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24/08/2014

EN MI VIDA JESÚS ES EL HIJO DE DIOS, EL SALVADOR O UN SINPLE


PERSONAJE DE LA HISTORIA

En nuestra realidad, por la desconfianza que hemos a alimentado en nuestro


medio social todo lo tenemos atado por medio de claves y llaves que solamente
uno es capaz de permitir la entrada a los demás. Ojala no esté aconteciendo lo
mismo con nuestra vivencia de la fe, ya que ésta es para dejarla libre para que la
cercanía y bondad de Dios llegue a todos por igual.

En el caso de Jesús, le da las llaves a Pedro para que abra las puertas de la fe, la
justicia y el perdón, es decir para que siga abriendo las puertas de la fe y así el
reino de Dios se expanda por todo el mundo.

Dar testimonio de Jesús nos puede llevar a la cruz, pero no debe ser una cruz que
se asuma con nostalgia y cansancio, sino una cruz que aunque cause dificultades
se asuma con alegría de ser testigos del salvador del mundo. Vivir el testimonio a
la luz del amor de Jesús es poder vivir y decir a los demás, que el dios revelado en
Jesús es un Dios de vida, alegría y presente en nuestra vida cotidiana.

Dar testimonio de Jesús es poder confesarlo con los labios y reconocer sus obrar
en pro del bienestar de todo el género humano.

En nuestra vida muchas veces sucede que “Confesamos a Cristo por costumbre,
por piedad o por disciplina, pero vivimos con frecuencia sin captar la originalidad
de su vida, sin escuchar la novedad de su llamada, sin dejarnos atraer por su
amor apasionado, sin contagiarnos de su libertad y sin esforzarnos en seguir su
trayectoria.

Lo adoramos como «Dios», pero no es el centro de nuestra vida.


Lo confesamos como «Señor», pero vivimos de espaldas a su proyecto, sin saber
muy bien cómo era y qué quería. Lo llamamos «Maestro», pero no vivimos
motivados por lo que motivaba su vida.
Vivimos como miembros de una religión, pero no somos discípulos de Jesús.” (J. A.
P. el camino abierto por Jesús, Mateo).

Gracias Señor por ser el Hijo de Dios y nuestro Salvador.


Gracias Señor por mi vida y mi familia.
Gracias Señor por no dejarme ahogar en mis Angustias.
Gracias Señor por ser en mi vida no un personaje histórico, sino el que da sentido
a mi vida.

Jesús, el Hijo de Dios vivo,


que da sentido a mí existir,
es el banquete compartido
de quienes a Él la vida quieren unir.

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