Está en la página 1de 115

Ensayo

Escritoras De San
Bernardo
Una Perspectiva Crítica-
Feminista-Radical

CLAUDIA KENNEDY M.
Claudia Kennedy Moreno.

Registro de propiedad intelectual número:

A-251142 - 09-03-2015 16:09

1ºEd : Editorial Petiza, San Bernardo, Chile. 2016.

2ºEdición Rev. para publicación online. Santiago, Chile, 2020.

clau.kennedy@ug.uchile.cl

www.oech.cl

!
Resumen:

Análisis de la obra de escritoras chilenas sanbernardinas desde una

perspectiva ginocrítica radical dando paso con ello a una propuesta de

crítica a la misoginia en la historiografía local,

Palabras Claves: ginocrítica, feminismo, historiografía feminista, San

Bernardo, ginocrítica radical.

!
Prólogo 7

PRIMERA PARTE 15

Estructura Mental de San Bernardo 15

¿Cuál es el lenguaje de lo que no encuentro? 23

El lugar desde el cual se forma la conducta de los y


las Sanbernardinas 43

El disgusto del género en la capacidad predictiva


de lo hegemónico 47

Nosotras que nos queremos tanto 53

SEGUNDA PARTE 60

La feminista, la radical, la literaria. 60

La Propuesta de una Nueva Ginocrítica como


perspectiva de análisis donde confluye el
feminismo radical 62

TERCERA PARTE 64

Análisis a la obra de las Escritoras de San


Bernardo 64

Escritoras al margen del margen 66

Categorizando los temas y modos en que las


escritoras han subsistido y denunciado. 75
El dolor privado / intimismo 75

La técnica trasvesti/ Trasvestismo poético como


resistencia-sátira-o subsistencia 77

El acto del silencio 83

Desde el cuerpo 85

Breve Literatura Pop en San Bernardo 88

Larismo 89

Metaliteratura 93

Epílogo 98

REFERENCIAS 103

Datos de la autora 113


Prólogo

Santiago, marzo de 2015

Isabel Margarita Amor

Entrar en el campo de la crítica literaria es siempre un acto

político. El trabajo que Claudia Kennedy desarrolla en las

siguientes páginas no es excepción. Pensemos que hace algunos

años atrás, incluso ya existiendo las principales obras escritas por

mujeres en las últimas 3 a 4 décadas, la academia local ponía en

duda la existencia de un canon escritural femenino nacional. Hoy

sería muy difícil desacreditar los aportes que de forma activa y

constante han hecho las mujeres en este plano. El trabajo de

Kennedy amplía los horizontes de este canon, introduciendo las

voces de las mujeres de San Bernardo al campo siempre en disputa

de la poesía nacional.
La apuesta de este ensayo está en superponerse a la constante

marginación de los textos producidos por mujeres, mediante la

articulación de la agencia personal y colectiva. Ponerse al servicio

de la agencia es, en este contexto, impedir la invisibilización de

voces, cuerpos, conciencias, deseos y espacios. Se trata, en suma,

de una acción que recupera a las personas en la medida que les da

el lugar para desarrollar sus discursos y prácticas. Siempre que el

contexto de producción cultural se constituya por mecanismos

mutuamente excluyentes, como lo son la misoginia

heteronormativa – que define los centros de producción y

valoración de la literatura estudiada por Kennedy – y la agencia

escritural lesbofeminista –como contrapunto – los espacios de

análisis y crítica serán fundamentales.

La capacidad de nombrar y nombrarse, de elaborar críticas

discursivas feministas y radicales, forja un campo literario más

democrático. Se vuelve un espacio habitable para las mujeres en la

medida en que posibilita el diálogo con lo que las invisibiliza.


Permite, también, la formación y valoración de identidades

contrarias y abyectas; cualidades, a mi parecer, muchas veces

subvaloradas. Así, una hablante puede cantarle a la rosa, hacerla

florecer o transparentar en la retórica intimista las formas que

verdaderamente pueden tomar las espinas.

Una mujer que escribe y refiere a la casa, deja abierto un

pasadizo para quien quiera enterarse. La poesía escrita por mujeres

también está colmada de zonas tibias y secretos inconfesables, de

cuerpos silenciados y castigados que aún así se rebelan y renacen

deseantes. Se trata de poemas que pueden aportar a la construcción

simbólica de las ciudades y, a la vez, redefinir territorios completos

al instalar la subjetividad como eje de pilotaje. En un doble

movimiento, las hablantes hacen dialogar la construcción de

mundos privados y públicos, permitiéndose por un lado avanzar en

los procesos de autodefinición, y por otro, instalar de manera

subrepticia sus propios discursos.


ESCRITORAS
DE SAN
BERNARDO:
UNA PERSPECTIVA CRÍTICA-
FEMINISTA-RADICAL

Para hablar de la historia escritural de las mujeres en San

Bernardo es preciso ahondar cómo la mujer ha sido observada,

descrita y qué es aquello que no se ha relatado. Para dicha

situación es preciso considerar tres situaciones el discurso

historiográfico local, los sistemas lingüísticos psicoestructurantes y

los mecanismos de acción literaria de las escritoras en sus obras

que sean posibles de comparación.


La metodología de investigación es de carácter cualitativa, se basa

en los principios de la teoría fundamentada o Grounded Theory

para una primera etapa llevada sobre fuentes primarias y

secundarias, con cauces contructivistas en lo que respecta a la

especificidad de la teoría abarcada. Ésta inmersión inductiva en los

datos permite un punto de partida para el desarrollo de argumentos

sobre el comportamiento del fenómeno estudiado; ahondando en

los significados implícitos de los sucesos, de la vida, de las

expresiones emotivas de las escritoras y la trastienda histórica de

las mujeres en la localidad estudiada, dichas acciones que se

encuentran implícitas en las fuentes estudiadas son permanente

foco de atención si se desea construir un análisis conceptual.

Posterior a la recopilación se da paso a la organización y

categorización, profundizando desde el análisis temático narrativo,

estructural e interpretativo. Consideremos que si dichas acciones

no dialogan con las teorías feministas de bases epistemológicas

simplemente no tienen sentido de ser; sin un entendimiento de los

preceptos de la teoría de la complejidad o de una mirada ecológica


radical no sería posible de ingresar al fenómeno; esto último se ve

involucrado a la manera de Butler, desde una perspectiva de

construcción social basada en lógicas de poder y género, de ahí es

que también deviene el complemento y revitalización a la

ginocrítica basado en una perspectiva de análisis de discursos

considerando relaciones de violencia de género. Se involucran

perspectivas que en comunión generan primero la deconstrucción

del lenguaje identificando conceptos y formas que describen de

manera implícita un entramado socio cultural desde el cual el

fenómeno estudiado toma forma en el dialogo con la estructura

social.

Se procederá en una primera instancia a develar la estructura social

de la comuna de San Bernardo para luego generar un análisis de la

obra de las escritoras en base a las dimensiones de análisis ya

indicadas y recomendaciones de investigación para un análisis

deconstructivo de la narrativa, adaptadas por Czarniawska a partir

de un estudio de deconstrucción de tabús organizacionales

relacionados con el género, de Martin y citadas por Beiras, Cantera


y Casasanta en la construcción de una metodología feminista

cualitativa de enfoque narratico-crítico que dialoga con los

procesos que permiten comprender e interpretar la complejidad del

fenómeno desde y en la trastienda; estos pasos o procedimientos

metodológicos nos permitirán describir la fisonomía del fenómeno

pero también podremos descubrir la hipohistoria, estos pasos

serían:

1) desmantelar o desmontar dicotomías presentes en la narrativa,

exponiéndolas como una falsa distinción (ejemplo: público/

privado, naturaleza/cultura);

2) examinar silencios, voces silenciadas, lo que es excluido por el

uso de determinadas palabras;

3) atender/estar atento a interrupciones y contradicciones, localizar

dónde un texto fracasa, no logra su sentido o no da continuidad;

4) focalizar en el elemento que es más raro o peculiar en el texto,

encontrar los límites de lo que es concebible o permisible;

5) interpretar metáforas como un valioso recurso;


6) analizar ambigüedades o dobles entendidos que[p61]pueden

puntuar para un subtexto, un texto inconsciente, frecuentemente de

contenido sexual;

7) separar grupos específicos y fuentes más generales de sesgo,

para “reconstruir” el texto a partir de la substitución de los

significados principales.

Bajo la premisa anterior debiésemos ahondar en la historia y

construcción simbólica de la comuna de San Bernardo: analizado

desde aquel o aquellos discursos que ha/n sido adoptado/s como

propio/s; discursos que darán cuenta de escenarios en los que las

mujeres de San Bernardo (escritoras o no) se han desenvuelto: nos

atañe una deconstrucción de la historiografía local.

En lo que respecta a los sistemas lingüísticos estructurante es

preciso indagar en ¿Cuál ha sido el rol de las mujeres en el espacio

local estudiado? o bien, desde sus modos escriturales, ¿qué

mecanismos han usado para participar de en un lenguaje no

construido por ellas? para ello la aplicación de un análisis

ginocrítico-radical nos permitirá la revisión de conceptos, sistemas


lingüísticos estructurantes y el análisis interpretativo de

psicodinámicas que arrollan o empapan a las escritoras locales, ¿al

revisar las estructuras psicodinámicas literarias en escritoras de san

bernardo podremos develar formulas intergeneracionales aisladas o

comunes? Se analizarán textos literarios emanados de mujeres en

el contexto local estudiado.

Finalmente desde un espacio crítico literario se desea llegar a

identificar el correlato metalingüístico entre las distintas

generaciones de escritoras desde sus discursos y semejanzas tanto

en sus formas escriturales como discursivas, se apostará por la

existencia de mecanismos escriturales intergeneracionales entre las

escritoras como modo de defensa, subsistencia y choque

historiográfico.

PRIMERA PARTE
Estructura Mental de San Bernardo

Hablar sobre la historia de San Bernardo es referenciar de

manera obligada el libro escrito por Besoaín sobre La “Historia de


la ciudad de San Bernardo” (1995) debido a que dicho libro es

tanto fuente primera para todo discurso institucional como material

pedagógico para la enseñanza de la historia local. Es preciso con

ello también aclarar que dicho libro es un referente no tanto de

corte cronológico como simbólico: el discurso de su autor y los

discursos que lo integran pretenden dar cuenta de una realidad que

se desea conservar; lo que hoy ocurre y permanece en esta

localidad es, para el discurso de Besoaín y el discurso de San

Bernardo, aquello militar, clasista, católico, finalmente aquello

tradicional, aquello que <no debe ser movido>.

Ha ocurrido tanto en San Bernardo como en lo nacional esta

fricción entre lo continuo y lo rupturista, y pareciera incongruente

un discurso sobre progreso entre los gobernantes cuando es

verificado constantemente el deseo de la elite chilena por

conservar el poder de lo que ya está echo, puede ser de perogrullo

recalcar que la elite protegerá seguir siendo elite. El progreso en


Chile siempre ha tenido resistencia1. Debemos tenerlo presente

para lograr indagar la conciencia y construcción de la mentalidad

local. La élite en chile tanto a nivel nacional como local intenta e

intentará realizar cambios superficiales, un maquillaje social/

artificial que en nada supone que la mujer tenga un papel

predominante. Si bien la mujer ha tenido mayor relevancia durante

las últimas décadas, éstas mujeres son aquellas que se han

maquillado, son aquellas ortopedizadas para la subsistencia de la

norma. Ello se evidencia con las transformaciones sociales, que no

son permitidas, que se catalogan de ilegales y a través de ello, de la

ilegalidad, la elite ha normado su tablero de roles.

1 […] “pasar desde un estado considerado obsoleto a otro más


avanzado se vio obstruido por la tradición política que primaba
en nuestro país durante la primera mitad del siglo XX, la cual
mantenía los preceptos tradicionales que se arrastraban desde
los orígenes de la Nación. Si bien la intención de integrar al país
en las esferas progresistas estuvo presente, no se debía olvidar
la resistencia que los grupos que concentraban el poder
mantuvieron durante todo el período de estudio” (Alfaro
Nelson, Escobar Francisca, Kennedy Claudia, Lillo Cristian,
Maureira Natalia, Musare Montserrat, Retamal Cristal, Saavedra
María. (2010), p.343)
Chile ha manifestado en sus administraciones un progreso ciego

(Alfaro et.all. 2010) 2 una insistencia respecto a imitar e

implementar modelos extranjeros sin enfrentar las consecuencias

para nuestro contexto. Cómo no referenciar al Transantiago

proyecto de transporte público interconectado sumamente costoso

debido a una implementación acelerada sin pausa proyectiva

respecto al comportamiento del santiaguino que debe tomar la

micro a las 5:30-am para llegar a las 8 al trabajo misma acción de

2 “Se puede observar también que el ideal de país se intentó


materializar a través de la copia de modelos extranjeros
considerados exitosos –como el europeo y el estadounidense-
los cuales se implementaron en Chile sin considerar el contexto
nacional. Es por esto que se plantea la idea de que el progreso
chileno en la primera mitad del siglo XX, es un “Progreso Ciego”
que no refleja las necesidades y tampoco previene las
consecuencias de la implementación de los mismos. Por lo tanto
la culminación de estos proyectos reflejan la continuidad de la
visión con la que los Presidentes conciben sus programas de
Gobierno a través de la ejecución de medidas basadas en la
eficacia - entendida como el logro de los objetivos propuestos-
y no en la eficiencia –comprendida como superar las
expectativas propuestas- es por esto que los proyectos que se
implementan no cumplen con las metas.”(ALFARO et.all.. 2010.
p.370)
casi un 90% de la población que trabaja en Santiago y vive en la

Periferia. Claramente se vería colapsado el sistema que se deseaba

implementar como transporte público. Muchos han insistido en que

esos cambios acelerados sin mediación en los comportamientos de

la población, nunca resultan por ser cambios; lo cierto es que no es

ese el motivo por el cual no resulten, sino el no estudiar ni

empatizar respecto al comportamiento habitual del bajo pueblo

Con acciones como ésta existe una la implementación acelerada o

progreso ciego, la ciudadanía haya fundamentos contra el cambio,

existe un temor al cambio que se prolonga indicando que es

nefasto, que no resulta y la mentalidad en Chile está conforme con

esa afirmación. Ello permea hacia las esferas mentales, en la

medida en que tampoco se desean (desde la elite) cambios a nivel

social. ¡Una constante que late en los discursos!.

