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Universidad Nacional de Colombia

Proyectos pedagógicos
Cristian Camilo Balcazar
David Felipe Rodriguez
Tito Alejandro Corredor

Reseña: Capítulo 1, el trabajo por proyectos: -Estrada, F. J. P. (2007).


Trabajo por proyectos en el aula: descripción, investigación y experiencias.
Cooperación Educativa.

El texto a reseñar es un libro que da guía y pauta para el desarrollo de los trabajos por proyectos, este
libro está dirigido a cualquier tipo de persona relacionada con la formación, tanto como los profesores
y el estudiantado, es un libro que permite la guía adecuada y la concientización de cómo generar
educación de mejor calidad mediante procesos dinámicos que permiten una interacción conjunta e
integral. Ahora bien, para desarrollar la reseña del texto es necesario ir por los apartados del primer
capítulo, el primer apartado del libro “Trabajos por proyectos en el aula: descripción, investigación y
experiencias” abarca todo lo referente a qué es la modalidad de trabajos por proyectos, desde su
contexto histórico, hasta un análisis de la evolución histórica del término y mucho más. Este capítulo
en la introducción proporciona una contextualización y, posteriormente, en su primera sección intenta
hacer un recuento de los años de tradición teórica, tomando así las diversas posiciones sobre la
temática dando, brevemente, una explicación de su origen y sus repercusiones. El autor empieza
explicando que el núcleo de la modalidad de trabajo por proyectos es mucho más viejo de lo que se
pensaba, pues se presentan precedentes en la enseñanza de arquitectura en Italia en el siglo XVI.
Después esa metodología fue apropiada por estudios artísticos y técnicos. Posteriormente, el autor
salta a la revisión que hace Knoll y plantea las distinciones que hace este sobre la aplicación de la
modalidad en niveles técnicos y superiores:

“El primero, consiste en proporcionar inicialmente las nociones y habilidades necesarias y


luego se aplican en un proyecto concertado. En el segundo acercamiento no hay instrucción previa, el
proceso consiste en elegir una idea y abordar, en consecuencia, los conocimientos que hacen falta para
resolver el problema. En ambas modalidades la reflexión se integra en todas las fases de manera que
se observe el progreso de forma colegiada y participativa.” (15 pp, Pozuelos, 2007.)

Aquí se presenta un tema recurrente a lo largo del capítulo, el interés sobre la participación activa del
estudiante en los procesos de enseñanza y planeación pedagógica. Aquí es donde se nos hace prestar
atención en el nacimiento, a lo largo del XIX, de una perspectiva fresca en el mundo de la educación,
que se oponía a la escuela tradicional y sus esquematizaciones. Un movimiento que ponía en el centro
de las consideraciones los intereses y necesidades de los estudiantes. De este arquetipo se nutrieron
Decroly, Dewey y Kilpatrick para fomentar sus respectivas estructuras pedagógicas para la educación
por proyectos. A pesar de que cada una de las opciones que plantean tienen sus diferencias y sus
distintas categorizaciones, todas comparten un fin común al darle importancia al estudiante como
agente en su propia educación. Claramente, las críticas no tardaron. El capítulo da mayor importancia
al juicio que hizo Freinet sobre los métodos de Decroly, específicamente a lo que llamó “desviación
del pensamiento decroliano”. Luego, el autor habla de otras propuestas influenciadas por los autores
anteriores y pasa por un breve repaso histórico universal y, sobretodo, español, además agrega como
esto influenció a una cierta época de estancamiento en las innovaciones pedagógicas. Para concluir, el
autor resalta que, debido a las extensas raíces y precedentes del trabajo por proyectos, no puede
llamarse a esta modalidad una “moda pasajera”, pero también es sensato reconocer que tiene un
carácter minoritario, si es comparado con el discurso hegemónico educativo.

