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NTRODUCCIÓN

Familia y Escuela son un marco referencial imprescindible para la incorporación de un


nuevo ser humano a la sociedad; pero, este marco se encuentra a merced de los avatares
impuestos por transformaciones diversas que han de asumir ambas instituciones si quieren
responder a su tarea educativa y socializadora.
Los cambios de la sociedad actual son rápidos y profundos, los sujetos no están
preparados para adaptarse a ellos en los diversos niveles: biológico, psicológico y social. La
complejidad, cada vez mayor, que la caracteriza, demanda una nueva visión educadora de la
familia y la escuela, lo que exige su compromiso para trabajar unidas en un proyecto común.
El objetivo principal de esta aportación es crear un espacio de reflexión sobre la
necesidad de tomar conciencia de la importancia de la formación en Educación Familiar para
ayudar a:
a. Los profesionales de la educación y a los padres a mejorar las relaciones Escuela-Familia
como una medida de calidad de la enseñanza y prevención del fracaso escolar.
b. Los padres a tomar conciencia de su papel en la educación de sus hijos para responder a
las nuevas necesidades educativas que presentan.
Para ello, se ofrece el análisis de algunos de los contrastes y cambios fundamentales
que se están produciendo y repercuten en la familia y la escuela, y son necesarios tener en
cuenta en las prácticas educativas. También, se considera que una intervención para la
educación del futuro debe estar enmarcada en un enfoque interactivo, ecológico y
comunitario para responder a las necesidades afectivas, cognitivas y sociales de todos los
implicados.

1. CAMBIOS FUNDAMENTALES EN LA SOCIEDAD ACTUAL Y SUS


REPERCUSIONES.
Los avances científicos y tecnológicos han supuesto cambios muy rápidos. Se suceden
de forma vertiginosa, no dando lugar a que el hombre pueda interiorizarlos y adaptarse a las
nuevas exigencias que estas transformaciones van imponiendo al mundo de la cultura, mucho
más lento en su evolución.
Estos cambios, que afectan a la educación familiar, se sitúan en dos planos: interno y
externo:
1. Interno. La familia necesita un marco de referencia para guiar, orientar y educar a sus hijos,
porque sumergida en un mundo cambiante, cuya inestabilidad e incertidumbre fomenta
inseguridad y miedo, se encuentra confundida, las viejas creencias, los valores vividos, en
definitiva, la educación recibida no le sirve para educar a su generación actual.
2. Externo. La familia se encuentra en medio de contrastes ante los cuales se siente
sobrepasada y se pregunta cómo responder a las demandas de sus hijos que están fuera de los
esquemas de sus propias experiencias y vivencias.
En este contexto, la familia tradicional aparece desdibujada, ha perdido sus antiguos
puntos de sustentación, se han venido abajo los grandes pilares que sostenían sus creencias y
cimentaban los roles atribuidos a los diferentes miembros de la familia, por ejemplo: el
hombre, en la figura del padre, no representa la autoridad como pilar de fuerza y poder; la
mujer, en la figura de madre, no representa el amor como pilar de sumisión y abnegación y
la sexualidad, no representa lo puro y misterioso como pilar de reproducción… Esta situación
le impide saber plantear pautas educativas que respondan a las necesidades actuales de sus
hijos.
En definitiva, la familia se encuentra buscando nuevos pilares donde asentar una nueva
identidad.
Desde otra perspectiva, la escuela, también se encuentra en una situación similar. Los
viejos patrones educativos no le sirven para educar hoy. A merced de los vientos del
autoritarismo de ayer y del permisivismo actual, a veces, deja hacer… porque no sabe qué
hacer. Encerrada en una burocracia asfixiante, se le hace difícil vivir el sentido comunitario
que, proclaman los documentos que la rodean y le exigen los nuevos valores democráticos.
Siente la presión de las demandas que van más allá de su tradicional función transmisora de
conocimientos y no se siente preparada para afrontarlas.
¿Qué pueden hacer familia y escuela ante esta situación?. Sencillamente, aliarse y
emprender juntas un camino que les permita crear una nueva concepción de la educación,
desde una perspectiva comunitaria real dónde el verdadero protagonista sea el niño. Este
objetivo exige la elaboración de un proyecto educativo común entre familia y escuela.
¿Cómo? Analizando y reflexionando la realidad sociohistórica en la que están inmersas
y tratando de responder al tipo de educación que quieren dar a las nuevas generaciones y el
tipo de hombre que quieren formar, así como en los medios e instrumentos que han de utilizar
para lograrlo. Este análisis implica tener en cuenta algunos contrastes de la sociedad actual.

