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Entrevistador: La primera pregunta es: entre los años 1945 y 1955 ¿a qué se
dedicaba usted?
Entrevistado: Eh, sÍ… En esa época estaba fundición, herrería, carpintería, tornería y
electricidad, esas eran las tres, las cinco carreras que se podían hacer en esa escuela
durante tres años… El primer año, todos los que estaban en primer año se dividían y
rotaban, este… más o menos al mismo tiempo en cada una de las cinco
especialidades y después cuando pasabas a segundo año vos elegías la
terminología…
Entrevistado: Eh…sí, sí, algo así bastante parecido… no era tan así pero sí, sigue
siendo igual. Cuando llegabas a tercer año ahí te recibías como tornero o carpintero, o
coso…y entonces venía el segundo ciclo, el ciclo técnico, pero en Rafaela no había,
este…había en Santa Fe, acá el ciclo técnico era cuatro años más en escuela
nocturna y la obligación para poder ir a ese tipo de escuela…tenías que trabajar, vos
tenía que llevar la inscripción a la escuela, era llevar el certificado de trabajo y ahí
podías estudiar o mecánica o electricidad… Había dos especialidades nada más… y
eso eran cuatro años más, así que te imaginas, en el ´52 terminé acá y me fui a Santa
Fe…en el ´57 terminé en Santa Fe, me tocó el servicio militar, así que yo volví a
Rafaela digamos, porque cuando vivía en Santa Fe volví a Santa Fe, trabajaba ahí,
estudiaba allá así que, volví a Rafaela en el año ´58…
Entrevistado: Así que, este…yo lo que te puedo comentar es el cambio que hubo en
ese tiempo, porque eh… Yo no estoy seguro si lo implemento Perón o ya estaba
antes, me parece que no…Perón se volcó al desarrollo industrial digamos del país… y
la capacitación, entonces la Escuela Fabrica en donde iba yo, empezaron a dar de
comer, íbamos a la mañana y volvíamos a la tarde. A la mañana podías tener aula o
podías tener taller, se iban rotando para tratar de cubrir, este…todo el día y tener
teoría y práctica. Los tres años eran igual, medio día era de teoría y medio día era de
práctica, el primer año era rotando dos meses en cada una de las especialidades y ya
después en segundo y tercer año vos elegías la carrera que querías seguir y ahí ya
tenías, este…el medio día ese era o electricidad, o tornería o…carpintería, o fundición,
o lo que quisieras, no es cierto…
Entrevistado: Eh, sí, sí…teníamos clases hasta las doce y media; a las doce y media
comíamos y a la una y media te…terminábamos de comer, teníamos media hora de
descanso en el patio y después si a la mañana habías hecho teoría, a la tarde tenías
práctica o sino al revés; te ibas al aula o al taller, depende de lo que te correspondía, y
a las cinco y media de la tarde te daban el raje.
Entrevistador: En cuanto a ese tiempo, las políticas peronistas ¿se sintieron acá,
hubo un gran impacto? En la economía, en la industria…
Entrevistado: Mira…
Entrevistador: No era como ahora, sí… las distancias eran más grandes…
Entrevistado: Era todo camino de tierra y lógico… era todo camino de tierra, todos los
pueblos tenían camino de tierra, acá el asfalto terminaba en el Aeroclub y de ahí en
adelante ya tenías tierra hasta Rosario y para todos los otros lados era igual, este…
Indudablemente el efecto importante que tuvo la escuela en Rafaela fue a partir del
año ´15 cuando se fundó la escuela, porque, este…la idea que tuvo el Gobernador que
había en esa época, Menchaca me parece que era, este… Se enteró, le comentaron,
