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SAHARA OCCIDENTAL: golpes y abusos por parte de las Fuerzas de

Seguridad Marroquíes.

Investigación de la violenta respuesta a los altercados.

Sahara Occidental: Golpes y abusos por parte de las Fuerzas


de Seguridad Marroquíes
Investigación de la violenta respuesta a los altercados.

(Nueva York, 26 de Noviembre 2010)- Las Fuerzas de Seguridad Marroquíes golpearon


y abusaron repetidamente de los detenidos como consecuencia de los altercados
ocurridos el día 8 de Noviembre en El Aaiún, capital del Sahara Occidental, según ha
declarado hoy el Observatorio de los Derechos Humanos. La investigación llevada a
cabo por esta organización revela que las fuerzas de seguridad marroquíes atacaron
directamente a civiles. El Observatorio de los Derechos Humanos ha pedido a las
autoridades marroquíes que pare inmediatamente el abuso sobre los detenidos y que se
realice una investigación independiente sobre dichos abusos.

En la madrugada del pasado 8 de Noviembre las fuerzas de seguridad marroquíes fueron


movilizadas para desmantelar el campamento Gdeim Izik, campamento formado por
unas 6.500 tiendas que los Saharauis habían erigido para protestar por las condiciones
socio-económicas en las que se encuentra la región del Sahara Occidental controlada
por el Gobierno marroquí. Este hecho provocó una serie de violentas confrontaciones
entre los residentes del campamento y las fuerzas de seguridad tanto en el campamento
como en la ciudad de El Aaiún. Once miembros de las fuerzas de seguridad y al menos
dos civiles murieron, según fuentes oficiales. Numerosos edificios públicos y privados,
así como numerosos vehículos fueron incendiados.

“Las fuerzas de seguridad tienen el derecho de usar la fuerza de forma proporcionada


para poder garantizar la seguridad y proteger la vida, pero nada puede justificar las
palizas a los detenidos hasta dejarlos inconscientes”, declaró Sarah Leah Whitson,
directora para Oriente Medio y Norte de África del Observatorio de los Derechos
Humanos.

Siguiendo a estas primeras confrontaciones, las fuerzas de Seguridad Marroquíes junto


con civiles marroquíes participaron en ataques de represalia contra hogares y civiles
saharauis, y bloquearon la asistencia médica as los saharauis que lo necesitaban. Tal
conducta y las palizas propinadas a los detenidos no pueden ser vistas como un uso
justo de la fuerza para frenar actos de violencia llevados a cabo por manifestantes como
lanzar piedras o actos incendiarios., ha dicho el Observatorio de los Derechos Humanos.

Tras los disturbios del 8 de Noviembre, los oficiales de las fuerzas Marroquíes
detuvieron a numerosos Saharauis relacionados con los disturbios, más de cien de ellos
permanecen todavía detenidos. Otros nueve han sido transferidos a Rabat para ser
investigados por una corte militar, según han informado los abogados saharauis en El
Aaiún al Observatorio de Derechos Humanos.
Acceso Restringido a la Información

Después de que el campamento fuera desmantelado, las autoridades marroquíes


restringieron fuertemente el acceso a la ciudad de El Aaiún, permitiendo solamente a un
número muy reducido de periodistas y miembros de Organizaciones no
gubernamentales el acceso a El Aaiún y no permitiendo el acceso a muchos de los que
intentaron entrar. A un investigador de la organización del Observatorio de los
Derechos Humanos le fue impedido embarcar en dos vuelos con destino a El Aaiún el
día 11 de Noviembre, finalmente el investigador consiguió viajar a dicha ciudad el día
12 de Noviembre. Durante las fechas del 12 al 16 de Noviembre, el investigador y el
ayudante de investigación del Observatorio de los Derechos Humanos con base en El
Aaiún, pudieron entrevistar en el hospital y en sus casas a civiles y policías heridos en el
conflicto. Además pudieron entrevistarse con Mohamed Jelmous, gobernador de la
región de El Aaiún –Boujdour-Saguia el –Hamra.

“Nos complace que Marruecos haya corregido y haya permitido a el Observatorio por
los Derechos Humanos llevar a cabo una investigación en El Aaiún”. Declaró Whitson.
“Pero un Gobierno que dice repetidamente que no tiene nada que ocultar debe probarlo
permitiendo a los medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales venir
y recoger información sin ningún tipo de obstáculos”.