El fin justifica los medios por ello los discursos omiten más de

lo que dicen, permiten menos de lo que dicen permitir. Incluso ya

al decir permiten estoy indicando que necesito un permiso para


ingresar a generar algún tipo de cambio o para ingresar al sistema

desde el cual se gestiona el cambio, desde donde se decide. Esto

las elites lo saben, de ahí que trabajan coludidos con los medios de

comunicación; la publicidad acicala, maquilla los discursos, por

ello es y ha sido el mecanismo ideal para perpetuar el sistema de

consumo actual; así como para perpetuar las relaciones del poder

entre los partidos políticos, una subsistencia necesaria para el

patriarcado. El internet, los programas de televisión, los

periódicos-diarios, los programas radiales en la hora del “taco”

parece obvio, pero lo que no se incluye en éste listado –lo que no

es tan obvio pero también son modos de traspaso de éstos, o modos

de operación mental para el público son también manuales, libros,

el discurso de un o una profesora en la sala de clases, la música, las

clases de Zumba donde se potencia el “vigor” de los cuerpos, Todo

aquel mecanismo de instrucción es también un cuerpo de control

social. La idea es utilizar el mecanismo que esté al alcance –de la

elite- para preservar y reproducir un sistema en el que la elite

continúe siéndolo; éstos mecanismos toman forma distintas y una


de ellas como ya se ha mencionado es el discurso, de él interesa

para materia de éste ensayo, el que se encuentre orientado a la

segregación de la mujer. Discursos que jamás dirán tajantemente

ser misóginos (por lo generar intentan encubrir su misoginia, otros

no tienen tanta vergüenza para admitirlo Donald Trump

(representante del partido Repúblicano en EEUU o Proudhon

pensador/líder del anarquismo obrero); En lo que respecta a Chile,

muchos discursos misóginos, no descalifican a la mujer, lo que

hacen y han hecho es excluirla. Omitirá roles importantes o

procesos fundamentales para sólo entregar lo que le sirva al poder

conservador. Es por ello que suele ser también ciego el progreso de

nuestro país debido a que los cambios o no son tales o no

consideran a la población en su conjunto sino que brinda pié a los

propios intereses, las propias metas del grupo de poder dominante.

La situación de San Bernardo no se aleja del sistema de

funcionamiento nacional, patriarcal. En lo que respecta a lo local


éste refuerza su identidad con historia, leyendas, propias, para lo

cual todo libro que de fundamentos a los locales respecto a una

historia propia, va a fortalecer profundos lazos entre la historia -lo

local- y sus habitantes. Para San Bernardo éste aporte

historiográfico, éste constructo de Besoaín ha de reforzar la

negación de lo marginal: tanto respecto al papel de la población

obrera de la comuna (que se omite descaradamente), así como el

papel de la mujer. En ésta primera sección del ensayo lo que se

pretende es precisamente identificar el modo en cómo existe una

omisión del rol femenino en la historia local o bien el modo

(cómo) es mencionada su participación en la construcción de la

cultura e historia local. Consentimos en que una omisión es

también el rechazo al cuerpo de la mujer en el grupo de poder.

Intentaremos aquí verificar si dicho el discurso, aquel de

subordinación fálica, puede ser ubicado en algunos de los

constructos locales-sociales-culturales y si ellos tienen alguna


repercusión plausible de ser observada en el curso escritural de las

escritoras de esta comuna.

Para éste tipo de análisis utilizaré como principio motor de

observación algunos procesos ginocríticos no estáticos y de

perspectiva radical, además del particular análisis de la

metaliteratura para con las escritoras locales.

¿Cuál es el lenguaje de lo que no encuentro?

Tengo la medida de lo que nombro –y este es el esplendor de tener un

lenguaje. Pero tengo mucho más en la medida que no consigo nombrar.

La medida es la materia prima, el lenguaje es el modo como voy a

buscarla-y el modo en que no la encuentro.3

Los resabios de las mentalidades más concretas, pueden ser

condensadas en ésta ciudad trazada para el discurso de los héroes y

con un lugar también para las otras, esas otras son, según el

3 (Lispector, 2010, p.186)


discurso historiográfico local, las “viudas” una descripción o

categoría cargada de significantes, las mujeres que fundan San

Bernardo son las viudas de la independencia como señala Besoaín,

quizá ello también instala el punto de partida para el rol de la

mujer y debido a que es lo que deja o está atrás de dicho concepto,

vale decir es el lenguaje que no se nombra, aquel concepto oculto,

y medido lo que merece extrañeza que insta investigar.

¿Existe un discurso de subordinación respecto a las mujeres en

la historia local, en sus expresiones artísticas? ¿Quiénes son los

gestores de aquello?, ¿Cómo ha sido el comportamiento escritural

de la mujer a lo largo de nuestra historia local? ¿Existe correlación

entre los discursos emitidos por ellas y los antecedentes del

discurso historiográfico local?

Para lo anterior nos involucraremos como fuentes relevantes:

<Historia de San Bernardo>, escrita por Besoaín; <Antología de

Escritoras de San Bernardo> (2014); revistas, anuarios y antologías

de centros culturales, talleres y grupos literarios de la comuna.


El material escrito en el libro Historia de San Bernardo no

entrega información específica ni sobre la participación o el papel

de las escritoras de ésta comuna como tal, pero entrega

antecedentes respecto a las mentalidades o estructuras simbólicas

perdurables como hegemónicas dentro de la misma comuna; un

análisis del lenguaje y su discurso permiten descubrirlo, nos

permite así también ahondar en el escenario desde el cual se han

desenvuelto las escritoras, sus relatos, discursos, resistencias.

Para un primer acercamiento, distingo que dentro del libro de

Besoaín se generarían múltiples omisiones y subordinaciones .

Como he mencionado la categoría primera de la mujer en ésta

comuna en 1821 es la de <viuda de soldado>, un estado civil que

da cuenta de abandono patriarcal para el historiador, regla o guía

con la que mide la historia y construye la comuna y a sus

habitantes.4 Éste fragmento del discurso historiográfico local ya

nos entrega una carga semántica de subordinación respecto a la

4“...en 1821 se había trazado el plano de la Villa San Bernardo,


acordándose la entrega gratuita a los militares y viudas de los
soldados de la Independencia” (Besoaín, 1995, p.13).
mujer: ¿Quiénes fueron esas viudas? Podemos suponer que hubo

esposas, hijas, amantes en esta hoy rururbana capital de la

provincia del Maipo. Supondremos también sus historias han sido

supeditada pues la habitabilidad de ellas ha sido mas diversa de lo

que puede ser soportado cómo no extender la búsqueda de una

historia privada en San Bernardo hacia el derecho de su mujer

sobre su propio cuerpo. 5

Éste guiño posibilita expresiones de no-madre, acaso rechazo a

la maternidad, violación y/o despojo que no es analizado

mayormente por la historiografía tradicional u oficial pero de la

que faltan estudios que den cuenta de dicha historia privada, la

historia respecto a el desenvolvimiento de los roles sociales en el

lugar que intentamos desentrañar.

Otro acontecimientos de la historia nacional en que vemos

reflejado un hálito discursivo andocéntrico como lo son: La guerra

del Pacífico; La revolución de 1891- en donde los habitantes de

5 “En cuanto al libro de bautismos [...] en 1826 aparece un niño


de madre no conocida” (Besoaín, 1995, p.60)
San Bernardo tuvieron participación-, y desde los cuales se omiten

actividades, entre otras, las realizadas por mujeres.

El discurso local indica una primera acción relevante respecto al

papel de la mujer que –para finales del s.XIX - se vincula con el

cuidado y manejo del hospital de la comuna en donde las religiosas

Hijas de la Santa Cruz administraron hasta 1897 el hospital

parroquial de San Bernardo y luego cambió su cuidado por las

religiosas de San José Protectoras de la Infancia. Un echo

específico es que su creación estuvo también a cargo de una mujer

María Luisa Villalón, también religiosa. Se debe considerar el

contexto para comprender el papel de la Iglesia Católica en

distintas esferas sociales pero no puede omitirse el echo de que son

mujeres quienes participaron de la creación, administración y

atención de la salud de los habitantes de San Bernardo. 6

6 …las religiosas Hijas de la Santa Cruz, que estuvieron en el


hospital hasta 1897, en que fueron reemplazadas por las
religiosas Hijas de San José Protectoras de la Infancia,
congregación que había creado el mismo Obispo Larraín
Gandarillas, junto a sor María Luisa Villalón (Besoaín, 1995, p.87).
El papel de la mujer no aparece detallado en lo económico ni

militar, espacio reservado para los hombres, sí aparece entonces

vinculado al cuidado de enfermos pero desde una perspectiva

maternal, también en el apartado “desarrollo cultural” –del mismo

libro- aparece la mujer relacionada con la fundación de escuelas

aunque éste logro es diezmado al reforzar la idea de subordinación

marital como la fundación de la primera escuela de niñas por

Manuela Mujica en 1849. Es decir cada vez que se menciona a una

mujer por su nombre y apellido (en el libro de Besoaín), cuando se

detecta que sí puede haber una historia de la comuna completa,

mencionando las grandes acciones que han realizado las mujeres

en la comuna, ésta sóla ilusión es socabada, el modo de Besoaín de

generar un discurso patriarcal es grotesco, en una única ocasión

menciona a una mujer como fundadora de la primera escuela de

niñas pero al mencionarla también lo que hace es mencionar su

estado civil y quién es su esposo, por qué no sólo indicar que

Manuela Mujica profesora y fundadora de la primera escuela de


niñas de la comuna de San Bernardo e indagar respecto a su

administración e incluso a la importancia y necesidad de que las

niñas de la comuna tuvieran un espacio educativo7

Si esa dinámica fuese una metodología constante entre hombres

y mujeres quizá incomodaría menos, si al nombrar la hazaña de un

hombre mencionáramos su estado civil y el nombre de su esposa,

debiera hacerlo con todos los hombres a quienes menciona a

aquellos “héroes de la independencia” a los diputados y

empresarios a quienes describe en su libro. Se podría tornar un

libro sobrecargado de datos innecesarios, incluso molesto,

entonces quizá la decisión debiese ser no hacerlo, pero esa decisión

debiese implicar tanto a hombres como a mujeres. Por qué

mencionar al marido de Manuela Mujica? sino para justificar el

7 En cuanto al desarrollo educacional, después de la fundación


de la escuela N°1 de hombres en 1836, tenemos que esperar
hasta junio de 1849 para la fundación de la primera escuela de
niñas, cuya profesora fundadora fue doña Manuela Mujica,
esposa del profesor de la escuela de hombres don Bernabé
Vera. (Besoaín, 1995, p.102).
ingreso de una mujer en la historia local –para el relato

institucional- parece en el autor no existir posibilidad de obras sin

el sujeto masculino; más aún ante una acción tan importante como

la dirección y fundación institucional.

En la historiografía local también se omite la vida obrera de la

comuna, acción favorable para la construcción de la mentalidad

patriarcal de San Bernardo. La vida obrera fue importante en

proceso de revolución socio-cultural también su participación

política. Dicha historiografía no ha sido aún estudiada cabalmente,

pero existente posibilidad de hallarla incluso en algunos relatos de

otros escritores de la comuna como Santiván quien describe la vida

doméstica o el diario vivir de hombres, mujeres y niños. En ello


describe la vida en un conventillo y el ciclo de trabajo de mujeres y

hombres, sin embargo en la historiografía local no está presente.8

Las omisiones son precisamente fuentes de estudio en la

actualidad. Precisamente por lo ya señalado: <la omisión es un

mecanismo discursivo para borrar de la historia a la mujer así

como para restringir su acceso al poder>9

8 Mientras cumplía Magallanes su promesa, encontramos en los


alrededores del pueblo un conventillo ocupado por fammilias
obreras. Tenía al interior un patio común, plantado con árboles
raquíticos. A la puerta de cada cuarto, las mujeres aderezaban la
comida o lavaban ropa. Generalmente, durante el día, no se
divisaba en el patio ningún hombre; supimos, más tarde, que
salían al trabajo o dormían en sus camastros, mientras las
mujeres trabajaban y los chiquillos pululaban a sualrededor con
bullicio de choroyes. (SANTIVÁN. 1955. p.138-139)

