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Sentencia T-762:2015 Resumen
Sentencia T-762:2015 Resumen
De igual manera, denunciaron que (i) la edificación tiene más de 50 años, por lo que
las cañerías, los sanitarios y las duchas se encuentran en estado “deplorable; (ii) no
se pueden suministrar de manera adecuada los alimentos; (iii) debido a la
aglomeración en el pabellón, deben soportar altos niveles de contaminación
auditiva; y (iv) el INPEC recluye, indistintamente, en un mismo pabellón a
condenados y sindicados, lo cual no le está permitido.
Dentro del acta de inspección judicial se realizó una descripción detallada del patio
4 de la Cárcel Modelo de Bucaramanga, donde se muestra que (i) si hay
hacinamiento (ii) muchos internos están enfermos gravemente (iii) las unidades
sanitarias no son suficientes y (iv) las condiciones son antihigiénicas.
Los accionantes mediante un derecho de petición piden que “la judicatura” revise la
situación de la Cárcel “La 40” de Pereira ante la precaria e inhumana crisis sanitaria
de los patios 3, 4 y 5, generada por el hacinamiento, la deficiente prestación del
servicio de salud, y la ausencia de servicios sanitarios adecuados y suficientes,
entre otras causas.
El Juzgado 5º Civil del Circuito de Pereira admitió la demanda, y ordenó notificar a
las autoridades pertinentes, sobre el caso.
Se realizó una inspección judicial donde se detalló las condiciones en las que
habitan los presos. Se estableció que la capacidad del establecimiento es de 676
internos y al momento de la inspección (25 de febrero de 2013), había recluidas
1.674 personas.
El Juzgado Civil del Circuito de Santa Rosa de Cabal admitió la demanda y notificó
a las partes. Así mismo decretó la práctica de una inspección judicial. En la
inspección judicial, efectivamente se pudo constatar que existe hacinamiento.
El Director del centro de reclusión solicitó que se declare improcedente esta acción
de tutela. Afirmó que la situación de hacinamiento es nacional y que tiende a
incrementarse, debido a la cantidad de reformas legales que tipifican nuevas
conductas o aumentan las penas.
La Directora del INPEC Regional Viejo Caldas aceptó que existen falencias en los
diferentes centros de reclusión, pero destacó que el INPEC y el Ministerio de Justicia
y del Derecho hacen esfuerzos para aplicar los correctivos necesarios. Con todo,
manifestó que no es posible ordenar los cierres de los centros de reclusión, porque
ello pone en riesgo al sistema carcelario, al sistema judicial y a la sociedad misma.
El Juzgado Civil del Circuito de Santa Rosa de Cabal tuteló los derechos
fundamentales a la dignidad humana, la salud y la seguridad de los reclusos del
EPMSC accionado.
Los demandados impugnaron la sentencia explicando que (i) ordenar el cierre del
centro de reclusión y el traslado de internos constituye, además de una obligación
imposible de cumplir, un sacrificio grave y directo del interés público, y (ii) el director
del centro de reclusión señaló que el juez sobrepasó el ámbito de sus competencias
institucionales, pues el traslado de reclusos es competencia exclusiva del INPEC.
Las demás autoridades y expertos consultados sobre el tema consideran que los
presos viven hacinados dentro de las cárceles y que evidentemente se encuentran
sin luz solar dentro del patio afectando su desarrollo emocional al no tener un
entorno exterior.
La acción de tutela fue inicialmente admitida y fallada por el Juzgado 56 Penal del
Circuito del Programa de la OIT de Bogotá. Sin embargo, la Sala Penal del Tribunal
Superior de la misma cuidad, decretó la nulidad de todo lo actuado a partir del auto
admisorio, al considerar que el competente para conocer de la acción de tutela, en
primera instancia, era ese ente judicial.
La Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá concedió el amparo de los derechos
a la dignidad humana, a la vida digna y a la salud del actor, al considerar que los
reclusos de la Cárcel La Modelo de Bogotá han tenido que soportar condiciones
infrahumanas, que no permiten su resocialización, ni alcanzar el propósito
preventivo de las medidas de aseguramiento de detención.
Luego de un incidente de nulidad que dejó sin efectos el fallo emitido, el Juzgado 2º
de Familia de Cúcuta admitió la demanda y vinculó a las respectivas partes al
proceso.
El Director del EPMSC de Anserma impugnó el fallo ya que las órdenes que le
fueron impartidas, superan sus competencias institucionales y son dictadas por el
director general del EPMSC(el cual habló en el párrafo anterior).
El INPEC y el director del centro carcelario impugnaron esta medida planteando que
el hacinamiento es un problema del Estado, y no un problema particular de ellos,
por lo que se debe declarar la nulidad de lo actuado.
El Juzgado Segundo Civil del Circuito de Cartago tuteló los derechos fundamentales
del actor y de todos los internos del EPMSC de esa ciudad.
Impugnación:
(i)La USPEC y el INPEC impugnaron bajo los argumentos reseñados en los
expedientes anteriores.
(ii) La Alcaldía de Cartago expresó que la cárcel Las Mercedes no depende del ente
territorial, sino del INPEC. Por lo tanto, no le compete garantizar la vigilancia y
conservación de la sanidad y salubridad de los internos del centro de reclusión.
(iii) El Ministerio de Justicia y del Derecho solicitó la revocatoria del fallo. Expresó
que el cierre de los centros de reclusión, si bien procura conjurar afectaciones a
derechos fundamentales, traslada la crisis a otros centros de reclusión aún no
cerrados, sin que se realice una adecuada ponderación entre valores y derechos
constitucionales.
La Sala Civil Familia del Tribunal Superior de Buga revocó el fallo recurrido y, en su
lugar, declaró improcedente el amparo invocado. Señaló que hubo un fallo anterior
que protegía los derechos de los reclusos de la cárcel Las Mercedes.
El Director del centro de reclusión expuso que la crisis carcelaria se empeoró con la
entrada en vigencia de la Ley 1453 de 2011, la cual aumentó las penas de algunos
delitos.
El Ministerio de Justicia y del Derecho solicitó la revocatoria del fallo. Expresó que
esa entidad no es competente para participar en las ampliaciones o construcciones
de nuevos centros de reclusión, reiterándose en su falta de legitimación en la causa
por pasiva.
La Sala Laboral del Tribunal Superior de Medellín negó el amparo solicitado por los
reclusos. Sin embargo instó al Director de ese establecimiento y a la Directora
Regional Noreste del INPEC a: i) reubicar a los internos que se encuentran en los
pasillos; y ii) coordinar con el contratista de la alimentación el estricto cumplimiento
de las dietas ordenadas por los médicos para algunos de los reclusos.
La Defensora de oficio de Orbey David Usuga Rojas, uno de los internos de la cárcel
Villa Inés de Apartadó, instauró acción de tutela contra el INPEC, el Director de la
referida cárcel y CAPRECOM EPS-S, para solicitar la protección de los derechos a
la vida digna, la integridad personal y la salud de quienes están allí recluidos, debido
al hacinamiento presentado.
El Juzgado Penal del Circuito Anserma, Caldas, admitió la tutela, notificando a las
autoridades judiciales e involucrados en este caso
Los accionantes impugnaron el fallo al considerar que el a quo no tomó las medidas
necesarias para solucionar el asunto, ya que debió haber prohibido el ingreso de
otros internos.
El Juzgado Penal del Circuito de Roldanillo amparó los derechos a la salud y la vida,
de los accionantes indicando que se les causa una grave y palmaria afectación.
La Defensoría Regional indicó que los hechos narrados por el accionante son, en
su mayoría, ciertos. Por tanto, coadyuva las pretensiones de la demanda, en
especial la referida a la prestación del servicio de salud.