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Lazzarini
a inculturación en el
convierte en utopía que procurará alcanzar como expresión de vida digna
Documento de Santo Domingo (DSD)
- justa y libre -. Una vida que se entiende como correspondencia creativa
por Juan Carlos Scannone S.l. (San Miguel)
al don personalizado de la vida. A esa utopía el hombre del desvelo no
la buscará frenéticamente con un activismo titánico y exasperado. La
Introducción
buscará con sosiego con el sosiego del que sabe que busca lo que le es
connatural e intrínseco. Una de las novedades importantes del documento de Santo
Eldesvelo tiene laosadía.de creer queJa utopía es una meta DClmingo dada por la centralidad que en él ocupa la inculturación.
alcanzable y por ello se vuelve esperanzado. "Es un telar de desdichas aunque en Puebla se hablaba de "evangelización de la(s) cultu-
cada gaucho que usté ve. Pero ponga su confianza en el Dios que lo ra(s)" y la temática de la IV Conferencia preveía como tercer término la
formó" ( 1 2309 Y ss) canta nuestro poeta en el Martín Fierro. "cultura cristiana", los obispos completan la consideración de la primera.
~ld~S'Vel?II~~a a la osadía de la fe y ~Ia ~?raj~da esp~ranza y la relación de la segunda con la nueva evangelización
poi::¿IU¿ la vive un ser religado que valora la vida como don sagrado. Y l1s~md.o la fórmula: evangelización inculturada (DSD 297). Aún más,
se anida en el pobre porque en él más desnudamente refulge la llaman con ese nombre a la tercera de las líneas pastorales prioritarias
condición sagrada de la vida. Se nos anida y hermana tanto el payador que se comprometen a "impulsar y concretar" (DSD 292).
en nuestro poema nacional que sugiere más que un Hemández bienhe- De tal modo se da en Santo Domingo una novedad en la
chor a un Hernández solidario "Pues son mis dichas desdichas 1 las de continuidad con Puebla y una interpretación del sentido que Juan Pablo
todos mis hermanos" (n 4877-78) II da a "cultura cristiana", en fidelidad a lo expresado por éste en su
El desvelo es como la potencia de lo imposible que mantiene Discurso inaugural. Allí el Papa - coronando el capítulo sobre cultura
prendida y secreta la rebeldía y la esperanza. Prendida, sí, porque es cristiana - habla del "reto formidable de la continua inculturación del
fuego. Y secreta, porque como se aconseja en nuestro poema: "el fuego evangelio en vuestros pueblos" y afirma que "Santa María de Guadalu-
pa calentar debe ir siempre por abajo". pe ofrece un gran ejemplo de evangelización perfectamente inculturada"
(Disc. inaug. 24). No es de extrañar esa preocupación del Santo Padre
por la evangelización inculturada, pues él fue el primer Pontífice que
habló explícitamente de inculturación - ya en 1979, en su discurso a la
Comisión Biblica y en la exhortación Catechesi Tradendae - y luego
desarrolló esa problemática en distintos documentos, sobre todo en su
encíclica Redemptoris Missio. Ahora se trata de aplicar ese nuevo tema
explícito a América Latina.
Para estudiar cómo 10 hace el documento seguiré tres pasos.
Primeramente consideraré el concepto y la fundamentación teológica de
la inculturación (1). En segundo lugar enfocaré el ámbito de ésta entre
nosotros, es decir, las distintas culturas de América Latina y el Caribe,
en especial las indígenas, afroamericanas y mestiza, y la cultura
moderna (2). Por último centraré mi atención en algunos medios
la educación y
comunicación social, etc. (3). De ese modo me inspiro algo libremente
enel mismo orden con que el documento trata nuestro tema.

Stromata 49 (1993), 29/53


30 Scannone La inculturación en Santo Domingo 31
1. La incuUll!ració.n: C<)fiC€:pto fUllld:amlentaldón teológica sólo porque evangelización e inculturación son teológica y pastoralmente
1.1. Concepto, sujeto, rr;for;"", de jure inseparables, sino también porque la primera evangelización no
la tuvo suficientemente en cuenta con respecto a las culturas indígenas
obiisP()s conectan el tercer tema de y afroamericanas, y, en tercer lugar, porque la cultura moderna - hoy
elemento englobante' o 'idea vigente - en gran parte se ha divorciado del Evangelio.
la evangelización de la Sin embargo la Conferencia tiene en cuenta tanto los valores
positivos de la modernidad como la presencia de "semillas del Verbo"
(DSD 17, 245) Y "frutos" de 500 años de evangelización en la cultura
y las culturas latinoamericanas, manifestados, por ejemplo, en la religio.,
sidad popular, "expresión privilegiada de la inculturación de la fe. No se
trata sólo de expresiones religiosas sino también de valores, criterios,
COlldllCblS y actitudes que nacen del dogma católico y constituyen la
el documento entiende la sabiduría de nuestro pueblo, formando su matriz cultural" (DSD 36).
culltut~a éV'all1g(~li:i~adla
su núcleo ético de Por consiguiente los obispos conciben la inculturación también
co:stumb,res y de vida y conviven- como un discernimiento: "la inculturación del Evangelio es un proceso
cO!lcepto mt1e2ral de cultura propuesto por Puebla (cf. DP que supone reconocimiento de los valores evangélicos que se han
mantenido más o menos puros en la actual cultura; y el reconocimiento
Pues bien "esta evangelización de la cultura, que la invade hasta de nuevos valores que coinciden con el metL"3je de Cristo. Mediante la
su núcl.eo dinámico, se manifiesta en el proceso de inculturación" (ibid.). inculturación se busca que la sociedad descubra el carácter cristiano de
Es deCIr que la inculturación es corn.o la atracara de la evangelización estos valores, los aprecie y los mantenga como tales. Además, intenta la
de la cultura e inseparable de. ella:~I movimiento de ésta lleva el incorporación de valores evangélicos que están ausentes de la cultura, o
Evangelio al alma y corazón- y au.n a l~corp?ralidad estructural - de las porque se han oscurecido o porque han llegado a desaparecer" (DSD
culturas y, a su vez, la inculturación. acoge desde el Evangelio las 230).
culturas en la vida, convivencia, c~lebración y pensamiento de la Iglesia, A fin de completar lo dicho acerca del concepto de inculturación
partiendo de los valores .ético-culturales y abarcando también las del Evangelio, el documento se refiere brevemente a su sujeto principal
expresio?~ ~imbólicas, las costum?reseinstituciones que los expresan, y a los criterios para juzgar su autenticidad cristiana: "La tarea de
pero punfIcandolos a todos ellos en Cristo. inculturación de la fe es propia de las Iglesias particulares bajo la
Se trata, entonces, como de un Único y doble movimiento de dirección de sus pastores, con la participación de todo el Pueblo de
sístole y diástole, pero dado simultáneamente. La Conferencia, con Juan Dios. 'Los criterios fundamentales en este proceso son la sintonía con la
pablo JI, lo describe de la manera siguiente: "'Por medio de la incultura- exigencias objetivas de la fe y la apertura a la comunión con la Iglesia
~ión, la ~glesia encarna el Evangelio en las diversas culturas y, al mismo universal' (RMi 54)" (DSD 230). .
tIempo, mtroduce a los pueblos con sus culturas en su misma comuni-
dad;.transmite a las mismas sus propios valores, asumiendo lo que hay 1.2. Fundamentación teológica
de bueno en ellas y renovándolas desde dentro'. (RMi 52)" (DSD 230).
Enotr~ltexto se dice también: "Esta inculturaciónesün prbceso Los comentadores de Santo Domingo están de acuerdo en que
condUCIdo .desde el Evangelio hasta el interior de .cada.. pueblo y su eje principal es cristológico, según el lema dado por el Papa a la
comunidad con la mediación del lenguaje y de los símbolos compren- Conferencia. Tal eje no podía faltar en la fundamentación teológica de
sibles y apropiados a juicio de la Iglesia" (DSD 243). la inculturación, sobre todo porque desde la asunción de ese neologismo
Ahora se entiende por qué tanto el Papa como los obispos por Juan Pablo 11 se vio "que expresa muy bien uno de los componentes
llaman al "proceso de inculturación...'centro, medio y objetivo de la del gran misterio de la Encarnación" (CT 53) y su relación con el de la
Nueva.Evangelización' (Discurso al Consejo Internacional de Catequesis Cruz (ibid.), misterios inseparables de los de la Resurrección y del don
26.9.92)" (DSD 229). y ello, según creo, al menos por tres razones: n~ del Espíritu.
La inculturación en Santo Domingo 33
Scannone
"fuerza del Resucitado", pero añade su propia luz a la .c.onsideración
dC)Clltr1t~t1to, tJorrienldo en uso la analogía de la fe, teológica de la inculturación. Pues "la ver;i~a del ES~1r1tu ~anto en
el1~catna,cié,n y la presencia cristiana en el Pentecostés (cf. Hch 2, 1-11) pone de maruf1esto la uruversahdad del
los pueblos nos lleva al plantea- mandato evangelizador: pretende llegar a toda cul~ura" y, a su v~z,
(DSD 243). Pero tal analogía no "manifiesta también la diversidad cultural de los fIeles, cuando o!an
que orienta en la búsqueda de respuesta, hablar a los apóstoles cada uno en su propia lengua" (D~D 228) ..Asi se
dCtcum(~nto - "es necesario inculturar el E'I¡ranlgelio fundamentan pneumatológica y eclesiológicamente la ut:Udad y. uruversa-
gr.:ml1es misterios de la salvación: la NaVIdlad. de la evangelización de las culturas y, al tn1smo tIempo,. la
.• .• • • • .• .• •. .• •tritil~§tra ~l c:anunlo y mueve a particularidad de la inculturación del Evangelio, sin que una contradIga
com¡:lar1:ir su vida con el evangelizado; la Pascua, que conduce a través a la otra en una Iglesia comunión.
SUJfrilni<~nto a la purificación de los que sean redimi- Estimo que la base más profunda, trinitaria, d~ es~ ~echo lo da
por la. fuerza a todos posterior, referido a la t~ología de la c<;>mu~caclOn (cf. DSD
279). al referirse a la comumón y la comu~ca~lOn, las basa en el
Con el momento cristológico se unen íntimamente - según se ha misterio trinitario: la analogía con éste no sólo llutn1na todo encuen~ro
dicho - el pneumatológico, pero también el trinitario y el mariológico. comunicativo sino también la comunión (e inculturación) de las. IgleSIas
Con respecto al primero, los obispos consideran frecuentemente la particulares en la única Iglesia de Cristo, fiel al único Evangeh.o. . .
inculturación desde la óptica de la analogía con la Encamación, por En relación con el eje cristológico y los momentos ecles1010gIco
ejemplo, al decir: "Sabemos que, en virtud de la encamación, Cristo se y pneumatológico no podía f~ltar la analogía mariológic~, sobre tO?? en
ha unido en cierto modo a todo hombre (cf. GS 22). Es la perfecta América Latina donde se VIve tan profundamente la InseparabIlIdad
revelación del hombre al propio hombre y el que descubre la sublimidad entre Cristo y María. Así es como el docume~~o afirma:. "La V~rgen
de su vocación (cf. ib.). Jesucristo se inserta en el corazón de la María acompaña a los apóstoles cuando el Espmtu de Jesus resucItado
humanidad e invita a todas las culturas a dejarse nevar por su espíritu penetra y transforma los pueblos de las diversas culturas. ~ar~~, que es
hacia la plenitud, elevando en ellas lo que es bueno y purificando lo que modelo de la Iglesia, también es modelo de la evangelI~aclOn ~e la
se encuentra marcado por el pecado. Toda evangelización ha de ser, por cultura. Es la mujer judía que representa al pueblo de la AntIgua Ahan~a
tanto, inculturación del Evangelio. Así toda cultura puede ll~gar a ser con toda su realidad cultural. Pero se abre a la novedad del Evangeho
cristiana, es decir, a hacer referencia a Cristo e inspirarse en El yen su y está presente en nuestras tierras como M?~re común tanto .de .l~s
mensaje (cf. Juan Pablo n, Discurso a la n Asamblea plenaria de la aborígenes como de los que han llegado, propIcIando desde el pnncIplO
Pontificia Comisión para América Latina, 14.6.91,4)" (DSD 13). En ese la nueva síntesis cultural que es América Latina y el Caribe" (DSD ~29).
mismo sentido dicen más tarde los obispos: "Cuando Jesucristo, en la Traigamos a la memoria lo dicho n;ás ~:nba sobre "San~a Mana d~
encamación, asume y expresa todo lo humano, excepto el pecado, Guadalupe,...gran ejemplo de evangehzaclOn perfectamente Inculturada
entonces el Verbo de Dios entra en la cultura. Así, Jesucristo es la (Disc. inaug. 24; DSD 15). ..
medida de todo lo humano y por tanto también de la cultura" (DSD Por último, así como el misterio de la EncamaclOn supone el de
228). la Creación, así la teología de la inculturación implica ~?mo base una
Además, en analogía con la Pascua entienden tanto la purifica- cOlnpJrensiéln teológica de la cultura a la luz de la CreaClOn. Por ello la
ción de lo en las culturas - pues "lo no pasa Cristo CClnfen:nc:ia, antes de plantear la analogía cristológica, recuerda:. "Nace
cultura con el mandato inicial de Dios a los seres humanos: crecer y
po:sitivalmente humElllo de las mismas "para purificarlas y perfec- multiplicarse, llenar la tierra y someterla (cf. Gn 1,28-30). ~r: esa forma
cicmalrlals desde dentro, con la enseñanza y el ejemplo de Jesús, hasta la cultura es cultivo y expresión de todo lo humano en relaclOn amorosa
una Cultura Cristiana" (DSD 22). Pues, "la resurrección de con la naturaleza y en la dimensión comunitaria de los pueblos (DSD
ll