9 “La polémica modernidad/posmodernidad tenía que dar


cuenta del lugar del sujeto entre dos polos, el del sujeto de la
filosofía, también conocido como sujeto de la conciencia, cuyos
rasgos básicos son quizás los de autonomía y
autodeterminación, y el sujeto “sujetado” a multiplicidad de
determinaciones, de las cuales dan cuenta disciplinas varias,
desde la teoría de la historia, la antropología y la economía,
hasta la lingüística y diversas teorías del poder”(AGUILAR, 2013,
pos43)
Al menos en dicho apartado (de la obra de Besoaín o

historiografía oficial local) respecto al s.XIX la mujer ha sido

visualizada, mas sólo como profesora, alumna y monja; por ende

los deseos, los anhelos y el cuerpo de la mujer han sido

supeditados, borrados por el autor; permea en el discurso

institucionalizado de San Bernardo que la mujer no sea visible,

relegada a la intrahistoria, enajenada, formando parte de fracciones

de relatos y no permitiéndonos a las historiadoras-escritoras-

ensayistas contemporáneas una labor fácil para reconstruir su

historia que es también la nuestra.10

10Los varones no cuestionan dicha operación del dominio con


que nos han sometido desde el comienzo de la historia, del
mismo modo que las mujeres cuando traspasan ciertos espacios
de libertad, olvidan que esta mitología con que se ha ido
construyendo nuestra intrahistoria, forma parte constituyente de
nuestra cultura contemporánea, y que, por muchas fundaciones
de derechos humanos o de paz ciudadana que se implementen,
es y seguirá siendo una cultura fraccionada, enajenante y
dominante. (Pisano, 2004, p.XII)
Reitero mi preocupación por el echo de que sólo el s.XX la

mujer tuvo relevancia para la historia local, pero su rol consistía en

labores de hogar y entretención: profesoras, pianistas y cantantes,

artistas plásticas y escritoras, <reinas> de belleza, caricatura

modelada e institucionalizante, que continúan midiendo,

categorizando nombrando pero jamás describen ni se profundiza en

los aspectos de relaciones humanas, emociones, anhelos,

preocupaciones o bien los objetivos de las mujeres de cada época.11

Es más obviamos completamente que la escritura de los

conventos es también una fuente de conocimiento de la vida

cotidiana. Que las mujeres deseantes de aprehender tenía como

única alternativa-si es que alternativa- ir a un convento. Es decir la

instancia válida para que una mujer adquiriera conocimiento era

11“en 1923 se realizan nuevamente Juegos florales con elección


de Reina de la Poesía (la señorita María Pinochet Aceituno, hija
de don Fidel)” (Besoaín, 1995, p.120).
encerrándose con otras y cuya vida está cargada de abusos y

privaciones.12

Pese a ésta observación no existe un interés mayor respecto a la

historia local que permita establecer una reconstrucción del

pasado, una visión holística de la historia, una investigación que de

cuenta del rol de la mujer dentro de la comuna. Tampoco ha

existido hasta ahora un estudio que se permita ahondar en la vida

de las mujeres sanbernardinas, de sus memorias y escrituras.

La sentencia es categórica para la tradición cultural de la

comuna, la mejor época en la historia de San Bernardo va desde

1901 a 1925 según la historia oficial en donde el comienzo está

dado por la llegada de Manuel Magallanes Moure un poeta y

12 La escritura de los conventos se constituye como valiosa


crónica social y de época. Hablada desde la cotidianidad de la
vida entre mujeres, su reconocimiento y debida lectura aún
espera su tiempo y lugar en las historias y antologías de la
literatura chilena. (OLEA. 1995. p.12)
político adinerado 13 este periodo para Basoaín es la Edad de Oro

de la comuna, y el modelamiento de la cultura e intelectualidad son

también atribuibles a Magallanes Moure debido a que es él quien

cede parte cede parte de sus terrenos en la comuna para la

formación de la <Colonia Tolstoyana> hacia fines de 1904. La

Colonia Tostoyana fue un proyecto de vida intelectual comunitaria

autosustentable que se concretó en una primera etapa, Moure

además forma parte del grupo literario Los Diez uno de los más

destacados grupos de escritores hombres de Chile a inicios del

siglo XX, además Magallanes Moure fue alcalde de San Bernardo

por lo que existía en ésta época una estrecha relación entre arte y

política.14

13 “Así pues, esta Edad de Oro de la Cultura, que se inicia en


1901 con la llegada del poeta Manuel Magallanes, termina en
1925 con la desaparición o alejamiento de sus principales
adalides” (Besoaín, 1995, p.123).

14Habían desertado por inhóspita de la Tierra Prometida y


Otorgada, y se acogían a la hospitalidad urbana del camarada
Magallanes Moure, quien les brindó en San Bernardo techo,
cediéndoles una casita en la Alameda Colón. (D´HALMAR. 1975.
p246)
En una experiencia colonizadora la colonia tolstoyana era un

extraño experimento social para la época, algo que D’Halmar

contó humorísticamente en “El Mercurio”.15 Lo que debe también

barajarse es que tenemos aportes para la reconstrucción de la

historia de San Bernardo en el ámbito de lo privado posee también

un sesgo patriarcal enajenante hacia el trato de las mujeres, debo

mencionar ello porque es precisamente la función de éste trabajo

descubrir que existen intenciones detrás de los discursos y estas no

son observadas a simple vista sino a la luz del análisis en el uso de

categorías, omisión de acontecimientos, o sospecha en el discurso

tras revisar declaraciones o juicios de valor que atentan contra las

mujeres.

Es por ésta razón que no debe olvidarse que D´Halmar, la figura

más importante de la Colonia Tolstoyana, era sectario respecto a

15 “los catecúmenos, que habían tomado en serio la doctrina


tolstoyana, incluso el voto de castidad, vivieron en un solar,
cedido por Magallanes Moure, alcalde entonces de San
Bernardo. (SANTIVÁN. 1955. P.13)
las mujeres; ésta aseveración surge tras analizar declaraciones en

donde juzga a las mujeres como falsas- perversas y dañinas

excepto su hermana, madre, su abuela y las niñas que aún no

habían sido influenciadas por las mujeres.16 Cómo entonces no

coincidir en que si Besoaín declara que la edad de Oro en San

Bernardo está vinculada con un proceso en el que emerge una

misoginia absoluta, entonces claramente su discurso también ha de

estar abrumado de misoginia. Siendo la historiografía oficial local

elaborada por Besoaín y su obra ha sido extrapolada en la

enseñanza local al ser él profesor de historia en el liceo de hombres

de la comuna y participar con sus textos de gran parte de la

enseñanza en la comuna tanto en la educación municipal pública

como en los circuitos socio-culturales.

16Proclamaba que todas las mujeres eran falsas, perversas,


dañinas para la salud del hombre. Sólo exceptuaban las que
entraban en la órbita de sus afectos: su madre, la abuelita, su
hermana Elena y las almas infantiles que aún no habían sido
contaminadas por el apestoso espíritu del mundo femenino. Es
probable que mi hermana Ascensión, por ser aún muy niña, y
porque imaginó le sería fácil ejercer dominio sobre ella, también
formó, durante algún tiempo, en el círculo de excepciones.
(SANTIVÁN. 1955. p.263-264)
En lo que respecta a la historia privada al inicio de la colonia

Santiván menciona de manera reiterada el papel de Rosalía17 y de

otras mujeres. Me detengo en ello un instante y rescato lo descrito

respecto a las acciones de dicha mujer porque nos entrega luces de

una historia de lo cotidiano; rescata el habla y acciones de una

mujer que se expone a un colonizador misógino como lo fue D

´Halmar. Con mencionarla refiero a que su historia, su mención

corrobora el hecho de que existían y existen acciones de mujeres

en la historia local y éstas no podemos reconstruirlas tanto así

como las de los hombres, porque las acciones de las mujeres han

sido no discretas sino que omitidas para hacerlas desaparecer.

Pese a Rosalía y lo que representa, no hay mayor riqueza en la

comuna, a juicio de su historia patriarcal local, que la forjada por

17 Doña Rosalía quedaba en suspenso, mirándome con


asombro./-!Ah, ya compriendo!... Comida con pura hortaliza.
¿Pero no ve, mi alma, que se van a poner tísicos’...!Pa la
sustanacia hay que echarle carne! ¡Van a comer puro pasto?...,
¿como los bueyes?...!Bien decía yo que a estos guainas les
faltaba una chaveta!... (SANTIVÁN, 1955. P.143)
sus hombres y sus colonias. Más adelante se repite el mismo patrón

para mencionar a mujeres: esposa de, religiosa de la congregación

de, etc. sin dedicar tiempo a su acción individual, al universo

significativo que ésta desarrolla en los espacios en los que se

desenvuelve y/o resiste.

Recientemente se ha publicado desde las ediciones de La Casa

de la Cultura de San Bernardo, una Antología (en adelante

A.E.S.B) que ha pretendido condensar, recopilar, la obra de las

Escritoras de la comuna, su línea editorial ha pretendido abarcarlas

lo más completamente posible, sin propuestas investigativa de

crítica literaria ni riesgos respecto a dicha propuesta.

La A.E.S.B. pretende exponer el “desarrollo de las letras en San

Bernardo en los últimos 60 años” con la recopilación de algunos de

los textos de las escritoras sanbernardinas. Inicia la muestra Clara

Solovera (1909-1992). He aquí mi primera sospecha. La antología

general pretende abarcar desde 1950-2013. No siendo coincidente


la fecha de nacimiento ni publicación de la primera autora

contenida, con lo que el estudio pretendía; ante ello se pueden

hacer dos interpretaciones, una es que se pensó primero en realizar

una antología desde la segunda mitad del siglo XX y luego se

buscó a las escritoras; otra distinta es que se partió con Clara

Solovera como referente no encontrando antecesoras en una

investigación. Considerando que a Clara Solovera podemos

referenciarla al menos desde 1919, fecha en que obtiene primer

premio concurso poético diario La Nación de Santiago por su

poema <Lirios Blancos> pudo haberse expuesto el titulo desde

principios del sXX.

Pese a lo anteriormente expuesto esta antología se convierte en

una recopilación importante de las mujeres de San Bernardo en su

dimensión artística - crítica -escritural.

Ésta antología sigue siendo una publicación institucional,

financiada por la municipalidad de San Bernardo a cargo de Nora


Cuevas como alcaldesa con amplio respaldo de la comunidad

evangélica local y de la Unión Demócrata Independiente (UDI)

partido político al que pertenece, partido ligado a la ultra derecha

en chile, al conservadurismo, que se ha nutrido de los adherentes

de la Dictadura Militar (1973-1988) hijos-hijas de generales que

participaron en dicha dictadura hoy son Diputados/as Senadores/as

Alcaldes/sa bajo dicho contexto se explica también que haya sido

publicado en ésta antología (que pretendía saldar deudas con las

mujeres escritoras) un ensayo de Besoaín, quien bajo el título “una

mirada a la escritura de mujeres” esboza de mala gana y de forma

general a escritoras chilenas: algunas menciones a escritoras a

nivel universal luego nacional luego local. ¿Por qué continuamos

utilizando a quien ha insistido en omitir a la mujer en la historia,

¿sólo por ser representante de la historia local? ¿Cuál es el trabajo

en la A.E.S.B. que se desea conservar? ¿Cuál es el trabajo

escritural que se desea legitimar?

Se guste o no reconocer el trabajo que se ha realizado en la

Antología de Escritoras de San Bernardo (publicado el año 2014


por Ediciones Casa de la Cultura, I. Municipalidad de San

Bernardo, Editores responsables: Natalia Orellana - Yuri Pérez)

cumple con el registro esperado para los futuros discursos

históricos institucionalizados. Pues sólo entregará fragmentos

escriturales respecto a la mujer- artista y/o profesional. Una

recopilación, sin intensiones de análisis a los vacíos de la historia

para con la mujer, un registro en lo absoluto reivindicativo ni de

pulso feroz hacia el cambio por parte de los precursores de ella.

Otro elemento será comentar la obra expuesta por las escritoras,

por ahora sólo menciono el proyecto y su tratamiento desde la

institución.

Planteo aquí no la inutilidad de ésta A.E.S.B. sino la necesidad

de una historia de mujeres en San Bernardo, a fin de saldar las

reales deudas que tenemos para con nosotras, a fin de generar una

ruptura cultural y de discurso, una ruptura también respecto al

control social desde ésta periferia de la cual les hablo.


El lugar desde el cual se forma la conducta de los y las
Sanbernardinas

Este control social desde lo masculino hacia lo suburbano no

resulta un proceso casual sino constituyente de la conducta social

que se nos han impuesto; nos han involucrado con la ética y moral

desde lo masculino; no sólo sobre el contexto sanbernardino sino a

nivel “universal” concepto desde el cual las reglas del juego social

han sido generadas: desde los hombres se da forma y perpetúa la

conducta.18

En San Bernardo, definida como la <capital del folklore> existe

una invitación a constituirse como hombre a través del programa

18Sin duda nos encontramos aquí ante uno de los puntos más
notables de esta reflexión moral: no intenta definir un campo de
conducta ni un dominio de reglas válidas –según las inflexiones
necesarias- para los dos sexos; se trata de una elaboración de la
conducta masculina hecha a partir del punto de vista de los
hombres y con el fin de dar forma a su conducta. (Vigarello,
2005, p.24)
educativo local, pero también a través de la infantería presente a lo

largo y ancho de ésta comuna -territorial y simbólicamente-. No

sólo desde su discurso historiográfico oficial sino en el arraigo que

ha generado éste discurso sobre algunos artistas. ésta cápsula de

instrucción machista se visualiza y escucha en parte de la letra de

una típica tonada local que subraya: “Me hice hombre en tu

infantería”19 señalando que existe un hacerse hombre, existe a

sabiendas una manera en la que los hombres deben instruirse como

tales y ello sería a través de lo militar, ese es la imagen del hombre

que se quiere.

El rasgo en las expresiones artísticas de la comuna refuerzan,

como en el discurso oficialista, una organización lineal, parangón

de Lo Nacional como lo es la estructura militar, la defensa de éste

sistema así como la organización del Estado actual ha sido

defendido por Besoaín, pese a que es una forma de gobierno

fracasada. En el país hubo discusiones respecto al cambio del

sistema gubernamental por un sistema federalista, sistema

19 “Me hice hombre en tu infantería, en Maestranza


desvelos” (Gutiérrez, 2011, wmv).
repudiado por Domingo Eyzaguirre (fundador de San Bernardo)

20pero se visualiza una correlación entre la historia oficial y el

refuerzo del discurso a través del folclore.

