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Introducción

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD),


también conocida como la 'Cumbre para la Tierra', tuvo lugar en Río de Janeiro, Brasil, del 3 al 14
de junio de 1992. Esta conferencia global, celebrada durante el vigésimo aniversario de la primera
Conferencia Internacional sobre el Medio Humano (Estocolmo, 1972), reunió a políticos,
diplomáticos, científicos, periodistas y representantes de organizaciones no gubernamentales
(ONG) de 179 países, en un esfuerzo masivo por reconciliar el impacto de las actividades socio-
económicas humanas en el medio ambiente y viceversa. Simultáneamente se celebró en Río de
Janeiro el 'Foro Global de las ONG', al que asistieron un gran número de representantes de las
ONG para explicar su propia visión del futuro estado medio ambiental y de desarrollo socio-
económico del mundo.

La Cumbre de Río fue una reunión fundamental, más trascendental de lo que la mayoría de las
personas piensa. Allí se sentaron las bases para la lucha contra el cambio climático y afrontar las
amenazas que se ciernen sobre la vida en la Tierra, con miras al siglo XXI. En Río se estableció la
Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) y se acordó la
creación de la COP, Conferencia de las Partes, como su órgano supremo. Para el que quiera
adentrarse en los temas medioambientales, el calentamiento global, cambio climático, etc.,

Río de Janeiro: Cumbre de la Tierra

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente y el Desarrollo, celebrada en Río de


Janeiro, constituyó un momento importante en la aspiración de lograr un equilibrio justo entre las
necesidades económicas, sociales y ambientales. Esta reunión, conocida como Cumbre de la
Tierra, fue inaugurada oficialmente el 2 de junio de 1992, en el Complejo Río Centro, en
Jacarepagua, a unos 40 kilómetros del centro de la ciudad sede.

La Cumbre de Río fue una reunión muy importante, y esperanzadora en su momento. No quedan
dudas de que allí se sentaron las bases para afrontar las múltiples amenazas que se ciernen sobre
la vida en la Tierra en este siglo XXI.

Sin embargo, las declaraciones, convenios y programas que allí se establecieron no tuvieron
carácter vinculante. En palabras coloquiales, no se creó un marco legal que obligara a los países o
a las partes a cumplirlos. Es por esto, en parte, que luego de transcurrido más de un cuarto de
siglo, la mayoría de las metas no se ha alcanzado. Una prueba de ello es que ahora nos
encontramos en “Emergencia Climática”, un paso importante para rectificar errores, pero muy
reciente para sacar conclusiones.

Entre los objetivos de la Declaración de Río podemos considerar la creación de una nueva forma
de cooperación entre los Estados, los sectores y las personas, sobre temas relativos a la protección
del ambiente y un desarrollo económico sostenible en armonía con el medioambiente y la
cooperación entre los países para proteger, preservar y restablecer las condiciones de la Tierra.

Río fue la madre de las conferencias, convenciones y declaraciones climáticas; principios relativos
a los bosques; lucha contra la desertificación; convenios sobre la diversidad biológica; Agenda 21 o
acción climática mundial para promover el desarrollo sostenible.
Sin embargo, también hay que decirlo: la mayoría de estos convenios no tuvieron carácter
vinculante, o sea, no se creó un marco legal que obligara a los países o partes a cumplirlos. Es por
esto, en parte, que luego de transcurridos casi treinta años, la mayoría de las metas no se ha
alcanzado.

Participantes

El encuentro activó durante casi dos semanas el mayor operativo de protocolo y seguridad de la
historia de Brasil y del mundo, pues nunca antes se habían congregado tantos presidentes,
primeros ministros, monarcas y ministros.

Un total de 108 Jefes de Estado y de Gobierno tomaron parte en las sesiones plenarias de la
Conferencia, a la que concurrieron, además, unos 30 mil activistas locales y extranjeros,
numerosos representantes de Organizaciones No Gubernamentales, y más de ocho mil
periodistas.

