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I N E S A P

DERECHO BUROCRATICO

NOVENA GENERACION

Materia:
DERECHO ROMANO I

Ensayo:
INICIOS DEL DERECHO ROMANO

Coordinador:
LIC. ISMAEL RUIZ PRECIADO

Profesor:
LIC. ALEJANDRO SALAS ARMENDARIZ

Estudiante:
Manuel Jorge Cuevas Gutiérrez Zamora

La Paz, B. C. S, a 10 de noviembre del 2016

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INTRODUCCION

Debemos acercarnos al estudio de las leyes siendo conscientes de que nos estamos

acercando a apreciar e intentar entender el espíritu de un pueblo, las necesidades de una y

varias personas, porque si nos acercamos a ellas de manera frívola e inconsciente,

nunca podremos valorar la razón por la que estas han sobrevivido a la prueba de lugares,

tiempos y condiciones; esa razón es que las leyes deben abarcar y comprender al ser humano,

a la persona.

Sin duda el grado de influencia del Derecho Romano en el Derecho actual es

íntegramente innegable y cabal. Tanto es el grado de la preponderancia del Derecho Romano

en el Derecho moderno, que todas las instituciones jurídicas que se mantienen actualmente

en funcionamiento, se iniciaron en el periodo clásico de Roma, gracias a los esfuerzos de

los jurisprudentes, que mantenían en ese periodo de enaltecimiento jurídico, las autorías

propias de la jurisprudencia clásica.

Roma con todo lo que representa no se convierte en una influencia en el derecho sino más

bien en la procreadora del, debido a que se conocen poco registros anteriores a Roma por no

decir que ninguno, que tuvieran al menos una parte de su organización en todos los campos

en especial en el jurídico.

Gracias a Roma hoy se puede decir que tenemos derechos y obligaciones con nuestra

sociedad, que tenemos estancias que nos protegen o nos castigan, tenemos clases sociales

definidas y demás cosas que veremos a través de este trabajo.

Para hablar de fuentes del derecho romano debemos tener en cuenta que roma vivió tres

grandes cambios los cuales llamare periodo arcaico, periodo clásico, periodo post-clásico.

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DESARROLLO

“Todo el que posee una parte del poder tiene por misión fundamental asegurar el

mantenimiento del orden, aquel orden del mundo que era la preocupación que obsesionaba

el espíritu romano” (Grimal, 1999).

El gran e imperioso Pueblo Romano es reconocido a nivel mundial, y su voz ha roto todas

las barreras culturales, lingüísticas, cronológicas y sociales, marcando de alguna manera casi

la totalidad de los sistemas jurídicos con los que contamos hoy en día en todo el mundo.

Hoy, en toda América y Europa Occidental tenemos una gran deuda con ese gran imperio

que, aunque “caído” en el año 476, sigue viviendo y latiendo fuerte y firme en nuestros

sistemas jurídicos actuales y en nuestras instituciones. A pesar de que compartimos la

esencia jurídica de la Antigua Roma, hay diferencias claras en algunos aspectos, pero que no

son diferencias de mala fe, sino que son cambios que se vienen dando como consecuencias

naturales de un proceso de evolución y perfeccionamiento de las instituciones y

procedimientos jurídicos creados por el hombre. Un ejemplo de ello es que en esos años de

antaño, un Magistrado era un juez al mismo tiempo que tenía otros poderes, que nosotros

ahora decimos que son los propios del ejecutivo y del legislativo, división que debemos a los

grandes teóricos y pensadores del siglo XVIII. Hoy, para nosotros, un magistrado, es

un mero Juez.

Algo importante que debemos tener en cuenta es que la noción de Ley no era la misma en

Roma que actualmente. “Una ley era entonces una voluntad del pueblo manifestada según

ciertas formas, pero pudiendo aplicarse a objetos muy diferentes, lo mismo a una declaración

de guerra que a la investidura de un magistrado, o a una distribución de tierras que a la

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adopción por un simple particular de un niño perteneciente a otra familia (Grimal, 1999).

Por esto, una ley, entonces, no implicaba lo que hoy. Durante el período de la Monarquía, y

también el inicio de la República, toda la responsabilidad legislativa, ejecutiva y judicial

recaía sobre la persona del rey y posteriormente sobre el cónsul, él era el “depositario de un

conjunto de reglas destinadas a mantener las relaciones de las personas entre ellas y con la

ciudad. Esto daba lugar a que se ejecutaran juicios injustos y/o viciados, pues dependían

completamente de la voluntad del magistrado. Un punto importante es que las XII tablas no

fueron el primer intento por establecer un conjunto de normas escritas válidas que rigieran

la conducta de los individuos.

