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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PRIVADA DR. RAFAEL BELLOSO CHACÍN


FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO

LA REDACCIÓN

REALIZADO POR:
DULCEY, GUSTAVO
C.I: 30.462.308

ASESORADO POR:
VIVIANI ALMARZA

MARACAIBO, NOVIEMBRE 2019


1. Reglas de acentuación y puntuación:

Según el lugar que ocupe la sílaba tónica, las palabras pueden ser:
agudas, graves, esdrújulas y sobreesdrújulas.

 Agudas: si la sílaba tónica ocupa el último lugar de la palabra, es


decir, la última sílaba, por ejemplo: maní, también, demás. Una
palabra aguda llevará tilde cuando termine en consonante “s”, “n” o
en vocal. Por ejemplo: ma-má, ca-fé, com-pás, can-ción.
 Graves: si la sílaba tónica ocupa el penúltimo lugar. Ejemplo: pupitre,
gaveta. Una palabra grave lleva tilde cuándo no termina en
consonante “n”, “s” o en vocal. Como en: dó-cil, á-gil, fé-nix, ná-car.
 Excepciones: bíceps, tríceps, fórceps; que aún terminan en “s”
procedida de consonante llevan tilde.
 Esdrújulas: si la sílaba tónica está en la antepenúltima sílaba. Estas
palabras siempre llevan tilde, independientemente de cómo termine la
palabra. Por ejemplo: lámpara, petróleo.
 Sobreesdrújulas: si la sílaba tónica está en la tras antepenúltima
sílaba siempre llevan tilde al igual que ocurre con las esdrújulas.
Ejemplo: de-mués-tra-me-lo, fu-sí-le-se-le, dí-ga-se-lo.

Reglas de acentuación ortográfica:

Del Río, M. (1997) y Miranda, L. (1999) coinciden en afirmar que se


deben tener en cuenta ciertos criterios para efectos de acentuar gráficamente
las palabras en el español, tal como sigue:

 Las letras mayúsculas se acentúan igual que las minúsculas.


 La “y”, pese a su sonido vocálico cuenta cómo consonante en lo que
respecta a las reglas de acentuación.
 La “h” dado que no corresponde a ningún sonido en español, no
cuenta para la aplicación de las reglas de acentuación, y no
interrumpen el diptongo.
 La “u” en las sílabas (gue-, gui-, que- y qui) no cuenta cómo vocal
porque no se pronuncia; por cuánto no constituye diptongo en la vocal
siguiente: gue- rra, qui-tar.
 La “u”, de güe, güi- forma diptongo con e-i, respectivamente, porque la
“u” se pronuncia y lleva diéresis: antigüedad, pingüino.
 Las palabras terminadas en tres vocales seguidas de “s” cuando la
primera es cerrada y está acentuada ortográficamente: amaríais,
distinguíais, pedíais, entre otras.
 Las palabras constituidas por una vocal verbal que lleva tilde, seguida
de uno o varios pronombres enclíticos: así, pidió, pidióle, entre otras.
(Antes también se consideraba que debía llevar acento la forma verbal
seguida del enclítico y complemento: sabelotodo; hoy: sabelotodo.)
 Los infinitivos en “uir” seguirán escribiéndose sin tilde como hasta
ahora. Sin haber cambiado la regla que atribuye al verbo inmiscuir la
conjugación regular, es válido las formas con y (inmiscuyo), por
analogía por todos los verbos terminados en “uir”.
 Los vocablos agudos terminados en –ay, -ey-, -oy-, -uy se escribirán
sin tilde: Taray, virrey, convoy, maguey, Paraguay.
 Los monosílabos fue, fui, dio, vio, se escribirán sin tilde.

Reglas de acentuación diacrítica:

En uno de los llamados casos especiales de la acentuación. De


acuerdo con Brown, F. (2001: 23) existen unas pocas palabras de uso
frecuente que deberían llevar acento ortográfico y que tienen diversos usos.
Llevan tilde cuándo tiene el uso más importante. Ésta acentuación especial,
llamada diacrítica, ha sido fijada por la Real Academia de la Lengua
Española. La mayoría de estas palabras son monosílabas, y ésta lista debe
ser aprendida de memoria.

En otras palabras, la acentuación diacrítica diferencia ciertas palabras


de otras de igual escritura, pero que poseen distintas categorías gramaticales
y significado. Entre estas palabras tenemos:

Él: lleva tilde cuándo es pronombre personal. No lo lleva cuándo es artículo.