Hablamos aquí de un dispositivo de estructuración mental

venida desde el dominio21, desde el orden militar, pese a que éste

20 Domingo Eyzaguirre [fundador de la comuna de San


Bernardo] junto al general Luis de la Cruz (Diputado por
Coelemu) fueron los únicos que se opusieron con firmeza,
haciendo prevalecer el buen sentido frente al entusiasmo que
despertaba el federalismo, al que se veía como la solución de
todos los problemas del país. Proféticamente exclamaba: “¿Qué
resultará del establecimiento de la federación?: el desorden, la
desorganización y la miseria de los pueblos” (Besoaín, 2004, p.
33)

21 El desafío en este momento es empezar a pensarnos como un


cuerpo sexuado libre, y ponerle a nuestra libertad símbolos y
valores, saliéndonos de la dinámica del dominio, en la que sólo
es posible una libertad condicionada por guerreros. El sistema
enseña el dominio, no la libertad. Qué es ser hombre en esta
cultura, no podemos ni siquiera imaginar, así como ellos no
imaginan qué es ser mujer. Por eso, ¿de qué libertad estamos
hablando, si estamos acopladas a un sistema cultural que está
hablado y simbolizado por un cuerpo varón dominante?
(PISANO. 2004-. pos.1271)
tipo de organización 22 sólo se recomienda para pequeñas empresas

y no para la organización de grupos en diversidad, por ende el

sistema actual de gobierno está gestado para la omisión.

Cuesta justificar hoy, a la luz de los tiempos, un relato en contra

de lo federal, en contra de las pluralidades o diversidades

culturales para continuar perpetuando un modelo militar,

masculino, organizativo por subordinación lineal, pero sucede,

existe, lamentablemente, imbricado en toda nuestra historia uni-

nación; y a pesar que no sea objeto directo de éste ensayo hablar

directamente respecto a los modos de organización del Estado;

nuestra historia local ha manifestado concretamente su rechazo

22La organización lineal, que constituye la estructura más simple


y antigua, esta basada en la organización de los antiguos
ejércitos y en la organización eclesiástica medieval. Mooney,
concluyó que la organización lineal posee en común el principio
de autoridad lineal […] Es una forma de organización
característica de las pequeñas empresas o las etapas iniciales de
las organizaciones. (Jaramillo, 2011, p.10)
hacia el federalismo; siendo esto un gesto de fanatismo por la

uniformidad.23

El disgusto del género en la capacidad predictiva de lo


hegemónico

Pero no se crea que éste discurso es propio de lo sanbernardino,

por supuesto es el discurso de lo hegemónico, muchos autores

tanto historiadores como críticos; en un esfuerzo <tremendo>, por

justificar el ingreso de mujeres a la historia, suelen utilizar

conceptos propios de lo masculino.

Incluso en grandes escritoras nacionales; en el análisis de las

letras nacionales por el crítico Molina cuando se refiere a Gabriela

23 Su participación en el Parlamento no fue brillante, pero se


recuerda especialmente su oposición a la implantación de las
leyes federales, Domingo Eyzaguirre junto al general Luis de la
Cruz (Diputado por Coelemu) fueron los únicos que se
opusieron con firmeza, haciendo prevalecer el buen sentido
frente al entusiasmo que despertaba el federalismo[...] ¿Qué
resultará del establecimiento de la federación?: el desorden, la
desorganización y la miseria de los pueblos. (BESOAÍN. 1995. p.
33)
Mistral y ante la sorpresa magnífica de la obra de una mujer no

halló mejor descripción que tratar la obra de mistral como viril,

señalo que su alma de artista se vació en viriles versos acerados 24

Caracteriza la obra y con ello a ella misma, como viril. Tenemos

entonces que si la obra de una mujer era viril quizá sinónimo de

potente o fuerte, pero por ello entonces una fascinante una obra en

la academia, la academia es el poder.

Situación similar es aquella ocurrida con Mercedes Marín del

Solar, también celebrada en la crítica e historia literaria nacional,

pero el modo en que se enaltecía su obra era masculinizándola y

omitiendo su género, a veces se omitía su nombre indicando sólo

24[…]<<Los Sonetos de la Muerte / (Flor Natural en los Juegos


Florales de Santiago), son un grito obsesor de pasión y de dolor,
de venganza y piedad, arrancado como la venda en una herida
sangrante, a su joven alma de artista, que vació en viriles versos
acerados sus más puros sentimientos de nobleza, piedras
preciosas extraídas de entre los humores del mundo […]
(Molina, 1995, p.156)
su apellido, en otras se indica que ella era: El primer poeta chileno

del siglo XIX. El fundador de la poesía chilena25 ¿Cuántos de

ustedes, como lectores, tenían en cuenta de que era una mujer

quien inició la poesía lírica en Chile? Esa omisión es precisamente

la que motiva hoy este trabajo y también es de la que puede dar

cuenta la ginocrítica radical.

¿Qué temor fecunda distinguir a una mujer?. ¿Es acaso porque

ha logrado acceso a un lenguaje que no le pertenece? ¿Acaso su

ingreso desestabiliza el orden establecido? como cuando los

Selknam hacían su ritual del Kloketen o Hain en donde

establecieron un sistema de instrucción masculina en desmedro de

las mujeres, instigando a los hombres a conservar el poder, instanto

a que las mujeres eran engañosas, instruyendo a que se subyugara a

25Historiadores de la literatura y antologías de la poesía chilena


no dudan en incluir con artículo masculino el nombre de
Mercedes Marín del Solar como el de “el primer poeta chileno
del s. XIX”(M. Raffide), “el de quien inicia en Chile el verdadero
movimiento de la verdadera poesía lírica” (X. Urzúa) o “a quien
le cabe la honra de haber sido uno de los fundadores de la
poesía chilena”(Nina Donoso). (OLEA. 1995. p.17)
la mujer podrían establecer un orden social en donde el hombre

prevalecería, ello bajo el mito que dictaba que las mujeres antes

gobernaban pero amparadas bajo el engaño a los hombres.26

Las mujeres han resistido la historia local y global cuya semilla

ha sido largamente cultivada, desde una divulgación educativa

monopolizada por el hombre, una estructura a los ojos de nuestra

generación absolutamente violenta.

Cabe recordar que sólo luego de terminada la <segunda guerra

mundial> la historiografía comenzó a ocuparse de los relatos de los

26 Esta Ceremonia consistía en que los hombres pinta- ban sus


cuerpos, adoptando una forma divina para poder preservar y
mantener el legado cultural generación tras generación, esta
ceremonia más bien escenográfica, caracterizada por diversos
cantos y actos tenía 3 principales objetivos: 1. Se iniciaba
ritualmente a los jóvenes varones a la adultez, mediante un
proceso de adiestramiento, donde se les enseñaban las
tradiciones religiosas, míticas y de comportamiento, exclusivas
para los hombres. 2.La “instrucción” que recibían las mujeres,
afirmando el patriarcado presente en la cultura, donde los
espíritus las amenazaba y causaban daño. 3.Foco de
intercambio sociocultural, donde se encontraban diversos
clanes y solucionaban conflictos, además de ser un lugar de
expresión artística. (LUIS PÉREZ, 2017. p.31)
hasta ese entonces, sin historia, utilizando enfoques

interdisciplinarios, las escuelas comenzaron a preocuparse de una

historia distinta, utilizando un método que preocupado por la

indagación de lo ignorado, comprendiendo que dichos grupos

sociales habían sido motores de grandes acontecimientos

históricos. Desde dicho contexto disciplinar las escuelas de los

anales, la escuela marxista moderna, dieron lugar a la posibilidad

de hablar hoy de la historia total con mirada hacia lo que ocurre en

la esfera privada, estudiado las estructuras que se presentan en

dimensiones como la sexualidad, la cultura femenina, la salud,

entre otros. Quienes estaban imbuidos en la historiografía

tradicional debieron afrontar grandes desafíos como lo sigue

siendo el rehacer la existencia de las mujeres, crear nuevos mitos,


nuevas leyendas27, nuevos fundamentos en donde estemos

presentes y empoderadas desde la sororidad

Precisamente el reto es la reconstrucción, quizá la borradura de

la historia oficial y tal vez luego su re-escritura en donde sí

estemos incluidas, porque todo lo escrito ha estado incompleto, y

aquello incompleto que ha albergado un afán egocentrísta de

historia oficial, verdad única, ha quedado expuesto como lo que es,

un enmarañamiento, una escenografía para el rito del hombre, una

disciplina que en lo no-relatado ha quebrado su propósito, no

hablamos de una escasez de fuentes sino una consensuada manera

de omitir fuentes, una disciplina que extrañamente ha podido

subsistir sabiendo de dicho acto.

27 “Debemos construir un lugar sobre el ya concedido. O abrir


otro lugar. Llenarlo con personajes diferentes, ponernos a contar
otra historia. Y ofrecer con estas «fábulas» nuevas, nuevas
parábolas. Crear nuevos mitos. Mitos movilizadores, mitos
nuestros. Basta oír hablar, buscar lo pintado o tallado, leer lo
escrito por mujeres. Observar los objetos creados o usados por
nosotras. Comenzar por el inicio, empezar por las
mujeres.” (RIVAROLA, 1997, p177)
Nosotras que nos queremos tanto

Hemos dialogado desde una perspectiva en la cual se sitúa, para

la descripción del acontecer local, un lenguaje occidental con

categorías y discurso <masculino para lo masculino>, situación por

la que prima un análisis que lo denuncie y actúe sobre él, por lo

que prima un relato que se estructure en parte desde el género.

Sólo vinculándonos con aquello podremos ingresar a los discursos

para extraer lo que nos quieren ocultar respecto a las acciones de

las mujeres. Es a partir de los avances que han expuesto las

discusiones en torno a la teoría de género28 que hemos podido

avanzar hacia metodologías para la deconstrucción del

conocimiento patriarcal occidental oficial universal para dar paso a

28 “[…] una de las tareas más importantes del análisis de género


ha incluido la deconstrucción del conocimiento occidental
androcéntrico y la reconstrucción teórica a partir de categorías
sensibles al género” (Peterson, 1992, p.6)
la reconstrucción de la memoria histórica centrada en los

acontecimientos.

En otra parte también se torna necesaria la radicalidad

incomodante, venida desde las mujeres del movimiento de Mujeres

Rebeldes del Afuera y la radicalidad de la geografía francesa. Las

Mujeres Rebeldes del Afuera han sido absolutamente críticas

respecto a los modelos. Son a quienes desde hace poco tiempo he

venido conociendo y visto posible un cambio cultural profundo29,

aquel del que habla la teoría y con las cuales he ido también

aprehendiendo paso a paso un continuo de actuancias.30 La teoría

29La asignación del carácter de lo humano a un solo cuerpo


sexuado es producto de la cultura dirigida por varones desde
una lógica dominante y excluyente. El peligro radica en que
desde el feminismo seguimos sancionando y rechazando estas
cualidades creadoras (aparentemente masculinas), sin visibilizar
la lógica que constituye la masculinidad y su cultura de dominio.
(Pisano, 2004, p.46)

30“Al plantear el abandono de la feminidad y de la exaltación de


sus valores, estoy planeando el abandono de un modelo que
está impregnado de esencialismo y que conlleva el desafío de
asumirnos como sujetos políticos, pensantes y
actuantes”(PISANO, 2001, p.11)
y actuancia ampliamente difundida por Margarita Pisano

(1932-2015) una mujer profundamente consciente de lo que hoy

comenzamos a vivir en Chile como feministas no de elite.

Con éste movimiento y particularmente a través de las

reflexiones de las mujeres críticas del afuera y las publicaciones de

Margarita Pisano, se distingue no sólo la identificación del modelo

masculino sino que se logra dilucidar otras opciones, se aprehende

respecto a un cambio civilizatorio; respecto entonces a una lectura

más allá de la lectura. Se desprende el deseo de ir más allá del

rescate, debido a que dicho concepto implica saberse eternamente

oprimida. Se prefiere traspasar la acción de solo un rescate

(género) en pos de producir cambios no afanados a simpatizar con

los discursos de las elites31.

