de la aplicación abierta y de la función inversa
34. Sea Ω un dominio del plano C y sea a ∈ Ω tal que las funciones
f, g ∈ H(Ω), verican:
228
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
1
g : U −→ C; g(z) := , ∀z ∈ U.
f (z0 ) − w
Así, g ∈ H (U ) y verica que
1 1
|g (z0 )| = = > 2/ρ.
|f (z0 ) − w| |w0 − w|
Pero, por otro lado, si |z − z0 | = r, entonces:
1 1
|g(z)| = =
|f (z) − w| |f (z) − w0 + w0 − w|
1 1 2
≤ < ρ = ;
|f (z) − w0 | − |w0 − w| ρ− 2 ρ
luego aplicando el principio de la media:
∫ 2π ( )
1
g(z0 ) = g z0 + reiθ dθ;
2π 0
229
5.2. Teoremas de la aplicación abierta y de la función inversa
∫ 2π
1
2/ρ < |g (z0 )| ≤ g(z0 + reiθ ) dθ
2π 0
∫ 2π
1 2
≤ dθ ≤ 2/ρ,
2π 0 ρ
◦
Lema 5.3 Sean Ω=Ω⊂C y f ∈ H (Ω). Denamos la aplicación
f (z) − f (w)
, z ̸= w
g : Ω × Ω −→ C; g (z, w) := z−w
f ′ (z), z=w
Entonces, g es continua en Ω × Ω.
∫
f (z) − f (w) 1
g(z, w) = = f ′ (tz + (1 − t)z)dt;
z−w 0
de donde:
∫ 1 ∫ 1
|g(z, w) − g(a, a)| = ′
f (tz + (1 − t)z)dt − f (a)dt
′
0 0
∫ 1
′
≤ f (tz + (1 − t)z) − f ′ (a) dt < ε,
0
230
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
◦
Teorema 5.12 (de la función inversa) Sean Ω = Ω ⊂ C, f ∈ H (Ω) y
◦
a ∈ Ω. Supongamos que f ′ (a) ̸= 0. Entonces existe U =U ⊂C tal que:
i. a∈U y f es inyectiva en U;
ii. V := f (U ) es abierto;
( )−1
iii. ψ := f|U ∈ H (V ) y ψ ′ (f (z))f ′ (z) = 1, ∀z ∈ U .
ψ (wn ) − ψ (w) zn − z 1 1
= = → ,
wn − w φ (zn ) − φ (z) φ(zn )−φ(z) f ′ (z)
zn −z
(donde está garantizado que f ′ (z) ̸= 0); es decir, existe la derivada y vale
ψ ′ (w) = ψ ′ (f (z)) = 1/f ′ (z).
231
5.2. Teoremas de la aplicación abierta y de la función inversa
{z ∈ D(a, δ) : f (z) = w}
tiene, exactamente, m elementos.
232
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
{z ∈ D(a, δ) : f (z) = w}
◦
Corolario 5.10 Sean Ω = Ω ⊂ C, f ∈ H (Ω) y a ∈ Ω. Son equivalentes:
i. f ′ (a) ̸= 0.
233
5.2. Teoremas de la aplicación abierta y de la función inversa
{z ∈ D(a, δ) : f (z) = w}
◦
Teorema 5.14 (de la función inversa global) Ω=Ω⊂C y f ∈
Sean
H (Ω). Si f es inyectiva, entonces es un isomorsmo conforme de Ω en f (Ω).
234
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
de donde
( )−1
φ|D(a,r) = h|U ◦ (h ◦ φ)|D(a,r) ∈ H (D(a, r)) ;
A := {z ∈ Ω1 : φ (z) ∈ B}
∃n ∈ N : m ≥ n ⇒ h ◦ φ (am ) = h ◦ φ (a) .
∃c ∈ C : h ◦ φ (z) = c, ∀z ∈ Ω1 .
Por tanto, tenemos φ (z) ∈ h−1 (c) , ∀z ∈ Ω1 , con h−1 (c) conjunto
discreto (principio de identidad). En consecuencia, φ ha de ser
constante en Ω1 , y así, holomorfa en a.
ii.b. / A′ (⇒ a ∈ Ais(A)):
a∈ existe δ>0 tal que D(a, δ) ∩ A = {a} y
D(a, δ) ⊂ Ω1 .
En este caso, tendremos que h′ (φ (z)) ̸= 0, ∀z ∈ D(a, δ)\{a}; y
por lo ya demostrado arriba (vía teorema de la función inversa),
se sigue que φ ∈ H (D(a, δ)\{a}). Pero como φ ∈ C (D(a, δ)), el
teorema 4.13 (de Riemann de singularidades evitables) nos dice
que φ es holomorfa en a.
235
5.2. Teoremas de la aplicación abierta y de la función inversa
h ◦ φ ∈ H (Ω1 ) , ∀φ : Ω1 −→ Ω2 .
236
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
237
5.3. Teorema de Bloch-Landau. Teorema (pequeño) de Picard
Como D ⊂ Ω, tendremos
1
λk ≤ M (1), ∀k ∈ N;
2k−1
y, por tanto, λk → 0.
Además, λ1 = M (0) = |f ′ (0)| ≥ 1; luego el conjunto
{k ∈ N : λk ≥ 1}
m := máx {k ∈ N : λk ≥ 1} .
r ( r)
así:
rM (1 − r) ≥ 1 > M 1 − .
2 2
Por tanto, existe z0 ∈ C tal que
|z0 | ≤ 1 − r y f ′ (z0 ) = M (1 − r);
g(z) := f (z + z0 ) − f (z0 ), ∀z ∈ U := {z ∈ C : z0 + z ∈ Ω} .
′ ′ ( )
g (z) = f (z0 + z) ≤ M 1 − r < 2/r,
2
y, por tanto,
∫
2 ( r)
|g(z)| = g ′ (w) dw ≤ |z| ≤ 1, ∀z ∈ D 0, .
[0,z] r 2
238
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
g(z)
∃h ∈ H (D(0, r)) : h(z) = 1 − , ∀z ∈ D(0, r).
a
Podemos suponer que h(0) = 1 (¾por qué?).
Derivando esta
′ ′
función h: 2h(0)h (0) = −g (0)/a, de donde
′
h (0) ≥ 1/ (2 |a| r) ,
y, en consecuencia,
2 ( r)
h (z) ≤ 1 + |g(z)| < 1 + 1 , ∀z ∈ D 0, .
|a| |a| 2
Ahora aplicamos la desigualdad de Parseval para obtener que:
2 ′ 2 ( r )2 1
h (0) + h (0) ≤1+ .
2 |a|
Pero,
2 ′ 2 ( r )2 1 r2
h (0) + h (0) ≥1+ ;
2 4 |a|2 r2 4
de donde se sigue que
1 r2 1
2 2 4 ≤ |a| ;
4 |a| r
( 1) ( 1)
16 ≤ |a| . Por tanto, a ∈ ( 16 1 ⊂
1
o sea, / D 0, 16 ; y así D 0,
) g(D(0, r)).
Tomemos ahora w0 := f (z0 ) y veamos que D w0 ,
( ) 16 ⊂ f (D): conside-
remos w ∈ D w0 ,
1
16 ; así
( )
1 1
|w − w0 | < ⇒ w − w0 ∈ D 0, ⊂ g(D(0, r))
16 16
⇒ ∃z ∈ D(0, r) : g(z) = w − w0 .
239
5.3. Teorema de Bloch-Landau. Teorema (pequeño) de Picard
En consecuencia:
g(z) = f (z + z0 ) − f (z) = f (z + z0 ) − w0 ,
de donde w = f (z + z0 ); pero
◦
Ω = Ω ⊂ C, a ∈ Ω, f ∈ H (Ω) : D(a, r) ⊂ Ω ∧ f ′ (a) = λ ̸= 0.
1
g(z) := f (a + rz) , ∀z ∈ C.
rλ
El teorema 5.16 (de Bloch-Landau) nos dice que ha de existir w0 ∈ C tal que
( )
1 1
D w0 , ⊂ g (D) = f (a, r) ;
16 rλ
y, por tanto, ( )
|λ| r
D λrw0 , ⊂ f (D (a, r)) ⊂ f (Ω) .
16
Finalmente, llamando ρ (A) := sup {R > 0 : ∃a ∈ A; D(a, R) ⊂ Ω} para A ⊂
C, tendremos
1 ′
ρ (f (Ω)) ≥ f (a) r;
16
de donde
1 ′
ρ (f (Ω)) ≥ f (a) dist (a, C\Ω) .
16
Corolario 5.11 Sea f ∈ H (C) no constante. Entonces
Demostración. Como existe a∈C tal que |f ′ (a)| > 0, para r>0 se tiene
que
1 ′
ρ (f (C)) ≥ f (a) r,
16
de donde se sigue lo que queremos.
240
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
1
La constante
16 que aparece en el teorema 5.16 de Bloch-Landau es,
inicialmente, puramente técnica; está asociada al método de demostración
usado. Queda por saber si hay un aconstante óptima para este resultado; es
decir, encontrar una constante B tal que
Pero tampoco 1∈
/ g(C), luego
y, por tanto,
1
e−h(z) = = φ(z) + ψ (z) , ∀z ∈ C. (5.6)
φ(z) − ψ (z)
241
5.3. Teorema de Bloch-Landau. Teorema (pequeño) de Picard
De (5.5) y (5.6):
1 ( h(z) )
φ (z) = e + e−h(z) , ∀z ∈ C,
2
lo cual, por (5.2), nos dice que
1 1 ( 2h(z) )
g(z) = + e + e−2h(z) , ∀z ∈ C;
2 4
que, a su vez, sustituido en (5.2), nos da
{ π( )}
f (z) = − exp i e2h(z) + e−2h(z) , ∀z ∈ C.
2
Denamos, para cada (n, m) ∈ N × N, las parejas de números complejos
(αn , βm ) dadas por:
(√ √ ) π
αn := ln n+ n−1 , βm := m .
2
Comprobemos que
Si fuese lo contrario:
∃z ∈ C : h(z) = ±αn ± βm
(√ √ )±2 (√ √ )∓2
⇒ e2h(z) + e−2h(z) = (−1)m n + n − 1 + (−1)m n+ n−1
[(√ √ )2 (√ √ )2 ]
= (−1)m n+ n−1 + n− n−1 = (−1)n (4n − 2)
[ π ] m
⇒ f (z) = − exp i (−1)m (4n − 2) = −eiπ(2n−1)(−1) = 1,
2
½lo cual no puede ser! y, por tanto, (5.7) es cierta. Veamos cómo el conjunto
A := {±αn ± βm : (n, m) ∈ N × N}
242
CAPÍTULO 5. PROPIEDADES FUNCIONES HOLOMORFAS
Así,
√
dist (z, A) ≤ |z − (αn + iβm )| ≤ (Re z − αn )2 + (Im z − βm )2
√ ( π )2
≤ ρ2 + < R, ∀z ∈ C.
2
Pero, por la forma del conjunto A (simétrico respecto de los ejes real e
imaginario), la discusión anterior es válida, también, cuando Re z ≤ 0 o bien
Im z ≤ 0. Por tanto, (5.8) es cierto y hemos probado que cualquier disco de
radio R > 0 contiene elementos de A.
Aplicando ahora el corolario 5.11 a la función entera h, que sabemos no
toma ningún valor de A en su imagen, tendremos asegurada su constancia.
Consecuentemente f, y por ende F, es constante.
f (f (z)) − z
F (z) := , ∀z ∈ C.
f (z) − z
[ ]
f ′ (z) f ′ (f (z)) − λ = 1 − λ, ∀z ∈ C;
243
5.3. Teorema de Bloch-Landau. Teorema (pequeño) de Picard
244
Capítulo 6
237
245
CAPÍTULO 6. TEOREMA DE CAUCHY GLOBAL
Φ : [a, b] −→ C
{
φ1 (γ (t)) , a ≤ t ≤ t1
Φ(t) := ∑
φk (γ (t)) − i2π k−1
j=1 mj , tk−1 < t ≤ tk , 2 ≤ k ≤ n − 1.
Entonces
Φ2 (b) − Φ2 (a) = Φ1 (b) − Φ1 (a) .
Φ2 − Φ1
: [a, b] −→ Z
i2π
obliga a la misma a ser constante.
246
6.1. Índice de una curva cerrada respecto de un punto
ψ (t) := l (γ (t)) , ∀t ∈ I,
tendremos que
247
CAPÍTULO 6. TEOREMA DE CAUCHY GLOBAL
( )′ γ ′ (t)
Φ|[tk−1 ,tk ] (t) = , ∀t ∈ ]tk−1 , tk [ , ∀k ∈ {1, . . . , n} .