2. CONTRASTES DE LA SOCIEDAD.
Como decíamos, en el seno de la familia y la escuela se están produciendo cambios
sustanciales relacionados con los papeles que juegan en la educación, a los que se añaden los
grandes contrastes influidos por las Nuevas Tecnologías de la Comunicación, difíciles de
abordar, que caracterizan esta sociedad y configuran un estilo de vida y valores, como por
ejemplo, los siguientes:
• El vecino del bloque es un desconocido con el que no se entabla ninguna comunicación,
pero sí se mantienen relaciones con personas y países remotos por medio del correo
electrónico, Internet o videoconferencia.
• Algunas autonomías territoriales son defendidas a ultranza, y en el ámbito internacional se
buscan estrategias de actuación conjunta y global.
• Ciertos países desarrollados disponen de una gran tasa de paro, no obstante, recurren a la
mano de obra barata proporcionada por los inmigrantes, pero no les integran en su cultura.
• Las pequeñas infracciones son penalizadas y las grandes corrupciones se justifican.
• El esfuerzo, la constancia y el trabajo son desvalorizados, mientras que el éxito fácil es
premiado, etc.
El centro de estos contrastes se encuentra en los medios de comunicación como faro
que alumbran lo cotidiano, eje alrededor del que gira la vida familiar y escolar y sus
acontecimientos. De forma que los recursos audiovisuales y tecnológicos: televisión, video-
juegos, Internet, etc., están al alcance de los ciudadanos, y modelan una nueva forma de
concebir el mundo y sus valores. Como señala Savater, F. (1997 :71), “mientras que la
función educadora de la autoridad paternal se eclipsa, la educación televisiva conoce cada
vez mayor auge ofreciendo sin esfuerzo ni discriminación pudorosa el producto
ejemplarizante que antes era manufacturado por la jerárquica artesanía familiar”.
¿Qué conclusiones pueden extraerse de lo expuesto?. El niño es bombardeado desde
diferentes flancos por gran cantidad de información, a veces, contradictoria que forma una
realidad calidoscópica, de donde surge la necesidad inminente de una educación por parte de
los padres y profesores que le ayuden a discriminar este cúmulo de información y le orienten
y guíen dando coherencia a sus experiencias cotidianas. ¿Cómo?
Tomando como marco de referencia la inestimable la aportación del Informe de la
Unesco de la Comisión Internacional sobre la Educación para el S. XXI, presidido por
Jacques Delors, que basa la educación para el futuro en estos cuatro pilares
fundamentales: Aprender a conocer, Aprender a ser, Aprender a hacer y Aprender a vivir en
comunidad.
Aprender a conocer: Es necesario poner en contacto a los niños y niñas con los
conocimientos, entretejidos por la historia y la cultura, que se organizan en contenidos
curriculares y se aprenden en la escuela, pero también, con el mundo que les rodea por medio
de sus relaciones con el entorno, la familia, los iguales y los medios de comunicación,
ayudándoles a analizar esta realidad a través de estrategias de aprendizaje constructivo.
La familia transmite conocimientos que entran dentro del ámbito de la historia familiar
y le confiere una serie de características diferenciales fruto de las experiencias de las
generaciones anteriores. En este sentido, es importante, crear en el hogar intercambios y
comunicaciones sobre la historia de los abuelos, tíos abuelos, así como anécdotas y sucesos
acaecidos en la biografía familiar, que permitan al niño tomar conciencia de su procedencia
y conocer su filiación y le ayuden a tomar conciencia de su identidad personal, familiar y
social.
Así, el niño estructura un tiempo y un espacio tanto en el ámbito personal como
histórico, que le ayudan a tomar conciencia de sí mismo como sujeto individual y social. La
construcción del concepto de sí mismo de un sujeto gira alrededor de estos dos ejes: tiempo
y espacio.
Aprender a ser. Para ello, los niños y niñas han de aprender a ser desde dos vertientes:
1) social: como miembro de un grupo social, de una cultura, que podemos relacionar con
“aprender a conocer”, y 2) individual: como ser único y diferente, descubriendo su
interioridad, sus posibilidades y limitaciones, su realidad personal inmersa en una realidad
social, en la que desarrollar su proyecto vital.
Para aprender a ser él mismo, el niño descubre sus peculiaridades y su ser sí mismo en
la diferenciación con los miembros de su familia. La identidad personal la adquiere en este
doble proceso de descubrimiento de sí mismo y diferenciación del otro. De ahí la importancia
de sus primeros contactos familiares para potenciar la realidad de su ser individual y
personal. El niño aprende a ser sintiéndose querido, valorado, descubriendo que es digno de
ser amado.
Aprender a hacer. El niño aprende a desarrollar habilidades y destrezas, observando,
experimentando y descubriendo todos los objetos que encuentra a su alrededor. El niño
aprende a hacer con sus más próximos, en la realidad cotidiana del hogar y de la escuela,
cuando se le permite manipular, asociar y establecer relaciones entre diferentes elementos,
estamos permitiendo que aprenda a hacer. La creatividad como capacidad creadora, que
permite abrir hacia nuevas fronteras, se fomenta estimulando al niño a investigar, descubrir,
explorar, experimentar, y en esta tarea pueden participar familia y escuela, por medio de
estrategias innovadoras de trabajo común.
Aprender a vivir en comunidad. Favorecer una educación para la vida comunitaria,
desde el ámbito familiar, es fundamental para que el niño aprenda a ejercitar la participación,
la cooperación, el diálogo y la toma decisiones consensuadas y compartir los conocimientos
y la vida, de forma que luego sea capaz de transferir estos aprendizajes a otros contextos
sociales.
En nuestra opinión el verdadero reto es educar para: Aprender a ser y aprender a vivir
en comunidad. Estos pilares para que sirvan realmente al diseño de una educación para el
futuro han de ser objetivos educativos de la Familia y la Escuela, plasmados en un proyecto
común, como mencionábamos anteriormente, donde se planteen el tipo de educación que
quieren dar y el tipo de hombre que quieren formar a partir de una toma de decisiones
consensuadas.
¿Cómo es posible alcanzar esta meta?
A través de la participación real y efectiva de la familia en los centros. ¿Qué exige?
Una formación inicial para la participación, desde los planes de estudio de Formación del
Profesorado y de Pedagogos, que incluyan una preparación en Educación Familiar para dotar
al profesor y al pedagogo de instrumentos y técnicas para concienciar e implicar a las familias
en la vida del centro, así como a los pedagogos de una preparación específica para la
formación de padres. En este sentido, profesores y pedagogos se convierten en agentes de
participación, de cambio y dinamizadores de las relaciones entre la familia y el centro, que
encuentra así su sentido como comunidad educativa.

