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Aurea Matilde Fernández Muñiz no. 12-13: 62-68, octubre 1997-marzo 1998.

Desastr e, r
Desastre, ealidad,
realidad,
r egeneracionismo.
España y el 98

Aur ea Matilde F
Aurea ernández Muñiz
Fernández

Profesora. Universidad de La Habana.

R etomar la historia de hace cien años, siempre obliga


a mirar a nuestro derredor, para comprobar lo que
queda o lo que no de la sociedad de entonces. La
Sin embargo, la crisis española no fue un hecho
aislado, sino que formó parte de la crisis europea de
fin de siglo. La derrota española frente a la naciente
España de hoy casi no tiene nada que ver con la de potencia norteamericana sirvió de detonante y generó
l898. No solo por el nivel de desarrollo económico, el pesimismo y el dramatismo que se reflejó en la
social y tecnológico alcanzado, y por la unión con esa literatura de la época. El regeneracionismo se convirtió en
Europa que hace cien años quedaba tan distante, sino la fórmula para cambiar la sociedad.
también por la diversificación regional-autonómica que Autores contemporáneos señalan que fueron los
ha crecido y crece aceleradamente a partir de la hombres del 98 los que «inventaron España».2 La
Constitución de l978, en la cual se define España como conmemoración del Centenario de l898 ha suscitado
Estado de las Autonomías, bastante diferente de la España en estos años una serie de valoraciones, opiniones,
que buscaban los intelectuales de principios de siglo en reproducción de obras de la época, etc., que llevan a
su exigencia de responsabilidades ante el «desastre» una nueva valoración del «desastre», visto a la distancia
colonial del 98. Hoy, hay quienes están poniendo en de cien años. Todos coinciden en que el 98 fue el
tela de juicio el concepto de España tal como lo vieron momento central de la crisis política y social que se
los hombres del 98. venía gestando desde años atrás. Para ello se retrotraen
El tránsito entre los siglos XIX y XX, con las crisis y al sistema de la Restauración implantado en l875-76
conflictos bélicos en que España se vio envuelta, llevó por el político Antonio Cánovas del Castillo.
a buena parte de la intelectualidad española a denunciar A la derrota de la guerra contra los Estados Unidos,
reiteradamente el retraso cultural, científico y técnico por la cual España perdió los restos de su imperio
existente en la sociedad española, en comparación con colonial, se le concedió, en su momento, una magnitud
otros países europeos. La modernidad fue el tema central muy alta «¡Más se perdió en Cuba!» fue la frase acuñada
de las discusiones.1 que ha perdurado hasta nuestros días.