qué se yo…que esta era una zona agrícola-ganadera y que había mucho trabajo de
campo, sembraban y todo eso. Entonces fundó esa escuela, que se llamaba de
“Mecánicos Agrícolas”, para que los chicos aprendan los oficios básicos para poder
arreglar el tractor, la sembradora, las máquinas, para que tengan… Y eso fue lo que le
empezó a dar digamos, una amplitud industrial a la zona, porque todos los chicos que
iban ahí, la mayoría ¿que eran?: hijos de colonos, así que terminaban la escuela y ¿a
dónde iban?: a trabajar en el campo o sea araban, sembraban y después arreglaban
las máquinas. Y se fue desarrollando despacito, un área industrial en toda la
zona…acá había por ejemplo, este…carpinteros que hacían los tanques de depósitos
de leche y todo eso, eran de madera…acá había carpinterías que hacían esos tanques
de madera para la leche, después había… en ese caso era Fontanet, fábricas de
calderas y después estaba Georgi y Drubich que hoy es IMAI , no es cierto, que hacía
tanques, que hacía reparaciones, hacía montajes de cremerías y queserías que se
iban instalando en la zona y eso le fue dando un ambiente industrial a la ciudad; aparte
que la gran ventaja que tuvo Rafaela, es que tenía los ferrocarriles… tenía al norte, al
sur, al este y al oeste…
Entrevistado: Córdoba, Tucumán y después toda la zona acá del norte, de Rafaela a
Santa Fe, toda la parte que va al lado del Río Paraná y San Cristóbal y todos esos
pueblos, eran todos ferrocarriles y todas las líneas se cruzaban acá en Rafaela;
entonces Rafaela fue creciendo también por el desarrollo del movimiento, porque te
imaginas, todo camino de tierra, Rafaela tenía ferrocarriles, venían todos a Rafaela
para cargar la mercadería, o lo que sea para mandarla de un lugar a otro, este… y así
fue creciendo Rafaela, un crecimiento… No fue un crecimiento violento, a medida que
digamos, eh…los alumnos o los chicos que iban a la escuela a aprender el oficio,
algunos se quedaban en el campo y qué sé yo, otros tenían más ambición y qué sé yo,
y entonces se ponían un taller…había muchos talleres chicos, muchos talleres chicos
¿no? Y bueno, que fueron creciendo con el tiempo. Ahora, la expansión industrial
grande se hace en el año ´58, cuando entra Frondizi de Presidente, Frondizi le dio un
vuelco muy grande al tema del crédito y a la posibilidad del desarrollo, ahí fue cuando
me inicié yo…en el ´58 me inicié.
Entrevistado: Sí, sí, había créditos… y empresas fueron surgiendo, pero qué te puedo
decir, no había una facilidad tan grande. A mí me dieron un crédito para comprarme el
torno, porque presenté el título que me había recibido en la escuela, esa era la
garantía…y fui al Banco Nación porque quería comprarme un torno, bueno bien,
primero averiguar cuánto valía el torno y fui al Banco Nación y le dije al Gerente,
bueno yo ya en ese momento era Profesor en la Escuela Fábrica, este “bueno, mire
quiero comprarme un torno”; “y ¿qué tiene?”; ”bueno no tengo nada, soy empleado ahí
en la Escuela…”; ”y ¿tiene título?”; ”sí, el título de técnico mecánico de máquinas y
herramientas”; “bueno, traigame una copia del título”, llevé una del título, con eso
como garantía de que conocía el oficio, me dieron los doce mil quinientos pesos que
costaba el torno y me compré el torno y me puse a trabajar por mi cuenta.
Entrevistador: Pero ¿antes no había esas facilidades? Me refiero a la época
peronista.