3. FAMILIA Y ESCUELA: EDUCAR PARA VIVIR EN COMUNIDAD


¿Qué significa el término comunidad?. En palabras de Bárcena, Fernando. (1997 :112),
en sentido abstracto, alude a lo que pertenece a todos los miembros de un grupo o
colectividad, va referido a una comunidad de bienes, de sentimiento y de origen. Puede
adquirir múltiples formas, y referirse a la comunidad familiar, a la escolar, o también a la
económica europea. Es un concepto que, en la actualidad, tiene gran importancia en el ámbito
de la Sociología y de la Filosofía Moral y Política contemporáneas. Desde el punto de vista
sociológico, la comunidad es una forma peculiar de agrupamiento social, y para Rodríguez
Neira, T. (1997 :161), “la forma más perfecta de la comunidad es la familia”, pero, ¿lo sabe
la familia?.
La familia como primer ámbito educativo necesita reflexionar sobre sus pautas
educativas y tomar conciencia de su papel en la educación de sus hijos. La complejidad de la
realidad actual se le escapa y esto repercute en la vida del niño, conllevando problemas
escolares y familiares que surgen en la realidad diaria: desinterés, falta de motivación,
dependencia, bajo rendimiento, fracaso escolar, violencia, etc., que no se pueden achacar a
la sociedad en abstracto, a la familia, a la escuela o a los alumnos, de manera independiente
como “compartimentos estanco”, sino que la interacción de todos ellos es la que propicia esta
situación.
De ahí surge la necesidad de una formación específica en este nuevo campo de trabajo
pedagógico, el familiar, para que cualquier intervención que se intente llevar a cabo tenga en
cuenta la visión global de su contexto.
El niño comienza su trayectoria educativa en la familia que la escuela complementa.
Por tanto, familia y escuela son dos contextos próximos en la experiencia diaria de los niños,
que exige un esfuerzo común para crear espacios de comunicación y participación de forma
que le den coherencia a esta experiencia cotidiana. La razón de este esfuerzo se justifica en
sus finalidades educativas dirigidas al crecimiento biológico, psicológico, social, ético y
moral del niño, en una palabra, al desarrollo integral de su personalidad.
De la coordinación y armonía entre familia y escuela va a depender el desarrollo de
personalidades sanas y equilibradas, cuya conducta influirá en posteriores interacciones
sociales y convivencia en grupo, que crearán un nuevo estilo de vida.
Es urgente que ambas instituciones se planteen como objetivo prioritario al niño como
verdadero protagonista de su quehacer educativo
¿Cómo llevarlo a la práctica?
En primer lugar, es necesaria una nueva forma de enfocar la educación en la
familia, que ha de tomar conciencia de la necesidad de su participación en ámbitos sociales
más amplios. Esto exige una formación de padres a través de programas.
En segundo lugar, las propuestas han de ir enfocadas hacia intervenciones globales en
las que se impliquen las instituciones sociales, escolares y familiares, desde una perspectiva
interactiva, ecológica y comunitaria.
Como señalábamos el verdadero desafío es aprender a ser y aprender a vivir en
comunidad, esto exige hacer posible espacios de comunicación e intercambios que fomenten
la participación y conduzcan a compromisos que enriquezcan la vida personal y colectiva de
los implicados.
La familia juega un importante papel en este sentido, pero hay que ayudarla a tomar
conciencia de ello. Los cambios de la sociedad actual deben encaminarla hacia una estructura
participativa y de compromiso, de modo que cada uno de sus integrantes desempeñe su
función, y tenga conciencia de su identidad individual como miembro de esa comunidad.
¿Cómo? Dentro un clima de comunicación se establecen pautas para la distribución y
organización de tareas en función de las necesidades y posibilidades de cada miembro. En