Principios e instrumentos

En la Cumbre de Río se fueron aprobados por 178 gobiernos diversos documentos, los cuales son:

Programa 21: este es un plan de acción que tiene como finalidad metas ambientales y de
desarrollo en el siglo XXI

Declaración de Río sobre medio ambiente y desarrollo: se definen los derechos y deberes de los
Estados.

Declaración de principios sobre los bosques.

Convenciones sobre el cambio climático, la diversidad biológica y la Desertificación.

La cita reafirmó la meta de la ONU de que las naciones ricas dedicaran un 0,7 por ciento de su
Producto Interno Bruto a la cooperación internacional para el desarrollo. No obstante los
esfuerzos por preservar la vida en el planeta, la aprobación de esos programas encontró la
resistencia de Estados Unidos, único país que no firmó el Tratado sobre la protección de la fauna y
la flora, a pesar de los esfuerzos de sus aliados para que lo ratificara.

Importancia de la Cumbre

La celebración en Río de Janeiro en 1992 de la Primera Cumbre de la Tierra fue el más importante
de los acontecimientos ecológicos y de protección a la naturaleza jamás realizado por la
humanidad. Asistieron jefes de Estado o de Gobierno de todos los continentes; al mismo tiempo,
participaron en cien actos veinte mil representantes de organizaciones no gubernamentales en el
Foro Global de Río, quienes llevaron la voz de los pueblos al magno evento ecológico.
No era de esperarse, por otra parte, que la Cumbre resolviera así los gravísimos problemas que
agobian la salud del Planeta. En Río, como en cualquier evento moderno, chocaron los intereses
de los grandes países explotadores, y no sólo de éstos, sino los de las clases poderosas capitalistas
que depredan constantemente los recursos naturales de los países menos desarrollados y que
atacan con igual furia que los más sofisticados y avanzados tecnológicamente de los estados
imperiales. Pero la famosa Cumbre de Río dio un indudable impulso a la potencial solución de
algunos de los grandes problemas planteados del Medio Ambiente, a pesar de que el propio
presidente de la delegación norteamericana, George Bush, se negó a firmar los protocolos de Río.

Frente a la actitud norteamericana, los conceptos expuestos por el Presidente cubano Fidel Castro
le dieron un aval notable a la Cumbre, al igual que otros jefes de Estado que supieron dar pasos en
defensa de la soberanía nacional frente a la pretensión de Estados Unidos y algunos de sus aliados
al tratar de imponer una coyunda internacional en relación con los recursos naturales de los países
pobres.

Resultados

Los 20 años transcurridos desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y
el Desarrollo de 1992 los avances han sido desiguales, incluso en lo que respecta al desarrollo
sostenible y la erradicación de la pobreza. Recalcamos la necesidad de avanzar en la aplicación de
los compromisos anteriores. Reconocemos además que es necesario acelerar los avances hacia la
eliminación de las diferencias entre países desarrollados y países en desarrollo, y de crear y
aprovechar las oportunidades de lograr el desarrollo sostenible mediante el crecimiento
económico y la diversificación, el desarrollo social y la protección del medio ambiente. Con ese fin,
subrayamos que sigue siendo necesario un entorno propicio en los planos nacional e
internacional, así como una cooperación internacional ininterrumpida y reforzada, especialmente
en las esferas de las finanzas, la deuda, el comercio y la transferencia de tecnología según lo
acordado mutuamente, y de la innovación, el espíritu de empresa, la creación de capacidad, la
transparencia y la rendición de cuentas. Reconocemos la diversificación de los actores y los
interesados que se dedican a la búsqueda del desarrollo sostenible. En ese contexto, afirmamos
que sigue siendo necesaria la participación plena y efectiva de todos los países, en particular los
países en desarrollo, en la adopción de decisiones a nivel mundial.

Desde 1992 los progresos han sido insuficientes y se han registrado contratiempos en algunos
aspectos de la integración de las tres dimensiones del desarrollo sostenible, agravados por las
múltiples crisis financieras, económicas, alimentarias y energéticas, que han puesto en peligro la
capacidad de todos los países, en particular los países en desarrollo, para lograr el desarrollo
sostenible.