su victoria sobre el pecado y la muerte,...principio de toda cultura 228). Pero, claro está, la segunda creación da s~ último senti~o a la
cristiana" (Disc. inaug. 25, DSD 24; cf. DSD 33), tiende "a informar primera, de modo que, en el orden actual, "Jesuc~sto es la med:da...de
todo el ámbito de la cultura con la fuerza del Resucitadd' (DSD 103). la cultura" (ibid.) y asimismo, puesto que hemos sIdo "creados a Imagen
El momento pneumatológico está íntimamente unido con esa
Scannone mc:ultura.clC1n en Santo Domingo 35
medida de nuestra conducta moral en Cristo, Verbo
[cárnado, plenitud del hombre" (DSD 231). teSit1g()S más auténticos, creIbles y cualificados de Jesucristo" (DSD 21).
cuando - en el capítulo dedicado a la promoción humana - la
CClntl~renc:la habla del desafío de la integración latinoamericana, insta a
2. Inculturación en las culturas de América Latina y el Caribe
fa'rorec(~r fIel ya iniciado proceso de integración de unos pueblos a
2.1. Unidad plural qU1em~S la misma geografía, la fe cristiana, la lengua y la cultura han
definitivamente en el camino de la historia" (DSD 206). Tal
carlítulo de la seg:un<la histórico-cultural, que los obispos reconocen citando al Papa (cf.
inaug. 15) no se confunde con la unifonnidad ni niega la
pluralidad étnica y cultural, sino que la califica. Todavía más, ayuda a
comprenderla mejor en su intrínseca articulación histórica y actual,
distinguiéndola de una mera yuxtaposición de pueblos.
~L~ ~ · .·• •·••·•~~~rrj~~ii~·~B i~;~~~~~,s~~~~l~J:~·~~ abolrig'enc~
yafroamericanas.
2.2. Las culturas indígenas
errlbalrg'o, esa parte del Documento - a pesar de su título -no
sutlciel1ltelnente de la unidad cultural del Continente, como lo hacía La conmemoración de los 500 años no podía olvidar la
Pu~~la, pues s~ refiere a ella más bien como procurada, futura y problemática - a la cual todavía hoy no se ha respondido suficientemente
rehglosa, al deCIr solamente: "pero buscan su unidad desde la identidad - de la inculturación del Evangelio en las culturas autóctonas. Ante todo
c?tóli~a" (DSD 244; el subrayado es mío), luego de reconocer la la conferencia reconoce - como ya lo había hecho Puebla (cf. DP 451),
dIversIda~de pueb~os "cad~ cual con su propia cultura que los sitúa con pero con mayor amplitud, explicitación y detalle - las "semillas del
su resp'.;:ctIva IdentIdad socIal, de acuerdo con la cosmovisión de cada" Verbo" que en aquéllas se daban: "La presencia creadora, providente y
uno (ibid.). salvadora de Dios acompañaba ya la vida de estos pueblos. Las 'semillas
. . Me. parece que, en cambio, otras partes del documento, aunque del Verbo', presentes en el hondo sentido religioso de las culturas
sm el enfasIs de Puebla, reconocen más abiertamente una cierta unidad precolombinas, esperaban el fecundo rocío del Espíritu. Tales culturas
plural y analógica en la cultura y entre las culturas latinoamericanas. ofrecían en su base, junto a otros aspectos necesitados de purificación,
El~o acontece sobre todo cuat;do se habla del mestizaje. Así es como, la aspectos positivos como la apertura a la acción de Dios, el sentido de la
Pnmera Parte de Santo DOmIngo afirma: fIel encuentro del catolicismo gratitud por los frutos de la tierra, el carácter sagrado de la vida humana
ibéri~o .Y las cu~tu~as americanas dio lugar a un proceso peculiar de y la valoración de la familia, el sentido de solidaridad y la correspon-
mestiZaje, que SI bIen tuvo aspectos conflictivos, pone de relieve las sabilidad en el trabajo común, la importancia de lo cultual, la creencia
raíces católicas así como la singular identidad del Continente. Dicho en una vida ultraterrena y tantos otros valores que enriquecen el alma
pr~c~so. de mestizaje, también perceptible en múltiples formas de latinoamericana (cf. Juan Pablo II, Mensaje a los indígenas, 12.10.92; 1).
. re~Ig.IOsldad popular. y de arte mestizo, es conjunción de lo perenne Esta religiosidad natural predisponía a los indígenas americanos a una
cnstIano con lo propIO de América, y desde la primera hora se extendió más pronta recepción del Evangelio" (DSD 17). Aún más, los mismos
a lo largo y ancho del Continente" (DSD 18). Así se retoma el tema de indígenas bautizados colaboraron ya entonces en la evangelización (cf.
la identidad - tan propio de Puebla - relacionándola con el mestizaje DSD 19).
racial con la no se lo esos valores y las culturas que ellos nuclean siguen siendo
que es a Latina. en día. Así es como la Conferencia afirma también: lilas
~ero no se trata de los primeros tiempos, sino también de pueblos de hoy cultivan valores humanos de gran significación
I~ a.c~uah~d, p~es algo más .adelante se dice: "Mirando la época y en palabras de Juan Pablo n tienen la 'persuasión de que el mal se
histonca mas reCIente, nos segUImos encontrando con las huellas vivas identifica con la muerte y el bien con la vida' (Juan Pablo II, Mensaje
de una cult~lra de sig.los, en cuJ:0 núcleo está presente el Evangelio. a los indígenas, 2). Estos valores y convlcciones son fruto de 'las
Esta presencIa es atesnguada partIcularmente por la vida de los santos semillas del Verbo' que estaban ya presentes y obraban en sus antepasa-
americanos, quienes, al vivir en plenitud el Evangelio, han sido los dos para que fueran descubriendo la presencia del Creador en todas sus
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criaturas: el sol, la luna, la madre tierra, etc. (cf. ib.)" (DSD 245). Así su fe y esperanza" (ibid.).
es como todavía ahora se han de "buscar ocasiones de diálogo con las La inculturación litúrgica y sus criterios son abordados en el
religiones afroamericanas y de los pueblos indígenas, atentos a descubrir mismo contexto, pero también en otras partes del documento. Aquí se
en ellas las 'semillas del Verbo', con un verdadero discernimiento propugna: "Promover ~na incultura~ión de !a.liturgia, aco.giendo con
cristiano, ofreciéndoles el anuncio integral del Evangelio y evitando aprecio sus símbolos, ntos y expreslOnes rehglosas compat1bl~s con el
cualquier forma de sincretismo religioso" (DSO 138). Y, aunque no se claro sentido de la fe, manteniendo el valor de los símbolos umversales
hable entonces de l/semillas del Verbo", está claro que para los obispos en armonía con la disciplina general de la Iglesia" (ibid.).
la relación de los indígenas con la tierra concuerda con la visión Pero ya antes, al tratar de la nueva evangelización por medio de
cristiana de la misma, pues aseveran que "la tierra, dentro del conjunto la liturgia, se había notado al mismo tiempo - como cara y contracara -
de elementos que forman la comunidad indígena, es vida, lugar sagrado, no sólo su valor evangelizador de las culturas sino también la necesidad
centro integrador de la vida de la comunidad. En ella viven y con ella de su conveniente inculturación. Así es que los obispos afirman: "es
esrlec:ialtnellte por la liturgia como el Evangelio penetra en el corazón
y en armonía con Dios; por eso mismo la tierra, su tierra, forma parte de las culturas. Toda la ceremonia litúrgica de cada sacramento
sustancial de su experiencia religiosa y de su propio proyecto histórico" tiene también un valor pedagógico; el lenguaje de los signos es el mejor
(DSO 172). Oe esa vivencia cultural indígena de la tierra vale lo que vehículo para que 'el mensaje de Cristo penetre en las conciencias de las
luego se dice más en general: "el valor de la tierra desde la cosmovisión personas y (desde ah!) se proyecte en el "ethos" de un pueblo, en su
cristiana...enlaza con las tradiciones culturales de los sectores pobres y actitudes vitales, en sus instituciones y en todas sus estructuras' (Juan
campesinos" (OSD 176). Pablo n, Oiscurso inaugural, 20; cE. Juan Pablo n, Oiscurso a los
Además el documento reinvindica que la Iglesia acompañó a los intelectuales, Medellín, 5.7.86,2). Por esto, las formas de la celebración
indígenas "en la lucha por su propia sobrevivencia...desde la injusta litúrgica deben ser aptas para expresar el misterio que se celebra y a la
situación de pueblos vencidos, invadidos y tratados como esclavos" vez claras e inteligibles para los hombres y mujeres (cf. Juan Pablo n,
(ibid.); pero también - con el Papa - pide perdón 'l/por todo lo que [...] Oiscurso a la UNESCO, 2.6.80, 6)" (OSO 35). A fin de lograrlo deben
ha estado marcado por el pecado, la injusticia y la violencia' (Audiencia acomodarse a sus respectivas culturas. De ahí que la Conferencia se
general, miércoles 21 de octubre de 1992, 3)" (OSO 248) durante los lamente porque l/no se atiende todavía al proceso de una sana incultura-
últimos 500 años. ción de la liturgia; esto hace que las celebraciones sean aún, para
Pero, puesto que "hubo evangelizadores que no siempre estuvie- muchos, algo ritualista y privado que no los hace conscientes de la
ron en condiciones de reconocer esos valores" (DSO 17) culturales de presencia transformadora de Cristo y de su Espíritu ni se traduce en un
los pueblos indígenas, la Iglesia se encuentra todavía hoy con el desafío compromiso solidaría para la transformación del mundo (OSO ~3) .. ~n
1/

de ofrecerles una nueva "evangelización inculturada" (OSO 248). El consecuencia, los obispos, preocupados por la nueva evangehzaclOn,
presupuesto de la misma es conocer y valorar sus lenguas, cosmovisión proponen l/promover una liturgia que, en total fidelidad al espíritu que
y culturas "para apreciarlas a la luz del Evangelio" (ibid.), así como el Concilio Vaticano II quiso recuperar en toda su pureza, busque,
~. I/promover...sus valores culturales autóctonos mediante una incuIturación dentro de las normas dadas por la Iglesia, la adopción de las formas,
de la Iglesia" (ibid.). signos y acciones propias de las culturas de América Latina y el Caribel/
Un medio importante para conseguirla será sin duda "procurar 53).
fornerlto que provengan de todas las culturas Peto, para hacerlo, eS obvio que Se ha de tener en cuenta la
presentes en nuestras Iglesias particulares" (DSO 80). Entonces los inculturación del Evangelio que ya se ha dado en la piedad latino-
obispos añaden inmediatamente a ese texto: "El Papa nos ha invitado a americana. Por eso añaden en seguida: l/En esta tarea se deberá poner
prestar atención a las vocaciones de indígenas (cf. Mensaje a los una especial atención a _la valorización de la piedad popular, que
indígenas, 6; Mensaje a los afroamericanos, 5)" (ibid.). encuentra su expresión especialmente en la devoción. a la Sa~t~sima
En particular se habla luego de la liturgia y la teología entre los Virgen, las peregrinaciones a los santuarios y en las fIestas rehglO~as
aborígenes. Oe la última se dice: "Acompañar su reflexión teológica, iluminadas por la Palabra de Diosl/ (ibid.; cf. OP 465). Esto, que se dIce
respetando sus formulaciones culturales que les ayudan a dar razón de en general, también se aplica a las culturas indígenas, así como a las
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Scannone La inculturación en Santo Domingo

