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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

DECANA DE AMERICA

Escuela Profesional

Ingeniería Mecánica de fluidos

Tema:

“CAUDAL ECOLOGICO”

Profesor:

 ING. M. ENRIQUE ARAMBULO

Integrantes:

 Quispe LLacchua Luis Fernando 16130190

Ciudad universitaria 5 de febrero del 2020

1
2
RESUMEN

Los mecanismos de cálculo y establecimiento de caudales ecológicos y regímenes de


caudales ambientales vienen experimentando un rápido desarrollo en los últimos
años, en consonancia con el aumento en el conocimiento de las variables para las que
se definen. La aprobación de nuevos marcos normativos en la planificación hidrológica
y la necesidad de integrar todas estas consideraciones técnicas en la gestión moderna
de los recursos hídricos hacen necesarios análisis detallados de la situación actual de
estos aspectos. En este artículo se profundiza, a partir de los conceptos más clásicos
existentes en este ámbito, en los nuevos métodos e interpretaciones que pueden
dominar este campo en los próximos años

3
INTRODUCCION

Este trabajo tiene por objeto analizar la institución del caudal ecológico como
instrumento de protección del medio ambiente, su regulación en el Código de Aguas,
en su “Reglamento para la determinación del caudal ecológico mínimo” (en adelante,
el “Reglamento”), aprobado por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad1, y su
interacción con el Sistema de evaluación de Impacto Ambiental (SeIA), establecido en
la Ley Nº 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente (LBMA). Para lo anterior,
se revisará el tratamiento de este instrumento por la doctrina y la jurisprudencia, la
evolución de su imposición como práctica administrativa hasta su recepción legal,
advirtiendo las críticas que dicha regulación pueda merecer al enmarcarla en nuestro
sistema de Derecho de Aguas y de Derecho Ambiental. Entre otras, se abordará la
doble revisión por parte de la Dirección General de Aguas y el Sea, y las críticas a su
operatividad en los cauces superficiales, por ser una carga individual que deben
cumplir los usuarios.

4
DEFINICION CARACTERISTICAS Y
OBJETIVOS

El uso intensivo del agua en diferentes actividades humanas, muchas


veces con intereses contrapuestos, puede producir externalidades
ambientales negativas, como la sobreexplotación y agotamiento físico del
recurso en el cauce natural, afectación y/o pérdida de ecosistemas
fluviales. Esta realidad, junto con la valoración ecológica del agua como
elemento del medio ambiente, cuya cantidad y calidad son básicas para la
mantención de los ecosistemas fluviales, ha llevado a la necesidad de
establecer un instrumento que permita mantener los ríos como base de
estos ecosistemas y no solamente como fuente de un recurso renovable
necesario para el hombre. el mismo término “caudal ecológico” es
discutido3; se han dado otras terminologías: caudal ambiental, caudal
básico, caudal de compensación, caudal mínimo, etc.4 en nuestro sistema
se optó por el de caudal ecológico mínimo, como término aceptado y
reconocido a nivel técnico y jurídico. y de este término se han dado
diferentes conceptos, algunos más simples y otros más complejos:
1. el caudal ecológico se ha definido como el agua mínima necesaria para
preservar los valores ecológicos en el cauce de ríos u otros cauces de
aguas superficiales.
2. “Caudal mínimo necesario para asegurar la supervivencia de un
ecosistema acuático preestablecido”5.
3. “Caudal que debe mantenerse en cada sector hidrográfico, de tal
manera que los efectos abióticos (profundidad, velocidad de la corriente,
turbulencia, calidad del agua, ancho mojado, etc.), producidos por la
disminución de caudal no alteren significativamente la dinámica del
ecosistema, permitiendo mantener el objetivo ambiental según el estado
de referencia que se aplique” .

