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El cáncer sigue siendo una de las enfermedades más mortales en nuestro país, según datos de
Eurostat, sin embargo la esperanza de vida de las personas que padecen esta patología se ha
visto incrementada gracias a los avances médicos. Esta circunstancia hace que los pacientes
que la padecen requieren unos cuidados y una atención sanitaria que, en muchas ocasiones, se
les puede ofrecer desde la oficina de farmacia.
Los pacientes con cáncer tienen miedo a la enfermedad, a cómo comunicársela a otras
personas o el cambio en su aspecto físico a causa de la agresividad de los tratamientos. Motivo
por el que parte de la formación de los profesionales de la farmacia se centra en la atención
psicológica con la que se debe tratar a estas personas.
Consejo nutricional
Por otro lado, uno de los problemas de salud que afecta a las personas con cáncer es la
desnutrición ya que algunos tumores provocan una gran pérdida de peso en un elevado
número de pacientes. Evitar esos problemas de alimentación y prevenir la desnutrición es
imprescindible para obtener una buena respuesta terapéutica y evitar complicaciones.
Para ello, el farmacéutico comunitario es el profesional indicado para intervenir porque está
preparado para ofrecer su consejo y seguimiento nutricional. En este contexto, la Sociedad
Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), con el aval de la Sociedad Española de
Oncología Médica y la Asociación Española (SEOM) contra el Cáncer (AECC), acaban de
presentar la ‘Guía de actuación nutricional en pacientes oncológicos en la farmacia
comunitaria’.
La Dermofarmacia, en este caso, es la solución más adecuada para estos pacientes, ya que el
farmacéutico está capacitado y cuenta con las herramientas para ofrecer un servicio
dermatológico saludable. Su consejo de salud es fundamental en cuestiones como la necesidad
de hidratación de la piel o el uso de fotoprotectores incluso en invierno.
Más aún en la elección de determinados productos de uso diario como geles, cremas,
champús, cosméticos o, incluso, esponjas. No hay que olvidar que los farmacéuticos, por su
formación, son los profesionales más preparados para asesorar sobre estos productos de
manera diferenciada. Ellos conocen los activos cosméticos y las formas galénicas que
componen los productos, pueden establecer si existe interacción o no con algún
medicamento, y pueden aportar soluciones adaptadas a las necesidades de la piel de cada
persona.
Educación y prevención
Esta atención farmacéutica es mucho más específica en las personas que ya han sido
diagnosticadas con cáncer de piel. Además, en la farmacia ofrece el seguimiento
farmacoterapéutico individual, un servicio que ha demostrado mejorar el cumplimiento
terapéutico por parte del paciente y, por tanto, su salud y su calidad de vida.
Más allá de la asistencia oncológicos, los farmacéuticos tienen una enorme responsabilidad en
la prevención de esta patología entre sus pacientes. Por ello, estos profesionales también se
forman en medidas preventivas para poner en marcha entre la población de riesgo.