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INDICE
Introducción 3
Saliendo de la universidad ¡Ya la hice! 7
Cruzando la frontera 10
Los polleros 11
¿Cómo trabajan los polleros de 12
La patrulla fronteriza 16
¿Cómo se obtiene trabajo en los Estados Unidos de 17
Norteamérica?
Cómo es la vida de los indocumentados 20
La mujer mexicana indocumentada 23
¿En qué trabaja la mujer mexicana indocumentada? 24
El seguro social (Medicaid y Medicare) 28
¿En qué trabajan los hombres indocumentados en la Unión 31
Americana?
Los migrantes indocumentados centroamericanos 36
¿Cómo se ayudan los mexicanos indocumentados en los 40
Estados Unidos de Norteamérica y cómo es el trabajo allá?
El comportamiento del mexicano indocumentado en el 45
trabajo y fuera de él
La segunda vez 52
La tercera vez 59
Remesas 61
¿Cómo envía el indocumentado mexicano su dinero a 71
México?
La identidad cultural del mexicano y la religión 77
La desintegración familiar debido a la migración 83
Los problemas del migrante indocumentado: factores 89
socioculturales y educativos
Los errores que cometen los ilegales mexicanos en la Unión 93
Americana
El caso Georgia y San Francisco (dos lugares donde trabajé) 95
Importancia estratégica de San Francisco y el papel clave de 97
los
Mexicanos
Los niños inmigrantes 98
El pandillerismo en los indocumentados mexicanos 105
Y centroamericanos
2
La diferencia entre inmigrantes mexicanos y cubanos 109
El regreso a casa 111
Canadá 113
La última vez 117
Fuentes 121
conclusión
3
INTRODUCCIÓN
4
Aunque la migración mexicana hacia Estados Unidos ha sido una constante en las
relaciones entre ambas naciones desde hace más de un siglo y medio, este
fenómeno se ha intensificado considerablemente en las últimas tres décadas.
Factores diversos como la vecindad geográfica, los estrechos lazos sociales y
culturales, la creciente integración económica, y las intensas relaciones e
intercambios entre ambos países hacen inevitable la generación de flujos
migratorios.
Se ha caracterizado desde sus orígenes como un proceso de naturaleza
primordialmente laboral, en el cual se observa una dualidad continuidad/cambio,
cuyos elementos tienden a dar cuenta de patrones de estabilidad en el tiempo y
los cuales evidencian ciertas transformaciones a partir de los ochenta. Dichos
patrones encuentran su correlato en ciertos cambios contextuales de prominencia,
tales como las sucesivas crisis económicas registradas en México durante estas
dos últimas décadas, la reestructuración de su modelo económico, las
transformaciones en la estructura económica estadounidense, las contingencias
deparadas por la unilateralidad de las diversas políticas migratorias
norteamericanas, el impacto de los tratados comerciales y un contexto general de
creciente globalización. (W.W.W.
Conapo.gob.mx/publicaciones/intensidad/mig/cap.01pdf (Mayo 04, 2004).
5
inclusive la explotación infantil. Para poder suavizar este monstruo que es la
migración, se necesitan programas de desarrollo que la contrarresten y permitan a
miles de mexicanos retornar a sus lugares de origen y puedan lograr crecimiento
económico a lado de sus familiares y se deje con esto de cruzar la frontera.
Cada día es mayor el número de mujeres y niños que intenta llegar a los
Estados Unidos de Norteamérica para lograr el “sueño americano”. Estos grupos
son los más vulnerables a violaciones de sus derechos más elementales. Es de
gran importancia que nuestro gobierno proteste formalmente por la forma
inhumana en que son tratados no sólo los varones en aquel país, sino también
nuestras mujeres e hijos, por las condiciones infrahumanas en que trabajan.
6
necesidades de sus familias. Con esto será posible prevenir la desintegración
familiar por causa de la emigración de algunos de sus integrantes. Mientras
nuestro país siga sin planes de desarrollo económicos bien fundamentados para
las clases desprotegidas y no detenga la fuga de intelectuales, México no tendrá
una estabilidad social, cultural, económica y política que pueda impulsarlo al
desarrollo de una potencia como la de nuestro vecino e incluso tener un desarrollo
socioeconómico como las potencias europeas.
Este trabajo trata de una vivencia que pretende mostrar las principales
tendencias y rasgos del fenómeno y destacar, de manera especial, la importancia
económica que representan las remesas en el ingreso monetario de los hogares y
su papel como paliativo para la disminución de los niveles de pobreza; describir el
mundo de los famosos “polleros”, qué papel juegan en la migración no sólo de
miles de mexicanos, sino de otras nacionalidades, educación, empleo, policía
migratoria, la fuga de cerebros hacia eses país, religión, costumbres etc.
7
comunidades de origen y destino, donde los más afectados son los propios
migrantes. La intensidad y la magnitud que ha adquirido el fenómeno han hecho
que ocupe un lugar prioritario en la agenda política de ambos países y en la
relación binacional.
8
el desempleo, la violencia, el hambre y toda aquella vida paupérrima de la cual
nunca podrá el gobierno de nuestro país sacarlos adelante.
La inmigración a los Estados Unidos ha sido vista siempre con malos ojos,
ya que para los norteamericanos los mexicanos somos personas “delincuentes” e
incluso “terroristas”. Debido a esto, como se sabe, el gobierno y algunos grupos de
ciudadanos estadounidenses han tomado medidas para evitar a toda costa el
cruce, no sólo de inmigrantes mexicanos, sino de otras nacionalidades; una de
esas medidas es el muro que está en Tijuana y que llega hasta el mar. Por ello
pueden detectar a ilegales. En fin, Estados Unidos ha creado muchos otros
mecanismos para evitar el paso de ilegales. Esto conlleva a que miles de
mexicanos busquen otras rutas, aún más peligrosas, para cruzar y se convierten
entonces en fugitivos de la ley, lo cual los condena ha vivir escondidos para no ser
deportados, asunto que se explicará adelante de manera más amplia.
9
Un tema de gran importancia dentro de las migraciones es el de la
descomposición de las comunidades de origen, el trato hacia la mujer en esos
lugares cuando el esposo emigra en busca de mejores condiciones de vida.
También se abordará el tema de la expulsión o salida de todos aquellos miembros
del núcleo familiar, la cual genera problemas graves en la integridad social de éste
y perturbaciones mentales en todos sus miembros. Sin embargo, también puede
favorecer el sostenimiento económico de la familia y el fortalecimiento psicológico
individual y de grupo.
10
SALIENDO DE LA UNIVERSIDAD ¡YA LA HICE!
11
Por consiguiente, muchos de los trabajadores, empleados (y aquí me
incluyo) nos ocupamos en actividades para las cuales no fuimos capacitados y en
múltiples ocasiones tenemos que peregrinar primero por el desempleo y después
por el subempleo. También le agregamos a este mercado laboral la falta de
financiamiento a la planta productiva, especialmente a las ya conocidas como
micro y pequeñas industrias, motivo que origina que exista el subempleo y el
comercio informal.
El otro día, viendo las noticias por televisión, uno de nuestros gobernantes
señalaba, contento y orgulloso, que se había creado cierto número de empleos (no
recuerdo la cifra) en el país. Y qué bueno por los que necesitan o necesitamos un
empleo, pero de qué sirve crear estas fuentes de trabajo si te van a pagar el
sueldo mínimo; es decir, son empresas de otros países que vienen a instalarse en
nuestro país para no pagar más impuestos en su país de origen, para no pagar
por hora sino por día y, como sabemos, están regidos por nuestras leyes, pero el
día que ellos lo deciden se van.
12
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) ha
publicado unos datos que muestran que la tasa de desempleo de la Población
Económicamente Activa (PEA) de entre 20 y 24 años de edad alcanzó en el primer
trimestre del año un 4,9%, porcentaje muy superior al 2,8% que registró la
población activa en su totalidad. Estas cifras certifican que la desocupación en
México afecta de manera más grave a los jóvenes. Sin embargo, el dato más
alarmante es que el desempleo afecta, sobre todo, a aquellos que tienen estudios
universitarios. Las mismas estadísticas señalan que del total de personas que
estaban en el paro en enero de este año, el 50,4% tenía estudios de nivel medio y
superior. Y, según las estadísticas oficiales de la Subsecretaría de Planeación y
Coordinación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), durante el año escolar
2001-2002, unos 312.000 jóvenes concluyeron sus estudios de educación
secundaria. Aunque, tan sólo un 34% de ellos ha obtenido un empleo acorde con
lo que estudió. Una de las desventajas que se tiene en México es que los
trabajadores carecen de seguros de desempleo, como los existentes en la Unión
Europea, Estados Unidos y otros países.
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CRUZANDO LA FRONTERA
La cifra de los muertos en el intento de cruzar la malla que separa a México
y Estados Unidos, desde el 1994 hasta lo que va de 2008, ha cobrado infinidad de
muertes de migrantes. El cierre de algunos puntos estratégicos para ingresar
hacia los Estados Unidos de Norteamérica cambió la ruta migratoria a ciudades
fronterizas (el desierto de Arizona). Cada vez es más dura la vigilancia que la
policía de migración estadounidense (border patrol) impone para imposibilitar el
ingreso de cualquier etnia a ese “lindo” país. No obstante, presión ejercida por el
desempleo y el hambre que en la actualidad padecen no sólo la las clases bajas,
sino también la clase media, que se ven asfixiadas por la crisis económica y la
violencia, lo cual propicia que se arrojen a la aventura de buscar una mejor vida en
el país del norte. Actualmente residen en Estados Unidos alrededor de 9.5
millones de personas indocumentadas en ese país. [CONAPO].
14
Principales entidades de la republica mexicana que emigran (cruzan cada
año esta frontera) hacía los Estados Unidos de Norteamérica:
15
LOS POLLEROS
Los modos de operación y los abusos cometidos por las redes de tráfico de
migrantes son diversos y han ido adquiriendo cada vez mayor presencia dentro de
la dinámica de migración ilegal en el continente americano. Tan sólo para el 2003
se calculaba la existencia de 120 organizaciones de “polleros”, ello sin contar las
que pasan inadvertidas gracias a su efectivo sistema de operación o por estar de
acuerdo con las autoridades (Schlemm, 2004). Sin embargo, según un informe de
las autoridades estadounidenses, en la frontera con México se revela la presencia
de al menos 400 organizaciones de traficantes. En el mismo informe se menciona
que estas redes han logrado establecer rutas y caminos propios para movilizar a
los migrantes (García, 2005).
16
expertos”; es decir, verdaderos conocedores del territorio que se pisa. Por este
motivo, los migrantes ilegales se ven en la imperiosa necesidad de acudir a la
“ayuda” de estos personajes. Cabe mencionar que muchas de las veces estos
individuos cumplen eficaz y asertivamente la labor con sus clientes trasladándolos
exitosamente. Sin embargo, gracias a la información que recolecté por medio de
conversaciones y de la observación, percibí que en muchas ocasiones los polleros
abandonan a sus clientes cuando ven cerca el peligro para no ser detenidos por
las autoridades correspondientes. La mayoría de ellos se laceran o incluso se
llegan a borrar las huellas digitales para no ser detenidos. En una ocasión, me
explicó un pollero que de ser detenidos con frecuencia podían pagar condenas de
seis años en adelante, esto dependiendo del estado de la unión americana donde
se encuentren “laborando”.
17
quinientos”. “Sólo tengo mil doscientos”, dice el migrante. “Entonces deberás
caminar unos días más”.
También están las famosas “chepas”. Ésta es una de las zonas más
peligrosas de la frontera (yo la crucé), la zona desértica que se encuentra en la
frontera con Chihuahua, México. Debido a la inmensidad del desierto de Nuevo
México, formado por dunas y arena, no hay sombras en las cuales refugiarse. Esta
superficie denominada por los migrantes indocumentados como “chepas”.
Nuevo México es una zona de gran comercio humano para los coyotes, aun
para los que el destino final es California, ya que es un corredor poco vigilado por
la Patrulla Fronteriza. Cuando uno se adentra por esa zona, los inmigrantes
caminan hacia el norte con rumbo a Deming, lugar que está aproximadamente a
unas 35 o 40 millas (56 kilómetros) de la franja fronteriza, o bien se puede
encaminar hacia el oeste rumbo a Lordsburg o lo que es peor aún, hacia Arizona
para alcanzar Phoenix. Los indocumentados que logran eludir el desierto, las
pandillas que asaltan, roban y violan a las mujeres, el calor brutal del día, el frío
desesperante de la noche y los que logran salvarse de los atropellos de los
traficantes de humanos, tienen que lidiar con la Oficina de Detención y
Deportación de Arizona, la cual incluso se desplaza en bicicletas para poder
atrapar de mejor manera a los indocumentados. Los que logra superar todas estas
dificultades, se dirigen a lugares tales como Illinois, Nueva York o California.
Cuando ingresé por esta zona, las caminatas hacia Deming y después
hacia Lordsburg se extendieron por cuatro o cinco noches. Caminábamos de
noche para no ser vistos, y de día buscábamos una sombra bajo la cual
refugiarnos. Una vez que uno se cansa, si no está acompañado por un familiar o
amigo, sucede lo trágico, es abandonado por el grupo con el que se inició el viaje
Sólo logran pasar los de mejor condición física. Se tiene que caminar al ritmo del
coyote o te quedas rezagado y abandonado. Eso significa prácticamente la
muerte, ya que no se conoce la región y es seguro que el que se rezaga termine
desorientado y tome el camino equivocado.
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pasaron. Sin embargo, también cayeron, al igual que yo, en las redes de aquellos
que se dedican al tráfico de humanos y se les conoce con el nombre de
“juntadores”.
Juntadores. Estas personas son las que se encargan de atraer a los migrantes en
diferentes poblaciones o ciudades o centrales de autobuses. Habitualmente
reclutan jóvenes y adolescentes que quieren llegar a la Unión Americana en busca
de sus padres. En varias ocasiones pagué por los servicios de estas personas,
quienes operan del siguiente modo: se les habla por teléfono a sus lugares de
origen, ellos ponen el precio por la travesía y, si está uno de acuerdo, es cuando le
dicen en qué ciudad y lugar lo esperan para cruzarlo.
Guías. Son los responsables de la caminata, ya sea en el desierto o del cruce por
el río. Estas son personas que viven en estos lugares o muy cerca de donde se
pretende cruzar. Por lo general son vecinos de la zona, aunque también hay ex
migrantes que al ver que esta actividad deja buenos dividendos se dedican a
cruzar a los indocumentados. Tiempo atrás, los ex migrantes cruzaron varias
veces y se aprendieron la ruta. Es factible que algunos de estos “coyotes” o
“polleros” soliciten los servicios de otros “coyotes” para que crucen a otras
personas, lo cual se da sólo cuando se tiene muchas personas que cruzar o, en su
defecto, que el coyote no conozca bien la zona. Casi siempre son jóvenes aunque
también hay adolescentes, todos con mucha resistencia física; conocen los
movimientos de la Patrulla Fronteriza y hasta los sitios donde los activistas (son
personas que tienen una profesión u oficio y les gusta ayudar a todos aquellos que
van en busca del sueño americano) colocan agua. Sobre ellos cae la mayor
responsabilidad de la muerte de personas que son abandonadas en el desierto,
así como las múltiples agresiones, violaciones y secuestros que suceden a los
migrantes.
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consiste en trasladarlos en autos o camionetas a las ciudades donde serán
distribuidos hacia su destino final.
Cobradores. Son las personas que realizan el trabajo más “fácil”, ya que son los
encargados de llevar a los inmigrantes a los lugares deseados y de cobrar el
dinero. Son los eslabones conocidos (estos son mexicanos que lograron obtener
la residencia americana y que su función es la de recibir a los indocumentados y
posteriormente comunicarse vía telefónica con sus familiares, ya sea en México o
Centroamérica, para cobrarles el dinero por haberlos pasado a suelo
Norteamericano) que se encargan de la cadena de traficantes y dominan uno de
los sitios más altos, incluso sin llegar a ser los jefes.
http://oncetv-ipn.net/migrantes/mapas/mapmex1.html
LA PATRULLA FRONTERIZA
20
es detenido por un agente de la patrulla fronteriza, lo encañonan, se burlan, lo
escupen, tiran la credencial de elector, la patean y cuestionan: “¿Por qué madres
enseñas esa mierda?”. Posteriormente, esposado, lo suben a la perrera
(vagonetas Ford o Chevrolet) y lo llevan a la cárcel (por cierto que nada tienen que
ver con las cárceles de México); le quitan agujetas, cinturón y lo deportan cuando
se completan grupos de 25 o 30 personas para dejarlos en un punto de la frontera
distinto del que intentó cruzar. Cuando el migrante es detenido, lo interrogan y lo
fichan para ingresarlo a una base de datos. Este es un ejemplo de cómo se cruza
la frontera:
21
más redituable para el “gringo” por la capacidad y tesón para las jornadas de
trabajo, característica que no tienen los centroamericanos.
SHAW y MOHAWK son las plantas más grandes del mundo en fabricación
de carpetas, alfombras y recubrimientos para automóviles
2
No es como la curp en México, ya que teniendo este documento se abren las puertas del trabajo.
22
Durante el verano, en Chicago aumenta la oferta de trabajo en el área de la
construcción, industria donde se puede ganar hasta 50 dólares la hora y en
promedio se pueden trabajar ochenta horas a la semana. Los famosos yarderos,
en cambio, quienes trabajan limpiando jardines, sembrando pasto y podándolo,
ganan seis dólares la hora y, además, empiezan a trabajar a las seis de la mañana
en punto y terminan a las nueve de la noche, todos los días. En invierno están los
famosos neveros. Estos son inmigrantes del centro de la república mexicana que
sólo van a esa zona en el periodo de invierno a palear nieve y lograr ahorrar hasta
ciento cincuenta mil pesos por temporada.
Para solicitar trabajo se recurre a agencias tales como Man Power, Job
Safe, Job Center, Job Trak, y otras. En estas agencias la entrevista es por lo
regular en inglés, ponen cualquier tipo de examen y se llena una solicitud con
todos los datos relacionados con el seguro social correspondiente; al día siguiente
cuenta uno con el trabajo ganando por hora y el famoso Over Time. 3 Los
inmigrantes indocumentados suelen depender en gran medida de su entorno.
Consecuentemente, son presas fáciles de la explotación, el maltrato y el abuso: el
tráfico de indocumentados, la prostitución forzada, la criminalidad, el trabajo sin
ninguna protección; así como, la explotación en el sector del servicio doméstico, el
3
Sistema en el que después de cuarenta horas pagan el doble.
23
chantaje, etc. Las redadas a las casas son frecuentes. Aunque los
indocumentados cuentan con vehículo, éste se usa sobre todo para ir de la casa al
trabajo, pues no tiene licencia para conducir. Varios han sido detenidos cambiando
una llanta al vehículo en la orilla de una carretera. Incluso en el trabajo se tiene
que estar muy alerta por las famosas redadas, ya que si atrapan a alguien la pena
mínima es de seis meses de cárcel y luego la deportación.
Para que tengan una idea del sueldo, en una semana se gana más de lo
que se ganaría en un mes en México. Las personas que tienen la necesidad de
trabajar en ese país, no es que quieran hacer los trabajos más sucios; es porque
en muchos de nuestros paisanos no hablan el inglés, y mucho menos se tiene la
capacitación apropiada para desempeñar otra actividad. Cuando el inmigrante
aprende el idioma y logra tener la capacitación adecuada, no le dan trabajo por no
tener los papeles en regla y como obtenerlos eso es casi imposible, entonces se
tiene que hacer el trabajo sucio.
4
Por cierto, son bien trabajadores, aunque nunca vi algún afro-americano trabajando en el campo.