γ (t) − z0
Concretamente,
∫ n ∫ n ∫
1 dz 1 ∑ dz 1 ∑ tk γ ′ (t)
= = dt
i2π γ z − z0 i2π z − z0 i2π γ (t) − z0
k=1 γk k=1 tk−1
n ∫
1 ∑ tk ( )′ 1 ∑
n
= Φ|[tk−1 ,tk ] (t) dt = [Φ (tk ) − Φ (tk−1 )]
i2π tk−1 i2π
k=1 k=1
1
= [Φ (b) − Φ (a)] = Indγ (z0 ) .
i2π
Corolario 6.1 Sea Ω un abierto del plano tal que toda función holomorfa
en él admite primitiva. Entonces, para todo γ camino cerrado con soporte en
Ω se tiene que
Indγ (z0 ) = 0, ∀z0 ∈
/ Ω.
248
6.1. Índice de una curva cerrada respecto de un punto
( )
z0 − z
γ (t) − z = γ (t) − z0 + z0 − z = (γ (t) − z0 ) 1 + ;
γ (t) − z0
de donde
z0 − z |z0 − z| ρ ρ
γ (t) − z0 = |γ (t) − z0 | < |γ (t) − z0 | ≤ ρ = 1,
luego
z0 − z
t ∈ [a, b] ⇒ 1 + ∈ D(1, 1).
γ (t) − z0
Pues bien, dado Φ0 un logaritmo continuo para la curva γ − z0 , podemos
denir
Φ : [a, b] −→ C;
( )
z0 − z
Φ (t) := Φ0 (t) + log 1 + , ∀t ∈ [a, b] ,
γ (t) − z0
1 1
Indγ (z) = [Φ (b) − Φ (a)] = [Φ0 (b) − Φ0 (a)] = Indγ (z0 ) .
i2π i2π
Segunda etapa: extenderemos el razonamiento a toda la componente
conexa de C\γ ∗ . Los detalles se dejarán al lector después de la siguiente
sugerencia como inicio de la prueba:
Sea z arbitrario en la misma componente conexa de z0 . Elijamos una
conveniente poligonal en ella uniendo los dos puntos: [z0 , z] = [z0 , z1 ] ∪ . . . ∪
[zn−1 , z], de tal forma que zk−1 , zk+1 ∈ D(zk , ρ), para k = 1, 2, . . . , n − 1.
Indγ (z) = 0.
249
CAPÍTULO 6. TEOREMA DE CAUCHY GLOBAL
γ (t)
1− ∈ D(1, 1).
z
Podemos ahora denir
( )
γ (t)
Φ (t) := log (−z) + log 1 − , ∀t ∈ [a, b] ,
z
En consecuencia,
1
Indγ (z) = [Φ (b) − Φ (a)] = 0.
i2π
γ2 (t) − z
γ (t) := , ∀t ∈ [a, b]
γ1 (t) − z
250
6.1. Índice de una curva cerrada respecto de un punto
esté bien denida. Y la misma hipótesis, para cada t ∈ [a, b], conlleva que
γ2 (t) − z γ2 (t) − γ1 (t)
|γ (t) − 1| =
− 1 = < 1, ∀t ∈ [a, b];
γ1 (t) − z z − γ1 (t)
y ya basta probar que Indρ (0) = 0, lo cual es evidente sin más que probar
∗
(½ejercicio!) que ρ ⊂ D(1, 1) y completar los detalles.
251
CAPÍTULO 6. TEOREMA DE CAUCHY GLOBAL
252
6.2. Forma general del teorema de Cauchy. Fórmula general de Cauchy 245
253
CAPÍTULO 6. TEOREMA DE CAUCHY GLOBAL
IndΓ (z) = 0.
es continua en A.
}
(u, b) , (v, c) ∈ Γ∗ × K
⇒ |F (u, b) − F (v, c)| < ε.
|u − v| < δ, |b − c| < δ
Pero para tal ε, también existe un natural m tal que dist(a, an ) < δ si n ≥ m.
Así, n ≥ m ⇒ |F (w, an ) − F (w, a)| < ε, ∀w ∈ Γ∗ .
Pero, observemos que las funciones
{
∗ φ (w) := F (w, a) , ∀w ∈ Γ∗
φ, φn : Γ −→ C;
φn (w) := F (w, an ) , ∀w ∈ Γ∗ , ∀n ∈ N
254
6.2. Forma general del teorema de Cauchy. Fórmula general de Cauchy 247
verican
φn → φ uniformemente sobre Γ∗ ,
luego
∫ ∫
f (an ) = φn → φ = f (a).
Γ Γ
∫ b (∫ d )
F (γ (t) , σ (s)) σ (s) ds γ ′ (t) dt
′
a c
∫ b (∫ d )
′ ′
= F (γ (t) , σ (s)) γ (t) σ (s) ds dt
∫a c
de donde se sigue
∫ (∫ ) ∫ (∫ )
F (w, z) dz dw = F (w, z) dw dz.
γ σ σ γ
255
CAPÍTULO 6. TEOREMA DE CAUCHY GLOBAL
es holomorfa en Ω.
256
6.2. Forma general del teorema de Cauchy. Fórmula general de Cauchy 249
∫ ∫ ∫
f (w) f (z) 1
dw = dw = f (z) dw = f (z) i2π IndΓ (z) .
Γ w−z Γ w−z Γ w−z
∫
g : Ω −→ C; g (z) := F (w, z) dw, ∀z ∈ Ω
Γ
es holomorfa en Ω.
Consideremos el conjunto
257
CAPÍTULO 6. TEOREMA DE CAUCHY GLOBAL
lı́m |h(z)| = 0,
z→∞
258
6.2. Forma general del teorema de Cauchy. Fórmula general de Cauchy 251
i. Ω es homológicamente conexo.
∫
ii. ∀f ∈ H (Ω) , ∀Γ ciclo en Ω⇒ Γf = 0.
259
CAPÍTULO 6. TEOREMA DE CAUCHY GLOBAL
eg(z) = z − a, ∀z ∈ Ω.
Así,
1
g ′ (z) = , ∀z ∈ Ω,
z−a
de donde (por la respuesta c. enunciada arriba) se sigue que
∫
1
dz = 0,
Γ z−a
o lo que es lo mismo: IndΓ (a) = 0.
Como el punto a del abiertoΩ era (aunque jo) arbitrario, se concluye
la prueba.
Terminamos con un corolario que, a su vez, nos deja una condición su-
ciente para armar la veracidad de las cinco armaciones anteriores:
260
6.3. Abiertos simplemente conexos
∃f ∈ H(Ω) : ef (z) = z, ∀z ∈ Ω.
261
CAPÍTULO 6. TEOREMA DE CAUCHY GLOBAL
Escribamos:
s −→ Indγs (z)
262
6.3. Abiertos simplemente conexos
Corolario 6.5 Para cada dominio Ω del plano complejo C consideremos las
siguientes armaciones:
263
Capítulo 7
Argumento
257
264
258 CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
1
z−z0 , tenemos una expresión holomorfa del tipo
g(ξ) = a0 + a1 ξ + a2 ξ 2 + · · · + an ξ n + · · ·
Así,
1
R := √
lı́m sup n
|an |
1
nos dice, al hacer r := R , que:
R = 0 ⇒ g conv. en 0 r = +∞ ⇒ f conv. en C
R ∈ R ⇒ g conv. en D(0, R)
+ ⇒ r ∈ R+ ⇒ f conv. en C\D(z0 , 1r )
resp.
R = +∞ ⇒ g conv. en C r = 0 ⇒ f conv. en z = z0
de donde se sigue el hecho de que para
∑
+∞ −1
∑ ∑
+∞
f (z) = an (z − z0 )n = an (z − z0 )n + an (z − z0 )n
n=−∞ n=−∞ n=0
∑
+∞ ∑
+∞
= an (z − z0 )n + a−n (z − z0 )−n ,
n=0 n=1
] [
se tiene validez del desarrollo para z∈ 1
R−
, R+ (se hace imprescindible que
1
R−
< R+ ) donde
1 1
R− := √ , R+ := √ ;
lı́m sup n |a−n | lı́m sup n
|an |
∑
es decir, R+ es el radio de convergencia de la serie
∑
n
n≥0 an w , mientras que
R− es el correspondiente a
n −
n≥0 a−n w (por ello es por lo que luego R se
invierte al hacer w→ 1
w ).
265
7.1. Desarrollo en serie de Laurent. Teorema de Casorati-Weierstrass 259
∑ ( 1 )
Teorema 7.1 Sea
n
n∈Z an (z−a) una serie de Laurent y sea A a; R− , R
+
∑
+∞ ( )
n 1
f (z) := an (z − a) , ∀z ∈ A a; − , R+
n=−∞
R
∑
+∞
f (z) := cn (z − a)n , ∀z ∈ A (a; r, R) .
n=−∞
f (z)
z −→
(z − a)n+1
266
260 CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
de donde
∫ ∫
f (z) f (z)
dz = dz, ∀n ∈ Z, ∀r1 , r2 ∈ ]r, R[ ;
C(a,r2 ) (z − a)n+1 C(a,r1 ) (z − a)n+1
y, por tanto, queda perfectamente denida la expresión
∫
1 f (z)
cn = dz, ∀n ∈ Z,
i2π C(a,ρ) (z − a)n+1
siendoρ ∈ ]r, R[ arbitrario.
z ∈ A (a; r, R) tal que 0 ≤ r < r1 < |z − a| < r2 < R ≤ +∞.
Sea ahora
Nuevamente consideramos Γ := C (a, r2 ) + (−C (a, r1 )) (que es A (a; r, R)-
nulhomólogo y) que verica IndΓ (z) = 1.
Otra vez es la fórmula de Cauchy la encargada de darnos información:
∫
1 f (w)
f (z) = f (z)IndΓ (z) = dw
i2π Γ w − z
∫ ∫
1 f (w) 1 f (w)
= dw − dw.
i2π C(a,r2 ) w − z i2π C(a,r1 ) w − z
f (w) ∑ +∞
f (w)
= (z − a)n (7.1)
w−z (w − a) n+1
n=0
1 1 − z−a
1 ∑
+∞
(w − a)n
= = = −
w−z (w − a) − (z − a) 1 − w−a
z−a (z − a)n+1
n=0
f (w) ∑ +∞
f (w)
=− (w − a)n (7.2)
w−z (z − a)n+1
n=0
267
7.1. Desarrollo en serie de Laurent. Teorema de Casorati-Weierstrass 261
∫ ( ∫ )
1 f (w) ∑
+∞
1 f (w)
dw = dw (z − a)n
i2π C(a,r2 ) w−z i2π C(a,r2 ) (w − a)n+1
n=0
∑
+∞
= cn (z − a)n
n=0
y
∫ ( ∫ )
−1 f (w) ∑
+∞
1 n 1
dw = f (w) (w − a) dw
i2π C(a,r1 ) w−z i2π C(a,r1 ) (z − a)n+1
n=0
∑
+∞
= c−n (z − a)−n .
n=1
Es decir:
∑
+∞
f (z) = cn (z − a)n , z : 0 ≤ r < r1 < |z − a| < r2 < R ≤ +∞.
n=−∞
y R− es el correspondiente a la serie
∑
c−n wn ,
n≥1
∑
+∞
f (z) = cn (z − a)n , ∀z ∈ A (a; r, R) .
n=−∞
268
262CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
∑
Unicidad: Sea n∈Z dn (z − a)n otra serie de Laurent cuyo anillo de con-
′ ′
vergencia A (a; r , R ) contenga al anillo A (a; r, R) y verique:
∑
+∞
f (z) = dn (z − a)n , ∀z ∈ A (a; r, R) .
n=−∞
origen).
Aquí, el desarrollo en serie de Laurent (que, sin embargo, tendrá la forma
de serie de Taylor) nos va a echar una mano; la razón: no exige holomorfía
en el origen.
El razonamiento será el siguiente: usando Taylor (y tal cosa no puede ser
otra que su desarrollo en serie de Laurent, por unicidad) para w −→ sen (w),
se tiene:
( 1 )2n+1
1 ∑
+∞
n
∑
+∞
z k−(2n+1)
k
z sen = z k
(−1) z
= (−1)n .
z (2n + 1)! (2n + 1)!
n=0 n=0
269
7.1. Desarrollo en serie de Laurent. Teorema de Casorati-Weierstrass 263
∫ ∑
+∞ ∫
k 1 (−1)n
z sen dz = z k−(2n+1) dz
γ z (2n + 1)! γ
n=0
{
(−1)n
(2n+1)! i2π, k ∈ 2 (N ∪ {0})
=
0, k ∈ Z\2 (N ∪ {0}).
