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Adorno - Personalidad-Autoritaria PDF
Adorno - Personalidad-Autoritaria PDF
ADORNO
ELSE FRENKEL-RRUNSWIK
DANIEL J. LEVINSON
R. NEVITT SANFORD
LA PERSONALIDAD
AUTORITARIA
CON LA
COLABORACIÓN
DE
BETTY ARON ’ ;
EDITORIAL PROYECCIÓN
BUENOS AIRES
1965
Título de la obra
en-el original inglés
THE AUTHORITARIAN PERSONALITY
Editada en 1950 por
Harper & Brothers
Nueva York
Traducción directa por
Dora y Aída Cymbler
Corrección técnica por el
Dr. Eduardo Colorabo
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V274708
V '22
La personalidad autoritaria i
159.923 P467 A CU
vtis000174741 - SP000028065
Biblioteca CCS/C
Impreso en la Argentina
•Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
© Editorial Proyección
Avenida de Mayo 1370
Buenos Aires
PRÓLOGO A LA EDICIÓN EN CASTELLANO
De. cualquier manera, los intentos por conocer la realidad social del
hombre son muchos y en formidable expansión. Pionera en este campo es
la investigación del fascismo potencial que se oculta bajo valores aparen
temente democráticos y que fue publicada en 1950 bajo el título de La
personalidad autoritaria, haciendo referencia a una de las variables más
inclusivas que aparecía en el etnocentrismo, el antisemitismo y .la discri
minación política y religiosa. Es -de señalar que todo el trabajo crítico y
la gran cantidad de investigaciones que continuaron por este sendero, dan
testimonio de la importancia del enfoque central del libro, a pesar de
todas las críticas metodológicas y teóricas que pueden hacérsele y que se
le han hecho.
Es que el tema nos adentra en un terreno del que implícita o explí
citamente todos tenemos alguna oscura conciencia, el terreno de las enfer
medades de la sociedad que por igual nos compromete y nos obliga a
afrontar el problema o cerrar los ojos y buscar refugio en la huida. Bakunin
decía que hay tres soluciones para el hombre: el libertinaje del cuerpo en
el lupanar, el libertinaje del alma en la iglesia, o la revolución social. De
cualquier modo el cambio es un movimiento espiral indefinido —sin fin—
que abarca la estructura de la sociedad y la personalidad de sus miembros.
’ Una teoría de la acción social debe dar respuestas a preguntas como
las siguientes: ¿Cuáles son los elementos idehtifícables de la estructura
social que presionan hacia la aparición de conductas insatisfactorias para
el sistema de la personalidad o del pequeño grupo? ¿Cuáles son las con
figuraciones de personalidad operativas para el cambio y funcionamiento
de distintos sistemas sociales? ¿Cuáles son los factores que determinan
que en la misma situación social unos individuos estén motivados hacia
las estructuras existentes y otros hacia una sociedad que no existe?
En este, libro los investigadores de Berkeley se orientaron hacia esta
última pregunta al pensar que las convicciones políticas, económicas, so
ciales, es decir, las ideologías en distintas áreas de acción, conforman
una pauta amplia y coherente que es expresión de profundas tendencias de
la personalidad, y al indagar la génesis de estas tendencias.
Tal vez parezca demasiado amplio o presuntuoso el panorama que
planteamos frente a lo reducido de las respuestas concretas que las ciencias
sociales nos autorizan a dar. Pero es que se hace necesario, afirmaba Ba~
cbelard, “poner la cultura científica en estado de movilización permanente,
reemplazar el saber cerrado y estático por un conocimiento abierto y
dinámico, dialectizar todas las variables experimentales”, ya que “frente
a lo real, lo que cree saberse claramente ofusca lo que debiera saberse”.
“La pregunta abstracta y franca se desgasta; la respuesta concreta queda.”
Un factor de iner’cia se ha incrustado en el pensamiento.
Estas consideraciones nos autorizan, creemos, a plantearnos el proble
ma del autoritarismo como una hipótesis general de la desorganización
en la acción social, de manera tal, que más que una respuesta a algunos
de- los problemas involucrados en las preguntas, es una pregunta más, que
busca el replanteo permanente de nuestra situación social, a la que senti
mos como si nos empujara a oficiar de mártires o de apóstatas, si no
queremos refugiarnos en la apatía del que achaca a los otros su propio
destino.
2. E l A utoritarismo
2.1. El estudio de Adorno, Frenkel-Brunswik, Levinson y Sanford, tra
tando de hallar referencia empírica a la teoría sobre el carácter autorita
rio, nació de una preocupación concreta por el antisemitismo, y reconoce
PRÓLOGO 5
‘“Ello significa que los grandes cambios en las condiciones y las institucio
nes sociales tendrán acción directa sobre los tipos de personalidad que se
.formen dentro de una sociedad,”
Como ya dijimos, uno de los aspectos de la ideología para el individuo,
es el papel que cumple en la adaptación del sistema de la personalidad
al medio; en este sentido es una racionalización de sus íntimas tendencias
y conflictos, pero al mismo tiempo es un cuerpo de creencias socialmente
determinado. Entiéndase bien que en este sentido “racionalización no es
sinónimo de falsedad. La racionalización es un aspecto psicológico del
proceso pensante que no define de por sí lo verdadero de lo falso. En lo
que a mentira o verdad atañe, la decisión depende enteramente” de otros
factores (Adorno).
Indiscutiblemente en todo esto, y como se especifica al comienzo del
libro, está implicada una teoría de la personalidad. En ella se hace hin
capié en las experiencias tempranas como fundamentales en la integración
.del yo, lo que nos permitirá distinguir dos tipos de autoritarismo: .el
tradicional y el ideológico. Distinción importante ya que en una determi
nada situación podemos advertir fuertes tensiones, inseguridad y evidentes
frustraciones sociales y si bien esto presiona hacia el comportamiento au
toritario, no todos los individuos estarán dispuestos a adoptarlo. Aquí la
estructura de la personalidad es de capital importancia, y la estructura
depende de la génesis.
Si, como proponíamos antes, el autoritarismo es una técnica individual
y socialmente propuesta para manejar un monto de ansiedad excesivo para
la capacidad del sistema, los mecanismos psicológicos instrumentales (di
sociación, negación y externalización del conflicto —proyección y despla
zamiento—) son utilizados por todos los sujetos en una situación de tensión.
Pero replanteemos el problema de la personalidad. “La intersección de
un sistema cultural con otro no cultural (el organismo) dentro de un en
cuadre individual genera inevitablemente un tercer sistema: el sistema de
la personalidad del individuo. Este último relaciona el sistema cultural con
otros no culturales” (Wallace). Además el modelo dinámico utilizado su
pone un grado de tensión permanente en el sistema que posibilita el cambio,
en el sentido de las modificaciones operantes sobre el ambiente y el
mantenimiento del equilibrio o los límites del sistema. La integridad del
sistema en su ambiente se mantiene (ya que es un sistema interaccional)
por los procesos de “asignación” mediante los cuales los esfuerzos del or
ganismo hacia la gratificación —búsqueda y alcance de las metas externas
y consiguiente reducción de tensión-— son distribuidos entre los diferentes
objetos y ocasiones disponibles; y las oportunidades de gratificación que
ofrece el medio social, entre los distintos requerimientos del organismo.
vEstos procesos mantienen el conflicto y la ansiedad dentro de los limites
exigidos por el funcionamiento del sistema de la personalidad; si fracasan
-en esta función, actúan los mecanismos especiales de defensa y adaptación
(Parsons).
Estos procesos a lo largo del desarrollo configuran una estructura
particular y exclusiva de personalidad. Además, las “conductas idénticas
desde el punto de vista descriptivo pueden diferenciarse en cuanto a su
importancia psicológica, debido a distintas raíces genéticas”. Toda conduc
ta es un resultado epigenético. Lo que significa también que el que una
eonducta sea empíricamente pertinente a la situación en que se produce,
no explica por sí solo la aparición de esa conducta, y que la explicación
.debe además considerar las leyes epigenéticas que originaron la conducta
(Bapaport); y las estructuras del sistema usadas en la conducta en cuestión.
PRÓLOGO 9
ción ordenada que este estudio se propuso realizar en una escala hasta
ahora nunca encarada, propósito que, creemos, se logró en cierta medida.
En cuanto a las instituciones que patrocinaron este libro, diremos que
para su realización aunaron esfuerzos el Estudio de la Opinión Pública de
Berkeley y el Instituto de Investigaciones Sociales. Ambas organizacio
nes se han distinguido por su labor para unificar varias ciencias y dife
rentes métodos de investigación. El Estudio de Berkeley se había dedicado
al examen del prejuicio en relación a la psicología social y había llegado
a establecer la estrecha correlación existente entre el prejuicio franco
y ciertos rasgos de la personalidad de naturaleza nihilista, destructora, sobre
la base de la observación de que los individuos intolerantes son dados a una
ideología irracionalmente pesimista. El Instituto de Investigaciones So
ciales se concentró, desde su formación en la Universidad de Erankfurt,
en el principio de la unificación de teorías y métodos, y ha publicado va
rios trabajos fruto de esta preocupación. En un volumen acerca de la auto
ridad y la familia, se presentó el concepto de que la “personalidad auto
ritaria” constituye un vínculo entre las disposiciones psicológicas y las in
clinaciones políticas. Siempre dentro de esta línea de pensamiento, este
Instituto preparó y publicó en 1939 un amplio plan de investigación sobre
el antisemitismo. Cinco'años después, luego de una serie de conversaciones
con el desaparecido Dr. Ernst Simmey el Profesor R. Nevitt Sanford, de
la Universidad de California, puso las bases para la presente obra.
Constituido el cuerpo de investigadores, éste fue presidido por cuatro
de los miembros principales del mismo: el Dr. R. N. Sanford, dehEstudio
de la Opinión Pública de Berkeley y el Dr. T. W. Adorno, del Instituto
de Investigaciones Sociales, como directores, y la Dra. Else Frenkel-
Brunswik y el Dr. Daniel Levinson, Trabajaron en colaboración tan es
trecha, democrática diríamos, y dividieron la labor tan parejamente que
desde un principio resultó evidente que a todos corresponden por igual la
responsabilidad y el mérito de la presente publicación. Los principales con
ceptos que sirvieron de guía al estudio fueron obra del equipo en conjunto.
Tal puede decirse especialmente de la creación de la escala F, destinada a
medir indirectamente las tendencias antidemocráticas. No pudo evitarse
cierta división del trabajo, y se encontró conveniente que los diversos ca
pítulos llevaran la firma de los distintos miembros del grupo. El proceso
de redacción propiamente dicho entraña necesariamente un contacto más
íntimo con el material en estudio y, consecuentemente, mayor grado
de responsabilidad. No obstante, dejamos constancia de que los cuatro
miembros principales del equipo participaron en la preparación de todos
los capítulos, por lo cual la obra en su totalidad es básicamente colectiva.
Es interesante consignar cuál fue la tarea principal cumplida por cada
uno de los encargados de dirigir la investigación. El Dr. Sanford ideó la
combinación de las diversas técnicas que se aplicarían y planeó los pro
cedimientos de investigación. Dedicó gran parte de su tiempo a detalla
dos estudios de casos, especialmente en lo atinente a la etiología dinámica
de la personalidad prejuiciosa. El Dr. Adorno introdujo dimensiones socio
lógicas relacionadas con factores de la personalidad y conceptos caraete-
rológicos concominantes con el autoritarismo. También se ocupó de ana
lizar la parte ideológica de las entrevistas por medio de categorías de la
teoría social. La Dra. Brunswik formuló algunas de las primeras variables
de personalidad empleadas en nuestra investigación. En base a sus tra
bajos anteriores, clasificó en categorías y cuantificó de modo sistemático
y con criterio dinámico el material de las entrevistas. Tocó al Dr. Levinson
ocuparse de las escalas AS, E y CPE, del análisis de las ideologías en reía-
22 PREFACIO
Los A utores
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C apítulo 1
INTRODUCCIÓN
. A. EL PROBLEMA
trente a hechos que las contradicen y pese a cambios radicales de las con
diciones sociales; también nos aclara por qué personas que se encuentran
en una misma situación social sostienen opiniones diferentes y hasta opues
tas acerca de las cuestiones sociales, y a qué se debe que individuos cuya
conducta ha sufrido cambios por acción de manipulaciones psicológicas re
caigan en sus viejas costumbres tan pronto como desaparecen los agentes
que han producido el cambio.
El concepto de estructura de personalidad es la mejor salvaguardia
contra la tendencia a atribuir las inclinaciones persistentes a algo “innato”,
o “básico”, o “racial” del individuo. El postulado nazi que afirma que son
ciertos rasgos naturales, biológicos, los que deciden el ser total de una
persona no habría sido un instrumento político tan eficaz si no se hubieran
podido señalar numerosos ejemplos de fijeza relativa del comportamiento-
humano y refutar a aquellos que buscaban explicarlos en base a factores
no biológicos. Nada han aclarado ciertos autores que, partiendo del supues
to de que e'l hombre es infinitamente flexible y sensible a la situación
social'del momento, y prescindiendo del concepto de estructura de perso
nalidad, han atribuido las tendencias persistentes que no podían aprobar
a un estado de “confusión” o “psicosis” o a males que denominaban de dis
tintas maneras. Naturalmente, no es totalmente infundado calificar de “pa
tológicas” a pautas de conducta en las que las respuestas a estímulos
momentáneos no se ajustan a las más comunes y, aparentemente, más
legítimas. Pero el hacerlo implicaría dar al término patológico el muy limi
tado sentido de desviación de la conducta media en determinadas circuns
tancias, y, peor aún, sugerir que ha de rotularse como tales a todos los
elementos de la estructura de personalidad. En rigor de verdad, la perso
nalidad abarca variables que se dan ampliamente en la población y están
en relaciones legítimas unas con otras. Indagaciones más profundas demos
traron que ciertas pautas de personalidad que una sociedad rechazara por
“patológicas” en razón de que no se ajustaban a las tendencias manifiestas
más corrientes y a los ideales predominantes dentro de ella, eran, en reali
dad, formas exageradas de algo existente de modo casi universal bajo la
superficie de dicha sociedad. Aquello que hoy se considera “patológico”
puede llegar a ser, con él cambio de las condiciones sociales, la tendencia
predominante del mañana.
Parece evidente, por lo tanto, que un enfoque adecuado de los proble
mas que nos proponemos estudiar ha de tener en cuenta la fijeza y la
flexibilidad por igual; no debe considerar a ambas como categorías que-
se excluyen mutuamente sino como los extremos de un continuo a lo largo
del cual pueden ubicarse las características humanas, y además debe dar
las bases para comprender cuáles son las condiciones favorables a uno u
otro de los extrémos. El concepto de personalidad sirve para explicar la
uniformidad relativa. Pero ha de recalcarse una vez más que la persona
lidad es principalmente una forma en potencia, una predisposición a deter
minado comportamiento más que el comportamiento mismo. Aunque con
sisten en disposiciones que inclinan a comportarse de cierta manera, la
conducta que se concreta en la práctica dependerá siempre de la situación
objetiva. Cuando se trata de tendencias antidemocráticas, es menester
comprender la organización total de la sociedad a fin de conocer las condi
ciones para la expresión individual.
Ya hemos dicho que la estructura de la personalidad puede ser de tal
índole que haga al individuo susceptible a la propaganda antidemocrática..
Cabría preguntarse ahora cuáles son las condiciones en las que tal propa
ganda aumentaría su intensidad y volumen hasta llegar a predominar en
i n t r o d u c c ió n : el pr o b l em a 33
B. METODOLOGÍA
1. C aracterísticas G enerales del M étodo
Para encarar los problemas puntualizados en la sección anterior nece
sitamos métodos adecuados para describir y medir las tendencias ideoló
gicas así como métodos para describir la personalidad, la situación contem
poránea y el medio social. El concepto de la existencia de niveles en el
individuo significó una dificultad metodológica particular; por ello fue me
nester crear técnicas tanto para estudiar las opiniones, las actitudes y los
valores que se encuentran en el nivel superficial, como para poner al des
cubierto las tendencias ideológicas más o menos inhibidas que sólo afloran
.a. la superficie como manifestaciones indirectas, y también para sacar a luz
fuerzas de la personalidad que yacen en el inconsciente. Y puesto que
nuestra mayor preocupación se concentraba en las pautas de factores re
lacionados dinámicamente —cuyo estudio exige la investigación del indi
viduo en su totalidad— nos pareció más acertado realizar intensos estudios
clínicos. No podíamos medir, empero, la significación y la importancia prác
tica de tales estudios mientras no supiéramos hasta qué punto se podían
formular generalizaciones en base a ellos. Por consiguiente, fue necesario
efectuar estudios individuales y de grupo, y hallar los medios y la manera
de integrar los resultados de ambos.
Estudiamos distintos individuos por medio de entrevistas y técnicas
i n t r o d u c c ió n : m e t o d o l o g ía 37
i n t r o d u c c ió n : m e t o d o l o g ía 39*
cada interrogado haría en'realidad, sino más bien como una expresión re
lacionada con sus valores, conflictos y demás. Luego verificábamos si esta
expresión no contradecía las obtenidas por medio de otras preguntas pro-
yectivas o las proposiciones de la escala de personalidad.
En las primeras etapas del estudio probamos muchas preguntas pro-
yectivas, y de entre ellas seleccionamos ocho para presentarlas a la ma
yoría de los grupos más grandes: éstas fueron las preguntas que, en su
conjunto, proporcionaron la visión más amplia de las tendencias de la per
sonalidad del sujeto y obtuvieron la más alta correlación con las pautas
ideológicas de superficie.
b. T é c n i c a s C l í n i c a s . 1 . Dividimos la entrevista de modo general en
dos secciones: una ideológica y otra clínico-genética. En la primera parte
se trataba de inducir al sujeto a hablar con la mayor espontaneidad y liber
tad acerca de diversos y amplios temas ideológicos: política, religión, mino
rías, ingresos y vocación. Mientras que en el cuestionario el sujeto estaba
limitado a los asuntos allí presentados y sólo podía expresarse por medio
de las evaluaciones numéricas que se le indicaban, en este caso lo impor
tante era saber cuáles puntos tomaría por propia iniciativa y con qué in
tensidad de sentimiento se expresaría espontáneamente. Como ya dijéra
mos, este material proveyó las bases para reconstruir el cuestionario de
manera que sus formas revisadas representaran más o menos fielmente “lo
que la gente decía” —los asuntos que ocupaban su mente y las formas de
expresión natural— y proporcionó también un válido índice de las' tenden
cias antidemocráticas. Por supuesto, la entrevista abarcaba una vafiedad
mucho mayor de temas y permitía manifestar opiniones, actitudes y valo
res de modo más elaborado y diferenciado que el cuestionario. Nos preocu
pamos por extraer del material recogido en las entrevistas aquello que
parecía tener mayor significación general y lo clasificamos para su inclu
sión en el-cuestionario; pero, al mismo tiempo, nos restó material que me
reció en sí mismo un examen más exhaustivo por medio de estudios de
casos individuales, análisis cualitativos y estudios aproximadamente cuan
titativos.
La sección clínico-genética de la entrevista se proponía obtener, en
primer término, más datos concretos sobre el presente y el pasado del su
jeto que los que pudieron lograrse con el cuestionario; en segundo lugar, la
libre expresión de sentimientos personales, creencias, deseos y temores re
lativos a sí mismo, á su situación y a temas tales como padres, hermanos,
amigos y relaciones sexuales; y, en tercer término, lo que el sujeto pensaba
acerca de su niñez y del medio en que ésta se desarrolló.
Se condujo la entrevista de manera tal que el material reunido permi
tiera sacar conclusiones referentes a las capas más profundas de la perso
nalidad del sujeto. Más adelante describiremos en detalle la técnica de la
entrevista. Baste decir por ahora que la misma siguió el patrón general de
una entrevista psiquiátrica basada en una teoría dinámica de la personali
dad. El entrevistador se guiaba por un esquema general amplio que fue
modificado varias veces, a medida que la experiencia señalaba cuáles eran
las cuestiones fundamentales más significativas y cuáles los medios más
adecuados para obtener declaraciones que respondieran a lo que deseába
mos saber.
Empleamos el material de las entrevistas para la estimación de ciertas
variables comunes que se encontraban dentro del marco teórico de la in
vestigación pero que no eran accesibles a las otras técnicas. Los datos reco
gidos en las entrevistas proporcionaron también la principal base para los
42 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
a. P r i m e r o s S u j e t o s : E s t u d i a n t e s U n i v e r s i t a r i o s . Teníamos suficientes
razones prácticas para decidir que el presente estudio, cuyos recursos y ob
jetivos eran en un principio limitados, comenzara con estudiantes universi
tarios como sujetos de estudio; era fácil llegar a ellos para interrogarlos,
separadamente o en grupos; colaborarían gustosamente y podríamos en
contrarlos nuevamente sin gran dificultad siempre, que necesitáramos re
petir las pruebas. Al mismo tiempo, hubo otros factores que señalaron la
conveniencia de tomar estudiantes universitarios para un estudio de ideo
logía. En primer lugar, su nivel educativo e intelectual es lo suficiente
mente elevado como para evitar relativamente las restricciones en cuanto
al número y la'naturaleza de los problemas que se les presentarían, detalle
muy importante para una investigación que se proponía abarcar un cam
po amplio. Además, podíamos estar seguros de que estos estudiantes tenían
una opinión acerca de la mayoría de los múltiples temas que se habrían
de considerar. En segundo lugar, existía una relativa certeza de que todos
los sujetos comprenderían de igual manera los términos de las preguntas
y que las respuestas similares tendrían un significado uniforme. En’tercer
lugar, por grande que fuera la población de la que pudiéramos extraér una
muestra, encontraríamos, probablemente, que la mayoría de las genera
lizaciones deberían, en todo caso, quedar limitadas a varias subclasificacio
nes relativamente homogéneas del grupo total estudiado; los estudiantes
universitarios forman un grupo aproximadamente homogéneo en Ib que
respecta a factores que presumiblemente influyen en las ideologías.
Además, representan un importante sector de la población, tanto por sus
relaciones familiares cuanto por el lugar importante que están destinados
a ocupar en la comunidad.
Es obvio, empero, que un estudio que se fundara exclusivamente en
-estudiantes universitarios tendría una significación general muy limitada.
¿Hay alguna población más numerosa de la cual podría considerarse
como muestra representativa a un grupo de estudiantes de una universi
dad estatal? ¿Serían los datos reunidos con esta muestra válidos para todos
los estudiantes de esa misma universidad? ¿Y para los estudiantes univer
sitarios en general? ¿Para los jóvenes de la clase media? Ello depende del
tipo de generalización que se haga. Las generalizaciones acerca de la dis
tribución de determinadas opiniones o del promedio de aprobación de esta o
aquella proposición —que es el tipo de información buscado en las encues
tas— no podrían, prácticamente, reconocerse como válidas más que para
el estudiantado de la universidad donde se realizó la investigación. Los re
sultados que se obtendrían en una universidad del Este o en un instituto
privado podrían ser muy diferentes. Pero nuestra principal preocupación
no era descubrir una distribución sino establecer relaciones. Así, estábamos
menos interesados en saber qué porcentaje de la población general estaría
de acuerdo en afirmar que ‘Tos gremios obreros han adquirido demasiado
poder” o que “'hay demasiados judíos en el Gobierno” que en descubrir si
existía una relación general entre estas dos opiniones. Los estudiantes uni
versitarios constituían un buen terreno para el estudio de la organización
interna de las opiniones, las actitudes y los valores del individuo. Nos
44 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
TABLA 1 (I)
‘G ru po s S o m e t id o s a lo s C u e s t io n a r io s a
N o . de
casos
I. Forma 78 (Enero-Mayo 1945)
Mujeres del Curso de Oratoria de Universidad de California .. 140
Hombres del Curso de Oratoria de Universidad de California ... 52
Curso de Extensión Psicológica de Universidad de California
(mujeres adultas) ...................................................................... 40
Mujeres Profesionales (maestras de escuelas públicas, asisten
tes sociales, enfermeras de hospital) (zona de San Fran
cisco) .....................................................................h , ’................. 63
gente se hizo aún más grande, por lo cual es probable que gran parte de
nuestros sujetos de estudio fueran personas recientemente venidas de otros
estados.
En la zona de Los Ángeles reunimos dos grupos numerosos; en Ore-
gón, varios grupos más pequeños, y en la ciudad de Washington, un grupo.
Una persona que no hubiera cursado por lo menos los estudios prima
rios difícilmente habría podido responder al cuestionario con propiedad,
es decir comprender los problemas que se le presentaban en las escalas y
las instrucciones para llenar los formularios. El nivel educativo medio
de los sujetos de estudio corresponde aproximadamente a un bachillerato,
habiendo entre ellos más o menos tantos graduados universitarios como
individuos que no habían completado los estudios secundarios. Es impor
tante observar que estas muestras están constituidas en su mayoría por
gente joven, gran parte de la cual se encuentra entre los veinte y treinta
y cinco años de edad.
Es obvio que el conjunto de los sujetos de estudio proporcionaría una
base más bien inadecuada para formular generalizaciones acerca de la
población total de nuestro país. Los datos recogidos en el estudio corres
ponderían aproximadamente a los norteamericanos blancos, nativos y no
judíos de clase media. Cuando encontramos repetidamente las mismas re
laciones al indagar los diferentes grupos —estudiantes universitarios, clu
bes de mujeres, presos, etc,— podemos formular generalizaciones con la
mayor certeza. Es de esperar que futuras investigaciones sobre muestras
extraídas de sectores de la población que no tomamos en nuestro estudio
confirmen la validez de la mayor parte de las relaciones descritas en este
libro, y que a ellas se agreguen otras nuevas. •.
2. D is t r ib u c ió n y R e c o l e c c ió n de C u e s t io n a r io s
3. S e l e c c ió n de S u je t o s P ara E s t u d io s C l ín ic o s I n t e n s iv o s
Salvo unas pocas excepciones, los sujetos de un grupo dado que ele
gimos para las entrevistas y los tests de apercepción temática fueron se
leccionados entre el 25 por ciento de los individuos que obtuvieron la
mayor cantidad de puntos y el 25 por ciento de los que merecieron la
menor cantidad de puntos (cuartiles alto y bajo) en la escala de etnocen-
trismo. Aparentemente, esta escala daría la mejor medida inicial de las
tendencias antidemocráticas.
Si el grupo del que seleccionaríamos los sujetos se reunía regularmen
te, como sucedía por lo general, optábamos por recoger los cuestionarios
en una reunión, obtener los puntajes de escala y decidir cuáles eran las
personas que convenía entrevistar, y finalmente solicitar en la siguiente
reunión que siguieran prestándonos su colaboración. En las escasas opor
tunidades en que no era posible ver al grupo por segunda vez, requería
mos personas que se prestaran para las entrevistas cuando distribuíamos
el cuestionario, y si alguien expresaba su voluntad de dejarse entrevistar
le preguntábamos cómo podríamos comunicarnos con él, A fin de mante
ner ocultos la base de selección y el propósito del estudio clínico, decla
rábamos al grupo que nuestro intento era discutir más detalladamente
opiniones e ideas con algunos de sus integrantes —alrededor del 10 por
ciento— y pedíamos a las personas que representaban los diversos tipos
y grados de respuesta encontrados en el grupo que aceptaran s,er ^entre
vistadas. I
Siempre que el sujeto lo deseara, permanecería en el anónimo’ tanto
en las entrevistas como en el estudio de grupo. A fin de cumplir este re
quisito, se hacía referencia a las personas a quienes deseábamos estudiar
individualmente por medio de la fecha de nacimiento que habían decla
rado en el cuestionario. Esto no pudo hacerse en aquellos casos en que
solicitamos sujetos que, al responder al cuestionario, expresaran si estaban
dispuestos a conceder una entrevista. Ésta puede haber sido una de las
razones por las que en tales oportunidades nuestra proposición tuvo poca
aceptación. Pero también hubo otros motivos por los que los sujetos de
estos grupos fueron difíciles de entrevistar, y es de observarse que:la gran
mayoría de aquellos cuya colaboración fue lograda con el procedimiento
de las fechas no dieron gran importancia al anónimo una vez concertada
la entrevista.
Abonábamos tres dólares por las dos o tres horas que duraba la sesión
clínica. Al ofrecer este aliciente en el momento de solicitar personas para
nuestras entrevistas, aclarábamos que ésta era la única manera de que los
encargados del estudio no se sintieran molestos por ocupar tanto tiempo
valioso de otras personas. Aunque el verdadero motivo del ofrecimiento
era ése, lo más importante es que contribuyó notablemente a conseguir su
jetos adecuados: la mayoría de los que se clasificaron con pocos puntos en
la escala de etnocentrísmo habrían colaborado de todos modos por inte
resarse en la psicología y estar dispuestos a dar su tiempo por una “buena
causa”; pero muchos de los individuos de alto puntaje declararon abierta
mente que el dinero fue la razón decisiva de su aceptación.
La selección de sujetos para los estudios clínicos tenía el objeto de
examinar una variedad de personas clasificadas con puntajes altos y bajos.
El recurso de seleccionar unos pocos individuos en casi todos los grupos
estudiados nos aseguró considerable diversidad. Dentro de un grupo dado,
fue posible alcanzar aún mayor variedad en lo que respecta a la pertenen
cia a grupos y a los puntajes en las otras escalas. No intentamos, empero,
50 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
disponer las cosas de manera que el tanto por ciento de los entrevistados
pertenecientes a cada uno de diversos grupos fuera el mismo que el que
correspondía al grupo del cual habían sido tomados. En el Capítulo IX
analizamos hasta qué punto los individuos de alto y bajo puntaje entrevis
tados representaban a la totalidad de las-personas que se clasificaron en
ambos extremos de la escala de etnocentrismo.
Entrevistamos un número muy reducido de sujetos “medios”, vale
decir aquel 50 por ciento que obtuvo puntajes intermedios entre los dos
cuartiles extremos. Considerábamos que para comprender mejor las ten
dencias antidemocráticas, el paso inicial más importante era descubrir los
factores que distinguían más netamente a un extremo del otro. Para com
parar adecuadamente dos grupos, es necesario contar con un mínimo de 30
a 40 individuos en cada uno de ellos. Y como se comprobó que había di
ferencias entre los hombres y las mujeres, por lo cual se debió tratarlos
separadamente, el estudio de hombres de alto puntaje versus hombres de
bajo puntaje y el estudio de mujeres de alto puntaje versus mujeres de bajo
puntaje comprendió cuatro agrupamientos estadísticos que totalizaron 150
personas. Por razones de orden práctico, era imposible realizar mayor nú
mero de entrevistas. Todo futuro trabajo similar al nuestro debería dar
primordial importancia al estudio intensivo de las personas representativas
del puntaje medio. Puesto que son muchas más que las clasificadas en
los extremos, resulta especialmente interesante conocer su potencialidad
democrática. Las'impresiones recogidas en unas pocas entrevistas con estas
personas y el examen de muchos de sus cuestionarios señalan que no son
indiferentes con respecto a los problemas que presentan las escalas, ni que
los ignoran, y que tampoco carecen de los tipos de motivación o los rasgos
de personalidad que se encuentran en los extremos. En suma, de ningún
modo constituyen una categoría particular, y podría decirse que están
hechas de la misma materia pero en diferentes combinaciones.
PARTE I
A. INTRODUCCIÓN
Aunque la presente investigación se ocupa primordialmente de la or
ganización de las tendencias ideológicas dentro del individuo, el lector no
tará pronto que el grueso de este volumen se dedica ya no al individuo
como tal sino a las variables y sus relaciones generales. Ello es inevitable,
pues sí bien cada variable es una mera abstracción cuando se la separa
de la totalidad dentro de la que actúa, el estudio de los individuos sólo
puede realizarse por medio de un análisis en componentes; además, las re
laciones entre estos componentes sólo pueden considerarse significativas si
admiten, generalización, en cierta medida al menos. No obstante, hare
mos lo posible por tener siempre presente al individuo en el análisis de los
componentes.
La reproducción literal de las entrevistas con dos individuos que se
clasificaron en ambos extremos de la escala de etnocentrismo —uno en el
superior (prejuicioso) y otro en el inferior (contrario a los prejuicios) —
servirá para presentarlos en este capítulo tal como los vería un observa
dor casual durante, digamos, una reunión de amigos en la que se discutie
ran problemas sociales del momento. Sólo consignamos lo expresado en
las entrevistas acerca de minorías, política, religión, vocación e ingresos;
■dejamos para más adelante el material clínico-genético de carácter más
personal. El hecho de que al hablar espontáneamente de temas ideológicos
el sujeto se refiera repetidamente a asuntos personales tales como la fa
milia y la niñez, es prueba de que la separación en “ideológico” y “perso
n al” es, aunque muchas veces útil, artificial. Nuestro fin es establecer de
modo preliminar aquello que deseamos estudiar, dar una impresión ge
neral de la totalidad que será objeto de análisis y, dentro de lo posible, de
generalizaciones. A medida que vayamos tomando los distintos compo
nentes en los capítulos que siguen, iremos relacionando unos con otros
hasta llegar a un punto en que podamos relacionar cada uno con el todo.
La medida en que las formulaciones a las que llegamos finalmente con
tribuyen a la comprensión de los individuos cuyos protocolos presentamos
aquí, puede ser también la medida del valor de nuestros análisis.
El tomar casos reales como punto de partida resulta especialmente
ventajoso, pues permite formular problemas de investigación en términos
•concretos. Muy probablemente, el lector encontrará familiares los tipos de
conversación que reproducimos más abajo. Hasta puede haberse pregun
tado, después de oír a alguien hablar así: “¿por qué dirá esas cosas?” Ésta
es una manera de expresar el principal problema que se propone dilucidar
la presente investigación. Para poder buscar una respuesta es necesario,
54 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
51 Cal ificación u s ad a en los curs os de e nse ña nza s ec u n d a ria en jos EB, UU. (N. del E . )
IDEOLOGÍAS CONTRASTANTES DE DOS UNIVERSITARIOS 5E>
dólares por año. Las condiciones de vida, naturalmente, eran terribles. (¿En qué aspecto le
g u s ta b a Dewey especialmente?) Me gustaban los antecedentes ele Dewey, su franqueza y
lionestidad, su manera clara, de presentar las ideas. Considero que es fundamentalmente un
hombre muy honesto, interesado en mantener las viejas tradiciones de gobierno. (¿Qué cariz,
según Ud., tomarán las cosas en el futuro?) Si mantenemos el actual sistema de gobier
no, y creo que lo liaremos por un tiempo, habrá que cambiar ciertas cosas. El sistema de
Washington ha crecido hasta tal punto que ya no lo puede gobernar un solo hombre. Tene
mos que eliminar la confusión. La persona que dirija el gobierno debe elegir cuidadosamente
a sus colaboradores. Así como estamos, no hay una. autoridad definida. Uno tiene que hacer
consultas en media docena de oficinas para lograr algo. Esto no mejorará mucho cuando
termine la guerra. Con el tiempo, el presidente tendrá que designar un Gabinete fuerte para
que dirija el país en su lugar. No cabe duda, de que el sistema se va centralizando cada vez
más. No creo que el presidente Roosevelt sea reelecto. Depende de como siga la guerra.
Por sus discursos parece que se considera necesario para los Estados Unidos. Domina el par
tido y se presentará para la presidencia mientras esté en condiciones físicas de hacerlo. El
voto popular de las últimas elecciones resultó muy parejo. Ene una política hábil lo que le
permitió triunfar a la guardia vieja. Si se piensa en los obstáculos que tuvo, a Dewey le fue
muy bien. En época normal, habría ganado por gran mayoría. La gente cuyos hijos partici
paban en la guerra pensaba que cambiar al presidente podría hacer que ésta durara más. Era
un error. El Ejército y la Marina estaban preparados para la guerra desde hacía ya diez años.
El General Marshalí había tenido mucho que decir, quienquiera fuera el elegido. He estado
a su lado y lo he oído hablar. Nadie podía, alterar su posición. Un cambio de presidiente po
dría haber modificado nuestras relaciones con Inglaterra., pero no con Rusia, últimamente
se lia levantado una gran oposición contra Churchill. Ha estado muy bien en la guerra,
pero no se sabe cómo será en la paz. Naturalmente, Roosevelt y Churchill se entienden muy
bien. Pero Roosevelt saldría segundo en un concurso eon Wirmie*. Claro que Roosevelt saeó
muchas ideas de Hoover, (¿Se produciría un cambio en mi estas relaciones eon Rusia?)
No, nuestras relaciones con. Rusia no cambiarían. Creo que Joe Stalin no nos jugaría sucio.
Y Dewey es honesto a- muerte. Tiene buena formación social, no es de clase rica, y tomaría
en cuenta a la gente media. Me atraen enormemente su honradez y rectitud. Pero uno siem
pre tiene que hacer cosas bajo cuerda, para realizar los ideales más altos’’.
R e lig ió n '. ( 1Por parte de mi padre, mi familia era católica. Mi padre y sus hermanos
eran católicos. Papá nunca fue muy religioso, pero sí un buen hombre. Bebía muy poco y
nunca fumaba. Era- muy honrado y estricto en sus tratos. Siguió las reglas de la iglesia sin
asistir a ella. Eso se debe a su disgusto por encontrarse con la gente. Era muy retraído y no
puedo entender por qué. Los otros miembros de su familia no eran así. Sus hermanas son
mujeres comunes. Mi madre fue metodista-, y muy estricta., hasta su muerte. Yo estaba, casi
siempre enfermo. Nos crió muy estrictamente bajo esa guía. Cuando mamá murió su tía se
hizo cargo de nosotros y cuidó que asistiéramos a la escuela dominical eon sus hijos. Eso
fue hasta- que tuve doce o trece años. Entonces dejé la costumbre. Es cierto que me gusta la
iglesia, aunque no estoy de acuerdo con algunas de sus doctrinas. Me g u s ta n la música y el
eanto eclesiástico. Cuando empecé a ir a 3a escuela, secundaria, estaba tan ocupado que dejé
de asistir a la iglesia. Me he dedicado a la vida social a pesar del gran temor que le tenía.
Pero observaba a mi padre y me daba cuenta de que debía ser diferente de él. Sí, las ense
ñanzas de la escuela dominical significaban algo. Pero las creencias arbitrarias eran abru
madoras. Crecí pronto. Mi padre me dejó hacer siempre lo que quise, aunque me obligó a
aceptar algunas decisiones. En cuanto a fumar, dijo que, de hacerlo, debía ser delante de
él. También■dejaba a mi alcance vinos y licores. Me cansé pronto de fumar y nunca me
dediqué mucho a la bebida. Soy de naturaleza, empecinada y es probable que si él hubiera
tratado de detenerme, me habría dado a. la bebida. (¿Qué condiciones determinarían su
vuelta a la religión?) Sí, podría volver a ella en ciertas circunstancias. He estado bastante
enfermo con trastornos estomacales desde que tenía doce años. Una vez pasé tres meses en
el hospital. En esos momentos, me vuelco hacia- la Biblia. Me gustan principalmente la his
toria y las palabras de Cristo; considerarlas, analizarlas y encontrar su relación conmigo.
No me interesa lo que dijeron los Apóstoles; sus enseñanzas no son originales y por eso no
las acepto por completo. Necesito una seguridad concreta. Siempre he tratado de vivir de
acuerdo a Sus Diez Mandamientos. Me gusta recibir y dar un trato justo, (¿Cuál es su
concepto de Dios?) Bueno, no tengo ninguno en especial. La idea más aproximada que llegué
.& tener fue cuando asistía a los servicios religiosos. Entonces consideraba a Dios estricta
mente un ser humano, más grande que cualquiera de los que habitan la Tierra, un hombre que
nos trataría como un padre a su hijo. No creo que Dios sea terrible en Su justicia. Si uno
vive con rectitud, sus faltas le son perdonadas. Lo importante es lograr más felicidad v jus
ticia en la Tierra” .
M in o ría s: <(Mi madre es de origen irlandés "inglés-alemán. Yo me considero irlandés,
quizás porque mi padre lo es y está orgulloso de ello. Le gusta, el Día de San Patricio. Soy
* Nombre con que se designa fam il ia rm en te a W in st on Churchill. (N, del T.)
IDEOLOGÍAS CONTRASTANTES DE DOS UNIVERSITARIOS 57
de temperamento vivo, como los irlandeses. La gente que tiene mucho de irlandesa es muy
agradable. Gastan su dinero con gran facilidad, aunque nunca tienen mucho. Son capaces
de hacer felices a los otros. Muchos son ingeniosos. Me gustaría parceerme más a ellos. Pero
en algunas clases de irlandeses hay demasiada languidez y pereza. (¿Qué grupos pondría usted
como opuestos a los irlandeses?) Los irlandeses son muy diferentes de los alemanes u holande
ses, o de los escandinavos,.. quizás a. los polacos o rusos blancos, entre quienes se encuentran
personas más lentas de pensamiento y acción. Los tipos que he conocido tienen un físico fuer
te y no son muy excitables. (Pregunta acerca de la asimilación de los irlandeses.) Me gusta
pensar que tengo algo de irlandés; me resulta agradable. Pero en. a-lgunas personas, el irlan
dés parece predominar. Depende del individuo. No tengo ningún deseo de ser irlandés, pero
me gustan las personas que lo son. Nunca encontré un irlandés que no me gustara. Mi cuñado
es muy irlandés. (¿Qué grupo de gente le disgusta?) Principalmente aquellos que no com
prendo muy bien. Nunca presté atención a los japoneses, a los austríacos; los filipinos, no
sé, me dan lo mismo. En mi pueblo había austríacos y polacos, pero encuentro interesantes
a los polacos. Siento cierto desagrado por los judíos. No me parecen todo lo corteses o in
teresados en 3a humanidad que deberían ser. Y eso me disgusta, aunque no haya tenido mucho
trato con ellos. Tienen mareado espíritu de clan y dan. mucha importancia a lo material.
Puede ser mi imaginación, pero parecería que se les encendieran los ojos cuando les entregan
una moneda- Evito a los judíos que venden ropas porque su mercadería es de baja calidad.
Tengo que cuidarme en el vestir. Es decir, me compro ropa tan raramente cpce debo cuidar
que sea buena. (¿Puede usted reconocer cuándo una persona, es judía?) A veces; por lo
general sólo después de conocer sus ideas. Como una. de las muchachas de la clase de oratoria.
Tenía todas las características, pero me hizo una impresión favorable, aunque no estaba de
acuerdo con sus ideas, (¿Quiere decir que hay ciertas ideas que caracterizan a los judíos?)
Sí, mantenerse unidos, a, pesar de todo; formar siempre un grupo; tener clubes de mujeres
y organizaciones judías. Si a un judío le va mal en los negocios los otros le ayudan a empe
zar de nuevo. Le dan gran importancia a la. riqueza,. Todas las chicas del club de mujeres
judías tienen tapados de piel costosos pero de mal gusto. Casi un sentimiento de superiori
dad. Me molesta que la gente se crea superior y trato de evitar el sentirlo yo mismo. Lío
gusta hablar con los obreros, (¿Oree usted que el sentimiento de desagrado por'los , judíos
aumenta?) No, considero que esta guerra ha unido más a la población del país. Tuve opor
tunidad de tratar con soldados y marineros judíos; habrían sido aceptados y tratados gus
tosamente si hubiesen querido mezclarse con los demás, pero preferían estar solos; y yo,
como cualquier otro, los habría aceptado. Considero que sus ideas son interesantes pero que
siempre quieren recibir algo a cambio. (¿.Cree usted que los judíos han hecho su parte en el
esfuerzo de guerra?) Quizás la hayan hecho, pero son hombres de negocios y han Tenido
buena compensación. (¿Considera que los judíos constituyen una fuerza, política en nuestro
país?) Sí, en Nueva York hay una organización para inmigrantes judíos y para, prestar ayu
da a judíos. Están muy bien organizados. No debería permitírseles. (¿Cuál cree usted que
es el peligro?) No creo que haya un peligro, salvo en la. concentración de riquezas en una
clase. Me repugna que la gente de nuestro país tenga que canga,r co n personas que debieron
abandonar otros países. Tenemos suficientes problemas sin necesidad de ayudar a los opri
midos de otros lugares. Los judíos no quieren mezclarse con los demás. Por eso no pueden
Contribuir mucho al bien del país, aunque se debe reconocer que los médicos y hombres de
ciencia judíos han hecho grandes cosas. Estudié la inmigración. Las tres cuartas partes
de los que dejan Europa vienen aquí. Y eso se mantiene. Son hombres de negocios y'llegarán
a, ejercer presión sobre el Congreso, Deberíamos evitar que siga la, inmigración y tratar' de
que se mezclen y formen parte de nuestro pueblo. (¿Cree usted que se mezclarían más si
sintieran que no existen prejuicios en contra de ellos?) Si se mezclaran más, la. gente es
taría, más dispuesta a. romper las barreras. Reconozco que siempre han’sido pisoteados, pero
esa, no es razón para, que guarden resentimiento, (Observo que usted dijo que no se casaría
con una judía.) Por cierto que no. Saldría con la muchacha de la, clase de oratoria, pero
ella no es demasiado judía. Toda la clase la aceptó. Me casaría con ella si se librara de
su judaismo, pero no podría, tratar con ios de su clase” .
a tres mil dólares, son actualmente de doce mil dólares. También es due
ño de la casa en que habitan y de algunas otras propiedades.
Al igual que sus padres, el sujeto es metodista, aunque rara vez asiste
a los servicios religiosos. Y también como ellos, simpatiza con el Partido
Republicano. Está “de acuerdo” con los republicanos de la tendencia de
Wiilkie *, y en “desacuerdo” con el republicanismo tradicional; “desaprue
ba” a los demócratas del New Deal mientras que “aprueba” a los demó
cratas contrarios al New Deal. Sus respuestas a las preguntas del cuestio
nario sobre este tema son similares a las de Mack, el individuo de alto
puntaje etnocéntrico. Por consiguiente, resultará especialmente interesan
te observar el contraste entre las ideologías políticas de estos dos hombres
tal como se puede apreciar en las entrevistas. En ellas veremos cuán grande
es a veces la discrepancia entre el partido político o la ideología “oficial”
de un individuo y sus verdaderas tendencias políticas.
O cu p a ció n : “ Tengo planes definidos; quiero dedicarme a las finanzas y a las propie
dades. Deseo dirigir mi propia empresa. Pienso combinar el negocio de propiedades con las
finanzas, es decir dar dinero en préstamo, y si me fueran bien las cosas, entraría en el ne
gocio de la bolsa, compraría y vendería acciones y bonos. (¿Y el dinero?) Varios de. mis
parientes y mi padre tienen dinero y me ayudarán. Trabajé para ellos como administrador
ayudante de mi padre que tiene un café y bar y también se dedica a las propiedades. Después
trabajé para firmas contables, varias, y he seguido cursos donde pude aprender algo sobre
contabilidad y negoeios. Hice un año en la. facultad, pero no estudié en serio. Obtuve notas
bastante buenas pero no tanto como debía. Me enfermé; estuve en el hospital durante cuatro
años. (Fue necesario hacerle varías preguntas para llegar a enterarnos de que el sujeto había
tenido tuberculosis y había, estado en un sanatorio.) Pero nunca perdí las esperanzas. Siem
pre planeaba, volver a la facultad. Seguí cursos por correspondencia durante los dos últimos
años de hospital. (Larry siempre lo llama, hospital, nunca sanatorio.) Cursos de contabilidad,
administración comercial, etc. Me dediqué a la lectura pava, desarrollar la mente. Aprendí
casi de memoria el libro de Dale Carnegie “ Cómo G a n a r A m i g o s . .. porque pensé que me
ayudaría en mis relaciones comerciales. Planeé toda, mi vida, hasta dónde me establecería, en
Dos Angeles. Lo único que podía hacer allí acostado en la cama, era planear todo mi futuro,
Jo que haría y cómo lo haría.. (¿Qué es lo que le gusta de los negoeios que proyecta?) Mi
abuela tenía un restaurante bastante próspero; era una mujer de negocios muy eficiente y
yo la admiraba. Todo lo que me rodeaba, tenía relación con los negocios, los glorificaba, y yo
aprendí a tomar la misma actitud. E!. hecho de tener un negocio propio da independencia,
más dinero, vacaciones a. voluntad, la. libertad que no se tiene en un trabajo de trescientos
sesenta y cinco días por año. Nunca me interesaron las ciencias tales como la química, la
zoología, la odontología, y cosas por el estilo. (¿Y la medicina?) Estaría bien sí creyera
que podría alcanzar una posición, muy elevada; pero la. mayoría termina en un consultorio
en un último piso sin ganar muchas veces más de doscientos dólares por mes. Eso
es nada, comparado con lo que gana un hombre de negoeios que no ha recibido educación
alguna ni ha. trabajado para prepararse, como los médicos. .No es sólo el dinero sino tam
bién el modo de vida, general. (Sin embargo, el dinero parece ser clara, y primordialmente
importante.) Volví a la escuela por tres razones: (1) adquirir conocimientos: ser capaz ele
filosofar y comprender las cosas; (2) seguridad: llegar a tener un medio de vida adecuado;
(3) el prestigio social’*. (Este es un buen ejemplo de la tendencia de Larry a presentar
las cosas en forma organizada y explícita. Sabe exactamente lo que quiere hacer y por qué,
y hasta ha. intentado explicar psicológicamente esta tendencia. Al enumerar los puntos I,
2 y 3 iba señalando con los dedos.)
I n g r e s o s : “ Me gustaría ganar por lo menos veinticinco mil dólares anuales y tener un
capital particular de cien mil dólares, es decir dinero propio aparte del negocio, para poder
viajar, hacer lo que quisiera o viera hacer a otros, ir a Europa.; asistir al Derby de Kentuc-
ky, o lo que fuese. Viajaría en primera clase, por avión, visitaría Sudamérica; iría a casi
todas partes. Hasta, ahora sólo he viajado un poco. O, si quisiera, podría ir al este, para
una convención. No ser un millonario, sino tener lo suficiente como para hacer todo esto con
plena seguridad para el futuro. (¿Qué grado de pesimismo u optimismo tiene usted?). Soy
muy optimista. No sé exactamente hasta qué punto, pero por lo menos pienso obtener bas
tante buen éxito, probablemente llegue a. lo que dije antes. Ya. algo he logrado. El año pa
sado, en Chicago, tuve la oportunidad de entrar con otros en un negocio de cabaret y cancha
de bowling. Pero no me ofrecían bastante dinero y no me gustaba., de todos modos, el asunto
bowling. Además, quería volver a estudiar, hacerme una base para mis planes finales y
tener mi propio negocio. (¿Y si fracasara?) No me suicidaría ni me deprimiría terrible
mente. La enfermedad (nunca la llama por su nombre) me enseñó a ser filosófico, a tomar
las cosas como vengan con una sonrisa, a empezar de nuevo después dé cada revés. (¿Y su
familia?) Durante la depresión mi padre tenía, un buen trabajo, como siempre. No era rico
pero estaba mejor que el término medio; ganaba tres mil dólares anuales, creo. Pero éramos
una familia grande, de seis hijos. Yo estoy en el medio. Después se dedicó a los negocios y
le fue muy bien; ahora tiene un bar que es una mina de oro. En un año gana más de lo
■que ja m á s hubiera, e sp e ra d o reunir en toda su vida. También ha comprado algunas propie
dades aparte y está ganando mucho con eso. Es como su madre, mi abuela. A los dos les
.gusta muchísimo su negocio. Mi padre no quiere tomarse vacaciones, ni busca- prestigio o
riqueza por lo que ésta significa. Sólo desea, ser un hombre de negocios eficiente y próspero,
y eso constituye todo su placer. Supongo que lo que quiere es mantener satisfechos a. los clientes,
■que éstos sigan siéndolo durante años, y tener empleados bien organizados. (¿Qué clase de
patrón es?) Es bondadoso pero firme. Les compró casa a dos de sus empleados, quienes le
pagan poco a. poco. Les da aguinaldo y todo lo demás, pero también les exige eficiencia, y
producción. Es un patrón ideal. En realidad, creo que yo no sería tan bueno con mis em
pleados, no haría, eso de arriesgar dinero para que se compren una casa sin saber si me van
.a responder o no” .
P o l í t i c a : “ Tanto mi padre como mi madre, son republicanos. Nunca votaron por Boose-
-velí. Yo participé en dos elecciones, y voté por los republicanos. Pero nuestros parientes y
.amigos son demócratas. Toda mi familia ha sido republicana durante años y supongo que
-ésa es la razón por la que yo y también mi padre lo seamos. Quizás también porque a los
'hombres de negocios no les gustan en general los impuestos, las restricciones y la buroera-
-cía, Boosevelt es demasiado político; le faltan principios. Como cuando echó a un lado a
'Wall oce en las últimas elecciones. Prefiero a Jones antes que a Wallacc como Secretario de
¿Comercio, porque Jones es mejor hombre de negocios y sería más eficiente; en general
me gustan Wallace y Willkie, aunque no soy partidario del programa agrícola de Wallace.
(¿Quién es el mejor republicano?) Willkie, Voté por Dewey más que nada como protesta
<cn contra de Boosevelt. Pero Dewey es demasiado joven y le falta, experiencia, (¿Quién le
parece mejor; Dewey o Wallace?) Wallace es mejor, y generalmente voto por quien me
3o parece, pero esta, vez creo que antepongo la política al hombre porque quiero que vuelvan
los republicanos. Considero que ya es tiempo de que cambie el partido que está en el go
bierno” .
M in o r ía : (¿Qué piensa del problema de las minorías en nuestro país?) “ Puedo decir
■que no tengo prejuicios; trato de no tenerlos. (¿Los negros?) Debería dárseles la igualdad
.social, cualquier trabajo para, el que estén preparados; tendrían que poder vivir en cualquier
'lugar, etc. Puede ser que cuando joven haya, tenido ciertos prejuicios pero, desde la época
.de la guerra, he leído acerca de todo el mundo y nuestro problema de minorías parece
insignificante comparado con la. manera, en que otros países han hedió las cosas. (¿Por ejém-
■pío?) Kusia, por ejemplo; no soy partidario de la economía basada, en la repartición do las
riquezas, pero creo que están unidos y luchan tan magníficamente porque todos son iguales.
(Punto seguido habla ampliamente sobre Francia, Inglaterra, Holanda, etc., demostrando
.•conocer bien el imperialismo, la explotación de las colonias y demás, en relación al problema
de las minorías. Sus ideas acerca de la economía, no son tan claras.) Creo en la. vida, en la
libertad y en el derecho a la felicidad para todos. No estamos unidos, ni sabemos por qué
luchamos, y 3a discriminación ea una de las causas de esta situación. Las cuestiones raciales
y económicas son una de las raíces de la guerra. No creo en la supresión de nadie. Considero
-que se ha expulsado a. los japoneses de la. costa, por razones antidemocráticas. Sucede, sim
plemente, que mucha gente quería quedarse con sus granjas y negocios. No hubo razones
.realmente democráticas para liacerlo. La. segregación de una nacionalidad sólo conduce a
una mayor segregación, y a sí las cosas van empeorando. La. discriminación contra los negros
.se debe a. una falta de comprensión y a sus diferencias físicas. En cuanto a los judíos, se debe
•a su habilidad para los negocios, al temor de que lleguen a apoderarse de la economía, del
país. Habría que instruir a. la gente acerca, de la historia de los negros para que se conocie
ra, por ejemplo, el papel que han tenido éstos en el desarrollo del país; también se debería
enseñar Ja. historia de otras minorías. C óm o se llegó a. la persecución de los judíos y por qué
■■algunos de ellos alcanzan tanta, prosperidad
R e l i g ió n : “ Soy metodista y mi familia también lo es, excepto uno de mis hermanos,
■que se va a hacer sacerdote católico. Tiene quince años. Le gusta, entró por propia iniciativa.
Bueno, mí madre fue católica en su niñez, pero se hizo metodista al casarse; nunca trató
de convertirnos al catolicismo. (¿Qué valor le da a la religión.) Enseña a distinguir entre
lo bueno y lo malo; ése es su valor principal. Pero tengo objeciones contra muchas de las
.enseñanzas religiosas, después de haber estudiado ciencias y filosofía.: la teoría de la evo
lución de Darwin y el hecho de que la historia, humana comienza antes del tiempo de la
.Biblia., Yoy a. la. iglesia, trato de creer en la religión, pero a veces dudo de muchas cosas.
■Me gusta ir a la iglesia., un buen sermón sobre la moral y las buenas costumbres y cóm o
60 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
progresar en la vida. Eso es lo que más importa de las religiones, (¿Y sus padres?) Solían,
asistir a la iglesia, eran bastante religiosos; nos mandaban a. la escuela dominical; todavía
pronuncian una oración antes de las comidas. No hablan ni piensan mucho sobre religión,
fuera dé la iglesia’1.
nen a (a) los factores -que determinan las tendencias constantes del indi
viduo y las diferencias entre una persona y otra, y (b) el grado de
generalidad de las variables dentro de poblaciones mayores y las relacio
nes explicativas establecidas en base a algunos estudios de. casos.
Los temas de la entrevista se ordenaron según consideraciones deri
vadas de la técnica de entrevistas: se debe comenzar por aquello sobre
lo cual el sujeto hablará más cómodamente y dejar para el final las cues
tiones de tono más afectivo, tales como las relativas a las minorías. Sin
embargo, conviene que ahora tomemos los temas en un orden más acorde
con el desarrollo del estudio y el plan general del presente volumen: en
primer lugar el antisemitismo, luego el etnocentrismo y, por último, la
ideología en general.
1. Id e o l o g ía S obre lo s J u d ío s
Las acusaciones que Mack formula contra los judíos pueden agrupar
se en tres categorías principales: (a) violación de valores convencionales,
(b) características de endogrupo (encerrados en clan y amantes del poder),
y (c) indaptados y carga social. Acusa a los judíos de violar valores con
vencionales porque “no son corteses ni se interesan por la humanidad'’ y,
en cambio, son materialistas y piensan mucho en el dinero. Como comer
ciantes, venden “mercadería de segundo orden” y son dados a engañar; en
las relaciones sociales predomina la preferencia por lo costoso pero de
mal gusto. ,.-■>■■■
A sus ojos, los judíos como grupo constituyen un núcleo estrechamen
te unido, cuyos miembros son ciegamente leales y se apoyan y ayudan mu
tuamente. Tienen sus propias organizaciones porque no desean mezclarse
con los gentiles. Al mantenerse unidos, acumulan riqueza y poder que em
plearán exclusivamente para benificio de sí mismos.
Pero si los judíos tienen fuerza, también tienen puntos débiles, pues
hay entre ellos quienes son inadaptados y una carga social; además, como
grupo, siempre han sido pisoteados. Cómo es esto posible, dada la cohe
sión y la capacidad para amasar fortunas que atribuye a los judíos, es
algo que no explica el sujeto. Éste parece considerar que es culpa de los
propios judíos, ya que “no deberían guardar resentimiento” por lo que les
ha sucedido. Los judíos débiles quedan en una situación particulamente
desesperada: no pueden esperar ayuda de los gentiles ni tampoco-de los
judíos fuertes, quienes deberían usar su poder y riqueza únicamente a
favor de los no judíos. De ese modo ya no se podría acusar a los judíos
fuertes de tener espíritu de clan y carecer de interés por los demás seres
humanos. En general, los judíos deberían dejar de lado su judaismo y
mezclarse con el resto de la población; entonces disminuiría la distancia
social entre ellos y el sujeto que habla. (Podríamos insinuar, empero, que
muy probablemente la muchacha de la clase de oratoria no podría hacer
nada para lograr la aceptación completa por parte del sujeto. Su judaismo
quedaría quizás como algo que lo. intrigaría y repelería al mismo tiempo.)
Mientras que Mack pasó la mayor parte del tiempo hablando acerca
de “lo malo de los judíos” y “lo que deberían hacer los judíos”, Larry se
dedicó casi exclusivamente a hablar sobre “lo malo de los no judíos” y “lo
que los no judíos deberían hacer”. Larry no cree que los judíos deseen
poder y dominio; quiere que la gente aprenda a conocerlos. Una de las di
ferencias más importantes entre ambos sujetos de estudio es que Larry se
concentra en. el porqué de estos problemas, mientras que Mack no consi
dera seriamente este aspecto. Larry expresa la convicción de que todos los
hombres deben ser iguales e Ínter relacionar se con absoluta libertad. La
62 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
3. P o l ít ic a
5. O c u p a c ió n e In gresos
A. INTRODUCCIÓN
Una de las formas de ideología social más netamente antidemocrática
es el prejuicio, y en este terreno, el antisemitismo constituye un fructífero
punto de partida para un estudio psicosocial. Como movimiento social, el
antisemitismo organizado representa una seria amenaza para la democra
cia: es uno de los más poderosos vehículos psicológicos de los movimien
tos políticos antidemocráticos y es, por razones en gran parte político-eco
nómicas que no corresponde aquí analizar, la punta de lanza quizás más
efectiva para un ataque frontal contra toda nuestra estructura social.
Asimismo, desde el punto de vísta psicológico, el antisemitismo resulta
particularmente importante y esclarecedor. Mucho de lo expuesto por es
critores de orientación psicológica acerca del antisemitismo y del fascis
mo, sugiere que los fundamentos psicológicos más profundos de estas ideo
logías son muy similares. El carácter irracional del antisemitismo se hace
patente hasta en el hablar diario. Viva prueba de esta irracionalidad es
el que se aluda de modo general a “los judíos” cuando en realidad éstos
presentan una heterogeneidad tal que es posible encontrar judíos en. dife
rentes grados de asimilación en todas las clases socioeconómicas. El nota
ble contraste existente entre la verdadera complejidad del grupo judío y
su supuesta homogeneidad ha sugerido la hipótesis de que do que se dice
en contra de los judíos depende más de la psicología personal de quien
habla que de las características reales de aquéllos. Así, por ejemplo, cuan
do se persiste en la creencia de que los judíos son dueños de un poder eco
nómico desproporcionado en relación a su número, aun frente a abruma
doras pruebas en contra, nos vemos obligados a sospechar no sólo que al
individuo que sostiene esta creencia le preocupa enormemente el poder
sino también que debe de desear para sí mismo el tipo de poder que atri
buye a los judíos. Es evidente que, para llegar a comprender fenómenos
de esta naturaleza, hemos de investigar las fuentes emocionales de las
ideologías.
Estas consideraciones, que señalan la conveniencia de tomar al antise
mitismo como punto de partida para el estudio, fueron también algunas
de las hipótesis que guiaron la investigación en su totalidad. El estudio del
antisemitismo bien podría ser, entonces, el primer paso en la búsqueda de
tendencias antidemocráticas en ideologías, tipos de personalidad y movi
mientos sociales.
Consideramos aquí al antisemitismo como una ideología, vale decir,
como un sistema de opiniones, valores y actitudes con respecto a los judíos
y gentiles, relativamente organizado y estable. Más específicamente, el
antisemitismo entraña opiniones negativas acerca de los judíos (como
la de que son inescrupulosos, cerrados, amantes del poder, etc.), actitudes
hostiles hacia ellos (cuando se afirma que deberían ser excluidos, restrin-
78 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
-gidos, subordinados a los gentiles, etc.) y valores morales que tiñen las
■opiniones y justifican las actitudes.
En él Capítulo II formulamos numerosos interrogantes respecto del an
tisemitismo. Nos basamos en éstas y otras preguntas para construir una
escala de opiniones y actitudes destinada a medir la ideología antisemita.
'Seleccionamos material para nuestra escala de las siguientes fuentes: es
critos de antisemitas violentos, artículos técnicos, literarios y periodísticos
sobre el fascismo y el antisemitismo, y, primordialmente, el antisemitismo
cotidiano de nuestro pueblo tal como se nos presenta en las conversaciones
sociales, en las prácticas discriminatorias de muchas instituciones y firmas
■comerciales, y en la literatura de diversas organizaciones que se esfuer
zan, con poco resultado, por responder a gran número de acusaciones anti
semitas mediante argumentos racionales.
Esta escala, así como las otras utilizadas en la presente investigación,
llenó varias funciones. Proporcionó una medida cuantitativa que pudo co
rrelacionarse con las mediciones de otras variables teóricamente relaciona
das. Proveyó una base para la selección de grupos modelo de individuos
de puntaje extremadamente alto y bajo, a quienes luego sometimos a un
estudio clínico intensivo. Permitió, como parte de un cuestionario mayor,
un estudio relativamente detallado, cuantificable, de grandes grupos de
sujetos. Por último, su construcción fue tal que el análisis estadístico de sus
propiedades podría revelar mucho de la estructura, alcances y contenido
de la ideología antisemita.
ítems, como base para compendiar una reducida escala final Por el con
trario, formulamos cincuenta y dos ítems que fueron utilizados íntegra
mente durante todo el análisis estadístico de la forma preliminar de la
escala. (Digamos desde ya que sólo unos pocos ítems fueron inadecuados
desde el punto de vista estadístico, y que las razones de esta ineficacia
son interesantes de por sí.) En las sucesivas etapas de la investigación no
tuvimos reparos en modificar, suprimir o añadir ítems.
La presente se diferencia de la mayoría de las escalas de actitudes y
opiniones por contener sólo ítems negativos, es decir que en todos ellos se
expresa la posición antisemita en lo que respecta al problema que se trata.
En una publicación previa (71), y respondiendo a las críticas que podrían
oponerse, detallamos las razones por las que empleamos únicamente ítems
negativos. De todos modos, a continuación expondremos resumidamente
dichas razones. Los ítems negativos presentan la ventaja de ser, en general,
más discriminatorios. Asimismo, pueden redactarse de tal manera que ex
presen una hostilidad sutil sin ofender aparentemente los valores demo
cráticos que la mayoría de las personas prejuiciosas creen necesario sos
tener. Visto que la esca|a se propone medir la receptividad a la- ideología
antisemita, nos pareció razonable incluir sólo declaraciones antisemitas. La
principal objeción a este procedimiento es que podría crear una tendencia
mecánica o “fija” a aprobar o desaprobar invariablemente. Aducimos, en
tonces, que (a) la mayoría de los individuos muestran variabilidad de res
puesta, tal como lo señala el promedio de intercorrelaciones entre ítems
que oscila entre 0,3-0,4; (b) existe una tendencia a variar para evitar posicio
nes extremas; (c) obtuvimos resultados muy parecidos en etapas posteriores
de la investigación cuando insertamos al azar una escala totalmente ne
gativa en una serie más larga que contenía ítems positivos; y, sobre todo
que, (d) ya que la afirmación de que las respuestas son “fijas” implica
que los individuos de alto puntaje no son necesariamente antisemitas y los
de bajo puntaje, anti-antisemitas, la verificación final sería demostrar la
validez de la escala, es decir que los individuos de puntaje alto presentan
importantes diferencias con respecto a los de bajo puntaje en diversas
características significativas. Y, efectivamente, tal como se verá más ade
lante, la escala tiene considerable validez.
Puesto que la escala AS, lo mismo que las demás, no perseguía-.úni
camente el propósito de proporcionar una medida cuantitativa de una ideo
logía sino también el de contribuir a su descripción cualitativa (y de las
pautas ideológicas individuales), su construcción siguió ciertas reglas ge
nerales. Estas reglas concernían a (a) la formulación de los distin
tos ítems y (b) la división de la escala total en subescalas.
: Por razones prácticas, la escala no debía comprender más de cincuen-
: ta ítems (preferentemente menor cantidad en las formas posteriores);
consecuentemente, era preciso que cada ítem englobara el máximo de
: ideas y que hubiera un mínimo de repetición en la redacción o en el con
tenido esencial de los ítems. En razón de tales exigencias los ítems de esta
escala resultaron a menudo más complejos que los de muchas otras, pero
esto no puede considerarse un defecto. Los ítems deben ser, a un mismo
tiempo, claros y sin embigüedades, de manera que la aprobación sea, por
lo común, una expresión de antisemitismo, y la desaprobación, una expre
sión de lo opuesto. Es importante evitar ítems “dobles”, esto es, ítems
divididos en dos partes tales que un sujeto podría estar de acuerdo con
una y en desacuerdo con la otra y, así, no saber qué responder.
El prejuicio extremo de tipo violenta y abiertamente antidemocrático
80 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
(“no puedo imaginarme casado con una persona judía”) se incluye aquí
porque parece referirse más a una idea desagradable que a una actitud
clara, hostil. Representa un equivalente pseudodemocrático del ítem 1-15
de la subescala “Actitudes” (ver más adelante). ¿Es constante la gente en
su acuerdo (o desacuerdo) general con estos ítems? Esto podrá apreciarse
en los resultados que expondremos en párrafo posterior.
b. S ubescala “P eligrosos” (Sp) . Estos ítems, que presentamos en la Ta
bla 2 (III), describen a los judíos como un grupo social peligroso, domi
nante y corruptor. Se asegura que son dueños de gran poder económico y
político, y que en su trato con los gentiles son inescrupulosos y actúan en
connivencia entre sí. No les gusta el trabajo duro (ítem 11-11) pero al mis
mo tiempo hacen descender el nivel general de vida realizando bajos me
nesteres y viviendo según standards inferiores (ítems 1-14). Además de ser
simultáneamente ricos y pobres, poderosos y parásitos, son al mismo tiem
po capitalistas y revolucionarios. Por su falta de patriotismo constituyen
una amenaza para el país y, en general, para la civilización.
TABLA 2 (III)
S ubescala de A n t is e m it is m o “P eligrosos”
I- 2, Debe considerarse a los judíos como una mala influencia sobre 3a cultura y la civili
zación cristianas.
I- 5. Uno de los inconvenientes de los comerciantes judíos es que se apoyan mutuamente
y actúan en complicidad, de manera, que un. gentil no está en pie de igualdad para
competir con ellos.
I- 8. El poder y el control de los judíos en el orden financiero son muy desproporcionados
en relación a su número dentro de la. población total.
1-11. Hay exceso de judíos en las distintas oficinas y agencias federales de Washington,
y tienen demasiado control sobre la política nacional.
1-14. Los judíos tienden a hacer descender el nivel de vida general con su disposición a
realizar las tareas más bajas y a vivir según s t a n d a r d s muy inferiores al nivel medio.
II- 2. La guerra, ha demostrado que los j u d í o s n o so n patriotas ni están dispuestos a hacer
sacrificios por su país.
II- o. Puede ser que los judíog tengan principios morales que aplican en su trato mutuo,
pero con los cristianos son inescrupulosos, despiadados e indignos, de confianza.
II- 8. Los judíos son leales a la judería antes que a su país.
11-11. Los judíos parecen sentir aversión por el trabajo simple y duro; tienden a ser un
elemento parasitario en la sociedad al buscar trabajos fáciles e improductivos.
IÍ-I4, Parecería, existir una cierta vena revolucionaria en la naturaleza judía, según lo
muestra el hecho de que- haya tantos agitadores y comunistas judíos. ■
Aparte de la enorme complejidad del “judío” así descripto, hay algo
de fantástico en la idea de que un grupo tan pequeño numéricamente pue
da detentar semejante poder y significar tan seria amenaza para la socie
dad. En los casos extremos, estas imágenes parecen ser la expresión ideo- ¡
lógica de tendencias paranoides subyacentes; en Mein Kampf, por ejem-'
pío, no sólo se afirma que los judíos son “bajos e inferiores” sino también
que poseen una “potencia germicida” y una “astucia diabólica”. Sin em
bargo, es indudable que la mayor parte de los antisemitas norteamericanos
no son psicóticos o paranoides, en el sentido psiquiátrico usual. En capí
tulos posteriores trataremos de las tendencias de la personalidad rela
cionadas con esta clase de imágenes, tal como se las observa en nues
tro país.
C. S ubescala “A ctitudes ” (Sa) . Todas las actitudes incluidas en esta sub
escala [ver Tabla 3 (III) ] se consideran de carácter negativo u hostil hacia
los judíos como grupo y, efectivamente, los resultados estadísticos así lo
demuestran de modo general. Elegimos estas actitudes porque creemos que
representan los diversos grados de discriminación: desde la simple indi-
84 LA personalidad autoritaria
TABLA 3 (III) -
S ubescala de A n t is e m it is m o “A ctitudes ”
I- 3, Para mantener el buen aspecto de un barrio residencial conviene evitar que los judíos
vivan en él.
I- 6. Las universidades deberían adoptar el sistema de cuotas, por el cual se limita el in
greso de judíos en especialidades donde ahora su número es excesivo.
I- 9. Un paso hacia la solución del problema judío sería el impedirles, por un tiempo al
menos, que alcancen posiciones superiores y ventajosas en la sociedad,
1-12. El problema judío es tan general y profundo que uno duda muchas veces que los
métodos democráticos puedan llegar a. resolverlo.
1-15. Es un error que judíos y gentiles se casen, entre sí.
1-18. Es más conveniente que los judíos se agrupen en sus propias organizaciones femeni
nas y masculinas, ya que tienen intereses y actividades particulares a los que pueden
dedicarse mejor juntos, así como los cristianos se entienden mejor en las cofradías
exclusivamente cristianas.
1-21. En algunos casos es acertado prohibir a los judíos que habiten en ciertas casas do
departamentos.
1-24. Las personas que dan empico a mucha gente deben tener la precaución d.e no tomar
gran proporción de judíos.
II- 3. Si una gran empresa empleara demasiados judíos, sus negocios se perjudicarían.
II- 6. La mejor manera de eliminar la amenaza del comunismo en este país es controlar a-1
elemento judío que lo dirige.
■II- 9. Para hacer frente al problema, de los judíos, los gentiles deben combatirlos' con sus
propias aranas, usando las mismas tácticas despiadadas que ellos usan con los gentiles.
11-12. No es prudente dejarse ver demasiado con judíos, porque se podría pasar por tal o
sufrir el desprecio de los amigos cristianos.
11-15. Una'de las primeras medidas que deben tomarse para limpiar la industria cinemato
gráfica y mejorar la. situación de Hollywood es poner fin a la dominación judía que
allí impera.
11-18. Como regla general, la mayoría de los hoteles deberían negar la admisión a los judíos.
11-21. Los líderes de los judíos deberían instarlos a hacerse notar menos, a mantenerse
fuera de profesiones y actividades en las cuales ya hay exceso de judíos, y a evitar
la notoriedad pública.
11-24. Sería beneficioso para todos, que los judíos formaran su propia nación y se mantu
vieran más dentro de su órbita.
nación a eludir a los judíos, pasando por los actos intermedios consistentes
en su exclusión total o parcial (admisión limitada) y en su segregación,
hasta la supresión y el ataque. A fin de abarcar muchas formas de discri
minación, para la formulación de los ítems nos basamos en una lista de
los principales aspectos de la vida social en que aquélla se presenta. Dichos
campos son: trabajo, residencia (barrios, casas de departamentos,'hoteles),
educación y profesiones, matrimonio, organizaciones sociales, política, la
nación. El ítem 11-21 es un buen ejemplo de pseudodemoeracia: presupo
ne que los judíos constituyen realmente una amenaza (imágenes: podero
sos, ofensivos, :etc.) y sugiere que los judíos resuelvan “su propio proble
ma”, dando a entender que si no se limitan voluntariamente los gentiles
pueden verse forzados a tomar medidas más enérgicas. Es ésta una idea
que puede aprobarse, y muchos así lo hacen, en nombre de la tolerancia
y la democracia. Se trata, empero, de un concepto esencialmente antisemi
ta: primero, porque en realidad está en buena correlación con la escala
como totalidad; y segundo, porque se basa en las imágenes hostiles, las ac
titudes de supresión y el supuesto de que el antisemitismo no es más que
una reacción racional de los gentiles provocada por la maldad intrínseca
de los judíos.
d. y e. S ubescalas “S eparatistas ” (S s) e “I ntrusos ” (S i ). A menudo se
-afirma que la causa del antisemitismo reside en el hecho de que los “ju
díos son diferentes” y frecuentemente se ha sugerido que la asimilación es
la única salida al “problema judío”. Por cierto que .son muchos los judíos
ESTUDIO DE L A IDEOLOGÍA ANTISEMITA 85
que han adoptado este parecer y han intentado de todas las maneras adop
tar la cultura predominante en la comunidad norteamericana donde viven,
preocupándose especialmente por borrar todo signo de “judaismo extran
jero” en su familia y sus amistades. No corresponde analizar aquí el pro
blema de la adaptación de los judíos y de otras minorías a la cultura nor
teamericana. Este estudio se dedica a la psicología del antisemita: ¿Es la
asimilación de los judíos lo que desea realmente? ¿Estarían satisfechos los
antisemitas si el comportamiento de los judíos se conformara totalmente
a los cánones exigidos? El hecho de que los judíos muy asimilados sean
habitualmente objeto de la misma clase de discriminación que los otros,
indica que estas preguntas recibirán respuesta negativa. Así lo avala tam-
TABLA 4 (III)
S ubescalas de A n t is e m it is m o “S eparatistas v s . I ntrusos ”
A. S e p a r a tis ta s
I- 5. Uno de los inconvenientes de los comerciantes judíos es que se apoyan mutuamente
y actúan en complicidad, de manera, que un gentil no está en un pie de igualdad para
competir con ellos.
: 1-17. Oran parte del resentimiento en contra de los judíos nace de su tendencia a mante
nerse separados y a excluir a los gentiles de la vida social judía.
1-20. Los judíos deberían abandonar su religión no cristiana con todas sus extrañas cos
tumbres (dieta kosher, festividades especiales, etc.) y participar activa y sincera
mente en la religión cristiana.
T-23. L os judíos tienden a mantenerse como elemento extranjero dentro de la sociedad
norteamericana, a preservar sus viejos s ta n d a r d s sociales y a resistirse av nuestra
forma de vida.
11-13. Un defecto general de los judíos es su agresividad extrema, una mareada tendencia
a exhibir siempre su porte, sus. maneras y su educación judíos.
11-17. Los distritos judíos que- se forman en casi todas las ciudades -son resultado del espí
ritu de clan de los judíos y de su tendencia a mantenerse unidos.
ÍI-20. Es probable que los millonarios judíos presten alguna ayuda a su propia gente, pero
muy poco de su dinero se destina a causas americanas nobles.
11-23. Los judíos se ocupan demasiado de lo suyo en lugar de interesarse, com o corresponde,
por los problemas de la comunidad y del gobierno nacional.
B. I n t r u s o s
1-11. Hay exceso de judíos en las distintas oficinas y agencias federales de' Washington.
y tienen demasiado control sobre nuestra política nacional.
1-16. Los judíos no deberían entremeterse tanto en las actividades y organizaciones cris
tianas, ni buscar tanto reconocimiento y prestigio de parte de los cristianos.
1-19. Uno de los motivos por los que los judíos no han podido establecer su propia nación
es que carecen realmente de una cultura propia; a. falta de ésta, tienden a copiar
todo lo que sea importante para los ciudadanos nativos del país donde se encuentran.
I -So. Los judíos, en el afán por ocultar su condición de tales, llegan a extremos como los
de cambiarse el nombre, hacerse enderezar la nariz e imitar las maneras y costum
bres cristianas.
II- 3. Si una gran empresa empleara demasiados judíos sus negocios se perjudicarían.
II- 7. El inconveniente de permitir que los judíos se introduzcan en un barrio residencial
es que gradualmente crean en él una atmósfera típicamente judía.
11-19. El verdadero cristiana jamás podrá perdonar a los judíos el que hayan crucificado
a Cristo.
11-25. Guando los judíos instituyen grandes fondos para la investigación científica o la edu
cación (Bosemvald, Heller, etc.), lo hacen impulsados principalmente por el deseo
de fama y notoriedad publica, y no por un interés científico realmente sincero.
TABLA 5 (III)
Í tem s “N eutrales ” de la E scala de A n t is e m it ism o
1-22. Uno de los grandes inconvenientes de los judíos es que nunca se dan por satisfechos
y siempre tratan de obtener los mejores trabajos y las mayores ganancias.
1*26. No cabe duda de que la presión judía es en gran parte responsable de que los Es
tados Unidos hayan entrado en guerra con Alemania.
11-22. Hay pocas esperanzas de que se corrijan los defectos raciales de los judíos por la
simple razón de que se encuentran en su sangre.
11-26. En total, los judíos son, de todos los grupos, quienes probablemente han contribuido
menos a la vida de nuestro país.
TABLA 6 (III)
E scala T otal de A n t is e m it ism o
CuestioTwrio A Sobre la Opinión Pública
Es ésta una investigación de la opinión pública general acerca del
pueblo judío. Las siguientes son proposiciones que algunas personas aprue
ban y otras desaprueban. Sírvase indicar sobre el margen izquierdo de
cada una la medida de su acuerdo o desacuerdo, según las notaciones de la
siguiente escala: ’ ¡
-f 1: levé apoyo, acuerdo — 1: leve oposición, desacuerdo :
+ 2: moderado apoyo, acuerdo — 2: moderada oposición, desacuerdo':
-f 3: marcado apoyo, acuerdo —- 3: marcada oposición, desacuerdo
— 1. Los judíos parecen preferir el modo de vida más lujoso, extravagante y 'sensual-
__ 2 Debe considerarse a los judíos como una mala influencia sobre la cultura ¡y la ci
vilización cristianas.
3. Para mantener el buen aspecto de un barrio residencia! conviene evitar que los
judíos vivan en él.
Grandes defectos de los judíos son su engreimiento, su altanería y el creerse una
raza elegida.
Uno de los inconvenientes de los comerciantes judíos es que se apoyan mutua
mente y actúan en complicidad, de manera que un gentil no está en un pie de
igualdad para competir con ellos.
6. Las universidades deberían adoptar el sistema de cuotas, por el cual se limita el
ingreso de judíos en especialidades donde abora su número es excesivo.'" '
■7. Por más americanizado que parezca un judío, siempre le queda algo esencialmente
judío, una lealtad a la judería y una manera de ser que nunca cambia por com
pleto.
El poder y el control monetarios de los judíos son muy desproporcionados en re
lación a su número dentro de la población total.
------ í), Un paso hacia la solución del problema judío sería el impedirles, por un tiempo al
menos, que alcancen posiciones superiores y ventajosas en la sociedad.
-------- 10. Los distritos donde habitan muchos judíos siempre parecen malolientes, sucios,
desordenados y desagradables.
------ 11. Hay exceso de judíos en las distintas oficinas y agencias federales de Washington
y tienen demasiado control sobre nuestra política nacional.
~~--- —12. El problema judío es tan general y profundo que uno duda muchas veces que los
métodos democráticos puedan llegar a resolverlo.
—--- -13. Hay algunas excepciones pero, en general, los judíos se parecen bastante entre sí.
’ ~—14. Los judíos tienden a hacer descender el nivel de vida general con su disposición
a realizar tareas más bajas y a vivir según s t a n d a r d # muy inferiores al nivel
medio.
Es un error que judíos y gentiles s e casen entre sí.
~----- 16. Los judíos no debe-rían entremeterse tanto en las actividades y organizaciones-
cristianas, ni buscar tanto reconocimiento y prestigio de parte de los cristianos,.
----- “ 17 . Gran parte del resentimiento en contra de los judíos nace de su tendencia a man
tenerse separados y a excluir a los gentiles de la vida judía.
88 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
-------- 18, Es más conveniente que ios judíos se agrupen en sus propias organizaciones mas
culinas y, femeninas, ya que tienen intereses y actividades particulares a los que
pueden dedicarse mejor juntos, así como los cristianos se entienden mejor en las
cofradías exclusivamente cristianas.
--------19. Uno de los motivos por los que los judíos no han podido establecer su propia na
ción es que carecen realmente de una cultura propia; a falta de ésta, tienden a
copiar todo lo que sea importante para los ciudadanos nativos del país donde se
encuentran,
--------20. Los judíos deberían abandonar su religión no cristiana con todas sus extrañas
costumbres (dieta kosher, festividades especiales, etcétera) y participar activa y
sinceramente en la religión cristiana.
—■ —21. En algunos casos, es acertado prohibir a los judíos que habiten en ciertas casas de
departamentos.
--------22. Uno de- los grandes inconvenientes de los judíos es que nunca se dan por satisfe
chos y siempre tratan de obtener los mejores trabajos y las mayores ganancias.
—---- -—23. Los judíos tienden a mantenerse como elemento extranjero dentro de la sociedad
norteamericana, a preservar sus viejos standard# sociales y a resistirse a nuestra
forma de vida.
--------24. Las personas que dan empleo a mucha gente deben tener la precaución de no
tomar gran proporción de judíos.
......"--25. Los judíos, en el afán por ocultar su condición de tales, llegan a extremos como
los de cambiarse el nombre, hacerse enderezar la nariz e imitar las maneras y
costumbres cristianas.
------- -26. No cabe duda de que la presión judía es en gran parte responsable de que los
Estados Unidos hayan entrado en guerra con Alemania.
E scala T otal de A n t is e m it is m o
C u e stio n a r io S s o b r e la O p i n i ó n P ú b l i c a
Ésta- es una investigación de la opinión pública general acerca del pueblo judío. Las si
guientes son proposiciones que algunas personas aprueban y otras desaprueban. Sírvase indicar
sobre el margen izquierdo de cada una la medida de su acuerdo o desacuerdo, según las no
taciones de la siguiente eseala:
+ 1: leve apoyo, acuerdo — 1: leve oposición, desacuerdo
4- 2: moderado apoyo, acuerdo — 2: moderada oposición, desacuerdo
4* 3: mareado apoyo, acuerdo — 3: mareada oposición, desacuerdo
--------- 1. Los judíos deberían hacer sinceros esfuerzos para vencer sus conspicuos e irritan
tes defectos, si es que desean realmente dejar de ser perseguidos.
——— 2. La guerra ha demostrado que los judíos no son patriotas ni están dispuesto a hacer
sacrificios por su país.
--------- 3. Si una gran empresa empleara, demasiados judíos; sus negocios se perjudicarían.
-------- 4. Hay algo diferente y extrañó en los judíos; uno nunca sabe lo que piensan o
planean ni lo que los mueve.
------- - 5. Puede ser que los judíos tengan principios morales que ponen en práctica en su
trato mutuo, pero con los cristianos son inescrupulosos, despiadados e indignos
de confianza.
— -- 6. La- mejor manera de eliminar la amenaza del comunismo en este país es controlar
al elemento judío que lo dirige.
— .. 7. El inconveniente de permitir que los judíos se introduzcan en un barrio residen
cial .es que gradualmente crean en él una atmósfera típicamente judía.
--------- 8. Los judíos son leales a la judería antes que a su país.
--------- 9. Para hacer frente al problema de los judíos, los gentiles debes* combar tirios con
sus propias armas, usando las mismas tácticas despiadadas que ellos usan con los
gentiles.
-------- 10, No me puedo imaginar casándome con una persona judía.
-------- 11. Los judíos parecen sentir aversión por el trabajo simple y duro; tienden a ser
un elemento parasitario en la sociedad al buscar trabajos fáciles e improductivos.
———~12. No es prudente dejarse ver demasiado con judíos, porque se podría pasar por tal,
o sufrir el desprecio de los amigos cristianos.
13, Un defecto general délos judíos es su agresividad extrema, una marcada tenden
cia a exhibir en todo momento su porte, sus maneras y su educación judíos.
“ 14, Parecería existir una cierta vena revolucionaria en la naturaleza judía, según lo
muestra el hecho de que haya tantos agitadores y comunistas judíos.
15. Una de las primeras medidas que deben tomarse para limpiar la industria cine
matográfica y mejorar la situación de Hollywood, es poner fin a la dominación
judía que allí impera.
-16. Los judíos deberían cuidar más su aspeeto personal v no ser tan sucios, malolien
tes y desaliñados.
ESTUDIO DE LA IDEOLOGIA ANTISEMITA 39
• Los distritos judíos que se forman en casi todas )as ciudades son resultado del
espíritu de clan de los judíos y de su tendencia a mantenerse unidos.
_____ 1 8 , Como regla general, la mayoría de los hoteles deberían negar la admisión a los
judíos.
_____ 1 9 . Él verdadero cristiano jamás podrá perdonar a los judíos el que hayan crucifica
do a Cristo.
_____ 20. Es probable que los millonarios judíos presten alguna ayuda a sn propia gente,
pero muy poco de su dinero se destina a causas americanas nobles.
--------- 2 1 . L o s líderes de los ju d ío s deberían instarlos a hacerse n o ta r m e n o s, a mantenerse
fuera de profesiones y actividades en las cuales ya hay exceso de judíos, y a
evitar la notoriedad pública.
---- 22. Hay pocas esperanzas de que se corríjan los defectos raciales de los judíos por
la simple razón de que se encuentran en su sangre.
--------23. Los judíos se ocupan demasiado de lo suyo en lugar de interesarse, como corres
ponde por los problemas de la comunidad y del gobierno nacional.
------- 24. Sería beneficioso para todos, que los judíos formaran su propia nación y se
mantuvieran más dentro de su órbita.
—25. Cuando los judíos instituyen grandes fondos para la investigación científica
o la educación (RosenwaJ.fi, H el ler, etcétera), lo hacen impulsados principalmente
por el deseo de fama y notoriedad pública, y no por un interés científico realmen
te sincero.
--------26. En total, los judíos son, de todos los grupos, quienes probablemente han contri
buido menos a la vida de nuestro país.
La escala tiene el propósito de medir la predisposición individual a
apoyar o a oponerse a la ideología antisemita como totalidad. Esta ideología
-consiste, de acuerdo con el concepto en que se basó la escala, en opiniones
-negativas estereotipadas según las cuales los judíos son peligrosos, inmo
rales y no pertenecen a la misma categoría que los no judíos, y en actitudes
.hostiles que postulan distintas formas de restricción, exclusión y supresión
como medio de resolver “el problema judío”. Por consiguiente, se consi
dera al antisemitismo como un modo general de pensar sobre los judíos
y las relaciones entre éstos y los gentiles.
¿Es legítimo hablar de una predisposición del individuo a aceptar la
ideología antisemita como totalidad? Más concretamente, ¿puede esperar
se que la gente responda de manera relativamente invariable a tan diver
sos ítems de escala? Sólo una indagación empírica puede contestar estos
interrogantes. Un análisis estadístico de los resultados de la escala, que ex
ponemos a continuación, nos muestra el contenido y la generalidad de la
ideología antisemita así como la exactitud con que es medida por la pre
sente escala. Las correlaciones de la escala con mediciones de otras.yvaria-
bles teóricamente relacionadas y el análisis de las respuestas de los dos
■.sujetos presentados en el Capítulo XI, darán testimonio de la validez de la
•escala.
C. RESULTADOS: ANÁLISIS ESTADÍSTICO DE LA ESCALA
En la presente investigación empleamos para todas las escalas el pro
cedimiento de ofrecer seis alternativas para cada ítem: acuerdo leve, mode
lado o marcado, e iguales grados de desacuerdo, con exclusión de categorías
media o neutral. Cada sujeto indicaba la medida de su acuerdo con + 1,
~b 2 o -f- 3, y su desacuerdo con — 1, — 2 o — 3.
Estimamos que los sujetos serían capaces de distinguir fácilmente tres
.grados de acuerdo o de desacuerdo, y que los grados que les proponíamos
se prestaban para expresar del mejor modo la diferente fuerza de claros
•sentimientos de aprobación o desaprobación. Efectivamente, los datos mués-
tran que en las respuestas se emplearon las seis categorías. La categoría
{no sé” ha dado origen a dificultades y controversias en muchos campos de
I& investigación psicológica (121). Cuando se aplica una técnica que la in
cluye, los sujetos tienden a elegir con más frecuencia esta respuesta. Sin
90 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
1. CONFIAEILIDAD
La confiabilidad y las consiguientes propiedades estadísticas de la es
cala AS y de sus subescalas aparecen en la Tabla 7 (III). El índice de con-
íiabilidad de 0,92 obtenido por la escala total responde a los standards es
tadísticos rigurosos, especialmente si se tiene en cuenta -que la Parte II
fue entregada una semana después que la Parte I. (La confiabilidad de la
¡escala en el primer grupo estudiado fue, como figurara en una publica
ción anterior, de 0,98.) Las dos partes del cuestionario estaban equipara
das en cuanto a las subescalas, de tal manera que en cada parte había un
número igual de ítems de cada subescala. Las Partes I y II son también
aproximadamente equivalentes en lo que respecta a la medía aritmética
y a la desviación standard. En vista de la gran correlación existente entre
las Partes I y II, de su equivalencia y de sus altos índices de confiabilidad
*(0,94 y 0,91, respectivamente) parecería que cualquiera de ellas por se
parado proporciona una medida cuantitativa tan correcta como la escala
total.
Se observará que la media general es relativamente baja (su valor es
de 140,2, mientras que un teórico punto neutral sería igual a 208) y que
la amplitud obtenida incluye puntajes extremadamente bajos pero no los
más altos que se pueden dar. El análisis de los ítems, como se verá des
pués, señala la razón de esta particularidad: a pesar de nuestros esfuerzos
por limitar la escala a proposiciones pseudodemocráticas, numerosos ítems
expresaban prejuicios de modo demasiado franco o crudo y obtuvieron por
■ello medias sumamente bajas (inferiores a 3,0). Nuestro grupo de estudian
tes era, empero, menos antisemita en promedio que el que estudiáramos
con anterioridad, al cual le correspondió una media de 158 y una am pli
tud de 52-303. En ambos casos la distribución de los puntos fue bástante
simétrica, aunque platicúrtica, con poca aglomeración de puntaj es.alrede
dor de la media.
Los índices de confiabiiidad de la escala total y de sus dos partes son
.casi igualados por los altos índices de las subescalas, pues valores de con
tabilidad de 0,8 a 0,9 son muy satisfactorios aun para escalas tres o cuatro
veces más extensas.
Por lo tanto, y en lo que concierne a la confiabiiidad, la equivalencia
de mitades y la forma de distribución podemos, sin temor a equivocar
nos, llegar a la conclusión de que la escala AS (así como las subescalas)
■constituye un adecuado instrumento de medida. Clasifica a los sujetos con
im error de medida relativamente pequeño, dentro de un continuo o una
dimensión. Queda aún por demostrar si es válido denominar antisemitis
mo general a dicha dimensión. Tal es el fin del análisis de los ítems y de,
la determinación de la validez de la escala, que presentamos a continua
ción. No pretendemos que la dimensión sea “pura” u homogénea. En la
medida de su validez, la escala proporciona una medición del antisemitis
mo prácticamente en toda su generalidad y complejidad. Puede decirse,
específicamente, que cuanto más alto sea el puntaje de un individuo, tanto
mayor será su aceptación de la propaganda antisemita y su disposición a
hacerse eco de uno u otro tipo de acusaciones o programas antisemitas.2
2. I ntercorrelaciones de las S ubescalas
La confiabiiidad de nuestra escala indica que la gente es relativamente
invariable en sus respuestas a la escala AS y a las subescalas particula
res que toman tipos relativamente específicos de imágenes y actitudes. En
da Tabla 8 (III) presentamos las correlaciones entre las subescalas.
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ESTUDIO DE LA IDEOLOGÍA ANTISEMITA 93
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pero nunca “a las causas americanas’’. Pero el ítem “Intrusos” 11-25 cubre
las excepciones: los judíos no donan dinero por generosidad sino por el
deseo de prestigio y fama. Del mismo modo, los judíos no se interesan bas
tante por la comunidad y el gobierno (“Separatistas”) o bien, cuando lo
hacen, dominan demasiado en la política nacional (“Intrusos”). Luego, la
hostilidad antisemita conduce, ya a una negación de hechos patentes (fi
lantropía judía, número pequeño, etc.), ya a una interpretación por la que
siempre se encuentra a los judíos en falta.
La alta correlación (0,74) entre las escalas “Separatistas” y “Actitu
des” pone en evidencia las mismas contradicciones e implicaciones. Es por
cierto paradójico acusar a los judíos de tener espíritu de clan y mantener
se separados y, al mismo tiempo, urgir a su segregación y restricción. Pa
recería, entonces, que la hostilidad y la predisposición generales a aceptar
las imágenes negativas -son parte esencial de las funciones psicológicas del
individuo antisemita, que es capaz de atribuir validez a gran variedad de
acusaciones específicas, muchas de las cuales se contradicen mutuamente.
Los coeficientes de confiabilidad y las intercorrelaciones de las subes
calas, tomados en conjunto, permiten extraer varias conclusiones en lo re
ferente a la naturaleza y las fuentes internas del antisemitismo. Es ésta
una modalidad general de pensamiento en la cual predominan las actitudes
hostiles y las opiniones negativas con respecto a los judíos. Las diversas
pautas de imágenes puestas al descubierto por las subescalas parecen ser
las facetas parciales de un armazón ideológico general único. Si bien estas
ideas son relativamente comunes hoy en día, parecería que los individuos
(los “altos”) que las aceptan con mayor presteza presentan procesos psi
cológicos diferentes de los de aquellos que no las admiten. Una de las prin
cipales características de los antisemitas es la hostilidad relativamente
ciega que se refleja en la estereotipia, autocontradicción y destructividad
■de sus ideas acerca de los judíos.
3. C onsistencia I nferna : A n á lisis E stadístico de los Í tem s
Quien lea la escala AS con espíritu crítico puede encontrar, por dife
rentes razones, que ciertos ítems son poco satisfactorios. Podría decirse que
no miden lo mismo que los otros, que todas las personas aprueban las ideas
expresadas, que ciertos ítems son demasiado ridículos como para que al
guien los apruebe, etc. Quizá le gusten particularmente ciertos ítems y se
pregunte hasta qué punto lograron su objetivo. O bien podría interesarle
que se abreviara y perfeccionara la escala, y que la selección y perfeccio
namiento de los ítems se realizara sobre una base estadística. Estimamos
que por éstas y otras, razones un análisis estadístico de los ítems resultará
particularmente útil.
El problema puede formularse en términos estadísticos de la siguien
te manera. Si un ítem es apropiado, en relación a la escala total, sus pun
tajes deben estar en correlación con los de la escala total. Como hay pocos
'“altos” que aprueban todos los ítems, y algunos “bajos” que apoyan varios
de los ítems, es menester una técnica estadística para determinar cuál es
la medida de la relación entre puntaje de ítem y puntaje de escala.
La técnica más lenta para el análisis de ítems consiste en calcular
.las correlaciones entre los puntajes de ítem y de escala, especialmente
cuando se piensa realizar un análisis de factores. La técnica del Poder
Discriminatorio de Likert, aunque estadísticamente más limitada, tiene
la gran ventaja de ahorrar tiempo. Además, Murphy y Likert (84) obtu
vieron las correlaciones ítem-escala total y los Poderes Discriminatorios
de una misma escala, y encontraron una correlación de 0,91 entre estas
ESTUDIO DE LA IDEOLOGÍA ANTISEMITA 95
TABLA 9 (III)
E s c a l a d e A n t i s e m i t i s m o : M e d ia s y P o d e r D i s c r i m i n a t o r i o d e l o s í t e m s
M U JERES DE LA U N IV E R S ID A D DE C A L IF O R N IA
Parte I
Item M edia M e d i a del
C. A . C .D . P. D. Grupo T o ta l
dos medidas del valor de los ítems. Dicho de otra manera, el orden de
eficacia de los ítems determinado por medio de la técnica del Poder Dis-
criminatorio es, prácticamente, el mismo que se encuentra con la técnica
de correlación. Por tal motivo, empleamos en el presente estudio la téc
nica de Dikert.
Veamos cuál es el procedimiento para obtener el Poder Discriminato
rio (P. D.) de cada ítem. Se considera “altos” a los sujetos cuyos puntajes
totales entran en el 25 por ciento más alto de la distribución y “bajos” a
aquellos cuyo puntaje entra en el 25 por ciento más bajo ,de la distribu
ción. Se buscan la media de los “altos” para cada ítem y las variaciones entre
uno y otro ítem. Se hace lo mismo para los sujetos de puntaje bajo. Sí un
ítem es buena medida del antisemitismo, los individuos clasificados como
antisemitas (“altos”) por su puntaje en la escala total deberán obtener
en este ítem mayor puntaje que aquellos que se oponen al antisemitismo
(“bajos”). Cuanto mayor sea la diferencia entre la media del ítem para los
sujetos de alto puntaje y la del 'mismo para los de bajo puntaje, tanto
mayor será el Poder Discriminatorio de dicho ítem y más exacta la me
dida del antisemitismo que proporciona. Un P. D. positivo indica que el
ítem es antisemita, en el sentido de que los antisemitas, definidos como
tales por los resultados de la escala total, aprueban el ítem en mayor me
dida que los sujetos carentes de prejuicios. Si un ítem tiene P. D. negativo,
-aparentemente ha recibido un puntaje inverso, ya que los “bajos” lo aprue
ban más que los “altos”. Todos los ítems de la presente escala tienen P. D.
Positivo.
96 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
E s c a l a d e A n t i s e m i t i s m o : M e d ia s y P o d e r D i s c r i m i n a t o r i o d e l o s í t e m s
M U JJSSES D E L A U N IV E R S ID A D D E C A L IF O R N IA
Parte II
N'-‘ íte m M e d ia M e d ia del
C .A . C. B . P .D . G rupo T o ta l
1.(O: propia culpa) ........................... ' 5,89 2,51 3.38 4,31
2,(P : antipatriotas) ........................... 2,97 1,05 1,92 1,75
3.(I, A: demasiados empleados) ....... 4,89 1,30 3,59 2,95
4,(O: diferentes y extraños) ............. 4,17 1,19 2,98 2,23
5.(P: inescrupulosos) ....................... 4,47 1,16 3,31 2,45
6.(A: comunistas) ............................. 3,39 1,05 2,34 2,08
7.(1,0: atmósfera típica) ................ 5,28 1,32 3.96 3,23
8.(P: lealtad, primera.) ....................... 5,05 1,81 3,24 3,10
9.(A: gentiles despiadados) .............. 3,22 1,00 2,22 1,84
10.(O: casarse con judío) ................... 6,58 2,30 4,28 4,22
11,(P: parásitos) ................................ 4,36 1,27 3,09 2,19
12.(A: evitar judíos) .......................... 3,89 1,13 2,76 2,09
13.(S, O: excesivamente agresivos) . . . . 4,97 1,73 3,24 3,44
14.(P : revolucionarios) ....................... 4,28 1,35 2,93 2,69
15.(A: Hollywood) .............................. 3,94 1,13 2,81 2,47
16.(O: sucios) ...................................... 3,78 1,24 2,54 2,30
17.(S: espíritu de clan) ..................... 5,78 2,32 3,46 4,57
18.(A: hoteles) .................................... 2,22 1,05 1,17 1,46
19.( I : crucifixión) .............................. 2,69 1,08 1,61 1,66
20.(S: millonarios) ............................. 3,97 1,32 2,6o 2,44
21.(A: líderes'judíos) ......................... 4,64 1,62 3,02 3,07
22,(N : defectos raciales) .................... 3.86 1,08 2,78 2,40
23,(S: judíos apartados) .................... 4,03 1,94 2,09 3,21
24.(A: formen propia nación) ............. 4,78 1,70 3,08 3,23
25.( I : Bosenwald) ............................... 2,89 1,16 1,73 1,74
26.(N; contribuyeron menos) ............. 2,89 1,19 1,70 1,97
Media: .............. ............................. 4,19 1,42 2,77 2,66
Medias de escala, total: .................... 4,27 1,42 2,85 2,70
Número: Grupo Tota] = 144; O. A. = 36; O. B. = 37.
Amplitud de puntajes totales: Grupo Total: 52-286; O, A.: 183-286; C.B.: 52-89.
En la Tabla 9 (III) presentamos los datos sobre el análisis de ítems-
de la escala AS. Identificamos cada ítem con una frase clave, y las letras
O, P, A, S e I corresponden a las subescalas “Ofensivos”, “Peligrosos”,,
“Actitudes”, “Separatistas” e “Intrusos”, respectivamente.
Los datos más importantes sobre cada ítem son la media grupal y el
P. D. La medía grupal. refleja la tendencia general del grupo a la aproba
ción o a la desaprobación. Una media aproximadamente igual a 4,0 indica
que el grupo estaba dividido en forma bastante pareja a favor y en contra
de la proposición. Las medias grupales de 3,0 a 5,0 pueden abarcar punta
jes que se extiendan de un extremo a otro de la amplitud, es decir desde
1 hasta 7. Las medias inferiores a 3,0 indican una fuerte tendencia del
grupo al desacuerdo; en tales casos se encuentran pocos puntajes iguales
a 6 ó 7 (respuestas -f™2 y + 3 )- E, inversamente, las medias grupales que
pasan de 0,5 indican acuerdo relativamente uniforme.
Por otra parte, el Poder Discriminatario es una medida de la variabi
lidad de los sujetos de alto y bajo puntaje con respecto a la media grupal,.
así como de la diferencia promedio en sus respuestas. ¿Qué valor debe
tener un P. D. para indicar que no hay casi superposición entre “altos” y
“bajos”? Ello depende de la forma de la distribución y de la magnitud de la
medía grupal. Un ítem que tenga una media grupal de 2,0, una media de-
cuartil bajo igual a 1,0, una media de cuartil alto igual a 3,0 y un P. D. de
2,0 proporciona, sin duda, una buena discriminación; los'sujetos de bajo-
ESTUDIO DE LA IDEOLOGIA ANTISEMITA 97
ejemplo, los dos ítems que tratan sobre los casamientos mixtos. El ítem
ÍI-10 (“no puedo imaginarme casándome con una persona judía”) tiene
una media grupal de 4,2, un P. D. de 4,3 y una media de 6,6 para el cuartü
alto. El mayor valor de la media y de la discriminabilidad del primer ítem
I- 15 (“es un error que judíos y gentiles se casen entre sí”) tiene una me
dia grupal de sólo 2,6, un P. D. de 3,0 y una medía de 4,2 para el cuartü
alto. El mayor valor de la media y de la discriminabilidad del primer ítem
se debe, probablemente, a su carácter más indirecto y a que está lejos de
expresar un crudo antisemitismo, ¿Cuál es el criterio que define a este ítem
como antisemita? El criterio lo constituye su buena correlación con la es
cala total, es decir el hecho de que diferencia bien a los sujetos de alto
puntaje de los que merecieron un puntaje bajo en la escala total, (La im
perfección de la correlación indica que cada respuesta por separado no es.
signo definido de antisemitismo ni tampoco de lo opuesto; el criterio de
clasificación nos lo debe dar el puntaje de la escala total.)
Puede aplicarse análogo razonamiento a los ítems que tratan sobre las
restricciones de alojamiento. Los siguientes ítems obtuvieron medias gru-
pales bajas (1,5 a 2,5): 11-18 (exclusión permanente de los hoteles), 1-3.
(exclusión de barrios), 1-21 (exclusión ocasional de casas de departamen
tos). El ítem IÍ-7 (los judíos crean en los barrios una “atmósfera típica
mente judía”) , que es más indirecto y pseudodemocrático, obtuvo una me
dia (3,2) y un P. D. (4,0) más altos. Parecería que muchos individuos
que actualmente no desean apoyar en forma activa las medidas antisemitas
tienen, sin embargo, una imagen negativa de los judíos y una,-hostilidad
oculta que constituyen una potencialidad definida para tales acciones.
Hasta los ítems más claros y directos en lo referente al alojamiento tuvie
ron P. D. significativos. Además, las medias de 4,3 y más (excepto la del
II- 18) del cuartil alto señalan que sólo existe una débil resistencia a esas
ideas.
Las mismas consideraciones son válidas para los ítems que se refieren
a las ocupaciones. Los ítems que instan explícitamente a poner en práctica
una política de supresión y restricción de los judíos (1-6, -9, II-9, -15) tie
nen por lo general medias bajas. Pero los ítems que hacen hincapié en los
defectos judíos generalizados y que proponen prácticas sutilmente discri
minatorias, tienden a obtener medias más altas; tales son los ítems' que
afirman que los comerciantes judíos son inescrupulosos y actúan en com
plicidad (1-5) y que tienen demasiado poder económico (1-8). Sf bien no
se desea una supresión activa (media de bajo valor para 1-9), no es acon
sejable que un empresario emplee a muchos judíos (media más alta para
1-24, II-3). La solución más simple —que elimina la necesidad de una su
presión— sería que los judíos formaran su propia nación (11-24).- ¡
El pesimismo de los sujetos “altos” en lo que respecta a la solución del
problema se hace evidente en sus respuestas a varios ítems. Por una parte,,
adoptan el punto de vista según el cual el antisemitismo ha sido entera
o primariamente obra de los propios judíos y toda solución está en manos
de éstos (ítems II-l, 11-21). Los no judíos son simplemente víctimas de los
defectos de los judíos; si ellos mejoraran, si llegaran a ser tan buenos como
“otras personas”, el antisemitismo quedaría eliminado. Por otro lado, los.
judíos parecen ser incorregibles, y cualquier cambio aparente sólo oculta
judaismo que se halla detrás (ítems 1-7, -13, II-4, -8, -22). La contradic
ción, como puede verse, es total: el antisemitismo se debe a los defectos de
los judíos, pero éstos son incapaces de mejorar; los judíos deberían hacer
sinceros esfuerzos para cambiar, pero su “esencia judía” es inmodificable.
Para el antisemita antidemocrático, la única salida es una supresión franca
100 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
i El hecho de que estos coeficientes sean similares a los logrados con la forma completa,
es prueba, de que la alta confiabilidad de esta última, no se debió, como podría, presumirse, a
que los interrogados contestaban de modo ' ‘ fijo ’ ’ a ítems siempre negativos-.
8 Apoyan esta hipótesis los datos que obtuviéramos con los cuestionarios y los estudios
clínicos acerca, de las tendencias de la personalidad (sujetos prejuieiosos oponen resistencia
a la “ intromisión” y a “ ser analizados” ). Asimismo, los sujetos ‘'altos1* se mostraron
menos dispuestos que los ‘‘bajos’* a que se los entrevistara..
ESTUDIO DE LA IDEOLOGÍA ANTISEMITA 103
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104 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
M e d ia P. A
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entre los más altos obtenidos con la forma abreviada de la escala AS;
tampoco parece haber rasgos especiales en la estereotipia de Mack que
hicieran inaplicable en su caso el ítem 69. Quizás sea exagerado esperar
que la escala y la entrevista concuerden totalmente; estos instrumentos
no alcanzan semejante precisión, o tal vez la mayoría de los sujetos no sean
tan constantes. !
Puede observarse que en la entrevista, donde tuvo campo libre, al
hablar de los judíos Mack toma ciertas ideas (como la “debilidad” judía)
que no se tocan en ninguna de las 10 proposiciones comprendidas en la
escala de AS. Las probabilidades de que esto sucediera habrían sido mu
cho menores, creemos, si Mack hubiera respondido a los 52 ítems de la
escala original. Afirmamos que la forma abreviada puede sustituir a la
escala completa en la mayoría de los procedimientos de investigación. En
el caso de Mack no hay razón para considerar poco satisfactoria la me
dida de su grado de antisemitismo obtenida por medio de la forma abre
viada; en lo que concierne al contenido de su ideología antisemita, es digno
de notarse que la pauta que configuran sus respuestas a la escala correspon
de a las ideas en torno de las cuales hace girar su análisis espontáneo.
Sería demasiado pedir que la escala de 10 ítems revelara simultáneamente
los rasgos más circunstanciales y los más personales de la ideología de un
individuo acerca de los judíos.
Las respuestas que diera Larry a la escala AS concuerdan con su idio
sincrasia. Obtiene el menor número posible de puntos en cada ítem, salvo
el número 40 (Casarse con judío), y aun aquí sólo expresa levé desacuer
do. Cuando, en el Capítulo II, dijimos que Larry no era un ejemplo extre
mo de sujeto de puntaje bajo, lo hicimos en base a lo que habíamos podido
saber de él a través de los procedimientos de diagnóstico empleados en la
investigación. En la entrevista demostró a las claras que se oponía deci
didamente a los prejuicios contra las minorías, y si en la escala de AS no
hubiese obtenido un puntaje sumamente bajo, habríamos tenido motivos
para dudar seriamente de la validez de nuestra escala. El hecho de que no
haya logrado el mínimo puntaje -en el ítem 40 es prueba de que no respon
dió al cuestionario de modo automático. Aparentemente, al llegar a ese
punto, el impulso que lo inclinaba a favorecer la interacción social ilimita
da con los judíos tíhocó con su convencionalismo, rasgo bien marcado en
él, según pudimos observar, por lo cual no pudo responder honradamente
a dicho ítem más que con una desaprobación leve.