Las XII Tablas Según la tradición mitológica se supone que el Rey Numa Pompilio, sucesor

de Rómulo, recibió en sueños dictámenes de parte de los dioses, y estos eran leyes cuyo

cumplimiento debía exigir al pueblo de Roma, las cuales, plasmó en esas doce tablas.

La tradición histórica más aceptada nos dice que se envía a algunos patricios de Roma a

Grecia, cerca del año 301, para que se ilustraran con el estudio de su legislación, quienes son

ayudados de una manera muy significativa por Hermodoro. Esa tradición, según Petit

(2013), tiene la suficiente solidez y respaldo histórico para no poder ser contestada,

además, por lo que hoy sabemos de esas XII tablas, realmente tenían una fuerte marca

helenística. En el 303 se suspenden de común acuerdo las magistraturas ordinarias y se elige

a diez magistrados patricios para que creen las leyes. Después se vio que estas habían sido

insuficientes, por lo que en el 304 se eligió a otros decenviros, que terminaron entregando

dos nuevas tablas que vinieron a ser el complemento de las 10 ya existentes .Erróneamente

se ha llegado a decir que las doce tablas son una mera copia de las leyes griegas, pero esto es

una afirmación falsa y sin fundamento; estas tienen, según Petit(2013), un carácter

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esencialmente romano, pues no se consideran sólo como la obra personal de los decenviros,

sino como la consagración formal de las antiguas costumbres romanas, concediéndoles nueva

y mayor fuerza. “La ley de las XII tablas reglamentó a la vez el derecho público y el derecho

privado. Los romanos la consideraron como la fuente propia de su derecho. Es la ley por

excelencia y todo lo que de ella deriva es calificado como Legitimum.

Las costumbres de los antepasados (mores maiorum) eran la primera fuente de

Derecho para los romanos, hasta que los plebeyos exigieron que se pusieran las leyes por

escrito para que se pudiera hacer continua y segura referencia a ellas y no hubiera juicios que

fueran fruto de la mera arbitrariedad de la a veces viciada voluntad de los magistrados. En

lo personal, creo que es completamente aceptable y razonable lo que nos dice Du Pasquieur

(1937), que la historia revela un constante impulso hacia el derecho escrito. Es el sistema

escrito, en mi opinión, el que puede brindar una mayor seguridad jurídica, por eso podemos

ver que en Roma, desde el tiempo de la Monarquía, de alguna manera tendieron a tener por

escrito las normas más importantes, a pesar de que después el sistema de derecho romano

siguió siendo de un fuerte carácter consuetudinario. Se fue relajando el sistema, sobre todo,

en la medida en que se fueron diferenciando la visión religiosa y la visión laicista. Muchas

sentencias, como podrían ser la que se diera en el caso de robo de ganado, por la noche,

podrían llegar a hacer que el culpable fuera declarado sacer , esto era dejar el asunto a los

dioses, pues lo que los magistrados buscaban que el pueblo se mantuviera en una buena

relación con los dioses cumpliendo su voluntad reflejada en las XII tablas. Esa

sacralización era llanamente una sentencia de muerte. Los romanos, al igual que los griegos

se aprovechaban de la religiosidad del pueblo para legislar y ejecutar las leyes según fuera

de su conveniencia. Grimal (1999) nos dice que no es insignificante el hecho de que, en las

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XII tablas, observamos leyes de carácter religioso junto con otras de carácter meramente

civil. Esto se daba por la fuerte concepción religiosa que se tenía en ese entonces (hay que

recordar que el Pueblo Romano era sumamente supersticioso), aunque sí podemos observar

que, con el pasar de los años, la legislación en Roma se fue laicizando, y durante los mismos

períodos de la Monarquía y la República podemos ir observando una cierta relajación en lo

que respecta a las sanciones y a la religiosidad en el campo jurídico y civil. Esto es

apreciable, por ejemplo, cuando se reduce la fuerza de las penas correspondientes a los

delitos.

En aquellos tiempos, según la legislación a la que nos estamos refiriendo en el presente

escrito, la violación de una prescripción legal no era considerada en sí como un delito civil,

sino como una contradicción a un mandato divino, por lo que la sanción era algo natural, algo

que el rey, después el cónsul, debían aplicar para mantener el orden en la Urbs, entre los

ciudadanos, y para mantener una relación pacífica y dócil como un pueblo con sus dioses.