1
z −→
zn
es singular en el origen.
ii. La función
( )
1
z −→ exp
z
es singular en el origen.
270
264 CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
◦
f ∈ H (Ω\{a}) : a ∈ Ω = Ω ⊂ C,
sabemos que
∃R > 0 : f ∈ H (A (a; 0, R)) .
Sea
∑
+∞
f (z) := cn (z − a)n , ∀z ∈ A (a; 0, R) ,
n=−∞
∑
+∞
f (z) = cn (z − a)n , ∀z ∈ A (a; 0, R)
n=−∞
( ) ∑
donde el anillo de converegencia A a; R1− , R+ de la serie n∈Z cn (z − a)n
1
contiene a A (a; 0, R). De este hecho se deduce, obligadamente, que
R−
=
0⇔ R− = +∞ y R ≤ R+ .
Por
−
ser R = +∞, podemos denir
∑
+∞
h(w) := c−n wn , ∀w ∈ C,
n=1
271
7.1. Desarrollo en serie de Laurent. Teorema de Casorati-Weierstrass 265
∑
+∞ ( )
n 1
g0 (z) = cn (z − a) − h
n=−∞
z−a
∑
+∞ ∑
+∞ ( )
n −n 1
= cn (z − a) + c−n (z − a) −h
z−a
n=0 n=1
∑
+∞
= cn (z − a)n ,
n=0
luego,
lı́m g0 (z) = g0 (a) = c0 .
z→a
Es decir, existe g ∈ H (Ω) tal que g y g0 coinciden en Ω\{a}. En resumen:
1
f (z) = g(z) + h( ), ∀z ∈ Ω\{a}
z−a
con g ∈ H (Ω) y h ∈ H (C) con h(0) = 0.
Probemos, nalmente, la unicidad de la pareja (g, h). Sea (g1 , h1 ) otra
pareja en análogas condiciones. Por tanto, admitirán la representación:
∑
+∞
g1 (z) = αn (z − a)n , ∀z ∈ D (a, R)
n=0
∑
+∞
h1 (w) = βn wn , ∀w ∈ C.
n=1
Para z ∈ A (a; 0, R) :
∑
+∞ ∑
+∞
f (z) = αn (z − a) + n
βn (z − a)−n
n=0 n=1
∑
+∞ {
n dn := αn , n≥0
= dn (z − a) :
dn := β−n , n ≤ −1,
n=−∞
dn = cn , ∀n ∈ Z,
de donde, si n ∈ N, se sigue que βn = d−n = c−n , y así h1 = h.
Pero también: g1 = f − h1 = f − h = g , de donde se sigue la unicidad.
272
266CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
◦
Denición 7.5 f ∈ H (Ω\{a}) , donde a ∈ Ω = Ω ⊂ C, a las
Dada una
componentes de la única pareja (g, h) , dada por el corolario 7.1, convenimos
en llamarlas, respectivamente, partes regular y singular de f en a.
◦
Corolario 7.2 Sea dada una f ∈ H (Ω\{a}) , donde a ∈ Ω = Ω ⊂ C. Sea
{cn : n ∈ Z} la colección de todos los coecientes de la serie de Laurent que
la representa en un entorno perforado de a. Sea k ∈ N. Son equivalentes:
∑
+∞
f (z) = cn (z − a)n , ∀z ∈ Ω\{a}
n=−k
∑
+∞
⇒ (z − a)k f (z) = cn (z − a)n+k → c−k ̸= 0.
z→a
n=−k
273
7.1. Desarrollo en serie de Laurent. Teorema de Casorati-Weierstrass 267
existe
φ (a) = lı́m (z − a)k f (z) ∈ C\{0},
z→a
el teorema 4.13 (de Riemann de singularidades evitables) nos garantiza que
φ ∈ H (Ω). El resto, evidente.
iv. ⇒ ii. Ha de existir R > 0 tal que D(a, R) ⊂ Ω y f ∈ H (A (a; 0, R)) .
Escribiendo
∑
+∞
φ(z) := αn (z − a)n , ∀z ∈ Ω,
n=0
si z ∈ A (a; 0, R),entonces
∑
+∞
f (z) = αn (z − a)n−k
n=0
∑
+∞ {
n cn := αn+k , n ≥ −k
= cn (z − a) :
cn := 0, n < −k ,
n=−∞
φ (z) ∑
+∞
k
= dn+k (z − a)n → ∞.
(z − a) n=−k
274
268 CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
Como
∃φ (a) = 0 = lı́m φ (z) ,
z→a
por el teorema 4.13 (de Riemann de singularidades evitables), podemos ar-
mar que φ ∈ H (D(a, ρ)).
Sea k ∈ N el orden del cero de φ en a. Ha de existir φ0 ∈ H (D(a, ρ)) tal
que
φ0 (a) ̸= 0 y φ (z) = (z − a)k φ0 (z) , ∀z ∈ D(a, ρ).
Por argumentos del carácter local de la continuidad:
1
lı́m (z − a)k f (z) = lı́m (z − a)k
z→a z→a φ (z)
1 1
= lı́m = ∈ C\{0},
z→a φ0 (z) φ0 (a)
y iii. ⇒ i. en el corolario 7.2 cierra la demostración.
◦
Teorema 7.3 (de Casorati-Weierstrass) Sean a ∈ Ω = Ω ⊂ C y f ∈
H (Ω\{a}) . Son equivalentes:
1
∃g ∈ H (D(a, R)) : g(z) = , ∀z ∈ D(a, R)\{a}.
f (z) − w0
275
7.1. Desarrollo en serie de Laurent. Teorema de Casorati-Weierstrass 269
1
f (z) = + w0 , ∀z ∈ D(a, R)\{a},
g(z)
tenemos que:
g(a) ̸= 0 ⇒ ∃ lı́m f (z) = 1 + w0 ⇒ f regular en a
z→a g(a)
g(a) = 0 ⇒ ∃ lı́m f (z) = ∞ ⇒ f tiene polo en a,
z→a
◦
Teorema 7.4 (grande de Picard) Ω = Ω ⊂ C, a ∈ Ω y sea f ∈
Sea
H (Ω\{a}) . Si f tiene una singularidad esencial en a, entonces existe α ∈ C
tal que C\{α} ⊂ f (U ) para cualquier U entorno perforado de a.
276
270CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
ii. cp = 0, ∀p ∈ N;
i. ∞ es un polo para f;
277
7.1. Desarrollo en serie de Laurent. Teorema de Casorati-Weierstrass 271
∃a ∈ C\{0}, b ∈ C : f (z) = az + b, ∀z ∈ C.
f (z) = az + b, ∀z ∈ C (a ̸= 0).
Veamos que, en efecto, ∞ no es singularidad esencial de f. Si sí lo fuese,
tendríamos densidad del conjunto {f (z) : |z| > 1} en C. Pero el conjunto
{f (z) : |z| < 1} es abierto en C y de intersección vacía con el anterior (¾por
qué hipótesis?): absurdo.
1. Sean a, b ∈ C tales que 0 < |a| < |b|. Obténgase el desarrollo en serie
de Laurent para la función
1
f (z) := , ∀z ∈ C\{a, b},
(z − a)(z − b)
en cada uno de los siguientes anillos:
z n , ∀z ∈ C\{0}, n ∈ N;
1−cos z
a. f (z) :=
b. f (z) := z sen z1 , ∀z ∈ C\{0}, n ∈ N;
n
c. f (z) := log(1+z)
z2
, ∀z ∈ C\{0, 1};
d. f (z) := z(1−ei2πz ) , ∀z ∈ C;
1
278
CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
272
cos z
a. f (z) := z2
, a := 0;
ez −1
b. f (z) := z2
, a := 0;
z+1
c. f (z) := z−1 , a := 0;
z+1
d. f (z) := z−1 , a := 1.
1
f (z) := , ∀z ∈ C\{−1, 1},
(z 2 − 1)2
en los anillos
a. A(1; 0, 2) b. A(1; 2, +∞)
1+z
f (z) :=
z
en el anillo A(0; 0, +∞) = C\{0}.
279
7.1. Desarrollo en serie de Laurent. Teorema de Casorati-Weierstrass 273
12. Sea el punto a una singularidad de una función f . Prueba que la función
Re(f ) no puede estar acotada en un entorno reducido de a.
(1)
a. f (z) := exp(z) + exp z2
, |z| > 0;
b. f (z) := 1
0 < |z| < R;
z(z+R) ,
0 < |z| < 1
1
c. f (z) := (z−2)(z−1) , para 1 < |z| < 2
2 < |z|;
0 < |z| < 1
d. f (z) := z1 + (z−1)
1
+ 1
, para 1 < |z| < 2
2 z+2
2 < |z|.
1
f (z) := , ∀z ∈ C\{0, 1},
z(z − 1)
en los anillos
z
f (z) :=
z2 +1
en el anillo A(i; 0, 2).
280
274CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
(z 2 −1)(z−2)
a. f (z) := sen3 (πz)
;
z
b. f (z) := sen z ;
c. f (z) := exp z 21−1 ;
d. f (z) := z cos z1 .
z
a. para f (z) := z 2 +4
en A(i2; 0, 4);
1
b. para f (z) := z en A(i; 1, +∞);
1
c. para f (z) := (z 2 −1)2
en A(1; 0, 2) y en A(1; 2, +∞).
log(1+z)
a. f (z) := z2
, ∀z ∈ C\{0};
z[1−exp(i2πz)] , ∀z ∈ C\Z.
1
b. f (z) :=
∫ ∫ ( ∑ +∞
)
∑
+∞ ∫
n
f= cn (z − a) dz = cn (z − a)n dz = c−1 i2π.
γ γ n=−∞ n=−∞ γ
281
7.2. Teorema de los residuos
{ }
Hs (Ω) := ∪ H (Ω\A) ; A ⊂ Ω, A′ ∩ Ω = ∅ .
∫
1
Res (f, a) = f, ∀ρ ∈ ]0, r[ . (7.4)
i2π C(a,ρ)
282
276 CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
i. Res(f, a) = k.
k
ii. La función z −→ f (z)− admite primitiva en un entorno perforado
z−a
de a.
k ∑
+∞
f (z) − = an (z − a)n ,
z − a n=−∞
∑
+∞
an
F (z) := (z − a)n+1 .
n+1
−1̸=n=−∞
ii. ⇒ i. Por admitir primitiva en, pongamos, D(a, r)\{a}, para cada ρ ∈
]0, r[, su integral sobre cada camino cerrado en D(a, r)\{a} -en particular,
para C(0, ρ)-, es nula. Pero también
∫ ( )
k
f (z) − dz = i2π (Res (f, a) − k) ,
C(a,ρ) z−a
de donde Res(f, a) = k.
283
7.2. Teorema de los residuos
Demostración. a. El conjunto
284
278 CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
z∈
/Ω⇒ IndΣ (z) = 0.
2.2. / D(ak , ρk ) ⇒
z ̸= ah , ∀h ∈ {1, . . . , n} ⇒ IndΓ (z) = 0 y z ∈
Indγk (z) = 0; 1 ≤ k ≤ n. Por tanto, también en este caso, es
IndΣ (a) = 0.
En este resultado rivalizan interés y... engorro: ½hay que calcular tantas
series de Laurent para f como singularidades aisladas tenga en Ω para cal-
cular la correspondiente integral! (¾Acaso a ti te consuela el hecho de que
A esté en biyección con una parte nita de N!) Por tanto, se hacen impres-
cindibles algunos procedimientos satisfactorios para el cálculo de residuos de
manera expeditiva.
◦
Proposición 7.5 Sean Ω = Ω ⊂ C, a ∈ Ω y f ∈ H (Ω\{a}). Supongamos
que f tiene un polo de orden k en a. Entonces
1 dk−1 [ ]
Res (f, a) = lı́m k−1 (z − a)k f (z) .
(k − 1)! z→a dz
∑
+∞
f (z) = an (z − a)n , ∀z ∈ D(a, R)\{a}.
n=−k
285
7.2. Teorema de los residuos
g k−1) (a) 1
Res (f, a) = a−1 = = lı́m g k−1) (z)
(k − 1)! (k − 1)! z→a
1 dk−1 [ ]
= lı́m k−1 (z − a)k f (z) .