5
En Chicago pagan 8 dólares la hora en el día y 10 en la noche.
24
quería mucho a los mexicanos. Este señor tenía 10 plantas y cada una de ellas le
dejaba ganancias por 3 millones de dólares al año y todo el trabajo y la producción
era llevada a cabo, en su mayoría, por mexicanos. Cuando se tenía que trabajar
los fines de semana, nos regalaba la comida, ya sea pizza, pescado, pollo
Kentucky, entre otras cosas. Al año de trabajo se nos daba una semana de
vacaciones y al que no quería descansar, le daba oportunidad de trabajar
pagándole el doble. Cada año nos daba reparto de utilidades y en diciembre nos
regalaba un arcón navideño y un pavo a cada uno de los trabajadores. Cuando
llegaba migración nos escondía en los hornos, que había adaptado para eso. En
una ocasión un compañero se accidentó en un montacargas, saliéndosele un
hueso del pie por completo. Lo mandó al mejor hospital de Atlanta, lo indemnizó
con 40 mil dólares y continuó dándole trabajo. Cada año aumentaba el sueldo por
arriba de lo establecido por las autoridades del país y siempre decía que quería
mucho a los trabajadores mexicanos porque gracias a ellos él había logrado tener
todo esa riqueza. Creo que durante todos esos años que laboré en ese país, ese
fue el único lugar que valió la pena haber trabajado.
El inmigrante sin papeles en los Estados Unidos debe comportarse con precaución
ante todas las cosas y personas, desconfiar a la hora de tomar el autobús y al
momento de trabajar. Tiene que ser muy precavido para no ser visto y no debe
visitar los centros comerciales si no tiene nada que comprar. Cualquier movimiento
que haga mal, es muy peligroso para los indocumentados, que han sido
maltratados por las redes de tráfico. La mayoría de los inmigrantes no se exponen
mucho a la vista del público, ya que se encuentran sin papeles oficiales. Por esa
razón, la mayoría de las veces los inmigrantes buscamos la invisibilidad para
escapar de la detención oficial o de las amenazas hacia nosotros o las familias.
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estaba muy crecido y hubo muchos guardias. No logró cruzar hasta el sexto
intento. "Yo dije: ‘¡ésta vez, voy a pasar!’. Y lo pasé."
Ahora que está aquí, tiene que vivir en las sombras como todos los
indocumentados porque no cuenta con la documentación reglamentaria que le
exige el gobierno para estar aquí. Leticia es una entre aproximadamente 12
millones de inmigrantes indocumentados que están viviendo en los Estados
Unidos, y una entre 85,000 y 100,000 que viven en Chicago.
Leticia llegó a Chicago hace más de seis años. Presta sus servicios en una
fábrica, donde logro ahorrar $12,000 mil dólares que requería para que sus hijos
fueran llevados de contrabando del otro lado de la frontera. No tenía a ninguno de
sus familiares con ella, trabajo exageradamente para juntar ese dinero. Su esposo
tomó la decisión de vivir en México. Su hija más chica nació en los Estados
Unidos, donde ella está convencida que el futuro será mejor.
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inmigratorias a personas que están patrocinadas por un empleador, un esposo o
un pariente que es ciudadano.
27
Muchos de los que aplauden esta fecha quizás no se han percatado de que esta
conmemoración ha evolucionado mucho con el andar de los años y, a menudo,
con una pequeña huella de sus orígenes. El 5 de mayo no es, como muchos
norteamericanos piensan, el día de la Independencia de México, es en realidad se
celebra el 16 de septiembre. El día 5 se conmemora la victoria de las fuerzas
mexicanas, menos compactas y en gran parte indígenas, contra el ejército francés
en la Batalla de Puebla, en 1862, luego de un período turbulento en la historia de
nuestra nación.
28
Cuando estuve en los Estados Unidos me tocó platicar con mujeres de
diferentes estados de la república. Sorprendentemente todas ellas del medio rural
o de colonias muy pobres de la ciudad y decían que les tenía sin cuidado que sus
familiares y/o amigos las criticaran por abandonar a sus hijos y sobre todo que
esto fuese una muestra de desobediencia a las normas que se les imponían, como
no tener derecho a trabajar, estudiar, a buscar mejoras salariales o estar
subordinadas al marido proveedor y sujetas a su maltrato. Por esa razón, están
convencidas de haber buscado el sueño americano e insertarse en otra cultura,
muy distinta a la de nosotros, para así alejarse de sus familias, de su país y así
poder independizarse económicamente y lograr sus objetivos.
Estando en un bar gringo 9, una amiga me platicaba que ella emigró por los
golpes, mentiras, humillaciones, pobrezas causadas por el gobierno y tomó la
decisión de caminar días y correr el riesgo de ser ultrajada por pandillas, de ser
abandonada en el desierto para poder brindarle una vida decorosa a sus hijos.
8
Me refiero sobre todo a la mujer del campo y a la de clase media.
9
Ese es el “deporte” favorito de muchos mexicanos en EE. UU: bebida, droga, pandillas, armas,
etc.
29
No debemos olvidar que en el mundo de las mujeres mexicanas
indocumentadas está compuesta por aquellas que logran cruzar la frontera y se
encuentran laborando en el país de los “sueños”, aquellas que fracasaron en su
intento y aquellas que murieron en el intento de llegar al objetivo que se habían
trazado. La mujer mexicana indocumentada es sinónimo de respeto, de alabanza,
de orgullo para toda la sociedad mexicana porque tiene que cumplir con roles de
trabajo más allá de lo establecido y que un hombre no puede desempeñar. En el
país del norte la mujer mexicana indocumentada se emplea en los mismos
trabajos desarrollados por el hombre, trabaja de 40 horas en adelante sin parar y
si tiene que laborar más horas, lo hace. Como toda mujer, trabaja estando
embarazada, enferma, atiende al marido y a los hijos; tiene que soportar
humillaciones por parte de los gringos, entre otras lindezas. Recuerdo cuando
trabajé en la Global Textile Service, una de las compañias más grandes de la
Unión Americana en la fabricación y elaboración de carpetas, alfombras y
alfombras para automóviles;10 allí trabajó una señora de 60 años
aproximadamente oriunda del estado de Guanajuato. En el turno de la noche se
trabajaban doce horas y ella permanecía parada toda la jornada poniendo más de
1.000 hilos a las diferentes máquinas, prácticamente sin parar.
Lo que observé en distintas fábricas donde laboré, fue que las mujeres
mexicanas que no cuentan con papeles para poder realizar algún trabajo son más
numerosas que sus similares residentes. Por tal razón, tienen la desventaja de
disminuir su fuerza de trabajo, por si fuera poco, tiene más posibilidades de
convertirse en madres que las mujeres norteamericanas, quienes no desean tener
hijos. Esto les perjudica porque tendrán que permanecer más tiempo a lado de sus
hijos. Si tomamos en cuenta que las mujeres y hombres indocumentados ganan
10
Aquí se elaboran tapes sólo para personas europeas muy ricas y llegan a costar más de 1.000
dólares cada uno.
30
menos que quienes tienen residencia o ciudadanía, tardarán más en juntar dinero
para retornar lo más pronto posible a sus lugares de origen.
En una de mis travesías hacía los EE. UU., me tocó ayudar a cruzar a una
mujer de Aguascalientes que tenía ochos años que no veía a sus dos hijas. Su
esposo había muerto hacía años cruzando la frontera y las hijas estaban con una
hermana suya. Le cuestioné el por qué había tomado tal determinación y me
contestó: “para mujeres mexicanas como yo, hay muchas oportunidades de
encontrar trabajo e incluso de poder ir a la escuela; e incluso, ¿por qué no?,
ocupar un puesto sobresaliente en alguna fábrica u oficina. En México, encuentras
muchas trabas para poder sobresalir, se tienen muchos complejos culturales como
la religión, etc. Por ejemplo, yo quise salir de mi casa para poder estudiar, pero
mis padres me decían que no querían ese futuro para mí; mis padres tienen una
mentalidad muy conservadora donde creen que la mujer debe sólo salir de la casa
cuando se va a casar. La educación y muchos de los trabajos de donde vengo son
sólo para los hombres [sus padres son campesinos], las compañías prefieren darle
trabajo a un hombre que a una mujer; y lo que es peor aún: la mayoría de las
mujeres que solicitamos un empleo debemos presentar un certificado médico de
no estar embarazadas. Por eso voy para allá”.
31
por la ley, sin darles seguro social e incluso las despiden antes para no pagarles. A
esto le podríamos llamar economía subterránea. Esta economía se establece en el
campo, donde miles de mujeres mexicanas trabajan de sol a sol y, cuando llega la
hora de pagarles, los dueños les hacen cuentas chinas dándoles lo que ellos
creen que es conveniente. Acaso esta es la idea de la globalización. De ser cierto,
se tendría que replantear el trabajo de miles de mujeres vietnamitas que trabajan
para la empresa norteamericana NIKE. Esta es una cita de Johan Norberg:
*"Si quieres estar a la moda en estos días, no lleves productos fabricados por
Nike antes bien, los boicoteas. Así que estaba interesado en oír a alguien no
solamente elogiando los sweatshops de Nike, sino que proclamando además que
Nike es un ejemplo de negocio bueno y responsable. Ese "alguien" ha sido el
Partido Comunista del Vietnam, que es el que gobierna ese país… []… La verdad
es que el trabajo parece duro, y las condiciones de trabajo sombrías, si
comparamos las fábricas vietnamitas con las fábricas de nuestro país. Pero esa no
es la comparación que hacen estos trabajadores. Ellos comparan el trabajo en
Nike con la forma en la que vivían antes, o la forma en la que sus parientes o
vecinos todavía trabajan. Y los hechos son reveladores. La paga media en una
fábrica de Nike cercana a Ciudad Ho Chi Minh [antigua Saigón] es de 54$ al mes,
casi tres veces el salario mínimo para una empresa de propiedad estatal. Hace 10
años, cuando Nike se estableció en Vietnam, los trabajadores tenían que andar
hasta las fábricas, a menudo muchas millas. Después de tres años de salarios de
Nike, pueden permitirse bicicletas. Tres años después, pueden permitirse
ciclomotores... []...hoy en día, los primeros trabajadores pueden permitirse
comprar un automóvil." (Cita tomada de Wikipedia Foundation, Inc., el día 16 de
diciembre de 2008).
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educado a mujeres y hombres mexicanos con valores diversos. También se han
establecido relaciones desiguales. Esa desigualdad se expresa, entre otras cosas,
en la construcción del estereotipo de la mujer como “sexo débil” que solo sirve
para el trabajo doméstico y cuidado de los niños. Las diferencias establecidas en
cuanto al género derivan en incertidumbre para la mayoría de las mujeres de
nuestro país, debido a que se les ha considerado como simples objetos sexuales,
que tienen menor capacidad tanto física como intelectual que los hombres para
desarrollarse en el entorno social.
33
En cambio, los trabajadores mexicanos que participa de estos servicios en los
diferentes programas establecidos por el gobierno estadounidense es un grupo
reducido de personas. El tiempo de estancia en la Unión Americana por parte de
los indocumentados mexicanos, no hace mayor diferencia en el acceso al sistema
de seguridad pública. Aunque los inmigrantes de larga estancia logran avances
respecto a los inmigrantes recientes, todavía persisten rezagos frente a los
mexicano-americanos. Los mexicano-americanos son los que cuentan en
proporciones mayores con un seguro médico público. El estado de salud de los
migrantes constituye un activo fundamental para el impulso total de sus
capacidades, para el cometido laboral y su participación social.
El tener una buena salud favorece a los migrantes, a sus sucesores, a los
residentes mexicanos y al propio norteamericano. Sin embargo, cuenta con
impedimentos de carácter macro-social y económico en las diferentes zonas de
destino como en las de origen. La salud de los migrantes mexicanos y también las
de los centroamericanos es, por tanto, una inquietud que atañe a México, Estados
Unidos y a los países centroamericanos, cuyo cuidado requiere de esquemas y
tácticas con una configuración binacional.
34
mencionamos), mientras un cirujano de ese país gana al año 147 mil dólares al
año.
35
multa. Las políticas que está implementando el gobierno de los Estados Unidos
están orientadas a negar la atención médica a miles de mujeres indocumentadas.
36
Indudablemente, México tiene lugares paradisíacos. Su extenso territorio nos
permite tener playas, bosques, ciudades, museos, etc., que visitar. Pero la
situación económica es verdaderamente preocupante: el salario mínimo para la
mayoría de los mexicanos es de 50 pesos diarios (alrededor de unos 4 dólares), el
desempleo es altísimo, abundan los asaltos y las violaciones, el número de robos
de autos es alarmante; cierto tipo de robo es solapado por las autoridades y según
nuestras leyes algunos de esos delitos están tipificados como no graves y
alcanzan una fianza, motivo por el que en menos de tres días los delincuentes
están en la calle robando de nueva cuenta; miles de niños y adolescentes viven en
la calle drogándose, la corrupción en todos los niveles de la sociedad mexicana es
muy alta, nuestros ilustres diputados y senadores tiene sueldos de 100 y 150 mil
pesos mensuales. Bajo estas premisas la gente más desprotegida no tiene otro
recurso que migrar al país del norte del cual dependemos desde hace muchísimos
años. Por tal razón, todos los hombres toman la decisión de mudarse y con mayor
suerte encontrarán trabajo y una mejor estabilidad social y económica. El salario
más raquítico en la unión americana es de 50 a 60 dólares diarios (esto se obtiene
en lugares como Wall Mart, Burger King y tiendas de autoservicio. Se trabaja en
estos lugares cuando acaba uno de llegar a ese país y no se encuentra algo mejor
(eso sí, con tan sólo una sola hora de trabajo de puede adquirir una hamburguesa
con papas y un refresco grande, cosa que no se puede hacer en México, ya que
se requieren ocho horas de trabajo).
Las ciudades tienen un atractivo muy poderoso para los campesinos. Con
frecuencia los campesinos mexicanos quedan deslumbrados por las grandes
urbes, lo que se ve reflejado –lógico es- en lo que no pueden adquirir en el medio
rural. En las grandes metrópolis existe una mayor diversidad de empleos, muy
tentadora sobre todo para la mujer campesina, cosa que no se da en el medio
rural porque sólo existen actividades de índole agropecuaria. Podemos constatar y
encontrar un número muy variado de servicios, ya sean educativos, médicos, etc.,
pero también encontramos empleo poco calificado; es decir, con frecuencia las
grandes urbes requieren de mano de obra para aquellos empleos de escasa
exigencia y de un menor salario. Estos empleos son cubiertos por la mano de obra
inmigrante campesina. Todo esto se daba hace muchos años, cuando las grandes
ciudades les daban la posibilidad a estas personas de encontrar un trabajo. En la
actualidad esto no es ya factible y terminan nuestros campesinos emigrando al
país del norte. La mayoría de los trabajadores indocumentados que van al norte
en busca de trabajo procede de los estratos sociales que se encuentran en
extrema pobreza, cuyo ingreso al día es verdaderamente paupérrimo. Muchos van
a los Estados Unidos ya no digamos por encontrar un mejor empleo, sino por no
encontrar trabajo en México.
37
sin encontrar respuesta. Entonces me dediqué a hacer “Antropología de las
llaves”: mi suegra tenía en ese entonces una cerrajería que le heredó a mi esposa.
En ese lugar aprendí, durante muchos años, todos los trucos y secretos de ese
oficio y, con el tiempo, el pequeño negocio fue decayendo. Por eso decidí cerrarlo.
Un día, uno de mis mejores amigos me invitó a trabajar en los EE. UU,
precisamente en el campo. Error mío al aceptar porque yo no soy campesino. Me
bajó el cielo y las estrellas (también los dólares) por llevarme a trabajar. Ese día
me platicó que él estaba trabajando en campo de cultivo de chile para ser
industrializado y que ganaba a la semana mínimo 20 mil pesos. Me convenció,
pues pensé: “¿cuándo carajo voy a ganar eso en México?”. Recuerdo muy bien
que ese día nos reunió en un café para explicarnos cómo iba a ser la ruta del viaje
y todo su itinerario. Salimos un 15 de octubre de 1999 hacia la ciudad Agua Prieta,
Sonora y tardamos en llegar tres días con dos noches. En ese lugar nos
hospedamos en una casa dedicada a dar posada a inmigrantes mexicanos y
centroamericanos. Ahí conocí por primera vez los dólares (qué bonitos son). La
persona que nos iba a pasar se llamaba Elías, un coyote con mucha experiencia.
Nos explicó todo lo refente al cruce y lo que se tenía que hacer. Ya estando de
acuerdo, nos dijo que descansáramos lo que quedaba de ese día y que nos
preparáramos para salir al otro día a las seis en punto para cruzar.
Al siguiente día, a las seis en punto llegó un taxi para llevarnos al punto del
cruce, ahí empezó una de mis primeras aventuras. Empezamos a caminar y a
caminar y a saltar alambrados (salté 226 alambrados, altísimos todos, pues no son
como los de México) y hubo momentos en la noche que se tuvo que trotar e
incluso que correr por espacio de más de dos horas. Hubo gente que se quedó
abandonada. Nos escondíamos en los senderos porque pasaba la patrulla de
migración y con sus anteojos infrarrojos nos perseguía. Así detuvo a varios de los
que iban con nosotros. Los que tuvimos suerte pudimos proseguir esa
11
Es muchísima la gente del estado de Guanajuato que está laborando en ese país del norte.
38
peregrinación. Recuerdo que caminado por el desierto íbamos todos en fila india,
había muchos arbustos típicos del desierto con unas espinas bien grandes que
nos las enterrábamos en los brazos y cabeza. A la mitad del camino me atravesé
una de esas espinas en el pie y nadie se paró a ayudarme. Le grité a mi cuate que
me ayudara y me dijo: “arréglatelas como puedas”. Como pude me saqué la
espina del pié y así caminé el resto de la noche con dolor y lleno de sangre. Poco
después descansamos por espacio de unos quince minutos para que nos
explicara el coyote cómo se iba a cruzar la carretera. Nos dijo que cuando pasara
la patrulla de migración, a la orden de él, teníamos que correr hacia la otra
alambrada y saltarla y el que no lo lograra se quedaba. Así sucedió. Al pasar la
patrulla fronteriza, el coyote dio la señal y “piernas para que las quiero”. A pesar de
estar lastimado, llegué a la alambrada (no en primer lugar, estaría presumiéndoles,
y ahora me río). Logré saltarla. Todo esto fue en cuestión de minutos, aunque a mí
me parecieron horas. Para colmo de males, cada vez que pasábamos por alguno
de los ranchos de este lugar, los rancheros nos soltaban a los perros, teníamos
que correr y escondernos. Para mí fue difícil por estar lastimado. Seguimos
caminado, hacía un frío de los “mil demonios”. Yo llevaba dos camisetas, una
camisa, una chamarra y en mi mochila una botella con agua (son de las primeras
indicaciones que te dan para poder cruzar). En el trayecto sentía mucho frío, no
paraba de temblar, a pesar de todo lo que había caminado y corrido. Cuando me
dio sed, quise tomar mi botella con agua, pero me percaté de que estaba llena de
agujeros y toda se había regado en mi mochila y parte de mi espalda. Las espinas
de los arbustos habían hecho su trabajo. Después de horas de caminar, seguía
teniendo demasiada sed, creo que como nunca en mi vida. Cuando pasmos por
un terreno, se encontraban una especie de jagüeyes como los que usan nuestros
campesinos o indígenas de México para almacenar agua. Casi todos tomamos
agua. Error. Como estaba muy sudado y el agua muy fría, el tiempo cobraría
factura de ese traspié.