A partir del segundo apartado el autor expone ciertos tópicos pilares que permiten justificar y definir
claridades respecto a los trabajos por proyectos. Acertadamente trata en un comienzo los argumentos
que permiten justificar el trabajo por proyectos dentro de las aulas. Primero, da cuenta de los
diferentes resultados y variables que pueden intervenir en los trabajos por proyectos, pues, las
condiciones tanto del estudiantado como las del profesor pueden ser diversas. Aun así, las dinámicas
que genera el trabajo por proyectos permiten acercarse rápidamente a la perspectiva del estudiante, el
nivel de motivación y participación es al parecer mayor. Según el autor, las diversas experiencias que
han recolectado han mostrado una clara preferencia mediante la cual los docentes optan el uso del
trabajo por proyectos; la participación activa del alumnado, la cuidadosa planificación y la
presentación de estos proyectos son los resultados y planteamientos que permiten enfocar la
educación en los proyectos integrados. Después, mediante la perspectiva del estudiante, explica que el
trabajo por proyectos comprende la situación real de los estudiantes y permite el acercamiento de
temáticas a las preocupaciones inmediatas de estos mismos. El autor fortalece esto realizando un
contraste con lo que se enseña en las escuelas usualmente y mediante su enunciado evidencia una gran
problemática:

“Y es que la lógica disciplinar, lo que se enseña en las escuelas a partir de las materias
académicas, raramente se corresponde con las preocupaciones reales del alumnado, y obviamente
intentar enseñar sin una motivación sincera e interna resulta, cuando menos, francamente difícil y
complicado (obsérvese el enrarecido clima que se vive en multitud de aulas de la educación
obligatoria, empeñados en la transmisión disciplinar de las materias escolares)”. (21 pp, Pozuelos,
2007.)
Justamente evidenciando esta problemática, la cual evita que el alumnado pueda aportar sus
preocupaciones reales, es que el autor construye un argumento sólido para dar más fuerza a la idea de
implementar los proyectos, es entonces cuando menciona que la gran diferencia está en que los
trabajos por proyecto organizan los contenidos y los organizan mediante una globalización con la cual
se puede trabajar, mientras que se relacionan al contexto y experiencia del estudiante.

Después el autor acertadamente considera superar el aprendizaje nemotécnico mediante el uso de los
proyectos, el desarrollo múltiple que brinda la implementación de trabajos por proyectos derriba el
paradigma y la barrera de conocimiento, pues, crean un entorno amigable para el desarrollo cognitivo
de destrezas y competencias como; el pensamiento crítico, la búsqueda de soluciones, rastreo de la
información y en general un aprendizaje metacognitivo apropiado para el estudiante. Ahora bien,
resalta los beneficios del trabajo por proyectos enfrentándolos en situaciones donde se adquieren
nuevos conocimientos:

“ante la aparición de nuevos conocimientos el trabajo por proyectos (investigación, proyecto


o problema) se presenta como un proceso que permite cierta economía de esfuerzo gracias a los
puentes y conexiones entre contenidos que promueve y genera, favoreciéndose de esta forma una
complementariedad que evita por una parte los solapamientos, repeticiones y contradicciones que
ocurren como consecuencia de abordar una misma idea…” (23 pp, Pozuelos, 2007.)

Aquí podemos confirmar que el autor a lo largo de este segundo apartado siempre relaciona todos los
beneficios del trabajo por proyectos, ya sea desde acercarse con el alumnado hasta la adquisición de
nuevos conocimientos, con una red multidisciplinar e interactiva que mejora no solo la adquisición de
nuevos conocimientos sino el planeamiento de las clases y herramientas de ayuda a los docentes.