5
4. Para efectos del Reglamento, se recogió una definición comprensiva
tanto del momento de su establecimiento como de sus objetivos: “Caudal
ecológico mínimo es aquel que se impone a los nuevos derechos de
aprovechamiento de aguas que se constituyan en cauces naturales de
agua, teniendo por objeto evitar que los efectos abióticos, tales como la
disminución del perímetro mojado, la profundidad, la velocidad de la
corriente y los incrementos en la concentración de nutrientes producidos
por la reducción de caudal, alteren significativamente las condiciones
naturales pertinentes del cauce, impidiendo o limitando el desarrollo de
los componentes bióticos y abióticos del sistema, o alterando
significativamente la dinámica y funciones del ecosistema”.

De acuerdo a lo expuesto, pueden extraerse las siguientes características


de esta institución:
a) es un instrumento de gestión ambiental que se materializa en fijar una
cantidad mínima de agua que debe fluir en una determinada fuente
superficial, que busca mantener o asegurar la supervivencia de un
ecosistema acuático.
b) Implica o constituye una restricción al ejercicio de los derechos de
aprovechamiento, ya que si al ejercer un derecho de aprovechamiento se
debe dejar pasar el caudal ecológico aguas abajo de su punto de
captación, y la fuente no trae agua suficiente para extraer todo el caudal
otorgado, y además para dejar pasar el mínimo ecológico fijado, el titular
del derecho debe reducir su extracción para dejar ese mínimo en el cauce.
Entendemos que esta limitación queda comprendida dentro del Nº 7 del
artículo 149 del CA, que al establecer las menciones de la resolución que
constituye un derecho de aprovechamiento, admite como parte del acto
de constitución el establecimiento de modalidades que afectan al derecho
con el objeto de conservar el medio ambiente.
c) Se establece solamente para cursos de agua superficiales, para evitar el
deterioro de los ecosistemas hídricos que pueda producirse por el
aprovechamiento de estas aguas.
d) Su objetivo es la preservación de la naturaleza y la protección del medio
ambiente. Estos objetivos generales se especifican en la mantención del
ecosistema existente en el curso de agua superficial, en no alterar

6
significativamente sus condiciones naturales. Es una medida que se refiere
a la protección del agua como elemento natural del medio ambiente,
además de recurso económico y útil al hombre. Otros objetivos
específicos, además de la mantención del ecosistema, pueden ser:
conservar una especie protegida, evitar cortes en el río, mantener pozas y
zonas ribereñas para efectos del paisaje, restaurar un tramo del río,
mantener la población de peces para pesca, etc.

ORIGENES, FUNDAMENTOS Y
REGUACIONES

El establecimiento de caudales ecológicos en nuestro país es bastante


anterior a la modificación introducida por la Ley Nº 20.017 al Código de
Aguas (CA), que consagró en el artículo 129 bis 1 la obligación de la
Dirección General de Aguas (en adelante, DGA) de velar por la
preservación de la naturaleza y la protección del medio ambiente,
debiendo para ello establecer un caudal ecológico mínimo al constituir
derechos de aprovechamiento de aguas. En realidad, esto vino sólo a
confirmar una práctica de la DGA que se ejercía hace bastante tiempo,
imponiendo caudales ecológicos al otorgar derechos de aprovechamiento,
pero sin una norma expresa del Código que la autorizara en ese sentido, lo

7
cual fue criticado por la doctrina en su momento9. A pesar de esto,
durante años10 la DGA fijó, en las resoluciones que constituían derechos
de aprovechamiento, caudales ecológicos o mínimos que los titulares de
dichos derechos debían respetar11 dejando pasar dicha cantidad aguas
abajo de su punto de captación, teniendo que reducir su extracción para
dejar ese mínimo en el cauce si el caudal que traía la fuente no alcanzaba
para ambos valores (el caudal otorgado por el derecho y el mínimo
ecológico).
Esta potestad de la DGA fue discutida en tribunales, donde este actuar fue
validado por la jurisprudencia12. Los argumentos dados por la DGA y
aceptados por la Corte Suprema que se esgrimían como fundamento para
ejercer esta facultad eran los siguientes:
1. Artículo 19 Nº 8 de la Constitución Política, referente a la garantía de
vivir en un medio ambiente libre de contaminación y al deber del estado
de velar por que este derecho no sea afectado y de tutelar la preservación
de la naturaleza.
2. obligación de la DGA de velar por el medio ambiente como órgano
administrativo del estado con competencias sobre un recurso natural y
elemento del medio ambiente.
3. Inclusión del posible perjuicio o afectación al medio ambiente o los
ecosistemas dentro del concepto de “terceros” del artículo 22 del CA,
estando la DGA no sólo facultada sino que obligada a considerar el caudal
ecológico al determinar si existe disponibilidad del recurso hídrico para
otorgar derechos de aprovechamiento.
4. La condición de las aguas de bienes nacionales de uso público (artículos
595 del Código Civil y 5 del CA), por lo que el estado debe establecer la
forma de administración de este recurso sin afectar derechos de terceros
ni el bien común, lo que comprende la afectación del medio ambiente.
5. Los artículos 41 y 42 de la LBMA; el primero establece que el uso y
aprovechamiento de los recursos naturales se efectuará asegurando su
capacidad de regeneración y la diversidad biológica asociada a ellos, y el
segundo autoriza al organismo público encargado por ley de regular el uso
y aprovechamiento de recursos naturales para exigir la presentación y
cumplimiento de planes de manejo de los mismos para asegurar su
conservación.