39
En ese grupo iba con nosotros una muchacha de El Salvador y un sujeto,
por cierto muy feo de carácter. Este individuo abuso de la chica estando nosotros
completamente dormidos y se le escapó al coyote. Dos horas después, las
patrullas se fueron. Nunca revisaron ese lugar, permanecimos por espacio de
nueve horas en ese granero hasta que fue una vagoneta por nosotros. Nos
llevaron a un pueblito muy chico (nunca nos quisieron dar el nombre del lugar). Ahí
nos distribuyeron en diferentes “trailas”. 12 Ahí nos recibió una señora mexicana
que sirve de enganche entre los coyotes y, lógico, se lleva sus buenos dólares.
Nos dio de comer y un refresco de lata a cada uno. Esta ha sido la comida más
rica que haya probado (bueno, siempre que me he brincado he dicho lo mismo).
12
Se le denomina así a unas casas largas montadas en bases de concreto muy bonitas, pueden
llegar a costar hasta unos 30 mil dólares y tienen todos los servicios, son como las casas de
Xalapa 2000.
40
campesino mexicano, ahorrarse ese dinero y contratar después a otros que le
hagan de igual manera el trabajo.
Llegué a ese lugar enfermo de la garganta, debido a que tomé agua muy
fría durante el trayecto y me afectó. Aunado a la temperatura gélida que prevalecía
en las madrugadas, me enfermé de una infección en el pulmón. Comencé con
mucha temperatura y posteriormente mucha tos y dolor de cuerpo. Decidí regresar
y lo poco que junté se lo pagué a un “gabacho”, 13 para que me trasladara de nueva
cuenta a donde había comenzado mi peregrinar. Cuando llegué a la casa, me
sorprendió encontrarme con mi amigo: lo había deportado migración en una de
esas redadas. Le expliqué la razón por la que me regresaba y me dijo que primero
tenía que pagarle lo que me había tragado. Le contesté que no fuera mala gente,
que regresaba derrotado y sin ningún centavo en la bolsa. Este argumentó que no,
que él no mantenía huevones y que si no le pagaba me iba a madrear. La verdad
ya le traía ganas, así que lo bajé de la cama a punta de golpes y le puse una
buena madrina. Permanecí en ese lugar hasta que mi esposa consiguió dinero
para poder regresar. Esta es una de tantas anécdotas que pasé en Estados
Unidos y que seguiré abordando.
Los mexicanos siempre nos quejamos del trato recibido por los
norteamericanos, de la violación de los derechos humanos hacia nuestros
paisanos, el trato inhumano cuando son detenidos, las violaciones hacia nuestras
13
Es una de tantas formas de cómo le llama el mexicano al norteamericano o estadounidense.
41
mujeres mexicanas, la explotación en los trabajos, la falta de los más elementales
servicios de salud, etc. Nosotros hacemos exactamente lo mismo con todos los
centroamericanos. Por eso está el dicho: “no hagas, lo que no te gustaría que te
hicieran”. La frontera sur es una zona que se ha convertido en uno de los cruces
más difíciles y peligrosos para la mayoría de indocumentados centroamericanos.
La mayoría, como ya se sabe, proviene de El Salvador, Guatemala, Honduras y
otros países ya conocidos. Ellos tienen que cruzar por Chiapas, donde son
asaltados y sus mujeres violadas. Viajan en trenes sin protección alguna y cuando
caen sufren amputaciones. Esto representa un alto riesgo y costo para poder
llegar al sueño americano.
42
manejo, tener crédito para comprar casi lo quieran. Algo muy importante es tener
derecho a servicios de salud (cosa que los mexicanos no pueden) y otros
beneficios más. Al ver todo esto, los mexicanos envidian la situación de los
centroamericanos y no los quieren. Cuando se dan pleitos entre centroamericanos
y mexicanos siempre hay muertos y los segundos siempre los aporrean por ser
mayor número. Lo único en lo que no nos ganan los centroamericanos es en la
realización de trabajos pesados. Los gringos dicen: “si tengo a diez
centroamericanos con papeles y un mexicano ilegal, me quedo con el mexicano”.
Para llegar a estas dos primeras instancias, se tenía que trabajar las orillas
de los campos sacando la basura, amontonando el pasto podrido; es decir, había
que hacer méritos para poder trabajar al lado de los tractores. Posteriormente, al
dominar estos trabajos, enseñaban a fumigar el pasto, a diferenciar los diversos
químicos que se usaban para la conservación y crecimiento del mismo. 16
43
En una hielera poníamos cerveza a enfriar y la pasábamos todo el día
tomando para poder soportar el trabajo y los 48 grados de temperatura. Vivíamos
más de cien mexicanos y centroamericanos en una casa larga y muy grande.
Recuerdo que sólo había seis estufas para cocinar, ocho baños (en esto último no
había tanto problema porque la mayoría de ellos se bañaba cada ocho días).
Además, teníamos Dish.17
Permanecí por espacio de diez días atado al piso. Durante ese tiempo, no sabía
qué hacer o que decir. Sólo me cuestionaban que no los viéramos, que
claváramos la mirada al piso. Tampoco nos proporcionaban alimentos, tampoco
nos daban agua. Pensé que me iban a matar, debido a que oía que a otros
individuos que habían llevado antes que a nosotros, los torturaban muy feo y sus
gritos me invadieron porque sentía mucho miedo.
Después me explicó que el tormento durante esos diez días era persistente, pues
les colocaban las armas en la cabeza y les decían que los iban a matar. Y así iban
llegando más personas secuestradas, pero nadie salía. Nos pidieron dos mil
dólares (mil a cada uno) para podernos dejar ir. Aunque Fernando pensaba que
nadie saldría con vida de ese lugar, aún vive para contarlo. Eso es lo que pudo
constatar a lo largo de esos días que estuvo privado de su libertad.
La finalidad del secuestro era contactar a los familiares de las víctimas para
obligarlos a pagar su recate de 2 mil dólares. Varias familias pagaron, pero
Fernando nunca supo si en verdad fueron liberados. Había una persona que tenía
mucho tiempo de estar en ese lugar y supe que lo iban a matar por no pagar lo
que le estaban pidiendo. Cuando me trasladaron a ese lugar, tenía 15 días
17
Sistema de TV por cable, en donde se veía, se aplaudía y se les gritaba a las mujeres de las
películas porno. Por eso el baño siempre estaba ocupado.
44
secuestrado según el testimonio de Fernando. Al tener conocimiento, llorando le
suplicó a sus captores que por favor lo dejaran en libertad, que él no tenía en ese
momento dinero, debido a que se lo habían quitado todo en el trayecto y que
había dejado esposa e hijos. Les suplicó una y otra vez y fue dejado en libertad.
Su franqueza hizo que los secuestradores le dieran su libertad, no así a otras
personas que ya tenían días de haber llegado. Esto sucedió cuando Fernando
intentó cruzar por segunda ocasión nuestra frontera. Recuerda que en su primer
intento logró cruzar hacía el vecino país del norte, pero fue deportado. Con unas
cervezas en la mano me explicaba que él ya no quería venir, pues es mucho
dinero con lo que se endeuda uno, aparte de todos los peligros que se tienen que
sortear. “Lo hice de nuevo porque no tenía trabajo y debía mucho dinero y por tal
razón, decidí volver venirme pa´cá”. La odisea que tuvo que pasar es la misma
que experimentan en México cientos de centroamericanos que pretenden llegar a
Estados Unidos. Días de pesado viaje, angustia, dolor, temor, y de paso, ser
secuestrados por un comando armado. Fernando agregó en su relato:
Para mí fue muy duro porque nunca esperé pasar todo eso y porque nunca he sido
secuestrado. Aunque no he visto morir a nadie de esa forma, durante mi encierro me
pude dar cuenta que sacaron de la casa a un tipo de El Salvador y a un
guatemalteco lo obligaron a que lo matara con un machete. De nada sirvieron los
ruegos de estas personas y fueron golpeados salvajemente porque no quisieron
hacer lo que se les dijo.
Yo le pedía mucho a Dios para que no me fueran a matar. Uno de los
secuestradores, quien lo liberó luego de otro breve interrogatorio, y lo dejó en
libertad en el transcurso de la madrugada, después de 11 días de torturas físicas y
maltrato psicológico. Cuando me quitaron las vendas de los ojos vi todo borroso y
me pude percatar que algunas de las personas que emprendieron el viaje estaban
conmigo. Después no supe más qué pasó con ellos. Estas parecieran historias
inventadas, pero un cosa es contarlas y otra vivirlas.
45
CÓMO SE AYUDAN LOS MEXICANOS INDOCUMENTADOS EN ESTADOS
UNIDOS Y CÓMO ES EL TRABAJO ALLÁ
46
Un área en la que se encuentra trabajo fácilmente y no exigen papeles es en los
diferentes restaurantes y centros comerciales. En la mayoría de ellos pagan al
contado.
Como se puede observar, es muy difícil cuando se llega por primera vez a
este país en calidad de inmigrante indocumentado. Son pocos los que le tienden la
mano a uno. La siguiente es una pequeña remembranza de cómo se cierran estos
grupos de mexicanos hacia otras etnias. Para ingresar a los Estados Unidos
ilegalmente, se tiene que pagar a un coyote o pollero y por más que le ruegues
que te cobre un poco menos, siempre argumenta que no se puede porque es muy
peligroso, y si pueden quitarte más dinero, no se tientan el corazón para cobrarte
de más. Además, son capaces asaltar y abandonar a su suerte o entregar a
bandas de asaltantes a quienes se supone que guían en el camino hacia el otro
lado de la frontera. Cuando logra uno atravesar la línea divisoria entre los dos
países, se llega a la casa de la persona a la cual le pidió uno ayuda, quien a la
menor brevedad posible empieza a cobrar los gastos que genera el estar en el
lugar. Aparte se tiene que gastar en los papeles para poder trabajar, etc. Son muy
pocos los que ofrecen ayuda desinteresadamente a los indocumentados.
En aquella fábrica limpiaba pisos y lavaba baños, usados por la mayor parte
de los mexicanos que laboraban en ese lugar. Cuando llegué, todos se burlaban
de mí y me decían: “¡apúrate pinché burro lava caños!” y muchas cosas más. En
ese lugar, se operaban diferentes grúas y montacargas; también había diferentes
47
máquinas de Inglaterra y Alemania para pulir los diferentes aceros. Con el tiempo,
les decía a los obreros que me enseñaran a operar las máquinas y se burlaban,
pero un día faltó un afro-americano que tomaba mucho y lo sustituí. Su trabajo
consistía en tirar discos toda la noche para pulirlos (en una noche llegué a tirar
más 2000 discos). Estos se ponían en una banda eléctrica que trasladaba los
discos por 8 máquinas con lijas alemanas, saliendo por el otro extremo ya pulidos.
Aquí logré ganar 9 dólares la hora, trabajando durante 3 meses sin parar, los siete
días de la semana.
En otra de las líneas, había una máquina inglesa que pulía láminas de
todos tamaños y diferentes largos, se levantaban con una grúa especial y se
acomodaban en esta máquina en un Fork Lift (montacargas). En esta línea sólo
era un simple chalán: “pon”, “tráeme”, “quítale”, “ponle”, “cárgale”, etc. Esta
máquina era operada por un señor del estado de Michoacán, un “pocho”. 18 Era de
lo peor que pudiera haber, ya que siempre me reportaba, me mentaba la madre en
inglés y otras groserías más. Yo no sabía cómo contestarlas. Muchos mexicanos
indocumentados salieron fracturados o sin algún miembro debido a que esta
persona los ponía nerviosos y eso hacía cometer muchos errores. Nunca me quiso
enseñar nada. Siempre fui su burro de carga, pero siempre me fijé cómo operaba
la máquina y cómo manejaba las distintas grúas y montacargas. Un día hizo mal
un trabajo de una empresa que le daba mucho trabajo a la compañía en la que
laborábamos: echó a perder un paquete de más de 5 mil dólares y lo corrieron.
Las doce horas eran muy pesadas. El trabajo nunca paraba y nadie se
solidarizaba. Los mexicanos siempre acusan entre sí, se ponen muchas piedritas
en el camino. Posteriormente, llegó a operar esa línea de producción un
veracruzano, originario de Tlacotalpan. Durante dos meses le rogué que me
enseñara el funcionamiento de esa línea y un día aceptó. Me instruía a las 3 de la
madrugada cuando ya no estaban los jefes de línea. Lo primero que me enseñó
fue a tirar la basura con un montacargas japonés. Los desechos eran vertidos en
unos depósitos especiales. Era muy peligroso porque el montacargas entraba en
unas rampas muy angostas y se tenía que tener mucha práctica. De otra manera,
el montacargas se podía voltear y matarse el operador. 19 Recuerdo que por falta
de práctica tiraba toda la basura y él se enojaba. Me decía en términos
veracruzanos: “¡Cómo eres pendejo! ¡Ahora la recoges toda del suelo y la pones
en su lugar!”. Así estuve dos meses recogiendo la basura del suelo hasta que
aprendí. También me fue enseñando poco a poco todos los trucos para poder
operar esa máquina y también aprendí a operar las diferentes grúas que había en
ese lugar.
18
Se le denomina así a las personas de padres mexicanos pero nacidas en los Estados Unidos.
19
Dicen que mucha gente había perdido la vida descargando ese tipo de material.
48
esposado y remitido a la estación de policía, en donde sólo se puede pagar fianza.
Posteriormente, a los dos o tres meses tienes que ir a la corte por tu sentencia.
Sólo una persona residente o naturalizada en el país podrá manejar tu automóvil.
Con el paso del tiempo, es fácil percatarse de cómo los diferentes grupos
raciales se cierran y, por lo general, no dejan o aceptan tan fácilmente la entrada
de otros a su vida diaria. Por ejemplo, los gringos son altivos, prepotentes,
engreídos, creen que todo lo pueden y la mayoría de ellos no quieren a los
mexicanos ni a los centroamericanos, ni, en general, a los latinos, porque es una
etnia que se considera muy superior a las demás. Dicen: “nosotros somos altos,
rubios y de ojos claros, lo que el latino no tiene”. Pero en esto hay algo curioso:
este sentimiento de superioridad con respecto a los latinos se da más entre los
hombres norteamericanos que entre las mujeres, ya que estas prefieren más al
latino que a los de su propia raza. En varias ocasiones les pregunté a algunas
mujeres gringas casadas con mexicanos la razón por la que habían preferido vivir
con paisanos, a lo que contestaron que ellas llevaban varios matrimonios con
americanos que sólo les hacían el amor una vez al día y los mexicanos las veces
que quisieran.
20
La distancia es más o menos la que existe entre Xalapa y Veracruz.
49
afroamericanos les dicen “bastardo” y los mexicanos dicen de ellos que “los
negros cuando son chiquitos, son como los perritos, muy bonitos, pero cuando
crecen son como la chingada de feos y huevones”. Son etnias bien definidas.
Mientras los afro-americanos tienen sus negocios obscuros, sus pandillas e
incluso su clase de mujeres, los mexicanos tienen con sus famosos cholos o
pandillas y los centroamericanos sus famosas maras. Recuerdo que en una
ocasión, buscando trabajo con un compañero de Durango, pasamos por un barrio
de nombre California, donde viven sólo afro-americanos. Al hacer alto, dos de ellos
nos apuntaron con sus pistolas y nos quitaron todo lo que teníamos, y como yo
casi no llevaba dinero, me pegó con la pistola en la cabeza y me dijo que para la
otra, si no llevaba dinero, me iba a matar.
50
Sin embargo, el chicano se preocupa más por el indocumentado mexicano.
Aquel, al conocer más sobre leyes y derechos, le tiende más la mano al
indocumentado. Pero estos son lo chicanos que, por así decirlo, son ya viejos en
ese país. Las nuevas generaciones son las que se oponen a los nuevos
inmigrantes indocumentados. No nos quieren.
51
poder mejorar sus condiciones de vida y las de su entorno social. Cuando estuve
trabajando en el campo de Arkansas, había un compañero del estado de
Guanajuato, quien me decía que él es un hombre de campo, de origen económico
verdaderamente humilde. Cuando trabajó en la recolección de lechuga en su
estado cada día tenía que hacer un esfuerzo mayor por recolectar lechugas y
poder tener algo extra de dinero para el sustento de su familia. “Nunca tuve buena
ropa, zapatos, buena comida, no se diga diversiones. Sin embargo, después de
varios intentos de cruzar la frontera y de lograrlo, mi vida, aparte de adquirir
sentido, se tornó novedosa; comencé a tener acceso a ciertos lujos, mandaba
dinero a mi hogar, empecé a tener diversiones como ir a fiestas, a ingerir bebidas
embriagantes [la mayor parte de sus ingresos lo destinan a esto]; logré tener
buena ropa, una cama donde dormir porque allá no teníamos camas o algo que se
le pareciera. Dormíamos en el suelo”. Decía que la mayoría de los jóvenes fuman
marihuana, cocaína, alcohol. Es mentira que aquí se descompongan lo chicos, ya
vienen con esos malos hábitos y tienen mucha facilidad de obtener sexo, cosa que
en el pueblo no se puede o no es tan fácil. Por eso existen muchos casos de sida.
En este país existen dos clases de mexicanos: los que se la viven drogándose,
tomando, en bailes y los que se aguantan las ganas de ir a los bailes, los que no
se drogan, los que no salen para nada a las calles porque se quedan todo el día
en la casa a cocinarse y lavar su ropa. Sólo así es como puedes ahorrar un poco.
Por lo regular, a los mexicanos les fascinan los bailes. Aunque saben del
peligro que representan las redadas por parte de migración, se aventuran a estos
convivios viajando grandes distancias para escuchar a su grupo predilecto. Les
encanta la música norteña, ingieren grandes cantidades de licor y conducen en
estado de ebriedad de regreso a sus casas. Cuando una persona es detenida en
52
ese estado, es remitida a la estación de policía más cercana, pero tiene que ir
alguien con residencia o que sea ciudadano a pagar la fianza. Posteriormente,
tiene que ir a la corte en el tiempo que se le indique. Si no se presenta a dicha
diligencia, le envían el primer citatorio y otra multa por no haberse presentado.
Envía la autoridad correspondiente el segundo citatorio y prácticamente se repite
el procedimiento. Pero ya para el tercer citatorio, si la persona no se presenta, los
oficiales de policía va a su casa sin que se presente orden de cateo, sino que
entran con pistola en mano y se acabó. Hecho esto, lo presentan ante el juez y
este lo pone los días que considere convenientes en la cárcel, le aplica una fuerte
multa y, además, lo castigan con servicio a la comunidad. Le proporcionan un
librito donde escoge las horas de trabajo a la semana y el lugar donde “quiera” ir a
prestar dicho servicio (lavar platos, a limpiar pisos en algún hospital, etc.).
Recuerdo que en una ocasión salí del trabajo y se me pegó como chicle
una patrulla. Por el retrovisor me percaté que en su computadora revisó mi placa,
me siguió por mucho tiempo y decidí entrar a un centro comercial y, lógico, me
siguió, pues la policía de los Estados Unidos puede entrar en donde sea. Por su
torreta me dijo que me detuviera.23 Me pidió mi tarjeta de circulación, la miró, pero
nunca me solicitó mi licencia de conducir, que no tenía, por lo que me hubiera
detenido y remitido a la estación de policía más cercana, pasando por todo el
proceso ya comentado.
21
En ese país el policía también es agente de tránsito.
22
Todo esto es igual a lo que se hace en Tránsito del Estado en Xalapa, pero la mayoría de los
mexicanos falsifican las licencias o pagan para obtener las ciento ochenta preguntas y así poder
pasar, a la primera, el examen.
