Está en la página 1de 4

CUARTA UNIDAD: EL COLONIALISMO Y EL NEOCOLONIALISMO

1. El colonialismo: Relaciones Metrópoli-Colonia.

El colonialismo se identifica a partir de los diferentes momentos históricos de su evolución ligado al


desarrollo y expansión del capitalismo. En estas circunstancias la descripción de sus diversas
modalidades responde a las características de las metrópolis y de la relación que guardaron con respecto
a sus colonias.

Al abordar los procesos de colonización y sus casos más representativos se hace énfasis en los procesos
que llevaron a la descolonización en el siglo XX como en la zona de Asia, una de las regiones más
extensas y pobladas del mundo, aquí se encuentra gran parte de la Historia la humanidad, también aquí
se localizan los gigantes demográficos del planeta como China y la India, además de ser civilizaciones
muy antiguas. Con excepción de Japón, Corea y Taiwán todos los países pertenecen al Tercer Mundo.

Otra región es África con graves problemas contemporáneos. Los cuales solo se pueden entender como
resultado de un proceso de colonización, así como de su variante: el neocolonialismo, cuya presencia
determinante está presente en el devenir socioeconómico de las naciones del Tercer Mundo, cuya
característica primordial fue el haber compartido un pasado colonial y una economía subordinada.
Situación que todavía las naciones pobres padecen, aunque en nuestros días ya no sea el objetivo de las
conquistas territoriales, sino la disputa de mercados en un Nuevo Orden Económico Internacional.

Las relaciones internacionales estuvieron concentradas desde 1945 por la Guerra Fría y el fin del
colonialismo europeo, supuestamente con la descolonización, teóricamente ubicaría a los países
recientemente independizados en iguales condiciones “diplomáticas” para ser tratados con sus antiguas
metrópolis en los foros internacionales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La Segunda Guerra mundial dejo a Europa en la ruina, y no fue capaz de mantener sus imperios de
ultramar. Además, en 1941 los países aliados firmaron la Carta del Atlántico, primer paso de la creación
de la ONU, y en ella se reconoció el derecho de cada nación a elegir su forma de gobierno (Derecho de
Autodeterminación de los Pueblos). El proceso, después de la Segunda Guerra mundial, comenzó con la
pérdida de las colonias de Italia, Alemania y Japón, los perdedores de la guerra. Aunque Libia no se
independiza realmente hasta 1951.

En este proceso tendría un protagonismo relevante la ONU.

La expansión europea fue posible debido al auge industrial que adquirió a mediados del siglo XIX, pero a
medida que amplio su desarrollo económico, el mercado poco a poco, se fue saturando hasta provocar su
crisis, ante esta situación las potencias europeas industrializadas por necesidad fueron llevadas a superar
su depresión. La expansión de los países colonialistas no se había concretado solo a la búsqueda de
zonas que les abastecieran de materias primas a precios baratos en el mundo, también a la
estructuración de mercados porque en las posesiones adquiridas se obtuvieron ganancias al vender
mercancías elaboradas. Sin embargo, Europa se encontraba en un recorrido por el control y superioridad
del mundo, la forma de hacerlo fue despojando de territorios a otros países, de esta manera al ser más
amplia la superficie ocupada fue superior la reputación de los estados.

A medida que aumentaba la competencia entre las superpotencias por los territorios, también se
intensificó el combate por los mercados, pero esta situación llevo a serias contradicciones, por un lado
tenían que justificar el liberalismo que propugnaba la libertad del comercio y por otro lado el nacionalismo
que pretendía proteger los mercados.

Para comprender las razones del auge económico que llevaron a la sobreproducción y posteriormente a
la crisis es fundamental relacionar las circunstancias históricas que rodearon a Europa en la última etapa
del siglo XIX, la cual se caracterizó por ser un periodo de crecimiento demográfico, superpoblación y
emigración a las colonias. Fue una época acompañada de progresos técnicos y perfeccionamiento de los
transportes, los cuales proporcionaron ventajas a la exploración del mundo para explotar los territorios
ricos en materias primas para que de esta manera se ayudara a la ampliación de la industria.