8
6. una interpretación extensiva de las funciones y atribuciones de la DGA
establecidas en los artículos 299 letra a) y 300 letra a) del CA, que
complementadas con las normas de la LBMA permitirían el ejercicio de
esta potestad.
Posteriormente, los titulares de derechos de aprovechamiento podían
encontrarse con que después de su otorgamiento, también se establecían
caudales ecológicos como medida de mitigación por parte de la Comisión
Nacional del Medio Ambiente (Con AMA) o la Comisión Regional
respectiva (Corea), al momento de evaluar ambientalmente proyectos que
requerían usar recursos hídricos, a través del Sea. Esto basado en que uno
de los efectos significativos que podía producir un proyecto sometido a
evaluación ambiental en este elemento, estaba contemplado en el artículo
11 de la LBMA (que determinaba los criterios para presentar un estudio o
Declaración de Impacto Ambiental). En muchos casos, el caudal ecológico
era aumentado a través del Sea, al utilizarse otras metodologías para su
fijación, como veremos en el acápite siguiente. De acuerdo a la actual
regulación del caudal ecológico mínimo, la DGA tiene, conforme al artículo
129 bis 1 del CA, la facultad expresa para establecer esta limitación a los
derechos de aprovechamiento al momento de constituirlos, fijando un
caudal ecológico mínimo. Como reglas para su establecimiento, en primer
lugar el artículo citado dice que “sólo afectará a los nuevos derechos que
se constituyan”, por lo que se descartó que la DGA pudiera imponer el
caudal ecológico a derechos ya otorgados; en segundo lugar, se requiere
que la DGA para su fijación considere las “condiciones naturales
pertinentes de cada fuente superficial”. En tercer lugar, se establecieron
ciertos requisitos y máximos de caudal que pueden imponerse con este
objeto, diferenciando entre un caudal ecológico “normal” y otro de “casos
calificados”. en el caudal ecológico mínimo normal, éste no podrá ser
superior al 20% del caudal medio anual de la respectiva fuente superficial;
en casos calificados, se requiere informe previo y favorable del Ministerio
de Medio Ambiente, y este caudal ecológico es fijado por decreto fundado
del Presidente de la República, no pudiendo ser superior en todo caso al
40% del caudal medio anual de la respetiva fuente superficial. Finalmente,
el artículo ordena a un Reglamento, que deberá ser firmado por los
Ministros de Medio Ambiente y obras Públicas, determinar los criterios de
acuerdo a los cuales se establecerá el caudal ecológico.

