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El concepto de Barber era sólido, pero dada la tecnología de ese día, no era posible
que el dispositivo creara suficiente energía como para comprimir el aire y el gas, y
producir un trabajo útil. Sin embargo, el mérito por la idea que conduce a la turbina
de gas moderna se le puede dar a John Barber.
Esta simplicidad comparada con turbinas de vapor y con motores alternativos otorga
a las turbinas de gas dos ventajas adicionales
2. Al ser máquinas rotativas presentan una clara ventaja frente a los motores
alternativos, por la ausencia de movimientos alternativos y de rozamientos
entre superficies sólidas (como las que se dan entre pistón y camisa), lo que
se traduce en menores problemas de equilibrado y menores consumos de
aceite lubricante, que además no están en contacto con superficies calientes
ni con productos de combustión.
3. un mantenimiento sencillo comparado con otras máquinas térmicas y una
elevada fiabilidad.
No obstante, también tienen algunos inconvenientes importantes, entre los que hay
que destacar dos: la alta velocidad de rotación y su bajo rendimiento (30-35%)
comparado con los motores alternativos diesel (algunos desarrollos ya alcanzan el
50% de rendimiento) o con las turbinas de vapor (valores del 40% son muy
normales).
Admisión de aire
El sistema de admisión de aire consta de todos los elementos necesarios para que
el aire entre en la turbina en las condiciones más adecuadas de presión,
temperatura y limpieza. Para ello cuenta con filtros de varios tipos, que se
encargarán de eliminar la suciedad que pueda arrastrar el aire; y de una serie de
sistemas que acondicionarán la temperatura para facilitar que entre a la turbina la
mayor cantidad posible de masa de aire.
Compresor de aire
La función del compresor es elevar la presión del aire de combustión (una vez
filtrado) antes que entre en la cámara de combustión, en una relación que varía
según la turbina pero que normalmente está comprendida entre 10:1 y 40:1. Esta
compresión se realiza en varias etapas y consume aproximadamente las 2/3 partes
del trabajo producido por la turbina.
El control de la entrada de aire para la combustión se realiza variando el ángulo de
inclinación de las ruedas iniciales de álabes del compresor. A mayor ángulo, mayor
cantidad de aire de entrada al compresor, y por tanto, a la turbina. Este método se
usa para mejorar el comportamiento a carga parcial de la turbina de gas, como se
verá más adelante.
Una parte del aire del compresor se utiliza para refrigeración de álabes y de la
cámara de combustión, de forma que aproximadamente un 50% de la masa de aire
es usado para este fin.
Cámara de combustión
En ella tiene lugar la combustión a presión constante del gas combustible junto con
el aire. Esta combustión a presión obliga a que el combustible sea introducido a un
nivel de presión adecuado, que oscila entre 16 y 50 bar.
Debido a las altas temperaturas que pueden alcanzarse en la combustión y para no
reducir demasiado la vida útil de los elementos componentes de la cámara, se
trabaja con un exceso de aire alto, utilizando del 300 al 400% del aire teórico
necesario, con lo que se consigue por un lado reducir la temperatura de llama y por
otro refrigerar las partes más calientes de la cámara. Parte del aire que procede del
compresor, se dirige directamente hacia las paredes de la cámara de combustión
para mantener su temperatura en valores convenientemente bajos. Otra parte se
hace circular por el interior de los álabes de la turbina, saliendo por orificios en los
bordes que crean una película sobre la superficie de los álabes
Turbina de expansión
En la turbina es donde tiene lugar la conversión de la energía contenida en los gases
de combustión, en forma de presión y temperatura elevada (entalpía), a potencia
mecánica (en forma de rotación de un eje). Como se ha indicado antes, una parte
importante de esta potencia es absorbida directamente por el compresor.
Los gases, que entran a la turbina a una temperatura de 1200-1400ºC y una presión
de 10 a 30 bar., salen a unos 450-600ºC. Esa alta temperatura hace que la energía
que contienen pueda ser aprovechada bien para mejorar el rendimiento de la turbina
(con un sistema conocido como REGENERACIÓN, que consiste en utilizar estos
gases para calentar adicionalmente la mezcla en la cámara de combustión) o bien,
como es más habitual, para generar vapor en una caldera de recuperación. Ese
vapor posteriormente se introduce en una turbina de vapor consiguiéndose un
aumento del rendimiento global igual o incluso superior al 55% (el rendimiento de la
turbina de gas es de 30-35%).
