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CHILE FORESTAL

Corporación Nacional de la Madera

Chile se distingue fácilmente en el mapa de América del Sur por su inusual geografía. Es
el país más largo del continente -sus 4 mil 300 kilómetros equivalen a la distancia entre
Madrid y Moscú- y también es el más estrecho, su ancho promedio no alcanza los 190
kilómetros entre cordillera y mar.

Situado en la costa del Océano Pacífico, Chile se divide administrativamente en 13


regiones y su capital es Santiago. Tiene más de 15 millones de habitantes, la mayoría
descendientes de inmigrantes españoles, aunque también existen colonias de origen
italiano, alemán y árabe, entre otros. Gracias al carácter de su gente, de gran cultura y
espíritu emprendedor, Chile ostenta una de las economías más abiertas y exitosas de
Latinoamérica.

Su superficie continental es de 75,7 millones de hectáreas, con vastas extensiones del


territorio donde crecen vigorosos bosques naturales y plantaciones forestales realizadas
por el hombre.

Casi la mitad de la superficie del país tiene potenciales aptitudes forestales, pero la mayor
parte es considerada área de protección, sea por la fragilidad de sus suelos, las altas
pendientes o su cercanía a quebradas y cursos de agua.

Chile posee un total de cerca de 16 millones de hectáreas de bosques, de las cuales un


13,5% corresponde a cultivos forestales destinados a la producción maderera, y el resto
son bosques nativos en distintos niveles de desarrollo, que en su gran mayoría se
encuentran en terrenos privados o públicos bajo protección, por lo que no son utilizados
productivamente

El Desarrollo Silvícola en Chile

Cuando se invierte en la creación de bosques se está proyectando un trabajo a largo plazo


y un beneficio económico que sólo se obtendrá al cabo de varias décadas.

El desarrollo de la industria forestal chilena en los últimos 20 años ha estado asociado a


una creciente profesionalización y tecnificación, apuntando a optimizar el uso de los
recursos disponibles, para conseguir el mayor volumen de madera en el menor tiempo
posible, en la más pequeña extensión de tierra y con el mínimo impacto ambiental.

Se han invertido muchos recursos y esfuerzos en la investigación y el trabajo de selección


y mejoramiento genético para producir mejores semillas; se ha desarrollado infraestructura
y técnicas en los viveros que permitan preparar las plantas a las condiciones específicas en
que serán establecidas; se han evaluado distintas técnicas de preparación del suelo que
recibe la plantación, como el subsolado, curvas de nivel, surcos, riego, fertilización,
calibración de métodos químicos con el fin de adaptar los requerimientos nutricionales de
las diferentes especies forestales, entre otras; se ha desarrollado el control biológico de
plagas y sofisticados dispositivos de prevención y control de incendios; se han masificado
y tecnificado las actividades de poda y raleo, al punto de hoy día se puede hablar con
propiedad que Chile en verdad cultiva los bosques que planta.

En el pasado, los bosques naturales eran objeto de una explotación tradicional


caracterizada como "floreo", que consistía simplemente en la extracción de los mejores
ejemplares que pudieran servir como madera aserrada, produciendo paulatinamente el
deterioro del bosque.

Quien desee en la actualidad obtener beneficios del bosque nativo, aunque sea de su
propiedad, está obligado por la ley a que un ingeniero forestal elabore un plan de manejo,
que basado en las condiciones del suelo y del recurso contenga una propuesta de manejo
que garantice la sustentabilidad futura del bosque. la Corporación Nacional Forestal
evalúa y aprueba el plan de manejo, y más tarde fiscaliza su cumplimiento.

La incipiente industrialización del bosque nativo, acompañada de la apertura de mercados


a sus maderas y el creciente interés público por la conservación de las especies nativas,
han contribuido a expandir el manejo silvícola, generalizándose técnicas como la corta
selectiva, el árbol semillero, corta de protección y otras, ya no en experiencias pioneras y
superficies experimentales, sino en grandes extensiones en la Región de Los Lagos, la
Región de Aysén y, particularmente, el cultivo de la Lenga en la Región de Magallanes,
donde se han desarrollado experiencias de manejo silvícola en gran escala.