23
Cuando esto sucede se tiene que bajar casi todo el cristal de la ventanilla y poner las dos manos
sobre el volante, contestar sólo lo que pregunte el policía.
53
muchos mexicanos las quebrantan sin importarles lo que les puede costar en la
actualidad, que es un mínimo de seis meses de cárcel y la deportación.
En la mayoría de los trabajos, los días de pago son los jueves o los viernes.
Desde ese momento, “la raza” empieza a comprar cerveza en cantidades
industriales y llegando el viernes en la tarde comienza la convivencia: asan carne,
longaniza, etc., y a tomar como cosacos. La música a todo volumen no puede
faltar. Así las cosas, el pocho o el México-americano le habla a la policía y esta se
presenta a la casa y da una primera advertencia para que se le baje a la música.
Si persiste el problema, regresa y ya a la tercera llegan infinidad de camionetas,
entran a la casa y se llevan a todos con todo y equipo de música. Un viernes
trabajé toda la noche en una fábrica de plásticos. Cuando llegué, mis compañeros
ya estaban festejando el fin de semana con la música a todo volumen y tomando
cerveza. Yo dormía en un closet porque cuando llegué a esa casa ya no alcancé
lugar y me asignaron el closet. Ese día me insistían para que me tomara unas
cervezas con ellos y les dije que estaba muy cansado. El caso es que me llevé
sólo cuatro para el sueño y al otro día, al despertar, me percaté de que no había
ruido y ni gente. Les pregunté a los vecinos por mis amigos y me contestaron que
se los había llevado la policía. Tuve que hablarle a la novia de uno de ellos, quien
tenía papeles, para que fuera a pagar la multa y los sacara de la cárcel.
Como ya dije, cuando se arriba por primera vez a los Estados Unidos llega
uno prácticamente desnudo, arrimado, sin dinero. Cuando decidí dejar el estado
de Arkansas (entonces trabajaba en Litle Rock), me comuniqué con un amigo que
vivía en Dalton, Georgia, diciéndole que me ayudara para irme con él a trabajar.
Le manifesté que en donde trabajaba se pagaba muy poco, era trabajo de campo
muy pesado. Él accedió ayudarme. A lo pocos días emprendí el viaje en autobús 24.
Llegué a un lugar llamado Chatworth. Fue por mí un primo de mi amigo de nombre
24
Se tiene que viajar en autobuses gringos, ya que estos son menos molestados por la “migra”. Si
se viaja en autobuses mexicanos que no vengan hacía la frontera con México, es muy probable la
deportación. En avión no pueden viajar los ilegales, debido a que no tiene una identificación oficial
para poder adquirir el boleto. Cuando es utilizado este medio, se le paga a alguna persona con
papeles para que compre el boleto.
54
Manuel (no mencionó los apellidos por obvias razones). 25 Viajamos todo el día y la
noche. Había llegado con 40 dólares, pues había enviado 150 a mi familia.
Cuando llegamos a Dalton mi amigo no estaba porque era el puente del 4 de julio
y había ido a pasear a Miami con su esposa. Llegaron hasta en la noche. Su
esposa –como decimos en México- me puso cara y nunca le agradó la idea de
verme en su casa. No había comido nada en todo el día. La mujer de Manolo hizo
de comer, se sentaron a comer y no me invitaron. Hasta que mi amigo le dijo a su
esposa que hiciera de cenar, fue cuando comí. Dormía en el suelo.
Para que se tenga idea de lo que genera la presencia del mexicano, en ese
lugar existen demasiados Dealeer. 27 Los principales consumidores de coches
seminuevos son, por lo general, los paisanos. Siempre hay mexicanos comprando
coches en estos lugares y existen compatriotas que tienen dos o tres automóviles,
después de que –como dicen ellos- en su tierra no tenían ni para el camión. Hay
paisanos que, por su estatus de ilegal, no pueden adquirir coches y muchas otras
cosas. Las adquieren gracias a personas que tienen papeles en regla y así logran
rentar una casa, poner teléfono, luz, cable, etc. El amigo con el que llegué a vivir
ganaba 7 mil dólares a la semana y su esposa 6 mil, tenían dos súper coches,
rentaban una casa bonita y perfectamente amueblada, consumían en los mejores
supermercados. Cuando le preguntaba si pensaba regresar algún día a México,
me contestaba que no, que él no quería volver a ser pobre. Actualmente vive en
Las Trancas, tiene un año que regresó debido al fallecimiento de su madre y está
muy arrepentido. Cuando llegó a de nueva cuenta a México sufrió demasiado.
55
estatus de riqueza. Así lo manifiesta su apariencia física y mental, adquieren joyas
(sobre todo), se visten muy bien, adoptan la indumentaria tipo vaquero 28, manejan
su buena “troca” (camioneta) con estereo de lo más caro en el mercado y se
cortan el pelo en forma de casquete (se dejan un poco de cabello en la parte
superior) y hacen que sus hijos se vistan de igual forma. Viven con los lujos más
exagerados y sin ahorrar, adquieren todas las marcas de perfume existentes, les
gusta mucho comprar armas, sabiendo que es algo que esta sumamente prohibido
y que sólo las pueden comprar residentes o nativos de ese país.
28
Casi siempre ropa de mezclilla, camisa vaquera y botas puntiagudas.
29
El rol son dos cilindros enormes donde se envuelve la carpeta. Existen varios tipos de carpetas:
la más pesada para trabajar es una denominada sintec (sintética), que usa para los interiores y la
cajuela de los coches de marcas como Ford, Chevrolet, Chrysler, Toyota y otras. También se
emplea para adornar algunos tipos de casa de gente rica de ese país. Un simple rollo puede valer
miles de dólares. Si se llega envolver mal, puede maltratarse. Cuando el cliente no la quiere por
algún defecto de fábrica, la compañía tiene que solventar esas pérdidas. Entonces el riesgo de
operar una máquina de ese tipo es mucho porque puede representar pérdidas para la compañía.
56
Este se acercó a mí y me preguntó: “¿En realidad sabes operarla, grandísimo
pendejo?” Le contesté: “Sí señor, yo sé operarla”. Se llevó la mano a la cabeza y
se rió. Enseguida me tomó del brazo y me llevó hacía el rol. Todos me veían, me
temblaban las piernas y otras partes del cuerpo no las sentía. Luego me dijo el
mayordomo: “Tienes una semana para manejarla, y si no lo haces, te prometo que
no sólo no vas volver a encontrar trabajo en este pueblo, te voy a echar a
migración. ¿Me entiendes pinché mexicano?” A lo que yo simplemente contesté:
“Sí señor”.
57
Aprendí algo muy cierto acerca del comportamiento del mexicano. Cuando
se cruza la frontera, cambia en un cien por ciento el comportamiento de todos los
que logramos cruzar la frontera, pues ya no tiramos basura en la vía pública o por
la ventanilla del coche, no nos pasamos los altos en el coche; nos hacemos
puntuales para ir al trabajo, si no nos corren; cuando manejamos, esperamos a
que se ponga el verde y le damos preferencia al peatón, mientras que en México
les mentamos la madre o no les damos preferencia. Nos ponemos el cinturón de
seguridad para manejar, no se cambia de carril abruptamente sin antes haber
puesto nuestra direccional; en fin, dejamos de ser lo que somos en México:
incultos en el aspecto de la educación vial. Cuando se llega a la frontera norte
inmediatamente se respira el cumplimiento de las diferentes leyes por las cuales
se rige ese país. No existe casi la corrupción de la famosa mordida hacia las
autoridades. Esto se debe a que los policías –que también hacen la función de
agentes de tránsito- ganan de 10 a 15 mil pesos a la semana (algo parecido a la
policía de la Ciudad de México). En México, el incumplimiento de las leyes se
arregla con el pago de una multa o con el soborno, mientras que en Estados
Unidos violar las leyes te lleva a la cárcel.
LA SEGUNDA VEZ
58
me decían una y otra vez: “¡No te vayas, papá, no nos dejes!”. Les explicaba la
razón por la cual me tenía que ir, pero no entendían.
En el transcurso del viaje nos pidieron 20 dólares para las cervezas, nos
pidieron nombres y datos relacionados con nuestras vidas. Les dije todo lo
contrario a lo que querían saber, ya que luego fingen secuestrar a las familias y
cobrar dinero que uno no tiene. A continuación la camioneta se desvió de la
carretera y se internó por una vereda. Estaba totalmente oscuro y no se distinguía
prácticamente nada. Llegamos al punto de referencia, nos bajaron y nos
ocultamos en unos matorrales. Como a los veinte minutos llegaron otros cuatro
automóviles y se bajaron otras personas que realizarían la caminata conmigo.
Éramos un total de 15 personas. En diez minutos uno de los tipos nos explicó que
caminaríamos alrededor de cuatro horas (eran las 8 de la noche en punto) hasta
llegar al río y que el guía que nos iba a llevar no lo haría porque tenía otro
compromiso. Así que nos guió un muchacho de tan solo 20 años de edad. Una
señora argumentó que era muy joven. El coyote contestó: “Si le parece, pinche
vieja. Si no, ya se puede ir largando por donde vino”. Ante esas delicadas
contestaciones, optamos por permanecer callados.
59
Antes de comenzar la caminata, la mayoría llevábamos nuestras mochilas
con varias pertenencias, pero nos las quitaron y las metieron en las cajuelas de los
automóviles argumentando que eso los atrasaría a ellos debido a que nuestra
carga sería más pesada y nos recalcaron que el que no llevara el paso, se
quedaría abandonado. Cabe señalar que nunca se les paga por adelantado a
estos sujetos, sino hasta cuando se entrega la mercancía (o sea, nosotros) en la
ciudad correspondiente.
30
Siempre lo había visto por la televisión, pero verlo directamente es impresionante.
60
Al llegar a la orilla del río, sacamos nuestra ropa de las bolsas negras, y así,
completamente mojados como estábamos, nos vestimos rápidamente, caminamos
toda la orilla del río hasta encontrar a las demás personas que ya estaban
cambiadas. Posteriormente caminamos durante dos horas más hasta llegar a la
carretera, pero el imbécil del coyote se equivocó de ruta y tuvimos que cruzar
como a un kilómetro de una estación de la policía de migración. Saltamos la
alambrada, atravesamos la autopista y nos escondimos en unos matorrales.
Cuando quisimos incorporarnos para seguir caminando, ya teníamos a los
oficiales encima. Nos habían detectado con los catalejos infrarrojos mediante los
cuales se puede ver en la oscuridad. El coyote dijo que nos pusiéramos boca
abajo y no hiciéramos ruido. Se escuchaba cómo decían en inglés los oficiales:
“Hay varias personas tiradas en el suelo”. Otro dijo: “Ya los tengo”. Y en ese
momento nos encañonaron y nos hablaron en español diciéndonos: “pollitos,
pollitos” y se reían. Nos ordenaron que saliéramos y advirtieron que si corríamos
nos dispararían. Nos trasladaron hacia la orilla de la carretera, hicieron que nos
hincáramos cruzando las piernas, de tal forma que no pudiéramos correr. Nos
pidieron identificaciones y que habláramos con la verdad en ese momento.
Preguntaron que si era la primera vez que intentábamos cruzar la frontera y quién
nos había traído. Contestamos lo que nos había indicado el coyote. Después nos
revisaron de pies a cabeza, a las mujeres las revisó una mujer de migración.
61
todos los que habían sido deportados. Nos recordaron las mismas instrucciones
que la vez pasada. Siendo las seis y media de la tarde comenzamos a caminar,
pero en esta ocasión el coyote era una persona de 35 años, aproximadamente.
Después de cuatro horas de rápida y pesada caminata, estábamos en el río Bravo.
Comenzamos a cruzar el río en grupos de tres y logramos llegar al otro lado sin
ningún contratiempo. Nos vestimos inmediatamente y seguimos caminando por
veredas hasta la una de la mañana, hora en que llegamos a la autopista principal.
Esta tenía unos arbustos muy grandes y del otro lado estaba una alambrada muy
grande. En ese lugar descansamos quince minutos y el coyote aprovechó para
explicarnos que al brincar la alambrada teníamos que correr. Se trataba de un
campo con el pasto y la yerba muy crecidos y era muy difícil poder avanzar. Nos
dijo que a dos kilómetros, aproximadamente, estaba una caseta de la patrulla
fronteriza que nos podía detectar con los catalejos y por eso se tenía que correr a
todo lo que se pudiera. Agregó que las patrullas nos perseguirían y que él no iba a
esperar a nadie, pero nos aseguró que el que llegara a los matorrales grandes que
estaban al final del recorrido, prácticamente podía considerar que había llegado,
pues estas patrullas no se aventurarían a seguirnos porque no lograrían meterse a
ese lugar. Tampoco se arriesgarían a seguirnos porque está muy oscuro.
31
Por lo general, estas unidades están equipadas con el sistema cuatro por cuatro.
62
Inmediatamente el coyote hizo que nos levantáramos y comenzáramos a
caminar por esos matorrales por un buen rato. A las cinco de la mañana llegamos
a Brownsville o McAllen, Texas (nunca supe en cual de las dos ciudades estuve).
Nos escondimos en una maleza enorme. Teníamos diez minutos de estar ahí,
cuando llegó un automóvil y nos subieron a todos inmediatamente para dejarnos
en la casa de un señor mexicano que es residente de ese país. A las mujeres les
dieron de cenar y las dejaron bañarse, mientras que a los tres hombres que
quedamos nos hospedaron en un pesebre, junto a caballos, burros, vacas, etc.
Nos dieron de comer a las tres de la tarde del otro día y no nos dejaron bañarnos.
La esposa del cayote se mostró muy grosera y desconfiada.
Al siguiente día, como a las doce, nos acomodaron debajo de los asientos
del vehículo32 que nos transportó para poder pasar la garita. Yo casi no podía
respirar. Cuando llegamos a la garita, estaba todo entumido, pues teníamos varias
horas viajando e íbamos todos amontonados. Al llegar al punto de revisión
escuché cómo pedían los papeles a las personas que nos llevaban. En la parte de
adelante, el señor conducía y su esposa cargaba a su hijo de 6 años; y en la parte
trasera, iban los hijos mayores del matrimonio. Media hora después, abrieron los
compartimentos y nos sacaron para sentarnos en los asientos que estaban
desocupados. Yo tenía todo el cuerpo dormido. No sentía nada. Había pasado
varios días sin bañarme ni cambiarme de ropa y comiendo –cuando bien me iba-
una sola vez al día.
Viajamos todos esos días, y a las once de la noche, por fin, llegamos a
Houston, donde nos esperaba una señora de nombre Francisca. Esta mujer, ya
madura, les pagó a los coyotes. Posteriormente nos alojó en su casa, nos dejó
bañarnos y recuerdo que me dio un plato con sopa y pollo que me supo a gloria,
pero seguí durmiendo en el suelo. Esa misma noche, le hablé a mi amigo para
comunicarle que había logrado cruzar la frontera. En ese instante me dijo que
tenía un amigo de nombre José (por cierto, originario de Xalapa) en Dallas, Texas.
José trabajaba en una imprenta por las noches y mi amigo le había comentado
que llegaría ese día. José le propuso que fuera a probar suerte en la imprenta al
siguiente día. Un sobrino de mi amigo me trasladó en una camioneta hacia la
ciudad de Dallas. Llegamos a las 3 de la madrugada al departamento de José. Me
esperaba con una hamburguesa de Burger King (esas si son hamburguesas),
papas y una Coca-Cola enorme. Amanecimos platicando y ese mismo día me llevó
a un barrio de mexicanos para sacar mis papeles falsos y poder trabajar, pues
José trabajaba toda la noche. Me explicó dónde estaban las agencias que
empleaban ilegales, trazando un croquis para poder localizar fácilmente sus
diferentes direcciones. Mientras él dormía, yo buscaba trabajo en su coche por
todo Dallas, que es una ciudad enorme. Siempre andaba perdido y tuve que
comprar un mapa de la ciudad para poder guiarme.
32
Era una Van muy grande, a la que le adaptaron los asientos con sobre fondo en la parte de abajo
para poder meter ilegales.
63
Después de varios días pude encontrar trabajo en un rastro, uno de los más
grandes de la Unión Americana en lo relacionado con la producción de la carne de
cerdo. Ahí ganaba seis dólares la hora y era un trabajo muy pesado: tenía que
lavar los frigoríficos donde estaba la carne de cerdo en canal, juntar todas las
porquerías y tirarlas a la basura. Duré poco tiempo en ese lugar.
33
Llevar a alguien al trabajo en el coche de ellos a cambio de un pago semanal.
34
Así le llaman los mexicanos al pago de luz, agua, cable, etc.
64
consistía en quitar la nieve de las calles, empezando a las 6 de la mañana y
terminando a las 6 de la tarde. La persona que quisiera trabajar más horas, podía
hacerlo.
Yo trabajé todo el invierno y gané bastante bien. Así que valió la pena tener
ampollas en las manos, las cuales tenía el tiempo entumidas, no sentir las piernas
e incluso fuertes dolores de cabeza debido al frío.
LA TERCERA VEZ
35
Esto según los mexicanos, que eran los que consumían esa bebida. Pero una cosa es cierta: si
no evitaba que se congelara la sangre, hacía que anduviéramos bien contentos toda la jornada.
65
punto de perderlo. También debido a que ya estaba harto de la vida que se lleva
aquí.
Recuerdo que las cinco personas que íbamos con el guía nos lanzamos
hacía ese río de aguas negras. Al comienzo nadamos por el lado menos profundo,
pero conforme avanzábamos se hacía más profundo y sentíamos cómo nos
arrastraba la corriente cada vez nada más fuerte. Yo intentaba con todas mis
fuerza llegar a la orilla y sin querer tragaba esa agua sucia. Cuando llegamos a la
orilla, nos dimos cuenta que mi compadre se estaba ahogando y se lo dije al guía.
Este regresó por él cargándolo. Más adelante, el trayecto se hizo muy pesado
para mí por el esfuerzo que hice para llegar a la orilla. Comencé a sentir fuertes
calambres en las piernas y así tuve que seguir caminando, rezagándome del
grupo. A veces tenía que ser ayudado por mis compañeros. Después de seis días
de caminar y de escondernos, probando alimentos muy rara vez, llegamos a unos
cerros con los pies ampollados, deshidratados y sin fuerzas para poder continuar.
En este lugar decidimos descansar por lo menos un día para poder continuar. No
obstante, se nos vino encima la desgracia: nos descubrió migración. Los oficiales
dijeron en español que no nos moviéramos. En ese momento pensé que eso era
lo mejor porque nos iban a deportar. Los agentes se bajaron de las dos patrullas
que conducían y en ellas llevaban alrededor de 20 personas. Cuando comenzaron
a interrogar a las personas que llevaban, un grupo de estos inmigrantes intentó
escapar. De inmediato jalé a mi compadre y empezamos a correr. Los agentes de
migración nos dispararon, pero logramos llegar a una zanja llena de lodo y ahí nos
escondimos.
66
persiguiendo, salvajemente, le puso la bota en el cuello y otro sacó la pistola y le
cortó cartucho diciéndole que se iba a morir. El indocumentado pensó que lo
matarían y rompió en llanto. Los detenidos fueron trasladados a un centro de
detención en Phoenix, Arizona, y deportados.36
Así caminamos dos días más sin bañarnos, sin tomar agua y, sobre todo,
sin comida. Pensé que iba a morir y me acordé de mi esposa y de mis dos hijos. A
la siguiente noche llegamos a un lugar donde estaban varias “trailas” 37 y tomamos
la decisión de tocar en una de ellas, ya que no podíamos continuar y pensamos
que nos ayudarían, aunque nos entregaran. Tuvimos mucha suerte porque en la
traila en la que tocamos nos ayudó una mexicana que estaba casada con un
“gringo”. De momento ella estaba asustada, pero le explicamos nuestra situación y
le dijimos que sólo queríamos agua y comida. Ella accedió a ayudarnos. Tengo
muy presente que nos hizo un sándwich de tres pisos y me tomé la Coca-Cola
más rica que he probado en toda mi vida. Además, la mujer nos regaló comida y
agua, nos dijo qué ruta seguir para llegar a nuestro destino. Le ofrecimos dinero,
pero ella no quiso tomarlo, pues decía que sus padres llegaron así como nosotros.