Ahora bien, en el tercer apartado el autor reafirma al trabajo por proyectos como una alternativa fuerte
e informada, a pesar de que no se corresponde con una teoría aplicada. Los principios del trabajo por
proyectos son de distintas fuentes y si bien se relacionan coherentemente, son producto de
perspectivas distintas. La propuesta metacognitiva que maqueta el autor tiene bases y fundamentos lo
suficientemente sólidos para ser entendidos y aplicados, se pretende fijar desde una perspectiva critica
el proceso de aprendizaje, el intercambio y el apoyo como un medio de establecer lazos sociales,
aprender mientras se investiga y como un pilar los referentes teóricos básicos. A diferencia de un
modelo convencional de enseñanza donde el conocimiento se acumula y se reproduce, el autor refiere
que trabajar con proyectos implica el adquirir y otorgar significados a la información que se acumula,
implica conectar y relacionar este conocimiento para poder transformarlo y reconstruirlo críticamente
con una guía comunitaria, esto, de manera acertada permite un ejercicio que fortalece la
metacognición apropiadamente.
Además, el autor es hábil al considerar como bases importantes las ideas que los estudiantes puedan
tener y que enriquecen el potencial educativo, puesto que son referentes continuos donde se debe
volver en diferentes momentos del proceso de aprendizaje, son anclas que evitan solapas y fugas de
conocimiento, así pues, el autor mediante el enfoque cooperativo explica asertivamente cómo se
deben tener relaciones equilibradas en los procesos de enseñanza y aprendizaje, el crear una
comunidad donde las interacciones sean productivas y permitan un análisis apropiado y profundo.

En conclusión, el autor define las bases del trabajo por proyectos de manera apropiada, argumentando
y contrastando la convencionalidad con este proceso, además, explica de manera clara, lo versátil y
moldeable que son los mecanismos del trabajo por proyectos, ya sea desde una constante relación
social hasta un producto de investigación terminado y sin solapas de conocimiento.

Llegando al cuarto apartado el autor es consciente de la confusión que puede generar el término
trabajo por proyectos y explica lo difícil que puede ser encasillarlo si son diferentes secuencias
prácticas. En un principio el autor aclara que la ambigüedad es bastante notoria cuando en el uso del
lenguaje pedagógico el uso de este término a veces esconde prácticas que no son muy acordes a la
idea original, señala cuáles son a su juicio falsas interpretaciones de lo que realmente busca el trabajo
por proyectos. El autor precisa que el trabajo por proyectos no se corresponde al uso de un solo
método o formula que se repite indiscriminadamente en todas las ocasiones, no es un nuevo método
de desarrollo de clase, ni un formato definitivo para la experiencia docente.

Excluye también las tareas que inducen a una consulta vacía, también aclara que el rellenar fichas,
completar guías y responder formularios sin un trabajo metacognitivo y sin un previo desarrollo de
esos conocimientos tampoco indican que se trabaje desde la perspectiva de un proyecto. Lo que el
autor sí reconoce que puede ayudar a despejar las dudas sobre el concepto del trabajo por proyectos
son parecidos a las bases y argumentos que se dieron en los apartados anteriores, como por ejemplo,
integrar el conocimiento y experiencias del estudiante, pero no solo el académico, sino también el
popular y alternativo con los procesos y conocimientos que se adquieren mediante el proyecto, es un
proceso abierto a la participación, pues, así se construye y reafirma lo aprendido mediante una
evolución y una evaluación formativa y conjunta que no se va a limitar en un regulador que busca
solo respuestas correctas, sino que se pone a prueba el manejo y empleo del conocimiento. Esas son
las diferencias claras que el autor expone y que permiten aclarar la ambigüedad o más bien la
confusión que se tiene al aplicar métodos que no son trabajo por proyectos.

En los apartados finales se nos presenta lo relacionado con el diseño y el desarrollo de un proyecto,
posteriormente, se brinda instrumentos bastantes útiles para dicho proceso. Inicialmente se hace unas
consideraciones bastante importantes, puesto que se plantean puntos bastante relevantes para diseñar
un proyecto, donde destacan la naturalidad con la que se debe plantear un proyecto, pues no debe ser
una imposición, sino por el contrario un acto consensuado con el alumnado. También se menciona el
impacto que debe tener la propuesta en los estudiantes, ya que esta debe estar próxima a la realidad de
los estudiantes, y así lograr un mayor interés y curiosidad por parte de estos. Una de las
consideraciones más importantes, es la pertinencia del proyecto con el currículo, lo cual presenta un
punto con cierta dificultad, pues se requiere un análisis por parte del docente para establecer una
relación estrecha entre ambos puntos.

