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RESUMEN DE LA LECTURA

PARADIGMAS ENFOQUES Y MÉTODOS EN LA INVESTIGACIÓN


EDUCATIVA

El siguiente documento tiene la finalidad de establecer un orden sistemático sobre los


principales contenidos teóricos y metodológicos contemplados en la lectura
“Paradigmas, enfoques y método en la investigación educativa” de Jorge Rodríguez Sosa
(2003). Cabe resaltar que este resumen comprende a su vez una síntesis de las principales
ideas identificadas, así como de los elementos conceptuales y categoriales que ayuden a
comprender mejor el texto analizar. Además, se realizan algunas reflexiones sobre las
ideas planteadas por el autor, con el propósito de respaldar lo propuesto en término
teóricos.

1. Aspectos generales

El ser humano es un ser curioso y en constante búsqueda de aquellas respuestas que


atraviesan su existencia social, política y cultural. En este sentido, en tanto sujeto histórico
y moderno, permanece en una búsqueda constante del conocimiento ya sea cotidiano o
científico. Tomando en cuenta esto, podemos mencionar en aspectos generales que
investigar supone realizar ciertas acciones que nos permitan conducir hacia el
descubrimiento o/y conocimiento de una cosa (objeto, fenómeno, hecho social). En este
sentido generalizador, investigar permiten reforzar nuestra percepción sobre la
investigación (aún no definida en término concretos), de modo que podemos entenderla
como: indagar, averiguar, buscar, examinar, estudiar, preguntar, interrogar, entre otros.

Por lo tanto, es importante mencionar que ninguna investigación (educativa, social,


académica) surge de la ignorancia total de todo (a) investigador (a), sino que se produce
a partir de un sólido cuerpo de conocimientos, que nos permitan generar una
problematización del mundo social y educativo. En consecuencia investigar supone
producir conocimiento a partir de nuestra existencia humana. Pero para poder conocer la
realidad debemos realizar una aproximación o acercamiento a la misma mediante un
compromiso ético y político, que demande el uso de una estructura categorial conceptual,
a partir de elementos teóricos, instrumentales y de metodologías que permitan descubrir
las leyes que rigen lo social.

2. Sobre los paradigmas en la investigación

Los paradigmas pueden ser definidos como “un conjunto de creencias, actitudes y
visiones del mundo compartidas por un grupo de investigadores, y que implica,
específicamente, una metodología determinada en la práctica de la investigación”
(Rodríguez, 2003, p. 23). Estos permiten generar una aproximación a la realidad social
y al objeto de estudio, mediante visiones, concepciones y modos de interpretar la realidad
que permitan su interpretación teórica y uso de metodologías.
Cabe resaltar que todo paradigma se define a partir de ciertos fundamentos ontológicos,
epistemológicos y sobre las orientaciones metodológicas, las cuales proporcionan una
definición más clara sobre lo que supone la investigación educativa.

Cuadro N. 1.
Fundamentos o dimensiones del paradigma de investigación

Dimensión ontológica Dimensión Dimensión metodológica


epistemológica

Plantea que la realidad social Refiere a la adquisición Corresponde a los métodos por
es algo externo e interno a los de conocimiento. emplear, así como de los
sujetos, ya sea por Relación Sujeto-Objeto o principios y procedimientos que
imposición desde afuera o Sujeto-Sujeto de guían el proceso de investigación
por consenso intersubjetivo investigación. hacia la búsqueda del
conocimiento.

Tomando en cuenta estos elementos o dimensiones del paradigma de investigación, se


puede considerar que en toda investigación educativa coexisten diversas propuestas,
tendencias y métodos que a su vez se engloban dentro de los paradigmas positivistas,
naturalista y socio crítico (Rodríguez, 2003). Teniendo en cuenta esto, podemos empezar
a determinar lo que son los paradigmas.

Para el caso del paradigma positivista, surge dentro de un contexto social caracterizado
por grandes cambios en las estructuras sociales, económicas, políticas y tecnológicas del
siglo XVIII. Durante ese periodo histórico, la ciencia moderna en su corriente fáctico-
natural (física, química, biología), logra desarrollar todo un proceso sistematizado,
estandarizado e institucionalizado en sus procedimientos para lograr el conocimiento
científico y objetivo.

A partir del desarrollo de las ciencias fácticas, surgen otras ciencias encargadas de realizar
un análisis de los hechos y fenómenos sociales, donde se pone énfasis en la reflexión y
en la consolidación de una ciencia de lo social (Sociología, historia, psicología). Esto
permite plantear las bases para la consolidación de la investigación social, en donde la
“verdad radicaría en la correspondencia entre lo que el sujeto conoce y la realidad que
descubre, hecho solo posible con la intervención del método de la ciencia” (Rodríguez,
2003, p. 26).