(k − 1)! z→a dz
286
280CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
Observación 7.1 Aún puede ocurrir que este mismo método sea engorroso
para determinados casos; por ejemplo: si buscamos el residuo en el origen de
f 1
la función z −→ , tendremos un polo triple. Así, calcular
2
z sen (z)
d2 [ 3 ]
2
z f (z)
dz
es muy complicado (puedes intentarlo y, así, lo conrmas). En este caso,
puede merecer la pena un recurso alternativo ad hoc:
( ) ( )
1 1 z3 ( 5 ) −1 1 z2 ( 4 ) −1
= 2 z− +O z = 3 1− +O z
z 2 sen (z) z 6 z 6
( )
1 z2 ( 4) 1
= 3 1+ +O z ⇒ Res (f, a) = .
z 6 6
◦
Corolario 7.6 Sean Ω = Ω ⊂ C, a ∈ Ω y f ∈ H (Ω\{a}). Supongamos que
∃ lı́m (z − a) f (z) ∈ C.
z→a
Entonces
Res (f, a) = lı́m (z − a) f (z).
z→a
Demostración. Si tal límite, que existe, vale 0, tendremos que f tiene una
regularidad en el punto a. (Y hemos concluido: Res(f, a) = 0.) Si, por el
contrario, es no nulo, aplicamos la proposición 7.5, pues f tiene, en este
caso, un polo simple en a.
senh (π)
z = i ⇒ Res (f, i) = .
2
287
7.2. Teorema de los residuos
En consecuencia:
∫
sen (πz)
dz = i2π { Res (f, −i) + Res (f, i)} = i2π senh (π) .
γ z2 + 1
Observación 7.2 Esta técnica todavía puede resultar engorrosa, aun para
casos sencillos de polos simples como pone de maniesto el ejemplo de la
función
1
z −→
z4 + 1
si la queremos integrar sobre el camino cerrado γ [−R, R] y la
formado por
parte parte superior de la circunferencia de centro 0 y radio R > 1, recorrido
iπ
en el sentido positivo (contrario a las agujas del reloj). (Aquí z1 = e 4 y z2 =
3π
ei 4 son los dos polos simples a considerar). La calcularemos posteriormente.
g(zj ) 1
Res (f, zj ) = = 3.
h′ (zj ) 4zj
288
282CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
De este modo:
( )
1 1 1 3 3 1+i
Res (f, z1 ) = = e−i3π/4 = cos π − sin π =− √ ,
4ei3π/4 4 4 4 4 4 2
y, análogamente,
1−i
Res (f, z2 ) = √ ;
4 2
de donde el teorema 7.5 (de los residuos) concluye que:
∫
1 π
dz = i2π {Res (f, z1 ) + Res (f, z2 )} = √ .
γ z4 + 1 2
1 1
Res (f, −1) = lı́m (z + 1) f (z) = lı́m =−
z→−1 (z − 1) z 2 2
z→−1
1 1
Res (f, 1) = lı́m (z − 1) f (z) = lı́m = ,
z→1 z→−1 (z + 1) z 2 2
y como en el origen se trata de un polo de orden 2:
d [ 2 ] d [( 2 )−1 ]
Res (f, 0) = lı́m z f (z) = lı́m z −1
z→0 dz z→0 dz
2z
= lı́m = 0.
z→0 (1 − z 2 )2
En conclusión: ∫
dz
= 0.
|z|=2 (z 2 − 1) z 2
289
7.2. Teorema de los residuos
( )
1 1 1
Res ,0 = ′
= = 1,
sen (z) sen (0) cos (0)
e {
1, k=0
IndT (kπ) =
0, k ̸= 0.
En resumen:
∫
dz
= i2π Res (cosec, 0) IndT (0) = i2π.
T sen (z)
(g ) g k) (a)
Res , a = (k + 1) k+1) .
h h (a)
290
284CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
hk) (a)
···
k! 0 0 0 g(a)
hk+1) (a) hk) (a)
0 ··· 0 g ′ (a)
[ ]k (k+1)! k!
k!
× hk+2) (a) hk+1) (a) hk) (a)
··· g ′′ (a)
hk) (a) 0
(k+2)! (k+1)! k! 2!
.
.
.
.
.
.
.
. .. .
.
. . . . . .
h2k−1) (a) h2k−2) (a) h2k−3) (a)
··· hk+1) (a) g k−1) (a)
(2k−1)! (2k−2)! (2k−3)! (k+1)! (k−1)!
291
7.2. Teorema de los residuos
Ejemplo 7.8 El teorema 7.5 (de los residuos) nos dijo que
∫
dz π
=√ ,
γ z4 + 1 2
γ1 (t) := t, −r ≤ t ≤ r
it
γ2 (t) := re , 0<t<π
iY
-R 1 R X
Así,
∫ r ∫ π
π dt ireit
√ = + dt.
2 −r t4 + 1 0 r4 ei4t +1
Por tanto, y como
∫
π
ireit
dt ≤ πr → 0, r → +∞,
r4 ei4t + 1 r4 − 1
0
∫ x ∫ +∞
dt dt π
lı́m 4
= (vp) =√ .
0<x→+∞ −x t +1 −∞ t4 +1 2
Pero, a su vez, y como
1 1
≃ 4, t → +∞,
t4 + 1 t
292
286 CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
∫ 0 ∫ +∞
dt dt
las integrales e convergen (es decir, existe
−∞ t4 + 1 0 t4 + 1
∫ b
lı́m f
a→−∞ a
b→+∞
tomando límites por separado en ambos extremos). Por tanto, podemos con-
∫ +∞
dt
cluir que el valor principal de Cauchy para es, realmente, el
−∞ t4 +1
valor de la propia integral:
∫ +∞
dt π
=√ .
−∞ t4 +1 2
∫ +∞
dt π
(Resulta que el valor 0 t4 +1
= 2√ 2
se puede obtener igualmente por méto-
dos reales, pero son largos y tediosos.)
∫ +∞
dt π
2 = .
−∞ (t2 + 1) 2
donde ∫
π ireit
πr
dt ≤ → 0, r → +∞,
0 (r2 ei2t + 1)2 (r2 − 1)2
y así
∫ +∞
dt π
2 = .
−∞ (t2 + 1) 2
(Hemos dispensado el uso del valor principal de Cauchy para el cálculo de la
integral; pero, la integral es, también ahora, convergente.)
293
7.2. Teorema de los residuos
∫ +∞ ∫ + π2 ∫ + π2
dt sec2 θ
= dθ = cos2 θdθ
−∞ (t2 + 1)2 − π2 sec4 θ − π2
∫ + π2 [ ]+ π
1 + cos 2θ 1 1 2 π
= dθ = θ + sin 2θ = .
− π2 2 2 2 −π 2
2
Las dos integrales que aparecen en los ejemplos 7.8 y 7.9 son casos par-
ticulares del siguiente teorema:
Teorema 7.6 Sea f una función compleja de variable compleja denida so-
bre un abierto Ω que contiene al cierre del semiplano superior de C. Supon-
gamos que se verican:
Entonces
∫ +∞ ∑
n
f = i2π Res (f, pk ) .
−∞ k=1
Así,
∫ ( )
π
r > k ⇒ f re iθ
ire dθ < πε,
iθ
0
294
288 CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
∫ +∞ ∑
n
(vp) f = i2π Res (f, pk ) .
−∞ k=1
∫ +∞
cos x
dx
−∞ x2 + 2x + 4
cos z { √ √ }
f (z) := 2
, ∀z ∈ Ω\ −1 − i 3, −1 + i 3 ,
z + 2z + 4
donde el abierto está en las condiciones del teorema 7.6. (Vale, por ejemplo,
Ω = {z ∈ C; Im z > −1}. La clave: contener a todo el semiplano superior y
dejar fuera cuantos más polos, mejor.) Pero esta elección para la función f
no es buena:
1
cos (iy) = cosh (y) ≃ ey , y → +∞,
2
exp (iz) { √ }
f (z) := 2
, ∀z ∈ Ω\ −1 + i 3 ,
z + 2z + 4
ix
donde Ω = {z ∈ C; Im z > −1}. Aquí, usando que e = 1, |e−y | < 1 y para
|z| sucientemente grande:
z exp (iz) z exp (ix) exp(−y) |z|
|zf (z)| = 2
= ≤ → 0.
z + 2z + 4 2
z + 2z + 4 2
|z| − 2 |z| − 4
295
7.2. Teorema de los residuos
∫ ( √ )
+∞
exp (ix) π −√3 −i
dx = i2πRes f, −1 + i 3 = √ e e ,
−∞ x2 + 2x + 4 3
de donde
∫ +∞
cos x π −√3
dx = √ e cos 1;
−∞ x2 + 2x + 4 3
y, de propina,
∫ +∞
sen x −π −√3
dx = √ e sen 1.
−∞ x2 + 2x + 4 3
∫ 2π
f (cos (at) , sen (bt)) dt.
0
f ∈ H (Ω) : Ω ⊃ T.
296
290CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
∫ 2π
dθ
.
0 2 + cos θ
297
7.2. Teorema de los residuos
lı́m f (z) = 0.
z→∞
Im z>0
Demostración. Para ε > 0, jo pero arbitrario, elijamos R > 0, tal que:
a. |pj | < R, 1 ≤ j ≤ n;
c. xe−ax ≤ 1, x ≥ R.
[−u, v, v + i (u + v) , −v + i (u + v) , −u] .
El teorema 7.5 (de los residuos) nos da que (téngase presente que los
polos de g son los mismos de f ):
∫ ∑
n
g = i2π Res (g, pj ) .
γ j=1
∫ ∫ v ∫ u+v
g = f (x)e iax
dx + f (v + iy)eiav−ay dy −
γ −u 0
∫ v ∫ u+v
− f (x + i(u + v))e iax−a(u+v)
dx − f (−u + iy)eiau−ay dy.
−u 0
298
292CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
Veamos cómo son las tres últimas integrales de esta expresión. Tengamos
presentes las condiciones bajo las que han sido elegidas x, y y u + v:
∫ ∫ u+v
u+v
f (v + iy)eiav−ay dy ≤ ε e−ay dy
0 0
ε( ) ε
= 1 − e−a(u+v) ≤ ;
∫ a∫ a
v v
f (x + i(u + v))eiax−a(u+v) dx ≤ ε e−a(u+v) dx
−u −u
= ε (u + v) e−a(u+v) ≤ ε;
∫ ∫ u+v
u+v ε
f (−u + iy)eiau−ay
dy ≤ ε e dy ≤ .
−ay
a
0 0
En consecuencia:
∫ v ∑ ( )
n
2
f (x)e dx − i2π
iax
Res (g, pj ) ≤ ε +1 ,
a
−u j=1
∫ +∞ ∑
n
(vp) g(x)dx = i2π Res (g, pj ) .
−∞ j=1
∫ +∞
x sen (x)
dx, b > 0.
0 x 2 + b2
z
f (z) := ,
z2 + b2
299
7.2. Teorema de los residuos
∫ +∞
x sen (x)
dx = πe−b .
−∞ x 2 + b2
∫ +∞
x sen (x) πe−b
dx = .
0 x2 + b2 2
Observemos que, como extra, obtenemos algo que ya conocemos para las
funciones impares:
∫ +∞
x cos x
dx = 0.
−∞ x2 + b 2
∫
lı́m f = i (β − α) Res (f, a) .
r→0 γr
300
294CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
γ3 γ2
β
α γ1
a
Res (f, a) ∑
+∞
f (z) = + an (z − a)n .
z−a
n=0
Si denimos la función
Res (f, a)
g(z) := f (z) −
z−a
para todo z ∈ D(a, ρ), tendremos una función holomorfa en el disco (¾por
qué?). En particular, estará acotada, digamos por un M > 0; es decir:
} ∫
z ∈ D(a, ρ)
⇒ g ≤ M r (β − α) ,
0<r<ρ γr
y, por tanto,
∫
lı́m g = 0.
r→0 γr
∫ ∫ β
Res (f, a) rieiθ
dz = Res (f, a) dθ = i Res (f, a) (β − α) ,
γr z−a α reiθ
301
7.2. Teorema de los residuos
(gura 7.3).
Todo queda análogo al lema de Jordan, salvo la integral sobre R. Nueva-
mente, el teorema de los residuos viene en nuestra ayuda:
(∫ ( )
−r ∫ ∫ +∞ ) ∑
− + g=0 =
−∞ γ2 r ∅
302
296CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
iY
-u + i ( u+v ) v + i (u+v )
-u -r 0 r v X
lo cual es obvio por ser impar la función del integrando. Pero, tan obvio como
lo anterior es que la integral impropia
∫ +∞
cos x
dx,
−∞ x
no existe, pues
cos x 1
≃ , x → 0.
x x
303
7.2. Teorema de los residuos
p(x)
f (x) := , ∀x ∈ R
q(x)
∫ +∞
f (x)dx.