En general, las respuestas de estos dos hombres a la escala AS con
cuerdan con lo que opinaran acerca de los judíos durante las entrevistas.
Tal concordancia no sólo existe en el grado de antisemitismo expresado
sino también en el contenido de las ideas que sustentan sobre los judíoé.
Si estos resultados admiten generalización, la escala de AS es un índice
válido de la ideología relativa a los judíos.
wm
108 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
como si “conocer a uno es conocerlos a todos”, puesto que todos son igua
les. Tercero, el examen de las características específicas comprendidas en
las imágenes sobre los judíos revela una contradicción básica en razón de
que ningún individuo aislado o grupo como totalidad podría presentar
todas esas características.
Otro aspecto de la estereotipia implícita en los ítems de la escala, y
que se define más directamente en las entrevistas, puede denominarse “es
tereotipia de las relaciones y experiencias interpersonales”. Ésta entraña
una incapacidad de vivir experiencias con los judíos en su calidad de
individuos. Antes bien, se ve a cada judío y se reacciona ante él como si
fuera una suerte de espécimen de muestra de la imagen estereotipada, ob
jetivada, del grupo. Esta forma de estereotipia se manifiesta muy clara
mente en las opiniones de Mack acerca de los judíos (ver Capítulo XI); no
contamos con estadísticas, pero las demás entrevistas, así como las con
versaciones diarias, señalan que esta modalidad no es infrecuente.
Esta limitación de , la capacidad de experiencia contradice la teoría
según la cual la relación con “judíos buenos” disminuye el antisemitismo.
La efectividad de las relaciones sociales parecería depender, en gran parte,
de la capacidad para la experiencia individuada. Por cierto que no se trata
de una capacidad determinada por factores hereditarios; no obstante, mu
chas veces puede ser difícil modificarla en los adultos. Cuando ella falta,
es probable que las nuevas experiencias sociales no conduzcan a un mayor
conocimiento y evolución sino que se limiten a reforzar mecánicamente
las imágenes establecidas.
En el Capítulo XVI presentamos un análisis más extenso de la este
reotipia y otras características del pensamiento antisemita, así como ejem
plos concretos extraídos de las entrevistas.
Estas consideraciones dan motivo a diversos interrogantes que enca
raremos en secciones posteriores de la investigación. ¿Manifiestan los an
tisemitas la misma estereotipia de pensamiento y de experiencia frente
& otros grupos y problemas? Vale decir, ¿son la estereotipia y la rigidez
aspectos de sus procesos psicológicos generales? ¿Por qué es tan impor
tante para el antisemita rechazar a los judíos por cualquiera o todas las
razones que se aducen contra ellos? ¿Son las contradicciones y la simpli
ficación exagerada primordialmente signos superficiales de una angustia
,y hostilidad profundas? De ser así, ¿cuáles son las tendencias de la perso
nalidad que entran en juego, y en qué se diferencian de las existentes en
los no antisemitas?
Consideremos el significado psicológico más profundo de las imáge
nes estereotipadas negativas de los judíos. Si bien las opiniones específicas
.superficiales abarcan gran variedad de materias, parece haber en el fun
damento de las opiniones ciertas ideas o temas unificadores que les dan
coherencia y estructura. Quizás el núcleo principal lo constituya la idea
■de que los judíos son un peligro. En efecto, ella está presente, explícita
o implícitamente, en casi todos los ítems de la escala. Aparece en la sub
escala “Ofensivos”, donde se da a entender que los judíos son un peligro
moral, es decir que violan importantes valores y standards. Estos valores
incluyen: limpieza, prolijidad y conformidad; también oposición a la sen
sualidad, la extravagancia, la intrusión, la agresividad social, el exhibicio
nismo. La imagen de violación de valores hace que los judíos resulten no
;sólo ofensivos sino también muy inquietantes. La angustia se patentiza
casi explícitamente en el ítem II-4: “Hay algo diferente y extraño en los
j udí os. . -
' vá
———..... ‘
A. INTRODUCCIÓN
Fijemos ahora nuestra atención en el problema del prejuicio tomado
en su concepto general. La palabra “prejuicio” no es totalmente adecuada,
puesto que encierra varios significados y acepciones que podrían oscu
recer o distorsionar las ideas que guían esta investigación. Es preferible
-emplear el término “etnocentrismo” porque su significado tradicional se
aproxima mucho más al sentido que le damos aquí. Summer (115) lo
introdujo y empleó descriptivamente en el año 1906; se daba al vocablo
el significado general de provincialismo y estrechez cultural; con él se
■designaba una tendencia del individuo a la “centralización étnica”, á una
inflexibilidad que lo lleva a aceptar sólo a sus “iguales” en lo cultural y a
.rechazar siempre a los “diferentes”.
El concepto tradicional de etnocentrismo, del cual deriva el empleado
aquí, difiere en varios aspectos importantes de la idea usual de prejuicio.
Éste es considerado comúnmente como un sentimiento de disgusto hacia
un grupo determinado; el etnocentrismo, por su parte, se refiere a upa
•actitud mental relativamente constante con respecto a los “extraños” en
■general. Habitualmente, cuando se analiza el prejuicio contra ciertos gru
pos, se hace referencia específicamente a “prejuicios de razas” o “prejui
cios contra minorías raciales y religiosas”. Esta terminología es empleada
hasta por personas que saben que la idea de “raza”, tal como se la
entiende comúnmente, es perjudicial desde el punto de vista social, y que
la discriminación contra muchos grupos zootsuiters* “okies” y otros)
no tiene bases religiosas o raciales. El etnocentrismo se refiere a las reía-
-ciones entre grupos en general; no se limita a los numerosos grupos contra
los cuales un individuo muestra opiniones y actitudes hostiles, sino que
también incluye los grupos hacia los cuales tiene predisposición positiva.
Una teoría del etnocentrismo ofrece un buen punto de partida para;
el conocimiento del aspecto psicológico de las relaciones entre grupos, para1
descubrir por qué los hombres se inclinan a la competencia, al conflicto,
a la interacción armoniosa, etc. Busca respuesta a preguntas tales como:
.¿qué clase de actitudes generales tienen los individuos con respecto a su
propio grupo y a los demás? ¿Cuáles son las ideas o los temas que se en
cuentran en el fondo del pensamiento de un hombre acerca de los grupos
y de las relaciones entre éstos? ¿Cómo se forman estas ideas? ¿Cuál es su
conexión con las tendencias del pensamiento del individuo acerca de otros
procesos sociales? Si las hubiere, ¿con qué tendencias de la personalidad
están vinculadas y de qué manera? ¿De qué modo dependen de la clase
■social, iglesia, partido político, etcétera, a que pertenece el individuo?
también otras más claramente etnocéntricas. Para llegar a una prueba más
concluyente se requeriría un detallado estudio, encuadrado dentro de una
teoría general de etnocentrismo y no etnocentrismo, acerca de la ideolo
gía concerniente a la mujer.
c. “P atriotism o ”. Esta subescala [ver Tabla 3 (IV)] contiene 10 ítems que
encaran las relaciones internacionales tomando al país como endogrupo
opuesto a las demás naciones consideradas exogrupos, No damos al tér
mino “patriotismo” la acepción de “amor por la patria”. Antes bien, nues
tro concepto entraña adhesión ciega a ciertos valores culturales naciona
les, conformidad incondicional a las modalidades del grupo predominante
y rechazo de otros pueblos como exogrupos. Sería más adecuado usar el
vocablo pseudopatriotismo a distinción del patriotismo genuino, en el cual
el amor por la patria y la adhesión a los valores nacionales se basan en una
comprensión razonada. Aparentemente, el patriota genuino puede apreciar
los valores y las costumbres de otras naciones y es capaz de admitir mu
chas cosas que no podría aceptar para sí mismo. Está libre de todo confor
mismo rígido, no se inclina a repudiar a los exogrupos ni se preocupa por
la lucha imperialista.
TABLA 3 (IV)
E s c a l a d e E t n o c e n t r is m o
S u b e sca la 1' P a tr io tis m o ” ( P )
3. El patriotismo y 3a lealtad son los requisitos primeros y más importantes que debe lle
nar todo buen ciudadano.
7. En la Tierra Isabrá siempre pueblos superiores y pueblos inferiores y, por el bien de
todos, es mejor que los superiores gobiernen el mundo.
10. Las formas menores del entrenamiento, la. obediencia y la disciplina, militares, tales
como los ejercicios, las marchas y las órdenes simples, deberían integrar los programas
de la educación primaria.
.12. Los mayores peligros que durante este siglo han amenazado a las. instituciones básicas
de nuestro país provinieron de la infiltración de agitadores, doctrinas e ideas extranjeros,
13. Actualmcjite se trata con muchos miramientos e indulgencia a los hombres que se niegan
conscientemente a luchar en la guerra, a los que evaden el servicio militar y a los ex
tranjeros enemigos. Quien no quiera pelear por su país merece algo mucho peor que
la cárcel o los trabajos forzados.
18. En vísta de la grave situación por la que atraviesa, el país, es primordial reservar los
cargos gubernamentales de responsabilidad a los nativos blancos y cristianos.
20. Los refugiados europeos pueden encontrarse en mala situación, pero sería un gran error
modificar nuestras cuotas de inmigración y permitirles invadir el país.
23, Es evidente que los alemanes y japoneses son, por raza, pueblos guerreros y ambiciosos
de poder, y la única forma, de asegurar la paz futura es acabar con la mayoría de ellos
y mantener a los restantes bajo cuidadoso control.
26, México nunca puede alcanzar el nivel de vida y de civilización de los Estados Unidos,
principalmente por 3a. innata suciedad, pereza y atraso general de los mejicanos.
33, Siempre habrá guerras porque siempre habrá razas que traten de apoderarse inescrupu
losamente de lo que no les pertenece.
- 4, Ciertas sectas religiosas cuyas creencias no Íes permiten, saluda a la bandera debe
rían ser obligadas a cumplir con este deber patriótico, o de lo contrario habría-,
que prohibirlas.
- 5. Los negros resolverían muchos de sus problemas sociales si dejaran de ser tan-
irresponsables, haraganes e ignorantes.
- 6, Se debe sospechar de. todo grupo o movimiento social que cuente con muchos ex
tranjeros y, de ser posible, realizar la debida investigación por intermedio de la
E. B. I.
- 7, En la Tierra habrá siempre pueblos superiores y pueblos inferiores y, por el bien
de. todos, es mejor que los superiores gobiernen el mundo.
- 8. Algunos músicos negros son tan buenos como los blancos para la música de sio in g
y j a z z , pero es un error formar orquestas mixtas de negros y blancos.
- 9. Aunque las mujeres sean ahora necesarias en las fuerzas armadas y en la in
dustria, deberían volver al lugar que les corresponde, el hogar, en cuanto termine*
la guerra.
-10. Las formas menores (leí entrenamiento, la obediencia y la. disciplina militares, tales,
como los ejercicios, las marchas y las órdenes simples, deberían integrar los pro
gramas de la educación primaria.
-11. Sería erróneo permitir que un negro llegara a ser capataz o jefe de blancos.
-12. Los mayores peligros que durante este siglo han amenazado a las instituciones
básicas de nuestro país provinieron de la infiltración de agitadores, doctrinas e-
ideas extranjeros.
-13. Actualmente se trata, con muchos miramientos e indulgencia a los hombres que se
niegan conscientemente a luchar en la guerra, a los que evaden el servicio militar1
y a los extranjeros enemigos. Quien no quiera pelear por su país, merece algo
peor que la cárcel o los trabajos forzados.
-14, Es probable que los negros cumplan un papel en la civilización blanca, pero es-,
mejor mantenerlos en sus distritos y escuelas, y evitar que se mezclen demasiado
con*los blancos.
-15. El permitir que toda la población participe plenamente en los asuntos de gobier
no (elecciones, cargos, etc.) presenta el gran inconveniente de que una considera
ble proporción de personas son deficientes e incapaces por naturaleza..
-16. Los bajos menesteres v los trabajos manuales parecen más adecuados a la men
talidad y capacidad de los negros que los trabajos más especializados o de mayor -
responsabilidad.
-17. Es un error permitir que los japoneses salgan de los campos de internación y se*
incorporen al ejército, donde tendrían libertad de hacer sabotaje.
-18. En vista de la grave situación por la que atraviesa el país, es primordial reservar
los cargos gubernamentales de responsabilidad a los nativos blancos y cristianos..
-19. En una comunidad de 1.000 blancos y 50 negros, un negro borracho mata a un
policía que trata de arrestarlo. La población blanca debería, expulsar inmediata
mente del pueblo a todos los negros.
-20. Los refugiados europeos pueden encontrarse en mala situación, pero sería un:
error modificar nuestras cuotas de inmigración y permitirles invadir el país.
-21. Los muchos defectos y la incapacidad general para convivir de los nativos de
Oklahoma (‘‘oídos’’) que han invadido recientemente California, prueban que
deberíamos mandarlos de vuelta a su tierra tan pronto como las condiciones lo
permitan.
-22, Las personas que andan diciendo que los negros deberían estar al mismo nivel
que los blancos y tener iguales privilegios son, en su mayoría, agitadores radicales-,
-que tratan de crear conflictos.
-23. Es evidente qne los alemanes y japoneses son, por raza, pueblos guerreros y
ambiciosos de poder, y la única forma de asegurar la paz futura es acabar con
la mayoría, de ellos y mantener a los restantes bajo cuidadoso control.
-24. Un sistema de esterilización en gran escala sería una manera conveniente de
■extirpar a los criminales y a otros elementos indeseables ele nuestra sociedad, y
de este modo elevar los s ta n d a r á s y las condiciones de vida generales.
-25. Es bueno que de vez en cuando se linche a. un negro en el Sur porque abundan
demasiado en muchas comunidades y necesitan que se les dé un susto cada tanto para;
que no provoquen disturbios y levantamientos.
-26. México nunca puede alcanzar el nivel de vida y de civilización de los Estados Uni--
dos, principalmente por la innata suciedad, pereza y atraso general de los me
jicanos.
-27. Los filipinos son buena gente cuando se mantienen en su lugar, pero se exceden
cuando visten ricamente, compran buenos autos y se pasean con muchachas blancas.
-28. Sería mejor limitar la educación de los negros,a las escuelas primaria y de oficios;
ESTUDIO DE LA IDEOLOGÍA ETNOCÉNTRICA 125
porque una mayor instrucción sólo serviría para despertarles ambiciones y deseos
q u e no pueden cumplir en competencia con los blancos,
-vo Los m o o tsw te rs son una prueba de que los grupos inferiores a los que se permite-
tener demasiada libertad y dinero dan mal uso a sus privilegios y crean di
ficultades.
,__ .—3 0 . Los sindicatos más inmorales, irresponsables y extorsionistas son, las más de las
veces, aquellos que tienen mayoría de dirigentes extranjeros.
—31. Hay algo intrínsecamente primitivo e incivilizado en los negros, tal como lo
demuestran en su música y en su extrema agresividad.
------—32, Estamos gastando demasiado dinero para alimentar a criminales y locos, y para.
la. educación de gente incapaz por naturaleza.
— --33. Siempre habrá guerras porque siempre habrá razas que traten de apoderarse in
escrupulosamente de lo que no les pertenece.
— --34. La mayoría de los negros se tornarían entremetidos, arrogantes y desagradables,.
si 3io se los mantuviera en su lugar.
T o ta l Svlbescalas
P r o p ie d a d P íscala S N egros M in o r ía s P a tr io tis m o -
.mo es igual a 0,91, valor que responde a los standards estadísticos acepta
dos.4 Las mitades par e impar eran aproximadamente equivalentes en el
.sentido de que incluían prácticamente la misma cantidad de ítems de las
tres subescalas. El menor valor de la media de la mitad impar parece de
berse a una ligera preponderancia de ítems “negros” de puntaje medio
bajo. La amplitud lograda se acercó al máximo posible, salvo del extremo
.más alto. La falta de puntajes muy altos (promedios que superan los
6 puntos por ítem) se refleja también en la media grupal relativamente
baja (3,17) en comparación con el punto neutral de 4,0 por ítem. La dis
tribución de los puntajes es muy simétrica —la media divide a la ampli
tud por la mitad, y la mediana es de 3,2—, aunque platicúrtica, con poco
.arracimamiento de puntajes alrededor de la media.
Son notables los altos coeficientes de confiabilidad de las subescalas, es
pecialmente si se toma en cuenta el pequeño número de ítems que con
tienen. '
Por lo tanto, en lo que respecta a confiabilidad, equivalencia de mita
des y forma de distribución, podemos llegar a la conclusión de que la es
cala E y sus subescalas constituyen adecuados instrumentos de medida.
.Dentro, de su validez, la escala sirve para medir el etnocentrismo práctica
mente en toda su generalidad y complejidad. Es lícito, entonces, afirmar
que a mayor puntaje corresponde una mayor aceptación de la propaganda
etnocéntrica, y una disposición más marcada a formular acusaciones y pro
gramas etnocéntricos de distinta índole.
2. C orrelaciones E ntre S ueescalas
Los datos concernientes a la confiabilidad confirman la hipótesis de
•que existe la así llamada ideología etnocéntrica general y de que puede
clasificarse a los individuos de acuerdo al grado de aceptación o rechazo
■de la misma. Las altas correlaciones entre las subescalas, que se aprecian
en la Tabla 6 (IV), van también en apoyo de dicha hipótesis.
TABLA 6 (IV)
OOK-lí-ELACIONE S BE CADA S ü BESCALA B CON LAS DEM ÁS V CON I*A ESCALA E TOTAL «
“ N eg ro s” “ M i n o r ía s ” “ P a tr io t i s m o ” É T o ta l
“ N egros” ........................................ ....... 0,74 0,76 0,90
“ Minorías5’ .................................... 0,74 ------ 0,83 0,91
(‘ Patriotismo55 ............................... 0,76 0,83 ----- 0,92
•<* E sto s son los co eficien tes b ru to s de c o rre la c ió n . Si se los c o rrig ie ra a los fin e s de la a te n u a c ió n p a ra
lo g ra r el m áxim o v a lo r te ó ric a m e n te o b te n ib le (con in s tru m e n to s de p e rfe c ta c o n fia b ilid a d ) todos sus
v alo res s e ría n ig u ales o s u p e rio re s a 0,9.
Las correlaciones entre las subescalas, que van de 0,74 a 0,83, tienen
-considerable significación. El hecho de que comprendan ítems que toman
tan gran variedad de grupos y de ideas sugiere, una vez más, que el etno-
■centrismo es una actitud mental general, que la posición de un individuo
frente a grupos tales como el de los negros tiende a seguir la misma direc
ción y medida que su posición respecto de la mayoría de los problemas que
presentan las relaciones entre grupos.
Las intercorrelaciones de 0,90 a 0,92 entre cada subescala y la escala E
total apoyan también aquella tesis; el puntaje que obtenga un individuo
en cualquiera de las subescalas permite predecir con bastante aproxima-
4 E n p re v isió n de que ios 19 m iem b ro s de g ru p o s m in o rita rio s c o n s titu y e ra n u n elem ento a típico,
■calculam os u n co efic ien te d e c o n fia b ilid a d p o r se p a ra d o p a r a ios 125 su je to s re s ta n te s . O b tuvim os un
v a lo r de 0,91 id é n tic o al que c o rre s p o n d ie ra a la to ta lid a d del g ru p o .
ESTUDIO DE LA IDEOLOGÍA ETNOCENTRICA 127
P/ 'D. promedio de 3,0, 2,9 y 3,1 respectivamente. Además de los ítems 19,
25, y 28, arriba estudiados, los ítems de la escala “Negros” fueron muy dis
criminatorios. Los individuos clasificados como etnocentristas y antietno-
eentristás por su puntaje E total se diferencian netamente en su posición
respecto a la mayoría de las ideas contenidas en los ítems de la subescala
“Negros”. La medía del cuartil inferior es invariablemente menor que 2,0, lo
cual indica que los sujetos de puntaje bajo rara vez aprueban estos ítems
y que, por el contrario, generalmente están en total desacuerdo con ellos.
Por su parte, los de alto puntaje no son tan francos; sus respuestas más
frecuentes iban de —1 a + 2; pero las respuestas aprobatorias superan en
cantidad a las de desacuerdo leve,
TABLA 7 (IV)
M e d ia s y P o d er B is c r iv ín a t o r io de los ít e m s de la E scala E
M e d ia M e d ia
.Y* " íte m C u a rtil C u a rtil P .J ) . Grupo-
A lt o B a jo T o ta l
1. (M: partidos políticos) . . . 3,72 2,17 1,55 2.85
2. (N: bailes) .............■.......... 6,17 1,97 4,20 4,04
3. (P: patriotismo) . . . . . . . . . 6,48 3,86 2,62 5,21
4. (M: sectas religiosas) . . . . 5,08 1,61 3,47 3,26
5. ( N: haraganes) ................ 3,10 1,53 3,19 3,19
6. (M: grupos,foráneos)'....... 4,50 1,69 ■2,81 3,02
7. (P: pueblos superiores) ,, 3,67 1,25 2.42 2,54
8. (N ; orquestas) .................. 5,08 1,25 3,83 2,77
9. (M: mujeres) .................... 5,86 3,75 2,11 4,76
10. (P.: entrenamiento militar) 5,06 2,47 2,59 3,83
11. (N : capataces) ............. 6,0o 1,69 4,36 3,99
12. (P: ideas foráneas) . . . . . . 4,86 1,22 ' 3,64 3,13
.13. (P: desertores) ................. 4,64 1,44 3,20 2,90
14. (N : distritos) .................. 6,33 1,72 4,61 4,08
15. (M: elecciones) ................ 5,06 2,33 2,73 ■3,71
16. (N : bajos menesteres) . . . . 5,22 1,68 3,64 3,17
17. (M: japoneses en ejército) 5,86 1,92 3,94 3,87'
18. (P: nativos blancos) ....... 4,75 1,08 3,67 2,80
19. (N ; expulsar) .................. 1,86 1,00 0,86 1,26
20. (P : refugiados) .............. 6,39 3,50 2,89 5,28:
21. (M: “ olries” ) ................ 5,39 1,81 3,58 5,70
2 2 . (N : agitadores) . .......... 4,53 1,08 3,45 2,51
23. (P: alemanes y japoneses) 5,28 1,50 3,78 3,07
24. (M: esterilizar) ................ 3,11 2,03 1,08 2,71
25. <N: linchar) .................... 1,81 1,00 0,81 1,32
26. (P: México) ..................... 3,69 1,06 2,63 2,15
27. (M: Filipinos) .................. 5,64 1,22 4,42 3,68
28. "(N; escuelas primarías) .. 1,86 1,03 0,83 . 1,30
29. (M: z o o ts u ite r s ) . . . . . . . . . 5,58 1,39 4,19 3,62
30. (M : extranjeros, sindicatos) 4,08 1,17 2,91 2,42
31. (N: primitivos) ............... 3,72 1,17 2,55 2,42
32. (Mb alimentar criminales) 3,22 1,53 1,69 2,20
33 . (P: siempre habrá guerras 5,89 2,64 3,25 4,37
34. (ÜST: arrogantes) .............. 4,75 1,06 ,3,69 2,67
Medias: Escala t o t a l .......... 4,70 1,73 2,97 3,17
Subescala N ....... 4,34 1,34 3,00 2,72
Subescala M . . . . . 4,76 1,89 2,87 3,32
Subeseala- P ........... 5,07 ' 2,00 3,07
Número: Grupo total = 144
C. A. =36
C. B. =36
Amplitud de puntajes: Grupo total = 1,2-5,6
C. A. = 4,2-5,6
C, B, = 1,2-2.2
ESTUDIO DE LA IDEOLOGÍA ETNOCÉNTRICA 129
.... 'íj.
Las inedias son algo superiores para la subescala “Minorías” pero aquí
también, a pesar de la gran variedad de grupos representados, los “altos”
y “bajos” se diferencian marcadamente en la mayoría de los ítems. Tres
ítems M (1, 24, 32) tuvieron medias grupales inferiores a 3,0 y Poderes
Discriminatorios que oscilaban entre 1,1 y 1,7. Estos P. D. señalan ten
dencias significativas desde el punto de vista estadístico pero no estable
cen diferenciaciones netas. Aparentemente, los sujetos de puntaje alto no
se dejaron atraer por las ideas presentadas en estos ítems, a saber: que
deberían suprimirse los partidos políticos minoritarios —quizás el rechazo
podría deberse a que no se calificaba a éstos de inmorales o peligrosos (en
el ítem 4 se aceptó la eliminación de sectas religiosas)—, que se tendría
que esterilizar a las personas indeseables, y gastar menos dinero en crimi
nales, insanos e individuos “incapaces por naturaleza”. Por lo visto, la ma
yoría de las mujeres aceptan que “el lugar de la mujer es la casa”, pues
el ítem 9 obtuvo una media de 4.76. Mientras que el cuartil bajo está casi
parejamente dividido con respecto a esta cuestión, los sujetos de puntaje
alto aprueban la idea defínidamente; el valor de 2,1 del P. D. es claramente
significativo. Nos preguntamos si este ítem podría obtener mejor corre
lación con el etnocentrismo en el caso de sujetos masculinos. Los ítems
más discriminatorios de esta escala toman múltiples grupos: sectas reli
giosas (ítem 4), ideas foráneas (ítem 12), japonesas (ítem 17), nativos
de Oklahoma en California (ítem 21), filipinos (ítem 27) y zootsuiters
(ítem 29).
Al igual que las demás, la subescala “Patriotismo” muestra,diferencias
entre los sujetos “altos” y los “bajos” en cuanto a sus opiniones respecto
a la misma variedad de grupos. Los Poderes Discriminatorios alcanzan va
lores de 2,42 hasta 3,78, siendo el P. D. promedio de 3,07, Nuevamente se
verifican, las hipótesis en que se basan principalmente los .ítems. Se ve a
otros pueblos (japoneses, mejicanos, refugiados y “pueblos inferiores” en
general) como atrasados, inmorales y peligrosos. La superioridad de la Na
ción Americana justifica una política de destrucción y subyugación' de
otros pueblos. La sumisión y la obediencia al endogrupo se estiman virtu
des primarias y se adopta una actitud punitiva —tan característica con
respecto a los exogrupos extra e intranacionales— hacia quienes se opo
nen conscientemente a la guerra. Es interesante observar que existe gran
diferenciación (P. D .^3,25) en el ítem 33, donde se. habla de la impo
sibilidad de evitar la guerra. Parecería que la separación endogrupo-exo-
grupo y la hostilidad intergrupal en la que se fundamenta, se entretejen
en la trama del pensamiento etnocéntrico. Dado un conflicto para el cual
íio se vislumbre solución posible, sólo resta asegurarse que el endogrupo
se encuentre por encima de los demás y dispuesto a mantener su posición
de privilegio. ¡
4. S egunda F orma de la E scala E (F orma 78)
^De acuerdo a los lineamientos generales del estudio, según los cuales
debíamos abreviar las técnicas de eficacia probada con el propósito de dar
lugar a otras nuevas que sirvieran para ampliar el marco de la investiga
ción, redujimos los 34 ítems de la escala E original a 14 ítems en la siguien
te ^versión del cuestionario, llamada Forma 78. Este cuestionario, descrito,
mas detalladamente en el Capítulo III, constaba de cuatro escalas distintas
. cuyos ítems, 78 en total, se presentaron entremezclados al azar en una se-
rie única. La Tabla 8 (IV) contiene la versión revisada de la escala E.
Las reglas generales seguidas para preparar la forma abreviada fueron
las mismas que empleáramos para la escala AS. Aquí también, la eficacia
130 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
TABLA 8 (IV)
S egu n d a F orm a de la E sca la E ( F orm a 78)
N* h r<!
A n te r io r N uevo
4. Todas las formas de discriminación racial y religiosa deberían ser declara
das ilegales y penadas por la ley.
2.9. 7. Los zo o tm 'ít-ers son una prueba de que los grupos inferiores a los que se per
mite tener demasiada libertad y dinero dan mal uso a sus privilegios y crean
dificultades.
12. 18. Los mayores peligros que durante este siglo lian amenazado a las institucio
nes básicas de nuestro país provinieron de agitadores, doctrinas e ideas
extranjeros.
■— 2o. S í llega a establecerse una nueva organización mundial, los Estados Unidos
deben asegurar su independencia y total soberanía como nación.
14. 29. Los negros tienen derechos, pero es mejor mantenerlos en sus propios distri
tos y escuelas, y evitar que tengan demasiado contacto con los blancos.
9, 34. La mujer que trabaja debe hacerlo en tareas propias de su sexo, tales como la
enfermería, trabajos de oficina o el cuidado de niños.
5. 37. Las malas condiciones de vida de los negros se deben simplemente a su na
tural holgazanería, ignorancia e incapacidad de autodominio.
— 41. Nuestro país puede tener fallas, pero nuestro modo de vida nos ha acercado
todo lo humanamente posible a ser una sociedad perfecta.
11. 45. Sería erróneo permitir que- un negro llegara a ser capataz o jefe de blancos.
23, 48. La única forma de asegurar totalmente la paz futura es acabar con la mayor
cantidad posible de alemanes y japoneses y mantener a los restantes bajo
estricto control.
51. La m a y o r ía de nuestros problemas sociales quedarían solucionados si se hi
ciera desaparecer a las personas inmorales, corrompidas y defectuosas.
15. 54. El permitir que toda la población participe plenamente en los asuntos de
gobierno presenta el gran inconveniente de que una considerable proporción
de personas son deficientes e incapaces por naturaleza.
22. 57. Las personas que andan diciendo que los negros deberían estar al mismo
nivel que lo-s blancos son, en su mayoría, agitadores radicales que tratan de
crear conflictos.
17. 64. Ciudadano o no, ningún japonés debería volver a entrar en California.
o “ N úm ero nuevo ’ indica- la n u m e ra c ió n de los íte m s en la R o m a 7S. “ H úm ero a n te r io r ' c o rre sp o n d e
a Ja n u m eració n de los ítem s en la forma- in ic ia l ya p re s e n ta d a . Se o b s e rv a rá n lig ero s cam bios en la
re d a cc ió n de v a rio s ítem s.
a Los v alo res de la s in ed ias, las jD. S. y la s a m p litu d e s se d a n en té rm in o s «Je m edia p o r Ítem , S i sd loe
m u ltip lica p o r 14 (el n ú m e ro de íte m s ), se tra n s fo rm a n en v alo res que re p re s e n ta n el p u n ta je p o r
p e rso n a para, la escala to ta l.
Los c u a tro g ru p o s en lo s que se b a sa ro n esto s d ato s so n :
G-rvtpo A : M u jeres C u rso O ra to ria , U . O.
G rupo B-: H o m b re s (Tarso O ra to ria ; TLC.
G rupo C : M u jeres C urso E x te n s ió n P sico ló g ica, U. C,
G rupo D ; M u jeres P ro fe sio n a le s.
o Para, o b te n e r las m e d ia s g e n erales, no se p o n d e ró p o r N cad a m edia gru p a!.
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134 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
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A 'S 0 ,8 0 0 ,7 1 0,7(5 0 ,6 9
« Los índices de eoníiabilidad de estas escalas, ya presentadas, son. los sig u ien tes: AS ~ 0,92;
E — 0,91; “ N egros” = 0,91; “ M inorías” ~ 0,82; “ P atrio tism o ” sr 0,80.
TABLA 14 (IV)
ColíHABILIDAD DE DA ESCALA E (FORM A 60) ®
p r o p ie d a d G rupo Ge?ieral
I II III IV
Uonfiabilidad ......................... 0,88 0,88 0,86 0,82 0,86
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tD. S. (mitad impar) ............... 1,63 1,77 1,21 1,50
3).¡S. (mitad par) ................ 1,30 1,53 1,23 1,17 1,31
n ...................................... 47 54 57 68 226
Amplitud .............................. ---- 1,0-0,3 1,1-5,9 1,0-6,3 1,3-5,8 1,0-6,3
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140 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
TABLA 16 (IV)
C u a r t a F o r m a » e l a e s c a l a E ( F o r m a s 4o y 40) a
EA 5. Los z o o ts m te r s prueban que cuando este tipo de gente tiene demasiado dinero y
libertad sólo se abusa y causa molestias.
E,v 10. Los negros tienen derechos, pero es mejor mantenerlos en sus propios distritos1,
y escuelas, y evitar que tengan demasiado contacto con los blancos.
Ea 15. Los más serios peligros que lian amenazado al verdadero americanismo en los úl
timos 50 años han provenido de ideas y agitadores extranjeros.
ea 20. Sería un error permitir que alguna v e z un negro llegara a ser ca-pataz o jete de
blancos.
En 24. Uno de los inconvenientes de los comerciantes judíos es que se apoyan mutuamen
te e impiden que los demás tengan la oportunidad de competir.
El-. 28. No me puedo imaginar casándome con una persona judía.
E„ 32, Las m alas condiciones de. vida de los negros se deben principalmente a su natural’
holgazanería, ignorancia e incapacidad de autodominio.
En 36. Hay algunas excepciones pero, en general, los judíos se' parecen bastante entre sí..
En 40. El inconveniente de permitir que los judíos vivan en un barrio residencial es que
gradualmente crean en él una atmósfera típicamente judía.
Ea 45. Si llega a establecerse una. nueva organización mundial, los Estados Unidos deben
asegurar su independencia y completo dominio en los asuntos que conciernen al país.
a Los cinco ítem s c o n stitu y en to d a la e sc a la E de la F orm a 40, E n la F o rm a 45 se in clu y ó la
escala cíe iüej; ítem s íntegra, con la n u m e ra c ió n a rrib a p re s e n ta d a . O btuvim os la c o n íia b ilid a d de la
Forma 45 co rre la c io n an d o los ítem s E . con los cinco E« re s ta n te s , Se observará, que e n tre los-
Ba no hay
nario que
Si bien el número de grupos a los que nos acercamos sin lograr buen-,
éxito fue pequeño, existen indicios de que la resistencia del tipo arriba
mencionado está positivamente correlacionada con el etnocentrismo. Así,.
por ejemplo, entre las Mujeres de Clase Media [Tabla 15 (V)] hubo un
club muy restringido que se decidió “a duras penas” a colaborar- con nos
otros, negándose a considerar siquiera nuestro pedido de voluntarios para
ESTUDIO DE LA IDEOLOGIA ETNOCÉNTRICA 141
las entrevistas. Este grupo obtuvo una de las medias de etnoeentrísmo más
altas de todos los grupos estudiados. Rara vez encontramos resistencia de-,
este género entre los individuos menos etnocéntricos. Podíamos haber pre
visto tal dificultad, pues sabemos que -el etnoeentrista es proclive al auto-
engaño y a temer que se lo escudriñe, tendencia que aparecía expresada
indirectamente en las respuestas a las escalas AS y E, y que ponemos al
descubierto más directamente en los capítulos subsiguientes.
Las consideraciones de este género revisten gran importancia en todo-
intento de formular generalizaciones acerca de una población más amplia
en base a lo observado en una muestra de investigación. Así, es probable
que, debido a la gran resistencia opuesta por los etnocentristas a la indaga
ción psicológica, el grado medio de etnoeentrísmo (puntaje medio general
de E) de nuestra muestra total sea algo inferior al que podríamos estable
cer con una muestra realmente tomada al azar o verdaderamente repre
sentativa. Aun en las usuales encuestas de la opinión pública, en las que
se seleccionan de antemano los sectores de la población (estratificación a
otro intento de muestreo representativo), no es tan fácil lograr una mues
tra adecuada, pues el sistema consistente en visitar casa por casa no per
mite llegar a los individuos que se resisten a la idea de que se los estudie”.30
Creemos preciso, por ende, describir los grupos entre los cuales recogi
mos nuestros datos y mencionar brevemente la naturaleza y eficacia del
procedimiento de muestreo aplicado.
a. L a M uestra y e l M étodo de M uestreo. Efectuamos la distribución de
las Formas 45 y 40 entre fines de 1945 y la primera mitad de 1946, vale
decir, durante un período de aproximadamente nueve meses. Presentamos
la Forma a los siguientes grupos:11 . i '
1. M u je r e s d e l Curso sol)re T e s ts (X = 59). Se trataba- de na curso nocturno para adul
tos, auspiciado por el Departamento de Extensión de la Umversidacl de California, Gomo era
un Ourso «obre Tests Psicológicos, es probable que atrajera a un grupo más diversificado
que los habituales cursos de psicología para, adultos. Esperábamos que incluyera no sólo in
dividuos -seriamente preocupados por conocerse mejor á sí mismos —personas que, como se
verá más. adelante, no tienden al etnoeentrísmo extremo—, sino además sujetos a quienes la
psicología les interesara más como medio de. dominar a otros. En laclase había también va
riedad de edades (entre 20 y 50 años), niveles económicos o instrucción previa. Por 3o tanto,
a pesar de nuestro deseo de no volver a los grupos universitarios que predominaron en las
muestras ^anteriores, no pudimos resistirnos a la tentación de aprovechar la opotunidad de es
tudiar este grupo universitario marginal. Presentamos el cuestionario durante una clase a la
que habían asistido todos los alumnos. El número de hombres era demasiado pequeño, como
para constituir un grupo estadístico, pero nuestra práctica de tomar los sexos por 'separado
;— qivé seguimos quizás demasiado estrictamente— nos impulsó a no combinarlos.
2. I n te r n a d o s en la P r is ió n 'E sta ta l d e S a n Q u in tín (California) (X = 110). Puesto
1que estos hombres constituyen un' grupo particularmente importante desde el punto d.e vista
psicológico y sociológico, les dedicamos un. estudio más intenso que a los demás; en el Capí
tulo XXX se analizan en detalle los procedimientos de muestreo y los resultados obtenidos.
Baste decir por ahora, que fue una buena selección al azar.
3. y 4. P a c ie n te s de C línica P siq u iá tr ic a (71 mujeres y 50 hombres). Como en el caso
del grupo de San Quintín, consideramos que éste tenía una importancia especial tanto en lo
10 La suposición eomíinmente aceptada de que basta tomar "5 0 personas cualesquiera’’ dentro
de una zona dada o un determ inado nivel d.e renta, y de que los errores de m uestreo en lo individual
se anulan m utuam ente no toma en cuenta 3a. probabilidad de que el grado de disposición esté c e rró
la d o n a do con aquello sobre lo cual se indaga. í
11 H ab ría sido imposible someter a estos grupos al cuestionario' de no haber mediado la generosa'
ayuda de muchas personas. Deseamos expresar nuestra, gratitud a la doctora. Me ríe H, Elliot, quien
se encargó de los cuestionarios de sus alumnos del curso de extensión de la Universidad de' C alifornia;
a) Di-, David G, Sehroidt. que dispuso lo necesario para el grupo de San Q uintín; a los Dres. K arl
Borraran y Robert H arris, quienes hiieero-n posible la obtención de sujetos de la Clínica Langley
T o rter; a la Dra. B árbara KixeMieimer y a- la Sra, Bmily Moulton, que se ocuparon, respectivam ente,
t-e concertar los arreglos debidos y recoger los cuestionarios en el Servicio de Empleo de los E stados
Unidos; al Capitán Maleolm E. Crossmnn, que nos brindó su apoyo, y al Dr. Boyd R, MoCandlesS,
quien prestó generosamente su tiempo para obtener los cuestionarios en la Escuela de Oficiales de la
M arina M ercante de Alameda.
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142 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
12 Nos pareció necesario separar a los miem bros de la Escuela Laboral que pertenecían a la
"clase m edía’ ’ de los de la clase obrera e incluirlos en la m uestra m ás general rotulada como "C lase
M e d ia". fVóase el análisis d f- la m uestra de la clase media.. Forma 4 0 ). E stas c,ifr?s sólo se refieren a
los alumnos de clase trabajadora.
13 Empleamos esta m uestra sólo para obtener los índices de confiabilidad de la escala E de la
Forma- 45; no se com putaron datos estadísticos para jas otras escalas,
14 G’omo m encionáram os anteriorm ente, presentam os el cuestionario a todas las personas presen-
•tes, más sólo incluimos en las estadísticas a los blancos nativos no judíos. Las N se refieren al número
oe casos tomados en las estadísticas.
ESTUDIO DE LA IDEOLOGÍA ETNOCÉNTRICA 143
sector de "fuerte” clase media de Berkcley, California (46 mujeres y 29 hombres) —nueva
mente distribuimos el cuestionario momentos antes de que se dictara la conferencia del día,
que trataba sobre educación infantil— ; los miembros de una Iglesia Protestante situada en un
pueblccito de las afueras de San Francisco (29 mujeres, 31 hombres); las 15 mujeres inte
grantes de un grupo de la Iglesia Unitaria local; los miembros de la Escuela Laboral de
.California, que podían considerarse de "clase medía” por sus ocupaciones (abogados, inge
nieros, comerciantes independientes, etc.) y nivel económico (11 mujeres, 9 hombres) —en caso
■de duda, preferimos incluir al individuo en la muestra de la "clase trabajadora” arriba pre
sentada^-—; las 17 mujeres de una división de la Liga, de Votantes Femeninas del lugar; pen
último, las 36 integrantes de- un club femenino muy restringido, exclusivamente para muje
res de la alta ciase medía. Todo señala, entonces, que estas dos muestras, particularmente 3a
femenina, representan diversos elementos de la clase media.
10. S o m b r e s d e C lase O b rera (V — 61) y 11. M u je r e s de C lase O b rera (X = 53). Va
h e m o s descrito estos grupos al hablar de la muestra de S o m b r e s y M u je r e s de Clase O b rera
-que respondieron a la Forma 45.
12. S o m b r e s de L o s Á n g e le s (N — 117) y 13. M u je r e s de L o s Á n g e le s (N = 130) J r>
Con el propósito de obtener mayor diversidad regional en la muestra total, seleccionamos un
grupo de hombres y mujeres de la zona de Los Ángeles. Debido a la falta, de tiempo, no pu
dimos controlar concienzudamente el procedimiento de muestreo ni tampoco contamos con
cifras exactas acerca, riel número de sujetos de eada uno de los grupos que entran en la
■muestra-. Tomamos sujetos de los siguientes grupos (no más del 25 % del N de cualquiera de
los grupos): Padres de estudiantes universitarios (voluntarios), maestros secundarios, ve
teranos encontrados en un centro de orientación, Liga, de Escritores Radiales (durante una
reunión), Liga de Votantes Femeninas, líderes de Boy Seouts, miembros de una organización
antisemita (12, de unos 100 interrogados, mandaron sus respuestas por correo), y varios
grupos vecinales y de pequeños clubes locales. La muestra, se compone principalmente de- per
sonas de la clase media, aunque no se 3a puede considerar netamente representativa de la
población de clase media. Además, su puntaje medio puede ser sistemáticamente más bajo
por el nivel educativo relativamente alto de estos sujetos y porque muchos de ellos se
prestaron voluntariamente a la prueba. No obstante, servía a los propósitos de nuestra inves
tigación, pues mostraba gran diversidad en lo que respecta al etnocentrismo y a las carac
terísticas psicológicas y sociales cuyas relaciones con el etnocentrismo eran objeto de in
dagación. i
Además de los grupos ya mencionados, recibieron las Formas 45 y 40 los.dos; grupos
siguientes:
14. V e te r a n o s c o n c u r re n te s a l S e rv ic io d e E m p le o (N = 106). Cuando, a principios de
1946, distribuimos el cuestionario entre veteranos que concurrían al Servicio de Empleo de
los Estados Unidos de la localidad en busca de orientación profesional, lo hicimos eon la
idea- de que ello podría ser también útil a. los encargados de dicho departamento, pues consi-
<lerábamos q u e el cuestionario, en ese momento particularmente la escala F (Capítulo VII)
y las preguntas proyectivas (Capítulo XV), podría revelar muchos detalles de interés para
el clínico y el especialista en orientación profesional. Salvo algunas excepciones, presentamos
el cuestionario a todos los veteranos (cristianos blancos) que fueron a buscar consejo durante
los primeros meses de 1946; los primeros 51 veteranos recibieron la .Forma 4.5 y los 55 si
guientes, la. Forma 40. Exceptuamos a los hombres que parecían carecer de la instrucción
necesaria como para comprender el cuestionario y a algunos con quienes no pudimos con
certar una cita. Consecuentemente-, este grupo puede considerarse como una muestra selec
cionada relativamente al azar entre los veteranos que deseaban orientación. Sin embargo,
muy bien podría suceder que éstos, como grupo, no fueran representativos de la totalidad de
los veteranos. A.sí, nuestra muestra se encuentra por encima de1 nivel socioeconómico medio
(ver Capítulo V) y del nivel medio de instrucción e inteligencia (ver Capítulo VIII). Por lo
demás, parecería, según lo señalan hechos que expondremos más adelante, particularmente
en el Capítulo XI, que la disposición a buscar una guía, y especialmente a aceptar la ligera
psicoterapia que ,1a acompaña, es más común en los individuos no etnocéntricos. El grado de
parcialidad de tal muestreo depende en parte de otros factores que podrían impulsar al in
dividuo etnocéntrieo a solicitar ayuda (por ejemplo, presiones externas, una tendencia, a creer
que el Servicio es una autoridad benevolente). De todos modos, no es difícil que el puntaje
medio de etnocentrismo de esta escala sea algo inferior al que correspondería a los veteranos
-en general.
15. S o m b r e s de l a E s c u e la M a r ítim a (N = 343). Este grupo comprende todos los alum
nos de una escuela estatal donde se preparan oficiales de la Marina Mercante, La. escue
la está ubicada en Alameda (zona de la bahía de San Francisco), pero los estudiantes pro
vienen de todas partes del país. Para la admisión se requiere haber cumplido u n m ín im o
de catorce meses de servicio activo como marino sin goce de licencia. Los cuestionarios fueron 15
15 E l Dr, J . F. Brown se encargó de estos cuestionarios, con la colaboración de Emily Groen y
Ca-rol Cree don.
144 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
presentados durante los períodos de estudio, eon posibilidades de buen control, por miembros
del cuerpo de psicología que parecían estar en términos excelentes con los alumnos. Una
mitad de los sectores indagados recibió la Forma 45 y la otra la Forma 40; ambas mitades
estaban más o menos equiparadas en cuanto a capacidad y tiempo de estudio en la escuela.
Lo mismo que el grupo descrito en el párrafo anterior, no puede considerarse que el que'
nos ocupa sea una muestra representativa de las fuerzas armadas. El grupo responde por
lo menos a las siguientes características: predominio de miembros provenientes de la baja
clase media, número relativamente reducido de individuos de las capas socioeconómicas infe
riores o de la alta clase media y clases superiores; movilidad social ascendente superior a la
del término medio, por el deseo de “ elevarse en el aspecto social y económico ’ ’; mayor inte
ligencia que el término medio (éste era un requisito previo para la admisión en la escuela:
puntaje medio de A, G. C. T. igual a 126,2 con una amplitud de 102 a 153)-1617A pesar de
esta uniformidad relativa, el grupo es sumamente diverso en lo que concierne a la mayoría
de los demás aspectos.
16 En este capítulo no nos detendrem os a describir los rasgos sociales y psicológicos de los dis
tintos grupos. En cambió esbozaremos y analizarem os cada conjunto de características en el capítulo'
apropiado; así hablaremos de las características político-económ icas en el Capítulo V, de la religión
en el Capítulo VI, etc.
17 No incluimos este grupo en la m uestra general porque ya había una proporción demasiado
grande de estudiantes. Reunimos este grupo con el propósito especial de realizar un análisis de las
correlaciones de las escalas de la Form a 43, particularm ente de la escala F (ver Capítulo V I I) .
ESTUDIO DE LA IDEOLOGÍA ETNOCÉNTRXCA' 145
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ESTUDIO DE LA IDEOLOGÍA ETNOCENTRICA 147
F o rm a 4 5 :
Omímlibidad ....................................... 0,86 0,73 0,80
Media (total) ....................................... 4,26 4,34 4,30
Media ( m ita d A) ................................ 4,67 4,82 4,74
Media (mitad B) ................................ 3,85 3,85 3,85
D. S. (total) ......................................... 1,60 X?2o 1,42
D. S. (mitad A) .................................. 1,63 1,40 1,52
I). S. (mitad B) .................................. 1,71 1,36 1,54
N ................................................................ 51 179 230
Amplitud ............................................... 1.1-6.6 1.2-6.6 1.1-6.6
F o r m a 40
Media (1SA) ........................................... 4,21 5,08 4,64
D.S. (Ea) ............................................. 1,75 1,47 1,61
ISf ......................................................... 55 164 219
Amplitud ............................................... 1.0-7.0 1.2-7.0 1.0-7.0
« El número total de casos que contestaron a las F o rm a s 4 5 y 40 fueron:
Norma 45, N = 570 ; Forma 40, N = 998; Total, N ~ 1568.
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150 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
TABLA 19 (IV)
Eso AI..A DE E'rROCEN'TIiíSlIO; FORMA FlIvAL PROPUESTA
A. J u d ío s
1. Uno de los ineoiiveuientes de los comerciantes judíos es que se apoyan mutuamente e
impiden que los demás tengan la oportunidad de competir con ellos,
2. No me puedo imaginar casándome con una persona judía.
3. Hay algunas excepciones pero, en general, los judíos se parecen bastante entre sí.
4. El inconveniente de permitir que los judíos vivan en un barrio residencial es que gra
dualmente crea», en él una- atmósfera típicamente judía.
5. El primer paso para acabar con los prejuicios contra los judíos debe ser un sincero es
fuerzo por parte de éstos para librarse de sus perjudiciales y molestos defectos.
-6. Hay algo diferente y extraño en los judíos; es difícil saber qné es lo que piensan o
planean, o qué los mueve.
B. N eg ro s
1. Los negros tienen derechos, pero es mejor mantenerlos en sus propios distritos y es
cuelas, y evitar que tenga» demasiado contacto con los blancos.
.2. Sería nn error permitir que alguna, v e z un negro llegara a. ser capataz o jefe de blaneos.
3, Algunos músicos negros pueden ser tan buenos como los blancos, pero es un error formar
orquestas mixtas de blaneos y negros.
4. Los trabajos manuales y no especializados parecen más adecuados a la mentalidad y
capacidad de los negros qué los trabajos más especializados o de mayor responsa
bilidad.
■5. Las personas que andan diciendo que los negros deberían estar en eí mismo nivel que
los blancos son, en su mayoría, agitadores radicales que tratan de crear conflictos.
■<3. La mayoría de los negros se tornarían arrogantes y desagradables si no se los man
tuviera. en su lugar.
C. O tra s M in o r ía s y P a tr io tis m o
1. Los s o o t m i t e r s prueban que cuando este tipo de gente tiene demasiado dinero y liber
tad, sólo se abusan y causan molestias.
2. Los más serios peligros que han amenazado al verdadero americanismo en los últimos
50 años lm.n provenido de ideas y agitadores extranjeros,
3. Ahora que se ha establecido una nueva organización mundial, los Estados Unidos deben
asegurar su independencia y dominio completo como nación soberana.
4. Ciertas sectas religiosas que se niegan a saludar a la bandera deberían ser obligadas
a cumplir con este deber patriótico, o de lo contrario habría que prohibirlas.
5. Los filipinos son buena, gente mientras se mantengan en su lugar, pero se exceden
cuando se visten ricamente y se pasean con muchachas blancas.
6. Nuestro país puede tener fallas, pero nuestro modo de vida nos ha acercado todo lo
humanamente posible a ser una sociedad perfecta.
7. Es natural y correcto que cada uno piense que so familia es mejor que las demás.
8. Los Estados Unidos deben tener el ejército y la marina, más grandes del mundo y
guardar el secreto de la bomba, atómica para mejor garantía de la seguridad nacional.
etnocéntrica, tal como puede revelarla la escala total, y sobre las estruc
turas social y psicológica a las que va unida dicha ideología.
TABLA 20 (IV)
R e s p u e s t a s b e M ack. t L arra a la E scara E
M e d ia P .l) .
2¡ó í te m MaoJc L a rry G rw pal a Grv/pal a-
A. INTRODUCCIÓN
Ningún especialista en ciencias sociales, ni aún la mayoría de los legos
en la materia, dudan ya de que las fuerzas políticas y económicas cumplen
un papel vital en la evolución del etnocentrísmo, sea en su forma institu
cional o en su forma psicológica individual. En las sociedades industriales
de hoy, gran variedad de movimientos sociopolíticos, que de modo general
pueden calificarse de fascista, prefascista, reaccionario, imperialista, chau
vinista, se han valido de la ideología etnocéntrica. No es objetivo de la
presente investigación indagar directamente los movimientos y lasv'estruc-
turas sociales —monopolios, concentración de poder y riquezas, gremios
obreros, cambios en las funciones de gobierno, declinación de la clase me
dia, etc.— que son factores decisivos en la eliminación del etnocentrísmo
o en su mayor desarrollo hasta desembocar en manifestaciones tales como
una guerra o una rígida estratificación socioeconómica. Nos importa estu
diar las ideologías de estos agrupamientos sociales, la organización de la
ideología dentro del individuo y algunos de los factores responsables de
estas pautas ideológicas generales.1
¿Cuáles son las pautas de ideología politicoeconómica que están vincu
ladas con las ideologías etnocéntrica y antietnocéntrica sobre las “rela
ciones entre grupos”? Hay buenas razones para pensar que la dimensión
“derecha-izquierda” está políticamente correlacionada con el etnogentrís-
mo. El fascismo, que representa la estructura y la ideología politicoeconó
micas más derechistas, es también la forma antidemocrática más virulenta
del etnocentrísmo. La estratificación rígida y estática de los grupos, que es
característica sobresaliente del etnocentrísmo, encuentra su réplica politi
coeconómica .en el estado corporativo fascista. Por el contrario, la ideo
logía socialista, izquierdista, propugna la eliminación de las clases eco
nómicas (esto es, de la estratificación social basada en la distribución
desigual del poder económico) como condición necesaria para terminar
totalmente con la estratificación y la explotación de los exogrupos.
Aunque las ideologías fascista y socialista-comunista (marxista) re
presentan la extrema derecha y la extrema izquierda, respectivamente en
lo que concierne a la economía política y a las relaciones entre grupos,
ninguna de estas posiciones ha encontrado aún gran apoyo activo, franco,
l Puesto- que el té rm in o “ id e o lo g ía ” h a a d q u irid o c ie rto s m a tic es n e g ativ o s, p a rtic u la rm e n te en
el te rre n o del p e n sa m ie n to p o lítico , deseam os re c a lc a r n u e v am en te que em pleam os a q u í e ste concepto
en u n s en tid o p u ra m e n te d e sc rip tiv o . Con el té rm in o “ id e o lo g ía " denotam os “ u n s iste m a o rg a n i
zado de opin io n es, v a lo re s y a c titu d e s ” , S n e ste se n tid o , p o d ría d e n o m in a rse ideología a todo s is
te m a de p e n sa m ie n to social, sea é ste v e rd a d e ro o falso, b en eficio so o p e rju d ic ia l, d em o crático o a n ti
d em ocrático.
162 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
en la escena política de nuestro país. Por esta razón, nuestro interés debía
centrarse en el liberalismo y en el conservadorísimo, pues éstas son las ideo
logías izquierdista y derechista -que. predominan actualmente. (De todos
modos, en ningún momento olvidamos su posible polarización hacia la ex
trema izquierda y derecha.)
Hay numerosas pruebas que señalan una afinidad psicológica entre
conservadorismo y etnocentrismo, y entre liberalismo y antietnocentris-
mo. En un estudio preliminar realizado por Levinson y Sanford (71) se
encontró una significativa correlación entre el antisemitismo y la oposi
ción a los sindicatos obreros y a las iniciativas de carácter socialista (me
dicina socializada, nacionalización de los servicios públicos, etc.). Asi
mismo, los republicanos eran, en promedio, más antisemitas, que los
demócratas. Las investigaciones de Newcomb (91), Lenz (67, 68), Murphy
y Likert (84), Edwards Stagner y otros (63) han mostrado resultados
análogos. Algunos datos no publicados de nuestro estudio señalan que el
conservadorismo y el etnocentrismo están significativamente correlacio
nados con el apoyo a la Comisión de Actividades Antiamericanas, a
Hearst, a la Legión Americana y a la militarización (refuerzo de la mari
na y el ejército después de la guerra).
La dimensión derecha-izquierda (reaccionario-fascista, conservador li
beral, socialista-comunista) es, desde luego, sumamente compleja. Pueden
encontrarse diferencias cualitativas importantísimas no sólo entre los di
versos grados de inclinación hacía la izquierda o hacia la derecha, sino
también entre los distintos campos ideológicos ubicados aproximadamente
en el mismo punto de la derecha o de la izquierda. Además, hoy en día
existe gran heterodoxia, por no decir confusión, ideológica. Así, muchas
veces puede darse el caso de individuos que no se atienen a las categorías
políticas formales.
A despecho de estas complicaciones intentamos, por medio de una es
cala de opiniones y actitudes similar a las ya presentadas, medir la ideolo
gía politicoeconómica dentro de una dimensión liberalismo-conservadoris-
mo. En las secciones siguientes nos ocuparemos de la construcción de dicha
escala y de los resultados obtenidos con ella; de la relación entre ideología
etnocéntrica e ideología politicoeconómica, y de la conexión entre etno
centrismo y pertenencia a diversos agrupamientos políticos y económicos.
A estos resultados cuantificados se agregarán observaciones sistemáticas,
aunque no cuantifícadas, acerca de las opiniones políticas de los sujetos
etnocéntricos, tal como las expresaran en las entrevistas (Capítulo X V II).
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170 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
nómico. Retomaremos este punto tras dar debida consideración a las re
laciones existentes entre las escalas CPE y E.
3. S egunda E scala CPE (F orma 60)
En la Forma 60, la escala CPE [véase Tabla 4 (V)] se redujo a 14
ítems y se introdujeron diversas reformas en el contenido y la redacción.
Los ítems 27 y 60, que se refieren a los candidatos políticos y a la importan
cia de la caridad, respectivamente, son reformulaciones de ítems que fraca
saron en la Forma 78; presumimos que así expresan más claramente las-
tendencias en cuya supuesta existencia se basaron. Pasamos a la escala F,
Forma 60 (ver Capítulo VII), dos ítems que tuvieron éxito relativamente
bueno en la Forma 78, los números 27 (Ideas rebeldes) y 61 (Seguridad
es perjudicial), porque ciertas consideraciones teóricas señalaron que co
rrespondían mejor a ella.
TABLA 4 (Y)
S egunda F o r m a d e l a E s c a l a i » ; C o n s e r v a d o r is m o P o l it ic o e c o n ó m ic o (CPE)
( F o r m a 60)
4a Los gremios obreros deberían adquirir más fuerza e influencia en general.
Í)A Convendría, que después de la guerra el gobierno siguiera interviniendo en la economía..
13. Nuestro país puede tener fallas, pero el modo de vida, americano nos lia acercado todo-
lo humanamente posible a ser una sociedad perfecta.
15A Si en el gobierno hubiera más hombres como Wall ace, las cosas andarían mejor.
20a Artistas y profesores son tan valiosos para la sociedad como comerciantes & industriales,.
26. Sería peligroso para los Estados Unidos cooperar demasiado eon Elisia,
27. Bebemos votar preferentemente a los candidatos políticos cuya principal preocupación
es combatir el vicio y la corrupción.
31a No debería permitirse que nadie ganara más de 25.000 dólares anuales.
3 7 a Corresponde al Estado garantizar a todos trabajo seguro y buen nivel de vida..
43a Habría que nacionalizar todos los servicios públicos (transportes, gas, electricidad, fe
rrocarriles, etc.).
48 a Una buena planificación estatal evitaría las depresiones económicas.
5 4 a Si introdujéramos ciertos cambios fundamentales en nuestro sistema social y económico-
so podría eliminar casi totalmente la pobreza.
56. Eos hombres como Hemy Ford o -T. P. Morgan, que supieron vencer toda competencia en
su ca m in o iü t r i u n f o , son modelos que todos los jóvenes deben admirar o imitar.
60. En general, Ja mejor ayuda que puede prestarse a nuestros semejantes consiste en dar-
tiempo o dinero a alguna buena obra de cavidad.
E sto s n u ev e ítem s son “ lib e r a le s " , los o tro s cinco, “ c o n s e rv a d o re s " . Los p u n ta je s a lto s c o rre s
p o n d en a la ap ro b a ció n de los íte m s c o n se rv a d o re s y d e sa p ro b a c ió n d e los lib e ra le s.
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176 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
posición entre los cuartiles alto y bajo. Se requiere una ulterior explora
ción para llegar a determinar las diferencias que podrían existir entre
liberales y conservadores en lo que respecta a su imagen fundamental del
“buen candidato político”. El ítem 48 (Depresiones) es un ejemplo de
que la ambición rompe el saco. El P. D. de la forma inicial de este ítem
tuvo el rango 4,5; el de la nueva versión, totalmente distinta, ocupó el de-
cimosegundo lugar. Sorprenden algo los valores de la media y el P. D. del
ítem 26 (Peligroso cooperar con Busia), La media de 2,57 indica que muy
pocos individuos estuvieron de acuerdo con este ítem. El P. D. de 1,60 es
más significativo de lo que parecería en el primer momento, a causa del
escaso valor de su media, pero muestra que hasta las opiniones de los con
servadores estaban divididas en cuanto a la conveniencia de una amistad
con Rusia después de la guerra. Esto se aprecia notablemente en los Hom
bres de las Fratrías quienes, aunque marcadamente conservadores en su
enfoque de los problemas nacionales, obtuvieron una media de 2,51 y un
P. D. de 0,93 en el ítem sobre Rusia. No corresponde averiguar aquí cómo
y por qué, en menos de dos años, se pasó de una ligera aprobación a un
enconado antagonismo.
En realidad, estos grupos son, en sus opiniones sobre cuestiones deter
minadas, más conservadores de lo que indica la media general de la escala
que fue igual a 3,92. Las medias generales correspondientes a los ítems (4,
9, 15, 31, 37, 43) que tratan sobre gremios, economía y funciones estatales
oscilan entre 4,74 y 5,35; estos ítems son también los más discriminatorios.
Parecería, entonces, que en lo concerniente a los rasgos más definidos del
liberalismo y del conservadorismo —particularmente a las ideas acerca de
las relaciones de poder entre los obreros, el capital y el Estado— la posición
liberal es menos cristalizada y sostenida con menor militancia que la con
servadora. Ignoramos hasta qué punto pueden generalizarse estos re
sultados fuera de nuestra muestra.5 No obstante concuerdan, en términos
generales, con muchos otros hechos y observaciones relacionados con la
vida política contemporánea. Más difícil, y también más importante, es
medir el potencial psicológico que determinaría una futura evolución ideo
lógica hacia distintos rumbos frente a cambiantes condiciones políticas y
económicas. Tal vez la medición sistemática y el conocimiento de los as
pectos psicológicos de los demás componentes de la ideología política nos
proporcionarían un punto de partida para la solución de este problema.
4. T ercera E scala CPE (F ormas 45 y 40)
Como expusiéramos en el capítulo anterior, la construcción de las
Formas 45 y. 40 respondió a razones de orden práctico. Por estos motivos
y con el fin de dar lugar a otro material, redujimos la escala CPE a su ex
presión mínima. En ambas formas presentamos un mismo cuestionario
compuesto únicamente por cinco ítems, cantidad insuficiente para lograr
una medida adecuada de confiabilidad, y apenas suficiente para merecer el
nombre de “escala”. En el Capítulo IV expusimos y analizamos las razones
que nos impulsaron a emplear una escala E de cinco ítems; las mismas
pueden aplicarse a la presente escala CPE. Nos parece ahora que habría
sido más conveniente utilizar una forma de diez ítems; no obstante, el cues-3
TABLA 8 (V)
M e d ia y D e s v ia c ió n S t a n d a r d d e l o s P u n t a j e s d e l a E s c a l a CPB C o r r e s p o n d i e n t e s a
l o s G r u p o s q u e R e s p o n d ie r o n a l a s F o r m a s 45 y 40
P r o p ie d a d E s ta d ís tic a
G rupo N M e d ia R ango M e d ia F A
1
0
V .S .
a. G ru p o s q ue respondieran.
F o r m a 45
Mujeres Clase Extensión sobre Tests 59 4,33 (4) 1,28 3,77 (12)
H o m b r e s de San Quintín.............. . 110 4,68 <2) 0,96 5,33 (1)
Mujeres de Clínica Psiquiátrica ... 71 4,12 a UD 1,53 4,23 (5)
Hombres de Clínica Psiquiátrica .. 50 4,14 a (10) 1,40 3,92 (7,5)
290 4,32 1,29 4,31
b. G ru p o s q u e re sp o n d ie ro n
F o r m a 40
Mujeres Universidad
George Washington .................. 132 4,30 (6,5) 1,13 4,04 (6)
Hombres Fratrías California . . . . . . 63 4,83 (1) 1,31 4,31 (4)
Hombres Clase Media .................... 69 4,30 (6,5) 1,52 3,89 (10)
Mujeres Clase M edia.............. . 154 4,26 (8) 1,62 3,64 (14)
Hombres Clase Obrera ................. 61 3,39 (13) 1,58 3,92 (7,U
Mujeres Clase Obrera .................... 53 3,25 (14) 1,53 3,91 (9)
Hombres Los Angeles .................. 117 3,91 (12) 1,49 3,82 (11)
Mujeres Los Ángeles ................... 130 4,16 (9) 1,41 3,71 (13)
General & ....... .......................... 779 4,05 1,45 3,91
e. G rupos q ue re s p o n d ie r o n a arribas
F orm as
Hombres Escuela Marítima
Forma 45 ................................ 179 4,31 i /1,08
(5) 4.95 (2)
Forma 40 ................................ 164 4,32/ 1
Veteranos Servicio Empleo
Forma 45 ................................ 51 4,35 í (3)
(3) 1 1,28 4,43
.Forma 40 ................................ 55 4,37/
General ó ...................................... 449 4,34 1,18 4,69
sobre Tests iguales a 4,33 y 3,77; para las Mujeres de la Universidad Geor-
ge Washington, 4,30 y 4,04; para los Hombres de las Fratrías de California,
4,83 y 4,31, e iguales valores para los Hombres y Mujeres de Clase Media
y de Los Ángeles. Sólo una de las diferencias entre CPE y E se encuentran
por debajo del nivel del por ciento de importancia estadística. Se recorda
rá que en las muestras que respondieron a las Formas 78 y 60, en su mayor
parte personas de la clase media, el nivel de conservadorismo fue superior
al de etnocentrismo. En los grupos de clase obrera (o clase media margi
nal) se observa la tendencia opuesta. Así, en las escalas CPE y E las medias
fueron, respectivamente: Hombres de San Quintín, 4,68 y 5,33; Hombres
de Clase Obrera, 3,39 y 3,92; Mujeres de Clase Obrera, 3,25 y 3,91; Hom
bres de Escuela Marítima, 4,32 y 4,95; Veteranos del Servicio de Empleo,
4,36 y 4,43. Sólo nos quedan los Hombres y las Mujeres de la Clínica Psi
quiátrica, que pertenecen a diversidad de clases y cuyas medias de CPE
y E sólo difieren ligeramente (0,1 - 0,2).
Son diversos los factores —no mutuamente excluyentes— que pueden
contribuir a encontrar explicación a estas diferencias entre las clases. En
primer lugar, la aceptación del prejuicio franco en un plano verbal es ma
yor por parte de la clase obrera que por la clase media. Consecuentemente,
los valores superiores de las medias E correspondientes al primer grupo
pueden ser más bien reflejo del ambiente verbal que de una diferencia de
hostilidad fundamental hacia los exogrupos. (Este factor no contaría para
los ítems que hablan en pro del endogrupo.) Luego, tenemos la “fachada
pseudodemocrática” ya analizada, que es más característica de la clase
media que de la obrera, y a la cual los ítems de la escala E sólo lograron
desenmascarar parcialmente. Por último, puede suceder que ciertas ten
dencias de la ideología liberal atraigan a algunos trabajadores ya no por
su índole liberal sino en razón de un “etnocentrismo de clase”, el cual es
uno de los aspectos del etnocentrismo general. Así, algunos obreros son
acérrimos partidarios de los gremios y enemigos de los “patrones” y, sin
embargo, muestran al mismo tiempo ideas contrarias a los negros y a los
extranjeros y adoptan posiciones conservadoras frente a numerosos pro
blemas políticos.
En su conjunto, los conocimientos obtenidos sobre los grupos nos indu
cen a investigar más profundamente las relaciones existentes entre el et
nocentrismo y el conservadorismo, buscando siempre descubrir cuáles son
los factores que determinan una correlación relativamente alta y, cuáles
los que impiden que ésta alcance valores superiores. Ahondaremos en estos
problemas al considerar las correlaciones entre las escalas CPE y E, y el
vínculo psicológico que une el conservadorismo al etnocentrismo. Pero,
ante todo, debemos completar los datos de la escala CPE.
La Tabla 9 (V) presenta un resumen del análisis de los ítems de la i
escala CPE de las Formas 45 y 40. Los datos correspondientes a hombres
y mujeres se presentan por separado. La media general de las mujeres
(4,07) es significativamente inferior a la de los hombres (4,25). Como hi
ciéramos notar en el Capítulo IV, las mujeres son también ligera pero sig
nificativamente menos etnocéntricas que los hombres. Pero ésta bien po
dría ser una diferencia existente en la muestra y no en la población total,
puesto que no contamos con grupos femeninos que pudieran equipararse
con los masculinos de San Quintín, las Fratrías y la Escuela Marítima,
grupos que obtuvieron alto puntaje. Además, como lo muestra la Tabla 8
(V), en todos los grupos comparables de ambos sexos (Clínica Psiquiátri
ca, Clase Media, Clase Obrera, Los Ángeles), mujeres y hombres obtuvie
ron medias casi idénticas. Ya que los métodos de muestreo aplicados no
182 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
á E n este K h ay 26 m u je re s m enos que en el N fe sien tn o to ta l c o rre sp o n d ie n te a las escalas E y J pox-quc sóio 45 de la s 7.1 p a c ie n te s p s i
q u iá tric a s c o n te sta ro n a la F o rm a 45 h a b itu a l. L a s 26 re s ta n te s re s p o n d ie ro n a u n a F o rm a ig u a la d a a la 45 p a ra E y P , p e ro no p a r a O PE.
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IDEOLOGÍA Y PERTENENCIA A GRUPOS EN RELACIÓN CON EL EXNOCENTRISMO 183’
..A. G ru p o s F o r m a 7 8 :
Mujeres Curso Oratoria ........................................... 140 0,52 0,49
Hombres Curso Oratoria ......................................... 52 0,55 0,32
Mujeres Curso Extensión Psicológica.................... 40 0,52 0,23
Mujeres Profesionales ................ ............................ 63 0,76 0,69
r medio « .................................................................. 295 0,59 0,43
B. G ru p o s F o r m a 6 0 : b
Mujeres Estudiantes Universidad Oregón .............. 47 0,48
Mujeres Estudiantes Universidades Oregón y Cali
fornia .................................................................... 54 0,62
Hombres Estudiantes Universidades Oregón y Cali-
fonda .................................................................... 57 0,48
Hombres Fratrías Oregón ....................................... 2 2 í: 0,52
r medio ® ....................... ........................................ 226 0,52
G ru p o s F o r m a 4 5 : c
Mujeres Curso Extensión Tests .. 50 0,60
Hombres San Quintín .................. 110 0,14.
Mujeres Clínica Psiquiátrica 71 0,534
Hombres Ciánica Psiquiátrica 50 0,55 4
Hombres y Mujeres Clase Obrera 50 0,7o
r medio « 340 0,51
’IX G ru p o s F o r m a 4 0 : $
Mujeres Universidad Gcorge Washington........... 132 0,48
Hombres .Fratrías California ............................. 63 0,64
Hombres Clase M edia......................................... 69 0,67
Mujeres Ciase Media . : ...................................... 154 0,70
Hombres Clase Obrera ....................................... 61 0,74
Mujeres Clase Obrera ....................................... 53 0,86
Hombres de Los Ángeles ................................... 117 0,61 . .
Mujeres de Los Ángeles .................................... 130 0,52
r medio «•......................................................... 779 0,66
.E. G ru p o s F o r m a s 40 y 4 5 :
Veteranos del Servicio de Empleo
(Forma 40) ............................................... 0,60 e
(Forma 45) ................................................ 0,49
'Hombres Escuela Marítima
(Forma 40) ........................................... . -. 164. 0,4.1c
(Forma 45) .......................... .................. . 0,38
Los puntajes obtenidos por Larry y Mack en CPE tienen valores mucho
más aproximados que los que obtuvieran en AS y E. El puntaje medio
del primero (4,19) es casi igual a la media del grupo, y el de Mack (4,56)
no la supera demasiado. Si consideramos aisladamente el grupo de Hom
bres del Curso de Oratoria al que pertenecen nuestros dos hombres, Mack
se encuentra apenas dentro del cuartil alto y Larry, inmediatamente debajo
de éste. En 11 de los 16 ítems, los puntajes de ambos nunca se diferencian
por más de un punto. No obstante, tomando los ítems por separado, vemos
que las semejanzas se limitan a ciertos campos de la ideología politico
económica, mientras que en otros se comprueba una marcada diferencia.
TABLA 11 (V)
Respu esta s de M ack t L arby a la E scala O P E
G rupo o G ru p o «
No íte m M ack L a rry M e d ia P. J>.
1. (Valor del dinero) ........................... .................. 6 7 6,10 1,16
5. (Depresiones) .............................. 1 3,33 2,76
8. (Caridad) ............................................. .................. 3 7 5,46 1,48
13. (Comerciantes, artistas) ...................... .................. 1 1 2,29 1,70
lo , (Punto céntrico) ............................ .................. 7 5 4,35 2,90
22. (Candidatos políticos) ......................... .................. 7 7 6,38 0,32
27. (Ideas rebeldes) ................ ............... .................. 5 6 3,86 2,84
36. (Responsabilidad estatal) .................... .................. 2 1 3,22 3,01
44. (Medicina socializada) .............. . .................. 2 6 2,38 1,69
52. (Impuestos, sociedades) ..................... .................. 2 3 3,66 2,29
61. (Seguridad económica) ....................... .................. 6 6 3,75 2,68
63. (Intervención estatal) ......................... 1 4,01 2,39
68. (Gremios más fuertes) .............. ....... .................. 6 2 4,58 2,30
71. (Ford, Morgan) .................................. .................. 7 6 5,30 2,00
76. (Actividad estatal) ........................... . .................. 2 2 3,32 2,76
78. (Capacidad recompensada) .................. ................. 7 6 4,74 1,99
Medía por ítem ................ ".............. 4,19 4,17 ' 2,14
■a L os P . D . y las m e d ia s g ru p a le s se b a s a n en los 4 g ru p o s que re s p o n d ie ro n a la F o rm a 78.
TABLA 12 (V)
P u n t a j e s M e d io s d e AS o E« de eos G r u p o s d e D i s t i n t a s P r e f e r e n c ia s P a r t id a r ia s
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N. M ed ia N, M edia N, M edia K. M edía H, M edia N. M edia N, M edia Jf. M edia N. Media
G ru p o s F o rm a 7 8 :
M u je re s C urso O ra
to ria, U . C ............... 6 3,63 4 3,83 28 3,11 39 3,00 13 4,19 34 3,66 0 0 — 2 3.15
H o m b re s C u rso O ra
to ria, U . O .............. 0 ___ 3 5,07 17 3,25 11 3,33 4 4r;18 6 3,88 8 2,10 0 — 3 3,67
M u jeres C u rso E x t,
P sic o ló g ic a .......... 1 3,80 6 3,70 11 2,57 7 3,39 4 3,30 2 5,35 0 0 — 0 ... ,|
G ru p o s F o rm a 6 0 :
M u jeres E s tu d ia n te s
U niv. O regón . .. 2 3,32 2 3,24 14 2,73 6 3,14 4 4,46 13 4,28 3 2,77 0 1 1.16
M u jeres E s t. U n iv .
O re jó n y C alifor. 3 4,59 4 4,15 19 2.95 9 3,26 1 2,49 14 3,24 2 2,37 0 — 1 1.83
H o m b re s E s t, U niv.
O regón y C alifor. 2 2,78 2 3,07 12 2.95 9 2,08 6 3,45 10 3,67 7 2,32 0 2 3.03 I
T o tale s ....................... 7 3,71 8 3,70 45 2,88 24 2,79 11 3,73 37 3,72 12 2,44 0 — 4 2,26
G ru p o s F o rm a 45:
H o m b re s Eso. M a rí
tim a .................... 17 4,41 16 4,49 74 4,32 12 3,88 13 5,08 12 4 ,5 4 3 3,23 1 1,30 3 3,20 i:
H o m b re s C'I f n i c a
P s iq u iá tric a .... 6 4,12 0 _ 20 3,97 2 3,55 7 4,27 3 3,70 1 1,30 1 1,30 2 3,65 ::
M u je re s C línica P s i
q u iá tric a ............... .. 7 4,7 4 3 4,07 26 3,51 2 4,20 5 4,54 5 3,28 2 1,80 1 1,00 1 1,80 :
H o m b re s S a n Q u in
tín b ........................ 19 4 ,4 4 5 4.7 4 45 4,60 6 4,8» 3 5,90 3 4,50 0 — 0 — 1 2,80
T o tale s ....................... 30 4,43 19 4,42 120 4,08 16 3,88 25 4,74 20 4,10 6 2,43 3 1,20 6 2,45 ;■
G ru p o s F o rm a 4 0 ;
M u jeres U n iv . G.
W a sh in g to n .......... 13 4,37 17 4,86 44 3,83 5 3,48 9 5,49 14 4,14 1 3,80 0 1 2,80 :
H o m b re s Esc. M arft. 21 5,10 15 5,11 69 4,95 4 3,85 5 4,84 15 5,60 2 5,80 0 — 1 5,60
M u ieres C ías. M edia 0 — 4 3,35 43 2 ,76 28 4,36 11 6,00 32 4,51 10 1,50 2 1,10 3 2,07
H o m b re s 01. M edia 4 6,30 0 — 16 2,51 9 4,07 10 4 ,3 4 10 4,96 3 2,73 1 1,20 1 5,98
H o m b re s OJ. O b rera 8 4,5 2 0 — 25 3,70 1 4,20 0 — 3 4,87 2 3,70 3 1,40 4 2.45 :.
T o tales ...................... 46 4,90 36 4,79 197 3,86 47 4,17 35 5,63 74 4,73 18 2,56 6 1,27 10 3,02
T o tale s G e n erale s 90 4 ,5 5 . 77 4 ,4 8 4 4 8 3.60 156 3,49 95 4,72 181 4,17 44 2,43 9 1,25 27 2,60
TABLA 12 ( b o n t .)
P u n t a j e s M e d io s d e AS o E « d e e o s Gr u po s d e D is t in t a s P r e f e r e n c ia s P a r t id a r ia s
Generales
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( 21) 4,13 (2 4 ) 2,77 47 3,42 1,38
1 1,00 15 3,86 8 3,09 0 17 4,32 13 4,47 (9 4 ) 4,44 (1 5 2 ) 3,86 299 4,07 1,63
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IDEOLOGÍA Y PERTENENCIA A GRUPOS EN RELACION CON EL ETNOCENTRISMO 199
Sí
observar que los hijos de padres republicanos (presumiblemente más et-
nocéntricos) tienden a ser menos etnocéntricos que los de padres demó
cratas. Esta particularidad sugirió la hipótesis de que el “desacuerdo con el
padre” guarda relación con el antietnocentrismo, no importa cuáles sean
las ideas políticas del padre [consúltese Levinson y Sanford (71); Mur-
phy, Murphy y Newcomb (85)]. Buscamos verificar esta tesis medíante la
comparación de las preferencias políticas de los sujetos con las de sus res-
tivos padres. En la Tabla 14 (V) constan los resultados. Los grupos cuyos,
integrantes declararon preferencias políticas análogas a las de sus proge
nitores, cualesquiera fueran éstas, obtuvieron una media (4,05) muy su
perior a la que sacó el grupo de sujetos que no concordaban con sus padres,
(media igual a 3,04). La diferencia es sumamente significativa y, en ver
dad, es casi la misma que se observara en los resultados correspondientes
a los grupos clasificados por preferencia partidaria liberal o conservadora
[Tabla 12 (V) ]. En otras palabras, la posición etnocéntnca de un individuo
puede predecirse en base al acuerdo o desacuerdo de su preferencia par
tidaria con la del padre (sin conocer la de uno u otro) con igual aproxima
ción que cuando se toma como referencia la preferencia partidaria reco
nocida por el sujeto.™ Esto constituye una importante prueba indirecta de
hipótesis anteriormente anunciadas (capítulos III y IV) a saber, que los
etnocentristas tienden a someterse a la autoridad del endogrupo, que los
antietnocentristas se inclinan a la crítica o la rebeldía, y que la familia es
el endogrupo primario y prototípico. La relación entre la persona y la au
toridad paterna, particularmente la disposición al sometimiento 0,1a inde
pendencia racional, parece constituir una tendencia básica de la persona
lidad que determina parcialmente la preferencia partidaria y la ideología
acerca de las relaciones entre grupos.
En la Tabla 15 (V) presentamos los datos acerca del grado promedio
de etnocentrismo de diversas organizaciones que respondieron a la! For
ma 40. Los grupos que obtuvieron puntajes bajos, cuyas medias de’E os
cilaron entre 1,20 y 2,41, son los hombres y las mujeres de la Escuela
Laboral, la Liga de Votantes Femeninas y la Iglesia Unitaria. Es intere
sante notar que los miembros de la clase trabajadora de la Escuela Laboral
tienen una media de E considerablemente superior a la correspondiente
a los miembros de la clase media (2,4 contra 1,2) y ligeramente superior a
la de los integrantes de la Liga de Votantes Femeninas y de la Iglesia
Unitaria (clase media). Aparentemente, los izquierdistas de clase'inedia
se han identificado no solamente con la clase obrera (en su ideología po
lítica) sino también con los grupos subordinados en general. Pero es pro
bable que los individuos de la clase obrera apoyen a grupos políticos
izquierdistas sin aceptar totalmente la ideología social que es su funda
mento; vale decir que pueden dedicarse a actividades liberales más por
razones de propio interés económico que por carecer completamente de
ideas etnocéntricas. Así lo abona el hecho de que los miembros de la Unión
de Trabajadores de la Electricidad, gremio militante del C. I. O., obtuvie
ran una media de E igual a 3,45,. valor ligeramente superior al de la Aso
ciación de Padres y Maestros (3,12), compuesta principalmente por per
sonas de la clase media de nivel educativo relativamente alto. Estos13
13 L a d ife re n c ia h a b ría sido p ro b a b le m e n te m a y o r si h u b ié ra m o s conocido la fa c ció n que el p a d re
apoyaba, a n te s que el p a rtid o p re fe rid o p o r éste. A sí, todos los su je to s d e m ó c ra tas p a rtid a rio s del New
D eal que d e c la ra ro n que su p a d re e ra “ d e m ó c ra ta ” se a g ru p a ro n b a jo el n om bre de “ ig u a l p re fe re n
cia q ue el p a d r e ’ \ p e ro q u iz á s en m u ch o s de esto s casos el p a d re fu e ra c o n tra rio al N ew D cal, lo
c u al s ig n ific a ría que se nos h a esc a p ad o u n a v e rd a d e ra d ife re n c ia e n tre padi-e e hijo , que e sta ría
ligada, suponem os, a p u n ta je s B m ás b a jo s. E s ta fa lla de m ed ició n hace m ás n o ta b le s la s d ife re n c ia s
o b te n id a s.
200 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
i<í G O í> o f 0 0 Cs l o rW O C í o co í co co CP Q0 03 o i
CO^CO^ 00 03 C0^ O JO <D C3 lO t - OI O En Oí 1•
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IDEOLOGÍA Y PERTENENCIA A GRUPOS EN RELACIÓN CON EL ETNOCENTRISMO 201
TABLA 15 (V)
P u n t a j e M e d io E d e Y a t o a s O r e a n im a c io n e s d e d a M u e s t r a q u e R e s p o n d ió
a la F orm a 40
M u je r e s de C lase M e d ia
G ru p o : Y M e d ia
1. Asociación de Padres j Maestros .......... ..................................... . .. 46 3,13
2. Escuela Laboral (miembros de clasemedia) ....................................... 11 1,20
3. Grupo de Iglesia Suburbana ............................................................... 29 5,23
4. Grupo de Iglesia Unitaria ................................................................. 15 2,32
5. Liga de Votantes Femeninas ............................................................ 17 2,06
6. Club de Mujeres de Alta Clase Media ............................................... 36 5,05
Totales Generales ............................................................................... 154 3,64
Desviación Standard ............................................................................ 1,96
H o m b r e s d e C lase M e d ia
G rupo: N M e d ia
1. Escuela Laboral (miembros de clase media) ..................................... 9 1,27
2. Asociación de Padres y Maestros ........................................................ 29 3,12
3. Grupo de Iglesia Suburbana ................... ........................................... 31 5,38
Totales Generales , ............................................................................... 69 3,89
Desviación Standard ............................................................................. 2,08
H o m b r e s d e C lase O b rera
G rupo: H M e d ia
1. Unión de Obreros de. Electricidad (O. I. O.) (miembros antiguos) . . . . 12 3,45
2. Escuela Laboral ............ ........................................................................ 15 2,41
3. Unión Internacional de Trabajadores Portuarios (C. I. O.) (nuevos
miembros)..........., ................................................................................. 26 4,60
4. Unión de Marinos ................................................................................. 8 4,74
Totales Generales................................................................................... 61 3,83
Desviación Standard .......... .............. .................................................... 1,72
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204 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
neutral, lo cual significa que estamos aún muy lejos de los principios de
mocráticos que encierran sus programas educativos y sus reglamentos ins
titucionales, Sería muy importante, tanto desde el punto de vista social
como teórico, conocer las razones por las que actividades destinadas a
combatir el prejuicio, tales como las que desarrolla la Unión Marítima
Nacional, no logran mejores resultados; asimismo, convendría encontrar
la manera de hacerlas más efectivas.
Los datos de la Forma 40 que figuran en la Tabla 16 (V) difieren de
los obtenidos con la Forma 45 en dos puntos importantes: la media general
de E es superior (5,08 contra 4,34) y las diferencias entre los distintos gre
mios son menores. Las diferencias se deben, en parte, al hecho de que los
datos de la Forma 45 se basan en la escala EAB de 10 ítems, mientras que
la Forma 40 contenía la escala Ea de 5 ítems. La muestra de la Forma 45
obtuvo un puntaje medio EA de 4,82 (Capítulo IV, Tabla 17, C), valor li
gero aunque no significativamente inferior a la media EAde la Forma 40
(5,08). Sin embargo, la subescala EB de la Forma 45 (en la cual figuraban
4 ítems sobre el antisemitismo) obtuvo una media de sólo 3,85, y la corre
lación de Ea-Eb corregida con la fórmula de Spearman-Brown, fue apenas
de 0,73. Parecería, entonces, que las dos muestras son semejantes en cuanto
a opiniones y actitudes en EA (negros, extranjeros, zootsuiters, patriotis
mo). Además, el que las diferencias entre los resultados de los distintos
gremios correspondientes a la Forma 45 sean mayores que las de la For
ma 40 se debe probablemente a los ítems EB de la Forma 45. Ello signifi
caría que hay más -discrepancia entre los gremios en lo que respecta al
antisemitismo que en lo relativo a otras formas de prejuicio. Así, la Unión
Marítima Nacional obtuvo en la Forma 45 una media de 3,76, valor nota
blemente inferior a-1 de la media de la muestra (4,34); pero el mismo sin
dicato logró en la Forma 40 una media de 4,87, que es sólo levemente in
ferior a la media de la muestra (5,08). Si bien las diferencias de muestreo
y otros factores que escapan a nuestro dominio pueden haber influido en
estos resultados, cabe pensar que las actividades educativas de la Unión
Marítima Nacional han logrado probablemente menos en la lucha contra
unas formas de prejuicio (EA) que contra otras (EB) M
Nuestro propósito de determinar el nivel de clase y de renta y el
medio social de los sujetos fracasó relativamente por diversos motivos. No
nos era posible formular el número de preguntas necesario para obtener
un índice adecuado del nivel de clase socioeconómica. Además, las distin
tas preguntas que incluyéramos quedaron muchas veces sin respuesta, ya
sea por un sentimiento de autodefensa o por desconocimiento (por ejem
plo, de los ingresos del padre o del marido). Muchos de los sujetos no
tenían en ese momento entrada alguna debido a la falta momentánea de
empleo o a su status militar o estudiantil. También se dio el caso de indi
viduos que durante la época de guerra vieron aumentados sus ingresos sin
que se produjera paralelamente un verdadero cambio de nivel de clase.
Por estas y otras razones, los datos que presentamos a continuación deben
interpretarse con gran cautela y de modo aproximativo.
La Tabla 17 (V) muestra los puntajes medios de E de los grupos cla
sificados según la renta que percibían en el momento en que se realizó la
investigación. Se observará que cerca del 25 por ciento de la muestra total
declaró carecer de Ingresos, mientras que el 13 por ciento dejó la pregunta
sin respuesta. La mayor parte de las rentas consignadas eran inferiores3
33 De haberlo perm itido el tiempc, habría sido interesante obtener por separado las m edias de
M y Djb correspondientes a eada grupo grem ial de la m uestra <jue respondió a la Forma. 45, para luego
com parar estos datos con los de la Forma 40.
IDEOLOGÍA Y PERTENENCIA A GRUPOS EN RELACIÓN CON EL ETNOCENTRISMO 2 0 5
a 3.000 dólares anuales y sólo tres individuos hicieron constar una entrada
superior a los 10.000 dólares.
Entre los que declararon ganar menos de 5.000 dólares no se aprecian,
diferencias sensibles en los puntajes medios de E (3,30 a 3,57) ni tampoco
una tendencia al aumento o a la disminución de los mismos según el monto
de la renta. Pero el grupo de 5.000 a 10.000 dólares obtuvo una media de E
notablemente baja (3,02), mientras que el grupo que percibía “más de
10.000 dólares” evidencia el mayor grado de etnocentrismo con una media
de 4,70. El numeroso aunque heterogéneo grupo —en su mayoría mujeres—
que carecía de ingresos tiene también una media E relativamente alta.
(4,10). Entre los Hombres de Clase Obrera (Forma 40), la media de E dis
minuye con el aumento de los ingresos hasta la cantidad de 5.000 dólares,
después de la cual vuelve a aumentar la media E. Por otra parte, entre los
Hombres de Clase Media (Forma 40) y los Hombres Estudiantes de las
Universidades de Oregón y de California (Forma 60), el grupo de 5.000-
10.000 dólares es, por mucho, el que obtuvo menor puntaje etnocéntrico.
Consecuentemente, no existe una relación simple entre ingresos y etno
centrismo, y la que existe entre la renta y la ideología puede no ser igual
en la clase media que en la clase trabajadora. Es interesante el hecho de
que en los dos grupos de mujeres no estudiantes (de la Clínica Psiquiátrica
y de Clase Media), aquellas que no tenían ingresos eran, en promedio,
considerablemente más etnocéntricas que las que los tenían. El menor
valor de la media E obtenida por las mujeres que' trabajan puede deberse
a su situación económica; es más probable, empero, que las inclinaciones
de la personalidad conducentes al no-etnocentrismo tiendan a despertar
también la voluntad o el deseo de realizar un trabajo lucrativo.
Pensamos que la renta esperada proporcionaría mejor medida de las
aspiraciones económicas (y quizás de la identificación de clase) que los
ingresos que recibía el sujeto en ese momento. En la Tabla 18 (V) ;pre
sentamos los puntajes medios de E obtenidos por los grupos formados se
gún la renta esperada (dentro de los diez años siguientes) por sus inte
grantes. Los dos grupos más numerosos son los constituidos por personas
que esperan ganar de 5.000 a 10.000 dólares y de 3.000 a 3.900 dólares, en
este orden. Los totales generales de todas las muestras combinadas evi
dencian que la media de E aumenta gradualmente en relación directa con
la renta esperada. No obstante, los datos correspondientes a cada una de
las muestras revelan un estado de cosas más complejo. La media vde E.
de los tres grupos de mayor renta (superior a 4.000 dólares) es más alta que
la de los agrupamientos de Ingresos reducidos, principalmente porque las
muestras etnocéntricas de la Escuela Marítima (formas 45 y 40) consti
tuyen el grueso (50 a 70 por ciento) de aquéllos. Se observará que dentro
de cada muestra de la Escuela Marítima no existe una relación clara entre
la renta esperada y la media E. De igual modo, no se comprueban tenden
cias uniformes en las demás muestras. Así, en lo que respecta a la Forma 78
los niveles de 4.000 a 10.000 dólares son ligera aunque no significativamente
más etnocéntricos que los niveles más bajos, pero la media E de menor
valor corresponde al nivel de “más de 10.000 dólares”. Por otra parte, en
los resultados de la Forma 60 vemos que las variaciones de la media de E
son pequeñas (2,97 a 3,34) y no guardan relación con la renta. Por lo
tanto, las diferencias entre las muestras son mucho más grandes que las
diferencias entre los niveles de renta verdadera o esperada.10 Estos resul
tados tienen poca o ninguna conexión con la teoría de que las fuerzas eco-
16 En estudios prelim inares (no publicados) del etnocentrism o en relación a la renta deseada se-
obtuvieron análogos resultados negativos.
206 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
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IDEOLOGÍA Y PERTENENCIA A GRUPOS EN RELACION CON EL ETNOCENTRISMO 2 0 7
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208 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
TABLA 19 (V)
P u n t a je M e d io AS o Ea de Grupos C l a s if ic a d o s Según R e n t a d el P adre
Menos de 2.000 —
Gr-wpo 2,000 461. 2.900 ddl-
N Medía N Media
G ru p o s F o r m a 7 8 :
Mujeres Gurso Oratoria, U.C................................................... 8 2,94 17 3,35
Hombres Curso Oratoria, TJ.C................................................... 2 5,45 6 3,33
Mujeres Curso Extensión Psicológica ...................................... 1 4,20 2 4,25
Mujeres Profesionales ............................................................... 2 5,65 6 2,30
Totales: ............................................................................. 13 3,84 31 3,20
G ru p o s F o rm a 0 0 :
Mujeres Estudiantes Universidad Oregón ............................. 5 3,45 7 3,08
Mujeres Estudiantes UniversidadOregón y California ........... 0 — 9 3,17
Hombres Estudiantes UniversidadOregón y California............. 6 2,60 11 3,28
Totales: ............................................................................. 11 2,99 27 3,19
G rupos F o rm a 4 5 :
Hombres Escuela Marítima .................................................... 12 3,88 26 4,09
Hombres Clínica Psiquiátrica ...............: ................................ 6 3,62 4 2,88
Mujeres Clínica Psiquiátrica ................................................. 5 4,36 4 3,70
Totales: ............................................................................. 23 3,92 34 3,90
G ru p o s F o r m a 4 0 :
Mujeres Estudiantes UniversidadGeorge Washington ........... 2 4,80 7 3,20
Hombres Escuela Marítima ................................................ 6 5,57 34 5,48
Mujeres Clase Media ....................... 7 3,46 9 3,29
Hombres Clase Media ................ 3 2,87 8 3,35
Hombres Clase Obrera ............ 5 4,00 4 5,40
Totales: .................................................................. 23 4,16 , 62 4,62
Totales Generales: ............................................................. 70 3,84 154 3,92
a En la s d iv e rsa s fo rm as em pleam os las sig u ie n te s e sc a la s: Form a 78: E scala AS (10 íte m s)
F o rm a 60: E sc a la E (12 íte m s)
F o rm a 46: E sc a la E (10 íte m s)
F o rm a 40: E sc ala E ( 5 íte m s)
P u n t a j e M e d io A S o B « d e G r u p o s C l a s if ic a d o s S e g ú n B e n t a d e l P a d r e
5. 000—
1
4. M ás de
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S in R-esp.
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3.900 dóh 4.9 0 0 ddL 10.000 dói. 10.000 ¿61.
N M edia N M edia N M edia N M edia N M edia •N M edía D. S.
■18 4,11 10 3,64 35 4,14 7 3,97 58 4,12 132 4,04 ■' ■"1,58
30 5,01 14 4,73 29 5,13 0 4,60 46 4,89 164 5,08 1,76
10 3,30 5 1,84 9 2,64 5 1,72 109 3,96 154 3,64 1,96
6 4,63 5 4,56 10 4,12 4 2,40 33 4,00 69 3,89 2,08
12 4,00 0 — 3 5,67 0 — 3o 3,41 59 3,83 1,72
71 4,40 34 3,96 86 4,37 21 3,29 281 4,08 578 4,19 1,90
186 3,77 73 3,88 205 3,82 55 3,35 589 3,84 1.332 3,82 —
TABLA 20 (V)
P u n t a j e M e d io AS o E« de G r u p o s C l a s i f i c a d o s p o r O c u p a c ió n P a t e r n a
O ca tí
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Gr « p o N M edia N M edia N M edia N M edia
G ru p o s F o rm a 78 :
M u jeres C urso O ra to ria , U. C ................. 28 2, ‘93 25 3,16 12 3.76 9 3,08
H o m b res C urso O ra to ria , tj. C ................. 16 8,65 5 2,96 10 2,35 0 —
M u jeres C urso E x te n sió n P sico ló g ica . . 1 4,00 3 3,23 2 4,55 3 4,10
M u jeres P ro fe sio n a le s ................................. 6 2,80 1.2 2,23 6 2,75 4. 3,05
T o tales ....................................................... 46 3,19 50 2,92 30 3,15 18 3,26
G ru p o s P o m a 60 :
M u jeres E s tu d ia n te s U n iv . Q regón . . . . 5 2,94 8 3,37 3 3,54 6 4,08
M u jeres E s tu d ia n te s U niv, O regón y
C alifornia. .................................................. 1 2,32 14 3,45 4 3,44 8 3,05
H o m b re s E s tu d ia n te s Un.ív. O regón y
C alifo rn ia ................................................ 8 3,24 7 3,69 6 2,35 11 2,54
T o tale s ............................................... 14 3.07 29 3,49 13 2,96 25 3,07
G ru p o s T o r n a 4 5 :
H o m b res E sc u ela M arítim a ....................... 48 4 ,1 6 29 4,29 17 4.32 9 4,82
G ru p o s F o rm a 4 0 :
M u jeres E s tu d ia n te s U n iv e rsid ad G'eorge
W ash in g to n ............................................. 14 3,83 20 4,28 10 4,34 1 2,20
H o m b res E sc u ela M a rítim a ....................... 47 5,22 16 4,76 26 5,01 10 5,72
T o tales ....................................................... 61 4,90 36 4,48 35 4,82 11 5,40
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F. CONCLUSIONES
El estudio de las pertenencias grupales y de las ideologías politico
económicas nos ha llevado a un concepto más amplío del individuo anti
democrático. Las escalas de antisemitismo y de etnocentrismo, medidas
básicas de las tendencias antidemocráticas, muestran relaciones estadísti
camente significativas con la dimensión izquierda-derecha de la ideología
politicoeconómica. Parece existir una afinidad entre el conservadorismo
y el etnocentrismo, así como entre el liberalismo y el antietnocentrismo.
La relación es, empero, cuantitativamente imperfecta, (r aproximadamen
te igual a 0,5) y cualitativamente compleja. Proponemos que futuros es
tudios desmenucen la dimensión derecha-izquierda en numerosas- pautas
ideológicas. Una de éstas —quizás la más significativa en lo que respecta
:a la antidemocracia en potencia— es el pseudoconservadorismo.
En capítulos anteriores hemos visto que la oposición a los judíos o a
los negros, por ejemplo, no son actitudes aisladas sino partes de una ideo
logía etnocéntrica relativamente unificada. El presente capítulo señala
que el propio etnocentrismo no es más que uno de los aspectos de una pauta
más general de pensamiento social y funciones grupales. En la ideología
politicoeconómica de determinado individuo se descubren tendencias si
milares a aquellas que constituyen el fundamento de su ideología etno
céntrica, En suma, la ideología concerniente a cada campo social debe
considerarse como una de las facetas de la personalidad total y como ex
presión de predisposiciones psicológicas (“subideológicas”) más profundas.
C apítulo VI
A. INTRODUCCIÓN
Nuestro planteo general del problema religión fue el mismo que for
mulamos al estudiar la ideología politicoeconómica. Consecuentemente, nos
propusimos determinar cuáles son las tendencias que pueden distinguirse
en ideas y prácticas religiosas y cuál es su importancia en el prejuicio o
la tolerancia. Pero no contábamos con categorías para el análisis de las
ideas religiosas. Estimamos que, antes de intentar la cuantificaci0n-.de las
tendencias de las ideologías religiosas era conveniente realizar un estudio
cualitativo del material de las entrevistas. Así lo hicimos, y en el Capítu
lo XVII exponemos los resultados,1 mas como se procedía a la recolección
de entrevistas y cuestionarios simultáneamente, no pudimos disponer de
un análisis cualitativo completo para la preparación de los instrumentos
de medida destinados al estudio de grupos de sujetos. En el contenido del
cuestionario sólo estaban representadas unas pocas hipótesis sugeridas por
las observaciones de las primeras etapas de nuestra indagación. El presen
te capítulo se ocupa exclusivamente de los resultados obtenidos por me
dio del cuestionario. Estos derivan de los datos sobre la religión profesada
por los sujetos y sus padres, declarada por aquéllos en la primera página
del cuestionario, de las respuestas a una pregunta abierta acerca de la
religión y la iglesia, empleada en una forma preliminar del cuestionario,
y de las contestaciones a tres ítems de escala que entran en el campo ge
neral de la religión.
B. RESULTADOS
1, P ertenencia a G rupos R eligiosos
a. A ceptación o R echazo de la R eligión . Obtuvimos los datos acerca de
la afiliación religiosa de los sujetos mediante la pregunta “¿Cuál es su
religión?”, que aparecía en la primera página de las cuatro formas del
cuestionario. Algunas personas especificaban una secta religiosa, otras
declaraban no pertenecer a “ninguna”, y otras aun, dejaban la pregunta
sin respuesta. La respuesta “ninguna” era considerada índice de rechazo
de la religión. Si en la contestación se hacía constar el nombre de un grupo
religioso, esto se tomaba como prueba de que el sujeto aceptaba la reli
gión de una u otra manera. La falta de respuesta no daba lugar a deduc-
- E n los C ap ítu lo s X I y X X I ta m b ié n se in clu y e m a te ria l de las e n tre v is ta s c o n ce rn ien te a ciertas,
a c titu d e s re lig io sa s.
216 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
2 L a estim ació n de la im p o rta n c ia de las d ife re n c ia s e n tre m edias se Lace en e-ste eap íta lo co n
fo rm e a la s m ism as re g la s em p lead as en el C ap ítu lo V (C£, n o ta 12 del m ism o ). Si el X de los gru p o s
estu d iad o s a lc an z a a 50, u n a d ife re n c ia de 0,6 p u ed e s e r s ig n ific a tiv a , p o r lo m enos al nivel del 5 p o r
ciento. L a m a y o ría de. las d ife re n c ia s a n a liz a d a s en este c a p ítu lo son m u y su p e rio re s a 0,6 y p a re c e n
e n c o n tra rse b a s ta n te p o r en cim a de los re q u is ito s m ín im os de s ig n ific a ció n e sta d ís tic a .
3 P o r sn n ú m ero, e sta secta no d e b e ría s e r in c lu id a e n tre la s “ p rin c ip a le s ” de los E sta d o s U nidos.
EL ETNOCENTRISMO EN RELACIÓN CON ACTITUDES Y PRÁCTICAS RELIGIOSAS 217
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TABLA 1 (V I)
P u n t a je s M e d io s A S o E m ; V a r io s Grupos R e l ig io s o s
I. II. m .
C atólico Pro-tes- P rin c ip a le s P ré s b ite - M etodista L u te ra n o
ta n te ü S e c ta s P ro - rian o
G rupo te s ta n te s
C om binadas
■Grupos T o m a 78:
M u jeres C urso O ra to ria . . , 23 3,15 24 3,35 ( 80) (3 ,5 2 ) 18 3,69 19 3,70 6 4,03
H o m b re s C u rso O ra to ria . . . 9 3,66 14 3,73 ( 18) (3,04) 5 2,98 4 2,60 1 3,70
M u jeres C íase E x te n sió n . . s 4,38 13 3,99 ( 9) (2 ,8 0 ) 2 1,80 1 2,50 0 “““
M u jeres P r o f e s i o n a l e s ............. 10 2,44 17 2.64 ( 22) (3 ,0 9 ) i 5,10 1 4,80 0 —
T o ta l; F o rm a 78 ...................... 50 3,29 68 3,37 {129} (3 ,3 3 ) 26 3,46 25 3,52 7 3,99
■G rupo s F o rm a 60:
M u jeres E s tu d ia n te s U nív.
O regón ...................................... 3 3,36 4 1,85 ( 26) (4 ,1 2 ) 8 3,63 4 4,08 1 5,25
M u jeres E s tu d ia n te s U niv,
O regón y C alifo rn ia .......... 5 3,40 18 3,15 ( 20) (3 ,6 0 ) 3 3,83 3 3,25 2 2,58
H o m b re s E stu d . U niv. Ore-
g ó n y C alifo rn ia .................. 4 3,98 13 3,15 ( 19) (3 ,1 1 ) 2 3,92 3 2,86 2 4,50
T o ta l: F o rm a 6o .................... 12 3,58 35 3,05 ( 6 5 ) (3 ,6 6 ) 18 3,72 10 3,4 7 5 3,8 8
■G rupo s F o rm a 45:
H o m b res E sc u ela M a rítim a . 25 4,36 77 4,59 ( 46) (4 ,5 1 ) 3 5,23 12 4,65 9 4,42
H o m b re s C lín ica P s iq u iá tric a 11 3,46 18 3,94 ( O) (4 ,3 2 ) 2 3,30 1 5,50 0 —
: M u jeres C lín ica P s iq u iá tric a 18 4,55 15 4,58 ( LS) (3 ,5 3 ) 5 8,58 6 2,90 3 3,80
H o m b res S a n Q u in tín .......... 24 4,67 38 4,4,9 ( 29) (4 ,6 5 ) 4 4,35 7 4,83 4 4,98
■G rupo s F o rm a 4 0 :
M u jeres U n iv . G. W á sh in g to n 16 4,51 15 3,99 ( 8 1 ) (4 ,1 6 ) 15 4,53 12 4,52 4 ■ 4,15
H o m b re s E scu ela M a rítim a . 35 5,15 59 5,24 < 4 2 ) (5 ,0 7 ) 7 4,09 9 5,07 4 5,80
■."Mujeres Ciase M edia .......... 6 4,57 60 ■3,9-8 ( 61) (3,5.9) 9 4 ,2 0 3 5,60 1 ; 6,40
H om bros C lase M ed ia .......... ■3 8,20 29 4,28 ( ■20) (4 ,1 5 ) 3 4,00 5 4,48 1 5,00
H o m b res C lase O b re ra . . . . 14 4,67 16 3,75 ( 13) (4 ,1 5 ) 0 — 5 4,12 5 ' 4,20
" T o ta l: F o rm a 40 .................... 74 4,92 179 4,42 (2 1 7 ) (4 ,1 8 ) 34 4,31 34 4,69 15 ; 4,81
T o ta l G e n e ra l: c u a tro fo rm as 190 4,21 392 4,13 (4 8 1 ) (3 ,8 9 ) 83 3,92 88 4,10 39 . 4,38
c P r o te s ta n te se re fie re a q u í a los su je to s que re s p o n d ie ro n " P r o t e s t a n t e ” sin e sp e c ific a r sec ta ,
b R eunim os las sig u ie n te s s e c ta s : B ib lia, H erm an o s, C ristia n o s, D iscípulos, E vangélicos, H u m a n is
ta s, R-earme M oral, L ey N a tu ra l, N azaren o s, C u áqueros, A d v e n tista s, U n id a d , U n iv e rs a lista s . E stos
n o m b res son los em p lead o s p o r los su jeto s en sus re s p u e s ta s al c u e stio n a rio . L a d iv isió n de sec ta s
p ro te s ta n te s p rin c ip a le s y m en o res no c o n cu e rd a e x a c ta m e n te con la p ro p o rc ió n de m iem bros de
la s m ism as en los E s ta d o s U n id o s ; la h icim os m ás b ien en base a la re p re s e n ta c ió n de e sta s
se c ta s d e n tro de n u e s tra m u e stra to ta l.
TABLA l (V I) ( Cont .)
P u n t a je s M e d io s AS o E de V a r io s G r u p o s R e l ig io s o s
iv . v. v i.
Oo ngre* E p isco p al B a p tis ta C iencia H o rm ó n U n ita ria S e c ta s P ro- N inguna S in
gacional C ris tia n a te s ta n te s R esp u e sta
M enores
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::222 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
trismo; los sujetos, particularmente las mujeres, que profesan una religión
distinta a la aceptada por la madre han sido tal vez capaces de librarse
■de dichas actitudes y, consecuentemente, en buena medida, del prejuicio.
Los resultados que acabamos de presentar son mucho más acentuados
en las mujeres que en los hombres. Esto podría explicarse por el hecho
de que, para los hombres, la madre no constituye habitualmente un centro
de conflicto en lo que a autoridad se refiere, y que aquellos que siguen a
la madre en materia religiosa pueden adquirir así algo de ese humanismo
■cristiano que rechaza los prejuicios.
Estas observaciones acerca de las relaciones familiares en lo que con
cierne a la religión y al etnocentrismo señalan que, para comprender por
qué algunas personas religiosas son prejuiciosas y otras no, es necesario
explorar los aspectos psicológicos más profundos del problema y no limi
tarse a los factores sociológicos generales.
2. “I m p o r t a n c ia ” de la R e l ig ió n y de la I g l e s ia
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224 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
hay muchas cosas importantes que la mente humana jamás podrá com
prender”. Se consideraba que los sujetos que aprobaran este ítem creían
en la existencia de un misterioso reino espiritual inaccesible a la investi
gación y que les merecía una actitud de reverencia. Esperábamos que estas
ideas se correlacionaran con el etnoeentrismo. La media correspondiente
a la Forma 78 fue igual a 4,35 y el P. D.Asf de 0,97. En el caso de la Forma 60,
donde el ítem aparecía en una versión ligeramente modificada, la media
fue de 4,98 y el P. D.E de 1,32. Nuevamente encontramos pruebas de la
existencia de una relación entre una idea religiosa particular y el etno-
centrismo. Este ítem, lo mismo que el anterior referente a la “fuerza so
brenatural”, mostró correlación significativa con el resto de la escala des
tinada a medir las tendencias antidemocráticas implícitas; se la empleó
durante todo el transcurso del estudio.
Estos resultados sugieren que, de haber sido posible expresar variedad
de creencias, ideas y sentimientos religiosos en forma de ítems de escala,
habríamos obtenido resultados cuantitativos más contundentes acerca de
las relaciones entre la ideología religiosa y el etnoeentrismo. Ésta bien
podría ser materia de una investigación futura.
