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4 Dotación y consumo
El consumo es la parte del suministro de agua potable que generalmente utilizan los
usuarios, sin considerar las pérdidas en el sistema. Se expresa en unidades de m3 /d o l/d,
o bien cuando se trata de consumo per cápita se utiliza l/hab/día. Los organismos
operadores lo manejan regularmente en m3 /toma/mes El consumo en zonas rurales varía
con respecto a la región.
Se refiere al agua usada en las viviendas. Este consumo depende principalmente del clima
y la clase socioeconómica de los usuarios. El consumo doméstico medio de una clase
socioeconómica puede presentar diferencias, por diversas causas, entre las que
sobresalen: la presión en la red, la intermitencia en el servicio, la suficiencia del
abastecimiento de agua, la existencia de alcantarillado sanitario y el precio del agua.
Este valor se puede extrapolar con motivos de diseño al resto de las tomas para determinar
el consumo que se demanda en el sistema. De no ser el caso, se puede proceder a analizar
consumos de una ciudad similar en clima y nivel tarifario y aplicar la información del padrón
del organismo operador sobre el número de tomas.
En caso de que no se cuente con esta información, la Comisión Nacional del Agua
(Conagua) a través del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), desarrolló
un estudio de sobre consumos de agua potable en zonas urbanas denominado “Estimación
de los factores y funciones de la demanda de agua potable en el sector doméstico en
México” en localidades mayores de 20 000 habitantes para determinar cuáles son los
factores que intervienen en la determinación del consumo de agua potable y sus variaciones
de acuerdo al clima, del cual se pueden utilizar los datos de la Tabla 2.2 y Tabla 2.3. 2.2.1.2.
Consumo no doméstico
1. Objetivo y alcance del estudio de consumos unitarios Precisar el objetivo y el alcance del
estudio, definiendo el tipo de consumos unitarios requeridos, por ejemplo: consumos
mensuales, por tipo de vivienda, por tipo de usuario, por nivel socioeconómico, para un
estudio tarifario; o los consumos unitarios instantáneas, mínimos y máximos, para
dimensionar infraestructura diversa. Las diferencias zonales en microclima o topografía
(presión) producen consumos distintos. Las proyecciones de demandas a largo plazo
requieren conocer los consumos unitarios de las futuras industrias y establecimientos de
servicios, así como los probables consumos domésticos, por estrato socioeconómico
3. Normas que rigen ese tipo de consumo La legislación vigente puede regir o influir en los
consumos unitarios. Existen reglamentos, locales o de mayor cobertura, que afectan los
consumos. Por ejemplo al establecer controles para: estructuras de tarifas; tipos de
medidores: presiones mínimas y máximas en la red; continuidad y calidad del servicio de
agua; diámetros de las tuberías y conexiones de servicio; muebles sanitarios
comercializados; tipo de viviendas; reglamentos contra desperdicios, entre otros
4. Precisión y confiabilidad necesaria El nivel de detalle puede diferir entre una pequeña
localidad y una metrópoli. En el segundo caso los errores tendrían graves consecuencias.
La precisión y detalle del estudio de consumos deben fijarse y comprometerse de
antemano, en los términos de referencia y el alcance para el trabajo (independientemente
que lo haga directamente el organismo operador o lo subcontrate)
10. Vaciado y procesamiento Al terminar las consultas y/o muestreos, analizar e integrar
los datos, se deben obtener: promedios, máximos, mínimos y demás estadísticas
pertinentes. Analizar los “coeficientes de variación”, “coeficientes de elasticidad” y otros
resultados complementarios. Elaborar informe preliminar con metodología empleada,
aplicabilidad y representatividad de resultados, época y circunstancias de cada consumo
unitario
11. Al terminar las consultas y/o ajustes a los resultados preliminares La observación del
comportamiento estadístico actual, por usuario, no basta para planear acciones; además,
deben vislum
12 brarse las necesidades reales, y su evolución futura. Muchos factores influyen en los
consumos, y deben ponderarse; por ejemplo: descontar los desperdicios y fugas
controlables o corregibles mediante dispositivos o equipos de mejor tecnología; o posibles
ajustes a la legislación sobre agua; agregar la eventual necesidad insatisfecha, por falta de
presión, interrupciones del servicio, baja calidad del agua, entre otros, o desperdicios
futuros por deterioro y envejecimiento de redes o instalaciones de los usuarios. Además de
hacer ajustes al presente, proyectar el comportamiento futuro, de cada tipo de público
Dotación
Cabe hacer la aclaración que para el diseño de los elementos de un sistema de agua
potable, se calculará la dotación particular que le corresponde a cada zona, pudiéndose
considerar el análisis del número de tomas (habitacional: alta, media o baja; comercial o
industrial).
Para fijar la dotación de un proyecto de una nueva fuente es necesario realizar todo el
análisis previamente señalado para la proyección de consumos y pérdidas en un periodo
de al menos 20 años de operación, ya que para este tipo 15 de proyectos no es válido partir
de una dotación constante.
Por otro lado, para el diseño de redes se puede realizar el análisis de la situación actual y
tomarla como referencia para la dotación de proyecto, ajustándola o teniendo en
consideración la optimización correspondiente de un uso sustentable del agua.