El desarrollo forestal chileno de hoy no se explicaría sin la gran expansión de la


silvicultura y sus aplicaciones.

Aspectos Relevantes del Sector Forestal Chileno

1. En Chile no existen selvas lluviosas tropicales, sino bosques naturales de zonas


templadas y frías.
2. Los cultivos de Pino radiata y Eucalipto, especies llegadas desde Estados Unidos y
Australia, respectivamente, construyen la base principal del desarrollo forestal.
3. La relación plantación-cosecha en los bosques cultivados chilenos es de alrededor de
2:1.
4. Más del 90% de los cultivos forestales chilenos se han establecido en suelos
descubiertos y erosionados.
5. El 18% del territorio chileno corresponde a Areas Silvestres Protegidas, una de las
superficies más altas del mundo en proporción al territorio del país y a su población.
6. La superficie de bosques naturales en Chile es casi 7 veces superior a la de
plantaciones.
7. Los bosques naturales chilenos no están en peligro de extinción.
8. Los cultivos forestales realizan una enorme contribución ecológica al recuperar suelos
degradados, al contener la erosión y al combatir el Efecto Invernadero.
Bosque Nativo

Gracias a su compleja geografía y variadas condiciones climáticas, Chile posee una rica
diversidad de bosques naturales. Las formaciones boscosas más importantes pertenecen a
la gran familia del Roble -género Nothofagus- aunque también destacan algunas especies
coníferas, características de zonas templadas y frías.

El Estado chileno es responsable de la conservación del patrimonio silvestre y de la


protección de la flora y fauna a través de la Corporación Nacional Forestal (Conaf),
institución presente en todo el país para velar por el cumplimiento de las leyes que regulan
el manejo forestal y protegen los bosques. Conaf administra, además, el patrimonio estatal
de 14 millones de hectáreas de Areas Silvestres Protegidas, que representa más del 18%
del territorio nacional e incluye grandes extensiones de montañas, glaciares, lagos y
bosques.

Chile tiene una de las tasas más altas en el mundo de superficies protegidas en relación a
su territorio y tiene asegurada la conservación bajo este régimen de protección estatal de
más de 3,8 millones de hectáreas de bosques, prácticamente la cuarta parte de los bosques
naturales del país.

Existen, además, grandes extensiones privadas cubiertas de bosques que están protegidas
por la ley forestal, tanto por la fragilidad de sus suelos, las elevadas pendientes o su
proximidad a los cursos de agua.

El país cuenta también con bosques naturales potencialmente productivos que están en
terrenos privados. Hoy día su principal destino productivo es el consumo energético bajo
la forma de leña, y también sirven de materia prima para la industria de tableros, la
exportación de astillas para papeles finos y la madera aserrada.

Plantaciones Forestales

Luego de varias décadas de sostenido crecimiento, Chile tiene hoy un patrimonio de 2,1
millones de hectáreas de plantaciones forestales, principalmente Pino radiata o insigne y
Eucaliptos, aunque también tiene superficies menores de Alamo, Pino Oregón, Raulí,
Atriplex forrajero, Tamarugo y otras especies.

Las plantaciones forestales son, en el ámbito productivo, uno de los mejores ejemplos de
desarrollo sustentable, dado su carácter renovable y la optimización del uso de la tierra
que representan en relación a cultivos anuales. En Chile, las plantaciones forestales cubren
menos del 3% del territorio nacional y representan poco más del 13% del patrimonio de
bosques y, sin embargo, la economía forestal chilena se sustenta en un 95% en ellas.

La ley obliga en Chile a reforestar todo lo que se corta en el plazo de dos años. La tasa de
plantación de los últimos años supera ampliamente a la de cosecha, de modo que por cada
árbol cortado, se plantan dos. De allí que se ha verificado una extensión sostenida del
patrimonio de bosques realizados por el hombre; si a mediados de los setenta había 300
mil hectáreas, ahora esta cifra se ha multiplicado por siete en poco más de treinta años.
Las plantaciones forestales se han establecido en un 90% sobre tierras que no tenían
cobertura vegetal y la oferta de madera que han generado ha servido para sustituir al
bosque nativo en la demanda creciente de la población, contribuyendo indirectamente a
proteger este recurso de la corta excesiva.