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Desastre, realidad, regeneracionismo. España y el 98
El año 1898 forma parte de una época de Ello no fue óbice para que, en los primeros
transición a nivel mundial. Es el salto de siglo del que nos momentos de la derrota, cundiera el desaliento entre
habla el historiador Manuel Tuñón de Lara,3 y tiene las familias más pobres, carne de emigrantes y soldados.
que ver con los adelantos científicos y técnicos de finales Ellos eran los que más habían perdido, al no poder
del XIX y principios del XX, que incidieron en la vida de redimir a sus hijos del servicio militar, que era sinónimo
la sociedad —incluida la política nacional e internacional. de «morir en la manigua cubana». Tremenda
Según esta apreciación y la de otros escritores,4 España contradicción, pues por un lado sentían perder la «tierra
no es el único país que padece un 98, en tanto el mundo prometida», tierra para emigrar y enriquecerse; mientras,
vivía un proceso de redistribución colonial. Además por otro, se alegraban de que sus hijos no tuviesen que
de España, también tienen su 98 Portugal (ultimátum volver a la guerra. Si bien lo primero se resolvió
británico de 1896 acerca de las colonias portuguesas favorablemente —lo demostró la creciente emigración
en Africa y, en l898, preparación de un acuerdo secreto española hacia Cuba en los primeros años del siglo
entre Alemania e Inglaterra para repartirse las colonias XX—, lo segundo —el servicio militar— siguió siendo
portuguesas al sur del Ecuador); Italia, (derrota de el dolor de los pobres, pues solo había cambiado el
Adua, en l896, que termina con el primer proyecto de lugar de destino. Ya no eran enviados a ultramar, sino
una Abisinia italiana) y Francia (el incidente de Fashoda al norte de Africa, a pelear en una tierra inhóspita, sin
la enfrenta con Inglaterra por el control del Alto Nilo). relación alguna con su propia realidad. Allí siguieron
También en esos países la crisis internacional que los siendo llevados los mozos sin dinero.
llevó a la frustración colonial repercutió fuertemente En el campo de las recriminaciones, el ejército fue
en su política interna.5 uno de los más atacados por la prensa. En la década
La pérdida colonial sirvió para destapar, acelerar o de 1900 se generaron muchos incidentes entre militares
crear formas de lucha social y política, de amplio alcance y periodistas. A las críticas de los periodistas, respondían
en la sociedad española de los primeros años del los militares asaltando la redacción de periódicos, como
siglo XX. la de El Progreso, en Játiva, en l900; la de El Correo de
Los elementos claves de la crisis social y política Guipuzcoa, en Bilbao, en l901. Los mayores de ellos
desencadenada en l898, se manifestaron en varias fueron, en l905, el asalto al semanario satírico catalán
direcciones. ¡Cut-Cut! y, en l906, a La Veu de Catalunya. En estos
últimos incidentes se unía la represión de los militares
por las críticas al Ejército, con la idea de la autonomía
El ambiente social de la época catalana.6
o la realidad-desastre
El regreso de la tropa mutilada o enferma, La creciente lucha política
destrozada moralmente por los sucesos de la guerra de las nacionalidades
en ultramar, era la expresión más evidente de la derrota
sufrida por España. Muchas regiones de la Península, La lucha política del nacionalismo y regionalismo
con tradición migratoria hacia América, sintieron como en España tiene sus raíces en la crisis del Estado
suya la pérdida de la isla caribeña. Aún no sabían que la centralizado del siglo XIX, sobre todo a partir de la
paz firmada en París entre los Estados Unidos y España frustración de la revolución democrática del sexenio
les permitiría seguir emigrando a Cuba, donde sus de l868 a l874, y más aún a partir de l898, ante la
coterráneos no habían perdido las propiedades, ni su incapacidad del gobierno central de conservar los
derecho a vivir. residuos del imperio colonial para las burguesías
Los sectores sociales implicados en la dominación periféricas. Las regiones que se manifestaron con mayor
colonial se vieron obligados a regresar a España; otros organización —en correspondencia con el desarrollo
personeros de la colonia, enriquecidos en la Isla, económico alcanzado— fueron Cataluña y el País Vasco.
decidieron retornar como consecuencia de la guerra En Galicia hubo un movimiento cultural nacionalista,
de Cuba. Casi todos dejaron sus propiedades en manos sin llegar a posiciones de tipo político hasta la década
de administradores, muchas veces familiares, pero del 30. Otras regiones presentaron reivindicaciones,
trasladaban gran parte de su capital a la Península para como Andalucía, Valencia y otras. Pero fueron el
establecer negocios, comprar tierras y viviendas de lujo. regionalismo catalán y el fuerismo vasco los que, a
Aprovechaban la brusca caída del valor de la peseta, finales del siglo XIX, se transformaron en nacionalismos
como consecuencia de la guerra, con lo cual el dinero políticos. Para España, el proceso de los nacionalismos
fuerte de América representaba un aliciente de estaba retardado en comparación con el del centro
enriquecimiento. europeo.

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La conmemoración del Centenario de l898 ha suscitado en


estos años una serie de valoraciones, opiniones, reproducción
de obras de la época, etc., que llevan a una nueva valoración
del «desastre», visto a la distancia de cien años. Todos
coinciden en que el 98 fue el momento central de la crisis
política y social que se venía gestando desde años atrás.

