Está en la página 1de 2

La familia y las relaciones interpersonales

Se debe partir del concepto de familia como un amplio sistema constituido por un conjunto de elementos en interacción
dinámica donde los comportamientos de cada uno de sus miembros están relacionados con el comportamiento de los otros y
de la familia como tal, está tejida por el conjunto de influencias recíprocas que se ejercitan a partir de las necesidades
naturales, biológicas o afectivas, del sentimiento, deseos, emociones, expectativas abiertas o secretas, alianzas y lealtades
mutuas, convicciones, creencias compartidas, estilos de lenguaje y comunicación, y de otros muchos elementos.

La familia es el seno de nuestra infancia, de hecho, la primera relación de nuestra vida se da con la madre (o con el
cuidador principal). Desde algunos puntos de vista se trata de una relación íntima y exclusiva. Aunque no sea exclusiva, es
cierto que la relación que se establece entre el bebé y el cuidador principal es especial. Hasta estos momentos iniciales esta
figura de cuidador principal es la de la madre. Es posible que se dé esta relación con varias personas, pero la relación siempre
es a dos: el bebé con otro. Hay que señalar que el bebé, no está capacitado cognitivamente para reconocer el cuidador
principal hasta los seis meses. Mientras que se le satisface adecuadamente las necesidades, el niño no tiene preferencias para
unas u otras personas. Sin embargo, conviene que siempre sean las mismas personas: a los niños las rutinas les vienen muy
bien, aunque los cuidados proporcionados por diferentes personas, casi siempre sean distintos.
Esa primera relación será trascendental en la vida del niño: repercutirá en su personalidad. Aprenderá un estilo de
relación, se constituirá una forma de apego, y eso marcará la personalidad.
Después de esa relación de a dos, se pasará a otra de a tres o más (Padre, hermanos…) El niño aprenderá a vivir en grupo.
Puesto que el primer grupo es la familia, aprenderá en el mismo, el estilo de relación, el estilo de comunicación, el rol que va a
jugar… Aprenderá una forma de relacionarse muy relacionada con su personalidad. Al incluirse en otros grupos, desarrollará el
rol aprendido, y establecerá las relaciones como ha aprendido. Se sentirá más cómodo en los grupos que funcionen como el
único grupo que conoce, su familia.
Al salir de la familia, el reto del joven adulto consiste en abrir relaciones íntimas fuera del hogar. Según Erik Erikson, si el joven
no lo consigue, caerá en el aislamiento. La pareja y los amigos son las relaciones íntimas del adulto.
En cuanto a las relaciones interpersonales se dividen principalmente en: relaciones de intimidad y de pertenencia a un
grupo:
Las relaciones de intimidad, en primer lugar se establecen con la familia, como ya se dijo. Posteriormente vienen las relaciones
íntimas con otros miembros del hogar y de la familia, y después en la calle con los amigos. En la edad adulta la relación íntima
por excelencia la constituye la pareja. No obstante, esa no es la única, los buenos amigos también constituyen relaciones
íntimas. Mientras tanto, el hijo deja el hogar y busca relaciones íntimas fuera de casa. En la adolescencia parece que las
relaciones íntimas del hogar se desvanecen. El adolescente no quiere tener el contacto físico que tenía antes con los padres.
Incluso rechazan muestra de afecto como caricias (paternas o maternas). Prefiere no hablar con ellos de algunos temas
importantes. Para las cosas más importantes sigue contando mucho con los padres. Mientras tanto, en la calle, el grupo de
amigos cobra gran importancia, y se busca intimidad en una pareja.
En cuanto a la necesidad de pertenencia a un grupo, la familia igualmente es el primer grupo en la vida de las personas y uno
de los grupos más importantes, en el cual se desarrolla más sentido de pertenencia, por ser el primero. Sin embargo, la
pertenencia a otros grupos (como lo es la escuela, los grupos extra escolares, grupos de música, baile o deporte, universidad o
trabajo) es esencial a lo largo de la vida, debido a que ser miembro de un grupo les otorga seguridad, además de ser una
fuente importante de apoyo, y se ha visto que las personas con apoyo social viven mejor, son más felices, se enfrentan mejor a
los retos, e inclusive evolucionan mejor cuando están enfermos. El no pertenecer a un grupo social supone el aislamiento
social.

La estructura familiar
Aunque la diversidad familiar no es una novedad, la dimensión de este fenómeno sólo ha sido notable en el transcurso de
los últimos años, sobre todo en las dos últimas generaciones y creemos que este tiempo no es suficiente para que “roles”
codificados y trasmisibles hayan podido constituirse. Dentro de este marco, se asevera que la estructura familiar tiene una
fuerte influencia en la satisfacción de los progenitores y en el estilo de crianza de los hijos. Procederemos entonces a analizar,
las cuatro estructuras familiares básicas:

- Estructura nuclear completa: Familia constituida por los padres y madres convivientes con hijos a su cargo y cuyo
proceso de formación se localiza en el matrimonio o en las nuevas formas de cohabitación.
- Estructura monoparental: Familia constituida por uno o varios hijos que tienen a su cabeza un solo progenitor, y cuyo
proceso de formación se localiza en situaciones de desestructuración familiar y/o parentalidad biológica o social.
- Estructura compleja: Familia resultante de la convivencia de al menos tres generaciones en sentido vertical, padres
y/o madres con hijos a su cargo corresidiendo con sus progenitores de origen.
- Estructura binuclear: Familia constituida por dos adultos y los hijos convivientes a su cargo, derivada del nuevo
matrimonio o emparejamiento de los nuevos cónyuges.

Herramientas para sobrellevar una familia disfuncional


Partimos del concepto de una familia disfuncional, como aquella que no logra sobreponerse a las dificultades de las
relaciones familiares. Estas familias necesitan de la orientación familiar para encontrar la manera de recuperar su
funcionalidad.
Desde ese punto, es posible dar las siguientes recomendaciones para sobrellevar una familia de este tipo:
- Se deben hacer reuniones periódicas (pueden ser mensuales) con la familia y sus hijos/hijas en su domicilio tomando
en cuenta las fortalezas y debilidades de cada familia.
- Desarrollar talleres de autoestima que involucren en abordaje del proyecto de vida, manejo adecuado de las
frustraciones y de la ira.
- Implementar talleres de comunicación efectiva entre los padres y sus hijos.
- Invitar a los padres a participar en la Escuela para padres, esto incluye un equipo multidisciplinario como red de apoyo
constituido por orientadores y psicológicos que permitan el intercambio de ideas, expresión de sentimientos y la
reflexión.
- Motivar a los adolescentes que lo requieran a participar en programas de formación y capacitación para ampliar las
oportunidades de acceso y permanencia en el sector laboral.
- Estimular la práctica deportiva en los adolescentes.
- Referir a las familias que lo requieran a intervención terapéutica.

De igual manera es propicio:

Realizar un proceso formativo integral de facilitadores para trabajar en las comunidades, con las familias en conflicto
para unir esfuerzos preventivos destinados a reducir la disfuncionalidad familiar.
Educar a las familias sobre la magnitud y repercusiones de la disfunción familiar que tiene sobre sus miembros al
afectar el normal desenvolvimiento personal y social, lo que permitirá desarrollar un estilo de vida familiar en
armonía, que ayude a las personas tomar decisiones con responsabilidad.
Promover estrategias de Intervención familiar para fomentar el vínculo afectivo entre padres e hijos y fomentar el
cultivo de valores en las familias y sus miembros.
Con los resultados que se obtengan diseñar intervenciones encaminadas para promover el desarrollo de estructuras
familiares más funcionales.

También podría gustarte