afroarnericarias y a la cultura mestiza. del Verbo": "las culturas afroamericanas, prese~tes e~ América ~tina
Queda planteada, sin embargo, la ulterior tarea de encontrar ribe están marcadas por una constante resIstencIa a la esclav1tud.
ye1 Ca , . b"
caminos concretos para que dicha inculturación de la liturgia y la Estos pueblos, que suman millones de personas, t1~nen ta~ len en su~
reflexión teológica en las culturas indígenas vaya de hecho realizándose. culturas valores humanos que expresan la presencIa del DlOS creador
Además, también se trata de extenderla a los otros espacios eclesiales de (DSD 246; cf. 138).
los cuales hablan otros documentos de la Iglesia y numerosas alocucio- Sin embargo el documento es menos explícito al .tratar de la
nes del Papa (aun en América de reconocerla se incuIturada en el caso de los afroamencanos. Por
ora(:ión. de supuesto, se dice qu~ '~la Iglesia, en s~ misión evang~l~zadora, ~ui~re
tol~m¡lS clomurritill~ias de vida cristiana y de práctica de participar de sus sufnnuentos y acampanados en sus legItImas aspuaclO-
est:ruc::turas secundarias de la Iglesia (y, por consiguien- nes en busca de una vida más justa y digna para todos" (DSD 249) y
los ministerios, etc. l apoyar a los pueblos afroameric~os en la defensa de. ~u
idcmtidad y en e! reconocimiento de sus propIOS valores; co:n0 tambIen
zaciónínculturaday promoción humana - incluye un apartado la ayudarlos a mantener vivos sus usos y costumbres compatIbles con la
"promoción humana de las etnias" (DSD 251) inmediatamente después doctrina cristiana (cf. Mensaje a los afroamericanos, 3)" (ibid.). Pero,
del dedicado a aquélla. Aunque allí no se habla directamente de la aunque está contenida implícitamente en el título ?~do ~ todo el
inculturación del Evangelio, sí se trata de su presupuesto indispensable: apartado: "evang~Iización it:cult,:rada", no s~ ~ace expl!clta la Incultur~­
el respeto y la valoración de las culturas y "vivencias culturales" de ción del Evangeho, de la hturgIa, la reflexlOn teologlca, etc. (cf. m~
indígenas (y afroamericanos), "a fin de garantizar el derecho que ellos arriba la nota 1) en dichos valores, usos y costumbres. Con todo, mas
tienen de vivir de acuerdo con su identidad, con su propia lengua y sus adelante algo de eso parece insinuarse cuando los obispos dicen: ".nos
costumbres ancestrales" (DSD 251). Ese derecho es respetado por la comprometemos a dedicar especial atención a la c.ausa de las c?mum??-
Iglesia cuando ella está atenta a la incuIturación. des afroamericanas en el campo pastoral, favoreCIendo la m~n:festaclOn
de las expresiones religiosas propias de sus cult~ras" (IbId.). ~es
2.3. Las culturas afroamericanas probablemente se están refiriendo n<; sólo a la pIe?ad popular sInO
también a la liturgia, de la cual se dIce en otro capltulo general - ya
La Conferencia reúne a indígenas y africanos en el reconoci- citado más arriba - que debe atender a dicha religiosidad y valorarla
miento del pecado de tantos cristianos: "La esclavitud de los negros y (DSD 53), como - por su parte - ya 10 había requerido Puebla (cf. DP
las matanzas de los indios fueron el mayor pecado de la expansión
colonial de occidente" (DSD 246). y no le faltan palabras duras y 465).
dolorosas tanto al hablar de la esclavitud de los negros llamándola "uno
de los episodios más tristes de la historia latinoamericana y del Caribe" 2.4. La cultura mestiza
(DSD 20) como al "pedir perdón a Dios por este 'holocausto desconoci- Llama la atención que el apartado dedicado a la evangelización
do' en el que 'han tomado parte personas bautizadas que no han vivido incuIturada, aunque trata bastante de las culturas indígenas'y algo :n~nos
según su fe'" (ibid., con cita de Juan Pablo II). de las afroamericanas, dedique tan poco espacio a la mestIza. QUlzas s~
Además, todo lo dicho sobre la promoción de las etnias y de las quería reparar lo debido a las primeras; pero, según creo, no se trato
vocaciones, y <:ie!. diálo15 o religioso, y mucho de lo planteado acerca de suficientemente de aplicar a la última lo d.icho en ge~era~ por el
la inculturación del Evangelio en las culturas indígenas se aplica o puede documento sobre la incuIturación de Evangeho en cada amblto de la
aplicar a las afroamericanas. Pues también ellas son ricas en "semillas vida, celebración y pensamiento cristiano~ (cf. CT 53). ,
En la parte de dicho contexto dedICada a los desaf¡os pastorales,
Santo Domingo reconoce: "Como lo ha señalado vigoro~an::ente .el
Documento de Puebla, en los pueblos que son fruto del mestIzaje raCIal
1 Ver, entre otros documentos, la exhortación Evallgelii Nulltialldi 63 y la se ha desarrollado una particular cultura 'mestiza', donde est,á. muy
encíclica Redemptoris Missio 52, así como los distintos textos de Juan Pablo n vigente la religiosidad popular, como forma inculturada del catohclsmo.
citados en la nota 88 de esta última.
Scannone inculturaclG!n en Santo Domingo 41

élIlbalrglD, el incumplimiento de deberes cristianos al lado lia, de la catequesis y aun de la reflexión teológica2 en esa cultura,
eít:mlPlcls de vida cristiana y un desconocimiento de la típíc~lm!enlte latinoamericana?
católicas enraizadas en los principios del Sin embargo, cuando el documento pasa a determinar las líneas
1Ja~,tolrall~s correspondientes a la evangelización inculturada en la cultura
En las expresiones culturales y religiosas de campesinos y mestiza, dice solamente: "Desarrollar la conciencia del mestizaje, no sólo
subürbanos se reconoce gran parte del patrimonio cristiano del continen- racial sino cultural, que caracteriza a grandes mayorías en muchos de
te y una fe. arrlligll~ll~~J()§yªlºr~sªeLR~ino de Dios" (DSD 247). nUlestros pueblos, pues está vinculado con la inculturación del Evange-
Esa última. afirmación no sólo está en la linea de Puebla sino lio" (DSD 250).
tamgiénd~Joste*tpscitad()smásarriba sobre el "proceso de mestizaje, Es una urgente tarea del post-Santo Domingo no sólo el
que... gone.?~reIie:velas r~íces católicas así como la singular identidad desarrollo de dicha conciencia y de sus lazos con la inculturación, sino
?~l~p~ti~ent~"yqlle, "perceptible en mültiples formas de religiosidad sobre todo la concreción de la inculturación, en la cultura
gpglll~·J'd~arte>mestizo;esconjulIción·de lo perenne cristiano con lo los distintos elementos particulares de la vida cristiana y
PE9P~9qe:i A1l1 érica" (DSD 18; cf. 21). Con todo conviene destacar que eclesial. Recordemos que se trata, según el mismo texto, de las grandes
JI

~llIle:§izajeicultural latinoamericano (cf. D P 409, 307) se ha dado no mayorías en muchos de nuestros pueblos" (ibid.) y, por lo tanto, de uno
s.?lpen los casos de mestizaje racial, sino también frecuentemente aun de los ámbitos privilegiados de la inculturación a realizar.
cuando éste no existe, tanto en criollos y descendientes de los nuevos Se plantea por tanto el desafío de hacer valer todo lo que el
inmigrantes como en indígenas y afroamericanos. Y dicho mestizaje Papa y Santo Domingo dicen sobre la inculturación del Evangelio,
cultural es precisamente uno de los principales factores de la unidad también para la cultura mestiza y su piedad popular, las cuales "se
plural y analógica de la que se habló más arriba (cuyo "analogado simboliza(n) muy luminosamente en el rostro mestizo de María de
principal" es justamente la cultura mestiza). Guadalupe" (DP 446), "gran ejemplo de Evangelización perfectamente
Según el documento, un camino importante para realizar la incu1turada" (DSD 15).
inculturación en esa cultura lo ofrece "la religiosidad popular como
forma !nculturada del catolicismo" (DSD 247) y "expresión privilegiada 2.5. La cultura moderna
de la lI1culturación de la fe" (DSD 36), pues - según Puebla - ella
"contiene encarnada la Palabra de Dios" (DP 450). La unidad analógica de América Latina, a la que aludimos más
. Con respect~ a la liturgia - en perfecta armonía con un texto ya arriba, no le viene sólo por sus orígenes y procesos históricos, por la
cItado de Santo Dommgo (cf. DSD 53) -, conviene repetir la exhortación evangelización constituyente y por el mestizaje cultural, sino también
de Puebla a "favorecer la mutua fecundación entre Liturgia y piedad porque todas sus culturas están más o menos influidas y desafiadas por
popula.r" pues "la religión del pueblo, con su gran riqueza simbólica y la modernidad y la "adveniente cultura universal" que ésta propugna,·
expreSIva, puede proporcionar a la liturgia un dinamismo creador. Este, según ya lo reconocía Puebla (cf. DP 415 ss., 421 ss.). Así es como
debi?~mer:te discernido, p~ede servir para encarnar más y mejor la
oraClOn umversal de la IgleSIa en nuestra cultura" (DP 465). Reflexione-
mos: ¿cuánto hemos hecho hasta ahora y qué podemos hacer en adelante
2 Sobre la inculturación del pensamiento cristiano (teológico y filosófico)
para que así sea?
mediante la sabiduría popular latinoamericana - manifiesta especialmente en la
Asimismo todo· lo que ambas conferencias dicen sobre la piedad popular y sus sí1l1bolos - cf. mis libros: Evangelización, cultura y
sabiduría popular latinoamericana (cf. DP 413, 448; DSD 36; ver
teología, Buenos Aires, 1990; y Nuevo punto de partida en la filosofía latino-
también DSD 169, acerca de la "sabiduría de los pueblos indígenas"):
americana, Buenos Aires, 1990. Ver también: S. Politi, "La 'teología del
- ¿no puede inspirar acaso la inculturación de la predicación del Evange- pueblo'. Génesis y perspectivas", Nuevas Voces Nro. 3 (1992), 1-22; id.,
Teología del pueblo. Una propuesta argentina a la teología latinoamericana -
1967-1975, Buenos Aires, 1992; D. Irarrázabal, "Repercusión de lo popular en
la teología", en: Cambio social y pensamiellto cristiano en América Latina,
Madrid, 1993, 181-197.
42 Scannone La inculturación en Santo Domingo 43

también Santo Domingo, aun aceptando claramente la diferenciación moderna con la revolución política moderna (la democracia) o con
cult?fal, a~ltma: "Aunque realidad pluricultural, América Latina y el consecuencias de la científica. Así es como se afirma: "La libertad,
Canbe. está pr<;>fun?amente marcada por la cultura occidental, cuya inherente a la persona humana y puesta de relieve por la modernidad,
memona, conCIenCIa y proyecto se presentan siempre en nuestro viene siendo conquistada por el pueblo en nuestro continente y ha
predo~nante estilo de vida común. De aquí el impacto que han posibilitado la instauración de la democracia como el sistema de
producIdo en nuestro modo de ser la cultura moderna y las posibilidades gobierno más aceptado, aunque su ejercicio sea todavía más formal que
qu~ nos ofrece ahora su período post~moderno" (DSD 252). (DSD 191); o bien se alude a la "ruptura entre fe y cultura,
consecuencia de cerrarse el hombre moderno a la trascendencia, de la
2.5.1. Descripción de la modernidad excesiva especialización que impide la visión de conjunto" (DSD 253).
El documento no define la modernidad o la postmodernidad, ni Caracterizan también a la modernidad sus efectos sociales: el
documento cita "la fuerza arrolladora de las estructuras de pecado
~~trJ:l?<?<:<?~~ií~I~I()~cli~tipt<?s períodos~e. su. proc:esQ históric03 , pero sí
mte~ta descnbulas medIante algunas de sus principales características,
manifiestas en la sociedad moderna" (DSD 243), "estructuras sociales
refendas a veces a la así llamada revolución cultural moderna (la generadoras de injusticias, que impiden el ejercicio de los derechos
Ilustración) o a la revolución científica y técnica. Por ejemplo, se afIrma: humanos" (DSD 253); o bien la "crisis (que) se ha hecho sentir con más
"La cultura moderna se caracteriza por la centralidad del hombre; los fuerza allí donde la modernización de nuestras sociedades ha traído
v~lores de la pe.rso~~lización, de la dimensión social y de la conviven-
expansión del comercio agrícola internacional, la creciente integración
cIa; l~ ~bsol~t1zaClO? de la ra~ón, cuyas conquistas científicas y de países, el mayor uso de la tecnología y la presencia transnacional.
tecnologlCas e mformaticas han satIsfecho muchas de las necesidades del Esto, no pocas veces, favorece a los sectores económicos fuertes, pero
hombre, a la vez que han buscado una autonomía frente a la naturaleza a costa de los pequeños productores y trabajadores" (DSD 174).
a la que d?mina; frente a la ~storia, cuya construcción él asume; y ami También numerosas expresiones de los obispos sobre la injusticia y el
fr~n~e a. DlOS, del cual se desmteresa o relega a la conciencia personal, desempleo estructurales, las fallas y los logros actuales en la promoción
pnV11egIando al orden temporal exclusivamente" (DSD 252). Además se humana, los modelos de desarrollo, la concepción mercantilista de la
alude en otros momentos a algunas otras notas de la cultura moderna: tierra, la economía de mercado y/o el neoliberalismo, etc., aunque no
como "1~ confianza en el progreso indefinido" (ibid.), "el secularismo, hablen explícitamente de modernidad, se refieren con claridad a ella y
el hedomsmo y el consutnlsmo que invaden la cultura moderna" (DSD forman parte de su comprensión positiva o negativa de la misma4 •
44). o "la~. dificultades de la vida moderna (que) generan un rechazo Los importantes párrafos referidos a la "ciudad post-industrial"
haCIa el hiJO que no es responsable y alegremente acogido en la familia agregan otras características centrales de la actual civilización moderna,
sino considerado como un agresor" (DSD 219). como son los cambios en la relación directa con la naturaleza y con los
Hay también textos que relacionan la revolución cultural otros, y el consiguiente predominio de la funcionalidad en las mismas:
"En la ciudad, las relaciones con la naturaleza se limitan casi siempre,
y por el mismo ser de la ciudad, al proceso de producción de bienes de
consumo. Las relaciones entre las personas se tornan ampliamente
3 Sobre el concepto de modernidad (y post-modernidad) Cí. A. Jeannlere funcionales y las relaciones con Dios pasan por una acentuada crisis,
"Qu'est-ce la modernité?", Études 373 (1990),499-510; acerca de sus distinto~ IJUJ.l.lu.",fa1ta la mediación de la naturaleza tan importante en la religiosi-
períodos cf. P. Hiliietrllann, "Sociedad' técnica e Iglesia", en: id. (ed.), y porque la misma modernidad tiende a cerrar al hombre
Racionalidad técnica y cultura latinoamericana, Rottenburg, 1981,453-495. dentro de la inmanencia del mundo. Las relaciones del hombre urbano
Con re~pect~ a los mismo te~as, aplica?os a América Latina, ver mis trabajos consigo mismo también cambian, porque la cultura moderna hace que
. (con bIbl.): Nueva modermdad advemente y cultura emergente en América
Latina", Stromata 47 (1991), 145-192; "Los desafíos actuales de la evangeliza-
ción en América Latina", CIAS Nro. 417 (ocr. 1992),457-467; "El debate sobre 4 Sobre ese particular ver las correspondientes citas del documento en mi
la modernidad en el mundo noratlántico yen el Tercer Mundo", Concilium Nro. artículo: "La promoción humana en el documento de Santo Domingo", que
244 (dic. 1992), 115-125. publicará la revista Medellín (1993).
44 Scannone inc:ultura.ciém en Santo Domingo 45