Ninguna potencia del viejo continente quería depender de los productos industriales de las otras naciones
europeas, este problema no se solucionó en lo inmediato, tanto Alemania como Italia debido a su
unificación muy tardía (1870) no poseían colonias, de ahí que padecieran problemas en el abasto de
materias primas y en el aumento constante en la inflación de los productos.

Sin embargo a medida que se expandía la industrialización esta vino acompañada de la sobreproducción,
la cual estimuló el proteccionismo económico en el comercio internacional. Ante la necesidad de obtener
nuevos mercados para vender los productos estos se tuvieron que adquirir por medios que no eran muy
lícitos como fueron la guerra y la conquista. Si bien es cierto que la colonización se inició gracias a la
conquista militar, también influyó en cuanto a las expediciones científicas que ayudaron a incorporar
territorios explorados a los imperios.

En vísperas de la Primera Guerra Mundial, el mundo estaba dominado por las grandes potencias
europeas, Estados Unidos y Japón, en el período de entre guerras aparecen movimientos de resistencia
organizados. Pero al terminar la Segunda Guerra Mundial el proceso de independencia se aceleró. Una
de las características de la nueva emancipación fue la que se llevó a cabo para reivindicar la cultura
como una diferencia entre las metrópolis y las colonias.

En el ámbito de los países colonizados podemos distinguir dos tipos de naciones: las de Asia y del norte
de África (del Mediterráneo), región con tradición antigua relacionada con el pasado de Grecia, Fenicia y
Roma, en cambio en la zona de África Negra los Estados eran casi inexistentes. Sobre estas estructuras
se edificó una nueva forma de organización social, de ahí que cada una de las características de la vida
independiente, fue la lucha por la propia cultura y la recuperación del poder perdido. Sin embargo, las
instituciones y el conocimiento de la cultura de la metrópoli fue determinante para estructurar las nuevas
formas de organización social aunque en el discurso se reivindicó, el autogobierno y el nacionalismo.

“El África Negra” fue un territorio casi desconocido en la antigüedad, el inicio de su exploración se realizó
a través del río Congo, en el cual se llevó a cabo una competencia entre Bélgica y Francia, España,
Alemania y Portugal por el control y acceso al interior del continente. En la Conferencia de Berlín de
1884, se estableció la libertad de navegación por los ríos de África, en esta Conferencia se diseñó el
conjunto de las negociaciones y el establecimiento de los criterios para poder crear un imperio en el
África negra. Además estableció la libre navegación por los ríos y la ocupación militar del interior del
territorio.

La metrópoli poco a poco hizo inversiones en sus colonias, pero la falta de infraestructura fueron un
problema para el desarrollo del comercio, a medida que aumentaron las necesidades de materias primas
en las metrópolis obligo a invertir en infraestructura, especialmente en comunicaciones y transportes,
como carreteras, ferrocarriles y puertos, con lo cual se le dio salida a los productos que se comenzaron a
comercializar. Toda esta situación provocó cambios sociales en la población indígena, la cual fue utilizada
suficientemente para explotar los recursos con el modo de producción capitalista.

En este contexto, el desarrollo capitalista llegó a las grandes empresas occidentales dedicadas a la
explotación de los recursos mineros y de plantación agrícola, la población blanca se erigió como la
burguesía autóctona y la población autóctona como la mano de obra al servicio de los inmigrantes
europeos. Sin embargo, el cambio tecnológico produjo que poco a poco la industria europea dependiera
menos de las materias primas provenientes de sus colonias, lo cual fue perjudicando a la economía de
estos países. Los indígenas miembros de las antiguas familias privilegiadas estudiaron en los colegios de
la metrópoli y asimilaron las ideas políticas y económicas que fundamentaron la estructura del Estado
Occidental, de forma que al estallar los conflictos sociales y raciales este tipo de individuos estuvieron
listos para controlar al Estado y conformar su nueva burocracia. No obstante desde la perspectiva del
desarrollo económico las colonias no pudieron superar su crisis al depender únicamente de la venta de
materias primas en el mercado.
Paralelamente a la expansión africana también se realizó la conquista del Extremo Oriente desde 1850.
Francia paso a controlar Indochina y Gran Bretaña lo hizo con Malasia. Al igual que en África ambos
países se enfrentaron en esta región por el control de Siam (actual, Tailandia), único país de la zona que
logro resistir y permanecer independiente.