En este sentido el positivismo se viene a caracterizar durante finales del siglo XIX y
principios del siglo XX como aquel paradigma que está en funnción de la ciencia llamada
objetiva. Planteado esto, el investigador mantiene una posición distante respecto a su
objeto de estudio, de modo que logre interpretar la realidad con el objetivo de describir
las leyes que la rigen. Por otro lado, en términos epistemológicos, el sujeto cognoscente
puede acceder a la realidad mediante al uso de sus sentidos y por medio de la razón que
medio o mecanismo para el entendimiento.

Es así como el método positivista se rige a partir de su carácter experimental, es decir, es


una “ciencia hipotética-deducativa, donde las preguntas o suposiciones seformulan a
priori desde la experiencia que tiene el investigador con las teorías existentes, de modo
que sean contrastadas empiricamente” (Rodríguez, 2003, p. 26).

Dado los avances en los procesos de investigación social, surge oros pensadores de las
ciencias sociales que permiten darle su consolidación y calificativo de ciencia moderna.
Algunos de ellos son Dilthey en la filosofía, Rickert y Weber en la sociología. Estos
autores se cuestionan el papel del positivismo y plantean el paradigma naturalista como
aquel que pone énfasis en que los objetos que la ciencia pone a conocer no son externos
al hombre, sino que están inmersos en nosotros mismos.

Es así como surge lo que ellos llaman la ciencia interpretativa, como aquella que parte
de la comprensión de la realidad social. Para el caso del sociológico alemán Max Weber,
la ciencia se debe encaminar hacia la creación de “tipos ideales”, estos, a su vez, son
interpretaciones del mundo, modelos teóricos presentes en el mundo psíquico. Cabe
resaltar que para este científico social la comprensión consiste en “entender las acciones
humanas mediante la captación o aprehensión subjetiva, empática, de los motivos y los
propósitos de los actores” (Rodríguez, 2003, p. 27).

El paradigma naturalista se ve inmerso en el surgimiento de ciertas escuelas de


pensamiento como son la fenomenología, la hermenéutica, el constructivismo y la
filosofía crítica de corte marxista y neo-marxista. A partir estas perspectivas teóricas, se
logra privilegiar como objeto de estudio el mundo subjetivo, el cual deja de ser un mundo
externo a la mente humana, para pasar a ser comprendido mediante los propios
significados y la subjetividad. Es decir, para dejar más claro, la investigación de corte
naturalista es “indefectiblemente inductiva (desde adentro) y holística (totalizante y
única)” (Rodríguez, 2003, p. 28).

A nivel ontológico, el paradigma naturalista plantea que la realidad es una especie de


construcción social de tipo intersubjetivo. Se deja de lado el paradigma de la objetividad
y naturalidad científica, para dejar paso a la comprensión como forma de pensamiento
subjetivo e interpretativo. En lo que respecto al epistemológico, este paradigma se centra
en la construcción del conocimiento que incorpora valores, los cuales, dejan de estar en
el mundo exterior a la mente, para ser inducidos desde adentro mediante la subjetividad.
Para el caso de metodología aplicada, esta se enfoca en lo interpretativo, por eso el
calificativo de una ciencia interpretativa y valorativa, ya que se enfoca en el uso de
estrategias libres, formulación de hipótesis a posteriori, y se ve al proceso de investigación
como una comunión entre sujeto y objeto (Rodríguez, 2003).

Dado los cambios en el modo de interpretar la realidad social, surge durante el siglo XX
un nuevo paradigma influenciado por las corrientes de pensamiento marxista. Este fue el
caso del paradigma socio-crítico, el cual, mantiene una posición crítica respecto a los dos
paradigmas anteriores y postula la investigación acción participativa como un elemento
primordial de la investigación social. Es por esto que en este paradigma se hace énfasis
en aspectos como acción, praxis emancipadora y transformación de la realidad social. El
mismo responde a una máxima planteada por Karla Marx en su tesis XI sobre Feuerbach:
“Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modo el mundo, pero de lo
que se trata es de transformarlo” (Marx citado en Antillón, 2014, p. 1).

Para efectos de comprensión la dimensión ontológica del paradigma crítico social plantea
que la realidad es construida a partir de la praxis, que significa una acción constante en el
mundo mediante la experiencia vivida. Esto abre paso a que el conocimiento (dimensión
epistemológica) sea visto como u proceso en constante compresión y acción crítica sobre
la realidad social, poniendo énfasis en la investigación a partir de la puesta en práctica de
los valores y subjetividades del todo investigador e investigadora (relación sujeto-sujeto).
Es así como el conocimiento se genera de manera colectiva mediante la participación
conjunta, es una praxis transformativa, donde el uso de poner mayor énfasis al papel que
juega los actores en el proceso de investigación.

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