Los avances realizados por los países de ingresos medianos en lo que se refiere a mejorar el
bienestar de su población, así como los problemas de desarrollo específicos con que tropiezan en
su labor orientada a erradicar la pobreza, reducir las desigualdades, y lograr sus objetivos de
desarrollo, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y a lograr el desarrollo sostenible de
una manera amplia que integre las dimensiones económicas, sociales y ambientales. La
comunidad internacional debería prestar apoyo suficiente a esa labor en diversas formas,
teniendo en cuenta las necesidades de esos países y la capacidad de movilizar sus recursos
internos.

El planeta Tierra y sus ecosistemas son nuestro hogar y que “Madre Tierra” es una expresión
común en muchos países y regiones, y observamos que algunos países reconocen los derechos de
la naturaleza en el contexto de la promoción del desarrollo sostenible. Estamos convencidos de
que, para lograr un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de
las generaciones presentes y futuras, es necesario promover la armonía con la naturaleza.

Que se adopten enfoques globales e integrados del desarrollo sostenible que lleven a la
humanidad a vivir en armonía con la naturaleza y conduzcan a la adopción de medidas para
restablecer el estado y la integridad del ecosistema de la Tierra. La diversidad natural y cultural del
mundo y reconocemos que todas las culturas y civilizaciones pueden contribuir al desarrollo
sostenible.

Conclusiones:

La Conferencia de Río fue importante como ejemplo de conocimiento y concientización. La frase


"Hay que salvar al Planeta", así lo indica. Se firmaron convenios importantísimos que quizás no
sean cumplidos desde hoy en su totalidad por las Partes, pero estamos en presencia del
surgimiento de una nueva "moral internacional", a la que todos los países, tarde o temprano,
deberán respetar, por el principio mismo de la supervivencia.

Debemos concluir que la mayoría de los objetivos de la Cumbre de Río no se han alcanzado.
Cuando escribimos esto apenas falta un año para la entrada en vigor del Acuerdo de París. Por más
que la ONU, las ONG y otros entes se esfuercen con sus buenos propósitos por revertir el cambio
climático y sus efectos adversos, se les ha hecho difícil convertir esas intenciones en realidades.
Esto se debe, principalmente, a que los grandes intereses son permanentes frenos y muros de
contención ante cualquier acción que se decida a favor de la vida en el planeta que toque sus
intereses. Por ahora no existe un contrabalance efectivo en la sociedad que pueda tener algún
peso en esta lucha asimétrica.

Fuentes

Conferencias de la ONU sobre el medio ambiente. (s.d.). Naciones Unidas - Centro de Información.
México, Cuba y República Dominicana. Recuperado Agosto 19, 2010, a partir de Cinu

Norniella, F. (s.d.). Río de Janeiro: Primera Cumbre de la Tierra. Agencia de Información Nacional.
Recuperado Agosto 19, 2010, a partir de AIN

Núñez Jiménez Antonio. (1998). Hacia una Cultura de La Naturaleza. Las Cumbres de la Tierra.
Recuperado Agosto 19, 2010, a partir de Fanj

Programa 21. (s.d.). Naciones Unidas - Centro de Información. México, Cuba y República
Dominicana. Recuperado Agosto 19, 2010, a partir de Cinu
Introducción

El medio ambiente se convirtió en una cuestión de importancia internacional en 1972, cuando se


celebró en Estocolmo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano. En los años
subsiguientes, las actividades encaminadas a integrar el medio ambiente en los planes de
desarrollo y en los procesos de adopción de decisiones en el plano nacional no llegaron muy lejos.
Aunque se avanzó algo respecto de cuestiones científicas y técnicas, se siguió soslayando la
cuestión del medio ambiente en el plano político y se fueron agravando, entre otros problemas
ambientales, el agotamiento del ozono, el calentamiento de la Tierra y la degradación de los
bosques.