Tanto Cataluña como el País Vasco contaban con Pero esto no nos debe llevar a igualar los movimientos
antecedentes políticos propios que la centralización de las diferentes regiones; la vasca, específicamente,
había suprimido: las Leyes de Nueva Planta fueron presentó particularidades diferenciadas de la catalana.
impuestas a Cataluña en l714, después de ser derrotada Los rasgos de la industrialización vasca —encuadrada
por Felipe V en la guerra de Sucesión; con ellas quedaban cronológicamente en el último cuarto del siglo XIX— difiere
abolidos los derechos de legislación catalana. La pérdida notablemente de la catalana y determina, en primer término,
de los derechos forales en el País Vasco se produjo, en la formación de una gran burguesía vinculada a las
parte, en l839 y otra parte en 1876, al ser vencidos estructuras monopolistas (siderurgia, minería, capital
bancario) que engarza a la perfección con el mercado nacional
los carlistas. y las instituciones del poder político y económico en la
El nacionalismo catalán tiene su fundamento España de la Restauración. El sustrato federal falta en el
histórico-social bien definido: una lengua —el catalán— País Vasco y serán precisamente las capas medias quienes
con su expresión literaria capaz de inspirar, en el siglo proporcionen el grueso de los militantes nacionalistas.9
XIX , una renaixenca; o sea, un renacimiento de esa El fundador del nacionalismo vasco, Sabino Arana
manifestación cultural. Cataluña ha tenido una Goiri, buscó las raíces de lo vasco en la sociedad rural
particularidad en el desarrollo económico, basado tradicional. El ideario de Arana se centró en la
fundamentalmente en la industria textil y la producción independencia del pueblo vasco frente al Estado
vitícola. La industrialización catalana es la única español. Arranca de una posición defensiva frente al
temprana en el Estado español, pero no estuvo Estado liberal y se asienta en presupuestos católicos
vinculada con la existencia de un mercado interno, sino tradicionales, según los cuales las guerras carlistas
que era sumamente dependiente del mercado colonial. conformaron su historia de lucha en la defensa de los
El renacimiento cultural le dará coherencia e impulso Fueros. En el País Vasco, por la debilidad de su lengua,
al nacionalismo catalán. Según Vicens Vives, 7 su el euskera, no se dio un movimiento cultural como el
regionalismo no fue minoritario, sino popular, y estuvo de Cataluña. Por eso se irá a las leyendas y los orígenes
plenamente adscrito a la realidad económica y cultural. de la «raza vasca», a la defensa del idioma para que no
El nacionalismo catalán, tanto de izquierda como de desaparezca ante la castellanización de la región.
derecha, no se propuso la separación de Cataluña, sino Grandes literatos de origen vasco, como Maetzu,
la obtención de la autonomía dentro de un Estado Baroja o Unamuno, utilizaron solamente el castellano.
español regenerado, tanto para Cataluña como para otras En el País Vasco, como en Cataluña, también se
regiones constitutivas del mismo.8 luchó por una política económica proteccionista. En
Fue en l898, ante la pérdida de los mercados l894 se fundó el Partido Nacionalista Vasco (PNV),
coloniales para la burguesía catalana, cuando el integrado por grandes industriales, pequeña burguesía
regionalismo arreció, y Cataluña se convirtió en la fuerza católica y campesinos medios. El movimiento
del regeneracionismo ante un «Estado castellano nacionalista contó, desde sus comienzos, con el clero.
moribundo». El 98 aceleró las pretensiones refor mistas del
Al igual que Cataluña —aunque mucho más movimiento nacionalista vasco, expresado en el PNV.
tardíamente—, el País Vasco había alcanzado un Galicia tenía también sus particularidades históricas
desarrollo capitalista a finales del siglo XIX. Su economía y lingüísticas, pero su desarrollo económico capitalista
se basaba, fundamentalmente, en la minería y el no era como el de Cataluña o el País Vasco. Su
procesamiento del hierro en altos hornos; esta economía nacionalismo se reflejó en la creación de organizaciones
estaba fuertemente ligada a la inversión de capital de tipo cultural, y se acercaba más a la concepción de
extranjero. La burguesía industrial y comercial, cada vez una Federación Ibérica, en tanto su cultura tenía mayor
más fuerte, tenía relación directa con el gobierno central similitud con la portuguesa. El nacionalismo gallego se
de Madrid. Las transformaciones socioeconómicas vio reflejado en una abundante literatura. A partir de
condicionaron la consolidación política del nacionalismo. l898, al calor del nacionalismo catalán, Galicia reclamó