9
METODOS O CRITERIOS PARA SU
DETERMINACION DE LIMITES PARA SU
IMPOSICION

Respecto a la metodología para determinar los caudales ecológicos,


existen en la ciencia de la hidrología varias alternativas, entre las que se
mencionan las metodologías hidrológicas, hidráulicas, hidrobiológicas y
holísticas15. La DGA, en su Manual de Normas y Procedimientos para la
Administración de Recursos Hídricos del año 200216, había establecido
como criterio para la determinación del caudal ecológico el fijarlo en un
porcentaje del caudal medio anual del río, un método de tipo hidrológico.
el titular del derecho de aprovechamiento podía proponer otras
metodologías, pero para eso debía fundamentar y presentar a su cargo los
estudios pertinentes. Complementarios a éste, se nombraban otras
metodologías hidrológicas como la Norma de Nueva Inglaterra, Norma de
la Confederación Suiza, Norma Principado de Asturias; metodologías
holísticas, como el Método de Tenante, el de Área Drenarte, y de
Perímetro Mojado17. Finalmente, en una presentación de la DGA se
proponía el año 2004 la metodología basada en modelos hidráulicos y
biológicos o Metodología IFIM, la que tomaría en cuenta diversos
componentes para determinar dicho caudal, pero que requería un gran
esfuerzo en términos de la calidad y cantidad de información para definir
un caudal ecológico que permitiera preservar las condiciones de
habitabilidad para una o varias especies o sus estados de desarrollo18.
Como objetivos o criterios para determinar la metodología a utilizar, otra
autoridad administrativa, la Dirección de obras Hidráulicas, indicaba las
siguientes: asegurar la preservación de biotipos y ecosistemas raros en las
10
estaciones biológicas; disminuir riesgo eventual de daño en los
ecosistemas por principio precautorio; consideración de las características
morfológicas fluviales singulares del río, y consideración de los
requerimientos biológicos de la especie acuática en los meses de mayor
vulnerabilidad19. Pero esto no aseguraba una aplicación o determinación
uniforme del caudal ecológico. en las presentaciones citadas se advierte
que según el método que se utilice, la determinación del caudal ecológico
está sujeto a una amplia variabilidad, produciéndose diferencias
importantes en el resultado de una u otra metodología en la cantidad
resultante. De hecho, según una presentación efectuada por la misma
DGA en 2004, la metodología de dicho organismo para fijar el caudal
ecológico se basaba en el caudal medio anual, con un resultado de caudal
fijo. en cambio, en el Sea, para fijar el caudal ecológico participaban,
además de la DGA, otros organismos con competencias ambientales, tales
como el Servicio Nacional de Pesca (SeRNAPeSCA), la Corporación
Nacional Forestal (CoNAF), y hasta el Servicio Nacional de Turismo
(SeRNATuR); con otras metodologías que incluían factores hidrológicos,
ecológicos, biológicos, turísticos, de paisaje y pesca, entre otros; lo que
muchas veces arrojaba un caudal ecológico fijado en la RCA, de distinto
valor y de carácter variable20. Con la reforma del 2005, la DGA cambió su
Manual de Administración de Recursos Hídricos en 2008, estableciendo
como criterio para la determinación del caudal ecológico el método
hidrológico, respetando los máximos que estableció la norma del artículo
129 bis 1 del CA; y agregó la consideración del régimen natural de
caudales de la fuente, de manera de tomar en cuenta las variaciones de
flujo en el cauce a lo menos dentro de un período anual que considere la
estacionalidad, estableciendo un caudal variable, proporcional al cauce sin
intervención con variabilidad estacional en los casos que sea posible21. en
la aplicación e interpretación del artículo 129 bis 1 del CA hubo una
intervención importante por parte de la Contraloría General de la
República. Dicho organismo en varias ocasiones se abstuvo de tomar
razón de las resoluciones de la DGA que otorgaban derechos de
aprovechamiento con determinado caudal ecológico, por no constar “que
se haya dictado un acto administrativo que haya fijado un caudal
ecológico mínimo en la fuente superficial en que inciden los derechos de
aprovechamiento que se vienen constituyendo…”22. esto es, la
Contraloría exigía que, además del informe técnico propio de cada
expediente administrativo donde constan los antecedentes para la
11
constitución del respectivo derecho de aprovechamiento, se dictara un
acto administrativo de carácter general por parte de la DGA que
estableciera un caudal ecológico mínimo en la fuente que se constituye el
derecho, con el objeto de garantizar el cumplimiento de las normas del
artículo 129 bis 1 del CA y su aplicación sin discrecionalidad por parte de la
autoridad23. Después de varios pronunciamientos por parte de la
Contraloría en este mismo sentido24, la DGA dictó la Resolución Nº 240
de 10 de diciembre de 200925, en la que “fija criterios para el cálculo del
caudal ecológico al constituirse derechos de aprovechamiento de aguas”,
distinguiendo entre cauces con derechos constituidos con caudal
ecológico mínimo, utilizando el criterio del 10% del caudal medio anual;
cauce con derechos constituidos con caudal ecológico mínimo menor del
50% del caudal con 95% de probabilidad de excedencia, y cauce sin
derechos constituidos o sin caudal ecológico mínimo definido. A partir de
estos criterios, se podrían definir los caudales ecológicos mínimos para
determinadas cuencas, subcuentas o subsubcuencas, como lo hizo con las
de la Región de Atacama en 201026. Luego de esto, la Contraloría sí tomó
razón de las resoluciones de la DGA que constituían derechos de
aprovechamiento, pero igualmente hacía hincapié en sus
pronunciamientos que los criterios debían quedar determinados por un
Reglamento firmado por los Ministros del Medio Ambiente y obras
Públicas27. Siendo éste un ámbito eminentemente técnico y no jurídico, lo
mínimo que podría pedirse desde el ámbito del Derecho es: 1) la
fundamentación técnica del acto administrativo que fija esta restricción al
ejercicio de los derechos de aprovechamiento; 2) certeza o determinación
previa respecto del método a utilizar, y 3) igualdad en la aplicación de la
metodología para todos los usuarios de derechos de aprovechamiento, al
menos en la misma fuente. Finalmente, el Proyecto de Reglamento
especifica los criterios para la determinación del caudal ecológico mínimo
de la siguiente manera:
a) Caudal ecológico normal para el otorgamiento de derechos de
aprovechamiento de aguas: Caudal variable para cada mes del año
equivalente al 20% del caudal medio mensual de la respectiva fuente
superficial en el punto de captación solicitado, con el límite máximo del
20% del caudal medio anual28. b) Caudal ecológico para casos calificados:
Éste requiere de un informe previo favorable del Ministerio de Medio
Ambiente, y se establece por decreto supremo del Ministerio de obras