este contexto, la comunicación adquiere un valor esencial si desea educar para la vida
comunitaria, y se convierte en la mejor manera de superar dificultades, conflictos, contrastes
y contradicciones de la realidad cotidiana que surgen de la propia convivencia del hogar, y
fuera de él.
La escuela se sitúa en el segundo espacio, de vital importancia, en la vida de los niños
y niñas. Entre sus objetivos se encuentra: fomentar la participación, cooperación y
colaboración entre los alumnos. En consecuencia, la puesta en práctica de los valores
comunitarios y democráticos que se proponen en la familia y la escuela, formarían parte de
las experiencias y vivencias de los alumnos, desde los dos ámbitos en los que interactúa cada
día, configurando su identidad y el concepto que de sí mismo van adquiriendo.
En una sociedad como la nuestra, la familia y la escuela han de tener claros sus papeles
y fomentar la vida comunitaria, como fundamento de toda posterior experiencia social.
¿Cuáles son los ejes que han de regir sus actuaciones? Siguiendo a Medina Rubio, T (1997):
la autoridad basada en el compromiso ético, el ejemplo como coherencia entre lo que se
piensa, se dice y se hace y el amor como el motor que impulsa y da vida.
La experiencia temprana en la familia de formas de comunicación basadas en el diálogo
y el consenso sustentarán actitudes democráticas de participación, colaboración y
cooperación. En consecuencia, este aprendizaje será reforzado en la escuela si pone en
práctica actividades en las que los alumnos trabajen en equipo, utilicen la negociación para
resolver sus conflictos y pongan en práctica los valores de la vida comunitaria, en los que se
han iniciado en el hogar.
En definitiva, es esencial que padres y profesores se pongan de acuerdo sobre cómo
hacer efectiva la participación de la familia en la escuela, para que sus relaciones sean de
ayuda mutua y hacer frente a los desafíos que les presenta este mundo en cambio, lo que va
a repercutir de forma positiva en la educación de los niños y va dar coherencia a sus
experiencias.

4. UNA PROPUESTA DE INTERVENCIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN DE LA


FAMILIA EN LA ESCUELA
Del desarrollo de esta exposición surge un aspecto fundamental, la formación en
Educación Familiar. No se puede hablar de fomentar la participación activa de la familia en
la comunidad escolar, sin una formación del profesorado y los pedagogos, poniendo a su
disposición conocimientos, instrumentos y estrategias que faciliten su labor.
De ahí que, la propuesta de intervención para que sea efectiva, haya de abarcar varios
niveles: Universidad, Centros de Formación del Profesorado y Centros Escolares. La
incorporación de la Universidad a esta tarea, al introducir, en los planes de estudio de los
futuros maestros, Programas de Formación para la Participación: Escuela y Familia, supone
una respuesta de implicación y compromiso que muestra su sensibilidad por una apuesta de
educación para el futuro. De hecho, en la literatura, se recoge que ya se está realizando en
algunos países europeos y americanos. Como indica, Kñallinsky, E. (1999 :142), los
objetivos que se persiguen, al incluir la implicación de los padres como parte de los estudios
de magisterio, son:
• Desarrollar la sensibilidad en los futuros maestros acerca de los cambios en las familias.
• Conocer la importancia de la implicación de los padres.
• Tener experiencias prácticas de trabajo con éstos
Como objetivos específicos del programa se plantean:
• Trabajar con distintos tipos de familias
• Desarrollar e implementar actividades para comunicarse con las familias
• Elaborar y poner en práctica un proyecto de lectura en casa
• Dirigir reuniones de padres
• Conocer el amplio abanico de actividades que se realizan en las escuelas para integrar a los
padres

