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Así las cosas, no hay concurrencia de tipos penales cuando una per-
sona lleva a cabo un número plural de conductas jurídicamente desva-
loradas, esto es, el concurso real. Por ejemplo: el sujeto activo que
le da muerte a una persona, una semana después viola a una mujer y
atraca un banco, lleva a cabo tres acciones penales diferentes triple-
mente desvaloradas (artículos 103 y siguientes, 205 y siguientes, y 239
y siguientes) que concurren para ser juzgadas en un solo proceso, con
lo que parece evidente que se trata de un problema de rasgos proce-
sales y no sustantivos. Tampoco es un caso de concurrencia el llamado
concurso aparente, en el que se tiene la impresión de que dos o más
figuras típicas gobiernan una conducta, pero ello no sucede en realidad;
así, verbigracia, cuando un servidor público se apodera de un millón de
pesos, puede tratarse de una conducta típica de peculado (artículos 397
y siguientes) o de un hurto (artículo 239 y siguientes), pero no de las
dos figuras al mismo tiempo.
Así las cosas, puede afirmarse, hay unidad de acción -no acción
única, pues ambos conceptos son bien distintos- en hipótesis como es-
tas: en primer lugar, cuando el tipo penal requiere la realización de una
pluralidad de movimientos; ello puede acontecer de manera necesaria,
como en el incesto (artículo 237) o en el acceso camal violento (ar-
tículo 205), o de forma eventual, como en el homicidio (artículo 103;
se puede matar a otro con un solo movimiento o con una pluralidad de
:u movimientos) o las lesiones personales (artículos 111 y 112 inciso 2º).
En segundo lugar, en los tipos que describen diversas actuaciones
conectadas final y socialmente como sucede, verbi gratia, en el hurto
con violencia, donde coinciden la apropiación de la cosa y la coacción
sobre el agente (artículo 240, numeral lº, modificado por el artículo 37
de la ley 1142 de 2007), o en el homicidio seguido de hurto (artículo
104, numeral 2º); así mismo, en tercer lugar, en los tipos de conducta
permanente, puesto que todos los actos tienen por objeto mantener el
estado consumativo, como sucede con el secuestro extorsivo (artículo
169, modificado por la ley 1220 de 23 junio 2008, artículo 1º).
Del mismo modo, en quinto lugar, debe advertirse una unidad de ac-
ción en los tipos cuya realización requiere medios simbólicos, como su-
cede con la instigación pública a delinquir (artículo 348, caso de quien
realiza dicha actividad al pronunciar un discurso), o en la injuria me-
diante la publicación de un libro (Código Penal, artículo 220); también,
en sexto lugar, ello sucede cuando el tipo se realiza de manera conti-
nuada (el llamado "delito continuado") por exigirlo así la finalidad que
se ha trazado el agente, como acontece con la falsificación de efectos
oficiales timbrados (artículo 280), cuando el autor imprime un millón
de estampillas, o en el peculado, cuando el servidor público se apodera
de mil millones de pesos mediante sustracciones mensuales, hasta com-
pletar la totalidad (artículo 397, inciso 2º).
Con todo, la segunda forma, esto es, la tácita, puede asumir una do-
ble modalidad: por un lado, se presenta en los casos de actos copenados
previos o anteriores, cuando se está ante el llamado delito de paso -o
de tránsito-, esto es, aquellas fases previas constitutivas de actos prepa-
ratorios punibles, o que por su naturaleza requieren el recorrido de va-
rios tipos que son comprendidos por el hecho consumado. Ejemplos: el
agente, después de hacerle varios disparos a su enemigo, le da muerte
con un puñal que lleva al cinto; el sujeto, enterado de que su rival vive
después del atentado que le ocasionó, se traslada hasta el lugar donde
aquel yace y le da muerte. En estas hipótesis se configura un concurso
aparente, porque hay unidad de acción y de tipo realizado.
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Por otro lado, se habla de subsidiariedad tácita en los casos de con-
curso de personas en la conducta punible, cuando un sujeto activo realiza
al mismo tiempo actos de autor y de partícipe. En este caso la forma de
concurrencia más débil cede ante la más grave, sin que sea predicable
un concurso de actividades típicas para regular una sola conducta; tam-
poco está de más señalar que los comportamientos culposos retroceden
ante los dolosos, los dolosos más leves, frente a los más graves del mis-
mo género, y las contravenciones -si se llegaren a introducir en la ley
penal-, frente a los delitos.