12
Públicas. este caudal ecológico se establecerá para un cauce, para una
sección o un sector de aquél y será un caudal variable para cada mes del
año, equivalente al 40% del caudal medio mensual de la respectiva fuente
superficial en el sector de interés, con el límite máximo del 40% del caudal
medio anual de la respectiva fuente superficial en dicho sector29.
el mismo Reglamento define como casos calificados aquellos en que “se
identifican riesgos en la calidad de las aguas y/o el hábitat de magnitud tal
que comprometen la supervivencia de las especies”.30 una novedad
respecto de este caudal especial y que no estaba regulado en el CA, es la
posibilidad de que cualquier persona pueda solicitar la declaración de un
caudal ecológico mínimo en una fuente superficial en casos calificados31.
esto sin perjuicio de la posibilidad de que las autoridades relacionadas con
este tema, el Ministerio de Medio Ambiente y la Dirección General de
Aguas, elaboren conjuntamente estudios de las condiciones de las
cuencas, subcuencas y/o zonas hidrográficas para contar con mayor
información para estos efectos.

EFECTOS DE LA ALTERACION DEL REGIMEN


NATURAL DE CAUDALES
13
Los componentes definitorios de un régimen de caudales y reguladores de
los procesos ecológicos de los sistemas acuáticos son la magnitud,
frecuencia, duración, predictibilidad y tasa de variación (Walker et al.,
1995). Numerosos investigadores han estudiado las repercusiones
ecológicas de la modificación del régimen de caudales prístino en un
tramo fluvial, habiendo encontrado que dependen del modo de alteración
de sus componentes, así como de las respuestas de las dinámicas
biológicas y geomorfológicas.

