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TEXTO COMENTARIO
El aire se serena
Situación inicial: efectos iniciales de la música
y viste de hermosura y luz no usada, El autor se dirige a Francisco Salinas, y le dice que cuando
1 Salinas, cuando suena toca el órgano, su música llena el aire de serenidad y
la música extremada belleza.
por vuestra sabia mano gobernada.
A cuyo son divino,
el alma, que en olvido está sumida, Al oír la música, el alma –habitualmente entregada a
tareas materiales y preocupaciones de índole menor–
2 torna a cobrar el tino recupera el recuerdo de quién es y de cuál es su origen
y memoria perdida (Dios).
de su origen primera esclarecida.
Y como se conoce, Al conocerse el alma en lo que realmente es, se hace
en suerte y pensamientos se mejora, mejor y desprecia las cosas que la gente vulgar valora
más, como la belleza superficial y material (a la que,
3 el oro desconoce mediante metáfora, identifica con el oro). [NOTA: el
que el vulgo vil adora, sujeto de todos los verbos que aparecen subrayados es
la belleza caduca engañadora. «el alma»]
Al oír la música, el alma se eleva y sube hasta lo más alto
El alma sube hasta lo más alto del cielo y ve a Dios como Músico Eterno, identificándose con Él y
Traspasa el aire todo, del cielo, y allí oye la música primigenia, la sinfonía que
hasta llegar a la más alta esfera, forma el movimiento de los astros, de acuerdo con la
4 y oye allí otro modo concepción platónica y pitagórica del universo (y según la
de no perecedera concepción pre-copernicana, el universo estaba dividido
música, que es de todas la primera. en esferas concéntricas, de la que la más alta es la ocu-
pada por Dios).
En esas alturas, el alma ve a Dios como un gran Maestro
con la música que produce y que sostiene el universo
Ve cómo el gran Maestro, de Música, que hace sonar al universo como si fuera una
a aquesta inmensa cítara aplicado, cítara (instrumento musical predecesor de la guitarra):
5 con movimiento diestro dicho de otra forma, esa música es lo que hace que el
produce el son sagrado universo funcione y siga existiendo. Al final de la estrofa
con que este eterno templo es sustentado. el universo se presenta también, en metáfora, como un
templo, o sea, como un lugar sagrado donde habita Dios.
Y como está compuesta El alma sigue en el cielo, y al escuchar esa música la hace
de números concordes, luego envía sentir como propia, como de su misma naturaleza
(=«números concordes»), debido al origen divino del alma
6 consonante respuesta, humana. Y al hallarse, el alma, en «su» ambiente propio,
y entre ambos a porfía da una respuesta musical acorde, es decir, armónica,
se mezcla una dulcísima armonía. uniéndose a ella, o sea, a Dios. El alma se une a Dios.
Aquí el alma navega En estas alturas, el alma está se ha olvidado de las preo-
por un mar de dulzura, y finalmente cupaciones materiales y cotidianas, hundida como está
(preciosa metáfora) en un mar de dulzura y de belleza, de
7 en el así se anega, modo que no se da cuenta de nada de lo que ocurre
que ningún accidente fuera de esta situación. Está, por tanto, olvidada del
extraño o peregrino oye o siente. mundo y sus preocupaciones.
En los dos primeros versos el autor expresa la emoción y
¡Oh desmayo dichoso! la sensación que le produce estar en el «éxtasis» (sensi-
¡Oh muerte que das vida! ¡Oh dulce olvido! ble, no espiritual) que le provoca la música de Salinas al
8 ¡Durase en tu reposo transportarlo a las alturas del cielo. En los tres finales
sin ser restituido muestra su deseo de permanecer así, sin necesidad de
jamás a aqueste bajo y vil sentido! volver al «sentido», es decir, a la conciencia racional, a la
vida diaria con sus sinsabores y preocupaciones.
Salinas, vuestro son en mis oídos, El poeta se dirige a Salinas y le pide que su música suene
Salinas
10 por quien al bien divino continuamente en sus oídos, con el fin de olvidarse de
despiertan los sentidos todo lo demás.
quedando a lo demás adormecidos!