Cuando las Naciones Unidas estableció la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo en 1983, era evidente que la protección del medio ambiente iba a convertirse en una
cuestión de supervivencia para todos. La Comisión presidida por Gro Harlem Brundtland llegó a la
conclusión de que para satisfacer "las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de
las futuras generaciones para satisfacer las propias"; la protección del medio ambiente y el
crecimiento económico habrían de abordarse como una sola cuestión. De resultas del Informe
Brundtland, el 22DIC1989, la Asamblea General de la ONU pidió que se celebrara una reunión
mundial en la cual pudieran elaborarse estrategias para detener e invertir los efectos de la
degradación del medio ambiente "en el contexto de la intensificación de los esfuerzos nacionales e
internacionales hechos para promover un desarrollo sostenible y ambientalmente racional en
todos los países."

LA CUMBRE DE LA TIERRA

En 1972 se reunió en Stockolmo la Primer Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente
y Desarrollo. En esa oportunidad la convocatoria obedecía a la necesidad de poner el tema del
Medio Ambiente en el orden del día internacional, y alertar a la opinión pública sobre las
consecuencias que ocurrirían de hacer un uso inadecuado de todo lo referente al medio ambiente.

Veinte años después, los objetivos que impulsaron a esta segunda convocatoria de la Conferencia
de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD), son profundamente
diferentes: la reunión se pensó para que los gobiernos tomaran compromisos concretos sobre
temas que ponen en peligro la supervivencia del ecosistema planetario.

Cuáles fueron los grandes temas?. Quizás motivo de los grandes intereses los temas importantes
no ofrecieron un debate profundo, esclarecedor, para que la opinión pública tuviese una
verdadera dimensión del peligro que amenaza a nuestro planeta.

A mi entender, podemos mencionar como muy importantes al Convenio sobre Cambios Climáticos
y al Convenio sobre Diversidad Biológica. Luego vienen otros, tales como el problema poblacional,
la infancia, la mujer, que se mostraron como consecuencia de los primeros.
Algunos de los temas tratados, que posteriormente fueron profundizándose y tomando una
entidad mayor tanto en el área de las organizaciones no gubernamentales como en el sector
gubernamental, fueron los residuos contaminantes en las energías convencionales y el desarrollo
de fuentes alternativas de energía, entre otras.

Se relacionaron de esta manera, por primera vez en un evento ecuménico de trascendencia


mediática internacional, los efectos negativos del uso de combustibles fósiles con el cambio
climático global. También se indicó que el transporte público podría ser importante en la
disminución de las emisiones contaminantes de los vehículos, además de atacar directamente las
problemáticas urbanas relacionadas con el tránsito y los inconvenientes de salud provocados por
la polución ambiental.

Otra cuestión que se puso en el tapete fue la creciente escasez de agua. Como vemos, se trata de
cuestiones que hoy forman parte de la agenda cotidiana de los medios, pero que en 1992 no
tenían la importancia y la consideración que hoy recogen. Asimismo, gracias a la Cumbre de Río se
sentaron las bases de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que
posteriormente desembocaría en el Protocolo de Kioto.

Objetivos

Veinte años después de la primera Conferencia sobre el Medio Humano celebrada en Estocolmo,
las Naciones Unidas procuraron ayudar a los gobiernos a repensar el desarrollo económico y
encontrar la forma de detener la destrucción de los recursos naturales irreparables y la
contaminación del planeta. Cientos de miles de personas de todos los países siguieron el proceso
de la Cumbre en Río y persuadieron a sus líderes para acudir a la misma y participar en la toma de
decisiones frente a los problemas que amenazaban a nuestro futuro común y sostenible.

El objetivo principal de esta Conferencia fue introducir un programa extenso y un nuevo plan para
la acción internacional en temas de medio ambiente y desarrollo, que ayudaran a guiar la
cooperación internacional y el desarrollo de programas en el siglo XXI.

La Cumbre de la Tierra marcó un hito porque centró la atención mundial en la idea de que los
problemas medioambientales del planeta estaban íntimamente relacionados con las condiciones
económicas y los problemas de justicia social. Demostró que las necesidades sociales,
medioambientales y económicas se deben equilibrar las unas con las otras para obtener
resultados sostenibles a largo plazo. La Conferencia también indicó que las acciones o decisiones
locales más insignificantes, buenas o malas, tienen repercusiones potenciales a escala mundial.