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Desastre, realidad, regeneracionismo. España y el 98
también sus derechos de autonomía, pero con poca Casas del Pueblo socialistas. A pesar de lo aisladas de
fuerza aún. Esta región era una de las que más estas instituciones, incidieron en ciertos sectores de la
emigración enviaba hacia América, y por ello sintió muy sociedad con la divulgación, por parte de los anarquistas,
hondo la pérdida de Cuba. de una inminente revolución social; además de una
Las luchas de los regionalismos y nacionalismos fue labor pedagógica.10
una constante a partir del 98, y un problema que No obstante, el movimiento obrero y campesino
enfrentar por los gobiernos monárquicos. No será hasta en España no representaba aún una fuerza de tipo
el establecimiento de la Segunda República que se nacional. Estaba dividido entre las corrientes anarquista
apruebe la autonomía para alguna de estas regiones. y socialista, y con unas organizaciones de clase muy
débiles.

Mayor actividad de las organizaciones


de clase Crisis de los partidos políticos
El acelerado desarrollo económico de los últimos El nuevo siglo trajo el surgimiento de nuevos
años del siglo y los primeros del XX, hizo crecer políticos en los viejos partidos, con un aumento de las
sustancialmente el sector social de los trabajadores. La divergencias dentro de ellos. Al Partido Liberal le había
situación de la clase obrera era sumamente precaria, tocado estar en el poder en el momento de la derrota
sobre todo en las grandes concentraciones urbanas, del 98. Las recriminaciones por la pérdida colonial
como Barcelona o Bilbao. Las migraciones internas, fueron un tema recurrente para ataques políticos dentro
de las zonas agrarias atrasadas a las ciudades de rápido del Congreso, en la prensa, en los libros y en la calle;
desarrollo industrial, crearon aglomeración de tanto a los liberales como a los conservadores. Moret
poblaciones en las afueras de las urbes, con la y Sagasta fueron blanco de todas las diatribas, eran los
consecuente insalubridad y presión social. culpables directos. Pero no quedaron fuera de ataques
Las organizaciones obreras —Partido Socialista los conservadores, a los cuales se acusaba de haber
Obrero Español (PSOE), fundado en 1879, además mantenido una postura intransigente ante las reformas,
del sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) sobre todo las de Maura de l893, las que, según muchos,
fundado en l881— aumentaban su membresía. En habrían evitado la guerra separatista de los cubanos.
Cataluña seguía predominando el anarquismo, aunque La monarquía y personalmente la Reina Regente,
no fue hasta l9l0-11 que se creó el sindicato de esa María Cristina, gozaban aún de mucho prestigio, por
corriente ideológica, la Confederación Nacional de lo cual el desastre colonial no afectó a la Corona, a
Trabajadores (CNT). pesar de los argumentos de republicanos, carlistas,
El anarquismo también predominaba en las zonas socialistas y anarquistas. El descrédito popular recayó
agrarias del sur, especialmente en Andalucía, lugar de sobre los políticos.11
grandes latifundios en los cuales se mantenían formas A raíz del armisticio entre España y los Estados
arcaicas de explotación de la tierra. Ello llevó a violentos Unidos, después de las derrotas navales de Cavite y
movimientos campesinos, algunos espontáneos. Se Santiago de Cuba, se hizo indispensable el cambio de
hacían necesarias nuevas leyes que evitaran las gobierno de Sagasta, pero esto —en opinión de los
explosiones populares, lo que obligó a los gobiernos conservadores, especialmente de Silvela— no debía
de la época a hacer concesiones, aunque sumamente suceder hasta que se hubiese consumado la firma de
limitadas. los tratados de paz con los Estados Unidos. Es por
El núcleo dirigente de los socialistas, encabezado ello que no se produjo la sustitución hasta febrero-
por Pablo Iglesias, estaba convencido de que el desastre marzo de l899, cuando fueron convocadas las Cortes.
colonial de l898 suponía el fracaso histórico de la El poder recayó en el nuevo jefe del Partido
burguesía española; por ello se dedicó al fortalecimiento Conservador, Francisco Silvela. Para esta época estaba
de la organización y a tratar de incluirse en la estructura en su apogeo la disidencia de Germán Gamazo del
de gobierno. Su posición revestía visos reformistas. En Partido Liberal, y la de Antonio Maura. Silvela
l904, como parte de las reformas del gobierno representaba una nueva visión de los conservadores,
«regenerador», se creó el Instituto de Reformas Sociales, quienes en esos momentos abogaban por la renovación
en el cual se incluyeron dirigentes del PSOE. El mismo en la política.
partido creó las Casas del Pueblo. Silvela seleccionó, para el Gabinete, colaboradores
A pesar de estar divididos entre activistas y jóvenes unidos a viejos conservadores de la época de
sindicalistas, también los anarquistas crearon en l901 Cánovas. Sin embargo, la regeneración propuesta por
La Escuela Moderna, que competía con la labor de las Silvela no resultó, por diferentes motivos. Uno fue la