VISTA GENERAL

El Observatorio por los Derechos Humanos centró su investigación en los abusos que
siguieron al desmantelamiento del campamento de Gdeim Izip- no así en la naturaleza
de la protesta del campamento, la decisión de clausurarlo, o de la forma en la que fue
desmantelado.

El Observatorio por los Derechos Humanos no posee su propio recuento de los civiles y
de las fuerzas de seguridad que fueron asesinados durante los altercados. Según las
Autoridades marroquíes, nueve miembros de las fuerzas de seguridad murieron durante
la operación de asalto al campamento de Gdeim Iziken la mañana del 8 de Noviembre, y
uno más murió después durante los disturbios que tuvieron lugar más tarde ese mismo
día en El Aaiún . El día 17 de Noviembre murió otro policía como a causa de las heridas
ocasionadas durante los disturbios del día 8. Un civil murió de las heridas ocasionadas
durante la operación de las fuerzas de seguridad en Gdeim Izik, un segundo civil habría
muerto después de ser atropellado por un vehículo durante los altercados en El Aaiún .
El Gobierno ha declarado que el Fiscal ha ordenado una investigación judicial para este
último caso.

El día 18 de Noviembre, El Observatorio por los Derechos Humanos comunicó a


oficiales del Ministerio del Interior en Rabat que tenía evidencias de que las fuerzas de
seguridad habían abierto fuego en la ciudad de Al-Ayún hiriendo a civiles, como
también había pruebas de otros violentos ataques contra los Saharauis por parte de las
fuerzas de seguridad, tanto contra los civiles como contra los Saharauis que ya habían
sido detenidos. Al día siguiente las autoridades marroquíes volvieron a negar las
evidencias a través de una escrito dirigido a EL Observatorio por los Derechos
Humanos donde se mantiene que: “La operación de las fuerzas de seguridad para el
desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik fue dirigida de conformidad con los
procedimientos legales del país, con un estricto respeto por los requerimientos de un
estado que respeta las leyes, y donde no hubo ni un solo disparo”. Al mismo tiempo
también escribieron que: “Las Autoridades Marroquíes están listas para comenzar las
investigaciones y estudios forenses necesarios para clarificar plenamente la base de
estas alegaciones. Además, aquellas personas, estén o no bajo custodia policial, que
aleguen haber sido objeto de violencia son completamente libres de acudir a los
juzgados y cursar una demanda para establecer la veracidad de sus afirmaciones”.

El día 20 de Noviembre el Gobierno anunció que, en base al informe del Observatorio


por los Derechos Humanos, el Fiscal de la Corte de Apelación en El Aaiún había abierto
una investigación atendiendo a “alegaciones hechas por personas que habían sufrido
heridas por balas” durante los disturbios en El Aaiún.

El Observatorio por los Derechos Humanos pretende monitorizar cualquier


investigación oficial así como vigilar el tratamiento dado a las víctimas de abuso que
hayan presentado una demanda.

Las fuerzas de seguridad involucradas en los eventos procedían de varios grupos. Las
tropas que intervinieron en el campamento incluían gendarmes y de las Fuerzas
Auxiliares, según afirmaciones del Ministerio del Interior. Las fuerzas involucradas en
los altercados ocurridos en El Aaiún incluían policía regular, fuerzas especiales
antidisturbios (grupos de intervención rápida o GIR),y las Fuerzas Auxiliares. Estas
últimas dan cobertura a otros grupos de las fuerzas de seguridad, pero no forman parte
del Ministerio del Interior.

El investigador del Observatorio por los Derechos Humanos tiene la misión de


identificar posibles abusos por parte de las fuerzas de seguridad. Algunos de los
entrevistados por esta organización han dado permiso para divulgar sus nombres,
mientras otros pidieron a los investigadores mantener su anonimato por temor a posibles
represalias.

Abusos a los Detenidos

La organización entrevisto a siete Saharauis detenidos por los hechos del día 8 de
Noviembre y que después fueron liberados. Todos denunciaban los abusos cometidos
por la policía y los gendarmes durante su detención, incluso algunos casos habían sido
golpeados hasta perder la consciencia, les habían orinado encima e incluso habían sido
amenazados con ser violados. Los abogados que representan a los que todavía están
detenidos han declarado ala Observatorio por los Derechos humanos que al menos uno
de los detenidos declaró ante el juez de instrucción que había sido violado estando
detenido, mientras otros declararon continuas palizas y abusos durante su detención.

