Nombre del alumno: Karla Erika Guerrero Pérez

Número de Cuenta: 419149558

1. Supremacía

La supremacía constitucional es un principio jurídico que señala que la

Constitución es el punto de referencia máximo de todo el universo jurídico de un
Estado, situación que la convierte en el índice de validez formal de todas las leyes
secundarias u ordinarias que forman el sistema jurídico estatal, en cuanto que
ninguna de ellas debe oponerse, violar o simplemente apartarse de las
disposiciones constitucionales. Por ende, si esta oposición, violación o dicho
apartamiento se registran, la ley que provoque estos fenómenos carece de
“validez formal”, siendo susceptible de declararse “nula”, “invalida”, “inoperante” o
“ineficaz” por la vía jurisdiccional o política que cada orden constitucional concreto
y específico establezca.

Este principio, coexiste en el principio siguiente referente a la fundamentabilidad,

es decir, no puede existir uno sin el otro, ya que las constituciones son supremas
por ser fundamental y son fundamental por ser supremas.

2. Fundamentabilidad

Esta cualidad significa que la constitución es el fundamento, el cimiento, la piedra

angular sobre la cual se erige todo el sistema jurídico de un Estado.

Lo anterior hace que se infiera que el contenido de las constituciones expresa las
decisiones primarias, más básicas y elementales de un sistema jurídico, lo que
implica que sea la fuente de donde nacen los órganos de un Estado; el sistema
de gobierno; el reconocimiento de los derechos.

La fundamentabilidad implica también que, la constitución sea la “fuente que da

vida” y validez a todas las demás normas que componen el universo jurídico de
un territorio determinado.

3. Inviolabilidad

Resulta evidente que, después de dar a las constituciones el carácter de

supremas y fundamentales, sobrevenga esta característica de inviolabilidad.

Toda Carta Magna como instrumento que reúne los principios torales para un
Estado, necesita de una protección especial que la haga inviolable, dada su
importancia.

Lo que quiere decir, que este principio consiste en la imposibilidad jurídica de que
una Constitución sea desconocida, cambiada o sustituida por fuerzas que no
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emanen del poder constituyente, toda vez que este se entiende como la
materialización de la soberanía del pueblo (como se verá más adelante en el
principio de legitimidad).

Este principio no se traduce en que la Constitución será intocable o invulnerable,

sino lo que trata es de conservar su jerarquía y majestad, demostrando que, por
su valor y contenido, cualquier Carta Magna es insuperable e irreductible.

Cuando una Constitución llega a ser trastocada en su contenido, pero puede ser
restaurada gracias a los mecanismos que ella misma contempla para su defensa,
se ésta practicando, el principio de inviolabilidad.

4. Interpretación

Sería absurdo que se apicaran las normas jurídicas sin establecer las
circunstancias específicas de cada caso al que habría que aplicarse en la realidad
social.

Es ahí donde el principio de la interpretación encuentra su sentido como una

operación imprescindible (que se lleva previamente a la aplicación de una norma
jurídica) de a los casos concretos que la realidad social plantea constantemente.
Dicha operación intelectual consistente en determinar el alcance, la extensión, el
sentido o el significado de cualquier norma jurídica.

Será la naturaleza de la norma jurídica la que determine las diferentes especies

de interpretaciones, sin que esta variedad altere la esencia de la labor
interpretativa.

Luego entonces, la interpretación constitucional, consiste en establecer o declarar

el sentido, el alcance, la extensión o el significado de las disposiciones que
integran la Ley Fundamental del país. Para lograrlo, se deben utilizar los métodos
gramatical o literal, lógico o conceptual, sistemático y causal-teleológico, es por
ello que su máxima expresión la encuentra en la Suprema Corte de Justicia de la
Nación y en el Congreso de la Unión.

Puede aseverarse que el principio de supremacía con que está revestida una
constitución, se hace extensivo a la interpretación, en cuanto que ésta prevalece
sobre la interpretación de cualesquiera disposiciones pertenecientes a normas
jurídicas ordinarias o secundarias, en el supuesto de que exista contrariedad entre
unas y otras.
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5. Legitimidad

La legitimidad de una Constitución deriva de la genuinidad del órgano que la crea,

por eso, para determinar si una Constitución es legítima, hay que establecer si su
autor también lo fue recordando para ello que, la producción constitucional
reconoce diversas fuentes (según el régimen jurídico-político de que se trate).

En una democracia constitucional dicha legitimidad radicación en el concepto de

soberanía popular, que nace en la teoría rousseauniana de la “voluntad general”
en cuanto que sólo puede reputarse legítimo el ordenamiento constitucional que
emane directamente del pueblo o indirectamente de él a través de una asamblea,
llamada constituyente, compuesta por sus genuinos representantes.

6. Rigidez

Este principio, grosso modo es entendido como la dificultad que la norma

constitucional tiene para poder ser reformada, es decir, establece que el
procedimiento para reformar o adicionar a la constitución es más complicado en
cuanto a sus requisitos respecto de la legislación ordinaria.

Por lo anterior, este principio indica que para llevar a cabo alguna modificación o
reforma a una constitución es necesario seguir un procedimiento especial, en el
que las diversas autoridades y organismos que tienen injerencia integran un poder
extraordinario, al que sea denominado por algunos autores constituyente
permanente.

La Carta Magna necesita tener rigidez para que los contenidos que componen su
núcleo no sean penetrados o modificados afectando su naturaleza suprema, dicho
en otras palabras, la Constitución debe sujetarse al principio de rigidez a fin de
garantizar la existencia de presupuestos o condiciones previas, sin las cuales
cualquier proyecto de reforma o adición se debe tener como inviable.

Por otro lado, la Constitución depende de factores que evolucionan como la

economía, la cultura, la política, la sociedad y todo lo que ella conlleva, es por ello
que necesita ser un documento que en sí mismo contenga la posibilidad de ser
modificado con la intención de mantenerse siempre vigente, lo que nos lleva a
hablar del siguiente principio:
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7. Reformabilidad

Se habla de este principio como uno de los meridianos del constitucionalismo,

toda vez que es el principio mediante el cual es posible modificar la Carta Magna,
que por su naturaleza dinámica es algo inherente a ella.

Este principio es necesario para no anclar las Constituciones a ideas o conceptos

desgastados o superados en muchos casos por el simple transcurso del tiempo y
la evolución que es natural y necesaria.

FUENTES DE CONSULTA:

- La totalidad de este cuestionario fue contestado con base en el contenido el

documento “Principios Constitucionales” del Maestro Clemente Herrera González.
pp, 1-6.