Figura 5: Partes que componen una turbina de gas básica de multieje
Sus aplicaciones son muy variadas, siendo su campo de aplicación el más amplio
entre los motores térmicos. Inicialmente se utilizaron para la realización de trabajo
mecánico. Posteriormente se trasladaron al campo de la aeronáutica como
elemento propulsor, sobre todo a partir de la segunda guerra mundial. Más tarde se
utilizaron como elemento motor para la generación de energía eléctrica, aplicación
para la que se han desarrollado modelos específicos que han tratado de adaptarse
a las exigencias de ese mercado. La posibilidad de aprovechar el calor de los gases
de escape para producir vapor aprovechable en la industria como energía térmica
o para producir más energía eléctrica (en los denominados ciclos combinados gas-
vapor) han provocado una auténtica revolución en el mercado de la generación
eléctrica, donde la turbina de vapor ha sido la reina indiscutible durante muchos
años.
TIPO DE TURBINAS DE GAS
Turbina monoeje:
El compresor, turbina de expansión y generador giran de forma solidaria con un
único eje de rotación. La velocidad de giro es en la inmensa mayoría de los casos
de 3000 rpm, forzado por la frecuencia que debe tener el rotor del generador
eléctrico al verter a la red general (50 Hz). Es el diseño usual en las grandes turbinas
comerciales de generación eléctrica.
Mantenimiento rutinario
Las actividades principales son las siguientes:
Vigilancia de parámetros (temperaturas en las cámaras de combustión,
presión y temperatura del compresor de la turbina, niveles de vibración en
cojinetes, presión y temperatura del aceite de lubricación, caudal y
temperatura del aire de refrigeración, caída de presión en los filtros de aire
de admisión y temperatura en el escape, como parámetros más importantes)
Comprobación y seguimiento de alarmas y avisos
Análisis del aceite de lubricación. Filtrado y/o sustitución cuando corresponde
Sustitución de prefiltros y filtros del aire de admisión al compresor de la
turbina, cuando la caída de presión alcanza un valor determinado
Limpieza del compresor, tanto con el compresor en marcha como con el
compresor parado (también llamadas limpiezas on-line y off-line).
Calibración de la instrumentación (presiones, temperaturas y caudales,
fundamentalmente)
Comprobaciones del sistema contraincendios
Inspecciones
Inspecciones boroscópicas para comprobar el estado de las partes internas
de la turbina. Suele comprobarse el estado de las cámaras de combustión y
quemadores, y las distintas filas de álabes de la turbina. Estas son las partes
sometidas a condiciones más extremas de funcionamiento, pues las
temperaturas son muy elevadas, en el límite de la resistencia de los
materiales. En las cámaras de combustión, las inspecciones borocópicas (o
boroscopias) tratan de buscar deformaciones y daños en los quemadores y
en las paredes de la cámara. En los álabes, buscan deformaciones,
decoloraciones en la superficie del álabe, impactos de objetos extraños
contra la superficie de cada álabe, estado de la capa de recubrimiento
cerámico y rozamientos entre partes en movimiento y partes estáticas,
fundamentalmente.
Alineamiento de la turbina, si es necesario
Grandes revisiones
Las grandes revisiones suponen la apertura de la turbina y la sustitución de piezas
de desgaste. Entre los trabajos que se realizan en estas grandes revisiones están
los siguientes:
Sustitución de álabes. Suele ser la parte principal del trabajo, y lo realiza
personal muy especializado. Se sustituyen tanto los álabes fijos como los
móviles de la turbina (no del compresor). Los álabes que se retiran se envían
al fabricante para su reacondicionamiento, lo que abarata el coste de la
revisión sin afectar considerablemente el resultado de ésta.
Sustitución completa de la cámara de combustión. Se cambian tanto los
quemadores como las paredes de la propia cámara.
Limpieza manual de los álabes del compresor.
Revisión completa de toda la instrumentación, incluidos sensores,
transmisores y cableado.
Revisión y reacondicionamiento en su caso de los cojinetes de apoyo
Revisión completa de todo el sistema de lubricación, con cambio o filtrado de
aceite, revisión de bombas, cambio de filtros, limpieza del depósito
Equilibrado del conjunto rotor
Alineamiento de la turbina