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DEPRESIÓN Y AGUJEROS DE GUSANO

2ª PARTE -BUSCANDO LA SALIDA

Cuando nos sentimos tan tristes, sin fuerzas ni ganas, es como si estuviésemos
en un pozo, como si se tratara de un agujero negro en el que nos hallásemos y
del que no tuviésemos la fuerza necesaria para salir. Parece costoso salir de ese
pozo, como lo es escapar de un agujero negro en el universo.
Michael Ende en su fantástico libro “La Historia Interminable” describe de manera
magistral esta situación cuando Ártax, el caballo del protagonista (Atreyu), se va
hundiendo en el Pantano de la Tristeza, un lugar en el que cuánto más triste
estás más te hundes.
“-Nunca me has hablado así, Ártax-dijo asombrado Atreyu ¿Qué te pasa? ¿Estás
enfermo?
-Es posible-contestó Ártax-. A cada paso que damos, la tristeza de mi corazón
aumenta. Ya no tengo esperanzas, señor. Y me siento cansado, tan
cansado…Creo que no puedo más.”

HACIA LA PRIMAVERA

Es cierto que en el frío invierno parecen muy lejanos los días cálidos que
ansiamos, y sin embargo sabemos que la primavera va a llegar.
Un agujero de gusano consiste en dos agujeros negros que están
conectados entre sí.
Según las teorías vigentes, podría haber agujeros de gusano «transitables», con
un agujero negro en un extremo (la puerta de entrada) y un agujero blanco en el
extremo opuesto (la puerta de salida). Un agujero blanco tendría las mismas
propiedades que un agujero negro, pero al revés: expulsaría materia y energía
hacia el exterior, y nada de lo que saliera podría volver a entrar. Estos objetos
son teóricamente posibles aunque nadie sabía, hasta ahora, si esta clase de
agujeros de gusano podían permanecer abiertos el tiempo suficiente como para
que algo, efectivamente, pudiera atravesarlos.
Esta metáfora me hace pensar en mis experiencias personales y profesionales
en terapia con la experiencia depresiva. También me hace pensar en los lazos
que nos unen como personas. John Bowlby desarrolló una Teoría sobre el
apego. El apego es el tipo de vínculo que establece una persona con sus
cuidadores principales cuando es un bebé. Ello le influirá en su visión del mundo
y su forma de relacionarse en su vida futura.
Cuando se desarrolla un apego seguro el bebé tiende a confiar en los demás y
en si mismo, se desenvuelve en el mundo con seguridad y es capaz de apoyar
y buscar el apoyo de los otros cuando es necesario.
Si se desarrolla un apego inseguro es difícil para el bebé confiar en los demás,
las relaciones suelen ser vistas como inseguras, el mundo como difícil o
peligroso. Se tiende a la autonomía o a la dependencia extremas.
Cuando una persona está viviendo una experiencia depresiva de algún modo se
aísla del mundo, el lazo se debilita. Aunque también de esa forma puede estar
pidiendo ayuda y tendiendo una cinta, esa cinta podría unirse a la de alguien con
la capacidad de poder formar un lazo, del que ambos podrían tirar para salir ¿De
qué estaría hecho ese lazo?
Creo que en terapia, y en otras situaciones, el lazo se puede construir con la
comprensión de la vivencia, se puede sentir así y no está así porque quiere.
También con la paciencia, el estar ahí, el ofrecerse para ayudar en lo que el
otro pudiera necesitar. Estar al lado, cerca y disponible, el mensaje es no estás
solo, estamos juntos. Con esta actitud, parecida a la que ayuda a desarrollar un
vínculo de apego seguro, se va a generar el apoyo, la confianza y la seguridad
que permitirán salir de esta situación.
Con la calidez de la relación puede comenzar el deshielo de la tristeza. Y con
ella el movimiento, el deseo y un nuevo florecimiento de la vida.
Al final se sale por un sitio diferente del que se entró y sin duda se sale
transformado.
Para terminar quisiera terminar con un fragmento de la canción “El Pozo” del
grupo Izal.

“Ya tiran fuerte


Mis voluntades
Mis ganas de llamar”

David Boix García - Psicólogo y Psicoterapeuta

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