C. ANÁLISIS
En nuestro país, hoy en día, el pertenecer a un cuerpo religioso o identi
ficarse con éste no significa ciertamente que se participa de los tradiciona
les valores cristianos de tolerancia, hermandad e igualdad. Por el contrario,
parecería que quienes los sustentan más firmemente son los individuos que
no están adheridos a ningún grupo religioso. Esto podría deberse a que
la afiliación religiosa o la asistencia a la Iglesia carecen de importancia
en la determinación de las actitudes sociales, a que la gran mayoría de
norteamericanos de clase media se identifican con una secta religiosa por
mera costumbre, sin pensar en el significado de las ideas religiosas. Esta
hipótesis concuerda con el hecho de que los puntajes medios y la varia
bilidad de las grandes sectas religiosás son muy semejantes a los que en
contramos en nuestra muestra total. Podría argüirse, empero, que el acer
carse a la religión por convencionalismo es signo suficiente de identificación
con el status quo, de sumisión a la autoridad externa. Asimismo, es una
disposición a establecer, sobre bases morales, una marcada diferencia entre
aquellos que “pertenecen” y los que no, a separar, en términos de punta
je E, a los miembros de las grandes sectas religiosas de los individuos no
religiosos y de los integrantes de aquellos grupos menores que, en realidad,
representan tendencias de carácter opuesto. Al mismo tiempo, los miem
bros de las sectas principales parecen presentar grandes diferencias entre
sí en lo que respecta a las tendencias de esta índole; cuando hay signos
de que la religión ha sido aceptada primordíalmente por consideraciones
de naturaleza convencional o externa, los puntajes de E tienden a aumen
tar. Es así como el etnoeentrismo suele ir ligado al acuerdo religioso entre
los padres y a la igualdad de religión entre el sujeto y la madre. En el
primer caso, el hijo pudo haber tenido menos oportunidad de tomar con
ciencia de los problemas involucrados, y en el segundo, la adopción de las
creencias maternas podría ser indicio de sumisión ante la autoridad. Pero
entre los miembros de las sectas más importantes hay muchos sujetos cuya
religión parecería “genuina” en el sentido de que la adoptaron más o menos
independientemente de las presiones externas y de que la misma ha to
mado en ellos la forma de valores internalizados. Aparentemente, estos
Individuos tienden a obtener puntajes de etnoeentrismo bajos, y, a me
226 LA PER SONALIDAD A U T O R ITA R IA
A. INTRODUCCIÓN
persona. ¿No se podría crear una escala que abordara más directamente
estas fuerzas más profundas, a menudo inconscientes? Si fuese posible cons
truir la escala y validarla mediante estudios clínicos posteriores, ¿no ha
bríamos obtenido con ella una estimación más exacta del potencial anti
democrático que la que pudo lograrse con las escalas de carácter más pa
tentemente ideológico? Era difícil predecir cuáles serían los resultados
de esta escala, pero la experiencia con las técnicas clínicas y las otras
escalas prometía un buen éxito. Cuando intentamos encontrar una expli
cación de la generalidad del antisemitismo o del etnocentrismo, descubrir
por qué razón los distintos ítems de estas escalas concuerdan entre sí,,
llegamos a la conclusión de que en el individuo actúan inclinaciones
psicológicas duraderas que caracterizamos como: estereotipia, convencio
nalismo, preocupación por el poder, etcétera. El estudio de las opiniones
ideológicas de indivduos, tales como Mack y Larry, nos había condu
cido a iguales conclusiones: aparentemente, en cada persona existen pre
disposiciones que se reflejan tanto en sus opiniones sobre cada campo
ideológico como en sus ideas acerca de asuntos que se consideran carentes
de carácter ideológico. Y cuando examinamos el material clínico-genético,
resultó evidente que dichas inclinaciones eran muchas veces atribuibles a
necesidades profundas de la personalidad. Por lo tanto, debíamos formular
ítems que, aunque presentaran opiniones y actitudes y tuvieran la misma
forma que los que figuran en los cuestionarios comunes sobre opiniones
y actitudes, sirvieran en realidad para “delatar” tendencias antidemocrá
ticas fundamentales .de la personalidad. Esto permitiría aplicar, a estudios
de grupos, conceptos e hipótesis derivados de la investigación clínica; asi
mismo, nos ayudaría a comprobar si podíamos estudiar en una masa de
personas ciertos rasgos que, de ordinario, se consideran individuales y
cualitativos.
El segundo propósito de que hablamos —la cuantificación de las ten
dencias antidemocráticas al nivel de la personalidad— no desplazó al pri
mero, consistente en la medición del antisemitismo y del etnocentrismo
sin mención específica de grupos minoritarios o de problemas politicoeco
nómicos del momento. Antes bien, creíamos que ambos podrían llevarse
a la práctica conjuntamente. Estimábamos que AS y E estarían en corre
lación con la nüeva escala porque las respuestas a ellas estaban fuerte
mente influidas por las mismas tendencias fundamentales que la nueva
escala buscaba alcanzar por un camino diferente. Y por cierto que tal co
rrelación podría tomarse como prueba de que el antisemitismo y el etno
centrismo no son actitudes aisladas, específicas o enteramente superficia
les, sino expresión de tendencias persistentes del individuo. El obtenerla
dependía, empero, de la medida en lográramos excluir de la nueva escala
aquellos ítems que los sujetos habrían podido asociar tan frecuente o auto
máticamente con el antisemitismo o el etnocentrismo que los habrían con
siderado como aspectos de la misma “línea” política que éstos. Pero supo
níamos que, de todos modos, el descubrimiento de opiniones y actitudes,
no pertenecientes al campo politicosocioeconómico, que estaban ligadas al
antisetismo y al etnocentrismo nos proporcionaría un conocimiento más
amplio de la visión prejuiciosa del mundo. Dimos al nuevo instrumento el
nombre de escala F para denotar que se ocupa de las tendencias prefascis
tas implícitas.
Ciertas consideraciones teóricas señalaban que probablemente las co
rrelaciones de F con AS y E no se aproximarían a la unidad. Esperábamos
que la escala F captara algo del potencial antidemocrático que no llegaba
a expresarse en las respuestas a los ítems que trataban directamente de la
M E D IC IÓ N DE LAS T EN D E N C IA S A N T ID E M O C R Á T IC A S IM P L ÍC IT A S 231
V.
hostilidad hacia minorías. En rigor de verdad, los ítems de nuestras esca
las AS y E fueron formulados, en su mayor parte, de manera tal que per
mitieran al sujeto poner de manifiesto sus prejuicios sin dejar de sentirse
democrático. Reconocíamos, empero, que podía suceder que un sujeto ob
tuviera puntajes bajos en AS y E para luego revelarse prejuicioso en la
entrevista, durante la cual podía explayarse libremente y entablaba una
relación confidencial con el entrevistador. Más aú%. debimos admitir que
un individuo podía negarse a expresar hostilidad alguna hacia grupos mi
noritarios y, sin embargo, evidenciar rasgos que sólo cabía interpretar-
corno una susceptibilidad a la propaganda antidemocrática (verbigracia,
la tendencia a las ideas estereotipadas sobre minorías o la inclinación a.
rechazar por razones morales grupos sociales no étnicos). Si pretendiéra
mos que la escala F fuera una medida del potencial antidemocrático —el
cuál podría o no expresarse en hostilidad franca contra exogrupos— no
sería posible una correlación perfecta con AS o E. Ante todo, debíamos
exigir de ella que cumpliera la misión de discriminar a los individuos a
quienes un estudio clínico intensivo podía mostrar sensibles a la propa
ganda antidemocrática. Aunque no podíamos, dentro de los alcances del
estudio, emplear la escala F por sí sola como base para la selección de
entrevistados, nos fue dado establecer relaciones entre los puntajes F y
otros índices de tendencias antidemocráticas de la personalidad sacadas a
luz por otras técnicas. Aparentemente, dichas tendencias podían existir
en un sujeto aun cuando éste no hubiera obtenido puntajes AS o E altos.
Sin embargo, no debe exagerarse la distinción entre lo latente y lo
manifiesto. Si en una persona existen tendencias antidemocráticas de
origen emocional, es de esperarse que, por lo general, éstas salgan a la su
perficie por acción de los ítems AS y E, que persiguen precisamente este
propósito, así como por medio de la escala F y otros métodos indirectos.
La persona que obtuviera puntaje alto en F pero no en AS o E, sería ex
cepción y sus procesos inhibitorios de la expresión de prejuicios contra
minorías requeriría una explicación especial.
TABLA 1 (VII)
E scala F : F orma 78
2. Aunque muchas personas se burlen, es posible demostrar que la astrología puede explicar
muchas cosas.
3. Nuestro país se está alejando tanto del verdadero modo de vida americano que tal vez
sea necesario recurrir a la fuerza para restablecerlo.
6. Es natural y justo que se imponga a las mujeres ciertas restricciones que no pesan sobre
los hombres.
9. Hoy en día, demasiada gente lleva una vida fácil y'antinatural; deberíamos volver a «na
forma de vida más primitiva, recia y activa.
10. No es simplemente una notable coincidencia el hecho de que en el Japón se produjese
un terremoto el 7 de diciembre de 1944, día de Pearl Harbor,
12. La iglesia- moderna, con todas sus reglas e hipocresías, no atrae a las personas profun
damente religiosas, sino principal menté a los individuos infantiles, inseguros y carentes
de criterio propio.
14, Cuando terminemos con los alemanes y los japoneses, deberíamos concentrarnos en otros
enemigos de la raza humana tales como las ratas, las víboras y los microbios.
17. La familiaridad crea, desprecio.
19. Deberíamos evitar hacer en público cosas que otros consideran censurables, aun cuando
sepamos que, en realidad, no lo son.
20. Uno de los principales méritos de la educación progresista es brindar al niño gran liber
tad para expresar los impulsos y deseos naturales que tan a menudo reprueba la clase
media convencional.
23. Quien no siente perdurable amor, gratitud y respeto por sus padres merece todo nuestro
desprecio.
24. Actualmente todo es inestable; debemos prepararnos para un período de constantes cam
bios, conflictos y trastornos.
28. Las novelas o los cuentos que nos hablan de ideas y sentimientos de la gente son más
interesantes que los relatos que sólo contienen acción, romanee y aventuras.
30. Las informaciones sobre las atrocidades cometidas en Europa se han exagerado grande
mente con fines propagandísticos.
31. La homosexualidad es una forma de delincuencia particularmente depravada y debería ser
castigada con severidad.
32. Para que la enseñanza o el trabajo sean efectivos, es esencial que los maestros o los
patrones indiquen detallada y exactamente qué es lo que debe hacerse y cómo,
35. Hay ciertas actividades tan flagrantemente antiamericanas ,que, cuando los funcionarios
M E D IC IÓ N DE LAS T EN D E N C IA S A N T ID E M O C R Á T IC A S IM P L ÍC IT A S 233
responsables no adopten las medidas necesarias, el ciudadano alerta debe tomar la ley en
sus manos.
'38. En las universidades se otorga demasiada importancia a lo intelectual y lo teórico y se
descuidan los aspectos prácticos y las simples virtudes del vivir.
.39. Todos debemos tener profunda fe en una fuerza sobrenatural superior a nosotros, a la
que hemos de guardar absoluta devoción y obediencia.
42. Cualquiera sea su conducta exterior, a los hombres sólo les interesan las mujeres por una
razón.
43. Las ciencias tales como la química, la física y la medicina han. llevado muy lejos ai
hombre, pero hay muchas cosas importantes que la mente humana jamás podrá com
prender.
46. Las órgías sexuales de los antiguos griegos y romanos son cosas de niños en comparación
con lo que sucede actualmente en este país aun en los círculos menos imaginables.
47. Nunca debemos dejar sin castigo un insulto a nuestro honor.
.50. La obediencia y el respeto por la autoridad son las principales virtudes que debemos en
señar a nuestros niños.
,53. Hay cosas que son demasiado íntimas o personales como para hablar de ellas siquiera
con los amigos más cercanos.
55. Aunque el. ocio sea agradable, es el trabajo duro lo quo da. interés y valor a- la vida.
■56. Después de la guerra puede sobrevenir una ola de crímenes; la represión de pistoleros
y maleantes se convertirá en un problema, social de magnitud.
58. No importa lo q u e se haga, siempre que se haga bien.
59. Tal como es la naturaleza humana, siempre habrá guerras y conflictos.
■•60. ¿Cuáles de los siguientes atributos son más importantes en una persona,? S ír v a s e m a rca r
con u n a X los tr e s m á s im p o r ta n te s :
sensibilidad y sentido artísticos
popularidad, buen carácter
empuje, determinación, poder de voluntad
ideas sociales amplias, humanitarias
pulcritud y buenas maneras .-■■■■'
sensibilidad y capacidad de comprensión
eficiencia, espíritu práctico, económico
intelecto y seriedad
expresividad emotiva, ternura, intimidad :
bondad y caridad. 1
•05, Bs casi seguro que esta serie de guerras y conflictos se acabará defintivadamento por
obra de un terremoto, una inundación u otra catástrofe que destruya ei mundo.
66. Los libros y las películas no deberían dedicarse tanto a los aspectos más sórdidos y tristes
de la vida ; tendrían que tomar preferentemente temas entretenidos o edificantes.
67. En definitiva, es propio de la naturaleza del hombre hacer únicamente lo que redunde
en su beneficio.
70. Nuestra vida está gobernada más de lo que la mayoría imagina, por complots fraguados
en secreto entre los políticos.
73. Hoy en día, en que hay tantas clases diferentes de gente por todos lados mezclándose
libremente, uno debe tener especial cuidado a fin de protegerse contra infecciones y en
fermedades. ' 9
74. Lo que este país necesita son menos leyes y oficinas nacionales y más dirigentes valientes,
incansables y devotos en quienes el pueblo pueda depositar su fe.
75. Los crímenes sexuales tales como la violación, y los ataques a niños, merecen más que la
prisión; quienes cometen estos crímenes deberían ser azotados públicamente.
77. Ninguna persona decente, normal y en su sano juicio pensaría jamás en lastimar a un
amigo o pariente cercano.
“clases inferiores” harían —de estar bien internalizados— que esa misma
persona se opusiera a la violencia y criminalidad que caracterizan al fas
cismo avanzado. Si, por otra parte, la adhesión a los valores convencionales
ha sido determinada por presiones sociales externas del momento, si se basa,
en la adhesión a los standards del poder colectivo con el que se está tem
porariamente identificado, no es difícil hallar estas características íntima
mente ligadas a una receptividad antidemocrática. Reservamos el nombre
de convencionalismo a aquel que responde a esta descripción y al cual
distinguimos de la mera aceptación de valores convencionales. El individuo
convencional es capaz de seguir con la conciencia tranquila los dictados
del agente externo, donde quiera lo conduzcan y, además, de cambiar to
talmente un conjunto de standards por otro diametralmente opuesto: tal
sería el convertirse de un comunismo declarado al catolicisipo.
Los ítems reunidos bajo el título de Convencionalismo brindan la opor
tunidad de reconocer si la adhesión de un individuo a valores convencio
nales es o no del tipo rígido y absolutista recién descripto. Por ejemplo,
la respuesta -j- 3 al ítem “Las principales virtudes que debemos enseñar
a nuestros niños son la obediencia y el respecto por la autoridad”, sería
indicio de tal clase de aceptación. Sin embargo, sólo podemos determinar
acertadamente el tipo de convencionalismo de un sujeto en base a sus con
testaciones a los ítems de las categorías restantes. Así, el convencionalismo
extremo, acompañado de una fuerte inclinación a castigar a los transgre-
sores de los valores convencionales no representa lo mismo que la presen
cia de valores convencionales unidos a una filosofía de “vivir y dejar-
vivir”. Dicho de otra manera, tanto en esta variable como en las demás,,
sólo nos es dable reconocer el significado de un puntaje alto si lo relacio
namos con el contexto general dentro del cual se produce.
1). S u m is iv id a d A u to r ita r ia
20. Uno cíe los principales méritos de la educación progresista es brindar al niño gran
libertad para, expresar los impulsos y deseos naturales que tan a menudo reprueba-
la clase media convencional.
23. Quien no sienta, perdurable amor, gratitud y respeto por sus padres, merece todo
nuestro desprecio.
.12. Para que la enseñanza o el trabajo sean efectivo, es esencial que los maestros o los-
patrones indiquen detallada y exactamente qué es lo que debe hacerse y cómo.
29. Todos debemos tener profunda fe en una fuerza sobrenatural superior a nosotros,,
a la que. hemos de guardar absoluta, devoción y obediencia.
4.2, Las ciencias tales como la química, la física y la medicina, lian llevado muy lejos
al hombre, pero hay muclias cosas importantes que la mente humana jamás podrá
comprender.
SO, La obediencia- y el respeto por la autoridad son las principales virtudes que debemos
enseñar a nuestros niños.
74. Lo que este país necesita son menos leyes y oficinas nacionales y más dirigentes va
lientes, incansables y devotos en quienes el pueblo pueda, depositar su fe.
77. Ninguna persona decente, normal y en su sano juicio pensaría, jamás en lastimar-
a un amigo o pariente cercano.
La sumisión a la autoridad, el deseo de un líder fuerte, la subordinación
del individuo al Estado y demás, se han presentado con tanta frecuencia y,
a nuestro parecer, justeza como aspectos importantes del credo nazi, que-
una búsqueda de los correlatos del prejuicio debía necesariamente tomar
en cuenta las actitudes citadas.1 Por cierto, es tan común asociarlas con el.
antisemitismo que resultaba particularmente difícil formular ítems que
dieran expresión a la tendencia subyacente sin mostrar vínculo lógico o
directo con el prejuicio, y no creemos haberlo logrado por completo. Evi
l E n tre Ion escritores que han infinido sobre nuestros conceptos acerca- del autoritarism o se cueiu-
tan E. Fromm (4 2), E. H. Erikson (2 5 ). A. Maslow (7!), A. R. Chisholm (1 8 ), y IV. Reicli (9 6 ).
M E D IC IÓ N DE LAS T EN D E N C IA S A N T ID E M O C R A T IC A S IM P L ÍC IT A S 237
no moralizado. Desde luego, dimos por dentado que los adultos rara vez
expresan de manera totalmente directa sus impulsos agresivos primitivos,
y que, en cambio, éstos deben ser modificados en medida adecuada o, al
menos, justificados para que el yo pueda aceptarlos.
Por lo tanto, la variable de que hablamos se refiere a la agresión ra-
cionalizada, aceptada por el yo, no moralizada. Partimos de la suposición
de que un sujeto podría dar expresión a esta tendencia aprobando propo
siciones que, aunque profundamente agresivas, estuvieran redactadas en
términos tales que se evitara toda censura moral. Así, algunos ítems ofre
cían un justificativo de la agresión, y estaban formulados de manera que
el acuerdo marcado indicara que el sujeto apenas necesitaba una ligera
justificación para disponerse a cualquier agresión. Otros ítems trataban
del desprecio por la humanidad y partían de la teoría de que en este caso,
la hostilidad es tan generalizada, carece hasta tal punto de objetivo defi
nido, que el individuo no se siente responsable de ella. Nos guiamos aún
por otro concepto, cual es el de que una persona puede expresar su agre
sión con la mayor libertad cuando piensa que los demás también lo hacen.
Por consiguiente, si desea ser agresivo, está dispuesto a creer que todos
actúan como él; que, por ejemplo, es propio de la “naturaleza humana” ex
plotar y combatir a sus semejantes. Se sobreentiende que tal agresividad
indiferenciada podría, por medio de la propaganda, ser fácilmente dirigida
contra minorías o bien contra algún grupo cuya persecución resultara be
neficiosa desde el punto de vista político.
h. P r o y a c tiv id a d
46. Las orgías sexuales de los antiguos griegos y romanos son cosa de niños en com
paración con lo que sucede actualmente en este país, aun en los círculos menos
imaginables.
56. Después de la guerra puede sobrevenir una ola de crímenes; la represión de pis
toleros y maleantes se convertirá en un problema social de magnitud. '
65. Es casi se g u ro q u e esta serie de guerras y conflictos se acabará definitivamente
por obra de un. terremoto, una inundación u otra catástrofe que destruya el
mundo.
70. Nuestra vida está gobernada, más de lo que mayoría imagina, por complots
fraguados en secreto entre los políticos.
73. Hoy en día, en que hay tantas ciases diferentes de gente por todos lados mezclán
dose libremente, uno debe tener especial cuidado a fin de protegerse contra infeccio-
ciones y enfermedades.
namos 7 puntos a las respuestas ~f~ 3; 6 puntos a las respuestas -f- 2, y así
sucesivamente. Los ítems 12, 20 y 28 son negativos (representan la posición
no prejuicíosa), por lo cual se otorgó un punto a la contestación .4- 3, etc.
La Tabla 2 (VII) da los coeficientes de confiabilidad, los puntajes medios
por ítem y las desviaciones standard correspondientes a estos cuatro gru
pos. La.confiabilidad media de 0,74 se encuentra dentro de los límites que
ordinariamente se consideran adecuados para las comparaciones entre
grupos, pero es un valor muy inferior al que se exige de un instrumento
verdaderamente preciso. Vista la diversidad de elementos que entraron en
la escala F, podría decirse que el grado de consistencia que señalan estas
cifras es lo máximo que cabía esperarse de esta forma preliminar de la
escala. Importaba saber si una corrección de la escala permitiría alcanzar
.la medida de confiabilidad que caracteriza a la escala E, o si nos encontrá
bamos —como pareció suceder con la escala CFE— ante campos de res
puestas en los que la gente no muestra mucha uniformidad.
Nótese que las Mujeres Profesionales evidencian una uniformidad con
siderablemente mayor que los otros grupos de sujetos, siendo su coeficien
te de confiabilidad igual a 0,88, valor que se aproxima al obtenido regu
larmente con la escala E, Puesto que estas mujeres son, en promedio, de
bastante más edad que los demás sujetos, el valor superior de la confiabi
lidad podría deberse a la mayor uniformidad de su personalidad.
No encontramos explicación fácil a la baja confiabilidad obtenida por
los Hombres de Oratoria. Además, la desviación standard y la amplitud co
rrespondiente a este grupo eran también desusadamente bajas. Para llegar
a una explicación valedera sería necesario obtener datos, con una escala F
mejorada, sobre una muestra masculina más numerosa.
TABLA 2 (VII)
C o n FIABILIDAD DE LA ESCALA F (FORM A 78) «
P r o p ie d a d G rupo G m eral &
~2 c 5“
ConfiabiMad ......................................... 0,78 0,56 0,72 0,88 0,74 ■\
Media total) ......................................... 3,94 3,72 3,75 3,43 ' 3,71 :'¡ -
Media (mitad impar) ........................... 3,80 3,59 3,60 3,22 3,55 :|
Media (mitad par) .............................. 4',08 3,87 3,91 3,64 3,88
D. S. (total) ........................................ 0,71 0,57 0,70 0,86 0,71
X). S. (mitad impar) ............................... 0,87 0,71 0,85 0,94 0,84 ~i
D.& (mitad par) .................................. 0,69 0,65 0,76 0,84 0,74 y
N ........................................................... 140 52 40 63 295 '■(
Amplitud ............................................... 2,12-5,26 2,55-4,87 2,39-5,05 1,68-5,63 1,68-5,63
a Los c u atro g ru p o s so b re los cine se b a s a n e sto s d a to s so n :
G rupo A : M u jeres Olase O ra to ria , U . O.
G ru p o B : H o m b re s O lase O ra to ria , U. C.
G rupo C: M u jeres C lase E x te n s ió n P sic o ló g ic a, U . O,
G ru p o D : M u jeres P ro fe sio n a le s.
b P a r a o b te n e r la s m ed ias g e n erales no se p o n d e ró p o r N la m e d ia d e ea,da g ru p o . -4
TABLA 3 (VII)
M ed ia y P oder D is c r im in a t o r io de l o s í t e m s s e l a E scala P ( F o r m a 78)®
« Los cuatro gruñes en. los que se basan estos datos son: Grupo A: M ujeres Curso O ratoria, 17. C.
(R = 140} : G rupo E : H o m b res Curso O ra lo ria, IJ, C, (¿ST — 52 ) ; G rupo C : M u jeres C urso E x te n s ió n ,
P sico ló g ica, U. O. (S = 40 ; G rupo D : M u jeres P ro fe sio n a le s (17 — 6 3 ). P a r a o b te n e r Las m ed ías g e
n e ra le s «o se p o n d e ra ro n p o r Jí las m e d ia s de c a d a grupo.
b . E l P , D .)(. se Lasa en la d ife re n c ia e n tre el c u a r til a lto y el b a jo de la d is trib u c ió n de la e sc a la F.
e E l P . D . as se L asa en., la d ife re n c ia e n tre el c u a r til alto y e! b a jo de la d is trib u c ió n de la escala AS,
P o r jem p ío , el P . D .A¿, de 1.24 c o rre s p o n d ie n te al ítem 2 in d ic a a u e la m edia del c u a r til b ajo de AS
fu e de 1,24 in fe rio r a la m ed ia del c u a r til a lto de AS.
■d Se obtiene la suma, de P. D.j.+P, D,A§ para cada ítem. El rango fina; de un ítem es el correspondiente
a esta suma en la distribución de sumas de la escala completa.
gima de las variables sino tratar de mejorar ó reemplazar los ítems menos
adecuados de cada conjunto.
Volviendo a los ítems que mostraron extraordinaria eficacia en el sen
tido estadístico, notamos que el ítem 75 (Crímenes sexuales) se encuentra
a la cabeza de los demás, es decir que la suma de su P. D* más su P. D.As
alcanza el valor más alto. Este ítem representa bastante aproximadamente
el ideal al que aspiramos en la formulación de los ítems de la escala F. No
sólo obtuvo una amplia distribución de respuestas, con una media asaz cer
cana al punto neutral, sino que el ítem combina, aparentemente de modo
muy efectivo, varias ideas que teóricamente cumplen un papel decisivo en
el prejuicio: el oculto interés por los aspectos más primitivos del sexo, la
predisposición a la agresividad física, la justificación de la agresión en nom
bre de valores morales. Más aún, el ítem parece bastante exento de toda
asociación lógica o automática con el prejuicio abierto. No debe sorprender
nos que el ítem que le sigue en eficacia, el número 50 (Obediencia y respe
to) , tenga una notable capacidad de diferenciación ya que la clase de auto
ritarismo que expresa es un aspecto bien conocido del ideario fascista. El
recurso de incluir el autoritarismo en un contexto relativo a la educación de
los niños parece quitarlo de la superficie del etnocentrísmo; pero, sea esto
verdad o no, el ítem concierne a una faceta de la filosofía fascista que de
ningún modo podía pasarse por alto.
El ítem 59, “Tal como es la naturaleza humana, siempre habrá guerras
y conflictos”, se clasificó en tercer lugar. Este ítem, que forma parte de la
serie Destructividad y cinismo, expresa varias ideas de particular importan
cia en el síndrome F. A un elemento de opinión francamente antípácifista,
se añade un desprecio por los hombres y una aceptación de la idea de la
“supervivencia del más apto” como racionalización de la agresividad. El
siguiente ítem, número 39 (Fuerza sobrenatural), parece expresar muy bien
la tendencia a transferir la responsabilidad a fuerzas externas que escapan
a nuestro dominio. Es ésta una manifestación de lo que hemos denominado
debilidad del yo; el ítem se incluyó también en la variable Sumisividad Au
toritaria, dado que la creencia en una fuerza sobrenatural está relacionada
con la fe en las autoridades del endogrupo. No pensábamos que la existencia
■de creencias y sentimientos religiosos sería significativa de por sí en lo que
a prejuicios se refiere; al idear este ítem nos guió el propósito de componer
una declaración tan extrema que recibiera escasa aprobación, y que confi
riera suficiente importancia a la “devoción absoluta” y al “acatamiento
total” a fin de que la persona proclive a someterse incondicionalmente se
pusiera de manifiesto en su respuesta. La media de 3,97 y el P. D. de 2,54
indican que logramos ampliamente nuestro objetivo. El ítem 23 (Amor per
durable), que ocupó el quinto lugar en la ordenación por eficacia, expresa
extremo convencionalismo moral y sentimientos de endogrupo relacionados
con la familia. Entra tanto en la Sumisión Autoritaria como en la Agresión
Autoritaria porque denota simultáneamente adhesión al endogrupo y una
actitud punitiva (“Merece todo nuestro desprecio”) hacia aquellos que vio
lan este valor. Esta proposición expresa de modo tan claro y exagerado la
actitud “protestar demasiado” que nos preguntamos si la decidida aproba
ción de la misma no encubre una hostilidad rebelde subyacente pero inhibi
da contra los padres y las figuras paternas. Puede decirse de estos cinco
ítems que son sumamente variados en su contenido aparente, que concier
nen a varios aspectos de la teoría fundamental —expresan el superyo,
el yo y el ello— y que, con la probable excepción del ítem 50 (Obediencia
y respeto), son muy indirectos en el sentido que damos aquí al término.
Siguiendo el examen de la clasificación de los ítems por su Poder Díscri-
250 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
46. Es posible que las guerras y los conflictos sociales se acaben definitivamente por
obra de un terremoto o de una inundación que destruya al mundo entero.
52, La desenfrenada vida sexual de los antiguos griegos y romanos era un juego ino
cente en comparación con lo que sucede en este país, aun en los lugares menos
imaginables
57. La mayoría no se imagina, hasta qué punto nuestra vida está dirigida por complots
fraguados en secreto entre los políticos.
i. S e x o : Preocupación exagerada por los “ hechos’ f sexuales.
34. Los crímenes sexuales tales como la violación o los ataques a niños, merecen más
que la prisión; quienes cometen estos crímenes deberían ser azotados pública
mente o reeibir un castigo peor.
52. La desenfrenada vida sexual de los antiguos griegos y romanos era un juego ino
cente en comparación con lo que sucede en este país, aun en los lugares menos ima
ginables.
58. Los homosexuales son sólo degenerados que deberían recibir severo castigo.
Con fiabilidad ........ : ............. 0,86 0,91 0,89 0,87 0.81 0,87
Media (total) ........................ 3,32 3,39 3,82 3,74 3,25 3,50
Media (mitad impar) .......... 3,41 3,42 4,09 3,78 3,19 3,58
Media (mitad par) .............. 3,24 3,36 3,56 3,73 3,28 3,43
I). S. (total) .......................... 0,86 0,96 0,93 0,81 0,71 0,85
I). S. (mitad impar) ............ 0,97 1,03 0,99 0,77 0,83 0,92
I), S. (mitad par) ................ 0,75 0,96 0,97 0,93 0,76 0,87
F ................................... 47 54 57 68 60 286
Amplitud .................................. ,00-5,50 1,24-5,50 1,82-4,38 24-5,62 1,97-5,35 1,82-5,
TABLA 6 (VII)
M edí a s y P oder . D ís c iu m ix a t o r io de l o s í t e m s de l a E sc a la F ( P o em a 6 0 ) «■
B ango B a n g o B a n g o F in a l <?-
í te m M e d ia P.D.P P. D.j. I\D.a » ib D.j- (P. 4"‘
.y h fe)
1. (Obediencia v respeto) ......... . 4,86 2,39 (14) 1,52 (17) (13)
2 . (Poder de voluntad) .............. . 4,44 2,50 (1 1 ) 1,46 (19) (1 2 )
5. (Americano recio) ................... 5,49 1,46 (29,5) 1,18 (25,5) (27)
6. (Ma)as maneras) ..................... 5,30 1,80 (23) 1,56 (13,5) (2 2 )
7. (Ciencias) .............................. . 4,98 1,71 (24) 1,32 (23) (25)
10 . (Guerras v conflictos) ............ . 4,46 1.67 (26) 1,70 (10 ) (2 1 )
1.1 . (Poder sobrenatural) .............. . 3,60 2,91 (4) 1,38. (2 1 ) (10 )
12. (Alemanes v Japoneses) ........ 3,71 3,16 (3) 2,83 (1 ) (1 )
16, (Cosas agradables) ................. 3,15 2,08 (20,5) 1,18 (25,5) (231
1.7. (Honor) .................................. . 3,14 2,46 (12 ) 2,3-4 (4) (7)
18. (Día. de Pearl Harbor) ........... 2,19 2,51 (10 ) 1,83 (5) (9)
19. (Disciplina y determinación) . , 3,68 3,17 (2 ) 2,28 (6,5) (3)
‘22. (Participación en gobierno) . , ,. 2,74 1,46 (29,5) 1,17 (27) (28)
23, (Ideas rebeldes) ..................... , 4,30 2,70 (7) 2,29 (5) (5)
24, (Nacido con necesidad) .......... 2,87 2,60 (8 ) 2,28 (6,5) (6 )
25. (Familiaridad) ....................... 3,30 2,08 (20,5) 1,33 (2 2 ) (2 0 )
29. (Ninguna persona normal) ... 3,55 2,82 (6 ) 1,95 (8 ) (8 )
30. (Débiles mentales) .................. 1,84 1,43 (32,5) 0,91 (30) (30)
32-. (Dirigentes devotos) .............. 4,49 2,42 (13) 1,43 (2 0 ) (15)
34, (Crímenes sexuales) ................ 3,43 2,83 (5) 2,52 (3) (4)
3o. (Dos clases) ............................. 1,44 0,73 (34) 0,38 (34) (34)
36. (Infecciones y enfermedades) , 4,80 1,68 (25) 1,03 (28) (26)
39. (Amor por padres) . ; .............. 3,16 3,28 (1 ) 2,56 (2 ) (2 )
40. (Astrología) ........................... 2,56 2,15 (17) 1,6 6 (1 1 ) (16)
41, (Fuerza para preservarnos) .. . 2,48 2,31 (15) 1,56 (13,5) (14)
44. (Indicaciones de patrones) . . . . 2,46 1.60 (27) 0,50 (33) (33)
45. (Intromisión) ......................... 3,48 2,52 (9) 1,56 (13,5) (1 1 )
46. (Inundación) ........................... 2,15 1,43 (32,5) 0,94 (29) (29)
49. (Librarnos de inmorales) ....... 2,74 2 ,12 (19) 1,56 (13,5) (18)
50. (Error confiar) ..................... . 2 ,12 (31) 0,84 (31) (31)
o2 . (Vida sexual) ......................... 3,18 2,13 (18) 1,50 (18) (19)
o3. (Demasiado hablar) ................ 3,87 1,83 (2 2 ) 1,24 (24) (24)
57. (Complots) .............................. 4^24 1,55 (28) 0,63 (32) (32)
08. (Homosexuales) ..................... 2,29 2,20 (W 1,54 (16) (17)
Media/Persona/Item ..................... 3,42 2,15 1,53
a Los cuatro grupos sobre los que se basaron estos datos sou :
Grupo I: Mujeres Estudiantes Universidad Oregón (K =: 47).
Grupo II: Mujeres Estudiantes Universidades Üregón y California (U = 54).
Grupo III: Hombres Estudiantes Universidades Oregón y California (K — 57).
Grupo IV: Hombres Fratrías Oregón (N ~ 68).
Para obtener las medias generales no se ponderó por- N la- media de cada grupo,
b El P. D.P se basa en la diferencia entre los cuartiles altos y bajo de la distribución de la escala F.
o El P. D.jj se basa- en la- diferencia entre los cuartües alto y bajo de la- distribución del
Por ejemplo, el P, D. ^ de 1,52 correspondiente a ítem I indica que la media del cuartil bajo en E
fue 1,52 punto inferior a la media del cuartil alto en E.
•d Se obtiene la- suma P. D.-,,,+P. U.l; para cada ítem. El rango final de un ítem es el que ocupa esta
suma en la distribución de sumas de la escala completa.4
4. T ercera E sca la F : F o r m a 45 y 40
terminar la guerra. Por otra parte, la experiencia nos había enseñado que
cuando se trabajaba con muy diversos grupos no universitarios, era muy
conveniente usar un cuestionario más breve.que el de la Forma 60. Por
estar las otras escalas ya abreviadas a un mínimo absoluto, la reducción
debía recaer sobre la escala F. Pero si deseábamos que la escala no per
diera amplitud y que, como esperábamos, aumentara su confiabilidad y
su correlación con E, debíamos ser muy cuidadosos en este proceso de re
ducción. Decidimos incluir 30 ítems en la nueva Forma.
Nuestra tarea consistió principalmente en descartar 7 ítems y añadir
tres nuevos. Como dijéramos antes, tuvimos que desechar 2 ítems exce
lentes porque habían perdido actualidad. Sacamos 5 ítems porque habían
obtenido P. D. comparativamente muy bajos y porque juzgamos que otros
ítems cumplían mejor las mismas funciones; éstos fueron: 44 (Indicacio
nes de patrones, rango 33), 50 (Error confiar, rango 31), 30 (Débiles men
tales, rango 30), 22 (Participación en gobierno, rango 28), y 5 (Americano
recio, rango 27). Se corrigieron detenidamente varios ítems cuyos P. D.
ocuparon posiciones inferiores incluyéndoselos en la nueva escala: 35 (Dos
clases, rango 34), 57 (Complots, rango 32) y 46 (Inundación, rango 29).
Uno de los tres ítems nuevos decía: “EÍ comerciante y el industrial son
mucho más importantes para la sociedad que el artista y el profesor”. Es
ésta una versión ligeramente modificada de un ítem que figurara en las
primeras formas de la escala CPE, en cuya oportunidad demostró ser dis
criminatorio en lo que respecta a CPE y E. Ya que este ítem expresa bas
tante bien convencionalismo y antiintracepción, su adición a la escala F
parecía promisoria. !
Otro ítem nuevo declaraba: “Es mejor poner en el gobierno de Ale
mania a hombres de la preguerra a fin de mantener el orden y prevenir
el caos”. En momentos en que formulábamos este ítem —fines del verano
de 1945— se acusaba al general Patton de buscar la colaboración de :nazis
y de personajes extremadamente conservadores para llevar adelante ciertas
fases de la ocupación. Las críticas argüían que de esta manera difícpmen-
te podría lograrse la cooperación de los elementos democráticos de Ale
mania; quienes defendían la conducta del general apuntaban la necesidad
de una acción eficaz y tendiente a evitar el caos. Por lo tanto se trataba de
un problema candente y creimos que un ítem sobre el tema podría brindar
a los “altos” la oportunidad de expresar su admiración por la autoridad
militar, su valoración de los medios, su preocupación por el orden Versus
el caos. (Probablemente, el fracaso de este ítem se debe a fallas de re
dacción: no osamos ser suficientemente explícitos acerca de cuáles eran
las autoridades de preguerra a las que convenía recurrir, de manera que
el término “preguerra” podía interpretarse como “prenazí”.)
“Sólo a través del sufrimiento se aprenden las cosas verdaderamente
importantes”, rezaba el tercero de los ítems nuevos. Lo incluimos porque
no pudimos ya resistir la tentación —siempre presente en cada revisión
de la escala F— de poner a prueba una nueva hipótesis, mejor dicho, de
obtener datos cuantitativos acerca de un fenómeno ligado a la pauta ge
neral del fascismo latente que se nos había presentado en los estudios
clínicos. Extrajimos el texto del ítem de un artículo de fondo relativo a la
reacción política que apareciera en una destacada publicación. Nos pare
cía adecuado para introducir el tema sadomasoquísta que, según creíamos,
era parte prominente de la personalidad del sujeto “alto”: éste considera
que él ha sufrido y, por lo tanto, sabe lo que es importante, y que aquellos
que no han logrado elevar su status, es decir los desvalidos, deben padecer
niás si desean mejorar su suerte. El ítem no dio muy buenos resultados;
256 LA PERSONALIDAD A U T O R ITA R IA
4. La esencia tiene su lugar, pero hay muchas cosas importantes que la mente lla
man a jamás podrá, comprender.
8. Todos debemos tener fe absoluta en un poder sobrenatural cuyas decisiones liemos
de acatar.
10. Algunas personas nacen con una necesidad de saltar de los lugares altos.
26. Puede dividirse a los hombres en dos clases definidas: los débiles y los fuertes.
29, Algún día se probará, quizás que la astrologíá. puede explicar muchas cosas,
33, Las guerras y los conflictos sociales pueden acabarse algún día por obra de un
terremoto o de una inundación que destruya el mundo entero.
f. P o d e r y “ F o r ta le z a ” : Preocupación por la dimensión dominio-sumisión, fortaleza-
debilidad, líder-seguidor; identificación con las figuras que representan el poder;
exageración de los atributos convencion alizados del yo; valoración excesiva de la
fuerza y la dureza.
2, Ninguna debilidad o dificultad puede detenernos cuando tenemos suficiente poder
de voluntad.
13. Lo que más necesita, nuestra juventud es una disciplina estricta, firme determi
nación y voluntad de trabajar y luchar por la familia y la patria.
19. Debe castigarse siempre todo insulto a nuestro honor.
22. Es mejor poner en el gobierno de Alemania a hombres de la preguerra a fin de
mantener el orden y prevenir el caos.
23. Lo que este país necesita, primordialmente, antes que leyes o planes políticos,
son algunos líderes valientes, incansables y devotos en quienes el pueblo pueda
depositar su fe.
26. Puede dividirse a los hombres en dos clases definidas: los débiles y los fuertes,
38. La. mayoría no se imagina basta- qué punto nuestra- vida está dirigida, por com
plots fraguados en lugares secretos.
g. D e s tr u c tiv id a d y C in is m o : Hostilidad, vilipendio general de la humanidad.
6. Tal como es la naturaleza humana, siempre habrá guerras y conflictos., ,...
43. La familiaridad crea desprecio.
h. P r o y e v tí v id a d : Disposición a creer que en el mundo suceden cosas desenfrenadas y
peligrosas; proyección hacia el exterior de impulsos emocionales inconscientes.
18, Hoy en día en que tantas clases diferentes de gente andan y se mezclan por todos
lados, uno debe protegerse con especial cuidado contra el contagio de infecciones
y enfermedades.
31. Hoy en día la gente se entremete cada vez más en asuntos que deberían ser estric
tamente personales y privados.
33. Las guerras y los conflictos sociales pueden acabarse algún día por obra de un
terremoto o de una inundación que destruya el mundo entero.
35. La, desenfrenada, vida sexual de los antiguos griegos y romanos era un juego ino
cente en comparación con lo qne sucede en este país, aun en los lugares menos
imaginables.
38, La mayoría, no se imagina, hasta qué punto nuestra, vida está dirigida por com
plots fraguados en lugares secretos,
i. S e x o : Preocupación exagerada por, los ‘(hechos*} sexuales.
25. Los crímenes sexuales tales como la violación o los ataques a niños, merecen
más que la. prisión; quienes cometen estos crímenes deberían ser azotados públi
camente o recibir un castigo peor.
35, La. desenfrenada vida sexual de los antiguos griegos y romanos era un juego
inocente en comparación con lo que sucede en este país, aun en los lugares menos
imaginables.
39. Los homosexuales son poco menos que criminales y deberían recibir severo castigo.
F o rm a 4 0 :
Mujeres de la Universidad George Wash-
ington .................................................... 132 0,84 3,51 0,90 1,2 ■- 5,4
Hombres de Fratrías de California ....... (33 0,94 4,08 1,03 1,8 ■' 7,0
Hombres de Clase Media............................. 69 0,92 3,69 1,22 1,3 ■ 6,7
Mujeres de Clase Media ........................... 154 0,93 3,62 1,26 1,1 ■ 6,7
Hombres de Ciase Obrera ......................... 61 0,88 4,19 1,18 1,8 ■ 6,9
Mujeres de Clase O brara.......................... 53 0,97 3,86 1,67 1,3 ■ 6,6
Hombres de- Los Ángeles .......................... 117 0,92 3,68 1,17 1,1 •■6,0
Mujeres de Los Ángeles............................ 130 0,91 3,49 1,13 1,2 ■ 5,8
Media « . : .............................. ................... 779 0,91 3,76 1,20 1,3 ■ 6,4
F o rm a 45:
Mujeres del Curso de Extensión sobre Tests 59 0,89 3,62 0,99 1,3 ■- 5,9
Hombres de San Quintín ........................... 110 0,87 4,73 0,86 2,0 ■ 6,8
Mujeres de Clínica Psiquiátrica 6 .............. 71 0,94 3,69 1,30 1,0 - 6,3
Hombres de Clínica Psiquiátrica ó ........... 50 0,89 3,82 1,01 1,7 •- 5,9
Media ........................................................ 290 0,90 3,96 1,04 1,0 ■ 6,2
F o r m a 40 y F o r m a 4 5 :
Veteranos del Servicio de Empleo ............. 106 0,89 3,74 1,04 1,2 - 5.8
Hombres de la Escuela Marítima ............. 343 0,81 4,06 0,77 1,6 - 6,1
Media« ...................................................... 449 0,85 3,90 0,90 1,4 - 5.9
Media General ........................................... 1518 0,90 3,84 1,10 1,4 - 6,3
a P ara obtener las m edias de los grupos combinados no se ponderó por N la media de cada grupo.
b Debido a una su stitución de formas, la escala F entregada a los sujetos de la Clínica P siquiátrica
sólo incluyó 28 ítems.
M E D IC IO N DE LAS T EN D E N C IA S A N T ID E M O C R A T IC A S IM P L IC IT A S 259
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tfatos se b asas en ios catorce grupos que resiíoadieroii a las Form as 40 y 45 fy e r T&fjla 8
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S í- S ' V^/ 'srf' wJ T—t — f T“ l — r (M "s. y 1— 1 W '"W' M wO
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rH h}H l í i b t ' c í ' o o ' o í 0 0 S T o Í H ' o ^ H h ' o a ' c i S ' ^ d ^ d ' ^ ^ c o ' Í H ' S ' c o ' S ' o rH O ffi
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E stos
V F~AS F -F F -C F F
G n ip o s F o r m a 7 8 :
Mujeres Curso Oratoria............................................ 140 0,55 0,58 0,52
Hombres Curso Oratoria- ....................................... 52 0,52 0,56 0,45
Mujeres del Curso de Extensión..................... ..... 40 0,49 0,74 0,54
Mujeres Profesionales............................................. 68 0,57 0,73 0,65
General®: Forma 78 .................................... 295 0,53 0,65 0,54
G ru p o s F o rm a 6 0 :
Mujeres Estudiantes Universidad Oregón . . . . . . . . 4.7 0,72 0,29
Mujeres Estudiantes Univ. Oregón y California. .,. 54 0,78 0,49
Hombres Estudiantes Univ, Oregón y California ., 57 0,58 0,43
Hombres de F r a tr ía s ele Oregón ........................... 68 0,69 0,29
Hombres de Fratrías de Oregón 6 ........................... 60 0,22
General: Horma 60 ........................................ 286 0,69 0,34
G ru p o s F o r m a 4 5 :
Mujeres del Curso sobre Tests .............................. 59 0,79 0,54
Hombres de San Quintín ....................................... 110 0,59 0,23
Mujeres de Clínica Psiquiátrica.............................. 71 0,86 0,02 c
Hombres de Clínica Psiquiátrica ....... ........... , ,. 50 0,76 0,57 c
Hombres y Mujeres de Clase Obrera...................... 50 0,85 0,70
Veteranos del -Servicio de Empleo ....................... 51 0,67 0,62 «
Hombres de la Escuela Marítima ...................... 179 0,56 0,39 a
General; Forma 45 ................ .................... 570 0,73 0,52
<?:
G ru p o s F o r m a 40
Mujeres de lá- Universidad George Washington . 132 0,69 0,53
Hombres de Fratrías de California ....................... 63 0,80 0,59
Hombres de Cíase M edia....... ............................. . 69 0,81 0,71
Hombres de Cíase Obrera ...................................... 61 0,76 0,60
Mujeres de Clase- Media ........................................ 154 0,83 0,70
Mujeres de Clase Obrera ....................................... 53 0,87 0,72
Hombres de Los Ángeles .................................... 117 0,82 0,58
Mujeres de Los Ángeles ...................................... 130 0,75 0,61
Veteranos del Servicio de Empleo......................... . 5*5 0,72 0,62
Hombres de la- Escuela- Marítima .......................... 165 0,62 0,39
General: Forma- 40 ...................................... 999 0,77 0,61
General: Todas las Formas ......................... , 2150 0,53 0,73 0,52
a P a ra o b te n e r la s m ed ías g rn p a ie s g e n erales no se p o n d e ró p o r N ra d a m ed ía grupa-i.
6 E ste g rupo de H o m b re s de F r a tr ía s de O re jó n re c ib ió u n a fo rm a b re v e fiel c u e s tio n a rio que con ten ía
tín ic a m e n te }a escala F y m ed ia e sc a la C P E .
c P a r a las c o rre la c io n es de F con O PE c o rre s p o n d ie n te s a los g ru p o s de la C línica P s iq u iá tric a , el n ú
m ero de m u je re s fu e de 45, j el de h o m b res de 29, debido a u n a s u s titu c ió n de fo rm as.
d E s ta s c o rre la c io n es F -C P E se b a sa » en la s F o rm as 40 y 45. P u e s to que c onsideram os m uy im p ro
b a b le que la- p re s e n c ia o a u se n c ia de 5 íte m s E a fe c ta ra l a c o rre la c ió n e n tre F y OPE, se toman Jas
d&s fo rm as ju n ta s p o r la v e n ta ja q u e sig n ific a t r a b a ja r con N m á s g ra n d e s. E l t í to ta l de lo s V e
te ra n o s del S erv icio de E m pleo, es de 106, y el de lo s H o m b re s de la E s c u e la M arítim a , de 343.
e Se recordará- que en Ja F o rm a 40 sólo se usó la m ita d * 'A " do la e sc a la E de 10 íte m s.
de F igual a 0,87 y de E que apenas llega a .0,65, la correlación entre las dos-
escalas alcanzó su menor valor: 0,59; mientras que en el caso de las Muje
res de Clase Obrera, con quienes la conñabilidad de F asciende a 0,97,7 la
correlación alcanza el máximo: 0,87. Es obvio, por lo tanto, que si aumen
taran los índices de conñabilidad de ambas escalas (lo que puede lograrse
acrecentando el número de ítems de cada una) la correlación entre E y
F sería por cierto muy elevada.® Esto no quiere decir, empero, que E y F
midan prácticamente la misma cosa. Una correlación de 0,775 significa que
alrededor de las dos terceras partes de los sujetos que se clasifican en el
cuartil alto en una escala, también entran en el cuartil alto de la otra, y
que virtualmente no se dan casos de inversión, es decir que un sujeto ob
tenga puntaje alto en una escala y bajo a la otra. Si deseáramos descubrir,
basándonos exclusivamente en F, a los sujetos que con toda probabilidad
son de etnocentrismo elevado, vale decir que entran en el cuartil alto de
nuestra escala E, sería necesario limitarse a aquellos individuos que en F
se clasificaran en el extremo más alto, quizás en el 10 % superior. Corno-
señaláramos anteriormente, existen motivos para creer que se encontrarán
ciertas discrepancias entre ambas escalas. En efecto, se da el caso de per
sonas que tienen el tipo de susceptibilidad a la propaganda fascista enca
rado en la escala F pero que, por una u otra razón, tienden a inhibir las
manifestaciones de hostilidad contra las minorías (sujetos "altos” en F^y
“bajos” en E). Y tenemos motivos fundados para creer que hay también
personas que repiten asaz libremente las frases hechas del etnocentrismo -
—quizás por seguir el clima de opinión en el que viven” sin que ello sea
expresión de tendencias profundas de la personalidad (sujetos “altos” en
E y “bajos” en F). Más adelante trataremos detalladamente estás “ex
cepciones”.
TABLA 11 (VII)
C o r r e l a c io n e s d e l a E s c a l a i 1 c o n C a d a M it a d y c o n la T o t a l id a d d e l a E s c a l a E
Gru-po N C o rrelaciones
b b-f e
TABLA 12 (VII)
P u n t a j e s M e d io s d e d a E s c a l a F y C o r r e s p o n d i e n t e s a l o s G r u p o s q u e R e s p o n d ie r o n
a las D is t in t a s P o e m a s d el C u e s t io n a r io
G rupo N M e d ia 1>. S ,
F o rm a 78:
Mujeres Curso Oratoria.................................................... 140 3,94 0,71
Hombres Curso O ratoria.................................................. 52 3,72 0.57
Mujeres del Curso de Extensión ...................................... 40 3,75 0,70
Mujeres Profesionales ................................................ . 63 3,43 0,86
Media General, Forma 78 ....................................... 295 3,71 0,71 '
F o rm a 6 0 :
Mujeres Estudiantes Universidad Oregón ....................... 47 3,32 0,86
Mujeres Estudiantes Universidades Oregón y California 54 3,39 0,96
Hombres Estudiantes Universidades Oregón y California 57 ' 8,82 0,93
Hombres de Fratrías de Oregón ..................................... 68 3,74 0,81
Hombres de Fratrías de Oregón (únicamente Forma. A) . 60 3,25 0,71
Media Genera], Forma 60 ................................................ 286 3,50 0,85
F o rm a 4 6 :
Mujeres del Curso sobre Tests ....................................... 50 3,62 0,99
Hombres de San Quintín ................................................ 110 4,73 0,86
Mujeres de Clínica Psiquiátrica ...................................... 71 3,69 1,30
Hombres de Clínica Psiquiátrica .................................... 50 3,82 1,01
Media General Forma 45 ................................................ 290 3,96 1,04
Forma- 4 0 :
Mujeres Universidad G eovge Washington....................... 132 3,51 0,90
Hombres de Fratrías de California ....... : ....................... 63 4,08 1,03
Mujeres de Clase Medía .................................................. 154 3,62 1,26
Hombres de Clase1Media ................................................ 69 3,69 .1,22
Mujeres de Olase Obrera ................ ................................. 53 3,86 1,67
Hombres de Ciase Obrera ................................................ 61 4,19 1,18
Mujeres de Los Ángeles .................................................. 130 3,49 1,13
Hombres de Los Ángeles .................................................. 117 3,68 1,17
Media General, Forma 40 ............................................. 779 3,76 1,20
Forma# 40 y 4 6 :
Veteranos del Servicio de Empleo .................................. 106 3,74 1,04
Hombres Escuela Marítima ............................................. 343 4,06 ' 0,77
Media General, Formas 40 y 4 5 ....................................... 449 3,90 0,90
Media General, Cuatro Formas (78, 60, 45, 40) ............. 2099 3,78
TABLA 13 (VII)
R espuestas m M a ck y L arey a la E sca la E ( F orm a 78)
M e d ia P.D.
í te m M ack L a r r i/ G ru p a l « G rupal a
(M = £ 9 5 )
C c n v m o i& m lism o
12. (Iglesia moderna) .............................. 7 4,67 0,19
lf>. (Deberíamos evitar) ........................... 0 1 3,63 0,76
88. (Temas en universidades) .................. ......... 5 2 3,91 1,20
55. (Ocio) ................................................ ......... 7 6 5,20 2,11
58. (Lo que se hace) ....... ......................... ......... 6 1 3,48 • 1,70
60. (Atributos importantes) ...................... 5 4,17 1,60
Media de la serie ............................. 3,66 4,18 1,26
Siim isi'V idad A u to r ita r ia
20. (Educación progresista) ...................... ......... 3 1 3,28 1,07
23. (Amor perdurable) ............................. 7 3,62 2,61
32. (Esencial para aprendizaje) .............. ......... 7 6 3,61 1,67
39. (Fuerza sobrenatural) ....................... ......... 1 1 3,97 2,54
43. (Ciencias como química) .................... ......... 1 2 4,35 2,79
50. (Obediencia y respeto) ....................... ......... 6 2 3,72 3,09
74. (Dirigentes incansables) ...................... ......... 2 1 5,00 1,66
77. (Ninguna persona normal) .................. ......... 6 5 4,12 2,12
Media de la serie ............................. ......... 4,00 3,13 3,96 2,19
A g r e s iv id a d A u to r ita r ia
6. (Mujeres restringidas) ....................... ......... 2 1 2,93 1,75
23. (Amor perdurable) ............................. ......... 6 7 3,62 2,61
31, (Homosexuales) ............................ ......... 6 6 3,22 2,16
47. (Honor) .................................... ......... 2 3,00 2,09
75. (Crímenes sexuales) ............................ ......... 6 1 3,26 2,81
Media, de la serie ............................. ......... 5,00 3,40 3,21 2,28
A n tiin tr a c e p c ió n
28. (Novelas o cuentos) ............................. 1 3,02 1,29
38. (Temas en universidades) .................. 2 3,91 1,20
53. (Cosas demasiado íntimas) ................ ......... 3 5 4,82 1,99
55. (Ocio) ................................................. ......... 7 6 5,20 2,11
58. (Lo que se liace) .............. ................. .......... 6 1 3,48 1,70
66, (Libros y películas) ............................. 2 4,10 2,48
Media de la serie ............................. ......... 5,33 2,83 4,09 1,89
S u p e r s tic ió n
2. (Astrología) ........................................ 6 2,60 1,74
10. (Día de Pearl Harbor) ....................... ......... 1 1 O 99 2,20
39. (Fuerza sobrenatural) ....................... ......... 1 1 3,97 2,54
43. (Ciencias como química) .................... 2 4,35 ■2,79
65. (Catástrofe mundial) ....... ; ................ ......... 1 1 2,58 1,55
Media de la serie ............................. 2,20 3,78 1,70
P o d e r y “ F o r ta le z a ”
í). (Vida ratla) ...................................... ......... 1 2 3,99 2,04
35. (Tomar ley) ............ ......................... ......... I 1 2,50 1,42
47. (Honor) ............................................. 2 3,00 2.09
70. (Acuerdos secretos) ........................... 2 3,27 1,65
74. (Dirigentes incansables) .................. ......... 2 I 5,00 1,66
Media de la serie ........................... ......... 3,20 1,60 1,77
D e s tr u c tiv id a d y C in ism o
3. (Recurrir a. fuerssa) . : ....................... ......... 3 5 3,04 1,98
9. (Vida, ruda) ...................................... ......... 1 2 3,99 2,04
14. (R atas... microbios) ....................... ........... 6 5 4,44 1,60
17. (Ramillarielad) .................................. ......... 3 i 3,33 1,86
24. (Todo inestable) .............................. 5 5,01 0,79
30. (Exageración de atrocidades) ........... ......... 6 5 4,20 0,43
35. (Tomar ley) ...................................... ......... I 1 2,50 1,42
42. (Una. sola rascón) .............................. ......... I 1 2,06 1,05
56. (Ola de crímenes) ............................. 5 4,60 1,16
59. (Siempre guerras) ............................. ........... 7 i 4,26 2,59
67. (Beneficio propio) ............................ ......... 7 3 3,71 2,21
Media de la serie ........................... 3,09 3,74 1,56
P ro yccA ivid a d
46. (Orgías sexuales) ............................. ......... 5 2 3,64 2,11
56. (Ola de crímenes) ............................ 5 4,60 ... 1,16
: 65. (Catástrofe mundial) ....................... ........... 1 i 2,58 ; 1,33
70. (Acuerdos secretos) ........................... ......... 7 2 3,27 • 1,65
73. (Infecciones y enfermedades) ......... i 4,79 ■2,02
Media de la se rie ......... ................ __ _ . ■4,60 2,20 3,78 1,70
S e xo
31. (Homosexualidad) ............................. ........... 6 6 3,22 • 2,16
42. (Una sola raxón) .............................. ........... 1 1 2,06 1,05
46. (Orgías sexuales) .............................. 2 3,64 2,11
: 75. (Crímenes sexuales) ........................... ........... 6 1 3,26 2,81
Media de la serie............................. 2,50 3,05 2,03
Media general & ......................................... .. ........... 4,31 2,95 3,71 1,$Ó
g L a s m edidas y ios P.D, crupales se basan en los cuatro grupos que respondieron a-la Form a 78 [véa
se T a lla 3 (VII), nota a ] ,
A, L¡is medias generales se basan en la suma de los 38 ítems, sin superposición.
G. CONCLUSIÓN
Aparentemente, logramos concretar con bastante buen éxito nuestra
idea de construir una escala que, sin poner en evidencia sus propósitos ni
mencionar minoría alguna, sirviera para medir los prejuicios. La corre
lación de 0,75 entre las escalas E y F significa que, en base a los puntajes
de la última, pueden predecirse los de la primera con regular precisión.
Queda por demostrar si hemos conseguido el segundo objetivo de la esca
la F, esto es, crear un instrumento que proporcionara una estimación de
la receptividad fascista al nivel de la personalidad.
Hemos encarado directamente numerosas variables de terrenos que
no siempre abarcan los estudios de las ideologías políticas, económicas y
sociales; y hemos encontrado que dichas variables forman un síndrome que
está en correlación significativa con las tendencias antidemocráticas de
campos abrazados por las escalas AS, E y CPE. De lo antedicho se deriva,
por lo menos, que el concepto de una pauta del fascismo latente puede am
pliarse considerablemente. Asimismo, nuestra hipótesis de que esta pauta
es producto de predisposiciones centrales de la personalidad se ve confir
mada en buena medida. Falta demostrar concluyentemente, empero, que
las variables que toma la escala F son realmente variables de la persona
lidad. Si lo son en verdad, se harán patentes de modo directo en las ob
servaciones que realicemos mediante los procedimientos destinados a in
vestigar la personalidad y en los cuales el individuo tiene oportunidad de
expresarse espontáneamente. De ser correcta nuestra hipótesis principal,
las indagaciones clínicas que en breve presentaremos deberán no sólo veri
ficar los resultados descriptos en este capítulo, sino también proporcio
narnos un conocimiento más profundo de la pauta del fascismo en potencia
y de su formación dentro del individuo.
C apítulo VIH
TABLA 1 (VIII)
CORRELACIONES DE LAS ESCALAS E Y 3? CON VARIOS TE ST S DE CAPACIDAD
( H o m b r e s E s c u e l a M a r ít im a )
T e s ts de C a p a c id a d P r o p ie d a d e s d e l T e s t C o rrela ció n con i f>
M e d ia « D .S . A m p l it u d TCGP PA E A + tl F
El CI promedio de los tres grupos que figuran en las Tablas 1-3 (V III),
a saber, Alumnos de la Escuela Marítima, Hombres del Servicio de Em
pleo, y Hombres y Mujeres de la Clínica Psiquiátrica, es significativamente
superior al del término medio de la población general (por lo común un
sigma más). En efecto, hasta los sujetos que obtuvieron los cocientes más
bajos, excepto en el tercero de los grupos nombrados, están por encima
del promedio de la población. Al valorar los resultados del estudio, debe
tenerse en cuenta esta particularidad, vale decir, la falta de amplitud de
la gama de integrantes de la muestra. Las correlaciones correspondientes;
a los Hombres de la Escuela Marítima, obtenidas con el TCGE (Test de1
Clasificación General del Ejército), son muy semejantes a las obtenidas
para los Veteranos del Servicio de Empleo con el Test de Inteligencia de
Forma A Superior de Otis. Las correlaciones de estos tests con la escala
de Etnocentrismo, Formas 45 y 40, oscilan entre —0,02 y —0,32, con un
promedio superior a —0,2. Las correlaciones de E con los Tests de Com
prensión Mecánica, de Lectura y Aritm ética2 [Tabla 1 (VIII) ] son ligera
mente inferiores, siendo su promedio aproximadamente igual a —0,1. Estas
correlaciones, en su conjunto, tienen significación estadística, es decir son
confiables por encima del nivel cero, al nivel del 5 por ciento. Se obser
vará también que no hay correlaciones positivas. La Tabla 3 (VIII) da el
A m p l it u d P ro m e d io A ñ o s
C u a r tü e s E s c a la E F o r m a 45
en E
Ao E s tu d io b
Ouartil inferior ....................... . .. . ........... 10-24 29 13,8
Cuartil medio inferior................................. 25-36 28 12,7
Cuartil medio superior ................ ............. 37-50 27 11,8
Ouartil superior ............................................ 51-70 28 11,2
112 12,4
a E sto s d ato s se L asan en 45 de los 50 h o m b res y 66 de las 71 m u je re s. L a s m e d ía s correspondientes
a h o m b res y m u je re s por separado tenían v a lo re s ta n s e m e ja n te s que lo s re u n im o s en u n solo grupo-
a fin de a u m e n ta r el N.
6 E n cinco casos en los que el su je to h a b ía hecho e stu d io s especiales de s e c re ta ría o c o n ta d u ría a ñ a
dim os u n año.
A ñ o s E s tu d io F o rm a 45 ( E A+¡¡) F o r m a 40 { E A) G rupo T o ta l
N M e d ia N M e d ia N M e d ia
TABLA I $IX)
B atos S obre los 20 H o m b r e s P rb ju ic io s o s t 20 no P r e j u i c i o s o s E n t r e v is t a d o s «
MI CLP a a. b 27 1 A A
>14 HCO a a b a 47 2 A A
M.6 HCO a el a a. 41 2 A A
M7 HCO a a (b) b 6 32 B B
Mil HCO a a a a 52 2 .A, A
>113 HCO a a a (a) 52 1 A A
M14 HCO a a (a) (b) 8 32 B B
MI 7 HCO el- (a) b a. 25 4 A A
MIS CLP a a a a 33 ■3 A A
M20 Marítima — a b b 5 40 B B
M.40 SQ a a (a) & 55 2 A A
M il SQ a a a h 49 2 A A
>143 SQ a a a a 43 3 A A
M4o Bq a í\ b a 48 2 A A.
>146 CT a a a. a 42 6 A A
M47 Bq a a a a 44 2 A A
M5.1 Bq a a a. a 36 5 A A
M52 Bq a a a a 51 4 A A
>157 Bq a a a a 56 0 A A
>158 CT A A
Promedio de 20 38,7 7,3
Entrevistados
Prejuieiosos
M2 EP b b b b 0 52 B i B
>13 HCO b b <b) b 0 53 B ¡ B
>15 HCO b b b b 3 34 B : B
>18 HCO b (b) b a 5 44 B B
Mí) HCO b b b (a) 39 2 A A
MIO CE b b b b 33 7 A ■A
M12 CE b b b b 2 45 B B
>115 CLP b b b b 2 43 B B
Mi 6 CLP b b b b 6 4í4: B B
>119 MCO b b (b) (a) 35 0 A A
>142 Marítima — b b b 1 57 B B
>144 EBP b b b b 2 54 B B
>148 Vet b b b b 6 37 B B
>149 CT b b b b 4 42 B B
>150 sq b b b 10 34 B B
>153 Vet b b b a 1 52 B B
>154 sq b b b b 12 24 B B i
M55 CT b b b a 4 56 B B
>156 SQ b b b b 5 41 B B
>159 SQ b b b a .14 39 B B
Promedio de 20 9,4 38,0
Entrevistados no
Freí melosos
<i Consúltese la Sección E de este capítulo y el Capítulo A l l í , donde figura un análisis de la
>■evaluación de las entrevistas y de los resultados que incluye esta tabla.
¡> V íase 1. de e sta sección, d onde se e x p lic an la s a b re v ia tu ra s.
o In d ic a m o s los c u a rtile s m edio
s u p e rio r y m edio in fe rio r p o r m edio de las le tra s a y b e n tre p a
ré n te s is .
d N ú m ero de v a lo ra c io n es no “ N e titra ie s ” . L a c a n tid a d de N e u tra le s p u e d e o b te n e rse re s ta n d o la
su m a de " A l t o s " y " B a j o s " de 72 je n la T a b la I ( I X ) ] o de 05 je n la T abla 2 ( I X ) } . E n
la p á g in a 335 se e x p lica la selección de c ateg o rías.
292 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
TABLA 2 (IX) a
P2I MCO b b b a 24 0 . A A
F23 CT b b (b) b 2 46 B B
P£7 MCO b (b) b b 0 53 B B
F29 CLP b b b b 7 36 B B
P30 MR b b b b 3 44 B B
P34 MCO b b (b) b 1 49 B B
P35 CT b b b b 1 42 B B
F39 MCO b b b b 38 5 A A
F62 MCO b b b a 1 44 B B
F63 CLP b b b b 4 42 B B
F65 MCO b b a b 6 44 B B
P70 Med b b b b 0 38 B B
P73 MCO b (b) b b 1 35 B B
P75 MR b (b) (a) b 3 43 B B
P76 MCO b (b) (a) <b) 14 22 B B
Promedio de lo 7.0 36,2
Entrevistadas no
Prejuiciosas
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294 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
bajo en las categorías “Ninguna” y “Sin respuesta”; por ende, puede decirse-
que los entrevistados de puntaje alto y de puntaje bajo son representativos
de sus cuartiles extremos en lo que concierne a la indiferencia o al rechazo
respecto a la religión.
En cuanto al aspecto político [Tabla 6 (IX)], las mujeres “liberales”
son más numerosas entre las entrevistadas que en los corresp'óndientes-
cuartiles, particularmente entre las de puntaje alto (9B contra 17, jes decir
42 por ciento contra 68 por ciento). No sucede lo mismo con los hombres.
Por último, el grupo relativamente pequeño de izquierdistas o radicales.
TABLA 6 (IX)
P o s i c i ó n P o l ít ic a e n l o s C u a r t i l e s E x t r e m o s T o t a l e s y E n t r e l o s E n t r e v is t a d o s
( e l N ú m e r o d e l o s ú l t im o s F ig u r a E n t r e P a r é n t e s is )
r encías obligarán a modificar de tanto en tanto las preguntas directas propuestas, al igual
que otras técnicas de superficie empleadas en nuestra investigación.
Debe existir una relación estricta entre la entrevista y las respuestas dadas por el
sujeto al cuestionario. Be resultas de esta coordinación entre entrevista y cuestionario, el
último incluye ítems cuyo contenido abarca las seis áreas generales de la entrevista. Para
comodidad del entrevistador, al iniciar cada sección dedicada a los distintos campos se hace
referencia a los ítems del cuestionario relativos al tema. Debemos recalcar que, para asegu
rar el buen éxito de la entrevista, es imprescindible realizar un c u id a d o so e stu d io p re v io del
■cuestionario, Este, por sí mismo, revela muchos puntos importantes de cada materia; tam
bién sugiere hipótesis que pueden verificarse en la .entrevista. Por consiguiente, el estudio
previo del cuestionario permite al entrevistador tener una visión más estructurada de lo
-que debe hacerse en la entrevista, razón por la. cual debe efectuarse siempre que se pueda.
(Incluimos, además, otras instrucciones generales, presentadas entre
paréntesis, como comentarios a los encabezamientos de las secciones donde
.aparecen las preguntas ocultas y directas.)
E. EL PLAN DE LA ENTREVISTA1
La descripción cuidadosa de cada una de las secciones que componen
■el Plan de la Entrevista ayudará a comprender mejor el procedimiento
-detallado.
1. O cupación
En el cuestionario, el sujeto nos informaba acerca de su ocupación
*en ese momento, de sus ambiciones y actitudes respecto al trabajo en
general. En este terreno, las preguntas ocultas que guiaban la entrevista
'debían cumplir principalmente la misión de encontrar (a) qué significado
•tiene la ocupación para el sujeto, en los aspectos laboral y social, y : (b) los
factores determinantes de la elección de la ocupación. :■ :
Específicamente, nos importaba descubrir cuánto de interés genuino
y de libido tiene el sujeto por su trabajo. ¿Representa éste una forma
gratifica dora y constructiva de realización y de expresión de sí mismo?
¿O considera su trabajo como una “carga” y un simple medio para obtener
.algún fin, tal como dinero, status o poder? Sin olvidar que en nuestra
■cultura la generalidad de la gente da gran importancia al triunfo, espe
rábamos que nuestro material fuera capaz de separar a las personas a
quienes interesa primordialmente la naturaleza de su trabajo y la realiza
ción efectiva de éste, de los individuos para quienes sólo tiene sentido el
aspecto superficial de su labor, por ejemplo, como medio de ubicarse den
tro de una jerarquía (líder o seguidor, acólito del patrón). De tal manera,
la ocupación puede verse desde el ángulo de sus posibilidades como medio
•de llegar a una identificación de grupo y, especialmente, a la identifica
ción con círculos sociales superiores. Muchos de nuestros sujetos pareced
tener grandes deseos de ser uno de los eslabones de una cadena de jerar
quías. Aquí pueden distinguirse dos modos de encarar el trabajo: uno pone
en primer plano el contenido constructivo o los valores sociales del tra
bajo, y el otro da preponderancia al dominio de la técnica y a la utilización
de los recursos y la gente. Como ilustración de los elementos que se tu
vieron siempre en cuenta en la preparación del Plan de la Entrevista,
podemos mencionar la bien conocida conexión entre la ideología nazi y la
exaltación de la tecnología.
Sin embargo, debe recordarse que en la actitud hacia el trabajo, así
como en los demás aspectos, puede haber orientación en diferentes niveles.
l A u n q u e la- re s p o n sa b ilid a d del a n á lisis del m a te ria l de la e n tre v is ta recayó p rin c ip a lm e n te sobre
la a u to ra de é ste y los s u b sig u ie n te s c ap ítu lo s, el P la n de la E n tre v is ta a q u í e x p u esto es o b ra c o n ju n ta
de todo el equipo que tra b a jó en e sta in v e stig a c ió n .
300 LA PERSONALIDAD A U T O R ITA R IA
1. O C U P A C IÓ N
P r e g u n ta s O c u lta s (Lo que deseamos descubrir):
a. S ig n ific a d o de Ja ocupación para el sujeto (en Jos aspectos laboral y social):
1. T r a b a jo - L i b id o : interés en contenido del trabajo, vínculo con éste, integración
del trabajo, actividades recreativas. S u b lim a c io n e s Germinas.
2 . A s p ir a c io n e s : impulso de lie a liz a r B ie n el T r a b a jo v e r su s interés en “ T r i u n f o ” ,.
S t a tu s , Prestigio, Pinero, Poder.
3. i Actitudes de Tecnología-U tiliz a c ió n ^
4. Pensar en J e r a r q u ía s (líder-seguidor; ' flugarteniente-1\ eteétera).
Ó. Sentimiento de E n d o g r u p o .
6. Preocupación por el “ V a lo r S o c ia l ” del trabajo.
7. P-ol de la S o c ia b ilid a d y la amistad en el empleo. (Hágase la distinción entre el
espíritu gregario aparente y la amistad gemiina.)
8. Actitudes respecto a que E s p o s a tr a b a je .
9. O tra s necesidades especiales de la personalidad.
b. D e te r m in a n te s de la elección:
1. Identificación o rebelión respecto P ro g e n ito re s.
2. O tros.
D ire c ta s P r o p u e s ta s :
P r e g u n ta s
(Se entiende que es imposible formular todas estas preguntas en una entrevista. El en
trevistador actúa teniendo presente principalmente las preguntas ocultas, y emplea las:
preguntas directas que le parecen más apropiadas para el momento. Además, no se pre
tende que el entrevistador emplee siempre las frases aquí presentadas. Creemos, sin
embargo, que todas estas preguntas son adecuadas; actualmente los entrevistadores las
usan con frecuencia y, a medida que acumulemos experiencia, habrá cada vez mayor nú
mero de sujetos a los que se formule exactamente la misma pregunta.)
A tr a c c ió n
a. ¿Qué es lo que le Atrae de —---------------—a (N. B., N o deb e preguntarse automá
ticamente: “ ¿ L e atrae el trabajo?” ; si el sujeto es portero, por ejemplo, trátese de
LAS EN TR EV ISTA S CO M O M E D IO DE E ST U D IO DE LA PERSONALIDAD 301
descubrir primero S i el traba,jo le atrae; si viniera-al caso, averiguar qué le Gustaría-
v aplicar’ la pregunta al trabajo deseado.)
¿Qué le ofrece------------------------?
¿Guilles son las principales Ventajas de (ser) — --------------------?
¿Satisfacciones?
¿Qué se siente cuando se es —— ............. —----?
b. ¿Cuáles son los aspectos Menos Atractivos de (ser)— .•■■■ .......... ....... ?
¿Desventajas?
c . ¿Cuáles so» las Perspectivas en este campo?
A lte r n a tiv a s
d. ¿Cree usted que “ está, hecho" para este tipo de trabajo (o profesión)?
¿Para qué Más cree usted tener “ condiciones"*?
¿Ha pensado alguna vez seriamente en otra O c u p a c ió n ? ¿Soñó hacer Otras cosas?'
¿En qué circunstancias podría usted Cambiar (es decir, de ocupación)’?
H is to r ia
e. ¿Cuándo decidió ser —..........—■
---------- ?
¿Cómo llegó a interesarse e n .......... .......... .......... ?
¿Qué lo hko decidirse a ser ——....... ......... —— ?
¿Qué querían sus Padres (madre, padre) que usted fuera?
¿Qué piensan sus Padres de —-.....——----------- ?
¿Le gustaba a su padre el trabajo que hacía?
(Cuando e) sujeto tiene un trabajo sorprendente' o lia cambiado a menudo de empleo,.
averiguar la historia.)
JSsnosa
£. ¿Trabaja su Esposa? £Si el sujeto es una mujer: ¿Ha trabajado después de casada?'
¿Qué piensa al respecto? (¿Qué piensa1su marido?)
2, In gresos
P l a n d e l a E n t r e v is t a
2. IN G R E S O S
P r e g u n ta s O c u lta s :
a. I n t e r é s p o r el D in e ro .
b. A s p ir a c io n e s y fa n ta s ía s .
1. 'Status (nareísista).
2. Poder, Manejo.
3. Seguridad (Realista, versos Neurótico).
í . Cari dad-Cuidados•Pan t asías de culpa.
5. Vida pródiga. Excitación (P. ¿Desea realmente arriesgarse' el sujeto que tiene
las actitudes de “ vivir arriesgándose —ganar o perder todo” ?)
í¡. P e n s a m ie n to R e a lis ta v e r s u s Á u tís tic o .
1. ¿Está- el status actual muy lejos del status al que se aspira?
2. ¿Hasta qué punto está estructurado el camino hacia el objetivo para el sujeto?
3. ¿Cuáles son las Verdaderas Probabilidades que tiene de alcanzar la meta?
í . ¿Existe Discrepancia entre las Fantasías deí sujeto y lo que Espera. Realmente
Lograr?
d. D e te r m in a n te s d e l M edio- S o c ia l.
1. Actitudes de Progenitores respecto al dinero.
2. Nivel Socioeconómico de; los Padres (incluso cambios) durante niñez y adoles
cencia del sujeto.
3. R e l ig ió n
P l a n d e d a E n t r e v is t a
3. R E L IG IÓ N
P r e g u n ta s O c u lta s :
a. . S e n tim ie n to s d e U n d o g ru p o -E x o g i-u p o (incluso moralismo).
(¿Considera el sujeto que "si lia sido bueno para mis padres, lo es también para
mí>*?).
b. Actitudes hacia R e lig ió n O r g a n iz a d a y la Iglesia.
c. In te n a liz a e ió n ,
d. P a u ta JH losófnca .(personalización; preocupación respecto a <*Comienzos", etc.;
grado, de dogmatismo y fundamentalismo; naturaleza y crudeza de satisfacción de
deseos).
e. Naturaleza y grado de C reen cia en lo S o b r e n a tu r a l. (Incluso actitudes respecto a
experiencias irracionales y coincidencias desusadas).
f. Rol de la É tic a (grado de internalización). (Hacer que el sujeto se explaye sobre la
Cristiandad y volver sobre el punto al hablar de las razas.)
g. l io l del Su-'peryo: Conciencia Internalizada versus Autoridad Extern atizada.
h. Interpretaciones Personales 'E speciales.
P r e g u n ta s D ir e c ta s P r o p u e s ta s :
I m p o r ta n c ia G eneral
a, ¿Cuáles son sus puntos de vista acerca de la religión?
¿Qué le Ofrece su Religión?
¿Qué es lo que más le Atrae de la Religión?
¿Qué es lo Más Importante de la Religión?
¿Qué Importancia debe Tener la Religión en la vida del hombre?
LAS ENTREVISTAS COMO MEDIO DE ESTUDIO DE LA PERSONALIDAD 305-
V
F ilo s o fía
b. ¿Qué concepto tiene de Dios?
¿Cuál es su actitud respecto (qué piensa) del Bezo, la Biblia, la Inmortalidad?
¿Cree usted que hay conflicto entre Ciencia y Religión?
¿Existía, tal conflicto en el pasado? .
¿Cree usted que hay conflicto entre Ciencia y Religión?
¿Puede haberlo en el futuro? (Si responde que no, a-verígiiese sí el sujeto acepta
(I) un sistema racionalizado de creencias; (2) una dicotomía cutre ciencia como
lo material y religión como lo espiritual; (3) un rechazo fundamentalista; o cual
quier otra posición,)
J S n d o g n tp o
e. ¿Cuáles son las principales (más importantes) diferencias entre su religión y otras?'
¿Qué importancia tienen las, diferencias entre las diversas sectas?
¿Qué piensa de los Ateos?
Ética
¿Qué Significa ser Cristiano?
¿Cómo Distingue a un Cristiano?
¿Cuál es la Principal Diferencia entre los Cristianos y los Demás?
¿Qué es lo Más Importante de las Enseñanzas de Cristo?
H is to r ia
d. ¿De qué Naturaleza fue su primera Educación Religiosa?
¿Cuál era el Clima Religioso de su Hogar?
¿En qué se diferencia de Sus Padres en materias de Religión?
¿De su Esposa (Esposo)?
¿Qué diferencias religiosas había entre sus Padres? (Si el sujeto no siguió las--
enseñanzas paternas: Inquirir sobre proceso evolutivo; observar tambiém reacciones-
ante diferencias con cónyuge.)
¿Ha .puesto alguna vez en Duda sus creencias religiosas? ;
Puesto que los datos sobre religión e ideología política debían ex
cluirse del material presentado a las personas encargadas de evaluar las:
entrevistas (véase Sección F, 3), analizaremos más adelante (Capítu
lo XVIII) la parte de la entrevista basada en las preguntas precedentes..4
4. D atos C línicos
La sección clínica de la entrevista se proponía reunir la mayor can
tidad de datos personales pertinentes a nuestro problema que pudiera obte
nerse en una sola sesión y sin producir angustia en el sujeto. En este caso,
más que en todos los demás, el sujeto debía ignorar el objetivo de la entre
vista. Evitamos presentarle interpretaciones que no estaba preparado para
comprender y cuyos efectos no podrían ser objeto de observación y estu
dio. Al igual que en las demás secciones, el deseo casi general de los-
sujetos de hablar acerca de sí mismos en el plano profesional y confiden-;
cial fue de gran ayuda para el entrevistador.
Ya habíamos recogido variedad de datos personales mediante técni
cas anteriores. Como señaláramos, los mismos se encontraban a disposición,
del entrevistador, quien los estudiaba antes de comenzar la entrevista..
Las dos primeras hojas del cuestionario presentaban informaciones gene
rales acerca de la vida personal del sujeto. Además, el tipo de informa
ción que debía reunir el entrevistador se basaba en hipótesis acerca de-
cuáles podían ser los aspectos de la vida personal que influirían sóbre
la pauta de ideas y actitudes sociales.
En el plan abajo detallado está representada toda la información de
índole clínica proporcionada por los métodos previos. En vista de la exten
sión de la parte clínica del Plan de la Entrevista, presentamos y analiza
mos las preguntas bajo seis encabezamientos, a saber: (a) Medio Familiar:.
306 LA PER SONALIDAD A U T O R ITA R IA
P lan de la E n t r e v is t a
Aa. M E D IO F A M IL IA R : ASPEC TO S S O C IO L Ó G IC O S
P r e g u n ta s O c u lta s ;
a.O rig e n E a c io n a l del padre y la madre (no sólo origen racial; por ejemplo, tercera
generación de polacos, inmigrante alema,n, etcétera).
b. E n d o g r u p o s importantes de padre y madre (por ejemplo, gremios, masonería, etcétera),
c. Cuadro del S t a t u s S o cio e co n ó m ic o de Padres y Abuelos (tal como se refleja en la
ocupación, educación, modo de vida, etc,), con especial atención a la. Movilidad
Social.
P r e g u n ta s D ire c ta s P r o p u e s ta s :
M e d io
a. Antecedentes Nacionales, ocupación, educación, ideas políticas, religión del padre
y la madre.
S itu a c ió n E c o n ó m ic a
b. Verdadero Nivel de Vida de progenitores. (Formúlense preguntas destinadas a co
nocer detalles: autos, sirvientes, vivienda, vida, social, etc.; si tenían lo suficiente
para comer, sí recibían ayuda, si se tuvo que trabajar de niño, etcétera.)
E n d o g ru p o s
c. ¿Qué tipo de personas eran principalmente los Amigos de su padre (madre) ?
i A qué Organizaciones pertenecía, su padre (madre)'?
¿Cómo pasaba el tiempo Libre su padre (madre)?
4b. F IG U R A S F A M T L IA R S S : A S P E C T O S I jm S O $ A l E S \ .)
P r e g u n ta s O c u lta n :
a. . C o n cep to d e la s 'F ig u ra s P a te -m a s y s u lic a lid a d
(esto es, reunir elementos de juicio
pura deducir si concepto responde a realidad): Grado de Objetividad Crítica del
sujeto.
b. Lo mismo con respecto a H e r m a n o s importantes (¿Dominación por parte de herma
nos mayores? ¿Hermanos menores lo desplanaron? ¿Cuál tiene mayor importancia?).
c. Pauta de R e la c io n e s de P o d e r e n tr e P a d r e y M a d re (dominio-sumisión, actividad,
pasividad, etcétera).
P r e g u n ta s D ir e c ta s P r o p u e s ta s :
I m a g e n de P a d r e y M a d re
a. ¿Qué clase de Persona es su padre? (¿Madre?).
¿Qué Admira más en su Padre? (¿Madre?). (Solicitar al sujeto que ejemplifique
estereotipos con rasgos y situaciones particulares.)
Dando por admitido que hr mayoría de las personas no son perfectas, ¿qué Fla
quezas Humanas tiene su padre (Madre)?
¿A cuál de sus Padres se Parece?
¿Con cuál tiene Más en Común? ¿Cuál Influyó Principalmente sobre usted?
¿Cuáles eran los ideales, etc.? (de él o ella).
R e la c io n e s d e P o d e r e n tr e P a d r e y M a d re
b. ¿Cómo se Llevaban sus padres?
¿En qué se parecían más?
¿En qué se Diferencian?
¿Quién solía Tomar las Decisiones? (Obtener información específica, por ejemplo
sobre finanzas, diversiones, disciplina de los hijos, residencia, etcétera.)
En toda familia se producen desavenencias de tanto en tanto; ¿por qué Motivos
Discutían sus padres?
308 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
5 erm anos
c. Iguales preguntas iniciales respecto a Hermanos Importantes. Además:
¿Ouál era su Hermano (Hermana) favorito1?
¿Qué le Gustaba de él (ella)?
¿Qué Significaba, en su vida?
¿Por qué motivos Beñían?
P ean de da E n t r e v is t a
4c. N IÑ E Z
P r e g u n ta s O c u lta s :
a. Principales identificaciones, objetos de amor, de
E s tr u c tu r a d e l C o m p le jo de E d ip o :
odio en las relaciones con las figuras paternas y sustitutos. (Formuladas especial'
mente para hombres, adáptense para mujeres.)
¿Ha habido una tendencia subyacente a la rebeldía y hostilidad contra el padre o a la
sumisión y pasividad?
¿Ha sido admitida en el yo la hostilidad contra ,el padre?
¿Hubo verdadera identificación con el padre? (De no ser así, ¿por qué? Por ejemplo,
¿era el padre demasiado fuerte, demasiado débil, estaba ausente, etcétera?)
¿Había satisfacción genuina en la relación con la madre?
¿Era fuerte o débil el primer lazo de unión con ella?
¿Hubo signos tempranos de ambivalencia?
¿Era ella verdadero objeto de amor?
¿Se creyó alguna vez el sujeto su campeón, protector o aliado? ¿O sintió alguna vez
que no era digna, que no merecía confianza, etcétera?
¿.Había identificación eon la madre?
¿Femineidad? ¿Cómo la canalizó: por medio de la sublimación o de la sobrecompen-
sació» y formación reactiva, etcétera?
b. ¿Cuáles fueron las principales F ija c io n e s P re~ E éípÍca$?
¿Cómo se manejaron? Sublimaciones versus Formación Reactiva, proyecciones, etcétera.
¿Homosexualidad? ¿Su nivel?
c. P a s iv id a d : ¿Aceptada por el Yo. o Reprimida y Sobrecompensada?
d. R ea c ció n a l C a stig o .
1. Temor de perder el cariño, ilevó a la- introspección, comprensión, pisoeolgía, etc.,
versus:
2. Temor de la autoridad y de la disciplina caprichosa, etc. (Obtener cuadro deta
llado de castigos y disciplina).
e. ¿Qué grado de 1-M ernaU zación d e l S u p e r y o ? ¿Predomina la tendencia a la neurosis
o a la normalidad, o hacia actitudes psi copát icas-delineuent es?
P r e g u n ta s D ire c ta s P ro p n e sta sB
P a se P r e -E d íp ic a
a. ¿Cómo era usted de Niño?
¿Qué Recuerda con más Placer de su Infancia?
¿Con más Satisfacción?
¿Cuáles son sus Primeros Recuerdos?
¿Qué cosas le Preocupaban más cuando era niño?
Casi todos tenemos Sueños Malos que se repiten; ¿qué clase de sueños desagradables
tenía de niño?
F a se E d íp ic a
b. ¿Cuál de sus Padres sentía más Cerca de sí cuando tenía, digamos, seis años?
S u p e r y o y R ea c ció n a la D is c ip lin a
¿Y cuándo tenía 10 años, 16 años, 25 años? ¿Ahora? (Si hubo un vuelco: ¿Qué llevó
a este cambio de estima?)
¿Cuáles eran las principales Satisfacciones que le deparaba la relación con su padre?
¿Con su madre?
¿Cuáles eran los principales M'otivos de Desavenencia?
¿Cuál de- sus Padres cree usted que Influyó Más en la Formación de su personalidad?
¿Cuál de sus Padres Ejercía la Disciplina en el Hogar?
¿Temía más la 'Disciplina de uno que la del otro? ¿Por qué? (N. B., miedo al castigo'
físico versus miedo a perder el cariño.)
¿Qué Clase de Disciplina aplicaban sus Padres?
¿En Qué Ejercían principalmente- esta Disciplina?
c- ¿Qué Otras Personas Influyeron en su evolución?
P l an de la E nt re v ist a
4a. SEXO
P r e g u n ta s O c u lta s :
¿Cuál es la. P r in c ip a l P a u ta de S e x u a lid a d ?
a. ¿Actitudes Maduras, Heterosexuales?
b . He no ser así, ¿.qué existe (promiscuidad, explotación del otro sexo, dependencia:
del sexo opuesto, degradación de sexo opuesto o exaltación del mismo, rechazo del
sexo opuesto, homosexualidad, etcétera)?
c. ¿En las Relaciones Heterosexuales: grado de inhibición, grado de ‘ 'interioridad *’ en
las relaciones, grado de hostilidad y de falta de respeto, grado de calor afectivo
en las relaciones sexuales, grado de1fusión de amor y sexo?
P r e g u n ta s IH rc e ta s P r o p u e s ta s :
P a u ta de se x u a lid a d
¿Dónde aprendió sobre el sexo? í
¿Cuál es la experiencia sexual más temprana que recuerda? ,¡
¿Cuál es la importancia del sexo en el matrimonio? ’
¿Cuáles son las mayores dificultades con que ha tropezado en su vida matrimonial?'
¿Ha encontrado muchos homosexuales-en sus viajes?
4e. D E L A C IO N E S S O C IA L E S
P r e g u n ta s O c u lta s :
a. Grado de R e c h a z o : Moral, Individualista-Arrogante.
b. Rol de las consideraciones U tilita r ia s (status, poder, convencionalismo, utilización y
explotación, actitudes de líder-seguidor, etcétera).
312 LA PER SO N A LID A D A U T O R IT A R IA
U tilita r is m o
a. ¿Qué importancia tienen los Amigos en nuestra vida?
¿Qué tienen para, ofrecer (pueden dar) principalmente los Amigos?
L ib id o S o c ia l
¿Qué cualidades desea en un Amigo?
¿Cómo Elige sus Amigos?
¿Qué le Gusta hacer con sus Amigos? (Conocer bastantes detalles para comprender
el significado de dicha actividad; por ejemplo, si le gusta “ hablar” , averiguar temas).
¿Pertenece usted al tipo de persona que tiene sólo unos Pocos Amigos íntimos?
¿O tiende a buscar 3a Amistad de Muchas personas? O. ..
P ec h a zo
b. ¿Qué le resulta más Desagradable, Enojoso, Criticable, Irritante en otras Personas?
e. ¿Perteneció a alguna Pandilla de Niños? (De ser así, obtener detalles.)
V a lo res
¿Cómo le Iba- en el colegio?
¿Qué concepto merecía, como alumno?
¿En qué Materias se Desenvolvía Mejor? ¿Cuáles le gustaban más?
¿Por qué le gustaban?
¿En qué Materias se Desempeñaba Peor? ¿Cuáles le gustaban menos?
¿Por qué le disgustaban?
5. P o l ít ic a
5 . P O L ÍT IC A .
■ P reguntes O c u lto s ;
a. M ca cció n -C o n serva d o rism o -L ib era lism o -M a d ica U s'in o ; A c t i tu d e s re sp e c to a T r a b a jo -
C a p ita l-IS s ta d o ; te n d e n c ia s D e m o c r á tic a s -A n tid e m o c r á tic a s ,
b. Personalización.
e. Medida de C o n o c im ie n to s e I n te r é s .
d. Identificación con Jos P a d r e s versus 'Rebeldía, en Actitudes políticas.
P r e g u n ta s D ir e c ta s P r o p u e s ta s :
■General
á. ¿Qué piensa usted de las Tendencias Políticas Actuales?
¿Cuáles son los Principales Problemas que aquejan hoy al país? ;
¿Cuáles son las Perspectivas para el futuro? . v.:
En su concepto, ¿cómo se presentan las cosas para ol Futuro de la Nación?
¿Y en cuanto a los asuntos mundiales?
¿Cómo entiende usted la Democracia?
¿Cómo debería ser una Sociedad Perfecta?
b. ¿Qué piensa usted de (Cuál en su posición; Cuáles son sus sentimientos respecto
de) los Gremios Obreros? i
(Tratar de que el .sujeto se explaye mediante preguntas específicas, preferentemente
acerca de los problemas del momento: por ejemplo, pedidos de aumento de sueldo;
huelgas; dirigentes obreros, el Comercio, la Libre Empresa, etc.)
Qué piensa, de la Intervención Estatal? (Por ejemplo, Legislación obrera, Com
pensación por Desocupación, Decreto de Empleo Total, Seguro de la Salud; ley
antitrust, etcétera.)
También contra, las huelgas, etcétera.
¿P erso n a liza ció n
c. ¿Cuáles son las cualidades ele un candidato que lo hacen. Merecedor del Voto?
(Por ejemplo, en las últimas elecciones presidenciales).
d. ¿Qué es lo que Debería Hacerse contra (los grupos o movimientos a los que el
sujeto se opone) ?
¿Cuáles son los Grupos que tienen Mayor Influencia en la política?
¿Cómo actúan?
¿Cuáles son, a su parecer, los Mayores Peligros que Amenazan nuestra actual
forma de gobierno?
314 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
6. M in o r ía s y "R a za s "
P l an de la E n t re v ist a
6. M IN O R IA S Y “ MAZAS"
P r e g u n ta s 0 c u it a s ;
a. O p in io n es.
1, ¿Hasta qué punto son G en era les o E s p e c ífic o s los Prejuicios? (¿Cuáles son los
exogrupos objeto de- rechazo? ¿Cuáles exogrupos tienen peculiar valor de Fan
tasía? ¿En qué se diferencia este grupo de otros exogrupos?)
2, ¿Cuáles son las P r in c ip a le s C a r a c te r ís tic a s E s te r e o tip a d a s de los exogrupos más
importantes? (por ejemplo, poder, adquisición, sexo, suciedad, 3io!gá2an.ería.)
3, ¿Hasta qué punto es Estereotipada y Automática la atribución de ciertos rasgos
a los exogrupos? (Va3.c decir, frases empleadas, seguridad y separación en catego
rías, repetición de proyecciones similares, etc.; excepciones.)
LA S E N TR EV ISTA S CO M O M E D IO DE E ST U D IO DE LA PERSONALIDAD 315
4, ¿Se tiene una Teoría Bacía! ‘ ‘ Fundamental” ? (Vale decir, ¿son estos defectos
elímínables o “ básicos” ? ¿Sobre quién recae la responsabilidad de producir
los cambios necesarios?)
b. A c t i tu d e s .
1. ¿Ovado y Forma de la Hostilidad (o atracción) hacía el (ios) exogrupo(s)?
¿Hasta qué punto es Consciente? ¿Inconsciente?
¿Con qué grado de Franqueza se la Expresa a. Otras personas? ¿A Ei Mismo?
(Vale decir, ¿hasta qué punto trata, de esconderla, tras una fachada pseudemo-
cvática?
2. ¿Grado y Forma de A g r e s iv id a d (o disposición a actuar agresivamente) contra
uno o más exogrupos?
¿Es la actitud en esencia de Persecución —o Discriminación Activa— o de
Segregación (con “ igualdad” ) —o de Exclusión solamente?
Averiguar disposición particular a. apoyar medidas Antidemocráticas¿ descubrir
tipo y grado de Fachada Pseudodemocrática,
3. Grado y Naturaleza de los C o n flic to s I n te r n o s relacionados con el prejuicio.
¿Cuáles son las fuerzas que se oponen al prejuicio?
(Por ejemplo; raciocinio, respetabilidad o sentimientos de endogrupo, sentido
cristiano de no agresión.)
c. H i s t o r i a : Origen de opiniones y actitudes.
1. Opiniones, actitudes y enseñanzas de los P a d r e s (también parientes y hermanos).
2, E d u c a c ió n R e lig io s a y G eneral,
3, P e r te n e n c ia s C ru p a le s de Importancia.
4. E x p e r ie n c ia s con miembros de grupos minoritarios; ¿hasta qué punto es el pre
juicio función de frustraciones y “ Resentimientos Exteriores” ?
d. S e n tim ie n to s d e E n d o g r u p o : Su significado.
e. T e r a p ia : ¿qué técnicas terapéuticas son más efectivas para combatir el prejuicio?
P r e g u n ta s 'D irectas P r o p u e s ta s
a. O p in io n es.
-G eneral
1. ¿Qué opina sobre el problema de los Grupos Minoritarios en este país? ;¿El pro
blema .ludio? ¿El problema de los Negros? :
¿Cuál(es) cree usted es (son) el (los) Problemas(s) más importante(s) relacio
nado (s) con las Minorías?
¿Ouál(es) es (son) el (los) grupo(s) minoritario(s) que presenta(n) el Mayor Pro
blema en nuestro país?
¿Cuáles son ios grujios raciales que le Atraen Menos?
¿Cuáles le Gustan Menos?
(Cuándo «n sujeto muestra particular preocupación por cierto grupo, averiguar cuá1
es su concepto sobre éste y lo que debe hacerse con él. Si menciona a los judíos
‘en primer lugar, inquiérase después acerca de otros grupos.)
.E s te r e o tip o
2. ¿(Cómo) Puede distinguir si una persona es Judía?
¿ A un Judío de los demás?
¿Cuáles son los Rasgos más Característicos de los Judíos?
¿Sus principales características?
¿Cree usted que el Desagrado por los Judíos va. en Aumento? (si la. respuesta es
afirmativa: ¿por qué?)
.I a flu e n c ia
¿Cree usted que los judíos constituyen una amenaza o simplemente una molestia?
Algunos opinan que los judíos tienen demasiada influencia en este país, ¿cuál es
su opinión? ¿En qué campos?
¿Cómo lograron tal influencia? ¿Cómo la usan?
¿Cree usted que los Judíos han Heeho lo que les correspondía durante la Guerra?
¿Cree usted que los Judíos son una Fuerza Política en el pais?
‘ *E x c e p c io n e s ’ ’
3. ¿Hay Excepciones a la regla general? ¿Dónde se encuentran? ¿Hay judíos buenos?
' “ N a ta r a lesa B á s ic a ’ ’
4. ¿Cree usted que el (ios) judío(s) Cambiará(n) Alguna Vez? ¿O habrá, siempre
algo esencialmente judío en ellos (él)? (Si el judio puede cambiar:) ¿Cómo podría
lograrse (producirse) ?
En su concepto, ¿qué deberían hacer los judíos?
316 LA PER SONALIDAD A U T O R ITA R IA
b. A c titu d e s .
G eneral
¿Qué debería hacerse cou los judíos? (Para solucionar el problema particular que
preocupa, al sujeto.)
(En general; si el sujeto se muestra moderado en primer lugar, véase hasta qué
punto puede despertarse su agresividad. Si se muestra extremado desde el prin
cipio, trátese de comprobar su disposición a aceptar soluciones menos violentas.)
P e rse cu c ió n
¿Qué medidas toman p e rso n a s o grupos que Ud. conoce?
¿Hasta dónde llegan? ¿Es justificada, esa acción?
¿Qué piensa acerca de lo que hizo Hitler?
¿Qué habría hecho usted si se hubiera visto frente al mismo problema que Hitler?
¿En q u é circunstancias podría suceder aquí lo mismo que en Alemania.?
¿.Qué tendría que hacerse como Último Recurso si los judíos continúan (haciendo lo
que el sujeto considera principalmente como un peligro) ?
¿Qué justificaría que se tomaran Medidas más Extremas para solucionar este pro
blema?
¿Qué medidas deberían tomarse?
Algunos consideran que debería Mandarse a los judíos de Vuelta al lugar de donde
vinieron; ¿cuál es su posición al respecto? ¿Habría que Confiscar sus propiedades
para poner fin seguro a este problema?
¿Deberían distribuirse sus riquezas?
D isc rim in a c ió n
¿Opina usted que habría que excluir a. los judíos de los Puestos Importantes?
¿Serviría tal medida para solucionar el problema a fondo?
¿Cree usted que debería imponerse un sistema de Cuotas en las Universidades para
evitar que los judíos se apoderen de ciertas profesiones?
S eg reg a ció n
¿Habría, que mantener a los judíos fuera de Distritos habitados por no judíos?
E x c lu s ió n
¿Deben Mezclarse judíos y no judíos en la vida social?
¿Cree usted que los no judíos deben Casarse con judíos?
‘ ‘ E x c e p c io n e s ”
(Tocante a. cualquier medida propuesta) : ¿Debería hacerse esto con io d o s los Judíos?
¿Cómo distinguir a quiénes?
e. H is to r ia .
¿Dónde Supo por Primera Vea acerca de los judíos?
¿Qué experiencias personales ha tenido con judíos?
¿Ha tenido Experiencias Opuestas?
¿Cuál era la Actitud de sus Padres hacia los ju d ío s (durante su niñez y adolescencia) ?
¿Alguna Vez Pensó de Otra Manera acerca de los judíos?
Tal como hiciéramos con los datos sobre religión obtenidos durante la
entrevista, el material .que presenta las actitudes políticas y raciales será
analizado en. capítulos posteriores de la obra (capítulos VI y XVII).
de la s E n t r e v is t a s
jetos restantes se cuentan también entre los casos menos claros en lo que
concierne a la clasificación de las entrevistas.
En la Tabla 7 (IX) se muestra una comparación de los resultados ge
nerales de los dos procedimientos de clasificación. Los puntajes- de pre
juicio basados en el cuestionario han sido tomados de las Tablas 1 (IX) y
2 (IX ). Pero las valoraciones numéricas que figuran en estas tablas como
correspondientes a los sujetos aquí enumerados, según las clasificaciones
efectuadas por M, se limitan a una selección de las categorías más discri
minatorias (véase Sección 6). En cambio, las cifras que aparecen en la
Tabla 7 (IX) se basan en las clasificaciones de todas las categorías y se
dan, además, como proporción de clasificaciones “Alto’' en relación al po
sible máximo de evaluaciones correspondientes al número total de cate
gorías. Por consiguiente, se han sumado las dos mitades del número de
clasificaciones “Neutral” —que se obtiene fácilmente restando las clasifi
caciones “Alto” y “Bajo” del número total de categorías, 86 para hombres
y 90 para mujeres (ver luego)— a las clasificaciones “Alto” y “Bajo”, res
pectivamente. El resto de la escala está constituido por la clasificación
compuesta, basada en una valoración porcentual respecto a 50, y las cla
sificaciones generales de las entrevistas, realizadas intuitivamente por los
clasificadores.
Las valoraciones porcentuales muestran buen acuerdo entre las clasi
ficaciones de seis de los nueve sujetos realizadas por los dos clasificadores.
De los tres casos restantes, aquéllos en los que se observan discrepancias
en verdad notables son precisamente los dos antes mencionados a.quienes
M, que los clasificó en primer término, juzgó equivocadamente, es: decir
M19 y F39. El segundo clasificador, R, se encargó de rectificar el error
muy claramente al establecer valoraciones porcentuales cercanas:a 30, va
lores que contrastan marcadamente con los próximos a 70 obtenidos por
M. El coeficiente de correlación entre las columnas que representan a los
dos clasificadores —no muy significativo, dadas las circunstancias-- es de
0,61. Este valor podría hacerse ascender a 0,8, aproximadamente, si se eli
minara uno de los dos casos “difíciles” recién mencionados, porque de tal
manera la proporción de los mismos se aproximaría más a la que, según
hemos dicho, existe en la muestra total de entrevistados, vale decir el 15
por ciento. Si llegara a verificarse tal cifra sobre una base más general,
podría considerársela muy satisfactoria vista la índole del material de
que se trata.
En cuanto a la clasificación compuesta y a las evaluaciones intuitivas,
dio un acuerdo perfecto, salvo en los dos casos antedichos. (Las evalua
ciones intuitivas correspondientes a uno de estos sujetos, M I9, son incom
pletas debido a que R, contrariando las instrucciones, se declaró incapaz
de tomar una decisión sobre el caso particular.)
Puede añadirse que las medias de las valoraciones porcentuales de
los dos clasificadores tienen valores muy próximos entre sí y al ideal de
50, A M le correspondió una media de 58,4 y a R, de 50,9. Esto avala lo
dicho en (a) con respecto a la proporción de las evaluaciones efectuadas
por los dos clasificadores. La ligera preponderancia de las clasificaciones
“Alto” de M se refleja también en sus evaluaciones generales intuitivas,
En realidad, esta tendencia aparece concentrada en la clasificación de los
dos casos que juzgara erróneamente y que luego R rectificara.
En la Tabla 8 (IX) se presentan separadamente los datos correspon
dientes a las seis áreas principales abarcadas por el Manual de Valora
ción, a saber: la configuración familiar (ver Capítulo X), la actitud hacia
el sexo, los demás y sí mismo (ver Capítulo XI) y la estructura dinámica
322 LA PER SONALIDAD A U T O R ITA R IA
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LA S E N TR EV ISTA S COM O E ST U D IO DE LA PERSONALIDAD P R E JU IC IO S A 325
A. INTRODUCCIÓN
Comenzaremos nuestro análisis de los resultados de las entrevistas
con la organización de la familia. En lo que al individuo concierne, debe
presumirse que muchas de las actitudes y necesidades subyacentes estu
diadas en este volumen se originan en la situación familiar. Es en el círcu
lo familiar donde el niño en proceso de crecimiento aprende a relacionarse
con los demás. Algunos de los miembros de la familia se encuentran en
una posición de autoridad con respecto a él, otros, en una de igualdad
o de inferioridad. Algunos pertenecen a su mismo sexo, otros, al opuesto.
Pronto el niño se da cuenta de cuál es el tipo de comportamiento que se
considera apropiado y le traerá recompensas, y cuál es la conducta que
le reportará castigos. Se ve confrontado a cierto conjunto de valores y
a ciertas exigencias que debe cumplir.
Dentro de las características generales de la población blanca común,
las familias varían grandemente en lo que respecta a la rigidez o a la fle
xibilidad de los roles asignados a cada uno de sus miembros así como en
lo que concierne a los valores en general. De este modo, encontraremos
núcleos familiares en los que se da bastante más importancia a la obedien
cia que en otros. En algunos casos, la disciplina es ruda y violenta; en
otros, comprensible y moderada. O bien existe preferentemente úna adhe
sión rigurosa a las reglas y costumbres convencionales antes que a los va
lores más flexibles e intrínsecos que conducen a la mayor tolerancia frente
a las variaciones individuales. Algunas veces, la armonía de la vida fa
miliar depende principalmente ya de un trueque de obligaciones y “bie
nes” bien definido, ya de un intercambio de genuino afecto. Son éstas !y
otras diferencias de la organización familiar lo que escrutamos aquí a la
luz de sus posibles implicaciones respecto a la estructura de la personalidad
del individuo y a sus ideas sociales y políticas.
El presente estudio no ha descubierto relaciones sorprendentes entre
las pautas que nos ocupan y los factores económicos generales. Pero no
cabe duda de que investigaciones sistemáticas de naturaleza más netamen
te sociológica que la nuestra, revelarían que en la determinación de las
antedichas diferencias entran factores culturales y subculturales más ge
nerales (demostrando, por ejemplo, que en los distintos subgrupos nacio
nales prevalece uno u otro tipo de organización familiar) o influye la
relativa estabilidad o inestabilidad socioeconómica de la pasada vida fa
miliar.
.328 LA PER SONALIDAD A U T O R ITA R IA
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LOS PA L E E S Y LA N IÑ E Z A TRAVÉS DE LA S E N TR EV ISTA S 331
M M : (¿Qué clase de persona es su padre?) ‘ ‘ Olí, es el tipo de persona, que nunca, se lia
conformado demasiado con trabajar para otros. Siempre tuvo sus dificultades, especialmente
cuando estuvo en una compañía muy grande (se ríe). Odia profundamente las grandes em
presas comerciales... Tiene un sentido muy vital de la justicia y la honestidad, y no puede
soportar la opresión...**.
M 5 0 : (¿Qué clase de persona es su madre?) “ Intelectual y muy bien educada. Parece
tener el don espeeial de la percepción. También se dedica, a 3a música (piano)... no como
profesional sino ciertamente por condiciones naturales. (¿Qué admira más en ella?) Bu ca
pacidad intelectual*
M 5 S : (¿Qué clase de persona era su m a d r e ? ) “ Bien, una persona común, más bien feliz,
muy feliz. Creo que era bastante inteligente pero ponía ante todo su condición de madre
y esposa. Siempre hizo d e su h o g a r u n lugar agradable, realmente agradable. (¿Debilidades?)
Bien, cierta falta de roce, diría. (¿Qué significa?) Quizás, en cierto modo, un perfecto pro
ducto de su época. Era del tipo de persona que podríamos llamar respetable, común, teme
rosa de Dios (ríe )... No sabía mucho de finanzas... una mujer de carácter dulce, pero
muy agradable. No hacía esfuerzos desesperados, pero lograba que su hogar fuera siempre
agradable... muy agradable, un tipo de persona razonable. Tenía cierto sentido de posesión
(respecto al sujeto)**.
M S ; “ Me gusta mi padre. Es de tipo más bien taciturno, un francés tranquilo que no
quiere dificultades. No siento respeto especial por mi madre. Es intelectualmente superficial,
tambaleante.., vacilante es la palabra. Es un poco fuerte decir eso de mi madre, pero., ,
(P.) Como, por ejemplo, voy y le cuento qué quiero hacer, me apoya con entusiasmo. Des
pués viene mi padre con ideas contrarias a las mías, y ella le da la razón. No es posible...
Admiro a mi padre por su capacidad para quedarse callado. Habla poco, y eso le da mucha
dignidad, todos lo admiran y respetan. Me gustaría hacer lo mismo. De los dos, prefiero
estar solo con él. (¿Cómo es su madre?) Buena., generosa, siempre bien intencionada, ve el
lado bueno de las cosas, bastante alegre, bromista. Se lleva bastante bien con los demás, la
gente la quiere y ella quiere a los demás. Bu afabilidad puede ser sólo práctica, porque hace
tanto tiempo que se dedica a la enseñanza-... es directora de una escuela primaria local...
sabe ser divertida, una compañía bien recibida, podríamos decir. Pero es algo moralista, esa
moral de principios de siglo. Por ejemplo, está en contra de Erroll Elynn; no da razones
morales, simplemente lo critica bromeando**.
M I S : “ Papá nació en 1890, en una. chacra de ——------------------; mamá en 1889 en
una granja de ------------------------ . (El sujeto dice que su padre era un hombre de mal
carácter y muy estricto, que castigaba a los hijos con severidad; llegaba a golpearlos con
una correa.) Papá no fue a la escuela secundaria. Tenía muchos amigos. Jugaba al fútbol.
Comenzó como criador de animales de caza en la Universidad d e ----------------------- , tam
bién fue buen carpintero y pintor. Hacia 1920 la familia se mudó a ------------------------ y
papá se hizo ministro de la iglesia d e ------------------------ . El único requisito para ello era
saber leer la Biblia. Sus sermones son furiosos.** (El sujeto piensa que el padre tenía un
‘complejo de inferioridad * pero no sabe explicarlo.)
En los hombres, los sentimientos arriba descriptos son aún menos dife-
renciadores que en las mujeres. De los 20 entrevistados de cada cuartil
extremo, exhiben esta actitud 4 de puntaje bajo y 6 de alto. Nuevamente
descubrimos, empero, una diferencia de calidad entre los dos grupos. Por
lo común, los sujetos del cuartil alto se refieren a los padres en relación
a la disciplina que les imponían. XJn hombre se queja de haber tenido que
trabajar demasiado; otro, de no haber recibido suficientes bofetadas.
