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En la actualidad todos los focos del sector de las telecomunicaciones móviles están puestos
en los próximos despliegues de 5G, IoT (Internet of Things) y MEC (Multi-access Edge
Computing), que, sin ninguna duda, marcarán un antes y después dentro del ámbito móvil.
Sin embargo, uno de los temas sobre el que no se está hablando es la consecuente
desaparición de las redes 2G y 3G.
Si bien, hasta ahora, las nuevas generaciones de telefonía móvil han ido conviviendo con las
tecnologías predecesoras (únicamente ha desaparecido la primera generación analógica),
la aparición de 5G conllevará la desaparición de las redes 2G y 3G para poder aprovechar el
espectro que ocupan. Y aunque existen funcionalidades que permiten compartir el espectro
entre tecnologías (spectrum sharing), hay que tomar consciencia de que las redes 2G/3G
acabarán apagándose.
El objetivo de este artículo es evaluar los retos que conlleva el apagado de estas redes
móviles y nuestra visión sobre cómo afrontar el desmantelamiento y migración de servicios
para proveedores de servicio, empresas y organismos.
2G
La segunda generación móvil, 2G, también conocida como GSM (Global System Mobile
Communications), fue la primera generación digital y la primera red global de
comunicaciones celulares estandarizada por el ETSI (European Telecommunications
Standards Institute) y adoptada en casi todos los países del mundo.
Con el paso del tiempo, y principalmente debido a la irrupción de internet, se añadió a las
redes móviles mayor capacidad de transmisión de datos mediante GPRS (General Packet
Radio Service). GPRS, por tanto, se puede considerar como un servicio de datos para los
usuarios de GSM, pero utilizando conmutación de paquetes y técnicas de multiplexación.
La velocidad de transmisión que se puede alcanzar mediante GPRS es, como máximo
teórico, entorno a los 170 Kbps.
3G
Con la penetración cada vez mayor de internet, y dadas las limitaciones del sistema 2G en
cuanto al transporte de datos, aparece en la década de los 2000 el 3G, la tercera generación
de telefonía móvil, de la mano de la tecnología UMTS (Universal Mobile
Telecommunications System).
4G
5G
Con la nueva generación la evolución inminente va a ser mucho mayor y permitirá, además
mayor eficiencia, mayores velocidades de datos y una mejora de los servicios.
Se espera que esto permita la entrada de otras verticales y ofrecer nuevas soluciones que
hasta ahora se soportaban mayoritariamente sobre redes propietarias (p. ej. soluciones
IoT).
En la actualidad conviven todas las tecnologías digitales. Pero esto va a acabar y en los
próximos años vamos a asistir al apagado de las redes 2G y 3G.
Factores que influyen en el apagado de las redes 2G y 3G
La decisión sobre qué red se debe apagar antes (2G o 3G), y cómo hacerlo, depende de
múltiples factores y puede variar según los intereses de cada operador o de la zona
geográfica.
o
Por ejemplo, los dispositivos de M2M (Machine To Machine), tales
como los terminales de pago de los puntos de venta, se apoyan
mayoritariamente en redes 2G. Estos dispositivos son más difíciles de
migrar a una nueva tecnología, por lo que los operadores que ofrecen
estos servicios a un importante parque de clientes están optando, de
momento, por mantener las redes 2G allí donde disponen de una
base desplegada de servicios M2M.
Además, aún existen muchos clientes con dispositivos móviles que
soportan únicamente 2G o 3G [principalmente en países con una
economía poco desarrollada].
Para remediarlo, la tecnología VoLTE [Voz sobre LTE – 4G] proporciona una solución más
eficiente para servicios de voz que las tecnologías 2G y 3G. Pero VoLTE no está disponible
en muchas redes 4G [alrededor de un 25-30% aún no han empezado o están en las fases
iniciales del despliegue], por lo que de momento tienen que mantener las redes 2G/3G para
los servicios de voz.
Estado del apagado a nivel mundial de las redes móviles 2G/3G, ¿por dónde
empieza?
Una decisión clave es si apagar primero la red 2G o la red 3G. Esta decisión estará muy ligada
a los factores enumerados anteriormente. No hay, por tanto, una respuesta única a esta
pregunta, sino que, como se verá a continuación, tiene respuestas diferentes en cada
geografía.
Europa
Todo apunta a que el apagado de redes 3G acontecerá con anterioridad al apagado de redes
2G. Y como se verá más adelante, parece que Europa será un caso particular y diferente al
resto del mundo.
Esto se debe principalmente al elevado despliegue realizado en servicios del tipo M2M e
IoT que se basan en la tecnología 2G. Además, en Europa se está viendo la opción de
reaprovechar la tecnología 2G y utilizarla para servicios tales como NB-IoT (Narrowband
Internet of Things), debido principalmente a su bajo coste y a la disponibilidad de una amplia
cobertura.