La alteración de la magnitud y frecuencia de los caudales extremos


provocada por los cambios súbitos de caudal en los aprovechamientos
hidroeléctricos resulta nociva para el ecosistema: varios estudios señalan
que son letales para muchos organismos que son arrastrados durante los
caudales máximos o quedan aislados en seco durante los caudales
mínimos (Cushman, 1985); favorecen la instalación de especies
generalistas que pueden desplazar a las nativas (Gehrke et al., 1995);
propician el desarrollo excesivo de algas (Petts, 1984); rompen el ciclo
vital de algunas especies (Scheidegger y Bain, 1995); y modifican el
sustrato (Reiser et al., 1989). La modificación de la duración tiene efectos
ecológicos comprobados. El alargamiento del período de caudales bajos
limita el hábitat disponible e incrementa la concentración de los
organismos acuáticos (Cushman, 1985), reduce el refugio proporcionado
por la cobertura vegetal (Taylor, 1982), y rompe la conexión entre el cauce
y las márgenes (Ward y Stanford, 1979). El alargamiento del período de
inundación modifica la composición del bosque ribereño (Brenn, 1992) y
reduce las zonas de rápidos para los peces (Bogan, 1993).

Varios trabajos constatan los efectos de la alteración de la predictibilidad


en la biocenosis fluvial. La pérdida de los caudales extremos estacionales
elimina las señales ambientales de los peces, impidiendo el adecuado

14
desove, incubación y migración (Fausch y Bestgen, 1997); limita el acceso
de los peces a lugares de remanso (Junk et al., 1989); favorece la invasión
de especies riparias exóticas (Horton, 1977) y reduce el crecimiento y
regeneración del bosque de ribera (Reiley y Johnson, 1982). Finalmente, el
incremento de la tasa de variación de caudales ligada a la
hidroelectricidad puede arrastrar y aislar a los organismos menos móviles
(Cushman, 1985). El aumento de la tasa de recesión de una inundación
reduce la germinación en las márgenes (Rood et al., 1995).

Fig2

15
BASE LEGAL PARA EL ESTABLECIMIENTO DE
CAUDALES ECOLOGICOS

El primer antecedente normativo moderno que incorpora la necesidad de


respetar unos caudales ecológicos aparece en EEUU en 1949, aludiendo a
unos “caudales mínimos” que debían proteger el ecosistema, las
actividades recreativas, la calidad del agua e incluso los valores estéticos.
Actualmente, EEUU es el país con más experiencia acumulada en la
determinación de caudales ecológicos, finalidad para la que han
desarrollado la metodología específica “Instream Flow Incremental
Methodology” IFIM (Bovee y Milhous, 1978), cuya aplicación
estandarizada está plenamente aceptada en los ámbitos científicos y
legales.
La normativa Colombiana también incorpora esta necesidad,
concretamente en el Proyecto de Ley del Agua (M. Ambiente, borrador
actual) que define el “Caudal Ecológico” como (Art. 21) “… los caudales
mínimos que deberán mantener las corrientes superficiales en sus
diferentes tramos, a fin de garantizar la conservación de los recursos
hidrobiológicos y los ecosistemas asociados”. Adicionalmente, expone el
lineamiento básico provisional para su cálculo.
De manera complementaria, la Ley ambiental 99 de 1993 explicita en su
Título VIII la obligatoriedad de una Licencia Ambiental para los proyectos
de grandes infraestructuras hidráulicas. La evaluación ambiental de estas
instalaciones incluye la determinación de un RCE, que limita la
productividad dentro de unos intervalos estipulados por los colectivos
implicados, en función de sus intereses particulares.
Varios convenios internacionales de los que Colombia es signataria
incorporan de modo más o menos directo el compromiso de mantener
unos caudales ecológicos que salvaguarden los valores socioeconómicos,
culturales y ambientales de los ríos. En primer lugar, el Convenio para la
Conservación de la Diversidad Biológica (Río de Janeiro 5/5/1992),

16
ratificado en 1994 (Ley 165), dedica varios artículos (8, 10 y 14) para
señalar la necesidad de preservar el patrimonio ecológico.

