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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUMBES

FACULTAD DE DERECHO

DERECHO

ANALISIS
CLASES DE OBLIGACIONES

AUTOR

GASTAÑAGA MORALES ANDRÉ YURI

DOCENTE

HUGO CHANDUVI VARGAS

TUMBES – PERÚ
2019
Clases de obligaciones

Los derechos personales u obligaciones, pueden clasificarse de acuerdo a los


distintos elementos que las componen: vínculo jurídico, sujetos y objeto.
De acuerdo al vínculo jurídico, que une a acreedor y deudor, podemos
reconocer las obligaciones civiles y las naturales. Las primeras son las que
dan derecho a exigir su cumplimiento judicialmente. Las segundas solo crean
entre las partes un vínculo de equidad, que no dan derecho a accionar
judicialmente, pero sí a retener lo pagado por el deudor, si voluntariamente lo
hiciera. Si pagó por desconocer que su obligación era solo natural, no puede
pedir la devolución de lo abonado, argumentando ese error, ya que la deuda es
válida, aun cuando carezca de acción. Son ejemplo de obligaciones naturales
las deudas prescriptas, las que fueron instrumentadas con vicios de forma, las
deudas de juego, etcétera.
Con respecto al objeto de la prestación podemos distinguir:
a. Las obligaciones de dar, cuando se transmiten derechos reales, o de
uso o tenencia, que puede ser sobre cosas ciertas, que incluye sus
accesorios, de cosas inciertas no fungibles, cuya elección corresponde
al deudor, salvo acuerdo en contrario. Si fuere de dar cantidades de
cosas, o sea cosas fungibles, éstas quedarán individualizadas, una vez
que fueren contadas, pesadas o medidas por parte del acreedor. Aquí se
incluyen las prestaciones de dar sumas de dinero. La indeterminación de
la cosa a entregar no puede ser absoluta, aunque sea el género y la
cantidad deben estar consignadas. No podría considerarse como
obligación la prestación que obligara al deudor a entregar cualquier
cosa.
La obligación de dar contiene la de conservar
Las obligaciones de dar llevan consigo la obligación de conservar la
cosa, de modo que es de cargo y responsabilidad del deudor la
conservación de la cosa hasta su entrega, lo que no sólo implica
mantener materialmente la cosa, sino además hacerse responsable por
la suerte que corra la cosa hasta su entrega, como los deterioros que
sufra, los gastos de mantención o incluso responder hasta del caso
fortuito de que padezca la cosa si el deudor estaba constituido en mora.
La obligación de conservar la cosa procede sólo en las obligaciones de
dar una especie o cuerpo cierto. Por ejemplo, el artículo 1548 del Código
Civil chileno y 1605 del Código Civil colombiano prescriben: «La
obligación de dar contiene la de entregar la cosa; y si ésta es una
especie o cuerpo cierto, contiene además la de conservarlo hasta la
entrega»

La obligación de dar contiene la de restituir


Pocas legislaciones incorporan la obligación de restituir de manera
expresa dentro de las obligaciones de dar. Una de ellas es el artículo
574 del Código Civil argentino, el cual prescribe: «La obligación de dar,
es la que tiene por objeto la entrega de una cosa, mueble o inmueble,
con el fin de constituir sobre ella derechos reales, o de transferir
solamente el uso o la tenencia, o de restituirla a su dueño». En el resto
de los ordenamientos jurídicos ha sido la doctrina y la jurisprudencia las
encargadas de hacer comprender la obligación de restituir dentro de las
obligaciones de dar.

La obligación de restituir normalmente surge por dos vías. En primer


lugar, la restitución propia corresponde a la contraprestación que surge
del agotamiento de los contratos con obligación de entregar, es decir, en
que se traspasa únicamente la mera tenencia de la cosa, como el
arrendamiento, comodato o depósito, donde una vez acabado su uso
debe devolverse a su titular. En segundo término, también existe la
restitución impropia, que surge como consecuencia del efecto restitutorio
del cuasicontrato de pago de lo no debido. En efecto, cada vez que una
sentencia declare la obligación de restitución por aplicación de nulidad,
prestaciones mutuas, imprevisión, lesión enorme, cláusula penal enorme
o acción de reembolso, el deudor está obligado a devolver, porque si no
lo hace se produce el denominado enriquecimiento sin causa.
Obligación específica o de dar una especie o cosa o cuerpo cierto
Es aquella en que se debe determinadamente un individuo de una clase
o género determinado. Su importancia radica en que el deudor cumple
esta obligación entregando la especie debida y no otra, a diferencia de la
obligación de género, en que el deudor cumple entregando cualquier
individuo, con tal que sea de una calidad a lo menos mediana. Del
mismo modo resulta importante porque engendra la obligación de
conservar, no así la obligación de género. Por último, también se
distinguen de las obligaciones de género porque se extinguen por el
modo pérdida de la cosa debida si la pérdida es fortuita.