Continuamos nuestro viaje y al siguiente día llegamos hasta Tennessee, en donde
mi compadre tenía unos amigos ahí laboré, momentáneamente, en una fábrica de
sopas para después entrar a un restaurante de “gringos” como lavaplatos y de
ayudante de cocinero. En este lugar sufrí el maltrato de los patrones, quienes la
mayoría de las veces todo lo querían rápido y bien hecho. Debido a esto, cuando
nos referimos al “patrón” les decimos “perros”. Por ejemplo, en las fábricas se te
exige que se termine el producto lo más rápido posible, pero en un restaurante se
tiene que hacer un sándwich en 20 ó 30 segundos. Esto hace que se entre en un
estado de competencia con los compañeros que ahí viven y todo esto se hace con
la idea de agradar a los patrones “gringos”. Sin embargo, ellos nunca reconocen
esto y jamás aumentan el sueldo. En este estado existen demasiadas factorías, en
donde pagan seis dólares la hora y la renta de un departamento es de 1200
dólares al mes. Por este motivo no me convenía seguir trabajando en esa
empresa y, con el tiempo, decidí moverme de estado.
36
Esta es la razón por la que no se debe uno vencer ante tales circunstancias, pues se pierde todo
y queda uno fichado ante estas autoridades migratorias.
37
Casas largas que cuentan con todos los servicios. Los mexicanos nacidos allá las compran
incluso de uso y a un buen precio.
67
REMESAS
Las remesas son las divisas que envía una persona que labora en el
extranjero a su país o lugar de origen. En el caso específico de la República
Mexicana, serían los dólares que envían nuestros compatriotas. Ese dinero que
envían los indocumentados mexicanos a sus familias y comunidades sirven para
poder tener una mejor calidad de vida y son un impulso para miles de personas
que buscan mejorar sus condiciones de existencia. En la mayoría de los casos, las
remesas constituyen la parte principal de los ingresos de las familias mexicanas
con parientes que tuvieron que emigrar a los Estados Unidos. Para nuestro país,
son una de las más generosas fuentes de ingreso y, por años, se han
caracterizado por ser el mayor y más seguro esquema de protección para las
familias y las zonas pobres del país. Se puede certificar que sin las remesas de las
y los migrantes, México no habría podido impedir una crisis social ni eludir la crisis
financiera de los últimos años.
Para tener una idea de lo que representan las remesas enviadas por los
miles de mexicanos que radican en los Estados Unidos de Norteamérica, son la
principal fuente de divisas de la economía mexicana e inclusive representan, en la
actualidad, un monto superior al saldo de la balanza comercial de la exportación
del petróleo, cuyo ingreso neto “fue en el año de 2004 de 13 mil 439 millones de
dólares, reveló la información oportuna sobre la Balanza Comercial de México
durante diciembre del año pasado, dada a conocer por el INEGI”.
68
A decir verdad, la migración internacional ha evitado problemas sociales y
económicos no sólo para el gobierno de México, sino para los gobiernos de
muchos países en el mundo. Por una parte, es un descanso para estos gobiernos
por el simple hecho de saber que no tendrán que crear, por un buen tiempo, las
necesarias fuentes de trabajo para los que se van, y no se gastará del erario en
educación, servicios de salud, etc. Por otra, se obtendrán ganancias de las
remesas obtenidas por el incesante flujo de migrantes hacia otros países. Estas
ganancias están apuntaladas por las transferencias individuales de dinero, fruto
del trabajo realizado por los migrantes mexicanos.
Hay temporadas donde se presenta una bonanza y cobran nueva vida las
regiones económicamente deprimidas. La mano de obra migrante mexicana
personifica, de antaño, como es sabido por todos, estabilidad económica para
ambos lados de la frontera. Gracias al envió de estas remesas, gran número de
familias mexicanas pueden tener acceso a una mejor vida y le quitan un gran peso
a la economía mexicana, ya que el gobierno no ha tenido la capacidad de buscar
fuentes alternas para tener un mejor desarrollo económico. Del otro lado del río
Bravo, miles de compatriotas se desempeñan en empleos que nadie quiere
realizar y, con ello, contribuyen también al buen funcionamiento de la economía
norteamericana. Considerando esto, es necesario e importante que el gobierno
mexicano busque entablar conversaciones con el gobierno de Estados Unidos
para lograr un acuerdo migratorio que dé certeza a los mexicanos en su estatus
migratorio porque su contribución es importante y significativa en ambos países,
cosa que muchos no quieren ver.
69
con las manos vacías y sin ninguna capacitación de la que se puedan valer para
poder encontrar alguna fuente de trabajo para mantener dignamente a sus
familias. Sin embargo, el gobierno mexicano se empecina en seguir poniendo
énfasis en estas remesas porque las ve como una fuente de ingresos que
supuestamente, bien administra, podría favorecer el crecimiento y bienestar de
nuestro país. Y así, el gobierno lograría esquivar su responsabilidad.
70
Pero no sólo es enviar dinero a la familia. Con el paso del tiempo y
sabiendo la gran distancia que lo separa de sus familiares, la nostalgia invade al
migrante mexicano. Y es cuando nos da por mandar lo que llamaría “remesas
sentimentales”, que son aquellas que nos permiten seguir teniendo un contacto
con nuestras familias, las que nos permiten tener un intercambio de sentimientos
encontrados. Por medio de esta permuta podemos imaginar que no sólo estamos
de nuevo en México, sino con nuestras familias. Estoy hablando del envío de
fotos, presentes para las familias y cartas, entre otras cosas. Estos envíos
permiten el flujo de las relaciones al interior de las familias, relaciones que
envuelven género, clase social, ideología e identidad. Esto podría verse por
muchos como algo cursi, pero el que no ha vivido esta dura experiencia, ignora
que no sólo se envían remesas monetarias, sino también remesas de afecto.
71
embargo, existen personas con residencia que se dedican a traer las cosas de los
mexicanos a toda la republica a un bajísimo precio, puesto que traen muchas
cosas y es casi seguro que estas lleguen al lugar deseado. Como se puede
observar, estos son otros tipos de remesas de los que, por cierto, muy poco se
habla. Pero son fundamentales durante todo el año para la economía de las
familias mexicanas.
Se habla todos los días sobre el monto que los mexicanos envían cada año
a la República Mexicana, pero no se habla del efecto que tendrá cuando los
Estados Unidos decidan poner fin, de alguna forma, a este tipo de migración. Es
cierto que con las remesas miles de familias mexicanas tienen una mejor calidad
de vida en lo social y económico, el problema va a radicar en que nuestro país no
tiene la capacidad de crear las necesarias y suficientes fuentes de empleo para
nuestros paisanos cuando estos decidan regresar o los regresen. En la mayoría
de las veces el dinero de las remesas, que se obtiene con demasiado esfuerzo,
desaparece como agua por no saber cómo administrarlo y por la falta de asesoría
en su inversión. Esos recursos podrían ser fuentes de trabajo en sus lugares de
origen para otras personas de su misma comunidad.
72
haberme decidido ir a ganar unos cuantos dólares, ya que la migración era otra
opción para trabajar (cínico). Solamente lo miré y sonreí.
www.ime.gob.mx/agenda_migratoria/remesas.htm
73
mundial de 125.8 mil millones de dólares recibidos por el conjunto de los países en
desarrollo, América Latina y el Caribe constituye la región que más recursos recibe
por este concepto: 36.9 mil millones de dólares, es decir, un monto que representa
casi el 30% de todas las remesas captadas por los países en vías de desarrollo en
todo el planeta.
Nos interesa sobre todo destacar el lugar que México tiene en el contexto
internacional de la transferencia de recursos económicos por concepto de
remesas. En este sentido, tanto el elevado índice de los flujos migratorios
internacionales como la magnitud de las transferencias financieras provenientes
de los Estados Unidos hacen que México se constituya como un interlocutor de
primer orden para el análisis de estos procesos a nivel mundial. Aún cuando en
74
términos nacionales Yucatán no destaca por el monto de las remesas recibidas
desde el exterior, la evolución de los envíos en los últimos años no deja de
sorprendernos. Un ejemplo que da según cifras del Banco de México, Yucatán ha
casi duplicado el monto de las remesas en tan sólo los últimos tres años.
75
transitar por nuestro territorio, al mismo tiempo de que es imposible pararlo en su
totalidad y, de que seguirá en aumento, por lo que es fundamental conocer los
hechos y tener estadísticas exactas y confiables, que permitan estar al tanto de lo
que está sucediendo, y esto se pueda dar en los próximos años, para así
conseguir mantener cualquier medida en el futuro.
Lo primero que hacemos todos los que trabajamos en ese país antes de
enviar dinero a nuestras familias, es tomar en cuenta cuáles son los mejores
lugares para poder cobrarlo, de preferencia que se encuentren cerca de nuestros
hogares y sobre todo de las comunidades a las cuales nuestros paisanos envían
estas remesas. Lo cierto es que los envíos de dinero generan un considerable
gasto. Es esencial tener en cuenta la cantidad correcta del giro, así como informar
a los familiares de cualquier anomalía en el servicio.
76
El monto total del servicio se deriva de las comisiones cobradas por las
empresas y por el tipo de cambio pagado por el intermediario. Por ejemplo,
cuando estuve trabajando en Dallas, Texas, enviaba 600 dólares a la semana. La
compañía de nombre Money Transfers cobraba un dólar por cada cien que
enviaba. En cambio, desde Atlanta enviaba 700 dólares y el monto del envío era
de 20 dólares. En la primera necesitaba la matrícula consular y en la segunda sólo
requería presentar mi credencial de elector. El dinero lo depositaba por la tarde y,
al día siguiente, antes del mediodía, el dinero podía ser cobrado.
77
gubernamentales de ese país. Le pregunté que si por mi status migratorio no
tendría problemas y me dijo que no me preocupara, que a ellos no les interesaba
eso.39 Interpuse mi querella y la dependencia hizo contacto inmediato con la
agencia. Ese mismo día me hablaron para que fuera a recoger mi pago atrasado,
se disculparon conmigo argumentando que había sido un error y para
demostrarme su gratitud me regalaron un cheque por 40 horas de trabajo.
78
dinero en unos minutos o bien al día siguiente. Existen varias maneras de enviar el
dinero que se gana en el vecino país del norte. Los traspasos sin cuenta bancaria,
los llevan a cabo sociedades y bancos en Estados Unidos que cuentan con
sucursales en México para realizar estos pagos. La forma de realizar esto es muy
sencilla: se entrega el dinero que va hacer enviado y el prestador del servicio
traslada el dinero al lugar de destino en el tiempo señalado en el contrato. Cabe
mencionar que el precio de la transferencia puede fluctuar de acuerdo con la
urgencia del envío estipulado. Los lugares donde se puede recoger el dinero de
una transferencia de este tipo son diversos: sucursales bancarias, casas de
cambio, farmacias, gasolineras, cadenas comerciales, oficinas de telégrafos, entre
otros. Es primordial estar al tanto de que algunas empresas brindan la opción de
depositar el dinero que envían los migrantes en una cuenta en México. La ventaja
es que la comisión suele ser menor a la de un envío normal y se puede disponer
del dinero poco a poco e incluso puede generar beneficios, dependiendo del tipo
de cuenta con la que se cuente.
Otra opción con la que cuentan los indocumentados mexicanos que laboran
en aquel país para enviar dinero es comprando un Money Order (orden de pago
internacional), cuyo costo varía dependiendo de la casa en la cual se compre y
oscila entre 4 y 7 dólares. Habitualmente se hace llegar por medio del correo y se
puede cobrar en los diferentes bancos existentes en la localidad del beneficiario o
en las conocidas casas de cambio, donde le cobrarán una pequeña comisión.
Estos instrumentos tienen gran demanda por su bajo costo. Sin embargo, tiene
desventajas como son el tiempo para recoger este documento y la peculiaridad de
que pueda extraviarse. Los cheques personales son otra forma para poder
trasladar el dinero de estas personas, pero, al igual que las Money Order, resultan
79
poco prácticos porque se tienen que enviar por correo y después la persona que
va a cobrarlos tiene que asistir al banco a cobrarlo o depositarlo en su cuenta.
Con el tiempo aprende uno a no enviar el dinero con otra persona y mucho
menos hacerlo en efectivo. Resulta más provechoso mandarlo por Money Order,
que es reembolsable en caso de no cobrarse. Con el tiempo aprendimos qué son
los Money Order y cómo se usan. Esta compañía opera con órdenes de pago que
se pueden obtener con terceras personas, tales como agencias de transferencia
(empresas de envío de dinero), las famosas casas de cambio y tiendas de
autoservicio, aunque por lo regular se buscan lugares donde, de preferencia, se
hable español. Esto es muy simple: el interesado se tiene que acercar a estos
intermediarios y preguntar si sus servicios incluyen órdenes de pago. La forma
más viable para realizar esta operación consiste en pagar el costo del documento
que fluctúa entre los 3 y 5 dólares aproximadamente. Acto seguido, se anotan los
datos del beneficiario y del remitente, así como la cantidad que se pretende enviar
y adjudicar, en este caso, a una tercera persona el monto señalado. A
continuación, se envía el instrumento por correo y el beneficiario lo cobra con la
persona que se lo va a pagar. Por eso se tiene que preguntar al intermediario
dónde se puede obtener un Money Order, cuáles son los distintos lugares donde lo
pagan y a dónde debe acudir el beneficiario a cobrarlo. Con esta elección de envío
se debe tener muy en cuenta cuánto tiempo tardará el correo en entregar el
documento. Hay que comprobar inmediatamente si la comisión que se está
cobrando es la correcta y la única o si al momento del pago se realizarán otros
cargos. Si no es apremiante mandar dinero, se tienen que buscar otras opciones
que resulten más baratas. Esto es aconsejable hacerlo con la ayuda de la familia
para elegir la mejor y más segura forma de envío.
80
los beneficiarios, se corre el riesgo de que la transferencia pueda causar un gasto
extra para quien recibe.
Acaso a muchas personas les causará risa la lectura de estas líneas, pues
supondrá que algo tan sencillo podría realizarlo cualquier persona de una manera
rápida y fácil, como si se estuviese en México. Pues les diré que no es así, debido
a que en la Unión Americana, por lo general, el pago a los empleados es cada
ocho días y con cheque, el cual no es posible cambiar por una persona sin
documentos legales, ni mandarlo el dinero en el remoto caso de que lo pudiese
haber cobrado, y menos cuando se es novato en la materia e ignorante de los
trucos y mañas para poder realizar cada ocho días los depósitos correspondientes
a la familia. Con el tiempo y la ayuda de los “compañeros” uno aprende a moverse
en este ámbito.
81
hacer con ese cheque. Las primeras veces que envié dinero a mi esposa, lo hice
desde la ciudad de Houston, Texas. Recurrí a una tienda de mexicanos en la cual
tenía que comprarles hasta un 20% del monto del cheque poder a cambiarlo.
Además, sólo cambiaban estos instrumentos a mexicanos residentes de aquel
país. Por tal motivo, tenía la imperiosa necesidad de buscar a un residente para
realizar dicha operación, a cambio de una comisión por realizar el cambio del
dinero en dicha tienda.
Con el tiempo, han variado las distintas zonas de origen y destino que ha
elegido el mexicano para conseguir un trabajo digno en aquel país. En ese temible
y peligroso ir y venir del migrante mexicano van transformándose las diferentes
motivaciones y los contextos de la emigración van cambiando drásticamente. Sin
embargo, es aún más temible el enfrentamiento de los migrantes ante las
diferencias culturales encontradas en los Estados Unidos, al igual que la
reglamentación migratoria y laboral de ese país, que muchos desconocemos y que
no hacemos por conocer antes de partir. Nunca pensamos sobre los aspectos
políticos y socio-culturales a los cuales nos vamos a enfrentar. Por ello, cuando se
está del otro lado y choca nuestra identidad cultural con la del norteamericano es
82
algo totalmente desastroso, porque los mexicanos no estamos acostumbrados a
ese ritmo de trabajo, sino que estamos habituados a faltar al trabajo, a poner mil
excusas para no presentarnos y queremos festejar como si estuviéramos en
nuestro propio país (error garrafal), aparte de manejar en estado de embriaguez o
bajo los efectos de alguna otra droga. Así que el que no se adapta inmediatamente
a esa identidad cultural, termina siendo abortado como indeseable. Por esta y
muchas otras razones se dice que el perfil del migrante mexicano se torna
heterogéneo, pues estos rubros se dan tanto en la migración indígena como en la
migración de aquellos profesionistas altamente calificados, quienes piensan que
por tener un alto grado de instrucción los va a hacer muy distintos en su
comportamiento comparado con el comportamiento de los indígenas o de los
campesinos. Idea errónea, porque la identidad cultural mexicana no puede
cambiar súbitamente.
Desde esta perspectiva, los que emigran deben tener muy encuenta que se
enfrentarán a nuevas reglas y tendrán que asimilarlas, entre muchas otras cosas.
Deben conocer la forma en que somos vistos por los americanos. Precisamente,
no es sino hasta el momento de ubicarse en la Unión Americana que los
indocumentados mexicanos expresan que aquí ellos son hispanos, ya que los
estadounidenses piensan que el continente americano está compuesto sólo por
ellos y que los demás habitantes del continente (latinoamericanos, caribeños) no
existimos. No es sino hasta el momento en que cruzamos el límite entre los dos
países cuando nos ven como hispanos: el simple hecho de hablar español, tener
un apellido de origen hispano, color de piel morena, etc. Al estar al otro lado de la
frontera, nos catalogan con una identidad pobre y que no está a la altura de la de
ellos.
83
que hacíamos era regresar directamente a nuestros hogares. Esta forma de
trabajar de la mayoría de nosotros era hasta por siete días a la semana. Cuando
teníamos un día libre (el domingo), lo usábamos para comprar lo que se iba a
consumir en la siguiente semana, ir a la lavandería y a la iglesia. Pero, con el
tiempo, se termina por imponer la identidad cultural del estadounidense porque ya
celebrábamos el 4 de julio, el día del pavo, entre otros días relacionados con la
cultura de aquel país.
Para que se tenga una idea más clara de esto, cuando llega uno por
primera vez y desea uno convivir o, mejor dicho, oír hablar a alguien en español y
platicar de las cosas que nos identifican como “hispanos” se tiene que buscar una
iglesia católica y, lógicamente, en donde se celebren misas en español. Sin
embargo, resulta muy difícil encontrarlas, debido a que la mayoría son iglesias
protestantes y concurren a ellas norteamericanos. Por eso es muy difícil poder
encontrar lugares donde se pueda socializar con mexicanos. Cuando se logra
encontrar alguno de estos lugares, los que acabamos de instalarnos en ese país
podíamos disfrutar, además de la celebración religiosa, que encontrábamos a otra
personas igual que nosotros, es decir, con la misma identidad cultural que la
nuestra. Y no es lo mismo explicarlo con palabras que vivirlo, y menos aún que los
demás entiendan lo que se siente. En las conversaciones informales que tienen
lugar en estos espacios se intercambia valiosísima información sobre posibles
empleos, alojamiento, lugares que deben evitar quienes no disponen de
documentos migratorios y muchos más asuntos comunes a todos. Los que
acabamos de llegar podíamos construir así nuestras propias fronteras de identidad
cultural, pero de una identidad no sólo de mexicanos, sino de inmigrantes
indocumentados.