El diseño de un proyecto requiere pasar por distintos puntos, pues inicialmente se debe hacer una
selección temática, evaluando la coherencia y la justificación del tema que daría pie al proyecto.
Posterior se realiza un análisis de contenido y didáctico, allí se hace una revisión respecto al tema,
balanceando lo que se encuentra englobado en este, con respecto a lo didáctica, se establece una
conexión de los contenidos y se buscan instrumentos para captar las ideas de los estudiantes, también
se busca estrategias para hacer atractivo el proyecto ante los estudiantes. La siguiente fase es una
propuesta didáctica, allí la planeación de actividades es bastante importante y requiere mucho cuidado
en la marcha del proyecto, pues el docente debe organizarlas de modo que permita evidenciar el
progreso en los estudiantes, del mismo modo que también se deje ver bloqueos o dificultades para
actuar al respecto. Se busca que con las actividades haya diversidad en los resultados y respuesta. Por
último, hay que considerar la evaluación, la cual busca salir de lo tradicional, pues se propone una
carpeta de trabajos (portafolio) o una rúbrica, en la primera el estudiante podrá consignar a través del
proyecto lo aprendido, para así, realizar al final un proceso reflexivo y conciliador entre lo aprendido
empíricamente con lo teórico. Es entonces cuando se debe tener en cuenta el diseño del proyecto y
tanto el tiempo como la dedicación con la que se debe tratar “si una escasa previsión nos lleva a la
improvisación; lo contrario, el formalismo excesivo, convierte al diseño en un instrumento rígido y
burocrático de reducida validez práctica.” (Pozuelos, 2007, p. 41). Respecto al diseño, el autor realiza
una reflexión con respecto a la mesura que debe tener la planeación de proyectos, pues debe ser
balanceado para no caer en lo mencionado por Pozuelos.

Se presentan también instrumentos para facilitar la dinámica en la clase, y así, facilitar el desarrollo
del proyecto desde su inicio hasta el final. Partiendo de la negociación de la temática, donde se debe
involucrar los intereses del alumnado y así generar una motivación ellos, más avanzado el proyecto se
propone una red de preguntas, la cual facilita la detección de datos relevantes y la organización de los
mismos, también motiva al alumnado a participar, organizando y seleccionando las ideas. También se
debe contar con las ideas de los estudiantes, no solo en el inicio del proyecto, sino a través de este, el
autor refiere a instrumentos ya conocidos para que el alumnado exprese sus ideas, sin embargo, nos
propone tres nuevas formas: fotomural, dramatizaciones y dilemas. Los estudiantes pueden plasmar
sus ideas en los dos primeros instrumentos, pues tendrán que elaborar algo material donde plasmen
sus ideas o también podrán dramatizarlas, en la última modalidad el docente presentará un dilema, y
los estudiantes en función de este se expresaran.

Pozuelos resalta la importancia de la agrupación de los estudiantes como instrumento, pues el docente
debe ser estratégico a la hora de poner a trabajar al alumnado. El autor brinda una serie de pautas para
dicho proceso, donde se expone que se debe ser heterogéneo y rotativo en el trabajo agrupado para no
perder la cohesión del aula. También se detiene en los materiales y recursos para el desarrollo del
proyecto, señalando la bibliografía, refiriéndose a esta de un modo diverso, pues hay que valerse de
distintos medios tanto físicos como digitales. Por último, menciona la carpeta de trabajo, la cual reúne
todo el proceso de los estudiantes, sobre esta hace una reflexión, dado que es la herramienta que se
utiliza para la evaluación, debe mirarse de forma analítica para así aprovechar y apoyar el avance de
los estudiantes.