Los testigos entrevistados por el Observatorio por los Derechos Humanos muestran
serias contusiones, heridas recientes que manifiestan que has sido maltratados mientras
se encontraban detenidos.
Las familias de los detenidos han confesado al Observatorio que durante varios días las
Autoridades Marrrouíes no les informaron de las detenciones de sus familiares y que,
hasta la fecha (23 de Noviembre) no se les había permitido visitar a sus familiares
detenidos desde hacía dos semanas, aunque los abogados de la defensa habían podido
verlos por primera vez ese mismo día. Estos retrasos hacen más difícil para las familias
establecer el número de personas desaparecidas o tener información sobre el trato que
están recibiendo en prisión.

La organización por los Derechos Humanos ha exigido a las Autoridades marroquíes


informar a los familiares más cercanos de cada uno de los detenidos, según recoge el
Código penal marroquí en su artículo 67.

Los Saharauis retenidos en la cárcel de El Aaiún habrían sido investigados por


formación de banda criminal con ánimo de cometer delitos contra personas,
propiedades, posesión de armas, destrucción de propiedad pública, toma de rehenes y
participación en el secuestro de personas, incendio de edificios, uso de la violencia
contra agentes de fuerzas de seguridad del estado resultando teniendo como resultado
heridos y muertos, y participación en banda armada.

Ahmed Jadahlou Salem, de 34 años, ha declarado al Observatorio por los Derechos


Humanos que llegó conduciendo al campamento de Gdeim Izik en la noche del 7 de
Noviembre, después de una larga jornada desde España. En la mañana del estallido de
los acontecimientos, según declara, los gendarmes lo detuvieron y esposaron, a
continuación lo golpearon y le propinaron patadas con sus botas hasta caer inconsciente.
Cuando recobró la consciencia, todavía en el campamento, fue golpeado varias veces de
nuevo por los gendarmes en el pecho, quienes entonces lo arrojaron a la parte de atrás
de un camión:

Sobre unos 30 o 40 de nosotros nos pusieron en la parte de atrás de un camión


de la Gendarmería. Nos arrojaron dentro de una furgoneta como si fuéramos
ganado. Algunos teníamos heridas en la cabeza, y estábamos sangrando.
Estábamos hacinados unos encima de otros y nos dejaron así durante una o dos
horas, ordenándonos que mantuviéramos las cabezas abajo.

Jadahlou declaró que cuando el camión llegó a El Aaiún, los hombre fueron sacados por
los pies y golpeados y pateados hasta entrar en la Gendarmería. Según Jedahlou, fueron
encerrados en una habitación que albergaba a 72 varones detenidos. Jedahlou también
describió a la organización por los Derechos Humanos como cada una de los detenidos
fueron llamados fuera de esta habitación común para ser interrogados, y como el fue
golpeado durante el trayecto:

En la sala de interrogatorios había seis gendarmes, pero había más entrando y


saliendo. No había sillas para sentarse en la sala, y cada pregunta era
acompañada de una bofetada o una patada. Hicieron muchas preguntas- ¿Qué
estaba haciendo en el campamento? ¿Por qué queríamos un estado
independiente?- me preguntaron por el nombre de muchas personas. Me
amenazaron con violarme allí mismo.
Jadahlou también declaró que los gendarmes arrojaron orina a los detenidos. No les
proporcionaron comida hasta la noche del 10 de Noviembre, treinta y seis horas después
de haber sido detenidos. Por la noche, los gendarmes arrojaron agua al suelo de la celda
para interrumpirles el sueño. Jadahlou fue liberado sin cargos el día 12 de Noviembre.
Un Segundo detenido, ya liberado, Laassiri Salek, de 38 años, le dijó a el Observatorio
de los derechos Humanos que la policía lo detuvo en su casa del barrio de Columina
Nueva alrededor del mediodía del día 9 de Noviembre. El mantiene que aunque le
vendaron lo esposaron y le vendaron los ojos, estás seguro de que fue trasladado a la
comisaría central en la ciudad. Allí, según ha declarado, fue golpeado durante cinco
horas con palos de madera y bastones, provocando que perdiera la consciencia hasta en
dos ocasiones. La policía lo despertó vertiéndole agua. Podía oír al resto de los
detenidos gritando de dolor, ha declarado. Después de una larga sesión de golpes,
durante la cual muchos policías iban y venían, lo llevaron para ser interrogado donde
continuaron golpeándolo con porras en cabeza, espalda y la zona de los riñones.

