Está en la página 1de 3

Marco teórico

La pregunta de investigación acerca de cómo influye el capital cultural de los padres


que envían a sus hijos al CEP 30 de Ruiz de Montoya en la representación de la
educación que poseen los progenitores, plantea la necesidad de profundizar en
conceptos tales como capital cultural, representación y educación. Se propone
trabajarlos desde la sociología, la psicología social y la pedagogía, respectivamente. A
continuación se mencionarán los textos que conformarán el marco teórico. Para el
concepto de capital cultural se partirá de La reproducción: Elementos para una teoría
del sistema de enseñanza de Pierre Bourdieu y Jean-Claude Passeron (1996) y de “La
teoría del capital cultural y la participación cultural de los jóvenes. El caso chileno
como ejemplo” de Modesto Gayo (2013). El concepto de representación se tomará del
artículo “La teoría de las representaciones sociales de Serge Moscovici” de Martín
Mora (2002). Finalmente, para la noción de educación se tendrá en cuenta lo
plasmado en La educación como práctica de la libertad de Paulo Freire (s/f).

En lo que respecta al concepto de representación, se trabajará desde la teoría


presentada por Moscovici y retomada por Martín Mora (2002). Para Moscovici la
representación social es una forma de conocimiento que le permite a una persona
relacionarse con los demás (a través de las acciones y la comunicación) y hacer
inteligible la realidad en la que se encuentra (Cfr. Moscovici, en Mora, 2002, pág. 7).
Mora agrega a esta definición el hecho de que las representaciones sociales son
conocimientos de sentido común que se originan en el intercambio con los demás
miembros de un grupo y hacen posible que un sujeto se sienta dentro de él (Cfr. Mora,
2002, pág. 7). A partir de esta primera consideración del concepto es posible
establecer un vínculo con el tema de la investigación (no hace falta aclarar, al
establecer la relación ya están vinculando con la pregunta de investigación), el capital
cultural de los padres en la representación de la educación, y afirmar que la
representación social se genera en los grupos en estrecha relación con el capital
cultural que estos poseen. Esta conjunción se da en torno al conocimiento: los saberes
que tienen los miembros de acuerdo a su capital cultural determinan qué tipos de
representaciones sociales surgirán en ellos. Asimismo, al ser la representación social
una forma de comprender la realidad, todos los acontecimientos y objetos del contexto
son representables y esto incluye, desde luego, a la educación.
Moscovici propone tres dimensiones para analizar las representaciones sociales: la
información, el campo de representación y la actitud. La información es la suma de
conocimientos que tiene un grupo con respecto a un acontecimiento. El campo de
representación está vinculado a la jerarquización de dichos conocimientos. Por último,
la actitud implica una toma de posición, una orientación favorable o desfavorable hacia
el objeto de la representación (Cfr. Mora, 2002, pág. 10 y 11). Retomando la
correspondencia con el tema de la investigación, es factible afirmar que a través de un
análisis de las representaciones sociales de los integrantes de cierto grupo, que
poseen un capital cultural en común, se puede conocer la información que estos tienen
acerca de la educación formal (y si esta es escasa o amplia), qué importancia le dan a
dicha institución y qué posiciones toman con respecto a ella.

Al respecto del capital cultural, término que aparece en un trabajo de Pierre


Bourdieu y Jean-Claud Passeron denominado La reproducción en 1973, muestra que
las instituciones educativas, tal como se las conoce, lejos están de lograr una igualdad
entre los agentes, por el contrario, perpetúan las desigualdades sociales.

Hablar de capital cultural supone pensar que hay una cultural legitima, prestigiosa,
que ha impuesto su poder frente a otras culturas a través de distintos métodos,
simbólicos y físicos. Así, la cultura que se presenta como dominante, impone sus
conocimientos, costumbres, etc., como las correctas, en otras palabras, se impone un
capital cultural que gozará de mayor estatus e implícitamente tendrá más poder sobre
los individuos y los determinará en gran medida. Ese capital cultural es el que circulará
en las instituciones educativas, por lo tanto, las personas que estén más familiarizados
con él, tendrán mayores posibilidades de éxito a lo largo de su trayectoria educativa.
Con respecto a esto, conviene retomar la pedagogía freireana ya que aborda al
sistema educativo desde una mirada totalmente distinta en comparación con la
escuela tradicional.

Desde la concepción freiriana, la educción ocupa un lugar fundamental en la vida


de los individuos. La misma él la considera como praxis, y aboga por su reflexión diaria
para transformar la realidad social. Según el educador Paulo Freire (1921- 1997), la
educación no puede cerrarse a la realidad ya que desde esta perspectiva el mundo y
el ser humano no son divisibles, más bien conviven. En ese sentido, es importante
desde este punto saber también qué lugar ocupa el capital cultural de los padres en el
proceso de educación.
Siguiendo esta línea, la educación tiene el rol principal en un proceso de
concientización y liberación de los oprimidos. La misma, es el instrumento para la
opresión y para la liberación. En el primer lugar porque se denomina educación
“Bancaria” y considera al educando como un recipiente, como un banco donde se
depositan los conocimientos. Por otro lado, es “liberadora” y “Problematizadora”, en el
sentido de que los individuaos deben realizarse dentro de una situación histórica que
debe ser transformada a través de la praxis de personas que son simultáneamente
educadores y educandos. Al hablar de educación, Freire hace alusión a una revolución
cultural y lucha contra el atraso y la pobreza.

Faltaría una idea cierre del marco teórico, retomando lo planteado en la pregunta de
investigación

También podría gustarte