31Nuestro deseo no es acceder a la cultura vigente asumiendo


sus dinámicas de dominio. Nuestro deseo es producir un
cambio civilizatorio, donde sea la colaboración la dinámica que
prevalezca en nuestras formas de relacionarnos (otra ética)
(PISANO, 2011, pos.998)
Dicho cambio civilizatorio toma mayor fuerza cuando

centramos atención en las escritoras, en la historia (aquella que nos

ha silenciado) no tanto de los movimientos o agrupaciones de

mujeres sino centrarnos en cuanto a los diálogos entre nosotras:

cartas, crónicas, novelas, poemas que dan cuenta de nuestro mundo

crítico, apocalíptico, deseante. Nos debemos entonces a la

comunión entre mujeres para, desde ahí, generar discursos alejados

de lo imperante de esa violencia de las que les hablo. Abramos hoy

la función de nuestros cuerpos e intelectos para reconocernos y

resimbolizarnos.32

32Primero tenemos que pensarnos y simbolizarnos desde la


construcción de un pensamiento autónomo a la cultura vigente.
Esto no quiere decir que no tomemos, desde la autonomía,
algunas ideas y avances de la sociedad, en una dialéctica
constante de construcción de pensamiento desde la feminidad
patriarcal hasta la resimbolización de la mujer pensada por sí
misma. Este es el punto transformador civilizatorio, no la
búsqueda de igualdades o de diferencias dentro del sistema
masculinista, dado que una de las cosas importantes que nos ha
quitado la masculinidad es, precisamente, formar parte de la
historia. Al despojarnos de ella, nos quitó el sentido de espacio-
tiempo, de trascendencia y de ideas propias sobre nosotras
mismas. (Pisano, 2004, pos.422)
La idea de la escritura como un proceso de entrenamiento

imperialista, homogeneizante, militarizada, masculina son posibles

de visualizar como un continuo significativo para las dinámicas

sociales; en éste caso dinámicas sociales desiguales, que han

venido siendo eternizadas a través de la academia y de conceptos

referidos a la dominación de <uno contra otro> pero que

verdaderamente significa pugna, entre un sujeto que los agrupa a

todos porque todos los hombres son ese uno que se enfrenta al otro

que en definitiva es aquel distinto, y por distinto entonces posible

de dominio, justificado está el dominarle, a ese sujeto extraño, a

aquel distinto, en definitiva: a ella.33

La mujer en San Bernardo existe en el discurso, desde esa

subordinación, pero también comprendemos que no es sólo <poder

33 Las relaciones sociales desiguales entre hombre y mujer se


perpetúan mediante la asociación de lo femenino con aquellos
rasgos “inferiores” (el otro, lo probado, lo irracional, lo
subjetivo), así como la identificación del conocimiento
masculino hegemónico con el conocimiento universal en
general (Scott, 1988 en Arreaza, s/n, p.29).
social> sino también es el acto de omitir las dinámicas de lo

cotidiano o bien las dinámicas comunicativas entre ellas. Se les ha

conceptualizado en San Bernardo ligada a las actividades artísticas,

educacionales y de enfermería, como sujetos posibles de acciones

mas no de acontecimientos ni menos de actuancias. Por ello

finalmente son individualizadas y nombradas. Aquel es el modo

operacional y discursivo que justifica su ingreso a lo oficial. Es el

rol “permitido” de la mujer en la sociedad. Es también donde nos

involucramos para ir a buscar sus historias. El acto del

nombramiento como fijación: la poeta, la profesora, las viudas, la

madre, las religiosas; la categoría institucionalizante que lo fija y

eternaliza en un único espacio, las sectorializa. Es así el trato que

se les da en la historiografía local, en el discurso local, en la


transmisión del cómo tratarlas para los ciudadanos de la urbe

comunal.34

El rol activo de la mujer en los procesos culturales como

facilitadora del surgir de la Colonia Tolstoyan (Rosalía) pese a la

misoginia de D´Halmar; los roles activos de la mujer en el Centro

Literario Ateneo de San Bernardo, del taller literario que se gestó

en el Liceo de niñas, el rol de las escritoras en los nuevos centros

culturales y finalmente, hacia fines del s.XX y principios del XXI,

el papel que ellas han desarrollado en la Casa de la Cultura de San

Bernardo, en los colectivos feministsas, en medios virtuales,

organizaciones culturales, comités, bibliotecas, poblaciones,

espacios políticos autónomos, no han sido expuestos desde los

34 Cuando entra en escena lo institucional en nuestro país-tanto


en las múltiples formalizaciones de organizaciones de base
como en los nombramientos de cargos en los sucesivos
gobiernos de la Concertación-, sucede como si aquella suma
hipotética fuera de pronto hipotecada, forzando la uniformidad
–el denominador común-, la univocidad de la lengua, que opera
entonces sobre los asuntos que le incumben con similar
voluntad de nombramiento: la fijación. (Santa Cruz, 2013, p.64).
distintos procesos que dichas participaciones conllevan, las

mujeres entonces han sido políticamente activas pero

biográficamente omitidas. Las mujeres han sido remitidas.

SEGUNDA PARTE

La feminista, la radical, la literaria.

Según el pensamiento ecológico, una serie de sistemas

interactúan en una red de relaciones influenciando el desarrollo y

la mantención de la violencia (Edleson, & Tolman, 1992), y aquí se

agrega, a la mantención de un orden de género desigual35 que

pueden ir desde lo macro hasta lo intra psíquico, importando en

ello la transcisciplinariedad y lo intersubjetivo. No puede entonces

35Si el lenguaje es patriarcal, la crítica feminista se ve abocada a


un desentrañamiento de ese lenguaje desvelando las formas
más sutiles y las más evidentes de la ideología que lo informa
con objeto de configurar una realidad y una teoría más
equilibrada. (Fariña, 1994, 328)
obviarse el terreno y habitáculo desde el cual se han configurado a

los sujetos en San Bernardo. Las mujeres han sido atrapadas dentro

de un lenguaje que no ha sido construido por ellas, uno que es

imperialista, que ha conquistado las esferas del saber y aquel ha

avanzado tanto, o creemos que ha avanzado tanto, que no podemos

hacerle frente solas, ¿Qué perspectiva de análisis puede sacar a la

luz lo anómalo, la marginalidad, el disfraz del silencio?, y en

definitiva: cuáles son aquellas estrategias de interpretación con

fines políticos y con una visión que confronte la perspectiva de

género, si no lo es la crítica surgida del propio feminismo, o más

bien, surgido de una manera radical de concebir la realidad; una

perspectiva que parte, en un primer momento, con la perspectiva

de género y posteriormente modificada con lo radical. Aquello

radical a la manera de la escuela geográfica radical francesa, la que

surge de la geografía regional, cuya historia implica una separación

de lo positivista, un proceso vinculado con la conjunción de

acciones en el territorio, disciplina donde el lugar es visto como un

medio donde existe una interacción social y donde se reproducen


las relaciones sociales ; tengo como propuesta entonces una

perspectiva ginocrítica 36 no vinculada tanto al <género> como al

<afuera>.

La Propuesta de una Nueva Ginocrítica como perspectiva


de análisis donde confluye el feminismo radical

• La nueva ginocrítica es un proceso por el cual se comprende

que una mujer adquiere una actitud crítica frente a una obra

literaria que sea objeto de su análisis; la interpela haciendo que

de ésta emanen los rasgos discursivos que evidencian la

existencia de un lenguaje universal masculino y opresor, desde el

cual la mujer es silenciada, marginada de todo campo de

36“[La Ginocrítica] tiene que ver con la mujer como escritora,


con la mujer como productora del significado textual, con la
historia, temas, géneros, de la literatura escrita por mujeres.
Entre sus temas están la psicodinámica de la creatividad
femenina, la lingüística y el problema del lenguaje femenino, la
trayectoria de la carrera literaria femenina individual o colectiva,
la historia de la literatura y, por supuesto, los estudios sobre
autoras y obras individuales (Showalter, 1979: 128 en Fariña,
1994, p.321).
lenguaje37 y por lo tanto de la cultura; se pretende, se decide

ingresar a ésta manera de análisis de los discursos y el ingreso a

las historias no contadas. Hablamos de postura de observación

que es ciertamente política.

• De lo anterior devienen intereses específicos respecto a la

lectura crítica de la producción escritural de mujeres: bajo qué

técnicas las escritoras ingresan al campo del lenguaje universal,

¿por qué permanecen ahí?, sus conceptos, sus experiencias el

desentrañamiento y la denuncia que las hablantes realizan en los

contextos de las obras.

• Luego en dicho proceso se genera un cambio hacia la acción

desde la cual se teoriza en torno a los modos de actuancia en una

apuesta por la ruptura de la historia oficial y la entrega de guiños

respecto a los modos en que pueden generarse cambios de

mentalidades; interesan los modos de reacción ante la opresión.

37“Desde el silencio y la marginación a que hemos sido


sometidas, las mujeres no podemos sino sospechar de la cultura
que el otro nos ha legado y en la que aparecemos inscritas
como un no-sujeto, una negación, tal como el lenguaje se
encarga de manifestar. (Fariña, 1994, 328)
• El lugar desde el que la investigadora ingresa al lugar donde

se desarrollan las acciones resulta imprescindible para lo radical,

para que aquel análisis obtenga una conversación chiclosa con su

contexto.

TERCERA PARTE
Análisis a la obra de las Escritoras de San Bernardo

Al momento de generar la revisión de las escritoras de San

Bernardo me vincularé con la recientemente publicada Antología

de Escritoras de San Bernardo (AESB) citando con ello textos de

algunas de las escritoras contenidas, pero también citaré a las que

no fueron seleccionadas en A.E.S.B a través del registro que ellas

dejaran en revistas, anuarios de sus agrupaciones culturales,

periódicos, sitios virtuales, antologías externas a la comuna, etc.

Mediante un primera revisión he podido observar rasgos generales

que pasaré a detallar a continuación sólo como un elemento de


síntesis de dicho trabajo, como una metodología que servirá para

responder a las preguntas planteadas al inicio de éste ensayo.

Acordemos que hay un desafío en ésta región estructurada: un

sincretismo en pugna desde el cual lo vívidamente urbano,

industrial, capitalista no logra un diálogo consensuado para con su

propio pasado; se advierte la nostalgia, la angustia; deviene lo

industrial reflectado hacia otros objetos; por ende también hay

gestos de un relato oculto y en conflicto.

Las biografías entregadas en A.E.S.B. nos proporcionan

información relevante de contexto para comprender la escritura de

dichas mujeres habitantes o transeúntes habituales de ésta comuna.

Sugieren, por supuesto, desafíos de investigación. Estas biografías,

y la pretensión en parte del presente ensayo como el de tantas otras

investigaciones siempre es generar un aporte, y particularmente

existe como intención entregar un punto de partida para nuevas

investigaciones y publicaciones; dicho punto inicial es el vacío, la


necesidad, la actuancia; el deseo por conocer de manera cabal la

historia de las mujeres en una comuna en que han sido silenciados

sus proyectos, denuncias, luchas, amores e incomodidades

culturales.

Es preciso reiterar que el lenguaje actual es la práctica del bio-

poder; por lo que es preciso investigar sobre el contenido de lo que

se omita dentro de cada uno de los discursos y cómo los sujetos

omitidos han de defenderse pero siempre y por sobre todo lo que

interesa para la nueva ginocrítica es cómo se identifican formas de

reaccionar ante el descubrirse como oprimidas.

Escritoras al margen del margen

Por lo mismo no es menor la omisión por parte de lo

institucional de ciertas escrituras publicadas en medios de

comunicación de bajo tiraje como lo son las revistas del liceo de

niñas de San Bernardo, que bien reflejan amistades con dejo


lésbico, catolicismos en fragua e introspección analítica respecto a

la heteronormatividad y su violencia. Así lo expone Eliana

Chamorro cuando idolatra a otra/mujer o a ella misma

describiendo nostalgias, cambios y deseos.

“Niña de cabellos negros/como las alas del cuervo,/

traviesa y juguetona/e inquieta como un ciervo/ Que tienes

que ya no se oye/ tu risa cascabelera,/que no se te ve

gritando/ni ir en loca carrera/ Deshiciste ya tus trenzas/

dejando que junto a tu cara,/el cabello suelto al aire/te dé

una belleza rara/En tus ojos de azabache/hay sólo

melancolías/y quimeras en tu boca/que antes sólo reía./

Dime niña. ¿qué has hecho/de tu alegría de ayer?/Dime

niña, dime niña,/¿qué es lo que cambió tu ser/ ¡Oh. No me

digas más niña/que ahora ya soy mujer/pues me han

mirado los ojos/gritándome su querer!”(en “Niña de

cabellos negros” de Eliana Chamorra)(Liceo de Niñas,

1956, p.6)
Omitir a algunas autoras de San Bernardo al no integrarlas en

los distintos estudios históricos -artístico culturales- locales

parecen evidenciar la borradura a esos otros discursos, esos

discursos no oficiales, aquellos que hablan sobre el deseo y cuerpo

de una mujer.

Existe también omisión a María Silva Ossa (1918-2009)

escritora especializada en literatura de corte infantil y poético:

“[…] Soy, me digo,/la imagen indefensa/de la/

fragancia/ de ti mismo.” (Silva, 1998, p11)

Humberto Díaz Casanueva, destacado escritor chileno indicó

sobre la obra de María Silva Ossa que "Maria Silva Ossa no trata

de anonadar el ser sino de darle mayor sentido a sus posibilidades".

(Silva, 1998, p.46), estamos frente a una escritora que no fue

integrada en A.E.S.B. ni mencionada dentro de la historia de San

Bernardo, siendo que fue contemporánea a las escritoras

aparentemente <regalonas> del ambiente local como lo han sido


Clara Solovera y Pilar Caroca, ello pese a que Silva Ossa integró el

grupo literario nacional Fuego, además “su infancia transcurrió en

el hogar de su abuela paterna en San Bernardo” (MemoriaChilena,

online).

Como ella conocemos también que a principios del s.XIX

importantes representantes como Inés Echeverría Larraín (Iris),

Esmeralda Zenteno de León (Vera Zuroff), Hilda Mancilla 38

fueron integrantes de los primeros grupos literarios y de las

publicaciones del Centro Literario del Liceo de Niñas dirigido por

la profesora Viola Guzmán Soto39. Posteriormente surge la

Academia Gabriela Mistral que editó la revista “Despertar”. He ahí

mi inquietud respecto al tratamiento de éste ensayo, ya que siendo

sujetos portadores de cultura, ¿Dónde ha quedado su historia?.