A su vez, las iglesias católicas (aquí incluyo a otros cultos) brindan a los
indocumentados, no sólo a los mexicanos sino también a los centroamericanos
recién llegados, un lugar en el que nuestro idioma y nuestras prácticas –salvo
algunas de ellas- no son menospreciados sino que por el contrario, se les aprecia,
formándose un ambiente verdaderamente mexicano. Algo muy peculiar cuando se
llega por primera vez se encuentra uno sin dinero, maltrecho por los largos días de
peregrinar para poder lograr ese objetivo, sin ropa, sin amigos y sin nadie que le
tienda la mano. Las personas que brindan ayuda son los protestantes y no los
católicos, pues nos curan, proporcionan refugio, comida, así como la orientación
necesaria para poder realizar el sueño americano. Esta es otra forma de identidad
cultural muy distinta y difiere de los católicos, cuyas casas casi siempre
encontrábamos cerradas.
Se podría decir, que esta expresión de la cultura popular tan peculiar por
parte de los mexicanos del culto a la Virgen de Guadalupe y a los diferentes
santos patrones de las comunidades, tienen –al igual que en México- un
importantísimo lugar en la vida de los inmigrantes mexicanos en los Estados
Unidos, porque gracias a estas creencias nos sentíamos más unidos. La finalidad
era que participáramos dentro de esa comunidad, que era la hispana e inclusive
se adherían a este protocolo personas de otros países y era cuando se
84
conjuntaban diferentes ideologías e idisincracias amalgamando una sola identidad
religiosa, lo cual no sucedía con los norteamericanos porque su territorio es tan
grande que existen entre ellos muchas tradiciones, lo cual, por lo general, no
sucede con el mexicano. Como inmigrantes sacados de la nada, esto hacía que
participáramos y esta práctica era reconocida y admitida en la sociedad en la cual
interactuábamos, de acuerdo a con la jerarquía que la práctica católica tiene en la
Unión Americana. Nos permitía, simultáneamente, la reivindicación de diversos
dispositivos con respecto a las diferentes identidades particulares, e incluso
locales. Algo muy curioso y que comprendí una vez estando en mi país, fue
cuando fui por primera vez a la iglesia: rezar simbolizaba, a secas, rezar. Sin
embargo, en los Estados Unidos, rezar significa orar en español. ¿Por qué?,
porque sentíamos que al hacerlo en español – como casi no se escucha este
idioma- era como si platicáramos entre nosotros. Esta es una de las múltiples
causas por las cuales, las misas como la doctrina en español son preservados
vehementemente por la comunidad hispana.
Es indiscutible el rol que juegan las iglesias –no sólo católicas, sino de otros
cultos- al conceder áreas para el convivio entre las diferentes etnias que laboran
en aquel país, donde los recién llegados podíamos disponer de las condiciones
necesarias para poder incorporarnos a los grupos que hacen posible la
preservación de nuestra identidad cultural. No obstante, el proceso de integración
del individuo a la comunidad católica mexicana no era, necesariamente, una
primera etapa en el proceso de integración a la sociedad a la cual pertenecíamos
en ese momento. En ese contexto, me tocó observar cómo muchos
indocumentados mexicanos, por necesidad, tuvimos que cambiar nuestra religión,
que es parte importante de nuestra identidad cultural. Esto resultó revelador
porque en la casi totalidad de los casos atravesar la frontera significó, en su
momento, renunciar al catolicismo, porque era mayoría en comparación con otros
cultos de los inmigrantes. Con el tiempo, tuvimos que adoptar parte de la identidad
cultural de los norteamericanos para poder sobrevivir y situarnos en un nuevo
argumento en donde la diversidad religiosa de otros grupos y la identidad del
gringo resultaron ser más efectivas para poder sobresalir.
85
comerciales, servicios médicos, hasta ayudas en forma concreta y precisa para
normalizar la situación migratoria de los que no contamos con papeles, pasando
por hospedaje provisional y apoyo económico en época de desempleo.
Quedan claros los problemas a los que se tienen que enfrentar todas
aquellas personas cuando se despliegan relaciones interpersonales,
41
Esto es como (valga la comparación) cambiar la simpatía que uno tiene hacia un equipo de futbol
por la simpatía hacia otro o dejar una buena comida por queso y frijoles. Imagine el lector dejar las
convicciones propias por las ajenas. A mí nunca me fue posible hacer esto y cuando lo tuve que
realizar, siempre me sentí como un hipócrita.
86
especialmente al interior de una comunidad muy distinta a la nuestra. Es muy
difícil lograr un proceso aceptable de socialización. El proceso de creación de
redes solidarias y de amistad con alguno de estos grupos conlleva conflictos al
relacionarse con personas que no pertenecen a ese culto religioso. Por ejemplo,
cómo es el mecanismo que emplean estas religiones para ganar adeptos: los
líderes de la comunidad están al tanto de las ocupaciones de cada uno de sus
miembros y con esa información están en posibilidad de saber quiénes necesitan
un empleo, que por lo regular son los que vienen llegando. De esta manera, entre
otros apoyos, pueden proporcionarle una buena recomendación a aquel que no
tiene trabajo.
87
cuidar a los nuestros en casa. En síntesis, cada pueblo tiene su propia identidad
cultural. Pero desde mi punto de vista, el meollo del asunto radica en saber
conservar nuestra identidad en la medida de lo posible, aun cuando estemos en
patio ajeno.
Cuando llegó la noche, nadie fue por el niño y él le cuestionó por qué no iba
la madre por él. Ella contestó que en repetidas ocasiones, cuando la madre de ese
niño doblaba turno en su trabajo, no le avisaba y tenía que cuidarlo toda la noche,
pagándole más dinero. Al siguiente día, él le comentó a su esposa que iría a
saludar a sus amigos y fue al billar donde solía convivir con ellos. Al llegar a ese
lugar, se encontró con varios, le invitaron una cerveza y se dispuso a jugar. En eso
estaba cuando llegó uno de sus mejores amigos saludándolo efusivamente y
felicitándolo por el nacimiento de su nuevo hijo. Además, le reclamó que su
esposa no les hubiese invitado nada cuando el niño nació. Él estaba
verdaderamente sorprendido y le preguntó que cuál hijo, agregando que ellos
sabían que él estuvo trabajando en los Estados Unidos. Le contestaron que su
mujer se desapareció una buena temporada y que cuando la volvieron a ver ya
estaba embarazada y les dijo que había cruzado la frontera como ilegal para estar
con su marido, quedando embarazada al poco tiempo. Sólo que tomaron la
decisión de que su hijo naciera en México. Muy enojado, él marchó hacia su casa
y le cuestionó a su mujer su proceder; ella, llorando, le explicó que tenía mucho
43
Sólo para recordarlo al lector, esta planta es uno de los rastros más grandes de la Unión
Americana y se ubica en Dallas, Texas.
88
tiempo de vivir sola y que tenía una relación con otro hombre, pero que no se
atrevió a contárselo; cuando lo iba hacer, él ya estaba de regreso. Le preguntó qué
había pasado con el dinero que ahorró durante todos esos años, y ella le contestó
que gastó buena parte con el otro hombre. Es por eso que nuestro compañero
decidió regresar al vecino país del norte.
Recuerdo que cuando emigré hacia los Estados Unidos a mi hijo mayor lo
dejé teniendo sólo diez años. A mi regreso estaba casi por cumplir los quince y no
obedecía las normas más elementales impuestas por mi esposa, inclusive llegó a
retarme a golpes. Fue algo difícil poder hacerle entender los motivos por los
cuales había estado ausente tanto tiempo, aunque lo fue comprendiendo al paso
de los meses. En tales circunstancias uno se siente fuera de tiempo y espacio,
siente que estorba a la esposa y a los hijos. Tiene que pasar demasiado tiempo
para volver a acostumbrarse a la identidad de la familia que se perdió al emigrar.
89
su esposo esta de ilegal en los Estados Unidos!” Y si no se tiene la suerte de
llegar aquel país, se padece la pérdida de bienes para poder pagar el dinero que
se pidió prestado para el viaje. Tanto la esposa como los hijos tienen el deseo de
emigrar también para recuperar al ser querido. La mayoría de las mujeres y sobre
todo aquellas que son de zonas rurales o de un estrato socioeconómico muy bajo
lo llevan a cabo.
90
hijos, que querían dejar la escuela y se volvieron flojos con el pretexto de que su
padre no los llevaba más a la escuela. El primer año se padece mucho con el
rendimiento escolar y, aunque parezca increíble, hay una pérdida de identidad.
Antes se creía que este fenómeno era propio de aquellas familias que
habitan en comunidades pequeñas y muy pobres. Sin embargo, este fenómeno
migratorio ha alcanzado a personas de clase media que viven en las grandes
ciudades. En tales circunstancias, resulta muy preocupante la desintegración
familiar que padecen los pobladores de comunidades rurales y de la periferia de
las ciudades, cuyos jefes de familia han emigrado. La situación se ha agravado a
tal grado que no tiene antecedentes en México.
91
Se debe preparar, prioritariamente, una estrategia a favor de la educación
de los indígenas, campesinos y todas las clases medias con la finalidad de que
cuando ingresen a los Estados Unidos sepan lo más elemental de su cultura, ya
que por desconocimiento los inmigrantes cometen faltas graves que los privan de
su libertad y esto alarga la separación de las familias durante más tiempo. Se les
debe aleccionar, por lo menos, en lo referente a que cada estado de la Unión
Americana cuenta con distintas leyes y que cada una de ellas juzga de diferente
forma a las personas. Se debe hacer conciencia en los migrantes en que deben
salir del país en un contexto que sea adecuado para ellos como trabajadores. Por
ejemplo, la misma embajada Norteamericana da visas de trabajo para las labores
del campo, siempre y cuando el trabajador no haya sido detenido antes de forma
ilegal. Así se dará la migración de manera propicia y clara. Se tendría que poner
énfasis en los graves riesgos que corre su vida y en las consecuencias
psicológicas, sociales y familiares que entraña la entrada irregular desde México.
92
Tenemos por cambiar nuestras propias leyes para darles más y mejores
oportunidades que requieren nuestros connacionales. Por ejemplo, a los ilegales
de otros países que son deportados, no se les concede ni la más mínima
oportunidad de defenderse; en Canadá los ilegales no tienen derecho a estudiar,
no cuentan con otro tipo de ayuda y si logran conseguir empleo, les pagan la mitad
por el trabajo realizado e inclusive en algunos casos no les pagan porque saben
sobre el estatus migratorio de las personas (saben que el seguro de trabajo es
falso o no se cuenta con el mismo); para tramitar cualquier documento se tiene
que presentar papeles oficiales de aquel país, y si no los presenta, su vida se
convierte en un verdadero calvario en el aspecto laboral; cuando las autoridades
de migración lo detectan, le pagan el boleto de avión y lo deportan 44. Por tal
motivo, ¿cómo le exigimos al vecino país del norte que cambie sus leyes, cuando
el que tiene la obligación de crear los empleos es el gobierno mexicano? Las
autoridades mexicanas deberían generar fuentes de trabajo y salvaguardar la
integridad física y moral de los que emigran. Así habría un bajísimo flujo migratorio
y, a su vez, la desintegración familiar no sería un problema social tan grave para la
sociedad.
44
También trabajé en Canadá medio año y créanme que Estados Unidos es la gloria.
93
armonioso y estable, construye una atmósfera hostil que obstaculizará su
desarrollo personal.
Es cierto que un gran número de hombres que emigran hacia los Estados
Unidos de Norteamérica mandan por sus esposas e hijos para que incorporen a la
vida de ellos en aquel país, pero también cabe señalar que un gran número de
hombres que antes de partir hacia el vecino país del norte han usado la violencia
física y psicológica en contra de sus esposas e hijos y han empleado la agresión
verbal como mencionamos de intimidación, también en la mayoría de las parejas
se da esta desintegración familiar por el aspecto económico y, en la mayoría de
los casos, por padres perniciosos. Si a esto le sumamos que la mayoría de los
hombres toman, se drogan y que tienen un bajo nivel de instrucción y que los hijos
asimilan todo este ambiente negativo, al darse la separación de los padres,
comienzan a tener malas amistades y a unirse a pandillas en donde caen en el
mundo de las drogas y la delincuencia. El resultado es que llegan a la cárcel.
94
masivo de connacionales no tienen la culpa los norteamericanos. En gran medida,
como lo he comentado, la tienen las autoridades mexicanas, la tiene nuestro
gobierno por la incapacidad de nuestros políticos para generar los empleos
suficientes para todos aquellos mexicanos que requieren de un trabajo. Sólo se
preocupan por vigilar que sus salarios sigan creciendo y por asegurar el futuro de
sus familias. Por años hemos criticado e incluso juzgado de alguna forma a los
norteamericanos de nuestras desgracias. No obstante, gracias a esa nación
muchos de los que alguna vez emigramos de manera ilegal nos permitió trabajar y,
en su momento, tener solvencia económica.
Todos los que hemos estado en aquel país hemos tenido que realizar
trabajos que nadie quiere hacer, soportar la inclemencia del tiempo y, lo que es
peor, estar lejos de la familia y del país. No es agradable estar en un lugar raro,
lejos de casa, en donde se es discriminado, e inclusive perseguido por migración;
en donde se sufren todo tipo de abusos y violaciones a los derechos humanos,
donde se es utilizado por la simple razón de percibir un puñado de dólares, en
donde no se tiene el mínimo derecho a quejarse ante las autoridades por ser
considerados unos delincuentes, por tener otra ideología, otra idiosincrasia y otro
color de piel. Somos delincuentes por tener las mismas oportunidades de trabajo
45
En esta zona de Atlanta sus habitantes suelen ser muy racistas. Son de piel completamente
blanca y ojos azules. Se les denomina los Rednek. Son los cuellos rojos y no quieren, por lo
general, a los mexicanos. Así que es muy difícil que uno de nosotros penetre en el círculo cultural
de ese grupo.
95
que los nacidos en aquella nación y se nos considera delincuentes, mojados y
otros adjetivos más, por el simple hecho de servir a esa sociedad. Y todo con la
finalidad de sostener a nuestras familias y de crear mejores condiciones
económicas para el futuro de nuestros hijos.
96
para poder encontrarse con su familia en el vecino país del norte. Estas mujeres
trabajaron en sus lugares de origen en el campo, no cuentan con ningún tipo de
estudio y son abusadas por sus maridos tanto en lo físico como en lo mental.
Aparte de soportar todas estas vejaciones, se ven en la necesidad de incorporarse
a la vida y al trabajo de aquel país. Las trabajadoras agrícolas sufren de
aislamiento, que es muy duro; no tienen acceso a los más elementales servicios,
ninguno de los integrantes de su comunidad habla el idioma inglés; tienen
prohibido el acceso a licencias de conducir y, la mayoría de las veces, padecen la
separación de sus familias que se quedaron en su país de origen.
Una tarde en Arkansas, platicando con María, una de las mujeres jóvenes
que trabajaban en ese rancho cultivando pasto para los jardines de las personas
ricas de las grandes ciudades, me contaba que había llegado a los Estados
Unidos procedente del estado de Hidalgo, donde había días que no tenía ni para
comer; constantemente era maltratada por su esposo, e incluso por el padre. Un
día tomó la decisión de cruzar la frontera, pensando en tener un mejor futuro para
ella y su único hijo. Se fue siguiendo a su esposo para ayudarlo en el campo. Me
decía que siempre se ha sentido muy aislada de su familia que está en México y
que pasa mucho tiempo sin hablarles por teléfono. Estando ya con su esposo,
éste la golpeaba con frecuencia y la amenazaba con quitarle a su hijo, por lo que
ella se sentía aún más sola en aquel país. Llegó el momento en que su esposo se
puso demasiado agresivo y tuvo que recurrir a un resguardo para que le ayudaran.
Sin embargo, debido a su estatus migratorio no la aceptaron y tuvo que regresar al
infierno de su hogar. En ese momento no contaba con trabajo ni con dinero. Así
que siguió al lado de su esposo durante un año, al cabo del cual fue a dar al
hospital. Debido a esta situación, el servicio de protección a los menores le quitó a
su hijo.
97
condiciones de trabajo que afectaban drásticamente nuestra salud y estábamos
siempre sin el derecho a la seguridad social, que tanto se necesita. Trabajar en el
campo de la Unión Americana, equivale a no tener el pago extra, seguro médico,
ni un solo día de descanso a la semana, ni a pedir aumento al salario, derecho a la
educación de los hijos, entre otras cosas. ¿Acaso este no es el mismo tipo de
marginación que se da en nuestro país?, ¿a cuántos niños, hijos de indígenas o
campesinos se les niega o se les ve con desprecio en cuanto a servicios jurídicos,
educativos y de salud, aunque tengan derecho?
98
siquiera el nivel medio superior. En parte, esta es la causa por la cual los
mexicanos cometen infinidad de violaciones a las leyes de aquel país, cayendo así
en innumerables errores y comportamientos no deseados por los
norteamericanos.
46
Coexistíamos ocho en un departamento con dos recámaras, un baño y una cocina demasiado
pequeña, pagando mil dólares de renta al mes.
99
educación y son la gente más “ojete” que puede existir, son repuralata 47 porque no
le hacen un favor a nadie. Por ejemplo, si necesitas un “aventón” para ir al mismo
lugar de trabajo, no te lo dan por la simple razón de que “no, ¿y para que te lo
doy?, no”. Considera que a los integrantes de esta raza nunca les enseñaron a ser
buenas personas con los demás.
Un día me tocó ver que a la hora de la comida ese mismo compañero, que
no había llevado tortillas, se le ocurrió pedirle a un compañero mexicano una
tortilla. Éste se la dio pero le dijo que le tenía que devolver la tortilla porque él no
se chingaba la madre trabajando para estar regalando su comida. Al otro día, un
guatemalteco le pidió fuego, para prender un cigarrillo y éste le dijo que le daría la
lumbre, pero le preguntó que cuántos cigarrillos le daría por el favor.
Se distingue que los mexicanos que lograron llegar a ese estado son
pobladores que constituyen una sociedad cada vez más grande, fuerte, unida y
variada. Esto lo pude constatar cuando se hizo la mega marcha, que fue un error
de los migrantes mexicanos porque el gobierno de los Estados Unidos de
Norteamérica sabía que estábamos ahí, pero no se imaginaba en realidad cuántos
éramos. La mayoría de mexicanos que conocí durante mi estancia en ese estado
son primordialmente afanosos e indistintamente, por su necesidad económica, se
47
Los salvadoreños y guatemaltecos llaman así aquellos que son malas personas, que no ayudan
a nadie.
100
desempeñan en la agricultura. La mayor parte de estas personas son originarias
del noreste mexicano, de estados tales como: Tamaulipas, Chihuahua, Durango y
Coahuila. Sin embargo, también laboran en ese lugar michoacanos,
guanajuatenses (que abundan), hidalguenses, potosinos y, finalmente, los de
Veracruz, que son muy contados.
