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THE MUSIC LESSON

A Spiritual Search for Growth Through Music

Traduccion: Matías Sosa


ADVERTENCIA
Todo en este libro
Puede estar mal.
Si es así,
¡Está bien!
¿Verdad? ¿Qué es la verdad? … Y por cierto
Si siempre te digo la verdad, podrías
Empezar a creerme
—Michael
Nota de gracia
Creo que la música, ella misma, tuvo algo que ver con que ahora sostengas ese libro.
¿Qué quiere decir eso, “la música, ella misma? Yo mismo me he preguntado esa misma
pregunta.
He tocado el bajo desde que tengo dos años pero he empezado a “tocar” música desde
antes. El más joven de cinco hermanos, fui bienvenido a un mundo rara vez visto por
intrusos. Es un mundo místico en donde todos son permitidos entrar, pero en donde solo
los elegidos pueden permanecer.

Ya sea que toques un instrumento (o no), este mundo te espera. Como llegar depende de
ti. No hay direcciones que seguir. My mama solía darme ayudas cuando era joven. Ella
solía decirle a mis hermanos y a mí, “Ustedes ya son exitosos, el mundo todavía no lo
sabe”. Yo lo diré en términos musicales, “Tu ya estás listo para la música, solamente que
todavía no lo sabes”.

Cuando era joven, mis hermanos eran como mis padres extra, guías, y maestros. De
hecho, todavía son de esa manera para mí. Pero ahora que soy más grande, entiendo el
valor de lo que no me enseñaron. También entiendo las razones para que ocasional y
estratégicamente no me dijeran nada cuando hacia una pregunta. Bajo su guía, fui
permitido, y a veces también forzado, a descubrir cosas por mi cuenta. Así, a una
temprana edad, me convertí en mi propio maestro.

En mis cuarenta y pico de años tocando, he creado algunas de mis propias idead
acerca de lo que la música realmente es. En mis videos y en mis clínicas y
campamentos, he comenzado a compartir algunas de estas ideas. Alguna de ellas
necesitan de coraje para poder ser habladas abiertamente. Mis amigos siguieron
diciéndome que esas ideas necesitaban una voz y que la gente estaba lista para
escucharlas. Me apuraban para escribir un libro. Pero yo sabía que querían un libro de
instrucciones. Eso es realmente lo que no quería escribir. Los libros de instrucciones
son por lo general estériles, y vistos desde el punto de vista autoritario del autor. Van
conduciendo al lector atreves de un camino estrecho hacia un destino que no es
propio de este, sino uno impuesto por el autor.

También, quería separar la información de mi mismo. En otras palabras, la


información que sale de una pregunta. Quería que el lector cuestione esa información,
no a mí. Esa es otra manera de decir que no quería defender lo que escribía. Por
ejemplo, ¿cómo podría explicarle a alguien que la música es real, una mujer, y que
uno puede tener una relación con ella?, No lo puedo probar-eso es algo que tienes
que descubrir por vos mismo.

Como una mano que aplaude, una relación de un solo lado nunca trabajo. Es claro
para mí ahora. Para que una relación trabaje correctamente, tiene que haber una
igualdad en cada lado. Cada lado tiene que dar el uno al otro, recibir el uno al otro,
respetar el uno al otro, amar el uno al otro, y escuchar el uno al otro. Solo
recientemente he comenzado a tener una relación completa con la Música.
 Antes, la relación había sido de un solo lado. Una vez que permití a la Música tomar
parte en la relación, las cosas cambiaros drásticamente. Por supuesto que tomo de la
Música, pero siempre le di a la Música lo mejor de mí. Por lo menos pensé que lo
hacía. Mi error fue que realmente nunca la escuchaba nunca de una manera
verdadera.

Lo que quiero decir es esto. Escuchaba a la Música en el pasado, pero siempre en un


camino de un solo lado. Solo escuchaba lo que o quería escuchar, no lo que la Música
tenía para decirme. Era como si siempre quisiera escuchar mi propia opinión. ¿Alguna
vez has tenido una conversación en donde realmente no querías escuchar lo que la
otra persona tenia para decir? Por supuesto que sí. A todos nos pasa todo el tiempo.
Estamos por lo general tan ansiosos de decir la próxima palabra o la próxima oración
que no escuchamos completamente lo que nadie más está diciendo. Sentimos la
necesidad de llevar nuestro punto hacia el otro lado—la necesidad de ganar. Eso no
cultiva ninguna buena relación. No funciona con la música tampoco.

La Música existe dentro de cada uno de nosotros. Un instrumento ofrece diferentes


formas de expresión que permite a los demás escuchar que tan musical eres, pero no
tienes que tocar una nota para ser musical. Sé que la Música no se encuentra en mi
bajo. No puede ser hallada en ningún instrumento. Mi entendimiento de esa cambio mi
Música y mi relación con ella. Ya no necesito crearla. ¡La siento y la escucho! Ahora
sé que tengo que escucharla a ella para que nuestra relación este completa. Un
amigo una vez me dijo, “un instrumento tirado en el suelo no hace ningún sonido. Es
el músico el que tiene que traer a la música, o no”. Nótese que el no dijo crear  Música.
Hay una diferencia.

