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Filosofía

La filosofía es un campo de estudio donde los interrogantes principales se


relacionan con problemas ligados a la existencia, la ética y la moral, la
belleza y la estética, el lenguaje, y el conocimiento como construcción. La
filosofía como disciplina abarca un abanico amplio de campos de estudio, y
ha estado influenciado por otros como la ciencia o la política, aunque
también la religión.
La reflexión metódica que refleja la articulación del conocimiento y los límites de
la existencia y de los modos de ser se denomina filosofía. El término, de origen
griego, se compone de dos vocablos: philos (“amor”) ysophia (“pensamiento,
sabiduría, conocimiento”). Por lo tanto, la filosofía es el “amor por el
conocimiento”.

Es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones


como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y
el lenguaje. Al abordar estos problemas, la filosofía se distingue del misticismo,
el esoterismo, la mitología y la religión por su énfasis
en los argumentos racionales sobre los argumentos de autoridad, y de
la ciencia porque generalmente realiza sus investigaciones de una manera
no empírica, sea mediante el análisis conceptual, los experimentos mentales,
la especulación u otros métodos a priori, aunque sin desconocer la importancia de
los datos empíricos.

El filósofo, por su parte, es un individuo que busca el saber por el saber mismo, sin
un fin pragmático. Se mueve por la curiosidad e indaga acerca de los últimos
fundamentos de la realidad. Más allá del desarrollo de la filosofía como disciplina,
el acto de filosofar es intrínseco a la condición humana. No es un saber
concreto, sino una actitud natural del hombre en relación al universo y a su propio
ser.

Al igual que la religión, la filosofía se centra en las


cuestiones últimas de la existencia humana. En
cambio, a diferencia de la religión, no se basa en
una revelación divina o en la fe, sino que lo hace en
la razón. De esta forma, la filosofía puede ser
definida como el análisis racional del sentido de
la existencia humana, tanto individual como
colectiva, fundado en la comprensión del ser. Pese
a ciertas semejanzas con la ciencia, la filosofía se
distancia de ésta ya que muchas de sus preguntas
no pueden ser respondidas mediante el empirismo
experimental.

En la Antigua Grecia es donde ya por primera vez surgió la citada filosofía.


Concretamente la misma apareció a principios del siglo VI a.C en la parte de
Jonia, que se encuentra situada en Asia. Un momento y un lugar que, sin duda
alguna, marcaron a esta rama del saber pues allí tuvieron lugar algunos
acontecimientos fundamentales en la misma.

La filosofía puede dividirse en diversas ramas. La filosofía del ser, por ejemplo,
abarca a la metafísica, la ontología y la cosmología, entre otras disciplinas.
La filosofía del conocimiento incluye a la lógica y la epistemología, mientras
que la filosofía del obrar se relaciona con cuestiones como la ética.

Mi filosofía de vida
Es decir, mi filosofía de la vida consiste
en poner lo mejor de mí mismo
(fortalezas) al servicio de la humanidad,
pero siempre de manera congruente con
mis creencias. ... Pienso que es
una filosofía bastante sólida y aplicable a
cualquiera, ya que los valores y las
fortalezas varían según la persona.

Filosofía de vida es una expresión que sirve para describir un conjunto de ideas y
actitudes que forman parte de la vida de una persona o grupo de personas.
Por otra parte, también existe una definición alternativa según la cual, la filosofía
de vida es la forma en que una persona decide cómo vivir. En muchas ocasiones,
esta forma de ver la filosofía de vida está muy relacionada con una religión como
el budismo, el cristianismo o el judaísmo.

Finalmente, hay quien también usa la expresión filosofía de vida como un


sinónimo de estilo de vida.
Filosofía de vida y relaciones humanas.

La filosofía de vida tiene mucho que ver con la búsqueda de la sabiduría y el


autoconocimiento. En este sentido, las personas buscan una serie de normas,
valores o ideas que les permitan articular de manera ordenada su vida, de forma
que consigan una cierta estabilidad personal.
Así, es muy importante incidir en la idea de que el concepto de filosofía de vida no
es ni mucho menos único, sino que varía enormemente según el contexto de cada
persona, pudiendo estar enormemente influenciado por factores sociales, políticos
o económicos. Es por ello que en ocasiones dos personas pueden llegar a tener
un conflicto entre ellas debido a un punto de vista diferente sobre la filosofía de
vida. Lo más habitual es que estos choques vengan generados sobre todo por las
diferencias culturales entre ambos, lo que les lleva a entender la vida desde
posiciones antagónicas.