38 La casa de Zapata Lillo: “fue un centro de reuniones de


intelectuales donde llegaban de Santiago personalidades como
las escritoras Inés Echeverría de Larraín (Iris) o Esmeralda
Zenteno de León (“Vera Zuroff”)”.(Besoaín, 1995, p113)

39 “Siendo estudiante del Liceo Clarita Solovera, Hilda Mancilla y


otras compañeras participaban del Centro Literario que dirigía
la profesora de Castellano Sra. Viola Guzmán de Soto” (Besoaín,
1995, p211).
Hemos comenzado a leer a las escritoras chilenas que dan

cuenta de la actividad a principios y mediados del s.XIX, los

versos citados, de la obra de Silva poseen rasgos intimistas,

negocia la sumisión:

“[...] Soy, me digo,/la imagen indefensa/de la/

fragancia/ de ti mismo.” (Silva, 1998, p11)

La sospecha nos ha llevado a preguntarnos si la antología, que

pretendía reunir más que reivindicar a las escritoras de la comuna,

integraría biografías que mencionaran sus acciones relevantes para

con la cultura y política local, pero sólo se remitió a profesiones y

mención a estadías en la comuna como forma de justificar su

integración a la misma antología. La omisión -de opiniones y/o

acciones de las escritoras sanbernardinas que pretendían cambios

culturales para con su época, es verdaderamente nefasto,

francamente poco serio ¿Cómo no hablar de la posición de Clara

Solovera respecto al voto femenino? Solovera antes de la primera


mitad del s.XX publica acerca de su indignación respecto a la

demora del sufragio femenino en Chile indicando que vota primero

el peón antes que lo pueda hacer una mujer. 40

La falta de una investigación detallada respecto a las biografías;

es silenciar las prácticas de las escritoras, aquella que nos

entregarían cierta visión holística sobre la misma, pero se ha

generado una práctica absolutamente sesgada. Clara Solovera es

ícono patriarcal en la comuna y para el País, ligada a la agrupación

“Los Huasos Quincheros” debido a que cuando éstos ganan en el

Festival de la Canción del Viña del Mar, lo hacen con una canción

escrita por Clarita; obtenemos entonces que ella forma parte de la

representación de símbolos de poder masculino; es también

silenciada su opinión política en la historia local. Clara utilizando

40 No hay derecho, ni siquiera fundamento, que mientras tanto el


último peón pueda influir con su voto en los destinos del país,
Gabriela Mistral, conocida universalmente, no pueda hacerlo
(SOLOVERA en PALACIOS, 2002, p.2)
el trasvestismo poético se vuelve una <regalona del patriarcado>

sus acciones y logros fueron colonizados.41

Considerando que toda experiencia, cuando se despliega, por la

mujer, es un acto de defensa legítima y el ocultar las dinámicas

entre ellas es un algo que <significa>. He de continuar con una

metodología interpretativa de los discursos contenidos en los

propios textos de las escritoras, a sabiendas de que ha sido callada

la práctica feminista, lésbica, político-activista y negociante de las

diferentes generaciones de mujeres en la comuna como se pudo

observar en la historia oficial de San Bernardo en los capítulos

anteriores.

41 Estamos tan colonizadas que no queremos renunciar a


sentirnos las elegidas entre todas, no queremos renunciar a ser
las regalonas de papá. A veces tratamos de conseguir su
reconocimiento usando la seducción y la incondicionalidad, en
plena conciencia de la ilegitimidad del poder colectivo varón,
en eso por lo menos hemos avanzado las feministas, en la
conciencia(PISANO. 2011. pos1054)
Recordemos, como he manifestado con anterioridad, que, es

necesaria una nueva ginocrítica, una perspectiva radicalmente

liberalizante y actuante respecto a la propia experiencia de las

escritoras de San Bernardo. Se vuelve necesario indagar en la

experiencia femenina dentro del análisis de sus textos, para lograr

distinguir la existencia o no de procesos de subyugación hacia la

experiencia de vida como mujeres, intentando con ello desentrañar

también si pose un correlato con su producción literaria.

Debe realizarse también la observación respecto a <Lo

Legítimo>, pues aquí no se pretende la utilización de dicho

concepto para avalar la perpetuidad del acto de expropiación de la

experiencia42, sino corroborar que ha existido una reacción por

parte de la mujer –escritora-, dicha reacción se traduce en una

42En un momento en que se le quisiera imponer a una


humanidad a la que de hecho le ha sido expropiada la
experiencia una experiencia manipulada y guiada como en un
laberinto para ratas, cuando la única experiencia posible es
horror y mentira, el rechazo a la experiencia puede entonces
constituir –provisoriamente- una defensa legítima. (Agamben,
2003, p.12)
actitud de defensa que posee un correlato en sus textos. El lenguaje

actual “universal” es la práctica del bio-poder y las escritoras de

ésta comuna lo han sufrido-experimentado- y denunciado; pero su

denuncia no ha sido, estudiada con prioridad y es por ello que

realizaré subdivisiones para una mejor aprehensión de los

discursos: Dentro de los cuales he categorizado parcialmente a los

textos de las escritoras en 4 temáticas continuas y 3 modos

escriturales intertextualizados. Dentro de las temáticas de las

escritoras San Bernardinas están: El dolor privado, el acto del

silencio, la escritura desde el cuerpo y el pop. En lo que respecta a

modos escriturales obtenemos: El trasvestismo poético; larismo y

la metaliteratura. Tenemos por lo tanto dentro de las áreas

vinculadas con el tema una acción denunciante y en lo que respecta

a las formas tenemos acciones contraculturales-contestatarias o en

reconocimiento de salidas y/o entradas a uno u otro espacio de

poder y creación.
Categorizando los temas y modos en que las escritoras han
subsistido y denunciado.

El dolor privado / intimismo

En lo que respecta al trabajo escritural, de las escritoras de San

Bernardo podemos observar distintas disposiciones; la primera a

identificar es aquella que se sumerge dentro de lo que los

antologadores identifican como intimismo. ¿Pero qué es ello sino

hablar de lo que es atribuido sólo al ámbito de lo privado?

Finalmente siento que el intimismo suele asignársele a textos que

mencionan la reserva concreta de acciones que no son permitidas a

exposición pública como por ejemplo el deseo de una mujer, la

menstruación, etc.

-“Ya no habrá para mí otra primavera./ Después que tú

deshojaste mis manos/ Y talaste la acacia de mi garganta”

(en “Anduriña” de Elena Osés de Ángel);


-“Hacia una vida feliz placentera./ Yace un cuerpo de

mortal inerte./ En un solitario y triste lecho./ Con un gran

rosario sobre el pecho./ Cuando lo vino a buscar la

muerte”

(en “Alma” de Mónica del Pilar Costas Martínez)

-“Los cien deseos amurallados/ donde yace el roce que

te humedece,/ despiertan”

(en “Orgásmica de María Beatriz Ortiz)

-“Soy un adulto mayor/ tengo presente mi historia/

porque me siento asustada/ creo perder la memoria”

(en “Pérdida de memoria” de Rosa Leiva)

¿Acaso conceptos e imágenes como: susto, deseos amurallados

–oprimidos-, la idea de que un hombre sea quien desoje las manos


o perder la memoria histórica de una mujer. ¿No son sino actos de

negociación con el lenguaje bio-político masculinizado; para lograr

denunciarle?. Pero que en el entretejido temático no explicita la

denuncia sino mas bien la oculta.

La técnica trasvesti/ Trasvestismo poético como


resistencia-sátira-o subsistencia

El trasvestismo poético, evidenciado en escritoras, es el ingreso

del cuerpo femenino del hablante, disfrazado de hombre, en un

intento de la mujer para ingresar hacia el lenguaje masculinizado.

Éste ejercicio escritural fue utilizado por uno de los primeros

escritores chilenos: Pedro Antonio González cuando éste

escribiera: “yo cruzo altiva como una diosa de mármol

griego”(“Lucrecia Borgia II” de Pedro Antonio González). Es

importante citarlo porque hubo lectura de éste autor en San

Bernardo. “Pero había un gran poeta en nuestra tierra, hoy

injustamente olvidado: Pedro Antonio González.”(D´Halmar,

1975, p.516). Era entonces una práctica conocida entre los y las
escritoras de la comuna sin embargo el uso lo hace técnica de

camuflaje.

La mujer, a través de éste ejercicio de travestismo literario,

transforma su sentido a modo acto político en donde el cuerpo es

utilizado –en su performance, en su maquillaje, o en su ortopedia;

para el ingreso hacia una institucionalidad del cuerpo masculino;

con ello también denuncia, resiste, parodia.

En lo que respecta a las escritoras de San Bernardo, Clara

Solovera agita el trasvestismo literario desde una dimensión de

ingreso al patriarcado, cuando se define su hablante como un huaso

chileno. en una de sus creaciones.

-“A dónde voy que no sepan que soy un huaso chileno a

donde voy me conocen igual que al pingo en el pelo no me

hace falta la sombra con mi sombrerito ad-hoc debajo le

echo el ojo para voltear un corazón”


(en “Huaso por donde me miren” de Clara Solovera)

Nos detendremos un momento en éste concepto y ejercicio, ya

más que literario, contra-cultural.

Richard distingue entre travesti y travestismo como el sujeto y

su metáfora43; lo cierto es que deambula, Richard, demasiado

aparcado en los conceptos de género en su análisis respecto al

travestismo, como un sujeto yerto ante el poder, arrojado a la

expectativa de lo que puedan y quieran hacer con él, un sujeto

instrumentalizado.44

43 […]por travestismo, nos referimos a relaciones y procesos


simbólico-culturales, mientras que por travesti, en tanto
individuo empírico, señalamos una realidad sicológica
específica: concreción vivencial en la que se cruzan e
intervienen múltiples elementos culturales. (RICHARD. 1995.
p112)

44 Forma de subverción que no confronta sino parodia, que no


se opone sino seduce, que no busca dominar, sino dejarse
dominar en el juego de las mentiras: ridiculizando todo intento
de buscar verdades y esencias sociales (RICHARD, 1995, p128)
Ha centrando, Richard, su atención, en el individuo como

articulador de femeneidad y con ello artíficie de un espacio otro;

un tercer espacio del cuerpo; mas lo cierto es que la saturación de

la femeneidad a través del maquillaje es un acto de educación

violenta respecto al deber ser de la mujer femenina. 45

Por ello, una diferencia absoluta respecto a lo que plantea

Richard a la luz de una mirada radical, es que en el trasvestismo

literario de Solovera partimos de la base de que ella es biológica e

históricamente mujer, el lugar de origen desde el que se origina el

45 En todos los momentos de exaltación de la masculinidad a lo


largo de la historia, han aparecido grupos homosexuales
varones más o menos legitimamos en la semipenumbra del
poder. No quiero decir que los homosexules varones no sean
perseguidos, sino que gozan de ciertos beneficios de los que no
gozan las lesbianas. El empoderamiento de los varones es tal,
que incluso el discurso de la feminidad es tomado por travestis,
transexuales y homosexuales, reinstalando la más tópica y
retrógrada de las feminidades, la que hemos tratado de
combatir desde el feminismo radical. (PISANO. 2004. pos. 925)
trasvestismo del hablante es completamente distinto a si lo hiciese

un hombre:

Si un hombre realiza este acto travesti, lo que hace es SALIR -

en apariencia, en ortopedia, en maquillaje- de la cultura masculina

para la conquista, de nuevos territorios, desde el cual enseña,

normar conductas, para con el territorio del cuerpo femenino; su

salida de la élite universal es entonces para poseer también el

espacio de lo femenino.46

46 El cuerpo deja de ser un recipiente simbólico invariable, y


pasa a ser símbolo en sí, y por ello, incluIdo en los demás
procesos simbólicos que el travesti pone en marcha. El cuerpo,
lugar puro y natural, ahora lugar de tajos y cortes, maquillaje y
manchas, lugar cultural de parodia a lo natural. (RICHARD, 1995,
p.113)
El peligro está en la pantalla, en la ficción; en esa entrega en

apariencia, <libre>, hacia una alteridad imposible de concretar.47

Cuando lo hace una mujer, está siendo parte de un ingreso hacia

ésta cultura patriarcal; abandonando el afuera para INGRESAR a

normativizarse, y prevalecer. 48

47 Su vida, es la descomposición de la subjetividad propia,


entregándola al juego de la superficialidad, suprime toda
profundidad para entregarse al dominio de lo público, de las
luces, de los shows, sus disfraces desobedecen el mandato de
una interioridad invulnerable, recluida, para entregarse a la
petición del escenario. (RICHARD. 1995. P.122)

48 Un movimiento lésbico-político-civilizatorio, repiensa todos


los elementos que trenzan el sistema, desde ese lugar diseña
sus estrategias políticas. No puede entregar su reflexión a otros
grupos marginados, ya que lo único que nos une es la
marginación. No tenemos los mismos intereses políticos que los
ecologistas, los gay, o los travestis (quienes han retomado y
reinstalado el discurso de la feminidad) (PISANO. 2004. pos.942)
El acto del silencio

El silencio se percibe desde distintas posiciones en las hablantes

de San Bernardo incluidas las temperaturas de sus cuerpos y el

mismo testimonio del silencio:

“Creo que lo dije todo,/hagamos la cuenta/que no queda

palabra/por hablar./Solo la idea de buscarse,/la frase

detenida/y sin sonido,/solo el murmullo del silencio,/el

latido proyectado/ del recuerdo que no existe./Quédate

así,/inmóvil/eterno en el beso,/en medio de esta tregua/de

los labios,”

(en “Lo dije todo” de Claudia Godoy)

“El trozo de canela aparece a la hora del té, en la taza

que dejamos en la hoja anterior, donde las palabras se

iniciaban por capricho, por la explicación de cerrar las

historias sin asesinar los diálogos”


(en “La contorsionista con la cabeza en el cielo” de

Daniela Catrileo)

“¿Recogiste las lágrimas sólo mías?/No sientes mi voz

en los sueños/Como poeta te he visto sonreír en el parque/

o… murió contigo el mundo nuestro “

(en “La placidez de mis sueños” de Ana Veliz Fuentes)

“Mi voz enmudece; en un suspiro,/pues por ti, ya

murieron mis palabras.//Por eso es que me alejo

silenciosa,/sin mirar hasta el fondo de tus ojos,/pues dentro

de mi alma ya dormida,/una angustia se muere, en un

sollozo.” (en Despedida (de “Estela Romántica”) de Dora

Aguila Jaque)

“el grillo extiende su próxima velada/con la inquietud

de la noche/dónde estarás escribiendo un último poema?/

duermes/y frente a mi casa/un barco se detiene”


(en “¿Qué hora es? de Olivia Espinoza)

El silencio está en relación a elementos que deben ser

denunciados tanto desde lo privado como desde lo público.