principalmente valorice su libertad, su autonomía, la racionalidad claramente rechazados por la Conferencia, por ejemplo, al criticar
científico-tecnológica y, de modo general, su subjetividad, su dignidad "vacío ético... (e) individualismo reinante, que reducen la fundamenta-
humana y sus derechos. Efectivamente, en la ciudad se encuentran los de los valores a meros consensos sociales subjetivos" (DSD 253).
grandes centros generadores de la ciencia y tecnología moderna" (DSD Aoem!aS, el hecho de la fractura ético-cultural y religiosa, manifestada,
255). Entre las consecuencias de esos cambios socioculturales el ejemplo, en la invasión de sectas, es para muchos intérpretes un
documento indica luego un tipo de marginaHdad y pobreza "modernas" fellólueno negativo típicamente postmoderno.
en las grandes metrópolis latinoamericanas, pues son "fruto de modelos
económicos explotadores y excluyentes" (ibid.). Por otro lado "el hombre El desafío fundamental
urbano actual presenta un tipo diverso del hombre rural: confía en la Las distintas características de la modernidad y la postmoderní-
ciencia y en la tecnología; está influido por los grandes medios de enunciadas más arriba configuran los rasgos de un enorme desafío.
cQtl1u11icaciéJll s()cial; . es ciil1árnico y. proyectado hacia lo nuevo; <CC::lnsid~~ro ése es el reto central actual para la Iglesia latinoamerica-
consumista, audiovisual, anónimo en la masa y desarraigado" (ibid.). según IV Conferencia, aunque ésta no lo explicite con esas
Aunque, en muchos casos, el juicio del documento sobre la palablras. Pues precisamente se habla de nueva evangelización y de su
modernidad tiende a ser negativo, sin embargo no deja de reconocer y int.en~el;lción con promoción humana e inculturación, para responder a
discernir "sus valores y contravalores" (DSD 252; 256), así como la esa "nueva cultura" (DSD 252) y sus implicancias sociales, culturales y
necesidad de la evangelización de la cultura moderna (ibid.) y de la pastorales, aun para las culturas tradicionales latinoamericanas.
correspondiente inculturación del Evangelio en ella (cf. DSD 254). Sobre Por ello, al definir la novedad de la evangelización, la Conferen-
esto último se volverá a hablar con ocasión de la inculturación en "la cia afirma: "La Nueva Evangelización tiene como finalidad...dar
nueva cultura de la imagen" (DSD 279). respuesta a la nueva situación que vivimos, provocada por los cambios
sociales y culturales de la modernidad. Ha de tener en cuenta la
2.5.2. La postmodernidad urbanización, la pobreza y la marginación. Nuestra situación está
Para el documento se trata del "período postmoderno" de la marcada por el materialismo, la cultura de la muerte, la invasión de las
misma cultura moderna (DSD 252). Es valorizado positivamente como sectas y propuestas religiosas de distintos orígenes" (DSD 26), o bien:
nuevo "espacio abierto a la trascendencia" (ibid.) en cuanto es "el "la Nueva Evangelización surge en América Latina como respuesta a los
resultado del fracaso de la pretensión reduccionista de la razón moderna, problemas que presenta la realidad de un continente en el cual se da un
que lleva al hombre a cuestionar tanto algunos logros de la modernidad divorcio entre fe y vida hasta producir clamorosas situaciones de
como la confianza en el progreso indefinido, aunque reconozca, como injusticia, desigualdad social y violencia" (DSD 24), que - como dijimos
lo hace también la Iglesia (cL GS 57), sus valores" (ibid.). Llama la -resultan de ciertos rasgos de la modernidad y de la actual moderníza-
atención que en ese contexto no se cite ninguno de los elementos ción. Otros numerosos textos hablan de la "incoherencia entre la fe y la
negativos de la así llamada postmodernidad5 • vida" (DSD, 44, 161, 253, 267) la que, en gran parte, se debe a la
. Sin. embargo la Conferencia no pretende dirimir la actual "ruptura entre fe y cultura, consecuencia de cerrarse el hombre moderno
discusión sobre la postmodernidad (si es o no una nueva etapa histórica a la trascendencia" (DSD 253). El documento afirma que los "grandes
diferente de la moderna; si es predominantemente positiva o negativa, ámbitos de la cultura moderna" (DSD 254), a saber, "el mundo del
si es neoconservadora o progresista, etc.) sino que reconoce en ella los trabajo, .de .Ia política, de .Ia economía, de la ciencia, del arte, de la
aspectos ya mencionados y propugna su discernimiento y evangelización. literatura y de los medios de comunicación social no son guiados por
Por otro lado, hay elementos constituyentes de lo postmoderno, como el criterios evangélicos. Así se explica la incoherencia que se da entre la
relativismo (opuesto a la absolutización y al reduccionismo uniformizan- fe que dicen profesar y el compromiso real en la vida (cf. DP 783)"
te propios de la razón moderna) o el individualismo y privatismo, que (DSD 96). Precisamente contra el reto de esa incoherencia se plantea la
evangelización nueva"corrigiendo las deficiencias anteriores" (DSD 24),
que "la coherencia de la vida de los cristianos con su fe es condición
la eficacia de la Nueva Evangelización" (DSD 48).
5 Ver los trabajos citados en la nota 3.
46 Scannone inculturación en Santo Domingo 47

Aún más, el documento se refiere explícitamente a la moderni- Algunos caminos de inculturación


dad al decir que "la Nueva Evangelización...es el conjunto de medios,
Entre los medios para responder a esos desafíos pastorales con
acciones y actitudes aptos para colocar el evangelio en diálogo activo
evangelización incuiturada, Santo Domingo da lugar preferencial a
con la modernidad y lo postmoderno, sea para interpelados, sea para
dejarse interpelar por ellos. También es el esfuerzo por inculturar el la educación y la comunicación social. Ambos son de suyo tan
pet'el1Jtles como la Iglesia, pero hoy adoptan características "modernas".
Evangelio en la situación actual de las culturas de nuestro continente"
(DSD 24). La acción educativa
Como se ve, todos esos textos convergen en señalar que el
nuevo desafío al que responde la novedad de la evangelización - con sus El documento centra su atención primeramente en la interrela-
implicancias para la promoción y las culturas - es la etapa actual de la clan entre cultura, educación e inculturación, expresándose así: "La
modernidad cultural y social, con sus innegables valores y sus antivalo- Educación es la asimilación de la cultura. La Educación cristiana es la
res. Por otro lado, la explicitación teológica de la promoción humana asi.mila<:Íón de la cultura cristiana. Es la inculturación del Evangelio en
como "dimensión privilegiada de la Nueva Evangelización" (DSD 159) la propia cultura" (DSD 263). La concepción de educación que maneja
así como la de la inculturación en la pluralidad de culturas, no dejan de la Conferencia es bien amplia, y no se reduce a la escuela, sino que -
ser respuestas modernas a una problemática social, cultural, pastoral, por su relación con el tiempo histórico de personas y de pueblos - se
teológica y misionológica moderna. entrelaza fuertemente con el concepto integral de cultura. Así es como
Pues bien, para el documento "la ciudad post-industrial... continúa diciendo: "Sus niveles son muy diversos: pueden ser escolares
constituye de hecho el paso de la cultura rural a la cultura urbana, sede o no escolares, elementales o superiores, formales o no formales. En
y motor de la nueva civilización universal (cf. DP 429)" (DSD 255) todo caso la educación es un proceso dinámico que dura toda la vida de
moderna. De ahí la importancia para la nueva evangelización de "realizar la persona y de los pueblos. Recoge la memoria del pasado, enseña a
una pastoral urbanamente incuIturada en relación a la catequesis, a la vivir hoy y se proyecta hacia el futuro. Por esto, la educación cristiana
liturgia y a la organización de la Iglesia. La Iglesia deberá inculturar el es indispensable en la Nueva Evangelización" (ibid.). Y, además, por su
Evangelio en la ciudad y en el hombre urbano. Discernir sus valores y relación con la memoria de la tradición, la conciencia actual y el
antivalores; captar su lenguaje y sus símbolos. El proceso de incultura- proyecto histórico, es también indispensable para la inculturación.
ción abarca el anuncio, la asimilación y la re-expresión de la fe" (DSD Luego de describir, a la luz de la reflexión teológica, lo que es
256). Nótese que también aquí, en referencia a la cultura moderna, se la educación cristiana, el documento 10 resume en las palabras siguien-
tiene ante todo en cuenta la inculturación en tres campos importantes de tes: "Si la ordenación (de los valores en un proyecto educativo) tiene
la vida deAa Iglesia: catequesis, liturgia (y, en general, el ámbito del como fundamento y término a Cristo, entonces esta educación está
lenguaje y los símbolos) y estructuras eclesiales (secundarias). Luego la recapitulando todo en Cristo y es una verdadera educación cristiana; si
atención de los obispos se dirige a algunas de éstas, al proponerse no, puede hablar de Cristo, pero no es cristiana" (DSD 265). Justamente
"reprogramar la parroquia urbana. La Iglesia en la ciudad debe reorgani- la encarnación de los valores que nudean "un proyecto de hombre en el
zar sus estructuras pastorales. La parroquia urbana debe ser más abierta, que viva Jesucristo" (ibid.) en los valores que centran la cultura de
flexible y misionera, permitiendo una acción pastoral transparroquial y quienes se educan, y la asunción transformativa de estos últimos valores
supraparroquial. Además, la estructura de la ciudad exige una pastoral en y constituye el corazón del proceso de inculturación a
especialmente pensada para esa realidad;· Lugares privilegiados de educación;
misión deberían ser las grandes ciudades, donde surgen nuevas formas Sin embargo"en la situación actual encontramos una pluralidad
de cultura y comunicación" (DSD 257). de valores que nos interpelan y que son ambivalentes. De aquí surge la
En esos y en otros campos Santo Domingo nos indica la meta necesidad de confrontar los nuevos valores educativos con Cristo
de la inculturación; pero habrá que ir procurando eficazmente su revelador del misterio del hombre...; a esto hay que agregar la armoniza-
realización concreta. ción con la tipología propia del contexto latinoamericano" (DSD 266).
Este último momento corresponde claramente a la inculturación; el
primer momento - lógicamente anterior - implica la evangelización de
Scannone inculturación en Santo Domingo 49