https://www.unrc.edu.ar/publicar/cde/05/Aguilar%20Ramos.htm
VERSÍCULOS BÍBLICOS SOBRE LA FAMILIA
Se dice que "la familia es la base de la sociedad" y hay verdad en esto. Una sociedad
compuesta por familias sin valores y sin amor será una sociedad enferma sin un
fundamento sólido. Las familias saludables en las que sus miembros se aman, se respetan y
se cuidan contribuirán al crecimiento y la estabilidad del lugar donde viven.

La familia es muy importante para Dios, de hecho, la idea surgió de él. Dios podía habernos
creado para vivir aislados, sin necesitarnos los unos a los otros. Pero no fue así. Nos
necesitamos no solo para la continuación de la raza humana sino para apoyarnos, construir
y bendecir el lugar donde Dios nos ha puesto.

Veamos algunos versículos bíblicos que hablan sobre la familia y cómo debemos
relacionarnos dentro del entorno familiar.

1. El origen de la familia
Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los
creó, y los bendijo con estas palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y
sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se
arrastran por el suelo».
(Génesis 1:27-28)

Dios creó al hombre y a la mujer y los bendijo, dándoles una misión compuesta por dos
partes. Primero, multiplicarse, ser fructíferos y llenar la tierra con hijos. Vemos que sin la
unidad sexual del hombre y la mujer no habría continuidad. La segunda parte de la misión
consistía en someter la tierra, cuidarla, cultivarla, y dominar a los animales.

Los seres humanos fuimos creados a la imagen de Dios y tenemos un propósito asignado
por él. Somos llamados a contribuir en el lugar donde estamos. No solo eso, a diferencia de
los animales, los humanos poseemos cuerpo, alma y espíritu lo cual nos da la capacidad de
tener una relación de amistad con Dios, fuente de amor y sabiduría.

2. La unidad en el matrimonio
Todo nuevo matrimonio debe dar prioridad
a su unión y vivir de acuerdo a los mandatos
de Dios. Aunque todavía pertenecemos a la
familia en la que crecimos, al casarnos
pasamos a ser uno con nuestro cónyuge y
formamos una nueva familia. Tomaremos
nuestras decisiones juntos delante de Dios y
buscaremos su voluntad para nuestro futuro
y bien común.

3. La vida espiritual de la familia


Grábate en el
corazón estas
palabras que hoy te
mando.
Incúlcaselas
continuamente a
tus hijos. Háblales
de ellas cuando
estés en tu casa y
cuando vayas por el
camino, cuando te
acuestes y cuando
te levantes.
(Deuteronomio 6:6-
7)

Los padres deben


llenar sus corazones y sus mentes con la palabra de Dios para luego enseñarla a sus hijos.
Su ejemplo amoroso y constante viviendo de acuerdo con los mandatos de Dios les
inspirará y bendecirá. La familia que ama a Dios comparte de forma natural lo que Dios
hace en su diario vivir y cómo él interviene en los problemas del día a día.
4. Alabar a Dios juntos
Tributen al Señor, familias de los pueblos, tributen al Señor la gloria y el poder; tributen al
Señor la gloria que corresponde a su nombre; preséntense ante él con ofrendas, adoren al
Señor en su hermoso santuario.
(1 Crónicas 16:28-29)
Hay un vínculo especial en las familias que adoran a Dios juntas. Es de gran gozo poder ir
juntos al templo a dar gloria a Dios por todas las bendiciones que él nos concede a diario.
La familia que está unida no solo por lazos de sangre sino también en el área espiritual
disfrutará de una relación más profunda y real. Sus miembros estarán unidos en espíritu
recibiendo la bendición que Dios concede a todos los que le sirven.
5. La bendición de los hijos
Los hijos que Dios nos da son parte de la bendición que él nos concede. No debemos verlos
como una carga económica o una presión sobre nosotros. ¡Todo lo contrario! Tenemos que
amarlos y educarlos, enseñarles a ser buenos ciudadanos y hacerles partícipes de todas las
cosas buenas que Dios nos ha dado.
7 versículos sobre la importancia que Dios da a los niños
6. Instruir bien a los niños
Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará.
(Proverbios 22:6)
Los padres deben enseñar valores a sus hijos, cómo comportarse de forma aceptable y
respetuosa ante todos. También es responsabilidad de los padres instruir a sus hijos en la
verdad del evangelio, enseñarles lo que significa amar y seguir a Jesús. Una buena base
espiritual les ayudará a enfrentar los retos que la vida les presente.
Todo lo que los niños aprenden durante su niñez les moldeará para el resto de su vida.
Seamos padres responsables que aman e instruyen a sus hijos en el camino del Señor.
7. La obediencia a los padres
Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre.
(Proverbios 6:20)
Los hijos deben obedecer a sus padres. Aquí se refiere a padres y madres que enseñan a sus
hijos los mandamientos de Dios. Los padres que aman a Dios no harán exigencias sin
sentido a sus hijos. Según los hijos crecen y estudian la palabra de Dios por sí mismos,
comienzan a reconocer la sabiduría detrás de los mandatos de sus padres y la bendición que
resulta cuando vivimos una vida de obediencia ante Dios.
Aprende más sobre cómo dice la Biblia que debemos tratar a los demás.
8. Bendecir a las otras generaciones

