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6 de octubre del 2017

Características del filósofo y su trabajo


Por: Eduardo C. Rdz.

Introducción

Un filósofo es una persona curiosa de más, le interesa todo aquello que le pueda
revelar verdad. Entiende lo que es, en relación a lo que fue; revalora el presente y
construye un artefacto filosófico que le permita justificar, explicar valores; genera
movimiento de estados de cosas, establece relaciones y así logra un orden que
brinde luz sobre la realidad. El trabajo del filósofo encuentra en la docencia su
plataforma, mas no se limita a un aula, camina arriba de muros, habla alto frente a
su historia; divulga conocimiento derivado de su reflexión analítica; asesora, lleva
acabo proyectos humanísticos, éticos; genera textos y conciencia.

El filósofo

Tiene un habla culta, consecuencia natural del cultivo a voluntad de los dones que
le han sido conferidos por vida y experiencia de muerte, se deja afectar, por
pulsiones y emociones a las que es sensible; parecieran dominarle pero siempre
logra evitar el delirio. Con temple de ánimo, elabora un examen minucioso del texto
que se construye en un contexto, se adapta al lenguaje, sea éste de índole tan
variada como pueda expresar un alma humana: el lenguaje de la ciencia, de la
música, de la pintura, de la danza... Es un científico del lenguaje, del pensamiento,
a la vez que artista y artesano de la palabra; por tal capacidad de lectura y escritura,
se ha ganado una voz, con la que ejerce un criterio y un juicio acerca del nombre,
del concepto y del pensamiento.
Se mantiene siempre en el principio, parte de su conciencia de carencia, de que sabe
que ingnora, y emprende sin sombrero o sombrilla, el camino ascente del
conocimiento, su brújula interna le da el norte, para dirijirse al sur, oeste, este; y se
pregunta ¿qué es aquello que parece ser? Entonces su inteligencia empieza a ver
los fragmentos, las formas que encuentra frente a ella, se da cuenta que algunas
cosas se parecen, hay geometría en el mundo, figuras de diferentes tamaños; unos
círculos por ejemplo, más grandes, contienen dentro unos más pequeños, otros
están separados, pero su inteligencia puede construir puentes de sentido entre
fragmentos que en apariencia son inconexos, y después de muchas preguntas, en
algún momento entre la multiplicidad de signos, entiende algo de la realidad.
Su trabajo

A nivel de educación media superior y superior el filósofo tiene la capacidad de


ejercer la docencia, a diferencia de los licenciados, maestros y doctores de diferentes
carreras, que dan clase en las instituciones educativas, sin estar preparados para tal
ejercicio, porque no fueron formados para trabajar en un aula con educandos, si no
para ejercer su profesión. En este sentido, el filósofo, desde siempre se ha ocupado
sobre qué es el conocimiento y cómo se llega a obtenerlo, por esto puede ejercer
como filósofo-maestro, tiene las herramientas necesarias para educar en filosofía,
motivar la reflexión, dar las suficientes herramientas al neófito, para aventurarse en
el aprendizaje de todo conocimiento con un criterio propio que no se contenta con
la simple asimilación de información de un cuerpo de conocimiento construido por
un equipo de especialistas, siempre encontrará la pregunta necesaria para no
conformarse con los convencionalismos, y así liberarse del dogma.
En el sector privado, es de ayuda para el empresario, al construir los valores,
la filosofía de la empresa, que irán de acuerdo con la imagen que tiene de si mismo;
le ayuda a indagar cuáles son sus áreas de oportunidad y sus potencialidades a un
nivel profundo. Al hacer consciente a la persona de negocios sobre los cambios
necesarios y lo que estos traeran en su contexto inmediato, de tal manera que el
individuo ponga sus ideas en orden, clarifique el sentido de su empresa, y logre la
administración de sus recurso materiales, humanos e intelectuales, en base a
principios con fundamentos sólidos.
Puede asesorar en proyectos que impliquen lo humano, pues los problemas
tienen en el fondo interrogantes a resolver de acuerdo a la filosofía personal o a la
filosofía propia de una empresa; por medio del diálogo, se llega a conocer el asunto
real y necesario a resolver; así la persona que pide la asesoría, puede ayudarlo a
construir una pregunta que puede dar solución al conflicto. Mediante el uso eficiente
de razonamientos, de identificar “huecos”, en el arguemnto, que inicialmente se
presupone u omite, al añadir componentes necesarios para la coeherencia del
discurso, se lega a la detección del asunto que realmente le preocupa al consultante.
Si bien la ciencia es una gran herramienta para mejorar la calidad de vida de las
personas, si no se toman medidas de tipo ético, se pueden cometer atentados en
contra de los valores humanos, en este sentido, aquellos proyectos que se lleven a
cabo en una sociedad que participa, se debe vigilar el aspecto ético, por tanto, el
filósofo aquí tiene un papel importante al evaular la situación y proponer rutas de
acción que no perjudiquen la dignidad humana y ecológica en lo concerniente a la
bioética.
Conclusión

Es dificil separar al filósofo de su identidad y su trabajo, porque lo que es es lo que


hace, cuando calla está cargado su silencio de un mensaje, su ser es filosofía. Tiene
una forma peculiar de habitar en el espacio, porque conoce su esencia, ha llegado
a ella por muchos caminos de la razón; es inconfundible cuando habla, porque sus
palabras están demasiado ordenadas y cuidadas, está comprometido con su
pensamiento, se construye y se deconstruye no va en línea recta siempre, busca las
curvas, las aristas, los ángulos, la salida del sol, pero también su puesta y cómo
influye la luz en la aparición de las sombras. El trabajo del filósofo, es con el lenguaje,
todo lo que se expresa tiene un sentido, el libre pensador articula las fragmentos,
les da coherencia, siempre en busca de la esencia, de lo real y verdadero que hay
en la manifestación humana.

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