M 5 1 : “ Casi siempre conseguía lo que quería. Me bastaba llorar para, lo que fuera y él
hada, mi gusto (sic) ... Oreo que si de chico me hubiera dado algunas bofetadas más, no
tendría que recibirlas ahora que soy grande , .. No sólo eso, sino que casi podría culparlo
a él de mi egoísmo. Su actitud y la de toda la fajnilia me llevaron a creer qué yo era ... el
universo entero .., ahora me doy cuenta. Ya no soy egoísta. Pero tuve que aprender
a no serlo por mí mismo . .. Mi juego del vigilante y el ladrón: fue porque me sentía
pisoteado. . . ”
Por otra parte, cuando un hombre del cuartil bajo muestra que siente
haber sido víctima de trato injusto, nos da la impresión de basarse más
directamente en la realidad, y habitualmente se refiere a la falta de amor
o un sustituto de éste. Veamos un caso ilustrativo:
M .55: *'‘ Por ejemplo, tomaba algo rico, digamos un dulce, hacía, el gesto de ofrecernos
y luego se lo comía riendo estrepitosamente... Podría parecer un monstruo, pero en realidad
no lo es.”
5. S u m is iv id a d vs. In d e p e n d e n c ia F undada en P r in c ip io s
que obedeciera las órdenes. Mamá era muy estricta en los horarios para volver a. casa.
(¿Cómo respondía, usted?) Me disgustaba. Nunca le contestaba mal o le decía, algo feo... ”
M 5 7 : (¿Cómo reaccionaba cuando recibía una tunda?) ((Simplemente, no volvía a
hacerlo,' ’
M 5 8 ; “ Verá, no tengo quejas contra mi padre. Me daba lo que merecía. El mandaba,
y si yo no cumplía, recibía mi castigo, pero nunca me lo aplicaba en un arranque de furia. ’ *
muchísimo (de los ocho a los once años de edad, aproximadamente). Me gustaban las histo
rias, pero no como religión. Cuando empecé a ir a la escuela dominical, comencé a rebelarme
contra la religión” .
M 4 S ; (¿Qué quiere decir?) “ Buena con los hijos; vestirlos, alimentarlos, atenderlos
cuando están enfermos'’.
M 4 7 dice de la. madre: “ Bien, supongo que por ser tan buena y amistosa con todos,
especialmente conmigo. (¿Por ejemplo?) Bien, siempre trata de hacer todo lo que puede
por mí, Kara ve?, vuelve del centro sin traerme algo” ,
M S I muestra la actitud parasitaria, dependiente: “ Nunca vi una virtud en el tra
bajo” . Después de fallecido el padre, quien en vida lo mantenía, el sujeto vivía de la
póliza de seguros del mismo. Nunca llegó a. ganarse la vida por sí solo y cuando “ traté
(de ganarme la vida) terminé aquí (en prisión)
M 5 S valora a su padre sólo en relación a lo que éste le dio: ((Nunca recibí de él
todo lo que podría haber deseado. Me habría gustado tener una casa más linda, mejor
posición, pero a pesar de todo me sentía muy feliz de ser hijo suyo... Papá estaba muy
orgulloso de mí” .
La entrevista de M 5 7 tiene carácter similar: (¿En qué le imponían disciplina?) “ Bue
no, cuando quería ir a bailar y llevarme el auto, me ponía furioso si no me dejaban.., (¿Re
cibía usted una- asignación?) Quince o veinte dólares por semana, o más. Siempre tuve mucho
dinero para gastar” . El sujeto mencionó espontáneamente que el padre le daba por lo común
cerca de 50 dólares, cuando ¿tesaba. ir a. un rodeo y que, al entrar en la adolescencia, co
menzó a darle dinero para las prostitutas. Añade que, muchas veces, el padre dejaba dinero
sobre la mesa, para que el sujeto lo empleara como quisiera, aun antes de que éste lo so
licitara.
El deseo de tener una guía- se expresa en las palabras de M .S 8 : “ Papá quería que fuera
a la Universidad, pero su muerte terminó con esos planes. Si hubiese tenido alguien que me
guiara... ” El padre de este sujeto deseaba que fuera, arquitecto, y siempre hablaba de eso.
M I S evidencia aprecio por c) padre porque éste da todo a sus hijos: (¿Qué admiraba
especialmente en su padre?) “ Lo más admirable- érala atención que nos prestaba a nosotros,
sus hijos. Es muy honesto, tanto que no perdona deudas. En todo el país lo conocen como
hombre de una sola palabra. Su mayor mérito fue privarse de placeres para cuidar de nosotros,
sus hijos” .
Las apreciaciones que sobre sus progenitores formulan los sujetos pre
juiciosos recién citados revelan patente oportunismo al referirse sin tapu
jos al alimento, el dinero y otros bienes-materiales recibidos de los padres.
El mismo aparece expresado con la mayor crudeza por la mujer que dice
haberse “volcado hacia el padre” porque “es él quien maneja el dinero”.
Veamos ahora un ejemplo de la actitud inclinada al afecto, extraído
de la entrevista de una persona de puntaje bajo:
J?6S: “ Éramos todos muy unidos. Parecíamos una soia persona. Nos gustaban las
mismas cosas. Siempre nos ayudábamos unos a. otros” .
tunistas del tipo arriba descripto. Esto nos hace pensar que, en cierto modo,
las tendencias culturales imperantes no favorecen el cariño o, al menos, su
expresión franca.
La “búsqueda de beneficios materiales” parecería relacionada con una
actitud de “in te r c a m b io Cuando predomina tal actitud general, las rela
ciones humanas pasan a ser concebidas como un “trato comercial”. A ve
ces, esto se manifiesta en la actitud hacia los padres en la forma de un vago
sentimiento de obligación para con ellos, cual si se sintiera el deber de re
tribuir materialmente lo que se ha recibido. Por lo general, la idea de
tener que “dar” resulta muy penosa para la mayor parte de los sujetos de
puntaje alto. Pero, al mismo tiempo, el concepto de “hoy por mí, mañana
por ti”, cuando no el de “ojo por ojo, diente por diente”, es propio de ellos.
La Categoría 4b referente al sentimiento de obligación y deber hacia,
los padres nació de las consideraciones recién expuestas. También se de
fine este aspecto como deseo de “compensarlos”. Consideramos que esta
actitud sería característica de los sujetos de puntaje alto. Sin embargo,,
dicha categoría no logró discriminar entre las mujeres pues, en general,
hubo escasas respuestas de esta índole. En cuanto a los hombres, encontra
mos contestaciones de esta categoría en 5 de puntaje alto y uno de puntaje
bajo. Así, M47 considera que tiene la obligación de recompensar a su ma
dre porque ésta le dio muchas cosas, dinero incluso:
M 4 7 : (¿.Cuál es la mayor satisfacción que le dio a su madre?) “ Bueno, sería difícil
decirlo. Croo que no la hice muy feliz, pero... cuando salga y me encamine, voy a cuidar
siempre de mi madre.., Me parece que nunca la traté eomo se debe*\
6M. R a sg o s a tr ib u id o s al p a d re p o r la s M u je r e s :
a. “ Ha-
T e so n e ro so s té n de la f a m i l i a : c. C ariñoso, sociable, simpático
ría. cualquier cosa por mí7’ (externa- d. C o m p ren siv o
lisiado), trabaja, duramente por 1á fa e. B s té tic o - in te 1e c tv a l
milia; o psicópata
b. M o d elo d e m o ra l
7H. lia s g o s a tr ib u id o s a la m a d re p o r los H o m b r e s :
a . S a c r ific a d a , ‘'bondadosa7 sumisa e. C ariñosa, sociable, simpática
!). 'M odelo d e m o ra l d. C o m p ren siv a
e. B s t é t i co -mí elect'ual
7M. R a sg o s a tr ib u id o s a la m a d r e p o r la s M u je r e s :
a. C o e rc itiva d. A lg o d e m o s tr a tiv a
1). M o d elo d e m o r a l e. C o m p ren siv a
c. ‘‘ D ulce ’ p s e u d o fe m e n in a f. E s té tic o -in te le c tu a l
S . M e g a ció n de c o n flic to e n tr e p a d r e s ; sal 8. V e r b a liza e íó n o b jetiva - de c o n flic to e n
vo desacuerdos ' ‘leves-normales77 tr e p a d re s
Las declaraciones de los tres últimos sujetos testimonian que los padres
tenían y mostraban gran afecto por sus hijos. En general, parecería que
los padres de los hombres no prejuiciosos hubieran dedicado bastante tiem
po a jugar y a “hacer cosas” con sus vástagos. También es digna de nota
la referencia que hace M50 al interés de su padre por las actividades ar
tísticas. Es probable, según lo señala nuestro material, que muchos de los
progenitores de nuestros sujetos pre juiciosos habrían considerado tales
inclinaciones, en su hijos o en sí mismos, como indignas de un hombre o
afeminadas.
Quedaría aún otra manera de ver al padre, cual es la de considerarlo
primordialmente como un modelo de moral. A esta imagen podría oponér
sele la que representa al padre como ejemplo de lo que denominaríamos
puritanismo basado en principios (Categoría 6Mb) . Este par de opuestos
caracteriza la orientación hacia un conjunto de valores convencionales y su
aceptación (superyo externalizado, esto es, angustia social) en contrapo
sición a la sustentación de verdaderos principios éticos (superyo interna
lizado). Como era de preverse, los hombres prejuiciosos tienden a presen-
T A B L A 2 (X) Ca5
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C LA Sm CA CiÓ N DEL CONCERTO SOBRE AM BIENTE SE LA N lÑ EZ EXPRESADO EN LAS ENTREVISTAS POR SO SU JETOS QUE SACARON P U N T A JE
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N ú m e r o ñe C la s ific a c io n e s “ A l t o ” (A ) y
“ B a j o ” ( B ) a sig n a d o s a
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C a teg o ría # de C lasificación- SO h o m b r e s y 20 h o m b r e s y S uena do casos e ió n e s ta d ís tic a
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“ p u n t a je a l i o ” “ p u n ta je b a jo ” ‘' p o si- ' ‘ nega- ( t a n to p o r c ie n to )
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350 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
tar al padre como modelo de moral, mientras que los tolerantes se reiteren
más frecuentemente a un “puritanismo”. Hubo gran proporción de casos
clasificados como Neutral, razón por la cual no se ha podido establecer la
significación estadística de esta diferencia; por lo demás, resulta también
difícil decidir en cada oportunidad si nos encontramos ante un caso de mo
delo de moral o de genuina conciencia.
Un pasaje de la entrevista de M13, sujeto de puntaje elevado, dice así:
“Tomaba muy poco y nunca fumaba. En sus tratos era muy honrado y es
tricto. Seguía las reglas religiosas sin asistir a la iglesia”. Estas palabras
muestran que el sujeto pone de relieve virtudes externas, tales como el
abstenerse de fumar, beber, etcétera.
Otro sujeto de este grupo, M i l , expresa de su padre: “ Nos decía qué debíamos hacer,
qué quería, que hiciéramos, y qué esperaba que hiciéramos. Siempre rezaba antes de comer y
de dormir ’ b
Cuando un hombre del cuartil inferior dice que su padre tenía moral
rígida, suele caracterizar a la misma con un toque “humano” sin presen
tarla como la rigurosa conformidad a las costumbres —el deseo de ser
ejemplo para la comunidad— que se observa en la descripción que hacen
los hombres de puntaje elevado.
Se observa una interesante particularidad: la idea de un padre deci
dido y triunfante, con elemento de pseudomasculinidad (Categoría 6Hc)
no establece gran diferenciación entre los hombres de ambos cuartiles.
Evidentemente, el hombre triunfador que se ha abierto camino en la vida
es algo tan propio de nuestra cultura que puede encontrárselo en todo tipo
de pautas. No obstante, en las entrevistas de los hombres de puntaje bajo
se descubren con frecuencia referencias a la despreocupación y modera
ción del padre, características que se encuentran casi exclusivamente en las
declaraciones de éstos, pues 9 de ellos describen al padre en términos se
mejantes, mientras que sólo 1 de los hombres de puntaje alto menciona tal
tipo de cualidad. He aquí un ejemplo tomado del protocolo de un hombre
no prejuicioso:
Al preguntársele cómo era su padre, M é ,f dice: “ No podría decirle con'exactitud. Apenas
tenía 13 años cuando se fue. Es rápido, de genio.,. Podría decirse que es algo desaliñado...
capaz de pasar mucho tiempo sin cortarse el cabello o limpiarse las uñas. Tuvo poca- educa
ción pero es muy inteligente. Es de familia de campesinos... nunca tuvieron dinero... él
les mandaba.. Sé que nunca quiso a su papá ?b
Estas citas pueden servir como ejemplo de que una vez que la persona
de puntaje alto se vuelve contra sus padres —lo que sucede raramente—
tiende a presentarlos como verdaderos villanos.
En cuanto a las alternativas presumiblemente “Bajo” de los rasgos
atribuidos al padre por las mujeres, vale decir la imagen de un hombre
cariñoso, simpático y comprensivo, el número absoluto de respuestas fue
pequeño. Por ende, creemos justificado omitir el análisis de estos casos.
Seis mujeres de puntaje bajo contra una de alto presentaron al padre
como individuo estético-intelectual (Categoría 6Me). El interés por las
actividades intelectuales y artísticas suele ser más pronunciado en las per
sonas no etnocéntricas, particularidad que coincide con el hecho de que
las cualidades “intraceptivas” sean más características de aquéllas.
4. I magen de la M adre: S acrificio , M oralidad, C oerción
Compusimos la lista de recargos atribuidos a la madre por analogía con
la contraparte referente al padre; consecuentemente, los resultados obte
nidos tienden a ser similares. Mas, en tanto que cabía suponer, en base a
los estudios exploratorios de las entrevistas, que el concepto en que los
hombres de puntaje alto tenían a su padre podía resumirse en el califica
tivo “severo”, -presumimos que la correspondiente imagen de la madre se
caracterizaría como figura sacrificada, bondadosa, sumisa. Y del mismo
modo, así como las mujeres prejuiciosas tienden a ver al padre como sostén
de la familia, también se inclinan a considerar a la madre primordialmente
en relación a lo que reciben de ella o a los cuidados que les prodigó du
rante la niñez.
LOS PADRES Y LA N IÑ E Z A TRAVÉS DE LA S E N TR EV ISTA S 353
Nueve de los 'hombres del cuartil alto y apenas dos del bajo concebían
a su madre en los términos antedichos. Entre los primeros, M57 dice: “Era
una mujer muy trabajadora que cuidaba mucho de sus hijos; nunca nos
trató mal en nada”. El protocolo de otro hombre de puntaje elevado, M13,
proporciona un ejemplo especialmente claro de la idea de una madre que
lo da todo por su hijo: “La mayor parte del tiempo mamá estaba enferma,
en cama. Dedicó sus últimas fuerzas a nosotros, sus hijos”. El hacer hinca
pié en la “dedicación” de las últimas fuerzas lleva implícita la idea de un
sacrificio ilimitado, falto de sano intercambio.
M 1 3 dice también que su madre “ era metodista muy estricta, y lo fue hasta su muerte.
Yo estaba casi siempre enfermo. Nos crió muy severamente bajo esa guía” .
En total, 6 hombres de puntaje alto y 2 de puntaje bajo consideran a
la madre como modelo de moral (Categoría 7Hb).
Así, otro hombre prejuieioso, M 4 7 , expresa.: “ Siempre me enseñó a. distinguir entre el
bien y el mal, lo que debe hacerse y lo que no” .
gación de serios conflictos entre los padreé Sin embargo, es más frecuente
encontrar una admisión franca de tales conflictos en las entrevistas de los
hombres de puntaje bajo,-a pesar de lo cual la categoría establece dife
renciaciones significativas entre individuos prejuiciosos y tolerantes.
En algunos de los casos en que los clasificadores, siguiendo el Manual,
calificaron como variante “Alto” la “negación de conflicto” por parte de
sujetos que resultaron ser de puntaje bajo, añadieron como comentario:
“verdadero amor”. Esto concuerda totalmente con nuestra opinión de que
la formulación de la Categoría 8 era insatisfactoria.
Ejemplos típicos de la negación de la existencia de choques entre los
padres por los hombres prejuiciosos son:
En respuesta a la pregunta: “ ¿Cómo se llevaban sus padres?” , M 41 dice: “ Muy bien,
nunca los oí pelear'’'.
M 5 8 : “ Sí había diferencias entre papá y m a m á , mmcalo supe1” .
taje alto verían las relaciones de poder entre los padres de la siguiente
manera: estricta división de tareas, la madre se encarga de la casa y el
padre trabaja afuera, o bien “la madre es más fuerte y domina”. Por otra
parte, esperábamos que las entrevistas de las mujeres de puntaje bajo mos
traran un padre más importante y fuerte, o bien un hogar equilibrado.
En realidad, 7 mujeres de puntaje elevado exhibieron una de las dos
primeras alternativas (especialmente la segunda), contra sólo 2 de las
mujeres del cuartil inferior. En cambio, el segundo par de alternativas
aparecía con frecuencia sólo ligeramente mayor en el grupo de puntaje
oajo, probablemente porque los datos acerca de este problema son incom
pletos y porque algunas de las mujeres de puntaje alto hablan de un padre
dominante.
Por consiguiente, en lo que respecta a las mujeres, la categoría care
ce, en términos generales, de significación estadística. Ello no obsta para
que los datos reunidos sirvan para avalar nuestra presunción original de
que los hombres prejuicio sos tienden a ver en el padre a la figura princi
pal de la familia, y que las mujeres prejuiciosas atribuyen tal lugar a la
madre. Tal vez pueda decirse que las mujeres prejuiciosas suelen tener un
vínculo más fuerte, aunque más ambivalente, con la madre, y que lo mismo
sucede con los hombres prejuiciosos en relación al padre. Esta tendencia
puede estar ligada a una mayor proclividad a la homosexualidad latente
o franca (vid. capítulos XI y X X I).
Otro hombre de puntaje elevado -expresa sus propias ideas acerca de-
la necesidad de imponer castigos severos:
M 4 1 : " Si hay que pegarles, creo que debe hacerse. Considero que no hay que escatimar
los palos para no arruinar a los hijos; aunque tampoco soy partidario de que se los maltra
te ,., Una vez iba por la calle y oí que una madre amenazaba al hijo con darle mia paliza,
entonces el chico dijo: "Oh, mamá, sabes bien que no piensas hacerlo!’ Si yo le hubiera dicho
eso a mi madre, no habría podido sentarme después” .
Veamos ahora otros ejemplos del tipo “Alto” de disciplina,’'tomados
de las entrevistas de hombres de puntaje elevado quienes, entré otras:
cosas, se refieren especialmente al hecho de que “les ordenaban” cumplir
“leyes” o reglas “preferidas” sin darles mayores explicaciones. ;
M 4 S : (¿Quién se encargaba de la disciplina?) "M i tío. (¿En qué consistía?) Nos-
azotaba. (¿Con cuánta frecuencia?) Dos o tres veces por mes (¿Motivos?) Salir sin pedir-
permiso, no hacer lo que se nos decía. (¿Era siempre justo?) Bueno, pensándolo bien, nos'-
3o merecíamos. (¿Alguna vez se preguntó sí era justo?) No” .
Al preguntársele si era castigado eon frecuencia, M é o contesta: "A menudo, y lo peor-
era que mi madrastra- le decía (a mi padre) que mi hermano o yo habíamos hecho tal o cual.
cosa y él no nos dejaba expHcaxde-... (¿Cuál era su reacción?) Bueno, me escapé dos veces...
Doro no me hizo odiarlo. Le tenía más rabia a ella. (¿Era él quién aplicaba principalmente-
la disciplina?) Sí, (¿Los castigaba ella a veces?) Sí, pero rara vez. (¿Causas?) Oh, cosas
que parecían tan triviales, como volver a casa tarde del colegio para hacer mis tareas” .
M 4 7 : (¿De- qué naturaleza ora. generalmente la disciplina?) " ...só lo nos gritaban.
(P) Hacía- como si le doliera a ella más que a nosotros... Creo que habría preferido que me
dieran una paliza antes que todo ese griterío. (P) Parecía muy dolorida, (¿Qué sentía
usted?) ...M e hacía, sentir apenado.,, -avergonzado de mí mismo. (¿Ejemplo?) Úna noche-
estuve fuera de casa hasta muy tarde. Cuando volví, me- regañó, siempre por cosas sin im
portancia como ésa... C por ir a un lugar donde ella me decía que no fuera. . . como a 3q
.casa de algún chico con quien ella no quería que jugara” .
Igualmente, al inquirírsele por qué motivos había recibido castigo, M.51 responde :■
"Generalmente por algo sin importancia, como robar un dulce de un. estante o algo por el
estilo ’ ’.
M 5 S : "Bueno, mi padre era un hombre muy estricto. No era religioso, pero sí severo-
en la educación de sus hijos. Su palabra era ley y cuando a lg u ie n le desobedecía era castigado,.
Cuando tenía doce años, mi padre me- pegaba prácticamente todos los días porque sacaba bas
cosas de la caja de herramientas d e l galpón y no las volvía a guardar.., por último me ex
plicó que esas cosas costaban dinero y que debía aprender a guardarlas” .
Otro hombre de puntaje alto, M 6 declara: "Papá dejaba la disciplina en manos de-
mamá, aunque en el fondo él era la ley. Eso no quiere decir que alguno de los dos nos do
minara, sino que nos mantenían en vereda. Siempre respeté a mi madre más que la mayor-
parte de la gente. Sólo la idea de que ella quería que hiciera algo me mantuvo en -el buen
camino. A veces me daba una paliza. Papá usaba la correa pocas veces, la- última fue cuando-
tenía doce o tre c e a ñ o s por con testarle a mi madre” .
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'360 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
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C l a s i f i c a c i ó n p e S u c e s o s d e l a N iñ e z y A c t it u d H a c ia H e r m a n o s e n l a s E n t r e v is t a s d e O c h e n t a S u j e t o s q u e O b t u v ie r o n P u n t a j e s
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364 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
cuela ríe arte dramático. Es una muchacha muy linda, su belleza no es común, es hermosa
de un modo masculino” . La entrevistada no cree que su hermana haya, sido amante del citado
hombre. Ésta ha tenido relaciones homosexuales.
La categoría de afecto genuino o bloqueado no sirvió para establecer
diferencias significativas entre los dos grupos; tampoco en este caso con
tamos con suficiente material clasificable.
Es interesante observar que, en las entrevistas, los hombres de puntaje
bajo muestran mas a menudo “afecto genuino’’ por los hermanos que las
mujeres del mismo cuartil. Esto podría deberse a que las mujeres son más
proclives que los hombres a sentir envidia, particularidad ya destacada por
Freud y otros.
3. S u c eso s de la N iñ e z
zones por las que los hermanos no siempre se inclinan a adoptar iguales
ideologías políticas. Infortunadamente, en el presente estudio no pudimos
indagar sistemáticamente acerca de los.hermanos.
En todo respecto, el hombre prejuicioso tiene más posibilidades de en
contrar compensación a sus debilidades ocultas. Puede, por ejemplo, demos
trar su independencia o bien afirmar implícita o explícitamente su superio
ridad sobre las mujeres. En cambio, las mujeres prejuiciosas no disponen
de tantos medios para canalizar sus sentimientos subyacentes, por lo cual
evidencian tener ocultos sentimientos de hostilidad más intensos y defen
sas más rígidas que los hombres, tal como se comprobará luego.
En cuanto a los individuos de escasos prejuicios étnicos, la pauta de
las relaciones familiares difiere por lo menos en el grado de importancia
conferido a los factores recién mencionados. Una de las diferencias más
importantes que se observa con respecto a la familia del típico sujeto de
puntaje alto, es que no se exige tanta obediencia por parte de los hijos. Los
padres están menos apegados al status, de manera que no les preocupa
tanto la conformidad y son menos intolerantes hacia las manifestaciones
de conducta que la sociedad no acepta. En lugar de condenar, se inclinan
a dar a sus hijos guía y apoyo, ayudándolos así a resolver los problemas
que les ocasionan sus instintos. Este proceder facilita la socialización y la
sublimación de las tendencias instintivas,
A menudo, la preocupación relativamente menos pronunciada respecto
al status va acompañada de mayor riqueza y liberación de la vida emocio
nal. En general, en las familias de los sujetos no prejuiciosos existe más
afecto, cuando no un afecto más incondicional. En ellas no se observa tan
grande sometimiento a las reglas convencionales; por tal motivo, i dentro
del núcleo familiar, las relaciones tienden a ser más internalizadas jé indi
vidualizadas. Por cierto que, en ocasiones, se llega al extremo de no aceptar
casi los standards y las costumbres normales, ';
En el capítulo próximo ofreceremos pruebas adicionales de quedos in
dividuos tolerantes son proclives' a buscar el amor en un plano’irreal, im
pulsados por el deseo de restablecer el tipo dé relación de que gozaran
tempranamente en el seno de la familia. En muchos casos, sus exagerados
anhelos dan origen a sentimientos de insatisfacción y a una franca ambi
valencia.
El hombre tolerante, especialmente, parece orientarse hacia la madre
y tiende a conservar una actitud de dependencia afectiva y de protección-
apoyo hacia las mujeres en general, que no se satisface fácilmente. Tal in
clinación hacia la madre, unida a la presencia de un padre “moderádo e
indulgente”, permite que el hombre no prejuicioso absorba cierta medida
de pasividad en su ideal de masculinidad'. De tal manera, no le es preciso
buscar compensación en actitudes de pseudofortaleza y de condena de lá
debilidad.'En cambio, puede llegár a una perspectiva humanitaria, gracias
a su simultánea identificación con la madre y el padre.
Por otra parte, la mujer carente de prejuicios parecería inclinarse de
preferencia a admirar y querer sinceramente al padre, por ejemplo,*pór
su capacidad estético-intelectual. Esta actitud conduce frecuentemente a la
identificación consciente con el progenitor.
Dado que los sujetos no prejuiciosos en general recibieron más cariño de
los padres y se sienten esencialmente seguros en lo que a éstos concierne,
les resulta más fácil expresar desacuerdo con ellos, pues no los inhibe el
temor de las represalias o de la pérdida completa de su amor. Sin embargo,
y como es dable esperar, tales disensiones suelen producir conflictos inter
nos, sentimientos de culpa y angustia. Esto resulta muy comprensible si se
372 LA PERSONALIDAD A U T O R IT A R IA
considera.qué en este grupo las relaciones con los padres son intensas y,
muchas' veces,'significan una abundante fuente de gratificación. Incues
tionablemente, se da una gran medida de ambivalencia en este tipo de ape
go familiar inclinado al amor. Pero estos individuos, enfrentan la ambiva
lencia de modo más franco que los prejuiciosos.
A despecho de los conflictos mencionados, los sujetos tolerantes logran,
en muchos casos, considerable grado de independencia respecto a los padres
y de libertad para tomar sus, propias decisiones. Puesto que, cuando existe
hostilidad hacia los padres, ésta tiende a ser más franca, la misma suele
tomar la forma de rebelión contra otras autoridades o, más generalmente,
contra objetos más cercanos a aquellos que despertaron la agresividad que
los objetos verdadera o presumiblemente débiles que sirven a los prejui
ciosos como blanco favorito de su agresión. A menudo, es ésta la forma en
•que el hombre tolerante expresa su hostilidad contra, el padre.
Por lo común, este tipo de independencia se repite en la actitud del
sujeto no prejuicioso hacia las instituciones sociales y autoridades en ge
neral. Al mismo tiempo, la identificación con los padres va frecuentemente
acompañada de una identificación más profunda con la humanidad y la
sociedad en total.
El próximo capítulo presentará pruebas concretas que mostrarán que
la actitud general hacia los padres, la mayor capacidad de amor, la catexia
■objetal más, rica y libidinizada, y el mayor grado de independencia que
se observan en el sujeto no prejuicioso, reaparecen como rasgos generales
en sus relaciones interpersonales. Nuevas citas, tomadas de las declaracio
nes de los entrevistados, servirán para confirmar la impresión de que, en
nuestra cultura, el sujeto carente de prejuicios étnicos suele ser más crea
dor e imaginativo que el prejuicioso y que, además, se caracteriza por una
personalidad más plenamente integrada. Los últimos capítulos de la Par
te II contribuirán a completar el cuadro. Hemos de recalcar, empero, que
de ningún modo el sujeto tolerante se nos presenta como un ideal perfecto.
Tampoco debe culparse al prejuicioso, como individuo, por su parcialidad.
Antes bien, debe considerarse que la estructura del carácter “alto” .es prin-
eipalmente resultado de nuestra civilización. Incuestionablemente, la cre
ciente desproporción de los diversos “agentes” psicológicos que actúan
dentro de la personalidad total se ve reforzada por tendencias de nuestra
cultura, tales como la división del trabajo, la mayor gravitación de mono
polios e instituciones, y el predominio de las ideas que sostienen que la
vida se basa en el intercambio, el triunfo y la competencia. Quizás esto
explique un hecho que la lectura cuidadosa del material presentado en este
capítulo puede haber sugerido al lector, cual es el de que, en general, el
carácter de los sujetos extremadamente tolerantes es menos claro y defi
nido que el de los sumamente pre juiciosos. De tal manera, podría decirse
que en el-sujeto de puntaje alto se encuentran más rasgos “altos” que rasgos
“bajos” en el sujeto de puntaje bajo. Naturalmente, el panorama total de
nuestra civilización tendrá que explicar también las características del
típico individuo de puntaje bajo. El Capítulo XIII presenta un análisis más
detallado de todo lo dicho aquí,
C apítulo X I
R a sg o s d e s e a d o s : Confieren importancia a:
Por Hombres en Mujeres: Compañerismo, intereses comunes
Generosa (buena, dadivosa) Ternura, sociabilidad
Pura (sana, <cbuen carácterJ?) Amor sexual
Sumisa, <ídulce,í Comprensión
Por Mujeres en Hombres: Valores libérales
Trabajador, enérgico, emprendedor
Modelo de moral, correcto
Deferente
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376 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
sé si. puede considerarse una experiencia, pero imagínese cuando tenía 17 años, en ei asiento
de atrás de un auto 1’. (¿Otras experiencias. sexuales antes de su matrimonio?) El sujeto
menciona varias relaciones fortuitas, ninguna de las cuáles llegó a términos mayores...
<■í Creo que eso probablemente contribuyó a hacerme sentir un fracasado, incapaz de..'. temía
ser torpe. .. ’ \
M 5 6 diee: " Siempre fui más bien inhibido en‘los asuntos sexuales’ ’.
M 5 9 reconoce que su novia lo dejó por otro hombre: "A los 16, durante un año y me
dio, Guando cortamos, lo sentí mucho. Yo empecé a trabajar y ella comenzó a salir con otro
hombre” . .
Por otra parte, nuestros sujetos de puntaje bajo, que en general suelen
ser menos reprimidos, parecen manifestar más aceptación del ello. Los re
sultados de toda la Categoría 23a revelan la tendencia esperada sin alcan
zar, empero, una significación estadística. Entre los hombres, hay 17 casos:
positivos en contraposición a 8 negativos; entre las mujeres, se encuentra
una proporción similar o algo superior.
Presentaremos ahora ejemplos de hombres de püntaje alto que se man
tienen apegados a una mujer frígida:
M 4 0 : El año anterior, el sujeto estuvo muy enamorado dé una mujer casada. “ No
quiere ai marido, pero mantiene una falsa fidelidad porque él está en el ejército, y así hace
su vida, desgraciada. Nunca conocí al hombre. ¡Me eánsó su estupidez! Cuando fui al este,
quedamos en que le mandaría dinero para que se divorciara. Le escribía todos los días pero
nunca me contestó. Por último regresé para ver qué había pasado y resulta que a- ella- se le
había vuelto a. despertar la fidelidad y no dejó que la tocara. El marido la lastimaba física
mente y ella no podía disfrutar de sus relaciones sexuales. Sé bacía tratar y me decía 'sólo
soy media mujer*. Eso era sólo una. parte. Estaba dispuesto a hacerme cargo de todo y hasta
a. cuidar de sus dos hermanos menores ’
M .4 5 : (¿Qué clase de persona, éra ella?) “ Un tipo de persona muy común. Inteligente'
y tonta a la vez... Sabe mucho de negocios y nada de la gente... Confía en todos (da. un
ejemplo). .. No nos llevábamos bien en las relaciones sexuales porque- era algo frígida pero,
a pesar de todo, la quería y sigo queriéndola. Lo que más desearía en el mundo es volver a
vivir con ella.... Pero no creo que sea posible. . . ” .
M S I : (¿Matrimonio?) “ Tenía, doce años más que yo. (P) Es una mujer muy culta..
Teníamos muchas cosas en común, Sexnalmente es fría como el hielo. (¿Tuvieron relaciones
sexuales?) Sí, muchas veces y yo acostumbraba especialmente:... por la noche, al prepararnos
para salir., ,
M.5%: “ Se esforzaba por hacerme feliz... Lo que por último nos separó fue (la pro
ximidad de los padres de la mujer). Siempre se escapaba a. la casa... Otro inconveniente
eran las relaciones sexuales... es la clase de mujer a. 1a que no le interesa demasiado...
Nunca tenía ganas*’.
Aunque el rechazo del ello se manifiesta principalmente en la elección
de una mujer frígida y en el apego a ella, es interesante observar que al
gunos de los hombres muestran simultáneamente signos de impulsos se
xuales rudos y no socializados (ver más adelante). En estos casos, la in
capacidad de aceptar la sexualidad genuina conduce al frecuente cambio
de objeto sexual, sin ingrediente afectivo, como al amor sin sexo.
El moralismo contrario al ello , se manifiesta más claramente en las
declaraciones de .las mujeres prejuiciosas, quienes a menudo tienen idea
bien definida de lo que debe considerarse censurable. Expondremos ahora
algunos ejemplos.
F F $ : “ El sexo 710 es, de ningún modo, lo que más me preocupa,.. Me interesa más
pasar un buen inomento sin que haya de por medio un interés sexual. (P) Me choca la con
ducta d© mis amigas. Nunca hubiera creído que fueran de esa clase de mujeres” .
F S l : “ Creo que una chica debe mostrarse amistosa, pero no me gusta eso de ir a un
eÍ7ie a hacerse cariñitos. Un muchacho y una chica sólo deben ser amigos” .
F 7 í : “ Me besaron por primera vez cuando estaba en la escuela secundaria” . La entre
vistada se disgustó. El acto la asustó.
"F71': (¿Decoroso?) “ No creo decoroso 'estacionarse con mi muchacho en un auto, no
importa lo--que se haga. Admito el beso. Yo misma lo he hecho, pero nunca me quedé en un
auto estacionado.,.. (¿Y si una muchacha lo hiciera?) No la dejaría, pero tampoco tendría
muy buen concepto de ella,.. Mí madre dice; 'los muchachos respetan a las chicas que se res
petan a sí mismas’ ” ,
Por su parte, los sujetos de puntaje bajo muestran más aceptación del
sexo .en ^general, aunque sin dejar de dar pruebas de que sufren conflictos.
Las-siguientes citas, tomadas de las entrevistas de-sujetos de puntaje
bajo,-patentizan una aceptación de las tendencias instintivas:
Mí)Ú: (¿Importancia del sexo en el matrimonio?) “ Grandísima. Tuve mucha suerte porqué
nos llevamos muy bien con mi mujer, en la vida sexual, quiero, deeir” .
A CTITU D ES H A C IA EL S E X O , LA GENTE Y S Í M I S M O E N LAS E N TR EV ISTA S 3 7 9
M 5 5 : (¿Adaptación sexual con ella?) ((Muy bien, pero nos llevó mucho tiempo” ,
M1&: E3 sujeto estuvo enamorado en varías ocasiones, algunas de las mujeres eran
■casadas, otras no quisieron casarse con él. En una oportunidad, durante la depresión, man
tuvo relaciones durante años con una muchacha, pero no quiso contraer matrimonio por las
■dificultades económicas. El sujeto se casó e n ------------------, después de vivir con su actual
■esposa durante varios años. “ Nos llevamos bastante bien, nunca, discutimos, y Cómo se lleva
ban en las relaciones sexuales?) Muy bien” .
4, M u je r e s “P u r a s” vs . “ M ala s”
Tal vez sea la inclinación a adular verbalmente a la madre y a guar
d ar al mismo tiempo resentimientos contra ella, tendencia descubierta en
los hombres de puntaje alto, la causa de lo que aquí llamamos sus actitudes
sexuales dicotómicas. Designamos así a la separación entre sexo y afecto o
a la distinción bien definida entre mujeres “malas” y “puras”. Por otra
parte, la fusión de sexo y afecto, tendencia a las relaciones sexuales más
personalizadas, se encuentra con mayor frecuencia en los hombres de pun
taje bajo (Categoría ”2 4 ). La diferencia es significativa al nivel del 1 por
ciento, según la definición dada en el Capítulo IX.
En la muestra femenina hallamos igual tendencia, aunque aquí la di
ferencia carece de significación estadística.
Veamos ahora algunos ejemplos del concepto dicotómico que opone
las mujeres “buenas” a las “malas”, tal como aparecen en los protocolos
d e hombres de puntaje alto.
M S I : (¿Otras mujeres en su vi<la?) “ Bueno, sí, tres o cuatro, todas mayores que yo,
pero sólo fueron relaciones físicas” . . .v .
M SB : “ Ella me enseñó algo que no olvidaré en toda mi vida, que la. mujer es¡ lo más
perfecto que existe en la Tierra, es decir, la mujer que es como corresponde” .; \
A Í6 : “ Me gustan las chicas que tienen cabeza y saben hablar sobre diferentes temas.
'No me gustan las bobitas o las que son puro sexo. Sí, he salido con algunas de: éstas, pero
"hay que tener mucho cuidado. Siempre se corre el peligro de contagiarse una enfermedad” .
Jos padres, Jas mencionaban siquiera. Cuando uno se encontraba con una chica m da calle,
se sonrojaba... Creo que no es una materia que deba enseñarse. Se aprende con bastante
rapiá e z ’\
dedicaba a divertirse, trabajaba pero le pedía dinero prestado a la madre. Estaba muy
pegado a las faldas de ella. Estuvimos comprometidos durante 7 u 8 meses. No soy exigente,
pero él era egoísta. Discutíamos cada vez más, rompimos por acuerdo mutuo. Aprendí mu
cho, que no hay que hacer las cosas a ciegas” ,
F 8 1 : ‘ ‘ Pero hay una cosa que me molesta. El sábado por la noche salí con un mu
chacho que me gustó mucho; sólo que es marinero y mi novio es oficial. No es que me inte
resen los galones... (¿Casamiento?) Bueno, me gustaría alguien... de buen carácter,
que se entienda bien con la gente. Alguien que al mismo tiempo tome el futuro en serio.
Mi novio es ingeniero7
7. C onvencionalismo v s . I ndividualismo
' Lo mismo que en otros aspectos de la vida, los valores de los sujetos
de puntaje alto en lo que respecta al sexo tienden a ser determinados por
convencionalismo. En cambio, los sujetos de puntaje bajo sustentan va
lores más individualizados (Categoría 27). Esta variable diferencia sig
nificativamente (al nivel del 1 por ciento) a los hombres del cuartil alto
de los del bajo; en las mujeres se descubre una tendencia similar, 18
casos positivos y 7 negativos; pero, debido a la gran proporción de “Neu
trales”, la diferencia carece de significación estadística.
Las citas que reproducimos luego, muestran que en la elección del
cónyuge los sujetos de puntaje alto suelen conferir gran importancia al
status socioeconómico, a la religión profesada y a la conformidad con los
valores convencionales. Ponen el acento -en lo que la sociedad generalmente
acepta y aprueba. Así, los hombres esperan que su futura esposa sea una
mujer hogareña, cuide de la casa y de los hijos, y asista a la iglesia. Esta
384 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
33. R a s g o s d e se a d o s en a m ig o s :
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M i l : (¿Qué le molesta más en los otros?) ‘‘Biñn, algunas personas me resultan más agra
dables que otras. Algunas no me atraen del tocio. No se cuidan. No se mantienen lim p ia s . No
tienen buenos w w c lá le s .. .
M 4 5 : (¿Qué encuentra usted más desagradable en los demás?) ‘f Ciertas pequeñas eostúm-
bres. (¿Qué quiere decir?) He notado que algunos tienen la costumbre de resoplar, o de
hacer como si siempre tuvieran la. nariz tapada, o de encogerse de hombros, o la costumbre
de mi mujer de rascar las cosas eon las uñas. (¿Otras particularidades?) No ser capaz de
ocuparse de lo suyo, no tener suficiente inteligencia para entender, para darse cuenta de que
tratan de imponerse a uno... Aquí (prisión) todo está cambiando ahora., trajeron tantos
de esos jovencitos, m o ts u U e r s , no tienen nada de roce... (¿Qué más?) La codicia; no
puedo soportar que alguien se lleve algo sin pensar en el otro... sin cortesía... Se sorpren
derá. Pero aquí, en este lugar, puede encontrar algunas de las personas más educadas del
mundo... Creo que hay que ayudar a nuestros semejantes sin reservas7'.
3. E xtrapunitivídad
Otra actitud, directamente emparentada con el prejuicio, es la que
Rosenzweig (16) ha denominado extrapunitivídad. Se trata de una ten
dencia a hacer recaer las culpas sobre los demás antes que sobre uno mis
mo. Como se ha señalado repetidamente en este volumen, entre los sujetos
prejuiciosos es frecuente encontrar una falta de penetración de los propios
defectos, amén de la proyección de las debilidades y los defectos propios
sobre otras personas. Tal vez éste represente el aspecto esencial del meca
nismo del “chivo emisario”.
La variante opuesta a la extrapunitivídad es la impunitividad, esto es,
la tendencia a abstenerse de echar las culpas a alguien, sea a otros o a sí
mismos.
La distribución diferencial de este par de opuestos (Categoría 29a)
con respecto al etnocentrismo declarado es muy significativa en los hom
bres (al nivel del 1 por ciento): 26 casos positivos y sólo 2 negativos. En
cuanto a las mujeres, se observa una clara tendencia en igual sentido —18
casos positivos contra 4 negativos— aunque aquí no hay significación es
tadística.
En su descripción de los compañeros de trabajo, de estudio o de en
señanza, las siguientes mujeres de puntaje alto ponen de manifiesto una
actitud “extrapunitiva”.
F 6 0 : La entrevistada, desprecia a sus compañeras de trabajo. ‘‘ Algunas tienen títulos
pero no sentido común” . No quiere hacer nombres pero le gustaría, contarme las cosas que
suceden. “ Algunas se pasan todo el tiempo chismeando” . Cree que debe limitarse a hablar
les lo necesario. Las desprecia, y se siente superior y aparte de las demás. No la. conocen
para nada —de ñinga modo—, lo que implica que es una persona muy especial, que podría
hacerles conocer sus dones pero no quiere. Relata cómo trató ¡a masturbación. Las otras te
mían detener a los niños. Pero ella simplemente les daba un “ sopapo” en la. mano y les
decía “ vamos, no hagas oso, que es malo para. t i ” .
F 7 1 : La hermana preside una agrupación de alumnas de escuela secundaria y un con
sejo de clubes; piensa que las asociaciones de estudiantes secundarias son “ estúpidas y
tontas, las chicas no deberían ir a esos clubes, les dan demasiados ímpetus. No hay nada
más egoísta y cruel que una chiquilla de secundario euando crece. Inquieta y ruidosa, no
atendía a las cosas serias, era demasiado” . Habla de la profesora de la escuela: considera
que ésta tiene aspiraciones demasiado aitas. “ Muchos gritos y chillidos —tiene teatritis—,
refinada y profesional —demasiados Estudiantes perdieron el ánimo— uno tiene que ser de
p ie d r a para aguantarla.” .
F 7 7 , aunque habla sobre la. madre, nos revela su actitud general hacia la gente: “ Esto
no habría pasado si yo no hubiera cedido. Es mala y desconsiderada, y no le importa un
bledo de nadie que no sea ella misma. La ayudé en tantas cosas y ella a mí no me ayudó en
lo más mínimo. No puedo soportarlo” .
mente propia de los sujetos de puntaje alto, sólo contó con un número re
ducidísimo de casos, por lo cual no se la tuvo en cuenta dentro de nuestro
material. Lo mismo que en otros casos dudosos, podría ponerse en tela de
juicio la validez de la hipótesis en que se funda la definición de esa ca
tegoría.
6. D ependencia M aterial
La inclinación a buscar beneficios materiales, predominante en los su
jetos de puntaje alto, tiende a crear una dependencia respecto a los demás,
por cuanto se los utiliza como medio para progresar. Al tratar sobre las
actitudes hacia los padres, establecimos una distinción entre la “dependen
cia material” —que se encuentra especialmente en los sujetos prejuicio
sos— y la “dependencia orientada hacia el amor”, característica de los su
jetos tolerantes típicos. En lo que respecta a la actitud hacia la gente en
general, hacemos una distinción similar contrastando una dependencia di
fusa, alienada del yo, que no busca realmente amor, a la búsqueda de
apego focalizado anheloso de amor (Categoría 32a). La diferencia entre
individuos del cuartil alto y del cuartil bajo con respecto a esta categoría es
sumamente significativa (al nivel del 1 por ciento) entre los.hombres, y
satisfactoriamente significativa (al nivel del 5 por ciento) en las mujeres.
Los ejemplos anteriores, que muestran el concepto que ve las relacio
nes humanas ordenadas en jerarquías, ilustran uno de los aspectos del
enfoque utilitario del típico sujeto de puntaje alto en su contacto con otras
personas. Nos encontramos aquí frente a otra faz del utilitarismo, a saber,,
la inclinación a buscar beneficios materiales y ayuda en general. Las si
guientes citas, tomadas de las entrevistas de hombres de puntaje alto, ponen
en evidencia que éstos conciben la amistad como medio para obtener algo,
antes que como una relación basada en un recíproco dar y recibir.
M 4 S : ( ‘ Olí, ayuda en muchos casos de necesidad, enfermedad, falta de dinero; bueno,
un amigo puede ayudar de cualquier forma".
M .4 5 : (¿Qué espera de sus amigos?) " . . . aunque uno no esté siempre en comunicación,
sabe que están y que en cualquier momento que necesite ayu d a.,.".
Acorde con esto, los sujetos de puntaje alto tienden a relacionarse con
personas que gozan de autoridad o poder, o bien que pueden brindarle
apoyo. En cambio, los sujetos no prejuiciosos suelen ansiar la amistad de
alguien que los ame de verdad, sin reservas, tal como son y “a pesar de
ios defectos”; de los amigos esperan por sobre todo cariño, comprensión y
compañerismo. Veamos ahora algunos ejemplos tomados de los protocolos
de hombres que obtuvieron puntajes extremadamente bajos en el cuestio
nario de etnocentrismo:
M 4 8 ; (¿Qué nos ofrecen los amigos?) "Bien, nos ofrecen comprensión, nos comprenden
y toleran nuestros defeetos... y nos quieren a pesar de todo".
M S 6 : (¿Qué nos ofrecen los amigos?) "Eso es otra cosa. Siempre seleccioné tanto mis-
amigos, qne no lie tenido muchos.,. siempre fueron personas en quienes yo podía tener con
fianza. .. fe, compañerismo ’
M S B : " . . . Tenemos muy pocos ‘amigos en la vida'. Un amigo pasa por alto nuestros
defectos... y no nos abandona".
M d 9 : "Sí, siempre me impresionaron los artículos que leía en las revistas... por ejem.
pío la historia de una compañía, pequeña formada por el propio director y un ayudante...
que buscaron gente de buena voluntad... que tenía el ideal de conseguir muñiros beneficios
oero haciendo que todos se sintieran partícipes de las cosas, donde cada obrero no era- una
máquina sino un individuo...” . El sujeto pone de relieve el matiz personal de la relación
entre empleador y empleado, en la cual el primero cumple un rol notablemente paternal
en tanto que los obreros se muestran agradecidos y dispuestos a colaborar. "Creo que me
sentiría muy feliz si pudiera trabajar en una compañía como ésa y no me interesaría real
mente el tipo de trabajo, dentro de lo razonable. Siempre pensé que las relaciones personales
eran lo más importante en el trabajo” .
M 5 4 : "A los 17 años quería ser médico, pero no llegué a serlo porque entré en el
ejército” . El sujeto no recuerda el porqué de este interés. Quizás tuvo algún amigo cuyo
padre era médico y al sujeto le gustaba ayudar a vendar a los otros niños, a curar Ras
guños, etcétera.
M S 5 : (Si tuviera mucho dinero, ¿para qué le serviría.?) "P ara hacer alguna obra, de
caridad, aunque no según los moldes establecidos; por ejemplo ayudaría a algunos de mis
amigos. Contribuiría a la lucha contra la poliomielitis, el cáncer, etcétera ” .
M S 6 : "Me daría seguridad y la oportunidad de hacer algo por otros. Ahora me parece
que toda mi vida he ayudado a los demás” .
M¿>9: "P a ra tratar a. los demás como desearía que me trataran a mí, y ayudar a los
que son menos afortunados que yo; para ser parte de la comunidad o de la sociedad en la
que vivo, tomar parte activa en ella y ser bueno y generoso y para tener más o menos res
peto por mis semejantes... La única felicidad verdadera que conocemos está... aquí, en
la tierra, -entonces por qué no procurar sentir alegría del trato con la gente y de las
cosas terrenas antes que buscarla en la vida en otra parte... (¿Qué tipo de persona le
atrae como amigo?) Me gusta una. persona que tenga mi mismo nivel intelectual e ideas en
común conmigo. Alguien con quien sea un placer salir y conversar, y a quien dé gusto hacer
un favor ” .
F 7 0 : "S i tuviera mucho dinero, no sabría qué hacer con él, quizás me pondría un
pequeño sanatorio privado. Por ejemplo, para pacientes de fiebre reumática. Hay tantos
niños enfermos que no pueden recibir cuidados médicos apropiados porque los padres no
tienen los medios para internarlos todo el tiempo necesario, como los pacientes de fiebre
reumática. Quisiera hacer algunas cosas altruistas, mi propia obra de caridad o algo por el
estilo. Oreo que no compraría costosos objetos de arte; bueno, quizás sí. Tal vez compraría
algunos bienes materiales, iría seguido a conciertos y teatros. Oreo que podría gastar mucho)
en esas cosas” .
F 7 S : (¿Qué le gusta del trabajo de enfermera de higiene social?) Se conoce mucha
gente. Tiene que haeerlo. Una entra en las casas y los ve cuando están bien* los ayuda a
evitar las enfermedades en lugar de verlos enfermos en cama. Oreo que es un trabajo más
útil que el de enfermera de cabecera, aunque éste también es importante” .
veces reunirse para tomar algo con un grupo de amigos eon quienes es divertido verse de
tanto en tanto 1 \
F 6 S : “ Somos cuatro chicas que discutimos mucho sobre ideas. Tuvimos un profesor que
nos enseñó a pensar sobre la educación y las condiciones sociales. Hablamos sobre esos temas
y esperamos llegar a formarnos on concepto de los problemas sociales. Tratamos de pensar.
Mi amiga más íntima y yo no salimos eon muchachos, pero las otras dos chicas sí. Y nos
otras compartimos sus experiencias porque ellas nos las cuentan. Yo no nací para, dirigir sino
para ser- dirigida. Mis amigas son más dominadoras” .
F 6 S : “ Mi mejor amiga la tengo desde la escuela secundaria... Nos interesan las mis
mas cosas... Ahora ona chica china es mi amiga íntima” . El entrevistador entrevó una
actitud protectora hacia esta amiga por parte de la entrevistada. “ En general, me gustan las
■chicas intelectuales que sean simpáticas y tengan las mismas ideas que yo” .
Así como es frecuente que los sujetos de puntaje alto busquen amigos
de status social “aceptado” o hasta “admirado”, tienden también a dar pre
ponderancia a los valores convencionales cuando eligen sus amistades. Exí-
.gen de sus amigos que sigan las convenciones morales, que sean rectos, ho
nestos, de buenas maneras, buen porte y dominio de sí.mismos (Categoría
■33b). La proporción de sujetos de puntaje alto y de puntaje bajo que pu
dieron de manifiesto tales exigencias fue de 11 a 4 entre los hombres, y de
11 a 3, entre las mujeres. Citaremos ahora ejemplos ilustrativos tomados
de las entrevistas de sujetos del cuartil superior.
M il: (¿Quó le gusta en un amigo?) “ Bueno, sus maneras y comportamiento” .
M il: (¿Qué le gusta más en sus amigos varones?) “ Me gusta que sean rectos... Todos
.son muchachos magníficos y vienen de familias estupendas” .
F 7 1 : ‘ ‘ Nunca, estuve muy unida a ninguna. . . prefiero las chicas a las que les gustan las
•diversiones sanas,., que tengan moral e,ideales altos, que no beban” .
Las expresiones tales como “diversiones sanas”, “muchachos magní
ficos”, y otras por el estilo, denotan un orgullo casi moral por el hecho de
pasar momentos agradables con los amigos. Ya hemos descripto anterior-
.mente este tipo de optimismo ostentoso u “oficial”; es totalmente compa
tible, y muchas veces concomitante, con un oculto sentimiento de desespe-
xación y vaciedad.
9. R e s u m e n
y R esu lta d o s C u a n t it a t iv o s
b. co n ve n cio n a l. Decoro,
M o ra lid a d b. A d m is ió n d e fa li b i li d a d del d o m i
equilibrio, autodominio, falta de n io , no ‘(irrupción *} simplemente
egoísmo inexplicable. Admisión de egoísmo,
etcétera
36a. U n o es com o el “ té r m in o m e d i o ” 36a. U n o es “ d i f e r e n t e ” , individualiza
y, por lo tanto, como corresponde. do o no convencional
Intento de negar o de “ olvidar”
desviaciones, pasadas y presentes
36b. “ I d e n ti f ic a c i ó n con el m u n d o ’ 7,
ideal de hermandad-igualdad
A C TITU D ES H A C IA EL S E X O , LA GENTE Y S Í M I S M O E N LA S E N TR EV ISTA S 401
Ú;
37H-M. I d e a l d e l y o : igual a los rasgos 37H-M. Id ea l d e l y o : valores liberales.
estimados en uno mismo Realizaciones, comprensión, crian
za, afiliación trabajo por valores
humanitarios, para mejorar rela
ciones sociales, mejorarse a sí mis
mo, etcétera.
■38. N e g a c ió n de ca u sas p s ic o ló g ic a s : 38. E x p lic a c ió n so c io p sico ló g ica d e la
explicación de la propia personali p r o p ia p e rso n a lid a d
dad por factores hereditarios, físi
cos, accidentales, etcétera.; o no
reconocimiento de las causas de
efectos (v. gr., de síntomas)
39. P r o p ie d a d com o p ro lo n g a c ió n de sí 39. P ro p ie d a d com o m e d io p a r a lo g r a r
m ism o ■un f i n
2. Id e a l iz a c ió n de s í M is m o u s . A p r e c ia c ió n O b je t iv a
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A CTITU D ES H A C IA EL S E X O , LA GENTE Y S Í M I S M O E N LA S E N TR EV ISTA S 4 0 3
mía y que esa decisión final mía sea la a c e r t a d a . . . y, por lo general, lo es; y saber que hago
las cosas bien me da satisfacción personal” .
Como mencionáramos anteriormente, los sujetos de puntaje alto, es
pecialmente los hombres, suelen sucumbir a la tentación de mostrar inde-
dependencia, capacidad para tomar decisiones y cualidades de liderazgo,
probablemente como defensa contra la posible “irrupción” de una pasivi
dad y angustia subyacentes. En general, los sujetos prejuiciosos son pro
pensos a poner de relieve que han empleado su poder de voluntad para
vencer, según dicen con buen éxito, las desventajas, enfermedades y des
gracias. Para ellos, parece tener especial importancia la creencia de que
“el poder de voluntad y el buen ánimo” pueden resolver todos los pro
blemas.
Veamos ahora algunos ejemplos tomados de las entrevistas de mujeres
de puntaje elevado:
F 7 1 : "H e chica era muy nerviosa, por las operaciones del mastoides... me costó mu
chísimo empezar 3a escuela.,. tenía miedo de los otros chicos... eso, al entrar al jardín de
infantes... pasado medio año, ya era. cabecilla. Creo que una de mis mejores cualidades es
la desenvoltura, que aprendí de tanto andar aquí y allá. Recuerdo claramente el hospital
donde estuve cuando tenía tres años” .
3?S8f al relatarnos como venció la parálisis infantil mediante su poder de voluntad, dice:
''Siempre tuve carácter alegre, y siempre fui honrada con mi familia. Agradezco lo que
hicieron por mí. Siempre traté de encontrar la manera de no ser una carga para ellos. Nunca
quise ser una lisiada. Siempre pudieron contar conmigo en los momentos de apuro. Nunca
dejé de ser animosa y estoy segura de que no hice sentir a nadie mi desventaja. Quizá una
■de las razones de mi carácter alegre haya sido mi impedimento. Hasta los cuatro' años llevé
yeso en una pierna... Mi marido me compara con su primera esposa. Ella le fue infiel. Yó
no soy asi. La otra tomaba. Yo nunca lo hice. Nunca hice nada a espaldas de nadie. Siempre
hago las cosas abiertamente, ,, (¿Hábitos?) He niña no tenía costumbres feas, no sufría, pe
sadillas. Aún ahora es raro q ue su eñ o , de noche o de día. (P) Mi madre era quien se encar
gaba principalmente de la disciplina. Siempre me llevé bien con mis hermanos y hermanas.
Siempre fui franca con ellos y les decía lo que pensaba. Oreo que nuestras relaciones eran
:mejores que las del término medio de hermanos. Me parece que soy la favorita de toda la
familia. Sé que soy la sobrina favorita de todos mis tío s ..,” .
De naturaleza similar son los términos del pasaje de la entrevista de
un hombre de puntaje alto a quien se le dijo que, a consecuencia de la
parálisis infantil que lo había atacado, nunca volvería a caminar:
M á : "Pero, como verá, puedo andar porque yo me lo propuse. Si quisiera, también po
dría subir muy alto” . .,v.;
Por regla general, los sujetos de puntaje bajo no tratan de ocultar sus
sentimientos de inseguridad, su timidez y dependencia. Por ejemplo:
M 49 opina de sí mismo: *‘ Bueno, creo que la vida, social es lo que más me disgusta. Puedo
hablar tranquilamente con una persona pero, cuando hay muchas, me quedo ahí como un
tonto sin decir ni ‘ a \ Supongo que eso se debe a que no teníamos una. vida social muy activa” .
tina mujer de puntaje bajo, F 6 S : "Trabajo mejor sola, me resulta difícil trabajar con
otros. Me llevo bien con los demás, pero para mí es un esfuerzo. Soy más bien tímida, no
me gusta la competencia” .
La siguiente cita muestra la mayor disposición de los hombres no pre
juiciosos a reconocer su debilidad de carácter y dependencia respecto a la
madre:
M SO : "No quiero decir que esté enamorado de mi madre, pero tengo un complejo de
dependencia... me casé con una mujer mayor que yo... y siempre dependo de otros... dejo
la responsabilidad a otros... Si miro hacia atrás, veo que siempre hice así... simplemente
transferí mi dependencia a mi madre y a mi esposa, y a las autoridades (de la prisión)...
de ahora en adelante... ” ,
Como ya dijéramos, el fenómeno dual de una admiración aparente
unida a un oculto desprecio, revelado por el sujeto de puntaje alto en su
404 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
F 7 9 constituye un buen ejemplo de euán despectiva puede llegar -a ser la opinión sobre-
uno mismo: “ Quería, terminar la escuela después que salí de SPÁRS, y entonces fui a la
Universidad de —— — aunque mis padres no estaban en condiciones de pagarlo. Lo único
que hice fue comer y 'engordar, papá y mamá se pusieron furiosos. Oreo que yo ya estaba
neurótica. No salía- Llevaba- una vida rutinaria y seguía engordando. Mis padres me obli
garon a. hacer gimnasia. Luego fui a los cursos de verano de la Universidad de —------ y me
asustó de los muchachos. Después empecé a estudiar en una escuela, de comercio. Me resultaba
insoportable, era tan aburrido estar sentada y escribir a máquina. Si bajaba de peso podría
i> a la Universidad de--------- . Mi hermano iba. Yo no podía- p o rq u e estaba demasiado
pesada. Me sentía fuera de lugar trabajando en una joyería. Odiaba ese trabajo y me sentía
terriblemente incómoda. Me la pasaba comiendo; era lo único que me consolaba-, y mamá
y papá se enfurecían, A mamá, le daban espantosos ataques de furia. Ella gritaba y yo
también, pero después me sentía disgustada.” .
4. C onvencionalismo y M oralismo
También coincide con las observaciones ya presentadas la inclinación
de hombres y mujeres de puntaje alto a considerarse esencialmente perso
nas de gran moral y autodominio y a tomar toda conducta que contradiga
estas normas como una “irrupción” de tendencias que escapan, a toda ex
plicación o influencia. Las citas arriba presentadas son ilustrativas de la
tendencia de estos individuos a pintarse como personas honestas, de altos
ideales y autocontrol en el sentido de una moralidad convencional. Por el
contrario, los sujetos de puntaje bajo están más dispuestos a admitir la
■falibilidad de su autodominio sin tratar de explicarla como intrusión de
algo ajeno a su naturaleza básica. Esta diferencia es significativa al nivel
del 1 por ciento tanto para hombres como para mujeres (Categoría 35'b).
En el caso de las mujeres de puntaje alto, la definición más detallada de la
categoría, tal como aparece en los pasajes del Manual de Valoración que
acompañan la tabla, indica preponderancia especial de rasgos tales como
decoro, equilibrio, autodominio y falta de egoísmo; a esto se opone el reco
nocimiento de su egoísmo por parte de las mujeres del cuartil bajo.
La importancia que dan a los rasgos convencionales en la imagen que
pintan de sí mismos los sujetos prejuicíosos puede considerarse como uno
de los aspectos de su fuerte deseo de pertenecer a la mayoría poderosa.
Hay motivos para creer que compensan cierta falta de identidad personal
con su deseo de “pertenecer” y de vérse a sí mismos como personas medias
y, por lo tanto, “como se debe”; al mismo tiempo, tratan de negar u “olvi
dar” sus desviaciones, sean éstas pasadas o presentes (Categoría 36a). Es de
presumir que el sentirse, én este sentido, parte de un grupo, da al indivi
duo la impresión de estar muy protegido y seguro. No obstante, como ya
mencionáramos anteriormente, este modo de pertenecer a un grupo es algo
muy diferente á la verdadera identificación con las demás personas y con
la sociedad. Consecuentemente, cuando el sujeto prejuicioso se aparta de
sus normas, pondrá tanto más empeño en negar tal desviación cuanto ma
yor sea ésta. Esto resulta particularmente notable en nuestra muestra car
celaria, de la que hemos tomado estas citas.
A C TITU D ES H A C IA EL S E X O , LA GENTE Y S Í M I S M O EN LAS E N TR EV ISTA S 407'
*
M S I: El sujeto dice que sólo robó una vea y culpa de su acto a la bebida. ((Sigo no
considerándome antisocial... Recalca, que no se cree una persona, pervertida.. Señala que,-
hace un tiempo, se hizo cierto tratamiento glandular y siente que el mismo le ha dado más
virilidad.
.¥57; El sujeto dice querer comprender por qué razón se encuentra en esa situación
mientras que. sus hermanos llevan una vida normal. También se muestra deseoso de regene
rarse. Espontáneamente niega “ que yo tenga algo de nudo".
Estos pasajes, tomados de las entrevistas de sujetos de puntaje alto-
descarriados, muestran al mismo tiempo la tendencia de los sujetos del
cuartil alto en general a considerar su desviación y falta de control como
una “irrupción”, en el sentido definido al hablar de la categoría precedente.
Por contraste, los sujetos de puntaje bajo tienden a verse como perso
nas diferentes, individuadas o no convencionales (Categoría 36a, continua
ción); así puede apreciarse en las citas presentadas en secciones anteriores.
La diferencia correspondiente a toda esa categoría es significativa al nivel
del 1 por ciento para los hombres; en cuanto a las mujeres, existe una
tendencia en el mismo sentido (11 casos positivos contra 5 negativos).
Aparentemente, su mayor “identidad personal” hace más fácil para
los sujetos de puntaje bajo establecer relaciones objetivas genuinas. En
los pocos casos en que estos sujetos mencionaron una identificación en el
sentido de “pertenecer”, solían hacerlo con referencia a la humanidad en
general, es decir como una forma de “identificación con el mundo” en la
que se exalta un ideal de hermandad e igualdad (Categoría 36b; véase la
subsección siguiente en lo que respecta al “humanitarismo”) .
5. A decuación E ntre sí M ism o e I deal del Yo
Su tendencia a mencionar como tipo de persona que ambicionarían lle
gar a ser, como ideal de sí mismo, precisamente el conjunto de rasgos que
en realidad se atribuyen a sí mismos, revela que los típicos sujetos de pun
taje alto carecen de percepción interior y de autocrítica. No hay casi dis
crepancia entre su imagen de lo que deberían ser y su concepto de lo que
son en realidad.
Es así que los hombres de puntaje alto son propensos a dar como
ideal del yo la combinación de caracteres que denomináramos “pseudomas-
culinos” (determinación, energía, laboriosidad, independencia, decisión,
poder de voluntad, inexistencia de pasividad), amén del síndrome de “con
vencionalismo moral” también mencionado arriba.
Veamos ahora el ejemplo -de un hombre de puntaje alto que adoptó
este tipo de ideal del yo a impulsos de sus preocupaciones:
M 5 S : (¿Preocupaciones?) (1Bueno, tuve preocupaciones, lo recuerdo bien. Creo que mi
mayor deseo era ser alguien en la. vida. De chico leía mucho, .. Idolatraba a los héroes, a
nadie en particular, quería triunfar en los negocios. Hacía planes y a veces me preocupaba
pensando si lo lograría".
Las siguientes citas son ilustrativas de la admiración que sienten los
hombres de puntaje alto por los hombres de acción que han triunfado en
la vida, tales como Mac Á rthur y Andrew Carnegie, quienes “llegaron tan
alto”:
M 4 7 : “ Y otro que me gusta realmente mucho... ese Patton, Me gusta, por la misma
razón, que me gusta. Mae Arthur. Iba él mismo al i r e n to . .. Nunca mandaba a sus hombres
a un lugar a donde no iría él mismo".
M .51: “ A Andrew Carnegie, creo que lo admiro por algunos de mis parientes... Eso
(le que haya venido aquí con tan poco y haya llegado a tanto.., ".
De igual modo, las mujeres de puntaje alto suelen mencionar como
ideales los mismos rasgos enumerados al describirse a sí mismas y que pue
den resumirse como “pseudofemineidad” y “moralidad convencional”.
408 LA PER SONALIDAD A U T O R ITA R IA
Por otra parte, los sujetos de puntaje bajo tienden a presentar como
ideales ciertos rasgos que no son semejantes a los que se atribuyen a sí
mismos o que, al menos, conciben en términos diferentes. Por sentirse esen
cialmente más seguros, parecería que les resultara más fácil y admisible
ver una divergencia entre el ideal del yo y la realidad. El reconocimiento
de tales discrepancias los capacita para esforzarse por acercarse más al
ideal del yo. Un estudio relativo a los mecanismos del autoengaño señala
ría que cuanto mayor conciencia tiene el sujeto de la distancia que lo se
para de sus ideales, tanto más cerca está en realidad de la concreción de
los mismos (ver 33).
Podrían resumirse como realización verdadera los valores presentados
como ideales por los hombres y mujeres de puntaje bajo. También exaltan
los valores humanitarios: la comprensión, el dar amor (protección) (el
último especialmente valorado por las mujeres), la afiliación o el trabajar
en bien de valores liberales tales como el mejoramiento de las relaciones
sociales o de sí mismo.
La diferencia entre los dos tipos de ideal del yo (abarcados por las
clasificaciones de las Categorías 37a y 37b) es de gran significación esta
dística tanto para hombres como para mujeres.
Desde el momento que el ideal del yo de los sujetos de puntaje bajo
está íntimamente relacionado con la tolerancia que los caracteriza, cree
mos oportuno presentar ahora varios ejemplos ilustrativos al respecto.
Ellos nos muestran cuánta importancia dan tales sujetos a la realización
como valor en sí mismo antes que como simple medio para obtener un
fin ulterior.
M 5 5 : (Por lo que veo, le gustaría ser diputado). El .sujeto ríe. Aclara que sabe que
esta ambición es irrealizable, pero que en verdad le gustaría llegar al Congreso. Pone en
relieve lo que denomina “ valores internos ’ ’ : “ no trabajar sólo por dinero, etc.... sino por
lo q u e se realiza... y aunque uno puede caer vencido, tiene la satisfacción de haber inten
tado algo ’ (¿Qué le gusta?) No se inclina especialmente por el trabajo que implique con
tacto con la gente, aunque de todos modos le gusta más que las estadísticas o la investiga
ción, pero prefiere salir y relacionarse con personas. ,. en nn trabajo que hizo durante la
guerra cumplía, tareas que involucraban trato con la gente... “ Puede que apunte dema
siado alto... Podría trabajar de entrevistador en una agencia de empleos’’.
F 6 S : “ Me gustaría enseñar teatro en escuelas secundarias. Quizás la razón de mi deseo
sea algo extraña. Siempre me gustó mucho el teatro y me parece que el mundo debería
saber más sobre él. Quiero que la gente conozca los buenos espectáculos, las altas manifes
taciones artísticas ’ ’.
F 6 8 : “ En zni trabajo artístico me interesaron mucho las formas abstractas, aunque
no tanto lo figurativo. He sufrido mucho la influencia del tipo de dibujo del Bauhaus’’. Ahora
le gustaría escribir. (P) “ En la época en que estaba en la (Escuela de la) Galería de
Arte ------ —— había una vacante de crítico de arte en -------------- que tomé. También
hice otros trabajos para, diarios” . Se interesa por las formas experimentales de literatura.
F 2 8 : Esta mujer ha trabajado como auxiliar de química en el Departamento .... ..—
durante un año y medio. Está desilusionada de su labor porque esperaba dedicarse a 3a
investigación y, en cambio, sólo hace' trabajos de rutina como el que podría cumplir cualquier
asistente de laboratorio. “ A una. no la dejan hacer las cosas como quisiera, en —;
si uno no tiene el doctorado tampoco le dan tareas de responsabilidad” . También le disgusta
la falta de honestidad de los compañeros de trabajo; practican lo que se da en llamar “ quí
mica de lápiz” , esto es, que cuando no obtienen los resultados esperados, los falsean. lux
entrevistada, denunció estas prácticas al jefe, pero éste no tomó ninguna medida. “ No va
a hacer nada porque una se lo diga, pero ni siquiera verificó él mismo los resultados ’ Al
preguntársele si alguna vez deseó ser varón replicó': “ >Sí, lo desearía de verdad porque así
podría hacer lo que me diera la gana. Cuando entré aquí me preguntaron qué me gustaría
hacer y yo dije que prefería la química orgánica.; entonces me preguntaron si me gustaría
hacer análisis orgánicos, a lo que yo contesté que sí, sin pensarlo demasiado. Besni t ó que me
pusieron a hacer simples filtraciones que al principio encontré interesantes, pero es un tra
bajo muy fácil de aprender... Quiero dejar el puesto para el próximo verano, para obtener
el doctorado y así quizás tener más oportunidad de hacer lo que quiero” .
A CTITU D ES HA C IA EL S E X O , LA GENTE Y S Í M I S M O E N LAS EN TR EV ISTA S 409
7\144: “ Una. cosa que considero importante, siempre me gustó la escuela y eso me enor
gullecía. Siempre tuve miedo de- no llegar a nada allí afuera
Las palabras de los siguientes entrevistados, que obtuvieron puntajes
extremadamente bajos en el cuestionario de etnocentrismo, ejemplifican
cuánta importancia otorgan a los valores humanitarios. Algunos de estos
sujetos mencionan planes concretos y definidos como contribución perso
nal a la ejecución de trabajos que involucran fines humanitarios, en tanto
■que otros se limitan a hablar en vagos términos generales.
M 5 S : ■(¿Satisfacciones?) “ Bueno, no lo tengo muy claro... cierta justificación de la
propia existencia... las acciones y los bonos nunca me convencieron porque no me parece
■que sirvan (para el bienestar público). Este trabajo... Puedo ver resultados rápidamente...
y resultados verdaderos...” .
M S 9 : (‘ Ayudar a. los que son menos afortunados que uno, v ser parte de la comunidad
>o sociedad donde uno vive, tomar parte activa en ella, y ser bueno y generoso, y más
o menos tener gran respeto por nuestros semejantes” .
M I S : “ Cuando empecé la universidad me interesaban muellísimo los estudios sociales
y la historia. Siguen interesándome mucho, pero ahora también siento deseos de trabajar
con la gente. Creo que voy a. decidirme por ser abogado asesor. (¿Qué lo mueve a ello?)
Bueno, en la iglesia observé que mucha gente tiene problemas. Creo queme gustaría ayudarlos.
(¿Qué clase de problemas?) Personales.,. (¿Cuáles son sus ideas religiosas en la actuali
dad?) Podría decirse que tengo una especie de Religión Social. (P) Es un pecado quedar
indiferente al progreso' h
Las declaraciones recién citadas constituyen un buen ejemplo de cuáles
.son los valores que revisten importancia para los sujetos de puntaje bajo:
realización verdadera, a menudo acompañada por el temor de fracasar,
intelectualismo, y objetivos constructivos desde el punto de vista social.6
41, D is c o n tin u id a d entre sí mismo niño y 41. C o n tin u id a d entre sí mismo niño y
actual42 actual
42. i n fa n t i le s (Anotar toda costumbre mencionada, v.gr., comerse las
H á b ito s
uñas, succionar el pulgar, mojarse en la cama, pesadillas, temor a la oscuridad,
miedo a los animales, etcétera).
412 LA PER SO N A LID A D A U T O R IT A R IA
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414 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
más, las mujeres de puntaje bajo se muestran más dispuestas que las de
puntaje alto a describirse como niñas independientes y “traviesas como varo-
mes” (Categoría 40a, continuación). Los siguientes son ejemplos extraídos
de los protocolos de personas del cuartil inferior.
M 4 8 : (¿Qué clase de niño era usted?) “ Me resulta difícil decirlo, usted me pregunta
si era tranquilo. Pues, me habría gustado ser más inquieto, siempre me sentía algo reprimido
por los otros chicos... me dejaban a. un lado (los grupos de cabecillas del colegio). .. pero al
fina! tuve mi pandilla con chicos que eran como yo. ..
M S 3 : (¿Qué clase dé niño era. usted?) “ Sería. difícil decir exactamente... Creo que era
bastante tranquilo... Decían que era muy bien educado. No creo que tuviera, nada, notable” .
M S 5 : ‘‘Sentía timidez para bailar, tenía miedo del baile; tenía miedo de practicar de
portes por temor de no ser buen jugador” .
F H 7: “ Era una verdadera calamidad. Fui muy desgraciada, Pienso que porque era tan
gorda. También era anormalmente tímida. Me enfurecía que los maestros me señalaran como
niña modeló por mi tranquilidad. Sabía que era tan tranquila sólo porque tenía miedo de
todos los que estaban allí. En casa era muy inquieta y no tenía miedo de nada. Naturalmente,
-en casa era el centro de todo. Todos me consideraban maravillosa. No me,sentía apreciada
•en el colegio. Sabía que inteleetualmente. era muy superior y por eso me sentía por encima
de los otros, pero en el fondo esto no me importaba. Lo que deseaba era qne los demás me
-quisieran, pero nadie me quería.. Por eso me apuraba a volver a casa. En todos los años de
escuela primaria sólo tuve dos amigas. Nunca llegué a. hacer tanta amistad, con un varón
■como para hablarle. Supongo que esas chicas deben de haber tratado realmente de ser mis
amigas porque no creo que yo hiciera demasiado” .
Floyd Allport y D. A. Hartman (8) obtuvieron resultados similares
-con una escala destinada a medir actitudes políticas y varios esquemas de
personalidad.- Observaron que los liberales —para usar nuestra terminolo
gía— superan a los conservadores en “ternura”, conciencia de los conflictos
y motivos internos, susceptibilidad en asuntos personales, sensibilidad ante
la opinión de otros y un natural retraído. Son menos expansivos y pre
suntuosos,
3. N iñez F ácil us . O rientación H acia la V ida A dulta
Vísta la inclinación general de los sujetos de puntaje alto a negar las
•dificultades y a mostrarse remisos a enfrentarlas, supusimos que estos in-
-dividuos tenderían también a describir su niñez como un período fácil,
feliz, activo y libre de inquietudes o timidez (Categoría 40b). Sabemos muy
bien que tal presunción está en aparente contradicción con la recién men
cionada tendencia de los sujetos prejuiciosos a pintarse como niños difíci
les. Sin embargo, es muy común que estos individuos nieguen y simultá
neam ente revelen la existencia de dificultades. En las descripciones de su
[personalidad infantil parece haber, en general, menos manifestaciones de
negación que en cualquiera de los campos hasta ahora tratados. Tal cosa
quizá se deba al hecho de que la niñez puede servir como pantalla de
proyección de los rasgos indeseables, por lo cual ofrece otro camino para
que dichas características queden “alienadas del yo”. Es evidente que hay
una necesidad relativamente menor de idealizar la propia niñez, período
ya tan lejano. Por el contrario, parecería que algunos de los sujetos de
•puntaje alto encuentran satisfacción en recalcar los inconvenientes físicos,
tales como una mala constitución, que tuvieron que vencer, con lo cual
'hacen aparecer como más impresionante su buen éxito en la vida.
En las entrevistas de los sujetos de puntaje bajo descubrimos con con
siderable frecuencia otro aspecto de la niñez (al que se refiere la variante
opuesta a la Categoría 40b). Puede resumirse como una orientación hacia
la vida adulta y adhesión a los standards internalizados, que se manifiesta
en la inclinación a leer mucho, en el interés por el estudio y la atención
.a los maestros, y en los esfuerzos por realizar algo de mérito. Esta tendencia
A C T ITU D E S H A C IA EL S E X O , LA GENTE Y S Í M I S M O E N LA S EN TR EV ISTA S 415
V a r ia n t e s P r e s u m ib l e m e n t e “ A l t o ” V a r ia n t e s P r e s u m ib l e m e n t e “ R a j o ”
47. R ec h a zo contracaté-xico d e o ra liñ a d 47. E x p r e s io n e s p o s itiv a s de o r a liñ a d
“ e r ó tic a ” (De- sensualidad zonal y/o “ e r ó tic a ”
(de sensualidad zonal, v.
sus sublimaciones, esto es, de expre gr,, catexia del alimento, perversio
sividad verbal-emocional-artística) nes orales y/o sublimaciones, esto es,
expresividad-expansmdad verbal-emo
cional-artística)
48. F o rm a c io n e s re a c tiv a s ríg id o -m o ra l- 48. F o rm a c io n e s r e a c tiv a s an a les, f u n c i o
a n a les com o fin e s en s í m is m a s ; n a le s y no m o r a lista s. Mantenimiento
exagerada inclinación y preocupación de la relación fines-medios; o falta
por tipificar de modo total itario-mo- relativa de formaciones reactivas
ralista (positivo y negativo) (v. gr., anales.
dos clases de gente; “ limpios” y
“ sucios” ); importancia de dinero y
propiedad
49. D e p e n d e n c ia d ifu s a , a lie n a d a d e l yo. 49. P ro te c c ió n -c u id a d o s i n c l i n a d o s al
Escapismo, evasión de responsabíb- a m o r, aceptación de dependencia, y
dad; pasividad subyacente alienada afecto, catexia objeta! específica
del. yo; impotencia-debilidad (ex
presadas abiertamente por hombres
sólo cuando se sienten abrumados o
víctimas, v. gr., “ religión de trin
chera” , de carácter absoluto). Ca
racterizada por pobreza afectiva, e in
tercambia)) ilidad de objeto
50. A g r e s ió n :
a. a veces re
D ifu s a , im p e r s o n a liz a d a ; a. F o ca l, p e rso n a l
emplazada por esfuerzos por congra
ciarse
b. Totalitaria;
A u to r it a r i a - m o r a lis ta , b. (1) B a s a d a en p fm c ip io s -in te le c tu a -
punitiva; a menudo persecutoria lís a d a
(mentalidad de pogrom) (2) O r ie n ta d a h a d a a m or. Especial
mente en respuesta a rechazo por
parte de objeto catexiado
c. Tendencia a
D e s tr u c to r a -e x p lo s iv a. e, Tien
R e la tiv a m e n te m o d e ra d a , d ia ria .
términos absolutos y a expresión fí de a descarga regular y a expresión
sica verbal
51. Á m b iv a l e n c ía :
b. R e s u e lta m e d ia n te d ic o to m ía s y d e s b. A vec es e x p r e sa d a a b ie r ta m e n te r e s
p la z a m ie n to p ecto a o b je to s o rig in a le s o “ repre
sentantes en la realidad ’ ’ de obj e-
tos primarios (v, gr. autoridad; fi
guras maternas)52
52. I d e n ti f ic a c i ó n :
56e, P re o c u p a c ió n p o r a sp e c to fís ic o
56f. S ín to m a s de co n ve rsió n h is té r ic a ( e s
p e c ia lm e n te en hombres)
—
— -1
Hombres 1 2 13 39 3 1 £S31
c. Negación de aspectos negativos en sí mis 17
1 Xfl
mo (A) vs, franco conflicto psicológi Muj eres 3 1 9 G'j 4 O
co (B) ¡3
>
d. Preocupación por síntomas físicos (A) Hombres 7 3 7 3
0 o
Mujeres 6 0 6 >
tu
e. Preocupación por aspecto físico (A) Hombres S 5v 3 5
Muj eres 8 i 8 1
12 años. Una vez tuve que quedarme en el hospital durante 3 meses. En esos períodos do
enfermedad, me gusta acudir a la Biblia. Me gustan la historia y las enseñanzas de Cristo,
principalmente... (¿Cuál es su concepto de Dios?) Bien, no tengo ninguno en especial.
La. idea más aproximada que tuve fue cuando estaba en el ejército, es decir, de un Dios
estrictamente hombre, más grande que cualquiera de los que están en la Tierra, que nos
trata eomo un padre a su hijo. No creo que Dios sea terrible en Su justiciad \
M $ 8 : "Bueno, no tengo demasiada inclinación a rezar, pero instintivamente... cuando
uno necesita algo, cuando no hay nada, que- pueda, ayudarle, lo natural es volcarse hacia
el Señor para pedirle ayuda... si las oraciones tienen respuesta, eso no lo sé... pero creo
que obtienen respuestas las oraciones de los pocos que viven y creen en la religión, ¡pero
las de los que sólo rezan, no! ' ’
3?38; ‘ ‘ Todos deberíamos creer en un Dios, desde la. infancia.. Algo en que apoyar
nos, en caso do necesidad, por ejemplo cuando muere alguien de la familia” .
4. A gresión
Es obvio que, cuando se trata de estudiar la relación entre las ten
dencias dinámicas centrales y el prejuicio étnico, se impone prestar espe
cial atención al problema de la "agresión”. En efecto, el prejuicio sería
sólo una de diversas manifestaciones de la agresión. Por lo tanto, creemos
oportuno realizar un análisis más prolijo del grado y tipo de agresividad
que se descubre en los sujetos de uno y otro cuartil. Consecuentemente,
distinguiremos los diversos aspectos de la agresión, distinciones que mues
tran cierto grado de superposición. Es muy importante reconocer si la
agresividad constituye la expresión de una ira general y difusa que se
tiende a reprimir pero que surge de modo incontrolado, o si se debe a una
razón más específica, bien integrada en el yo del sujeto, tal como sería
la violación de un principio o una pérdida afectiva, en cuyo caso la expre
sión agresiva puede ser más específica y mejor canalizada. También im
porta distinguir si la agresión tiende a desplazarse hacia alguien social
mente más débil o a dirigirse contra la verdadera fuente de la frustración,
aun cuando la misma tenga alguna relación con quienes gozan de autori
dad y poder.
Conforme a estas consideraciones, en el Manual de Valoración se han
distinguido tres aspectos de la agresión. En cada caso, la primera de las
dos alternativas que se nombran resultó ser efectivamente predominante
en los sujetos de puntaje alto, y la segunda se encontró preponderante-
mente en los de puntaje bajo, siendo la diferencia bastante significativa
para hombres y mujeres en lo que respecta a los dos primeros aspectos
(Categorías 50a y 50b).
En particular, la Categoría 50a contrapone las formas difusas de agre
sión, que no están integradas ni tienen objetivo personalizado, a la agresión
que es a un tiempo “focal” y personal. La mención de ataques de furia,,
arranques caprichosos y mal carácter en general, que se encuentra fre
cuentemente en las entrevistas de los sujetos de puntaje alto, tiene rela
ción con la primera de estas dos alternativas. Por el contrarío, la expre
sión de agresividad de los individuos del cuartil bajo evidencia mayor
conciencia de la causa de tales sentimientos, los cuales tienden así a ha
cerse más específicos y a dirigirse contra determinada persona o contra 1a.
violación de un principio general. Al mismo tiempo, parecería que en los su
jetos de puntaje bajo las expresiones o los sentimientos agresivos provo
can mayor conflicto franco y sentimiento de culpa.
Además, la agresión puede ser moral-autoritaria, totalitaria, primitiva
o aun persecutoria, como es el caso de la actitud mental de pogrom. Por
otro lado, puede estar intelectualizada y fundada en principios, o bien orien
tada hacia el amor, especialmente en respuesta al rechazo por parte de un
objeto deseado (“catexiado”) (Categoría 50b). Las expresiones más claras-
ORG ANIZACIÓN COG NITIV A Y D IN Á M IC A DE LA PERSONALIDAD 427
_ Puesto que los sujetos de puntaje bajo suelen acercarse más a menu-
°. a una buena integración de los diversos aspectos de su personalidad,
s°n por lo general menos inmaduros e infantiles. Es así que resultan ser
*?as capaces de realizar esfuerzos sostenidos, de posponer el placer en bien
e va^ores internalizados y de asumir responsabilidades, a lo cual se agre
432 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
Por su parte, los sujetos de puntaje alto sienten que los impulsos ins
tintivos son una fuerza mala que los subyuga. Pero con reprimir ciertas
tendencias profundas el prejuicioso típico no debilita las fuerzas laten
tes de éstas. Por el contrario, es frecuente que las mismas encuentren vías
de descarga “proyectivas” u otros canales tortuosos. El exceso de repre
sión y contracatexia de los impulsos inaceptables requiere un desusado
gasto de energías. Esto, a su vez, contribuye a debilitar el yo y a aumentar
el peligro de que algunas tendencias reprimidas logren aflorar.
A pesar de estos resultados generales, es característica frecuente del
individuo del cuartil alto cierto tipo de fortaleza del yo, cual es la rela
cionada con la tenaz búsqueda del triunfo. Por otro lado, algunas veces
los sujetos de puntaje bajo disipan sus energías en conflictos internos o en
ensoñaciones. Él Manual de Valoración de las Entrevistas se concentra
en ciertos aspectos de la fortaleza del yo; la consideración más detallada
de otros aspectos, tales como la energía y la determinación en la acción
concreta, puede proporcionarnos un cuadro algo distinto y hasta revelar
una tendencia de sentido opuesto al observado en los párrafos precedentes
(véase también el Capítulo X I).
9. D is t o r s ió n de la R e a l id a d
59. o ‘ a n t i c i e n t í f i c a ; ne
P se u d o c ie n tífic a 59. Orientación c ie n tífic o - n a tu r a lis ta ha
gación implícita de la dinámica de la cia dinámica social y psicológica
personalidad; disposición a explicar he
chos por factores accidentales, heren
cia, etc,; superstición
•80. A n ii i n tr a c e p t ív a 60. I n tr a c e p tiv a
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438 LA PER SONALIDAD A U TO RITA R IA
5. S ugestiónabilidad '
Su sometimiento a la autoridad y falta de independencia, así como de
espíritu crítico, pueden hacer del sujeto de puntaje alto una persona su
gestionable y crédula; por el contrario, los individuos del cuartil bajo
suelen tener mayor autonomía (Categoría 61). Nuevamente la diferencia
es significativa al nivel del uno por ciento, tanto en hombres como en mu
jeres. Resultan evidentes las consecuencias sociales de la tendencia de
las personas crédulas a ser fácil presa de una propaganda política destruc
tora y falsa. Visto que en el transcurso del volumen nos hemos referido
repetidamente a tales actitudes, estimamos innecesario hacer nuevos co
mentarios acerca de la dependencia respecto a la autoridad, los valores
convencionalizados, el dogma eclesiástico, la opinión pública y las figuras
de prestigio, en que vive el sujeto prejuícioso, así como de la relativa in
dependencia del individuo no prejuicioso respecto a estas autoridades y
su ocasional rebeldía contra las mismas.
Al final del capítulo siguiente presentaremos un resumen del que
aquí termina, juntamente con una sinopsis general de los resultados de
las entrevistas.
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C L A SIFIC A C IO N ES Y R E SEÑ A DE LOS RESULTADOS E N LAS EN TREVISTAS 445'
de tal actitud negativa son las excesivas demandas materiales que impone
al hombre como sostén de la familia; otra es el deseo de concretar a tra
vés del hombre las propias ambiciones frustradas. También cabe suponer
que los prejuicios son, en el caso de la mujer, una liberación exagerada
frente a las restricciones resultantes de su posición dentro de nuestra cul
tura. Por cierto que la mujer tolerante no deja de sentirse afectada por
la difícil situación en que las ubica la civilización. Pero, en tanto que la
mujer de puntaje alto tiende a dar preferencia al ideal de un rol feme
nino restringido antes que vagamente definido, la de puntaje bajo es más
capaz de admitir el conflicto y de enfrentarlo directamente.
Como anticipáramos, el elemento de convencionalismo que entra en
el concepto del rol que toca a cada sexo es sólo parte de una imagen de
sí mismo de carácter convencional y más general, que resultó caracterís
tica de los sujetos del cuartil alto. Otros requisitos exigidos por estas per
sonas son las buenas maneras, la obtención de status, el triunfo, el autodo
minio y el equilibrio. Cuando se producen desviaciones respecto al ideal
del yo, habitualmente se las considera producto de una inexplicable
“irrupción” de fuerzas de las que el individuo no puede responsabilizarse,
tales como las presiones externas, la herencia, etcétera.
Por otra parte, al hacer la evaluación de sí mismos, los sujetos de
puntaje bajo muestran preocupación por lograr una meta en el reino de
las realizaciones, por llevar a la práctica valores constructivos desde el
punto de vista social, por el buen éxito o el fracaso en la amistad, y por
los sentimientos de culpa derivados de la agresividad y la ambivalencia.
o. B úsqueda de P oder v s . B úsqueda de A mor
Encontramos que la orientación hacia los valores convencionales, pro
pia del sujeto prejuicioso, y la inclinación hacia valores más intrínsecos
y fundamentales, característica del no prejuicioso, se extienden a dife
rentes campos de la vida. La tendencia a admirar el poder y a tratar de
obtenerlo, actitud que también es más pronunciada en el típico sujeto del
cuartil superior, está emparentada con el convencionalismo.
El deseo de lograr poder, sea directamente o bien poniéndose del lado
de los poderosos, que se observa en el individuo prejuicioso, nace de su
comparativa falta de capacidad para entablar relaciones interpersonales
afectuosas e individualizadas, así como de su tendencia a ver una amenaza
y un peligro en el mundo que lo rodea. Desde esta perspectiva, la debilidad
se tiene por peligrosa puesto que a causa de ella los fuertes podrían
“devorarnos” (ver Simmel, 111), o, como mínimo, estaríamos condenados
a la pobreza o a la inanición, peligros ambos que el individuo prejuicioso
está demasiado predispuesto a ver por anticipado.
En el aspecto que tratamos, se descubre a menudo una disposición
mental cuya caracterización más exacta quedaría dada por la palabra
“hiperrealismo”. Entendemos por tal la tendencia a utilizar todo y a todos
como medios para alcanzar un fin. Es innecesario decir que tal hiperrealis-
mo rara vez conduce al verdadero logro de la meta buscada, y, consecuen
temente, a la satisfacción última; frecuentemente trae aparejada una ten
sión en las relaciones interpersonales amén de muy temidos desquites,
posibles o reales. Se produce un conflicto entre la dependencia material
respecto a los demás, no aceptada ni reconocida, y la hostilidad nacida
de la desconfianza, la envidia y los sentimientos de frustración, conflicto
■que no puede resolverse.
Es especialmente el hombre prejuicioso quien —como ya mencioná
ramos— con frecuencia considera que el oportunismo inhumano es atri
C L A S IF IC A C IO N E S Y R E SEÑ A BE LOS RESULTADOS EN LAS ENTREVISTAS 453
los sujetos del cuarto alto son principalmente los de tipo conservador quie
nes evidencian rigidez, mientras que los que saben manejar hábilmente a
los demás se caracterizan frecuentemente por una gran flexibilidad (ver
Capítulo XIX), Pero, en general, es en el sujeto de puntaje bajo donde
encontramos la adaptación cognitiva y emocional más flexible; la mis
ma se refleja en el hecho de que está menos dispuesto a “reificar” los con
ceptos, aprecia mejor la complejidad de las relaciones sociales y persona
les, y simpatiza más profundamente con las ciencias psicológicas y sociales
que estudian dichas relaciones.
En tanto que la persona sumamente prejuiciosa suele mostrar una for
ma rígida de adaptación aparente, entremezclada con cierta medida de
mecanismos psicóticos nacidos de la necesidad de desfigurar la realidad,
el individuo extremadamente tolerante evidencia haber logrado un tipo
de adaptación más flexible, aunque en algunos casos acompañada de cier
tas tendencias neuróticas. La gran preocupación de los individuos no pre
juiciosos respecto a sus sentimientos e impulsos, por desagradables que
éstos resulten ser, es testimonio de la marcada tendencia de dichos sujetos
a la internalízación. Lejos de escapar de sus ambivalencias emocionales
y de sus sentimientos de inferioridad, culpa y angustia, es hasta propenso
a pensar en ellos. Esto no significa que esté líbre de todo autoengaño. Su
constante análisis de los sentimientos es muchas veces mórbido y no lo
conduce precisamente a una verdadera comprensión. Pero la consideración
consciente y la aceptación relativa de los impulsos instintivos —en espe
cial durante la niñez— bien pueden evitar la formación de defensas y más
caras exageradamente rígidas. De tal manera, los mecanismos de- proyec
ción y desplazamiento quedarían reducidos a proporciones tales que podría
lograrse el dominio cognitivo de la realidad.
Aunque el individuo no prejuicioso medio de nuestra cultura no esté
libre de ciertas tendencias neuróticas, es en este grupo donde pueden ha
llarse los casos relativamente raros de personas muy bien adaptadas y
maduras. Sólo cuando se enfrentan francamente los conflictos, los defectos
y los impulsos inaceptables, puede desarrollarse la capacidad para domi
narlos a la perfección y lograrse el máximo potencial para habérselas ade
cuadamente con las condiciones cambiantes. Mas tal franqueza puede con
ducir temporariamente a un estado de mayor angustia y depresión y, en
ocasiones, algún contendiente puede, para bien o para mal, quedar en el
camino.
7. A lgunos A spectos G enéticos
Al inquirir a los sujetos más prejuiciosos acerca de su vida de niños
nos dicen que, por lo general, los padres eran dados a imponer una disci
plina rígida y que les brindaban un afecto más bien condicional, esto es, ¡
que su cariño dependía de la conducta adecuada o reprobable del hijo.
Esta inclinación tiene relación con otra bien notable en las familias de
los sujetos prejuiciosos, a saber, la tendencia a basar la vida de relación
en roles claramente definidos de dominio y sumisión, que se contrapone
a lo que podríamos llamar política de igualdad. Al intercambio de afecto
espontáneo, las familias de los etnocéntricos prefieren la ejecución punti
llosa de los roles prescriptos y el trueque de deberes y obligaciones. Tal
vez cabría suponer que algunos de los rasgos de la personalidad prejuíciosa
son resultado de tal situación familiar.
üna^ investigación de la discriminación social en los niños, que incluyó
el estudio de los respectivos progenitores, ha verificado ésta y otras ob
servaciones referentes a la organización familiar. El resto de esta subsec
456 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
mente Horney (54), Kardiner (59, 60), R. y H. Lynd (77), y Mead (82)].
Más específicamente, es también típico de los hombres de puntaje alto un
rasgo que destacara especialmente Mead como característico de la cultura
de nuestro país, esto es, el “temor de ser tomado por tonto”.
Además, la misma autora afirma también que la “identificación con
los desamparados” es otra característica notable de la cultura norteame
ricana; la misma representa una de las numerosas influencias de la ética
cristiana en general. Evidentemente, dicha actitud es más común en los
individuos de puntaje bajo. Al parecer, ambas tendencias, así como el
conflicto entre ellas, son peculiaridades sobresalientes de nuestra civili
zación, habiendo un número relativamente escaso de personas que mues
tren uno u otro extremo en su forma pura.
En otra parte del volumen hemos tratado detenidamente sobre la
ideología política y social de las dos estructuras de personalidad que aquí
distinguimos. Nos limitaremos ahora a presentar sumariamente algunas de
las correspondencias que se observan entre la estructura de la personali
dad y las ideas sociales y políticas tomadas entre las que nos ofrece nuestra
cultura.
No es difícil ver que la admiración por el poder y las ansias de un
fuerte liderazgo en el terreno político, predominantes en el sujeto del
cuartil superior, son un transplante a la esfera social de la tendencia a
evaluar en jerarquías las relaciones interpersonales. El extremado oportu
nismo personal está vinculado a menudo, aunque no indefectiblemente, al
oportunismo ideológico y a la indiferencia respecto al contenido de las
ideas. La ansiedad respecto al status, la adhesión a criterios externos para
juzgar los valores, el pensar en estereotipos y la falta de un concepto de
igualdad están íntimamente relacionados con el desprecio por lo que es
supuestamente inferior dentro de la sociedad. El temor de la propia debi
lidad y del afeminamiento impide sentir piedad por los débiles.
La adhesión rígida a valores convencionales nos hace inaccesibles a
grupos y pueblos que se apartan en algún aspecto de nuestras normas cul
turales. El esforzarse por ser como los demás y la inclinación a eliminar
todo lo que pueda hacernos “diferentes” responden a la misma orientación
general.
Por otra parte, los grupos externos también se prestan para servir
como pantalla de proyección de los deseos y temores que los individuos
prejuiciosos reprimen en sí con tanta fuerza. Es más fácil percibir o atri
buir tendencias inmorales a grupos que parecen no estar totalmente asi
milados o que son completamente extranjeros. La hostilidad y el temor
de ser víctima de otros pueden expresarse contra estos grupos libremente
o con la tranquilidad de saber que los mismos difícilmente devuelvan el
golpe. Aun cuando se afirme que ciertos exogrupos, tales como los judíos,
detentan gran poder, es el conocimiento de que, en realidad, son débiles,,
lo que inclina a tomarlos como propicio chivo emisario. Pero cuando se
trata de grupos verdaderamente poderosos, es muy probable que la per
sona de prejuicios étnicos se muestra sumisa y reprima su hostilidad, en
lugar de manifestarla. El prejuicioso no se siente muy firmemente parte
real del grupo privilegiado. Como imagina ocupar o se encuentra efecti
vamente en una posición social y psicológica marginal, le parece que en
cualquier momento puede ser degradado de una manera u otra. Tiene la
absoluta necesidad de refirmar su identificación con los grupos privile
giados a modo de defensa contra la posibilidad de que se lo cuente entre
los desposeídos y los parias sociales. -Cuando proclama explícitamente y a
toda voz que pertenece a las clases superiores lo hace porque tiene la ca~
CLASIFICACIONES Y RESEÑA DE LOS RESULTADOS EN LAS ENTREVISTAS 459
*
liada e implícita convicción de que, en realidad, es parte de las clases in
feriores (ver Capítulos XI y XII en lo que concierne al desprecio por sí
mismo). Es indudable que el mecanismo descripto cumple la función de
ayudar a mantener angustias y sentimientos de culpa existentes en estado
de represión.
Todas estas contradicciones reprimidas, pero no por ello menos tur
bulentas, y los consiguientes conflictos contribuyen a lo que podría lla
marse la personalización de los problemas sociales, tan típica de los sujetos
de puntaje alto. En cambio, los de puntaje bajo tienden a tomar los con
flictos en su origen: en los padres y en sí mismos. De tal manera, no tie
nen tan grande necesidad de volcarlos a la esfera social. Son más accesi
bles a los hechos y a los argumentos racionales. Aunque de ningún modo
quedan excluidas la confusión y la parcialidad, las mismas tienen muy
variado origen y son menos rígidas que las propias del sujeto de puntaje
elevado. La mejor disposición del individuo no prejuicioso a enfrentarse
a sí mismo va acompañada de una mayor propensión a considerar al hom
bre y a la sociedad en general de modo más objetivo.
Tal vez las características básicas que distinguen principalmente a
las dos pautas opuestas que nos ocupan sean la inclinación a incluir, acep
tar y hasta gustar de las diferencias y de la diversidad, propia de una, y
la necesidad de establecer claras líneas demarcatorias y definir lo superior
y lo inferior, típica de la otra. Los miembros de un exogrupo que repre
senta la desviación respecto a las normas culturales del endo grupo apare
cen como individuos extremadamente peligrosos ante los ojos de quien
necesita concebir tales normas en términos absolutos para poder sentirse
seguro.
Escapa a los propósitos del presente volumen investigar a fondo los
determinantes de esta necesidad de que haya homogeneidad y simplicidad
en todas las esferas de la vida. En algunos casos, la preocupación por el
stalu quo y la resistencia a los cambios serían una necesidad más pri
mordial motivada por distintos factores sociales y psicológicos. En otras
oportunidades podría tratarse de una reacción secundaria ante una situa
ción que ha llegado a tal complejidad que escapa al dominio de los medios
rutinarios de adaptación. Tal como puntualizara Fromm (42), éste podría
ser el caso del nazismo alemán. Es así que, dadas ciertas condiciones socio
económicas, todo un pueblo puede llegar a tender a “escapar de la libertad".
En la lucha actual por dar más fuerza a las ideas tolerantes y libe
rales, tal vez deberíamos evitar que el sujeto prejuicioso se vea enfren
tado a mayor cantidad de ambigüedades de la que es capaz de absorber,
y en cambio ofrecerle, en algunos terrenos por lo menos, soluciones que
sean constructivas a la par que útiles para la necesidad general de evitar;
lo incierto. Los intentos por modificar la pauta “prejuiciosa" podrían tener
que recurrir a la autoridad —aunque de ningún modo imprescindiblemen
te a autoritarias figuras de autoridad— si es que deseamos acercarnos al
individuo etnocéntrico. Ello se desprende del hecho de que la autoridad
es, por sobre todo, lo que estructura o preestructura el mundo de la per
sona prejuiciosa. Cuando, como sucede en nuestro país, la opinión pública
asume la función de la autoridad y es la fuente de las necesarias limita
ciones —y, por consiguiente de la certidumbre—, en muchos aspectos de
la vida diaria, se da cierta cabida a la tolerancia respecto a la ambigüedad
nacional o ra-cial.
Hemos de recalcar, empero, que los beneficios que pueda brindar la
conformidad quedan más que equilibrados por la semilla de estereotipia
y prejuicio que la misma trae consigo. Estas dos últimas tendencias
460 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
pueden adquirir gran magnitud cuando se vive en una cultura que ha lle
gado a tal complejidad que el individuo es incapaz de dominarla comple
tamente. En otro lugar de este volumen señalamos la inevitabilidad de
cierta evolución hacia la estereotipia. Por otra parte, las fuerzas que pug
nan por ahondar en las causas de las tendencias sociales, a despecho de
las confusas manifestaciones de las mismas, han adquirido también mayor
vigor que nunca y se extienden rápidamente de la torre de cristal de la
ciencia hacia la opinión pública general. La lucha entre estas dos fuerzas-
opuestas no sólo caracteriza a nuestra cultura como totalidad sino también
a cada uno de los individuos que viven en ella. El resultado de esta lucha
no depende solamente de factores psicológicos. Por ser éstos, a fin de
cuentas, la manifestación de influencias culturales más amplias, sólo puede
llegar a apreciarse plenamente el potencial relativo de las fuerzas en
pugna mediante el conocimiento de la interacción de los fenómenos psi
cológicos y sociológicos en su integridad.
PARTE III
A. PROCEDIMIENTO
1. L a M u estr a E s t u d ia d a
G rupo H o m b re s M u je r e s
TOTALES .................................................. 20 20 20 20
TABLA 2 (XIV)
D i s t r i b u c ió n d e E d a d e s d e l o s S u j e t o s S o m e t id o s a l T e s t p e A percepción T e m á t ic a
H o m b res M u je r e s
Edad Puntaje Bajo Puntaje Alto Puntaje Ilujo Puntaje Alto
Menos de 20 .............. O 3 S 7
Más de 27 .................. 5 5 3 4
20 a 27 ......................... 12 12 8 9
TOTALES . . . . 20 20 20 20
TABLA 3 (XIV)
D i s t r i b u c ió n pe los S u j e t o s d e l T e s t p e A p e r c e p c ió n T e m At ic a de A cuerdo
a l S e s o d e l o s E x a m in a d o r e s
H o m b res M u je r e s
Y a l o s E s t i m u l a n t e b e l a s D i e z I m á g e n e s b e l T e s t d e A p e r c e p c i ó n T e m á t ic a
H u m a n o s en, a c tiv id a d r e I d e n ti f ic a c i ó n g e n e r a lm e n
p r e s e n ta n g e n e r a lm e n te : te m á s coreana a : j E s ta d o a n ím ic o del p e rso
U e la eió n c o n ; | E s tím u lo a m b i e n ta l ; n a je p r in c ip a l:
I m á g e n e s to m a d a s d e la
s e ñ e de M u r r a g
LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
hombre mayor} ’ decidido
. >
8 1. Hombre dominante A (cualquiera de las figu 1. Figura sumisa, pasiva A 1. Dominante, a veces M
ir*
agresivo a
2. Hombre pasivo ras) 2. Figura agresiva, domi >
oM
nante 2 . Pasivo
O'
%
10 A (jovencito, joven- A Estímulos ambientales Fondo religioso, etéreo A t^í
w
eita, niño) ir*
t-3
>
l á m i n a s E sp e c ía le s
H
Vestimentas peeualiares Alegres >
2 Muchacho y chica ado Ambos o ninguno (identi A (a veces sexo opuesto si tr*
lescentes (Z o o ts u ite r o ficación más fuerte con identificado) Fondo A m
xn
J i t t e r b u g : jóvenes que sexo del sujeto)
c¡
bailan danzas moder o
nas)
o
a A : A m biguo, en
O
w
b ?: L á m in a no d a p ie a id e n tific a c ió n .
j4^
470 LA PEHSONALXDAD A U T O R ITA R IA
V a iít a b l e s p e N e c e s id a d
V a r ia b l e s pe P r e s ió n
Se analiza cada relato por separado, se registra cada una de las varia
bles reflejadas en su contenido, y, finalmente, se atribuye a las mismas
un valor de 1 a 5. La cantidad de puntos asignados es función del grado-
de intensidad de expresión de la variable de que se trate y ^depende
también de la importancia que ésta tenga dentro de la narración. Estas
T A B L A 5 (X IV ) A
I ntensidad de las V ariables de P ensión t de N ecesidad E xpresadas en las H istorias '
R elatadas por los H ombres
L ám in a 1 L á m in a 2 L á m in a 3 1 L á m in a 4 L á m in a 5
V a ria b le s S u je to s de S u je to s de S u je to s de S um ios de S u je to s ie
P u n ta je ; P u n ta je P u n ta je P u n ta je P u n ta je
B ajo A lto B ajo A lto B-aj o A lto B ajo A lto B ajo A lto
N e c e s id a d : o n.o. n n.o. « n.o. E n.o. n n.o. II n.o. ■n n.Q. n tl-O* n n.o. n n.o.
A b a tim ie n to ° 19 5 30 S 8 0_ 8 5 5 0 5 9 0
...... 15 10
...... 4 51 9 49 14
R ea liz a ció n “ 5 0 0 2 9 0 11 o" 7 2 3 9 0 4. 3 O 2 4
A d q u isició n a _s_ 0 13 0 10 3 5 4 3 0 4 0 37 8 24 14 9 3 9 3
A filiac ió n a 6 0 9 0 38 1 27 10 27 0 18 0 10 0~ 7 ~2 12 0 14 2
A g resió n a 27 7 31 2 7 1 Ó 0 6 0 6 7 8 0 1 6 _28_ 6 '3 14
A uto n o m ía 25 6 18 3 7 3 6 13 6
........
X 8 T Y" 3~ 6 IT T 3 7
- E v ita r in c u lp a e. J5 0 10 3 3 ó 10 0 0 0 2 0 0“ 0 “o* 9 0 8 0
E v a d ir in c u lp a e. 0 0 2 0 3 0 Ó 1 0 0 0 0 3 0 0 3 5 4 4 0
C ognición 16 0 5 1 10 0 5 2 6 0 0 0 18 0 17 5 4 0 2 0
C o n stru cc ió n 5 2 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0” 4 0 0 0 0 0
C o n tra a ta q u e 9 2 18 0 3 0 ,1 0 0 0 4 0 0 0 0 0 13 0 11 0
D eferen cia 17 3 8 0 0 0 5 0 3 0 2 0 0 0 3 2 3 0 2 0
D efen sa 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 O 0 0 0 0
D o m in ació n 8 0 6 0 _0_ 0 7 0 0 O 4 0 3 6 0 3 3 0 3 0
E x c ita c ió n 0 0 0 0 1.6 2 5 14 0 1 5 0 3 0 0 0 3 0 6 0
E x p o sic ió n 12 0 7 0 8 0 3 “o 4 0 6 4 6 0 5 2 8 0 0 0
E v ita r d a ñ o 0 0 0 0 0 0 0 2 0 2 2 3 0 0 0 0 3 O 0 0
E v ita r infer.ioriz. 3 0 0 0 0 3 1 0 O 0 1 0 0 0 O 0 0 0 0 0
P ro te c c ió n 0 il 0 _3 0 4 0 9 1 340 25 2 7 0 12 3 10 0 0 0
N u tric ió n 1 0 I 0 2 0 2 1 0 0 0 0 '"7 0 “I 0 1 0 4 1
P a s iv id a d 2 0 1 0 2 2 3 0 9 0 3 0 9 0 9 3 3 2 6 2
Ju eg o “ 0 0 0 0 34 0 21 10 4 0 4. 0 0 6 0 1 13 0 3 0
R ec o n o c im ie n to 0 3 0 0 0 29 3" 25 if 0 0 3 0 0 0 9 "i)" 9 0 "3 0
R echazo 17 4 6 0 5 "o 3 3 6 0 5 3 13 2 6 12 3 5
lo _8
R eten c ió n 0 0 0 0 0 0 0 0 _0_ 0 ,_0 2 2 0 6 4 0 Ó" 0
A islam ien to 3 .2 2 0 0 0 0 0 JO. 0 _7 4 19 5 17 4 3 ......
2 11 10
S e n sac ió n 0 0 0 0 0 0 0 3 2 0 0 0 5 0 0 0 17 “O 0
Sexo “ 8 0 4 0 18 1 19 10 22
_ 0 6 0 0 0 1 0 43 7 28 5
Socorro a 15 3 21 1 3 T 2 "0 1 13 11 18 0 11 0 18 0 24 S
C o m prensión 10 0 1 0 3 0 2 0 1 0 0 o" 3 0 "'2 0 T 0 “Ó 0
P r e s ió n : P P-o. P p.o. P p.o. P p.o. P p.o. P P-o. P p.o. P p.o. P p.o. P p.o.