Mí: lleva tilde cuándo es pronombre personal. No lo lleva cuándo es
pronombre posesivo o la nota musical.
Más: lleva tilde cuándo es adverbio de cantidad, comparación o signo de
suma. No lo lleva cuándo es sinónimo de “pero” .
Sí: lleva tilde cuándo es pronombre y adverbio de afirmación. No lo lleva
cuándo es conjunción condicional o notal musical.
Dé: lleva tilde cuándo es el tiempo del verbo dar. No lo hace cuando es
preposición.
Sé: lleva tilde cuándo es persona de los verbos ser y saber. Presente
indicativo de saber (“yo sé”) e imperativo de ser (“sé tú”). No lo lleva cuándo
es pronombre reflexivo.
Té: lleva tilde cuándo es el pronombre de la planta o de la bebida o infusión.
No lo lleva cuándo es pronombre personal.

Según RAE (2014), solo, este, esta, ese, esa, aquel: El empleo
tradicional de la tilde en el adverbio solo y los pronombres demostrativos:
este, esta, ese, esa, aquel. No cumple el requisito fundamental que justifica
el uso de la tilde diacrítica, que es el de oponer palabras tónicas o
acentuadas a palabras átonas o inacentuadas formalmente idénticas, ya que
tanto solo como los demostrativos, son siempre palabras tónicas en
cualquiera de sus funciones. Por eso, a partir de ahora se podrá prescindir
de la tilde en estas formas incluso en casos de ambigüedad. La
recomendación general es, pues, la de no tildar nunca estas palabras.

Las posibles ambigüedades pueden resolverse casi siempre por el


propio contexto comunicativo (lingüístico o extralingüístico), en función del
cual solo suele ser admisible una de las dos opciones interpretativas. Los
casos reales en los que se produce una ambigüedad que el contexto
comunicativo no es capaz de despejar son raros y rebuscados, y siempre
pueden evitarse por otros medios, cómo el empleo de sinónimos (solamente
o únicamente, en el caso del adverbio solo), una puntuación adecuada, la
inclusión de algún elemento que impida el doble sentido o un cambio en el
orden de palabras que fuerce una única interpretación.

O: hasta ahora se venía recomendando escribir con tilde la conjunción


disyuntiva o cuándo aparecía entre dos cifras, a fin de evitar que pudiera que
pudiera confundirse con el número cero. Este uso de la tilde diacrítica no
está justificado desde el punto de vista prosódico, puesto que la conjunción o
es átona (se pronuncia sin acento) y tampoco se justifica desde el punto de
vista gráfico, ya que tanto en la escritura mecánica cómo en la manual, los
espacios en blanco a ambos lados de la conjunción y su diferente forma y
menor altura que el cero evitan suficientemente que ambos signos puedan
confundirse (1 o 2, frente a 102). Por lo tanto, a partir de este momento, la
conjunción es escribirá siempre sin tilde, como corresponde a su condición
de palabra monosílaba átona, con independencia de que aparezca entre
palabras, cifras o signos: ¿Quieres té o café?; Terminaré dentro de 3 o 4
días.

Reglas de acentuación enfática:

Palabras como: qué, cuál, quién, cuánto, cómo, dónde, de acuerdo


con Brown, F. (2001), llevan tilde cuando expresan pregunta, exclamación,
desconocimiento o tienen intención averiguativa. Estas mismas palabras no
se acentúan en los demás casos. Además, las siguientes palabras llevan
tilde cuando son sustantivos (van precedidos de artículos): el cómo y el
porqué.

El acento enfático, es aquel que diferencia algunas palabras mediante


la tilde cuando ellas son empleadas como partículas exclamativas,
interrogativas o tienen intención averiguativa; para distinguirlas de los
pronombres y adjetivos relativos. Tal es el caso, por ejemplo en: ¡Qué frío
hace! / ¿Qué hora es? / Ignoro cuándo volverá.
Casos especiales de acentuación:

 Acentuación de diptongos: uno de los casos especiales en la


acentuación es la correspondiente a la acentuación de diptongos, así
lo expresa Del Río, M. (1997) cómo es sabido, los diptongos no se
acentúan ortográficamente.

Un diptongo es el encuentro en una misma sílaba de dos vocales que


se pronuncian unidas. Ellos surgen de la combinación de vocales
abiertas y cerradas, o de las cerradas entre sí.