Salek ha dicho al Observatorio por los Derechos Humanos que la policía forzó a los
detenidos a cantar el Himno nacional Marroquí, golpeándolos si no conocían la letra. La
policía les arrojó agua y no les proporcionó comida durante los dos primeros días. En la
noche del día 10 de Noviembre la policía ordenó a los detenidos ponerse en fila, todavía
con los ojos tapados, mientras los policías corrían y los golpeaban fuertemente con sus
botas. Salek perdió la conciencia de nuevo. Cuando la policía lo liberó al día siguiente,
Salek no podía andar y tuvo que salir de comisaría en silla y ser trasladado en un taxi
hasta su casa. Todavía permanecía en silla de ruedas cunado fue entrevistado por la
organización por los derechos Humanos el día 16 noviembre, cinco días después de su
liberación.

Leila Leili, activista Saharaui de 36 años, fuera de la casa de sus padres cerca de la
Avenida de Smara en el barrio de Lacheicha el día 9 de Noveimbre, después de que la
policía encontrará en su monedero un ensayo que ella misma había escrito sobre los
hechos ocurridos el día anterior. Ella ha afirmado al Observatorio por los Derechos
Humanos que la policía primero la llevó a las cercanías de un edificio privado, donde un
policía la golpeó en la cara. La retuvieron allí durante varias horas, después la llevaron a
la comisaría central de policía. Allí denuncía ante varios policías que los policías que la
detuvieron dejaron libres a varios marroquíes armados con navajas, pero que habían
detenido a todos los Saharauis que habían parado. Ella lo cuenta así:

Por esto (sus quejas) comenzaron a golpearme con palos en la cabeza y


la espalda, también me daban patadas. No sé cuántos eran, porque tenía
los ojos vendados. Me ordenaron gritar slogans pro-Marruecos como
“Larga vida al Rey” y también decir que yo era marroquí. Yo les dije que
respetaba a su Rey y al pueblo marroquí pero que yo no era marroquí.
Había otros detenidos en la misma habitación siendo golpeados y
obligados a decir las mismas cosas.

Leili fue objeto de un largo interrogatorio sobre su labor como activista, sus viajes a
Algeria y España, el trabajo con su asociación y sus miembros. Después del
interrogatorio, la sentaron en el pasillo de la comisaría, y fue golpeada repetidamente
por los policías que pasaban por el pasillo. Ella ha declarado al Observatorio por los
Derechos Humanos: “ Me pusieron en el pasillo para que todo aquel que pasara pudiera
golpearme. Me preguntaban “¿ Qué estás haciendo aquí?” Y otro le respondía “Dice que
no es Marroquí”, y entonces me pegaban o me daban patadas”.

Ataques a las casas de los Saharauis

El Obsevatorio por los Derechos Humanos visitó los barrios de Haï Essalam y
Colomina Nueva donde numerosas casas de Saharauis fueron atacadas los días 8 y 9 de
Noviembre por grupos que incluían miembros de las fuerzas de seguridad y personas
vestidas de paisano, algunos de los cuales parecían ser civiles marroquíes, según han
manifestado los habitantes de estos barrios. Los entrevistados describieron como los
asaltantes golpearon a los residentes en sus casas y dañaron sus propiedades. Las
Autoridades han tomado medidas para compensar a los propietarios por los daños
causados, pero hasta donde esta organización ha podido saber, no ha anunciado
detenciones o presentado cargos contra los civiles marroquíes implicados en los
ataques.

Un vecino de 30 años de edad y antiguo residente del barrio de Columina nueva


describió como un grupo de civiles se concentraron frente a su casa, cerca de la Calle
Moulay Ismail sobre las 3 de la tarde el día 8 de Noviembre, Los marroquíes estaban
acompañados por policías vestidos de paisano, se les identificaba por el equipamiento
protector que llevaban, y también estaban acompañados por policías de uniforme
armados con gases lacrimógenos y pistolas. Los civiles entraron a su casa y lo
golpearon en la cabeza con un machete, dejándolo inconsciente con un profundo corte.
Su hermano vio como los civiles saqueaban la casa, robando televisores, útiles de
cocina, y numerosos objetos de valor, destruyendo muebles y ventanas.

Sobre una docena de casas Saharauis en Moulai Ismail o en sus cercanías fueron
invadidas y atacadas. A unos dos bloques de allí, un grupo de 40 soldados invadieron la
casa de dos ancianas sobre las 10:30 de la mañana del día 8 de Noviembre. Las mujeres
han declarado que los invasores dispararon proyectiles y bolas de plástico con escopetas
anti-disturbios en la casa, les dijeron a la familia que se marcharan y robaron un
ordenador y joyas.

