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17 de Octubre Cabello

Cumulos de seda largos bajan serpentenado por tus hombros, brillantes como cascadas que rien a
la luz del sol en primavera, nunca se disimula al viento, se deja llevar por el oleaje de la brisa en la
tarde de jueves, como medusas en el océano de la calle que hipnotizan al que te ve, como el de
mona lisa complice de tu sonrisa, y la mirada perdida de los que se asoman. Ya quiero ese olor de
coco y canela respirarlo como incienso de tu frente y quedarme así hasta que me despierte por la
mañana, como una especia sagrada, como hilo de seda de oro y de plata

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