101
puesto entre 1994 y 1995 y Maus fue Director General del Programa para las
Comunidades en el Extranjero en la Cancillería mexicana- puntualiza que la
comunidad mexicana en dicha urbe es muy joven, pero se encuentra en una etapa
de fuerte crecimiento. En la gestión de Teodoro Maus, con el apoyo del Programa
para las Comunidades Mexicanas en el Extranjero, que en 2002 se transformó en
el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (www.sre.gob.mx/ime ), organismo
descentralizado de la Cancillería mexicana, se inició la localización de los
diferentes grupos provenientes de varios estados de la República Mexicana, así
como de las personas que por su perfil e influencia se consideran con potencial de
liderazgo. Durante mi estancia, pude constatar que el estado de Georgia es un
nuevo destino para los migrantes mexicanos. Son suburbios muy tranquilos para
el trabajo, aunque lo anhelado sería que la mayoría de mexicano no tuvieran que
emigrar hacia el vecino país del norte, tuvieran varias opciones de empleo y
bienestar en sus lugares de origen.
102
que por lo general es gente del norte de la República Mexicana reclutada
especialmente por su experiencia y fortaleza física.
49
El tipo de cambio actual es 10 a 1, pero una barra de pan cuesta 15 pesos, un kilo de carne de
40 a 100 pesos según la calidad.
103
los niños no abandonen la escuela. Son necesarios incentivos para que la mayoría
logre avanzar lo más que se pueda en el ámbito educativo, ya que hay altos
índices de reprobación y de deserción, sobre todo en los primeros años de estudio
en las diferentes escuelas de la República Mexicana.
Podríamos decir que la mayoría de los estados de nuestro país cuenta con
un gran número de niños que se dedica a las actividades propias del campo. Es
inobjetable que no tienen un hogar estable y que emigran de un estado a otro
junto con toda su familia en busca de mejores condiciones de vida. Si el padre no
encuentra trabajo y, además, no cuenta con una mínima instrucción escolar, se le
cierran las puertas del empleo, lo que implica para ellos tener que emigrar
nuevamente con esos niños a otro lugar.
104
hacia los Estados Unidos es el hombre. Mientras tanto, siguen trabajando la mujer
y los hijos. Con lo que ahorra el esposo en el otro lado y la familia en el norte del
país, viajan también a los Estados Unidos los que se habían quedado en México.
En la pizca del tomate por familia al mes el hombre recibe de cuatro a seis
mil pesos, mientras que en la pizca de la manzana en Nueva York logran ganar
cuatrocientos dólares diarios para toda la familia. En la mayoría de los casos, los
niños que tienen la suerte de estudiar lo hacen cuando finalizan su jornada laboral.
Varios de los niños estudian en el transcurso de la noche, por lo que siempre
estarán trabajando. Sin embargo, cuando tienen entre 13 y 17 años de edad, la
mayoría de ellos, por no tener instrucción escolar, emigran hacia los Estados
Unidos siguiendo los mismos pasos del padre.
Con mucha frecuencia los familiares del inmigrante tienen que quedarse en
la frontera entre México y Estados Unidos. Esta separación forzosa es muy grave,
pues prácticamente se deja a los menores de edad indefensos ante la
delincuencia, y el gobierno norteamericano incita a esta situación con las famosas
deportaciones masivas de menores. A mí me tocó ver cómo repentinamente
migración despliega sus famosas redadas, ocasionando con esto que los niños
que no están en ese momento con sus padres se queden al desamparo y sufran
abusos por parte de la delincuencia e incluso tengan que dejar sus estudios (los
que logran estudiar), para retornar de nueva cuenta con sus padres a México y
empezar de nuevo. Las drásticas medidas tomadas por las autoridades
norteamericanas, no sólo provoca desintegración familiar, sino que viola los
derechos del menor y no da siquiera derecho de réplica a los progenitores para
que puedan defender a sus hijos.
105
aproximadamente tres horas. Así que cuando salí de los hornos mi ropa estaba
completamente mojada, y yo casi deshidratado. Dos de los jóvenes fueron
deportados con sus padres hacía territorio mexicano y los otros dos lograron huir.
Con el tiempo, estos siguieron trabajando. Pero al estar ausentes los padres,
empezaron a ingerir bebidas embriagantes y a consumir drogas, tenían malas
amistades y llegaron a robar en un comercio establecido de aquella zona; por esa
razón fueron detenidos, y cuando terminaran de pagar su condena, ordenaron su
deportación.
106
en lo que va del año 2008 (La Jornada Michoacán, 07/08/08). El hecho es que
esto ha generado ya una presencia masiva de muchachos deportados en territorio
fronterizo, pues una vez expulsados “se niegan a regresar al estado, y
generalmente, permanecen ahí”. Al no querer retornar a sus lugares de origen,
Estos jóvenes el problema, es usual que sean objeto de abusos de diverso tipo, y
que incluso sean monopolizados por las redes de prostitución y pornografía
infantil. En el país del norte, suele suceder que los menores infractores paguen
condenas por muchos años, desde cuatro años como mínimo. Posteriormente son
deportados a México, en donde continúan dedicándose a actos ilícitos, pues ya no
pueden conseguir tan fácilmente el dinero como se obtiene en aquel país. Esto ha
generado que haya cárceles llenas de adolescentes en la frontera del lado
norteamericano. Al estar las cárceles congestionadas, se les envía a México para
que concluyan su condena aquí.
La primera vez que fui detenido por la patrulla fronteriza, nos llevaron a una
estación de migración51 y me percaté que en ese lugar estaban varios
indocumentados, tanto mexicanos como centroamericanos. Entre ellos estaba un
niño que fue atrapado cuando trataba de cruzar junto a sus padres hacia el otro
lado. Lo tenían encadenado a una de las literas y estaba en espera de ser
trasladado para México. Le pregunté al niño por sus padres y dijo que no sabía,
que en ese momento todos sus acompañantes corrieron y que él se perdió en la
oscuridad. Por su parte, otros adolescentes que permanecían en ese lugar nos
platicaban que varios de ellos fueron objeto de burlas por parte de los agentes de
migración.
Con frecuencia los niños no tienen acceso a apoyo legal y no conocen sus
derechos, además de que se les priva del contacto con su consulado. En el caso
de los niños centroamericanos, en ocasiones son detenidos durante días. En el
proceso de deportación, las circunstancias suelen ser muy delicadas para los
menores. Muchas veces son abandonados del otro lado de la frontera, en medio
de la noche y en sitios que no constituyen lugares oficiales de entrada. Con
periodicidad se ejecutan las deportaciones sin pensar si el niño estará quedará en
un ambiente que ponga su vida en riesgo.
Por otro lado, cabe señalar que los padres que logran la residencia pueden
darles papeles a sus hijos que están de manera ilegal en aquel país. Si estos se
encuentran allá, no hay ningún problema. Sin embargo, muchos se arriesgan a
llevarlos y son atrapados por migración. De esa manera es muy difícil que les den
51
Por cierto, son muy bonitas las cárceles en aquel país.
107
papeles por haberlos engañado, e inclusive ellos se arriesgan a perder sus
papeles (cabe señalar, que los padres por lo general, son los que emigran primero
y logran obtener la residencia, cometen en la mayoría de las veces regresar por
sus hijos, en vez de hacer los trámites correspondientes y al ser detenidos es
cuando pierden todo). Anteriormente, cuando nacía el hijo de un indocumentado
en el vecino país del norte, automáticamente les concedían los documentos de
residencia. En la actualidad, esto ha cambiado, ya que sólo los conceden a los
hijos nacidos allá. Y si los padres intentan arreglar esta situación migratoria, son
deportados de inmediato con el argumento de que el que nace en territorio
norteamericano es el que tiene derecho a permanecer en ese país. En tales
circunstancias, si tienen suerte, pueden regresar con sus hijos, pero si no, los hijos
se quedan en los Estados Unidos bajo el cuidado de personas que en la mayoría
de los casos no son sus parientes, y es cuando la familia queda dividida. Logran
ver a sus hijos sólo después de años de haberlos dejado en aquel país. A este
respecto puedo mencionar el ejemplo de Miguel, el amigo del que hablado
anteriormente, pues su hija nació en Estados Unidos y, al mes de nacida, el
departamento de migración envió su acta de nacimiento y su seguro social. En la
actualidad, la niña vive en Xalapa, Veracruz, y puede ingresar el día y hora que
quiera a aquel país, pero no puede darles a sus padres los documentos
reglamentarios para que puedan radicar en la Unión Americana.
108
estadounidenses ven algo irregular, detienen a los menores y luego de
interrogarlos detectan que no son sus padres quienes intentan pasarlos.
Posteriormente los devuelven al lado mexicano. Al hijo de mi amigo Miguel pasó
con una señora residente de aquel país con documentos que correspondían a uno
de sus hijos, cobrando cuatro mil dólares. La gran mayoría de estos niños están
sometidos a un alto grado de inseguridad porque pueden ser maltratados
sexualmente o caer en redes de prostitución infantil.
La mayoría de las personas que han sido deportadas y que se quedan sin
recursos y sin papeles, salen a las calles y se meten a los comercios a pedir
dinero para costear los pasajes a sus lugares de origen. Lo poco que juntan, lo
usan para comer y duermen en los parques. Hasta que logran juntar el dinero
suficiente, se trasladan a sus lugares de origen. Cabe mencionar que algunos de
los albergues que se encuentran en el norte de nuestro país llegan a pagar los
boletos de regreso de quienes intentaron cruzar la frontera y no lo lograron. De
momento les dan dónde dormir y qué comer, pero sólo les pagan los gastos
cuando presentan ante el albergue el documento que les da la Border Patrol. A
quienes no cuenten con los papeles, se les ayuda sólo con 50 por ciento del
pasaje.
109
los derechos civiles, la carencia de derecho al trabajo y a una vida digna (tanto
para los mismos norteamericanos como para los mexicanos) y muestra,
indiscutiblemente, las contradicciones de un capitalismo falsamente globalizador.
Estas leyes anti inmigrantes son verdaderamente terribles, ya que siembran en lo
profundo de nuestro pueblo la disgregación social, pues no sólo censuran al padre
de familia, lo mandan a la cárcel y lo deportan por no tener los documentos
necesarios para poder obtener mejores condiciones de vida, sino también manda
a la calle a la madre y a sus hijos -que en muchos casos son norteamericanos por
nacimiento-, y les arranca el derecho a la salvaguardia social.
El pandillerismo se transmite por los jóvenes que emigran, o bien por las
hijas e hijos de progenitores inmigrantes. Dentro de estas pandillas existen
jóvenes que viven en precarias condiciones de vida y que no tienen muchas
posibilidades de educación, ya que existen sistemas educacionales que los
reprimen y los segregan de la sociedad. Los jóvenes que forman estas pandillas
son, por lo general, jóvenes que buscan refugio, aceptación, identificación y
protección en un lugar en donde sobresale y sobrevive el más fuerte. Estos
jóvenes suelen pelear por espacios que les servirán para el control de drogas y
armas. Las pandillas presentan un predominio dentro de los suburbios de las
ciudades. El hecho de no tener disponibilidad a una buena educación y calidad de
vida, las lleva a efectuar actos en contra de lo reglamentario. La represión policial
no es el procedimiento adecuado para exterminar estas terribles realidades
sociales, de las cuales depende, en buena medida, la existencia de las pandillas.
110
Algunas de estas medidas son la extorsión, la tortura y otras formas de represión.
Sin embargo, esta no es la solución para eliminar a estas pandillas, ya que estas
se forman por causas socioeconómicas y políticas, donde la evasión de
responsabilidades de las instituciones refleja la dolorosa realidad que viven los
integrantes de estos grupos. En los contextos en los que viven los inmigrantes, el
racismo y la discriminación cultural llevan a estos jóvenes a cometer actos que los
terminan poniendo en alguna de las correccionales norteamericanas. Si existiera
una equitativa distribución de la riqueza, no tendríamos que convivir con esta triste
realidad social. Aunque algunos no lo quieran ver, nos señala a todos.
Al no contar con una identidad vista o proporcionada por los padres, éstos
jóvenes buscan situaciones en las que creen que pueden tener éxito y encuentran
en el asalto, las drogas o en cualquier acto ilícito lo adecuado para el desarrollo de
sus vidas, sin reflexionar si sus acciones son correctas o incorrectas. Suele
suceder que los jóvenes se integran a estos círculos viciosos por la falta de
autoestima y la pérdida de control sobre sus propias vidas y algo que es muy
111
importante en cualquier adolescente: la falta de habilidad para neutralizar la
presión de los amigos. Para estos jóvenes, los amigos vienen a ser su centro de
atención y de acción. De tal manera que ser aceptados por el grupo que
conforman es muy importante para un individuo y muchas veces sustituye a la
figura paterna.
He podido percibir que hay otros factores que afectan el punto de vista de
los jóvenes respecto a su autoestima, como son el aprendizaje y algunas
carencias para desplegar ciertos comportamientos. Muchas veces los problemas
de aprendizaje y comportamiento resultan en bajas calificaciones y disminuyen su
autoestima. También he observado que el ambiente social en el que se
desenvuelven es fundamental para que los jóvenes se involucren en pandillas,
especialmente si no cuentan con el apoyo de sus familias. El estilo de vida de los
miembros de las pandillas,52 la necesidad de dinero y la manera fácil de obtenerlo
es una de las causas por las que se integran a estos grupos, pues se les hace fácil
robar para no tener que trabajar y piensan que mediante su permanencia en la
pandilla obtendrán un estatus o posición social, ya que dentro del grupo podrán
tener los contactos adecuados para ese fin.
Como mencioné, la desintegración familiar es una de las causas por las cuales los
jóvenes se suman a estas pandillas,53 tanto en los Estados Unidos como en
México.
52
Aquí me refiero, básicamente, a la indumentaria que acostumbran usar, el tatuaje, el tipo de
música con el que se identifican, las formas de saludo que tienen, pero sobre todo a la hermandad
que los une y de la cual ya no pueden salir.
53
Actualmente laboro en el Centro de Rehabilitación para Adolescentes, ubicado en la comunidad
de Palma Sola, Veracruz. Todos los jóvenes recluidos en dicho centro y que fueron integrantes de
una pandilla, tienen en común la separación de sus padres.
112
Estando en aquel país cuando tuve la oportunidad de convivir con “cholos”
(pandilleros) me comentaban que en cuando vivían con sus padres eran
golpeados física, emocional, verbal, e inclusive sexualmente. Y esto no sólo
sucede a los jóvenes, sino que a la madre le sucede lo mismo. 54 Estos jóvenes
han tenido poca comunicación con sus padres, quienes por lo general son
alcohólicos. La existencia de inestabilidad emocional entre los padres ha generado
que sus vástagos no deseen convivir con ellos y pasen más tiempo en la calle y
con malas amistades. Por tal razón, la mayoría de los jóvenes, al integrarse a
estas pandillas, buscan el reemplazo de la familia que nunca tuvieron,
encontrando en el líder la representación paternal.
Según Salvador, se trataba de una pandilla fuerte pero, sobre todo, grande
y con gente armada. Cuando estaban narcotizados, en lugar de darles miedo todo
lo que hacían, los hacía sentirse bien. Con el tiempo la marihuana ya no le
satisfacía y empezó a incursionar al consumo de crack y con eso gozaba más.
Posteriormente esta droga no le hacía el efecto suficiente y comenzó a inyectarse
heroína. Su reacción le encantó porque se sentía dueño del mundo y aprendió a
inyectarse la droga. Un día estaba muy drogado y llegaron al barrio varios
muchachos de otra banda y comenzaron a discutir. Él sacó una pistola y le disparó
54
En el Centro de Rehabilitación para Adolescentes –que ya mencioné- sucede lo mismo con los
jóvenes y, caso curioso, los que han cometido un homicidio han sido golpeados y abandonados por
los cónyuges y son los que por lo general han permanecido en alguna pandilla.
113
hiriendo a un integrante del otro grupo. Al saber que la otra pandilla comenzó a
buscarlo, le dio mucho miedo y decidió irse por un tiempo a su país. Después
regresó, pero a otro estado.
En los Estados Unidos se puede tener tatuado todo el cuerpo, usar el pelo
demasiado largo o parecer pordiosero y no se tiene ningún problema para
encontrar trabajo. En cambio, en México, para mucha gente, el tatuaje es sinónimo
de haber estado en la cárcel o en el ejército y es mal visto por la sociedad. Así que
difícilmente se puede encontrar trabajo con esa apariencia.
A los pandilleros les gusta dibujarse en sus cuerpos las letras o números
que identifican a sus pandillas, se tatúan calaveras, los nombres de sus novias o
novios y no falta quienes se decidan por sofisticados diseños de animales. Muchos
de estos jóvenes se tatúan con personas que no son expertas y la falta de técnica
hace que a la hora de intentar quietárselo, sea muy difícil.
Los migrantes mexicanos y centroamericanos siempre han sido y serán mal vistos
por las leyes de migración de los Estados de Unidos, no por los “americanos”,
como ellos se autodenominan. Es cierto que esta nación tiene sus reglas o leyes
como cualquier otro país del mundo, pero también es cierto es un país donde se
pueden hacer realidad las múltiples ilusiones de aquellos que no cuentan con
nada en sus países de origen, si se saben aprovechar las coyunturas que ahí se
ofrecen.
114
mexicanos hacen. Menos les importa que los inmigrantes mexicanos y
centroamericanos carezcan de educación y servicio médico para sus familias, aun
cuando se pavonean ante el mundo diciendo que es el país de los derechos
humanos. Sabemos que la ley no está a nuestro favor, puesto que nos rechazan,
nos persiguen y nos prohíben conducir un automóvil para trasladarnos a nuestros
trabajos. Eso sí, hay un grupo de inmigrantes que todos conocemos y que en
verdad es muy afortunado.55 Este venturoso grupo son los cubanos, pues tal
parece que las leyes migratorias fueron hechas para ellos porque les da
preferencia sobre otros latinos. Pareciera que nacieron en ese país, pues cuentan
con la fortuna de ser aceptados de manera legal, y tan solo por el simple hecho de
tocar suelo norteamericano, bajarse de una simple balsa, de un avión o pasar por
la frontera y hablar, ya saben que son cubanos y les dicen: “¡pásale!”, abriéndole
las puertas del triunfo.
55
Y no hablo por envidia, sino porque lo pude constatar cuando estuve en los Estados Unidos,
aunque también tengo entendido que se da este fenómeno en Canadá.
115
cubanos empiezan a mandar dinero a sus familias, dinero de la ayuda que les da
el gobierno de los Estados Unidos, ayuda que los mexicanos no tienen.
EL REGRESO A CASA
116
trabajaría el resto de esa semana y renunciaría, respuesta con la cual él estuvo de
acuerdo.
117
La mayoría de los indocumentados, retorna a su país de origen cuando
tiene mejores oportunidades de trabajo e incluso la posibilidad de establecer su
propio negocio. Esto último se torna posible cuando los migrantes han logrado
hacer un ahorro tal que permita poder iniciarlo. Todos aquellos que tuvieron la
fortuna de desenvolverse en alguna actividad de tipo profesional, e incluso
pudieron estudiar en aquel país, podrán tener la ilusión de que al establecerse de
nuevo en México tendrán mayores y mejores posibilidades de encontrar un buen
trabajo y con mejores salarios. Los mexicanos que han trabajado en los Estados
Unidos tienen la gran ventaja de conocer los dos sistemas y están motivados a
poner en práctica una serie de ideas para poder mejorar y tener un mejor futuro al
lado de sus familias. No obstante, lo que le ha pasado a miles de inmigrantes que
retornan a sus lugares de origen (y que también me pasó a mí) es que cuando se
enfrentan al famoso “choque cultural”, este es, sin duda, muy diferente al que
experimentan cuando llegan a la Unión Americana, pues evidentemente
encuentran diferencias con respecto a su lugar de origen. Pero cuando regresan y
ven que la casa que dejaron por varios años ha cambiado, piensan que están en
un lugar extraño, pues no está como la dejaron. Aquí es donde comienza una serie
de retos, principalmente personales, que se deben afrontar, puesto que los
migrantes se sienten fuera de contexto. En mi caso particular, a la fecha ha
pasado mucho tiempo que regresé y sigo viendo extraña mi casa y, sobre todo, no
me acostumbro al país. Los cambios que encontramos los vivimos desde fuera,
por lo que resulta frustrante no poder explicar esa sensación de abandono,
sumado a que nosotros también cambiamos mucho durante el tiempo que
estuvimos fuera de nuestro país.