-“Ojalá tú no estés tan triste/Luna Lunita/Que siempre

nos sigues en ruta/infinita las noches dormidas./Lunita, tú

que has visto tantas cosas/¿Por qué no me las cuentas?/Oh!

qué pena que seas muda, lunita/Porque si no cuántas cosas

no me contarías.” (en Luna Lunita, Carme Gloria Becerra)

Desde el cuerpo

La violencia del cuerpo del hablante, su denuncia, su resistencia

que existe y se palpa:

“Quizás aún me encuentro dentro de la morgue. A los

que creen muertos los dejan congelando”

(en “Catalepsia” de Carol Way)


Lo vemos también con la otra, la una, desde un modo irónico,

desde la propia herramienta discursiva:

“nunca hemos escrito sobre nosotras/teniendo el vientre

que engendró a dios/y el vientre abstracto para que nazca

la palabra asco.”

(en “XI” de Claudia Kennedy)

Gran parte de las escritoras de San Bernardo utilizan menciones

a lo católico institucional, bien para un tímido rechazo o para un

remitente moral para con alguna situación incomodante. Éstos

procesos son también el reflejo de una dicotomía abundante que

van desde un Medioevo en el obispado y su militarización

estampada (infantería de San Bernardo, cerro Chena como receptor

vox populi de los DD.DD. por tanto cementerio Chena) hasta un

habitáculo de movimientos sociales como las brigadas muralistas,

los grupos indigenistas reivindicativos teniendo el vestigio del


Pucará presente en el cerro; movimientos obreros ligados a la

antigua maestranza de san bernardo y una serie de grupos

musicales con dejos industriales. San Bernardo es una construcción

simbólica múltiple que en lo historiográfico se ha visto sesgada

pero que en los escritos de las mujeres se expone el conflicto. Así

también es la memoria quien actúa como un articulador de

acusaciones:

“Todo ocurre allá en Grimaldi/y muchos piensan que

es…/necesario olvidar”

(en “Torturada” de Ruby Saavedra Vergara)

“Llueve sangre sobre Bagdad/un día frío de Viernes

Santos/sobre la tierra estremecida lloran los pueblos/por

todos los niños asesinados.//Lloran las sirenas desde

Bagdad/lloran sus ojos los ancianos/las madres del mundo

entero lloran/por todos los inocentes degollados.//De

vergüenza lloran los gobernantes/de cobarde vergüenza el


Vaticano/lloran los soldados de la noche/por cada niño que

mataron/y el oro negro llora en el río/a orilla del

crucificado.//Lloran la sirenas de Bagdad/un frío día

Viernes Santos.”( en “Viernes Santo” de AMPARO

ARTECHE )

Breve Literatura Pop en San Bernardo

Existe un texto escrito por una niña hacia fines del siglo XX que

hace referencia a Dondo: muñeco de plástico, gordo y desnudo;

una referencia extraña pero absolutamente pop, esta escritora no

fue incluida en la AESB, pero acaso no se trata precisamente de la

omisión histórica de lo que hablamos, cuando generamos

segregación de los sujetos por considerarlos de distinta clase, ya

sea por etnia, estrato social, edad, grado de ciudadanía, etc. Dicha

omisión no permite observar la complejidad de la trama social,

aquella que es preciso reconstruir.


Dondilandia es un país, es el más/chico, más pequeño

que el Vaticano./En Dondilandia habitan los dondos/y los

minidondos./Su Presidente es el Patas, un dondo/de la

patota./Patota es un grupo rockero/muy conocido en

Dondilandia./En Dondilandia, habitan 18 dondos./En

realidad, 12 minidondos/y 6 dondos./En Dondilandia está

el dúo/Alegrín y Juguetín, cantan de todo./¿Saben algo?,

Dondilandia/es mi país. (en “Dondilandia de MARCELA

SILVA DÍAZ)

Larismo

La suburbanidad y rururbanidad de San Bernardo; los tonos

láricos, desde los cuales los objetos de infancia son lugares de

añoranza, se refuerzan o estallan en los textos de muchas de las

escritoras de la comuna, evidenciando el arraigo y complejidad

estructural:
-“ Los recuerdos de la infancia/Vuelven a mi alma de

poeta/¿ Recuerdas aquellas rondas/Que tejimos siendo

niñas?/Ellas llegan a mis sueños/Silenciosas y ateridas./

Quisiera seguir soñando”.

(en “Hermana” de Ana Veliz Fuentes)

“La tierra te conoce,/como a mí te conoce/tus pardas

plantas hundidas/en el agua del río,/para borrar el cieno/de

tus pasos perdidos.//La tierra te conoce/hombre de los

desiertos,/incrustado tu piel en cristales de luz/en el atrio

pampino del duro sol de fuego.//En la playa la arena lustra

tu piel,/las olas, con penachos de espuma,/te acarician, te

llevan/por inmensos potreros y praderas del mar.//Una

chalupa vieja,/verde de algas su casco, te lleva/a la

aventura de surcar… navegar.//Algún día las parcas,/

persiguiendo su sino, en su rumbo de mares/a tu espíritu


irán/y tú, del tiempo, entre sales marinas/escorarás tu barco

en bancos de coral.//Las gaviotas costeras volarán,

graznarán,/mientras tu viejo bote se incrustará en las

rocas/y tú, mi ángel marino, ¿volverás?”

(En “ El Hombre” de Genoveva Cepeda)

-“Me refugio en la infancia/en un niño que juega con

papeles/que acumula para mí/Dibujo soles. Soles de

diferentes colores/soles en el horizonte, en mi boca, en el

cuello/soles que dividen el cuerpo cuando flota “

(en s/n de Ana del Rosario Montrosis)

“Blanca era una niña delgada, de cabellos cortos, de

mirada triste. Vivía con sus padres en una casa que el


abuelo le heredó a su madre; ciertamente era una casa

grande, situada en medio de un enorme sitio, pero ellos

eran pobres, a su padre no le alcanzaba el dinero para

arreglar el lugar, las viejas paredes de adobes habían

comenzado a desmoronarse, el color de la pintura estaba

tan sucio que ya no se distinguía, las ventanas estaban muy

altas y los vidrios rotos habían sido tapizados con madera

o cartón para que no entrara el frío, así que la casa era

oscura, vivían rodeados de escasez, pero esa nunca fue la

causa de su congoja, ni de sus eternas noches de lágrimas,

su cuerpo herido traslucía la verdad oculta…

A sus 14 años conocía la amargura, creció reprimida

bajo el desquite salvaje y brutal de sus fracasados padres, y

todo cuanto poseía: sus sueños de niña, ilusiones primeras,

dulce inocencia, murió bajo la rueda de la impotencia”

(en “Sublimación” de María Paz Ávalos Castillo)


Metaliteratura

En lo que respecta a un análisis vinculado con la

metaliteratura 49, situación que Breuer la describe como aquella que

se vincula con su propia forma; la escritura que habla con la

escritura.

Podemos inspeccionar el trabajo de algunas escritoras

contenidas desde la reflexión de su propio trabajo escritural.

Consideraremos que la auto reflexividad tiene su causa en el

descubrimiento de la incerteza respecto a los roles sociales y sus

normatividades y mayormente al generar un exhaustivo análisis

respecto al lenguaje, un análisis respecto a lo irreflexivo que ha

sido transmitido constantemente.

49 ...una literatura que se ocupa, sobre todo, de sí misma, que


refleja las condiciones que posibilitan que sea escrita, que trata,
en general, de la posibilidad del hablar literario o que pone en
duda los fundamentos del acuerdo ficcional en entre obra y
lector” (Breuer, 1988, p .122 en Gaspar, 1996, p.113)
“Mis labios se confunden/en palabras vanas/y mis

pensamientos se turban/sin decir nada./ Porque todo se

aleja/y se va de mi mente,/es como si las hojas/que caen y

se esparcen/con el viento,/borrasen todo lo que/quiero

expresar./No, no me quedaré extasiada,/volveré a

escribir,”(en “El Silencio” de Pilar Caroca)

Precisamente la incerteza venida de la posmodernidad es una

constante dentro de las escritoras de San Bernardo.

“Me refugio en esta habitación gastada, con las

preguntas clavadas, hay tantas y todas están impregnadas

sin encontrar una respuesta, el blanco que la cubre anuncia

tranquilidad,” de Claudia Roubaud Vasquez)

Este símil crítico respecto al lenguaje y su uso da lugar a

procesos auto-reflexivos respecto al mismo: un acto impulsivo


hacia la acción escritural, no natural ni bondadoso. Se escribe

desde la muerte, desde la presión del colapso de los cuerpos.

“Esta mentira nos arrebató el espesor de significados y

las oraciones a modos eterno de volvieron raquíticas en la

memoria. Amor, a esta hora de muerte, penetro en tu

animita sin vela ni poesía, buscando a gritos tu hechura

sacramentada en el otro lado de mi cama, donde descansa

el epitafio versado y un pequeño cabello negro que

olvidaste llevarte a la tumba” (en “Último Epitafio” de

Úrsula Starke)

El acto de escritura comúnmente en las escritoras del Maipo

suele relacionarse con elementos volátiles: pájaros, hojas al viento,

soplo de viento.

-“El pájaro/ es la poesía del aire/ y el soplo del viento.”

(en “Pájaro” de María bueno)


-“es simplemente el anhelo/¡de merecer el regreso!/Por

favor, tenme paciencia,/que aún me falta pulir/gran parte

de mis defectos./Me sé capaz de avanzar/cada instante un

poco más,/bajo la luz de la luna,/entre los rayos del sol,/

mientras me bese la lluvia/y el viento roce mi faz.”

(en “Solo un día más” de María Eugenia Echeverría)

-“tarde, demasiado tarde/

giramos en la lengua de los pájaros”

(en “ XXXIX” de Claudia Kennedy)

Una actitud que sugiere la posibilidad de aprehensión pero

también sugiere que no es fácil ni posible en lo inmediato,


reflexiona en torno a la imposibilidad del acto escritural o bien la

autora se desdobla desde la adquisición de su conciencia escritural.

Se concibe a la escritura como un proceso dinámico que, para

ser aprehendido desde el vacío, debe transgredir, quebrar un algo

que puede o no ser consciente para ellas, por ello ingresa como

traductora, crítica literaria:

“Poco importa la sintaxis, la imbricación del sujeto

existencial/y predicado nerudianos, sí, la transgresión, la

duda, el quiebre./La semántica indisciplinada rasga su

vestido/y se levanta como un árbol que esparce semillas

insurgentes./La orgía de diferencias en mi desarme interno

únicos puentes de esta locura.”

(en “La página sola” de María Beatriz Ortiz)


-“echad sales de baño en la cuna del traductor/el

músculo estallará contra su gesto.”

(en "LXXV” de Claudia Kennedy)

EPÍLOGO
Tras el tratamiento de los conceptos mencionados cabe

contestar a las preguntas formuladas al principio de éste ensayo:

¿Existe un discurso de subordinación respecto a ella en la historia

local, en sus expresiones artísticas? Efectivamente existe una

subordinación discursiva tanto en el relato historiográfico local

como en algunas de expresiones culturales y políticas de sus

habitantes, hombres; así como en las actitudes paternalistas de lo

institucional frenando cualquier intento de cambio cultural.

En lo que respecta al comportamiento escritural de la mujer a lo

largo de nuestra historia tienen correlato respecto al discurso

histórico local debido a que las acciones de la mujer en su mayoría

han sido obstruidas. Es precisamente dicha acción la que ha sido


delatada por las escritoras en sus propios trabajos, pero a su vez

son tanto en las metáforas como en la dimensión concreta de sus

textos lo que les permite una salida de ésta cultura patriarcal.

Una manera de subsistir a la obstrucción constante ha sido por

medio del trasvestismo literario, permitiéndoles ingresar con

mayor facilidad a la elite.

Se aprecia también que las escritoras de San Bernardo han

ejercido la denuncia a la obstrucción cultural a través de una suerte

de obligatoriedad al silencio; también han utilizado la

metaliteratura en base a una incerteza de aprehensión y objetivo

escritural, una escritura yerta en el vacío espacio-temporal.

Las escritoras también han soportado el yugo lascivo de la

universalidad aquella que sobrevive por la existencia de una

víctima de la ficción, aquella que resiste al perpetuar un cierto


estado de cosas del cual estamos al tanto. 50Precisamente dicho

estado de conocimiento puede ser traducido e interpretado en las

escritoras de San Bernardo desde el ocultamiento, la violencia

contra el cuerpo, los componentes territoriales del lugar, sus

imaginarios, los esfuerzos de protección, las estrategias de cambio

y transformación del lenguaje, el hipotexto del conflicto.