los "nuevos valores" culturales (ibid.), propios del hombre moderno y La comunicación social
postmoderno. Uno de los textos teológicamente más ricos de todo el documen-
Así es como, desde la cultura secular y - a veces - secularista const.ítulye la base de la iluminación teológica correspondiente a la
m~derna, se plantea otro reto pastoral y pedagógico. Pues, dicen los
c()Jmulni<~ac:íól1.: "La Evangelización, anuncio del Reino, es comunicación,
ObISPOS: "generalmente .de~de los criterios secularistas nos piden que que vivamos en comunión (cf. DP 1063): 'Lo que hemos visto y
edu9~emos al ~ombre tec:mco, al hombre apto para dominar su mundo os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión
v:':'lr en un .11~tercamblO de bienes producidos bajo ciertas normas nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su
pohílcas; l.as mlmmas. Esta realidad nos interpela fuertemente para poder Jesucristo' (1 Jn 1,3). Cada persona y cada grupo humano desarrolla
ser C?nSCIentes d~ todos lo~ valores que están en ella y poderlos idtmtiidad en el encuentro con otros (alteridad). Esta comunicación es
recapltular en Cnsto; nos mterpela para continuar la línea de la
carnín.o necesario para llegar a la comunión (comunidad). La razón es
Encarnación ?el Verbo en nuestra educación cristiana, y llegar al el hombre ha sido hecho a la imagen de Dios Uno y Trino, y en el
proyecto de V1daparatodo hombre, que es Cristo muertoy resucitado" COlraz.ón la Revelación encontramos su misterio trinitario como la
(DSD 266). Aquí también se trata de un atento discernimiento de lo comlmíca(~íón eternamente interpersonal, cuya Palabra se hace diálogo,
asumible y lo rechazable de la secularización moderna a la luz de en la historia por obra del Espíritu e inaugura así un mundo de
Cristo. ' nuevos encuentros, intercambios, comunicación y comunión" (DSD 279).
Como síntesis de la respuesta pastoral a los distintos desafíos en Así es como la teología trinitaria fundamenta "una relación muy
el ámbito de .la educación, s~ apunta: "Nuestros compromisos en el íntima entre evangelización, promoción humana y cultura, fundada en la
~ampo ed~~atIvo se resun:~n smlugar a dudas en la línea pastoral de la comunicación" (ibid.), dando también un encuadre trinitario a la teología
mculturaclOn: la educaClOn es la mediación metodológica para la _ predominantemente cristológica - de la inculturación. Pues esta última
evangelización de la cultura" (DSD 271). es fruto de un proceso de diálogo, intercambio, comunicación, encuentro
Para ~Ilo se recurre, ante todo, a la "familia, primera educadora" y comunión entre Evangelio y cultura, entre culturas ya y todavía no
(DSD 267) e mculturadora de la fe, a la que "urge dotar de criterios de evangelizadas, entre los valores cristianos y los nuevos valores culturales
ve~d~d...para ~l uso de la TV, la prensa y la radio" (DSD 277); a los
y, fundamentalmente, entre personas, de las cuales es Cristo"el modelo
rehglOsos, a ~m ~~ que sepan unir la opción preferencial por los pobres del comunicador" (ibid.), el Padre, la fuente de comunicación y
y la evangehzaclOn de la cultura a través de la educación de los más comunión, y el Espíritu, el único ámbito dialogal adecuado para éstas.
necesitados (DSI? 275); a las Universidades Católicas, que "está(n) Pues bien, entre los nuevos valores culturales modernos se
Ilamada(s) a una Importante misión de diálogo entre el Evangelio y las encuentra "la nueva cultura de la imagen" (ibid.). Por consiguiente, "el
Cul.turas" (~,SD 2!?), en especial, "la cultura técnica" (DSD 268); sin Mensaje evangélico debe inculturarse en esta cultura y llegar así a
olV1dar que tambIen es un reto la educación adecuada a las diferentes hacerla expresiva de Cristo, la máxima comunicación" (ibid.). Precisa-
culturas, ~n especial a las culturas indígenas y afroamericanas; no sólo mente así se logrará su evangelización y se usará la imagen como
en el sentldo de que no se acomoda a su manera de ser sino en el de no instrumento de evangelización inculturada y de promoción humana. Pues
marginarlas y. excluirlas del progreso, de la igualdad de oportunidades ella es un "nuevo don que (Dios) nos ha dado en la cultura actual"
y de la capacIdad de construir la unidad nacional" (DSD 270). (ibid.) .
. Para alcanzar la "educación evangelizadora" (DSD 271) que se Sin embargo el moderno desarrollo de las comunicaciones no
p~~tende, con. s~ proyección en la promoción humana y como "media-
amplias perspectivas positivas sirio que de hecho está hoy
ClO~ metodolog1C~ para la evangelización de la cultura" (ibid.), también
marcado por numerosos rasgos altamente negativos. Así es como - para
aqm ~a ConferencIa recurre a "comunidades...vivas y dinámicas" (DSD señalar sólo un ejemplo de obstáculo a la inculturación - "grupos
~4), mstando a "fortalece~ !a comunidad educativa" (DSD 278) y a
económicos y políticos...concentran cada vez más en pocas manos y con
transformar la escuela catohca en una comunidad centro de irradiación enorme poder la propiedad de los diversos medios y llegan a manipular
evan?~lizad~r.a, .mediante alumnos, padres y maestros" (ibid.). Así la comunicación, imponiendo una cultura que estimula el hedonismo y
tamblen esta mdIcando al mismo tiempo uno de los medios más aptos consumismo y atropella nuestras culturas con sus valores e identidades"
para la inculturación.
Scannone ÍIlculturaCÍó,n en Santo Domingo 51
(DSD 280).
xnlresan, entre otros, los textos referidos a la educación ya la comuni-
Como respuesta, la Conferencia incita a "fomentar los valores - el "diálogo entre el Evangelio y los distintos elementos que
culturales propios" (DSD 282) y a "apoyar e impulsar los esfuerzos de lfol:maln nuestras culturas para purificarlas y perfeccionarlas desde
cuantos con e! uso de los medios defienden la identidad cultural con la enseñanza y el ejemplo de Jesús, hasta llegar a una
asumiendo el desafío de! encuentro con realidades nuevas y distintas; Cristiana" (DSD 22; el subrayado es mío). Se trata, por ejemplo,
procurando se dé lugar a un diálogo auténtico" (DSD 281). "diálclgo respetuoso, franco y fraterno" con las culturas indígenas
Por otro lado el documento retoma elementos de lo dicho más afroamericanas y aun con sus religiones (cf. DSD 138).
arriba sobre la educación, refiriéfidóse al "efupeño en la formación tarnbilén hay que "colocar el Evangelio en diálogo activo con la
técnica, doctrinal y moral de todos los agentes de pastoral que trabajan lIlo>del1lÍ<:lad y lo postmoderno" (DSD 24) e "intensificar e! diálogo entre
en y con los medios de comunicación social. Al mismo tiempo es fe y expresiones, fe e instituciones, que son grandes
neces?rio un Plan de educación orientado tanto a la percepción crítica, de la cultura moderna" (DSD 254). Dicho diálogo implica
~sP~~lªlm~nt~~nJos.hogares,como a la capacidad de utilizar activa y conocimiento y respeto del otro y su cultura, pero
creatIvamente los medios y su lenguaje, utilizando los símbolos - como ya se dijo repetidas veces más arriba - un lúcido
culturales de nuestro pueblo" (DSD 284), e inculturando así el Evangelio rlis'ceJrnimi,elll:O cristiano "sea para interpelar... sea para dejarse interpelar"
tanto en unos como en otros.
Algo semejante a dicha "percepción crítica" es promovido en el 24). " .
En ese diálogo tiene especial relevancIa el lenguaje, entendIdo
capítulo sobre educación cuando se aconseja formar "desde la educación tanto a nivel semántico o literario cuanto al que podría llamarse
católica y a todo nivel una conciencia crítica frente a los medios de ahtroplÜlélgIC:O y cultural" (EN 63), en especial, el de los símbolos. De
comunicación social" (DSD 277), especialmente en las familias.
que, para el documento, e~ nec.eS?rio "cuidar.lo~ signos f e! let:g~aje
El documento reitera también la función inculturadora de las cultural que señala la presencIa cnstiana y pernute mtroducIr la.ongma-
Universidades católicas, alentándolas "para que ofrezcan formación del de! mensaje evangélico en e! corazón de las culturas, especIalmente
mejor nivel humano, académico y profesional en comunicación social" el campo de la Liturgia" (DSD 254), ."acogiendo ~on apre~i~ sus
(D~1? 285). Y además agrega: "En los seminarios y casas de formación sínnb()lcls (los de las distintas culturas), rItos y expresIOnes rehgIOsas
rehgIO~a s.e. enseñarán lo~ lenguajes y técnicas correspondientes de compatibles con el claro sentido de la fe" (DSD 248). .
comumcacIOn, que garantIcen una preparación sistemática suficiente" En esa misión de inculturación y diálogo se da un protagomsmo
(ibid.). De ese modo se entrelazan nuevamente en la concepción del de los laicos (cf. DSD 97, 103, 293), dentro del pueblo de Dios en la
documento la educación, la comunicación social y la evangelización Iglesia particular "bajo la direción de sus pastores". (DSD 230~. Por eso
inculturada.
afirman los obispos: "La importancia de la presencIa de los laICOS en la
tarea de la Nueva Evangelización, que...llega a informar todo el ámbito
2.6.3. Otros caminos básicos para la inculturación
de la cultura con la fuerza del Resucitado, nos permite afirmar que una
. Pe~? la misma tarea inculturadora a través de la educación y la línea prioritaria de nuestra pastoral, fruto de esta IV Conferencia, ha de
comumcaCIOn se basa en otros medios fundamentales que la Conferencia ser la de una Iglesia en la que los fieles cristianos laicos sean protago-
explicita en diversos textos. mstas" (DSD 103).
Ante todo hay que nombrar la santidad. Dice el documento: Pues ellos viven no solamente su propia cultura sino cada uno
"Solamente la santidad de' vidaalitrienta y orienta una verdadera de los elementos de la cultura, sobre todo moderna. Con respecto a ésta
promoción humana y cultura cristiana" (DSD 31) y, por 10 tanto la en sus distintos ámbitos, dice la Conferencia: "Promover y formar el
auténti~a inculturación del Evangelio por hombres y mujeres y por laicado para ejercer en el mundo su triple función: la profética, en el
comumdades qu~, "por (su) adhesión radical a Cristo en el bautismo (se campo de la palabra, del pensamiento, su expresión y valores; la
han) comprometIdo a procurar que la fe, plenamente anunciada pensada sacerdotal en el mundo de la celebración y del sacramento, enriquecida
y vivida, llegue a hacerse cultura" (DSD 229). ' por las expresiones, del arte, y la comunicación; la real, en el univ~rso
Un presupuesto necesario de toda inculturación es - como 10 de las estructuras, sociales, políticas, económicas" (DSD 254). ASI es
como se propone también: "impulsar la preparación de laicos que
52 Scannone inculturaclon en Santo Domingo 53

sobresalgan en el campo de la educación, de la política, de' los medios las nuevas expresiones que permitan evangelizar los ambientes
de comunicación social, de la cultura y del trabajo" (DSD 99). I112lrclól(1C)S por la cultura urbana e inculturar el Evangelio en las nuevas
Al hablar de los movimientos, los obispos vuelven a mostrar su de la cultura adveniente. La Nueva Evangelización tiene que
preocupación por la inculturación y su deseo de que los laicos la asuman írtc;ullturars:e más en el modo de ser y de vivír de nuestras culturas,
y promuevan, afirmando: "Es necesario acompañar a los movimientos en en cuenta las particularidades de las diversas culturas,
un proceso de inculturación más definido y alentar la formación de ~plecjiaIlnente las indígenas y afroamericanas. (Urge aprender a hablar
movimientos con una mayor impronta latinoamericana" (DSD 102). Y, m(~ntaI1dad y cultura de los oyentes, de acuerdo a sus formas
ttátándc) de la evarigeliúlCióri de la cultura urbana y la inculturación del comunicación y a los medios que están en uso). Así, la Nueva
Evangelio en ésta, no dejan de proponerse "multiplicar las pequeñas Evan15ellZaCICln continuará en la línea de la encarnación del Verbo. La
comunidades, los grupos y movimientos eclesiales, y las comunidades Evan;geliz2lciC'>n exige la conversión pastoral de la Iglesia. Tal
eclesiales de base" (DSD 259). Me parece importante destacarlo, pues ser coherente con el Concilio. Lo toca todo y a todos:
existen estudios que intentan demostrar que uno de los más efectivos conciencia y en la praxis personal y comunitaria, en las relaciones
agentes e instrumentos de inculturación del Evangelio en América Latina igualdad y de autoridad; cc:>n estructuras .y dinamismos. que h~gan
son esas mismas comunidades6 • ptc~sente cada vez con más clandad a la Iglesia, en cuanto signo eficaz,
sac;ralnelnW de salvación universal" (DSD 30).
3. A modo de breve conclusión Pues bien, dichas conversión pastoral de la Iglesia e incultura-
En resumen, la temática de la evangelizaCión inculturada es una del Evangelio en la cultura y las culturas mediante el discernimien-
de las claves fundamentales del documento de Santo Domingo. Así la asunción de sus valores, expresiones y/o formas intitucionales en
como a la promoción humana, también a la inculturación se la concibe la catequesis, la teología, la predicación, las estructuras
como constitutiva de la nueva evangelización de América Latina y el ecleslau::s y pastorales, etc., es un camino que recién se ha emprendido
Caribe. nuevo fervor, pero que resta por hacer. Es misión del post-Santo
La Conferencia proporciona preciosas indicaciones tanto para ir llevándolo a la práctica concreta. Pues esa "tarea de
fundar teológicamente la inculturación según la analogía de la fe, inculturación de la fe - como lo dice el mismo documento - es propia de
especialmente cristológica, cuanto para ir orientando caminos de las Iglesias particulares bajo la dirección de sus pastores, con la
respuesta a ese importante desafío. participación de todo el Pueblo de Dios" (DSD 230).
Sobre todo lo hace en lo referente a la inculturación de la vida,
celebración y pensamiento eclesiales en las culturas latinoamericanas
(indígenas, afroamericanas, mestiza, moderna y postmoderna, en especial
urbana, incluyendo las culturas adveniente y emergente: cf. DSD 268).
Así es como dice sobre la evangelización: "Nueva en su expresión.
Jesucristo nos pide proclamar la Buena Nueva con un lenguaje que haga
más cercano el mismo Evangelio de siempre a las nuevas realidades
culturales de hoy. Desde la riqueza inagotable de Cristo, se han de

6 Cf. M. de C. Azevedo, Comunidades Eclesiais de Base e Inculturaqao da


fé, Sao Paulo, 1986; id., "Comunidades ecIesiales de base en el Brasil: ¿posible
mediación para la inculturación de la fe?", en: C. GaIli-L. Scherz (compilado-
res), ldemidad cultural y modernización, tomo 2 de la obra: América Latina y
la doctrina social de la Iglesia. Diálogo latinoamericano-alemán, Buenos
Aires, 1992, 233-258.
Institucion, Libertad, Gratuidad
por Juan e ados Scannonc S.l.