En segundo lugar, el Convenio RAMSAR relativo a la conservación de


humedales de importancia internacional (Ramsar-Irán, 1971) reconoce la
importancia de estos sistemas en la conservación global y el uso
sostenible de la biodiversidad, con importantes funciones, valores y
atributos. En tercer lugar, es destacable el programa “El Hombre y la
Biósfera” (MaB), promovido por la UNESCO para fijar las directrices para el
manejo sostenible de la diversidad biológica y la potenciación de una
relación respetuosa entre el hombre y el medio ambiente. Colombia se
incorpora al Programa Áreas Importantes para la Conservación de las Aves
(AICAS) en 2000, con la intención de estimular la conservación de zonas
relevantes para la avifauna, cuya funcionalidad está vinculada a un
adecuado régimen de caudales. Otros acuerdos referenciales son el de la
Convención sobre la protección del Patrimonio Mundial, Natural y Cultural
(París, 1972), adoptado por Colombia en 1983 (Ley 45), que obliga a la
protección estricta de lugares y recursos de interés mundial, entre los que
se incluyen los cursos de agua.

17
METODOS DE CALCULODEL REGIMEN DE
CAUDALES ECOLOGICOS

Los primeros métodos científicos para determinar los RCE en ríos


regulados aparecieron en la década de los 60 en la zona noroeste de
EEUU, con objeto de estimar unos caudales mínimos que asegurasen la
pesca de salmónidos de gran interés económico. Posteriormente,
surgieron métodos analíticos comprensivos, que relacionaban el caudal
con las exigencias biológicas de las especies. Estos enfoques simples han
evolucionado hacia sofisticados modelos hidrobiológicos, que evalúan la
cantidad y calidad del hábitat generado por un caudal determinado.

En la actualidad se emplean más de 200 métodos para estimar caudales


ecológicos en más de 50 países (Statzner et al., 1997). Unas revisiones
completas y actuales de los métodos principales son las de King et al.

18
(1999) y Magdaleno-Mas (2005) en idioma español. Para facilitar el
análisis de los métodos, se clasifican a continuación en tres tipologías
básicas de enfoques metodológicos, enumerados en orden creciente de
aparición y rigor conceptual como: Hidrológicos, Hidráulicos y
Ecohidráulicos (Fig. 1).

Fig. .2

19
CAUDALES AMBIENTALES Y SUCEDANEOS

En términos extremos, el agua de los ríos puede contemplarse como un recurso dentro
de la reserva hídrica del país, o como el componente básico del ecosistema fluvial.
Para unos, el principal objetivo de una correcta regulación sería mantener la integridad
ecológica del río a través de la conservación de su fauna y flora. Para otros, la
regulación de caudales debe de estar de acuerdo con la satisfacción de las demandas
de agua de sus usuarios. Para unos, implantar el caudal de otros implicaría una
limitación del recurso, mientras que para esos otros, asumir el caudal de aquellos,
llevaría a la degradación del ecosistema.
Para que exista un ecosistema fluvial, el único componente imprescindible es el agua.
Admitiendo que una parte del caudal transportado por los ríos, inevitablemente debe
utilizarse por parte de la humanidad, se trata de buscar el compromiso adecuado entre
uso del recurso y conservación del ecosistema que lo contiene. Aquí es donde entran
los caudales ambientales y sus derivados.
Para un río regulado u objeto de regulación, sus caudales ambientales pueden
planificarse con distintos objetivos, pero todos ellos pueden englobarse en alguno de
los siguientes términos:

• Caudales de mantenimiento. Es un caudal calculado para y dirigido hacia, la


conservación de los valores bióticos del ecosistema fluvial. La fijación de estos
caudales de mantenimiento responde a criterios científicos, bajo distintos enfoques, y
nunca puede referirse a mantener un caudal constante a lo largo del tiempo (Palau,
1994), sino a instaurar un verdadero régimen completo de caudales capaz de
reproducir de la mejor forma posible, la variabilidad temporal más probable.

• Caudales mínimos. Son caudales capaces de mantener la vida en el río y poco más. Se
trata de caudales sin pretensiones de ser una solución ni definitiva ni ecológica, en el
sentido amplio de ambos términos. Se calculan de forma directa y arbitraria producto
de un pacto más que de una formulación científica.