Entrevistado: Estaban esas facilidades, había, había, porque acordate que era una
época que no había inflación y este… Y el otro tema, que es muy importante, cuando
termina la Segunda Guerra Mundial en el año ´45, no había nada de nada porque las
industrias de todo el mundo están hechas pedazos y cuando se pusieron a trabajar, se
pusieron a trabajar para ellos. Así que, para conseguir cosas importadas y qué sé yo…
Entonces ahí empezó a crecer y a desarrollarse la industria nacional, y lógicamente
que estaba el apoyo, estaba el apoyo de los bancos, en esa época la plata se prestaba
al doce por ciento anual y no había inflación, o sea, que vos podías trabajar cómodo y
pagar cómodo… Y había trabajo a bocha. Cuando yo me fui a estudiar a Santa Fe,
lógicamente me había recibido acá de tornero, me fui a Santa Fe a trabajar, tenía que
buscar trabajo. Llegué un domingo a la noche porque fui a la casa de un amigo, que
me dijo que tenía lugar en el Comitian, que nos habíamos recibido juntos acá y él ya
estaba trabajando ahí, en Santa Fe… Bueno, el domingo a la noche el venía a visitar a
la familia, nos fuimos juntos en colectivo, el lunes a la mañana me levante y salí a
buscar trabajo… Te digo que había talleres cada dos o tres cuadras, todos los lugares
que fui y pregunte me dijeron “empezá ahora”, “vení mañana” o sea que vos donde
ibas…a mí me gustaba el trabajo en la fresadora, trabajos de fresador. La fresadora es
la máquina que hace engranajes, vos salías tornero o fresador, nosotros decimos que
el fresador es tornero, pero el tornero no es fresador, esa idea la teníamos de pibe
(ríe)… Y bueno, daba vueltas e iba a un lado y a otro y preguntaba, me decían “venga
no hay problema” y en un taller le digo “escúcheme, en Santa Fe ¿no hay nadie que
tenga fresadora?”, “sí, hay tres fresadoras en Santa Fe…” un hombre que trabaja en la
industria, en el taller, “…sí, una fresadora la tiene la fábrica de torno, otra fresadora la
tiene una fábrica que hace los equipos para lavado de pisos en la industria y otra
fresadora tiene un loco que está ahí en el centro , que trabaja por su cuenta…esas son
la únicas tres fresadoras que hay”. Me fui a las tres, fui primero a la fábrica de tornos,
cuando llegue allá, el dueño me dijo “¿mañana quiere empezar?”, pero no tomarte
examen nada, nada, te miraba y te decía “sí” o sea que necesitaban gente… Bueno,
fui a la otra y también me dijeron que no había ningún problema, pero siempre decía
que tenía otros compromisos no se todavía, no me comprometía… Bueno y llegó las
seis de tarde, vuelvo a la casa donde estaba con este muchacho y este ya había
vuelto de trabajar y le digo “mira fui a este, este…” y me dice “¿por qué no lo vas a ver
a Santiesteban? si está a cuatro, cinco cuadras de acá…andá y hablá con él”. Bueno,
y habrán sido las seis y media siete de la tarde, “y esta”, “sí, si vive ahí”. Me fui allá,
había un tipo trabajando en una fresadora, no era…esto, esto (señalando la sala de
estar en donde nos encontrábamos) era un poquito más grande que el taller que tenía
el tipo, ahí estaba el frente, acá tenía un torno y acá tenía una fresadora…y me arrimé
ahí y empecé a conversar y le digo “mire, que aquí que allá...me recibí en la Escuela
Fábrica de Rafaela…”;”Ah ¿sos de Rafaela?...”;”sí”; “yo también soy de Rafaela” me
dijo el tipo, ni lo conocía ni sabía quién era, no tenía ninguna relación…y le digo “mire,
me gustaría aprender bien el oficio de fresador y que aquí, que allá…” , “mira…” me
dice “…el empleado que yo tenía le tocó el servicio militar…así que hasta fin de año
tenés trabajo, si querés venir , pero cuando el vuelva del servicio militar, el puesto lo
tiene por qué yo ya le prometí … ”, él ya estaba trabando ahí, habrá entrado con
dieciséis diecisiete años y estaba trabajando ahí “… Así que yo eso es lo que te puedo
decir, si tenés ganas venís, proba y después…”, ”bueno” le dije, “bueno, vení mañana
a las nueve”. Empecé a trabajar ahí, cuando el tipo salió del servicio militar vino al
taller, a saludarlo a Santiesteban, me presentó a mí y qué sé yo y le dice “no te hagas
problema, Frautschi se iba cuando vos llegaras”, “no, yo ya tengo trabajo en otra parte,
justamente lo venía a saludar que volvía del servicio militar y le venía decir que no
volvía más porque me llamaron de otra fábrica”. Bueno fenómeno, entonces me quedé
yo cuatro años hasta que me recibí. Para mí fue una suerte muy grande porque ese
hombre sabía, tenía una hoja más que la Biblia, lo que yo aprendí con ese tipo…bueno
no importa eso.