−∞
se tiene que
∫ +∞ ∑ ( )
p(x) p
dx = i2π Res ,a .
−∞ q(x) q
q(a)=0
Im a>0
304
298CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
iY
−α + i ρ β+ iρ
−α 0 β X
de donde ∫ ∑
f = i2π Res (f, a)
γ a∈A
Im a>0
∫ ∫ +∞
Paso5o : Encontrar la relación entre las integrales f (z)dz e f (x)dx.
∫ γ −∞
y también
∫
Ik := f; k ∈ {1, 2, 3},
γk
de modo que
∫ ∫ β ∑
3
f =: I = f (x)dx + Ik .
γ −α k=1
305
7.2. Teorema de los residuos
p M
|z| > R ⇒ |f (z)| = (z) ≤ 2 ,
q |z|
y
M
z ∈ γ2∗ , ρ ∈ [R, |z|] ⇒ |I2 | ≤ (α + β) ,
ρ2
pues |f (z)| ≤ M
ρ2
, en este caso.
Por otro lado, si β ≥ R:
∫ ρ ∫ ρ
|I1 | = f (β + it) idt ≤ |f (β + it)| dt
∫ ρ0 0
M M ρ πM
≤ 2 2
dt = arctan ≤ .
0 β +t β β 2β
πM
α ≥ R ⇒ |I3 | ≤ .
2α
En resumen:
∫ [ ( ) ]
β π 1 1 α+β
I −
f (x)dx ≤ + + M, ∀α, β, ρ ≥ R.
2 α β ρ2
−α
∫ ( )
β π 1 1
I − f (x)dx ≤ + M,
2 α β
−α
∫ +∞
dx
.
−∞ (1 + x2 )n
306
300 CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
V. Sumas de series
Una de las aplicaciones más espectaculares del cálculo con residuos será
su utilidad para obtener sumas de series de números reales (aunque no ex-
clusivamente reales). La clave la encontramos en el comportamiento de dos
funciones complejas de variable compleja muy concretas:
las cuales tienen, ambas, polos simples en cada z ∈ Z. De hecho, estos son
sus únicos polos, pues
sen (πz) = 0 ⇔ z ∈ Z.
En la práctica, las series que nos van a ocupar serán cocientes de poli-
nomios y, aunque se podrían enunciar resultados más generales para fun-
ciones meromorfas bajo ciertas restricciones, nos conformaremos con enun-
ciarlos y probarlos para funciones racionales R en el plano complejo C. Con-
cretamente, para R := p/q , conp y q polinomios primos entre sí, veremos
dos resultados; el primero para grad (q) − grad (p) ≥ 2, y el segundo cuando
grad (q) = 1 + grad (p).
Comenzamos con un sugestivo lema sobre acotación de las dos funciones
arriba citadas:
307
7.2. Teorema de los residuos
|sen (z)| ≥ |senh (y)| y |cos (z)| ≤ |cos (x)| + |senh (y)| ,
y, con z ∈ B, existe un natural n tal que z ∈ γn∗ . Y así, tendremos dos
posibilidades:
a. |x| = n + 1
2 y |y| ≤ n + 12 ⇒
{
y ̸= 0 ⇒ |cot (πz)| ≤ 1
y = 0 ⇒ |cot (πz)| = 0 ≤ 1
b. |y| = n + 1
2 y |x| ≤ n + 1
2 ⇒
1 + |senh (πy)| 1
|cot (πz)| ≤ =1+
|senh (πy)| |senh (πy)|
2 2
= 1 + πy −πy
= 1 + π|y|
|e − e | e − e−π|y|
2
≤ 1 + 3π =: k
e 2 −1
En cualquier caso, haciendo k1 := máx{k, 1}, tenemos lo deseado.
Teorema 7.8 Sean p y q polinomios primos entre sí, y tales que grad (q) −
grad (p) ≥ 2. Entonces:
∑
+∞
p ∑
(k) = − Res (g, a) ,
q
k=−∞ q(a)=0
q(k)̸=0
donde
p(z)
g(z) := π cot (πz) , ∀z ∈ C\ (Z ∪ A) ,
q(z)
siendo A el conjunto de los ceros de q.
308
302CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
Como para los polos de g que no son ceros de q podemos razonar así:
p(z)
Res (g, k) = lı́m (z − k) g(z) = lı́m (z − k) π cot (πz)
z→k z→k q(z)
zπ − kπ p(z)
= lı́m cos (πz)
z→k sen (πz) − sen (πz) q(z)
cos (πz) p(z) p(z)
= = ,
cos (πz) q(z) q(z)
la fórmula anterior, nos dice
∫
∑ ∑
+n
p
g = i2π
Res (g, a) + (k) ,
γn q
a∈A k=−n
q(k)̸=0
de donde
∑
+n
p ∑
lı́m (k) = − Res (g, a) .
n q
k=−n a∈A
q(k)̸=0
∑
+∞
1 π2
= .
n2 6
n=1
309
7.2. Teorema de los residuos
∑
+∞
p ∑
+∞
1 ∑
(k) = = − Res (g, a) = −Res (g, 0) ,
q k2
k=−∞ k=−∞ q(a)=0
q(k)̸=0 k̸=0
donde
π cot (πz)
g(z) := , ∀z ∈ C\Z.
z2
Como
π2
Res (g, 0) = − ,
3
entonces
∑ ( 2)
1 ∑ 1
+∞ +∞
1 1 π π2
= = − − = .
n2 2 k2 2 3 6
n=1 k=−∞
k̸=0
Teorema 7.9 Sean p y q polinomios primos entre sí, y tales que grad (q) >
grad (p). Entonces:
∑
+∞
p ∑
(−1)k (k) = − Res (g, a) ,
q
k=−∞ q(a)=0
q(k)̸=0
donde
p(z)
g(z) := π cosec (πz) , ∀z ∈ C\ (Z ∪ A) ,
q(z)
siendo A el conjunto de los ceros de q.
310
304CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
p λ p0
(z) = + (z), ∀z ∈ C\A;
q z q0
y, por tanto,
∫ ∫ ∫
πλ cosec (πz) p0 (z)
g= dz + π cosec (πz) dz =: I1 + I2 .
γn γn z γn q0 (z)
∑
+∞
(−1)n n
.
n2 + 1
n=1
Como la función
z
z −→
z2 +1
tiene polos simples en i y −i, consiste en calcular los rediduos en dichos
puntos para la función
πz cosec (πz)
z −→ g(z) := .
z2 + 1
Por tanto,
∑
+∞
(−1)n n 1
= (−1) [−Res (g, −i) − Res (g, i)]
n2 + 1 2
n=1
1 π
= [Res (g, −i) + Res (g, i)] = .
2 4
311
7.2. Teorema de los residuos
4. Considera ( )
1
f (z) := exp exp(2z), ∀z ∈ C\{0},
z
y calcula Res(f, 0).
5. Prueba que
1 2 1 z2 ( )
= 2+ + + o z3
1 − cos z z 6 120
y aplícalo para calcular Res(f, 0), donde
1
f (z) := , ∀z ∈ C\{0}.
z 3 (1 − cos z)
6. Prueba que
1 1 z 7z 3 ( )
= + + + o z4
sen z z 6 360
y aplícalo a la determinación de Res(f, 0), donde
1
f (z) := , ∀z ∈ C\{0}.
z 4 sen z
1
f (z) := , ∀z ∈ D(a, δ)\{a}
g(z)
312
CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
306
∫ +∞
√
x6 3π 2
dx = .
−∞ (x4 + a4 )2 8a
313
7.2. Teorema de los residuos
∫ π ( )
x sen x 1+a
dx = π ln .
−π 1 + a2 − 2a cos x a
{ }
2π
D(0, R) ∩ z ∈ C\{0} : 0 < arg z < ,
n
21. En los siguientes ejercicios consiste en probar las fórmulas dadas o bien
obtener las sumas correspondientes:
∑
+∞
a. 1
n4 −a4
= 1
2a4
− π
4a3
[cot (πa) + coth (πa)], (a ∈ C\Z);
n=1
∑
+∞
1
b. (3n+1)2
;
n=−∞
∑
+∞
c. 1
(n+a)2
= π 2 csc (πa), (a ∈ C\Z);
n=−∞
∑ (−1)n
+∞ 2
d. n2
= π12 ;
n=1
∑ 1
+∞ 4
e. n4
= π90 ;
n=1
∑ (−1)n
+∞ 3
f. (2n+1)3
= π32 .
n=0
314
CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
308
∑
+∞ ∑
+∞
(−1)n
a. 1
n2 +a2
= 1
2a coth (πa) − 1
2a2
, (0 < a < 1); b.
n2 +a2
;
n=1 n=1
∑
+∞
(−1)n ∑
+∞
1
c. (n+a)2
= π 2 csc (πa) cot (πa); d.
(2n+1)2
.
n=−∞ n=−∞
23. Sea Ω un abierto del plano que contenga al disco unidad cerrado, D⊂
Ω. Sea φ una función holomorfa en Ω tal que φ(0) = 0 y φ(R) ⊂ R.
Llamemos
315
7.2. Teorema de los residuos
30. Calcula ∫
1
z sen dz.
|z|=2 z
¾Podrías hacerlo con ayuda de teorema o fórmulas de tipo Cauchy?
Prueba que
∫ r ∫ 0 ∫ ∑ ( )
x y z z
4
dx− 4
dy+ 4
dz = i2π Res ,a
0x +1 r y +1 γz + 1 1 + z4
donde el sumatorio es en los polos a del primer cuadrante.
316
310CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
∫ +∞
u1/l π
k
du =
0 u +1 k sen[π(l + 1)/(lk)]
∫ 2π
2π
ecos t cos(nt − sen t) dt = .
0 n!
∫ +∞
xα
dx
0 1 + 2x cos θ + x2
donde α ∈] − 1, 1[, θ ∈] − π, π[ y αθ ̸= 0.
317
7.3. Principio del Argumento. Teoremas de Rouché y Hurwitz
a. A′ ∩ Ω = ∅
b. f ∈ H (Ω\A)
a ∈ Z (f )′ ∩ [Ω\P (f )] .
Ω\P (f ) = G1 ∪ G2 .
318
312 CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
B1 := {b ∈ P (f ) : D (b, rb ) \{b} ⊂ G1 }
B2 := {b ∈ P (f ) : D (b, rb ) \{b} ⊂ G2 }.
{
G 1 ∪ B1 = ∅ ⇒ G 1 = ∅
G2 ∪ B2 = ∅ ⇒ G2 = ∅;
∫ ∑ ∑
1 f′
g= IndΓ (a) m(a)g(a) − IndΓ (b) n(b)g(b).
i2π Γ f
a∈Z(f ) b∈P(f )
f ′ (z)
F : Ω\S −→ C; F (z) := g (z) , ∀z ∈ Ω\S
f (z)
319
7.3. Principio del Argumento. Teoremas de Rouché y Hurwitz
∫ ∫ ′
1 1 f
F = g
i2π Γ i2π Γ f
∑ ∑
= IndΓ (a) Res (F, a) + IndΓ (b) Res (F, b) . (7.5)
a∈Z(f ) b∈P(f )
Consecuentemente,
}
∃φ ∈ D(a, r)
: f (z) = (z − a)m(a) φ (z) , ∀z ∈ D(a, r).
φ (z) ̸= 0, ∀z ∈ D(a, r)\{a}
m(a) φ′
F (z) = g(z) + (z)g(z)
z−a φ
⇒ Res (F, a) = lı́m (z − a) F (a) = m(a)g(a). (7.6)
z→a
Consecuentemente,
}
∃ψ ∈ D(b, r)
: f (z) = (z − b)−n(b) ψ (z) , ∀z ∈ D(b, r).