20
• Caudales de acondicionamiento. Se refiere a un caudal que puede establecerse sin
más o como complemento de caudales mínimos o de mantenimiento, para una
finalidad concreta, ajena a la conservación de valores bióticos del ecosistema fluvial y
referida a aspectos abióticos (dilución, paisaje, usos recreativos, etc.).

21
CONCIENCIA EN EL MANEJO DEL RECURSO
HIDRICO

A través de los años la humanidad ha sentido la necesidad de estar cerca


de los cursos de agua para garantizar su supervivencia, es decir, siempre
han sido el eje central de los asentamientos humanos y en donde
prosperan las ciudades. No obstante, aún no se tiene claro si los nombres
originarios de los territorios provienen de los ríos o éstos surgieron en el
seno de las poblaciones que se asentaron en su cercanía. Debido a que el
agua es un elemento que bien puede causar enfermedad o bienestar,
desde un principio se hizo necesario cuantificarla, valorarla o estimarla a
lo largo de los territorios; por este motivo surgieron variadas disciplinas
del conocimiento que empezaron a buscar diferencias que, por su parte,
permitieron caracterizar los movimientos de aguas desde las geoformas
de alta montaña, hasta las zonas más bajas y aun en los mismos cauces de
los ríos.

El fruto de estas investigaciones se refleja en la legislación colombiana,


pionera a nivel latinoamericano en la preservación de los recursos
hídricos, incluso antes de la reunión de mandatarios en la cumbre de Río
de Janeiro. Sin embargo, esta legislación algunas veces, ha considerado
temas ambientales que en sus comienzos fueron discutidos y aprobados y
otras interpretados de forma errada, como es el caso de la Ley 4 de 1951,
con el que se decretaba el uso de una zona forestal y que en su primer
artículo dice textualmente: “Declárese de utilidad pública la zona forestal
aledaña al río Otún y sus afluentes, ubicada en jurisdicción de los
municipios de Pereira y Santa Rosa, Departamento de Caldas, zona fijada
por funcionarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería”.

22
CONCLUSIONES

En principio parece que, sea cual sea la estrategia de definición y cálculo


de los caudales de mantenimiento, esta debe cumplir al menos las tres
premisas siguientes:
• Que su fundamento teórico tenga una lógica basada en características
intrínsecas del ecosistema fluvial y no en criterios antrópicos, los cuales
pueden valer como elementos de validación pero no de definición y
cálculo de los caudales de mantenimiento.
• Que sus resultados se refieran a todo el ecosistema fluvial o, en su
defecto, al mayor número de componentes de este, sin primar unos sobre
otros.
• Que su aplicación contemple como más relevante, el invertir los
esfuerzos y requerimientos en términos de conocimientos, tiempo y coste,
hacia la fase de validación posterior de los resultados. Se trata de llegar a
una propuesta de caudal de mantenimiento de la forma más rápida y
precisa posible (respetando por supuesto los dos puntos anteriores) y
aplicar los mayores esfuerzos en la validación posterior de los resultados,
para comprobar si son o no adecuados a la realidad del ecosistema fluvial.

El inicio de esta investigación obliga a una consulta de las metodologías


existentes y utilizadas en otros países, conocer qué parámetros
consideran, sus limitaciones, o sus ventajas y desventajas de unas frente a
otras, para que, con base en esas experiencias y conociendo las
particularidades de nuestra región, definir, ajustar y, por qué no, agregar
lo que se requiera para que sean aplicables a nuestras condiciones. Si se
analiza el término caudales ecológicos se podría pensar que no satisface
completamente las expectativas que requiere nuestra sociedad, sería más
adecuado utilizar el término caudales ambientales, término que ya ha sido
23
empleado también por algunos autores (aunque no tan difundido como el
primero), pero que permite en el caso particular de Colombia involucrar la
incidencia de los componentes sociales y culturales dentro de los
regímenes de caudales que se van a determinar.

24
BIBLIOGRAFIA

http://repositorio.unap.edu.pe/handle/UNAP/4617
http://repositorio.lamolina.edu.pe/bitstream/handle/UNALM/1836/P10.V
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https://repository.ucatolica.edu.co/bitstream/10983/15989/1/Proyecto%
20Final.pdf

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