Las condenas, en el sistema de las XII tablas tenían un carácter ritual. Las XII tablas fueron

producto de la legítima exigencia de los plebeyos por una igualdad ante la ley con respecto a

los patricios. Es verdad que esta legislación fue un gran avance, y de hecho Petit (2013)

habla de ellas como la fundación real de la ciudad romana, pero tampoco fueron la panacea

a los problemas que la plebe percibía, y de hecho, según Cicerón, en una de las últimas dos

tablas, se les negaba el derecho a contraer matrimonio en iustae nuptie, y según Dionisio de

Halicarnaso, en la cuarta tabla se les negó también el iushonorum, no dándoles la oportunidad

de alcanzar algún tipo de magistratura. Muchas de las prescripciones de las XII tablas tienen

por objeto hechos de la vida rural. Se habla a menudo de cosechas, de árboles que se cortan

o que se trata de proteger, de animales que cometen depredaciones en los campos, pero todo

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esto es natural en una sociedad cuya economía reposa casi únicamente en la producción

agrícola. No se encuentra rastro de un tipo de justicia rural, sino que cuando se quería impartir

justicia con respecto a estos temas. En tiempos de las XII tablas el derecho era de carácter

eminentemente urbano. También podemos encontrar en ellas, en las referencias de ellas que

nos han llegado hasta hoy, pues no conocemos su contenido íntegro, prescripciones relativas

a los juicios, a las deudas, cuestiones sobre matrimonio, patria potestad, regulación

de relaciones por parentesco, de la propiedad.

No disponemos del texto de esta antigua ley. Tito Livio dice, que las XII

Tablas desaparecieron, en 390 d.C. cuando Roma fue incendiada por los galos. Con todo, los

autores antiguos (Aulus Gellius, etc.) la citan abundantemente, sobre la base de éstas citas,

autores como De Froy, etc. han podido reconstruir la ley.

He aquí el la tabla de contenido

I. DE LA CITACIÓN A JUICIO.
II. DE LOS JUICIOS Y DE LOS DELITOS.
III. DE LOS DEPÓSITOS Y DEUDAS.
IV. DE LOS DERECHOS DE PATRIA POTESTAD, Y DE LOS CONYUGALES.
V. DE LAS HERENCIAS Y TUTELAS.
VI. DEL DOMINIO Y POSESIÓN.
VII. DE LOS DELITOS.
VIII. DE LOS DERECHOS PREDIALES.
IX. DEL DERECHO PÚBLICO.
X. DEL DERECHO SAGRADO.
XI. SUPLEMENTO A LAS CINCO PRIMERAS TABLAS.
XII. SUPLEMENTO A LAS CINCO ÚLTIMAS TABLAS.

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CONCLUCIÓN

Si bien, se mencionaron a diversos personajes con su apreciación de lo que para ellos es

“El Estado”, se encuentra que aun que muchos de ellos tienen una similitud, también hay

variantes en lo que respecto se refiere. Analizando entre los más destacados pensadores y

entre los que más influencia tuvieron para describir con mayor acercamiento a lo que al

Estado se refiere, mi conclusión la definiría como:

Comunidad social con una organización política común y un territorio y órganos de

gobierno propios que es soberana e independiente políticamente de otras comunidades. Por

tal motivo, las formas de Estado son de cierta manera una opción, ya que tiene los ciudadanos

la libertad de elegir cual forma de estado se adecua mejor a sus necesidades, ello lo hacen

basándose en una mejor opción de desarrollo, economía, cultura, política, es decir, lo que

mejor convenga a sus intereses y lo más conveniente a sus sociedades.

Por lo anterior, podemos hacer mención que a nivel mundial existe una diversificación

en cuanto a formas de estado se refiere, las cuales cada uno de ellos ha adoptado según sus

ciudadanos hayan decidido. El Estado concentrado es el que se encuentra en un mayor

porcentaje, puesto que lleva varios Estados tienen la concentración de poder en un grupo de

personas, aunque a veces la forma de Estado que se lleva en ellos, la hacen llamar de otro

nombre.

Por lo anterior, “Estado”, comprende un territorio delimitado en un espacio, que integra a

seres humanos llamados ciudadanos, los cuales están regidos por normas y reglas las cuales

son aplicadas por un poder llamado gobierno, para obtener con esto, una forma de vida que

sea por y para la convivencia en paz, equidad en justicia y el bien común de la sociedad.

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BIBLIOGRAFIA

Fernández Baquero, María Eva. Historia Y Fuentes Del Derecho Romano

http://digibug.ugr.es/bitstream/10481/21703/1/HISTORIA%20Y%20FUENTES%20DEL%

20DERECHO%20ROMANO.pdf

Petit, Eugène Tratado elemental de Derecho Romana 2013 Editorial Porrúa

Grimal Pierre La Civilización Romana. Vida, costumbres, leyes, artes 1999 Paidós

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