Obligación genérica o de dar un género o cosa incierta


Es aquella en que se debe indeterminadamente un individuo de una
clase o género determinado. Significa que el deudor cumple esta
obligación entregando cualquier individuo, con tal que sea de una
calidad a lo menos mediana. No engendra la obligación de conservar,
porque el deudor puede entregar a su acreedor cualquier objeto dentro
del género. Por último, también se distinguen de las obligaciones de
especie porque las obligaciones de género no se extinguen si hay otras
cosas para cumplir. De ahí el adagio: “el género no perece”

b. Las obligaciones de hacer, que importan la prestación de un servicio


o la realización de una obra, en el tiempo y modo convenido.
Por las obligaciones de hacer, el deudor o sujeto pasivo de la relación
obligacional se encuentra comprometido, sometido o ligado frente al
acreedor o sujeto activo o frente a un tercero a realizar, efectuar,
ejecutar, producir o realizar algo en provecho, beneficio o utilidad de
éstos, quienes asumen la facultad, el derecho o la potestad de exigir
dicha prestación o conducta de hacer algo.
El objeto de la prestación de la obligación de hacer, puede consistir en
hacer, realizar, producir o ejecutar una cosa o bien material, sea bien
mueble o bien inmueble así como en efectuar, producir o realizar un bien
inmaterial, sea una actividad o profesión intelectual de cualquier índole,
una creación artística, etc.
Por la obligación de hacer el deudor se compromete, se somete a hacer,
ejecutar o realizar algo en beneficio del acreedor o de un tercero y éstos
tienen la facultad de exigir ese hacer.
Clases
Obligación de hacer fungible
Es aquella que puede ser desarrollada por cualquier persona con
capacidad, y constituye la regla general en esta clase de obligaciones. El
beneficio o provecho del acreedor queda igualmente satisfecho si dicha
prestación la realiza el mismo deudor u otra persona, pues al acreedor o
sujeto activo simplemente le interesa la realización de la prestación,
independientemente de la persona del deudor o de quien cumpla con la
prestación de hacer, es decir, en esta clase de obligaciones el deudor
originario puede ser sustituido por otro que cumpla con la prestación
establecida.

Obligación de hacer no fungible o personalísima


Es aquella que no puede ser desarrollada por otras personas, sino
únicamente por la persona misma del deudor. Dado su carácter
personalísimo se trata de obligaciones intransferibles e intransmisibles.
Ejemplos:
Constituye obligación de hacer la de los promitentes de celebrar el
contrato prometido, del donatario de recibir la cosa, del vendedor de
sanear la cosa, del comprador de recibir la cosa, del arrendatario de
usar la cosa según contrato, cuidar la cosa, hacer reparaciones locativas
y restituir la cosa, del mandatario de ejecutar el encargo y rendir cuenta,
del comodatario de usar la cosa según contrato y de restituirla, del
depositario de guardar la cosa y de restituirla, del acreedor prendario y
anticrético de restituir la cosa, del cargador en el transporte de
suministrar documentos y del porteador de recibir las mercaderías,
emprender el viaje, custodiar la carga y entregarla a su destinatario, del
asegurado de declarar su riesgo y de cuidar y salvar el objeto asegurado
y de denunciar el siniestro, del asegurador de entregar la póliza, del
trabajador de prestar servicios personales al empleador, del árbitro de
desempeñar el cargo, del abogado de representar al cliente en juicio.
c. Las obligaciones alternativas,
Obligación alternativa es aquella que, entre varias prestaciones (o
diversas posibilidades de prestación) puede cumplirse con una sola y
completa, bien por elección del acreedor o del deudor. Es decir, aquella
que sólo constriñe al deudor a cumplir una de entre dos o más
prestaciones previstas, extinguiéndose la obligación por la ejecución de
cualquiera de ellas donde el deudor, si no se hubiese convenido que la
elección fuere a cargo del acreedor, puede escoger entre dos o más
objetos prestacionales. Por ejemplo, Juan se obliga a entregar a Pedro,
una bicicleta o una moto. Se libera entregando cualquiera de las dos,
pero si una de ellas se pierde, aún por caso fortuito o fuerza mayor el
deudor debe entregar la cosa subsistente. Si ambas se perdieran el
deudor abonará por el valor de la última que no pudo ser entregada, si
alguna de ellas se perdió por su culpa. Si ambas no pueden ser
cumplidas sin culpa del deudor, la obligación se extingue.