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reforma del ejército, después del regreso de ultramar A diferencia de Silvela, Sagasta no pretendió cambiar
de tantos oficiales, que tradicionalmente habían tenido su tradicional forma de gobernar, ni proponerse
su modus vivendi en las guerras coloniales. El general políticas regeneradoras. Sus enemigos políticos lo
Camilo Polavieja fue encargado de modernizar el acusaron de ancianidad y fue blanco de conservadores
ejército, pero el proyecto del Ministro de Hacienda de y republicanos.
hacer rígidas economías chocaba con sus pretensiones, Los republicanos seguían divididos en grupos que
incluida la creación de una Marina de Guerra. Un hecho se correspondían con dirigentes específicos. En los
que mantuvo en vilo a la «familia militar» fue el juicio primeros años del siglo se destacaron dos tendencias:
desatado en el Consejo Supremo de Guerra y Marina una radical, dirigida por Alejandro Lerroux, y una
contra los generales y jefes, presuntos responsables de reformista, en la cual se agrupó la mayoría de los
los desastres de Cavite, Manila y Santiago de Cuba. La intelectuales. Manuel Azaña fue uno de los más
mayoría pasó a la reserva, pero las críticas en la prensa representativos de esta corriente republicana. El
y en la calle generaban un estado de agitación difícil de predominio republicano y socialista radicaba en las
sobrellevar. grandes ciudades, en donde se mezclaban la
Otro problema que enfrentó el gobierno de Silvela, propaganda antigubernamental y la huelga obrera por
fue el de los catalanistas. Las pretensiones autonómicas reivindicaciones laborales. En ese contexto, volvía a
de los catalanes no eran bien vistas por la mayoría de resurgir con fuerza el anticlericalismo.
los diputados. En Barcelona se creaban disturbios de El Partido Liberal se enfrentaba a la dirección
diverso origen, en los cuales se clamaba por una septuagenaria y anquilosada de Sagasta. Las diferencias
Cataluña libre. La Ley de presupuestos y su consecuente acerca de la sustitución del viejo líder debilitaban al
pago de tributos fue creando una situación insostenible partido. Solamente el joven José Canalejas apuntaba
para el gobierno. La Comisión de las Cámaras de ideas reformistas cuando abogaba por la
Comercio, secundada por las entidades Sociedad democratización de la monaquía, manifestaba su
Económica Barcelonesa de Amigos del País, Instituto preocupación por cuestiones sociales y propugnaba la
Agrícola Catalán de San Isidro, Fomento del Trabajo revisión del régimen de propiedad, atacando tanto a la
Nacional y Liga Industrial y Comercial, más el Ateneo concentración de la tierra en latifundios como al excesivo
Barcelonés, incitaban al descrédito de las reformas fraccionamiento. Por ello fue duramente criticado en