Esta conferencia global reunió a políticos, diplomáticos, científicos, periodistas y representantes


de organizaciones no gubernamentales (ONG) de 179 países, en un esfuerzo conjunto para
conciliar el impacto de las actividades socioeconómicas humanas con el medio ambiente, y
viceversa. La Cumbre de la Tierra tuvo una duración de dos semanas y constituyó el clímax de un
proceso, iniciado en diciembre de 1989, de planear, educar y negociar entre todos los Estados
miembros de las Naciones Unidas, que condujo a la adopción de la Agenda 21, un programa de
acciones que exigía nuevas formas de invertir en el futuro para conseguir el desarrollo sostenible a
escala mundial.

Los acuerdos adoptados en la Cumbre de la Tierra fueron los siguientes:

 Agenda 21: un plan de acción aplicable en los años 90 y hasta bien entrado el siglo XXI,
que elabora estrategias y un programa de medidas integradas para detener e invertir los
efectos de la degradación ambiental y para promover un desarrollo compatible con el
medio ambiente y sostenible en todos los países.
 La Declaración de Río sobre el Medio Ambiente i el Desarrollo: documento que integra 27
principios interrelacionados entre sí, en el que se establecen por primera vez las bases
para llegar al desarrollo sostenible fijando, asimismo, el marco para todos los derechos y
obligaciones individuales y colectivas en el campo del medio ambiente y el desarrollo.
 La Declaración de Principios Forestales: un conjunto de 15 principios, no vinculantes, que
rigen la política nacional e internacional para la protección, la administración y el uso más
sostenibles de los recursos forestales mundiales. Estos principios son importantes porque
representan el primer y principal consenso internacional sobre un mejor uso y la
conservación de toda clase de bosques.

Asimismo, también se obtuvieron resultados vinculantes de la Cumbre de Río de Janeiro, es decir,


dos convenios de cobertura y perspectivas hasta ahora desconocidas y para los que se preveía una
firme voluntad de desarrollo mediante protocolos:

 El Convenio Marco de las Naciones Unidas contra el Cambio Climático: acuerdo


legalmente vinculante, firmado por 154 gobiernos en la Cumbre de Río, que reconoce por
primera vez en términos políticos y jurídicos la existencia del problema del cambio
climático y la contribución que hacen al mismo las actividades humanas. Establece como
objetivo último alcanzar la estabilización de las concentraciones de gases de efecto
invernadero en la atmósfera a un nivel que impida transferencias antropogénicas
peligrosas en el sistema climático.
 El Convenio de la Biodiversidad: acuerdo legalmente vinculante, que representa un paso
importante hacia la conservación de la diversidad biológica del uso sostenible de sus
componentes y del reparto justo y equitativo de los beneficios derivados del uso de
recursos genéticos.

Resultados

Durante la Cumbre de la Tierra, en 1992, se acordó que la Asamblea General de las Naciones
Unidas, en un período extraordinario de sesiones que se celebraría en 1997, llevaría a cabo un
examen de los avances a los que se había llegado al cabo de cinco años, es decir, evaluar las
medidas que habían tomado los países, las organizaciones internacionales y la sociedad civil como
respuesta a los retos y objetivos establecidos en la Cumbre de la Tierra.

Cinco años después de la Cumbre de Río de Janeiro, del 23 al 27 de junio de 1997, se celebró en
Nueva York la conferencia conocida como Río + 5.
El objetivo de esta conferencia consistió en determinar y reconocer los avances conseguidos en la
aplicación de los acuerdos concertados en la Cumbre de la Tierra y en promover acuerdos
similares en todo el mundo. También se trataba de identificar errores y omisiones y proponer
medidas correctivas, todo ello para determinar las prioridades y los objetivos y trazar un plan de
trabajo para la siguiente etapa de aplicación de los instrumentos de la Cumbre de la Tierra, de cara
al siglo XXI.