En una cuantas pagina, vas a conocer al hombre que me introdujo a una manera
completamente nueva de ver a la Vida. Muchas ideas fueron traídas y barreras fueron
tiradas abajo bajo su tutela. Puede que nunca hubiera conocido a la Música sin su
guía. El me ayudo a ser el músico y la persona que soy hoy en día. Si, hubo otros que
me ayudaron en el camino, pero tengo que darle crédito a esta persona por ayudarme
a encontrar, otra vez, esa mágico lugar musical que de alguna forma olvide.
 A mis amigos: Este es el libro que han estado esperando. Probablemente no es lo que
esperaban pero créanme, es lo que querían.

Recuerdas que cuando dije que la música, ella misma, tuvo que ver con que te haya
llegado este libro. – Bueno, ella tuvo todo que ver con él. No estás seguro como
sentirte respecto a eso ¿no? Tienes tus reservas. No hay problema; Yo también las
tuve. Créeme y sigue leyendo. Te vamos a ayudar: la Música, yo y Michael.
Que lo disfrutes.
PRELUDIO
EL COMIENZO

“¡Chico, tengo tanto para aprender!”


No hay nada nuevo sobre esta frase, pero la historia que te voy a contar te puede
tener diciendo lo mismo para el final. Te puedes resistir, como yo hice, pero si no, te
va a llevar solo un momento que un mundo completamente nuevo te espera, uno que
nunca sabias que existía. Además, que te resistas no lo va a detener.

He sido músico por mucho tiempo. Bueno, déjame cambiar eso ahora mismo. He
tocado el bajo por mucho tiempo. Más o menos 20 años antes de que lo conociera a
él. Sin embargo, no fue hasta que lo conocí que aprendí la diferencia entre tocar el
bajo y ser un músico de verdad, y mejor aun, la diferencia entre ser un músico y ser
musical.
Creí que ya sabía mucho sobre música. Incluso pensé que sabia un poco sobre la
vida, pero lo que paso en los próximos días me demostró que era solo un bebe en
este mundo.

También pensé que nunca iba a contar esta historia por miedo al ridículo. Por lo
menos, eso era lo que siempre me decía, pero de hecho sabía que era solamente
porque no estaba seguro de que esta historia de verdad paso. Y si no creía que fuera
completamente real, ¿Cómo podía esperar que alguien más lo hiciera? ¿Quién me iba
a creer de todos modos? Digo, nunca averigüé quien este tipo era realmente o de
donde venia. Cuanto más tiempo pasa, mas empiezo a creer que quizás, tal vez
quizás, el salió de mi imaginación, de alguna porción sin usar de mi mente, a donde
ya volvió a seguir viviendo. Todavía puedo escucharlo haciendo ruido ahí la mayoría
del tiempo. Es como si estuviera constantemente acomodando el m obiliario. Todavía
puedo escuchar su voz llamando a mi mente diciendo “¿Real? ¿Qué es real?
¿Aprendiste de la experiencia? ¡Eso es lo importante!

El era un hombre extraño, diferente a cualquier otro profesor de música que haya tenido.
No había realmente nada ordinario sobre él. Media más o menos seis pies de alto, pero
lacio y negro que pasaba sus hombros. La complexión de sus rostro que distintiva, en una
forma que era difícil decir de donde venia. Parecía ser parte nativo americano y parte…
de otro lado.

Todavía no conocí a otra persona con unos ojos así. Eran poderosos. Eran además de un
cristal claro, como un rio de las montañas del Colorado. Cuando me aleccionaba, parado
nariz con nariz. Como solía hacer, la transparencia de sus ojos me permitía ver tan
profundo dentro de ellos como ellos mismos dentro de mí.

También, cualquier día, sus ojos parecían cambiar. Un día, eran de un azul fuerte,
otro, parecían verde, y otro día, parecían marrones. Nunca supe cual era la causa,
pero era una gran forma de obtener mi atención.

No solamente podía decir por sus ojos que era un hombre saludable, pero también
que su cuerpo era increíblemente fuerte. Como una herramienta fina que se usa para
cualquier tarea que uno elija, si cuerpo nunca parecía flaquear o estar cansado. A
pesar que de lo solía ver correr, saltar, galopar, y trepar, nunca lo vi sudar. Como
hacía para estar tan en forma, aunque comía y tomaba cualquier cosa que quería, era
un misterio. Para él, una comida era una comida, y nunca le importaba que era o de
donde venia.

También usaba sus cejas como una herramienta. Podía controlarlas mejor que lo que
la mayoría de los músicos pueden controlar sus instrumentos. Podía dar a entender
su punto sin siquiera decir una palabra, simplemente con mover una o las dos de sus
oscuras cejas.

Sus manierismos eran impredeciblemente peculiares, y sus ropas eran siempre del tipo
que llaman la atención, sin embargo nunca parecía importarle lo que los demás pensaran
de él. Cada vez que lo veía, tenia puesta una ropa diferente. Su calzado, cuando usaba,
era o unas botas sin marca o un par de viejas sandalias gastadas.

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