Las plantaciones forestales también han aportado a la solución de dos de los principales
problemas ecológicos de la actualidad: el Efecto Invernadero y la erosión.

En Chile, las plantaciones forestales se realizan principalmente con:


1. Pino radiata
2. Eucaliptos globulus

Pino Radiata (Pinus radiata D. Don)

Proveniente de la costa de California, el Pino Radiata o Insigne fue introducido en Chile a


fines del siglo XIX, adaptándose perfectamente a las condiciones climáticas del país.
Tanto así, que su tasa de crecimiento promedio es muy superior al incremento medio anual
de los bosques de coníferas de Canadá, Rusia, Suecia e incluso Estados Unidos, su país de
origen.

El Pino Radiata crece en una gran diversidad de ambientes. Puede vivir con
precipitaciones relativamente bajas, pero crece indiferente a las condiciones del suelo, ya
que en Chile ha ocupado terrenos improductivos abandonados por la agricultura y en los
cuales la recuperación de la vegetación nativa es difícil.

En la práctica, ha demostrado poseer buenas aptitudes de crecimiento y desarrollo en


cualquier lugar del país, excepto en los sitios muy secos (desiertos del Norte), en la
Cordillera de Los Andes, en suelos pantanosos y en lugares con abundantes nevadas y
temperaturas más allá de los 7°C bajo cero.

Los crecimientos óptimos para el Pino Insigne se encuentran entre Constitución y


Valdivia, en las colinas de la Cordillera de la Costa, con temperaturas mínimas no
inferiores a los 5°C bajo cero y precipitación anual media entre mil y dos mil milímetros.
Allí puede crecer a ritmos anuales superiores a 25 metros cúbicos por hectárea.

En Chile se han plantado más de un millón y medio de hectáreas de esta conífera,


habiéndose demostrado que no acidifica ni seca los suelos en forma importante, generando
además un hábitat para el desarrollo de otras especies vegetales y animales.

Siendo un árbol de excelente forma, el Pino Radiata puede alcanzar alturas cercanas a los
40 metros, con crecimientos medios de 1,5 a 3 centímetros anuales de diámetro.

De color blanco cremoso, su madera -muy similar a la del Pino Ponderosa- es permeable y
muy fácil de secar e impregnar. Es posible pulirla hasta lograr un fino acabado.
Por su estabilidad y buena resistencia estructural, retiene muy bien clavos y tornillos,
comportándose en forma excepcional ante pegamentos. Su color claro permite teñirla y
pintarla en cualquier tono. Por todas estas características, se emplea como revestimiento
de interior y de exteriores, en estructuras de viviendas, fabricación de muebles, y en
molduras y embalajes. También es apreciada en la fabricación de postes para la agricultura
y la transmisión eléctrica.

Su fibra -resistente y de gran rendimiento- es reconocida internacionalmente como materia


prima para la elaboración de pulpa y papel, así como también en la fabricación de chapas
y contrachapados, tableros de fibra o de partículas.

Eucalipto globulus (Eucalyptus globulus Labill)

La gran mayoría de las plantaciones de Eucaliptos en Chile (90%) son de Eucalipto


globulus, especie australiana que crece muy bien en algunas zonas.

Las mejores plantaciones se encuentran en el área de Concepción, situada en la zona


Centro-Sur, donde es frecuente encontrar Eucaliptos de 20 años con 60 metros de altura y
50 centímetros de diámetro.

Sin embargo, se le planta desde Copiapó al Norte hasta la Isla de Chiloé al extremo Sur
con buenos resultados. Entre dichas latitudes encontramos suelos y climas
extremadamente diferentes, lo que habla de la gran capacidad de adaptación del Eucalipto.
Es este elemento, unido a su rápido crecimiento y a un mercado en expansión, lo que le
confiere un gran potencial de desarrollo.

Las plantaciones de Eucalipto en Chile están orientadas principalmente a la producción de


madera pulpable y a su uso como combustible. Aunque crecientemente su madera es
utilizada también en la fabricación de parquets, chapas, molduras, muebles, en estructuras
de gran luz y, en general, en productos de alto valor agregado.