118
porque después de la experiencia en los Estados Unidos todo lo vemos feo y mal
hecho, aunque con el tiempo se va superando esta etapa. Con frecuencia
hacemos referencia al por qué las cosas y sujetos deben de cambiar, que no se
puede continuar viviendo así, principalmente en cuestiones de política, de
economía y sistema educativo.
CANADÁ
La totalidad de los mexicanos que emigran hacia el vecino país del norte lo hacen
con la intención no sólo de permanecer el mayor número de años, sino hasta de
quedarse de por vida. Esto se debe a que en aquel país lo tienen todo y al
regresar, no encuentran trabajo y lo que se logra ahorrar no es lo suficiente como
para emprender algún negocio. Por lo tanto, la mayoría de estas personas deciden
quedarse a vivir en aquel país. Sin embargo, este fenómeno no sucede con la
migración hacia Canadá, ya que un gran número de mexicanos que toman la
decisión de ir a trabajar a ese país, lo hacen por medio de un programa temporal
de cooperación agrícola entre ambos países. Cabe señalar, que el campo
canadiense cuenta con mucha demanda de mano de obra, lo que resulta ser un
punto de partida de empleo para los trabajadores mexicanos y muy convenientes
para los agricultores canadienses. Sin embargo, Estados Unidos sigue siendo el
principal receptor de la mano de obra mexicana.
Por otro lado, en el caso de Canadá, se estima que la población mexicana
asciende aproximadamente a 36,500 personas. Entre las provincias con mayor
número de mexicanos se encuentran: Notario, British Columbia, Québec y Alberta.
Cabe subrayar, que la población mexicana sobresale entre el conglomerado de
inmigrantes latinoamericanos en Canadá.
Cuadro 3
Distribución de la población mexicana en Canadá por provincia
Provincia Número de mexicanos
Alberta 3,345
British Columbia 8,465
Manitoba 181
New Brunswick 165
Newfoundland y Labrador 10
Northwest Territories 15
Nova Scotia 310
Nunavut 0
Ontario 15,465
Prince Edward Island 15
Quebec 6,475
Saakatchewan 465
Yukon Territory 35
CANADÁ 36,575
Fuente: Statistics Canadá, 2003.
119
La última vez que estuve trabajando en los Estados Unidos de
Norteamérica fue en la ciudad de Atlanta, Georgia, lo hice durante dos años y
medio. Cuando regresé a mi país tuve diferentes empleos mal pagados por
espacio de nueve meses y tomé la decisión de regresar de nueva cuenta hacia el
vecino país del norte, pero un día vino a Xalapa un hermano que vive en la ciudad
de Pachuca, Hidalgo, y me comentó que el hijo de su esposa estaba trabajando en
Canadá y que era mejor irme para ese país, ya que pagaban muy bien y, sobre
todo, no le piden visa a los mexicanos para poder ingresar a ese país.
A los pocos días de haber tenido esta plática, mi hermano me habló de
Pachuca para decirme que ya había platicado con su hijastro y que no había
ningún problema para ayudarme; me dio su teléfono e inmediatamente me
comuniqué con esta persona a la ciudad de Toronto, Canadá. Michel es el nombre
de la persona que me ayudó para irme hacia ese país. Él me explicó que ganaba
quince dólares canadienses la hora (dos o tres dólares americanos menos, que el
dólar americano), y que había demasiado trabajo, que se daba el lujo de cambiar
de trabajo a la hora que él quisiera, que era un ambiente muy padre y una ciudad
hermosa (y lo es); para decirlo en pocas palabras, me bajó el cielo y las estrellas.
Michel me preguntó en qué lugares de la Unión Americana había estado
trabajando, qué era lo que sabía hacer y qué había aprendido en el vecino país del
norte. Él se sorprendió por mi respuesta y dijo que eso era genial, que gracias a
esa experiencia no tendría ningún problema para poder encontrar empleo
inmediatamente y que con toda esta práctica adquirida en distintas fábricas de los
Estados Unidos tendría las puertas abiertas del trabajo, e incluso, hizo hincapié en
que personas con esa experiencia podría llegar a ganar de 20 a 30 dólares la
hora. Volvió a decirme que por él, encantado, que no había ninguna objeción para
que me fuera lo más pronto posible para Toronto, que arreglara todos mis papeles
para poder viajar y que cuando estuviera listo le volviera a hablar para ponernos
de acuerdo.
En los siguientes días, arreglé mi pasaporte, abrí una cuenta en el banco,
solicité una tarjeta de crédito, compré el boleto de avión de ida y vuelta, ya que
esa es una de las condiciones para poder entrar, es decir, como turista; de lo
contrario, no es permitida la entrada a Canadá.
Recuerdo que salí un día antes del día del padre, en el mes de junio de
2006. Todavía vi con mis hijos el primer juego de la selección mexicana en la copa
mundial de futbol. Ese día salí a las cuatro de la madrugada hacia la ciudad de
México. El avión se retrasó, saliendo a las cuatro de la tarde para Toronto, a donde
llegué a las nueve de la noche. 57 Inmediatamente nos pasaron a migración,
entregué la documentación correspondiente, me hicieron las preguntas de rutina y
pasé. Afuera me esperaba el hijastro de mi hermano. Nos saludamos y nos
encaminamos hacia su departamento. Al siguiente día, él se fue a trabajar y me
quedé todo el día encerrado, pues aún no conocía la ciudad. Así estuve varios
días hasta que le pregunté si me ayudaría a conseguir trabajo. Me dio varios
periódicos, me dijo que me pusiera a buscar y me quedé con el ojo cuadrado.
57
Toronto es una ciudad que va una hora adelante con respecto al tiempo del centro de México,
que es el huso horario que aplica en Veracruz y en la mayor parte de los estados de la República
Mexicana.
120
Michel vivía en un departamento por el cual pagaba doce mil pesos
mensuales, aparte luz y agua (no había cable), y tenía sólo dos recámaras: una
ocupada por él y la otra por una prostituta de Colombia que vivía en ese lugar.
Vamos a suponer que alguien vive en la ciudad de México y necesita
trabajar y yo le digo que en Xalapa hay muchas oportunidades de empleo, lo invito
a que venga, y una vez instalado acá, le doy el Diario de Xalapa para que
encuentre trabajo. Eso es más ó menos lo que me sucedió. Además, los empleos
que pude leer en los periódicos eran de limpiador de pisos, ayudante de cocinero
o de barrendero en las calles por seis dólares la hora.
Con el tiempo supe que la persona con la que llegué a Toronto había tenido
problemas muy serios en Hidalgo y tuvo que migrar hacia ese país. Había
estudiado inglés y después solicitó ir a Canadá en un intercambio, argumentando
que quería mejorar su inglés. Así lo hizo por espacio de seis meses, viviendo con
una familia de haitianos, quienes a su vez mandaron a su hija con la familia de
Michel. Durante esos seis meses estudió y logró conseguir trabajo en fábricas muy
pequeñas por medio de agencias y ganaba a la semana una miseria, que apenas
le alcanzaba para pagar un cuarto con varios de sus “amigos”. Cuando estuvo
estudiando, conoció a una familia residente de Canadá e hizo amistad con José,
de origen salvadoreño y dueño de una compañía donde se fabricaban escaleras
de madera.58 En esa empresa Michel llegó a ganar hasta mil dólares a la semana,
pues llegó a dominar bien el oficio que desempeñaba.
En los Estados Unidos, cuando un inmigrante está más allá de Houston y la
policía lo ve caminar por las calles, saben perfectamente cuando es ilegal. Sucede
lo mismo en las diferentes agencias en donde contratan inmigrantes, así como en
las fábricas: saben a la perfección cuando se trata de ilegales y no se meten con
ellos, salvo que cometan algún ilícito. En ese caso, lo corren o lo detienen.
En cualquier ciudad de Canadá el inmigrante ilegal no puede trabajar.
También compras papeles “chuecos”, pero las agencias saben sobre esta
situación y por tal razón le dan a uno el trabajo que ellos quieren y le pagan
cuando quieren. En varias agencias para las que trabajé nunca me pagaron y no
se puede poner una queja como en los Estados Unidos, porque lo deportan hacia
México y la consecuencia es que la persona deportada no puede entrar a ese país
en los próximos diez años. Cuando una persona es deportada, las mismas
autoridades de migración le compran a uno el boleto de avión. Tampoco se tiene
derecho a estudiar o algún tipo de seguridad social.
El primer mes trabajé en la compañía de José, el salvadoreño, haciendo
escaleras. Me pagaba siete dólares la hora, pero dejé este trabajo porque se
aprovechó de mi estatus migratorio y no me quiso pagar una semana que había
trabajado en su compañía. Posteriormente, encontré un trabajo en donde tenía
que levantarme a las tres de la mañana para estar a las siete en punto y salía a
las seis de la tarde, llegaba al departamento de noche y tenía que bañarme y
guisarme, recorría todos los días una distancia equivalente a la que hay entre
Xalapa a Puebla. La dueña de esta agencia era una argentina. Era muy mala
persona, ya que nos pagaba a destiempo o cuando quería y lo que quería. Ahí
perdí el trabajo porque le reclamé a la dueña que no me estaba pagando lo que se
58
Todas las casas en Canadá son de madera y, por consiguiente, llevan este tipo de escaleras.
121
había acordado y me despidió. En tales circunstancias, tenía que pagar parte de
los gastos del departamento y me fui endrogando cada día con Michel. Por esa
razón tuve que lavar platos todo el día en diferentes restaurantes, la mayoría
propiedad de gente de la India. También en Canadá se encuentra gente de todas
partes del mundo, pero como en ese país se da prioridad a los hindús, pues su
país fue colonia de Inglaterra y hay un acuerdo para dar refugio a personas de la
India. Tampoco los inmigrantes ilegales pueden manejar un automóvil, como
sucede en la Unión Americana. Quien es detenido, también es despojado del
coche, es infraccionado y llevado a la corte, la cual le impone un castigo, que en el
caso de los indocumentados es la deportación.
Así permanecí varias semanas, trabajando de un lugar a otro y el dinero no
me alcanzaba. Durante mucho tiempo no mandé dinero a mi familia. Pero uno de
los restaurantes en los que estuve, conocí a un mexicano de Guadalajara, Jalisco,
el cual había pedido refugio. Me aconsejó que yo también lo hiciera y me asesoró
sobre la forma de hacerlo. Luego me llevó a las oficinas de migración y tuve que
inventar una historia para que me dieran refugio. Después de inventar una historia,
me tomaron datos de todo tipo: enfermedades, si se estuve en el ejército, delitos
cometidos, etc. Luego me decomisaron el pasaporte y me dieron una hoja de color
marrón con la cual me podría identificar ante la policía. De entrada, me dieron mil
doscientos dólares y cada mes ocho cientos dólares y vales para comprar comida.
Es obligación de todo refugiado estudiar inglés, así como ir al médico
periódicamente. En mi caso, que uso lentes, me revisaron y salí mal de la vista,
por lo que me dieron dinero para comprar unos anteojos nuevos. Después de
obtener todos estos papeles, le advierten que no se puede trabajar. Sin embargo,
la mayoría de las personas tratan de conseguir trabajo para obtener más dinero.
Después de que han pasado entre tres y seis meses, el refugiado se tiene que
presentar en la corte con un abogado para que defienda su caso, argumentando
acerca del problema que tiene en su país de origen. 59 Ya en la corte, si no logra
comprobarse el motivo de la presencia del refugiado en el país, el gobierno otorga
unos días para abandonarlo. Vale la pena añadir aquí que en los casos de
personas de México y Costa Rica, las autoridades canadienses tienen mucha
desconfianza y por lo regular no les creen, pues saben que la mayoría de las
veces inventan historias para obtener más dinero.
122
tenía boleto de regreso, no fue necesario que ellos lo compraran, yo fui a
renunciar un día martes y al martes siguiente me estaba subiendo al avión de
regreso a mi país.
LA ÚLTIMA VEZ
123
Llegué a la hora y el día pactados a un parque cerca de la embajada de los
Estados Unidos. Nos hospedamos en una casa de huéspedes donde se
encontraban niños, mujeres y hombres dedicados al trabajo del campo, quienes
estaban en espera de que los cruzara un “coyote” de manera ilegal. También se
encontraban muchos centroamericanos que iban a pasar para aquel país. Esa
estancia se llama “La Casa del Migrante” y el precio por un cuarto con agua
caliente y una comida era de 50 pesos diarios. En cambio, en un hotel se cobraba
desde 250 hasta 500 pesos por día y no había lugar.
Mi idea era conseguir la visa de trabajo y posteriormente desertar del
empleo para regresar a cualquiera de los lugares en los cuales ya había trabajado.
Al siguiente día, a las diez de la mañana, nos llevaron a una casa de Monterrey
con un abogado cubano “experto” en leyes migratorias, quien nos explicó que si
no teníamos un mal record era muy probable que se nos otorgara la visa de
trabajo.60 Después de que nos dijo cuáles eran los pros y los contras, los que
aceptamos fuimos a Banamex a pagar el derecho de visa, le dimos el
comprobante del pago al abogado y nos citó en el consulado americano al otro día
a las ocho de la mañana.
El día de la cita llegamos y nos formaron. Éramos alrededor de 500
personas los que estábamos solicitando una visa de trabajo. Sólo en ese día
(pagué por ese permiso más de mil pesos, qué negocio), fuimos pasando en
grupos de cincuenta personas, y luego, de diez en diez, pasábamos a unas
ventanillas en donde se nos pedían datos tales como: si ya habíamos estado
antes trabajando en los Estados Unidos, si habíamos cometido alguna infracción
de tránsito, si se debía dinero, o si habíamos tenido algún problema con las
autoridades de del país. Como estábamos aconsejados, a todo decíamos que no.
Cuando me tocó pasar a la ventanilla, me cuestionaron, buscaron mi
nombre en la base de datos, se me quedaron viendo y me dijeron que esperara un
momento. Pasaron quince largos minutos y me pasaron a un cuarto donde me
tomaron varias fotografías. De las quinientas personas que pasamos, fui el único
al que le hicieron eso. Después me dijeron que pasara a la siguiente fila y en ella
permanecíamos parados un buen rato hasta llegar a la ventanilla donde estaba un
oficial de migración, el cual iba interrogando a cada uno de los aspirantes. Delante
de mí estaba un señor que estuvo diez años en Nueva York trabajando en la
construcción y revisando la base de datos le dijeron todos los ilícitos que había
cometido durante su estancia y que, por lo tanto, no podía ingresar durante los
próximos 99 años.
Cuando se cruza hacia los Estados Unidos se debe de tener mucho
cuidado la forma en que se pasa para no ser atrapado para evitar el fichaje por
parte de las autoridades migratorias. De igual modo, cuando se está trabajando en
ese país se tiene que ser muy cuidadoso de no cometer ningún tipo de delito como
el no pagar la renta, conducir en estado de ebriedad, no pagar alguno de los
60
Estas visas las dan sólo por seis meses para trabajar en las diferentes granjas o campos de los
Estados Unidos. Se trabaja desde las seis de la mañana hasta que se oculta el sol. Los
trabajadores tienen derecho a las tres comidas, al servicio médico y se les respetan el resto de sus
derechos laborales, ya que el consulado mexicano está pendiente de su situación migratoria y
laboral. Es así como muchos mexicanos tienen trabajo cada año.
124
“biles”;61 tampoco es conveniente comprar un coche o placas y ponerlos a nombre
de uno. Yo había cometido dos errores: el primero, fue cuando me crucé por
segunda ocasión, pues fui detenido por migración y fichado; la segunda, cuando
estuve trabajando en Atlanta, ya que compré un coche y lo puse a mi nombre,
junto con las placas. Todo esto queda registrado en la base de datos de las
diferentes corporaciones policíacas.
Cuando tocó mi turno, el oficial de migración me dijo que le dijera la verdad,
que si en alguna ocasión había estado en su país y que si le decía la verdad me
daría la visa. Esto ya lo había hecho con otras personas y por decir la verdad no
sólo no se las dieron, sino que les dieron muchos años para no poder entrar a
trabajar. En mi caso, yo le contesté que nunca había trabajado en su país. Se rió y
no solamente me dijo que había estado trabajando en su país, sino qué coche
tenía y cuánto me había costado. También me dijo que había estado en Canadá y
que solicité refugio. Me dijo, además, que estaban investigando en qué lugares de
Atlanta había trabajado. En ese momento me dijo que durante los próximos diez
años no podría ingresar a su país y que de hacerlo tendría graves consecuencias
legales. En ese momento me proporcionó mi hoja de no ingreso hacia la Unión
Americana.62 En seguida me retiré y me dirigí hacia la calle –junto con varios de
los que querían ir a trabajar al otro lado de la frontera- en busca de la persona a la
que habíamos solicitado los servicios para obtener la visa de trabajo. Al llegar, le
platicamos lo que había sucedido y nos contestó que no nos podía regresar todo
el dinero porque se le había quedado una parte al abogado por los servicios que
había realizado ante el consulado americano. Después nos dirigimos con el
abogado, ya que este nos había dicho que a las personas que no les dieran la visa
les regresaría su dinero. Mencionamos lo que había dicho la otra persona y
contestó que él no tenía el dinero, que se lo había quedado la otra persona. El
señor a quien le dieron 99 años de no ingreso hacia el vecino país del norte, nos
comentó que la persona que no nos quería devolver el dinero ya había estado
detenido por la misma causa, permaneciendo en la cárcel durante cinco años.
Fuimos a ver de nueva cuenta a quien le habíamos pagado y le dijimos que si no
se regresaba el dinero, lo acusaríamos ante las autoridades correspondientes. Fue
cuando accedió a devolvernos el dinero.
Esa misma noche tomé el transporte de regreso. Viajé doce horas a México
y cinco más hacia la ciudad de Xalapa.
Posteriormente, estuve todo un año sin encontrar trabajo. Hoy trabajo en el
Centro de Internamiento de Palma Sola, municipio de Alto Lucero, Veracruz.
61
El mexicano le llama así al pago de los servicios de una casa o departamento, luz, cable, agua,
renta y otros.
62
Esta hoja de no ingreso, aún la conservo. En ella aparece toda esta información.
125
Fuentes consultadas
Confines.mty.itesm.mx/artículos5/Gaxio/aE.pdf
http://www.baxico.org.mx/g/publicaciones/informesAnual/Informes/2000/InformesA
nual/2003pdf.
http://www.monografías.com/trabajos14/diagnóstico-migratorio/Image 581.gif
http://oncetv-ipn.net/migrantes/mapas/mapmex/html
Redalic. Uaemex.mx/redalic/htlm/…63300509.htlm.
www.Conapo.gob.mx/index.php? Option...
www.dw-word.de/dw/article/0..1970177.00.html.
www.Exonline.com.mx/…tráfico…/141157
www.ime.gob.mx/agenda_migratoria/remesas.htm.
www.ibtimes.com.mx/.../desempleo-México-inegi.htm.
126
www.lajornadadeMichoacán.com.mx/2008/09/index.php?
www.inegi.gob.mx/inegi/contenidoespañol/.../educación.pdf
www.jornada.unam.mx/2006/11/25/index.php?section.
www.nodulo.org/ec/2007/n059p11.htm
www.radilaprimerisima.com/noticias/4777
www.Sre.gob.mx/acerca/marco...ime.htm
127