El momento actual se caracteriza no sólo por el resurgir de la


filosofía prúctica sino también porque en ésta se ha planteado de tal
manera la ética de las instituciones que hasta se habla de un "cambio de
paradigma" en la ética social (K. Hohmann 1). El objetivo del presente
trabajo es reflexionar qué incidencia tiene la lógica de la gratuidad -
caracterizada en estudios anteriores como propia, aunque no exclusiva,
de la cultura latinoamericana2 - en una filosofía de las instituciones
(sociales, económicas, políticas, culturales, religiosas) inculturada en
América Latina.
Según mi parecer la mediación entre institución y gratuidad está
dada por la libertad y la reciprocidad, es decir, por la libertad realizada
plenamente en la reciprocidad de libertades. Pues la institución es
encarnación de la libertad humana, pero ésta no es auténticamente libre
y plenamente humana sino en la reciprocidad, la cual sólo se realiza
cabalmente en una mutua relación de gratuidad. Por lo tanto, .no sólo
existen y pueden existir instituciones de la libertad y de la reciprocidad
en el mutuo reconocimiento de libertades, sino también instituciones de
la gratuidad. Precisamente el planteo de una óptica de gratuidad como
inculturado en América Latina partió tanto del pensar sobre actitudes y
símbolos culturales y literarios latinoamericanos cuanto de la reflexión
acerca de instituciones populares latinoamericanas (indígenas, tradiciona-
les y aun "modernasf/3) que encaman libertad, reciprocidad, solidaridad

I Aludo a la contribución de K. Hohmann: "Wirtschaftsordnung und

Gerechtigkeit", durante las Jomadas sobre" América Latina y la doctrina social


católica", organizadas por la Academia de la Diócesis Rottenburg-Stuttgart, en
Weingarten, del 25 al 27 de febrero de 1993.
2 ef. mi artículo "La ilTupción del pobre y la lógica de la gratuidad", en:
J.e. Scannone-M. Perine, Irrupción del pobre y quelwccrJilosóJico. Hacia ul/a
I/ueva raciol/alidad, Buenos Aires, 1993, así como el conjunto de esa misma
obra.
3 Sobre estas últimas cf. mis trabajos: "Nueva modemidad adve¡úente y
cultura emergente en América Latina. Retlexiones t110sóncas y teológico-
pastorales", Strolllata 47 (1991), 145-192; Y"El debate sobre la modemidad en
el mundo noratJ¡intico y en el Tercer Mundo", ConciliulIl Nro. 244 (dic. 1992),

Strol1lata 49 (1993), 239/252


240 Lnstitucion, Libertad, Gratuidad 241

y gratuidad y por ello son un preanuncio de liberación integral. sión kantiana de la autonomía a través de la comprensión hegeliana de
En una primera parte me detendré en la relación entre 1l1~;t1tuciló una libertad institucionalmente mediada.
y libertad (1). Luego abordaré, en un segundo momento, la interrelaci' Pues la libertad "toma cuerpo" en instituciones - comprendiendo
antropológica entre libertad, reciprocidad y gratuidad (2). Por últi a esta palabra en su acepción más amplia 6 -, y, por su parte, las
trataré de gratuidad e institución, para así llegar a una comprensi instituciones son expresión, objetivación, exteriorización de la libertad,
filosófica inculturada de actuales y posibles instituciones de la gratuid que la median y efectivizan material y socialmente, a la vez que la
en y para América Latina (3). encuadran y limitan. Por medio de ellas se da un "estar uno en el otro"
antropológico de persona y sociedad, según prioridades diferentes. En
1. [nslituciún y libcl·tad ellas se da no sólo la conjunción (unidad y distinción sin separación ni
confusión) entre lo personal y lo social, sino también entre lo interno y
A primera vista pareciera que las instituciones se oponen
lo externo, naturaleza y espíritu, pasado, presente y futuro, identidad y
libertad, entre otros motivos porque las IlO'l:n.í:lUleS m()(I(~rn!as
a Iravés de la crítica teórica y práctica de las instituciones tra.dlIC1Cm¡¡les;
Si lo que dice K. Hilpert acerca del "pecado estructural"? lo
que parecían esclavizarla. Además, si - según A. Gehlen 4 - las lm;tltTlci()~
aplicamos en general al nexo entre libertad e institución, podemos
nes toman en el hombre la función de los instintos en los anl1l'lal1cs,
afirmar que éste es triple: generativo, porque la segunda es efecto de la
podría creer que nada tienen que ver con la libertad, pues la
primera; o/~jefivo, porque es su objetivación y concreción 8 ; y dispositivo,
norman, estructuran y determinan previamente a su ejercicio. Aún
porque la institución, aunque no constriíle a la libertad, la enmarca
muchas veces se solidifican en mecanismos que obran casi autormiljc¡l-
socialmente, seíi.alándole caminos concretos para su realización efectiva;
mente y oprimen a la libertad de muchos.
es decir que disponc a la libertad para obrar de determinada manera,
Pero, por otro lado, una libertad que no se expresa y extelioriZIl
según una determinada regla de acción. Así como en el aspecto
en instituciones permanece abstracta, no plenamente actualizada, en
generativo se acentúa la prioridad de la persona, en el dispositivo se
mera interioridad subjetiva de "alma bella", sin concreción
seílala la prioridad (no determinante, pero sí posibilitante y condicionan-
política, económica, cultural. Por ello P. Ricoeur, en "Una crítica de
te) de lo social.
allá de la libertad y la dignidad de E.F. Skinner"5, reconoce que
Además, cuando la libertad de algunos es éticamente perversa,
libertad e instituciones se da una relación semejante a la del hombre
sus objetivaciones oprimen institucionalmente la libertad de los otros. Y,
su propio cuerpo: lo soporto y lo hago. A las lnstituciones las
por otro lado, como son cuerpo de la libertad, pero no tienen un alma
las re-creo. Sin su realización en instituciones, la libertad es
propia, tienen el peligro de "mecanizarse", obrando casi automáticamen-
meramente formal; pero si las instituciones no son las instituciones
la ¡iherrad, se hacen opresivas. Así es como Ricoeur, haeiendo -
su costumbre - una rclectura post-hegeliana de Kant, media la comlpr(~n-
(i Ver el uso de esa palabra en las Philosophische U//tersuchullgell
(frankfurt, 1977,11. 199) de Ludwig Wittgenstein: "Seguir una regla, hacer una
comunicación, dar una orden, jugar una partida de ajedrez, son costumbres
115-125 (ambos con bibliografía). (usos, instituciones)". COllsultar también el comentario a esa concepción de
4 CL su "Filosofía de las instituciones" en: Urme//scII u//d Sp{rtkultur, Wittgenstein hecho por P. Hünermann en el arto cito en la nota 9.
1956. En general, sobre la sociología y la filosofía de las instituciones, ver: 7 CL K. Hilpert, "Schuld in ihrer sozialcn Erseheinungsfonll. Verschiebun-

Schclsky, Zur TlIeorie der I//stitutio//, Giitersloh, 1970 (en especial, res:ne,etll¡a- gen im Verantwortullgsverstandnis", Theologie der Gege//wart 32 (1989),38-52,
mente, los artículos del mismo Schelsk)' y de J. Ritler). En el presente en especial p. 47. Sobre el mismo tema ver también: M. Sievcmich, "Soziale
empleo filosóficamellte la palabra "institución" en el sentido amplio de Síinde und soziale Bekehnmg", en: W. Seidel-P. Reirenberg (ed.), Moral
Wittgenstein (desarrollado por P. Hiinennann), a cuyas obras aludiré mús kOl1kret, Wiirzburg, 1993, 146-169.
5 cr. P. Ricocur, Etica y cultura, Buenos Aires, 1986, 137-150, 8 En analogía con el "espíritu objetivo" de Hegel, H.U. von Balthasar aplica
Introducción - escrita por mí - a esa recopilación y traducción de distintos teológicamente estaeomprensión al "Espíritu (Santo)objctivamcnte" (considera-
trabajos de Ricoeur. do) en: Theologik 111: Der Geist de,. Wahrheit, Einsieddn, 1987,294-330.
242
, Scannone Institucion, Libertad, Gratuidad 243
te, como cuerpos sin alma.
relacionan no sólo con las libertades personales que los generaron, que
. .Sin. embargo, aun en esos casos el element ~.
las mstltucIones no es la materia "material'" o ,e~ que se realIzan ellos objetivan o a las que ellos disponen, sino también con la opción
puramente biológica o bio-psicológica) sino ~I S:10r~gamca o, a lo m~s, ética fundamental (J. de Finance) de un grupo humano o una sociedad
humano, es decir, la praxis histórica e e emento del actuar socIal en cuanto tales. Para admitirlo no es necesario hipostasiar al gmpo
afirmar atendiendo"a la m 'd' " d I Y cu~tural. Po.r ello se. puede social, pero sí caer en la cuenta de que, a través del mutuo influjo y
, e laCIon e a praxIs p d' d ' .
nes y formas", que éstas "no sv,~ ~f ~ 1 or me 10 e mshtucio- cooperación social entre las libertades personales (más o menos
como realización de I 'd redleren a l?ümento exterior de protagonistas, representativas del todo social sea simbólicamente o por
a VI a y e la eXlst ~n i , ' ,
designan a los únicos medios or I ~ e ca,. smo. que mas bien delegación, colaboradoras, cómplices por acción, aceptación u omisión,
ellas no existe la praxI's InsPtl't ?S cuales la praXIs deVIene praxis. Sin etc.) se da una opción fundamental de la sociedad (analógica con las
. ' UClOnes y formas .,'
fIguras o formas de la vida indi ' bl son, en este sentIdo, opciones personales), la cual opción trasciende la mera suma de las
el estar-con-otros,,9Es • . sBensa ee para el estar~en-en-mundoy... , opciones individuales l2 • Precisamente dicha opción social y su con-es-
", as InstItucIones y ti (1
estricto, religiosas, sociales políticas econóor~as ~u t.urales en sentido pondiente "acción institucional" toman cuerpo en las instituciones y
la cultura o "way of !ife" '(T S EI") d nucas, tecmcas...) conforman formas de la praxis cultural.
mismo tiempo 1) un "verum;' 'es lOt. e un pueblo, Ellas implican al Sin embargo, como no se trata de acciones personales sino de
vida"; 2) un "bonum" "b' "decIr, son. figuras de sentido de la acción institucional (de la comunidad en cuanto tal y/o a través de sus
. . , a Sa er una deternunada l ' ~ d "
conVI Vlr humanamente, o un "ethos'" ,. nanera e vI.vlr y representantes públicos y simbólicos), se ha de notar que ésta no opera
una especie de "pulchrum" > ~ 'fi' y, ~?r ultImo, 3) un ordenalmento, primariamente con actualidades sino con posibilidades 13 , es decir, que
b · d 11 especI ICO o figma de orden"'o Est ~. las formas institucionales - aunque de suyo sean también fmto de la
un len e orden y, a la Vez com ort .' a eXlge
epifanizarse y articularse el sen~ido. p a una determmada ma¡¡era de libertad personal - posibilitan (condicionan, orientan, disponen,
favorecen, permiten, dificultan, impiden) determinados actos de las
Por supuesto que dicho sentido humano (o la falta d'l .
po~ ser humano, dicho ethos en cuanto tal y di h b' . d ~ e mIsmo),
detecto), por ser bien (o su privación) tienen qu: ~er 1:~ln 1: ~~~~~~ ~~ 12 Para la aplicación de la opción ética fundamental a lo social, cf. H.

Mynatty, "The Concept of Social Sin", Louvain Studies 16 (1991),3-26; sobre


9 Cf. P. Hiinennann, "Iglesia - praxis - institución Sob . ' el "ethos" cultural y las opciones ético-comunitarias fundamentales cf. mi libro:
tareas de la doctrina social cristiana" en' P H" . re el metodo y las Nuevo punto de partida en la filosofía latinoamericana, Buenos Aires, 1990,
A " , . . unennann-J C Scannone (c ) cap. 9 ("La mcdiación histórica de los valores"), en especial p. 148 ss.; acerca
menea Latina y la doctrina social de la / l ' ," . omp. ,
(l!e'~~n, /: Reflexiones metodológicas, Buen~:~:e~I~;g; la~i~l~americano_ de la relación cntre "ethos" cultural y estructuración social ver mi libro:
.. Sobre esos tres momentos de la praxis. las ins;itucio~t . Evangelización, cultura y teología, Buenos Aires, 1990, cap. 6 ("Ethos y
P. Hunennann, op.cit. p 114 ss' 'd "K' 'h . s y la cultura cf. sociedad en América Latina").
Theorie katholischer So~iaIlehre';' ~~' P Ir~"e - Gesellschaft - Kultur. Zur 13 Así se expresa C. Hubig en: "Die UnmiSglichkeit der Übertragung