Sin embargo, el tema central de esta conferencia fue acelerar la aplicación de la Agenda 21 de una
forma global. Así, se adoptó un Programa para la Aplicación de la Agenda 21 y se identificaron los
principales déficits en el camino hacia la sostenibilidad. Se destacaron muy especialmente la
pobreza y la desigualdad social, en parte debido a la disminución de los niveles de ayuda oficial
para el desarrollo y el incremento de la deuda externa. Entre los objetivos se determinó la
necesidad de introducir mejoras en la transferencia de tecnología, fomentar la capacitación para la
participación y en temas de desarrollo; mejorar la coordinación institucional e introducir cambios
en los niveles de producción y consumo. Este programa preveía una nueva evaluación al cabo de
cinco años más, es decir, al cabo de diez años después de la celebración de la Cumbre de Río.

En la actualidad, la CDS sigue siendo la comisión funcional para el desarrollo sostenible dentro del
sistema de las Naciones Unidas.

El secretario general de las Naciones Unidas también estableció en julio de 1993 una Junta
Consultiva de Alto Nivel para el Desarrollo Sostenible, siguiendo las recomendaciones de la
Cumbre de la Tierra. La Junta, integrada por 21 personalidades eminentes que desarrollan sus
funciones a título personal, asesora al secretario general y a la Comisión sobre las nuevas
cuestiones que se plantean en relación con el desarrollo sostenible y ayuda a formular propuestas
de política, concebir formas innovadoras de resolver problemas y determinar las nuevas
cuestiones que merecen la atención de los comités, programas y organismos de las Naciones
Unidas. En sus primeros cuatro años de funcionamiento, la Junta Consultiva de Alto Nivel
promovió activamente varias medidas encaminadas al desarrollo sostenible. Su influencia queda
de manifiesto no sólo en la calidad de la orientación normativa que imparte, sino también en la
amplitud de los contactos que mantiene con grupos comunitarios y de profesionales.

Conclusiones:

Debemos concluir que la mayoría de los objetivos de la Cumbre de Río no se han alcanzado.
Cuando escribimos esto apenas faltan diez meses para la activación del Acuerdo de París. Por más
que la ONU, las ONG y otros entes se esfuercen con sus buenos propósitos por revertir el cambio
climático y sus efectos adversos, por ahora se les ha hecho difícil convertir sus intenciones en
realidades. Esto se debe, principalmente, a la resistencia al cambio de parte de los grandes
intereses, permanentes frenos y muros de contención ante cualquier acción que afecte sus
haberes.

Las cifras mencionadas dos párrafos más arriba demuestran claramente que los grandes emisores
de CO2 no han hecho la tarea asignada en las conferencias climáticas a lo largo de un cuarto de
siglo. Tampoco lo han hecho aquellos países que basan su economía en el carbón, el petróleo y el
gas natural, y no quieren dejar de producir estos combustibles fósiles. Sin duda son los principales
responsables de la situación climática de la Tierra. Sin embargo, todavía estamos a tiempo de
revertirla. La producción de coches eléctricos, la energía eólica y la energía solar van en aumento.
En la medida que se incremente aún más la fabricación de éstos, se abaratarán los costos de la
electromovilidad, los aerogeneradores y los paneles fotovoltaicos. Esto hará menos competitivos a
los combustibles fósiles, a la vez que se irán achicando los mercados del carbón e hidrocarburos.

Bibliografía

Informe Final de la Reunión Regional Preparatoria de América Latina y el Caribe a la IV Conferencia


de las Partes de la Convención sobre la Diversidad Biológica - Lima, Perú, 1998.

Portal del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.-


www.un.org/esa/sustdev/documents/agenda21/spanish/agenda21sptoc.htm

Portal de la Cumbre de Río de Janeiro o Cumbre para la Tierra.-


http://www.un.org/esa/sustdev/agenda21.htm

Portal de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible - Johannesburgo


http://www.johannesburgsummit.org/

Revista de la Asociación Peruana de Ecología. Lima, Perú, 1998


http://www.lamolina.edu.pe/ciencias/ecologia/

Portal de la Comisión Nacional del Ambiente - www.conam.gob.pe

Derek OSBORN, 1993, Perspectivas de un nuevo acuerdo mundial para el desarrollo sostenible.

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