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La Servidumbre.
Derecho- IV Semestre.
Desde la época del derecho romano se viene hablando del beneficio que un predio le
puede prestar a otro predio o a una simple persona, en el primero no se tenía en cuenta su
titular y en el segundo se hacía alusión a una determinada persona, clasificando de esa manera
la servidumbre en predial o personal y trayendo consigo un principio de función social de
propiedad, en el cual se le exige al titular del predio tener la capacidad para explotar
económicamente su bien, y así lograr una comunicación de utilidades entre predios.
Por consiguiente, se hará más énfasis en la servidumbre predial, la cual el código civil
colombiano en su articulado 879 la define como un gravamen impuesto sobre un predio, en
utilidad de otro predio de distinto dueño.
Al hablar de servidumbre predial, debemos tener en cuenta que esta recae sobre dos
inmuebles, en el cual uno se llama dominante ya que es el que soporta el gravamen y el otro
sirviente debido a que soporta una servidumbre pasiva con respecto a la otra; los predios que
confluyen en la servidumbre deben ser de diferentes dueños ya que sería injustificable que el
titular de un bien grave en beneficio de otro bien a su nombre, así como lo sería utilizar el
predio sirviente desmejorándolo y convirtiéndolo en un predio improductivo, por lo cual la
servidumbre debe prestar una utilidad sin desmedro al predio sirviente y a la comunidad en
general.
La servidumbre predial podemos considerarla como un derecho accesorio e
inseparable ya que este derecho correrá la misma suerte que tenga el predio; además es un
derecho indivisible que subsiste pese a que el predio dominante pueda aumentar o disminuir;
este derecho debe ser usado reiteradamente y no de manera transitoria al igual que debe
permanecer en el tiempo y no estar condicionado a la voluntad del titular del predio
dominante, ya que con esto estaría sujeto a subjetividades que podrían desmejorar el predio
sirviente.
Llegados a este punto y teniendo en cuenta que características debe poseer una
servidumbre, podemos clasificarlas según su ejercicio, ya que esta debe ejercerse
continuamente e ininterrumpidamente sin necesidad de un hecho actual del hombre; también
encontramos la servidumbre según su obligación de hacer o no hacer en la que la primera
constituye una acción positiva en la que el predio sirviente debe tolerar la intromisión del
predio dominante y en la segunda se hace referencia a una acción negativa en la que se le
impone al dueño del predio sirviente la prohibición de actuar o hacer algo; la servidumbre
según los signos que la indiquen le da reconocimiento a esta, para que así se sepa si es o no
aparente y por último la servidumbre según su fuente de imposición se divide en naturales,
legales, voluntarias y por prescripción.
Siguiendo con la clasificación, se hace mención a las servidumbres legales, que, como
su nombre lo indica, tienen su fuente en la ley, es decir, que no surgen como actos voluntarios
entre los dueños de los predios sino que se imponen coactivamente por la ley cuando el dueño
del predio no lo hace por medio de un negocio jurídico.
Las servidumbres de acueducto entonces son aquellas donde el dueño del predio
sirviente permite el paso de agua que se destinan para otro predio. Aquel que es dueño del
predio dominante, busca servirse del agua para disponer en su finca, la hará pasar por otro u
otros predios intermedios que serán los sirvientes.
De este mismo modo el legislador estableció los mismos requisitos para las
servidumbres de desagüe que buscan es la salida de las aguas sobrantes o residuales para la
explotación de los terrenos.
La servidumbre admite prescripción para todas aquellas que son continuas y aparentes
por periodos de 10 años y a pesar de que sea la regla general la jurisprudencia evidencia que
las servidumbres por naturaleza también son susceptibles de adquirirse por prescripción, esto
para permitir el uso y goce de todo aquello lo que se puede servir un predio.
De este modo, así como se puede adquirir una servidumbre, es decir, nace al mundo
jurídico la servidumbre, de este mismo modo se puede extinguir la servidumbre, a través de
distintas causales a favor del predio dominante o del sirviente, incluso a favor de aquella
servidumbre que posee varios duelos ya sea para salvaguardar sus derechos cuando se da la
nulidad, cuando ya no es necesaria la servidumbre, entre otras causales, siempre buscando
una armonía entre las relaciones de todos aquellos que participan en la servidumbre.