Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Analizando el ruido blanco y el ruido rosa pronto observamos que son dos señales
peculiares, ampliamente utilizadas como señales test para mediciones y ajustes
de sistemas de audio profesional.
Una posible definición un tanto formal de ruido blanco podría ser la siguiente: es
un ruido de carácter aleatorio y espectro continuo, con una densidad de potencia
espectral constante en toda la banda de audio.
1. Ruido.
Pues bien, el ruido rosa, como su nombre indica, es un ruido porque “suena a
ruido”, es molesto y no resulta agradable su escucha.
2. De carácter aleatorio.
Significa que sus valores de señal en dos instantes diferentes no guardan ninguna
relación estadística. Es decir, su evolución, su forma de onda, es impredecible,
puede tener cualquier forma.
Quiere decir que todas las frecuencias poseen la mima potencia media. Su
carácter aleatorio le hace que, en cada instante, cada frecuencia tenga un nivel
diferente, pero evaluando la potencia media en un periodo de tiempo, todas las
frecuencias presentan un valor similar. De ahí que su representación, según
puede verse en la imagen anterior, sea con un nivel constante, plana. Hay que
tener en cuenta que la señal está cambiando constantemente, es aleatoria, y una
representación puede ser sólo una “foto puntual”, de ahí que, en ocasiones pueda
parecer que no es plana. Todo depende del tiempo de promedio que se utilice en
su representación.
5. Blanco.
El término “blanco parece ser que se lleva utilizando desde los años 40. Se eligió
ese nombre por analogía con la luz blanca, que está formada por todas las
frecuencias del espectro visible, y aproximadamente con similar energía, al menos
dentro de un cierto margen.
En esa figura puede observarse la caída de 3 dB por octava. Por ejemplo, 500 Hz
tiene un nivel de unos -48 dB, 1 kHz tiene -51 dB y 2 kHz – 54 dB.
En la figura siguiente puede verse una comparativa entre los espectros de ruido
blanco (plano) y ruido rosa (-3 dB/oct).
Por ejemplo, de 100 a 200 Hz hay una octava, y el ancho de banda es 100Hz (200
– 100). Y de 500 a 1000Hz también hay una octava, pero su ancho de banda es
500 Hz (1000 – 500). Si en el ruido blanco todas las frecuencias tienen la misma
energía, y las estamos agrupando en bandas de octava, que realmente cada vez
son más anchas, la energía en cada banda irá aumentando, como se muestra en
la figura siguiente.
En esa imagen se observa cómo cada banda tiene 3 dB más que la banda anterior
y 3 dB menos que la siguiente. Es decir, a medida que pasamos de una banda de
octava a la siguiente, la energía aumenta al doble, lo cual es perfectamente lógico
pues la banda superior tiene el doble ancho de banda que la banda contigua
inferior, y todas las frecuencias tienen la misma energía.
Ahora si se observa la realidad del ancho de banda. En cualquier caso, que no nos
confunda lo de las escalas lineal o logarítmica. Son dos puntos de vista diferentes
de ver lo mismo, pero eso no es el tema de hoy, posiblemente más adelante.
Con el ruido rosa sucede algo similar a con el blanco, pero, dada su distribución
de la energía en función de la frecuencia, la representación en bandas de octava o
fracciones, presenta una distribución energética peculiar, como muestra la imagen
siguiente.
Por último, para acabar, comentar que, además de los ruidos blanco y rosa,
existen ruidos con “otros colores”: rojo (marrón), azul, violeta, etc.
Todos estos ruidos tienen sus aplicaciones, en particular ruido blanco y ruido rosa.
Se usan como señales de referencia en mediciones, como señales
enmascarantes, como señales terapéuticas en algunas patologías auditivas, en
sistemas de ayuda para dormir, ayuda a la concentración,