Asimismo, un diptongo lleva tilde si la sílaba tónica de la palabra recae


en el lugar del diptongo y se pronuncia con más intensidad la vocal
cerrada con la vocal abierta. En el caso de ser dos vocales cerradas
las que forman el diptongo, llevará la tilde la segunda vocal y se
convierte en hiato. Ejemplos: María, Casuístico, tenía, atribuí, efectúo,
cuídalo.

 Acentuación de palabras compuestas: la acentuación de palabras


compuestas se rige por lo siguiente, en correspondencia con López, J.
y López, H. (1898):

a. Dos palabras unidas con guión, ambas mantienen su


tilde por ejemplo: teórico- práctico.
b. Si las dos palabras que se unen para formar una
compuesta, poseen ambas tildes, la primera lo pierde y
la segunda la conserva. Por ejemplo: décimo + séptimo =
decimoséptimo.
c. Si ninguna de las dos palabras poseen tilde antes de
unirse no se les coloca ninguna. Por ejemplo: boca +
manga = bocamanga.
d. Si se une una palabra al sufijo “mente”. Si lleva tilde la
conserva por ejemplo: (frágil + mente = frágilmente). Si
por el contrario no posee, no se le debe marcar (cabal +
mente = cabalmente).

Reglas de puntuación:

 Punto: Señala la pausa que se da al final de un enunciado.


 Punto y seguido: Separa enunciados que integran un párrafo.
Después de punto y seguido se continúa escribiendo en la misma línea.
 Punto y aparte: Separa dos párrafos distintos. Después de punto y
aparte se escribe en una línea distinta.
 Punto final: Marca el cierre de un texto.
 Dos puntos: Antes de anunciar una enumeración.
 Punto y coma: Se escribe punto y coma para separar dos o más
elementos de una frase si ya incluyen comas.
Ejemplo: la maleta es marrón; el cuaderno, blanco; el borrador, verde; y la
pluma, negra.
 Coma: Indica una pausa breve que se produce dentro del enunciado,
para separar los miembros de una enumeración.

2. Reglas de redacción: claridad, coherencia y cohesión.

Claridad:

Puede lograrse:
 Expresándote mediante frases cortas.
 Estar pendiente, a medida que escribes, del comienzo de la frase
para continuarla con la correspondiente concordancia, especialmente
con el uso de los tiempos verbales.
 Evitar vocablos ambiguos.
 No abusar del pronombre.
 Desterrar los gerundios.
 Evitar el exceso de adjetivos.
 Pensar despacio para escribir deprisa.
 Evitar las expresiones incompletas, el uso de palabras superfluas e
innecesarias.
 Evitar el empleo de circunloquios o rodeos de palabras.
 Desterrar los vocablos "gastados, manoseados".

Cohesión:

Cada frase que se escriba debe contener ideas claras y precisas. Si


se quiere que el destinatario lea con agrado la carta, no deben usarse dos o
tres palabras cuando éstas puedan ser remplazadas por una. La oración
puede ser más larga o más corta; pero, siempre concisa.
Concisa no quiere decir que sea breve. Concisión es la expresión de los
conceptos con la menor cantidad de palabras posibles y con la mayor
exactitud.
Si quieres lograr concisión:

 Revisa lo que escribes.


 Elimina las expresiones inútiles.
 Evita la repetición de ideas.
 No anuncies lo que vas a decir: Dilo.
 No te pierdas en detalles, anda directamente al asunto.
 Evita el lenguaje telegráfico, el laconismo, la excesiva literatura, la
vaguedad y las aclaraciones inútiles.
La redacción moderna, en general, se caracteriza por la llaneza o
ausencia de afectación. Esto implica un acercamiento lógico a la naturalidad
propia de la conversación, aunque con las limitaciones inherentes al lenguaje
escrito.

Coherencia:

El orden sintáctico (sujeto+ predicado), no es la forma más usada al


momento de redactar un párrafo, ya que lo que predomina es el orden de las
ideas, es decir el orden lógico –psicológico.

Es de hacer notar que al momento de redactar debemos tener


presente la coherencia:
a. Organice sus ideas.
b. Las palabras deben someterse al orden de las ideas.
c. Presentar las ideas en forma lógica, según su
importancia.
d. Redacte la idea con claridad, es decir, que sólo tenga
una interpretación posible.