¿Existe una filosofía de vida correcta?


De lo anterior se deriva entonces esta pregunta, la cual evidentemente no tiene
una respuesta sencilla y mucho menos única. Sin embargo, existen dos principios
esenciales que todas las personas deberían incluir en su filosofía de vida si la
respuesta fuese afirmativa.
En primer lugar, estaría el de intentar vivir de la forma más virtuosa posible,
entendiendo el virtuosismo como esos valores universales que definen a las
buenas personas, como por ejemplo la bondad, la generosidad, la honestidad,…
Hacer el bien reporta felicidad, una mayor satisfacción y la sensación de que nos
realizamos como personas de una forma más completa.
Y por otro lado se situaría el intentar ser útil. Los seres humanos necesitan sentir
que su paso por la Tierra no ha sido baldío y que en cierto modo han dejado
huella, aunque sea a pequeña escala y en nuestros seres más cercanos. El
camino hacia la realización personal tiene mucho que ver con la idea de que
nuestras acciones tengan un efecto positivo para la sociedad y no sólo en
nosotros mismos.

El problema fundamental de la filosofía


El problema fundamental de la filosofía es el de la relación que existe entre el
pensar y el ser, entre el espíritu y la Naturaleza. Engels hace notar que los
filósofos se dividen en dos campos: idealistas y materialistas, según consideren
como primario el ser o la conciencia. Todos los representantes de la filosofía
idealista toman como primario la conciencia, la idea, el espíritu. En cambio, los
materialistas consideran lo primario la Naturaleza, la materia, y la conciencia lo
secundario, como una propiedad de la materia, derivada de ella. El problema
fundamental de la filosofía tiene, además, un segundo aspecto; ¿estamos en
condiciones de conocer el mundo circundante? La mayoría de los filósofos afirma
la posibilidad de conocer el mundo, pero hay algunos agnósticos que la niegan. El
materialismo dialéctico refuta el agnosticismo. Nuestras sensaciones, nuestras
ideas y conceptos son copias, reflejos, del mundo objetivo. La práctica sirve de
criterio de la verdad o del error en nuestro conocimiento. “Desde el momento en
que con arreglo a las propiedades que percibimos en las cosas, las aplicamos a
nuestro propio uso, sometemos las percepciones de nuestros sentidos a una
prueba infalible en cuanto a su exactitud o falsedad” (Engels). Sólo el materialismo
dialéctico da una solución consecuente y correcta hasta el final del problema
fundamental de la filosofía.

Problema de las relaciones del pensamiento con la existencia, del espíritu con la
naturaleza. Engels anota que los filósofos se dividieron en dos campos –
”idealistas” y “materialistas”– según que considerasen como primario la existencia,
o la conciencia. Todos los representantes de la filosofía idealista toman como
primario, la conciencia, la idea, el espíritu. Los materialistas, por el contrario,
consideran como primario la naturaleza, la materia, y como secundario, la
conciencia, propiedad de la naturaleza, derivada de la materia.

El problema fundamental de la filosofía tiene además un segundo aspecto:


¿Estamos en condiciones de conocer el mundo que nos rodea? La mayoría de los
filósofos considera que es posible conocer el mundo que nos rodea; pero hay
filósofos agnósticos que niegan esa posibilidad. El materialismo dialéctico impugna
el agnosticismo. Nuestras sensaciones, representaciones y conceptos solo son
copias, reflejos del mundo objetivo. La práctica sirve como criterio de la verdad o
falsedad de nuestro conocimiento. “En el momento en que, de acuerdo a las
propiedades por nosotros percibidas, de una cosa cualquiera, la utilizamos para
nosotros mismos, en ese mismo momento sometemos a inequívoca verificación la
verdad o falsedad de nuestras percepciones sensibles” (Engels).

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