Abatimiento 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 0
Adquisición 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 0 3 0 0 8 O 0 0 0 O
A filiación _3 3 10 0 341_ 27 _8_ 29 0 21 0 '7 0 Y 3 10 0 13 2
Agresión a 23 5 26 0 5 2 0 6 7 0 7 4 4 0 2 3 10 4 4 6
Cognición _1 2 _6 0 13 0 11 2 3 0 4 0 3 3 0 3 7 0 0 3
Deferencia- 5 0 0 0 5 0 9 0 2 1 3 3 3 0 6 3 '"4 0 3 0
37 6 44 3 3 3 5 5 1 0 3 3 2 3 5 5 9
Dominación 3
_ 9
_9
E xcitación 0 0 "Ó 0 3 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Exposición 21 0 12 3 _0 0 J5 0 _0 0 _9 0 2 0 7 0 0 0 O O
Protección * JLS 2 33 2 9 £ 4 6 9 0 8 1 6 0 9 0 3 0 9 2
Rechazo a 11 3 2 0 13 0 13 4 2 0 7 0 11 0 13 3 20 3 24 8
Sexo 3 0 2 0 17 0 18 9 31
...... ....... 0 ~6 0 0 0 1 0 24 2“ 20 T
Socorro 0 0 1 0 0 3 29 0 19 2 0 0 2 3 6 0 3 0
Aflicción a 4 0 9
...... 5 3 0 2 0 0 0 9 0 5 0 4 0 16 3 7 4
Nac. do vástago 0 'o" 0 0 0 0 5 "'o
..... 0 “o 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Mala suerte 0 6 0 0 0 3 0 0 0 0 _0 0 9 3 0 0 3 O
Encía ustram ient. 11 2 "5 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 O 0 0 6 0 0 1
Muerte1del héroe 3 0 6 0 2 0 0 0 4 0 13 0 0 0 3 3 7 0 s 3
Muer, del objeto 14 3 16 0 O 0 3 0 0 0 15 O 5 0 3 0 10 0 5 3
F racaso S 3 6 0 0 0 0 0 0 0 0 4 2 0 2 0 4 0 2 7
E ra luida d 0 0 3 0 0 0 5 4 0 0 0 0 16 0 11 5 5 5 8 5
Inferioridad 0 3 0 0 0 0 ~2 2 2 0 0 5 “o o" ~4 T 2 0 4 4
Daño 3 0 3 0 0 0 0 0 0 0"" 0 T 0 0 0 0 0 0 0 0
Carencia 6 0 8 0 3 0 3 O 2 0 3 i 19 3 13 3 7 0 9 0
P érd id a 5 0 3 0 0 0 0 0 2 0 6 0 10 0 2 0 8 0 7 0
Vejez 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 5 0 6 0 0 0 0 0
Peligro físico _3 0 8 0 0 0 2 0 9 0 4 0 0 0 8 0 0 0 0 0
Superioridad 4 0 2 2 8 0 5 0 3 0 0 0 O 0 0 0 2 0 0 3
0 2 2 13 0
....
T area a 0 2 _13 2 19 2 18 0 14 3 11 3 2 2
Ambiente incom. 4 0 0 0 0 0~ 0 3 0 "Ó 0 27 0 25 8 5 2 5 6
W
=SS
“ E stas 15 variables m ostraron 1» m ayor confiabilidad (0,63 a 0,83) en tre las clasificaciones de
los dos calificadores independientes.
N ota; Se subrayan ios núm eros p ara indicar que existe u n a notable diferencia en el p u n taje total
■de la variable que se tra ta correspondiente a los sujetos del ouartil bajo y a los dei euartil alto de
la escala de Etnocentrism o. Cuando -un núm ero está subrayado con una sola línea, se indica que la
/variable es m ás pronunciada en las historias de los sujetos de punta-je bajo; el subrayado dobl-e se-
mala q u e'ía. variable es m ás pronunciada en los relatos de los sujetos de p u n taje alto.
T A B L A o (X IY ) A
I n t e n sid a d e s las V ariables de P resión y de N ecesidad ' E xpresadas . en las .H istorias
■ . R elatadas por los H ombres
L á m in a 6 L á m in a 7 L á m in a 8 Lám ina 9 L á m in a 10
Tota 1 de
10 Láminas ■
V a ria b le s S u je to s de S u je to s de Suj etos^ de S u je to s d e r Sujetos de Sujetos de
P u n ta je : P u n ta je : - P u n ta je ; P u n ta je : P u n taje: P u n taje:
B ajo A lto B ajo A lto B ajo A lto B ajo A lto Bajo Alto ■Alto V
N e c e s id a d : n n.o. 11, 0,
n 31.0, n n n .o . n n.o. n n.o. n n.o. n B.O- n n.o. n n.o. n n,o. 3) ll.O,
A b a tim ie n to 0 14 8 25 7 24 10 32 6 12 1 9 4 6 3 13 0 4 0 19 0 158
0 4 0 ,11 0 _ .36 200
Be&Jiaa ción ° "3 4 0 6 0 10 0 íi 0 13 2 ~9 0 14 0 IT *70 Í2
A d q u isició n a _5 9 14 5 20 2 17 3 4 6 8 3 _0 8 J> 0_ ""i 0 ~3 fi 91 39 106 32
A filia c ió n a 4 3 2 2 14 0 15 0 0 0 4 0 18 0 4 1 7 0 5 0 136 4 105 17
A g re sió n a 32 13_ 23 34 16 0 13 6 18 10 15 9 _6 3 14 2 5 0 3 4 153 40 114 84
A u to n o m ía 35 7 23 16 41 0 33 0 JL 5_ _5 0 4 3 14 2 3 0 2 0 131 36 118 52
■4 Ü_ 4 7 17 p O 0 0 0 _4 6 Ji 1 0 3 JjS 0 35 16 64 20
E v ita r in c u lp a c. A
E v a d ir in c u lp a c. 10 __8 0
3 __4 2 14 0 0 0 4 0 Ó 0 3 O 0 0 0 0 29 7 31 6
C ognición Ü 0 4
3 4 0 6 0 13 0 9 0 21 3 13 0 29 O 14 0 121 3 75 11
C o n stru cc ió n 0 0 0 0 2 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 2 0 9 T 9 “o
C o n tra a ta q u e 2 0 2 0 14 0 10 0 0 0 0 0 5 0 5 0 5 0 3 0 51 2 :54 0
D e fe re n cia 0 0 4 0 26 5 21 4 9 0 15 0 21 3 17 0 19 3 28 0 98 14 :,05 6
Defensa ü 0 0 0 3 0 7 0 0 0 0 0 0 0 3 0 0 0 ü 0 3 0 12 0
Dominación 4 0_ 6 7 0 0 4 0 20 3 27 3 4 0 0 1 0 0 0 0 42 9 57 18
Excitación 2 0 0 Ó 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 O 3 0 25 a" 21 14
Exposición 3 0 0 0 10 0 16 0 13 0 4 3 0 0 2 0 19 3 14 0 83 U3 57 9
E v ita r daño 27 4 23 6 0 0 2 0 0 0 3 0 3 0 4 0 0 0 0 0 35 4 34 11
E v itar infer.ioris. 0 0 1 0 11 3 6 0 2 0 4 •0 6 0 0 0 0 0 0 0 22 6 13 0
Protección a 2 0 2 0 U 0 12 0 9 3 7 1 18 0 12 1 5 0 6 0 111 3 88 8
N utrición 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 2 0 0 0 13 0 9 4
Pasividad 3 0 0 0 2 4 4 2 12 3 8 2 9'
... 5 5 3 8 0 6 0 59 16 45 12
Juego a 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 3 0 61 6 33 11
Becono>cimientoa 1 0 0 0 2 0 5 0 22 3 8 0 19 0 18 0 6 0 8 0 91 6 79 13
Bechaso 8 0 6 5 24 0 12 0 ,13 6 0 0 8 3 11 4 3 0 0 0 109 18 58 29
...
Betención 0 0“ 3 “Ó" 0 0 0 3 1 0 0 3 0 0 2 0 0 0 2 0 3 13 12
Aislamiento 0 0 7 2 10 2 5 0 3 8 5 3 0 0 0 0 1 0 5 0 39 19 : Ú9 23
Sensación 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 9 0 2 0 37 0 16 ■■"-0. 70 0 ■Í8" S
Sexo “ 0 2 2 8 18 0 14 0 0 0 0 1 3 0 ..0 O 2 0 2 0 11.4 10 76 24
Socorro a 8 5 3 T 20 7 28 9 7 3 13 0 0 25 0 15 0 24 0 152 20” 164 28
Comprensión 0 0 0 0 2 0 0 0 5 0 1 0 J l 0 0 0 5 0 3 0 37 0 9 0
P r e s ió n : P p.o. P p.o. P p.o. P p.o. P p.o. P p.o. p P-O- P p.o. P p.o. P p.o. P P-O. p p.o.
Abatim iento 0 0 0 0 0 0 0 0 5 0 4 0 00 0 0 0 0 0 0 5 O 7 0
A dquisición 0 0 0 0 3 0 0 0 0 0 0 0 09 3 0 2 3 0 0 7. 3 11 5
Afiliación 0 2 0 3 10 0 13 0 2 o' 5 0 0
14 5 0 3 0 3 0 112 6 103 16
....
.....
A gresión a 58 8 48 16 j r 2 15 0 10 5 13 3 0 0 5 0 11 2 137 26 129 40
Cognición 19 6 13 T 8 0 9 0 3 0 11 0 16 0 12 0 0 0 "Ó 0 73 11 66 11
D eferencia 0 0 0 2 5 6 4 0 10 0 8 1 14 0 3 3 4 0 2 0 52 7 38 12
Dominación 59- 12 48 21 33 0 33 5 20 0 22 3 13 0 22 0 7 3 5 0 184 30 196 54
E xcitación 0 ~ 0 ~0 0 o" ft “o 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 5 U 0 2
Exposición 2 0 2 3 6 0 11 0 5 0 0 0 9 0 13 0 16 0 13 0 61 0 72 6
P rotección a 4 0 3 5 17 4 12 0 9 2 7 0 10 0 8 0 10 0 12 0 95 8 105 16
Bechazo a 13 T 5 T 47 0 39 3 3 2 1 0 12 0 10 0 2 0 5 0 133 11 119 19
Sexo 0 0 0 0 6 0 7 0 0 0 0 0 3 0 0 0 0 0 1 0 74 '2 55 9
Socorro 0 0 0 0 9 0 9 0 2 0 5 0 4 0 3 0 0 0 0 0 50 0 45 5
Aflicción a 0 0 0 4 0 3 6
-ó
0 16
......
3 23
......
0 7 0 3 1 4
_
2 10 0 55^ 15 1 1 14
Nao. de vástago 0 0 0 0 ■"o 0 0 0 0 0 0 0 0 0 "0 0 0 0 0 5
Mala suerte 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 O 0 2 0 2 0 0 0 _2_ 0 23 5
E n clan s tram i e n . 14 0 16 9 6 0 2 0 0 0 7 0 2 0 0 0 0 0 2 0 39 2 ¡32 10
M uerte' d el héroe 3 ó 4 "óJ 3 0 2 0 6 6 10 0 0 0 5 0 3 0 4 0 31 6 55 6
M uer, del objeto 4 0 0 0 5 4 22 0 8 0 9 0 T 0 T 0 3 0 8 0 72 7 84 3
F racaso 0 0 0 0 2 0 ~4 0 6 0 3 0 0 0 " 0 0 4 0 3 0 21 3 20 11
G-ratuidad 0 0 0 3 0 0 0 0 1 0 5 0 4 0 4 0 6 0 0 0 32 r 5 36 17
In ferio rid ad 2 3 5 0 0 0 0 0 0 5 0 0 0 0 3 0 0 0 0 0 6 T i 18 T í
Daño 5 0 0 0 0 0 0 0 6 ó~ 5 0 0 0 2 0 4 0 0 0 18_ 0 10_ 2
Carencia 7 0 3 3 8 0 0 2 0 0 0 0 13 0 4 0 0 0 0 0 ¡35 3 43 9
P érd id a 0 0 0 0 ..0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 27 'Ó 18 0
Vejes 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 5 0 7 0
Peligro físico 0 p 0 0 0 0 6 0 3 3 3 0 3 0 0 0 6 0 4 0 24 3 30 0
Superioridad 0 0 2 0 ..0 0 2 0 2 0 0 0 O 0 3 0 4 0 ~3 0 2ÜP 0 ■IT 5
T area a ■ 7 0 2 6 16 0 12 0 0 0 0 0 8 2 7 0 0 0 4 0 86 ,7.... 64 20
Ambiente ineom, 0 0 0 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 o- 0 0 0 36 2 30 ■420
-2—-
S£f
T A B L A 5 (X IV ) B ■
I ntensidad de das ‘Variables de P resión y de N ecesidad E xpresadas en las H istorias
K elatadas por las M ujeres
L ám in a 1 Lámina- 2 L á m in a $ Lám ina 4 L á m in a 5
V a ria b le s S u je to s de S u je to s de S u je to s de S u je to s Je S u jeto s de
P u n ta je P u n ta je P u n ta je ; P u n ta je P u n ta je
B ajo A lto B ajo A lto B ajo A lto B ajo A lto B ajo A lto
N e ce sid ad : n n*o. Ti 31-0* 31 n.o. 31 31.0* ja n*o* n n.o. £ . 0*
11 11,0* n 31*0* n n.o*
A b a tim ie n to 3 30 0 32 2 i 0 5 0 19 0 7 O 32 0 20 11 33 0 37 0
R ealizació n 3 18 0 14 0 19 0 3' 3 15 0 2 0 8 F 6 T 3 3 3 0
A d q u isició n 3 8 3 10 0 13 0 0 3 6 0 0 37 0 20 10 8 0 3 0
A filiació n 3 _i 0 9 1 33 2 29 5 24 0 31 2 9 F 7 TT 28 0 15 1
A gresión 3 6 0 5 0 12 0 _2 8 10 0 Tí 0 13 0 9 0 8 0 31 L
A u to n o m ía 1 0 2 0 12 3 2 íñ 11 0 6 0 .17 o' 8 T í T 0 ”6 5
E v ita r inculpan. 0 0 2 0 3 T 2 7> 3 0 3 0 5 0 0 0 1 F 4 T
E v a d ir in eu lpac. 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 4 0 0 2 0 0 _2 0 ■, P 0
C ognición 87 0 7 0 6 0 60 7 0 7 0 15 1 13 0 T 0 n 0
C o n stru cc ió n 5 0 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 G 0 0 0 0 0 0 0-
C o n tra a ta q u e i 0 3 0 0 0 0 0 4 0 1 0 8 0 4 0 n . 0 17 0
D e fe re n cia 4 0 2 0 5 0 5 3 10 0 10 0 5 0 0 0 5 0 14 0
D efen sa 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 0 0 0 o" 0 ó' 0 TT 0'
D om inación 4 0 0 0 3 0 0 1 4 0 2 0 3 0 3 0 2 0 0 0
E x c ita c ió n 0 0 0 0 18 1 18 2 1 0 0 0 4 0 0 0 2 0 0 0
E x p o sició n 0 0 3 0 2 0 2 3 4 0 0 0 9 0 0 0 2 0 2 0
E v ita r daño 0 0 0 0 0 0 0 0 3 0 2 0 0 0 0 0 o 3 3 0
E v ita r in fe rí orí?,. 0 0 0 0 0 0 2 0 24 0 12 0 , 0 0 5 0 3 0 2 0
P ro te c c ió n 3 12 0 5 0 ■8 1 0 1 JO 0 7 0 19 1 i 0 15 0 0 0
N u tric ió n 0 0 Ó' 0 1 0 2 0 0 0 0 0 4 0 0 0 0 0 1 0
P a s iv id a d 0 0 0 0 1 2 0 3 5 0 2 0 15 0 2 0 5 1 0 0
Ju eg o “ 2 0 Q 0 40 I 22 8 i 0 1 0 2 0 0 0 2 0 0 0
R econocim iento ° 2 0 13 0 25 2 14 14 4 2 3 0 8 0 6 0 6 0 7 0
R echazo 13 4 “2 0 ,jÓ T 5 3 4 2 5 0 19 0 12 4 JL 2 17 3
R eten c ió n 0 0 3 0 "'"Ó 0 1*o 0 2 0 3 0 6 0 n 2 o' 0 "Ó" 0
A islam ien to 2 3. 7 0 5 0 0 0 4 2 3 0 27 0 9 3 15 3 15 0
S en sació n '"T 0 ”0 0 0 0 0 0 0 0 3 0 1 0 "o" 0 0 0 0 0
Sexo 3 2 0 0 0 20 2 12 5 lo 1 13 5 1 0 0 1 20 0 14 1
S ocorro a 21 0 41 0 2 0 3 2 46 "o 33 ~ó" 16 0 9 7 50 0 15 3
C o m prensión 19 0 13 0 5 0 0 0 ..2 3 8 2 8 F 8 T 2 0 6 0
Presión: P p.o. P p.o. p p.o. P p.o. P p.o. 1> p.o. P p.o. P p.o. P p.o. P p.o.
A b atim ien to 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
A d q u isició n 0 0 3 0 0 ■0 0 0 0 0 0 0 3 0 0 0 7 0 3 0
A filiació n 1 0 11 0 82 7 27 4 19 0 34 0 7 0 2 2 19 o 7 1
A g resió n a ~4 0 *~ 6 0 7_ 2 7 _ 0 1 0 11 0 5 3 27 J L 21 .3-
C ognición 0 0 0 0 12_ tí" j4 2 3 0 ~0 0 1 0 3 3 5 0" 12 3
D e feren cia 6 3 5 0 tí 0 íi 0 0 3 0 0 5 0 7 2 8 0 ti 0
D om inación 1 0 0 0 12 0 7 10 10 0 ~3 0 6 0 6 3 26 0 22 3
E x c ita c ió n 0 0 0 0 0 F 0 "o 0 0 ~o 0 4 0 0 0 0 0 0 0
E x p o sició n 4 0 7 0 2 0 2 1 7 O 6 0 0 0 0 0 5 0 2 0
P ro te c c ió n a 0 0 9 0 6 0 4 3 16 0 23 0 1 0 8 3 17 0 10 0
R echazo 3 J [ 0 15 0 10 1 8 6 18 0 “8 0 17 0 13 1 14 3 20 3
Sexo ..I 0 L"o 0 80 f~ 11 T 15 0 14 0 0 0 0 0 17' 0 10 1
Socorro 0 0 0 0 1 F 0 F 4 O 0 0 1 0 4 0 3 0 0 0
A flicción 3 _0 0 11 0 0 0 0 0 3 0 10 0 5 0 11 0 14 7_ 33 0
Nac, de v á sta g o ó 0 0 0 2 0 O 0 "“TJ 0 ~2 0 ~0 0 ~G 0 10 0 "0 0
M ala su erte 0 0 12 0 ■0 0 0 0 0 0 6 0 0 0 6 0 6 0 0 0
E n c la u s tra m ie n to 0 “Ti 0 0 0 0 3 T 0 ~0 0 ~ T 0 3 2 _2 2 12 0
M u erte del héroe is 0 27 0 0 0 0 0 3 0 0 0 3 0 12 3 6 0 ""7 0
M uer, del ob jeto 18 0 19 0 0 0 0 0 13 0 14 0T 0 ~2 0 33 0 30 0
F rac a so 8 0 9 0 0 3 0 0 1 0 0 0 4 0 7 0 0 0 3 0
G ra tu id a d 2 0 13 0 0 0 0 0 2 0 4 0 3 0 4 3 4 0 5 0
In fe rio rid a d 2 0 “o 0 2 3 2 11 O 0 0 0 0 0 0 4 0 0 0 0
D año 0 0 0 0 0 <r 0 ”o 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 0 2
Carencia- 10 0 15 0 7 0 0 3 6 0 5 0 19 0 10 s 9 0 11 0
P é rd id a 10 0 17 0 0 0 0 0 3 0 2 0 6 F 4 T 3 0 3 0
V ejez 10 0 10 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 3 0 0 0 0
P e lig ro físico 0 0 0 0 0 0 0 0 6 0 16 3 3 0 3 0 14 0 3 1
S u p e rio rid a d 0 0 1 0 12 0 0 0 3 0 “0 0 2 0 0 0 3 0 0 0
T a re a " 8 3 2 0 10 0 2 2 14 0 27 0 19 0 7 1 18 0 3 1
A m b ien te incom . 0 0 0 0 1 0 3 2 ~0 0 ~0 0 27 =• 0 3 0 14
28 13 £=! 0
rxs zzz
3 E s ta s 15 v a ria b le s m o s tra ro n la m a y o r c o n fia b ilid a d (0,63 a 0 ,8 3 ) e n tr e la s c la sifica c io n e s de
!os dos c alific a d o re s in d e p e n d ien te s.
N o ta : Se s u b ra y a n lo s u fan ero s p a r a in d ic a r q u e e x iste u n a n o ta b le d ife re n c ia e n el p u n ta je
to ta l de la- viU 'iabk que se t r a t a c o rre sp o n d ien te a- los su je to s del cu a i'til b a jo y los del c u a rtíl
a lto de la e sc a la de E tn o c e n trism o . C uan d o u-n n ú m e ro e stá s u b ra y a d o con u n a sola lín ea, se in d ic a
que la v a ria b le es m á s pronunciada- en la s h is to ria s de los s u je to s de p u n ta je b a jo ; el su b ra y ad o
doble se ñ a la que la v a ria b le es m ás p ro n u n c ia d a en los re la to s de lo s su je to s de p u n ta je alto.
TABLA 5 (XIV) B
I n t e n s i d a d d e d a s V a r i a b l e s d e P r e s ió n t d e N e c e s id a d E x p r e s a d a s e n d a s H is t o r ia s
R elatadas por das M u je r e s
T otal de
L á m in a 6 L á m in a 7 L ám in a ^5 L ám ina 9 L ám ina 10 10 L ám inas
Variables S u je to s de S u jeto s de S u jeto s de S u jeto s de S u jeto s de S u jeto s de
P u n ta je : P u n ta je : P u n ta je : P u n ta je : P u n ta je : P u n ta je :
B ajo AI tú B ajo A lto B ajo Alto B ajo A lto A lio B ajo A lto
N e c e s id a d : H 11,0. 11 n,o. n n,o. n n.o.Ti n.o. n n.o. n n. n.o. n n,o. n n.o* n n.o. n. n.o.
A b a tim ie n to “ 17 5 9 10 19 4 19 18 0 7 0 6
3 0 4 0 9 0 12 0 184 .9 152 26
Idealización ■ “ 2 0 4 o" 16 0 14 0 8 0 8 0 39 0 26 0 20 1 11 2 14S 4" 91 "5
A d q u isic ió n 0 15 7 14 4 20 5 3 9 4 3 7 0 11 5 12 3 Ó 0 3 2 122 23 75 31
A filia c ió n “ 14 0 8 2 ,U 3 16 0 21 0 11 0 16 3 12 8 4 2 3 0 164 13 139 16
A g re sió n a 32 19 49 14 11 5 8 8 6 12 8 6 3 5 6 3 0 0 9 0 101 46 138 45
A utonom ía 22 10 28 8 16 3 7 12 6 0 7 3 14 4 10 2 1 0* 1 0 113 20 80 47
E v ita r in c u lp a c. 9 3 1 0 0T 5 y 2 0 0 0 11 0 14 0 0 0 4 0 34 "8" 35 0
E v a d ir in cu lp ac. J 15 10 0 5 y 0 0 2 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 15 17 20 2
C ognición “s ~2 “8 3 12 0 9 3 16 2 15 0 28 0 14 0 24 0 27 0 142 5 112 6
C o n stru cc ió n 0 0 0 0 6 0 2 2 4 0 3 0 2 2 0 0 0 0 0 0 19 2 5 2
C o n tra a ta q u e 6 9 2 0 5 0 10 0 4 O 6 0 6 0 3 0 3 0 7 0 48 9 53 0
P e í eren cía 6 3 9 2” 12 1 14 2 10 0 8 0 34 2 18 0 37 0 20 0 128 6 100 7
D e fe n sa 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 0 Ó' 0 0 0 0 0 9 0 6 0
D o m in ació n 2 0 12 3 17 0 3 2 16 8 34 4 5 0 6 3 4 0 2 0 60 8 62 13
E x c ita c ió n 0 4 0 0 2 0 0 0 “o 0 "Ó 0 3 0 0 0 0 0 0 0 30 5 18 2
E x p o sic ió n 4 0 7 3 20 0 14: 3 17 3 9 5 19 4 7 0 .16 0 19 0 108 7 70 14
E v ita r d añ o 7 3 8 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 O 0 0 0 0 0 11 6 11 0
E v i ta r ia fe rio ria . 0 0 0 0 0 0 4 0 2 0 0 0. 5 0 9 0 0 0 0 0 13 0 24 0
P ro te c c ió n ° 12 3 9 0 15 0 15 0 13 0 7 0 36 0 23 0 24 0 14 0 Í 7 8 5 93 1
N u tric ió n 0 2 0 0 2 0 0 0 3 0 0 0 3 0 0 0 0 0 0 0 13 2 3 0
P a s iv id a d 4 0 0 0 0 0 2 0 14 5 3 10 0 2 0 3 5 0 0 0 51 10 9 16
Jnegó “ 2 0 0 0 1 3 0 1 0 y O ■y 5 0 3 0 3 0 2 0 "56 4 28 4
R eco n o cim ien to « 2 0 2 0 ¿0 2 15 0 14 0 11 6 .15 0 16 0 8 0 8 0 Í0 4 6 95 20
Recitado 13 7 17 2 18 0 26 9 10 T 7 2 9 5 19 3 8 2 7 0 99 i i 117 26
R e te n c ió n 0 0 3 0 "o V “0 TT 0 3 0 0 "0 0 3 0 0 0 0 . 0-, 8 6 12 2
A islam ien to 5 4 0 0 6 0, 9 7 8 0 5 0 4 2 6 0 6 0 0 0 .82 .14 54 10
S en sació n 0 0 0 0 6 y 1 ■y 0 0 0 2 6 0 2 0 33 0 1,1 0 ;54 0 25 2
Sexo a 7 5 5 3 1 3 8 0 4 0 0 O 0 0 0 0 3 0 0 0 73 11 52 15
Socorro a S 0 ó 3 20 O iT 4 L3 0 8 0 17 0 20 0 35 0 34 0 228 _0 216 19
C om p ren sió n £ 0 0 0Jí 0 ñ_ 0 11 0 ! £ 0 .15 0 JL 0 12 0 7 0 ':78 3 71 2
P r e s ió n : P P-o. P p.o.P p.o. p p.o. P P.o. p p.o. p p.o. p p.o. P p.o. 1> p.o- . P P.o- P p.o.
A b a tim ie n to 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 11 1 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 jtl 1
A d q u isició n 0 0 3 3 0 0 6 0 Í) 3 T 0 0 0 0 0 0 0 4 0 l o 3 22 3
A filiac ió n 12 0 6 0 Ü 1 12 0 18 0 7 2 13 0 17 0 3 0 0 0 Í3 0 2 123 9
A g re sió n a 41 14 43 14 5 0 13” 4 4 5 10 0 1.6 8 2 3 11 0 16 3 127 31 125 42
C o g n ició n 14 9 22 7 5 0 T 3 12 7 ■ 5 3 0 0 8 0 2 0 3 0 54 16 57 21
D e fe re n c ia "o 0 $ 0 19 0 13 0 15 0 1? 1 15 0 14 0 8 0 10 0 84 6 93 3
D o m in ació n 50 18 42 10 27 0 22 4 13 7 TT 0 17 4 18 3 17 0 14 0 179 27 149 33
E x c ita c ió n 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 .4 0 2 0
E x p o sic ió n 5 3 6 0 5 0 13 0 2 0 0 0 9 0 10 0 12 0 21 0 51 3 07 1
P ro te c c ió n a 5 2 3 0 12 2 í y 4 14 0 14 0 19 0 7 0 24 0 20 0 114 4 111 10
R ech aso fl 15 3 11 2 27 3 18 3 7 0 7 0 37 3 17 0 8 0 5 3 762 13 122 18
Sexo 2 0 4 0 1 1 _6 0 2 0 0 0 0 0 0 0 3 0 0 0 61 2 45 6
S o co rro 0 0 0 0 ”0 0 0 1 3 4 0 7 0 1 0 2 0 0 0 19 3 11 0
A flic c ió n a 0 0 2 2 0 0 2 3 14 0 11 6 5 3 10 0 7 0 14 0 48 ,10 104 14
N ac. d e v ástag o 0 0 0 0 0 O 0 0 0 y O y “o 0 “o 0 '"o 0' "Ó 0 15 0 2 0
M ala su erte 0 0 0 0 6 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 0 0 0 0 0 _12 0 J27 0
E n e la u s tra m ie ü t. 25 9 23 10 0 0 2 2 0 3 0 3 0 3 0 0 4 0 2 0 35 17 42 20
M u e rte d el h éro e 3 0 0 0 0 3 6 3 6 0 7 0 0 0 2 0 0 0 4 0 _37 3 J 5 6
M u e rte o b je to 0 0 3 0 5 0 T 0 11 8 5 0 8 0 11 0 7 0 12 0 101 8 105 _0
F ra c a so 0 0 0 0 ~0 0 i r 0 5 0 T 0 0 0 0 0 y 0 T 0 18 3 20 0
G ra tu id a d 0 0 3 3 10 3 5 0 5 0 0 0 6 0 4 0 3 0 3 0 35 3 41 6
In fe rio rid a d 0 4 0 0 ~00 0 5 0 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 7 1 7 15
D añ o 0 0 0 0 o” T 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 0 0 0 3 3 0 2
C a ren c ia 3 2 5 0 4 0 3 0 3 0 0 0 14 0 13 0 0 0 2 0 75 J¡ S i y
P é rd id a 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 O 4 0 7 0 0 0 3 0 0 30 ü 36 0
V ejez 0 0 0 0 12 0 9 0 0 0 0 0 3 0 0 0 0 0 0
P e lig ro físico 0 0 0 0 0 0 0 0 3 0 3 2 2 0 2 0 6 0 0 0
S u p e rio rid a d 0 0 0 0 8 0 8 0 _0 0 5 0 11 0 10 0 _8 0 _0 0 47 0 24 0
T a re a a 1 3 8 0 8 0 2 0 8 0 3 0 14 0 12 0 6 0 1 0
A m bient. incom p. 0 0 3 2 O 0 33 0 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 J51 JO 55 17
476 LA PERSONALIDAD A U T O R ITA R IA
juiciosa) del total de los puntajes de intensidad (o, donde se indican, los.
de frecuencia) correspondientes a la variable de que se trate o a cada
una de las variables que integran el grupo estudiado.
Necesidades de Rebelión A g r e s iv a Las variables de necesidad de
rebelión agresiva, merecieron mayor cantidad de puntos en los relatos de
los hombres de puntaje bajo que en los de los hombres del cuartil opues
to. Las razones entre los puntajes correspondientes a los primeros y a los
segundos en estas variables son: n Agresión 7,7/5,7, n Autonomía 6,5/5,9,
n Rechazo 5,5/2,9.
Los hombres prejuíciosos describen mayor medida de comportamiento
rebelde y agresivo por parte de los objetos (n.o. Agresión 2,0/4,2, n.o. Auto
nomía 1,8/2,6, n.o. Rechazo 0,9/1,5).
Esta diferenciación no es válida para las mujeres, salvo en el caso
de la Autonomía (n Autonomía, media correspondiente a Cuartil Bajo
5,7, media de Cuartil Alto 4,0; n.o. Autonomía, media Cuartil Bajo 1,0,.
media Cuartil Alto 2,4). n Agresión y n Rechazo tienden a valores ligera
mente superiores en los relatos ‘‘altos” que en los “bajos” (n Agresión
5,0/6,9; n Rechazo 5,0/5,4). No obstante, ambos grupos condenan frecuen
temente a los personajes que muestran agresión o rechazo (n.o. Agresión;
grupo del Cuartil Bajo 2,4/grupo del Cuartil Alto 2,3; n.o. Rechazo: grupo
del Cuartil Bajo 1,3/grupo Cuartil Alto 1,3).
En la mayoría de los casos, la proporción de frecuencia con que una
variable aparece en los relatos de los hombres de uno y otro cuartil es
prácticamente igual a la proporción de su intensidad. Las variables de
n Agresión y n. Autonomía se cuentan entre las pocas cuyos puntajes de
frecuencia merecen especial atención.
n Autonomía y n.o. Autonomía aparecen con igual frecuencia en los
relatos de los individuos de los dos cuartiles opuestos. Dado que los
valores de intensidad de ambas variables diferencian un grupo del otro,,
podemos deducir que los hombres no prejuiciosos se identifican con una
expresión de autonomía más intensa, en tanto que los prejuiciosos tienden
a condenar al individuo por sus acciones cuando describen una fuerte
pugna por autonomía. También advertimos que la mayor intensidad de
la n.o. Agresión de las narraciones de los hombres prejuiciosos se debe-
principalmente a que cada expresión mereció más puntos y no a su apa
rición más frecuente (razón de intensidad promedio por expresión:
2,5/3,8). Hasta las expresiones de n Agresión, aunque menos frecuentes,
suelen ser más intensas en los cuentos de los hombres del cuartil alto
(razón: 3,0/3,2), Parecería, luego, que estos hombres describen una'agre
sión más fuerte que los de puntaje bajo, aunque también niegan más a
menudo identificación con el acto agresivo.
Las diferencias que se observan en la calificación de la autonomía
—tanto necesidades como necesidades del objeto— de las mujeres prejui
ciosas y no prejuiciosas son producto de la mayor frecuencia con que la
misma aparece en uno de los dos grupos antes que de su expresión más
intensa. Aunque también la mayor frecuencia, y no la intensidad, explica
que el puntaje total correspondiente a n.o. Agresión sea más alto, los
puntajes de intensidad de n Agresión tienden a ser más grandes para las
mujeres prejuiciosas que. para las no prejuiciosas (razón media dé
3 a 2,5).
Necesidades de Retracción Sumisa. Contrasta con la tendencia de
los hombres de puntaje bajo a describir más rebeldía en sus relatos que
los de puntaje alto, la mayor propensión de éstos a expresar necesidades-
478 LA PER SONALIDAD A U T O R ITA R IA
2. ANÁLISIS TEMÁTICO
a. E xplicación del M étodo. En lugar de medir cada variable por sepa
rado, el análisis temático examina las variables en conjunto. Con este
procedimiento no determinamos qué medida de cada variable aislada queda
expresada, sino más bien con cuánta frecuencia aparecen ciertas pautas
de variables. Este tipo de análisis tiene la ventaja de ser molar y, muchas
veces, la desventaja que significa su carácter ambiguo.
Tomamos de Murray (89) el concepto de tema. Éste lo define como
“la estructura dinámica de un suceso en su nivel molar”, la “combi
nación de una presión, una preacción o un resultado particulares con
una necesidad particular”. A fin de expresar en forma diagramática
las pautas temáticas empleamos flechas que indican el sentido de la
influencia: así, por ejemplo, p Dominación —>n Deferencia significa que
la presión Dominación impuesta al héroe lo obliga a expresar Deferencia;
n Sensación —>n Sexo quiere decir que la necesidad de Sensación hace
que el héroe exprese una necesidad de Sexo; n Socorro <—~» n Protección
significa que dos héroes de igual importancia expresan una mutua rela
ción de protección-socorro.
Tras un cuidadoso estudio de las diferencias entre los puntajes de
necesidad y de presión que constan en las Tablas 5 (XIV) A y 5 (XIV) B
y después de sopesar los relatos narrados en respuesta a cada lámina por
cada uno de los sujetos de ambos cuartiles, ideamos hipotéticas categorías
de temas “bajos” y “altos”. Las mismas tenían la misión de describir las
tendencias generales del contenido de los cuentos. Eran representativas
de las diferencias que podían apreciarse en cuanto a la constelación de
variables más común en los relatos de los sujetos “altos” opuestos a los
“bajos”. Tomamos especialmente nota de ciertas constelaciones en las
cuales una variable se ponderaba igualmente para los sujetos “altos” y
los “bajos”. Registramos también qué diferencias se observaban en los
tipos de identificación con los héroes que expresaban ciertas necesidades,
y también qué disimilitudes en cuanto al objeto sobre el cual recaía la
acción. De tal manera, compilamos dos listas de categorías “altas” y
“bajas”, una para hombres y otra para mujeres. A cada lámina corres
pondieron varías categorías.
Una vez definidas sobre base empírica las categorías de los temas,
según el procedimiento arriba descripto, dos clasificadores evaluaron
“a ciegas” cada grupo de 40 relatos (esto es, las historias tejidas alrede
dor de cada imagen por los 40 hombres y las 40 mujeres estudiados). Los
dos evaluadores fueron un miembro de nuestro equipo y un estudiante
graduado que no había participado previamente en la investigación. Estas
personas sólo contaban con las antedichas categorías como elementos de
juicio para definir si el sujeto que había contado determinada historia
era “alto” o “bajo”. A cada relato se le había asignado un número clave
para identificarlo. Además, se separaron entre sí las narraciones de cada
sujeto para colocarlas al azar entre las restantes. De tal modo, los juicios
se basaron en el contenido del relato particular analizado. Se valoraba
480 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
■j
i
(p Dominación —>11 Abatimiento Sumiso) : e! héroe recibe una reprimenda del padre
por haber cometido un acto antisocial. Responde con sentimientos de vergüenza y sumisión
ante las enseñanzas del hombre de- más edad. La figura paterna actúa como fuerza restrictiva
y no simplemente como persona consultada o que da consejos. A menudo hay un aspecto-
protector en el dominio del padre, pero la dominación es la, presión más fuerte. (Mi: Cuartil.
Bajo, 2, 1; Cuartil Alto, 8, 9.)
Al parecer, ambos grupos tienden a describir fantasías de rebelión
contra el consejo del hombre mayor (n Autonomía, Cuartil Bajo 25;
Cuartil Alto 18).
(p Protección-Doinhiación ~->a Autonomía -Rechazo) : El hombre mayor da consejos al
más joven. Este rechaza esos consejos. El padre se siente profundamente herido, o demuestra
de alguna manera una sincera preocupación por la acción del joven, preocupación que no es
el deseo de dominar al muchacho. (MI: Cuartil Bajo 7, 6; Cuartil Alto 6, 7.)
No obstante, los sujetos de puntaje alto se inclinan más a dar como
continuación del tema el castigo del joven rebelde (3 de 7 hombres del.
cuartil alto, ninguno del cuartil bajo).
Otro tema que a veces surge de esta lámina presenta a ambos hom
bres planeando o tramando algo juntos. Los hombres de puntaje bajo
describen más frecuentemente que los de puntaje alto una empresa cons
tructiva (n Expresión: Cuartil Bajo 12, Cuartil Alto 7; n Comprensión:
Cuartil Bajo 10, Cuartil Alto 1; n Cognición: Cuartil Bajo 16, Cuartil Alto 5).
(n Comprensión, n Protección): El héroe lucha por comprender y mejorar la. sociedad.
Trata de corregir un mal hecho a la. sociedad. La, rebelión es motivada por principios racio
nales. Hay íntima identificación con el héroe, quien se rebela, contra la Injusticia social
o desea, enmendar una injusticia cometida contra, un amigo o pariente. (M il Cuartil
Bajo 3, 6; Cuartil Alto 2 */„ 1 W )
“ Ella se apoya en la fuerza del marido para que la ayude a. salir del paso’*. “ Ella consuela
y oculta sus propios sentimientos” ,) (3: Ouartil Bajo 3* 2 % • Cuartil Alto 7, 4.)
La mujer se pone furiosa. El hombre- la conforta, para, calmarla y dominar su agresión.
(“ El la consuela.. Han reñido, como tantas otras veces, por asuntos triviales” . “ Ella lo re
gañó. Él se enojó. Ahora él la. consuela” .) (3: Cuartil Bajo 0, 0; Cuartil Alto 3, 2.)
Aunque el factor situacional varía algo en las historias de los sujetos
prejuiciosos, es muy común que aludan a situaciones peligrosas que pro
ducen la muerte y la aflicción (p Muerte del Héroe: Cuartil Bajo 4,
Cuartil Alto 13; p Aflicción: Cuartil Bajo 0; Cuartil Alto 9). Por lo habi
tual, los sujetos de puntaje alto describen episodios que ponen de mani
fiesto la debilidad de la mujer amén de la fuerza y superioridad del
hombre. Aun cuando el nudo de la trama sea la partida del marido para
la guerra, las ideas de temor se proyectan en la mujer. Ella es quien
“teme por la seguridad del hombre”.
Deducimos, entonces, que los dos grupos estudiados conciben de dis
tinta manera las relaciones heterosexuales. Los hombres no prejuiciosos
tienden a identificarse principalmente con un rol masculino flexible,
que cambia con las distintas situaciones. La adaptación heterosexual entre
el héroe y su objeto amoroso se basa en una dependencia recíproca sur
gida de la mutua necesidad de compañerismo y simpatía, de las ansias
de tener alguien por quien preocuparse. Por otra parte, es característico
del- hombre prejuicioso identificarse con un rol dominante, heroico, y
atribuir a la mujer un papel de subordinación. Contrariamente a lo obser
vado en los relatos de los hombres tolerantes, en los que las mujeres
hacen las veces de buenas compañeras, las narraciones de los hombres
prejuiciosos presentan más frecuentemente al personaje femenino en fun
ción de servir las necesidades del masculino, y muestran disgusto ante
las exigencias que el primero impone al segundo.
El hecho de que los “altos” evidencien en general menos valor que
los “bajos” para hacerse valer pese á la oposición del padre —lo cual
se infiere de las diferencias de contenido de los relatos imaginados en
torno a la Lámina M 1 por los hombres de ambos cuartiles— sugiere al
menos un aspecto de las distintas motivaciones que se encuentran detrás
de los roles descriptos en las fantasías incitadas por el referido cuadro,
Al parecer, en ciertas situaciones, los hombres prejuiciosos pueden iden
tificarse con el rol del padre. Daría la impresión de que ál adoptar —por
lo menos en la fantasía— el rol de individuo dominante, autoritario, en
su relación con personas menos amenazantes que el padre, buscan com
pensar los sentimientos de ineptitud provocados por éste.
Las entrevistas hacen pensar que el rol sexual autoritario descrípto
por los hombres prejuiciosos en el T.A.T. no se limita a sus fantasías.
Corroboran las observaciones aquí expuestas los resultados cuantitativos
que constan en el Capítulo XI, los cuales señalan que los etnocéntricos
tienden a adoptar actitudes de explotación-utilización y de búsqueda de
poder hacia los objetos sexuales. También los datos correspondientes a
las entrevistas de los hombres no prejuiciosos concuerdan con los resul
tados del T.A .T . Las mismas revelan que éstos son dados a buscar el
amor con mayor flexibilidad y en un pie de igualdad con la compañera.
lámina m 5, Salvo raras excepciones, todos los sujetos masculinos
se identifican con el hombre del cuadro. Tanto en los relatos de los
“bajos” como en los de los “altos”, los sucesos conducentes a la situación
pintada implican frecuentemente un acto sexual impulsivo. Los hom
bres tolerantes hablan más a menudo que los prejuiciosos de un com
portamiento agresivo del héroe; pero en las historias de los últimos, la
APLICACIÓN DEL T.A.T. AL ESTUDIO DE PREJUICIOSOS Y NO PREJUICIOSOS 485'
Á
expresión es' más intensa y más comúnmente objeto de rechazo que en
el caso de los primeros (n Agresión: Cuartil Bajo 28, Cuartil Alto 8;
n.o. Agresión: Cuartil Bajo 6, Cuartil Alto 14). Algunos sujetos de puntaje
elevado pasan por alto a la mujer que aparece en el fondo y atribuyen
el estado de depresión del hombre a un exceso de licor.
Lo que principalmente distingue los relatos de un grupo de los del
otro es la actitud del narrador hacia el acto del héroe y la razón de su
conducta. Los hombres de puntaje bajo frecuentemente explican las his
torias más agresivas de asesinato y violación como producto de una
inadaptación temporaria que podría ocurrirle a cualquier persona; por
ejemplo, “Le resulta difícil adaptarse a la vida civil después de la vida
en el ejército”. Rara vez condenan al héroe. Antes bien, tienden a iden
tificarse con sus problemas, describiendo los pensamientos y sentimientos
que le inspiran la situación por la que atraviesa. Habitualmente, ven en.
el héroe a un hombre deprimido, acosado por su culpa y preocupado
por el bienestar de la muchacha que interviene en el asunto.
(n Sexo, n Agresión —>n Abatimiento de tipo intropnnitivo): El héroe se reprocha
a sí mismo el daño hecho a la muchacha, como resultado del acto sexual cometido por un
impulso. Nunca se repudia a la muchacha; en rigor, muchas veces se descubre una. expresión
de afecto hacia ella. El narrador tampoco repudia al héroe. Muestra de preferencia signos
de simpatía respecto a. los problemas del héroe; (M5: Cuartil Bajo 8, 6 ; Cuartil Alto 2, 1 %) •
Los sujetos de puntaje alto que describen los mismos factures de
situación suelen atribuir el acto a tendencias criminales innatas, y cuando
se refieren al héroe lo califican de “depravado” o “degenerado sexual”.
Aunque hagan una descripción detallada del delito, raramente aluden a
los sentimientos del héroe o a lo que éste piensa de lo sucedido. Por lo-
común estas historias terminan con el suicidio del héroe o su castigo
por las autoridades.
(n.o. Agresión): El personaje principal es repudiado por su bajeza o por su criminalidad,-
además se censura el carácter sórdido del cuadro. El relato traía acerca de un acto profun
damente agresivo cometido por el protagonista antes de la escena retratada. Ha consumado-
un grave delito (violación, asesinato, robo) causando un daño muy serio. (M5: Cuartil
Bajo 0, 1; Cuartil Alto 2, 4 %).
En oportunidades, los sujetos de ambos grupos hacen narraciones
menos agresivas que toman principalmente los aspectos sensuales de la
imagen. En estos relatos, los individuos de puntaje bajo tienden también
a mostrarse más dispuestos que los de puntaje alto a aceptar las prác
ticas sensuales. Tres hombres no prejuiciosos hablan de los placeres del.
“vino, las mujeres y el canto”; en cambio, ninguno de los prejuiciosos
aborda tales temas. No obstante, muchos de los relatos de los hombres
etnocéntricos giran alrededor de la condenación de la sensualidad pasiva.
(n.o. Sexo, Sensación n.o. Abatimiento, pérdida del respeto por sí mismo); El héroe se-
ha dejado llevar por los impulsos sensuales debido a. su debilidad innata o a una triste
experiencia. (Se ha dado a la bebida o a la vida sexual con una prostituta,) Se siente culpa
ble, pierdo todo respecto por sí mismo y se convierte en una carga social. (Mo: Cuartil Bajo
6, 5; Cuartil Alto 12%, 10 %.)
Por ende, los sujetos de puntaje bajo tienden a identificarse con un
héroe que no considera perjudicial dejarse llevar un poco por la sen
sualidad o que se reprocha las transgresiones cometidas. Por su parte,
los hombres de puntaje alto, rechazan más frecuentemente al héroe por
tal conducta y le predicen un futuro de degradación m oral.2 Los relatos-S
S L a v a ria b le n A batim iento* no m u e s tra d ife re n c ia s e n tre los re la to s q ue los su je to s de uno y
o tro c u a r til in v e n ta n e n re s p u e s ta a e s ta lá m in a (C u a rtil B a jo 5 1 ; C u a rtil A lto 4 9 ) p o rq u e , de acuerdo-
a l p la n a n a lític o a p lic ad o en e ste estudio, e sta v a ria b le in clu y e sim u ltá n e a m e n te autoa-gresión y de
g ra d a c ió n m o ra l.
486 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
Al igual que las mujeres de bajo puntaje, las de puntaje elevado crean
historias en las que la figura femenina es más dependiente. Pero en las
historias “altas” las relaciones personales no son, por lo general, tan inten
sas como en los relatos “bajos”. Es más común que las mujeres prejuicio
sas hagan descripción de situaciones desastrosas, tales como un estado de
aflicción personal o un peligro proveniente del medio físico, que impulsan
a la mujer a acudir al hombre en pos de ayuda; a veces imaginan qué es el
marido quien debe afrontar tales peligros. Muchas veces, cuando estas mu
jeres nos hablan de que el esposo o el hijo parten para el ejército, expresan
el temor de que sufran algún daño. Varios de los relatos de las mujeres
prejuiciosas que describen un hombre que vuelve de la guerra, pintan tam
bién sus aflicciones, (p Aflicción: Cuartil Bajo 3, Cuartil Alto 10; p Peligra
Físico: Cuartil Bajo 6, Cuartil Alto 16.)
(p Muerte, p Aflicción recaen sobre figura masculina): El hombre parte para, la guerra.
La mujer teme que lo maten o lo hieran y que no pueda volver a verlo jamás;, (o bien él
acaba de regresar de la guerra gravemente herido). (3: Cuartil Bajo 3, 5; Cuartil Alto 5, 11.)
Los temas creados por los hombres de puntaje bajo no aparecen con
igual frecuencia en los relatos de las mujeres del mismo grupo. En los
temas escogidos por éstas no se habla tan a menudo de intenciones agre
sivas, Cuando se describe un acto de tal naturaleza, la narradora general
mente repudia al agresor (n Agresión: Cuartíl Bajo 6, Cuartil Alto 8; n.o.
Agresión: Cuartil Bajo 12, Cuartil Alto 6). En la mayoría de los casos se
atribuye a la persona activa la intención de proteger y ayudar al otro. Se
trata de un médico o un sacerdote que auxilia a un hombre enfermo (a
veces mediante el hipnotismo) o pronuncia una oración por un moribundo.
(p Aflicción, p Muerte del Objeto <e- n Protección) : Un médico trata, a un paciente
en una sesión de psicoanálisis o mediante la hipnosis; (o bien) un sacerdote b e n d ic e a un
hombre muerto o condenado á morir, ensalza, sus virtudes, lo que ha. hecho en la vida y su
aporte al mundo futuro, prometiéndole la paz en el más allá. (8: Cuartil Bajo 6, 6; Cuartil
Alto I, 3 %.)
Las mujeres de puntaje alto condenan con mayor frecuencia que las
de puntaje bajo la pasividad de la figura reclinada o no le prestan casi
atención, excepto en la medida en que sirve de instrumento al hipnotiza
dor (n Pasividad: Cuartil Bajo 14, ’Cuartil Alto 3; n.o. Pasividad: Cuartil
Bajo 5, Cuartil Alto 10). En cambio, tienden a identificarse con la figura
activa, en quien muchas veces ven a un embaucador realizando una de
mostración. Éste trata de gobernar los actos del otro hombre, o de engañar
al público haciéndole creer que posee poderes sobrenaturales. También al
gunas mujeres del cuartil inferior imaginan una demostración teatral (n
Reconocimiento: Cuartil Bajo 14, Cuartíl Alto 11; n.o. Reconocimiento:
Cuartil Bajo 0, Cuartil Alto 6) pero, en estos casos, por lo general falta el
elemento de explotación.
(n X)ominaei6n-Beconoeímient o): El hipnotizador traía de ganarse la admiración del
público o del hombre a quien hipnotiza, mostrando su p o d e r para imponer su voluntad a otra
persona. Se menosprecia al público que, por su estupidez, se deja ‘ ‘embaucarJb ( 8 : Cuartíl
Bajo 1, 0; Cuartil Alto ó, 3 % - . )
* Jitte rb u g : Dersona. am ante ■de los bailes m odernos o exóticos. (N. del T.)
496 LA PERSONALIDAD A U T O R ITA R IA
n Juego: Cuartil Bajo 34, Cuartil Alto 21. Mujeres: n Autonomía: Cuartil
Bajo 12, Cuartil Alto 2; n Agresión: Cuartil Bajo 12, Cuartil Alto 2; n Jue
go: Cuartil Bajo 40, Cuartil Alto 22; n Reconocimiento: Cuartil Bajo 25,
Cuartil Alto 14).
(n Juego, n Sensación, n Sexo, n Afiliación): La pareja que se ve en la foto ha salido
■a divertirse, y así lo hace, bailando o mirando a otros bailar. El sujeto se identifica eon
los héroes y las necesidades expresadas. (' ‘Les gusta mueho bailar1 i i Se sienten felices
por estar juntos". "Se divierten". "E s un gran, placer para ellos"). Este tema a menudo
va unido al triunfo de n Reconocimiento. Han ganado un concurso de baile, están contentos
de haber recibido el premio y se hacen tomar fotografías. (2: Hombres del Cuartil Bajo 8,
II; Hombres del Cuartil Alto 7, 6; Mujeres del Cuartil Bajo 9 1/3, 7; Mujeres del Cuartil
Alto 6, 4.)
por parte del héroe es una medida, de contraataque, un. intento de Juchar contra una do
minación o un rechazo social implícita o explícitamente definidos (esto es, explotación por
los patronos, o hien prejuicios raciales). (6: mujeres del Cuartil Bajo 7, 9; mujeres del
Cuartil Alto 0, 3.)
(p Dominación, Agresión —> n Evitar daño, n Abatimiento o n Autonomía): El héroe
ha participado en una huelga, en un disturbio racial o algún, delito menor. Da policía lo ha
atrapado y lo trata con injustificada dureza. El héroe está asustado pero trata de resistirse.
No obstante, se da por vencido cuando comprende que sería inútil seguir resistiéndose. (6:
hombres del Cuartil Bajo 8, 7; hombres del Cuartil Alto 4, 4.)
También en este caso las diferencias más importantes entre los rela
tos narrados por las personas de uno y otro grupo reflejan las actitudes
de cada uno de ellos hacia las minorías. Lo mismo que en la verbaliza-
ción más directa de sus prejuicios, en el T.A .T los individuos de puntaje
alto ponen en funcionamiento uno de los mecanismos de defensa comu
nes en ellos, a saber, la proyección de sus deseos instintivos sobre per
sonas que son objeto de rechazo.
lá m in a 9. Los personajes retratados en esta foto son rara vez ob
jeto de franco rechazo. Los sujetos de puntaje alto encuentran difícil re
chazarlos porque se los ve “limpios” o “pulcros” y además su comporta
miento parece encontrarse dentro de los cánones aceptados por la sociedad.
Muchas veces, las personas prejuiciosas declaran directamente, o dejan im
plícito por el carácter único de singularidad que dan al contenido de sus
relatos, que estos negros no son iguales a la mayoría de la gente de este
color.
Por lo común, todos nuestros sujetos comienzan la historia diciendo
que se trata de “abuela” y “nieto”. También afirman a menudo que los
dos personajes se están tomando una foto. Aunque los sujetos de uno y otro
cuartil imaginan que el niño se ha distinguido como escolar, para los suje
tos de puntaje alto lo hecho por el muchacho sólo significa que ha logrado
un status apenas superior a la posición de esclavos que atribuyen a los
demás miembros de la familia. Los individuos de puntaje bajo, que al pa
recer se identifican más íntimamente con el muchachito negro, proyectan
sus propios desos de triunfo. A diferencia de las personas prejuiciosas, no
limitan a un mínimo el triunfo del niño dando a entender que la capacidad
de éste está en un nivel inferior.
Algunas de las mujeres de puntaje escaso recalcan la relación positiva
que une a la abuela con el nieto.
(p Socorro «—> n Protección): Abuela y nieto se quieren y se sienten orgullosos de
estar juntos. La abuela ayuda al niño a resolver un problema, o a tomar una decisión. Alienta
al muchacho para que siga estudiando y logrando triunfos. Le está enseñando o explicando
algo. (9: mujeres del Cuartil Bajo 2, 5; mujeres del Cuartil Alto 0, %.)
dre, u otra figura socialmen te dominante exige que héroe acate su voluntad. (9: hombres
de Puntaje Bajo 4, 2 % ; hombres de Puntaje Alto 6, 3 % . ) " ,
había obtenido puntaje alto y Larry, bajo. Si estos análisis concuerdan con
lo ya averiguado sobre dichos sujetos y, particularmente, con el material
clínico que expondremos luego, constituirán prueba de la validez: del T. A.T.
1. R elatos le R aer y
9 ( 7 ) Son una madre y un hijo en su casa; digo eso por los cuadros que se ven en
la pared. Los dos están tristes; Algo pasó en la familia. Es una familia grande, con diez
o doce hijos, (p) tino de los hermanos está en dificultades: robó. Es una familia respeta
ble, religiosa. La madre los hace ir a la iglesia. El muchacho está preso y acaban de
saber la noticia. Toda la familia está sentada en la habitación pero en la foto sólo se ve
a los dos. Ambos parecen pensar en lo mismo: la. reputación de la familia. El muchacho
■que cometió el delito no puede comprender por qué lo hizo. Aunque no son ricos, tenían
una casa bastante linda y lo suficiente para comer; no había razón para que el muchacho
hiciera eso. Como es de la familia, naturalmente tratarán de ayudarlo. Tratan de casti
garlo de alguna manera, quizás mostrándose fríos con él, no hablándole. (¿Cuántos años
tiene?) Tiene unos veinticinco años y es soltero.
n Socorro 3 p Enclaustramiento 2
n Evitar Inculpación 4 P Dominación 3
n.o. Agresión 3 P Agresión 2
n.o. Autonomía- 3 p Gratuidad 2
n.o. Adquisición 3
n.o. Abatimiento 3
n Afiliación 2
n Protección 3
n Beehazo 3
10 ( I B ) Esta foto me recuerda un relato bíblico. Habla sobre Cristo en la cruz.
Hay un cielo nublado en un día tormentoso, oscuro. Esta mujer es de nuestra época; lo
que se ve en el fondo es algo que viene a su mente. Tiene muchas dificultades y no sabe
cómo, resolverlas, (p) (¿Le qué índole?) Puede haber sido la muerte del marido. Es una
mujer muy religiosa y el esposo significaba muebo para ella. Siempre resolvían juntos sus
problemas. Ahora sólo atina a volverse hacia Cristo y la Biblia para tratar de encontrar
solución a sus problemas. Pue muy religiosa desde que era chica. Ahora que tuvo la visión,
se siente más satisfecha: ha encontrado paz espiritual y puede continuar viviendo.
triste pero sentirá que el Señor cuidará de su esposo y le dará consuelo a. ella.
n Abatimiento 3 P Mala Suerte 2
n Socorro 3 F Muerte del Objeto 3
n Afiliación 2 P Afiliación 3
n Deferencia 4 P Gratuidad 3
n Pasividad 2 P Protección 3
n Contraataque 2
2. L egatos i>e Mack
M i ( 6 0 ) Para mí, aquí se ve a un hombre que está en. situación difícil y a. un amigo
que lo consuela. Puede haber sucedido un accidente o una muerte en la familia del hombre
más joven, (p) La expresión del hombre muestra cierta depresión, probablemente por el
gran choque sufrido, (p) (¿Son parientes los dos hombres?) Es posible, pero no sabría
decirlo: ereo que deben de ser sólo amigos. Ludo que sea el padre. Los esfuerzos del
hombre mayor por ayudar al otro a ver el lado bueno de las cosas y lograr que se encamine
firmemente tendrán buen éxito. El joven es un tipo de persona que piensa demasiado las
■cosas, tal vez no triunfe en la vida, o a lo sumo sólo temporariamente. El joven parece del
tipo que podría llegar a la violencia, si lo acosan demasiado, (P-m) Creo que si lo opri
mieran, sería muy capaz de matar a alguien. Oreo que nunca podrá recuperarse totalmente
del golpe que le produjo esa muerte y lo afecta de tal manera que lo vuelve intratable
desde ese momento.
n Socorro 3 p Protección 3
n Afiliación 3 p Muerte del Objeto 3
n Contraataque ’ 2 p Peligro Eísico 1
n Comprensión 1 p Afiliación 3
n Abatimiento 1 p Dominación 3
n Agresión 3
B (BO) Es un joven con su novia. Se engalanaron para la ocasión. Beeién empiezan
la noche. No conozco el modelo de traje que usa el muchacho; nunea vi nada así antes. La
muchacha parece tener unos diecisiete años y el hombre unos veintiún años, es considera
blemente mayor. Lespués de ver un espectáculo, van a algún lugar a comer. Luego lleva a
la chica a casa, a eso de las diez u once. Por la edad de la chica, tendrían que volver a
■casa a una hora razonable. (¿Son parientes'?) No, ereo que. no; no se parecen. No creo que
.sean marido y mujer; simplemente andan juntos. La chica es simpática, agradable. El
A P L IC A C IO N DEL T .A .T . AL E ST U D IO DE P R E JU IC IO S O S Y N O P R E JU IC IO S O S 5 0 3
no es tan profundo, no tiene una personalidad tan completa como la muchacha. (p) La
parte del hombre que se ve en 1a. foto me da una idea para otra historia. En ella entran
los mismos e le m e n to s q u e describí al principio, sólo que esta foto se la hicieron tomar en
una fiesta. El hombre se acercó a ellos y les dijo algo gracioso que los hiciera reír en la
foto. La ropa del hombre no corresponde a la ele la chica. Parece que fuera de otra época.
A lo mejor de principios del treinta. Quizás la inventaron para una broma. (P-d) Salen
otras veces, pero poco a poco se separan.
n Beconocimiento 3 p Exposición I
n Nutrición 2 p Afiliación 1
n Afiliación 1 p Superioridad 2
n Excitación 1 p Cognición 3
n Juego 2
3 ( 1 0 ) Mi primera impresión viene de lo que leí en los diarios, se imagina, sobre la
guerra. El muchacho se despide de la madre. Está en edad de entrar al ejército: alrededor
de veintitrés años. La madre tiene poco más de cincuenta años, El le pide que no se preocu
pe. Dice que va á escribir y que lo mantenga informado sobre la familia y los amigos.
Trata de que ella crea que volverá a verlo pronto, como haría cualquier hombre. Parece un
muchacho de carácter. Es correcto. Desde luego, siempre nos gusta pensar que todos van a
volver, pero algo me dice que él no volverá. Lo mataron en la guerra.. Están muy unidos
pero no son de la clase de personas que se muestran mucho afecto y se hacen grandes atencio
nes. Bromeaban y se reían uno del otro, pero cuando alguno se veía en dificultades todos
lo ayudaban. Eran de ese tipo de familia.
n Protección 3 p Tarea 3
n Dominación 2 p Socorro 2
n Afiliación 3 p Muerte del héroe 3
n Socorro 2 p Afiliación 3
n Deferencia. 2 p Protección a
4 ( 3 0 ) Parece algo así eomo una calle lateral.de la ciudad de Nueva York. Es un
sector ruinoso de la ciudad. Estas fotos están muy bien hechas, no dicen nada. (¿Qué
sucedió antes de lo que se ve?) Bueno, tal vez sea sábado o domingo y este comerciante
va camino de su casa. Me parece que no se siente bien, todo acurrucado como está. Debe de
ser sastre. No es muy rico, pero sí más que la mayoría de sus vecinos. Es un hombre
de familia. En cuanto a la mujer, es difícil encontrarle algo. Vende cosas, es pobre y
apenas si gana para alimentar y vestir a la familia. (P-d) No hay relación entre estas
dos personas. El día termina y cada uno se va a su casa. Cada uno representa una. clase:
el rico y el pobre. Es una escena muy típica.
n Adquisición 3 p Ambiente Incompatible 2
n Construcción 1 p Aflicción 2
n Protección 2 p Carencia 2
M S ( 7 0 ) i Oh, Oh! Esto podría ser bastante sórdido. iLo que veo no es precisamente
una escena familiar! Puede ser una prostituta, y veo la botellita también. Puede ser un
joven norteamericano que vive en.un país tropical; está vestido de blanco por la tempe
ratura. De la mujer es difícil decir algo porque está en la sombra, pero parece que tiene
piel más oscura. La habitación está pobremente amueblada, (p) (¿Qué sucedió antes?)
Lo natural es suponer que tuvieron relaciones sexuales. El hombre está medio borracho y
va a seguir tomando. El muchacho tiene un aspecto lastimoso; tal vez está arrepentido de
lo que acaba de hacer o de la vida que lleva. Está terminado y el licor no le ayuda gran
cosa. Tiene suficiente carácter como para salir de ese lugar y lamentar sinceramente lo
que le hizo a la mujer. Ella no entra en el cuento sino como objeto de la lujuria del hom
bre. El es mejor que ella. Sabe cuidarse solo. Por último consigue arrancarse de ese am
biente, y, poco a poco, llega a ser alguien. ¿Tardó demasiado? Me entusiasmo mucho con
estas historias.6
n Excitación 1 p Sexo 3
n Abatimiento 3 p Ambiente Incompatible 1
n Evitar Inculpación 2
n Sexo 3
n Evadir Inculpación 1
n Contraataque 3
6 ( 4 5 ) Es un tumulto público, tal vez una huelga o un disturbio racial. El hombre
tiene ciertos rasgos negroides. Organizó una demostración y ahora lo separaron del grupo
504 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
que formó. La policía lo asustó y espera lo peor. Queda en la cárcel local por un tiempo
y le quitan las ganas de volver a. esas actividades, Quizás haya sido el que pagó el pato
por todos. Sin la influencia de los demás era bastante dócil.
n Dominación 2 p Dominación 3
n. Agresión 3 p Agresión 3
n Autonomía 2 p Enelaustramiento 2
n Abatimiento 4
n Socorro 2
ilif7 ( 4 5 ) Estas personas son parientes. Son madre e hijo porque tienen, rasgos pare
cidos. La madre tiene alrededor de sesenta años y el hijo veinticinco. Este acaba de con
tarle a la madre algo que ha hecho. La madre se apena y asusta. No puede perdonarlo
y está, escandalizada. Él también está turbado, como si pensara que habría sido mejor no
contar todo, pero que tenía que hacerlo. No parece del tipo de muchacho que- se mete en
dificultades, (p) Esta foto me resulta difícil. (P-m) .Bueno, es la expresión de las caras..
Este hombre es responsable de la muerte de alguien a quien él y la madre querían. No fue
un delito, sino un accidente automovilístico. Pee por negligencia de él y se siente respon
sable. En el primer momento la madre le vuelve la espalda, pero después decide ayudarlo.
La cosa fue así: el muchacho de la foto y el amigo salieron a dar una vuelta. Tuvieron
un accidente y era él (el de la foto) quien manejaba. Fue por una negligencia suya y
causó la muerte de la. persona que iba con él. Ahora le cuenta a la madre todo lo que pasó.
Es de espíritu fuerte y lamenta mucho lo sucedido. Es serio, (p) (P-d) Bueno, los dos-
discuten el asunto y la madre ayuda al hijo dándole buenos consejos. (P-m) Le dice que
eso le podría haber pasado a cualquiera, y que ahora sólo tiene que olvidarlo y seguir so
vida como siempre. Le dice que es malo pasarse todo el tiempo pensando en lo que pasó,.
(¿Lo haee el muchacho?) Sí, no deja que el accidente le arruine la vida. Por último, se
borra de su memoria.
n Exposición 2 p Pechazo 2
,o, Socorro 3 p Muerte del Objeto 3
n Abatimiento 3 P Protección 4
n Agresión 2 p Afiliación 2
n Afiliación 1 p Peligro Físico 2
n Evadir Inculpación 2 P Exposición 2
n Pasividad 2
8 ( 8 0 ) Bueno, esto hace pensar en un médico y su paciente. Sin embargo, el gesto-
da la idea de- que podría ser un hipnotizador en acción. No sé mucho sobre hipnotismo. La
cara del paciente muestra inconsciencia, pero no tiene las piernas relajadas. Generalmente
estas cosas se hacen en el teatro, pero esta escena parece ser en una casa privada. Cuando-
a uno lo hipnotizan, ¿no se quita la ropa? (Seguro que no lo sé; usemos nuestra imaginación).
Creo que lo que se ve pasa en el escenario de un teatro. Este hombre es un hipnotizador que
actúa buscando entretener al público lo mejor posible. El otro hombre es uno del público-
que después vuelve junto a sus amigos, quienes le hacen un montón de preguntas tontas.
El espectáculo termina y cada uno se va a su casa.
n Dominación 2 p Deferencia 2
n Juego 2 p Afiliación 2
n Beconocimiento 3 p Cognición 3
n Afiliación .2
9 (SO) Son negros, naturalmente. Se trata de un abuela con su nieto. No estoy muy
familiarizado con ios rasgos de los negros, pero estos dos son parecidos. Es una anciana
bondadosa. Parece agotada; pasó una vida de duro trabajo. Está bien vestida. Creo que
es un retrato tomado en la easa. Algunos negros llevan la fortuna encima. Puede que
éstos sean de mejor clase y más educados que la mayoría de- los negros. La abuela era
esclava y quedó libre, poco a poco fue juntando dinero. Son gente tranquila. Tal vez aquí
estén escuchando música. (P-d). Después de sacarse la foto siguen su vida acostumbrada:
el chico a la escuela y la abuela a ayudar a sus hijos en la casa y a ser útil en general.
n Beconocimiento 1 p Tarea 3
n Adquisición 3 p Dominación 2
n Sensación 2 p Exposición 2
n Cognición 2 p Cognición 2
n Realización 1
n Protección 3
n Deferencia 1
A P L IC A C IÓ N DEL T .A .T . AL E ST U D IO DE P R E JU IC IO S O S Y N O P R E JU IC IO S O S 505
refrenarse son dos cosas distintas. La una es “mala” y la otra, “buena” y,,
aparentemente, no puede haber conciliación entre ambas.
. En su relato correspondiente a la Lámina 3, Larry toma un tema común
entre los “bajos”, cual es la descripción de una pena compartida en momen
tos difíciles, Al parecer, se identifica con una figura paterna devota que se-
preocupa profundamente por su esposa y su familia. Pero la tendencia de
TABLA 6 (XIV)
C o m p a r a c ió n d e e o s P u n t a j e s d e M a c k y L ar ry e n ed T e s t p e A p e r c e p c ió n T e m á t ic a ,.
I n c l u y e n d o l o s P u n t a j e s M e d io s de eo s H o m b r e s P r b ju ic io s o s y n o P r e ju ic x q s o s
P u n t a j e M ed io d e P u n ta j e M e d io d e
L arry H o m b res Macla H o m b res
N o P r e ju ic io s o s P r e ju ic io s o s
I . V a r ia b le s d e R e la c io n e s
I n te r p e r s o n a l e s :
n Afiliación 9 6,8 10 - 5,3
p Afiliación 9 5,6 11 5,15
n Deferencia 5 4,9 6 5,25
p Deferencia 3 2,6 2 1,9
n Dominación 0 2,1 6 2,85
p Dominación 9 9,2 9 9,8
n Protección 12 5,55 ■8 4,4
p Protección 5 4,75 10 5,25
n Beeonoeimiento 3 4,55 7 3,95
n Socorro 19 7,6 10 8,2 ;
p Socorro 2 2,5 g 2.25 :
2, V a r ia b le s de R e b e lió n :
n Agresión 15 7,65 8 5,70 ;
n Antón omía 3 6,55 2 5,90 j
n Beehaao S 5,45 0 2,90:
3. Variables de A c tiv id a d
C o n s tr u c tiv a P o s i ti v a :
n Cognición. 8 6,05 2 3,75
n Construcción 0 0,45 1 0,45
n Expresión 4 4,15 2 2;85 ;
n Comprensión 1 1,85 1 0,45 ;
p Tarea 6 4,30 6 :
4. V a r ia b le s d e
S e n s u a l id a d :
n Excitación 0 1,25 2 ' 1,05
n Pasividad 7 2,95 2 2,25
n Juego 0 3,05 4 1,65
n Sexo 4 5,70 8 3,80
n Sensación 0 ZfiQ 2 0,90
5 . V a r ia b le s d e R e tr a c c ió n
y C o n tro l M o r a l:
n Abatimiento 14 7,90 11 10,00
n Evitar Inculpación 6 1,75 4 3,20
n Aislamiento 3 1,95 0 2,95
6. V a r ia b le s de P r e s ió n
A m b ie n ta l:
p Aflicción 0 2,75 2 3,65
p Mala Suerte 2 0,10 0 1,15
p Muerte del Héroe 0 1,55 3 2,75
p Muerte del Objeto 15 3,6 6
.'508 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
la segunda. No obstante, tal relación carece de afecto al igual que las de
más pintadas por este sujeto. El perdón de la madre está desprovisto de todo
sentimiento verdadero de afiliación o protección.
En el relato imaginado por Larry en tomo a la Lámina 8, éste toma
un tema que a menudo inventan los hombres de puntaje alto, siendo la
intensa hostilidad que expresa más típica de éstos que de los sujetos de
puntaje bajo. Los componentes de la historia, que coinciden con las ten
dencias que se observan comúnmente en las narraciones de las personas
no prejuiciosas, aparecen en la amplia descripción de los sentimientos de
ambos protagonistas y en la racionalización del crimen.
Mack parece muy turbado por esta foto. No se trata del tipo de zozobra
que muchas veces resulta evidente en los relatos de los hombres tolerantes,
quienes aparentemente encuentran difícil responder al aspecto agresivo
de la imagen. En este caso parece expresarse una verdadera preocupación
por un posible acto homosexual, aunque quizá el relator no lo reconozca
así conscientemente. La pregunta: “Cuando a uno lo hipnotizan, ¿no se
quita la ropa?”, el disgusto que les provoca el ser interrogados por los
amigos y la descripción simbólica del paciente son marcados indicios de
que nos encontramos ante fantasías de naturaleza homosexual determinadas
por la personalidad del relator.
En sus relatos en torno a la Lámina 10, Mack y Larry presentan las
diferencias de imaginación que caracterizan á los dos cuartiles y que fue
ron descriptas al principio de este capítulo. En efecto, Mack evidencia
un proceso pensante de carácter concreto, y Larry muestra más intensa
capacidad creadora. Aunque Mack intelectualiza alrededor de la impresión
que provoca en el niño la visión que se le aparece, en ningún modo aclara
qué significa para éste aquella visión. En cambio, Larry se explaya sobre
los problemas de su héroe, sobre lo que piensa y siente respecto a* la posi
ble solución de los mismos.
Las historias que inspiran a Larry las Láminas 2, 4, 6 y 9 son más in
tensas que las de Mack. El primero es capaz de identificarse más íntima
mente con los héroes provenientes de grupos minoritarios y de describir
lo que los mismos piensan y sienten. En los relatos que teje alrededor de
las Láminas 2 y 9 se identifica con el comportamiento antisocial del perso
naje y trata de racionalizar sus acciones, tal como lo hizo en la narración
correspondiente a la Lámina 1.
Mack no se identifica positivamente con héroes de las “minorías”. En
general, sus historias consisten en la descripción de la situación inmediata,
el escenario en que se desarrolla la acción, la edad, status y vestimenta
de los personajes. Prácticamente, nunca deja entrever los pensamientos o
los sentimientos de los héroes.
Tanto Larry como Mack rechazan al hombre de la Lámina 6 que és
capturado por la policía. Larry muestra rechazo por él porque es un in
dividuo indigno de su familia, que no sabe cuidar de ella como es debido;
Mack lo hace porque el protagonista es débil y, al mismo tiempo, peligroso
y temible. También aquí Larry expresa fuerte empatia por otros indivi
duos; en este caso, se preocupa por la mujer.
Por lo visto, los relatos del T.A.T. de Larry concuerdan esencialmente
con su clasificación en la escala E, aunque en algunas oportunidades los
temas y su intensidad se aparten de la pauta que se observa más común
mente en los protocolos de los hombres no prejuiciosos. Pero, como ya
señaláramos, tales discrepancias reflejan los conflictos personales de este
individuo, cuya manera de tratarlos es netamente representativa de los
hombres carentes de prejuicios.
510 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
D.‘ RESUMEN
Del análisis de los datos reunidos en el T.A.T., puede deducirse que en
los relatos se dan ciertos tipos de expresiones que tienden a diferenciar
a nuestros dos grupos de sujetos. Si bien tales diferencias no pueden con
siderarse más que tendencias, por tener cada variable como mínimo cier
to grado de superposición entre los dos grupos, una gran proporción de
nuestros sujetos pone de manifiesto cantidad suficiente de dichas ten
dencias como par.a que, basándose exclusivamente en el contenido de sus
historias del T.A.T., sea posible reconocer si se trata de personas prejui
ciosas o no prejuiciosas.
Encontramos que los sujetos de puntaje bajo se identifican más ínti
mamente que los del cuartil opuesto con los héroes de sus relatos y que,
además, les atribuyen con mayor frecuencia una actividad creadora, capa
cidad para gozar de los placeres de los sentidos y para tener relaciones
armoniosas con los demás. La agresión se expresa en formas más subli
madas, en la mayoría de los casos ésta sirve a los personajes para obtener
autonomía respecto a imposiciones coercitivas o para concretar sus deseos
de creación y de protección. La actividad que se describe es casi siempre
producto de decisiones racionales internas y no de fuerzas externas. Estos
sujetos tienden a dar lugar preponderante al comportamiento indepen»
A P L IC A C IÓ N DEL T .A .T . AL EST U D IO DE P R E JU IC IO S O S Y N O P R E JU IC IO S O S 5 1 1
H
diente y, muchas veces, rechazan la dominación por parte de figuras de
autoridad que sugieren las láminas. Aunque los héroes de sus relatos
buscan muchas veces consejo y compasión de padres y amigos, son ellos
mismos quienes generalmente toman la decisión final. Las relaciones de
status entre hombre y mujer, padre e hijo, negro y blanco, se aproximan
más a la igualdad que el concepto de tales relaciones puesto de manifiesto
por las personas prejuiciosas en sus relatos.
Por su parte, los sujetos de puntaje alto se inclinan a describir for
mas de conducta de índole menos constructiva. En las historias de estas
personas, las expresiones de agresión son con mayor frecuencia de carác
ter primitivo, impulsivo; el relator condena tal agresividad y en el des
enlace el héroe recibe castigo.
Los individuos prejuíeiosos son más propensos a buscar la motivación
de los actos de sus héroes en influencias externas o en tendencias innatas
que escapan al control del individuo. Encontramos más a menudo que sus
héroes dependen de las exigencias, las reglas y los reglamentos de la auto
ridad; además, también actúan en mayor número de oportunidades a im
pulsos de la imposición de los padres y de las costumbres sociales. Son
más frecuentemente víctimas de la aflicción o de la muerte.
En los relatos “altos” son más marcadas las relaciones de status con
trastantes. Suelen dicotomizar los roles masculino y femenino, poniendo al
hombre como amo y a la mujer como ser débil, dependiente y sumiso. Es
más frecuente que describan a los padres como personas dominantes y
exigentes, y a los hijos como individuos sumisos y dóciles.
í
I
Capítulo X V
PREGUNTAS PROYECTIVAS APLICADAS AL ESTUDIO
DE LA PERSONALIDAD Y LA IDEOLOGÍA
Daniel J. Levvnson
A. INTRODUCCIÓN
La técnica de las preguntas proyectivas es una aplicación de los prin
cipios generales de las técnicas proyectivas al método de cuestionario y al
estudio de la dinámica de la ideología. Una pregunta proyectiva es una
pregunta abierta que se contesta en pocas palabras o líneas y trata de
sucesos o experiencias desusados que pueden tener significación emotiva
para el individuo. Se cuida de dar a la pregunta un tono “familiar” y hasta
humorístico. Además, si se hace resaltar la naturaleza universal de ciertas
experiencias emotivas (v.gr., estados de ánimo, zozobra), puede lograrse
que el sujeto se sienta más cómodo para dar su respuesta. En la presente
investigación utilizamos las ocho preguntas siguientes: 1
1. Todos tenemos momentos, en que nos sentimos deprimidos. ¿Cuáles
son las cosas o los sentimientos que más desagradan o perturban el
ánimo?
2. Todos tenemos impulsos y deseos que a veces son difíciles de domi
nar pero que tratamos de mantener a raya. ¿Cuáles son Ips deseos
que muchas veces le resulta difícil dominar?
3. ¿Cuáles son los grandes hombres, vivos o muertos, que más admira?
4. Prácticamente, todos nos hemos dicho alguna vez: “Si esto sigue
así, me voy a volver loco”. ¿Qué es lo que puede enloquecer a una
persona? i
5. ¿Cuáles son para usted los peores crímenes que pueden cometerse?
6. Por más que nos cuidemos, todos tenemos que pasar alguna vez
un momento difícil. ¿En qué situación desearía que se lo tragara
la tierra?
7. Si supiera que sólo le quedan seis meses de vida y puede hacer
todo lo que se le da la gana durante ese período, ¿en qué pasaría
el tiempo?
8. Cuando algo nos parece maravilloso, impresionante o verdaderamen
te importante, despierta nuestra reverencia. ¿Cuáles son las cosas
que, a su parecer, son más impresionantes?
Desde el punto de vista técnico, estas preguntas se basan en principios
similares a los de las técnicas proyectivas más intensivas que se emplean
en los estudios clínicos, tales como el Test de Apercepción Temática y el
de Rorschach, y a los de los diversos métodos que requieren contestacio
nes por escrito. En general, todas estas técnicas implican una situación
de prueba standardizada uniforme para todos los sujetos y una serie de
materiales que (a) presentan un problema para resolver, (b) buscan ob
tener grandes diferencias individuales de respuestas (esto es, en la ma
nera de resolver el problema) y (c) inspiran respuestas que tienen riqueza
de .significado y de implicaciones en cuanto a la dinámica profunda de la
personalidad. Las Preguntas Proyectivas se denominan a veces “pregun
tas indirectas” porque rara vez el sujeto se da cuenta de lo que implican
sus respuestas y porque las interpretaciones no toman las declaraciones al
pie de la letra, sino que van más allá de su significado literal, en busca de
las fuentes dinámicas más profundas. La naturaleza misma de la técnica
justifica tal modo de interpretación. En efecto, si los muchos aspectos de
importancia psicológica de la situación de prueba y los problemas presen
tados son exactamente los mismos para todos los sujetos, cabe atribuir las
diferencias individuales a las características del propio sujeto; en virtud
de esto, se selecciona el material de manera tal que las principales variables
que producen las diferencias buscadas pueden ser tendencias de la perso
nalidad que tienen considerable peso en los procesos psicológicos del
individuo.
Las distintas técnicas proyectivas difieren, por lo menos, en los si
guientes aspectos importantes: intensidad de la relación entre sujeto y exa
minador, grado de estructuración del material presentado al sujeto y, como
consecuencia de ambos, variabilidad interindividual y riqueza intraindivi-
dual de las respuestas (expresión de afecto interno, impulsos, tendencias
profundas y conflictos). En la terapia psicoanalítica tradicional que es, en
cierto modo, el modelo de todas las técnicas proyectivas, la relación entre
sujeto y médico es ,1a que alcanza mayor intensidad y cumple el papel más
importante para hacer surgir el comportamiento de significación emotiva.
Además, en la técnica psicoanalítica se trabaja con los elementos menos
estructurados; éstos incluyen únicamente la situación, las instrucciones
standardizadas —preparadas para obtener el máximo de espontaneidad—
y la persona del analizador, a quien también cabría considerar como mate
rial no estructurado sobre el cual el sujeto puede proyectar todo lo que
quiera. Puesto que la transferencia y la resistencia tienen tal trascenden
cia en el psicoanálisis, podría considerarse que la terapia consiste en una
serie de manipulaciones del terapeuta por parte del sujeto, así como se
manejan otros materiales proyectivos.
El uso de la situación lúdica standardizada como técnica proyectiva
terapéutica quizá se acerque más al psicoanálisis en el sentido de que aquí
PR E G U N T A S FROYECTIV AS E N EL E ST U D IO DE PERSONALIDAD E IDEOLOGIA 515
Categorías bajas
1. Conflictos y sentimientos de culpa conscientes. Sentimientos de
•autocrítica, depresión, frustración, inseguridad, inadecuación, desesperan
za, desesperación, falta de autoestima, remordimientos. Los conflictos o los
remordimientos tienen como motivo principal la violación de valores re
lativos a la realización esforzada, al prodigar afecto (protección), a la
comprensión, la amistad, la autoexpresión y la contribución a la sociedad.
Daremos el nombre de valores de realización a este sistema de valores
que los bajos expresan de distinta forma en varias de las preguntas proyec-
tivas. Entre las variables subyacentes fundamentales se encuentran la in-
trapunitividad (tendencia a hacer recaer las culpas sobre uno mismo y no
sobre el mundo, cuando las cosas van mal) y un conjunto de normas éti
cas bien internalizadas. Existe una inclinación a buscar en el propio inte
rior, a dar preponderancia a las necesidades, los deseos y el estado interno
del individuo; todo esto guarda relación con un enfoque intraceptivo, una
preocupación por conocerse a sí mismo y la aceptación de la propia res
ponsabilidad moral por los actos personales.
Ejemplos: ‘‘'Esos momentos en los que me gustaría darme de patadas” , “ Una sensación
■de inutilidad y pesimismo V “ Guando no hago las cosas tan bien como sé que podría hacer-
las’t “ Tanto que hacer y tan poeo tiempo*
Cuando una respuesta menciona factores externos tales como la “falta
de vivienda” o la “falta de oportunidad económica”, se la clasifica en esta
categoría a condición de que tales fuerzas exteriores aparezcan como de
terminantes de la frustración de necesidades internas o de valores de rea
lización. Así, cuando se refieren a las dificultades exteriores, los bajos las
presentan como obstáculos para la propia seguridad y expresión, en tanto
•que los altos las toman como algo en sí, como simple signo de insatisfacción
.general, sin indicar cuáles son las necesidades internas o los valores frus
trados (ver luego).
4 AI t r a t a r e s ta d ís tic a m e n te los re s u lta d o s, la s om isiones de c ie rto s ítem s, a u n q u e re g is tra d a s
■como Ns, se to m a ro n como A. A sí lo hicim os p o r h a b e r d e sc u b ie rto que lo s a lto s se in c lin a b a n m ucho
¡más que los b a jo s a d e ja r p re g u n ta s sin r e s p u e s ta (vid. sección D ) ,
PR EG U N TA S PROYECTIVAS E N EL E ST U D IO DE PERSONALIDAD E IDEOLOGÍA 519
Ejemplos: "Preocuparse por el futuro” . "Darse cuenta de que hay peligro inminente",
"Los estados de ánimo emotivos". "Cuando todo va mal". Dos altos responden frecuen
temente con la sola palabra ' ( preocupación", "Sentirse totalmente perdido". Respuestas
tales como "preocuparse por el futuro” y " la falta d© dinero" son evidentemente altas.
Pero la contestación "inseguridad económica", sin mayores aclaraciones, debe considerarse
Na, por cuanto su orientación externa parece alta, al paso que el hecho de referirse a la
inseguridad como estado interno es propio de los bajos; esta respuesta no es frecuente y la
dan igualmente altos y bajos.Si
Si bien algunas de las respuestas que acabamos de enumerar implican
temor, los altos casi nunca lo expresan explícitamente. Las observaciones
522 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
Categorías Bajas
Todas las categorías bajas correspondientes a esta pregunta tienen que
ver con alguna violación de los valores de realización por uno mismo o por
otras personas.
1. Hostilidad focal (generalmente verbal) dirigida contra quienes vio
lan los valores de realización. En la esfera ideológica encontramos oposi
ción al fascismo, al militarismo, a la discriminación, la represión, la explota
ción, la autocracia, etc. En el terreno de las relaciones interpersonales se
PREGUNTAS PROYECTIVAS EN EL ESTUDIO DE PERSONALIDAD E IDEOLOGÍA 523'
Ejemplo: 1‘Mi madre, a quien yo considero, aunque no sea famosa ni parejea diferente
de los demás, como una de las personas más extraordinarias de la actualidad; pueden pensar
que me guío por un prejuicio y que soy infantil, pero tengo mis Dueñas razones para de
■cirio” . Puede suceder, aunque raramente, que un bajo mencione al progenitor del sexo
opuesto al suyo; tales casos se califican B cuando el contexto es claramente bajo: “ Mis
padres” .
4. Varios. Respuestas que expresan tendencias altas pero no están
incluidas en las categorías arriba enunciadas.
Las mujeres altas mencionan frecuentemente actrices y estrellas del cine, v. gi\, Kate
Smith, Bing Orosby. Sabatini es escritor preferido por los altos; también entran aquí la
mayor parte de los autores de libros “ best seller” . Ejemplo de respuesta alta descriptiva
es: “ A mis amigas que viven felices y sin preocupaciones” (exterior, antiintraeeptivo).
Procedimiento de clasificación. En respuesta a esta pregunta, la ma
yoría de los sujetos mencionan varios nombres. Estos nombres pueden
corresponder a más de una categoría, pero por lo común son uniforme
mente altos o bajos. No obstante, a veces también están representadas
ambas categorías a un tiempo; en tales casos, las respuestas se califican
A, B o bien Nab, según la tendencia que predomine.
Así, la respuesta “ da Vinci, Ely Culbertson, Henry Ford” se considera A, en tanto
que ( ‘ Einstein, Edison, Carver” se clasifica B. Un hombre dio una lista de quince nombres
que representaban 3a mayor parte de las categorías altas y bajas arriba definidas, sin que
en ■su respuesta pudiera apreciarse un tema unificado! o una tendencia predominante; se
le atribuyó la clasificación Nab. Desde el punto de vista clínico, este sujeto era un “ bajo
con conflictos” en quien parecía haber una lucha entre tendencias altas y bajas, de manera
que su clasificación en este ítem fue muy significativa.
“ La constante opresión por los patrones, compañeros de trabajo o gremios1’. En las con
testaciones1 altas no sólo encontramos oposición al gremialismo sino también la sensación
de que se está amena.za.do por el mundo en general, amén de un fuerte matiz extrapunitivo
carente de intraeepción o inclinación a mirarse a sí mismo. Por su parte, lo.s bajos expresan
intracepción, tratan de analizarse a sí mismos y desean ligarse a sn medio con fuertes
vínculos sentimentales.
La mención del incesto o del matricidio en nn contexto de índole moral sería clasificado
■como A.
Respuestas Neutrales. “El asesinato”, sin más, se considera neutral;
rara vez se da tal respuesta, y la proporción de altas y bajas es aproxima
damente pareja. Es bastante común incluir el asesinato en las respuestas,
pero por lo común, las mismas son claramente altas o bajas. Se considera
Na la contestación “causar guerras”, sin otras explicaciones. Neutral es la
omisión de este ítem. El mismo quedó sin respuesta en el 8 por ciento de
los casos.
Esta es la única pregunta que los bajos dejaron sin respuesta algo más frecuentemente
que los altos (9 por ciento y 7 por ciento, respectivamente). Tal vez la siguiente hipóte
sis pueda explicar este hecho. Así como a los altos les perturba el mirar hacia adentro, en
los bajos despertaría mayor inquietud el mirar hacia afuera y observar las grandes faltas
a los valores, especialmente las acciones de índole agresiva. (Podría probarse la verdad de
esta hipótesis determinando cuáles son las diferencias entre altes y bajos en cuanto a la
lectura de las informaciones relativas a crímenes agresivos. Se supone que los altos leerán,
condenarán y disfrutarán más tales actos sin reconocer que en los mismos actúan motivos
personales.) En la medida- en que los sujetos grandemente etnocéntríeos son más dados
que otros a desear el castigo ajeno, ea.be suponer que mostrarían mayor interés por los
actos criminales y demás actividades que se hacen merecedores de castigo. La. inquietud de
los bajos podría deberse también, en parte, a su tendencia a identificarse con las víctimas.
Categorías Altas (Pregunta 5)
1. Sexo y agresión de carácter primitivo. Las respuestas a esta pre
gunta sugieren, al igual que las correspondientes a los ítems anteriores,
que en muchos sujetos altos existe un fondo de agresión y sexo que se en
cuentra en lo profundo y alienado del yo. Al parecer, tales tendencias han
quedado relativamente primitivas, destructivas y no socializadas; además
no están bien .fusionadas con otras tendencias del yo ni modificadas por
las mismas. El hecho de que se asocie frecuentemente el sexo y la agre
sión sugiere que el primero se concibe como algo agresivo y peligroso. La
.agresión va dirigida contra el cuerpo de la víctima, sin mencionar relacio
nes personales o el significado psicológico que el acto tiene para agresor
o víctima. Presenta el carácter primitivo que se encuentra comúnmente
en las fantasías y temores de los niños pequeños. (En las numerosísimas
novelas de misterio que pululan actualmente se descubre la misma cali
dad impersonal, destructiva, sin objeto. En las mismas, el héroe, al hallar
asesinado a un pariente o amigo íntimo, responde inmediatamente no ya
con dolor o preocupación sino con indignación moral y una lista de sos
pechosos.) Las respuestas mencionan frecuentemente actos destructivos,
extraños, que bien podrían cometerse en un episodio psicótico en el que
■quedan eliminados el control del yo y la estructuración cognitiva del mundo
exterior al tiempo que se desatan los impulsos no socializados.
Ejemplos; Probablemente la respuesta, alta más popular es “ MI a se sin a to y la v io la
c ió n 1 \Entre los veteranos, 15 de 26 altos contra i de 25 bajos nombraron estos crímenes,
aveces juntos con otros. “ La tortura". “ Los crímenes sexuales", “ El asesinato sin razón
-que lo justifique". “ La violación de menores". “ Crímenes sexuales contra niños, muje
res; el secuestro; el asesinato de recién nacidos". “ Fui prisionero de guerra en las Fili
pinas y considero que algunas de las cosas que vi allí son tan terribles que no se pueden
publicar, pero, que yo sepa, el peor crimen que puede mencionarse por escrito es la vio
lación ’ ’.
Es bastante común mencionar a c to s a b u s iv o s c o n tr a n iñ o s ; tal vez esto tenga relación
■con el hecho de que los internados en San Quintín por delitos sexuales, muchos de ellos
■cometidos contra niños, eran de etnoeentrismo extremadamente alto (ver Capítulo XXI).
Una que otra vez se nos dieron d e sc rip c io n e s d e ta lla d a s y c o n c r e ta s d e a c to s b ru ta le s . Por
■ejemplo: “ .Raptar a alguien, matarlo de hambre durante dos semanas y después estran-
gnlarlo; una vez muerto, descuartizarlo, envolver los pedazos y mandarlos por correo a los
padres de la víctima".
PREGUNTAS PROYECTIVAS EN EL ESTUDIO DE PERSONALIDAD E IDEOLOGÍA 535
.P r eg u n ta 7. ¿ C ó m o P a s a r ía S u s Ú l t im o s S e is M e s e s ?
Categorías Bajas
1. Valores de Realización: creación y contribución social.
Ejemplos: “ Trasmitiendo a mis semejantes las ideas que he reunido**. “ Me gustaría
■dedicar ese tiempo únicamente a una obra de creación **. “ Leería poesías, filosofía, estudia
ría psiquiatría**. “ Lucharía contra la intolerancia y los males sociales*’. “ Trataría d e
hacer algo, cualquier cosa, por la humanidad, o ai menos de ayudar a alguien; dejaría mis
ojos y nervios para que le sirvieran a alguno” . (Palabras tales como h u m a n id a d y s e m e
j a n te s son empleadas frecuentemente por los bajos y rara vez por los altos.) “ Haría feliz
.a la. gente” (contrasta eon las respuestas A “ Trataría de ser bueno” o “ Haría buenas
.acciones” ). “ Si fuera, altruista, trataría de hacer todo lo que pudiera por los demás, pero
.en realidad me esforzaría al máximo por hacer más agradable el tiempo que me quedara”
(se clasificó como E visto el conflicto manifiesto entre contribución social y placer personal);
Tanto bajos como altos expresan la idea general de “hacer algo por
otros’5, aunque de modo característicamente diferente. Los bajos hablan de
.ayudar y dar amor, dádivas que pueden ser personalizadas respecto a unos
pocos objetos amados, o generalizadas a la humanidad toda.
Ejemplos: “ Me esforzaría por que el mundo fuera un lugar mejor para todos los hom
bres” . “ Haciendo lo más que pudiera por quienes quiero” . Por otra, los altos hablan en
términos más moralizantes refiriéndose a “ hacer el bien” antes que a “ hacer feliz**; ade
más, generalmente, tal generosidad va dirigida a individuos que se caracterizan ebmo miem
bros del endogrupo y no como objetos amados. Por ejemplo: “ Ver sí podría hacerle un bien
a las personas qne'más me preocupan; mi familia, como mi madre, mi padre, hermano y
hermana**. En suma, cuando aparece en un contexto de amor, relaciones estrechas y valores
■de realización, el deseo de ayudar se considera B ; en cambio, se califica A cuando aparece
en una respuesta que denota convencionalismo superficial e inclinación a favorecer al endo-
grupo. (Bebe observarse que entre los bajos hay muchas personas convencionales, pero su
538 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
conveneíonalisxno aparece expresado en un contexto que señala dádiva de amor antes que
conformismo p e r se.)
2, Franca sensualidad y placeres activos, En pocos casos se hizo men
ción del sexo, pero la mayoría de las veces fueron bajos quienes lo hicieron.
Ejemplos: “ Emborrachándome y yendo de parranda con mujeres’ \ “ Haciendo el
amor” . “ Trataría de tener una. romántica, aventura amorosa mientras viajara por Sud-
américa” , A veces se busca un equilibrio entre sexo e intelecto: “ Pasaría parte del tiempo
con mujeres, pero 3a mayor parte tratando de escribir 'L a Gran Novela Americana’ aunque
probablemente no sea bastante bueno” (escrito por un hombre de puntaje bajo).
El goce de la sociabilidad activa es propio de los bajos. Puede apare
cer en un contexto de actividades de los sentidos y/o intelectuales, o sim
plemente de cariño e intercambio amistoso.
Ejemplos: “ Viajaría, disfrutaría de la vida-, pasaría lindos momentos con mis amigos” .
“ Si no supieran que sólo me quedan 6 meses, pasaría el tiempo con amigos, paseando y tru-
bajando locamente; -sí lo supieran, me iría a pasar el tiempo con extraños: leyendo, jugando,
trabajando” . “ Pasaría todo el tiempo eon mis amigos, la- gente que conozco y quiero” . “ En
compañía de mi mujer y mis hijos, di virtiéndonos eon buenos espectáculos, paseos en auto,
y haciendo todo lo que hago ahora en mis momentos de ocio” (compárese con lo que dicen
los altos al referirse a la familia en las citas que presentamos luego; obsérvese que aquí
se menciona la. palabra ocio, índice notable de que la respuesta merece la calificación B ) .
Guando los altos mencionan el placer, lo hacen de modo característicamente diluido y vacio,
v, gr., “ Divertirme” ,o bien “ Hacer lo que me plazca” (véase luego).
Puede incluirse en esta categoría el aislamiento en el sentido de '‘re
chazo del mundo”, pues, aunque aparentemente opuesto a la sociabilidad,
parece tener análogo origen profundo.
Ejemplos: “ Me iría a un lugar donde no hubiera civilización, donde pudiera vivir y
nada más, sin que nada ni nadie me molestara” . (En la entrevista con este hombre nos pa
reció descubrir que su deseo de soledad estaba relacionado con el sentimiento depresivo, de
que era objeto de rechazo por parte de la madre.) Esto contrasta notablemente con la poca
disposición a la soledad que manifiestan los altos (ver también las Preguntas 1 y i ) ; sin
embargo, algunos hombres altos dan respuestas de “ aislamiento” , que parecen más bien
ser resultado de la pasividad y no del rechaco de los demás reconocido por el yo.
Categorías Altas (Pregunta 7)
Un importante aspecto de muchas de las respuestas altas es la limita
ción de la fantasía. Aunque la pregunta permite total libertad en la elección
de la respuesta —“si pudiera hacer lo que se le diera la gana, ¿cómo pa
saría su tiempo?”— algunos altos (y ningún bajo de nuestros grupos) con
dicionan explícitamente sus actos a la existencia de ciertas condiciones
externas. Es como si no pudieran permitirse una fantasía completamente
libre de inhibiciones, como si no pudieran deshacerse de la “realidad” con
creta ni siquiera por un momento. Tal falta de imaginación, o mejor di
cho semejante circunscripción de los límites del yo, parece estar relaciona
da con la pobre vida interior, la superficialidad de las emociones y la
“huida hacía la realidad” que también revelan en la escala F y en las
entrevistas.
Ejemplos: “ Probablemente dejaría mi trabajo, si lo tuviera” . “ Si fuera la estación,
tal vez iría a pescar a las sierras” . “ Ésta es una pregunta imposible de contestar, porque
no sé cómo actuaría- si me encontrara en esa situación” .1
1. Inhibición y moralidad convencional. El principal tema de estas
respuestas es el deseo de llegar a estar en paz con Dios y con los hombres
(particularmente los endogrupos), en el sentido de ser “bueno”, de con
formarse con las leyes morales y de privarse de placeres activos. Muchas
de las respuestas aparecen en un contexto religioso, aunque debe señalar
se que' también hay contestaciones religiosas bajas. (Repetimos una vez,
PREGUNTAS PROYECTIVAS EN EL ESTUDIO DE PERSONALIDAD E IDEOLOGÍA 539'
Categorías Bajas
I. Concreción de valores de realización. Como ya dijéramos anterior
mente, estos valores pueden expresarse en conexión con las relaciones in
terpersonales, los logros personales (intelectuales, estéticos, científicos),
el intercambio afectivo y la contribución social; o bien pueden manifestar
se en el plano ideológico en forma de cambios sociales progresistas, la eli
minación de los prejuicios y la concreción de valores democráticos ge
nerales.
Ejemplos: “ Ver el día en que el pueblo (colectivamente) sea capaz de gobernar real
mente su propio destino sin que lo dirijan intereses particulares” . “ Generalmente, ver la
■emoción de la masa., asombro ante el hecho de que tantas personas puedan sentir la misma
emoción al mismo tiempo” (empatia, unión con los dem&s). “ Da composición y la bella
ejecución de buena música” . “ El amor impersonal y sin egoísmo por la humanidad” , “ La
responsabilidad que un negro amigo mío siente por trece millones de personas” . “ El na
cimiento de algo nuevo: niños, animales, estaciones, ideas científicas” (Los bajas hablan
de n a e im ie n to y de creación con bastante frecuencia.) “ Una gran obra de arte, un poema,
una escultura o una sinfonía” . “ Ciertas manifestaciones de la personalidad humana en las
•que las personas se muestran inesperadamente buenas, fuertes y hermosas, especialmente
•cuando se trata de gente común que no ha tenido oportunidades en la vida; en los individuos,
las dos cualidades que despiertan mi admiración son la capacidad para portarse con valentía
y la capacidad para aceptar humildemente la derrota, sin amargura ni resentimiento” . La res-
puesta que habla de ser am ado es baja, en cambio son altas las que denotan deseo de elo g io
o popularidad.
'2 . El poder ejemplificado en las realizaciones del hombre y en la na
turaleza. Tanto altos como bajos expresan la idea de poder, pero en este
caso también un mismo hecho parece tener sistemáticamente diferente
significado para uno y otro grupo. El concepto que los altos tienen del po
der es extremadamente personalizado (ver más abajo); admiran y reve
rencian a las personas poderosas, hacia quienes muestran deferencia y su-
mísividad. Por su parte, los bajos conciben el poder en términos más im
personales; lo ven principalmente como un medio tendiente a lograr
beneficios para la sociedad (antes que un fin en sí mismo), como algo más
universal en el sentido de que se lo considera existente en todas partes y
como factor que actúa para el bien de la sociedad entera. Las manifesta
ciones de poder que más admiran los bajos son las conquistas técnicas
y materiales del hombre y los ejemplos de grandiosidad de la naturaleza.
Ejemplos: “ Mirar cómo levanta vuelo un avión de dos mil toneladas; el puente de la
Puerta de Oro; el panorama, de la Bahía visto desde el Monte Tamalparis, en una noche
clara” . “ Las grandes construcciones que ha levantado el hombre sobre la Tierra” , “ Ver
estallar una estrella o ver un terremoto: cualquier fenómeno natural extremo” .
“ Las grandes realizaciones materiales: construcciones, etc.” . “ La bomba atómica” ,
“ el Gran Cañón del Colorado, el Dique Boulder, etc.” . El referirse a la b o m b a a tó m ic a
por sí sola es neutral; se considera B cuando figura entre los logros materiales o el poder
creado por el hombre ; es A si se encuentra en un contexto de destrucción u otras tendencias
altas.
3. Profundas experiencias en el reino de la naturaleza. Se clasifica
como B toda alusión a la naturaleza que denote explícitamente una intensa
experiencia estética, emotivo-sensual, o que incluya una descripción me
dianamente específica del espectáculo que provoca la admiración. Son A
las respuestas que hacen referencia vaga, superficial, a la naturaleza en
general o cuando se habla de “m irar” (ver luego).
Ejemplos: “ Fenómenos naturales tales como el Lago Cráter, el Gran Cañón” . “ Pensar
en la infinita, inteligencia, poder, etc., de Dios, manifestados en la naturaleza: el organismo
y la fisiología de las criaturas vivientes, la. organización del universo, etc.” . (Es éste un
buen ejemplo de respuesta- religiosa baja; no se piensa en un Dios por encima del universo,
sino que se tiene la idea profunda, imaginativa y cósmica de un Dios que está en' él uni
verso.) “ Mirar una hermosa puesta de sol; admirar a San Francisco de noche, desde un
ferryboaf ubicado en medio de lá Bahía” , “ El descenso al centro déla Tierra; caminar por
el fondo del océano” .
Categorías Altas (Pregunta 8)
1. Concreción de valores convencionales. Son estas respuestas suma
mente convencionales que se refieren a la adquisición o posesión de bie
nes materiales, a la paz del espíritu (en el sentido de estar libre de pre
ocupaciones) , a un sentido vago e indefinido de la virtud y a placeres
incidentales carentes de sensualidad.
Ejemplos: “ Los -sentimientos de bien, los ejemplos de bien” . “ Casarse y tener una
vida familiar feliz; poseer algo importante como una casa, un auto nuevo, una empresa co
mercial, etc.” . “ El amor, supongo; por lo que entiendo, cuando uno se da cuenta de que ha
encontrado a la mujer de su vida; me imagino, cómo es eso y creo realmente que me suce
derá” , (El amor es aquí una emoción completamente extraña, más impuesta desde afuera
que nacida de dentro). “ Saber que, cuando me case, podré vivir muy cómodamente en mi
casa, con mi mujer y mis hijos” . “ Que mi esposo se quedará en casa por las noches” (n o
hay alusión a reí aciones). “ Casarse” . “ Verme libre de mis molestias estomacales” . “ Estar
siempre con buen ánimo” . “ Poseer grandes riquezas; hacer algo extraordinario, lo que
fuera” (nótese que se ponen en igual plano la riqueza y el cumplimiento de algo notable).
‘ 1Saber que mi esposo me ama profundamente; la paz en la Tierra” (parece referirse más
bien al hecho de sentirse libre de angustias y no al intercambio de cariño). Las respuestas
-de esta categoría sugieren una carencia de vitalidad emocional interna.
542 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
Pregunta. I: ¿Cuáles son las cosas que más desagradan o perturban el ánimo?
1. Violación de valores convencionales 1. Conflictos y culpa conscientes
2. Medio que amenaza o no brinda apoyo 2. Ansias de amor y dependencia focales
3. “ Algo qne bulle dentro" 3. F ra n c a hostilidad, por parte de uno mis
mo u otros, hacia objetos amados
4. Omisiones
Pregunta 3*. ¿Cuáles son los grandes hombres que más admira?
1. Poder y dominio 1, Ai'tes y filosofía
2. Americanos conservadores 2. Físicos y Biólogos
3. Padres y parientes 3. Sociólogos, figuras políticas liberal-ra
dicales
4. Varios 4, Negación activa de toda admiración
D. RESULTADOS
Razones prácticas nos impidieron cuantificar las Preguntas Proyecti-
vas de todos los grupos que respondieron al cuestionario. (Véase el Ca
pítulo IV dónde figura la lista completa y la descripción de los mencio
nados grupos.) Analizamos las respuestas de la totalidad de los sujetos
del cuartil alto y del bajo que integraban los grupos que enumeraremos a
continuación. (Cada N entre paréntesis indica la suma de los sujetos de
ambos cuartiles cuyas respuestas se analizaron.)
1 . M u je r e s d e P sic o lo g ía (N = 63): Miembros de un curso de psicología de la Univer
sidad de California. Sometidos a las formas iniciales del cuestionario, anteriores a la
Forma 78.
2. V e te r a n o s d e l S e rv id lo de E m p le o (N ~ 51): Muestra no seleccionada de la población
dfe veteranos que pasaron por una oficina del Servicio de Empleo de los Estados Uni
dos. Formas 45 y 40.
3. S o m b r e s de C lín ica P s iq u iá tr ic a (N — 29), y 4. M u je r e s d e C lín ic a P s iq u iá tr ic a
(N — 34): Pacientes internos y externos de una clínica municipal local. La mayoría
de estos sujetos recibió la Forma 45, aunque algunos respondieron a una más breve
en la que se incluyeron sólo 4 preguntas proyectivas.
5. M u je r e s d e C lase M e d ia (N = 70); Muestra muy diversa tomada de distintos grupos
de clase media: religiosos, políticos, comerciales, etc. Forma 40.
6, Hombres d e C lase M e d ia y H o m b r e s de F r a tr ía s (sumados) (U = 65): Si bien tra
tamos estadísticamente por separado las respuestas dadas por estos dos grupos a las
escalas del cuestionario, nos pareció factible unirlos en un grupo único a los propó
sitos del presente análisis. Los Hombres de Clase Media, provenían aproximadamente
de los mismos grupos de los que extrajimos las Mujeres de Clase Media. Forma 40.
cial (presentada a las Mujeres de Psicología), la que sólo contenía las siete
primeras preguntas, y en el de los Hombres y Mujeres de la Clínica Psi-
■quiátrica, algunos de los cuales recibieron una forma más abreviada que
incluía únicamente las Preguntas 3, 4, 5 y 6. Esta falta de uniformidad es
parte del problema general que significa la elaboración de una serie stan-
dards de preguntas. Debe considerarse como error metodológico la desigual
dad entre la Forma 40 y la administrada a los pacientes de la Clínica, pues
el contar con los datos completos sobre las 8 preguntas habría compensa
do la mayor dificultad que podría haber significado la administración de
la serie íntegra. Siendo diferente la cantidad de preguntas que figura
en cada forma del cuestionario, es también distinto el número de sujetos
que respondieron a determinada pregunta. En la Tabla 1 (XV) damos el
número de personas que respondieron a cada una de las preguntas. Los
312 sujetos contestaron a las Preguntas 3, 4 y 5. En cambio, el N de indi
viduos que recibieron las demás preguntas es variado. El ítem 8, incluido
en la Forma 45 utilizada para los grupos de la Clínica y del Servicio de
Empleo, es el que fue contestado por menor cantidad de sujetos: 65.
El Manual de Valoración arriba presentado reproduce casi exacta
mente el empleado por los clasificadores. El Manual original enumeraba
las mismas categorías acompañadas de definiciones substancialmente
idénticas. El mismo se basó en el análisis de las respuestas dadas por dos
grupos muy numerosos: los Estudiantes de la Universidad de California
(hombres y mujeres) y los Adultos de los Cursos Estivales de la Universi
dad de California, Forma 60 (hombres y mujeres adultos provenientes
de diversos sectores de la clase media). Durante el proceso de valora
ción salieron a luz ciertas implicaciones adicionales y puntos teóricos que
se incorporaron al Manual original en forma de notas. También tratamos
de aclarar ciertas ambigüedades señaladas por los clasificadores. Estas
notas figuran en el texto del Manual aquí reproducido. Lo único que agre
gamos es una cantidad de ejemplos tomados de los grupos sobre los que se
basan los datos que consignamos luego. Si bien el Manual de Valoración
que presentamos en este capítulo es más articulado que el original, no
se han añadido aspectos teóricos esencialmente nuevos.
