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Documento 12. El Fin de La Práctica Común Rev 2015
Documento 12. El Fin de La Práctica Común Rev 2015
ARMONÍA III
FACULTAD DE ARTES Y DISEÑO – UNCUYO
Prof. Gabriela Guembe
La ambigüedad tonal se logra también por la vía del intercambio Tonica Mayor
– Relativo menor, gravitando sobre una y otra tónica. Otro recurso es el
continuo cambio de modo, para escapar de sucesiones obvias y de la
modalidad única.
Enrique Blanco
Romanticismo: la saturación del lenguaje (fragmentos)
Disponible en:
http://enriqueblanco.net/enrique-blanco/escritos/aproximacion-a-la-
musica-del-siglo-xx/
“Paso a continuación a analizar algunas de las características del
Romanticismo, con la convicción de que pueden ser suficientemente
significativas como para entender por qué ha sido necesario el abandono de la
tonalidad..
1 -El acorde pierde definitivamente su valor como sonoridad, quedando ante
todo su valor como función, como indicador de dirección armónica. Esta
dirección se va a hacer cada vez más sorprendente debido a que la profusión
de tonalidades le permite ejercer múltiples funciones (…) Y precisamente esa
multiplicidad de funciones va a ir haciéndolo cada vez más engañoso -puesto
que puede ejercer casi cualquier función, es cada vez menos claro cuál de ellas
está cumpliendo-, de forma que se requieren pasajes, cada vez más largos que
expliciten la función.
2-Las disonancias en forma de retardos y apoyaturas, resueltos o no, se hacen
cada vez más comunes, sobre todo en forma cromática. A raíz de ello, la
armonía se hace siempre más compleja.
3-Los acordes sufren frecuentes alteraciones cromáticas de sus notas, para
intensificar su efecto direccional, pero también para crear direcciones distintas
y sorprendentes.
4-Los acordes errantes (los de séptima disminuida y quinta aumentada y los
que los tienen por base) aparecen con cada vez mayor frecuencia, debido a su
indudable efecto tensivo y la vaguedad de su resolución hasta que ésta se
efectúa.
5-La melodía se hace cada vez más cromática como resultado de todo lo
antedicho. (A este respecto es significativo que Wagner adopte un estilo
diatónico cuando quiere expresar “pureza” o “antigüedad”.)
6-Las modulaciones son cada vez más lejanas, con la intención de obtener
mayor dramatismo. Son además cada vez más expeditivas. A resultas de ello,
el sentido tonal va tambaleándose cada vez más. Lo que en un estilo anterior
hubiera sido considerado una tonalidad relativa, aquí es, a todos los efectos
prácticos, indistinguible de la tonalidad principal. (…) Se llega incluso al
momento en que el acorde de tónica se usa bastante menos que el de séptima
dominante para marcar una tonalidad nueva. Y en el momento en que la tónica
abandona su primacía, la tonalidad se descalabra.
7-La melodía se hace cada vez más dependiente del discurso armónico.
Sucesos como las apoyaturas, retardos, acordes alterados, resoluciones
excepcionales, van eliminando la preeminencia de la melodía.
8-La acumulación de terceras (“torres de terceras”) en los acordes llevan a
superposiciones de sonidos interpretables como acordes de tonalidades
distintas.
9-A resultas de todo ello la herencia del compositor es una tonalidad debilitada
en que las modulaciones ya no se sienten como tales, las melodías de amplio
vuelo se hacen imposibles de conjugar con la modulación constante y los
medios armónicos son de gran riqueza pero de sentido tonal confuso.
10-Además hay que tener en consideración que el cambio de siglo es la época
de la revolución en las comunicaciones. A resultas de ello, los nacionalismos
van a introducir la riqueza de los modos populares dentro de la música. Por
otra parte, se empiezan a hacer conocidos los entonces considerados estilos
“exóticos” -los provenientes de culturas no occidentales. Así encontramos que
autores como Rimsky-Korsakov en “Scherezade”, Dvorak en la “Sinfonía del
Nuevo Mundo” y otros empiezan a introducir en la música tonal elementos que
le son ajenos. Dado todo lo anterior, llegamos a un momento en que cualquier
evolución ulterior debe desarrollarse por uno de estos dos caminos: a) la
ruptura con el carácter funcional de la armonía y la elección de los acordes por
su sonoridad peculiar; y b) la sistematización de la ambigüedad romántica de la
tónica, creando condiciones en las que ninguna nota tenga preeminencia.
En uno y otro caso son comunes a) la sensación de insuficiencia de la escala
cromática -lo que dará lugar a la introducción de sonidos indeterminados
(percusión no afinada y ataques no convencionales en los instrumentos
tradicionales) y, posteriormente, a la introducción de microtonos; b) la
búsqueda de nuevos morfogénicos distintos de la tonalidad -primándose
elementos como melodía, timbre y contrapunto- y c) el enriquecimiento del
ritmo -abandono de la cuadratura de frases y melodías, introducción de nuevos
compases, nuevas métricas.”