KatholischeSoziallehre_ Wirtschaff-'Del~ k' t' unMen~anMn-~. Eckholt (comp.), individualistischer Handlungskonzepte auf institl1tionelles Haridc1n und ilfre
t 11 J' o ra le, amz- unchen 19899 48( Konsequenzen fiir eine Ethik der Institution", en: C. Hubig (ed.), Ethik
cas e ano, en: Enseifanza social de la /alesia el! A '.' L.' ,- en
1991,81-116), '" mellca atllla, Fr2mkfmt, institutionellen Handelns, Frankfurt-New York, 1982,56-80. Esa concepción
11 Acerca del "b' d d" de Hubig con-esponde a la definición que Juan XXIII da del bien común, al
. ' len e or en cf. B. Lonergan, /nsight. A Stud
Undel standIng, London-New York 1957 M' Id' ' y decir: "abarca todo un conjunto de condiciones sociales que permitan a los
F, eJe Roux aplicó lo dicho por L . ,y et ~o In Th,eology, London, ciudadanos el desarrollo expedito y pleno de su propia perfección" (Mater et
económic 1 ., ' , ?nergan so re el bIen de orden, al bien Magistra 65; cL Pacem in Ten"is 58). Pues dichas condiciones sociales
la Socieda~ ~~~e:a~~~~~a;e e:e~~:i~~s~:~r~t~,~~nMtne'btaUt~,i~n adlalsBJ?rnadas (institucionalmente regladas) permitelllas acciones individuales, que son las que
(E ogo tá , U' 'd
I1lVerSI ad Javeriana, 1982): lo mismo
ISlca e len Social"
d h . actualizan la libertad. Como diría K. Hohmalill (cf. nota 1), en el primer caso
a todo otro bien institucional. pue e acerse con res;pe,cto se trata de las reglas de juego (institucionalmente buenas o malas) y, en el
segundo, de las jugadas (fruto de la acción personal de jugar bien o mal).
244
Institucion, Libertad, Gratuidad 245
libertades personales aun ue .
dejan de implicar pdr sí ~s;:omos~~ fIguras de la libertad no por eH Para comprenderlo conviene echar un vistazo al itinerario
trata il1l11ediatame/lte de la c a.s, U? len o un mal moral. Pero no o seguido por la reflexión ética sobre la libertad. La ética eudemónica
. onClenCla m i · l' '
orde/.1 mora! obietivo e in tl't . '1 14 ora persona s.lno de un comprendía implícitamente la libertad como plena actualización y
s UClOna Por ello K, l R t.. d'
. '. J
H1stltuclOnes son "condición d~ 'bT ar aw1er Ice gUe autorrealización del hombre l8 . Luego de la revolución copernicana de
"momento . interno" d e aItnlsma
' e IpOSl
. 1 ldad,...espacio de la UDertald" Kant la libertad fue comprendida como autonomía (aun con respecto al
Por último, se da aLÍn otr' ~ '. fin)l9. Más tarde, el mutuo reconocimiento hegeliano hizo caer en la
cuanto las instituciones de la socf n,exo entre 1?~tHución y "vv«au. cuenta de la necesidad de mediaciones intersubjetivas, sociales e
(en el sentido de He el R" edad ?emocratlca moderna institucionales para que la libertad sea efectivamente libertad, autónoma
de la !'b
. 1 erra
d % y Icoeur, menclOnado más arriba) H1stltucle)he:s
no solo porg h d '. y autárquica (de eso ya hemos hablado más arriba).
O1s;po:ner a ella, sino tambié~e an e ~::t1t:nr .su ~ruto, objetivarla Por otro lado, a la "revolución copernicana" (kopernikanische
Posltlílitar y favorecer -11 H1stltUclOl1alizar, es Wende) moderna parecieron contraponerse en este siglo el "giro
hombre l6 L d (linguistic tzmz), el "giro" (Kehre) de Heidegger y la
estructura y com ' .. ' . os erechos humanos _ (aparente) "heteronomía" de la ética de la alteridad (Levinas).
. . - o H1stltuClOl1es de d 'r' h '
orgatuzaclOnes que los promll ~ ~ . C cc o, aSI como Sin embargo tanto la libertad como serenidad (Gelassenheit) y
CVen - son un ejemplo.
apertura a la recepción del don (del ser) - más allá de actividad y pasivi-
dad -, como la comunJdad ética de comunicación entre libertades (K.-O.
2. Libertad, I'cciprocidad y gratuidad
Apel) - que "transforma" la filosofía trascendental después del giro
La libertad humana 110 es es ~ " I . lingüístic020 -, así como también la libertad como respuesta respol1sable
de la praxis histórica para actuali :e~~Ja !llente socIal porgue necesite a la interpelación del otro en el "cara a cara" según Levinas, no niegan
necesita porgue es de suyo '1 zarse, S1l10 que, por el contrario la la actualización plena y la autonomía auténtica de la libertad, sino que
• e SOCIa en cuant h '
escnto en otros trabajos dond b o umana: Sobre eso ya he las recomprenden más profundamente.
7
nosotrosl . , e es 020 una antropologla (y una ética) del En el caso de Levinas aparece claro que el verdadero autós de

14 P .
, or esa razon C. Hubig refiere h Acción Social Nro. 366 (1987), 429-432; Y al cap. 6 de mi libro, ya citado,
lllstilucional, más bien de "corr I P j' I abiar, con respecto a la acción Nuevo punto de partida en la filosofía latinoamericana: "El a priori de la
"b . ec o Oa so" "ad d .
ueno o malo moralmente" ( f ' . .' ecua o o madecuado", que de comunidad de comunicación y el nosotros ético-histórico" (con bibl.). Para una
c . art. CIt.). SIn embarg .
pero verdadero (seglÍn una anal " . o, en un sentIdo analógico ética del nosotros ver el cap. 7 de ese mismo libro: "Racionalidad ética,
. . . ogla llltnnseca) d '
esta ultIma tenninología La I '. I l' se pue e y debe usar también comunidad de comunicación y alteridad", en el cual me inspiro aquí y al cual
. . lllsma g eSla usa l' 1 "
expreSIOnes: "estnIcturas de pecad"" ' en. e l1lvc tcologlCo, las complemento en las páginas que siguen.
cncíclica. Sollicitudo Rei SOCI' l' °36)Y pecado socIal" (cf. Juan Pablo Ir 18 Aunque la concepción aristotélica de la amistad atenlÍa los aspectos
15 • a /s n. . '
... CL K. Rahner, "Institution und Freih '" , ' autárquicos de su ética, con todo la idea de que "toda persona es insustituible"
Zuni~h-Eillsiedel~-Koln, 1972, 115-132. eH , Sc/zrijten zur T/zeologie X, permanece extraña a Aristóteles: cr. P. Ricoeur, Soi meme comme un autre,
Cf. W. Korff, "Institutionstheorie' D'· . r Paris, 1990, p. 226; ver también el comentario de F. Moncada a esa obra: "Etica
Lebensfonnen", en: A. Hertz-W K ff' leslU lChe Struktur geseIlschaftlichcr e intersoggetiviul", Arc/Zivio di Filosofia 60 (1992), p. 569. Cuando más abajo
. or - T Rendtorff H Ri .
d "
el' c/zristlic!Jen Etlzik I, Freiburg-Güt i 1 -. ngeling, Handbuclz yo hable de "amistad política", aunque la alusión obvia es a Aristóteles, la
Lulunann, "IllstitulionalisicnIng F ek~ 01, 1978, p. 173; ver también: N comprenderé releida tcniendo en cuenta la evolución posterior, incluido E.
., d
System - un tlOn und Mech . " .'
17
er GeselIschaft" ' en'' .H. Sch e1s ky (ed) o . al1lsmen ll11 sozlalen Levinas.
Me refiero sobre todo al traba'o " p. Clt. 19 Sobre la relación positiva entre la ética clásica (sobre todo aristotélica)
para una antropología filosófica d J (~res~~tado en Caracas, 1991): "Aportes y la kantiana cfr. O. Hoffe, "Sittlichkeil", en: Handbuch philosophischer
d
una antropología del nosotros" C~~; Rlll~nca Latina"; a mi artículo: "Hacia Grundbegriffe, München, 1974, c. 1341-1358.
, . ev/sta del Celltro de Investigación y 21l Cf. K.-O. Apel, Transformation der Phi/osophie 1 y Ir, Frankfurt, 1973.
246
Scannone Institucion, Libertad, Gratuidad 247
la autonomía~o se da sino como respuesta responsable al otro . ' der luego la relación entre libertad, institución y gratuidad. Pues
y, en ese selltldo, como heteronomía ya que el "y" :l l' (marlu)
~I ' t ' , o se ( ec 1l1a segtín comunidad, comunicación (y lenguaje), don del ser y trascendencia ética
e, an es en acusatlvo: ¡Heme acá' ("me vOl'la' l")Z! qt ,;
"d ' , . le en nOlllinatlvo E
~se sentl o.' para Levl~a~ la responsabilidad es anterior a la libertad 'T
,letero~omla no pa.tC?loglCa con respecto al otro (¡no a lo otro!) no ~ór
7 del otro implican en lo más profundo la gratuidad como clave para
entender más plenamente la libertad como actualización y autonomía, y
la reciprocidad del reconocimiento mutuo de libertades.
~~luye to~o lo vahdo de la autonomía kantiana, sino que la superao
, go ~emeJante se puede d?cir de la libertad ante el don gratuito del sef 3. Gratuidad e institución
en Hel~egge:,.sobre todo Sl se lo recomprende, con Levinas, a partir de
l~a. alt~ldad etl~a d~l. otro. Además, la reinterpretación de la comunidad Las instituciones del derecho y de! Estado se fundan para
~tlca e comu~caclOn (de Apel) a partir de la alteridad levinasiana d algunos (Hobbes) en el hecho de la conflictividad humana, que ellas
esta desde aquella - segtín las plantea Marco Olivettj2z 'C' 1 Y e tienen que reglar a fin de que la libertad de cada uno no sea coartada
d~r un 11Ue~() pas~ en .Ia comprensión de la Iibert;d,P~:~~it~~~o por la de los demás. Otros pensadores acenttían, además, el interés de
tt~co.n~prend.er I~ re::lprocldad del mutuo reconocimiento y la mediacióo cada uno y la necesidad de cooperación social como bases de dicha
rust?t1ca e 1l1stltuclOnal tanto partiendo de la trascendencia gratuita d~ institucionalización de la justicia política24 • Según ellos, la necesidad, e!
1: ~lbert.ad del ot~o (que convoca gratuitamente a la otra libertad legítimo interés y la regulación de los conflictos bastarían para funda-
re,cI P:ocldad gratmta) C~'~IO del giro lingüístico, que permite plalntt~ar, mentar la institucionalización de la reciprocidad de libertades en la
desde el ~am?s, la cuestlon del sentido y de la libertad no a de justicia.
autoconclencla y el yo, sino de la comunicación y la comunidad Con todo, sin negar la validez de dicha fundamentación, ésta no
nosotros. De ese modo la autorreferencia propia d, I . d basta para dar cuenta - con plenitud humana - de la reciprocidad y la
sin p'rl I e a razon mo erna- justicia. Con respecto a ésta baste aducir el adagio "summum jus,
- e ( erse, porque se ca a hasta el sentido más auténtico d'l t.
PI udo se~ po~modernamenteinterpretada como abierta a la alt~ri~~:Sy summa iniuria". Pero sobre todo conviene recordar lo dicho más arriba
a gratmdad . acerca de la libertad y la interrelación de libertades que se liberan
. De ahí que desde la experiencia histórico-cultural mutuamente en la relación ética de alteridad25 • Pues la genuina reciproci-
amencana podamos releer ahora todo ' , , dad interpersonal no se agota en la mera utilidad mutua y la eficacia
l ese proceso como un Call1ino de
~e'p ant~o .d~ la co~prensi?l~ de libertad y eticidad a partir del "n<:... t"n~ medio-fin, aunque las incluya; ni siquiera se limita sólo al respeto, que
etlco-rustonco, segun la 10glCa de la gratuidad, a fin de poder compren- ya presupone la dignidad de cada libertad como fin-en-sí, pero - para
Kant - no necesariamente la relación interpersonal dentro del "reino de
los fines en sí"z6; sino que el respeto a cada persona y el respeto
21 cr. ~;, Levinas, Au!relllent qu'etre ou au-deZd de Z'essence, 1974, p. 145
(cf. p. 159, en el acusativo - que no es modificación de n1'1' "
1 ." 19un n0l111nativo -
..,e proJIlno..,se acusa como irreemplazable"); id" "Dieu et la !tiloso !tie" L 24 Sobre todo este tema puede consultarse: O. Hoffe, Politisclze Gereclztig-
Nouveau COlllmerce Nro. 30-31 (1973) P 121 116 S b 1~ p , e
.d .... " , . o re e cara a cara" cf keit. GrulldlegulIg einer kritischell Plzilosoplzie van Recia und Staat, Frankfurt,
I ., TotalIte et l1lfl1li. Essai sur I'extériorité La Haye 1961 .
22 Al d . ' , . 1987.
u o a su trabaJO: "El problema de la comunidad ética" en' J C 25 Dice Levinas acerca del llamado ético del otro: "el ser que se impone no
Sczannone (comp.), Sabiduría popular, símbolo y filosofía. Dicílogo i';ten;ac~o~ limita sino que promueve mi libertad, suscita mi bondad", cf. Totalité et lnfini,
na en torno de una int t" l' .
•. erpre aClOn at11l0alllencana, Buenos Aires, 1984 209- p.175.
222'psoR: la etlca del yo, del tú o del otro (Levinas), y del ello (la institu~ión)
b e
26 El "reino de los fines en sí" del que habla la FundamentaciólI de la
ver: . lcoeur "El yo el t' l ' . . . ,
. t " ..;, .' u y a mstltuclon. Los fundamentos de la moral: la metafísica de las costumbres no implica la intersubjetividad como anterior a la
III enCl?!l etlc~ ' en: 1d., Educación y política. De la historia personal a la subjetividad o, en otras palabras, no implica la comunidad ética de comunica-
COIll~;llon d~ IIbert~des,. Buenos Aires, 1984, 73-85. ción ni, mucho menos, el "nosotros" como lo entiende la actual filosofía
c~' mIS trabajOS citados en la nota 3. Ver también: J. Milbank Theolo latinoamericana (e. Cullen, R. Kusch, M. Manzanera, J. Seibold, J.C. Scannone,
and SOCial TlzeolY. Beyond Secular Reason, Oxford, 1990. ' gy
etc). Con respecto al "respeto", P. Ricoeur critica a Kant precisamente porque
248 Institucion, Libertad, Gratuidad 249