1. CONFIABILIDAD DE LA CLASIFICACIÓN
Tras leer el antedicho Manual de Valoración, el lector de espíritu crí
tico puede legítimamente preguntarse si las diferencias entre altos' y ba
jos que allí se sugieren existen “realmente'’ o son resultado de la parciali
dad del autor. El procedimiento de valoración controlada ofrece respuesta
parcial a tal interrogante. Pasaremos a describir el método que emplea
mos para clasificar a los cuatro grupos mencionados en último término,
(es decir, todos salvo las Mujeres de Psicología y los Veteranos). '
Tomamos y unimos los cuartiles alto y bajo de un grupo determinado,
luego escribimos en una serie única y ordenada al azar las respuestas que
estos sujetos dieron a cada pregunta. Identificamos cada contestación me
diante un número clave, de manera que la clasificadora no sabía si se
trataba de un individuo de puntaje etnocéntrico alto o bajo. Además, en
cada ítem un mismo individuo aparecía designado con distinto número a
fin de evitar el efecto de halo (v. gr., la tendencia a clasificar como A la
respuesta dada al ítem 2 por una persona porque la correspondiente a la
Pregunta 1 recibió tal clasificación). Cada clasificadora estudió la totali
dad de las respuestas del grupo combinado de altos más bajos; después
asignó a todos los números clave la clasificación que a su parecer les co
rrespondía: A, B, Na, Nab o Ns (ver sección A en cuanto a significado de
546 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
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PREGUNTAS PROYECTIVAS -EN EL ESTUDIO DE PERSONALIDAD E IDEOLOGÍA 549
acuerdo entre PP y E. Pero tal cosa no era factible debido a las clasifica
ciones neutrales.7 Puesto que cada clasificación neutral representa me
dio error, esto es, significa menos acuerdo que una clasificación B pero
más acuerdo que A, computamos el % B de acuerdo a la siguiente fórmula:
Suma de clasificaciones B más V2 suma de clasificaciones neu-
^ -g _____________ trales (Na, Ns, Nab)
Número de sujetos del cuartil bajo
donde Na significa “ambiguo”, Ns significa “sin respuesta” (omisión), Nab
significa “tendencias mixtas altas y bajas”.
La única excepción a esta fórmula es el caso de las clasificaciones
Ns de los ítems 1, 2, 4, 7 y 8, en las que Ns equivale a A y se incluye entre
estas clasificaciones.
El cálculo de % A se basa en una fórmula equivalente:
Suma de clasificaciones A más V2 suma de clasificaciones neutra-
%A _ les (Na, Ns, Nab)
Número de sujetos del cuartil alto
Por último, P % es el promedio de % B y % A, ponderados por N (nú
mero de casos de cada cuartil), e indica el acuerdo general PP-E,
La Tabla 2 (XV) da el % B, % A y P %¡ de cada grupo estudiado, así
como de la suma de todos ellos. En la misma tabla constan también la
cantidad y el tanto por ciento de respuestas Ns, Na y Nab. Hemos d'e notar;
en primer término, que el acuerdo general PP-E (P %) es igual a 74,9
por ciento, valor que señala la existencia de una relación estadísticamente
significativa entre las clasificaciones de las Preguntas Proyectivas y la
posición alta o baja en la escala E. El acuerdo sería de sólo un 50 por
ciento si nos basáramos exclusivamente en probabilidades. Los altos, em
pero, tienden a ser más uniformes que los bajos en sus respuestas a las
PP: los altos tienen un % A general de 80,7 en tanto que el % B de los
bajos sólo alcanza a 69,1. En otras palabras, se atribuyó a los bajos mayor
cantidad de clasificaciones A que clasificaciones B a los altos. Por así
decirlo, es más fácil obtener una clasificación A que una clasificación B.
■AI parecer, la razón primordial de tal particularidad no está en el propio
sujeto, pues ciertos juicios clínicos y los resultados obtenidos en otros
procedimientos nos dieron la impresión de que las personas del cuartil
bajo respondían, en efecto, a la imagen general de la personalidad “de
mocrática”, por lo menos en igual medida que los altos se aproximaban
al prototipo de personalidad “autoritaria”. Tal vez la preponderancia de
clasificaciones A se deba a las condiciones en que se realizó la prueba.
Como muchos de los grupos contaban con poco tiempo y las instruccio
nes que se les dieron no daban a entender con suficiente claridad que se
requerían respuestas medianamente detalladas, muchas de ellas fueron
breves y poco profundas. Se recordará que en el Manual de Valoración se
consideraba que el referirse a “experiencias emocionales vagas e indefi
nidas” y el mencionar únicamente “la conducta o la situación per se, sin
considerar los motivos y significado internos”, eran indicios de peso para
asignar una clasificación A. Puede argüirse que si las instrucciones hu-
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PREGUNTAS PROYECTIVAS EN EL ESTUDIO DE PERSONALIDAD E IDEOLOGÍA 553
$
hieran recalcado que era menester dar respuestas más detalladas, tanto
altos como bajos habrían dado más contestaciones merecedoras de la cla
sificación B. Pero en nuestros grupos, cuando un bajo daba una respuesta
elaborada, la misma mostraba una tendencia B; igualmente si un alto se
explayaba, lo hacía en un sentido A. Por lo tanto, cabe esperar que en
una prueba donde se obtuvieran respuestas más extensas, las diferencias
entre ambos cuartiles resultarían más claras y pronunciadas. Probable
mente, también sería algo menor la proporción (8,8 por ciento) de res
puestas Na y Nab. Tampoco debemos descartar la probabilidad de que
muchas de las presiones que ejerce nuestra cultura, quizás las predomi
nantes, tiendan a crear autoritarismo en el individuo. De ser esto verdad,
es lógico suponer que aun los individuos que tratan de llegar a una ideo
logía profundamente democrática tienen ciertas tendencias A.
El acuerdo promedio obtenido para cada uno de los seis grupos es
variado, oscilando entre 67,9 por ciento (Hombres de la Clínica Psiquiá
trica) y 82,6 por ciento (Veteranos del Servicio de Empleo). Al parecer,
las clasificadoras, por más que trataron de juzgar imparcialmente, se vie
ron sistemáticamente influidas en sus clasificaciones de las Mujeres de
Psicología y de los Veteranos por el hecho de conocer la posición de estos
sujetos en la escala E. Es así que el P % de estos dos grupos alcanzó a un
80 por ciento, aproximadamente; en cambio, para los cuatro restantes (va
lorados a ciegas) se obtuvo un promedio apenas superior al 70 por ciento.
El valor relativamente bajo del P % correspondiente a los Hombres de la
Clínica concuerda con la reducida confiabilidad lograda para este grupo
[ver Tabla 1 (XV)]. Probablemente, los resultados obtenidos con la Mu
jeres de la Clínica y las Mujeres y los Hombres de Clase Media son los
que mejor representan las posibilidades de nuestro Manual de Valoración;
si todos los sujetos hubieran respondido a las Preguntas 6, 7 y 8, el pro
medio de acuerdo habría sido algo superior al 72 por ciento logrado.
El promedio general de acuerdo correspondiente a cada uno de los
ítems varía entre 69,3 y 80,3 por ciento. Las preguntas menos satisfacto
rias son: 2 (“Deseos"), 6 (“Momentos Difíciles”) y 7 (“Seis Últimos Me
ses”) . El % B de las tres es particularmente pequeño (57-63 por ciento), tal
vez a causa de la brevedad de las respuestas, como ya apuntáramos. Si se
corrigiera este error, podrían alcanzarse resultados considerablemente me
jores, especialmente con el ítem 7. Nuevamente el acuerdo entre ítems ais
lados revela la gran uniformidad de los altos. Así, la máxima diferencia
entre % B fue de 29 puntos (57-86 por ciento). Al paso que los % A presen
taron una diferencia máxima de 15 puntos (entre 71 y 86 por ciento). Es
interesante observar que los dos ítems más capaces de diferenciación, 1
(“Ánimo”) y 8 (“Impresionante”) , tratan problemas que, tomados en su
sentido literal, nada tienen que ver con la ideología respecto a la interac
ción de grupos.
La Tabla 2 (XV) presenta los datos empíricos en los que nos basamos
para atribuir la clasificación A a las omisiones (Ns) de las Preguntas 1,
2, 4, 7 y 8, a los fines del análisis estadístico. Aproximadamente las dos
terceras partes, o más, del número total de las omisiones de cada una de
las.respuestas que acabamos de enumerar, fueron hechas por personas del
cuartü alto. Por otra parte, esto concuerda con nuestra observación de que
los altos tienden a dejar sin respuesta, más a menudo que los bajos, las
preguntas que toman aspectos de la vida interior (estados de ánimo, deseos,
causas de locura) y experiencias intensamente emotivas (seis últimos me
ses, impresionante). También podrían haberse clasificado así las respues
tas a la Pregunta 3, visto que cerca del 70 por ciento de las omisiones fue-
554. LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
ron hechas por los altos. Sin embargo, no se adoptó esta política porque
no creimos que cumpliera los requisitos de concordancia teórica. Si en el
estudio de otros grupos se comprobara que son siempre los altos quienes
más se inclinan a dejar preguntas sin respuestas, se deberían establecer
los fundamentos teóricos que justificaran la clasificación de Ns como A.
Si hubiéramos procedido así en el presente estudio, el acuerdo general
habría aumentado varios puntos.
Una vez comprobado en qué medida se distinguen los grupos entre sí
con respecto a las categorías A y B, pasemos a considerar brevemente
cómo se aplica al individuo nuestro método de clasificación. Puede atri
buirse a cada sujeto una clasificación total que sea la suma de la que le co
rrespondió en cada pregunta. Este total puede denominarse puntaje B-Ar
y se calcula de la siguiente manera: Por cada clasificación A se atribuye un
punto, por clasificación B, cero punto, y por clasificación neutral, medio-
punto (salvo los Ns de los ítems 1, 2, 4, 7 y 8 en los que, como ya se dijera,
tal clasificación se convirtió en A). De tal manera, los puntajes B-A co
rrespondientes a 8 preguntas pueden oscilar entre 0 (todas clasificacio
nes B) y 8 (todas A), habiendo un punto medio igual a 4,0. Un sujeto- que
hubiera recibido 4 clasificaciones A, 3 B y 1 Na tiene puntaje B-A igual
a 4,5, vale decir lo justo para superar el punto medio. El % A general de
80.7 correspondiente a las personas del cuartil alto puede transformarse
en puntaje B-A promedio de 6,5 para los 8 ítems. De igual modo, el % B
general de 69,1 correspondiente a los sujetos del cuartil bajo se convierte
en un puntaje B-A de 2,5.
El cálculo- del puntaje B-A de cada sujeto constituye un medio para
determinar la medida de superposición existente entre los cuartales bajo
y alto. Así lo hicimos en el caso de los Hombres y las Mujeres de Clase
Media, cuyo N total es de 135, y que respondieron a 5 Preguntas Proyec-
tivas. Los puntajes B-A del cuartil bajo oscilaron entre 0,0 y 4,5, los del
cuartil alto, entre 1,0 y 5,0; la media correspondiente a la totalidad del
grupo fue aproximadamente igual a 2,7 (la cantidad de clasificaciones A
fue ligeramente mayor que la de clasificaciones B). Si tomamos el valor
2.7 como punto divisorio, puede decirse entonces que todos los puntajes
B-A iguales o inferiores a 2,5 serán “bajos”, y todos los que son iguales o
superiores a 3,0 se llamarán “altos”. Según este criterio, si nos basamos
en los puntajes de -las Preguntas Proyectivas, debería considerarse alto
a l'22 por ciento de los miembros del cuartil bajo; del mismo modo, cabe
decir que el 14 por ciento de los integrantes del cuartil alto tienen un
puntaje B-A bajo. Éstos constituyen la excepción, o, para decirlo en tér
minos positivos, el 78 por ciento del grupo antietnocéntrico y el 86 por
ciento del grupo etnocéntrico podrían ser juzgados correctamente en base
al puntaje total de sus respuestas a las Preguntas Proyectivas.
Desde luego, los datos arriba presentados no incluyen a los sujetos
que obtuvieron puntajes E de.-valor intermedio. Pero creemos probable que
un Test de Preguntas Proyectivas más extenso, tal vez de 15 ó 20 ítems,
que se aplicara a la totalidad de los sujetos y no exclusivamente a los cuar
tales extremos, daría correlaciones próximas a 0,7 entre puntajes B-A y E.
Por ende, podrían utilizarse las Preguntas Proyectivas, al igual que la
escala F, para medir el etnocentrismo indirectamente, medición en la que
no es necesario mencionar problemas sociales del momento. Al igual que
la escala F, nos permiten ir más allá de los límites inmediatos de la clasi
ficación y hacer numerosas deducciones respecto a la dinámica individual.
El hecho de que las variables de dos técaiicas concuerden en tan grande
medida es un importante argumento en favor de la validez de ambas.
PREGUNTAS PROYECTIVAS EN EL ESTUDIO DE PERSONALIDAD E IDEOLOGÍA 5 55-
ti
3. V a l id a c ió n M e d ia n t e E s t u d io s de C a so s ; M ack y L arry
M ack (A m o ) L arrt (B a jo )
1. E s ta d o s d e Á n im o
Debilidad física, quizás por mi mala salud Sentirme solo, darme cuenta de que no
de los últimos cuatro ahos, (A) avanzo hacia mi meta, o que ofendí a al*
guien. (B)
2, D eseo s
8, G ra n d es H o m b r e s
Lincoln, Lee, Genera! Marshall, Edison. (A) Lincoln, Wíllkie, Washington, Stalin, Chiang
Kai Shek, Churchül, MacArthur, Eisenho-
wer, y los grandes hombres de ciencia de!
pasado y del presente. (A)
4, E n lo q u e c e r
Depende mucho de la definición, pero si lo Una persona podría volverse loca por inte
que quieren decir es perder la razón, lo resarse demasiado en el amor, la religión,
que más se aproximaría sería algo así como el dinero, etcétera. Toda obsesión exagera
perder a mi esposa y a mis hijos. (A) da puede volver loca a una persona.. (B)
5, H eores c rím e n e s .
7. S e is ú ltim o s m e se s
Viendo todo lo que pudiera del mundo, Tratando de disfrutar de la vida como siem-
.acompañado por cierta persona. (A) pre lo quise: viajar, conocer gente impor
tante, tener muchos amigos, ir a un montón
, * de fiestas. Todo sin perjudicar a nadie.
(Predominantemente B, aunque hay cier
tas tendencias A.)8
8, E x p e r ie n c ia s im p r e s io n a n te s
Ver grandes maravillas naturales de! mun Ver al pueblo de nuestro país practicar la
do, las nuevas conquistas de la ciencia, co verdadera democracia. Como por ejemplo
nocer hombres y mujeres realmente grandes, que una persona, de una raza, proteja a nn
y ver metales y joyas raros. (A.-) miembro de otra. La verdadera amistad
entre distintas razas. (B)
!■; '
E. CONCLUSIONES
Es evidente que en muchas de las categorías enunciadas en el Manual
de Valoración de las Preguntas Proyectivas se repetían algunos temas,
quizás con ciertas variaciones ínfimas de forma o contenido. Además, se
dieron varios casos en los que dos o más temas recurrentes, tomados en
conjunto, sirvieron para sacar conclusiones acerca de tendencias y proce
sos profundos. Los resultados y los conceptos teóricos obtenidos mediante
la aplicación de esta técnica son similares a los proporcionados por los de
más métodos empleados en nuestra investigación. En algunos casos hay
repetición casi exacta de variables; en otros, existe una relación de carác
ter más complementario o congruente, siendo las variables utilizadas en
varias técnicas expresión de diversas facetas de una estructura única
general. Visto que hay considerable repetición, estimamos que es suficiente
presentar un análisis muy breve de las implicaciones teóricas de los re
sultados de las preguntas proyectivas. Examinemos ahora las áreas en.
las que, al parecer, existen tendencias que establecen diferencias entre
los individuos de los cuarteles alto y bajo de la escala E.
1. Funciones generales del yo. Altos y bajos tienen un modo marca
damente diferente de manejar las tendencias de los niveles profundos tales
como la agresión, el sexo, la dependencia, la angustia, y demás. No esta
mos todavía en condiciones de afirmar que uno u otro grupo presenta con
mayor frecuencia e intensidad tal o cual tendencia, pero sí es evidente
que ambos manifiestan tenerlas todas en grado significativo. La principal
diferencia residiría en las funciones del yo y, particularmente, en la rela
ción existente entre el yo y los niveles más profundos de la personalidad.
Como ya otras técnicas ló han demostrado, en los bajos las tendencias sub
yacentes están más asimiladas al yo y, en los altos, más alienadas del yo..
Aparentemente, los bajos difieren de los altos por lo menos en los as
pectos que enumeraremos a renglón seguido. Las relaciones entre los
diversos niveles de la personalidad son más fluidas, los límites más per
meables. Las defensas del yo de los bajos dejan, relativamente, mayor
libertad a los impulsos: en el mejor de los casos, descubrimos considera
ble sublimación y, tal vez en mayor medida, encontramos que sus impulsos
han sido asimilados al yo sin quedar totalmente integrados (así lo testi
monia la repetida categoría de las “Preguntas Proyectivas” “Conflictos y
sentimientos de culpa conscientes”). Por otra parte, las defensas del yo
de los altos son característicamente más contracatéxicas, conclusión a la
que también llevó el análisis de las entrevistas; en estos sujetos hay me
nos sublimación y más tendencia a emplear defensas tales como la proyec-
PREGUNTAS PROYECTIVAS EN EL ESTUDIO DE PERSONALIDAD E IDEOLOGÍA 559
A. INTRODUCCIÓN
¿Oree usted que existe un problema judío? En tal caso, ¿en qué consiste? ¿ L e preocupa
a usted %
¿Ha tenido experiencias con judíos? ¿De qué clase? ¿Beeuerda usted el nombre de las per
sonas que participaron y otros datos específicos?
„De no ser asi, ¿en qué se basa su opinión?
570 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
colaboradores y sociables, En realidad, los armenios son más sucios que los judíos, pero los
armenios no se hacen notar tanto. Fíjese que conocí ju d ío s a quienes considero mis iguales
en todos los aspectos y a quienes aprecio mucho. n
Estas declaraciones tienen cierta reminiscencia del famoso cuento de
Poe que relata el doble asesinato de la calle Morgue, y en el cual los
transeúntes confunden los gritos salvajes de un orangután con toda clase
de idiomas extranjeros, mejor dicho con lenguas particularmente extra
ñas a cada uno de los oyentes, que son extranjeros ellos mismos. La
reacción hostil primaria va dirigida contra los extranjeros per se, quienes
aparecen rodeados de un halo “misterioso”. Tal temor infantil frente a
lo extraño sólo puede “llenarse” subsiguientemente con imágenes, este
reotipadas y útiles para tal fin, acerca de un grupo determinado. Los
judíos son sustitutos favoritos del “hombre malo” de la infancia. Pero
la transferencia del temor inconsciente a un objeto particular, teniendo
este último sólo importancia secundaria, siempre conserva un carácter
accidental. Así, en cuanto se interponen otros factores, la agresión puede
desviarse, por lo menos parcialmente, de los judíos a otro grupo, presu
miblemente a alguno que se encuentre todavía a mayor distancia social.
Nuestro líder de “boy scouts”, 5051, manifiesta una ideología pseudodemo-
crática y el deseo de promover activamente lo que considera los ideales
americanos. Además, a su juicio, no es conservador sino “predominante
mente liberal”; de allí que atempere sus inclinaciones contra judíos y
negros refiriéndose a un tercer grupo. Saca a colación a los armenios
para probar que no tiene “prejuicios”, aunque al mismo tiempo su ma
nera de formular conceptos es tal que puede mantener fácilmente los
habituales estereotipos antisemitas. Hasta cuando releva a los judíos de
su supuesta “habilidad” para los negocios lo hace, en realidad, para idea
lizar al endogrupo: le disgusta pensar que “somos menos listos que ellos”.
Si bien el antisemitismo es funcional en lo que concierne a la elección
del objeto en un plano más superficial, sus determinantes más profundos
parecen ser mucho más rígidos.
Un caso extremo de lo que podría denominarse prejuicio “móvil” es
el de M 1225 a, miembro del grupo de la Escuela Marítima. Aunque en
el cuestionario haya obtenido puntajes de valor mediano, su entrevista
muestra indicios de que se trata de un antisemita “manipulador”. La parte
de su entrevista dedicada a las minorías comienza así:
¿Qué piensa del problema de las minorías raciales? ' 1Oreo que sin lugar a dudas hay
un problema. Probablemente aquí tenga prejuicios. Como la situación de los negros. Podrían
actuar más como seres humanos.,. Entonces no habría tanto problema. ’ ’
Su agresión va totalmente dirigida contra los negros, a la manera
“idiosincrática” que también puede observarse entre los antisemitas
extremos, cuya agresividad parece estar completamente absorbida por
los judíos.
“ No saldría a navegar si en el barco hubiera un negro. Para mí tienen feo olor, Claro
que también los chinos dicen que nosotros olemos a oveja. ”
Cabe mencionar aquí que una mujer negra, sujeto del Estudio de
los Obreros, expresó disgusto por el olor de los judíos. El hombre que
nos ocupa se concentra en los negros, exonerando a los judíos aunque
de modo equívoco:
(¿Qué piensa del problema judío?) “ No creo que haya mucho problema. Son demasia
do listos como para tener problemas. Bien, son buenos hombres de negocios. (¿Tienen mucha
influencia?) Creo que tienen muchísima influencia. (¿En qué terrenos?) Bueno, en la
industria cinematográfica. (¿Abusan ele ella?) Bueno, uno siempre oye: hay que ayudar
574 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
a los judíos, hay que ayudar a los judíos. Pero nunca oye decir que habría que ayudar
a. otras razas o nacionalidades. (¿Abusan de su influencia en el cine?) Si lo hacen, es de
tal manera que no molesta.”
Nuevamente se mantiene el estereotipo antisemita en la descripción,
en tanto que el odio dirigido efectivamente contra los negros —que no
cabe explicar por el curso de la entrevista— afecta los juicios de valor
sobrepuestos. Es digno de observar el giro en lo que respecta al término
“problema”. Al negar la existencia de un “problema judío”, se ubica
conscientemente entre las personas imparciales. Cuando interpreta que
la palabra denota “tener dificultades” y recalca que los judíos son “dema-
siado listos como para tener problemas”, expresa sin saberlo su propio
rechazo. A juzgar por su teoría de la “inteligencia” de los judíos, sus
opiniones favorables acerca de éstos tienen una apariencia racional- que
indica claramente una ambivalencia. Todo odio racial es “envidia” pero
el sujeto no deja lugar a dudas de que, a su parecer, tal envidia tiene
una razón, por ejemplo, cuando acepta el mito de que los judíos domi
naban la industria alemana.
Esta entrevista señala un camino para establecer diferencias dentro
de nuestro panorama del etnocentrismo. Aunque la correlación entre el
antisemitismo y el antinegrísmo es indiscutiblemente alta, hecho que re
salta tanto en las entrevistas como en los estudios de cuestionario (vid.
'Capítulo IV), ello no significa que el prejuicio sea una masa compacta
y única. Bien puede considerarse que la disposición a aceptar ideas hostiles
a los grupos minoritarios es un rasgo más o menos unitario, pero en las
entrevistas, durante las cuales los sujetos pueden expresarse espontánea
mente, es bastante común que, momentáneamente al menos, determinada
minoría sea el principal objeto de odio. Tal fenómeno podría explicarse
en relación a la manía de persecución, la que, como se ha señalado fre
cuentemente, tiene muchos rasgos estructurales en común con el anti
semitismo. Aunque el paranoide está lleno de odio general, tiende a
“escoger” a su enemigo, a importunar a ciertos individuos que atraen su
atención: por así decirlo, se enamora negativamente. Tal vez ocurra algo
similar con el individuo fascista en potencia. Tan pronto como logra una
contracatexia específica y concreta, la que le es indispensable para fabri
carse una pseudorrealidád social, puede “canalizar” su agresividad que
de otro modo fluiría libremente, y dejar de lado otros posibles objetos
de persecución. Naturalmente, estos procesos salen a luz en la dialéctica
de la entrevista de modo más claro que en las escalas, las que apenas dan
al sujeto la oportunidad de “expresarse” sin trabas.
Añadiremos que los sujetos de nuestra muestra encuentran muchos
otros sustitutos de los judíos, tales como los mexicanos o los griegos. Libe
ralmente se atribuye a éstos, lo mismo que a los armenios, ciertos rasgos
que, por otra parte, aparecen en las imágenes sobre los judíos.
Mencionaremos aún otro aspecto del carácter “funcional” del antise
mitismo. Encontramos con harta frecuencia miembros de otros grupos
minoritarios, con fuertes tendencias “conformistas”, que eran declarada
mente antisemitas. No descubrimos trazas de solidaridad entre los dife
rentes exogrupos. Por el contrario, observamos que existe una inclinación
a hacer “recaer la carga” sobre otros, a difamar a los demás grupos- para
enaltecer el propio status social. Veamos el ejemplo de 5023, mexicano de
origen y “psiconeurótico con estado de angustia”:
Descendiente de mexicanos, nacido en nuestro país, se identifica eon la raza blanca y
piensa que “ somos superiores” . En particular, le disgustan los negros y siente total aver
sión por los judíos. Considera que son todos iguales y desea tener el menor trato posible
LOS PREJUICIOS A TRAVÉS DE LAS ENTREVISTAS 575
con ellos. No nos sorprende saber que este contradictorio sujeto se casaría- con una judía,
en caso de estar realmente enamorado de ella. Por otra parte, es partidario de. que ,se
tenga a negros y judíos bajo control y de que “ se los mantenga en su lugar. ”
El entrevistador considera que 5068, cuyas palabras reproducimos
a continuación, representa una “pauta que probablemente se encuentre
muy a menudo en la segunda generación de norteamericanos que se
autotitulan «ítalo-americanos»”. Sus prejuicios son de tipo político-fascista,
evidentemente matizados con fantasías paranoides:
Be trata de un individuo de pura extracción italiana y naturalizado en la época de la
Primera Guerra Mundial. Está muy orgulloso de su origen y durante largo tiempo, en la
primera época de Mussólini, tuvo participación activa en organizaciones ítalo-americajnas.
Sigue considerando que la guerra contra Italia fue un paso muy desafortunado. En lo
que concierne a las otras minorías es una persona muy prejuiciosa. Piensa que los mexi
canos son bastante parecidos a los italianos, de manera que no habría nada que reprocharles
si fueran más educados. Pero, por el momento, opina que es un pueblo que todavía necesita
mucha, educación. Oree que el trato dado a los japoneses californianos fue muy justo y que
debe permitirse el lento retorno de aquellos que demostraron merecer confianza. Eeconoce
que la situación de los negros es muy difícil. En su opinión, deberían dictarse leyes defini
das, particularmente en lo relativo a los casamientos ínter raciales, y establecerse una línea
de color “ fijando dónde p u e d e vivir cada uno.” “ A pesar de lo que dicen, los negros
del Sur son en realidad los que mejor están.” “ Lo malo de los judíos es que son todos
comunistas y, por esa razón, gente peligrosa.” Nunca ha- tenido dificultades en su trato
personal con los judíos. Afirma que en el comercio los judíos son “ estafadores” y “ se
ayudan entre sí” . En cuanto a la solución de este problema, dice-. “ En realidad, los judíos
deberían educar a los suyos. El modo como se mantienen «nidos muestra que en el fondo
tienen más prejuicios contra los gentiles que los gentiles contra ellos.” Ilustra esta idea
relatando una larga historia, que no puede anotar detalladamente, acerca de un conocido
suyo a quien la familia de la esposa judía no le permitía comer en la misma vajilla.
Luego, podemos mencionar a 5052, hombre antisemita, de ascenden
cia negro-hispánica, que tiene fuertes tendencias homosexuales. Es artista
de un club nocturno; el entrevistador resume su impresión diciendo que
este hombre quiere dar a entender “no soy un negro, soy un artista”. El
elemento de identificación social es evidentemente el factor responsable
dedos prejuicios de este miembro de una minoría despreciada.
Por último, hemos de referirnos a una curiosidad: la entrevista de un
turco, no evaluada debido a que el sujeto tenía una .inteligencia algo
inferior a lo normal. Lanzó violentas diatribas antisemitas hasta que,
hacia el final de la entrevista, se descubrió que él mismo era judío. El
complejo de antisemitismo que existe en los grupos minoritarios y entre
los propios judíos presenta serios problemas y merece estudio aparte.
Aun en las casuales observaciones que pudimos hacer sobre nuestra mues
tra, bastan para corroborar la sospecha de que las personas que sufren
presiones sociales tienden frecuentemente a transferir tales presiones a
otros, antes que a hermanarse con sus compañeros de infortunio.
C. EL ENEMIGO IMAGINARIO
Los ejemplos presentados acerca del carácter “funcional” del antise
mitismo y de la relativa facilidad con la que puede trasladarse el pre
juicio de un objeto a otro, sugieren una hipótesis: a juzgar por su conte
nido intrínseco, los prejuicios tienen poca o ninguna relación con la
naturaleza específica de su objeto. Daremos ahora pruebas más directas
en apoyo de nuestra tesis, cuya conexión con categorías clínicas como la
estereotipia, la incapacidad para tenér “experiencias”, la proyectividad y
las fantasías de poder es bastante evidente. Proporcionan tales pruebas
las declaraciones que son ya directamente autocontradictorias, ya incom
patibles con los hechos, y tienen, además, un carácter manifiestamente
576 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
pero, en verdad, consideraba que 3o que hacía con los judíos estaba, bien. Dice que en este
país Regaremos a un. punto en el que vamos a tener que hacer a l g o 7’,
A veces se pone al descubierto el aspecto proyectivo de las fantasías
de dominación judía. Aquellos cuyos deseos semiconscientes culminan
en la idea de que se debe abolir la democracia e implantar el gobierno
de los fuertes, llaman antidemocráticas a las mismas personas cuya única
esperanza reside en el mantenimiento de los derechos democráticos. 5018
es un ex sargento de la marina, de 32 años de edad, que mereció puntajes
altos en todas las escalas. El entrevistador sospecha que es “algo para-
noide”. El sujeto sabe que “no puede considerarse a los judíos como una
raza, pero son todos iguales. Tienen demasiado poder aunque creo que,
en realidad, eso es culpa nuestra”. Luego expresa los siguientes conceptos;
Daría buena cuenta ele los judíos impidiéndoles por ley dominar en el comercio. Con
sidera que todas las personas que piensan como él podrían dedicarse a los negocios para
competir con los judíos y tal vez superarlos, pero, añade, “ lo mejor sería mandarlos a Pa
lestina y que se embromen entre sí. Tuve algunas experiencias con ellos; algunos eran buenos
soldados, pero no muchos.” El sujeto dio a entender luego que es imposible solucionar el
problema con los suaves métodos democráticos, porque “ no puede esperarse que colaboren
en una democracia.”
dría no ser una propensión circunscripta a gente del tipo aquí estudiado, sino
que existiría también en casos mucho menos extremos. Toda política de
defensa bien planeada debe tomar en cuenta esta posibilidad. Por otra par
te, ha de descartarse el optimismo en cuanto a los efectos higiénicos del
conocimiento personal. La estereotipia no puede “enmendarse” mediante
la experiencia; es preciso reconstruir la capacidad de tener experiencia
si es que se quiere evitar el desarrollo de ideas que cabe considerar malig
nas en el sentido más literal, clínico, de la palabra.
D. ANTISEMITISMO, ¿PARA QUÉ?
Es hipótesis básica del psicoanálisis la suposición de que los síntomas
“tienen algún sentido” en la medida en que llenan una función especifica
dentro de la economía psicológica del individuo y debe considerárselos,
por regla general, como agentes vicarios que tienen la misión de satisfacer
los deseos reprimidos o actúan como defensa contra los mismos. Lo tra
tado anteriormente ha servido para poner de manifiesto el aspecto irracio
nal de las actitudes y opiniones antisemitas. Puesto que su contenido es
inconciliable con la realidad, no cabe duda de que podemos llamarlas,
síntomas. Pero se trata de síntomas que no es dable casi explicar por los
mecanismos de la neurosis; además, el individuo antisemita como tal, el
fascista en potencia, no es ciertamente un psicótico. Escapa a los alcances
de nuestra investigación el buscar la explicación teórica última de un
síntoma enteramente irracional que, sin embargo, no parece afectar la
‘‘normalidad” de quienes lo exhiben. Mas creemos justificado preguntar:
¿cui bono? ¿Qué fines cumple en la vida de nuestros sujetos el modo de
pensar antisemita? Sólo podremos encontrar respuesta definitiva si nos
remontamos a las. causas primigenias de la creación y petrificación de los.
estereotipos. En capítulos anteriores presentamos elementos de juicio que
pueden ayudarnos en la búsqueda de tal respuesta. Aquí nos limitamos a.
un plano más próximo a la periferia del yo, y es así que preguntamos:
¿Qué le “da” el antisemitismo al sujeto dentro de las configuraciones,
concretas de su experiencia adulta?
Indudablemente, el prejuicio llena algunas funciones que pueden con
siderarse racionales. No es necesario escarbar en las motivaciones más.
profundas para comprender la actitud del granjero que quería apoderarse
de la propiedad de su vecino japonés. También podría decirse que es
racional la actitud de aquellos que postulan la dictadura fascista y aceptan
los prejuicios como parte de una plataforma política general, aunque en
este caso la cuestión de la racionalidad se complica, pues ni el objetivo
de tal dictadura parece racional en relación a los intereses del individuo,
ni la aceptación automática y absoluta de una fórmula hecha puede tenerse
por racional, Momentáneamente, nos interesa antes que nada un problema
de índole algo diferente. ¿Qué aporta a la adaptación efectiva de personas
por lo demás “sensatas” el apoyar ideas apartadas de la realidad y que
ordinariamente asociamos con la inadaptación?
A los objetos de dar una respuesta provisional a nuestra pregunta,
anticiparemos una de las conclusiones extraídas del estudio de las seccio
nes política y económica de las entrevistas (Capítulo X V II), a saber, que
cuando se trata de asuntos sociales que sobrepasan el campo de su expe
riencia más inmediata, nuestros sujetos muestran ignorancia y confusión
generales. La objetivación de los procesos sociales, la obediencia a leyes
supraindividuales intrínsecas, parecería abrir una brecha entre el inte
lecto del individuo y la sociedad. Tal separación crea desorientación acom
pañada de temor e incertidumbre. Como se verá, no es desacertado pensar
LOS PREJUICIOS A TRAVÉS DE LAS ENTREVISTAS 5 81.
: “ Sí, creo que e x is te eso que llaman problema judío y problema negro, pero considero
qué, en esencia, es realmente un problema de la mayoría,’7 Opina que es preciso educar
más a las masas ignorantes y mejorar las condiciones económicas, de manera que no haya
necesidad de buscar un ehívo emisario. En general, parecía conocer bastante bien el pro
blema; además, manifestó desaprobar el antisemitismo y la. discriminación contra los ne
gros. ÉHo no obstante, su modo de encarar el asunto, amén de su tendencia a tratarlo como
cuestión puramente académica, señalaría que no estaba profundamente convencido de lo que
decía y que simplemente repetía frases hechas.
El propio término “problema” parece sugerir una idea demasiado
ingenua de justicia sensata, moldeada según una fórmula democrática
intermedia aplicada a terrenos donde las decisiones sólo deberían tomarse
según lo dictaran los méritos de cada caso. El hombre que habla del
“problema” cae fácilmente en la tentación de afirmar que todo problema
tiene'dos lados, con la cómoda consecuencia de que los judíos debert haber
hecho algo malo para sufrir tal exterminio. Esta pauta de “sensatez” con
formista se presta sobremanera a servir como defensa de varias clases y
formas de irracionalidad.
La afirmación de que todos los judíos son iguales no sólo nos libera de
cualquier factor perturbador sino que, además, con su amplitud, confiere a
quien juzga el aire de grandiosidad que corresponde a la persona que ve
el todo sin permitir que lo distraigan pequeños detalles; en suma, un jefe
intelectual. Al mismo tiempo, la idea de que “todos son iguales” sirve para
racionalizar el hecho de ver los casos individuales como simples especí
menes de una generalidad de la que puede darse cuenta mediante medidas
generales que son tanto más radicales por cuanto no requieren excepciones.
Brindaremos un solo caso ilustrativo de una persona que todavía parece
percatarse de que “no debería”, aunque la idea de que “todos son iguales”
la lleva a las fantasías más descabelladas. F116 obtuvo puntaje mediano
en la escala E, pero cuando surgió la cuestión de los judíos:
(¿Y los judíos?) “ Bueno, aquí es donde mis sentimientos son bien definidos. No me
enorgullezco de ello. No creo que sea bueno ser tan prejuieioso, pero no puedo evitarlo. (¿Qué
le disgusta de los judíos?) Todo. No puedo decir nada a su favor. (¿Hay excepciones?) No,
nunca co n o cí a ninguno que fuera excepción. Siempre esperé encontrar alguno que lo fuera.
No es lindo pensar así. Trato de ser lo más agradable y educada., pero siempre termina igual.
Engañan a los demás y se aprovechan de todos. (¿Podría suceder que conociera personas
judías que ganaran su aprecio y que usted no supiera que lo son?) ¡Oh, no!, no creo que
ningún judío pueda ocultar que lo es. Siempre los reconozco. (¿Qué aspecto tienen?) Atracti
vo. Van muy bien vestidos. Y siempre parece que supieran exactamente lo que quieren.
(¿Hasta qué punto ha profundizado en el trato con judíos?) Bueno, en mi niñez no conocí a
ninguno. La verdad es que nunca vi uno hasta que vine a vivir a San Francisco, hace 10
años. El primero que conocí fue el dueño de la casa. Fue terrible. Teníamos una casa pre
ciosa en Denver y me disgustó mucho dejarla. Y aquí me encontré metida en un feo departamen
to, mientras el dueño hacía todo lo posible para empeorar las cosas. Si el día en que tocaba
pagar el alquiler era domingo, allí estaba él bien tempranito y despierto. Después conocí ;
a muchos más. Trabajé para judíos. Hay judíos en el banco. Están en todas partes, donde- '
quiera haya dinero. Mis vecinos son judíos. Decidí ser educada. Después de todo, no me
podía mudar y era mejor estar en buenos términos. Nos piden prestada la cortadora de
pasto. D ic e n que no tienen una porque en tiempo de guerra es imposible comprársela. Pero
lo que pasa es que esas máquinas cuestan dinero. La semana pasada hicimos una fiesta y
ellos llamaron a la policía. Al día siguiente fui a ver a mi vecina porque sospechaba que eran
ellos quienes habían hecho la denuncia. Me dijo que sí, y entonces le pregunté si no le
parecía que primero debería haberme llamado a mí. Ella contestó que un hombre se había
puesto a cantar en nuestro patio y despertó a su hijo, entonces se enojó tanto que llamó a la
policía. Yo le pregunté si se había fijado que su nene se le pasó llorando tres meses después
que lo trajo del hospital. Desde entonces se está arrastrando, y eso me da más rabia.”
Los sujetos de puntaje alto dicen con bastante frecuencia que “no
.deberían”, se dan cuenta de que no “tendrían” que pensar cómo lo hacen,
pero conservan sus prejuicios como bajo una especie de compulsión que,
al parecer, es más fuerte que los agentes morales y racionales de que
584 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
Mas no es ésta la forma clásica del concepto de las “dos clases”. Ésta
es mejor expresada por el ya citado líder de “boy scouts”, 5151, aquel que
sacó a colación a los armenios:
"Tomemos a los judíos. En todas las razas hay personas buenas y malas. Eso ya se
sabe, y sabemos que el judaismo no es una raza sino una religión; pero 3o malo es que hay
dos tipos de judíos. Están los judíos blancos y Jos kikes. Yo sostengo que los judíos
blancos odian a los kikes tanto como nosotros. Hasta conocí a un judío bueno, comerciante
él, que echó de su tienda a unos kikes, llamándolos kikes y dieiéndoks que no quería saber
nada de ellos. ”
Tal vez el estudio del antisemitismo entre los propios judíos corro
boraría la hipótesis de este hombre. En Alemania, por lo menos, los judíos
“autóctonos” hacían una marcada separación entre ellos y los refugiados
e inmigrantes provenientes del Este, y muchos se consolaban con la idea
de que la política nazi estaba dirigida únicamente contra los “Ostjuden”
Distinciones de esta suerte parecen promover la persecución gradual de
los judíos, grupo por grupo, merced a la fácil racionalización de que quie
nes no pertenecen al grupo perseguido quedan excluidos. La estructura
de la persecución antisemita se caracteriza por comenzar con objetivos
limitados para ir extendiéndose sin que nada la detenga. Y es precisa
mente esta peculiaridad la que da carácter siniestro al estereotipo de las
.“dos clases”. La separación entre “blancos” y “kikes”, arbitraria e injusta
de por sí, invariablemente se vuelve contra los así llamados “blancos”,
quienes son los “kikes” de mañana.
Encontramos -pruebas de que tal división es independiente de su
objeto, en las opiniones de M 1229 m, de la Escuela Marítima, que obtuvo
puntajes altos en todas las escalas. Este sujeto hace respecto a-los judíos
una separación análoga a la que acostumbran formular algunos sureños
en cuanto a los negros. En este caso parece existir cierta escisión entre
el prejuicio racial general y una relativa libertad de actitudes y experien
cias más personales,
(¿El problema judío?) ‘‘No es un problema terrible. Me llevo bien con ellos. Los
judíos del Sur son diferentes a los del Norte. Los del Sur no son tan codiciosos. (¿Casamiento
de la hija con un judío?) No tengo inconvenientes, no hay problema. Hay muchas familias
judías en Calveston. En Texas no hay prejuicios contra los judíos.; ’
sangre judía* Los judíos tie n e n nariz larga, poca estatura, son pequeños taimados. Las muje
res tienen cabello oscuro, ojos oscuros, son más bien vulgares.”
Digamos, de paso, que esta estudiante, para quien la “educación” es-
algo primordial, se cuenta entre los que dan signos de no tener la con
ciencia tranquila.
La sujeto sabe que tiene prejuicio; considera que ella misma también necesita educarse,
trabajando con gente de diferentes razas.
La debilidad intrínseca de la idea del “mejor amigo”, que simula dar-
lugar a la experiencia humana sin expresarla verdaderamente, se pone
al descubierto en la siguiente cita, en la cual se traza la línea divisoria
entre el amigo y los “kíkes” de tal manera que ni siquiera el “amigo”'
queda totalmente aceptado.
(¿Los judíos?) “ Hay judíos y judíos. Tengo una. amiga muy buena que es judía, pero-
eso no entra para nada en nuestra relación, sólo q u e ella está en una organización de mu
jeres judias. (¿Quenda que entrara en su grupo femenino?) Bueno... (pausa)... creo que-
no tendría ningún inconveniente. (¿Dejaría entrar a todas las chicas judías?) No. Un judío
está bien, ¡pero cuando se juntan muchos...1 (¿Qué pasa?) Se meten en todo y quieren diri
girlo todo —se unen para servir a sus propios intereses—: el judío Mke es deshonesto por
donde se lo mire. En San Er and seo uno se los encuentra en la calle Eillmore. Nunca tuve
experiencias personales con judíos kikes. Oreo que me viene de familia. Mi padre es muy
enemigo de los judíos, no sé por qué. (¿Los nazis?) Eso es innecesario, tienen derecho a
vivir, no hay razón para excluirlos, siempre que no traten de usurpar los derechos de los--
demás. En la escuela secundaria conocí muchos judíos. Se mantenían bastante apartados-
No crea que lo digo por repetir lo que otros dicen. Me gustarían los judíos si no tuvieran
todas esas características judías. La nariz, la boca, la voz típica de los judíos. La presencia
dé un judío crea tensión. Esa vo z chillona, esa nariz larga y en punta. No conozco el
nombre de grupos antisemitas pero creo que existen en nuestro país.”
Esta muchacha, a quien el entrevistador encontró “muy estricta”,,
dice algo que merece especial atención, a saber, que la presencia de un
judío crea tensión. Tenemos sobradas razones para suponer que esto su
cede con frecuencia. No se podría atribuir esta tirantez únicamente a la
existencia de sentimientos de culpa reprimidos o considerar que se trata
meramente de una “actitud de reserva” ante un “extraño”. Es necesario,
por lo menos, dilucidar los aspectos concretos de tal reserva en el con
tacto social Aventuramos la hipótesis de que la misma se debe a cierta-
incomodidad y desasosiego que siente el propio judío al estar en com
pañía de “gentiles”', y a una reticencia de los judíos, profundamente-
enraizada en la.historia, a entregarse a la jovialidad “amable” y caer-
en el inocente abandono de sí mismo para gozar del momento. Puesto
que éste puede ser un factor concreto que contribuye al antisemitismo,
independientemente de la estereotipia tradicional, estimamos que futuras
investigaciones deberían ocuparse detenidamente de dicho complejo. ■
En cuanto a la demostración de nuestro aserto de que la idea de las-
“dos clases” no tiene relación con su objeto sino que es, más bien, una
pauta psicológica estructural, nos limitaremos a probarlo con dos ejem
plos. Veamos el caso de la estudiante de enfermería 5013, que, en general,
mereció -puntajes altos en las escalas.
Sus sentimientos respecto a los japoneses, mexicanos y negros son similares a los que
experiménta hacia los judíos. En todos los casos sustenta una suerte de teoría de bifurca
ción, como por ejemplo: hay japoneses buenos a quienes debería permitírseles volver a Cali
fornia, pero también los hay malos cuyo retorno habría que prohibir. También mexicanos-
y negros quedan divididos en dos grupos. Cuando señalamos a la entrevistada que tal vez
entre la gente de su mismo origen haya buenos y malos, la muchacha lo admite ^pero>
considera que, en este caso, la línea de separación, entre unos y otros n o es ta n definida.
A su parecer, el problema de los negros es más importante que el de las otras minorías,,
pero aelara que en el hospital le dirige 3a. palabra a las enfermeras y los médicos de eolor,.
.588 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
Ai llegar a este punto, relata una larga anécdota acerca de una paciente negra a quien
atendió, la cual le dijo que los negros se habían ganado las dificultades que tenían por
aspirar a la igualdad con los blancos. La entrevistada opina que el juicio de esta negra
es muy acertado y está de acuerdo con ella.
En el caso de los sureños, la idea de las “dos clases” se aplica fre
cuentemente a los negros. Es así que los que permanecieron en el Sur
son alabados y los que se fueron de la zona, condenados por exigir una
igualdad a la que no tenían derecho. Esta actitud, con sus racionaliza
ciones patriarcales y feudales, puede considerarse semirrealista por cuan
to, a los ojos de estos sujetos, “el negro del Sur perteneciente al hombre
blanco” está más subordinado y se presta mejor como objeto de explotación.
Pero este concepto de las “dos clases de negros” desemboca muchas veces en
ideas muy diferentes, como sucede en el caso de F 340 a. Se trata de una
mujer que en F y CPE obtuvo puntajes altos y en E, medianos.
Ahora los negros se están poniendo tan arrogantes, vienen a la agencia de empleos
y dicen que no les gusta éste o el otro trabajo. Pero en la agencia de empleos trabajan algu
nos que son muy simpáticos e inteligentes. Entre nosotros hay gente simpática y antipática.
Los negros que siempre vivieron en Galdand son muy buenos; ellos mismos tampoco saben
•qué hacer con todos eso-s que están viniendo del Sur. Todos van armados con cuchillo; si
mío hace algo que no les gusta, 'se la cobran y lo cortan a uno en pedacitosV*
En este caso, la idea de las “dos clases” resulta en francas fantasías
.persecutorias.
F. EL DILEMA DEL ANTISEMITA
Si el antisemitismo es un “síntoma” que llena una función en la
“economía” de la psicología del sujeto, cabe postular que este síntoma
no es algo que “existe” simplemente, como mera expresión de lo que
es el individuo, sino que se trata del producto de un conflicto. Su mismo
carácter Irracional se debe a la dinámica psicológica que fuerza al indi
viduo, por lo menos en ciertos campos, a abandonar el principio de la
realidad. En capítulos anteriores nos hemos dedicado a estudiar el con
cepto del prejuicio como síntoma resultante de un conflicto. Aquí no nos
ocuparemos tanto de las pruebas clínicas de la existencia de conflictos
determinantes cuanto de los signos de conflicto en el fenómeno del anti
semitismo propiamente dicho. En las últimas secciones ya presentamos
algunos elementos de juicio al respecto. La idea del “problema” así como
la dicotomía aplicadas al exogrupo representan una suerte de componenda
entre las necesidades subyacentes y los estereotipos hostiles, por un lado,
y las exigencias de la conciencia y el peso de la experiencia concreta, por
el otro. El sujeto que “opina” sobre los judíos desea, por lo regular, man
tener cierto sentido de la proporción, por lo menos en lo formal, aun
cuando el contenido de sus consideraciones racionales sea falso y su su
puesta comprensión esté distorsionada por los mismos impulsos instin
tivos que tiene la misión de contener.
La fórmula que en las declaraciones de los sujetos de puntaje alto
denuncia la existencia de conflictos es, como dijéramos arriba, la frase
“no debería, pero.,. Esta fórmula es producto de un notable desplaza
miento. Se ha señalado que el antisemita se debate entre la estereotipia
negativa y las experiencias personales que la contradicen.1 Pero en cuanto
1 L a p ru e b a m ás d rá s tic a c u fa v o r de e sta h ip ó te s is es, d esde luego, la co stu m b re de h a ce r
d ife re n c ia s e n tre los .indios a q u ien es se conoce p e rso n a lm e n te , que son “ b u e n o s " , y el resto-, que
son los “ H i t e s " . E n o p o rtu n id a d e s, el su je to c o n c re ta y a c lá re e ü o ló s ita m e n te e sta c o n tra d ic c ió n .
N os re fe rim o s al caso de 5057, p re s e n ta d o d e ta lla d a m e n te en el C apítulo XIX, quien, p r á c tic a
m e n te , e x p lica que su p ro p ia p a rc ia lid a d es re s u lta d o de u n re sq u e m o r nacido en la infancia, a con
s e c u e n c ia de un episodio con u n fia m b re ro ju d ío .
LOS PREJUICIOS A TRAVÉS DE LAS ENTREVISTAS 589
G. FISCAL Y JUEZ
En el plano ideológico, el conflicto antisemita consiste en el choque
entre los estereotipos prejuiciosos corrientes, “aprobados” por nuestra,
cultura, y las normas democráticas y de igualdad humana oficialmente
predominantes. Desde el punto de vista psicológico, el conflicto es la
pugna entre ciertas tendencias del ello, reprimidas o preconscíentes, por
una parte, y el superyo, o su sustituto convencional más o menos exter-
nalizado, por la otra. Es difícil predecir o aun explicar satisfactoriamente,,
en base a nuestros datos, en qué sentido se resolverá este conflicto en
cada caso individual, aunque puede conjeturarse que, si se llega a per
mitir que cualquier medida de prejuicio entre en el modo de pensar ma
nifiesto de una persona, la balanza se inclinará notablemente hacia una.
expansión siempre creciente de los prejuicios. Además, tenemos razones
para suponer que éste será el resultado del conflicto en todos los casos
en que existe patentemente el síndrome de la personalidad fascista en
potencia. Si el conflicto interior del individuo ha quedado decidido en
contra de los judíos, casi sin excepción la decisión misma será raciona
lizada en términos morales. Es como si las fuerzas internas del prejuicio,
tras haber vencido las tendencias que se le oponían, coronaran su victo
ria apoderándose de las derrotadas energías contrincantes para ponerlas.
LOS PREJUICIOS A TRAVÉS DE LAS ENTREVISTAS 591
! £
a su propio servicio. El superyo se convierte en vocero del ello, por asi
decirlo, configuración dinámica que, añadiremos, no es totalmente nueva
para el psicoanálisis. Podríamos decir que, dentro de la personalidad, los
impulsos que se expresan en el antisemitismo hacen las veces de fiscal,
y la conciencia, de juez, y considerar que ambos forman un todo fusio
nado. Dentro de la personalidad prejuiciosa, el judío es sometido a una
parodia de juicio. Ésta es una de las razones psicológicas por las que el
judío tiene probabilidades de defenderse con buen éxito contra la perso
nalidad intolerante. Es de observar que las prácticas judiciales de la
Alemania nazi seguían exactamente el mismo patrón, que en el tercer
Keieh no daba a los judíos la oportunidad de defender su causa, sea
en juicios legales privados, sea colectivamente. Se verá que la expro
piación del superyo por el carácter fascista, acompañada de escondidos
sentimientos de culpa inconsciente' que es preciso silenciar violentamente,
a cualquier precio, contribuye de modo decisivo a. que la “discriminación,
cultural” se transforme en una actitud insaciablemente hostil que se
alimenta de impulsos destructivos.
Hay un claro índice de que el superyo ha caído vencido por la ideo
logía antisemita; nos referimos a la aseveración de que los judíos son-
más responsables que sus victimarios de todo lo que sufren y, más particu
larmente, del genocidio cometido por los nazis, El antisemita se arma
de un clisé que, al parecer, torna definitivamente aceptable esta idea:
se dice que los judíos “se lo ganaron”, no importa qué sea “lo que gana
ron”. M 107, el joven que contestó a todos los ítems del cuestionario con
-j~ 3 ó — 3, pero se clasificó en el cuartil alto de las tres escalas,:cons
tituye un buen ejemplo de esta pauta de racionalización, en la que se si
gue la dudosa lógica de que “donde hay cenizas hubo brasas”:
“ Nunca pude comprende!' por qué Hitler fue tan brutal con ellos. Tiene que haber
habido una razón, algo que lo provocara. Algunos dicen que Hitler quería, mostrar su.
autoridad, pero lo dudo. Sospecho que los judíos contribuyeron mucho a que las cosas
fueran así. ”
Otro sujeto, 5064, líder de los “boy seouts” de Dos Ángeles y carnicero-
de profesión, muestra notablemente de qué manera el concepto moralista
de la responsabilidad judía conduce a una completa inversión de papeles
entre víctima y victimario. Este hombre obtuvo puntajes altos en E y F,
más bajos en CPE. Aunque formalmente condena las atrocidades . come
tidas por los alemanes, hace una sorprendente acotación:
“ Ningún norteamericano puede aprobar lo que los nazis lucieron con los judíos.
Espero que los judíos hagan algo para evitar que nosotros lleguemos a una situación pa
recida. La solución está en la educación, particularmente de las minorías’*.
Este tipo de perversión mental parece utilizar una idea tomada de-
la sabiduría liberal tradicional: Dios ayuda a quien se ayuda a sí mismo..
Son los judíos quienes están en peligro, por lo tanto, Ies toca a ellos
arreglar su situación. En una atmósfera cultural en la que el triunfo
ha llegado a ser una importante vara de medida de todos los valores,
la precaria situación de los judíos obra como argumento en su contra.
No puede dejar de verse la afinidad que existe entre esta actitud y el
tema de que “los pobres no merecen piedad”, del cual nos ocuparemos
en el capítulo dedicado a la política. Igual línea de pensamiento se apre
cia en la entrevista de otro líder de “boy seouts”, 5044, hombre de 55 años,
nacido en Austria y exageradamente americanizado, que en todas las
escalas obtuvo puntajes altos:
590 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
Cuando se le inquirió acerca de los rasgos judíos, mencionó en primer término (íla
nariz judía” . Además, cree que los judíos tienen ciertos rasgos de carácter totalmente
propios que nunca cambiarán. 44 Siempre quieren discutir; algunos son avaros (aunque,,
en verdad, no todos, porque algunos son generosos); hablan con las manos y son muy
enfáticos.” Considera que cada vez hay más desagrado respecto a los judíos, tendencia
a la que opone reparos. “ Creo que somos egoístas actuando del mismo modo qne repro
chamos a los judíos.” No le gusta oír hablar mal de los judíos, pero no sería capaz de
defenderlos en una discusión. Esto parece ser simultáneamente función de su escasa dis
posición a discutir y de cierta actitud que la lleva a mantenerse apartada, a no compro
meterse en el problema del antisemitismo.
El reflejo subjetivo del conflicto entre estereotipia y experiencia a
la inversa, que produce la rigidez de la supuesta experiencia, tiene claro
ejemplo en las declaraciones de M 1230 a, sujeto de puntaje mediano per
teneciente al grupo de la Escuela Marítima:
(¿Qué opina acerca del problema- de las minorías raciales?) 44Bueno, para los ex
tranjeros recién llegados, es toda una cuestión. Se supone que este país es un crisol donde
todo se funde. Pero no debería dejarse entrar a demasiada gente de ésa... Y el problema
de los negros... Trato de ser liberal, pero me crié en un estado donde hay muchos ne
gros... Oreo que nunca llegaré a ser partidario de qne se le dé a los negros iguales de
rechos en todo... Y también están los extranjeros, uno siente disgusto natural por ellos.,
sin embargo, todos fuimos extranjeros una v e z ...”
El dilema del antisemita puede reseñarse en las palabras textuales
•de la estudiante 5005, que entró en el cuartil alto de E y F, y en el bajo
de CPE:
‘ 4Oreo que no debería existir un problema judío. No habría que practicar discrimi
nación contra nadie, sino juzgar a cada uno según sus méritos. No me gusta, que se hable
de problema. Por* cierto que soy contraría a los prejuicios. Eos judíos son agresivos, mal
edueados, cerrados, intelectuales, limpios, ruidosos, demasiado sexuales y llenan barrios.
Tengo que admitir, sin embargo, que mis opiniones no se basan en un gran conocimiento
directo; sólo repito lo que oigo decir siempre. En mi escuela hay pocas chicas judías y
ya me referí a mi amistad con una de ellas.”
En este caso, la contradicción entre juicio y experiencia es tan nota
ble que sólo puede explicarse la existencia de prejuicios por la acción,
de fuertes impulsos psicológicos.
G. FISCAL Y JUEZ
En el plano ideológico, el conflicto antisemita consiste en el choque
entre los estereotipos prejuiciosos corrientes, “aprobados” por nuestra,
cultura, y las normas democráticas y de igualdad humana oficialmente
predominantes. Desde el punto de vista psicológico, el conflicto es la
pugna entre ciertas tendencias del ello, reprimidas o preconscientes, por
una parte, y el superyo, o su sustituto convencional más o menos exter-
nalizado, por la, otra. Es difícil predecir o aun explicar satisfactoriamente,,
en base a nuestros datos, en qué sentido se resolverá este conflicto en
cada caso individual, aunque puede conjeturarse que, si se llega a per
mitir que cualquier medida de prejuicio entre en el modo de pensar ma
nifiesto de una persona, la balanza se inclinará notablemente hacia una.
expansión siempre creciente de los prejuicios. Además, tenemos razones
para suponer que éste será el resultado del conflicto en todos los casos
en que existe patentemente el síndrome de la personalidad fascista en
potencia. Si el conflicto interior del individuo ha quedado decidido en
contra de los judíos, casi sin excepción la decisión misma será raciona
lizada en términos morales. Es como si las fuerzas internas del prejuicio,
tras haber vencido las tendencias que se le oponían, coronaran su victo
ria apoderándose de las derrotadas energías contrincantes para ponerlas.
LOS PREJUICIOS A TRAVÉS DE LAS ENTREVISTAS 591
ífScm los judíos y no los gentiles quienes tendrían que tomar la iniciativa. Después de
todo, son ellos los que pueden verse en serias dificultades. No deberían pisar a los demás.”
Mientras que los judíos “se lo ganan”, la política nazi de exterminio
se justifica o bien se considera como una exageración de los propios
judíos, a pesar de todas las pruebas en contrario. Un hombre de puntaje
alto, M 359, jefe de sección de una curtiembre, es una de esas personas
que tienen “muchos amigos íntimos judíos”. Esto no es óbice para que
mereciera puntaje alto en las escalas E y CPE aunque más bajo en F.
Tampoco este hecho le impide declarar lo siguiente:
(¿Conducta de los nazis?) í£No puedo convencerme de que trataran así únicamente
a los judíos. Me parece que es propaganda judía para ganarse simpatías y ayuda exage
rando sus desgracias, aunque no crea que yo simpatizo con el modo en que los nazis tra
taron a los p u e b lo s. ”
La falta de piedad que acompaña a esta actitud de semijustificación
de los nazis puede apreciarse en las opiniones pseudorraclónales que este
mismo sujeto emite sobre Palestina: expresa el deseo de que “los judíos
tengan su oportunidad” pero, simultáneamente, excluye toda perspectiva
de buen éxito recordando la perversidad supuestamente inmodificable de
los judíos:
(¿Solución?) ((Mandarlos a Palestina es tonto porque es demasiado pequeña. Es una
buena idea que tengan país propio, pero que sea bastante grande como para que puedan
progresar normalmente, aunque los judíos no serían felices. Sólo están contentos cuando
tienen otros que trabajen para ellos” .
La explicación de que los “judíos se lo ganaron” se emplea como
racionalización de los deseos destructivos que, de otra manera, la censura
del yo no permitiría pasar. En algunos casos esto se presenta disfrazado
bajo la forma de una opinión objetiva; así se aprecia en las palabras de
5012, oficial naval subordinado, ya dado de baja, de 21 años de edad, que
en todas las escalas mereció elevado puntaje:
‘‘No quiero saber nada con ellos. Son una molestia, pero no una amenaza. Ya recibirán
lo que merecen por su conducta.”
Pero F 103, ex estudiante de asistencia social ahora dedicada al arte
decorativo, habla sin tapujos:
£<De ningún modo culpo a. ios nazis por lo que- hicieron con los judíos. Sé que mis
palabras pueden parecer terribles, pero si los judíos actuaban así como los veo aquí, no
culpo a los nazis. Nunca he tenido experiencias personales desagradables con judíos, es
simplemente su modo de actuar. No ayudes a tus semejantes, ése es su credo.”
En este caso, la interrelación entre el deseo de muerte y la racio
nalización moralista toma dimensiones realmente aterradoras. Es particu
larmente digno de nota el hincapié que hace la estudiante sobre su propia
irracionalidad, a pesar de que racionaliza en cuanto a la maldad innata
de los judíos. Cuando confiesa que nunca ha tenido experiencias adver
sas con judíos, pone de relieve un importante aspecto de todo el fenó
meno del extremismo antisemita. Se trata de la fantástica despropor
ción que existe entre la “culpa” judía —aun la concebida por el propio
antisemita— y el fallo que se pronuncia en su contra. En secciones ante
riores nos hemos referido al papel que cumple el tema del “intercambio”
en la mentalidad de la persona prejuiciosa. Es frecuente que nuestros
sujetos de puntaje alto se lamenten de que nunca reciben todo lo que
merecen, de que todos los explotan. Este sentimiento de que son vícti
ma de una injusticia va ligado a tortísimos deseos subyacentes de posesión
y apropiación. Consecuentemente, cuando estos sujetos hablan de hacer
LOS PREJUICIOS A TRAVÉS DE LAS ENTREVISTAS 593
Considero que no es justo que se atienda tanto a los refugiados. Creo que ellos mismos ten
drían que ocuparse de sus propios problemas*’.
Es digno de mención el hecho de que, cuando esta mujer expone la
idea de que “correrá sangre”, no aclara de quién es la sangre que se
verterá. En tanto que hace recaer la responsabilidad de los disturbios, que
ella desea, sobre perturbadores judíos inexistentes, da a entender que,
lógicamente, son los judíos quienes van a ser muertos. Pero estas de
claraciones pueden implicar aún más cosas. Para el antisemita extremo
la idea de que habrá derramamiento de sangre parece tornarse indepen
diente, un fin en sí mismo, por así decirlo. En el nivel más profundo,
no establece una diferencia muy estricta entre sujeto y objeto. Los im
pulsos destructivos subyacentes recaen sobre el enemigo y sobre uno
mismo. La destructividad es verdaderamente “totalitaria”.
Como reseña de la estructura del extremismo antisemita que nos
ocupa, presentaremos con cierto detalle los comentarios que formula acerca
de los judíos el único entrevistado que apoya abiertamente la idea del
genocidio. Se trata de 5006, estudiante de odontología y contratista que
en todo el cuestionario sacó elevado número de puntos. Sufre de dalto
nismo y de impotencia sexual psicógena, determinada, en opinión del en
trevistador, por un grave complejo de Edipo. Probablemente, sus deseos
■radicales de que se extermine a los judíos están condicionados por pro
fundos traumas de la temprana infancia: proyecciones de su propio temor
de castración. Su exagerada identificación con el endogrupo parece con
comitante con un ■subyacente sentimiento de debilidad: simplemente, no
desea conocer aquello que es diferente, al parecer, porque lo considera pe
ligroso.
Es nativo de) país y su abuelo fue traído a los Estados Unidos cuando tenía i años»
Nunca ha estado fuera de los Estados Unidos ni tampoco desea salir del país. En una
ocasión fue a Tijuana, y ‘ ‘ eso fue suficiente” . Está muy orgulloso de su nacionalidad.
ascendente. Hasta los propios nazis necesitaron cierto tiempo para conven
íE cerse a sí mismos, a sus seguidores y a los grupos judíos más ricos, de que
estos últimos debían compartir la suerte de los pobres inmigrantes y ven-'
i! dedores de ganado del Este de Europa.
Este sujeto adultera así los principios del individualismo:
“ Supongo que habría quv tratarlos como individuos; pero, pensándolo bien, son todos
iguales. ‘ ’
Naturalmente, “cualquiera es capaz de reconocer a un judío”. La distin
ción entre endogrupo y exogrupo alcanza un peso casi metafísíco: ^se-
excluye hasta la imaginaria posibilidad de que desaparezca la dicotomía:
“ De ningún modo podría yo ser judío.”
En cuanto a la relación entre la culpa y el castigo, y su resultado, encuen
tra una fórmula que difícilmente pueda sobrepujarse:
“ Para mí lo que Hitler hizo con los judíos es justo. En una época, tuve dificultades-
con un contratista que me hacía. la competencia, y muchas veces pensaba que me gustaría
que Hitler viniera aquí. No, no estoy a favor de la discriminación por legislación. Creo que
llegará un momento en que tendremos que matar a esos bastardos.”
H. EL BURGUÉS INADAPTADO
Nuestro análisis nos ha conducido hasta las consecuencias extremas
del antisemitismo, esto es, el franco deseo de que se extermine a los
judíos. El superyo del extremista se ha convertido en el agente extra-
punitivo de la agresión desenfrenada. Hemos visto que esta resultante
corona la intrínseca irracionalidad del antisemitismo estableciendo una
completa desproporción entre la “culpa” y el castigo de la víctima ele
gida. Pero el antisemitismo no se termina en la vieja fórmula con la que
Lessing lo caracteriza en Natkan der Weise, “tut nichts, der Jude wird-
verbrannt”, el judío va a ser quemado de todos modos, no importa cuál.
sea el estado de cosas o lo que pueda decirse a su favor. Se mantiene
viva la condenación irracional y despiadada de todos los judíos esgri
miendo un pequeño número de reproches sumamente estereotipados que,
si bien sobremanera irracionales en sí mismos, otorgan una falsa apa
riencia de justicia a la sentencia de muerte. Al atribuirle al judío una
maldad natural e inalterable, una corrupción innata, se excluiría toda,
posibilidad de cambio y conciliación. Cuanto más invariables se presentan
las cualidades negativas de los judíos, tanto más se abre el camino hacia
una “solución” única: la extirpación de aquellos que no pueden mejorar.
Para los antisemitas, esta pauta de incorregibilidad cuasi natural es más.
importante que el contenido de las propias incriminaciones corrientes, las
cuales aluden a aspectos muchas veces totalmente inofensivos y son esen
cialmente incompatibles con las inferencias que extraen de ellas los indi
viduos llenos de odio. Si bien estos reproches son tan comunes y bien
conocidos que es innecesario presentar mayores pruebas de su fre
cuencia e intensidad, vale la pena examinar algunos de los aspectos que
emergieron nítidamente de nuestras entrevistas y que, creemos, nos per
miten ver más claramente el fenómeno estudiado.
Resultará útil analizar estas acusaciones desde el ángulo sociológico.
AI contrario de la muestra utilizada en el Estudio de los Obreros, la nues
tra pertenecía predominantemente a la clase media. El Grupo de San Quin
tín es la única excepción importante, pero su calidad de Lumpenprole-
598 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
empujando con los codos a los demás cuando están en una fila hasta sus
supuestamente despiadadas prácticas comerciales. Tal cosa señala el rasgo
■“mitológico” retrógado de cierto antisemitismo. Se da realidad material
a las disposiciones mentales para así calmar el temor que inspira la
incomprensible “mentalidad extranjera” y para dar sentido de realidad
.a aquéllo que, en rigor de verdad, sólo es proyección. Tal vez este trans
plante explique en parte la insistencia general del antisemita respecto
a los rasgos físicos de los judíos.
5067 “es una mujer rolliza, de aspecto bastante maternal, que repre
senta sus 48 años de edad”. Se la escogió por constituir un caso mixto con
puntaje alto en E y CPE. No sabe diferenciar en absoluto entre el aspecto
físico y el psicológico de la “agresividad” judía:
í í No gasta el modo agresivo y coercitivo que tienen en el comercio. No sólo son agre
sivos, sino que también, habría que segregados. Andan siempre atropellando a los demás.
Noté que en las numerosas filas que teníamos que formar durante la guerra, siempre que
alguien empezaba a los empujones era un judío. Siento verdadera repugnancia por los
judíos’'.
En otros casos, se emplea la idea de agresividad en el sentido exclu
sivamente social de “intrusión”. A veces llegamos a vislumbrar el meca
nismo que se esconde tras este reproche corriente. Probablemente, el
mismo guarda relación con la sensación general de aislamiento social, que
la clase medía sobrecompensa mediante innumerables “actividades socia
les”: Contra este fondo emocional se ve a los judíos, clásicos agentes de
la circulación, como las personas que no están aisladas y que por el
contrario tienen “relaciones” en todas partes, situación que probable
mente también despierte envidia. Tal idea va íntimamente asociada con
la de que los judíos tienen “espíritu de clan”, lo que lleva también implí
cita la imagen de una unión de la cual los miembros del verdadero endo-
grupo pretenden estar excluidos. La mujer ya citada, F 105, encuentra
la fórmula:
" Parece que conocieran a todo el mundo; ellos manejan los hilos; son como un clan,
más unidos que cualquier raza. Un todas partes tienen amigos que pueden ayudarlos a con
seguir lo que quieren".
“ Bueno, no pueden hacerme hablar de otros tomándolos como grupo. Los japoneses que
conocí me gustaron mucho. Sé que- hay japoneses que no son tan buenas personas... En
nuestra iglesia, una chica japonesa estuvo con nosotros, junto al altar, y una china también...
eso fue en 1942, cuando había mucha tensión. (¿Cree usted que los grupos raciales tienen
ciertas características distintivas?) No, de ningún modo. Claro que se- tienen características
biológicas, la altura del tabique nasal o la pigmentación. ’’
Similar es el razonamiento del entrevistado 5030. Se trata de un
graduado en la Universidad de Stanford, de 33 años, que sirvió en la
marina durante 4 años, donde llegó al grado de teniente. En todas las
escalas mereció reducido puntaje. En opinión del entrevistador, es éste
un individuo sumamente astuto, un triunfador:
“ Los negros, los judíos y todos los grupos minoritarios están pasando momentos muy
difíciles. Creo que a mucha gente le resultan desagradables por sus características físicas.
La verdad es que están en muy mala situación. Cosas como el LEPO * son muy útiles y ten
drían que sacar leyes nacionales y estatales sobre este asunto. Mucha gente no quiere recono
cer que muchos negros son in d iv id u o s in te lig e n te s , superiores y capaces. Es el medio lo que
no los ha dejado desarrollarse como raza, He tenido experiencias desagradables y agradables
con miembros de estos grupos, pero cuando trato con alguien no pienso que pertenece a
tal o cual religión o raza. Siempre considero a las personas por su valor individual. Ayer me
pasó una cosa muy linda. En una de m is clases, hay una muchacha que es medio negra. Es
muy capaa y sobrepasa a otros, estoy seguro de que es la alumna más inteligente del curso.
Siempre tuve ganas de hablar a solas con ella pero nunca se había presentado la ocasión.
Ayer, después de mucho vacilar y dar vueltas, la invitó a que tomara una tasa de café con
migo. Su aceptación fue mucho más graciosa que mi invitación y pasamos un rato muy agra
dable. Creo que mi vacilación se debió simplemente al temor de lo que pudiera pensar 3a
g e n t e . . . Una vez tuve a un judío por compañero de cuarto, y fue el mejor que tuve nunca,”
La actitud general que tienen hacia los judíos los sujetos de puntaje
bajo afecta profundamente su evaluación de los así llamados rasgos judíos.
Ya hemos dicho (pág. 596 ff.) que los individuos prejuiciosos ven a los
judíos de modo totalmente diferente: su constitución psicológica actúa
a manera de marco de referencia aun en el caso de sus supuestamente
“inmediatas” experiencias diarias. Sucede algo similar, pero a la inversa,
con los sujetos carentes de prejuicios. Sin embargo, el carácter difuso e
indefinido, a pesar de su complejidad, de los “rasgos judíos” objetivos se
refleja en la actitud de las personas tolerantes tanto como en las diversas
proyecciones de las intolerantes. Entre los primeros se observa una sim
patía universal, pero no existe unanimidad. Unas veces tratan de explicar
las características judías; otras, simplemente niegan que tal cosa exista,
y otras aun muestran una admiración enfáticamente positiva por estos
rasgos.
Veamos ahora la inclinación a buscar explicaciones aplicada a la muy
extendida idea de que los judíos tienen marcado espíritu de clan. Nos
proporciona el ejemplo M202, ingeniero civil de 35 años de edad, que en
E obtuvo el puntaje mínimo pero que en CPE y F se aparta algo dél típico
cuadro del sujeto de puntaje bajo. Se trata de un individuo que, al decir
del entrevistador, “es conservador pero no fascista”.
Al preguntársele cómo caracterizaría a los judíos, el sujeto replicó que éstos constitu
yen una familia bien unida que presenta ciertas características innatas, lo mismo que
cualquier otro grupo racial. Los alemanes, pongamos por caso, “ siempre tienen que tener
razón ” , los ingleses..., aquí el entrevistador lo interrumpió para recordarle que deseaba
saber cuál era su idea de los judíos. Contestó que los judíos no habían sido aceptados
én cierta sociedad y que esto los había llevado a formar una familia muy cerrada. Hay
ciertas características de los judíos que explican por qué sucedió así. Al pedírsele que
especificara, replicó que los judíos tienden a emplear la astucia en sus tratos. Claro que
nos los culpa, porque, probablemente, él haría lo mismo si tuviera la oportunidad y la
inteligencia necesarias.
En este caso, el deseo de “explicar”, que es frecuentemente instrumento
de racionalización, parece mediar entre la amplitud mental, por un lado,
y poderosos estereotipos antiminoritarios, que aun se ocultan bajo la peri
feria, por el otro. En rigor de verdad, la defensa de los judíos va seguida
de un relato, bastante poco amistoso, acerca de la supuesta conspiración
tramada por tres judíos para comprar una enorme cantidad de hierro
viejo. Nuestra presunción de que la actitud explicativa puede encubrir a
veces una ambivalencia, parece corroborada por M310, subdirector de una
agencia de publicidad, quien en todas las escalas mereció escaso puntaje.
Ello no obstante, sus teorías presuponen la aceptación del estereotipo del
judío ávido de dinero:
608 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
(¿Rasgos judíos característicos?) “ Bueno, creo que es cierto que los judíos, tomados
como grupo, se preocupan más por el dinero.. - Tai v e z sea porque los persiguen desde
hace tanto tiempo... Es como si tuvieran una pequeña seguridad la economía del dine
ro, esto es, una especie de cultura monetaria.. Es como la seguridad de poder defenderse
con dinero. También considero que son mejoi'es que el término medio de los gentiles para
ganar dinero porque se vieron obligados a hacerse usureros en la Edad Media, etcétera” .
Los sujetos cuyos puntajes corresponden a los valores más inferiores
,son propensos, muchas veces, a negar simplemente que existan rasgos
judíos, y a veces lo hacen con una violencia que más parece deberse al
influjo de su propia conciencia que a la apreciación objetiva de los miem
bros de la minoría. En este cuadro no es difícil encontrar rasgos “neuró
ticos”, los cuales se observan frecuentemente en los sujetos extremada
mente tolerantes. El vehículo del que intentan valerse para demostrar
la inexistencia de los rasgos judíos es la comprensión de los mecanismos
de la proyectividad y la estereotipia, vale decir de los factores subjetivos
■que hacen al antisemitismo.
M112, “estudiante de 18 años, que cursa segundo año, callado, reser
vado, de buenas maneras”, que en la totalidad de las escalas obtuvo puntaje
bajo, opta por abonarse a la teoría de la “envidia”:
(¿Los judíos?) “ En este caso, no se trata cíe un problema educativo. La gente es
■simplemente prejuieiosa. Quiere impedirles ocupar puestos buenos, etcétera. Inventan his
torias sin Sentido, como cuando dicen que los judíos tienen demasiado dinero, manejan el
país, etcétera; eso es todo para, no dejarlos progresar. (¿Trato directo?) En mi escuela
no había negros. Los judíos eran iguales que todos los demás. No me daba cuenta de que
■eran judíos si no me lo decían” .
Un ama de casa de 59 años, 5041 (siempre clasificada en el cuartil
inferior), que había estudiado para ser concertista de piano, aúna la nega
ción de los rasgos judíos con la referencia a tiempos pasados y el rechazo
■de las generalizaciones nacidas del resentimiento:
“ Creo que existe un problema judío, pero no creo que ellos sean diferentes... ni
tampoco que tengan algo especial por lo que haya que mantenerlos aparte o tratarlos de
modo diferente... Su persecución tiene razones históricas... no es culpa de ellos. Nadie
puede aplicar ninguno de estos rasgos a todos los judíos como grupo. Los judíos no son
una raza... Estos términos pueden aplicarse a ciertos individuos, sean cristianos o ju
díos... entre ustedes hay personas agresivas, pero no son agresivas por ser judías...
cosí siempre es por algo que a lá otra persona no le gusta.... dicen que son más inte
lectuales y que algunos triunfan venciendo tramposamente a otros, esto produce resque
mor, y entonces se dice que son agresivos...”
Un “bajo despreocupado” M1206a, del Grupo de la Escuela Marítima,
■constituye un caso extremo de negación de las características judías. Es
éste un individuo “sumamente introspectivo que muestra mucha inhibi
ción en lo que respecta al rechazo de personas o grupos, aun cuando
medien principios fundados en la realidad”. En todas las escalas mereció
pocos puntos:
(¿Cuáles son los rasgos más característicos de los .negros?) “ Verá, creo que no
hay tal cosa. Tienen los mismos rasgos que los hombres blancos... Considero que ninguna
.nacionalidad tiene características especiales... ”
En oportunidades, las intensas emociones que se ocultan detrás de la
negación de los rasgos judíos encuentran expresión algo irracional. Tal
es el caso de F125 (de puntaje bajo en E y F, alto en CPE), estudiante
a quien le gustaría enseñar teatro y que opina que “el cine es muy este
reotipado”. Nuestro propio estudio provocó su indignación.
“ Algunas de las preguntas de su cuestionario me pusieron furiosa, especialmente las
que hablan de la atmósfera judía. Los irlandeses y otros grupos nacionales también crean
LOS PREJUICIOS A TRAVÉS DE LAS ENTREVISTAS 609
una. atmósfera en el lugar dónele ■viven, pero sólo Encuentran mala la judía. En mi opinión,
el modo de vivir de los judíos no se diferencia en nada al de los demás’
Así como los sujetos prejuiciosos, en razón de su conformidad general
y de su deseo de obtener “confirmación social”, señalan con frecuencia
que prácticamente todo el mundo es antisemita, las personas de puntaje
bajo llegan no sólo a denegar la existencia de rasgos judíos sino hasta la
del antisemitismo. Viene al caso citar las opiniones de M115, hombre de
ideas confusas en quien el entrevistador ve el típico espíritu convencional
y conservador del integrante de hermandades. Ello no obstante, en la
escala F obtuvo puntaje bajo, mediano en E y alto en CPE:
(¿Qué opina, del problema judío?) “ Ahora no hay mucha persecución en los Estados
Unidos. No debería haber ninguna. La única ra z ó n por la que se persigue al judío es que
es más listo que los demás, según veo yo.”
En lo que se refiere a la apreciación de las cualidades específicas de
los judíos y de otras minorías, nos contentaremos con presentar dos ejem
plos que pueden aclarar conceptos en áreas significativas. Un caso es el
de F128, joven de 17 años, que obtuvo puntaje bajo en F y CPE, aunque
ligeramente superior en E. Estudia asistencia social y le interesa el bienes
tar de la infancia pero “ninguna carrera en especial”:
“ Creo que recibí mejor educación que muchas personas. Que yo recuerde, en mi casa
siempre se recibió a personas negras. En grupos musicales y artísticos conocí toda clase
de gente, muchas personas excéntricas. Mis primeros buenos amigos fueron muchachos y
chicas judíos. Puede ser que a. los judíos les tengan un poco de miedo porque muchos son
más listos que los otros” .
La palabra “excéntrico” contiene el elemento de interés de esta de
claración. Se refiere a lo “diferente”, a lo que se cataloga como levemente
anormal según los cánones de conformidad, pero expresa individuación,
el desarrollo de rasgos humanos que no han sido puestos en marcha,,
diríamos, por la máquina social de la civilización contemporánea. Para
esta muchacha, el hecho mismo de que las minorías sean “ajenas” a los
patrones rígidos de la sociedad de masas grandemente organizada de hoy
en día, representa lo humano, calidad que, por otra parte, puede pare-
cerle inexistente en “la gente como corresponde”. El que los judíos no-
hayan “podido” ser completamente absorbidos por la cultura nacional,,
constituye a los ojos de esta estudiante un verdadero mérito, un triunfo-
de la autonomía y de la resistencia contra la acción emparejadora del
“crisol” americano.
Un periodista radial, 5050>hombre de ideas políticas progresistas que
se clasificó en el cuartil inferior de las tres escalas, niega que existan
rasgos judíos, pero hace hincapié en un aspecto que rara vez se reconoce:
la paciencia con que las minorías aceptan la persecución. Su alabanza dé
tal actitud contiene, en realidad, un ingrediente de crítica que puede, por
implicar que esta paciencia es cobardía, ser indicio de una escondida
hostilidad. Desde el punto de vista político, encuentra censurable que las
minorías no adopten una posición más enérgica contra la reacción exis
tente en el país:
En todo momento trata de demostrar que no hay “ tales rasgos judíos” y que perso
nas como las que describe Budd Schulberg en su novela “ ¿Por qu é coz-res Samuelíllo?”
pueden darse, y so dan efectivamente, con igual freeuencía entre los gentiles. Luego men
ciona a hombres como Rankin o Bílbo como ejemplo de “ gentiles” detestables. “ Admiro
a negros y judíos por la. gran paciencia con que aceptan la discriminación.. - Si yo estu
viera en su lugar, organizaría xziia lucha verdaderamente activa contra los opresores.” No
deja de pensar que muchos judíos y negros se m a n tie n e n demasiado apáticos y dejan que
los otros luchen... considera que si los judíos hubiesen estado más alerta, podría ha-
610 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
nerse detenido a Hitler o, por lo menos, evitado las peores atrocidades. Repite una y otra
vez que se debe y se puede eliminar toda forma de discriminación mediante una acción
p o lític a d ire c ta .
demasiada influencia en la nación, tampoco cree que constituyan una fuerza política. Está
seguro de que los judíos cumplieron su parte durante la guerra,. Cuando se le inquirió acerca
de los “ rasgos esencialmente .judíos” , no supo qué responder, pues para él esto no signi
ficaba prácticamente nada. “ Los judíos son tan diferentes entre sí que no puede- decirse
que tengan algo ‘esencialmente judío’. ”
J. CONCLUSIÓN
Se ha dicho con insistencia que el antisemitismo hace las veces de
punta de lanza de las fuerzas antidemocráticas. La frase suena a excusa
un poco trillada: la minoría más inmediatamente amenazada intentaría
ávidamente ganarse el apoyo de la mayoría proclamando que, en la actua
lidad, no son sus intereses sino los de esta última los que corren peligro.
No obstante, visto el material presentado en este y otros capítulos, debe
mos reconocer que existe un vínculo entre antisemitismo y sentimientos
antidemocráticos. En rigor, quienes desean exterminar a los judíos no se
proponen, como algunos pretenden, terminar luego con los irlandeses o los
protestantes. Pero la limitación de los derechos humanos que entraña el
concepto de que los judíos merecen trato especial, no sólo implica por
lógica la abolición última de la forma democrática de gobierno y, por ende,
de la protección legal del individuo, sino que además va a menudo asociada
en su forma muy consciente con ideas abiertamente antidemocráticas,
según lo hemos observado en nuestros entrevistados prejuiciosos. Conclui
remos este capítulo con dos ejemplos de lo que parecen ser las ineludibles
consecuencias antidemocráticas del antisemitismo. MIOS, hombre clasifi
cado en el cuártil alto de las escalas E, F y CPE, sin embargo pretende
ser democrático, aunque no es difícil deducir lo que se esconde en su mente:
‘‘Los planes de H itler.., bueno, Hitler llevó las cosas un poco demasiado lejos. Algo
de razón tenía, algunos malos, pero no todos. Pero Hitler se basó en la ■idea de que
ana manzana podrida corrompe a las demás.” No aprueba la persecución despiadada. “ Si
Hitler hubiera tratado a los judíos como grupo minoritario, sí los hubiera segregado y
les hubiera fijado reglas, ahora no tendría- tantas dificultades. (¿Existe ahora en este país
el mismo problema?) Sí, el mismo problema, pero lo encaramos mucho mejor porque éste
es un país democrático.”
En tanto que la sugerencia de que las minorías deben ser segregadas
es incompatible con los conceptos básicos del mismo- “país democrático”
del cual el sujeto se enorgullece, la metáfora de la manzana podrida evoca
la imagen de los “microbios perniciosos” asociada con pasmosa regularidad
con el sueño de lograr un germicida efectivo.
La perversión de un así llamado demócrata se pone de manifiesto
en 5029, otro hombre que entró invariablemente en el cuartií alto. Es éste
un obrero de 20 años que se caracteriza sobre todo por su aceptación
ciega, autoritaria, de la humilde posición que ocupa en la vida. Al mismo
tiempo, le “disgustan las personas tímidas” y siente “gran admiración por
los verdaderos -líderes”:
El entrevistado considera que las “ leyes democráticas deben favorecer a los blancos,
a los gentiles” , pero “ no perseguiría abiertamente a los judíos de la misma manera que
los nazis” .
La reserva expresada en la segunda oración queda desautorizada por
la fuerza de las convicciones manifestadas en la primera.
C apítulo XVII
A. INTRODUCCIÓN
Hemos dedicado el Capítulo V a analizar los datos sobre la ideología
política y económica reunidos mediante el cuestionario. Nos proponemos
ahora estudiar el mismo tema en el material de las entrevistas. Nuestro,
principal propósito es el de dar forma concreta a nuestros conocimientos,
acerca de dichas ideologías. Así como en el Capítulo V indagamos las
respuestas dadas por nuestros sujetos a un número de ideas y frases stan-.
dardizadas y bien conocidas acerca de la política y economía, ensayaremos
ahora conformar un cuadro de “lo que piensan realmente”, con la condición
de descubrir también si tenemos motivos para suponer que las opiniones
vertidas por la mayoría de los sujetos son propias y espontáneas. Es obvio
que, a menos que se centre la investigación exclusivamente en estos pro-,
blemas, la respuesta a los mismos sólo puede darse de modo menos riguroso,
que en el caso del análisis cuantitativo de las respuestas al cuestionario;
además, es evidente que los resultados son más bien aproximaciones. Su
poder de convicción reside más en la correspondencia que pueda existir
entre las interpretaciones específicas y los hechos previamente estableci
dos, que en la “prueba” irrefutable de que uno u otro de los mecanismos,
ideológicos escrutados predomina en una mayoría de sujetos o dentro de
ciertos grupos.
Nuestras interpretaciones de las ideologías deben bucear nuevamente,
por debajo del plano de las opiniones exteriores; además, hemos,de reía-,
clonarlas con las observaciones psicológicas recogidas en el estudio. No
tenemos el propósito de “rellenar” simplemente las cifras reunidas. Tal
como expresáramos en la introducción a esta parte, nos interesa princí-,
pálmente conocer el vínculo que liga las opiniones ideológicas con los.
determinantes psicológicos. No pretendemos afirmar que la psicología seg
la causa, y la ideología, el efecto. Pero tratamos de interrelacionarlas lo ,
más íntimamente posible, guiados por la suposición de que las irraciona
lidades ideológicas, al igual que otras de la conducta humana manifiesta,
son concomitantes de conflictos psicológicos inconscientes. Revisamos con
cienzudamente las entrevistas procurando descubrir en especial tales ma
nifestaciones irracionales y toda declaración que revelara algo acerca de la
dinámica de la personalidad. A nuestro parecer, la mejor manera de esta
blecer aquella concordancia de la que depende, en gran parteóla prueba
de la verdad de lo que expondremos ahora, consiste en determinar confi
guraciones plausibles que impliquen motivación dinámica y racionalización
ideológica. Los datos ya presentados permiten al menos suponer que la
personalidad podría considerarse uno de los determinantes de la ideología.
■614 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
Pero, es precisamente el área que aquí nos ocupa lo que más nos
impide simplificar las cosas reduciéndolo todo a la personalidad. Nuestro
concepto del “carácter fascista en potencia” se basó mayormente en la
distinción entre sujetos de puntaje alto y sujetos de puntaje bajo. En
tanto que tal división es válida en lo que respecta a numerosos temas
de la ideología politicoeconómica y puede que, en un nivel más profundo,
llegue a demostrarse que vale para todas las cuestiones ideológicas, al pare
cer actúa también otro determinante que, en numerosos terrenos, oscurece
la separación entre “altos” y “bajos” y no admite definición inequívoca
en términos de personalidad. Tal determinante es lo que podríamos llamar
nuestra atmósfera cultural general y, particularmente, la influencia ideo
lógica que ejerce sobre el pueblo la mayoría de los medios destinados a
moldear la opinión pública. Por haber sufrido nuestro ambiente cultural
un proceso de uniformación, hasta ahora nunca visto, a consecuencia del
impacto del control social y la concentración tecnológica, cabe suponer
que los hábitos pensantes del individuo reflejan por igual dicha stan
dardización y la dinámica de la personalidad de éste. Y por cierto que la
personalidad individual puede ser producto de esta misma standardización
en medida mucho mayor de lo que un observador desprevenido pudiera
creer. En otras palabras, cabe suponer que en nuestros entrevistados en
contraremos una suerte de “pauta ideológica general” que, aunque de
ningún modo ajena a la dicotomía de “altos” y “bajos”, trasciende los lí
mites de la última. Nuestros datos aportan amplias pruebas de que tal pauta
ideológica general existe efectivamente.
En este capítulo nos proponemos descubrir si, quizás más aún que la
susceptibilidad específica de nuestros “altos” a la propaganda fascista, la
mencionada pauta ideológica general no entraña el peligro de una adhe
sión en gran escala a movimientos antidemocráticos puestos en marcha
con fuerte apoyo.
Es innecesario recalcar la importancia de dicho diagnóstico, siempre
que el mismo sea suficientemente corroborado por los datos reunidos. En
efecto, la implicación más inmediata del diagnóstico es que la lucha contra
semejante potencial general no puede efectuarse sólo mediante la edu
cación, que recae sobre un nivel puramente psicológico, sino que requiere
una simultánea modificación fundamental de la atmósfera cultural que
crea esa pauta general. Desde el punto de vista metodológico, la impor
tancia de este aspecto de nuestra investigación reside en el hecho de que
hace algo relativa la oposición entre sujetos de puntaje alto y sujetos
de puntaje bajo; si se tomara esta separación, en términos absolutos,
podría hacerse fácilmente en una tendencia a “ps'icologizar” que descui
daría las fuerzas sociales objetivas, supraindividuales, que actúan en
nuestra sociedad.
A primera vista puede parecer paradójico que introduzcamos el con
cepto de pauta general precisamente en este campo ideológico. Puesto
que la mayoría de las cuestiones políticas y económicas son públicas y
relativamente simples por lo que toca a la bien definida separación entre
ideas progresistas y reaccionarias, es de suponer que en este terreno la
diferencia será particularmente marcada. Ello no obstante, los hechos no
abonan tal suposición. Se nos impone que la sección de las entrevistas
dedicada a la política y la economía presenta muchos más puntos de ver-,
dadera semejanza entre “altos” y “bajos” que las regiones más remotas
y complicadas. Sin duda, hay ciertos temas tan definidamente discrimi
natorios como algunas de las ideas antisemitas más extremas presentadas
■en el capítulo anterior. No es menester investigar mucho para establecer
LA POLÍTICA Y LA ECONOMÍA EN LAS ENTREVISTAS 615
comunistas?) Bueno, podrían seguir creyendo en sus propios ideales... que tengan voz en
las elecciones pero que no se les p e r m ita tener poder, (¿Quiere decir que no debería permi
tírseles presentar candidatos?) No, a menos que sean mayoría,"
demuestra que tiene ideas bastante definidas y francas, las que, además,
(tiñeren de las sustentadas por sus padres.
<(No sé mucho sobre el asunto. En eso dependo de los demás, tomo mis opiniones de
papá. Es acérrimo republicano. A él no le gustaba Boosevelt, pero yo considero que hizo
algunas cosas buenas (como mejorar la situación, de la gente pobre) . !>
Nos extralimitaríamos de nuestro estudio si intentáramos buscar la
explicación de esa ignorancia política que contrasta tan notablemente con
el nivel de información respecto a otras materias y con el modo marcada»
mente racional con que la mayoría de nuestros sujetos escogen los medios
y los fines de su propia vida. La razón última de tal ignorancia bien
podría estribar en el hecho de que la situación social, económica y política
resulta poco clara para quienes no dominan totalmente las fuentes del
conocimiento acumulado y del pensamiento teórico. Nuestro sistema social
está atravesando una fase en la que tiende, objetiva y automáticamente,
a crear “cortinas” a través de las cuales nada pueden alcanzar a ver las
personas poco preparadas. Tales condiciones objetivas se ven reforzadas
por la acción de poderosas fuerzas económicas y sociales que, intencio
nada o automáticamente, mantienen al pueblo en la ignorancia. El que
nuestro sistema social se encuentre a la defensiva, por así decirlo; de que
■el capitalismo, en lugar de propender a la expansión de la vieja modalidad
;y de brindarle innumerables oportunidades al pueblo, se vea obligado a
mantenerse de modo algo precario y a proscribir la posición crítica que
un siglo atrás se , consideraba “progresista”, mientras que hoy se tiene
por peligro latente, contribuye a que los hechos sean presentados de modo
parcial, la información sea una función dirigida y se exalten ciertos valores
con el fin de detener el esclarecimiento universal que, por otra parte, es
fomentado por el desarrollo técnico de las comunicaciones. Nuevamente,
al igual que en la época de transición del feudalismo a la sociedad bur
guesa, el exceso de saber adquiere un matiz subversivo, por así decirlo.
La actitud mental “autoritaria” de grandes sectores de la población hace
concesiones a la tendencia a ver en el conocimiento un elemento subver
sivo. Las actitudes y opiniones de todos aquellos que, guiados por autén
ticos intereses o condiciones psicológicas, se identifican con el orden social
reinante reflejan la transformación de nuestro sistema social que, de orga
nización dinámica, está pasando a ser conservadora, un statu quo que
lucha por perpetuarse. Las personas que así se identifican, se resisten
inconscientemente a saber demasiado para no mirar su propia pauta de
identificación; de tal modo, están prestas a aceptar toda información super-
íicial o falseada, siempre que la misma confirme el mundo en el que ellas
quieren seguir viviendo. Sería erróneo atribuir el estado general de igno
rancia y confusión en materia política a la estupidez natural o a la mito
lógica “inmadurez” del pueblo. La estulticia puede deberse más a las
.represiones psicológicas que a una falta básica de capacidad para pensar.
Sólo así puede explicarse, creemos, el bajo nivel de inteligencia política
que se da hasta en nuestra muestra universitaria. Se encuentra difícil
pensar y hasta aprender por el temor de pensar o aprender lo erróneo.
.Podemos agregar que este temor, en muchos casos probablemente nacido
de la práctica paterna de no explicarle al hijo más de lo que el primero
supone que éste es capaz de comprender, se ve continuamente reforzado
por un sistema educativo que propende a desalentar todo lo que podría
■considerarse “especulativo” o que no es posible corroborar mediante com
probaciones materiales y expresar en “hechos y cifras”.
La discrepancia que entrañan la falta de educación política y la abun
dancia de noticias políticas que se hace llover sobre la población —proceso
LA P O L ÍT IC A Y LA E C O N O M ÍA E N LAS E N TR EV ISTA S 621
medio para llegar a la adaptación. Cuando los mecanismos que actúan aquí
se transforman en rasgos de carácter, fomentan de modo creciente la
irracionalidad. El hecho de no poder ver con claridad la situación política
y económica actual proporciona al hombre medio una oportunidad ideal
para retrotraerse al nivel infantil de la estereotipia y la personalización.
Las racionalizaciones políticas que emplean las personas confundidas y
poco informadas son el renacer compulsivo de mecanismos irracionales
nunca superados durante el desarrollo del individuo. Éste parece ser uno
de los principales eslabones que unen las opiniones con los determinantes
psicológicos.
Nuevamente la estereotipia ayuda a organizar aquello que el ignorante
ve como caótico: cuanto menos capaz es de entrar en un proceso real
mente cognitivo, tanto más tozudamente se aferra a ciertas pautas pues;
el creer en ellas le evita el trabajo de profundizar verdaderamente en
las cosas.
Allí donde la naturaleza rígidamente compulsiva del estereotipo corta
la dialéctica de la prueba y el error, entra en el cuadro el embrutecimiento..
La estereotipia se convierte —para usar el término de J. F. Brown— en
estereopatía. En el terreno político, esto sucede cuando una firme masa
de ignorancia y falta de relaciones objetivas estorba toda experiencia real.
Además, la standardización industrial de innumerables fenómenos de la
vida moderna acrecienta el pensar en estereotipos. Cuanto más estereo
tipada se vuelve la vida misma, tanto más seguro se siente el estereópata,
tanto más ve confirmado por la realidad su modo de pensar. Lás comu
nicaciones de masa modernas, moldeadas a imagen de la producción indus
trial, difunden todo un sistema de estereotipos que, si bien en esencia
siguen siendo “incomprensibles” para el individuo, le permiten aparecer
en cualquier momento como persona bien informada que “está al tanto
de todo”. De tal manera, el pensar estereotipado en materia política es
casi ineludible.
Pero el adulto, al igual que el niño, tiene que pagar muy cara la
comodidad que le brindan los estereotipos. Si bien éstos son un medio
para convertir la realidad en una especie de cuestionario que. admite
diversas respuestas y abarca todos los problemas que pueden solucionarse
con un simple signo más o menos, mantienen al mundo tan apartado,
abstracto, “no experimentado”, como antes. Además, puesto que, por sobre
todo, son la frialdad y la lejanía de la realidad política las que producen
ansiedad en el individuo, resulta imposible que un recurso que refleja él
mismo el proceso amenazante del mundo social real sirva para remediar
totalmente esta ansiedad. Es así que el estereotipo llama a su propio opues
to: la personalización. En este caso, el término toma un significado muy
definido: designa la tendencia a describir procesos sociales y económicos
objetivos, programas políticos, tensiones internas y externas en relación,
a determinada persona a quien se identifica con el problema de que se
trate, en lugar de tomarse el trabajo de realizar las operaciones intelec
tuales impersonales requeridas por el carácter abstracto de los procesos
sociales.
La estereotipia y la personalización no se adecúan a la realidad. Por
consiguiente, la interpretación de aquéllas sería un primer paso hacia
el conocimiento del complejo del pensar “psicótico” que parece ser carac
terística decisiva del carácter fascista. Es obvio, empero, que esta inca
pacidad subjetiva para captar la realidad no es primordial y exclusiva
mente cuestión de la dinámica psicológica del individuo sino que, en parte,
es producto de la realidad misma, de la relación o falta de relación entre
624 LA PER SO N A LID A D A U T O R ITA R IA
4. PSEUDOCONSERVADORISMO
El análisis de los resultados de la escala CPE del cuestionario {Capí
tulo V) nos llevó a establecer una diferenciación entre los sujetos que me
recieron puntaje alto en CPE pero bajo en E y los que entraron en el cuartil
alto de ambas escalas. Interpretamos que los unos eran genuinos conserva
dores, y los otros, pseudoconservadores, Los primeros no sólo apoyan al ca
pitalismo en su forma liberal individualista sino también aquellos principios
del americanismo tradicional que son sinceramente democráticos y contra
rios a toda forma de represión, actitud de la que daba testimonio su re
chazo absoluto de los prejuicios contra las minorías. El material de las en
trevistas nos permite dar más relieve a este concepto a la par que reconocer
ciertas limitaciones del mismo. Antes de profundizar en la ideología pseudo-
conservadora, subrayaremos que nuestra idea de que puede definirse una
pauta ideológica pseudoconservadora está avalada por la tendencia total
de nuestras observaciones psicológicas. Postulamos que el individuo fascis
ta en potencia, en el sentido específico que aquí damos a este concepto, no
es un conservador genuino sino un pseudoconservador, tanto en el nivel
manifiesto como en la constitución toda de su personalidad. La estructura
psicológica propia del pseudoconservadorismo incluye convencionalismo y
sumisión autoritaria, al nivel del yo, acompañados de violencia, impulsos
anárquicos y destructividad caótica, en la esfera inconsciente. Corroboran
particularmente la existencia de tales tendencias contradictorias aquellas
partes del estudio en las que los dos polos, el inconsciente y el consciente,,
están separados por mayor distancia, y sobre todo la confrontación de los re
sultados del T.A.T. con las secciones clínicas de las entrevistadas. Cabe
considerar que la agresividad y las tendencias vengativas autoritarias son
rasgos intermedios entre dichas tendencias antagonistas de la personalidad
prejuiciosa. Cuando se estudia la ideología que entra en el terreno de los
determinantes psicológicos aquí analizados, cuando se penetra en el reino
de la racionalización, debe tenerse presente que nunca se logra racionalizar
por completo los impulsos “prohibidos”, como el de destrucción. Si bien la
racionalización enerva aquellos impulsos sujetos a tabú, no los hace des
aparecer totalmente sino que les permite expresarse de un modo indirecto,
modificado, “tolerable”, que se ajusta a ios requisitos sociales que el yo
está dispuesto a aceptar: De allí que hasta la ideología declarada de las
personas pseudoconservadoras no sea en modo alguno un conservadorismo
carente de ambigüedades, como querrían hacernos creer, una mera forma
ción reactiva contra su rebeldía subyacente; antes bien, admite indirecta
mente las mismas tendencias destructivas que mantienen a raya la rígida
identificación del individuo con un superyo externalizado. Tal irrupción
del elemento no conservador se ve fomentada por ciertos cambios supra-
individuales de la ideología actual en la que los valores tradicionales, tales
como los derechos inalienables de todos los seres humanos, están expuestos
al ataque desarticulado, aunque muy serio, de fuerzas ascendentes inclina
das a la represión despiadada, a condenar virtualmente todo lo que pueda
considerarse debilidad. No es infundado creer que estas tendencias evo
lutivas de nuestra sociedad, que apuntan hacia una organización capitalista
estatal más o menos fascista, hacen pasar a primer plano las inclinaciones*
LA P O L ÍT IC A Y LA E C O N O M IA EN LAS' E N TR EV ISTA S 633
dieron todo; ahora no les queda ninguna esperanza.. Oreo que no conviene eso de dividir "a
Alemania para hacer más ricas a Bnsia y a Inglaterra. No es cierto que Alemania haya
comenzado 3a guerra, para que empiece una guerra es necesario que haya dos pueblos. No
es justó echarle todo el fardo a un solo país. Lo único que se va a conseguir es que los ale
manes se sientan más perseguidos y quieran luchar más. Habría que dejar que los alemanes se
arreglaran sólos. Se da demasiada importancia a la crueldad de los nazis. No se dio una paz
justa a los alemanes. No debemos poner nuestro propio régimen nazi para gobernar a los
alemanes. Los rusos van a provocar la próxima guerra. La devastación de Alemania ha sido
demasiado grande. Soy pesimista porque la gente siempre cree que el caído es malo y el
fuerte es bueno, pero el fuerte destroza al caído y no es justo, sino práctico. ”
El vuelco decisivo se produce cuando, tras exigir que se juzgue con “equi
dad” quiénes son los responsables de la guerra, protesta porque “se da
demasiada importancia” a las atrocidades nazis.
6 V er Otto Fecichel (2 7 ).
LA POLÍTICA Y LA ECONOMÍA EN LAS ENTREVISTAS 647
Por su parte, M658, otro presidiario de puntaje alto que tiene ciertos
rasgos psicópatas, no vuelca sus sentimientos contra los japoneses sino con
tra los desocupados.
£<Creo que todos deben tener oportunidades. No debería haber desocupación. Si hay
desocupados es sólo porque son haraganes como yo” .
Cabe considerar este ejemplo como uno de los más auténticos del pen
sar sadomasoquista .que encontramos en nuestras entrevistas. Desea que
se trate a los otros duramente porque él se desprecia a sí mismo: evidente
mente, su punitividad es una proyección de sus propios sentimientos de
culpa.
Las mujeres están más libres que los hombres del complejo “los pobres
no merecen piedad”. Más bien, lo sobrecompensan con la caridad y la be
neficencia social que, como ya señaláramos, es de todos modos un valor
“alto”. Las declaraciones que reproducimos a continuación pueden conside
rarse características de la mujer que humilla a quien pretende estar ayu
dando cuando, en realidad, no actúa guiada por la intención de socorrerlo
sino de sentirse importante.
Tal es el caso de F359, mujer de puntaje alto que a su convencionalis
mo une ciertas ideas algo paranoídes acerca de los negros:
654 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
venir en la política. Puesto que esto nada tiene que ver con las experiencias
económicas relacionadas con el movimiento obrero que constituyen el
objetivo de las críticas de muchas personas, nos encontramos ante una
expresión puramente ideológica. Probablemente, estas ideas deríven del
concepto tradicional de que los sindicatos son organismos destinados a
“hacer convenios” y obtener mayor participación en las ganancias, pero
no a intervenir en otras cuestiones. El individuo desplaza el enojo que le
provocan las huelgas y las disputas por mayores sueldos, disgustos que
racionaliza identificando con apresuramiento a las organizaciones obreras
con el comunismo. Puesto que nuestros sindicatos son incomparablemente
menos políticos y tienen mucha menos conciencia de clase que los de cual
quier otro país, la antedicha objeción es de un orden enteramente diferente
a! de las analizadas con anterioridad: se trata de una verdadera expresión
de tendencias reaccionarias. Como en este terreno la ideología reacciona
ria cuenta con el fortísimo respaldo de ciertos preconceptos, es fácil que
se infiltre en las opiniones de las personas más insospechadas.
M621A cumple una condena por robo en San Quintín. Obtuvo puntaje
bajo en E y F, alto en CPE.
"Soy admirador de los gremios, pero no deberían actuar como agitadores. (Refiriéndose,
Tin duda, a las actividades políticas.) No deberían tratar de conseguir más dinero, sino
de ayudar más al pueblo. Tendrían que Iracer algo para que no subieran los precios, como
quiere todo el mundo.., los sindicatos no tienen por qué meterse en política.
no pudiera afiliarse al W.P.B. y así tener el derecho de negociar en nombre de los em
pleados. Pensaron que si podían evitar que se registrara, en uno o dos años desaparecería
■solo. Como no representa a los trabajadores, no puede arreglar contratos y tiene que limi
tarse a indicarles a los de la compañía qué es lo que queremos. Aunque la A.QX sólo tiene
una rama en la S,, no creo que esté dominada por la compañía, aunque no tengo pruebas de
que así sea, (¿Se paga a los ayudantes de laboratorio casi tanto como a los químicos segundos?)
'Sí, cuando los químicos ganaban sélo 170 dólares por mes y la CJ.O. consiguió que se au
mentara a 180 dólares el sueldo de los ayudantes de laboratorio, Sa compañía tuvo que
-darles 200 dólares mensuales a los químicos. Los de la. O.I.O. dicen que ellos consiguen todo
y, sin embargo, los químicos no quieren afiliarse. (¿No los benefició el aumento?) Sí, pero
me gustaría ver qué podría hacer la A.QX si estuviera reconocida oficialmente: quizás no
haría nada. ”
ca de la C.LO.... los sindicatos no tienen nada que hacer en la política. No deberían con
vertirse en organizaciones políticas; y la A.F.L. se transformó en una mafia que sólo quiere
dinero. Los dirigentes se quedan en sus puestos prácticamente hasta que se mueren, sin
que nadie controle cómo «san el dinero y eso habría que cuidarlo... pero todo estaría muy
bien si las organizaciones locales pudieran actuar ordenadamente, si los dirigentes fueran
conservadores, pero en cuanto aparecen con ideas demasiado liberales, lo primero que hacen
es la huelga, en lugar de dejarlo como último recurso.., etcétera/'
Este hombre, como muchos otros, encuentra criticables las grandes di
mensiones de los gremios per se; además, tienen la romántica idea de que
por el sólo hecho de estar menos institucionalizadas las organizaciones ex
clusivamente locales serían, de modo automático, mejores.
M658, el hombre de San Quintín arriba citado, llega al punto de abo
gar lisa y llanamente por la abolición de los sindicatos:
(¿Las tendencias políticas actuales?) "Oh, creo que nos va a gobernar un montón
de bufones, un montón de gremios obreros... Mire a todos esos obreritos... lo único que
saben es clavar un clavo.., quieren dirigir todo, porque se juntaron algunos cientos de miles.
(¿Qué debería hacerse?) Arreglarles las cuentas, mostrarles lo que son... Sacarles los esta
tutos. (¿Qué quiere decir?) Bueno, todos los sindicatos deben tener un estatuto. Hay qüe
abolirlos. Si es necesario, terminar con sus reuniones. (¿Y las huelgas?) Bu eso pienso jus
tamente. . perjudican al país. (¿Cómo habría que arreglar las huelgas?) Tendrían que
dejarlos sin trabajo o multarlos, creo que no hay que explotar a nadie, pero eso de dejar de
trabajar cuando uno gana 150 dólares por semana, es bastante estúpido. Con eso aumentan la
inflación." (Anteriormente, al hablar sobre ocupación e ingresos, hizo unas interesantes
declaraciones que el entrevistador no registró. Dijo que, trabajando en el teatro, por ejem
plo, pensaba ahorrar alrededor de 500 dólares para luego dejar de trabajar un tiempo.
Nótense las exageradas fantasías respecto a los salarios del tiempo de guerra.)
, Los sujetos de puntaje bajo, cuya actitud hacia los sindicatos es de-
aprobación con ciertas objeciones, insisten en afirmar que el principio en.
que se basan los gremios es justo pero que éstos se están “sobrepasando”,
quieren más de lo que les corresponde, diríamos. En cambio, el típico su
jeto de puntaje alto acusa sin discriminación a los sindicatos de ser la
causa de la situación social supuestamente crítica, de la standardización
de la vida (5001 y 5003) y de perseguir fines directamente dictatoriales.
En el sujeto prejuicíoso, el antísindicalismo no es ya una expresión de
insatisfacción frente a las condiciones concretas que pueden haberle afec
tado, sino una tabla más de la plataforma reaccionaria que automática
mente incluye también el antisemitismo, la hostilidad hacia los países
extranjeros, el repudio del New Deal y todas las actitudes hostiles que
integran la imagen negativa de la sociedad norteamericana que se escon
de en el fondo de la propaganda fascista y semifascista.
2 . C omercio y E stado
Como era de esperar, la pauta ideológica relativa a la intervención
del gobierno en la economía privada concuerda marcadamente con la
ideología referente al movimiento obrero. La opinión media —si se nos
permite el término aunque no medie una cuantificación apropiada— sería
aquella que reconoce la necesidad de cierta medida de control guber
namental, particularmente en tiempos de guerra,'pero considera que dicho
control contraría básicamente los principios del liberalismo económico. La
intervención estatal entra en la categoría de los males necesarios^ Para el
sujetó de puntaje alto, en especial, la ingerencia estatal en la economía, pri
vada es simplemente1otro aspecto de su complejo de usurpación, pues se
trataría de una arbitrariedad dictatorial que compromete los derechos de
quienes ganan su dinero con el esfuerzo propio. Pero hacemos notar nueva
mente que no -existe una línea divisoria neta entre “altos” y “bajos” en
lo que respecta a la ingerencia gubernamental, aunque sí una diferencia
en su modo de expresar dicha actitud crítica.