económicas. el Congreso, especialmente por Antonio Maura.
Silvela resultó ineficaz en todo su empeño Práxedes Mateo Sagasta, el «viejo Pastor», murió en
reformador y, después de varias crisis ministeriales, la 1903, lo que generó serias disputas entre los dirigentes
reina María Cristina volvió a llamar al viejo Sagasta; era liberales. Era fácil ya la sustitución de los liberales en el
el 7 de marzo de l901. Solo faltaba un año para la Gobierno. José Canalejas se convirtió, años después,
mayoría de edad de Alfonso XIII. El 17 de mayo de en el jefe del Partido Liberal y fue jefe de Gobierno a
1902 dejaba de existir la regencia y el joven rey partir de l910.
comenzaba su ejercicio del poder, con lo cual se El continuador de Silvela en el Partido Conservador
fortaleció la monarquía. El gobierno conformado por y en los intentos regeneracionistas fue Antonio Maura.
Sagasta reunía a figuras tan disímiles como Segismundo El mismo definía su política como «revolución desde
Moret y Valeriano Weyler, dos personajes enfrentados arriba». El caciquismo estaba destinado a ser
durante la guerra de Cuba. También a jóvenes políticos, liquidado, según Maura, pues había que
«hacer efectiva, sincera, honesta y total la representación
como Alvaro Figueroa y Torres, conde de Romanones,
política y la presencia de todas las fuerzas políticas
en Instrucción Pública. No faltó la «representación de
españolas en el gobierno del país».13 Claro que Maura
ultramar», con Miguel Villanueva, ex-catedrático de
no consideraba fuerzas políticas a los republicanos ni a
Derecho de la Universidad de La Habana. Para describir
los socialistas, y persiguió continuamente las opiniones
la conformación del nuevo gobierno sagastino, el
de los liberales. Durante su primer gobierno
periódico El Liberal escribía:
(l903-1904), los liberales se unieron a los republicanos
Lo primero que se le ocurre al que examina la composición en una violenta campaña anticlerical y anticonservadora.
del nuevo Ministerio y recuerda los antecedentes de algunos A pesar de la creciente crítica política al sistema de
ministros es que no han pasado tres, sino treinta años desde
que perdimos las colonias. Juntos están, dentro del mismo los partidos turnantes, y el aumento de diputados
Gabinete, varios hombres públicos de los que, la radical republicanos, y hasta socialistas, los años que siguieron
incompatibilidad de sus respectivas ideas, más al «desastre» colonial del 98 no llevaron a una quiebra
contribuyeron a la preparación del Desastre. Juntos política que afectase a la monarquía, a pesar de la difícil
suscribieron el arrogante ultimatum enviado a míster situación en que se vio envuelta la oligarquía, en buena
Woodford y juntos firmaron, ocho meses después, la
vergonzosa paz con los Estados Unidos.12 medida porque los sectores populares antimonárquicos