Entrevistado: No, no, murieron, este… Quedan viviendo ahí uno de los hijo de uno de
los dueños, pero este tiene más que yo, ochenta y pico de años… Aparte lo cerraron a
eso hará quince o veinte años, lo cerraron al taller ese cuando se murieron los dos
viejos, los fundadores, no duró mucho tiempo… Después a ver qué otra, otra industria
grande… Había una fábrica de jabón ahí en calle Constitución, estaba la curtiembre
también, la curtiembre era muy importante, eh y a ver qué otra… Bueno estaba la
River Plate Daily Co. que era una fábrica de manteca, que era de capitales ingleses.
En la industria láctea estaba Williner, estaba Molfino, estaba… ¿cómo se llamaba el
otro?, estaba Campagnoli en Sunchales, Campagnoli era una empresa grande
también, este… bueno el frigorífico, había dos frigoríficos, estaba Lario y el otro el que
sigue estando Sodecar, que se cambió de nombre pero sigue estando. Esta más
volcada a la industria comestible eh, de cualquier manera había muchos talleres
mecánicos muy importantes, estaba Dellasanta, Dellasanta tenía un taller muy
importante, ese tenía taller de auto y de… ¿cómo se llama?...motores para
industria…motores generadores de electricidad… y bueno carpinterías cualquier
cantidad…
Entrevistado: Algunos estaban, otros surgieron ahí ¿no?…lo que pasa que fue
creciendo Rafaela y a medida que iba creciendo…fue ahí en esa época, en el final del
peronismo, el peronismo termino en el ´55; bueno de ahí del ´50 al ´55, surgió Edival,
Tres B, esas eran dos fábricas que se hicieron grandes, este…bueno la curtiduría ya
estaba, la curtiembre era impresionante, lo grande que era, aparte que hacían todo
tipo de tratamiento del cuero y todo…y trabajaba mucha gente. Bueno, Basso y Edival
salieron más o menos en esa época, antes que Basso, era Botero…y Valsagna de
Edival los dos fueron alumnos de la Escuela Fábrica y se recibieron y se pusieron por
su cuenta y…desarrollaron una industria.
Entrevistado: No, no. No tengo idea, no tengo ninguna información… No te olvides que
yo en esa época tenía veinte años y me ocupaba de hacer lo mío… ¿qué otra fábrica
importante había?…pero eran todas fábricas que fueron naciendo y que te digo que la
mayoría, la mayoría de esas fábricas fueron naciendo, salieron con chicos que se
recibieron en la Escuela Fábrica, que después algunos fueron a trabajar de empleados
y después otros que eran más corajudos se ponían por su cuenta y empezaban…lo
que pasa es que, hay que reconocer también que en esa época era fácil conseguir
trabajo, era fácil tener trabajo…no había tanta problemática ¿no? vos te ponías a
hacer algo y enseguida entraba el cliente que te venía a buscar tus servicios…si dicen
que en la Rafaela del 1900 había cincuenta o sesenta sastres y había mujeres que
cosían, como doscientas mujeres. Después estaba la gente que se dedicaba al
comercio o que tenía cargos en el banco, en la Municipalidad y después maestros…y
después la policía, pero cualquiera que tuviera una habilidad para desarrollar algo ya
tenía trabajo.
Entrevistado: Mira, pasa que en los primeros dos gobiernos de Perón este…la
construcción se desarrolló de forma impresionante, vos si te pones a fijar acá en
Rafaela no sé, pero el setenta por ciento de los que tienen casa la adquirieron en esa
época, o las hicieron o las compraron, porque tenías crédito a treinta años…vos ibas a
comprar una casa y tenías crédito a treinta años, no había inflación, con el sueldo que
vos tenías, si la pagabas en cuotas no llegabas al veinte por ciento del sueldo, podías
pagarla cómodamente y vivías bien…qué sé yo, había, todo era barato…vos te
arreglabas con cualquier cosa, no había tantas pretensiones como ahora. Lógicamente
cada familia, si no eran los dos, uno y medio trabajaban porque a lo mejor el marido
trabajaba en el comercio, en la industria lo que sea, pero la mujer o cosía en la casa o
hacía otra cosa; tenían más facilidad, más comodidad para desarrollarse…y el tipo que
tenía ganas de trabajar no tenía problemas, trabajaba.