La familia debe valorar la aportación de todos


sus miembros. Una familia fuerte aprecia a
todos los que la componen sean hijos, nietos,
abuelos, primos o tíos. Celebran juntos sus
éxitos, se cuidan, se animan y se ayudan en
los momentos de enfermedad o necesidad.
Los abuelos se alegran al ver a sus hijos criar
y educar a los nietos con el mismo amor y la
misma dedicación que ellos lo hicieron. Los
hijos también aprenden con el tiempo a
valorar el esfuerzo y sacrificio que hicieron sus padres para criarlos en un ambiente lleno de
amor y de estabilidad.
9. Luchar por la unidad
Y, si una familia está dividida contra sí misma, esa familia no puede mantenerse en pie.
(Marcos 3:25)
Es muy triste ver familias que solo se hablan para pelear o ni siquiera se hablan. Debemos
trabajar activamente en la unidad familiar, pasar tiempo juntos no solo en casa sino dar
paseos, hacer deporte o disfrutar de tiempos de relax juntos. La familia debe tener metas y
sueños comunes y celebrar cuando estos se consiguen. Glorificamos a Dios cuando nos
esforzamos en mantener la paz y la armonía en nuestra familia.
10. Cuidar y proveer para los nuestros
El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y
es peor que un incrédulo.
(1 Timoteo 5:8)
Dentro de la familia debemos cuidar y proveer para los nuestros. Necesitamos estar alerta
ante las necesidades de nuestros familiares y ayudarles a la medida de lo que esté a nuestro
alcance. No debemos cerrar nuestros corazones ante ellos y sus necesidades reales.
La base de nuestra fe es el amor incondicional y sacrificial, ese amor que Dios tuvo por
nosotros al enviar a su Hijo Jesús a morir en nuestro lugar. Nuestro día a día debe reflejar
crecimiento en esta área mostrando ese tipo de amor a los demás, especialmente a nuestros
familiares.
11. Actuar con sabiduría

Un hijo sabio traerá gozo al corazón


de sus padres. No entrará en
conflictos innecesarios con ellos,
les honrará y les bendecirá con sus
palabras y acciones. Se aferrará a
Dios, la fuente de sabiduría, y
tomará decisiones que le agradan a
él y que bendigan a sus padres.
El hijo necio echa de lado las
enseñanzas de sus padres y les
causa tristeza y dolor,
especialmente a la madre. Necio es
quien rechaza la sabiduría que viene de Dios y vive en rebeldía contra él y contra sus
padres.
12. Transmitir el buen camino
Escuchen, hijos, la corrección de un padre; dispónganse a adquirir inteligencia. Yo les
brindo buenas enseñanzas, así que no abandonen mi instrucción.
(Proverbios 4:1-2)
Los padres deben tomar tiempo para hablar con sus hijos, enseñarles a tomar buenas
decisiones y a andar por el buen camino. A veces esperamos que los hijos se comporten de
una manera, pero no nos sentamos a explicarles lo que esperamos de ellos y por qué les
conviene obedecer.
Los hijos por su parte deben escuchar cuando sus padres les corrigen y aprender a tomar
decisiones que les ayuden a crecer como seres humanos. Con el paso de los años recordarán
los consejos de sus padres y estarán agradecidos.
13. El temor al Señor trae bendiciones
Dichosos todos los que temen al Señor, los que van por sus caminos. Lo que ganes con tus
manos, eso comerás; gozarás de dicha y prosperidad. En el seno de tu hogar, tu esposa será
como vid llena de uvas; alrededor de tu mesa, tus hijos serán como vástagos de olivo. Tales
son las bendiciones de los que temen al Señor.
(Salmo 128:1-4)
Temer al Señor es darle la reverencia y el respeto que él merece. Dios valora y premia que
reconozcamos su señorío sobre nosotros y que vivamos dentro de su voluntad.
Hay bendiciones específicas para el que teme a Dios y obedece sus mandatos. Por ejemplo,
el salario por su trabajo le rendirá y gozará de bienestar. También hay promesa de
descendencia, gozo y abundancia. Uno de los bienes más preciados del hombre es su
familia, y una familia que vive en amor y armonía no tiene comparación.
14. Sobre todo, amor
Una familia sin amor no logrará superar
los retos que traerá la vida. Los
miembros de la familia deben estar
dispuestos a pedir perdón y perdonar, a
creer en la bondad y el amor de los otros
y a dejar pasar esas pequeñas manías o
rarezas de los demás que a veces nos
agobian.
El único amor perfecto es el de Dios.
Llenemos nuestras vidas de él dejando
que su amor fluya a través de nosotros y
bendiga a toda la familia.
Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que
permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
(1 Juan 4:16).