recíproco se fundan aún más profundamente en la trascendencia responsabilidad gratuita del yo ante el otro como otro. Claro está que ha
cada libertad y en su alteridad y novedad irreductibles e Im;us'tittIiblles, se trata de una trascendencia espacial o una diacronía temporal ni
y culminan y se trascienden en la solidaridad de esas libertades. tampoco de una numenosidad gnoseológica o de una trascendencia
bien, respeto, alteridad, irreemplazabilidad y trascendencia ontoteológica sino de una trascendencia ética. Esta implica además -
solidaridad suponen una interrelación de gratuidad. Pues el respeto va como lo afirma Levinas de la ya mencionada "curvatura del espacio" -,
bien "en sí" de la persona, que no se reduce a ningún mí"· "quizás, la presencia misma de Dios"30, aunque más que de presencia él
reciprocidad de la que hablamos es interpersonal y entre ' hable de "huella" (trace).
alteridad y trascendencia de la libertad presuponen su irreductibilidad Por supuesto que no se trata de pensar la acción y la ética
cualquier totalización en una lógica de la necesidad y, por ende, no institucionales con las categorías de la acción y la ética interpersonales,
sino la otra cara de una relación , la insustituibilidad confundiendo las "relaciones largas" (mediadas por instituciones) con las
"cortas" - para usar la expresión de Paul Ricoeur -, pero sí de reconocer
nombre para designar la de gratuidades. con Marcelo Perine3! que sólo la reciprocidad - entendida en toda su
Tales consideraciones pueden ser ahondadas desde una relectura. amplitud y hondura - puede mediar entre la lógica de la gratuidad y la
de la reciprocidad, el mutuo reconocimiento y la justicia, planteadas lógica de la eficacia, propia de la sociedad moderna.
partir de la "altura" ética del otro como la entiende Levinas28 . Pues Según mi parecer, esa mediación no deja incólumes a ninguna
éste la relación interpersonal es horizontal y recíproca, y puede de las tres, pues con ella la gratuidad se hace eficaz, la eficacia se hace
pensada como intercambiable, sólo desde el punto de vista obíetivo humana integral, y la reciprocidad se libra de totalizarse dialécticamente
(jurídico, sociológico, político) de un tercero. Pero en la expenencjia o de limitarse a sí misma, abriéndose más allá de sí hacia una comuni-
ética de la subjetividad misma - experiencia de cuestionamiento dad no sólo de comunicación y participación, sino también de amistad
i.nterpelación por el otro en cuanto otro, y de responsabilidad ante y y comunión.
el -, cada uno ocupa un lugar no-recíproco, insustituible y no-intercam- Pues bien, también esa apertura debe encarnarse en las formas
biable, puesto que el otro se encuentra en "altura ética", en cuanto institucionales que adopte una reciprocidad así vivida y entendida. Al
inte:l?ela, cuestiona, impera y enseña. Tal disimetría inicial, aunque se menos debe tratarse de estmcturas que no impidan o dificulten las
eqU1h~re p~r el discernimiento reflexivo de dicha interpelación29 y por relaciones éticas de gratuidad; pero además, han de ser instituciones que,
la r~c.Iprocldad del derecho y la justicia política, con todo exige en cuanto tales, posibiliten, favorezcan Y promuevan tales actitudes
expliCItar el momento de "desborde" ético que esa reciprocidad jurídica ético-culturales de gratuidad y los actos personales libres correspon-
y política no puede dejar de lado. Dicho"desborde" consiste en la doble dientes. El "vemm" de esas instituciones de solidaridad y gratuidad, sin
trascendencia de cada libertad con respecto a una mera reciprocidad dejar de tener racionalidad instituciona¡32, debe trascender la verdad del
dialécticamente totalizada. Pues la trasciende como "otra" en su mero cálculo de eficacia; su "bonum", incluyendo el puro y estricto
disimétrica altura ética con respecto al otro yo, pero también como

30 Cf. E. Levinas, ibid.


lo considera ante todo como "respeto por la ley", siendo así que más bien se 31Cf. su trabajo: "Lógica da sociedade e lógica da gratuidade", presentado
trata de las personas como fines en sí: cf. P. Rieoeur, Soi méme comme en la reunión de Belo Horizollte, 1992.
32 Sobre la racionalidad institucional cf. W. Vossenkuhl, "Private und
autre, París, 1990.
27 Por eso E. Levinas hace converger el "desinteressement" con su ética de
6ffentliche Moralitat. Handlungstheoretische und nonnative Grundlagen einer
la alteridad (y del bien"au dela de l'essenee"), que pretende superar la ontología Ethik" , en: C. Hubig (ed.), op. cit., 81-103, en esp., p. 95; contra lo afinnado
del esse y el interesse Cimer esse); ef. id., "Idéologie et Idéalisme", Arc!zivio di por ese autor, según mi opinión la racionalidad hermenéutico-práctica media
Filosofia 1973, Nro. 2-3, 135-145. entre la racionalidad instnllnental medio-fin y la racionalidad ética: cf. K.-O.
28 En relación con ello Levinas habla de la "curvatura del espacio" ético
Apel, "Types ofRationality Today: The Continuum ofReason between Science
entre los hombres, ef. Totalité et lnfini, p. 267. and Etillcs", en: T. Geraets (ed.), Ratiollality Today - La rationalité aujourd'!zui,
29 Cj'. P . Ri eoeur, op. cH.,
. p. 391. Ottawa, 1979,307-340.
250 ·Scannone Institucion, Libertad, Gratuidad 251

deberse algo a alguien, ha de trascenderlo, promoviendo positivamente (incluyendo la participación aun en las decisiones)37; una democracia no
la amistad política y la benevolencia social; y la figura de orden de sólo de representación y aun de participación, sino como amistad social
dichas instituciones debe superar la sola justeza técnica, para posibilitar y política institucionalizada38 ; una ONU que realmente sea comunidad
que se vislumbre en ellas algo de lo que corresponde al "pulchrum". de naciones, basada en la colaboración y la amistad internacionales, que
Ello es posible no solamente en la familia en cuanto institución responda a la "internacional de la vida" (P. Trigo), y que institucionalice
básica de la sociedad y en instituciones religiosas: pensemos, el ethos de los derechos humanos (individuales, sociales y culturales),
ejemplo, en el momento institucional de las Comunidades hcleslalc~ especialmente de los pobres y las naciones pobres, etc.
Base, Círculos Btblicos, Comunidades de Vida Cristiana, y otras Estimo que en la línea de la lógica de la gratuidad están la
organizaciones del pueblo fiel, y en lo que debería ser la Iglesia opción preferencial por los pobres y las formas institucionales que la
institucional en su incluidos su derecho y su liturgia33 . encarnen. Pues, aunque esa opción puede incluir la legítima conveniencia
propia, la supera con exceso. Muchas veces se dice que, si no se tienen
pureza - en otros en no gubelméJlmc~ntal(:s en cuenta todos los involucrados (John Rawls), pero, sobre todo, si no
(aun internacionales) promotoras de los derechos humanos, en errlprlCSéJlS se adopta la perspectiva de las víctimas, es decir, de los pobres y
comunitarias y/o autogestionarias, en el fenómeno latinoamericano empobrecidos (teología de la liberación), no será posible asegurar
economía popular de solidaridad y la vigencia en éste del factor "C" (el estructuralmente la justicia para éstos.
factor "comunidad", entendido como factor económico)34, en la búsqueda Pues bien, las instituciones de justicia, participación y solidari-
de estrategias institucionalizadas de humanidad (por ejemplo, de dad de libertades, que surgirían desde esa perspectiva (de todos los
búsqueda de consenso libre y reflexivoi5 , etc. Yen un plano social más involucrados, preferencialmente, de las víctimas) corresponderían - según
macro, el nuevo imaginario colectivo36 imagina y proyecta instituciones mi opinión - a una lógica de la gratuidad. Algunas de las mencionadas
nuevas, que responden a dichas micro-experiencias, como son un más arriba, sea que ya existan sea que se las proyecte como utopía
mercado democrático en el cual ocupe un lugar central y determinante realizable, pueden servir de modelo. Con todo, no olvidemos que la
la economía de solidaridad (Luis Razeto); la reforma radical de la
empresa para constituirla verdaderamente en comunidad de personas
37 Sobre este punto y el "capitalismo democrático" cf. F. Hengsbach,
WirtsclzaJtsetlzik. Aufbruclz - Konflikte - Perspektiven, Freiburg-Basel-Wien,
33 Cf. la obra dc H.U. von Balthasar citada más arriba, cuando rel:aci<ma 1991, en especial, cap. 5.
Espíritu Santo como espíritu objetivo y la Iglesia como institución. 38 Henrique de Lima Vaz distingue tres niveles en la construcción de la
34 Luis Razeto describe ese fenómeno y basa en él su recomprensión idea de comunidad política: cl social, el político y cl democrático. Con respecto
economía y del mercado democrático, y aun propone como deseable y reallizabJle a los dos últimos dice así: "El nivel político hace posible el Estado de
una economía global en la cual se dé una real gravitación de la economía derecho...Pero no todo Estado de derecho es un Estado democrático. La matriz
solidaridad. Entre sus obras ver: Economía popular de solidaridad y merccldo conceptual del Estado de derecho es el concepto de ley justa (justicia política).
democrático, 3 tomos, Santiago de Chile, 1984-1986-1988; Empresa En cambio, la idca de democracia avanza más allá de la idea de justicia política.
trabajadores y economía de mercado, Santiago, 1991; (con otros), Su matriz conceptual es la idea de libertad participativa. La relación directa
organizaciones económicas populares 1973-1990, Santiago, 1990. entre libertad y responsabilidad impone la consecuencia de que la idea de
35 Cf. O. HOffe, Strategien der Humanitiit. Zur Etlzik 6/fentliclzer EllItsclzej- democracia es una profundización dc la dimensión ética de lo político" (cf. su
dungsprozesse, Frankfurt, 1985. paper: "Democracia como forma de expresión de la dignidad humana",
36 Sobre este nuevo imaginario, distinto de los del statu-quo presentado en el Seminario del KAAD, Belo Horizonte, julio de 1988). Pues
revolucionario socialista, habla Pedro Trigo en sus artículos: bien, pienso quc, prosiguiendo cn la línea ya iniciada por Vaz, si a "responsabi-
alternativo al imaginario vigente y al revolucionario", Iter. Revista de Te()lotríCl, lidad" y "ética" las recomprendemos desde los enfoques de Levinas, la idea de
3 (1992),61-99; Y "El futuro de la teología de la liberación", en: J. Comblin-J¡l. dcmocracia podría ser todavía más ahondada, hasta el nivel propio de la
González Faus-J. Sobrino (editores), Cambio social y pensamiento f'r;<:t;f111n gratuidad, quc corona la justicia, la libertad participativa y la amistad sociales
América Latina, Madrid, 1993,297-317. y políticas.
252
Scannone
Escisión y econciliadón [
gratuida~, par~l ins~itucionalizarse eficazmente ha d e di '
de la recIprocIdad Justa, la libertad participati~a y la s~~da~~~~; traves Su a¡·ticulación fenomenológica en la "Introducción"
al Manuscrito de 1821 de la Filosofía de la Religión de Hegel
por Jorge Seibold S.l.

1. Presentación y delimitación de la p¡·oblemática.


Los conceptos de "escisión" (Entzweiung) y "reconciliación"
(Versohnung) recorren prácticamente toda la filosofía hegeliana. Ya se
los encuentra en su época juvenil de Frankfurt cuando Hegel inicia sus
primeros esbozos de pensamiento dialéctico. Allí hablará de "reconcilia-
ción" a través de la "vida" (Leben) y del "amor" (Liebe)? En ese tiempo
la plenitud del "amor" y de la "reconciliación" se daba en la Religión.
Si el amor es una "reconciliación" de la vida, se presupone con ello que
esta vida está transida originariamente por la "escisión". Este proceso de
"reconciliación" debe hacerse en el tiempo histórico. Hegel supera los
modelos de "reconciliación" que apelan a modelos ideales de otros
tiempos como los puestos en vigencia en la ciudad griega. En la época
de lena a partir de 1800 el rol "reconciliador" asignado a la Religión es
transferido a la Filosofía entendida ahora no por su oposición a la vida,
sino entraí'íada especulativamente en ella y en el Absoluto que es su
horizonte más amplio y profundo. En plena gestación de la Fenomenolo-
gía del Espíritu Hegel comprende que la "reconciliación" especulativa,
que propone la "ciencia del concepto", supera tanto "la reconciliación
religiosa", verdadera en su contenido, pero afectada todavía de "escisión"
por su formulación representativa, como también a la "reconciliación

[Comunicación presentada al VHº Congreso Nacional de Filosofía. Rio


Cuarto (Argentina), 22-26 noviembre 1993.

2 Cfr. H.Scheit, Geist und Gemeinde. ZUIll Ver!zciltnis von Religión und

Politik bei Hegel, Verlag Anton Pustet, München und Salzhurg, 1973, p.55 Y
ss.

Stromata 49 (1993),253/259

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