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"Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has

escogido, para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por
transgresión, para irse a su propio lugar. Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue
contado con los once apóstoles. " (Hechos de los Apóstoles 1.24-26, RVR60)

"Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? Sabiendo
Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende? ¿Pues qué, si
viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero? El espíritu es el que da vida; la carne para
nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de
vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y
quién le había de entregar. Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere
dado del Padre. Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le respondió Simón Pedro:
Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos
que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros
los doce, y uno de vosotros es diablo? Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era
el que le iba a entregar, y era uno de los doce. " (Juan 6.60-71, RVR60)

"Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto,
y a quien había resucitado de los muertos. Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno
de los que estaban sentados a la mesa con él. Entonces María tomó una libra de perfume de nardo
puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del
olor del perfume. Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de
entregar: ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres?
Pero dijo esto, no porque se cuidará de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa,
sustraía de lo que se echaba en ella. Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha
guardado esto. Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, más a mí no siempre me
tendréis. " (Juan 12.1-8, RVR60)

"Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este
mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. Y
cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón,
que le entregase, sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que
había salido de Dios, y a Dios iba, se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla,
se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos
con la toalla con que estaba ceñido. Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me
lavas los pies? Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo
entenderás después. Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare,
no tendrás parte conmigo. Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y
la cabeza. Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio;
y vosotros limpios estáis, aunque no todos. Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No
estáis limpios todos." (Juan 13.1-11, RVR60)

"Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo,
que uno de vosotros me va a entregar. Entonces los discípulos se miraban unos a otros, dudando de
quién hablaba. Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. A
éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba. El
entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le dijo: Señor, ¿quién es? Respondió Jesús: A quien
yo diere el pan mojado, aquél es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón. Y después
del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto. Pero
ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto. Porque algunos pensaban,
puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o que
diese algo a los pobres. Cuando él, pues, hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya de noche. "
(Juan 13.21-30, RVR60)

Judas Iscariote nunca fue tratado diferente por Cristo, a pesar de conocer su corazón. Siempre lo
trato igual que a los demás discípulos.

"Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que
los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Los nombres de los doce
apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo,
y Juan su hermano; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por
sobrenombre Tadeo, Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó. " (Mateo 10.1-
4, RVR60)

"Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les
dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. Y desde
entonces buscaba oportunidad para entregarle. " (Mateo 26.14-16, RVR60)

"Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce. Y mientras comían, dijo: De cierto os digo,
que uno de vosotros me va a entregar. Y entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos
a decirle: ¿Soy yo, Señor? Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato,
ése me va a entregar. A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel
hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.
Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho."
(Mateo 26.20-25, RVR60)

"Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las
treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado
entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando
las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó. Los principales sacerdotes, tomando las
piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de
sangre." (Mateo 27.3-6, RVR60)
"Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo
halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y
adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y
el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta
mala generación. " (Mateo 12.43-45, RVR60)

"Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados
todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia. " (2 Tesalonicenses
2.11-12, RVR60)

"Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce; y
éste fue y habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de cómo se lo entregaría.
Ellos se alegraron, y convinieron en darle dinero. Y él se comprometió, y buscaba una oportunidad
para entregárselo a espaldas del pueblo. " (Lucas 22.3-6, RVR60)

"Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y
padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y
resucitar al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor,
ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro:
¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de
Dios, sino en las de los hombres." (Mateo 16.21-23, RVR60)

"Pero Jesús se volvió y dijo a Pedro: —¡Apártate de mí, Satanás, pues me pones en peligro de caer!
¡Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres!" (Mateo 16.23, DHH-CP)

"Jesús se volvió y le dijo: —¡Pedro, estás hablando como Satanás! ¡Vete! Tú no entiendes los planes
de Dios, y me estás pidiendo que los desobedezca. " (Mateo 16.23, TLA)

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