La madera de Eucalipto es de color café amarillento claro, de textura abierta, normalmente


de grano entrelazado y con anillos de crecimiento bastante diferenciados. De sus hojas se
pueden obtener aceites esenciales, los que en su mayoría son exportados en la actualidad.
Actualmente Chile tiene una superficie de alrededor de 380 mil hectáreas plantadas con
Eucalipto.
APARTADO 1: Plantaciones Forestales y Su Contribución Ambiental

ƒ EFICAZ ALTERNATIVA CONTRA LA EROSIÓN


El 90% de las plantaciones forestales chilenas se ha establecido en suelos afectados
por la erosión o muy amenazados por ésta, recuperándolos definitivamente para la vida
vegetal y animal.
ƒ SOLUCIÓN PARA EL EFECTO INVERNADERO
Una hectárea de Pino Radiata o Eucalipto absorbe 9 toneladas anuales de Carbono de
la atmósfera, las que transforma en Oxígeno. Así permite que la radiación solar
reflejada en el planeta se elimine en la estratósfera.
ƒ INCORPORACIÓN DE SUELOS POBRES AL PATRIMONIO
PRODUCTIVO
Miles de hectáreas de suelos arenosos o agotados por la agricultura o ganadería
intensiva se están recuperando con plantaciones de Pino Radiata y Eucalipto,
reincorporándose a la producción de bienes para el hombre.
ƒ REDUCCIÓN DE LA PRESION SOBRE EL BOSQUE NATIVO
La madera proveniente de las plantaciones abastece anualmente el 90 % de las
necesidades nacionales derivadas de la demanda industrial y de las exportaciones,
desplazando a un lugar secundario la madera nativa, que ahora tiene por eso mucho
menor demanda.
ƒ CONTRIBUCIÓN A LA REGULACION DE CUENCAS
Los Pinos, en general, son excelentes interceptores de las aguas lluvias, debido a su
follaje permanente y a su gran superficie foliar. Por esto las plantaciones son muy
eficientes para detener la erosión, al impedir el arrastre de sedimentos hacia los cursos
de agua.
ƒ FAVORECIMIENTO DE LA BELLEZA ESCENICA
La mayoría de los terrenos que hoy ocupan los Bosques de Pino y Eucaliptus estaban
erosionados, desnudos y, a veces, cubiertos por bosques de muy mala calidad, de casi
nula contribución económica y escaso aporte ambiental. El verde de los bosques
creados por el hombre es reposante y relajador, produciendo gran bienestar visual y
generando paisajes que hoy día están entre los principales atractivos turísticos de
varias provincias del Sur de Chile.
ƒ HABITAT ALTERNATIVO PARA LA FAUNA SILVESTRE
En Chile, los bosques de Pino Radiata y Eucalipto presentan una diversidad biológica
mayor de la que se cree.

La vida silvestre está aumentando paulatinamente gracias a los actuales esquemas de


manejo, que permiten el crecimiento de otras especies vegetales y con ello la
existencia de aves y animales. Así, en un futuro próximo- a medida que transcurran las
sucesivas rotaciones- la flora y la fauna se irán adaptando a las plantaciones, que son
un excelente refugio para la vida silvestre.
APARTADO 2: Catastro y Evaluación de los Recursos Vegetacionales Nativos de
Chile.

El debate sobre las existencias de bosques nativos en Chile y la calidad de las estadísticas
forestales oficiales es un tema que se viene discutiendo hace ya varios años en nuestro
país. Algunos incluso auguraban, sin ningún respaldo científico, que el bosque nativo se
estaba agotando irreversiblemente.

La cifra de bosque nativo entregada por el Catastro y Evaluación de los Recursos


Vegetacionales de Chile fue impactante: 13,4 millones de hectáreas, una superficie que
puede contener holgadamente los territorios conjuntos de Suiza, Holanda y Bélgica.
Incluso en los bosque de plantaciones hay cerca de trescientas mil hectáreas más de las
que estaban registradas, lo que nos permite hoy disponer de un total de 2 millones de cien
mil hectáreas de bosques para uso productivo.