ψ (z) ̸= 0, ∀z ∈ D(b, r)\{b}
320
314 CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
En la práctica, las condiciones en las que se hace uso del teorema 7.11
suelen ser otras:
◦
Teorema 7.12 (Principio del Argumento) Sean Ω = Ω ⊂ C y f ∈
M (Ω). Sean Z (f ) y P (f ) como fueron denidos en la denición 7.9 y en
el teorema 7.10, respectivamente. Sea Γ un ciclo en Ω. Supongamos que Γ
∗
es Ω-nulhomólogo y que Γ ∩ (Z (f ) ∪ P (f )) = ∅. Supongamos que para ca-
∗
da z ∈ Ω\Γ , o bien IndΓ (z) = 0, o bien IndΓ (z) = 1. Llamemos U :=
{z ∈ Ω : IndΓ (z) = 1} . Designemos por N0 al número de ceros de f en U,
contados tantas veces como indique el orden de multiplicidad de cada uno; y
por Np al número de polos de f en U, contados, asímismo cada uno, tantas
veces como indique su orden de multiplicidad. (Ambos números son nitos
por el teorema de los residuos.) Entonces:
∫
1 f′
= N0 − Np .
i2π Γ f
A continuación vamos a hacer uso del Principio del Argumento para
resolver el problema de la localización de ceros de funciones holomorfas en
ciertas regiones del plano.
Comenzaremos con unos tipos de funciones y de abiertos muy especí-
cos: polinomios sobre secciones circulares. Después pasaremos a funciones
holomorfas en general sobre dominios o abiertos acotados.
Seap un polinomio de coecientes complejos de variable compleja de
orden n. Sean α, β ∈ R, con −π < α < β ≤ π . Se trata de determinar el
número de ceros del polinomio dado, contado cada uno tantas veces como
indique su orden de multiplicidad, en la región angular
( ) ( )
p teiα ̸= 0 ̸= p teiβ , ∀t ≥ 0. (7.8)
321
7.3. Principio del Argumento. Teoremas de Rouché y Hurwitz
cr : [α, β] −→ C y sr : [−r, r] −→ C,
dadas por:
{
−teiβ , −r ≤ t ≤ 0
cr (t) := reit , ∀t ∈ [α, β] ; sr (t) :=
teiα , 0≤t≤r
∫ ∫ ∫
1 p′ 1 p′ 1 p′
N= = + . (7.9)
i2π γr p i2π sr p i2π cr p
∫ ∫ ∫ ∫
p′ r
p′ (sr (t)) ′ r
(p ◦ sr )′ (t) dw
= s (t) dt = dt = ,
sr p −r p (sr (t)) r −r (p ◦ sr ) (t) p◦sr w
322
316CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
tendremos que
∫
1 p′ 1 (p ◦ sr ) (r)
=
ln + 1 (θr (r) − θr (−r)) . (7.10)
i2π sr p i2π (p ◦ sr ) (−r) 2π
Para la segunda de las integrales en (7.9), razonamos de la siguiente
manera: podemos escribir
p′ (z) n p1 (z)
= + ,
p (z) z p2 (z)
donde p1 y p2 son polinomios con grad(p2 ) − grad(p1 ) ≥ 2. Es claro que
∫ ∫
1 n n β
ireit n (β − α)
dz = it
dt = ; (7.11)
i2π cr z i2π α re 2π
∫
p1
y sólo resta tratar con la integral .
cr p2
La relación entre los polinomios p1
p2 nos permite armar
y que:
p1 (z)
∃r2 , M > 0 : |z| > r2 ⇒ ≤ M .
p2 (z) |z|2
Por tanto, para r > r2 :
∫
1 p1 (z) 1 M
dz ≤ (β − α) r,
i2π 2π |z|2
cr p2 (z)
luego:
∫
1 p1 (z)
lı́m dz = 0;
r→+∞ i2π cr p2 (z)
y usando (7.11), tenemos:
∫
1 p′ (z) n (β − α)
lı́m dz = . (7.12)
r→+∞ i2π cr p (z) 2π
Haciendo ahora r → +∞ en (7.9) y teniendo en cuenta (7.10) y (7.12),
obtenemos:
n (β − α) 1
N− = lı́m (θr (r) − θr (−r)) .
2π 2π r→+∞
323
7.3. Principio del Argumento. Teoremas de Rouché y Hurwitz
θR : [−R, R] −→ R
θR (t) ∈ Arg (p (sR (t))) , ∀t ∈ [−R, R] ,
β−α 1
n + lı́m [θR (R) − θR (−R)] .
2π 2π R→+∞
p(z) := z 8 + z 5 − z 4 + 3z 3 + 6z 2 + 2z + 5, ∀z ∈ C
−π π
Comenzamos razonando sobre el semiplano derecho: α := 2 y β := 2,
en la proposición 7.11. Por tanto:
sr (t) := −it, ∀t ∈ R
p (sr (t)) = p (−it)
= t8 − it5 − t4 + 3it3 − 6t2 − 2it + 5,
Así: { √ √ }
Im p (sr (t)) = 0 ⇔ t ∈ − 2, −1, 0, 1, 2 ;
324
318CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
con
Si
{ }
[ √ [ Im p (s (t)) < 0
t ∈ − 2, −1 ⇒
r
⇒ lı́m arg [p(−it)] = −π
{ Re p (sr (t)) <}0 t→−1−
Im p (sr (t)) > 0
t ∈ ]−1, 0[ ⇒ ⇒ lı́m arg [p(−it)] = π
Re p (sr (t)) < 0 t→−1+
entonces
t ∈ [−1, 0[ ⇒ θr (t) := arg [p(−it)] − 2π. (7.14)
{ }
Im p (s r (t)) < 0
t ∈ [0, 1[ ⇒ ⇒ lı́m arg [p(−it)] − 2π = −3π
Re p (sr (t)) < 0
{ } t→1
−
] √ [ Im p (s (t)) > 0
t ∈ 1, 2 ⇒ r
⇒ lı́m arg [p(−it)] − 2π = π
Re p (sr (t)) < 0 t→1+
θr : [−r, r] −→ C
arg [p(−it)] , −r ≤ t ≤ −1
θr (t) := arg [p(−it)] − 2π, −1 ≤ t ≤ 1
arg [p(−it)] − 4π, 1 ≤ t ≤ r.
325
7.3. Principio del Argumento. Teoremas de Rouché y Hurwitz
luego x ≥ 0 ⇒ p(x) ̸= 0.
Razonemos ahora para p(−x), con x ≥ 0:
ocurre que
{ }
3x3 + 2x ≤ 5
si x ∈ [0, 1] ⇒ ⇒ p(−x) > 0
6x2 ≥ 2x2 ≥ x4 + x5
?
y si x ≥ 1 ⇒ x8 + 6x2 + 5 > x5 + x4 + 3x3 + 2x,
326
320CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
Cp,q := {z ∈ C : pλ ≤ Re z ≤ (p + 1) λ f qλ ≤ Im z ≤ (q + 1) λ}.
{(p, q) ∈ Z × Z : Cp,q ∩ K ̸= ∅}
es nito; pongamos
{(p1 , q1 ) , . . . , (pn , qn )}
y llamemos Ck := Cpk ,qk (1 ≤ k ≤ n) a cada una de las cuadrículas corres-
pondientes.
Para cada k ∈ {1, . . . , n}, consideremos el camino cerrado γk dado por
la poligonal
∑
n ∑
4
(j)
Γ2 = γk .
k=1 j=1
327
7.3. Principio del Argumento. Teoremas de Rouché y Hurwitz
El ciclo Γ1 es Ω-nulhomólogo:
{
Γ∗1 = ∪nk=1 γk∗ = ∪nk=1 ∂Ck = ∪nk=1 Ck ⊂ Ω; y
z∈
/Ω⇒z∈
/ ∪nk=1 Ck ⇒ Indγk (z) = 0, 1 ≤ k ≤ n ⇒ IndΓ1 (z) = 0.
Además, Γ2 es equivalente a Γ1 .
Sea ahora Γ3 la cadena que se obtiene al suprimir en Γ2 los segmentos
que cortan a K ; es decir:
( )
(j) ∗
∑
n ∑
4 0, si γk ∩ K ̸= ∅
Γ3 :=
(j)
αk,j γk ; αk,j := ( )∗
1, si
(j)
γk ∩K =∅
k=1 j=1
(z) = 0, ∀z ∈ C\Ω.
IndΓ
( )
◦
Sea ahora z ∈ K ⊂ ∪k=1 Ck = ∪k=1 C k ∪ (∪nk=1 ∂Ck ).
n n Esta descom-
◦
/ Γ∗1 =⇒
z ∈ Cj ⇒ z ∈ IndΓ (z) = IndΓ1 (z) = 1;
o bien
◦
z ∈ ∂Cj ⇒ ∃ (zm ) ⊂ C j : zm → z,
de donde, por argumentos de continuidad:
Teorema 7.13 (de Rouché) Sea Ω un abierto acotado del plano complejo
C. Sean φ y ψ dos funciones holomorfas en Ω y continuas en Ω. Supongamos
que se verica
328
322 CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
Aplicando el lema 7.3: existe un ciclo Γ con soporte Γ∗ ⊂ Ω\K , y tal que
y
∫ ∑ ∑
1 ψ′
= IndΓ (a) m(a) = m(a) = N (ψ) ,
i2π Γ ψ
a∈Z(ψ) a∈Z(ψ)
329
7.3. Principio del Argumento. Teoremas de Rouché y Hurwitz
φ (z)
∈ ]−∞, 0] ⇒ φ (z) = −ρψ (z) : ρ ≥ 0
ψ (z)
⇒ |φ (z) − ψ (z)| = (1 + ρ) |ψ (z)| = |φ (z)| + |ψ (z)| ⇒ z ∈ K;
en conclusión:
φ (z)
z ∈ Ω\K ⇒ ∈ C\ ]−∞, 0] .
ψ (z)
Por tanto,
φ′ (z) ψ ′ (z)
h ∈ H (Ω\K) : h′ (z) = − , ∀z ∈ Ω\K.
φ (z) ψ (z)
∫
h′ = 0,
Γ
Corolario 7.8 Ω un abierto acotado del plano complejo C. Sea (fn ) una
Sea
sucesión de funciones holomorfas en Ω y continuas en Ω. Supongamos que
(fn ) converge uniformemente a cierta función f que no se anula en ningún
punto de ∂Ω. Entonces, existe n ∈ N tal que si m ≥ n, podemos asegurar que
las funciones fm y f tienen el mismo número (nito) de ceros en Ω.
Usando el teorema 7.13 (de Rouché), ambas funciones han de tener el mismo
número de ceros en Ω. (La misma desigualdad anterior obliga a que no se
anulen en la frontera: la tesis es válida en Ω.)
330
324 CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
g, gn : Ω\{a} → C;
g (z) := f (z) − f (a) ∧ gn (z) := fn (z) − fn (a), ∀z ∈ Ω\{a}.
331
7.3. Principio del Argumento. Teoremas de Rouché y Hurwitz
z = φ(z)
p(z) := z 8 + 3z 3 + 7z + 5
( 1 3)
se hallan situados en el anillo A 0; ,
2 2 y que, exactamente, dos de
ellos se encuentran en el primer cuadrante.
p(z) := z 4 + iz 3 + 1
( )
pertenecen al disco D 0, 32 y determina cuántos de ellos se hallan en
el primer cuadrante.
p(z) := z 6 + z 5 + 6z 4 + 5z 3 + 8z 2 + 4z + 1
en el semiplano de la derecha.
pn (z) := 1 + 2z + 3z 2 + · · · + nz n−1 ,
332
CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
326
p(z) := z 4 + iz 2 + 2.
ez − 4z n + 1 = 0
13. Sean a y b dos números reales no nulos. Determínese, para cada natural
n, el número de ceros del polinomio
p(z) := z 2n + a2 z 2n−1 + b2
a. p(z) := z 4 − 5z + 1; b. q(z) := z 8 − 4z 5 + z 2 − 1.
1 1 1
fn (z) := 1 + + 2
+ ··· + ,
z 2!z n!z n
para ρ ∈]0, 1[ y n sucientemente grande, tiene todos sus ceros en el
disco D(0, ρ).
333
7.3. Principio del Argumento. Teoremas de Rouché y Hurwitz
p(z) := z 6 − 3z 5 + 2z 2 + 5
en el semiplano de la derecha.
p(z) := z 8 + z 5 − z 4 + 3z 3 + 6z 2 + 2z + 5.
a. p(z) := z 5 − 2z 4 + z 3 − 6z 2 + 1 b. q(z) := z 5 − 2z 4 + z 3 − 5z 2 + 1
p(z) := z 6 − 5z 2 + 10
20. Usa el teorema de Rouché para dar otra demostración del Teorema
Fundamental del Álgebra.
a. p(z) := z 8 − 4z 5 + z 2 − 1 b. q(z) := z 9 − 2z 6 + z 2 − 8z − 2
c. r(z) := 2z 5 − z 3 + 3z 2 − z + 8 d. s(z) := z 7 − 5z 4 + z 2 − 2
p(z) := z 4 − 8z + 10
ez − az n = 0
334
CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
328
f (z) = w
z 8 − 6z 6 − z 3 + 2 = 0.