En este ataque a Colomina Nueva, un grupo de civiles marroquíes y policías entraron en


un hogar Saharaui a la 1:30 del día 8 de Noviembre, cuando la policía encontró un
grupo de siete hombres Saharauis desarmados, escondidos en una pequeña habitación
en el tejado. Cuatro de los hombres, que fueron entrevistados por el Observatorio por
los Derechos Humanos el día 16 de Noviembre, mantienen que la policía los atacó,
disparando a uno de ellos la parte más baja de la pierna izquierda con fuego real con una
pistola de pequeño calibre, disparando al grupo con cartuchos y bolas de plástico con
una escopeta anti-disturbios causándoles heridas superficiales, y golpeándolos
gravemente con pesadas bombonas de gas butano y palos. Uno de los hombres, de 28
años de edad quien declaraba no poder mover el brazo derecho ocho días después de los
hechos, como consecuencia de la gravedad de los golpes, relataba así lo ocurrido:
La policía entró armada a la casa, después tiraron la puerta de la
habitación donde nos escondíamos. Un policía me golpeó con una
bombona de gas butano, levantándola por encima de su cabeza y
arrojándolo sobre mí primero sobre mi brazo y después sobre mi pie.
Después nos insultaba y nos decían: “Sois todos del Polisario” Entonces
nos golpearon con palos y nos dispararon con sus pistolas. Nos obligaron
a ponernos contra la pared y continuaron golpeándonos. Éramos siete, y
ellos nueve o más policías.

La policía rodeo los hombre y los condujo a la planta de abajo. Durante el


trayecto los civiles marroquíes que habían entrado en la casa los golpeaban,
según han declarado al Observatorio por los Derechos Humanos. Los metieron
en un coche y los llevaron a las dependencias regionales de la policía
( Prefectura de la Seguridad Nacional) donde permanecieron retenidos por dos
días y después puestos en libertad sin cargos.

Cuando el Observatorio por los Derechos Humanos visitó la habitación en el


tejado, el día 16 de Noviembre, las paredes estaban manchadas con sangre. El
hombre les mostró a los investigadores pistolas, bolas de plástico y cartuchos
anti-disturbios que yacían en el suelo desde el asalto policial.

Los residentes de las calles donde las casas habían sido atacadas los días 8 y 9 de
Noviembre han declarado que, más tarde durante esa semana, oficiales del Ministerio
del Interior se habían desplazado hasta allí para disponer algunas compesaciones
económicas por los daños causados. El Gobernador Mohamed Jelmous también dijo al
Observatorio por los Derechos Humanos que los porpietarios estaban siendo
compensados.

La policía impidió el acceso al principal hospital cilvil en El Aioún durante gran parte
del día 8 de Noviembre, en algunos casos asaltando a civiles Saharauis que buscaban
auxilio y tratamiento para sus heridas, de acuerdo a unos de los testigos entrevistados.
Un trabajador del hospital le dijo al Observatorio por los Derechos Humanos que él
observó un ataque donde la policía rompía las ventanas de un coche que entraba en el
hospital llevando a tres Saharauis heridos, y golpeando a tanto a los heridos como al
conductor antes de dejar marchar al conductor y detener a los tres pasajeros. Varios
Saharauis que habían sido heridos declararon que no habían acudido al hospital en
busca de auxilio por temor a que la policía estuviera allí.

La Policía Ataca a un Investigador del Observatorio por los Derechos


Humanos en la calle

La policía golpeó al asistente de investigación del Observatorio por los Derechos


Humanos con base en El Aioún , Brahim Alansari en una calle de El Aioún.,
cuando se hallaba en compañía de John Thorne, corresponsal en Rabat de The
National, el diario en Inglés de Abu-Dhabi. El 8 de Noviembre sobre las 9 de la
mañana, cuando los protestantes estaban lanzando piedras a y las fuerzas de
seguridad estaban amontonadas en ls calles, pa policía paró a dos hombres en
una callejuela detrás del Hotel Negjir en la ciudad baja de El Aioún y les
preguntó que estaban haciendo allí. Después de que Alansari y Thorne dieran
sus nombres, la policía los separó. Alansari describe lo que ocurrió después:
Los policías me rodearon y comenzaron a darme patadas y golpearme
con sus porras y a darme bofetadas. Me preguntaron mi nacionalidad.
Cuando rechace contestar se enfadaron y comenzaron a golpearme de
nuevo. Entonces un oficial de alto rango me ordenó contestar. Dije que
no podía mientras siguiera siendo golpeado. No ordenó al resto que
pararan de golpearme…