Versículos de la Biblia sobre la dignidad humana


Posted on mayo 7, 2013

La dignidad humana es un derecho universal y fue perseguido en vida por nuestro señor
Jesucristo. La evangelización consiste básicamente en entregar dignidad a todos los
humanos. Jesús fue un pionero en esparcir la igualdad y amor entre todos, independiente de
los orígenes y la vida que tengamos, incluso de nuestra historia. Este mensaje de dignidad,
sigue vigente y es cada día más importante.

A continuación, un listado los mejores versos de la Biblia que tratan la dignidad humana.

Gálatas 3:28 No hay Judío, ni Griego, no hay siervo, ni libre, no hay varón, ni hembra:
porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Juan 13:16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el apóstol es
mayor que el que le envió.

Génesis 1:27 Y crió Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió, varón y hembra
los crió.

Mateo 7:12 Así que, todas las cosas que quisierais que los hombres hiciesen con vosotros,
así también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas.

1 Juan 3:17 Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere á su hermano tener necesidad,
y le cerrare sus entrañas, ¿cómo está el amor de Dios en él?
Jeremías 1:5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que salieses de la matriz
te santifiqué, te dí por profeta á las gentes.

Mateo 10:24 El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor.

Colosenses 4:1-18: 1 AMOS, haced lo que es justo y derecho con vuestros siervos,
sabiendo que también vosotros tenéis amo en los cielos. 2 Perseverad en oración, velando
en ella con hacimiento de gracias: 3 Orando también juntamente por nosotros, que el Señor
nos abra la puerta de la palabra, para hablar el misterio de Cristo, por el cual aun estoy
preso, 4 Para que lo manifieste como me conviene hablar. 5 Andad en sabiduría para con
los extraños, redimiendo el tiempo. 6 Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con
sal, para que sepáis cómo os conviene responder á cada uno. 7 Todos mis negocios os hará
saber Tichîco, hermano amado y fiel ministro y consiervo en el Señor: 8 El cual os he
enviado á esto mismo, para que entienda vuestros negocios, y consuele vuestros corazones,
9 Con Onésimo, amado y fiel hermano, el cual es de vosotros. Todo lo que acá pasa, os
harán saber. 10 Aristarchô, mi compañero en la prisión, os saluda, y Marcos, el sobrino de
Bernabé (acerca del cual habéis recibido mandamientos, si fuere á vosotros, recibidle), 11
Y Jesús, el que se llama Justo, los cuales son de la circuncisión: éstos solos son los que me
ayudan en el reino de Dios, y me han sido consuelo. 12 Os saluda Epafras, el cual es de
vosotros, siervo de Cristo, siempre solícito por vosotros en oraciones, para que estéis
firmes, perfectos y cumplidos en todo lo que Dios quiere. 13 Porque le doy testimonio, que
tiene gran celo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y los que en Hierápolis. 14 Os
saluda Lucas, el médico amado, y Demas. 15 Saludad á los hermanos que están en
Laodicea, y á Nimfas, y á la iglesia que está en su casa. 16 Y cuando esta carta fuere leída
entre vosotros, haced que también sea leída en la iglesia de los Laodicenses, y la de
Laodicea que la leáis también vosotros. 17 Y decid á Archîpo: Mira que cumplas el
ministerio que has recibido del Señor. 18 La salutación de mi mano, de Pablo. Acordaos de
mis prisiones. La gracia sea con vosotros. Amén. enviada con Tichîco y Onésimo.

Juan 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he venido para que
tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Santiago 3:9-10 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos á los
hombres, los cuales son hechos á la semejanza de Dios. 10 De una misma boca proceden
bendición y maldición. Hermanos míos, no conviene que estas cosas sean así hechas.