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Desastre, realidad, regeneracionismo. España y el 98
no tuvieron la unidad ni la madurez suficiente para krausistas, historicistas y tradicionales—, estrechamente
lograrlo. No será hasta l917 que se produzca la quiebra conectada con la realidad social.18
del sistema de la Restauración. Después del desastre A partir del 98, la clase política también se adscribe
militar en Marruecos, el propio monarca Alfonso XIII a la corriente regeneracionista buscando un
tendrá que recurrir a un gobierno militar dictatorial con rejuvenecimiento de imagen. Los conservadores
Miguel Primo de Rivera. Y la monarquía de fueron los primeros que exigieron la regeneración y,
Alfonso XIII no caerá hasta abril de l931, con el triunfo por tanto, los que sacaron buen provecho de ello.
republicano.

Repercusión en la economía
Presión de los sectores intelectuales.
Regeneracionismo y modernidad La modernidad entraba a través de las
transformaciones económicas. Era necesario reformar
El término regeneracionismo, dice José Mª Jover, la sociedad utilizando para ello los adelantos técnicos
es impreciso y ambiguo. «Cubre con su realidad social, que estaban revolucionando a nivel mundial la
con su carga utópica e incluso con su adulteración desde economía y la vida de los pueblos.
el poder, buena parte de la vida pública española de Antes del 98, muchos sectores económicos temían
finales del siglo XIX y comienzos del XX».14 Tuñón de la pérdida de los mercados coloniales y consideraban
Lara opina que el término «es algo que está vinculado a que podría ocurrir una verdadera catástrofe
los movimientos de una burguesía media disconforme económica. Si bien algunas ramas de la economía se
al producirse la quiebra colonial del 98».15 Y agrega: vieron afectadas inicialmente, investigaciones recientes
«el sentido restringido de regeneracionismo supone una han demostrado que no fue la vida económica la más
crítica del sistema concreto del régimen salido de la impactada.
Restauración».16 El regeneracionismo no es una corriente Se la describe como «reorientación» o «viraje» del
popular, en tanto la intelectualidad que lo propaga capitalismo español.19 Esto se produce a través del
pretende hacer el bien al pueblo, pero sin contar con él. constante crecimiento de las inversiones (flujo de
Muchos sectores sociales inconformes con el sistema capital procedente de las colonias y penetración de
de la Restauración, clamaban por reformas o cambios capitales europeos, además de los 20 millones de
sustanciales; la pequeña y mediana burguesía urbana dólares-oro con los cuales los Estados Unidos
—de la cual se nutre fundamentalmente el sector de «indemnizaron» a España por la cesión de Puerto Rico
los intelectuales—, es la que primero se lanza al reclamo y Filipinas), de los adelantos técnicos que se
de regenerar la sociedad. Joaquín Costa será uno de introdujeron en la producción del hierro, textiles y
sus más tempranos propulsores. Esta corriente otros, y de la ampliación ferroviaria. Otro aspecto
regeneracionista venía desarrollándose desde la década sustancial ocurrido en los primeros años del siglo XX
de los 90, pero a partir de l898 creció la idea imperiosa fue el proceso de concentración industrial en algunos
de regenerar la sociedad en su conjunto. La educación sectores y la modernización del sector bancario, con
fue uno de los ámbitos en los que se reflejó el la aparición de nuevas relaciones entre la banca y la
movimiento regenerador, al ser fuertemente exigida la industria.
mejoría del sector. En l900 se creó el Ministerio de Los gobiernos trataron de beneficiar el desarrollo
Instrucción Pública y Bellas Artes, tantas veces reclamado económico después de la crisis colonial y se intentó
en el siglo XIX. Era consecuencia lógica del reformismo llegar a un equilibrio presupuestario. La orientación
posterior a l898.17 En los primeros años del siglo se de la política económica estuvo relacionada con el
llevaron a cabo varias reformas en la enseñanza primaria creciente aislamiento exterior y la progresiva
y universitaria. El antecedente de la reforma educacional diversificación estructural; una característica «por la
estuvo en la Institución Libre de Enseñanza, fundada que transcurrirá la economía española durante muchos
en l876; los institucionistas fueron los principales años».20
impulsores de los cambios. Se introdujeron novedades Ante esta modernización económica, hay que tener
europeas, como la educación popular a través de la en cuenta el mantenido retraso de la agricultura, tanto
Extensión Universitaria. En l907 se creaba la Junta de en la posesión de la tierra —con el mantenimiento
Ampliación de Estudios e Investigación. del gran latifundio—, como por las formas de su
Como corriente ideológica, el regeneracionismo explotación. Este hecho influyó desfavorablemente
tenía una orientación reformista, predominantemente en la industria, en la medida en que no se generó un
positivista —aunque con sólidas aportaciones amplio mercado nacional. No será hasta muchas