Cuadro 1. Bosque Nativo por Región de Chile


Bosque Nativo por Regiones
Región Superficie % de la % del Nacional
(ha) Región
I 7.682 0,13 0,06
II 0 0 >0
III >0 >0 >0
IV 1.377 0,03 0,01
V >94.008 5,88 0,70
RM 93.345 6,04 0,69
VI >117.798 7,35 0,88
VII >369.708 12,19 2,75
VIII >785.766 21,19 5,86
IX >907.521 28,52 6,76
X >3.610.314 53,96 26,90
XI >4.830.743 43,90 36,00
XII >2.625.054 >19,93 >19,56
TOTAL 13.443.316 17,8 100
>Fuente: Catastro y Evaluación de los
Recursos Vegetacionales Nativos de Chile
(CONAF - CONAMA,1997).
Autores del Catastro

La realización del catastro se hizo bajo la dirección de Conaf y Conama, con


financiamiento del Banco Mundial. Fueron 3 años de trabajo acucioso, a cargo de
especialistas de la Universidad Católica de Chile y de la Universidad Católica de Temuco.
Cuarenta y siete mil fotos aéreas y tres y medio millones de dólares de inversión. El país
dispone hoy de una información que nunca antes en la historia tuvo sobre sus existencias
de bosque, así como de uso de suelos en general.

La publicación y difusión de los resultados del catastro forestal constituyen un hito


histórico de máxima trascendencia para el futuro de este importante patrimonio. Sus cifras
confirman el carácter eminentemente forestal de nuestro país, ya que el 21 por ciento de
nuestro territorio nacional (15,6 millones de ha) está cubierto por bosques.

Conclusiones

El estudio nos entrega al menos dos conclusiones irrefutables: la primera, el bosque nativo
no está en extinción en términos globales y sólo son algunas especies y ecosistemas los
que presentan escasez. La segunda, y que ha sorprendido a muchos, es que el bosque
nativo se encuentra en vigorosa recuperación, como lo prueban los 3,5 millones de
hectáreas de renovales que fueron registradas.

* CATASTRO FORESTAL POSIBILITARA POLITICAS REALISTAS


* INFORMACION HARA POSIBLE UN MEJOR CONTROL Y FISCALIZACIÓN

La información del catastro constituye una base fundamental de información, que


posibilitará definir políticas realistas. Asimismo, apoyará en forma definitiva el proceso
legislativo y permitirá centrar el debate forestal, despejando visiones catastróficas y
favoreciendo diagnósticos que conduzcan a verdaderas soluciones para los problemas que
afectan al bosque nativo.

SNASPE

Similar sorpresa se produjo en las cifras del Sistema Nacional de Areas Silvestres
Protegidas del Estado (SNASPE), pues hoy se contabilizan 3,9 millones de hectáreas de
bosques dentro de este sistema, lo que representa un 25 por ciento de la cifra total de
bosque nativo.

Cuadro.2 Representatividad SNASPE


Representatividad del SNASPE
Uso del Suelo Superficie (ha) % del
Nacional
Areas Urbanas e Industriales 6.210 3,4
Terrenos Agrícolas 1.300 0
Praderas y matorrales 843.089 4,1
Bosques 3.896.911 24,8
Humedales 3.456.329 76,9
Areas desnudas 2.242.862 9,1
Nieves y glaciares 3.007.606 64,8
Cuerpos de agua 331.357 27,3
Areas no reconocidas 51.794 13,3
TOTAL 13.837.458 18,3
Fuente: Catastro y Evaluación de los
Recursos Vegetacionales Nativos de Chile
(CONAF - CONAMA,1997).

En lo sucesivo, la base de datos construida permitirá monitoreos del recurso, de modo que
podrán conocerse con precisión sus variaciones. Esto hará posible un mejor control,
definir acciones de fiscalización y fomento, y tomar oportunamente medidas correctivas a
los problemas que puedan detectarse.

Así como en diversas ocasiones hemos criticado el accionar de Estado, en ésta debemos
aplaudir decididamente este definitivo aporte al progreso del sector, que envía señales de
futuro, estabilidad, profesionalismo y transparencia informativa, todas ellas necesarias
para hacer de Chile un gran país forestal

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