Los ejemplos siguientes, que presentan una actitud parcialmente posi
tiva -respecto a la intervención estatal, han sido tomados de las entrevis
tas de sujetos de puntaje mediano y alto.
F340A, del Curso sobre Tests, es una joven empleada que obtuvo pun
taje mediano en E pero alto en F y CPE. Es un caso interesante porque
muestra cierta actitud de imparcialidad intelectual que se expresa en su
esfuerzo por ver también el otro lado de las cosas: es éste-un rasgo “anti-
paranoide” de la disposición mental de los norteamericanos que, digamos
de paso, constituye uno de los más fuertes baluartes con que contamos
LA POLÍTICA Y LA ECONOMÍA EN LAS ENTREVISTAS 665
“ Cuando las grandes empresas se hacen demasiado grandes habría que detenerlas. En
algunos campos, com o el del transporte, la energía, etcétera, es necesario que haya una orga
nización en gran escala. Lo principal es evitar el monopolio y limitar las ganancias. ’ ’
judíos; en rigor de verdad, está casado concuna mujer judía. En este caso,
los sentimientos antirrusos puedem ser un fenómeno de desplazamiento.
Por lo demás, existe también una actitud negativa hacia Rusia que
puede considerarse “genuinamente baja”. La misma se basa en la aversión
por él'totalitarismo. Tal es el caso de M204, paciente de la Clínica Psiquiá
trica que sufre de neurosis de angustia. Es un socialista moderado y paci
fista activo que obtuvo puntajes bajos en todas las escalas...
■Se muestra algo escéptico respecto a la. Unión Soviética. Desaprueba sus métodos tota
litarios pero le atrae “ su interesante experimento” .
“ Tal vez los comunistas puedan hacer algo en la Unión Soviética, pero aquí fracasa
rían totalmente. ’' -
A. .INTRODUCCIÓN
B. OBSERVACIONES GENERALES
En el material de las entrevistas encontramos numerosos elementos
de juicio en apoyo de la idea, sugerida por los resultados del cuestio
nario,, de que cuanto más convencional se hace la religión, tanto más
coincide con la perspectiva general del individuo etnocéntrico. El trozo
que reproducimos a continuación constituye un ejemplo ilustrativo de lo
que acabamos de afirmar. Se trata de la entrevista de F5054, clasificada
en el cuartil alto de la escala de etnocentrismo.
Esta mujer parece haber aceptado una serie de códigos morales más bien dogmáticos que
la hacen mirar a los otros, especialmente a los ' (jovencitos que se dicen ateos77, como indi
viduos que se encuentran'fuera del círculo dentro del cual desea desenvolverse. Admite (con
fidencialmente) que ansia irse de Westwood principalmente para alejar a su luja menor de
la influencia del hijo de.su vecino, muchacho que es ateo porque el padre le dice que “ la
religión es pura tontería11 También está desesperada porque la bija mayor “ no quiere ir
a la iglesia7\ ■ ■
Por lo,visto, esta -mujer acata totalmente la religión organizada y tiende a ser confor-
mista.-en materia religiosa. Para ella, la ética y los códigos morales del cristianismo son abso
lutos; todo lo que se aparte de ellos debe ser censurado o castigado.
La posición de dicha entrevistada sugiere que la rigidez religiosa con
vencional tiene alguna relación con una casi total falta de lo que podría
mos llamar fe “experimentada” por uno mismo. Así sucede también con
5057, hombre de puntaje alto que se mantiene fiel a la iglesia aunque “no
cree en un Dios personal”.
En opinión del sujeto, la mayoría do las sectas protestantes son prácticamente iguales.
Escogió la Ciencia Cristiana porque “ es una religión más tranquila que las demás’\ Cuando
vivía con los abuelos, comenzó a asistir a la escuela dominical de los Unitarios, iglesia que
era muy de su agrado porque, a su parecer, representa una forma moderada de la Ciencia
Cristiana. Al casarse, se unió a 3a Ciencia Cristiana pues la esposa y toda la familia de
ella pertenecían a esta iglesia. “ No debe permitirse que la religión obstaculice las activi
dades esenciales de la vida diaria. Sin embargo, la religión debería ayudarnos a evitar todos
ios excesos, como beber, jugar, etcétera. 77
Una joven de puntaje alto, F103, dice: “Mis padres nos dejan elegir
solos; pero igual vamos a la iglesia.” En este caso observamos una falta
de interés por el contenido de la religión; se va a la iglesia porque “así
debe hacerse” y para complacer a los padres. Otra joven prejuiciosa, F104„
nos proporciona un ejemplo final. Esta muchacha declara: “Nunca cono
cí a nadie que no fuera religioso. Conocí a uno que estaba indeciso, y era
una persona muy morbosa.” Al parecer, tiene la idea de que se va a la
iglesia para demostrar la propia normalidad o, por lo menos, para que lo
tomen a uno por persona normal.
Estos ejemplos nos ayudan a comprender por qué los individuos o los
grupos que “toman la religión en serio”, en un sentido más internalizado,
son propensos a oponerse al etnocentrismo. Lo mismo que probó ser verdad
en Alemania, donde los movimientos cristianos “radicales”, tal como la
teología dialéctica de Karl Barth, lucharon valientemente contra el nazis
mo, parece suceder también fuera de la “élite” teológica. El hecho de
que una persona se preocupe realmente por el significado de la religión
en sí, aun viviendo en una atmósfera general de religión “neutralizada”,
ASPECTOS DE LA IDEOLOGÍA RELIGIOSA EN LAS ENTREVISTAS 68$
C. PUNTOS ESPECÍFICOS
1¿, F u n c ió n , de . la ,R e l ig ió n ,e n lo s S u je t o s de P u n t a je A lto
. ■ , y en lo s S u je t o s de P u n t a je B a jo
En cierto modo, este enfoque de la religión tiene algo en común con las
actitudes externalizadas arriba descriptas. Nuestra impresión, empero, es
que cuando el sujeto de puntaje bajo encara la religión desde el punto
de vista práctico, el contenido o el contexto de sus ideas puede distinguirse
generalmente del que encontramos en los pensamientos del individuo pre-
juicioso. De tal manera, aunque la joven recién citada crea que la religión
es buena para la gente, que d a'“un sostén”, al parecer quiere dar a enten
der que esta necesidad tiene, ah menos, un propósito humano e ideal, vale
decir que se busca mayor “comprensión mutua" y, no simplemente estar
ASPECTOS DE LA IDEOLOGÍA RELIGIOSA EN LAS ENTREVISTAS 687
*v
mejor o.ser más eficiente. Tanto “altos” como “bajos” pueden considerar
que la religión contribuye a la higiene mental del individuo; pero en tanto
que los primeros indican, de modo característico, que es buena para los
demás porque son débiles crónicos, y posiblemente beneficiosa para ellos
mismos cuando se encuentran en situaciones externas desesperantes (“reli
gión de trinchera”), los sujetos de puntaje bajo son más propensos a pensar
en la religión de modo más internalizado, a considerarla como un medio
útil para disminuir los odios, resolver conflictos internos, aliviar la angus
tia, etcétera. Prácticamente no hallamos ningún individuo de puntaje bajo
que conciba la religión primordialmente como instrumento de utilidad
práctica externa, como trampolín para el triunfo, el status y el poder
o para sentir que se está de acuerdo con los valores convencionales.
2. Cr e e n c ia en D io s y N e g a c ió n de la In m o r t a l id a d
Y el caso de 5002: .
Sigue siendo ‘ ‘ cristianoJ cree en Dios, le gustaría creer en la vida después de la muerte,
pero tiene dudas y piensa que un sincero resurgimiento religioso o un nuevo mito religioso
traerían grandes beneficios a la humanidad.
“ . . .que todo hombre debe tener su propia forma de culto, basta que erea en un poder más
grande que él.*’
688 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
3. E l S u jeto de P u n ta je B a jo I rreligioso
La diferencia .entre sujeto de .puntaje bajo religioso e irreligioso
puede corresponder a una diferencia entre Tactores emocionales y factores
racionales como determinantes de la carencia de prejuicios. M203 es un
ejemplo característico del primer caso. Cabe considerárselo como liberal
genuino dotado de una mentalidad algo abstracta y racional. Su actitud
antirreligiosa no se basa tanto en convicciones políticas cuanto en mna posi
ción positivista general. Rechazada religión por . “razones lógicas” pero
establece una distinción entre la “ética cristiana”, que considera" compa
tible con la perspectiva progresista, y la “religión organizada”. Origina
riamente, su actitud antirreligiosa puede haber sido producto de una rebe
lión contra los convencionalismos: “Iba a la iglesia para satisfacer a los
demás”.
Racionaliza esta rebelión con cierta vaguedad, atribuyéndole una natu
raleza puramente lógica, quizás en virtud de ciertos sentimiéntos incons
cientes de culpa. (Este individuo muestra una apatía y una falta de emoti
vidad .que sugieren la existencia de rasgos neuróticos, quizás una pertur
bación de sus relaciones con los objetos.) Formula así su. crítica racional
de la religión:
“ Pero siempre fui bastante escéptico; me parecía, algo falso, estrecho, fanático y esti
rado, hipócrita... carente de semántica, podría decirse. Viola todas las reglas de la ética
cristiana. J ’
i
C a p ít u l o XIX
TIPOS Y SÍNDROMES
T. W. Adorno
A. ENFOQUE
Pocos conceptos de la psicología norteamericana contemporánea han
sido tan criticados como el de la tipología. Puesto que “toda doctrina de
tipos es un enfoque a medias del problema de la individualidad, y nada
más” (9), cualquier teoría de este género está expuesta n sufrir ataques
devastadores por parte de ambos extremos: porqué nunca capta lo único
y porque sus generalizaciones no tienen validez'estadística y ni siquiera
proporcionan instrumentos heurísticos productivos. Desde el punto de vista
de la teoría dinámica'general de la personalidad, sé objeta que las tipo
logías propenden a encasillar y á transformar rasgos sumamente flexibles
en características estáticas, cuasi biológicas, a lá par que descuidan, por
sobre todo, la influencia de los factores históricos y sociales. En lo que
atañe al aspecto estadístico, se hace particular hincapié'en el hecho de
que las tipologías dobles son insuficientes. 'En cuanto al valor heurístico
de las tipologías se ha señalado su superposición y la necesidad de concebir
“tipos mixtos” que prácticamente desautorizan los conceptos originales.
En rigor, el eje de todos estos argumentos es la aversión a aplicar conceptos
rígidos a la realidad supuestamente fluyente de la vida psicológica.
Las tipologías psicológicas modernas, contrastadas, por ejemplo, con
el - antiguo esquema de los “temperamentos”, tienen su origen en la
psiquiatría, en ' la necesidad terapéutica de clasificar las enfermedades
mentales a los objetos de facilitar el diagnóstico y el pronóstico. Kraepelin
y Lombroso son los padres.de ía. tipología psiquiátrica. Puesto qué ya ño
se acepta una separación neta éntre las enfermedades mentales, se consi
dera que las clasificaciones tipológicas de los individuos “normales”, deri
vadas' de la'anterior, han perdido su fundamento. Se las estigmatiza
como remanentes de la “fase taxonómica de la teoría de. la conducta”,
cuya formulación “tendía.a ser descriptiva, -estática y estéril” (80). Si ni
siquiera puede dividirse en tipos razonables a los enfermos mentales, cuya
dinámica psicológica está reemplazada en gran’parte, por pautas rígidas,
¿cómo, entonces, puede pretenderse que tengan buen éxito procedimientos
tales como el ya, famoso de Kretschner, cuya raison d’éire era la clasificación
standard de la depresión maníaca y de la demencia precoz?
. Ana Anastasi (11) describe resumidamente el punto, en que se encuen
tran- las discusiones acerca de la tipología:
696 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
' “ ■Generalmente se les critica a las teorías de los tipos sus intentos de clasificar a los
individuos en categorías estrictamente separadas... Tal procedimiento implica, una distribu-
Món multimodal de los rasgos. Se supone, entonces, que en un extremo de la escala se
agruparía a los introvertidos y en el otro, a los extravertidos, siendo la línea de demarcación
bien visible. Sin embargo, las mediciones realizadas en la práctica revelan una distribución
nrimodal de todos los rasgos que se asemeja mucho a la curva normal en forma de campana.
’?Uel mismo modo, muchas veces es difícil clasificar definidamente a determinado in
dividuo en un tipo u otro. Para obviar esta dificultad, muchos tipólogos han propuesto
tipos intermedios o ‘mixtos’, a manera de puente entre los extremos. Es así que Jung
sugirió un tipo ambi vertid o que no manifiesta tendencia a la introversión o a la extraversión
en grado notable. Pero la observación parece demostrar que la mayoría de los casos co
rresponden a la categoría ambi vertí da, siendo más bien raros los decididamente introvertidos
y extravertidos. Remitimos al lector a la curva, de distribución obtenida por Heidbreder con
un cuestionario de introversión administrado a 200 estudiantes universitarios... Se recordará
que la mayor parte de las clasficaciones fueron intermedias y que, a. medida que se avan
zaba hacia los extremos de la,: introversión o de la extraversión, el número de casos se
hacía progresivamente menor. La curva tampoco mostraba discontinuidades bruscas sino
únicamente un gradual paso de la media a. Jos dos extremos. Como indicáramos en el
Capítulo II, lo dicho puede aplicarse a todos los demás rasgos mensurables del individuo, sean
sociales, afectivos, intelectuales o físicos.
’’Es entonces evidente que, por cuanto las teorías de los tipos implican el encasillamiento
de los individuos en clases bien delimitadas, son insostenibles cuando se las confronta a una
masa de datos incontestables. Ello nó' obstante, tal presunción no vale necesariamente para
todos los sistemas de tipología humana. Es más característica de las versiones y adaptaciones
populares' de las teorías de los tipos que.de los conceptos originales. Por cierto que los
tipopsieólogos;han intentado con. frecuencia/clasificar a los. individuos en categorías, pero
ello no era parte indispensable de sus teorías; en oportunidades, sus. conceptos se modificaron
en grado suficiente cómo para admitir una distribución normal de los rasgos.”
les. ;Es muy probable que esto suceda en nuestra cultura standardizada
de masas en un grado aun superior' al de épocas anteriores. La relativa
rigidez de nuestros süjetos de puntaje' alto, y de algunos de puntaje bajo,
reflejan en el plano psicológico la creciente rigidez con que nuestra so
ciedad se -divide, grosso modo, en dos campos opuestos. El individualismo,
contrapuesto al encasillamiento inhumano, puede llegar, en último tér
mino, a convertirse en mera máscara ideológica dentro de una sociedad
qué, en realidad, es inhumana y cuya tendencia intrínseca a “agruparlo”
todo se pone de manifiesto en el hecho de que se clasifica a los propios
seres humanos. En otras palabras, quienes critican a la tipología no deben
olvidar que gran número de personas no son ya, sería mejor decir nunca
fueron, “individuos” en el sentido que da a la palabra la tradicional filo
sofía del siglo diecinueve. Si existen quienes piensan en rótulos, ello se
debe únicamente a que los procesos sociales sojuzgantes, oscuros, standar
dizados, “rotulantes”, que prácticamente no dejan al 'individuo” libertad
de acción ni oportunidad de verdadera individuación, determinan este
modo dé pensar. De tal manera, se establece un nuevo punto de partida
para la tipología. Tenemos razones para buscar tipos psicológicos porqué
el mundo en que vivimos está tipificado y “produce” diferentes “tipos” de
personas. Sólo mediante la identificación de los rasgos estereotipados del
hombre moderno, y no negando su existencia, puede contrarrestarse la
perniciosa tendencia a la clasificación y agrupación generales.
La definición de tipos psicológicos no implica meramente un ensayo
arbitrario y compulsivo de “ordenar” algo la confusa diversidad de la
personalidad humana. Representa un medio para “conceptualizar” tal di
versidad de acuerdo a su propia estructura, para lograr una comprensión
más íntima. El renunciar radicalmente a toda generalización que tras
cienda los aspectos más obvios no conduciría a una verdadera empatia con
el individuo humano sino más bien a una descripción oscura e insípida
de “hechos” psicológicos: todo paso que vaya más allá de los hechos y
aspire a encontrar significados psicológicos, pues según el postulado básico
de Freud todas nuestras experiencias tienen un significado (“dase alie
unsere Erlebnisse einen Sinn haberí’) , lleva en sí inevitablemente genera
lizaciones que trascienden el “caso” supuestamente único, y sucede que
tales generalizaciones casi siempre entrañan la existencia de ciertos sín
dromes o núcleos regularmente recurrentes que se acercan bastante al
concepto de “tipo”. Aunque en apariencia obtenidas mediante estudios:
basados primordialmente en lo individual, las ideas tales como la oralidad
o el carácter, compulsivo sólo adquieren sentido si van acompañadas de
la presunción implícita de que las estructuras denotadas por aquellas
denominaciones, y descubiertas dentro de la dinámica de un individuo,
constituyen constelaciones tan fundamentales que pueden suponerse re
presentativas, no importa hasta qué punto sean “únicas” las observaciones
sobre las cuales se basan. Puesto que el elemento tipológico es inherente
a todas las clases de teorías psicológicas, sería falso excluir a la tipología
per se. La “pureza” metodológica equivaldría a renunciar a un instrumento
conceptual o a la penetración teórica del material dado, lo cual traería,
como consecuencia una irracionalidad tan completa como lo es la arbi
traria agrupación que hacen las escuelas “encasilladoras”.
Dentro del contexto de nuestro estudio cabe hacer otra reflexión, de
naturaleza enteramente diferente, que nos lleva a conclusiones similares.
Es ésta una consideración de carácter pragmático: -la necesidad de que la
ciencia suministre armas para combatir la amenaza latente de la menta
lidad fascista. No sabemos aún si es posible, y hasta'qué punto, luchar-
TIPOS Y SÍNDROMES 699
social. Cuanto más rígido sea un tipo, tanto más profundamente mostrará
las huellas del sello social. Esto concuerda con el hecho de que nuestros
sujetos de puntaje alto se caracterizan por rasgos tales como la rigidez
y el proceso pensante estereotipado. Aquí reside el principio último de toda
nuestra tipología. Su principal dicotomía consiste en separar a la persona
que es de por sí standardizada y piensa según normas fijas de la que-es
verdaderamente “individualizada” y se opone a la standardización de la
experiencia humana. Los tipos individuales serán ciertas configuraciones
específicas comprendidas dentro de la división general. Esta última dife
renciará prima facie entre sujetos de puntaje alto y sujetos de puntaje bajo.
Pero, bien mirado, también afecta a los propios sujetos de puntaje bajo:
cuanto más “tipificados” estén, tanto más expresarán, sin saberlo, el
potencial fascista que existe dentro de ellos mismos.3
c. Los tipos deben definirse de tal manera que puedan sernos útiles
en el aspecto pragmático, es decir que puedan traducirse en patrones
defensivos relativamente drásticos y organizados de tal modo que las
diferencias de naturaleza más individual cumplan sólo un rol secundario.
Esto contribuye a dar cierta “superficialidad” consciente a la tipificación,
comparable a la situación que se daría en un sanatorio donde no se podría
iniciar una terapia si no se dividiera a los pacientes en maniacodepresivos,
esquizofrénicos, paranoicos, etc., aun sabiendo perfectamente que estas
separaciones se desvanecerían al ahondar los conocimientos. A este res
pecto, permítasenos formular la hipótesis de que si sólo pudiéramos aden
trarnos lo suficiente, en el fondo de la diferenciación reaparecería preci
samente la estructura “primitiva” más universal: ciertas constelaciones
'libidinosas básicas. Añadiremos una analogía tomada de la historia de las
artes. Tradicionalmente se distinguía el estilo románico del gótico por el
arco redondo y el arco en punta que, prosso modo, caracterizan a uno
y otro. Resultó evidente que tal criterio de clasificación era insuficiente,
que estas peculiaridades no estaban bien separadas y que entre ambos
estilos arquitectónicos había diferencias mucho más profundas. Pero todo
esto condujo a definiciones tan complicadas que resultaba imposible deter
minar en base a ellas si un edificio era de carácter románico o gótico
aunque la totalidad estructural del mismo rara vez dejara al observador
en duda en cuanto a la época a que pertenecía. De esta suerte, fue final
mente necesario retornar a la clasificación primitiva y simple del principio.:
En nuestro problema, seria aconsejable seguir un criterio similar. Pre
guntas aparentemente superficiales como “¿cuáles son los tipos de perso
nas que se encuentran entre los prejuiciosos?”, pueden fácilmente hacer
más justicia a las exigencias de una tipología que la tentativa de definir
tipos a primera vista en base a, digamos, la diferencia existente entre las
fijaciones de las fases pregenitales o genitales del desarrollo, etc. Proba
blemente pueda lograrse esta indispensable simplificación integrando cri
terios sociológicos dentro de los conceptos psicológicos. Estos criterios,
sociológicos pueden referirse a las identificaciones y a las pertenencias
grupales de nuestros sujetos así como a las pautas de comportamiento, las
actitudes y los objetivos sociales. La tarea de relacionar los criterios.de
tipo psicológico con los de tipo sociológico se ve facilitada por el hecho2
2 H em os d e re c a lc a r que d eb en d is tin g u ie se dos conceptos del vocablo tipo. P o r u n a p a rte ,
e s tá n los tip o s que lo son en el sen tid o lite r a l de la p a la b ra , p e rs o n a s tip ific a d a s, in d iv id u o s q u e
re fle ja n n o ta b le m en te c ie rta s p a u ta s f ija s y m ecan ism o s so c ia le s ; p o r el o tro lado, tenem os la s p e rs o n a s
& las q u e sólo cab e d en o m in a r tip o s en - u n sen tid o ló gico-form al j a quienes m uchas veces puecte
■ caracterizarse sim p le m en te p o r s u c a re n c ia de a trib u to s s ta n d a rd . E s esen cial d is tin g u ir e n tre la
-e s tru c tu ra tip o real, ‘ 'g e n u in o " , de u n a p e rso n a y la sim ple in c lu sió n de la m ism a d e n tro de u n a
■clase-lógica q u e la d efin e d esd e fu e ra , p o r a s í d ecirlo .
TIPOS Y SÍNDROMES 701
hipotéticos. Los síndromes que aquí exponemos son resultado de los cam
bios que introdujimos en esta forma preliminar basándonos en nuestras
observaciones empíricas y en una continua crítica teórica. Ello no obstante,
ha de considerárselos como primeras aproximaciones, como un paso inter
medio 'entre la teoría y los datos empíricos. Si quisiéramos realizar una
investigación más profunda, sería necesario volver a definirlos en relación
a criterios euantificables. Creemos justificado presentarlos así ahora por
estimar que pueden servir de guía para futuros trabajos. Ilustra cada
síndrome el perfil de un caso característico delineado principalmente en
base al protocolo de la entrevista de la persona seleccionada.
en su yo, su descenso económico, y social debe de haberle resultado muy penoso; es probable
que su fuerte prejuicio en cuanto a la infiltración de judíos dentro del barrio, en que
habita guarde relación directa con el temor de “ bajar más'' en la escala económica.
El entrevistador atribuye los constantes puntajes altos de esta mujer
a una “falta general de espíritu crítico” (siempre “está muy de acuerdo”
con los ítems del cuestionario) antes que a una parcialidad fascista activa
que no se hace patente en la entrevista. Es característica la relativa
ausencia de conflictos familiares serios.
Los padres nunca la sometieron a una disciplina severa, muy por el contrarío, ambos
tendían a darle todos los gustos y era, sin lugar a dudas, su favorita..,. Jamás tuvieron
serios rozamientos y aún ahora sigue manteniendo una relación muy estrecha con sus her
manos y toda la familia, .
La elegimos como sujeto representativo del “Resentimiento Mani
fiesto” por la actitud que muestra en lo concerniente a las cuestiones
raciales. “Muestra marcado prejuicio hacia todos los grupos minoritarios”
y “considera que los judíos son un problema”; sus estereotipos siguen
“muy aproximadamente el patrón tradicional” y los ha tomado' mecáni
camente del mundo circundante. Pero “no considera
que todos los judíos tengan necesariamente todas las características. Tampoco cree que
sea posible distinguirlos por su aspecto o por ciertos rasgos especiales, salvo que son vulga
res y, frecuentemente, agresivos’'.
La última cita demuestra que no considera innatos y naturales los rasgos
judíos que encuentra reprochables. No hay aquí proyección rígida ni
punitividad destructiva.
En lo tocante a los judíos, piensa, que la asimilación y la educación resolverán even
tualmente el problema.
Es evidente que dirige su agresividad contra aquellos que podrían, como
teme, “quitarle algo” de sus bienes económicos o de su status, pero los
judíos no son un “contratipo”.
Expresa abierta hostilidad contra los judíos que últimamente se han estado mudando'
al barrio y también contra los que, según cree, “ dirigen el cine". Parece temer que su
influencia se extienda y le disgusta grandemente la “ infiltración" de judíos provenientes
de Europa.
También expresa la ya mencionada diferenciación entre estereotipo “ex
terno” y experiencias concretas, con lo cual deja la puerta abierta para
una posible mitigación de sus prejuicios aunque, al parecer del entrevis
tador, si se levantara una ola de fascismo “es probable que desplegara,
mayor hostilidad y aceptara la ideología fascista”:
S-us experiencias; con los judíos se han limitado a contactos más o menos impersonales,
habiendo conocido de cerca sólo a uno o dos individuos a quienes considera “ buenas,
personas".
Puede añadirse que, si hay algo de verdad en la popular “teoría
del chivo emisario” como explicación del antisemitismo, ella se aplica,
a gente de esta clase. Los “puntos ciegos” de este tipo de personas se
deben, en parte al menos, al hecho de que sólo cuentan con un campo
estrecho, “pequeñoburgués”, de donde extraer experiencias y conceptos,
explicativos. Ven en el judío al ejecutor de tendencias que, en realidad,
son inherentes al proceso económico total, y, consecuentemente, hacen
recaer las culpas sobre él. Es un postulado necesario para el equilibrio
de su yo encontrar un responsable de su precaria situación social: de
otro modo, se perturbaría el justo orden reinante en el mundo. Es muy pro
bable que primordialmente busquen la culpa dentro de sí mismos y se
706 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
o cualquier cosa exagerada” .,, Se mantiene fiel a^las enseñanzas de sus abuelos y nunca
ha puesto en tela de juicio sus creencias religiosas.
Los siguientes datos de sú cuestionario son sumamente característicos de
la actitud general de este sujeto;
En respuesta a la pregunta proyeetiva 1 1%Cuáles son las cosas que más desagradan o
perturban el á n im o ?” , el sujeto mencionó “ el desorden en mi casa o a mi alrededor” y
“ la destrucción de la propiedad” . El impulso que encuentra difícil dominar es “ decirle a
la gente las cosas malas que tienen” . Al contestar a la pregunta “ ¿Qué puede enloquecer
a una persona?” dijo: “ Las preocupaciones. Una persona debe saber dominar su mente
lo mismo que su cuerpo” .
En lo que atañe al etnocentrismo, y a pesar de su moderación general
y su aparente “amplitud”, se clasificó en el cuartil alto. Da color particular
a su actitud antiminoritaria el acento especial que pone en la dicotomía
endogrupo-ex ogrupo: no tiene “contacto” con el ex ogrupo, o no desea
tenerlo, y al mismo tiempo proyecta sobre éste su propia modalidad de
endogrupo haciendo hincapié en el “espíritu de clan” de aquél. Su hosti
lidad está mitigada por su conformidad general y por el valor que reco
noce a “nuestra forma de gobierno”. No obstante, el hecho de que crea
que los rasgos del exogrupo son inmodificables da evidencia de que su
pauta convencional es algo rígida, 5057 se inquieta cuando ve que alguien
se desvía de su patrón, y esto, aparentemente, lo hace entrar en una
situación de conflicto que propende a reforzar su hostilidad antes que a
suavizarla. Sus prejuicios más intensos están dirigidos contra los negros,
quizás porque en este caso la línea demarcatoria entre endo y exogrupo
es sobremanera drástica.
En cuanto a otras minorías, opina así;
Actualmente el mayor problema minoritario es el ele los japoneses norteamericanos
“ porque están volviendo” . Considera que habría que imponerles “ algunas restricciones y
deportar a los padres” . Respecto a los rasgos de los japoneses: “ El único contacto per
sonal que tuve con ellos fue en la esencia, donde siempre me parecieron buenos estudiantes.
Personalmente, no me disgustan.”
Al inquirírsele acerca del “ problema judío” , comentó: “ No hay duda de que se man
tienen unidos. Se apoyan entre sí mucho más que los protestantes. ’? Opina que no deberían
ser perseguidos por el simple hecho de que son judíos. “ En los Estados Unidos un judío
tiene tanto derecho a la libertad como cualquier otro.” A lo cual añadió: “ Me disgusta
mucho ver que entre una cantidad exeesiva de judíos de otros países. Soy partidario de que
se cierre completamente la inmigración judía.”
Su rechazo de los judíos se basa primordíalmente en el hecho de que no
corresponden a su convencional ideal del endogrupo;. además diferencia
entre sí a los propios judíos de acuerdo a los distintos grados de asimilación
de éstos:
El sujeto dice que puede reconocer a un judío por sus cabellos “ ensortijados” , ras
gos mareados, nariz gruesa y, a veces, labios gruesos. En cuanto a las “ características” ju
días, señaló que hay “ diferentes tipos de judíos así como hay diferentes tipos de gentiles” .
Habló del “ tipo kike, como los de Ocean Parle” , y del “ tipo más alto, como los de Beverly
Hilís”
En lo atinente a la relación entre estereotipo y experiencia,
siempre que tuve contaeto con ellos quedé con b u e n a impresión. Cuando tenía la esta
ción de servicio en Beverly Hills traté mucho con ellos, pero no recuerdo que alguna vez pasara
algo desagradable. En realidad, siempre fueron experiencias gratas” . Al llegar a este punto,
el sujeto relata un episodio ocurrido con un fiambrero judío de Ocean Park. Sucedió cuando
tenía entre 8 y 10 años. Vendía revistas en la zona y entró en una tienda para tratar de
venderle una al propietario. Mientras esperaba que éste lo atendiera, vio una torta de café,
de aspecto muy apetitoso, y sintió ganas de comerla. El hombre compró la revista y notó
la expresión de deseo en la cara del muehacho. Pensando, aparentemente, que éste no tenía
dinero para comprar la torta, la tomó de 3a vitrina, la puso en una bolsa de papel y se
Ja entregó al chico. Por el modo en que el sujeto cuenta este incidente, resulta claro que
708 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
el gesto del judío fue humillante a la vez que grato, Recuerda cuánta turbación le produjo
ver que el hombre creyera que estaba “ hambriento y sin dinero".
El sujeto considera que hay judíos “ buenos y “ malos"; así como hay gentiles “ bue
nos" y “ malos". No obstante, “ los judíos en conjunto nunca cambiarán, porque' se mantie
nen muy unidos y no quieren dejar sus ideales religiosos. De todos modos, podrían conse
guir que la gente tuviera mejor opinión de ellos si no fueran tan avarientos."... Permi
tiría que los judíos ya residentes en el país permanecieran en él, pero añade: “ Claro está
que deberían dejar que los judíos volvieran a Palestina." Además, “ no lamentaría que se
fueran". En cuanto al sistema de admisión limitada en l&s escuelas, el sujeto aprueba tal
política, aunque sugiere la alternativa de “ tener escuelas separadas para los judíos".
3. E l S índrome “A utoritario ”
Este síndrome es el que más se acerca al cuadro general del sujeto
de puntaje alto que resalta en todo el transcurso de nuestro estudio. Sigue
la pauta psicoanalítica “clásica" que entraña la resolución sadomasoquista
del complejo de Edipo; Erich Fromm lo ha denominado carácter “sado-
masoquista” (56). Según la teoría de Max Horkheimer, en cuyo trabajo
en colaboración escribió la parte sociopsicológica, la represión social ex
terna es concomitante con la represión interna de los impulsos. A fin de
lograr la “internaüzaeión” del control social que nunca le da al indivi
duo tanto como le quita, la actitud de este último hacia la autoridad
y su agente psicológico, el superyo, toma un aspecto irracional. El sujeto
sólo logra su propia adaptación social encontrando placer en la obediencia
y la subordinación. Esto hace entrar en juego la estructura de impulsos
sadomasoquistas, en calidad de condición y de resultado de la adaptación
social. En nuestra organización social, las tendencias sádicas y masoquistas
encuentran efectivamente una gratificación. La pauta según la cual tales
gratificaciones se traducen en rasgos de carácter es una resolución especí
fica del complejo de Edipo que define la formación del síndrome que
nos ocupa. El amor por la madre, en su forma primera, queda bajo estricto
tabú. De ello resulta un odio contra el padre que se transforma en amor
mediante formaciones reactivas. Tal transformación lleva a un tipo par
ticular de superyo. La conversión de odio a amor, la tarea más difícil
que debe cumplir el individuo en su primera etapa de desarrollo, nunca
logra completo buen éxito. En la psicodinámica del “carácter autoritario”,
parte de la agresividad recién mencionada queda absorbida y convertida
en masoquismo, a la par que otra porción de la misma resta como sadismo,
el cual busca descargarse sobre aquellos con quienes el sujeto no se
identifica: en último término, el exogrupo. Frecuentemente se convierte
al judío en sustituto del odiado padre y, a menudo, en un nivel de fantasía,
se ven en él los mismos atributos paternos que sublevaban al hijo, tales
como el espíritu práctico, la frialdad, la dominación y hasta la rivalidad
sexual. La ambivalencia lo invade todo y se pone principalmente en evi
dencia por el hecho de que el individuo tiene fe ciega en la autoridad
a la par que está dispuesto a atacar a quienes considera débiles y se
prestan socialmente a ser tomados como “víctimas”. En este síndrome, la
estereotipia no es únicamente un medio de identificación social sino que
llena una verdadera fundón “económica” en la propia psicología del su
jeto: le ayuda a canalizar su energía libidinosa ateniéndose a las exigencias
de su estrictísimo superyo. De tal manera, la estereotipia misma tiende a
libidinizarse sobremanera y cumple un importante rol en la vida interna
del sujeto. Éste adquiere profundos rasgos de carácter “compulsivos”,
debido en parte a la regresión a la fase anal-sádica de su desarrollo. Desde
el punto de vista sociológico, este síndrome era en Europa muy caracte
rístico de la baja clase mecha. Suponemos que en los Estados Unidos se
lo encontrará entre las personas cuyo status verdadero no es el mismo
TIPOS Y SÍNDROMES 709*
ñas, simplemente dejó de usar las herramientas porque “ no sé por qué no las podía guar
dar todas” ) . , . “ Pero, sabe usted, considero que mí padre era justo y que yo me lo me
recía. Él dictaba las leyes, y si yo las rompía me daban mi castigo, pero nunca con furia
incontrolada. Mi padre era un buen hombre, no tengo ninguna duda. Siempre se interesaba
por lo que hacían sus hijos. ”
‘ ‘ Mi padre era miembro importante de una fraternidad; prácticamente salía todas
las noches. Tomaba parte activa en varios comités, era un hombre muy sociable, todos los
querían... se preocupaba por darle a 3a familia lo que necesitaba. Nunca nos faltó nada
pero no nos daba lujos innecesarios... nada de caprichos'... Papá consideraba que eran
lujos que probablemente... consideraba que eran innecesarios... Sí, más bien austero...
(¿A cuál de sus padres sentía más cerca?) Oreo que mi padre. Aunque me mataba a
golpes, podía hablar con él de todo.” ... (El sujeto subraya que el padre siempre fue muy
justo con todos, con él inclusive.)
El padre de este sujeto lo “domó”: lo sometió a un proceso de hiperadap-
tación. Y éste es exactamente el aspecto que más resalta en su antise
mitismo. Él, que admira la fuerza bruta, acusa a los judíos de ser impla
cables en la vida práctica.
“ M& parece que los judíos se están aprovechando de la situación actual. Ahora quie
ren. .. traen a todos esos judíos de Europa y se las arreglan para juntarse y acaparar capi
tal. Son un pueblo especial.,. no tienen conciencia para nada excepto el dinero.” (Al pare
cer, el sujeto quiso decir que no tienen conciencia en asuntos de dinero aunque tal vez sí
en otras cosas). “ Si uno es un obstáculo para que ganen dinero, lo barren del camino.”
La rigidez de la imagen del judío, ya visible en el síndrome “Conven
cional”, tiende a hacerse absoluta y de naturaleza sobremanera vengativa:
“ Para mí, un judío es un extranjero de la misma clase que digamos, oh, iba a decir
los filipinos. Fíjese, por ejemplo... cumplen todos esos días religiosos que para mí son
completamente extraños... y no lo dejan... no se americanizan por completo... (¿Qué suce
dería si hubiera menos prejuicios contra ellos?) No lo sé... y no sé por qué, pero me parece
que los judíos están hechos para ser siempre así, no pueden cambiar, es una especie de instinto
que nunca van a perder... van a ser judíos por los siglos de los siglos. (¿Qué debería
hacerse?) Pueden llegar a gobernar el país, pero cómo vamos a pararlos... probablemente
tengamos que hacer alguna ley que los reprima.”
5. E l M a n iá t ic o
En la medida en que en el síndrome “Autoritario” la introyección
de la disciplina paterna significa una continua represión del ello, este
síndrome puede caracterizarse" como frustración en el sentido más amplio
de la palabra. No obstante, hay una pauta en la cual la frustración cumple
un rol mucho más específico. Se descubre esta pauta en aquellas perso
nas que no lograron adaptarse al mundo, aceptar el “principio de la
realidad”; que no supieron, diríamos, alcanzar un equilibrio entre renuncia
ción y gratificación, y cuya vida interna está determinada por lo que se les
niega desde afuera, no sólo durante la infancia sino también durante la
vida adulta. Estas personas son impulsadas al aislamiento. Se ven obliga
das a construirse un mundo interior espurio, que muchas veces se acerca
al delirio, y que se contrapone enfáticamente a la realidad exterior. Sólo
pueden existir merced al propio autoengrandecimiento unido a un violento
rechazo del mundo externo. Su “alma” se convierte en su bien más que
rido. Al mismo tiempo, son muy dados a la proyección y a la suspicacia.
No podemos dejar de ver cierta afinidad con la psicosis: son “paranoides”.
Para ellos, el prejuicio tiene importancia capital: es un medio para escapar
de las enfermedades mentales agudas mediante la colectivización y la
construcción de una pseudorrealidad contra la cual pueden dirigir su agre
sividad sin- faltar abiertamente al “principio de la realidad”. Aquí la
estereotipia es decisiva: .obra a manera de corroboración social de sus
fórmulas proyectivas y, por consiguiente, la institucionalización en tan alto
grado que, muchas veces, adquieren un carácter casi religioso. Esta pauta
se encuentra en mujeres y ancianos cuyo aislamiento se ve reforzado
por la sociedad que, virtualmente, los excluye del proceso económico de
producción. Aquí encuadran las madrinas de guerra organizadas y los
que siguen-regularmente a los agitadores, aun en los períodos de baja
de la propaganda racista. La expresión “margen de lunáticos”, muchas veces
empleada abusivamente, tiene cierta validez en lo que a ellos atañe: su
compulsividad ha llegado a la etapa del fanatismo. A fin de confirmarse
mutuamente la pseudorrealidad que se han construido, pueden llegar a
formar sectas,'a. menudo bajo-la advocación de alguna panacea “natural”,
lo que se corresponde con su idea proyectiva de que el judío es y. será
malo por la eternidad y corrompe la pureza de lo natural. En este síndro
me, cumple importante papel la tendencia a ver conspiraciones: no vacilan
714 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
“ Los judíos se sienten superiores a los gentiles. No quieren ensuciar su sangre mezclan'
lose con los gentiles. Son capaces de sacarnos todo el dinero y usar a nuestras mujeres como
amantes, pero nunca se van a casar con nosotros, y quieren qne sus mujeres no tengan
mancha. La familia Y recibía judíos muchas veces. Ño sé si era por su dinero o por qué.
Por eso yo no voté por Y la. segunda vez. Había visto demasiadas judías gordas y judíos
de naris; ganchuda en su casa. Claro que oí decir que también la madre del Presidente
Roosevelt tenía algo de sangre ju d ía .D e jó a los B. porque eran judíos. Tenían una casa
q u e era como un palacio y querían que se quedara con ellos. Cuando se fue, los de la familia
dijeron: “ Sabíamos que era demasiado bueno para ser cierto*\
6. E l T ipo “ M anipulativo ”
Este síndrome, en potencia el más peligroso, se caracteriza por la
estereotipia más extrema: las ideas rígidas dejan de ser medios para
convertirse en fines; el mundo entero queda dividido en campos admi
nistrativos, vacíos y esquemáticos. Existe una falta casi completa de
catexia de objeto y de vínculos afectivos. Así como el síndrome, riel “Ma
niático” tenía algo de paranoide, el “Manipulativo” lo tiene d e ;esquizo
frénico. Pero, en este caso, la escisión entre mundo interno y externo no
conduce a la “introversión” común sino a lo contrario, pues crea una
suerte de hiperrealísmo compulsivo que trata a todo lo existente como
objeto que está allí para que las pautas teórica y práctica del sujeto se
apoderen de él, lo manejen, lo utilicen. Los aspectos técnicos de la vida
y las cosas qua “instrumentos” están cargados de libido. Lo importante
es “hacer algo”, con profunda indiferencia en cuanto al contenido de
aquello que se hará. Esta pauta se observa en numerosos hombres de
negocios y también en número creciente de miembros de la ascendente
clase tecnológica y administrativa que, en el proceso de la producción,
cumplen una función Intermedia entre el propietario de antaño y la aristo
cracia obrera. Muchos antisemitas fascistas de Alemania mostraban este
síndrome: Himmler puede ser tomado como símbolo de ellos. Su sobria
inteligencia unida a una carencia casi absoluta de sentimientos hace que,
tal vez, sean los más despiadados de todos. Su modo de ver las cosas como
organización los predispone a buscar soluciones totalitarias. Su objetivo
no es el pogrom sino la construcción de cámaras de gas. Ni siquiera
tienen necesidad de odiar a los judíos: “dan cuenta” de ellos con medidas
administrativas que no requieren contacto personal con las víctimas. Se
reifica al antisemitismo, se lo convierte en artículo de exportación: debe
“servir”. Su cinismo es casi completo: “La cuestión judía se resolverá con
medidas estrictamente legales”, así se expresan al referirse á los fríos
pogroms. Para ellos, los judíos son una provocación por cuanto el supuesto
individualismo judío desafía su estereotipia y porque sienten que el judío
da una importancia neurótica precisamente a ese género de relaciones hu
manas de las que ellos mismos están privados. La relación endogrupo-
exogrupo se transforma en el principio según el cual se organiza abstrac
tamente el mundo entero. Naturalmente, en nuestro país este síndrome se
encuentra sólo en estado rudimentario.
716 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
4 D esde luego, e sto só lo a b a r c a u n asp ecto e x te rio r. Como b ie n sabem os p o r el p sico a n á lisis,
los in secto s y los g u san o s sirv en fre c u e n te m e n te como sím bolos re p re s e n ta tiv o s de los h erm an o s. L as
fa n ta s ía s que e n tra n a q u í p u e d en s e r h u e lla s de los deseos q ue tu v o el n iño de p e g arle al herm ano
m e n o r h a s ta q u e ' ‘se q u e d a ra q u ie to ” . L a te n d e n c ia a la m a n ip u la c ió n p u ed e s e r u n a fo rm a de d a r
p a so a los deseos de m u e rte c o n tra los h erm an o s. C’on frec u e n cia, los “ o rg a n iz a d o re s ” son p e rso n as
-que q u ie re n e je rc e r d om inio so b re a q u ello s que, en r e a lid a d son sus ig u a le s; s u s titu to s de los
h e rm a n o s a q u ie n e s d esean g o b e rn a r, como el p a d re , p o r s e r lo m e jo r q ue se les o frece, ya que
no p u e d en m a ta rlo s. N u e stro toxo en tom ó logo m enciona que, en la in fa n c ia , re ñ ía m ucho con la
h e rm a n a .
TIPOS y S Í N D R O M E S 717
%
Guando se le preguntó qué cosas buenas había hecho Roosevelt, respondió: " Bueno,
durante su primera presidencia puso el país en vereda. Algunos dicen que sólo llevó a la
práctica las ideas de Hoover, pero la verdad es que hizo un buen trabajo y muy necesario... to
mó en sus manos un poder que no le correspondía pero que necesitaba para hacer algo...
tomó mucho más poder del que ya es mucho ” . . . Al inquirírsele si la política de Roosevelt
era buena o mala, el sujeto replicó: " Bueno, de todos modos hacía algo.”
Sus conceptos políticos están definidos por la relación amigo-enemigo,
exactamente como el teórico nazi Karl Schmitt, que define así la natura
leza de la política. Su vehemente anhelo de organización, concomitante
con un deseo obsesivo de dominar la naturaleza, parece ilimitado:
"Siempre habrá guerras. (¿Hay alguna forma de evitar las guerras?). No, no son los
objetivos, sino los enemigos en común lo que hace amigos a los hombres. Tal vez si se des
cubrieran otros planetas y alguna manera, de llegar allí, para así dispersarnos, podríamos
evitar las guerras durante un tiempo, pero a la larga volvería a haber guerras. ’ ’
Las implicaciones verdaderamente totalitarias y destructivas de su modo
dieotómico de pensar se ponen de manifiesto en sus declaraciones acerca
de los negros:
(¿Qué puede hacerse respecto a los negros?) "N o puede hacerse nada. Hay dos fac
ciones. No soy partidario de que las razas se mezclen porque resultaría otra inferior. Los
negros no están tan desarrollados como los caucásicos, viven artificialmente y a costillas
de las otras razas.” Aprobaría la segregación, pero eso no es posible. A menos que estemos
dispuestos a usar los métodos de Hitler. Hay dos únicas maneras de arreglar el problema;
los métodos de Hitler o la mezcla de razas. Esta última es la única solución y ya está po
niéndose en práctica, según lo ha leído, aunque él personalmente está en contra de ella. No
beneficiaría para nada a la raza.
Esta lógica sólo admite una conclusión: habría que matar a los negros.
Al mismo tiempo, esta manera de ver a los presuntos objetos de manipu
lación muestra un desapego y una falta de sentimientos totales: aunque
es notablemente antisemita, ni siquiera afirma que sea posible
"distinguir a los judíos por su aspecto, son exactamente iguales que los demás, que
cualquiera.”
Su opinión acerca de los matrimonios mixtos pone nuevamente en evi
dencia su indiferencia patológica y espíritu práctico:
Afirmó que si fuera un comerciante norteamericano radicado en Alemania o en Inglate
rra, antes que nada se casaría, en caso de ser posible, con una mujer norteamericana; de lo
contrario, elegirían una alemana o una inglesa.
1. E l B a jo “ R íg id o " -
Comenzaremos eon el síndrome “bajo” que más tiene en común con
la pauta “alta” general, para luego seguir con las características más
definidas y constantemente “bajas”. El síndrome que se impone antes que
ninguno a nuestra atención es el que muestra los rasgos más marcada
mente estereotípicos: vale decir las configuraciones en las cuales la falta
de prejuicios no se basa en la experiencia concreta ni está-integrada
dentro de la personalidad, sino que es producto de una pauta ideológica
general y externa. Entran en este síndrome aquellos sujetos cuya caren
cia de prejuicios, aunque concordante con su ideología manifiesta, sólo
puede considerarse, accidental en lo que atañe a la personalidad. Pero
también encontramos aquí personas cuya rigidez guarda tanta relación
con la personalidad, como ciertos , síndromes de los .sujetos de puntaje
alto. El proceso pensante de.esta última clase-de. “bajo” se inclina deci
didamente al totalitarismo; el tipo particular de fórmula ideológica uni
versal con la que casualmente entra en contacto es, hasta cierto punto,
accidental. Entre nuestros sujetos hallamos unos pocos que habían estado
largo tiempo identificados, ideológicamente con, algún movimiento pro
gresista, tal como la lucha por los derechos de las minorías, pero en
quienes estas ideas contenían un elemento de compulsividad y hasta de
obsesión paranoide. Además* estos individuos no podrían distinguirse casi
de algunos “altos” extremos en lo que respecta a muchas d e . nuestras
variables, especialmente la rigidez y el pensar “total”. Puede considerarse
que, de un modo u otro, todos los representantes de este. síndrome son
la contraparte del tipo de “Resentimiento Manifiesto” del sujeto de-pun
taje alto. El carácter accidental de sus ideas y su posición global los hace
susceptibles de cambio en una situación crítica, tal como sucedió bajo
el régimen nazi con cierta clase de radicales. A menudo se, los reconoce
porque muestran cierto desinterés respecto al fundamental problema de
las minorías per se y porque suelen declararse contrarios a los prejuicios,
por considerarlas parte de la plataforma fascista; pero también se da el
caso de personas que ven únicamente los problemas minoritarios. Son.
tan propensos como sus contrarios políticos a usar clisés y abundante
fraseología. Algunos tienden a restar importancia a la discriminación
racial catalogándola como simple subproducto del gran problema de la.
lucha de clases, actitud que puede ser indicio de que en ellos existen,
prejuicios reprimidos. Encontramos numerosos representantes de este:
síndrome, por ejemplo, entre los, jóvenes “progresistas”,, particularmente
estudiantes, cuyo desarrollo personal no ha seguido el ritmo de su adoc
trinamiento ideológico. Una de las mejores maneras de identificar el.
síndrome consiste en observar el grado de propensión del sujeto a dedu
cir. su posición respecto a las cuestiones minoritarias de alguna fórmula,
general en lugar de vertir opiniones espontáneas. Es frecuente que tam
bién esgrima juicios de valor que en modo alguno pueden estar basados,
en el-conocimiento real del asunto.
F139 es una educadora religiosa.
Hace ya 10 años que se considera muy progresista, últimamente ha tenido poco tiempo-
para leer, pero el marido lee y estudia constantemente, manteniéndola al tanto de- todo;
“ Mi estadista favorito es Litvmov, ’ ’ Cree que el discurso más dramático de los tiempos mo
dernos fue el que pronunció en la 'conferencia de Ginebra, donde abogó por la seguridad
colectiva. “ Nos alegramos mucho de que esta guerra haya servido para levantar la niebla de-
ignorancia y desconfianza que rodeaba a la Unión. Soviética. Pero las cosas no están
arregladas todavía. En nuestro propio país hay muchos fascistas que, si pudieran, lucharían,
contra Rusia.”
720 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
2. E l B a jo “P rotestador ” 3
•cómo,él nos trataba. Se divorció de él.” (Se soiíroja. y sus ojos se llenan de lágrimas en el
momento en que lo dice. Cuando la entrevistadora comentó que no se había percatado de
•que los padres estaban divorciados, la muchacha contestó: ‘‘No iba a. decir nada. Muy pocas
veces lo cuento.” )
Como rasgo neurótico observamos que hay indicios de una fuerte fija
ción materna:
“ No quiero que mamá se vuelva a casar nunca. (¿Por qué?) No sé. No lo necesita.
Puede tener amigos. Es muy atractiva y tiene muchos amigos. Pero no podría soportar que
;se casara otra vez, (¿ Considera que de todos modos lo haría?) No. No lo hará si yo no quiero. ”
Y también hay síntomas de inhibición sexual nacida de la experiencia
-de la ruptura del matrimonio de los progenitores.
(¿Muchachos?) “ Oh, nada serio, tampoco lo quiero. Claro que algo flirteo pero nunca
■voy tan lejos como para hacerles pensar que soy fácil. Tampoco me gustan los muchachos
superficiales. ” ' '
siente muy deprimida, viene muy inquieta, llorando y ' *'confusa ’ 1, se queja de que el tra
tamiento es demasiado lento. El psicólogo que la atiende considera que no podrá soportar un
estudio más profundo, que la terapia debe proporcionarle principalmente un apoyo pues, dada
la debilidad de su yo, podría provocarse una psicosis. Hay tendencias esquizoides.
Está en contra de los prejuicios, y da especial importancia a la “mezcla
de las razas”, probablemente expresión de su propio impulso a la pro
miscuidad: No debería haber “límites”.
(¿Prejuicios?) “ Si las razas se mezclaran, se podría llegar a la unión de las culturas;
serviría para internacionalizar la cultura, Considero que debería haber un mismo sistema
educativo en todas partes. Tal vez no se pueda poner en práctica, pero quizás se pueda selec
cionar la reproducción... así se reunirían las características mejores. Podría esterilizarse
a los retardados.’’ (Cita un estudio que conoce sobre la herencia). “ Parece que no vamos
mejorando todo lo que se necesitaría. La sociedad entera está enferma y es desgraciada. f ’
La última oración señala que su propio descontento la conduce, por em
patia, a hacer una crítica más bien radical y coherente de la sociedad.
En su declaración acerca de los problemas minoritarios se vuelve aún
más patente su profunda penetración y se comprueba que le atrae lo
“diferente”:
“ Las minorías están terriblemente oprimidas. Hay muchísimo prejuicio. Se tiene miedo
de la minorías, no se las conoce. Me gustaría que se asimilaran todos los grupos, de todo el
mundo. Desearía que en todo el mundo se unificara la educación. Las propias minorías se
mantienen apartadas. Es un círculo vicioso. La sociedad los hace parias y ellos reaccionan
apartándose.; ' (¿Diferencias?) (El entrevistador se esforzó por lograr que la muchacha
mencionara alguna diferencia, pero ésta insistió): “ Todas las diferencias que existen se
deben a las condiciones en las que crecemos y también a las reacciones emocionales (ante
la discriminación). (¿Los judíos?) No sé en qué se diferencian como g ru p o . Tengo amigos
judíos... Quizás sean más sensibles porque sufren los prejuicios. Pero eso es bueno.'1
Según los datos clínicos, esta muchacha es genuinamente lesbiana.
Fue muy censurada por su homosexualidad y luego se dedicó “a la pro
miscuidad sexual a fin de descubrir si era capaz de reaccionar en las
relaciones con hombres”. “Todos sufrimos algún trastorno emocional”,
afirmó. Su historia posterior indica que la componente lesbiana es la
más fuerte.
Cabe añadir que la muestra de Los Ángeles incluye a tres prosti
tutas, todas ellas completamente libres de prejuicios y clasificadas en el
cuartil bajo de F. Puesto que su profesión tiende a hacerles totalmente
desagradable el sexo y muestran síntomas de frigidez, juzgamos que no
entran en el síndrome “Impulsivo”. No obstante, sólo mediante análisis
más profundo podríamos averiguar si la formación de su carácter es
básicamente del tipo “impulsivo”, luego encubierto por posteriores for
maciones reactivas, o si su puntaje bajo es producto de un factor pura
mente social, a saber el abundante trato con personas de toda índole.
4. El B a jo “D espreo cu pa d o ”
No me molestaba andar con las chatas de los enfermos. Aprendí que podía tocar la carne
sin que me diera asco. Aprendí a tener tacto respecto a ciertas cosas. Y, además, ¡hacía
una obra patriótica! (Lo dice en tono.jocoso). La gente simpatizaba conmigo. (¿Por qué?)
Porque yo les sonreía y porque siempre hacía bromas, como ahora.”
hace tres días, rompió con el novio (dicho con voz fingidamente llorosa). El muchacho le
rogó: t(Seamos amigos” , pero -ella no quiso saber más nada. El problema sexual le dis
gusta. La. primera vez que bailó con el novio, él le dijo que le parecía que ella quería tener
relaciones sexuales, cuando en realidad lo único que la muchacha deseaba era estar cerca
de él. Esto le preoeupa porque en ningún momento pasaron por su mente los pensamientos
que le atribuía el muchacho, ¡pero tal vez inconscientemente sí i
Es evidente que su carácter erótico está ligado a una falta de represión
respecto a sus sentimientos hacia el padre: “Me gustaría casarme con un
hombre como mí padre”.
El entrevistador resume así el resultado de la entrevista:
Los factores que má,s han contribuido a que esta, muchacha obtuviera puntaje bajo son
la amplitud mental de los padres j el gran amor que la madre prodigó a todos sus hijos.
Si es posible generalizar en base a este caso y extraer las correspon
dientes conclusiones respecto a los sujetos de puntaje alto, podríamos
postular que la creciente significación del carácter fascista depende gran
demente de cambios básicos de la estructura de la familia misma (ver
Max Horkheimer, 53 a).
PARTE V
A. INTRODUCCIÓN
Al presentar Jas diversas técnicas empleadas en el estudio, tomamos
siempre dos casos ilustrativos: Mack y Larry. Cada uno de ellos mostró
una notable uniformidad y, además, descubrimos numerosas diferencias
entre uno y otro. Dicha uniformidad abraza su personalidad y su ideolo
gía; las diferencias aparecen en todos los campos de investigación, desde
las actitudes manifiestas hasta las necesidades profundas exploradas por
el T.A.T. En todo este proceso acumulamos pruebas en apoyo de nuestra
idea de que las distintas pautas ideológicas están estrechamente ligadas
a diferencias de la estructura de la personalidad. Nos proponemos ahora
describir estas estructuras de la personalidad a los objetos de comprobar
cómo se expresan en las tendencias ideológicas y, sobre todo, conocer lo más
posible acerca de su formación. Ya hemos sacado a luz numerosas ca
racterísticas de la personalidad de ambos sujetos; además, el T .A .T .
proporcionó notables indicios acerca de cuáles son las fuerzas centrales
que actuarían en cada caso; pero nos fue preciso esperar hasta haber
examinado el material de la sección clínica de las entrevistas para llegar
a las formulaciones generales. Es evidente que dicho material deja mucho
que desear, pero si lo relacionamos con todo lo visto anteriormente y lo
interpretamos con la libertad que nos permite el fundamento proporcio
nado por los capítulos clínicos precedentes, surgen cuadros razonablemente
completos y plenos de sentido.
En el análisis de estos dos casos reaparecerán muchas de las variables
presentadas en los capítulos dedicados a los datos extraídos de la parte
clínica de las entrevistas. Abrigamos la esperanza de que, si concentramos
nuestra atención en detalles específicos en mayor medida de la que per
mitía el estudio de los grupos de sujetos, podremos conocer mejor algunos
de los fenómenos concretos de los que extrajimos nuestras variables, los
que así adquirirán más sentido. Pero aquí nos preocupa principalmente
la configuración de variables que se presenta en un individuo aislado
y no las variables particulares. Nuestro objetivo es conformar un cuadro
de los aspectos genéticos de una personalidad autoritaria, que sea lo más
vivido que admite nuestro incompleto material, para luego señalar los
puntos de contraste de esta personalidad con la no autoritaria.
734 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
B. EL CASO DE MACK
Veamos ahora la parte clínica de la entrevista de Mack.
“ Mamá estaba enferma, en cama, la mayor parte del tiempo. Recuerdo que nos leía
y nos cantaba. Dedicó sus últimas fuerzas a. sus hijos. De mi padre no tengo recuerdos
tan tempranos. Lo primero que recuerdo de Ó1 como padre fue la mañana de primavera en
que murió mamá. Vino a decírnoslo, Claro que hay tanta diferencia de edad entre él y yo.
Ahora tiene 77 años. A mamá la operaron tres veces. La tercera vez que se fue yo estaba
muy desesperado. Era como un presentimiento. Nuestra tía, que vivía enfrente, ayudaba a
cuidarnos cuando nos enfermábamos. Después que mamá murió, papá pasaba todo su
tiempo con nosotros.
"Mi hermana es cuatro años mayor que yo. Hace tres años y medio que está casada.
Es ama de- casa, tiene un hijo de dos años y espera otro. Siempre estuve en muy buenas
relaciones con ella, una que otra discusión, pero "no como otros hermanos que conozco. Se
ocupaba de la familia, cocinaba y me cuidaba a mí. La llamaban la pequeña {señora\
Así fue siempre. Me ayudó a terminar la eseuela y a comprarme la ropa. Es muy buena
estenógrafa y tenedora de libros. Me prestó dinero para que pudiera establecerme en el
Este. Se 3o devolví. No, no influyó mucho sobre mis ideas. En eso se parece a mí. No toma
la religión muy en serio; nunca fuma ni bebe, tiene altos ideales. Pero de eso es más res
ponsable *mi padre.
” Antes de la escuela secundaria nunca pensé demasiado. Cuando empecé la escuela
secundaria, mi hermana ya no estaba con nosotros. Esos años de estudio los pasó principal
mente con mi padre. Cuando terminé, él vivía con nosotros en. ., ’ ’
(¿Qué admiraba especialmente en su padre?) “ Lo más admirable era la atención que
prestaba a sus hijos. Es muy honesto, tanto que ni siquiera perdona cuentas. En todo el
lugar lo conocen como hombre de una sola palabra. Su mayor mérito es haberse privado
de placeres para cuidar de nosotros. (¿Qué desacuerdos tuvo con su padre?) Nunca tuvimos-
grandes desacuerdos. Desde muy joven tuve ideas propias. El también las tiene. Hubo dis
cusiones, pero no recuerdo que alguna vez me haya dado una paliza. Nos regañaba, pero
generalmente hablaba de las eosas con nosotros. Casi siempre discutíamos porque yo quería
algo y él estaba en contra, como el rifle 22 que quise cuando tenía 10 años o la bicicleta
que pedí. Papá tenía que cuidarse mucho en los gastos. No quería que yo trabajara, conside
raba que eso sería rebajarse. Tenía miedo de que me lastimara con el rifle. Pero nunca
me negó nada que yo necesitara. (¿Cuáles han sido las consecuencias de la diferencia de
edad entré ustedes?) Bueno, casi siempre tuve que arreglármelas solo. Me hubiera venido
muy bien que me enseñara algunas cosas que no estaba en condiciones de enseñarme. Mi
primera aventura social fue en el DeMolay. Primero fui miembro y después consejero. En
la escuela secundaria fui vicepresidente del centro de estudiantes, y en 3a escuela Comer
cial fui presidente. Mi padre estaba muy satisfecho y me alentaba. Bud, mi primo, y yo
estábamos siempre juntos. El es dos meses menor que yo. Jugábamos al béisbol, íbamos
de caza, etcétera. Todavía somos amigos íntimos, aunque nos escribimos poco. Está en la
India.’1
(¿Cuáles son los recuerdos más agradables de su niñez?) “ Los buenos ratos que pasamos
Bud y yo, y los que pasé con grupos de amigos. Esquiando y paseando en trineo. Las cosas
que más me gustan son muy simples, siempre he sido así, Pero eso sí, me gusta tener un
buen equipo, por ejemplo un lindo rifle. Papá nos ayudaba mucho a Bud y a mí. Pasaba
el invierno solo en las montañas, se fabricaba él mismo los esquíes y los zapatos para la
nieve. Nos enseñó a fabricarlos.”
(¿Qué era lo que más le preocupaba de niño?) “ Bueno, me- preocupaba principalmente
no poder hacer cosas por falta de fondos. Esas eran las cosas que me preocupaban. En
séptimo grado yo era el mejor en ortografía, pero recuerdo que una chica me ganó en un
concurso. Muchas veces me faltó un poquito para llegar arriba. Como en el ejército. Eui a
3a eseuela de oficiales y justo me enfermé cuando me iban a nombrar. Siempre exageraba
mis esfuerzos; como en el fútbol, en mi puesto no era todo lo bueno que podía haber
sido. Perdía pases por querer hacer demasiado, y así sólo era mediocre. Ahora, que soy-
más despreocupado, no tengo ningún problema.
ASPECTOS GENÉTICOS DE LA PERSONALIDAD AUTORITARIA 735
J'Cuando tenía 12 años descubrieron que estaba anémico, A ios 18, tuve mi primera
hemorragia estomacal. Vuelve siempre que trabajo mucho. ’’
( ¿ S u educación sexual?) (íMis padres nunca me enseñaron nada, aunque una tía me
dijo algunas cosas; nada de valor. Lo que sé, lo aprendí con la lectura. Escuché a otros
hombres hablar, pero acepté poco de lo que decían; lo consideraba a la lux de lo que
había leído.”
(¿Cuál fue su primera experiencia sexual?) (íEue la noche de Año Nuevo de 1910 al 41,
en Washington, después de una fiesta. Habíamos bebido. Siempre fui el muchacho tímido.
Espero casarme con la chica, eon quien ando ahora. Es una compañera maravillosa. A la
mayoría de las chicas sólo les interesa divertirse y quieren hombres que tengan mucho
dinero para gastar. Yo no tenía, dinero para llevarlas a diversiones. La chica de: la que
estoy enamorado ahora vivía a 9 millas de mi casa. Iba a una escuela que rivalizaba eon
la nuestra. Cuando estábamos en el colegio secundario, la invité a salir una vez. Cuando
volví del ejército, trabajé en un aserradero. La muchacha se recibió de . .. y empezó a
enseñar. El tío es vicepresidente del banco. Hablé eon él sobre un auto que ella quería
comprar. Lo revisé, porque sabía algo de autos, y le dije que estaba ¡en buenas condi
ciones. Así fue como empezamos a andar juntos. Descubrí que a. ella no le interesaba el
dinero sino yo mismo, a pesar de que recién había salido del ejército, tenía mala salud
y muy malas .perspectivas. Es m u y buena, no es linda, pero sí tremendamente simpática.
Es franeesa y tiene algo de irlandesa. Tiene una linda figura y es muy sana. La vida dirá
cuándo podremos casarnos. Es una gran responsabilidad. Ella quiere casarse ahora; enseña
en ... Puedo recibir los beneficios del decreto sobre desmovilización. Si me dan un seguro
para cuatro años de estudios universitarios, podría casarme esta primavera. Somos el uno
para el otro; como yo tengo tan poco que ofrecerle, me doy cuenta de que le intereso de
verdad. Los dos tenemos la edad apropiada. Pienso trabajar medio día. No me gusta que
se dedique a la enseñanza; quiero mantener yo a mi mujer. Siempre tuve esa idea. Pero
quizá, vistas las circunstancias, eso no será totalmente posible. Es buena cocinera-, y es una
virtud, sobre todo por mi estómago delicado. Cuando le diga que usted aprueba nuestro
matrimonio, se pondrá contenta; naturalmente, soy hombre que siempre toma las decisiones
por sí mismo.’'
3. D in á m ic a de la s A c t it u d e s y de la C o n ducta E x t e r io r e s
<5 A e ste re sp ec to v éan se los re s u lta d o s del e stu d io so b re el “ a n tis e m itism o p a s iv o " , realisado,
p o r J . F , B ro w n en b a se al T e s t de E n íS tra e ió n de R o se iw v m g
746 . - LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
ASPECTOS GENÉTICOS PE LA PERSONALIDAD AUTORITARIA 747
qué recurre para vencer sus sentimientos de debilidad. Visto desde éste
ángulo, se comprende por qué las necesidades de afiliación y reconoci
miento 'que aparecen en e l'T .A .T . se expresan principalmente como un
deseo de estar por encima de los miembros de su grupo, y por qué es
tan importante para él ocupar un puesto alto en el DeMolay y en su
clase de la escuela de comercio. Al analizar sus declaraciones acerca del
trabajo y los ingresos, señalamos el rol decisivo que cumplen las ansias
de status en la determinación de la ideología general de Mack, Entonces
resultó claro que, en su concepto, “ascender” significa hacerlo dentro de
una jerarquía; para él es “natural” que existan grupos dominantes y gru
pos sumergidos y, lejos de interesarse por cambiar tal estado de cosas,
tiene como objetivo llegar a pertenecer a los grupos rectores. No se
trata del conocido anhelo de mejorar la propia suerte en el sentido' socio
lógico, ansia que es el motor del hombre^ en su vida diaria. Al parecer,
también en este terreno el pensar de Mack acerca de las relaciones entre
grupos está gobernado por las rígidas categorías de “fuertes” y “débiles”.
A la luz del precedente análisis de la personalidad de Mack, podemos
decir que también en su interpretación de las relaciones entre grupos
introduce imágenes ;y actitudes que han vivido inmodificadas dentro
de sí desde que fueran generadas por su vínculo infantil con el padre.
En aquel entonces existía una situación definida: el hijo era débil y el
padre, fuerte; y la persistencia de esta idea es parte de la fijación de
dicha situación traumática de la infancia. Puesto que para Mack era
inconcebible oponerse a aquel progenitor de irresistible fuerza, intentó
solucionar su problema convenciéndose a sí mismo de que el padre era
“bueno”, lo cual le permitía ponerse de parte de éste. Y así también pro
cede cuando se trata de las relaciones intergrupales. No se opone a nin
gún grupo efectivamente fuerte, prefiere afirmar que los fuertes son
los buenos y aunque los admire y se subordine a ellos, supera su debi
lidad buscando sentir que participa del poder de éstos.
Naturalmente, este último es un aspecto de la actitud general que
hemos denominado sumisión autoritaria, lo que, como ya hemos visto,
es un rasgo sobresaliente de la personalidad manifiesta de Mack. Al decir
que esta actitud se apoya en un intento de> vencer la debilidad mediante
la identificación con el poder sólo mencionamos uno de sus principales
factores determinantes.
En cuanto la sumisión autoritaria es un medio para superar la debi
lidad, representa una suerte de defensa contra la pasividad y la sumisión
homosexual subyacentes; añadiremos que esta tendencia manifiesta ofrece
simultáneamente una gratificación para estas mismas necesidades. Al
idealizar a los individuos y a los grupos fuertes —“figuras paternas”—
expresa la necesidad de recibir amor, apoyo, y guía de un padre, de tener
un Dios que sea “estrictamente hombre, más grande que ninguno sobre
la tierra, que nos trata como un padre a su hijo”. En tanto que la mayor
parte de los canales de expresión de esta necesidad están cerrados porque
se acercan demasiado a la flaqueza, en ciertas circunstancias le está per
mitido salir a luz y recibir gratificación. Ello ocurre en especial cuando
el hombre o los grupos fuertes son lo suficientemente fuertes, cuando
tienen tanta fuerza que brindan la oportunidad de participar del ver
dadero poder y permiten excusar la sumisión fácilmente. Nos pregunta
mos por qué razón Mack no aceptaba ni admiraba gozoso a Eoosevelt,
en quien casi todos veían una figura paterna, y en cambio lo rechazaba
como “dictador”. Podría responderse que el presidente no era lo suficien
ASPECTOS GENÉTICOS DE LA PERSONALIDAD AUTORITARIA 749
(¿Cómo era de niño?) "Rara ve» me pegaban. Era muy activo y jugaba mucho. No
quiero jactarme, pero me querían mucho, como por ejemplo las mujeres del barrio que decían
que yo era un chico simpático, ¿se da cuenta? Eso fue hasta que tuve 10 años, Pero fuera
de casa, en la escuela o en la calle, era más travieso. Tuve mis pequeñas dificultades. Mi
hermano, dos años y medio mayor que yo, estaba siempre conmigo. Nos peleábamos, estábamos
celosos uno del otro, después nos amigábamos, íbamos al cine o cosas por el estilo. Era más
fornido, más atlético. Yo siempre fui pequeño, y sigo siéndolo. Mi hermano era más estu
dioso, conservador, no se arriesgaba, era tranquilo. Lo admiraba por eso, porque fue un buen
hermano mayor, por tener un lindo cuerpo, ser bien parecido y tener juicio; lo admiraba
mucho, pero siempre mantuve mi propia independencia.-”
(¿Experiencias tempranas?) " Cuando tenía 3 años murió un tío. Me acuerdo de su ca
dáver que estaba ien casa, lo dejaron allí todo el día; entonces vino el coche- fúnebre y se lo
llevó. Acostumbraba sentarme en sus rodillas; lo quería mucho. Yo era el más chico de la
familia. La esposa era. especialmente simpática. Me mimaba y jugaba mucho conmigo. Y
también, otra ve» —-supongo que tenía alrededor de 3 años— recuerdo que entré en el es
tablo d:e los toros, en la granja, un toro corrió hacia mí y el peón apenas pudo salvarme,
la verdad es que casi me muero del susto. Me acuerdo de que mi madre estaba cerca y también
se asustó muchísimo. Recuerdo otra cosa, tendría 3 ó 4 años, mis hermanos solían cazar co
nejos en 3a. granja. Los conejos se metían en muchos caños largos que teníamos en el jardín
de atrás de la casa y mis hermanos los obligaban con palos largos a salir de allí dentro y los
atrapaban mientras iban saliendo. A veces les daban un golpe en la. cabeza, y a veces los
atrapaban vivos. Me impresionaba particularmente tocar a un animal salvaje que no podía
escapar, me gustaba acariciar la piel. En 3a misma época, también en la granja, me veo
sentado sobre un caballo que era de mis hermanos, me sostenían encima del animal y yo
estaba medio asustado, medio contento porque andaba a caballo.”
(Larry procura recordar y se nota que ha pensado considerablemente en todas estas
cosas. Acuden a su mente con bastante facilidad.)
(¿Experiencias con su padre?) "Me acuerdo que cuando tenía dos años y medio mi padre
le pegó mucho con el látigo a mi hermano mayor; entonces mamá juntó a todos los hijos
y se fue al pueblo pox'que decidió separarse de mi padre. Recuerdo que fuimos á la oficina
del abogado y tuvimos que pasar allí la noche porque no teníamos dónde estar. A la mañana
siguiente vino mi padre a buscarnos, entonces1todo se arregló. Ésta es la única dificultad
que yo recuerdo ha habido entre ellos. Desde entonces nunca discutieron, se llevaron siempre
muy bien. Tuve un hogar magnífico. (¿Es su padre muy severo?) No era muy estricto en
el sentido de imponer muchas reglas, pero cuando nos ordenaba hacer algo, teníamos que
hacerlo. Nos pegaba pocas veces-pero, cuando lo hacía, era- cosa seria. (¿Y usted?) A mí no
me pegaban tantas veces como a mis hermanos. Yo me las arreglaba para salvarme. Después
de los 12 años, no me volvieron a castigar.- Me acuerdo de que- a mí hermano le pegaron hasta
cuando tuvo 15 años. Así fue como aprendí a arreglármelas para salvarme de ciertas cosas:
simplemente, no me ponía en su camino. Cuando era más chico, hacía todo lo posible para
evitar que él me castigara. Mi madre ños pegaba más a menudo que él, pero era mucho
m á s suave. Le teníamos miedo a papá a través de mamá, eStó es, temíamos que ella le con
tara las cosas .y-que él nos castigara.. Cuando quería-amenazarnos, mamá no nos decía 'te voy
a dar una’paliza', sino 'se lo voy a contar a tu padre'. Sus palizas eran tan suaves que
casi nos gustaban.”
(¿A qué le tenía miedo?) ".Hasta los 16 ó 18 años, los últimos años de la escuela se
cundaria, le tenía miedo a la oscuridad; pero al final pude vencerlo. No le temo a los ani
males, excepto las víboras, que todavía me asustan y desagradan.”
(¿Pesadillas?) "Las he tenido, pero Yo recuerdo ninguna en particular.” (Larry mismo
trajo & colación las pesadillas,'al preguntar si eran una- 'forma dé temor.) "Tenía miedo,
cuando vivíamos en una granja muy grande, y yo era-chico, el viento hacía crujir la casa y
vo me quedaba despierto una hora o más. pensando, lleno de miedo, que1 había- alguien allí.
Me acuerdo de que, a veces, estaba despierto casi toda la noche; a veces me iba a la cama
de mi madre.
"Todavía tengo sueños desagradables; no sé si. son pesadillas. Una vez soñé que- mi
corazón se detenía; también que estaba enfermo y no tenía cura. Otra vez me amputaban
una pierna, tuve que- tocármela para estar seguro de que la tenía. Debe de haber sido por
la guerra. Hace poco soñé que estaba despierto en la cama y alguien me iba a agarrar. No
podía moverme ni gritar; estaba-completamente paralizado, pero a último momento me
desperté. O también sueño que estoy rodeado de gente o de cosas escritas que no puedo
ver; es como éstar ciego. Ellos ven, pero yo no puedo distinguir las cosas.”
(¿La adolescencia?) "L a pasé muy bien y me hice hombre sin dificultades. No noté
ningún cambio grande en mi vida. (¿El sexo?) No fue gran problema.. Pensaba en chicas
iodo el tiempo, como todos los muchachos, y las miraba. Empecé a andar con chicas cuando
tenía cerca, de lo años. Me gustaban mucho, me hacía amigo de las muchachas de la escuela
y del barrio. Como se imagina, uno tiene deseos sexuales como todos, pero no se deja llevar.
754 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
■(jMoral sexual?) Considero que una muchacha debe ser virgen hasta los SI ó 22 años. Si
tiene probabilidades de casarse en seguida después de esa edad, es mejor que espere hasta
después del casamiento, pero si estudia una carrera o no quiere casarse, no hay nada de malo
en que tenga relaciones con un hombre soltero, siempre que mantengan el asunto en secreto
para que las normas morales de otros no sufran. Debe elegir un hombre con quien tener re
laciones sexuales y no hacerlo con varios." (Éste es otro ejemplo de que Larry tiene ideas
bien claras y teorías sobre los temas que trata.)
(¿Y usted?) ' ‘Recién después que salí del hospital, cuando tenía 23 6 24 años. Desde
entonces, tuve varios asuntos, que duraron un par de semanas o un mes. No pienso casarme
hasta tener más seguridad. Preferiría que ella fuera virgen, aunque no es necesario. Perdí
el respeto por las mujeres con quienes dormí. Sé que eso es egoísta, pero creo que así siente
la mayoría, de los hombres."
(¿La esposa -ideal?) "No debe trabajar, ni ser una mujer de carrera. Debe estar en
casa, amarme, formar una familia, no querer demasiados vestidos finos o diversiones. Tiene
que gozar de buena reputación, ser atractiva, no más alta que yo, tampoco demasiado baja,
digamos cinco o seis centímetros menos que yo; tiene que ser inteligente y haber hecho
estudios universitarios; ser agradable, simpática, tratable, benévola, buena madre, seguirme
en la buena y en la mala, hasta cuando yo me enferme. No debe beber en exceso, pero no
me molestaría que lo hiciera moderadamente. No debe ser demasiado efusiva con otros hom
bres —como esa costumbre que- tienen algunas mujeres casadas de abrazar a otros hombres, y
cosas por el estilo— pero eso no quiere decir que no tenga que ser afable con ellos. Debe
venir de una buena casa, de buena familia. No me importa si es rica o no,"
(¿El marido ideal?) “ Debe hacer feliz a la esposa dándole seguridad, casa, auto, mo
mentos agradables y diversiones; dinero para viajar, etcétera. Debe ser buen padre y no
hacer sufrir a la esposa; no debe emborracharse ni ser infiel a' la mujer."
(¿Un buen padre?) “ Debe dedicarse a sus hijos, vestirlos, alimentarlos, educarlos ade
cuadamente; no debe malcriarlos, darles auto cuando están en la escuela secundaria y cosas
por el estilo; eso sí, tiene que ser bueno con ellos; llevarlos de vacaciones; imponerles alguna
disciplina con bondad pero también con firmeza, enseñarles buena, moral cuando son jóvenes
y tratar de que vivan en un buen ambiente."
(¿Cuál era. la materia escolar en la que descollaba?) “ Historia y economía. No era de
masiado bueno ni demasiado malo en ninguna materia. Tenía un promedio de O más. En la
escuela secundaria no estudié demasiado; simplemente- pasé por ella. Me gustaban los de
portes, jugué al básquetbol durante 4 años en la escuela secundaria, aunque era demasiado
flaco y liviano como para poder hacer mucho. Me resultaban especialmente difíciles los
idiomas y las matemáticas. Después hice un año en la universidad pero me enfermé y estuve
internado en un sanatorio durante cuatro años. Cuando salí, me puse a trabajar y ya hace
seis meses que estoy de nuevo en la universidad. Vivo en una casa colectiva."
los hombres prejuiciosos. Estas consideraciones nos llevan a' definir las
diferencias fundamentales, entre Mack y Larry, Ambos difieren por la
cualidad e intensidad de su agresión y por la manera de encararla. Larry
asume la responsabilidad de su agresión; aunque ahora no tiene conciencia
de ello, parece haberla tenido en otra época, de modo que alguna vez
pensó verdaderamente en tomar desquite del padre. Como ya se ha visto,
la agresión de Mack parecería desconectada del resto de su personalidad;
la niega por completo aunque tal agresión puede estallar repentinamente
con ciego impulso. Hemos atribuido estas características de la agresión
de Mack al temor extremo que le inspiraba el padre. Al parecer, Larry
no sentía un miedo tan grande. Reconoce haber temido el castigo del
padre, y en cambio Mack no admite tales temores; pero Larry actuaba
como si tuviera miedo de recibir unos buenos azotes y nada más, en
tanto que Mack se conducía como si esperara ser destrozado. Habría dos
razones para explicar esta diferencia: en primer lugar, el padre de Larry
era, en un sentido objetivo, menos peligroso, se mostraba más humano,
los hijos podían comprenderlo; en segundo lugar, Larry contaba con el.
apoyo de la madre. En sus riñas con el padre, ésta no= salía tan mal parada
y aunque amenazaba con “contarle a papá” si Larry se portaba mal, lo
protegía cuando el marido era injusto.
La disparidad de las situaciones en que se encontraron ambos en la
niñez habría determinado también las diferencias que se observan en su
modo de manejar la agresión. En tanto que Mack la reprime inmedia
tamente y la desplaza sobre los exogrupos, Larry la dirige en contra suyo,
provocándose sentimientos de culpa y desprecio por sí mismo. Pbr; sentir
así, Larry no puede caer en la condenación general de otros .individuos
o grupos; existe en él una disposición a culparse a sí mismo, a sospechar
que es en él donde están los defectos. En este hombre actúa una concien
cia medianamente normal, una conciencia formada mediante la identifi-,
cación con el padre y la madre. Larry estaba dispuesto a aceptar e inter
nalizar el castigo o la desaprobación de los progenitores porque éstos le
prodigaban amor suficiente como para hacerle considerar que su sacrificio
valía la pena. En el caso de Mack, el padre quedó como algo “lejano”,
fuente de verdadero peligro, sin llegar a convertirse en fuente interna de
conflictos o sentimientos de culpa; en lugar de pugnar por seguir los
principios que le depararían amor y tranquilidad de conciencia, Mack
actúa como si hubiese hecho un mal negocio; se siente “engañado”.y si se
atiene a ciertas normas, lo hace principalmente por temor.
Pero no podemos considerar a Larry como modelo de integración de
la personalidad. Hay demasiada discrepancia entre lo que él mismo piensa
que debería ser y lo que se considera capaz de ser. Puesto que aún depende;
de sus progenitores como fuente de amor y apoyo, debe esforzarse constan-;
temente para no “caer en desgracia” y perder la buena voluntad de
aquéllos. Y como sus tendencias agresivas subyacentes no están totalmente
integradas con el yo, le es necesario mantener cuidadosamente sus defensas
contra ellas.- Tales defensas incluyen masoquismo, pasividad y solicitud
exagerada para con las posibles' víctimas de la agresión.- Es así que sus
actitudes positivas hacia las minorías se basan parcialmente én tendencias
neuróticas. Pero ello no significa que las actitudes de Larry sean inestables;-
sería tan difícil inducir a Larry a atacar a un miembro de una minoría
(por el solo hecho de que éste perteneciera a ella) como conseguir que
Mack vea en sí mismo o en- su grupo- algo malo.- Sería menester que Larry
sufriera una serie de terribles desilusiones para- que se’ desviara de su.-
presente línea de conducta; habría que demostrarle que no es verdad
758 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
dirigido desde afuera, el hecho es que la misma ofrece la mejor base para
evitar que sus tendencias antidemocráticas se expresen en acciones. No
debemos apelar a sus sentimientos o a su conciencia sino a su temor y
espíritu de sumisión. Debemos convencerlo de que contra la expresión
pública de sus prejuicios se levantan la ley, una abrumadora cantidad de
personas, numerosas autoridades convencionales y figuras de prestigio.
Si quienes representan a la democracia quieren hacerlo ingresar en sus
filas, no han de limitarse a mostrarle que tienen altos ideales y planes
prácticos tendientes a lograr el progreso social; deberán convencerlo de
que ellos también son fuertes. Mas, desgraciadamente, tal plan de acción
entraña una paradoja fundamental: al inducirlo a comportarse de acuerdo
a los principios democráticos, puede fortalecerse su autoritarismo y, con
ello, su potencial antidemocrático. Por consiguiente, no se puede empren
der la tarea de modificar el comportamiento de individuos como Mack
si no se hacen esfuerzos paralelos para asegurar que ningún líder antide
mocrático'logre ganar ascendencia en el futuro.
...y$
C apítulo X X I
A. INTRODUCCIÓN
1. E l P ro blem a
2. S e l e c c ió n de la M u estra y A d m in is t r a c ió n del C u e s t io n a r io
6 La selección se realizó antes de que nos proporcionaran lo$ datos sobre el test de inteligencia..
764 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
T se u dode m o o rático s
R o b e rt 32 S e p a ra d o MI 12 115 A d m in is tra d o r de A l
(a p ro x .) m acén
C larence 63 V iudo MI 3 94 G ra n je ro , v e te ra n o
pe n sio n a d o
T a s é is ta s
B u ck 32 D iv o rc ia d o 2 MI 8 83 1'G a n a d e ro ' *
veces
:D e P u n ta je B ajo
D on 42 L a m u je r m u MS 12 128 V e n d ed o r
rió ; d iv o rciad o
de la 2?
D ic k 26 D iv o rc ia d o ; SI 12 112 E m pleado
a b o ra co m p ro
m etid o
-a E n n o v iem b re de 1945.
-C L A V E P A R A R E L A C IO N A R L O S N O M B R ES D A D O S A L O S E N T R E V IS T A D O S EN E S T E C A P IT U L O
CON LO S N Ú M ERO S E M P L E A D O S E N LA P A R T E IV
A sesin ato d u ra n te robo con N um erosos h u rto s y asalto s Robaba “ p o r o fic io ” ; “ todos m is c a
banda sam ientos son e s p e c ta c u la re s .”
R obo con p isto la de ju g u e te N u m ero sas c o n d en as p o r e b rie “ Los hom bres me ir r i t a n . .'.' con su
d ad y “ o fre c e rs e ” p a ra re la a c titu d s u p e r io r” ; “ te ngo que te n e r
ciones (h o m o sex u ales) ; otros un D io s” ; “ mi p a d re me p e rs ig u e .”
3. P lan de A ná lisis
Como en las demás partes del libro, nos ocuparemos primero de las
actitudes exteriores para ir luego pasando sucesivamente a los factores
dinámicos más profundos. El eje de nuestro análisis es el material de las
entrevistas, aunque en cada sección damos las pertinentes estadísticas
del cuestionario. Los conceptos desarrollados en partes anteriores del
libro, especialmente en los Capítulos IX a XIII, se aplican aquí sistemá
ticamente a un grupo de importancia cardinal para el conocimiento del
fascismo, a saber, los delincuentes.7 Las mejores entrevistas obtenidas con
este grupo nos proporcionan ejemplos detallados de las variables que
sirven para establecer las diferencias; a esto se agregan estudios de casos
de individuos a quienes seguimos como tales a lo largo de todo el capítulo.
Nos proponemos señalar qué puntos de semejanza se observan entre este
grupo de presidiarios y los demás estudiados aparte de las características
que diferenciarían al uno de los otros. En la Tabla 1 (XXI) reseñamos
algunos hechos sobresalientes relativos a cada uno de los entrevistados;
hacemos esto a los objetos de tener una referencia que nos permita verlos
siempre como individuos.
El grupo de presidiarios se distingue por una particularidad notable:
algunos sujetos de puntaje alto expresan actitudes fascistas abiertamente.
Tres de los entrevistados del cuartil alto difieren de los otros en este
aspecto hasta tal punto que merecen especial consideración. Por consi
guiente, al tratar cada tema general, separamos a los entrevistados en tres
grupos: los sujetos de puntaje alto pseudodemocráticos, los fascistas y
los sujetos de puntaje bajo. Cuando son variables en las que no se obser
van diferencias marcadas entre los dos tipos de individuos de puntaje
alto, se incluyen algunas citas de los fascistas en la parte dedicada a los
pseudodemocráticos. La separación entre estos dos tipos de mentalidad
distintamente organizados parte de una base empírica; a medida que vaya
mos tomando los diversos aspectos del síndrome fascista en las sucesivas
secciones del capítulo, iremos desarrollando inductivamente tal distinción.
Usamos aquí el término fascista (a distinción de pseudodemoerático, fas
cista en potencia) para caracterizar a todo aquel que expresa franca hos
tilidad hacia los grupos minoritarios y aplaude el uso de la fuerza siempre
que la mismá sea “necesaria” para suprimir a dichos grupos; que se
declara abiertamente partidario de un gobierno “fuerte” que proteja al
poder económico contra las demandas de los gremios obreros y de los
grupos políticos progresistas, llegando hasta a considerar la posibilidad
de reprimirlos por la fuerza.
B. ETNOCENTRISMO
1. E stadísticas C orrespondientes al C uestionario G eneral
y su S ignificación
quiera de los grupos estudiados: 4,6 por ítem? Aunque entre ellos se
encuentra cierta cantidad de sujetos de puntaje extremadamente alto, nct
los hay de puntaje sumamente bajo,89 y el extremo inferior de la distri
bución de frecuencias está truncado. Por esta razón, se produce aquí la
Desviación Standard más baja de la distribución de la escala E (Forma
45) de todos los grupos investigados.10 En lo que respecta a la media por
ítem de la escala E, el grueso de las diferencias entre los presidiarios y
los demás grupos se debe a que los primeros obtuvieron medias elevadas
en los ítems que no se refieren a los judíos, resultado que analizaremos
más tarde.
TABLA 2 ( X X I )
para vivir en ella” (Flojel). O bien, los negros “ tyeneu de los monos” (Buck) y (<toda
vía son salvajes medio ai idéanos, por mucho que se vístan” (Adrián) *2.
Ronald protesta: “Lo que me resulta más difícil tragar es que los
negros del sur vengan al norte y aprovechen todas las oportunidades
que hay a q u í... Cuando se quieren poner en un lugar no es porque lo
necesiten sino sólo para molestar a los demás”.
Luego relata un incidente sucedido en el barrio negro de una ciudad
del medio oeste. En esa oportunidad, obligó a un negro a quitarse del
“lugar” que ocupaba junto a él en un transporte público, un policía negro
lo detuvo y le hizo pagar una multa. Expresa disgusto por la “actitud
prepotente que tienen cuando todo está a su favor”.
El encono que despierta en Robert la “actitud prepotente” de los
negros es también ilustrativo de otro rasgo común entre los sujetos pre
juiciosos: la incapacidad para concebir que todos los hombres son verda
deramente iguales. Este “punto ciego”, causante de gran angustia, los
hace caer en curiosas tergiversaciones: ’
“ (Los negros) se creen mejores que los blancos” (Ciar en ce), “ Creen que son mejores
que nosotros” (Eugene). Más elaboraba es la opinión: “ Cuando los blancos les dan un
poquito de soga, se creen un poco mejores que los blancos... se aprovechan demasiado
cuando uno les da una oportunidad” (W ilbur).
terreno (ver luego). Por tener una actitud individualizada hacia la gente,,
estos hombres suelen estar .más dispuestos a aceptar a los negros como
amigos e iguales. Así, Don, criado en un estado del sur, declara que elige
sus amigos “principalmente por su manera de ser como individuos y no
por su raza”. Dick, educado en otro estado del sur, nos cuenta que le gusta
“hablar’’ con dos médicos negros de su amistad. Titubea “en cuanto a
tener amigos íntimos”, pero decide que “no habría inconvenientes si tuvie
ran la misma educación que yo”. (En los párrafos subsiguientes consig
naremos los puntos de vista de Art y de Jim al respecto.)
Sin embargo, los cuatro protocolos tienen pruebas de q u e. en estos
sujetos subsisten barreras que les impiden entablar libremente relaciones
sociales con los negros. Se destaca sobre todo la oposición a los “casa
mientos mixtos”, idea compartida por todos en distinta medida. Pero aun
en este terreno, estos hombres son más flexibles y menos estrictos que
los presidiarios de puntaje alto. De modo típico, ven en las presiones
sociales externas el principal responsable de su propia separación social:
Esta "barrera es una, costumbre “ que nos viene de años y años a trá s” (Dick). “ Pienso
sobre todo en los hijos” que podrían ser “ parias sociales’* (Don). “ Da sociedad no lo
acepta” (A rt). Pero la barrera no se considera inamovible y eterna; “ Si me hubiera
criado -en la ciudad de Nueva York (en lugar del Sur), quizás habría pensado de otra
m anera” (D ick), En los lugares donde en general se aceptan los matrimonios mixtos,
está “ bien, no para mí, quizás; pero no querría ser dogmático” (Don). (Si en nuestra
sociedad se aceptaran los matrimonios mixtos, ¿cuál sería su posición?) “ No sé. ., .No
pasa ahora— Nunca pensé en eso” (A rt).
Según estas fantasías, los judíos logran tal poder aunando su ambi
ción material con un “espíritu de clan”:
Se piensa que todos los judíos “ se mantienen unidos” (Eugene); son “ egotistas”
y actúan de manera tal que “ cuando un judío entra en un lugar, antes de que uno
se dé cuenta ya hay otros cincuenta m ás” (Ronald); “ entre ellos se llevan bien, pero
(co,n los demás no quieren mezclarse demasiado” (CÍarence).
Al igual que los demás sujetos de puntaje alto, los fascistas revelan
su temor de caer víctimas del poder judío juntamente con un deseo
ambivalente de1ser aceptado dentro del exogrupo supuestamente “domi
nante”. Lo mismo que su ideología contra los negros, las actitudes de
los reclusos fascistas se distinguen por mostrar odio franco y una patente
disposición a suprimir al exogrupo por medio de la fuerza. Esto va
acompañado de una aprobación sin retáceos de los actos agresivos especí
ficamente fascistas contra los desheredados.
Buck considera que H itler “ hizo lo que debía” con los judíos, quienes son “ peores
que una asquerosa víbora” . En este país “ van a tener que cuidarse si es que quieren
comer” . ...E lo y d hace un gesto de disgusto cuando menciona “ esa. vo.z tan ronca y
gutural” . Si Eloyd hubiera estado en el lugar de Hitler, “ ¡habría, hecho lo mismo que
é l! ” , . . Como Adrián está, siempre tan deseoso de congraciarse, no puede permitirse tan ta
furia, pero su habilidad autoritaria se expresa muy francamente: (¿Aumenta el disgusto
por los judíos?) “ ¡No, todo lo contrario, y personalmente lo deploro!” Está dispuesto a
apoyar la persecución fascista en forma de deportación arbitraria, de todos los judíos que
habitan este país —“ mandarlos a. todos a P alestin a” — aun cuando se sienta obligado a
“ desaprobar los medios que usó (H itler) para, librar a Alemania del problema judío.
Porque es cierto que monopolizaban la. industria y había que hacer algo. ” Y “ en este
país loa judíos pueden también llegar a monopolizar la. industria.” , Al paso que justifica
Ja persecución de los judíos porque los supone dem asiado emprendedores y poderosos,
Adrián querría “ que Jos japoneses entraran en Manehuria” porque los chinos “ no son
bastante emprendedores” . “ Tienen muchos recursos y podrían llegar a ser un gran país
si tuvieran el empuje de los japoneses” .
TABLA 3 (XXI)
C u a r til A lt o C u a r tü B a jo P. D. G en era l
ítem - M e d ia /p e r s o n a M e d ia /p e r s o n a M e d ia /p e r s o n a
Jim recalca que los judíos pueden tener una “ tendencia a ser egoístas’ afirmación
que hace esperar una proyección ‘antisemita, típica, pero luego aclara conceptos: “ No es
exactamente un rasgo, pero pienso que muchos de ellos sienten que hay discriminación contra
ellos. Me parece que, por eso, se esfuerzan más que la mayoría de la gente, y como raza
se mantienen unidos y se ayudan mucho entre sí” . Mjuy diferentes son estas ideas a las de'
■Ronald: “ Actúan como si fueran mejores que los demás, y el que no piense así, no es más
que un tonto” . Don cree que “ si tienen rasgos censurables” como grupo (lo que duda), es'
porque son los “ hijastros de’la historia” , en el sentido de que se los limitó a ciertas ocupa
ciones y ciertos niveles de la sociedad. Art es más explícito: “ si miramos la historia,
vemos que los judíos no eran iguales a los cristianos y (los cristianos) les restringían el
campo de acción... Fue así como se especializaron en cuestiones de dinero, como mecanismo-
de defensa... Entonces les atribuyeron los rasgos más despreciables: astucia, avidez de
dinero, etcétera.” ■
Según afirma, Art se inclina a considerar que la “reputación de-
astucia” de que gozan los judíos es infundada, pero “no sé si es cierto-
o no”. Lo importante es comprobar que este aspecto no es vital para él:
sus conflictos internos no lo impulsan a proyectar insistentemente sobre
los judíos una codicia inescrupulosa. Dick está más perdido en lo que
se refiere a ideas que expliquen el antisemitismo; sólo atina a decir que-
“es una cosa que viene de la historia”.
C, ACTITUDES' POLITICOECONÓMICAS
1. E stadísticas C orrespondientes al C uestionario G eneral
En la Tabla 3 (XXI) presentamos una reseña estadística de los resul
tados obtenidos con la escala CPE en el caso del grupo carcelario. Éste
obtuvo el puntaje medro CPE más elevado de todos los grupos que-
respondieron a las Formas 40 ó 45, salvo el de los hombres de Fratrías lL\.
Su valor fue de 4,68. Parecería que, en general, los delincuentes tienden
a ser conservadores en materia política. En cuanto a los cuartiles de la
escala CPE, la Tabla 3 (XXI) nos revela que no sólo es bastante elevada la
media del cuartü superior sino que la correspondiente al cuartil inferior
es decididamente más alta que la de otros grupos, tan alta como para
señalar que en la escala CPE hubo muy pocos sujetos de puntaje extre
madamente bajo, si no ninguno. En rigor de verdad, únicamente un
recluso (de 110) obtuvo un puntaje igual a 5, vale decir 1,0 por ítem..
Los dos sujetos que le siguieron en orden creciente, merecieron 2,2 y 3,0
puntos por ítem, respectivamente. No nos sorprende, entonces, encontrar
15 Ver tabla 8 (V).
DELINCUENCIA Y TENDENCIAS ANTIDEMOCRÁTICAS 779!
lismo. Como era de suponer, este ítem obtuvo una media exéepcional-
mente alta y un P. D. más bien pequeño. Por otra parte, supusimos que
el ítem 17, que reprueba 3a seguridad económica, tendría una media
relativamente reducida porque toca la experiencia personal de los sujetos
clasificados en uno y otro cuartil, factor que también rebajaría.el P. D.
Nuestros resultados corroboraron esta suposición. Por último, cabía esperar
que el ítem 3, que postula la necesidad de dar mayor fuerza a los sindi
catos, sirviera para discriminar con la mayor claridad entre sujetos “altos”
y “bajos” pues presenta en forma bastante pura el problema político de
liberalismo contra eonservadorismo y no se necesita ser una persona muy
preparada para comprender su significado. Efectivamente, este ítem CPE
es el que mejor diferenció entre ambos cuartiles.
2. C uadro G en era l de lo s E n t r e v is t a d o s
5. S u je t o s de P u n t a je B a jo
. D. MORAL Y RELIGIÓN
- 1. E stadísticas G enerales del C uestionario : la E scala F
Como en esta sección nos ocupamos de los resultados correspondientes
a algunos de los ítems de la escala F y del pertinente material de las
entrevistas, estimamos útil presentar ahora el estudio estadístico general
786 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
R esu l t a d o s de la E sc a l a F C o r r e s p o n d i e n t e s a l G r u p o d e P r e s id ia r io s
Pero las ideas religiosas de estos hombres son sólo parte de su enfoque
■V moralista de la vida. Este modo de pensar es una característica general
que aparece en sus opiniones sobre otros aspectos de la personalidad que
v'i aún resta analizar. Veamos ahora algunos ejemplos de la rectitud anti
sexual de los hombres prejuiciosos.
Clárenos moraliza: "No creo que sea nna materia, que haya que enseñar" a los niños,
pues "lo aprenden bien rápido". Le parece bien, que "cuando yo era chico.,.' si uno se
encontraba con una chica en la calle, se sonrojaba". ... De igual modo, al preguntársele
cuáles eran las cosas de los demás que le provocaban mayor disgusto, Wilbur declara: "hacer
lo que- no se debe delante de chicos", "hacerle algo malo a una umita de í) años". ...
Ronald está alarmado ante la "perversión sexual que se ve hoy en día en este país.; las
cosas están muy mal. (P) ... fellatio ... sodomía." El foco de Robert es algo menos
extrapunitivo pero revela, una actitud igualmente externalizante hacia su propia sexualidad:
A veces,-admite, "me, dejé llevar, perdí el dominio de mi yo carnal"; pero en general
considera que "siempre viví de acuerdo" al precepto materno de que " la mujer es lo
más perfecto que existe sobre la tierra".
Varios ítems del cuestionario expresan esta suspicacia. Son los que
■denuncian un concepto cínico de la “naturaleza humana”, a la que se consi
dera inmanentemente belicosa (ítem 6), el temor a la “intromisión”
(ítem 31) y fantasías acerca de “complots” secretos que “gobiernan nues
tras vidas” (ítem 38). El último ítem, que refleja de modo más directo la
idea de que se es víctima de otros, tiene el Poder Discriminatorio más
alto de todos.
Otro aspecto de la ideología religioso-moral de los sujetos de puntaje
alto es su dependencia y su sometimiento respecto a las autoridades
religiosas y morales. Tal sumisión básica contrasta notablemente con su
DELINCUENCIA Y TENDENCIAS ANTIDEMOCRÁTICAS 791
*
•exagerado temor de verse obligados a someterse a la dominación de los
exogrupos: judíos, negros, obreros, “rojos”, Rusia, etcétera. La sumisividad
autoritaria en la esfera religioso-moral se expresa de tres maneras prin
cipales. En primer lugar, y tal como lo ha puesto de relieve el análisis
precedente, todo entrevistado prejuicioso se conforma de modo exagerado,
sumiso y autonegativo con la moralidad convencional y externalizada. No
corresponde explayarnos aquí sobre el particular.
Un segundo aspecto es la idea de que debe tenerse fe incondicional
en la autoridad religiosa y someterse a ella. El ítem 8 del cuestionario,
capaz de discriminar claramente, expresa el núcleo de esta actitud. Todos
deben acatar “sin discutir” las “decisiones” de “una fuerza sobrenatural”
en la cual se ha de tener “absoluta fe”. En las entrevistas, los tres sujetos
de puntaje alto más convencionales son decididamente tradicionalistas en
materia de religión.
.Robert reitera-que- “ cree profundamente en Jo que dice la Biblia V. Tanto Clarence
como Wilbur declaran categóricamente que nunca han puesto en tela de juicio ninguna
de las enseñanzas religiosas (fundamentalistas) que les impartieron los padres . .. Eugene
no se siente tan cerca de la religión y confiesa no conocer los Mandamientos o las
enseñanzas de Cristo. Pero declara que lo más importante de la religión es “ creer... en
Jesucristo, en la Biblia” , y “ siempre creí en ella” , Hasta Ronald, que afirma “ no creer”
más, revela que la suya no es la filosofía integrada de un ‘ ‘ acérrimo librepensador77 que no
tiene necesidad de un apoyo externo para apuntalar su “ fe” . Antes bien, demuestra huero
cinismo y ansia ponerse totalmente en manos de “ Dios” . Lo más importante de la religión,
declara, es “ creer” . “ Para mí, lo único que puede mantenernos es la fe.” En términos
más personales: “ es como si quisiera creer en el Ser Supremo, y tratara, sin poder
creer. 7 7 Cuando hablemos acerca de la relación entre Ronald y su padre ' señalaremos cuál
es, a nuestro parecer, el, origen de este conflicto.
La tercera faceta de la sumisividad autoritaria en materiá de religión
de estos hombres es su relación de sometimiento respecto a la deidad, que
conciben como “supremo” poder dominante.
Dios es “ alguien mucho más grande y más fuerte que ninguno de los que viven sobre
la tierra” (Robert), que lo “ gobierna todo” (Clarence) y cuya “ palabra"’ la Biblia,
nos ordena “ cumplir” (Wilbur) y “ seguir” (Robert). Acabamos de recordar que Ronald
ansia llegar a tal sumisividad. Es interesante comprobar que Eugene, quien nunca conoció
al padre, es el único que tiene un concepto de Dios completamente vacuo: “ simplemente,
creo en Él, y nada má,s” .
/
792 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
3. Los F ascistas
En los fascistas salen a luz explícitamente ciertas actitudes implícitas
en el modo de pensar de los “altos” pseudodemocráticos. En primer lugar,
la hostilidad autoritaria hacia los demás implícita en el moralismo toma
en los fascistas la forma de franco odio y desprecio por la gente, espe
cialmente por los exogrupos morales. Estos hombres también ponen más
claramente de manifiesto su inclinación a aumentar la estima de sí mismos
identificándose con una élite (hereditaria).
Floyd muestra la forma más extrema de odio por los demás. Cuando se le preguntó
qué es lo que más le molesta en la gente, respondió: '* ¡que sea gente! (¿Qué quiero
decir?) Oh, la mayoría son ignorantes, casi animales. Quiero decir animales e s tú p id o s ,
(¿Podría ser más claro?) No tienen suficiente sentido para ver las .cosas como son, son
fáciles de dirigir, brutos, ignorantes, son como ganado. Peles un líder, y lo seguirán a
cualquier parte.” . .. El encono autoritario de Bucle no está “ sistematizado” como el de
Floyd en una ideología explícita, pero su entrevista está llena de expresiones de odio y
desprecio por las “ mujeres de mala vida” y “ los malditos ----- por “ los idiotas—— ” ,
los “ depravados sexuales” , “ los malditos sifilíticos” (homosexuales); “ la gente que anda
robando” ; otros presidiarios. ... “ Diablos, aquí no se puede tener amigos de verdad...
Le clavan un puñal por la espalda. No se puede confiar en muchos” . .. y1 quienquiera
considere fuera de “ mi propia clase” ... Adrián es demasiado deferente como para usar
un lenguaje tan fuerte, pero su odio antidemocrático es evidente. Como ya. mencionáramos,
siente desprecio por “ la gente que nunca tuvo nada” y por los trabajadores en general.
Es interesante su enfática dicotomía entre hombres y mujeres, así como su hostilidad
autoritaria hacia ambos. Son los hombres quienes despiertan su más profunda ansiedad
y odio: “ Mucha gente me exaspera, muchos hom 'brqs me' exasperan porque tienen una
actitud dé superioridad que las mujeres no tienen por lo general” '; “ to d o s los hombres
son más o menos displicentes” . Habiéndose identificado, a modo de autoproteceión, con
lo que concibe como rol de sumisividad y dependencia de la mujer respecto al hombre —“ me
identifico con el .tipo dependiente” de, m u je r -— Adrían adopta una actitud esencialmente
paranoide hacia to d o s los hombres en base a esta identificación: “ Me parece que los
hombres no respetan a las mujeres, o nada de las mujeres, como deberían... Las mujeres
no son inferiores a los hombres. En todo caso, ¡son superiores!” (En su mente no cabe
la idea de que pueda haber igualdad; para él sólo existen la sumisividad o la dominación, la
superioridad o la inferioridad.) Sin embargo, en su papel de aspirante a aristócrata, Adrián
comparte las mismas actitudes chauvinistas hacia las mujeres que (en su rol sumiso-
“ femenino” paranoide) critica ostensiblemente, Como “ mujer” perseguida declara que
“ las mujeres son mejores comerciantes que los hombres” ; pero, como aristócrata, dice:
“ no me gusta que las mujeres actúen en el comercio” . Hasta recuerda que, en una
oportunidad, una muchacha le recriminó su actitud “ despectiva” ' hacia ella y las mujeres
que trabajan.
En los fascistas, la. falta de genuina conciencia apenas queda oculta
tras una máscara de moralidad. Muestran un superyo externalizado, sub
desarrollado. Como consecuencia, no pueden sentirse interiormente culpa
bles por haber transgredido ciertos valores; no han llegado a incorporar
realmente ningún valor ético a su yo. La poca actividad del superyo está
casi enteramente limitada al temor, al castigo externo o al ostracismo social.
Buek sugiere muy claramente que.su superyo no es más que un “ poder” místico
externo: “ Debe de haber algún poder superior a. nosotros para castigarnos... Y ya lo
creo que me está, haciendo pasar las de Caín, estando aquí.” Por cierto que los “ sufri
mientos” de Buek no son la tortura de una conciencia culpable. Por el contrario, explica
que el estar encerrado en prisión “ lastima, mi orgullo” y “ perjudica, mis negocios” cuando
“ podría estar afuera ganando todo lo que quisiera” . Su delito (una larga serie de cheques
sin fondos, con los que costeó sus parrandas con una mujer) es cosa puramente externa:
falseando muchos detalles, se lamenta de que “ un hombre de mi inteligencia ’2Ú esté entre
rejas por eulpa de unas' malditas faldas” . . Tampoco Floyd da muestras de sentirse
culpable por sus numerosos delitos. El entrevistador que lo examinó cuando entró en la
prisión encontró que “ la serie de robos violentos que acaba de cometer no significan nada
para él” . A nuestro entrevistador le habla de sus delitos como de “ cosas que pasaron” ,20
Cuando entró en la cárcel dijo: “ Sabíamos que a nitros los habían atrapado, pero ño
creíamos que a nosotros también nos pasaría." . . . Adrián atribuye sus diversos delitos
a la. bebida: “ Esa. es toda mi desgracia." Según 3a persona que lo entrevistó cuando
:ingresó en la prisión, Adrián “ considera que no tiene ningún problema serio, salvo una
■tendencia a emborracharse cuando está desanimado También la conciencia de este
-.recluso tiene como eje el temor al ostracismo y a cierto a.gente punitivo místico consistente
en “ algo intangible" exterior a su persona: “ Creo que todos recibimos lo que merecemos.
Pagamos aquí en la tierra. Así lo comprobé en mí vida. Nos parece que podemos hacer
las cosas sin castigo. Es una ilusión.*’ (Adrián ha pasado “ la- mayor parte de mi vida"
en cárceles, prisiones o “ en libertad condicional".) Bespecto al ostracismo: “ Siempre me
preocupó muchísimo lo que otros pudieran pensar de mí." Como mostraremos luego, teme
especialmente el rechazo por parte del padre que “ me obsesiona" y cuya aprobación es
necesaria para apaciguar la angustia de Adrián: “ Siempre me pregunto si él aprobaría
esto o aquello.’*
Otro aspecto del superyo subdesarrollado del fascista es el hecho de
que .está dominado por el principio del placer; estos hombres son total
mente incapaces de. postergar sus gratificaciones.'Como no pueden man
tener, un esfuerzo prolongado tendiente a lograr una meta integrada, se
..encuentran a merced de imperiosas exigencias orales.
Tras describir con gran jactancia sus brillantes negocios ganaderos (en realidad,
'‘perdió una herencia considerable por mala administración y por descuidar los negocios
■para dedicarse a la bebida), Buek se lamenta sin disimulo de que los procedimientos comer-
Iciales comunes son “ demasiado lentos para m í". (Becordemos su proyección antisemita
■,-:según la. cual los judíos “ le sacan el dinero a los otros por la fuerza".) Beconoe© que
‘“ el dinero es lo principal... No se puede compran- nada sinplata... No se puede
.comprar whisky".