Unos de los policías me escoltó hasta donde John Thorne estaba sentado
en una silla. El policía me obligo a sentarme en el suelo cerca de John,
diciéndome que era un perro y que ese era mi lugar. Después de diez o
veinte minutos unos policías se acercaron y le pidieron al Señor Thorne
que regresara e su hotel y que no hiciera ningún trabajo. Entonces un
hombre de paisano me pidió que no acompañara al señor Thorne o
llevarlo a algún lugar y que yo debería volver a casa y mantenerme
alejado de problemas. Me devolvieron mi teléfono y mi documentación y
le dieron a John su pasaporte y los dos nos fuimos.

Thorne declaró al Observatorio por los Derechos Humanos que puso ver la
paliza desde donde estaba sentado, unos 3 metros:

.
Alrededor de una docena de policías –unos en uniforme verde, otros con
el equipo azul de los antidisturbios – rodearon a Brahim y comenzaron a
golpearle. No pude ver cuantos policías lo estaban golpeando, pero pude
ver que estaba siendo golpeado por manos y porras al menos en veinte
ocasiones durante unos pocos minutos. Entonces la policía hicieron que
se sentara cerca de mí.

El Observatorio por los Derechos Humanos envió una carta las Autoridades marroquíes
el día 23 de Noviembre detallando el incidente y demandando que fuera investigado. El
día 24 de Noviembre el Ministerio del Interior respondió diciendo que se había abierto
una investigación y que el Ministerio de Justicia había pedido a la oficina del fiscal de
El Aioún que dirigiera una investigación judicial. EL Observatorio por los Derechos
Humanos tiene intención de informar del resultado de estas investigaciones.

Origen
El presente conflicto en el Sahara Occidental data de 1975, cuando España, el antiguo
soberano sobre la colonia, se retiró y Marruecos ocupó y estableció el control sobre los
escasamente poblados territorios desérticos. Desde entonces marruecos ha reclamado la
soberanía sobre el Sahara Occidental como parte de Marruecos, a pesar de que las
Naciones Unidas no lo reconocen así y define al Sahara Occidental como “un territorio
si auto-gobierno”. El Frente Polisario, el movimiento independentista del Sahara
Occidental, lucho en guerra contra el gobierno marroquí hasta 1991, cuando la Naciones
Unidas provoco un alto el fuego junto con la organización de un referéndum para la
auto-determinación del pueblo Saharaui.

El referéndum aún no ha sido celebrado debido a las objeciones de Marruecos, que


rechaza la independencia como una opción y propone garantizar al Sahara Occidental
medidas de autonomía bajo mandato marroquí. El Polisario continúa insistiendo en un
referéndum que incluya la independencia como opción. Las negociaciones para
solventar estas diferencias han sido inútiles. Mientras tanto un gran número de
marroquíes han emigrado al sur y se han asentado en el Sahara Occidental, donde en la
actualidad sobrepasan a los saharauis, originarios de la región.

Bajo mandato marroquí, la defensa de la independencia es considerada “un ataque a la


integridad territorial” castigado por la ley. Aunque no todas las actividades
independentistas son no-violentas ( en algunos casos los jóvenes arrojan piedras y
bombas de gases y han destrozado propiedades durante las recientes revueltas) incluso
las protestas no violentas son sistemáticamente reducidas por las fuerzas de seguridad, y
los activistas no violentos son sometidos a juicios injustos y son encarcelados.

Para ver más informes del Observatorio por los Derechos Humanos sobre
Marruecos/El Sahara Occidental, visite:

• Human Rights in Western Sahara and in the Tindouf Refugee Camps


• Morocco: Court Delays Trial of Jailed Sahrawis - Again
• Morocco: Release or Try Sahrawi Activists Held 10 Months
• Morocco: Sahrawi Activists' Passports Returned

Para más información por favor contacte con:

En Washington, DC, Eric Goldstein (English, French): +1-917-519-4736 (movil); o


eric.goldstein@hrw.org
En Brussels, Reed Brody (Inglés, Español, Francés y Portugués): +32-498-625-786
(movil)
En Kabul, Peter Bouckaert (Inglés, Holandes): +41-79-894-4762 (movil)
En Paris, Jean-Marie Fardeau (Inglés, Francés): +33-6-45-85-24-87 (movil)

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