Como curiosidad, parece que los operadores de Suiza serán los primeros europeos en
realizar el apagado de las redes 2G. Sunrise ya realizó el apagado en 2018, mientras que
Swisscom lo tiene planeado para 2020.
Asia
Como casos particulares, y en contra de esta corriente, China Mobile está apagando su red
3G porque se basa en TD-CDMA, que no tiene presencia internacional. Pero, por otro lado,
China Unicom sí que está apagando su red 2G primero.
Oceanía
Sigue la tendencia de Asia, decantándose de forma general por la priorización del apagado
de la tecnología 2G. Telstra, Optus y Vodafone han apagado ya sus redes 2G en Australia, y
en Nueva Zelanda, Vodafone es el único operador que aún ofrece el servicio de 2G.
Norteamérica
México será el último en realizar el apagado de la red 2G, aunque tanto Movistar como ATT
ya han anunciado que lo harán durante este año 2019.
África
Estos mercados están menos desarrollados que los anteriores y no liderarán el camino,
cuando se trata del apagado de 2G o 3G. Por tanto, es difícil pronosticar algún tipo de
escenario en estos momentos. Pero en términos generales, las predicciones son que se
procederá antes al apagado de 3G y que las redes 2G tendrán algo más de vida.
Las razones son el elevado número de dispositivos 2G, el hecho de que los dispositivos 3G
también soportan 2G, y que 2G podrá usarse como CS-Fallback para redes o dispositivos 4G
sin VoLTE. También se apunta a la existencia de GSM hasta 2030.
Centroamérica y Suramérica
Operadores
o
Número de dispositivos que solo soportan la(s) tecnología(s) a
desmantelar.
Distribución geográfica por área de interés.
Ingresos de los dispositivos que soportan cada una de las tecnologías,
incluyendo los propios abonados y, también, los provenientes de
itinerancia o roaming.
Posibles obligaciones contractuales o regulatorias.
Contratos de operación y mantenimiento, y vida útil restante de
equipos.
Tendencias de tráfico y dispositivos de las distintas tecnologías, para
servicios de voz y datos.
Análisis de capacidad excedente en otras tecnologías.
Análisis financiero: cash-out, depreciación, etc.
o
Ahorros y beneficios alcanzables con el desmantelamiento: energía,
operaciones y mantenimiento, reúso de espectro, reventa de
equipos, etc.
Pérdidas por el apagado y costes adiciones: se evalúan puntos tales
como perdidas por la no entrada de roamers en la red, posibles
sanciones por pérdida de cobertura, descuentos por terminales, etc.
Inversión adicional como, por ejemplo, coste de desmantelamiento
de los equipos, refarming del espectro, cambios de SIMs, etc.
Riesgos del escenario seleccionado: clientes, competencia, riesgos
regulatorios, etc.
o
Modelo de gobierno que controlará el apagado.
Plan de migración de los clientes.
Plan de refarming para la reutilización del espectro por otra
tecnología.
Plan de desinstalación de la red a desmantelar: fases y regiones.
Planes de mitigación de los posibles riesgos.
Aquí nuevamente la decisión sobre cómo proceder pasa por tres grandes fases:
1. Identificación de soluciones. Análisis de los servicios afectados que corren sobre la red
2G/3G y evaluación de soluciones alternativas, considerando aspectos tanto técnicos como
operativos y de impacto económico:
o
Identificación de los servicios afectados.
Inventariado detallado de los equipos afectados por cada servicio.
Identificación de alternativas: nuevos dispositivos con nuevas
tecnologías.
Tecnologías disponibles para migrar los servicios: 4G, 5G, Sigfox,
LORA…
Análisis de huellas de cobertura de cada tecnología respecto a las
necesidades de cada servicio.
Otros impactos: servicios de provisión, operación y mantenimiento,
adaptaciones en sistemas…
Definición de posibles nuevos procesos de provisión, operación y
mantenimiento.
Análisis económico a corto, medio y largo plazo.
2. Selección del mejor escenario para la migración de los servicios a una nueva tecnología,
que incluye:
o
Justificación técnica y económica de la solución seleccionada.
Procesos para la migración de los dispositivos y plataformas (si
procede).
Riesgos del escenario seleccionado.
o
Modelo de gobierno que controlará la migración.
Plan de migración.
Planes de mitigación de los posibles riesgos.
Selección y contratación de proveedores: dispositivos, plataformas,
servicios de sustitución/provisión, servicios de operación y
mantenimiento, posibles procesos de licitación…
Modelos de relación con los diferentes actores implicados.