4z 4 − 29z 2 + 25 = 0.
27. Con α ∈ D(0, 9), ¾cuántas raíces tiene en el disco unidad D la ecuación
z 6 − αz + 10 = 0?
28. Sea φ una función holomorfa sobre un abierto Ω tal que D ⊂ Ω que
verica las condiciones φ(0) = 1 y φ(T) ⊂ C\D(0, 2). ¾Cuántos ceros
tiene φ en el disco unidad D?
|f (z)| ≤ |g(z)|, ∀z ∈ C.
32. Sea f una función entera para la que existe contantes reales positivas
A, B, k tales que
|f (z)| ≤ A + b|z|k , ∀z ∈ C.
335
7.3. Principio del Argumento. Teoremas de Rouché y Hurwitz
33. Pruebe el siguiente teorema de Hurwitz: Sea (fn ) una sucesión (de
funciones holomorfas) en un dominio Ω uniformemente convergente a
una función f no idénticamente nula. Si a ∈ Ω es un cero de f , entonces
para cada ε > 0, podemos encontrar un natural m tal que
0 ∈ fn (D(a, ε) ∩ Ω), ∀n ≥ m.
∫
sen (πz/2)[3z 2 − 4z − 1]
dz.
C(0,3) z 3 − 2z 2 − z + 2
∑
n
p(z) := aj z j
j=0
se prueba que
k ceros
i. tiene en el interior de γ⇔z=0 está en el interior de la
curva γ .
z n + a2 z 2 + a1 z + a0 = 0
336
CAPÍTULO 7. SINGULARIDADES. PRINCIPIO DEL ARGUMENTO
330
38. Sean dados n+1 números reales vericando 0 < a0 < a1 < · · · < an .
Prueba que todas las raíces del polinomio
∑
n
p(z) := ak z k
k=0
39. Prueba que la armación siguiente es falsa: para cada función holomor-
( )
fa f en el anillo A 0; 21 , 32 existe un polinomio p tal que
1
|f (z) − p(z)| < , ∀z ∈ T.
2
∑
n
zk
a. pn (z) := k! ; b. qn (z) := pn (z) − 1.
k=0
¾Qué se puede decir de la situación de los ceros de uno y otro para |n|
sucientemente grande?
∫
3(z − 1)2 − 1
dz.
C (1, 51 ) z − 3z + 4z − 2
3 2
337
Capítulo 8
Caracterización de los
331
338
CAPÍTULO 8. DOMINIOS SIMPLEMENTE CONEXOS
demostración):
ε
∃0 < δk < ρ : |z − a| < δk ⇒ |fk (z) − fk (a)| < ,
3
y elegimos δ := mı́n {δ1 , . . . , δn }.
339
8.1. Familias de funciones holomorfas. Teoremas de Montel y Vitali
∃z1 , . . . , zm ∈ K : K ⊂ ∪m
j=1 D (zj , δ (zj )) ;
ε
j ∈ {1, . . . , m} ⇒ ∃nj ∈ N : p, q ≥ nj ⇒ |fp (aj ) − fq (aj )| < . (8.2)
5
Sea n0 := máx {n1 , . . . , nm } y sean p, q ≥ n0 y z ∈ K . Habrá de existir algún
j ∈ {1, . . . , m} tal que z ∈ D (zj , δ (zj )) , de modo que (usando una vez (8.2)
y dos veces (8.1)):
340
CAPÍTULO 8. DOMINIOS SIMPLEMENTE CONEXOS
( )
fσk (n) (aj ) n convergente para 1≤j≤k
podemos denir
( ) σk+1 = σk ◦ τk . Vamos a razonar ahora( que la sucesión )
fσk (n) (a´k+1 ) n está acotada y, así, admite una parcial fσk+1 (n) (a´k+1 ) n
( )
convergente, que garantiza la convergencia de fσ
k+1 (n)
(a´j ) n para 1 ≤ j ≤
k + 1.
Pues bien, llamemos φ(n) := σn (n), para cada natural: el objetivo ya es
( )
probar que, en efecto, la sucesión fφ(n) es una parcial de (fn ) que converge
en todo punto de A.
Que es parcial es trivial:
Como
341
8.1. Familias de funciones holomorfas. Teoremas de Montel y Vitali
y es
H(Ω) C(Ω)
F =F ;
C(Ω)
F es normal ⇔ F es compacto de C (Ω)
H(Ω)
⇔ F es compacto de H (Ω) .
342
CAPÍTULO 8. DOMINIOS SIMPLEMENTE CONEXOS
es un cubrimiento por abiertos del compacto F , del que, por tanto, se puede
extraer un recubrimiento nito:
∃j ∈ {1, . . . , n} : f ∈ U (fj , K, 1)
343
8.1. Familias de funciones holomorfas. Teoremas de Montel y Vitali
y
|f (z)| ≤ |f (z) − fj (z)| + |fj (z)| < 1 + Mj ≤ M,
luego se sigue su acotación uniforme sobre K.
{f ∈ H (Ω1 ) : f (Ω1 ) ⊂ Ω2 }
es normal.
es normal.
Por otro lado, al ser (xn )n una sucesión no convergente, para algún ε > 0,
el conjunto
A := {n ∈ N : dist (xn , a) ≥ ε}
es innito. Y, por tanto,
∃ρ : N −→ A estrictamente creciente.
344
CAPÍTULO 8. DOMINIOS SIMPLEMENTE CONEXOS
( )
Pero, a su vez, esta parcial
( ) xρ(n) admitirá otra (sub)parcial convergente;
pongamos xρ(φ(n)) , que tendrá como límite a cierto b.
Ahora bien, como
ε≤ dist (a, xn ) , ∀n ∈ A,
y, en particular,
( )
ε≤ dist a, xρ(φ(n)) , ∀n ∈ A,
se sigue (por la continuidad de la función distancia) que
ε≤ dist (a, b) ,
Teorema 8.4 (de Vitali) Sea (fn ) una sucesión de funciones holomorfas
uniformente acotada en cada compacto de un dominio Ω del plano complejo
C. Supongamos que (fn ) converge puntualmente en un conjunto A tal que
A′ ∩ Ω ̸= ∅. Entonces (fn ) converge uniformemente sobre compactos de Ω.
fσ(n) → f y fτ (n) → g.
345
8.1. Familias de funciones holomorfas. Teoremas de Montel y Vitali
F := {f : Ω −→ C : f ∈ ∩I H (Ωj ) , f acotada} .
Prueba que F ha de estar acotada en H(Ω).
3. Sea Ω un dominio acotado de C y M > 0. Consideramos la familia
{ ∫ }
f ∈ H(Ω) : |f (z)| dz ≤ M .
2
Ω
346
CAPÍTULO 8. DOMINIOS SIMPLEMENTE CONEXOS
es un compacto de H(D).
Lema 8.5 (de Schwarz) Sea f ∈ H (D) tal que f (0) = 0 y |f (z)| ≤ 1, ∀z ∈
D. Entonces:
i. |f (z)| ≤ |z| , ∀z ∈ D;
ii. |f ′ (0)| ≤ 1;
iii. si existe z0 ∈ D\{0} tal que |f (z0 )| = |z0 |, o bien |f ′ (0)| = 1, entonces
es un giro; es decir:
∃θ ∈ R : f (z) = eiθ z, ∀z ∈ D.
347
8.2. Lema de Schwarz. Automorsmos conformes del disco unidad
∃θ ∈ R : g(z) = eiθ , ∀z ∈ D.
Luego queda establecido enteramente el resultado.
z−a
φa ∈ Aut (D) ; φa (z) := , ∀z ∈ D.
1 − az
Así, también g := f ◦ φ−1
a ∈ Aut (D) , siendo, además, g(0) = 0.
Por otra parte, g
−1 ∈ Aut (D) (y g −1 (0) = 0).
348
CAPÍTULO 8. DOMINIOS SIMPLEMENTE CONEXOS
a. |g(z)| ≤ |z| , ∀z ∈ D
b. |z| = g −1 [g (z)] ≤ |g(z)| , ∀z ∈ D;
de donde
|g(z)| = |z| , ∀z ∈ D,
y (tenemos un conjunto no numerable de razones con las que) podemos ar-
mar, por iii. del lema de Schwarz, que
∃θ ∈ R : g(z) = eiθ z, ∀z ∈ D;
es decir:
[ ]
f φ−1 iθ
a (z) = e z, ∀z ∈ D;
o lo que es lo mismo:
z−a
f (z) = g (φa (z)) = eiθ , ∀z ∈ D.
1 − az
Pero, observemos que aún podemos obtener más información. Derivando
en esta expresión:
1 − |a|2
f ′ (z) = eiθ , ∀z ∈ D,
(1 − az)2
de donde haciendo z := a:
1 ( ′ )
f ′ (a) = eiθ 2 ⇒ θ ∈ Arg f (a) .
1 − |a|
349
8.2. Lema de Schwarz. Automorsmos conformes del disco unidad
′ 2
f (z0 ) ≤ 1 − |f (z0 )| , ∀z0 ∈ D. (8.4)
1 − |z0 |2
Demostración. Consideremos z0 ∈ D(0, R), jo durante toda la demostración,
pero arbitrario, por tanto. Llamemos w0 := f (z0 ). Sean Φ y Ψ las dos trans-
formaciones de Möbius dadas por
z − z0
Φ−1 (z) := R , ∀z ∈ D(0, R)
R2 − z0 z
y
w − w0
Ψ (w) := M , ∀w ∈ D(0, M ).
M 2 − w0 w
Φ y Ψ verican (conrma estos detalles):
350
CAPÍTULO 8. DOMINIOS SIMPLEMENTE CONEXOS
f (z) − α
φf (z) := , ∀z ∈ D.
1 − αf (z)
Su derivada es
1 − |α|2
φ′f (z) = f ′ (z) , ∀z ∈ D.
(1 − αf (z))2
′ 2 ′
φ0 (1/3) ≥ f0′ (1/3) 1 − |α| = |f0 (1/3)| > f0′ (1/3) ,
|1 − αα|2 |1 − αα|
Prueba que
1 + |z|
|f (z)| ≤ , ∀z ∈ D.
1 − |z|
351
8.2. Lema de Schwarz. Automorsmos conformes del disco unidad
5. Sea f ∈ H(C) tal que f (T) ⊂ T. Prueba que ha de existir una constante
α y un naturaln tales que
f (z) = αz n , ∀z ∈ C.
1
f (z) ≤ 1, ∀z ∈ Ω; f (i) = 0 y |f ′ (i)| = .
2
|f (z)| ≤ 1, ∀z ∈ D.
|f (z)| ≤ 1, ∀z ∈ D.
352
CAPÍTULO 8. DOMINIOS SIMPLEMENTE CONEXOS
Teorema 8.7 (de Riemann) Sea Ω un dominio propio del plano complejo
y sea a ∈ Ω. Supongamos que las funciones holomorfas que no se anulen en
Ω admiten raíz cuadrada holomorfa en él:
φ ∈ H (Ω) : 0 ∈
/ φ (Ω) ⇒ ∃ψ ∈ H (Ω) : ψ 2 ≡ φ.
ii. Ω es homeomorfo a D.
viii. ∀f ∈ H (Ω) : 0 ∈
/ f (Ω) ∃g ∈ H (Ω) : eg ≡ f en Ω.
ix. ∀f ∈ H (Ω) : 0 ∈
/ f (Ω) ∃φ ∈ H (Ω) : φ2 ≡ f en Ω.
353
8.3. Teorema de Riemann de la representación conforme
Demostración. Por el teorema 8.7 (de Riemann): ix. ⇒ i., y serán equivalentes
de i. a ix.: sabemos que, para Ω abierto, se tiene i. ⇒ ii. ⇒ iii. ⇒ iv.; e
igualmente conocido es, para Ω dominio, que iv. ⇔ v. ⇔ vi. ⇔ vii. ⇔ viii.
⇔ ix.
Por tanto, tenemos el siguiente hecho:
Sea Ω un dominio del plano complejo C. Entonces:
C\Ω = A ∪ B; A ̸= ∅ ∧ ∞ ∈ B.
luego
∃r > 0 : D(a, r) ∩ B = ∅, ∀a ∈ A.
En resumen, y por ser, C = Ω ∪ A ∪ B, se tiene que Ω∪A es un abierto que
contiene al compacto A.