Para finalizar, se reflexionan los obstáculos presentes en el sistema educativo actual, el cual presenta
diversas dificultades desde varios puntos. Con respecto al docente se plantea la problemática de su
formación y su identidad, pues muchas veces se desliga de la realidad, en el sentido que no tiene
contacto con ella en su proceso formativo, además en ocasiones no se logra conciliar el conocimiento
de la disciplina con su enseñanza. En relación con lo social, se presenta el marco ideológico, en el
cual no toda la comunidad educativa se muestra a favor de la participación de los estudiantes, también
se expone la presión social por parte de diversas comunidades (la familia, instituciones, el alumnado),
a quienes les cuesta despegarse del sistema educativa tradicional y romper esos esquemas para dar
paso al trabajo por proyectos. También se puede encontrar obstáculos de carácter material como la
carencia de recursos para llevar a cabo este tipo de actividades. El autor finaliza proponiendo dos
soluciones para dichos obstáculos, la primera plantea continuar con el sistema ya establecido, para ir
perfeccionándolo, y la segunda propone eliminar los obstáculos para así trabajar sobre esta y facilitar
su implementación en las aulas de clase.

El texto es bastante detallado, lo cual brinda claridad al lector sobre conceptos y sobre el desarrollo de
la propuesta de trabajo, todos estos detalles son clave a la hora de analizar o implementar, pues es un
texto minucioso que, a pesar de ello, no pierde el panorama. Sin embargo, en algunos momentos se
vuelve repetitivo, pues menciona algunos puntos con bastante frecuencia, lo que desde nuestra
percepción es un poco innecesario, pues termina refiriéndose a lo mismo en diversas ocasiones.
Respecto a la propuesta, consideramos que es bastante buena, ya que permite conciliar práctica y
teoría, dando participación a los estudiantes, lo cual es innovador en un sistema donde el alumnado es
un ente pasivo. El autor ante su propuesta es consciente de los obstáculos y la dificultad que
representa implementarla, siendo también detallado en estos puntos, exponiendo los impedimentos,
esto permite al lector reflexionar sobre estos y contextualizarlos en su realidad, lo cual consideramos
es muy importantes pues globaliza un poco más texto.
Conclusiones

El autor permite tener claridades a la hora de diferenciar prácticas que no corresponden con el modelo
de trabajo por proyectos, enumera y contrasta conductas que suelen ser nombradas proyectos, pero al
final repiten los mismos modelos convencionales de acumulación y repetición del conocimiento,
además, es bastante preciso en cuanto a la modulación de los trabajos por proyectos, dando
herramientas y pasos a seguir para comprender el funcionamiento de estos mismos. El capítulo
también brinda una especie de guía bastante detallada para la implementación del modelo propuesto,
esto facilita el análisis y la aplicación del trabajo por proyectos, ya que el autor trata de no dejar
ningún cabo suelto a la hora de exponer, conceptualizar y detallar su propuesta.

Referencias

-Estrada, F. J. P. (2007). Trabajo por proyectos en el aula: descripción, investigación y experiencias.


Cooperación Educativa.
Planteamientos
“Otro inconveniente lo podemos encontrar en el marco ideológico pues no todo el
profesorado coincide en reconocer que el alumnado tenga necesidad de intervenir en las decisiones
educativas." (Pozuelos, 2007, p. 54)

¿Porque parte del profesorado no coincide en darle participación al alumnado? ¿Qué factores influyen
en que el profesorado subestime a los estudiantes? y ¿Qué estrategias se pueden implementar desde la
formación docente para evitar esta conducta? (Tito Alejandro Corredor Cruz)

Darle autonomía a los estudiantes y gerencia en los temas a trabajar es lo principal en el modelo de
trabajo por proyectos. Pero: ¿Qué tanto se alinean los intereses de los estudiantes con los estándares
académicos que se demandan? (David Felipe Rodríguez)

“Cuando nos relacionamos con los demás y enfrentamos los diversos puntos de vista afloran
contradicciones y posibilidades que de otra forma nunca aparecerían. Es decir, las interacciones abren
perspectivas y favorecen el enriquecimiento intelectual en tanto que generan conflictos que
desestabilizan las percepciones iniciales y, a su vez, instan a la búsqueda de nuevas posiciones más
potentes que las originales.” (Pozuelos, 2007, p. 28)

¿De qué manera se puede implementar las interacciones en una institución educativa donde ha
existido un enfoque fuerte en cuanto a una educación convencional nemotécnica y acumulativa?

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