50Al plantearse estar AFUERA, me refiero a la posibilidad de


desprendernos para desmontar el orden simbólico existente y
no a estar fuera del mundo. Porque el mundo nos interesa y
también a quienes lo habitan. Consideramos urgente el
derrumbe de este sistema de relaciones violentas y la
construcción a su vez, de otra cultura macro, a la que no
debemos bautizar, pues se inventará a través de un intercambio
humano entre nosotras y luego -no antes- con otros seres
humanos que no serán los tramposos patriarcas modernos./ Una
se puede considerar AFUERA cuando se es capaz de
problematizar y revisar todo, sin considerar lugares sagrados e
intocables, teniendo la libertad de cuestionar las religiones, sus
dogmas y sus libros sagrados, la ciencia, la historia, la filosofía,
los partidos políticos, los ritos y costumbres, la medicina, la
moral, los amigos, la pareja, la familia, los Nietzsche, Marx,
Derrida, Foucault, TODO. Una mirada desde AFUERA tiene que
ver con la libertad.(PISANO. 2004-. pos136)
No estamos destinadas a ocupar la precariedad. Al desnudar las

estructuras del lenguaje generamos los primeros pasos para las más

radicales transformaciones necesarias, demandadas y

gravitacionales; pero también generamos acciones tan propias

culturalmente que si se despliegan tienen posibilidades enormes de

generar cambios en las mentalidades y por ende cambios en los

modos de poder.51

En las escrituras de las autoras locales es posible evidenciar

una escritura intimista; en ocasiones oprimida desde su

categorización, así también encontramos una otra escritura con

tintes románticos, rururbanos, láricos. Sus referencias respecto a

las imágenes poéticas utilizadas y los ambientes creados están más

ligados al campo que a lo industrial. Poseen una escritura que

recorre desde la estructura clásica en narrativa y versos en décimas

hasta una estructura libre en cuanto a verso y prosa. El contenido

51 “[…]tal vez en el fondo de ese rechazo en apariencia


demente se esconda un germen de sabiduría donde podamos
adivinar la semilla de hibernación de una experiencia
futura.” (Agamben, 2003, p.10).
escritural respecto al ritmo continúa a modo de rururbanidad a lo

largo de los relatos. No existe una directa intensión de conservar

las décimas de Clara Solovera, sin embargo el ritmo de ellas

estallan en las generaciones siguientes en más de un verso libre

que trate sobre rururbanidad. Me atrevo a decir que esta es la

forma en que se dialoga y se pertenece entre escritoras. Planteo

ello porque puede que en ésta musicalidad de Solovera y su

permanencia en algunos otros textos de otras escritoras al paso de

las “generaciones”, puede este ser un modo no tanto de resistencia

como de hilo conductor para el cambio, en la medida en que no es

el concepto el que permanece sino la forma, y dicha forma es

rítmica, lo que propone un tránsito en la manera en que analizamos

un discurso.
REFERENCIAS
AGAMBEN, Giorgio (2003). Infancia e historia: ensayo sobre

la destrucción de la experiencia. Adriana Editora. Argentina.

AGUILAR RIVERO Mariflor. Sobre el sujeto vacío. Mora. vol.

19 no.1. Buenos Aires. 2013

ALFARO Nelson, ESCOBAR Francisca, KENNEDY Claudia,

LILLO Cristian, MAUREIRA Natalia, MUSARE Montserrat,

RETAMAL Cristal, SAAVEDRA María. (2010). Chilenos que

soñaron Chile Camino al Bicentenario: 50 años de propuestas para

la construcción del País a través del análisis de las Cuentas

Públicas presidenciales (1910-1952). [Seminario para optar al

título de profesor de educación media en historia y geografía y

grado de licenciado en educación] Departamento de humanidades

y educación media. Universidad Católica Silva Henríquez.

ALVARADO Borgoño, Miguel. (2010). Néstor García Canclini

y la antigua búsqueda de una antropología literaria


latinoamericana. Literatura y lingüística, (22), 59-73. Recuperado

el 17 de enero de 2014, de http://www.scielo.cl/scielo.php?

script=sci_arttext&pid=S0716-58112010000200005&lng=es&tlng

=es. 10.4067/S0716-58112010000200005.

ATENEO de San Bernardo. (1999). Abriendo Surcos, Segunda

antología escolar, poesía, prosa, Provincia de Maipo. Chile. p

79-82, p.123. pp126

ATENEO de San Bernardo. (2004). Anuario Literario: San

Bernardo Crea. Imp. La Cáfila. Valparaíso, Chile. p119

BEIRAS, Adriano; Cantera Leonor M.; Casasanta, Ana L. La

construcción de una metodología feminista cualitativa de enfoque

narrativo-crítico Universidade Federal de Santa Catarina,

Florianópolis, SC, Brasil 2Univesitat Autònoma de Barcelona,

Barcelona, España. Recibido: 14-febrero-2017 Aceptado: 11-

julio-2017. Psicoperspectivas: individuo y sociedad. Vol.16,Nº2,

2017. pp. 54-65. Extraído el 4-2-2020 desde el sitio https://

scielo.conicyt.cl/pdf/psicop/v16n2/0718-6924-

psicop-16-02-00054.pdf]
BESOAÍN, Raúl (1995). Historia de la ciudad de San Bernardo.

2°ed. Impreso en imprenta Carán.

COMITÉ de cultura liceo de niñas de San Bernardo. (1969).

Despertar: Liceo de niñas de San Bernardo. 1969. San Bernardo,

Chile.

D´HALMAR, Augusto.(1975). Recuerdos Olvidados. [online].

extraído en Febrero de 2015 desde: http://www.memoriachilena.cl/

archivos2/pdfs/MC0011291.pdf

DIESTE, Eladio (2001). Eladio Dieste 1943-1996. Junta de

Andalucía, Sevilla-Montevideo. En TORRENT, Horacio. Al sur de

América: Antes y ahora. [online] Recuperado el 18 enero de 2014,

de http://www.scielo.cl/pdf/arq/n51/art07.pdf

Edleson, J. F., & Tolman, R. M. (1992). Intervention for men

who batter. An ecological approach. London,

UK: Sage.

FOUCAULT, Michael (1990)Tecnologías del Yo y otros textos

afines. Ed. Paidós Ibérica. I.C.E. Universidad Autónoma de

Barcelona.
GASPAR, Catalina. Metaficción y postmodernidad: la pasión

deconstructiva. Revista de Investigaciones Literarias. Año 4, N3.

Caracas. Julio-diciembre, 1996, pp. 113 – 133. Recuperado el 12

de febrero de 2014 de http://www.revistaestudios.com.ve/wp-

content/uploads/2013/05/Catalina-Gaspar.pdf

GREZ, Isaac. (s/n) Diccionario Biográfico de las Mujeres de

Chile”, en preparación, cap. La ilustre escritora y poetisa doña

rosario Orrego de Uribe 1834 – 1879. Recuperado el 19 de enero

de 2014. http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/

MC0002519.pdf

Gutierrez, Manuel [onine video] http://www.youtube.com/

watch?v=4bL7jkbEM2E [online mp3] https://soundcloud.com/san-

bernardo/tonada-a-san-bernardo-manuel

LAMAS, Marta. et ils. (2000). Debate feminista: fragmentos y

proposiciones. Año11 vol2. México.

LICEO DE NIÑAS (1956). Revista anual 10 de octubre.

LISPECTOR, Clarice(2010). La pasión según G.H.. Ed. cuenco

de plata.
MARTÍNEZ Velásquez Jorge. (2000) Poetas de San Bernardo.

Antología Histórica. Chile, p79. pp118

MATUSCHKA, Daniel Von [online]. Exposición y crítica el

concepto de “Estar” en Rodolfo G. Kusch. Recuperado el 12 de

enero de 2014. http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/

4018/07-vol-02-matuschka.pdf

MELLER, Patricio(1996). Un siglo de economía política

chilena (1890-1990). Ed. Andrés Bello. Santiago, Chile. En alusión

a un informe de la Liga de las Naciones

MEMORIACHILENA, Escritura del mundo infantil: María

Silva Ossa (1918-2009), presentación. Biblioteca Nacional de

Chile. Recuperado el 8 de febrero de 2014 dehttp://

www.memoriachilena.cl/602/w3-article-747.html

MUÑOZ, Oelker(1993). Diccionario de movimientos y grupos

literarios chilenos. Ed. Universidad de Concepción. Chile.

MOLINA Núñez Julio; Agustín Araya Juan(1995). Selva Lírica:

estudio sobre los poetas chilenos. Primera ed. 1917 . 2°ed. Lom

Ediciones. Santiago de Chile.


NIETZSCHE Friedrich(2001). Schopenhauer como educador.

Trad. Muñoz Jacobo. Ed. Biblioteca Nueva. España.

ORELLANA, Natalia; PÉREZ, Yuri. (2014). Escritoras de San

Bernardo, Antología General. Ediciones Casa de la Cultura. Chile.

PALACIOS, José María. (2002) Clara Solovera: el amor por la

poesía y la admiración por Gabriela Mistral. El Espectador. abril 6.

Diario. El Quisco, Chile.

PÉREZ, Cristina. (2001). Lecturas y (re)escrituras: la

metaficción revisionista de Margaret Atwood. Recuperado el 7 de

febrero de 2014 de http://ruc.udc.es/dspace/bitstream/2183/8150/1/

LYT_17_2001_art_6.pdf

PEREZ HUENUPI Luis René. (2017). MEMORIAL SELK

´NAM: Espacio para la Restauración de la Memoria de los

Espíritus de Tierra del fuego. Proyecto titulo 2017. Universidad de

Chile. Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Escuela de

Arquitectura.
PETERSON, V. Spike. (1992) Gendered State: Feminist

(Re)visions of international relations theory. Boulder: Lynne

Reinner Publishers.

PISANO, MARGARITA. (2004-). Julia, quiero que seas feliz.

Ed. LOM. Chile.

PISANO, Margarita. (2004). El triunfo de la masculinidad.

Fem-e-libros/creatividad feminist. Recuperado el 7 de febrero de

2014 de: http://webs.uvigo.es/pmayobre/pdf/pisano.pdf

PISANO, Margarita. (2011). Los deseos de cambio o… ¿El

cambio de los deseos?. Ed. Revolucionarias. 2° edición. Chile.

RICHARD, Nicolás. Identidades, lenguaje y travestismo.

(1995) El contenido forma parte de: Ensayos monografías,

artículos, cuaderno de terreno n°2. Editora responsable Nadia

Prado. Ed. Facultad de ciencias sociales, Programa

interdisciplinario de estudios de género. Universidad de Chile.

Santiago.
Rivarola, M. (1997). «Historia de mujeres». En: Line Bareiro/

Clyde Soto (ed.). Ciudadanas. Una memoria inconstante. Caracas:

CDE-Ed. Nueva Sociedad, p. 177.)

SANTA CRUZ, Guadalupe. (2013). Lo que vibra por las

superficies. Ed. Sangría. Santiago de Chile.

SANTIVÁN, Fernando. (1955). Memorias de un Tolstoyano.

Ed. Zig-Zag. Chile. [online] http://www.memoriachilena.cl/

archivos2/pdfs/MC0004764.pdf

SILVA, María. (1998) Poemas para Carlos René Correa. Ed.

Rumbos.

SCOTT, Joan (1988). Gender and the politics of history. New

York: Columbia University Press. P29. En ARREAZA, Catalina;

Tickner, Arlene. Postmodernismo, postcolonialismo y feminismo:

manual para (in)expertos. Recuperado el 13 de enero de 2014 de

http://colombiainternacional.uniandes.edu.co/datos/pdf/

descargar.php?f=./data/Col_Int_No.54/02_Rev_54.pdf.
FARIÑA María Jesús & Suarez Beatriz(1994) La crítica literaria

feminista: una apuesta por la modernidad. UNED, Pontevedra.

Recuperado el 19 de Enero de 2014. http://ruc.udc.es/bitstream/

2183/8641/1/CC081art26ocr.pdf

JARAMILLO Rivas, Milagros (2011). Enfoque neoclásico de la

administración: teoría neoclásica de la administración y las

implicaciones del enfoque neoclásico tipos de organización.

República Bolivariana de Venezuela, Universidad Experimental

Marítima del Caribe, vicerrectorado académico, dirección docente.

Recuperado el 7 de febrero de 2014 de: http://www.umc.edu.ve/

umc/opsu/contenidos/milagros/Unidades/Unidad%20IV/Guia/

Guia.pdf

OLEA, Raquel. (1995) Ampliación de la palabra: la mujer en la

literatura. SERNAM. Santiago, Chile.

SENNETT, Richard(1997). Carne y piedra: el cuerpo y la

ciudad en la civilización occidental. Alianza Editorial, Madrid.

VILLALOBOS, Sergio; et ils.(2006). Historia de Chile. Ed.

Universitaria. Santiago.
VIGARELLO, Georges(2005). Corregir el Cuerpo, Historia de

un poder pedagógico, Ed. Nueva Visión, Argentina.

WHITWORTH, Sandra(1989). Gender in the Inter-Paradigm

debate. Millenium, vol 18, No 12.


DATOS DE LA AUTORA
Claudia Kennedy M.

Escritora, licenciada en educación, profesora de

enseñanza media en historia y geografía, Universidad

Católica Silva Henríquez; posee estudios de Magíster en

Gestión Cultural, Universidad de Chile. Se ha desenvuelto

en materias artísticas como poesía, ensayo, dramaturgia,

novela, crítica literaria. Realiza la defensa de su seminario

de tesis en dependencias del Archivo Histórico Nacional

por la obra “Chilenos que soñaron Chile Camino al

Bicentenario: 50 años de propuestas para la construcción

del País a través del análisis de las Cuentas Públicas

Presidenciales (1910-1952)”. Ha sido Becaria Fundación

Neruda 2009, FONDART 2011. El año 2014 obtiene 2° lugar


categoría ensayo en el Premio Municipal de Literatura de

San Bernardo por su obra “La presencia del símbolo

atemporal para la construcción de una identidad local en

San Bernardo: La leyenda de <Los cachos del diablo>.”. El

año 2018 su obra poética obtiene reconocimiento nacional

tras la adjudicación de la Beca de Creación Literaria,

FONDART.: escritora profesional, género poesía. Ha

impartido clases de literatura en las áreas de ensayo, crítica

y crónica literaria. Ha colaborado para revistas virtuales y

en papel siendo crítica literaria, curadora micro-editorial,

investigadora histórica, en permanente lucha por la

ocupación del espacio urbano desde la comunidad ciclista.

En constante actuar reivindicatorio de las mujeres

escritoras en la escena nacional. Es fundadora y directora

de la Organización de Escritoras de Chile www.oech.cl. Fue


seleccionada con el poema “Caer” para la muestra Bicente

Chile BCN, Barcelona, España. Ha publicado “ciegas

Cobardías” Edit. La Cáfila, 2004; Edit. Puerto Alegre 2008.

La recopilación de sus trabajos pueden ser revisados en:

SCRIBD Email escritora: clau.kennedy@ug.uchile.cl

También podría gustarte