3. Repeticiones, rodeos, queísmos, dequeísmos:

Repeticiones:

La repetición de palabras o monotonía, indicia pobreza de vocabulario.


Sin embargo, es valedera o legítima en algunos casos cómo en la literatura o
cuándo queremos hacer énfasis en una expresión. Por ejemplo:

“Era tan flaco, tan flaco, tan flaco, que cuando usaba corbata roja, parecía un
termómetro”

Rodeos:

Un efecto similar al de las muletillas se produce cuando en los textos


orales se utilizan reiteradamente determinadas palabras, lo cual distrae a
quien escucha. El resultado, a la larga, es que la intención o el propósito
comunicativo se extravían, pues el enunciatario pronto pierde el interés en lo
que se le está comunicando.

Queísmos:

El queísmo es un error gramatical muy habitual y que consiste en la


supresión de una preposición —normalmente de la preposición "de"—
delante de la conjunción "que" en contextos donde, sin embargo, el uso de la
preposición es obligado porque viene exigido bien por el verbo bien por otro
elemento de la oración, o sea, porque viene exigido sintácticamente.

 Estoy convencido que llegará pronto (estar convencido de algo)


 Estoy convencido de que llegará pronto.
 Acuérdate que debes ir a comprar el pan (acordarse de algo)
 Acuérdate de que debes ir a comprar el pan.
 No te das cuenta que la situación es muy grave (darse cuenta de algo)
 No te das cuenta de que la situación es muy grave.

Dequeísmos:

El dequeísmo, por su lado, es el error opuesto al queísmo. Consiste


en la introducción de la preposición "de" delante de la conjunción "que"
cuando dicha preposición no viene sintácticamente exigida por ningún
elemento de la oración y es por tanto completamente innecesaria.

 Creo de que es demasiado pronto para afirmar nada (es creer


algo, no creer de algo)
 Creo que es demasiado pronto para afirmar nada
 A mis padres les preocupa de que no saque buenas notas
(preocupar algo; algo preocupa a alguien)
 A mis padres les preocupa que no saque buenas notas
 Temo de que no podamos llegar a tiempo (temer algo)
 Temo que no podamos llegar a tiempo

Si no sabemos si la preposición es o no necesaria, podemos sustituir


la oración subordinada introducida por la conjunción que por la palabra "eso".

 Me acuerdo que la abuela cocinaba muy bien


 Me acuerdo de que la abuela cocinaba muy bien
Porque:
 Me acuerdo de eso (no podemos decir *Me acuerdo eso)
 Me consta de que tiene dos hijos
 Me consta que tiene dos hijos
Porque:
 Me consta eso (no podemos decir *Me consta de eso)
 Me alegra de que te guste
 Me alegra que te guste
Porque:
 Me alegra eso (no podemos decir *Me alegra de eso)
 Me alegro de que te guste
 Me alegro que te guste
Porque:
 Me alegro de eso (no podemos decir *Me alegro eso)

 He llegado a la conclusión de que no vale la pena seguir


insistiendo
 He llegado a la conclusión que no vale la pena seguir
insistiendo
Porque:
 He llegado a la conclusión de eso (no podemos decir *He
llegado a la conclusión eso).

4. Vicios lingüísticos:

El lenguaje puede concebirse como un instrumento de comunicación. Si


estamos de acuerdo en ello, entonces admitiremos que el lenguaje es
susceptible de usarse con mayor o menor habilidad, con mayor o menor
eficacia. Por consiguiente, también reconoceremos que es posible cometer
errores cuando se manejase instrumento. Las faltas de lenguaje son los
errores que se cometen al emplear una lengua. Sin embargo, hay que
advertir que, por lo común, cuando se habla de “errores”, “faltas” o
“incorrecciones”, se usa el criterio tradicional normativo, es decir, la
adecuación a la lengua culta, y especialmente, a la lengua escrita.

Los vicios de dicción son formas incorrectas de construcción o empleo de


vocablos inadecuados, que pueden dificultar la interpretación correcta de un
escrito.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

 Cantoni, F. (2014) Castellano y Literatura 5to año. Colombia: Intermedio


editores.
 Koontz, H. y Weihrich, H. (2010). Pasos para realizar una correcta
redacción. Edición México: Mc Graw Hill Latinoamérica.
 Pelekais, C., Finol de Franco, M., Neuman N., y Parada, J. (2005). Gran
Enciclopedia Hispánica. Caracas, Venezuela: Editorial Planteta.

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