Requisitos
Este tipo de obligaciones precisan de dos requisitos:
1. Que se prevea una pluralidad de prestaciones, no siendo preciso que
se trate de prestaciones con objeto distinto (por ejemplo, que se
prevea que el criador entregue un cachorro cualquiera de entre el trío
que nacieron en la misma camada), siendo bastante que exista
diversidad en las modalidades de la prestación.
2. Que sólo haya que cumplir una de esas prestaciones.

d. Las facultativas, tienen una obligación principal y otra accesoria. La


diferencia con las alternativas es que perdida la prestación principal, sin
culpa del deudor, éste queda desobligado de cumplir la prestación
facultativa. Esta posibilidad de constitución de obligaciones facultativas
puede hacerse por contrato o disposición de última voluntad, como los
legados facultativos. Los romanos, conocieron un caso especial de
obligación facultativa en el abandono noxal, donde el dueño del hijo o
esclavo que había cometido un delito tenía la obligación principal de
entregarlo a la víctima del hecho ilícito y la facultativa de abonar los
daños y perjuicios ocasionados. Muertos el hijo o el esclavo, por causas
no imputables al padre o dueño, respectivamente éste se liberaba de su
obligación.
e. Divisibles, cuando el objeto prestacional puede cumplirse por partes,
por ejemplo, entregar sumas de dinero en cuotas.
Las obligaciones divisibles son aquellas susceptibles de ser cumplidas
por partes sin que se altere la esencia de la misma. Así, indivisibles son
las que por su naturaleza o por la voluntad de las partes no permiten
fraccionamiento.
f. Indivisibles, cuando la naturaleza del objeto no permite su
cumplimiento por partes, por ejemplo la entrega de una casa.
Son las relaciones obligatorias entre acreedor y deudor, y en las cuales
la prestación ha de ser cumplida sin dividir su objeto. Las obligaciones
con prestación físicamente indivisible (la entrega de un caballo de
carreras, por ejemplo), generan obligaciones indivisibles. Igualmente son
indivisibles las obligaciones que, lo sean o no físicamente, establezca la
ley que no pueden dividirse o cumplirse por partes. Es el caso de las
obligaciones unipersonales, en las que es preciso el pacto de
divisibilidad para que el deudor pueda pagar dividiendo la prestación.
Puede establecerse la indivisibilidad obligacional mediante pacto. Toda
vez que la indivisibilidad aparece necesariamente en las obligaciones
solidarias, los interesados en no dividir la prestación de una obligación
pluripersonal suelen convenir la solidaridad. El interés práctico de las
obligaciones indivisibles queda reducido, pues, al caso en que exista la
mancomunidad.

Con respecto al sujeto, cundo hay sujetos múltiples, o sea más de un acreedor
y/o más de un deudor, podemos distinguir las obligaciones simplemente
mancomunadas, donde la deuda se divide proporcionalmente entre los
deudores, y el crédito entre los acreedores del mismo modo, de las
solidarias donde cualquier acreedor puede reclamar a cualquier deudor el
cumplimiento total de la prestación, y cualquier deudor se desobliga pagando el
total de la deuda a cualquier acreedor.
Tanto en relación al objeto como a los sujetos, existen
obligaciones principales y accesorias.
Con respecto al objeto, son accesorias aquellas que se contraen para
asegurar el cumplimiento de la obligación principal. Este sería el caso de las
obligaciones con cláusula penal, que consiste en un castigo, o multa si el
deudor no cumple su prestación o en caso de mora. Con respecto a los
sujetos, se trata de garantías o fianzas. Extinguida la obligación principal se
extingue la accesoria.
También pueden existir obligaciones sujetas a condición, plazo o cargo.
Características
El objeto debido es uno solo. Por consiguiente, el acreedor sólo puede exigir la
única cosa debida. La doctrina dice que en el fondo es una obligación de objeto
único para el acreedor y de simple objeto múltiple para el deudor.
El deudor puede pagar con otro objeto, pues está facultado para ello.
Al contratar debe estipularse expresamente la facultad para cumplir
facultativamente la obligación, de lo contrario se entiende que hay una
obligación alternativa.
La elección siempre es sólo del deudor.

Efectos
Los efectos de esta clase de obligación son los mismos de una obligación de
objeto único, ya que el objeto debido es uno solo.3
El acreedor únicamente puede exigir la cosa debida y no aquella con que se le
facultó al deudor para pagar.
Si la cosa debida es una cosa específica y ésta se destruye por caso fortuito, la
obligación del deudor se extingue, aunque subsista la cosa con que se le
facultó para pagar. Al revés, si se destruye la facultad, no por ello se extingue
la obligación del deudor. El único efecto que produce es que perderá la chance
de pagar con la cosa con que se la facultó.
Si la cosa debida es una cosa específica y ésta se destruye por culpa del
deudor, el acreedor puede demandar solamente el precio de la cosa debida
más la indemnización de perjuicios, y no la otra cosa con que se le faculta al
deudor para pagar.
Si la cosa debida con que se le faculta al deudor para pagar se destruye por su
culpa o dolo, el acreedor nada puede hacer contra el deudor.

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