Por n, y usando el lema 7.3, podemos construir un ciclo Γ en Ω ∪ A\A ⊂
Ω tal que
IndΓ (a) = 1, ∀a ∈ A,
de modo que Γ no es ciclo nulhomólogo respecto de Ω, y así es como Ω no
puede ser homológicamente conexo.
354
CAPÍTULO 8. DOMINIOS SIMPLEMENTE CONEXOS
[ ] z−α [ ]
G ◦ F −1 (z) = eiθ ∧ α = 0 ⇒ G ◦ F −1 (z) = eiθ z.
1 − αz
Así,
( )′ ( )( )′ G′ (a)
eiθ = G ◦ F −1 (0) = G′ F −1 (0) F −1 (0) = ′ ∈ R+ ;
F (a)
de donde la unicidad.
Existencia: la probaremos en tres etapas.
1a etapa. Objetivo: Probaremos que existe f ∈ H (Ω) e inyectiva, tal que
f (Ω) ⊂ D, f (a) = 0 y f ′ (a) > 0.
Sea b ∈ C\Ω (que es no vacío, por hipótesis). La función z −→ z − b de
Ω en C es holomorfa y no se anula: admite raíz cuadrada holomorfa:
∃g ∈ H (Ω) : g 2 (z) = z − b, ∀z ∈ Ω.
355
8.3. Teorema de Riemann de la representación conforme
y, como 0∈
/ g(Ω), r ≤ |w0 |.
Comprobemos que D (−w0 , r) ∩ g (Ω) = ∅. Razonando por reducción al
absurdo:
|g (z) + w0 | ≥ r, ∀z ∈ Ω,
r
h(z) := , ∀z ∈ Ω.
2 (g (z) + w0 )
Ocurre que h ∈ H (Ω), h (Ω) ⊂ D y h es inyectiva en Ω, que es dominio,
luego h′ (a) ̸= 0.
Como la transformación de Möbius
es la que nos permite un nal exitoso en esta primera etapa. (En particular,
|h′ (a)|
se tiene f ′ (a) = 1−|h′ (a)|2
.)
356
CAPÍTULO 8. DOMINIOS SIMPLEMENTE CONEXOS
T : H (Ω) −→ C; T (f ) := f ′ (a)
Aplicando la compacidad de
( ) F, la continuidad de T, y el hecho de que
T F ⊂ [0, +∞[, tendremos que
∃F ∈ F : F ′ (a) ≥ f ′ (a), ∀f ∈ F.
F (a) = 0 y F (Ω) ⊂ D.
∃α ∈ D\{0} : α ∈
/ F (Ω).
Por tanto,
F (z) − α
∃φ ∈ H (Ω) : φ2 (a) = , ∀z ∈ Ω;
1 − αF (z)
y denamos la función auxiliar
357
8.3. Teorema de Riemann de la representación conforme
( ) } ( )
2φ (a) φ′ (a) = 1 − |α|2 F ′ (a) ′ 1 − |α|2
F ′ (a)
⇒ φ (a) = √ ,
(φ (a))2 = −α ⇒ |φ (a)|2 = |α| 2 |α|
2
√
F ′ (a) 1−|α|
2 |α| 1 + |α|
G′ (a) = = F ′ (a) √ > F ′ (a),
1 − |α| 2 |α|
358
CAPÍTULO 8. DOMINIOS SIMPLEMENTE CONEXOS
(b) Supongamos que existe Φ∈G tal que Φ′ (a) = M . Prueba que Φ
es biyección de Ω en D.
(a) La aplicación
( )2
z+1
z −→
z−1
es isomorsmo conforme del disco unidad D en C\{z : Re z <
0 e Im z = 0}.
(b) La aplicación
z−i
z −→
z+i
es isomorsmo conforme del semiplano superior C↑ en el disco
unidad D.
(c) La aplicación
z −→ −z 2
es isomorsmo conforme del semiplano superior C↑ en C\{z :
Re z < 0 e Im z = 0}.
359
8.4. Teorema de Runge. Aproximación de funciones holomorfas
360
CAPÍTULO 8. DOMINIOS SIMPLEMENTE CONEXOS
f (w)
(w, z) ∈ Γ∗ × K −→
w−z
sobre el compacto Γ∗ × K ,
δ > 0 tal que
existe
∗
′
f (w) f (w′ )
′
w, w ∈ Γ , w − w < δ =⇒ − < ε/long (Γ∗ ) , ∀z ∈ K.
w − z w′ − z
Análogos argumentos, ahora por la continuidad (uniforme) de la curva Γ
en [a, b] , existe r>0 tal que
( )
x, x′ ∈ [a, b] , x − x′ < r =⇒ Γ (x) − Γ x′ < δ.
Sea una partición de [a, b] dada por
∑
n
f (Γ (xk−1 ))
R(z) := [Γ (xk ) − Γ (xk−1 )] .
Γ (xk−1 ) − z
k=1
En particular, se tiene que R es una función racional con todos sus polos
∗
en Γ . Además, para cada z ∈ K:
∫
f (w)
w − z dw − R(z)
Γ
∑ n ∫ xk ∑n ∫ xk
f (Γ (x)) ′ f (Γ (xk−1 )) ′
= Γ (x) dx − Γ (x) dx
Γ (x) − z Γ (x k−1 ) − z
k=1 xk−1 k=1 xk−1
∑ n ∫ xk
f (Γ (x)) f (Γ (xk−1 )) ′
≤ − Γ (x) dx
Γ (x) − z Γ (xk−1 ) − z
k=1 xk−1
∫ b
ε ′
≤ Γ (x) dx = ε.
long (Γ) a
361
8.4. Teorema de Runge. Aproximación de funciones holomorfas
φα 1
z −→
z−α
está en BS (K) .
Demostración. Llamemos
V := {α ∈ C\K : φα ∈ BS (K)} .
362
CAPÍTULO 8. DOMINIOS SIMPLEMENTE CONEXOS
1. V es abierto.
2. ∞ ∈ S, R := máx {|z| : z ∈ K} =⇒ A (0; R, +∞) ⊂ V.
3. ∂V ⊂ K.
El tercer paso nos dice que V no tiene puntos de frontera en C\K ; luego
V es abierto y cerrado en C\K . Si C es componente conexa de C\K, entonces
V ∩C es (abierto y) cerrado en C . Por tanto, o bien C ⊂ V , o bien C ∩V = ∅.
Y, por tanto, bastará probar que V corta todas las componentes conexas de
C\K .
En efecto, si α ∈ S , α ̸= ∞, entonces la función φα (z) :=
1
z−α es racional
en K con sus polos en S . Pero estas funciones están en su cierre: RS (K) ⊂
BS (K). Por tanto, α ∈ V . Si C es una componente conexa acotada de C\K ,
entonces también lo es de C\K . Y S contiene un punto de C (que, según
acabamos de ver, está en V ); luego V corta a C . Si C es la componente
conexa no acotada de C\K , entonces C ∪ {∞} es la componente conexa no
acotada de C\K . Entonces vale el razonamiento anterior, salvo que el único
punto de C ∪ {∞} que esté en V sea ∞. Pero, en dicho caso, sabemos por
el segundo paso, que V contiene un anillo de la forma A (0; R, +∞), que
contiene a los puntos de C .
Vamos, por tanto, con la prueba de los tres pasos arriba citados, para
completar la demostración de este lema 8.8.
Primer paso: Sea a ∈ V, jo pero arbitrario y sea d := d (a, K) > 0.
Veamos que
D(a, d) ⊂ V,
1 1 1 1
= =
z−b (z − a) − (b − a) z − a 1 − z−a
b−a
+∞ ( )
1 ∑ b − a n ∑ (b − a)n
+∞
= =
z−a z−a (z − a)n+1
n=0 n=0
b−a
(obsérvese que se usa z−a < d
|z−a| <1 para obtener convergencia en la se-
363
8.4. Teorema de Runge. Aproximación de funciones holomorfas
1 ∑ ( z )n ∑ zn
+∞ +∞
1 1 1
= =− =−
z−a a1− z
a a a an+1
n=0 n=0
z
(donde ahora se ha hecho uso del hecho de que ≤ R
< 1). Esta serie
a |a|
converge en D (0, |a|) , luego lo hace uniformemente en K . Las sumas par-
ciales en la serie anterior son polinomios (con polo en ∞ ∈ S ), luego están
en RS (K); y, por tanto, su límite estará en BS (K).
Tercer paso: Supongamos que existe algún a ∈ ∂V tal que a∈
/ K. Tome-
mos d := d(a, K) > 0 para nuestros nes. Ha de existir, por tanto, algún
b ∈ D(a, d2 ) ∩ V tal que
( )
d
a ∈ D b, ⊂ D(a, d) ⊂ C\K,
2
luego d(b, K) ≥ d
2 , y por el primer paso, concluimos
( )
d
D b, ⊂ V,
2
364
CAPÍTULO 8. DOMINIOS SIMPLEMENTE CONEXOS
◦
Corolario 8.5 Sea Ω = Ω ⊂ C. Son equivalentes:
i. Ω es simplemente conexo.
Pero, cada una de las integrales de esta sucesión es nula y, aplicando ahora
v. =⇒ iii. del corolario 8.4, se concluye la prueba (dada la arbitrariedad de
f H (Ω)).
en
1
fn (z) := , ∀z ∈ C\T.
1 − zn
∑ (−1)n
2. Prueba que la serie funcional n≥1 1−z n converge uniformemente so-
bre los compactos de C \ (−N) a una función (holomorfa) f . Encuentra
el desarrollo en serie de potencias de f en un entorno del origen.
365
8.4. Teorema de Runge. Aproximación de funciones holomorfas
∑ 1
3. Prueba que la serie funcional n≥1 z 2n −z −2n converge uniformemente
sobre los compactos de C \ (T ∪ {0}) a una función (holomorfa) f.
Encuentra la tal funcón f.
Los siguientes tres ejercicios (del 4 al 6) son bastante complicados. (Sus
discusiones las puedes encontrar en el texto de Markushevich, pág. 410
y ss.)
4. Prueba que existen dos funciones enteras f y g y que existe una sucesión
de polinomios (pn ) uniformemente convergente sobre los compactos del
plano C, tal que
{
f (z), z ∈ C \ (Z × iZ)
lı́m pn (z) =: F (z) =
g(z), z ∈ Z × iZ.
fk (z) := f (z + nk )
◦
7. Sea Ω = Ω ⊂ C. Para cada natural n, se denen los conjuntos si-
guientes:
{ }
1
Kn := D(0, n) ∩ z ∈ C : |z − w| ≥ , ∀w ∈ C \ Ω .
n
Prueba que:
366
CAPÍTULO 8. DOMINIOS SIMPLEMENTE CONEXOS
◦
ii. Para cada n, se tiene que Kn ⊂ K n+1 .
iii. Para cada compacto K ⊂ Ω, existe un natural m tal que
K ⊂ Km+p , ∀p ∈ N.
367
Biliografía
Needham, T., Visual Complex Analysis. Oxford University Press, New York,
1997.
368
Índice alfabético
Abel (criterio de), 73 radio de,64
Argumento cordal (métrica), 38
de un número complejo, 28 curva, 44
principal, 28 Ω-homótopa, 262
opuesta, 46
Barrow (regla de), 139 regular, 47
Bloch (constante de), 241 regular a trozos, 47
Bolzano-Veierstrass (propiedad de), equivalente, 140
339
De Moivre (fórmula de), 30
derivada compleja, 50
Cadena, 252
desigualdad de la media (teorema),
Regla de la, 51
211
Cauchy desigualdades triangulares, 27
criterio de la raíz de, 53 Dirichlet
desigualdades de, 172 criterio de, 73
fórmula de problema de, 9, 221
para la circunferencia, 154 dominio, 39
para las derivadas, 161 de convergencia, 65
producto de, 75 convexo, 152
sucesión de, 183 estrellado, 151
valor principal de, 292 homológicamente conexo, 259
Cauchy-Riemann (ecuaciones de), 53 simplemente conexo, 261
cero (de una función holomorfa), 166 disco unidad, 11
ciclo, 252
nulhomólogo, 256 Espacio topológico
circunrecta, 34 compacto, 36
conjunto conexo localmente compacto, 36
por arcos, 43 simplemente conexo, 255
por poligonales, 43 Euler (constante de), 198
conforme (aplicación), 105
convergencia Fibonacci (sucesión de), 155
anillo de, 266 forma binómica, 25
369
Índice alfabético
370
Índice alfabético
371