Estas actitudes son parte de un concepto esencialmente egocéntrico
-.deda realidad. Reproduciremos ahora úna de las muchas declaraciones de
.este tenor que hiciera Buck al hablar sobre política y economía:
“ (Nunca le presté atención a esa -------- ; que me-saquen de aquí y ine dejen volver
.-a ese'bendito campo, es todo lo que quiero." . .. Be igual modo, Floja declara que los
. 59 dólares semanales que ganaba en su último trabajo (donde sólo duró1 tur mes) era
“ demasiado lento" porque “ empecé con nada". “ Tuve que conseguirme todo: ropa,
•-cada ■.centavo, lo más necesario." Cuando, al ingresar- en la prisión, Floyd detalló los robos
y las orgías de su banda, explicó: “ teníamos que tener dinero para- actuar, Bastábamos
■40 dólares o más en cada cena" .... Adrián, admite que, desde la infancia, “ siempre
;.me saií.-eon la mía". “ En verdad, sólo tenía que llorar para conseguir todo lo que quería,"
. En los distintos colegios donde lo internó el padre después de la muerte do la madre
(acaecida cuando Adrián tenía 5 a ñ o s ) , “ era incorregible, me iba del colegio cuando se
:me ocurría. Bastaba, más de lo que t e n í a . . . ’ * Su definición egoeentrista de la. realidad
.resulta explícita en estas palabras: “ Cuando algo no m e toca p e rso n a lm e n te , simplemente
.no e x is te para, mí", \
dinero para. " actuar’ J. Viene aquí al caso recordar que Floyd desea casarse con una
"mujer rica” y "medianamente atractiva” , el carácter no le importa, tomará "lo que
venga” . .. Los ' delitos de Adrián incluyen su admitido comportamiento "incorregible”
en las escuelas donde estuvo internado (mala vida, fugas, repetidamente giró dinero sin
fondos, etcétera); numerosas condenas por ebriedad y prostitución homosexual, robos, "Me
parece que toda mi vida estuve en libertad condicional,” Vivía principalmente de la
prostitución homosexual y, según propia, declaración, "nunca tuve relaciones (sexuales)
si no había dinero de por medio” . Admite que algunos hombres 3e atraían más que oíros,
pero "nunca dejé que las preferencias se pusieran en mi camino... Lo único que siempre
me interesó fue la renta” .
\
800 ■LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
2. Los F ascistas
En los fascistas, las defensas contra la debilidad se manifiestan en
forma más extremosa; la ansiedad provocada por la debilidad interior
está menos escondida. Ya nos hemos referido al profundo temor de Buck
de ser un “depravado sexual”, a su delictuosa conducta heterosexual
hacia una niña de trece años y hacia sus propios hijitos. Sü respuesta al
ítem del cuestionario que inquiere cuál es el peor crimen que puede
cometerse, encierra nuevos indicios de temor obsesivo a la homosexua
lidad. Además de violación y asesinato, Buck cuenta en su haber con rela
ciones homosexuales per anum. En la entrevista revela fantasías gráficas
que sugieren una preocupación por “el abuso que un hombre puede hacer
de las partes del cuerpo de otro hom bre.., Nunca pude v e r ... (se refiere
en lenguaje profano a la sodomía y a la fellatío)”, Buck muestra una
vana jactancia casi totalmente desligada de la realidad. Durante la entre
vista, interrumpió repetidamente al examinador para proclamar, en mo
mentos inoportunos, que “puedo ganar tanto dinero como cualquiera”.
Demuestra que estas fantasías alejadas de la realidad guardan un conte
nido emocional cuando pregunta al entrevistador: “¿No cree que puedo
ganarlo?”; y cuando explica su respuesta “las preocupaciones” a la pre
gunta “¿Qué puede enloquecer a una persona?”: “Bueno, mientras estoy
aquí me preocupo pensando que tengo que hacerlo ahora, si no, no lo
voy a hacer nunca. Me estoy poniendo viejo, bueno, no viejo... pero
no se puede conseguir nada mientras se pierde el tiempo en una peni
tenciaría”. Su mayor ambición, declara, es “comprar más ganado y más
tierra”. Como se recordará, Buck “lo hizo” sembrando cheques falsos por
todo el territorio.
Flóyd dice “me río de los homosexuales”, y aprueba totalmente el
ítem del cuestionario que dice: “los homosexuales... deberían recibir
severo castigo”. Ya hemos descripto su promiscua vida sexual. No obs
tante, sus identificaciones femeninas son casi conscientes. Como respuesta
a la pregunta que inquiría Cuáles eran las personas .que más admiraba,
anotó: “Salomé, Madame DuBarry, Mata Hari”. En la entrevista, revela
que el aspecto de estas mujeres con el cual se identifica es su ascensión
oportunista de la posición sumergida a la de poder. “Sí, hicieron lo suyo,
(¿Qué quiere decir?) Soy muy amigo de las m ujeres... Me gustan las
mujeres capaces... De cortesana, la DuBarry llegó a ser gobernante indi
recta del país”. Las identificaciones femenino-sumiso-homosexuales de
Floyd se hacen patentes también en su actitud hacia su “compañero de
delito” al que está profundamente apegado. Nótese el tema peculiar den
tro del cual introduce, sin que venga al caso, ciertas consideraciones
acerca del status: “Tiene 38 años, pero creo que, por lo menos, somos
DELINCUENCIA Y TENDENCIAS ANTIDEMOCRATICAS 801
F. HETEROSEXUALIDAD
1. Los S ujetos de P u n ta je A lto
Tal como lo hacían suponer su moralidad antisexual, sus angustiosas
imaginaciones acerca del “animalismo” de los negros y su gran temor de
•que éstos mantengan relaciones sexuales con “mujeres blancas”, los hom
bres prejüiciosos demuestran tener disminuida la- capacidad para sentir
.simultáneamente amor sexual y ternura por una mujer. Además, hay
•en ellos señales de una oculta y resentida falta de respeto por las mujeres
•en general. Estos hombres tienden a mantener parcialmente fuera de
la conciencia sus sentimientos sexuales y hostiles hacia las mujeres “respe
tables”.' Lo logran estableciendo una rígida distinción entre dos estereo
tipos, dentro de los cuales clasifican a todas las mujeres: las “puras”,
'“dulces” (no sexuales, “maternales”), y las “malas” (sexuales). Tienen
gestos externos de respeto por las mujeres “puras”, pero estas actitudes
son tan artificiales que sólo pueden interpretarse como defensas destina
das a sofocar los ■ocultos sentimientos sexuales y agresivos. Confirman
parcialmente esta deducción las expresiones de franca hostilidad y falta
de respeto hacia las mujeres “malas” y las actitudes sexuales impersona
lizadas hacia las mismas. También confirman esta hipótesis la irrupción
directa de sentimientos hostiles contra mujeres “puras” y el hecho de que
todas las relaciones heterosexuales suelen ser frías, estereotipadas y de
carácter dominante o sumiso-dependiente. (Ver Partes III y IV.)
Este patrón aparece, en una u otra forma, en todas las entrevistas de
los prejuiciosos. Robert formula sucintamente la idea estereotipada de que
hay dos clases de mujeres. Según declara, la madre le enseñó “algo que
recordé toda mi vida, que las mujeres son lo más perfecto que existe sobre
la Tierra”; pero cuando añade “esto es, las mujeres como se debe”, revela
que tras este aparente respeto se esconde un resentimiento que mantiene
separado de su conciencia. Su mujer, sexualmente frígida y de quien
•dice era “la esposa más dulce del mundo”, parece representar para él
el estereotipo de “lo perfecto”. Según propia declaración, lo que más
.admiraba en ella era su sometimiento a la voluntad de él: “Estaba siem
pre dispuesta a hacer lo mismo que yo”. Sus descripciones nos revelan
que la vida en común fue un continuo reprocharse mutuamenté el gasto
desmedido de dinero, escenas de celos por parte de ella debido a que él
salía solo y “por cada cosita que pasaba... enseguida corría a casa de la
madre y se quedaba allí toda la no che”. La esposa entabló juicio de divor
cio cuando descubrió que Robert tenía relaciones con una camarera que,
.aparentemente, representaba “la otra clase” de mujer. La relación con
ella se caracterizó por una extrema hostilidad, explotación y falta de
respeto. La mujer, según afirma Robert, mantenía simultáneamente rela
ciones con otros hombres. Además, “muchas veces se emborrachaba y le
gustaba pelear, reñir, discutir y m olestar... Una vez, esta mujer subió
por un poste hasta mi ventana, y otra vez me tiró whisky por la ven
tana, mientras yo estaba acostado”. Cuando la camarera descubrió que
Robert tenía antecedentes policiales (por falsificación), comenzó a extor
sionarlo. Finalmente, él la mató (sin premeditación) durante una violenta
discusión.
Las relaciones maritales que describen Clarence y Wilbur son aún
más frías y superficiales, sólo que en este caso eran ellos y no las esposas
quienes se sometían a la voluntad del cónyuge. Aunque Clarence había
DELINCUENCIA Y TENDENCIAS ANTIDEMOCRATICAS 807
- 3. Los S ujetos de P u n ta je B a jo
Los cuatro reclusos de puntaje bajo revelan una definida perturbación
de su adaptación heterosexual. Específicamente, parecen sufrir conflictos
nacidos de insatisfechas ansias de dependencia amorosa que dirigen hacia
las mujeres a quienes toman como figuras maternas. Estos anhelos van
asociados al deseo de intercambiar amor y protección con las mujeres.
Al mismo tiempo, muestran hacia el sexo opuesto una ambivalencia casi
conscientemente inhibida (y no separada de la conciencia y negada me
diante dicotomías moralistas, como sucede con la ambivalencia orientada
hacia el poder que evidencian respecto de las mujeres los sujetos de pun
taje alto). Esta ambivalencia se orginaría principalmente en la frustra
ción de las ansias de dependencia amorosa antes que en conflictos de
temor y odio, dominación y sumisión, como en el caso de los hombres
prejuiciosos. Además, y contrastando con el oculto desprecio que sienten
estos últimos por las mujeres, los sujetos del cuartil inferior muestran
mayor respeto fundamental por ellas, a quienes toman como individuos
y consideran sus iguales en esencia. En sus relaciones con el sexo opuesto
buscan principalmente la comunidad de gustos e ideas.
Art interpreta él mismo, de modo parcial, su “complejo de dependen
cia”. .De resulta de su “autopsicoanálisis”, realizado mientras cumple
su actual condena, al comenzar nuestra entrevista habla espontáneamente
del problema. Señala que todas las mujeres con las que tuvo relaciones
íntimas fueron mayores que él, “mujeres de negocios, asalariadas, em
pleadas y mujeres que sostenían la casa”, como su madre. “Simplemente
transfería mi dependencia respecto de mi madre” a “mi esposa” y luego
“a las autoridades (de la prisión)”. Después de hacerse despedir del tra
bajo, no se esforzó casi por conseguir otro, hasta que “mi conciencia no
me permitió seguir aceptando que mi (primera) esposa me mantuviera”.
Luego “me encontré empeñado”, y falsificó algunos cheques como un
“modo inconsciente de transferir mi dependencia”. Después de cumplir
una condena de seis meses, la esposa lo recibió de nuevo en el hogar.
Estaba “arrepentido, pero pronto me volví a empeñar y lo hice otra vez”.
En esta oportunidad la esposa se divorció aunque, aparentemente, se sepa
raron en buenos términos. Art dice no recordar completamente nada de
su segunda esposa, una mujer doce años mayor que él, quien también
lo mantenía. Sólo vivió con ella un corto tiempo, hasta que la situación
se le hizo intolerable: otra falsificación de cheques lo llevó nuevamente
a la cárcel. A diferencia de Buck, que le dio gran trabajo a la policía
para descubrirlo, Art “sabía que me iban a atrapar” y había “arreglado”
inconscientemente las cosas para “transferir mi dependencia” a la “ma-i
dre” prisión... Á pesar de los conflictos que sufre Art respecto de su
“dependencia”, cuando habla de su primer matrimonio subraya que com
partió experiencias con la mujer, y expresó sincero respeto por ella: ésta
era “artista también, y una persona realmente completa. Tenía una tre
menda capacidad, tanto intelectual como personal... Me gustaba su inte
lecto, las cosas que le interesaban”. Se muestra autocrítico en cuanto a
su rol dentro del matrimonio: “No estaba enamorado de e lla ... aunque
no quería admitírmelo ni a mí m ism o... Pero le tenía mucho afecto...
En esa época era demasiado1egocéntrico como para .enamorarme de al
guien .... Eso sí, la admiraba, la respetaba y la quería.,. Creo que hoy
estaríamos en mejores condiciones de hacer un buen m atrim onio... por
que ahora ya crecí bastante”. Su segunda esposa sigue manteniendo co
810 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
4. R esu m en
El contraste que se; observa entre la orientación sexual de los entre
vistados prejuiciosos y la de los tolerantes, sugiere que existen ciertas'
diferencias capitales en su personalidad. AI parecer, los hombres no pre
juiciosos buscan por sobre todo amor, cosa que también son capaces de
dar hasta cierto punto. A pesar de frustraciones y conflictos, su enfoque
de la vida está influido por un respeto básico por sí mismos y los demás.
Esto les ayuda a identificarse democráticamente con otras personas, y los'
inclina a identificarse con los desheredados. Por su parte, los hombres
prejuiciosos parecen sentirse fundamentalmente rechazados y habrían
abandonado casi toda esperanza de experimentar amor genuino. Hablan
como si sintieran disgusto y temor respecto de sí mismos y de los demá&.
Casi todas sus energías se concentran en el esfuerzo por no sentirse débiles,,
312 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
G. ANTIINTKACEPTIVIDAD Y NIÑEZ
1. Los S ujeto s de P u n ta je A lto
Todo el material presentado hasta ahora concurre a apoyar algo dicho
anteriormente: que los sujetos de puntaje alto evitan angustiosamente el
pensar y sentir con libertad, en especial en lo que concierne a los asuntos
psicológicos. Ello se debe a que tal libertad interior podría hacerlos llegar
a “ver” en sí mismos cosas que temen percibir. Por eso externalizan sus
temidos impulsos, su debilidad y sus conflictos con los demás sobre situa
ciones y sucesos externos, y sobre víctimas propiciatorias. Si estos hom
bres se permiten alguna vez experimentar sus verdaderos sentimientos
e impulsos, tienden a mantenerlos indíferenciados y a sentirlos ajenos
a sí mismos, cual si vinieran de una fuente externa a su yo consciente.
Pero, por sobre todo, tienden a separar de la conciencia y a considerar
como cosa del pasado, que nada tiene que ver con su personalidad adulta,
aquello que sería el origen emocional de sus conflictos más profundos:
la niñez y las relaciones con las figuras paternas.
Es así qüe Robert declara: “En cuanto al ambiente de mi casa, no
pudo ser mejor,” Fue “un buen chico” y “un buen muchacho hasta los
16 años”. Considera que su “yo carnal” es responsable de las falsificacio
nes y. los robos que cometió cuando tenía 18 años y de la hostil relación
amorosa que lo condujo a la prisión. Estima que estos actos suyos son
totalmente “accidentales” y no tienen ninguna conexión con los conflictos
-de su vida pasada, tales como la ambivalencia hacia la “bondad” que,
-coercitivamente, le impusieran Tos padres.
Wilbur se niega a sí mismo, aún más claramente, que su conducta y
personalidad presentes tienen sus raíces en la niñez, (¿Quién influyó más
.sobre usted: su tío o su tía?)22 “Bueno, lo que soy ahora es obra mía. (P)
Bueno, porque yo mismo me creé mis propias inclinaciones... desde que
me las arreglo solo, me doy más cuenta de eso.” Cuando se le preguntó
cómo era de niño, dio una respuesta llena de moral pero vacía de con
tenido personal: era “simplemente un muchacho trabajador... nunca
me metía en dificultades”.
Eugene, al igual que Robert, fue “muy bueno hasta los 17 años; nunca
tuve dificultades, no fumaba ni tomaba”. No ve qué relación puede existir
entre su sometimiento a una “bondad” autorrepresiva en su niñez y
juventud y la larga serie de “dificultades” en las que se vio envuelto
posteriormente. No se “explica” su violento “mal carácter” o sus frecuen
tes “borracheras”. En cuanto al juego, declara místicamente, “no lo tengo
en la sangre”.
También Clarence dice que en la niñez fue un “buen chico”, “no era
.alocado” y “comencé a trabajar” a edad muy temprana. No reconoce
conexión sexual entre la autorrepresión moralista de su niñez y su pos
terior inclinación a esquivar el trabajo (durante años recibió una injus
tificada pensión por enfermedad), y los abusos cometidos contra niñas de
32 Los padres de Wilbur se separaron cuando éste era aún una criatura ; nunca los conocid. Pu©
•criado por unos tíos.
DELINCUENCIA Y TENDENCIAS ANTIDEMOCRÁTICAS 813
corta edad; además* el pánico que siente le hace negar estos hechos me
diante delirios paranoides.
La separación que establece Ronald entre los aspectos decisivos de
su niñez y su vida adulta es más equívoca. Por ejemplo, critica la seve
ridad de la disciplina que le impuso el padre durante la infancia: “Dicen,
‘para que un chico ande bien, hay que darle buenos palos’, pero me
parece que en mi caso eso no sirvió.” En la sección siguiente demostra
mos que Ronald no es capaz de desarrollar esta crítica en base a prin
cipios e ideas, sino que cae en la lamentación paranoide de haber sido
una víctima de los demás, y habla así por rebeldía caprichosa.
2. Los F ascistas
También los reclusos fascistas “separan” su vida infantil de su perso
nalidad adulta. En algunas de sus observaciones, que por momentos seme
jan un principio de comprensión, Adrián demuestra que en él a veces
“irrumpen” conflictos de su niñez. Pero no llega a experimentarlo emo
cionalmente ni es capaz de aceptar que es responsable de su propia per
sonalidad. En cambio, sólo siente un autodesprecio cínico, y alienado del
yo; no tiene verdadero interés en modificar aquello que desprecia en
sí mismo. Es así que, en un momento, Adrián dice: “Casi estaría por
culpar a mi padre de mi egoísmo. Su actitud y la de toda la familia me
hizo creer que yo era ... el universo entero”. Más adelante aparece
con mayor claridad la naturaleza cínica de esta aparente “comprensión”:
“Lo único que me interesa saber es cómo poner lo mejor en. esta vida.
Debería decir conseguir lo mejor, y no poner, porque soy egoísta.” Cuando
Adrián “explica” la “influencia” ejercida por sus progenitores sobre los
impulsos más profundos que se esconden tras sus síntomas, utiliza místi
cos conceptos hereditarios: “Si alguna vez hice algo malo, fue mi parte la
tina, que es'el lado con el que tengo más afinidad, el de mi madre: tengo
físico más bien latino.”
Tampoco Floyd quiere reconocer que la evolución seguida por su per
sonalidad es un proceso vivencial. Por el contrario, prefiere buscar expli
caciones de índole hereditaria: “Todo lo heredé del lado masculino de
la familia, por una cosa u otra. Salvo mi laboriosidad... eso es algo que
simplemente no existe... Supongo que lo recibí de la otra parte de la
familia.”
Cuando el examinador le formuló insistentemente preguntas acerca
de su personalidad infantil, Buclc respondió por fin: “No sé.” Al inquirír
sele cuál de los padres había influido más sobre él, se puso a la defensiva
por suponer, equivocadamente, que el examinador estaba tratando de
obtener conclusiones morales acerca de sus inclinaciones delictuosas. El
entrevistador se esforzó por sacarlo del error, pero Buck hizo caso omiso
y persistió en su propio moralismo obsesivo: declaró que ambos padres
“siempre trataron de enseñarme lo bueno”; “mi familia no tiene la cul
pa” de que estuviera en prisión.
3. Los S ujetos de P u n ta je B ajo
Cualesquiera sean sus inhibiciones parciales, los entrevistados “bajos”
muestran, de modo más característico, una disposición general a aceptar
que existe una continuidad causal entre los problemas afectivos del pre
sente y los conflictos emocionales con los padres, de la niñez. Ejemplo
de ello es la ya mencionada interpretación que hace el propio Art de
los efectos que sobre sus matrimonios y su vida delictuosa tuvo su depen
814 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
podía confiar, pero después cambió”; “se había abierto cam ino... pero
cuando se puso, a tomar, empesó a venirse abajo”. “Nunca le disgustó
la idea de recibir ayuda de alguien, especialmente financiera... Sé que
usó algo del dinero de mi abuela para comprar propiedades. Y sé que
lo perdió y que no pareció importarle.” El padre le daba a Ronald sólo
15 centavos por semana, cosa por la que todavía se siente agraviado:
“Nunca me olvidaré de eso.” Pero a quien más culpa es a la madrastra,
de quien dice: “nunca estaba satisfecha”, era muy “avara”. Al llegar
aquí, su sentimiento de culpa lo hace retractarse, como si percibiera que
podría estar proyectando sobre ella parte de sus propios sentimientos:
“A mí me parecía avara. Claro que podía haber sido por otras razones,
quizás quería ahorrar.” Resulta especialmente notable cómo desplaza casi
totalmente sobre la madrastra el odio despertado en él por la severa dis
ciplina impuesta por el padre. Cuando nos cuenta que éste “consideraba
que no había que escatimar palos” y “nos la daba con ganas”, declara: “Lo
peor de todo era que mi madrastra iba a contarle cuando yo o mi her
mano hacíamos algo, y él no nos dejaba explicarle nada.” En realidad,
Ronald se “escapó dos veces”, pero “eso no me hizo odiarlo a él. A quien
más rabia le tenía era a ella”. (Así como ahora “les tiene más rabia” a
aquellos que ocupan un status inferior o son débiles, y no a quienes
representan el verdadero poder.)
Los progenitores de Wilbur murieron cuando éste era muy pequeño.
Fue criado por un tío y una tía, quienes sólo le daban, según afirma,
“casa y comida, un lugar donde dormir”. La tía era una “buena mujer”
(esto es, “pura”) . Específicamente, gratificaba la dependencia .material
de Wilbur; era “buena con los chicos; nos vestía, nos daba de comer y
nos cuidaba cuando estábamos enfermos”. “No puedo encontrarle ningún
defecto”, salvo quizás que “nunca quería salir, se quedaba siempre en
casa” (como la mujer que Wilbur luego escogió como esposa). Le resulta
imposible proporcionar detalles que confieran sentido a su “idealiza
ción” de la tía; era “simplemente una buena mujer”, “buena conmigo”.
“Nunca” se confió a ella. Las respuestas monosilábicas dadas por Wilbur
indican que su niñez estuvo dominada por la mano férrea del tío, a quien
no podía oponerle resistencia por ser excesivamente dócil. Cuenta que
el tío lo azotaba varias veces por mes. (¿Se preguntó alguna vez si tenía
razón en hacerlo?) “No”. Declara que el tío lo “trataba muy bien”,
aunque desde muy niño “me hizo trabajar mucho. (P) De la mañana a
la noche. (P. ¿Cómo lo tomaba?) Hacíamos lo que nuestros mayores
nos ordenaban. (P. ¿Se rebeló alguna vez?) Bueno, nunca.” Wilbur sólo
fue capaz de rebelarse cuando pudo crear un motivo racional por sentirse
perseguido: “Sólo había una cosa que no me gustaba; quería que yo
trabajara más que sus propios hijos.” Wilbur reaccionó con explosivo
desafío —aun sumisamente incapaz de criticar el autoritarismo del tío
como tal—, yéndose repentinamente de la casa cuando tenía 15 años. Así
y todo, en otra parte de la entrevista, Wilbur declara que el tío era
una persona “muy tratable”. Mas luego, al instante, revela que “por
las noches salía a tomar, y a veces volvía a casa borracho. Mi tía se iba
a llorar a un rincón”. Wilbur indica que nunca osó pensar seriamente
en criticar al tío o en proteger a la tía: (¿Cuál era su reacción?) “No
pensaba mucho en el asunto.”
También Clarence dice que sus padres (verdaderos) eran “muy tra
tables”. Lo que más admiraba del padre era “la manera como me trata
ba. (P.) Nunca se abusó de mí ni me regañó.” Luego, Clarence delata
818 . LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
más severa por parte de la madre podría haber evitado su larga serie
de “dificultades”: “A decir verdad, me parece'que no era bastante estricta
con nosotros.” Como prueba de ello mencionó que a veces “volvía a casa
más tarde de lo que debía”. Pero, punto seguido, sin advertir la contra
dicción, declara: “¡Era muy estricta en eso de la hora a la qua debíamos
estar en casa!” Eugene se sometió a la moralidad de la madre siendo
“muy bueno, hasta que cumplí los 17 años”. Sus posteriores “dificultades”
—juego, ebriedad, riñas y promiscuidad sexual—- sugieren que hubo en
él una tardía reacción contra aquel sometimiento. Mientras tanto, la hosti
lidad que la “dolida” moralidad de la madre lo obligaba a reprimir, lo
hace sentirse culpable, por lo cual se considera en el deber de “hacer
cosas” por ella. Cuando se le inquirió cuáles eran las principales satis
facciones que le había deparado su relación con la madre, el sentimiento
de culpa le hace dar una respuesta inadecuada: “Supongo que no la he
hecho muy feliz, pero cuando salga de aquí y empiece a andar bien, voy
.a cuidar de mi m adre... Me parece que nunca la traté como debía”.
2. Los F ascistas
Los tres sujetos fascistas muestran esencialmente, aunque en forma
más .extrema, la misma pauta de actitudes hacia las figuras paternas que
los demás hombres prejuiciosos. Resalta especialmente su temerosa sumi-
:sividad ante el padre, sometimiento cuyos aspectos homosexuales están
casi a la vista.
Buck verbaliza asaz directamente su temor a la sexualidad :en rela
ción a la madre: “Me sentía turbado cuando mi madre tomaba :un tema
■como (el sexo).” Al parecer, concibe a la madre exclusivamente como
persona encargada de “hacer cosas” para gratificar su dependencia: “Era
una señora muy trabajadora, nos cuidaba mucho a los hijos.” En rigor,
cuando le preguntamos a este sujeto cuáles eran las mayores satisfaccio
nes que le dio su relación con los padres, se limita al hecho puramente
externo de que “me daban todo lo que quería”. En cuanto a la perso
nalidad de los progenitores, la orientación de Buck hacia lo exterior le
hace preguntar: “¿Quiere decir las personas con quienes se trataban?”
No concibe nada que vaya más allá de los superficiales roles externos,
tales como los de darle las cosas que necesitaba, ser “muy trabajadora” o
“comerciante”, “se emborrachaba”, “daba órdenes”, etc. Este obstáculo
inhibitorio, que le impedía toda relación personal con los padres, se co
rresponde con la sumisión absoluta impuesta por el padre, “Nunca vi
ninguna debilidad en él” dice Buck. Su aceptación ciega de la “razón”
del progenitor en todos los aspectos explica por qué proclama una y otra
vez que el padre “generalmente tenía razón cuando decía algo”, “siempre
trataba de hacernos ver las cosas como son”, “siempre tenía razón en lo
que decía”. Buck consideraba que “las palizas” que le daban eran “siem
pre merecidas” y, en su terror, “en seguida aprendía qué era bueno y
qué era malo” como absoluta distinción que jamás podía ponerse en tela
de juicio. De allí que el padre habitualmente sólo necesitara “dirigirnos
una mirada para que supiéramos qué quería decir”. El temor impulsa
a Buck a decir que sus progenitores “nunca discutían... ni siquiera
cuando él (el padre) se emborrachaba”. Un segundo después, sin darse
■cuenta aparentemente de la contradicción, revela inocentemente por qué
motivo no había discusiones: “Mamá no decía nada.” “Si alguna vez”
tenían diferencias, “nunca lo mostraban delante de los hijos”. Al rato,
.recuerda cómo a veces “papá se ponía furioso y se iba... y mamá se
820 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
3. Los S ujetos de P u n ta je B a jo
■Los sujetos del cuartil inferior demuestran ser más independientes
que los del superior en su relación con los progenitores, el padre especial
mente. También son capaces de juzgar objetivamente a los padres y de
resistirse a la autoridad de éstos, en razón de ciertos principios persona
les. En todos los casos, existe una definida preferencia por la madre,
que es objeto de amor y respeto como persona. Al mismo tiempo, cada
uno de estos hombres revela tener una profunda ambivalencia hacia la
madre, cosa que inhiben (casi conscientemente) pero no niegan inven
tándose una máscara de reverencia y de idealización exagerada. La am
bivalencia tendría como eje las frustradas ansias de dependencia afectiva.
Pero es esta orientación hacia el amor el factor que contribuye funda
mentalmente a crear en ellos el cariño sincero por los demás, y una incli
nación a las identificaciones democráticas. Y si estos hombres llegan a
identificarse con los desheredados y oponen resistencia a las injusticias
del statu quo, es porque en la primera parte de su vida lograron afirmar
su independencia como seres desvalidos en su relación con la autoridad
paterna. Cuando no son capaces de lograr esta identificación plenamente,
es probable que existan en ellos inhibiciones que les impiden afirmarse
en una independencia total respecto de los padres.
Mediante su “autopsicoanálisis”, A rt ha hecho parcialmente cons
ciente su “complejo de Edipo”; o, como dice que prefiere llamarlo (ne
gando específicamente tener sentimientos sexuales hacia la madre), su
DELINCUENCIA Y TENDENCIAS ANTIDEMOCRÁTICAS 823
TABLA. 5 (XXI)
P u n t a j e s M e d io s O b t e n id o s e n la E scala B y F por los P r e s id i a r io s ' A g r u p a d o s
p o r D e l it o
madre llena de moralidad, cabe suponer que su conducta posterior fue una
tardía protesta de “masculinidad”. El asesinato cometido por Wilbur en
la persona de su arrendador, que había desalojado a la familia del sujeto,,
y la ulterior aparición de delirios paranoides contra los griegos, parecen
haber sido un desesperado desafío contra una figura paterna castradora
tendiente a reafirmar su propia masculinidad amenazada.- Los abusos se
xuales cometidos contra niños por Cíarence, y sus delirios paranoides de
haber sido víctima de “una trampa de los políticos”, parecen ser tentativas
de “probar” su virilidad y reprimir su pánico homosexual. Igual signifi
cado tendría la violación de una niña perpetrada por Bucle, y los vejámenes-
a los que éste sometió a sus propios hijitos. Si se dedicó a una vida disi
pada con una prostituta que despreciaba, y falsificó cheques, para man
tener ese tren de vida, ello habría sido un intento de reforzar su masculi
nidad mediante la promiscuidad heterosexual y u n . comportamiento de
“gran financista”. Los robos de Floyd, realizados con una banda, son.
esfuerzos no disimulados de “hacer grandes cosas”, de ser, “un hombre
fuerte” y de lograr poder fácilmente. Lo mismo puede decirse de su
inclinación a alterar el orden provocando altercados en estado de ebriedad,
y sus repetidas salidas sin permiso del ejército durante las. cuales, de
modo característico, salía de parranda con “alguna mujer casada, como
siempre”. Según propia confesión, Adrián emprendió su robo con pistola
de juguete impulsado por el deseo de “probar” que podía “mandar”. El
mismo atribuye este acto, en parte, a un tratamiento glandular que había
completado la semana precedente y que, en su opinión, lo había., hecho
“más hombre”.
Todos estos delitos tienen una cosa importante en común: representan
un intento de “probar” algo. Quieren “probar” que son rudos, fuertes,
poderosos, todo lo cual significa “masculinidad”, Más importante aún, son
tentativas de negar algo, a saber, aquello que para la psicología del sujeto
representa “debilidad” y “falta de masculinidad”, sea ello no-heterose-
xualidad, impotencia, impulsos homosexuales, sumisión, dependencia, blan
dura o pasividad. En suma, los delitos de los sujetos de puntaje alto ex
presan el complejo emodional que aparentemente rige toda su vida: un
desesperado temor de la-propia “debilidad”, que tratan de negar erigiendo
una máscara de masculinidad. De tal manera, aquello que exteriormente
puede parecer la expresión directa, no inhibida, de sus impulsos resulta,
ser el disfraz de profundos temores e inhibiciones.
.'donadas con el mismo conflicto general. Dick robó un auto para ir con
una mujer a Reno a fin de casarse con ella, estando ambos borrachos,
quizás como parte de una búsqueda casi consciente de consuelo tras
.sufrir la frustración de su deseo ansioso de amor, dependencia y pro
tección, de casarse con la muchacha baldada que “había vuelto”.
Todos los delitos de estos hombres señalan diferentes aspectos de una
.'constelación común que domina sus vidas: las ansias de ser amado y de
amar a una figura materna que hiciera para ellos las veces de “madre”
-y les permitiera cumplir el rol de “padre” respecto de ella, anhelos en los
que entra una ambivalencia casi consciente hacia las mujeres debida a la
frustración de esas mismas ansias.
De tal manera, puede decirse que los delitos cometidos por los sujetos
<de puntaje alto y los de puntaje bajo expresarían el distinto anhelo capital
o eje de sus vidas: las defensas contra la debilidad versus la búsqueda
ambivalente de amor. No parecen diferenciarse respecto de la violencia ma
nifiesta de sus delitos. Al parecer, un mismo delito y un mismo grado de
violencia pueden surgir de estructuras de personalidad totalmente dispa
res; por consecuencia, cabe llegar a la conclusión, ya expuesta por otros
autores (51,103), de que las faltas legales per se no son índice adecuado
de la susceptibilidad del delincuente a la rehabilitación. No obstante, hay
notables indicios de que los sujetos de puntaje bajo responderían mejor
que los de puntaje alto a un intento de rehabilitación. Ello se desprende
del hecho de que, aparentemente, aquéllos están más capacitados para
entablar relaciones sinceras con otras personas; así como su conducta
criminal parece haber sido consecuencia de la frustración de su necesidad
de amor o de una crisis de sus relaciones afectivas, la iniciación de nuevos
vínculos personales brindaría un punto de partida para reformar su con
ducta. Por otra parte, parecería que a los sujetos de puntaje alto les
.resulta sumamente difícil llegar a una relación humana basada princi
palmente en el amor; antes bien, todo hace suponer que, en su caso, las
nuevas relaciones se ajustarían a su antigua pauta de dominio y sumisión,
lo cual, aunque en el primer momento podría llevarlos a una conducta
que se conformara a lo que se requiere de ellos,1en último término sólo
serviría para fortalecer aquellas estructuras de la personalidad que consti
tuyen el fundamento de su criminalidad y, también, de su potencial
fascista.
C apítulo X X II
A. INTRODUCCIÓN
2 En' realidad, la muestra final incluyó a unos pocos sujetos algo meuores do 20 años.
832 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
M om bres ( N = 5 0 ) M u je r e s ( N = 7 1 )
TABLA .2 (XXII)
I n c id e n c ia de D iv e r s o s D ia g n ó s t ic o s P s iq u iá t r ic o s e n da M uestra de P a c ie n t e s
de l a C l ín ic a P s iq u iá t r ic a «
N? P o r c e n ta je PCJP-> en c o n ju n to
( P o r c e n ta je )
P s ic o s is :
Esquizofrenia 15 13,2 9,2
Maniacodepresiva 10 8,8 5,2
Otras psicosis 2 1,8
Total ' de psicosis ’ 27 23,7
P s ic o n e u r o s is :
Psiconeurosis mixta 34. 29,8
Depresión reactiva 2 1,8
Estado de angustia 20 17,5
Histeria de angustia 3 2,6
Histeria 6 5,3
Hipocondría I 0,9
Psicastenia 3 2,6
(neurosis obsesivo-compulsiva)
Estado de rumiación obsesivo-
compulsiva 2 1,8
Total de neurosis 71 62,3 43,6
O tro s t r a s to r n o s :
Personalidad psicopática 3 2,6
Alcoholismo 2 1,8
Úlceras 7 6,1
Varios 4 3,5
Total de otros trastornos 16 14,0
a N es igual a 114; de éstos, el 29 % son pacientes internos, el 65 % son externos y el 6 % (casos de
úlcera) son enfermos de una- investigación de medicina psicosomútica.
t>PCE = Pacientes del consultorio externo.
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RELACIÓN ENTRE ENFERMEDADES PSÍQUICAS Y FASCISMO EN POTENCIA 839
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TABLA 4 (XXII)
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que E n t r a n e n l a s D i v e r s a s C a t e g o r ía s P s iq u iá t r i c a s
H om bres M u je r e s
M i ta d I n f e r io r M ita d S u p e r io r M ita d I n f e r io r M ita d S u p e r io r
N ~ ¡S4 N = 24 N = 34 N = 38
P s i c o s is :
Esquizofrenia 8,3 12,5 14,6 15,7
Maniacodepresiva 4,2 8,3 8,9 12,2
Otras psicosis — -- , — 3,1
Total de psicosis 12,5 ■ 20,8 23,5 31,0
J P s ic o n e w o s is:
Psiconeurosis mixta. a 29,2 12,5 50,0 22,0
Depresión reactiva — 4,2 2,9 —
Estado de rumiación — — —
6,3
obsesivo-compulsiva
Total de neurosis 66,7 45,9 70,4 62,8
O tr o s tr a s t o r n o s :
Personalidad psicopática — 8,3 — 3,1
Alcoholismo 4,2 — 2,9 ■■ _
Otros 12,5 —
2,9 3,1
Total de otros trastornos 20,9 33,3 o,8 6,2
d En sólo dos casos tie n e n sig n ific a c ió n e s ta d ís tic a las d ife re n c ia s e n tre la s m ita d e s a lta y b&j-a, E n
la ' ‘p sic o n e u ro sis de tip o m ix to ” h a y u n a c a n tid a d sig n ific a tiv a m e n te m a y o r de m u je re s de p u n ta je
b a jo que de p u n ta je a lto (R .C . = 2 ,4 ; al nivel del 2 %). H a y u n n úm ero sig n ific a tiv a m en te
m a y o r de m u je re s de p u n ta je alto que de p u n ta je b ajo in fe rio r a fe c ta d a s de u n ‘ 'e s ta d o de
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RELACIÓN ENTRE ENFERMEDADES PSÍQUICAS Y FASCISMO EN POTENCIA 841
TABLA 6 (XXII)
P o r c e n t a j e d e P a c i e n t e s N e u r ó t ic o s d e d a s M it a d e s S u p e r io r ií I n f e r io r
d e l a D i s t r i b u c i ó n d e l a E s c a l a E q u e M u e s t r a n D iv e r s a s
C a r a c t e r í s t i c a s . N e u r ó t ic a s
H om bres M u je r e s
Homosexuales ,
(o perversión) 25,0 18,2 4,2 10,0
clínica psiquiátrica para recibir tratamiento. Tal vez esto ocurra particu
larmente con los individuos etnocéntricos que están más afectados, vale
decir con aquellos que sufren trastornos psicóticos o casi psicóticos. Si
es cierto que existe una cantidad relativamente elevada de etnocéntricos'-
en potencia entre los psicóticos graves, cabe suponer que en el cuartil
alto hubo escaso número de tales enfermos porque la clínica excluye a
los psicóticos violentos, y a muchos casos de pronóstico poco prometedor.
Por último, también hubo algunos pacientes internos que estaban
demasiado trastornados como para contestar adecuadamente a un cuestio
nario, o que se negaron a hacerlo. Pero el número de estos casos no fue
suficientemente grande como para que esta limitación explique totalmente
el hecho de que en el cuartil medio superior haya más psicóticos que
en el alto. Otro camino de especulación, al que retornaremos luego, nos
lleva a pensar que el prejuicio extremo es expresión de ciertas defensas
del yo en las que el individuo ha concentrado gran energía, porque sin
ellas sufriría una crisis psicótica. Quizás los sujetos del cuartil alto sean
muy parecidos a los del medio superior, sólo que los primeros tendrían
un yo más fuerte y mejores defensas.
Otra hipótesis es que la proporción de psicóticos del cuartil alto es
verdaderamente menor que la del medio superior, particularidad que-
podría explicarse por ciertas características del propio proceso psicótíco
que influirían para producir puntajes medianos y no extremos. Mencio
naremos ahora algunas observaciones acerca de los pacientes psicóticos^
pues juzgamos que las mismas van en apoyo de esta hipótesis.
Varios -fueron los sujetos psicóticos entrevistados, pero sólo uno de
ellos demostró saber algo, muy poco por cierto, acerca de los sucesos y de
los problemas sociales del momento. Mas este hombre, un profesional, se
ocupaba principalmente de ideas abstractas sin referirse jamás a la reali
dad política. Parecía que estos psicóticos —todos ellos casos leves en su
primer episodio psicótico— se encontraban en tal estado de indiferencia
respecto de la realidad social, que no podían prestarle demasiada atención,
o tener ideas coherentes y firmes en esta materia. Aparentemente, esto
no dio lugar a suficientes contradicciones en las respuestas como para
reducir .la confiabilidad de las escalas, aunque bastó para producir diver
sas pautas desviadas y contestaciones tibias que hacían a los sujetos
merecedores de puntajes “medianos”.
Una hipótesis vinculada con la anterior, señala que la tendencia a los
puntajes E “medianos” de nuestro grupo psicótico, fue principalmente
producto de ciertos factores especiales y pasajeros resultantes del hecho
de que todos estos pacientes se encontraban en un episodio psicótico
agudo o acababan de salir de él. También contamos con observaciones
que apoyan esta tesis. Un paciente, por ejemplo, respondió siempre
-f-1 y — 1. Después que salió del hospital, muy mejorado y libre de
delirios,, este enfermo declaró en una entrevista que, a su parecer, había
respondido con tanta limitación porque en aquella época se sentía total
mente inseguro de sí mismo, por lo ;cual le fue imposible expresarse de
modo más definido; añadió que ya no respondería así.
Otro sujeto que, en el tiempo de la investigación, sufría delirios
paranoides y mostraba, gran hostilidad hacia el ambiente hospitalario, no
se prestó gustoso al test, y optó por contestar invariablemente + 3 y — 3
(respuestas -que recalcó mediante signos de exclamación, subrayado y
comentarios negativos). Tal pauta de respuestas también llevaría a un
puntaje más cercano a la media de lo que correspondería a la verdadera
actitud del sujetó.
RELACIÓN ENTRE ENFERMEDADES PSÍQUICAS Y FASCISMO EN POTENCIA . 8 4 3 ;
b . E stado de A ngustia
.1. }¡ipocon<lrí<¡. Esculos L-(He) y II '(Ha). Ambas escalas se proponen medir 1el grada
■- de preocupación -anormal por las -funciones corporales y muchos ■de los síntomas
mencionados son vagos o se cuentan entre las expresiones físicas comnn.es de la
angustia. La Escala I es más válida porque no tiene correlación tan alta eon Sq,
e incluye una corrección por 'edad. -r' " ■'
2, H is t e r i a (Hi), Escala preliminar que medía el grado de similitud existente entre
el sujeto (S) y-los pacientes que presentaban' síntomas de histeria de tipo, conversión.
■3 D e p r e s ió n • (X>). ‘4Mide la profundidad del complejo de. síntomas reconocido clínica-
mente como depresión.*’ “ Un puntaje alto indica desánimo (d.e tipo, emocional)
• acompañado de un sentimiento de inutilidad y de una incapacidad para, sentir un
grado normal de optimismo respecto del futuro.”
4. D ip o m a n ía (Ma). ‘‘Mide el factor do la personalidad característico de- )us personas
de marcada hiperproduetivídad de pensamiento y a c c i ó n ..
o.' P sica s te n ia (Pt), “ .Mide la similitud entre el sujeto y los pacientes psiquiátricos.
. perturbados por fobias o llevados por conducta compulsiva.” Las formas leves
de esta tendencia pueden, “ manifestarse simplemente como depresión ligera, preocu
pación excesiva, falta de confianza o incapacidad para concentrarse.”
6. P a r a n o ia (Pa). Escala preliminar que establece la diferencia entre las personas
normales y un grupo de pacientes' clínicos caracterizados por suspicacia, hipersen-
sibilidad y delirios de. persecución -con- o sin egotismo expansivo. Los- diagnósticos
-eran generalmente paranoia,. estado paranoide o esquizofrenia paranoide,
7. D sq vÁ so fre n ia (Sq)..Escala preliminar que. medía la. analogía entre las respuestas
de los sujetos y las de los pacientes caracterizados por conducta o pensamientos,
extraños y desusados.
8. D e sv ío P s ic o p á tic o , Escala I (Lp). Mide “ la falta de respuestas emotivas pro*
fundas, la incapacidad para aprovechar la experiencia, y el quebrantamiento de las-
costumbres sociales” . La Escala II (corregida) (Dpe) contiene además un grupo
.bastante grande de ítems que expresan una sensación de enajenación respecto de
sí mismo y de los demás; guarda con Sq una correlación más alta- que la Escala I (Dp)
E). M f . Mide hasta dónde son masculinos o femeninos los motivos de interés.
Las escalas están hechas de tal manera que los puntajes medios son
iguales a 50 y las Desviaciones Standard a 10. Por lo. general se descarta
todo valor inferior a 50. Consideramos que. los puntajes próximos a 70
(vale decir,. 2 D.S. por encima de la media) se encuentran en el límite
de significación, y que los puntajes .superiores a 80 son altos. Se acepta
que los valores cercanos a 60 tienen significación clínica cuando corres
848 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
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TABLA 7 (XXII) O'
P u n t a j e s M e d io s .O b t e n id o s e n l a s D iv e r s a s E s c a l a s del IMPM po r Ü
los Su je t o s d e l o s Cu a tro Cu a r t il e s t de las dos M it a d e s de la ^
D is t r ib u c ió n d e l a E s c a l a E . §
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Medio Inferior (N ~ 7) 56 60 66 73 55 60 56 60 62 61 66 64 57 61 8.
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Medio Superior (N = 7) 59 71 69 90 61 76 69 75 63 70 63 72 68 70 m
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Superior (N —9) 68 74 71 84 54 73 61 67 60 66 59 74 61 67
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Mitad Inferior (N —10) 55 62 66 71 58 63 57 62 61 61 68 63 59 62
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Mitad Superior (X ~ 16) 64 73 70 86 57 74 65 70 61 68 61 73 ' 64 6S *
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Mitad Inferior (N —16)
Mitad Superior (N = 18)
DELACIÓN ENTRE ENFERMEDADES PSÍQUICAS Y FASCISMO EN POTENCIA 853
0 S e ría in d icad o in v e stig a r In jm p u n itiv id a d m ás a fondo. A q«i nos p areció p re fe rib le clasificarla;,
como ‘ 'a l t a ” ; en el C ap ítu lo X I se la c o n sid eró “ b a ja ” . "
RELACIÓN ENTRE ENFERMEDADES PSÍQUICAS Y FASCISMO EN POTENCIA 859
Lista B:
10. Ánimo deprimido, desaliento, falta de confianza en sí mismo, sen
timientos verbalizados de incapacidad, ideas de suicidio, senti
mientos de culpa. Muchas veces los pacientes se quejan de “de
presión”, pero debe distinguirse la depresión “verdadera”, des
cripta más arriba, del tipo más esquizoide de perturbación del
ánimo.
11. Cansancio. “Neurastenia”.
12. Dismenorrea.
13. Rechazo consciente del rol femenino por parte de las mujeres.
14. En los hombres, expresión de rasgos opuestos al patrón mas
culino ensalzado por nuestra cultura. Retraimiento, timidez, pro
pensión a avergonzarse, a veces unidos a una sensación de irrea
lidad o a síntomas físicos de angustia o conversión histérica. El
paciente acepta hasta cierto punto todas estas “debilidades”.
15. Conflictos y angustias conscientes.
3. E l M étodo de C u a n t if ic a c ió n
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d El número de acuerdos para una variable dada es la suma de los valores q«ü figuran en las columnas 1. 3 y 5 en la línea correspondiente a dich# variable,
RELA CIÓ N E N TR E E N FE R M ED A D ES P S IQ U IC A S Y F A S C IS M O E N P O T E N C IA 863
nado 'o había tan -escasos indicios qüe no se podían hacer deducciones
acerca de la estructura del carácter- del entrevistado. E n'tales casos, no
se-'atribuía ninguna clasificación. Cuando' había tantos indicios de ten
dencias “altas” como-de inclinaciones “bajas’- se atribuía una calificación
“mixta”. Luego, los clasificadores revisaron las entrevistas por segunda
vez para tratar de adivinar sí el sujeto había obtenido puntaje alto o
bajo en la escala E. Estas conjeturas se basaron en las conclusiones a
las que llegaran respecto de cada una de las categorías. (No se' estableció
ninguna fórmula automática para convertir las evaluaciones' aisladas en
clasificaciones “generales”. Los jueces llegaron a estas ultimas mediante
un nuevo proceso dé clasificación, durante el cual pudieron usar y ponde
rar todas las categorías segun do creyeran- conveniente. ■
Estas evaluaciones nos proporcionaron dos tipos'de datos: (1) El
acuerdo alcanzado por los clasificadores en su evaluación de las distintas
categorías y en sus clasificaciones generales. (2) Una relación 'entre las
clarificaciones y los puntajes d e: la escala E. Pasamos ahora a analizar
estos resultados. : -■■■ -■ •
■ 4. CONFÍABILIDAD DE ‘LAS MEDIDAS -
Cuando varias personas concuerdan mucho más de la mitad de las
veces en-afirmar que-determinado sujeto de un grupo posee o no cierta
característica, hay grandes-probabilidades de que estos clasificadores co
nocieran bien'su-tarea, tuvieran un concepto parecido de la característica
que debían descubrir, comprendieran ■este concepto y supieran reconocer
claramente en las :entrevistas: cuáles eran los puntos a los que cabía apli
carlo. ■Además, la -diferente personalidad, preparación ■y otras disparida
des existentes entre -los clasificadores influyeron sobre las' evaluaciones-
sólo en medida relativamente pequeña.
Todas las anotaciones empleadas para esta clasificación (alto, bajo,,
presencia, ausencia;' omisión; m ixto); se convirtieron- luego en valoracio
nes “alto”, “bajo” y “neutral”. Tomemos, por ejemplo, la variable I —el
sujeto da importancia ’principal a los trastornos físicos--; si -el clasifica
dor 1juzgó “presencia”, -se asignaba el valor' “alto”, si1la calificación fue
“ausencia”, se consideraba “bajo”; por último, “neutral” correspondía a
las omisiones y a la clasificación “mixto”. . ; •
Luego se dbtuvo la confiabilidad de las evaluaciones calculando la
proporción de veces en las que los dos clasificadores habían pronunciado-
juicios coíncidentós; Cuando ambos jueces habían asignado exactamente
la misma calificación (altó, bajó o neutral) a determinada entrevista,
se contaba como un acuerdo. Si Uno'había considerado que correspondía
la clasificación alto o-bajo y el -otro, neutral; se tomaba como medie
acuerdo.: En caso' de que un juez dictaminara- alto y el otro, bajo, se
tomaba cómo desacuerdo total/ El-numero de acuerdos dividido^ por' el
número total de; Registros evaluados- dio- el porcentaje de acuerdo entre
ios dos clasificadores;-ninguno de-los dos-jueces-atribuyó muchas clasi
ficaciones neutral, - ' ; :
La Tabla 9 ■(XXII) muestra el porcentaje de acuerdo entre los Cla
sificadores A y' B, amén ■ ' de las valoraciones en las que se basan ■estas
cifras. Todos los porcentajes de acuerdo, salvo uno (categoría III, “bajos”),
son mayores d e'70, valor-estadísticamente superior al que podría haberse
obtenido-por probabilidades (nivel del 1 por ciento).
El mayor -acuerdo entre los -Clasificadores A y B, 91 por ciento,
correspondió a lá variable V (el sujeto menciona 'espontánea y explícita
mente relaciones familiares y niñez desdichadas). Este ^resultado no es
864 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
G r a d o d e A c u e r d o E n t r e u n a C l a s if ic a d o r a ( A ) y O t r á s S i e t e e n la E s t im a c ió n de
l a s V a r ia b l e s e n l a s E n t r e v is t a s d e I n g r e s o
V erdadera T o ta l de
P o sic ió n Ju sg a d o Ju zg a d o Juzg a d o J u zg a d o . Ju zg a d o Juzgado N ú m e r o de A c u e rd o s P o r c e n ta je P o r c e n ta je
en • A por A p o r Uno N p o r A p o r U no B por B por U no A y B ■ A y B ■ de de
V a ria b le s E s c a la E Am bos V p o r O tro A m b o s B p or' O tro A m b o s 1 N p o r O tro R e s p e c tiv a m e n te C o m b in a d o s A cu erd o s A cu erd o s
TABLA 11 (XXII)
G r a d o d e ' A c u e r d o E n t r e ' l a E s t i m a c i ó n d e l P u n t a j e E t n o o é n t r ic o P e a l iz a d a p o r l a
C l a s if ic a d o r a A e n B a s e a l A n á l i s i s d e l a s E n t r e v is t a s d e I n g r e s o y e l
E t n o c e n t r is m o M e d id o p o r l a E s c a l a E
V erdadera N o de T o ta l de
P o s ic ió n en C la sific a d o C la sific a d o C la sific a d o N a de Á cu erd o s P o r c e n ta je P o r c e n ta je
V a r ia b le s E s c a la E A B N A cu erd o s Sum ados de A c u e r d o s de A c u e r d o s
G rado de A cuerdo E n t r e da E s t im a c ió n d e l E t n o c e n t r x sm o , B a sa d a en da V a lo r a c ió n os
de V a r ia r l e s A is l a d a s e n l a s E n t r e v is t a s de I n g r e s o , y e l E t n o c e n t r is m o 00
M edido p o r l a E s c a l a E '
V erdadera No No No N o de T o ta l d e
V a ria b le s P o s ic ió n en C la sific a d o C la sific a d o C la sific a d o N o de A cu erd o s P o r c e n ta je P o r c e n ta je
E s c a la E A B N A cu erd o s Sum ados de A cu erd o s de A c u e r d o s
LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
V a ria b le s A is la d a s : Alto 15 12 1 15,5 38,0 55,4 64,0
I. Hincapié en trastornos somáticos Bajo 8 22 1 22,5 72,6
'
TABLA 13 (XXII)
B esen a de l o s D a to s C o r r e s p o n d ie n t e s a la V a lo r a ció n de l a s E n t r e v is t a s de I n g r e so
A. con f ia b il id a d : ta n to po r c ie n t o de acuerdo entre los c l a s if ic a d o r e s ,
PARA SIETE VARIABLES
V erdadera P o r c e n ta je s d e A c u e r d o s : P o r c e n ta je s d e A c u e r d o s :■ P o r c e n ta je s d e A c u e r d o s :
V a r ia b le s P o sic ió n en C la s ific a d o r A y C la si P o r c e n ta je s d e A c u e r d o s : C la s ific a d o r A y P u n C la s ific a d o ra s C o n tro l
E s c a la E fic a d o r a s de C o ntrol C la sific a d o re s A y B ta je E y P u n ta j e E
I. Hincapié en trastornos Alto 78,6 81,4 82,1 76,3 66,1 72,9 55,4 64,0
somáticos Bajo 83,9 71,0 79,0 72,6
Alto 75,0 72,0 78,6 83,1 89,3 83,1 75,0 65,3
II. Intraeepeión
Bajo 69,4 83,9 77,4 56,5
III, Alienación del yo Alto 53,6 65,3 76,8 70,3 ■87,5 77,1 41,1 55,9
Bajo 75,8 64.5 67,7 69,4
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IV. Teoría externaüzada so Alto 71,4 73,7 75,0 76,3 73,2 66,9 80,4 71,2
bre aparición y causas Bajo 75,8 77,4 61,3 62,9
V. Mención espontánea de Alto 96,4 .94,9 89,3 90,7 96,4 68,6 92,9 63,6
relaciones familiares y . Bajo 93,5 91,9 43,5 37,1
niñez desdichadas
VI, Indicios acerca de la es- Alto 67,9 73,7 71,4 78,0 80,4 79,7 51,8 61,9
tructura del carácter Bajo 79,0 83,9 79,0 71,0
VII. Tipo predominante de Alto 85,7 79,7 80,3 81,4 92,9 84,7 78,6 72,9
síntomas Bajo 74,2 82,3 77,4 67,7
Promedios Alto 75,5 77,2 .79,3. . 79,5 83,7 76,1 67,9 65,0
Bajo '78,8 79,7 69,3 62,5
Alto 82,1 « 84,7 * 82,1 86,4 89,3 86,4 71,0 f 74,6 &
869
Clasificación general
..Bajo 87,1* 90,3 83,9 78,6 »
sus síntomas porque les parecía que éstos se 'hablan presentado determi
nado día “de repente”, en forma misteriosa, y que “antes todo estaba muy,
bien”.- -
Ésta es otra prueba de lo poco que saben los sujetos de■ ’puntaje alto
acerca de su vida interior, otra demostración de que necesitan ser como;
todos los. demás, y se esfuerzan con denuedo por mantener completamente
fuera de la conciencia los impulsos y las emociones menos aceptables..
Cuando, finalmente,, estos impulsos:se abren; camino y surgen en forma de
síntomas, el sujeto de puntaje alto los considera intrusos alienados del
yo que aparecen “repentinamente” y, muchas veces, “sin ninguna razón”.
Variable. V: Mención Espontánea de Relaciones Familiares e Infancia
Desdichadas. La categoría menos ambigua y, por consiguiente, la que ob
tuvo el más alto acuerdo entre evaluaciones (91 por ciento y 95 por ciento)
es la variable V. En este caso,.el clasificador sólo tenía que consignar si
el paciente decía espontáneamente que .su niñez había sido desdichada o
que su vida familiar no había, sido feliz. Encontramos que, en el caso de
los sujetos de.puntaje alto,.había una .relación muy estrecha entre esta va
riable .y el. etnocentrismo (93 por ciento,. 96. por ciento)., cosa.que.no su
cedía cpn,los sujetos de puntaje bajo (44 por ciento, 37 por ciento). Esta
particularidad .podría tener conexión con el hecho de.que, en general, muy
pocos sujetos dijeron algo,acerca de su niñez durante la entrevista de in
greso, dedicada principalmente a los síntomas, deí paciente. Prácticamente,,
ninguno de los sujetos de, puntaje.alto se refirió a su infancia y toda.men
ción de esta parte de, la vida provenía :de una persona .de. escaso etnocen
trismo. En rigor, las.cifras,correspondientes a, los sujetos de puntaje bajo
en esta variable son falsamente pequeñas. . .
Los resultados logrados con la. variable V coinciden con la observa
ción general de que, en su conjunto, los. sujetos de puntaje bajo admiten sin
ambages”que tienen rozamientos con la familia y sentimientos. negativos
hacia ella; además, en general, tienen mayor conciencia de sus conflictos
y afectos, los'que encaran con mayor franqueza. En cambio, los, sujetos,
de puntaje alto relataban úriá niñez fácil y feliz, y pintaban un, cuadro
idealizado de la familia. Por tal razón, raramente serían capaces de. admi
tir que en su niñez se sintieron solos y desgraciados, sentimientos que sue
len despertar en el niño los celos por los hermanos o ,la desilusión respecto
a los; padres". Por el contrario, muchos'de los sujetos de puntaje bajo de
la Clínica reconocieron haber experimentado "tales sentimientos.
Variable VI: Indicios Acerca de la-Estructura del Carácter .del Paciente..
En esta variable se obtuvieron las confiabilidades de 74 por ciento (A y
clasificadora de control) y 78 por ciento (A y B). Estos grados' de acuerdo-
son:muy aceptables desde el punto dé vista estadístico. L a’clasificadora.
A también logró considerable acuerdo con bl puntaje E (80, por ciento), en
tanto "qüé 'la clasificadora de control sólo logró un acuerdo del^ 62 .por
ciento con el puntaje E. Los juicios de ésta acerca dé Ips sujetos del cuar-
til bajo mostraron mucho mayor 'acuerdo' (71 por ciento) que sus evalua
ciones de1los sujetos del cuartil altó (52 por ciento). 'La confiabilidad co
rrespondiente a esta clasificadora fue también inferior en el caso del grupo
alto1.'Esto podría deberse al hedho de que el manual daba instrucciones y
ejemplos-relativos a las características “bajas” más detállados y concre
tos qué los atinentes a los rasgos “altos”. Por este motivo, la tarea de la
clasificadora; descontrol, habría sido más penosa.que la de A, puesto que
esta, última ya estaba muy familiarizada con los conceptos y con su.apli
cación; a la s entrevistas. Probablemente, dos juicios- de 1-a clasificadora de
control habrían logrado mejor relación con E si ésta hubiera-estado mejor
RELACIÓN ENTRE ENFERMEDADES PSÍQUICAS Y FASCISMO EN POTENCIA 875'
a,
a las evaluaciones de las 7 clasificadoras independientes) , el acuerdo con
E fue de un 75 por ciento. Ello indica que las variables guardan relación
significativa con E, aunque no sabemos con exactitud hasta qué punto es
posible predecir la posición E a partir de una de las variables aisladas. Tal
vez la experiencia previa de A en el estudio de los sujetos de ambos cuar-
tiles y la acción del efecto de halo hayan contribuido a hacer mayor el
acuerdo entre sus juicios y los puntajes E. Las predicciones de las clasifi
cadoras de control no son ciertamente tan aproximadas como podrían ha
ber sido; esta ineficiencia se debió a una falta relativa de preparación.
Desde el punto de vista teórico, carece de importancia el saber en qué
medida exceden verdaderamente las probabilidades las relaciones entre E y
cada una de las variables. Es incuestionable que todas las variables se su
perponen. Quizás ellas representen diversos aspectos de uno o de poquísi
mos factores de la personalidad de índole más fundamental.
tendencia general del carácter “alto”; Una vez más, las observaciones reali
zadas sobre los pacientes de la Clínica confirman los hechos descubiertos
en el estudio de la muestra de la población general (Capítulo XXII).
a. Los H ombres De P untaje Alto. A renglón seguido, presentaremos al
gunos casos ilustrativos que servirán como ejemplo de los cuadros clínicos
de los hombres etnocéntricos.
El primer paciente es un comerciante de mediana edad. Durante la
primera entrevista psiquiátrica declaró que había “estado luchando contra
una crisis nerviosa”. Dijo tener temblores, sudor, fatiga, poliuria, gases in
testinales, accesos de pánico y una tendencia a llorar. Según afirmó, los
síntomas aparecieron al enterarse de cuál era la suma que debía entregar
temporariamente a la esposa que acababa de divorciarse: “sentí como un
golpe en la cabeza”. Durante un tiempo se sintió mejor gracias a un trata
miento médico, mas luego su mal reapareció cuando, por ciertas irregu
laridades, se le quitó por corto tiempo el permiso para comerciar.
Durante la psicoterapia, el paciente se mostró exteriormente dispuesto
a colaborar, era puntual y sumamente cortés con la especialista, pero no
podía entablar la necesaria relación terapéutica. En varias ocasiones, invitó
a la terapeuta a cenar con él en restaurantes elegantes. Cuando hablaba
sobre sí mismo, el paciente se explayaba simplemente sobre sus molestias
somáticas, al modo hipocondríaco, pero rehusaba abandonar la idea de
que sus dificultades eran de origen fisiológico y requerían tratamiento
médico. A instancias de la terapeuta, el enfermo le relató su vida pasada.
Trató de impresionar a su Interlocutora con la historia de sus triunfos
comerciales y con los nombres de las personas importantes e influyentes que
conocía; pero resultó claro que no abrigaba sentimientos sinceros hacia
nadie. Después de varios meses de tratamiento, el paciente y la terapeuta
acordaron que sería mejor suspenderlo porque no se observaban progresos.
El carácter y la historia del paciente señalan la existencia de proble
mas anales (retención). Experimenta la angustia de castración en forma
de un temor de “perder algo” o de “tener que abandonar algo”. Su fuerte
angustia y su debilidad subyacente quedan apenas ocultas bajo una más
cara de virilidad que, en este caso, tiene como eje la idea de “triunfar en
los negocios”. Su vínculo con los demás es endeble y egocéntrico. Su
superyo externalizado no le impide recurrir a medios algo ilegales para
alcanzar ese triunfo. Su angustia aumenta cuando el yo se ve amenazado
por alguna “pérdida” o por el fracaso. En tales circunstancias, el en
fermo experimenta una angustia casi carente de contenido. Se concentra
en los síntomas fisiológicos de la angustia que se hace cada vez más in
tensa hasta que, por último, recurre al tratamiento médico.
Este tipo particular de hombre de puntaje alto no fue muy común
dentro del grupo clínico. Probablemente se lo encuentre con mayor fre
cuencia en las clínicas médicas o en los consultorios de los médicos par
ticulares. Sin embargo, descubrimos la misma pauta de debilidad subya
cente y angustia de castración encubierta por una máscara viril en la
mayoría de los restantes pacientes masculinos de puntaje alto, algunos con
mayor, otros con menor grado de compulsividad. En algunos de ellos, los
conflictos homosexuales inconscientes tenían importancia particular; las
tendencias paranoides eran harto comunes. Un grupo de pacientes de pun
taje alto no presentaba rasgos compulsivos o los tenía en medida ínfima,
pero exhibía tendencias fóbicas más pronunciadas. También estos casos
sufrían gran “angustia vaga”, veían principalmente los síntomas físicos
de la angustia, tales como los temblores, etcétera, y mostraban ciertos temo
res hipocondríacos.
RELACIÓN ENTRE ENFERMEDADES PSÍQUICAS Y FASCISMO EN POTENCIA 879
chas, Peleaba siempre que le parecía que alguien se burlaba de él o que se le negaba algo
que le correspondía. Afirma que siempre fue más bien callado, que no le gusta pedir favores
ni deberle nada a nadie. Hace tres años, empezó a notar que estaba perdiendo la capacidad
para concentrarse y pensar con rapidez. Su trabajo como perforador de pozos de petróleo
exigía una perfecta coordinación, y fue responsable de varios accidentes ocurridos a los
hombres que trabajaban en la superficie; se sentía culpable de estos accidentes y eonside-
raba que, de haber actuado como era debido, podían haberse evitado. Decidió dejar el
trabajo para hacerse soldador. El paciente confesó y se declaró culpable de haber mostrado
sus órganos genitales en una ocasión, pero niega vigorosamente haberlo hecho otras veces.
El incidente ocurrió cuando iba camino del trabajo, en horas tempranas; no recuerda lo que
sucedió entre ese momento y la tarde. Sólo recuerda que le mostró los genitales a una niña
que estaba en una esquina y que le ofreció una moneda para que jugara con su pene. El
episodio lo perturbó profundamente y pensó que estaba trabajando demasiado, por lo cual
decidió tomarse una semana de vacaciones. Había estado trabajando entre quince y dieciséis
horas diarias.
(Esta segunda paciente declara síntomas físicos esenciales iguales a los expuestos por
la primera.) Además, le aterroriza la idea de morir de un síncope durante uno de sus
ataques. Se ponía muy nerviosa con los hijos, que la irritaban grandemente, llegando en
ocasiones a apretarles el cuello hasta que recuperaba la compostura. Alarmada ante estas
inclinaciones, la mujer buscó tratamiento.
(Síntomas físicos similares a los de los casos anteriores.) Pánico, accesos de llanto,
dificultades sexuales y celos del marido. Los ataques comenzaron tres años y medio atrás,
cuando sintió 11una corriente eléctrica que le recorrió el cuerpo desde los pies hasta la
cabeza” . Después, vino el primer “ acceso” . Desde entonces, se ha repetido dos y tres
veces por día. La. enferma teme morir durante un ataque, tiene miedo de sufrir del corazón
o de cáncer, de “ perder la cabeza” y de “ lastimar a sus hijos” durante un ataque.
Aquí también los rasgos compulsivos son parte importante del cuadro.
Cuando estas pacientes sufrían perturbaciones agudas mostraban apatía y
se sentían despersonalizadas. Veamos un ejemplo:
Se trata de una universitaria recibida. Tenía 27 años, hada un año
que estaba casada, y acababa de tener un hijo. Su aspecto y su modo de
actuar eran los de una persona más joven y, en general, daba la impre
sión de ser una “niñita muy buena” e inocente. Estaba muy inhibida —en
la expresión de la sensualidad y la agresividad— y su yo se mantenía
muy ocupado en conservar el orden, la pulcritud, el control y una buena
máscara. La mujer lograba estos objetivos limitando sus motivos de inte
rés, y concentrándose en la religión y en sus obligaciones. Cumplía estas
últimas con eficiencia, lo cual le deparaba una sensación de satisfacción.
Antes de su matrimonio, obtenía tal gratificación de su trabajo como
secretaria; cuando ingresó a la Clínica, su único interés eran las tareas del
hogar.
La paciente dice que el padre aplicaba una “firme disciplina” y siem
pre le había inspirado miedo. Le disgustaba ver cómo el padre trataba al
marido, quien no gozaba de las simpatías de aquél; sin embargo, la mujer
era incapaz de admitir el resentimiento que este hecho despertaba en V. vv.: -rí'::
; ó : :V y •
nada que le interesara especialmente, no tuvo héroes o ideales, sólo la vaga idea de que
debería tratar de conseguir un buen trabajo para convertirse en respetable miembro de la
sociedad. Pero ((pierde todo interés y se aburre en cuanto se da cuenta de que puede
desempeñarse bien en el trabajo” . Ha ocupado variedad de puestos: desde obrero hasta
entrevistador de personal. Cuando el trabajo se le hace intolerable, su sensación de angustia
y frustración alcanza máxima intensidad. Comienza a sentirse muy insatisfecho de sí mismo
y del trabajo, tras lo cual trata de cambiar de tarea. He un disparo, se arrancó un dedo
*1en un esfuerzo histérico por no entrar en el ejército” . Piensa que la psicoterapia es su
í(última oportunidad” para normalizarse y restablecer su equilibrio mental.
El paciente declara sufrir de angustia aguda y depresión, tener ideas de suicidio,
sentirse incapaz de trabajar o tomar decisiones. Afirma que le preocupa descubrir si es
homosexual y, en caso de serlo, saber cómo podría llegar a una adaptación feliz. Mientras
estaba en el ejército, se había creado un fuerte lazo entre él y un hombre homosexual de
su misma edad; durante largo tiempo, éste lo había alentado y galanteado pero luego,
repentinamente, le mostró rechazo. Sus relaciones llegaron a tal tirantez que el paciente
so puso furioso y pensó en matar al amigo; no lo hizo, sino que trató de suicidarse, habién
dose herido gravemente con un arma de fuego.
El paciente se siente deprimido, estado que se le produjo como reacción al recibir
una carta de la amiga comunicándole que se había casado con otro. Sólo habían sido buenos
amigos, mantenían una relación puramente platónica y compartían sus inquietudes inte
lectuales. También lo desilusionó y amargó mucho el haber sido transferido de un campa
mento de servicios públicos a un campamento del Estado, donde no tiene oportunidad de
realizar una labor constructiva. Considera que los campamentos del C.O. deberían prestar
más servicios públicos y no utilizarse únicamente como lugar de confinamiento.
Hubo dos casos con síntomas histéricos. Uno era un pianista que, mien
tras prestaba servicios en el ejército, comenzó a presentar diversos síntomas
leves de conversión histérica; decía que el índice de la mano derecha se
le adormecía y había perdido parte de sus funciones. Otro era un estu
diante que sufría pesadillas angustiosas y desvanecimientos, particularmen
te en época de exámenes. Los desmayos empezaron a producirse cuando
se sentía atacado por el padre, hombre muy agresivo y brutal.
Por último, encontramos entre los hombres de puntaje bajo unos pocos
casos de esquizofrenia leve. En rigor, su puntaje E los ubica en el extremo
más bajo del cuartil medio inferior. Las entrevistas revelaron, por ejemplo,
que un sujeto, en realidad totalmente contrario a los prejuicios, se había
visto inhibido por su timidez para responder al cuestionario. Este paciente
había sido siempre una persona propensa a aislarse, algo compulsiva y
evidentemente esquizoide. Aunque todas sus relaciones personales fueron
endebles y egocéntricas, declaró haber tenido un vínculo más estrecho
con la madre que con el padre, a quien describió como hombre particu
larmente puritano, austero y coercitivo. Expresó mucho odio por el padre,
pero había pruebas de que parte de estos sentimientos eran en verdad
expresión de fantasías inconscientes de sumisión homosexual al progenitor.
Cuando estaba en el ejército, como oficial, comenzó a tener celos de la
esposa, a sentirse desesperado e inquieto, proceso que terminó en un
episodio esquizofrénico durante el cual imaginaba que algunos de sus
subordinados censuraban su actuación, espiaban sus actos y hablaban de
él. Se puso tan furioso que quiso matar a estos individuos. A pesar de
tales tendencias a la proyección, el paciente era pronunciadamente intra-
punitivo, como lo demuestran las ideas recién citadas y las respuestas
que diera al cuestionario y a las preguntas proyectivas.
El otro enfermo esquizofrénico integrante del cuartil medio inferior
era un joven marino quien afirmó que sólo lograba satisfacción sexual
cuando se ensuciaba deliberadamente los pantalones. Relató varias extra
ñas fantasías en las que generalmente cometía actos sádicos contra muje
res. Imaginaba que los compañeros del barco conocían sus secretas prácticas
sexuales, razón por la cual lo despreciaban y rechazaban. Buscó tratamiento
por voluntad propia.
«ELACIÓN ENTRE ENFERMEDADES PSÍQUICAS Y FASCISMO EN POTENCIA 889
de no sentir cariño por nadie porque, más bien, sentía hostilidad, particu
larmente hacia la madre.
Hubo un caso con síntomas obsesivo-compulsivos; se trataba de una mu
jer que ya había sufrido un episodio de depresión. En la época en que se
.sometía al tratamiento, estaba incapacitada para realizar su trabajo (de ofi
cina) porque tenía miedo de escribir algo que la hiciera pasar un mal mo
mento o. perjudicara a alguien. Sus dificultades comenzaron cuando tenía
17 años, época en la que empezó a tener miedo de escribir “maldito” (El
padre, individuo muy estricto a quien la paciente dijo odiar, reprobaba
vigorosamente toda forma de blasfemia.) Años más tarde, después de leer
en los diarios noticias acerca de violaciones, comenzó a preocuparse por la
palabra “violación”. Ahora temía escribir algo que diera a entender que su
patrón la había violado o había tratado de forzarla. Nunca sabía a ciencia
cierta si, por casualidad, había incluido estas ideas en alguna carta o
en otros trabajos a máquina. En los últimos años, había descubierto que los
.sedantes y el alcohol la ayudaban a sentirse mejor.
Una de las mujeres del grupo de puntaje bajo fue clasificada como caso
de esquizofrenia paranoide. Pese a ello, y salvo unas pocas ideas extrañas,
los trastornos de esta paciente eran análogos a los de las demás mujeres
de este grupo que sufrían principalmente de un estado depresivo. Esta
enferma describió con gran comprensión su extremada sensibilidad ante
las reacciones de los otros, su temor de ser rechazada por los demás, su
temprana falta de seguridad e impresión de que nadie la quería. Declaró
■que su enfermedad comenzó con nerviosidad, indecisión y el temor de “ser
incapaz de conservar un trabajo, de perjudicar a alguien, de morir de una
hemorragia cerebral (la madre había fallecido asi); me parecía que iba a
morir sin que nadie lo supiera, sin que a nadie le importara”. !En la primera
entrevista, dijo sentirse deprimida e incapaz de concentrarse en el trabajo.
Le parecía que la gente “trataba de averiguar qué pensaba” y le decía
cosas con el propósito de sonsacarla. Percibía un cambio en la actitud de la
familia hacia ella. Hacía un tiempo que se sentía débil y cansada; atri
buía este estado a una droga que, suponía, le mezclaban con la comida en
el hospital donde había estado anteriormente. Dijo: “ Entre la gente y yo
hay una barrera que yo misma levanté. La semana pasada me sentía más
cerca de la gente”. .
Por último, hubo dos enfermas enviadas a la Clínica por médicos a
■quienes éstas habían consultado por ciertos síntomas físicos. En un caso,
la principal molestia era dolor de cabeza e “hipersensibilidad a la luz, por
lo que necesitaba usar anteojos oscuros”. La otra paciente estaba aquejada
principalmente de dismenorrea acompañada de náuseas y dolores muscu
lares que eran reproducción de la artritis de la madre. Ambas mujeres
.atribuían sus síntomas a determinados accidentes. Aunque sabemos poco
acerca de ellas, es probable que fueran casos de histeria de conversión.
3. Los “Medianos”
La mayor parte de los datos que acabamos de presentar corresponden
únicamente a pacientes clasificados en los cuartiles alto y bajo de E. Desde
luego, también reunimos información acerca de los “sujetos de puntaje
mediano”. En primer término, contábamos con los datos del cuestionario,
que incluían las respuestas a las Preguntas Proyectivas, y en segundo lu
gar teníamos los diagnósticos psiquiátricos y las evaluaciones del Inven
tario de Minnesota. Todos estos datos indicaban que, en general;' los suje
tos clasificados en el cuartil medio inferior se asemejaban más ;á los del
: RELACIÓN ENTRE ENFERMEDADES PSÍQUICAS Y FASCISMO EN POTENCIA 893
inferior, y que los del cuartil medio superior eran más parecidos a los del
superior.AV
Además, realizamos varios estudios clínicos de casos de pacientes de
puntaje mediano. En la personalidad de estos sujetos podían discernirse
claramente las tendencias “altas” y “bajas”, y, a veces, curiosos contrasenti
dos en ideología y comportamiento. Así lo comprobamos en algunos de
nuestros pacientes más afectados. La mayoría de los psicóticos obtuvieron
puntajes medianos, unos pocos entraron en el cuartil medio inferior, pero
la mayor parte de ellos se clasificaron en el medio superior. En la Sec
ción D anticipamos ya una explicación de esta tendencia; al parecer, en
estos pacientes la misma sería función de la debilidad del yo y de una in
diferencia respecto a la realidad social. Naturalmente, hubo personas de
puntaje mediano cuyos trastornos eran relativamente leves, mas no con
tamos con suficiente información sobre ellas.
La muestra total de la Clínica comprendía 27 casos diagnosticados co
mo psicóticos. De éstos, el 70 por ciento (19 casos) se clasificó en los dos
cuartiles medios. Esta proporción sobrepasa considerablemente a la que
correspondería a la simple probabilidad (que sería de un 50 por ciento), y
es significativa al nivel del 5 por ciento. Sin embargo no puede darse peso
a este resultado, visto que se obtuvo sobre un número reducido de casos.
Los estudios clínicos de casos también señalaron que muchos de los pa
cientes más afectados tendían a obtener puntajes medianos y no extre
mos. Puede demostrarse que el cuadro general de la personalidad de estos
pacientes es ora “alto”, ora “bajo”, pero que los procesos neuróticos o
psicóticos los lleven a formular opiniones algo contradictorias o a mostrar
actitudes que son lo opuesto, de su verdadera posición etnocéntrica.
Ejemplo de este cuadro es un hombre esquizofrénico, fuertemente in~
trapunitivo, que se opone profundamente a toda clase de prejuicios con
tra las minorías, es habitualmente pacifista (y cree en un vago humanita
rismo) pero que, en ciertos momentos, expresaba marcado chauvinismo e
ideas destructivas contra otros pueblos. Estas ideas aparecían cuando su
dominio de su propia homosexualidad y hostilidad amenazaba derrumbarse.
Otro caso es el de un hombre de carácter pronunciadamente paranoide
que tenía una ideología francamente fascista. La estructura del carácter
de este individuo y su puntaje en las escalas F y CPE revelaron que, en
muchos aspectos, era muy semejante a nuestros sujetos de puntaje alto.
Una gran hostilidad hacia el padre y el temor al mismo, le habían impedido
llegar a identificaciones genuinas. El sujeto concentraba todos sus esfuer
zos en una inútil tentativa por probarse a sí mismo, y a los demás, que él
era más poderoso, capaz, inteligente y virtuoso que el padre. Esta pugna se
manifestaba, entre otras cosas, en una lucha constante, aunque infructuosá
y fuera de la realidad, por lograr posiciones de poder, en el concepto exa
gerado que tenía de sí mismo, en su hablar grandilocuente y en su continuo
empeño en impresionar a los demás. Por muchas razones, puede conside
rarse que este hombre es un psicópata. Sin embargo, apenas se clasificó
en el cuartil medio inferior de E. Las entrevistas revelaron que esto se
debió a que el sujeto se oponía en cierto modo a la ideología prejuiciosa del
padre aunque, en otros campos, sustentaba valores muy convencionales.
Al parecer, su ligera oposición a los prejuicios descansaba en cierto grado
de identificación con los grupos desheredados. Por ejemplo, estimaba que
las diferencias entre blancos y negros estribaban principalmente en una
diferencia de educación; en realidad, sería partidario de resolver la tota
lidad de los problemas que presentan las relaciones entre grupos dando a
todos iguales oportunidades para educarse. Considera que sus fracasos per
894 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
H. CONCLUSIONES
La sección final de este capítulo estará dedicada a estudiar la rela
ción entre etnocentrismo y trastornos psíquicos a la luz de las observa
ciones recién expuestas. Pero primero será preciso aclarar hasta qué punto
pueden generalizarse las conclusiones extraídas del estudio del grupo de
la Clínica Langley Porter. Al describir esta muestra (Sección B), dijimos
que la población de la Clínica Langley Porter provenía principalmente de
la baja clase media urbana y, en promedio, sus integrantes eran algo más
jóvenes y un poco más instruidos e inteligentes que la población general;
además, estaban más dispuestos a colaborar que el término medio de la
gente. En lo que a estos aspectos concierne, es probable que los pacientes
de. la Clínica Langley Porter sean semejantes a los grupos de enfermos
de otros institutos psiquiátricos de las grandes ciudades de los Estados
Unidos. Dentro de los límites impuestos por nuestro procedimiento de se
lección, consideramos que esta muestra era bastante representativa de la
población de las clínicas psiquiátricas en conjunto, aunque no nos fue po
sible establecer una comparación exacta con la población clínica general
ya que. no contábamos con los datos necesarios. Es probable que los re
sultados de esta investigación, que demostraron tener significación esta
dística, sean válidos para otros grupos clínicos análogos. Se nos presenta,
entonces, el problema de dilucidar hasta qué punto son estos grupos clíni
cos representativos de la población total de enfermos psíquicos (neurótico-
psicóticos). Tal cosa es imposible pues no se conoce dicha población con
exactitud. Son incontables los individuos que sufren serios trastornos psí
quicos y jamás acuden a las clínicas o a los psiquiatras. Por otra parte,,
una clínica pública como la Langley Porter abarca una gama de cuadros
clínicos y clases sociales más amplia que la abrazada por cualquier otro
organismo, y por cierto que es también mucho más extensa que la corres
pondiente a los enfermos que recurren a instituciones o a especialistas
privados.
En lo que concierne a la significación estadística de la mayor parte
de nuestros resultados, éstos dejan mucho que desear. Los alcances de la-
investigación no nos permitieron trabajar con más de 120 sujetos. A los
propósitos de las comparaciones, fue menester dividir este grupo en pe
queños subgrupos. Por consiguiente, si se los toma por separado, la mayo
ría de los resultados numéricos de nuestra indagación carecen de signifi
cación estadística; además, tampoco son cifras imponentes. Cualquiera sea
el valor de la presente investigación, éste reside sobre todo en la concor
dancia mutua existente entre todas nuestras observaciones, y en la corres
pondencia entre cada una de éstas y los resultados generales del estudio
total.
Intentaremos ahora aplicar nuestras observaciones al conocimiento de
las relaciones entre etnocentrismo y afecciones psíquicas. Nos propusimos
encontrar respuesta a las siguientes preguntas: (1) ¿Son las personas
que sufren trastornos psíquicos relativamente graves en promedio más o
menos prejuiciosas que las “normales”? (2) ¿Son los individuos que me
RELACIÓN ENTRE ENFERMEDADES PSÍQUICAS Y FASCISMO EN POTENCIA 895
un yo -fuerte. Si bien' parecería que log sujetos de 'puntaje bajo tienen un,
yo más fuerte que los de puntaje alto,' es preciso recalcar que hemos en-,
contrado cierto grado de irracionalidad tanto en unos como en otros; pero,
debemos reconocer que existen/Inferencias cualitativas y que dicha irra
cionalidad empuja a los individuos de los dos grupos hacia caminos diame-,
tralmente opuestos.
La segunda hipótesis merece aún más nuestra reprobación pues, por
considerar que el conformismo es sinónimo de salud psíquica y el no,
conformismo significa trastorno psíquico, representa un modo dé pensar,
harto común en las ciencias sociales y en la vida cotidiana. Es verdad, como,
lo demuestran los resultados de ésta y otras investigaciones, que las per
sonas etnocéntricas suelen ajustarse más y estar mejor “adaptadas” a las-
presiones e ideas predominantes en nuestra cultura. De tal manera, estos-
individuos serían más “normales” en el sentido de que su comportamiento,
e ideología se aproximan más a los exigidos por la cultura reinante. Pero,
el considerar que normalidad (en este sentido externo) equivale a salud;
psíquica (estado que implica integración interna, sublimación, etcétera)
significa sustentar un concepto profundamente conductista y no dinámico,
del individuo. Para que una buena adaptación externa sea saludable desde.
el punto de vista psíquico, tiene que ser resultado de la respuesta a un.
medio que proporcione suficiente gratificación para las necesidades per-,
sonales más imperiosas; una “buena adaptación” lograda en condiciones,
que no deparen tales satisfacciones (v.gr., como consecuencia de una gran
represión o de la negación de la autoexpresión), sólo puede alcanzarse a
expensas de un tremendo desequilibrio interno. En el transcurso de este,
libro hemos demostrado cuál fue el “precio” que la mayoría de los sujetos-
de puntaje alto debió pagar por su adaptación. De igual modoj el com-,
portamiento rebelde y no conformista debe interpretarse en relación a las:
fuerzas externas y a las exigencias internas en juego. Los datos- obtenidos,
mediante el estudio del grupo de la Clínica, de los hombres de San Quin
tín (Capítulo XXI) y de la muestra general (partes II y III) nos señalan,
que este comportamiento puede presentarse, aunque con diferente signi
ficado, tanto en la personalidad democrática como en la autoritaria afee-,
tadas por distintos grados de perturbación psíquica.
¿Qué podemos decir, entonces, respecto a lá relación que existiría
entre el etnocentrismo y el grado de trastorno psíquico? A pesar de que,
no hemos hallado una respuesta verdaderamente concluyente, formulare
mos ciertas hipótesis basadas en (1) nuestros datos acerca de la incidencia
de las neurosis y psicosis en los distintos cuartíles E deh grupo de la.
Clínica y (2) los elementos de juicio, relativos a las características de la
personalidad de los sujetos altos y bajos, presentados en eh curso de este ,
volumen.
Como señaláramos en la Sección D de este capítulo, al pasar del cuartil
bajo al medio superior se observa un aumento uniforme en la proporción
de psicóticos, en tanto que se produce una disminución al pasar del cuartil
medio superior al alto. Las Tablas 3 (XXII) y 4 (XXII) presentan las-
correspondientes cifras. Debido a que en cada cuartil sólo hubo un número
reducido de casos, esta tendencia carece de significación estadística. Su
poniendo que se compruebe que este resultado tiene validez general, y acep-,
tando que la psicosis es más grave que la neurosis, podría decirse que existe
una ligera relación entre el etnocentrismo y la gravedad del trastorno men- ,
tal (psicosis). Ya hemos presentado nuestra tesis acerca de las-razones p o r
tas que hubo menos psicóticos en el cuartil alto.
902 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
CONCLUSIONES
Eri opinión de los autores, el resultado capital del presente estudio
os la demostración de que existe una estrecha correspondencia en el tipo
de enfoque y perspectiva que un sujeto puede adoptar en gran variedad
-de campos de la vida, desde los aspectos más íntimos de la adaptación
■familiar y sexual, pasando por las relaciones personales con. la gente en
general, hasta las ideas religiosas, políticas y sociales. De tal manera, puede
■suceder que una relación entre padre e hijo esencialmente jerárquica,
autoritaria y explotadora engendre en este último una actitud de depen
dencia, explotación y deseo de dominio respecto al partenaire sexual y
.a Dios, y culmine en una filosofía política y una perspectiva social que
.sólo da cabida a un desesperado aferrarse a todo aquello que, aparente
mente, representa la fuerza, y un desdeñoso rechazo de todo lo relegado
a las posiciones inferiores. De igual modo, la dicotomía padre-hijo lleva
:a un concepto dicotómico de las relaciones sociales, enfoque que se mani
fiesta especialmente en la formación de estereotipos y en la tendencia a
■establecer una separación entre endogrupo y exogrupo. El convenciona
lismo, la rigidez, la negación represiva y la consiguiente irrupción de la
■debilidad, el temor y el espíritu de dependencia que existen dentro de
uno, son simplemente distintos aspectos de la misma pauta fundamental
de la personalidad; puede observárselos en la vida personal y en las acti
tudes hacia la religión y los problemas sociales.
Por otro lado, existe una pauta que se caracteriza principalmente por
las relaciones ínterpersonales afectuosas y tolerantes, fundadas en un con-
.cepto de igualdad. 'Esta modalidad abarca las actitudes que se dan dentro
de la familia, las actitudes hacia el sexo opuesto y una internalización de
los valores religiosos y sociales. Semejante actitud básica crea mayor fle
xibilidad y una capacidad para gozar de satisfacciones más auténticas.
Sin embargo, estos dos tipos opuestos de enfoque no deben considerarse
-en modo alguno absolutos. Ambos han surgido de un análisis estadístico
.y, por ende, ha de tomárselos como síndromes configurados por factores
correlacionados y unidos por relaciones dinámicas.1 Estos síndromes con
sisten en un conjunto de síntomas que se dan frecuentemente al unísono
pero dejan lugar a abundantes variaciones de los rasgos específicos. Ade
más, dentro de las dos pautas principales, encontramos varios subtipos
bien definidos. Hemos de distinguir, por sobre todo, dos subvariedades
prejuiciosas: el individuo convencional y el psicópata. Muchas más serían
1 A d v ertim o s u n a m a rc a d a sem ejanza- e n tre el sín d ro m e que hem os denom inado p e rs o n a lid a d a u to
r i t a r i a y el " B e t r a to del A n tis e m ita '' d e lin e ad o p o r J e tm -P a u l S a rtre (1 1 0 ) . E l b rilla n te tra b a jo
d e S a rtr e llegó a n u e s tra s m anos m iando ya h ab íam o s reu n id o y a n aliza d o n u e stro s d a to s. Ju zg a m o s
.n o tab le el hecho de que ta l ‘'r e t r a t o " íen o m en o lógico se asem eje ta n to , en su e s tr u c tu ra general
y en n u m ero sos d e ta lles, a) sín d ro m e que fu e su rg ie n d o le n ta m en te de n u e s tra s o bservaciones e m p íric a s
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904 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
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ÍN D IC E D E T A B L A S Y G R Á FIC O S
Pag.
1 (I) Grupos sometidos a los cuestionarios 44
1 (VII)
Escala P: Forma 78 232
2 (VII)
Confiabilidad de la escala- E (forma 78) 246
3 (VII)
Media y poder discriminatorio de los ítems de la escala E (forma 78) 248
4 (VII)
Escala F: Forma 60 250
5 (VII)
Confiabilidad de la escala E (forma 60) 252
.6 (VII)
Medias y. poder discriminatorio de los ítems de la escala E (forma 60) 254
I (VII) Series de la escala E: Formas 45 y 40 256
í-8 (VII)Confiabilidad de la escala E (formas 40 y 45) - 258
9- (VII)
Media y poder discjáminatorio de los ítems de la escala E (formas 4f0 y 45) 259
10 (VII) Correlación de la escala P con las escalas A. S. E y C P E en las distin
tas formas del cuestionario 262
II (VII) Correlaciones de la escala E con cada mitad y con la totalidad de la es
cala E 263
12 (VII) Puntajes medios de la escala. E y correspondientes a los grupos que res
pondieron a las distintas formas delcuestionario 265
13 (VII) Bespuestas de Mack y Larry a. la escala E (forma 78) 268
M (VIII) Correlaciones de las escalas E y E con varios tests de capacidad (hom
bres. Escuela- marítima) " ■ ■■ 278
■2 (VIII) Correlaciones de las escalas E, E y C P E con el test de inteligencia
Otis de forma A superior (veteranos del servicio de empleo) 279
3 (VIII) CI medio de Wechsler-Bellevue de cada euartil de la escala de etnocen
trismo (hombres y mujeres de clínica psiquiátrica) 280
4. (VIII) Promedio de años de instrucción correspondiente a cada euartil de la es
cala de etnocentrismo (hombres ymujeresde clínica, psiquiátrica) 282
5 (VIII) Puntaje medio E de grupos con varios años de estudio (hombres es
cuela marítima) 28212345
1 (IX) Datos sobre los 20 hombres prejuiciosos y 20 no prejuieiosos entre
vistados 291
2 (IX) Datos sobre las, 2o mujeres prejuiciosas y las 10 no prejuiciosas entre
vistadas 292
3 (IX) Bepreseíitatividad de los entrevistados por supuntaje en la escala de
etnocentrismo 293
4 (IX) Distribución de edades en los cuartiles extremos totales y en los entre
vistados 294
5 (IX) Religión de los cuartiles extremos totales y delos entrevistados 295
LA PERSONALIDAD AUTORITARIA 917
4
Páff.
6 (IX) Posición política en los euartiles extremos totales y entre los entrevistados 295
7 (IX) Confiabilidad de las clasificaciones de las entrevistas: Acuerdo entre las
/clasificaciones - de nueve casos 322
-8 (IX) ■
.A.cuerdo de los evaluadores en sus clasificaciones de los seis campos
principales 324
1 (X) .Clasificación de la actitud hacia padres y concepto de la familia en las
entrevistas de 80 sujetos de puntaje extremadamente ' ' Alto’ ’ o “ Bajo”
en la escala Cuestionario sobre prejuicios étnicos 330
;2 (X) Clasificación del concepto sobre ambiente de la niñez expresado en las en
trevistas por 80 sujetos que sacaron puntaje extremadamente ‘‘Alto” o
. "B ajo ’ ’ en 3a escala Cuestionario sobre prejuicios étnicos 348
-3 (X) Clasificación de sucesos de la niñez y actitud hacia hermanos en las entre
vistas de 80 sujetos que obtuvieron puntajes extremadamente ‘ 1Altos1’ o
"B ajos” en la escala Cuestionario sobre prejuicios étnicos 363
1 (XI) Clasificación de la actitud hacía, el sexo en las entrevistas de 80 sujetos
de puntaje extremadamente "A lto” o "B ajo” en la escala Cuestionario
sobre prejuicios étnicos 375
2 (XI) Clasificaciones dé la actitud hacia la. gente en las entrevistas de 80 suje
tos de puntaje extremadamente "A lto” o "B ajo ” en la escala Cuestio
nario sobre prejuicios étnicos 388
3 (XI) Clasificación de la actitud hacia'sí mismo (presente) de 80 entrevistados
de puntaje extremadamente "A lto” o "B a jo ” en la escala Cuestionario
sobre prejuicios étnicos 402
4 .(XI) Clasificación de la actitud hacia si mismo (niñez) en las entrevistas de
80 sujetos de puntaje extremadamente "A lto” o "B ajo ” en la escala :
Cuestionario sobre prejuicios étnieos 413
Pág.
P rólogo a la e d ic ió n en ca stellan o - Eduardo - P, Colombo 9
P rólogo a l o s e s t u d io s s o b r e l o s p r e j u ic io s 15
P r e fa c io d e M ax H o r k b b im e r . 19
R e c o n o c im ie n t o s 23
I. IN T R O D U C C IO N 27
A . E l problem a 27
B. M etodología 36
1. Características generales del método, 36; 2. Las técnicas, 38
C. P r o c e d im ie n t o s e m pl e a d o s pa r a r e u n ir datos 43
1. Los grupos estudiados, 4 3 ; 2. Distribución y recolección de cuestiona
rios, 4 7 ; 3. Selección de sujetos para estudios clínicos intensivos, 49
P arte I
MEDICIÓN DE LAS TENDENCIAS IDEOLÓGICAS
IL ID E O L O G ÍA S C O N T R A S T A N T E S D E DOS U N IV E R S IT A R IO S : V ISIÓ N
P R E L I M I N A R . — R. N e v itt Sanford . /■. 53
A. I n tr o d u c c ió n 53
B. M a c k : I n d iv id u o de a c en tu a d o e t n o c e n t r is m o ; 54
C. L a r r y : I n d iv id ú o de e s c a s o e t n o c e n t r is m o A 57
D. A n á l is is de a m b o s c a so s . 60
1. Ideología sobre los judíos, 61; 2. Etnocentrismo general, 63; 3. Po
lítica, 65; 4. Religión, 70; 5, Ocupación e ingresos, 72'
III. E S T U D I O D E L A I D E O L O G Í A A N T I S E M I T A . — D a n i e l J . L e v i n m n 77
A . I n tr o d u c c ió n 77
B. C o n s t r u c c ió n
de l a e s c a l a de a n t is e m it is m o (AS) 78
1. Regias generales para 3a formulación de ítems, 78; 2. Grandes sub
divisiones o áreas: las subescalas, 81; 3, La escala total de antisemitis
mo (A S), 87
C. R e s u l t a d o s : A n á l is is e s t a d ís t ic o de la escala 89
1. Confiabilidad, 91; 2, Intercorrelaciones de las subescalas, 91; 3. Con
sistencia interna: Análisis estadístico de los ítems, 94
D . PORMA ABREVIADA DE LA ESCALA A S 100
E . V a l id a c ió n po r m ed io de es t u d io de c a s o s : L as respu esta s de M ack
y de L ar ry a l a e s c a l a AS 105
P. A n á l i s i s : E st r u c t u r a de la id e ol o g ía an t is e m it a 107
IV. E STU D IO DE LA ID E O LO G ÍA E T N O C E N T P IC A . — D a n ie l J . L e v in so n 117
A. I ntroducción 117
B. C o n s t r u c c ió n de la escala de (E)
e t n o c e n t r is m o , 119
1, Principales subdivisiones o áreas: las subescalas, 119; 2. La escala
total de etnocentrismo (E), 123
C. R e s u l t a d o s : A n á l is is es t a d ís t ic o de l a esca la 125
1. Confiabilidad, 125; 2. Correlaciones entre subescaias, 126; 3. Consis
tencia interna: Análisis estadístico de cada ítem, 127; 4. Segunda forma
de la escala E (forma 78), 129
I). I n c l u s ió n del a n t is e m it is m o d e n t r o d e l e t n o c e n t r is m o g e n e r a l 134
1. Tercera, forma de la escala E (forma 60), 135; 2. Cuarta forma de la
922 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
Pág.
escala. E (formas 45 y 40), 138; 3. Forma, final propuesta para la es
cala E, 151
E. V a l id a c ió n po r m ed io de e s t u d io de c a so s: L as respu esta s de M ack
y L arry a la escala E 152
F . C o n c l u s io n e s : E st r u c t u r a de l a id e o l o g ía et n o c é n t r ic a 154
V. ID E O L O G ÍA P O LITIC O E C O N Ó M IC A Y P E R T E N E N C IA A OPUPOS E N
R E L A C IÓ N CON E L E T N O C E N T R I S M O . — D aniel J .L e v in so n 161
A. I n tr o d u c c ió n 161
B . Co n s t r u c c ió n de la escala de c onservadorísim o po l it ic o e c o n ó m ic o
(C P E ) 162
1. Algunas de las tendencias principales del liberalismo y del conserva
dorísimo contemporáneos, 163; 2. Escala C P E inicial (forma 78), 167;
3. Segunda, escala C P E (forma 60), 172; 4, Tercera escala C P E
(formas 45 y 40), 176; 5. Análisis: Algunas pautas de liberalismo y
conservadorismo contemporáneos, 183
C. R e l a c ió n e n t r e b t n o c e n t r is m o y c o n s e r v a d o r is m o 186
D. V a l id a c ió n po r m ed io de e s t u d io s de c a s o s : L as respu esta s de M ack
y L arry a a e s c a l a C P E 190
E . R e l a c ió n e n t r e b t n o c e n t r is m o y p e r t e n e n c ia a d iv e r so s a g r u p a m ie n -
TOS p o l ít ic o s y e c o n ó m ic o s 193
F . C o n c l u s io n e s 213
VI.- E L E T N O C E N T R I S M O E N R E L A C IÓ N CON C IE R T A S A C T IT U D E S Y
P R Á C T IC A S R E L IG IO S A S . — R. N e vitt S a nford 215
A . I n tr o d u c c ió n 215
B. R esultados 215
1. Pertenencia a grupos religiosos, 215; 2. *‘ Importancia ’1 de la reli
gión y de la Iglesia, 222; 3. ítems sobre religión, 224
C. A n á l is is 225
D. R esum en y c o n c l u s io n e s 226
VIL M E D IC IÓ N D E L A S T E N D E N C IA S A N T ID E M O C R A T IC A S IM P L ÍC I
T A S . — R . N e v i t t S a n f o r d , T . W . A d o r n o , E l s e Erenle e l-B ru n siv Ik y D a
n iel J , L e v i n s o n 229
A. I ntroducción 229
B. C o n s t r u c c ió n de l a e s c a l a de f a s c is m o (F ) 231
1. Fundamentos teóricos, 2 3 1 ; 2. Formulación de los ítems, 244
C. R e s u l t a d o s de l a s f o r m a s s u c e s iv a s de l a e s c a l a P 245
1. Propiedades estadísticas de la escala preliminar (Forma 78), 245; 2.
Análisis de los ítems y corrección de la escala, preliminar, 247; 3. Segun
da escala F: Forma. 60, 250; 4. Tercera escala F: Formas 45 y 40, 254
D . C o r r e l a c io n e s de l a e s c a l a F con E y CPE 261
E. D i f e r e n c i a s e n t r e l o s p u n t a j e s m e d io s o b t e n id o s p o r d iv e r s o s g r u
p o s EN LA ESCALA F 264
F. V a l id a c ió n po r m ed io de e s t u d io de c a s o s : R e s p u e s t a s de M a c k y
L arry a l a e s c a l a F 269
G. C o n c l u s ió n 276
V III. R E L A C IÓ N E N TILE E T N O C E N T R IS M O E IN T E L IG E N C IA Y EDUCA
CIÓN. — - D aniel J . Levinson 277
P arte I I
LA PERSONALIDAD REVELADA POR LAS ENTREVISTAS CLÍNICAS
XX. L A S E N T R E V I S T A S CO M O M E D I O D E E S T U D I O D E L A P E R S O N A
L I D A D P R E J U I C I O S A . — E ls e F r en Jee l - B n m sw i k 287
A. I n t r o d u c c ió n : C o m p a r a c ió n de g r u po s 287
B. S e l e c c ió n de s u j e t o s pa r a l a s e n t r e v is t a s 290
1. Bases de selección, 290; 2. Representatividad de los entrevistados, 294;
3. Modo de obtener a los entrevistados, 295
LA PERSONALIDAD AUTORITARIA ;9 2 3
Pág.
C. Los ENTREVISTADORES. ■, ■■ 296
D. Campos de a c c i ó n y t é c n i c a s m l a entrevista 297
1. Plan general de la entrevista, 297; 2. Preguntas ' ‘manifiestas ’ ’ y
(‘ ocultas7 298; 3, Instrucciones generales a. los entrevistadores, 298
B. El plan de la entrevista 299
1. Ocupación, 299; 2. Ingresos, 301; 3. Religión, 303; 4. Datos clínicos,
305; 5, Política, 312; 6. Minorías y "razas", 314
F. E valuación de las entrevistas 316
1. Cuantifieación de los datos de las entrevistas, 316; 2. Esbozo gene
ral de categorías del manual de valoración de las entrevistas, 317; 3, El
procedimiento de clasificación de las entrevistas y los encargados de reali
zarlo, 318; 4, Confiabilidad de las clasificaciones de las entrevistas, 320;
5. Reducción a un mínimo de los efectos de halo en la clasificación de
las entrevistas, 323; 6, Tabulación por categorías de las clasificaciones
de las entrevistas: Significación estadística, 325
X. L O S P A V E E S Y L A N I V E A A T R A V É S L E L A S E N T R E V I S T A S . — E U e
F r e n k e l -B n m s w i h 327
A. I ntroducción . 327
B. A ctitudes hacia los padres e i macen de la familia 328-
1, Definición de las categorías de clasificación y resultados cuantita
tivos, 328; 2, Idealización vs. apreciación objetiva de los padres, 329;
3. Afecto genuino, 335; 4, Sentimiento de victimizaeión, 335; 5. Sumi-
sividad vs. independencia fundada en principios, 338; 6. Dependencia fa
miliar vs, dependencia afectiva, 340; 7, Inclinación a tomar la familia
como endogrupo, 344
O. Concepto acerca del medio en que se desarrolló la niñee v 345'
1. Definición de las categorías de Clasificación y resultados cuantita
tivos, 345; 2. Imagen del padre a los ojos de los hombres: Distante y
austero vs. indulgente y moderado, 346; 3. Imagen del padre a los ojos
de las mujeres: Bol de sostén de la familia., 351; 4, Imagen de la. ma
dre : Sacrificio, moralidad, coerción, 352; 5. Conflictos paternos, 354;
6. Hogar dominado por el padre vs. centrado en la madre, 356; 7. Dis
ciplina: severa imposición de reglas vs. asimilación de principios, 357
D. S ucesos de la niñez y actitudes hacia los hermanos 361
1. Definición de las categorías de clasificación y resultados cuantita
tivos, 361; 2, Actitudes hacia los hermanos, 362; 3. Sucesos de la niñez,
366; 4. Preocupación por el status, 366
E. R esum en y conclusiones finales sobre la configuración familiar 368
«v P&g.
C . M a n u a l d e v a l o r a c ió n : C a t e g o r ía s d e l a s r e s p u e s t a s a las pregun
tas PR0YECT1VAS 51S
D. R esultados 544
1. Confiabilidad de 3a clasificación, 545; 2. Relación entre 3a clasificación
de las preguntas proyectóvas y la posición de la escala E, 547; 3. Va
lidación medíante estudios de casos, 555
E. Conclusiones 558
P arte IV
ESTUDIO CUALITATIVO DE LAS IDEOLOGÍAS
I ntroducción 567
XVI. L O S P R E J U I C I O S A T R A V É S JOB L A S E N T R E V I S T A S . — T . W . A dorno 569
A. I ntroducción 569
B. Carácter “ funcional " del antisemitismo 572
C. E l enemigo imaginario 575
D. A ntisem itism o , ¿ para qué ? . 580
E. Dos clases de judíos 584
F. E l dilema del antisemita 588
G. R iscal t ju ez 590
H. E l burgués inadaptado 597
I. Observaciones relativas a los sujetos de pu n ta je bajo 603
J. Conclusión 611
XVII. L A P O L ÍT IC A Y LA E C O N O M ÍA EN LAS E N T R E V IST A S. — T. W .
Adorno 613
A. I ntroducción 613
R. Componentes formales del pensamiento político 616
1. Ignorancia y confusión, 616; 2. El pensar en rótulos y la personali
zación de la política, 621; 3. Ideología aparente y opinión verdadera,:
628; 4. Pseudoconservadorismo, 632; 5. El complejo de usurpación, 641;
6. P. D. Roosevelt, 644; 7. Burócratas y políticos, 648; 8. No hay utopía po
sible, 650; 9. Los pobres no merecen piedad, 652; 10. Educación en lugar
de cambios sociales, 654
C. A l g u n o s t e m a s p o l í t ic o s 'y e c o n ó m ic o s 656
1. Gremios obreros, 656; 2. Comercio y estado, 664; 3, Problemas políti
cos que tocan de cerca a los sujetos, 667; 4. Política exterior y Rusia,
670; 5. El comunismo, 675
XVIII. ALGU NOS ASPECTO S DE LA ID E O L O G ÍA R E L IG IO SA REVELADOS
POR L A S E N T R E V IS T A S . — T. W . A d o rn o .... ■679
A. I n t r o d u c c ió n 679
B. O b s e r v a c io n e s g e n e r a l e s 682
C. P untos específicos 684
1. Punción de la religión en los sujetos de puntaje alto y en los su
jetos de puntaje bajo, 684; 2. Creeneia en Dios y negación de la inmor
talidad, 687; 3. El sujeto de puntaje bajo irreligioso, 689; 4. Los sujetos
de puntaje bajo religiosos, 692
XIX. T IP O S Y SÍN D R O M E S. — T. W . A dorno 695
A. E nfoque 695
B. S índromes que se encuentran entre los sujetos de pu n ta je alto 703
I. Resentimientos manifiestos, 703; 2. El síndrome convencional, 706;
3. El síndrome “ autoritario", 708; 4. El rebelde y el psicópata, 711;
5. El maniático, 713; 6. El tipo “ manipulativo", 715
C. S índromes que se encuentran en los sujetos de punta je bajo 718
1. El bajo “ rígido 719; 2. El bajo “ protestador", 721; 3. El bajo
“ impulsivo", 723; 4. E] bajo “ despreocupado", 724; 5. El liberal ge
numo, 727
924 LA PERSONALIDAD AUTORITARIA
Pág.
3. Masculinidad y femineidad, 405; 4. Convencionalismo y moralismo,
406; 5. Adecuación entre sí mismo e ideal del yo, 407; 6, Negación de
las causas psicosociales, 409; 7. La propiedad como prolongación de
sí mismo, 410
D. Co n c e p t o b e s í m is m o ( n iñ e z ) 411
1, Definición delas categorías de clasificación y resultados cuantita
tivos, 411; 2, Niño difícil, 412; 3. Niñez fácil vs. orientación hacia la
vida adulta, 414; 4, Contraste entre la. imagen de la niñez y del presen
te, 415; 5. Resumen de la actitud hacia sí mismo (presente y niñez), 416
X II. O R G A N IZ A C IÓ N C O G N IT IV Á Y D IN Á M IC A . D E L A P E R S O N A L ID A D
A T R A P E S D E L A S E N T R E V I S T A S . — E U s F re n ke l-B ru n sw ik 419
A. E structura d in á m ic a bel carácter 419
1. Definición delas categorías de clasificación y resultados cuantita
tivos, 419; 2. Oralídad y analidad, 419; 3. Dependencia, 425; 4, Agre
sión, 426; o. Ambivalencia, 427; 6, Identificación, 428; 7, Superyo, 429;
8, Fuerza del yo, 431; 9. Distorsión de la realidad., 432; 10. Síntomas
físicos, 434
B. O r g a n iz a c ió n c o g n it iv a de la p e r s o n a l id a d 436
1. Definición delas categorías de clasificación y resultados cuantita
tivos, 436; 2. Rigidez, 436; 3. Actitud negativa hacia la ciencia. Su
perstición, 439; 4, Antiintraceptividad y autísmo, 440 ; o. Sugestionabi-
lidad, 441
XIII. C LA SIF IC A C IO N E S S IN Ó P T IC A S Y R E S E Ñ A D E LOS RESULTADOS
D E L A S E N T R E V I S T A S . — E lw E ren kel-B ru n svM 443
A. P o d er d is c r im in a t o r io de las p r in c ip a l e s áreas e s t u d ia d a s 443
1, Verificación de las tendencias previstas por las categorías, 443; 2. Cla
sificaciones compuestas correspondientes a siete áreas principales, 445
B. V a l id e z de las e v a l u a c io n e s y c l a s i f i c a c io n e s generales de las
e n t r e v is t a s 446
I, Evaluación compuesta, individual basada, en todas las áreas de clasi
ficación, 446; 2. Evaluación general intuitiva y su acuerdo con, la clasifi
cación compuesta, 446; 3. Acuerdo con los resultados del cuestionario, 446
C. R e s e ñ a de l a s p a u t a s de p e r s o n a l id a d o b t e n id a s en las e n t r e v is t a s 447
1, Introducción, 447; 2. Represión vs, conciencia, 448; 3. Externadzación
vs. intenialización, 448; 4, Convencionalismo vs. autenticidad, 450;
5. Búsqueda de poder vs. búsqueda de amor, 452; 6. Rigidez vs. flexi
bilidad. Problemas de adaptación, 453; 7. Algunos aspectos genéticos,
455; 8. Perspectiva cultural, 4.57
III P arte
XV. P R E G U N T A S P R O Y E C T 1 V A S A P L IC A D A S A L E ST U D IO DE LA PER
S O N A L ID A D Y L A ID E O L O G ÍA . — D aniel J . L e v in s o n 513
A. I n t r o d u c c ió n 513
B . CUANTIPICACIÓN MEDIANTE CATEGORÍAS DEVALORACIÓN 516
LA PERSONALIDADAUTORITARIA 925
* P ág.
0. M anual de valoración: Categorías be las respuestas a las pregun
tas PROYECTIVAS 518
D. R esultados 544
1. Confiabilidad de la cíasifieación, 545; 2. Relación entre la. clasificación
de las preguntas proyectivas y la posición de la escala E, 547; 3. Va
lidación mediante estudios de casos, 555
E. Conclusiones 558
IV P arte
TÍTULO
E ste üvro deve s e r devolvido n a última d ata carim bada