Mateo 21:41-46: 41 Dícenle: á los malos destruirá miserablemente, y su viña dará á renta á
otros labradores, que le paguen el fruto á sus tiempos. 42 Díceles Jesús: ¿Nunca leísteis en
las Escrituras: La piedra que desecharon los que edificaban, Esta fué hecha por cabeza de
esquina: Por el Señor es hecho esto, Y es cosa maravillosa en nuestros ojos? 43 Por tanto os
digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado á gente que haga los frutos
de él. 44 Y el que cayere sobre esta piedra, será quebrantado, y sobre quien ella cayere, le
desmenuzará. 45 Y oyendo los príncipes de los sacerdotes y los Fariseos sus parábolas,
entendieron que hablaba de ellos. 46 Y buscando cómo echarle mano, temieron al pueblo,
porque le tenían por profeta.

Juan 15:17 Esto os mando: Que os améis los unos á los otros.
Marcos 2:13-17: 13 Y volvió á salir á la mar, y toda la gente venía á él, y los enseñaba. 14
Y pasando, vió á Leví, hijo de Alfeo, sentado al banco de los públicos tributos, y le dice:
Sígueme. Y levantándose le siguió. 15 Y aconteció que estando Jesús á la mesa en casa de
él, muchos publicanos y pecadores estaban también á la mesa juntamente con Jesús y con
sus discípulos: porque había muchos, y le habían seguido. 16 Y los escribas y los Fariseos,
viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron á sus discípulos: ¿Qué es
esto, que él come y bebe con los publicanos y con los pecadores? 17 Y oyéndolo Jesús, les
dice: Los sanos no tienen necesidad de médico, mas los que tienen mal. No he venido á
llamar á los justos, sino á los pecadores.

Isaías 25:8 Destruirá á la muerte para siempre, y enjugará el Señor toda lágrima de todos
los rostros: y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra: porque Jehová lo ha dicho.

Génesis 1:26-27: 26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra
semejanza, y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y
en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra. 27 Y crió Dios al
hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió, varón y hembra los crió.

Lucas 6:36 Sed pues misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.

Mateo 19:13-15: 13 Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos
sobre ellos, y orase, y los discípulos les riñeron. 14 Y Jesús dijo: Dejad á los niños, y no les
impidáis de venir á mí, porque de los tales es el reino de los cielos. 15 Y habiendo puesto
sobre ellos las manos se partió de allí.

Lucas 1:41 Y aconteció, que como oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en
su vientre, y Elisabet fué llena del Espíritu Santo

Éxodo 21:26-27: 26 Y cuando alguno hiriere el ojo de su siervo, ó el ojo de su sierva, y lo


entortare, darále libertad por razón de su ojo. 27 Y si sacare el diente de su siervo, ó el
diente de su sierva, por su diente le dejará ir libre.

Génesis 3:15 Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya,
ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Lucas 19:1-10: 1 Y HABIENDO entrado Jesús, iba pasando por Jericó, 2 Y he aquí un
varón llamado Zaqueo, el cual era el principal de los publicanos, y era rico, 3 Y procuraba
ver á Jesús quién fuese, mas no podía á causa de la multitud, porque era pequeño de
estatura. 4 Y corriendo delante, subióse á un árbol sicómoro para verle, porque había de
pasar por allí. 5 Y como vino á aquel lugar Jesús, mirando, le vió, y díjole: Zaqueo, date
priesa, desciende, porque hoy es necesario que pose en tu casa. 6 Entonces él descendió
apriesa, y le recibió gozoso. 7 Y viendo esto, todos murmuraban, diciendo que había
entrado á posar con un hombre pecador. 8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor:
He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy á los pobres, y si en algo he defraudado á
alguno, lo vuelvo con el cuatro tanto. 9 Y Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación á esta
casa, por cuanto él también es hijo de Abraham. 10 Porque el Hijo del hombre vino á
buscar y á salvar lo que se había perdido.
Marcos 2:16 Y los escribas y los Fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los
pecadores, dijeron á sus discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y
con los pecadores?

Mateo 8:1-4: 1 Y COMO descendió del monte, le seguían muchas gentes. 2 Y he aquí un
leproso vino, y le adoraba, diciendo: Señor, si quisieres, puedes limpiarme. 3 Y
extendiendo Jesús su mano, le tocó, diciendo: Quiero, sé limpio. Y luego su lepra fué
limpiada. 4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas á nadie, mas ve, muéstrate al
sacerdote, y ofrece el presente que mandó Moisés, para testimonio á ellos.

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