En un intento por dominar a China, la Gran Bretaña desde la costa controló algunas ciudades como
Shanghai, Hong Kong y Cantón, además intervino en la “guerra del opio” y en la rebelión de los “boxers”,
para desestabilizar a este gigante asiático. Durante su expansión colonialista la Gran Bretaña se enfrentó
a los intereses del imperialismo japonés, el cual se expandía al Norte de China.
Alemania después de su unificación, intento controlar Indonesia, Java y Sumatra, aunque la mayor parte
de este territorio estuvo Holanda, en esta zona África estuvo más Estados fuertes y una ancestral cultura
arraigada en las tradiciones de la población.

Tipos de Imperios.

El Imperio Holandés fue herencia del que en el siglo XVII se llamó la Compañía de las Indias
Occidentales y la Compañía de las Indias Orientales, las cuales desaparecieron en 1800. Pero este
Imperio no creció en el siglo XIX y su propiedad territorial consto de: las islas americanas, la Guayana
(Surinam), Indonesia en Asia, y la colonia esclavista de Elmira, en África.

El Imperio Italiano. Italia fue la única nación con escasos territorios dominados, debido al juego de
intereses y negociaciones con Inglaterra y Francia, solo consiguió dominar Eritrea (parte de Etiopia),
Somalia y Libia.

El Imperio de Bélgica​, ubicada en Zaire (El Congo), el Imperio belga producto de la gran empresa
privada en un empeño personal de Leopoldo II.

El Imperio Alemán​, al igual que Italia al unificarse tardíamente, no tuvo las posibilidades de crear vastos
imperios de ultramar como Francia o Inglaterra, por lo cual solo pudo hacerse de un modesto imperio tras
la Conferencia de Berlín en 1884 y solo consiguió dominar el África Central, una parte de la Guayana, las
islas Carolinas y las Marianas en el Pacífico.

El Imperio Japonés. Japón fue la única potencia no europea que logró tener un imperio, utilizado sobre
todo para la obtención de materias primas para el desarrollo de su incipiente industria. Japón se expandió
en Manchuria y entró en guerra con China en 1890 y con Rusia en 1904 Esta potencia imperialista
sobrevivió hasta la Segunda Guerra Mundial y logro expandirse a gran parte del sureste asiático y las
islas del Pacífico.

La Administración imperial y las transformaciones locales.

La Administración de los territorios coloniales no fue uniforme en todos los imperios, las modalidades de
Administración involucraron el centralismo controlado por un ministerio del país metropolitano o la
autonomía política y económica. No obstante en las colonias se exportaron las instituciones de los países
metropolitanos, e incluso se les permitió elegir representantes en el gobierno de la metrópoli, siempre que
los elegidos fueran europeos.

La colonización de un territorio supuso la construcción de una importante red de infraestructuras con la


única finalidad de explotar económicamente a las colonias. Por esta razón se construyeron sobre todo,
ferrocarriles y puertos para agilizar el comercio con la metrópoli y el intercambio internacional. La mayoría
de estas infraestructuras fueron de capital privado, al igual que los bancos y las compañías que
monopolizaron las minas, las plantaciones agrícolas y el comercio, el cual estaba intervenido por la
metrópoli, quien prohibió que sus colonias comercializaran entre sí, dentro del mismo imperio.
En las colonias se crearon ciudades y asentamientos humanos de europeos, los indígenas en cambio
fueron reducidos a la servidumbre, se les altero su forma de vivir y finalmente fueron reducidos al trabajo
asalariado. A medida que se volvieron sedentarios crecieron con las grandes migraciones del campo a
las ciudades, la transformación de la cultura ocasiono un impacto y finalmente se impuso la civilización
occidental en estas culturas.

También podría gustarte