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Aurea Matilde Fernández Muñiz
décadas después, que penetre el capitalismo en el 4. Jesús Pavón, «El 98, acontecimiento internacional», Días de ayer.
campo español. Historias e historiadores contemporáneos, Barcelona, l963.
Frente a esta apreciación del «no-desastre» 5. Rosario de la Torre, «Los noventa y ocho», Historia l6, ob. cit.,
económico como resultado del 98, hay que agregar p. 49.
que Cuba siguió siendo un lugar preferido para la 6. Jean-François Botrel y Jean-Mitchel Devois, «Las condiciones de
emigración española hacia América. Las propiedades la producción cultural», en Carlos Serrano y Sergue Salaum, eds.,
de los españoles no sufrieron afectaciones con la l900 en España, ob. cit., p. 35.
terminación del dominio colonial sobre la Isla. Se 7. Jaume Vicens Vives, Historia de España, t. V, Ed. Vicens Vives,
mantuvieron y ampliaron las asociaciones regionales y Barcelona, l961.
el Casino Español de La Habana siguió siendo el gran 8. En esta idea coinciden muchos autores, además de Vicens Vives,
centro español de la Isla, al cual se sumaron sectores ob. cit.. Véase J. A. González Casanova, «Los nacionalismos y el
sociales cubanos acaudalados. Estado de la Restauración», Estudios de Historia Social, n. 28-29,
El gran temor de los políticos durante la guerra de l984.
Cuba había sido que la monarquía pudiera tambalearse 9. Antonio Elorza, «El nacionalismo vasco en la crisis del Estado
ante la derrota. No fue así, porque los partidos español», Cahiers du monde hipanique et lusobrasilien, n. 38, Caravelle,
tradicionales se unieron para defenderla. l982, p. 168.
El movimiento obrero, las luchas campesinas, los 10. Jaques Maurice, «Después del 98: el repliegue», en Carlos Serrano
altercados anticlericales y los partidos republicanos, y Sergue Salaum, eds., 1900 en España, ob. cit., p. 31.
generaban un estado de inestabilidad, pero no lo 11. M. Fernández Almagro, Historia política de la España contemporánea,
suficientemente fuerte como para atentar contra el t. 3, Alianza Editorial, Madrid, l968, p. l95.
poder de la Corona. La lucha de los nacionalismos 12. Citado por M. Fernández Almagro, ob. cit., p. 269.
introducía una nueva expectativa social y política, pero
aún no lo suficientemente articulada para incidir en el 13. Citado por Raymond Carr, España: de la Restauración a la
democracia, l875-1980, Ariel, Barcelona, l988, p. 107.
gobierno central.
No obstante, muchas de las gentes que vivieron el 14. José Mª Jover, «La época de la restauración. Panorama político-
social. 1875-1902», Historia de España, tercera parte del t. VIII,
año de la derrota y los siguientes, se sintieron ante la dirigida por Manuel Tuñón de Lara, Labor, Barcelona, l981, p. 384.
realidad de una España de segundo o tercer orden en
el concierto de las grandes naciones de la época. Y ello 15. Manuel Tuñón de Lara, Medio siglo de cultura española. l885-
1936, Tecnos, Madrid, l973, p. 57.
les hacía expresarse en forma derrotista y pesimista. El
«problema de España» se percibió por la mayoría de 16. Ibídem.
los intelectuales, como la necesidad de modernización 17. Jean-Louis Guereña, Las instituciones culturales: políticas educativas,
económica y política de una sociedad capitalista en Carlos Serrano y Sergue Salaum, eds., 1900 en España, ob. cit.,
sumamente atrasada y dependiente. Otro sector p. 59-71.
intelectual miraba hacia adelante y luchó denodadamente 18. José Mª Jover, ob. cit., p. 389 y Manuel Tuñón de Lara, ob. cit.,
por cambiar la realidad y la imagen de la sociedad de p. 57.
su tiempo. 19. Véase Jordi Maluqer de Motes, «De la crisis colonial a la guerra
El siglo XX que comenzaba presagiaba europea», La economía española en el siglo XX, Ariel, Barcelona, 1987,
enfrentamientos sociales mucho más profundos que y Manuel Tuñón de Lara, La España del siglo XIX, París, l961.
los ocurridos a lo largo del siglo XIX. 20. Jordi Maluqer de Motes, ob. cit., p. 63.

Notas
1. Carlos Serrano y Sergue Salaum, eds., 1900 en España, Espasa-
Calpe, Madrid, l991, p. 17.
2. Juan Antonio Díaz-Ambrona, La «reinvención» de España, citado
por Francisco Ayala en el artículo «Restauración y 98», El País, 6 de
octubre de l997.
3. Manuel Tuñón de Lara, «El salto del siglo, 1895-1905», Historia
l6, Siglo XX, n. l, Madrid, l983. ©
, 1998.

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