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Celebraciones

en Covadonga

Delegación de pastoral litúrgica

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2 91
I

L a Comunidad Cris%ana que vive en Asturias siempre ha


mirado a Covadonga como santuario de María. Envuelto en el manto
de una naturaleza grandiosa y hermosa, la Santa Cueva alberga su
imagen desde %empo inmemorial. Sin embargo, el mensaje cris%ano
constantemente recuerda que el verdadero santuario de Dios es una
persona, no un lugar. En un documento emanado del Pon%ficio Con-
sejo para la pastoral de los emigrantes e i%nerantes, “El Santuario -
Memoria, Presencia y Profecía del Dios vivo” del año 2001, se subra-
yan tres caracterís%cas que han de tener estos lugares privilegiados
para el encuentro con Dios:
“a) El santuario recuerda que la Comunidad Cris ana es fruto
de la inicia va de Dios. En el origen siempre se encuentra la fe del
pueblo cris%ano que reconoce la inicia%va de Dios. Las diversas eta-
pas del camino que nos lleva a él han de ser vividas como momentos
Ave in triumphiç Filii, de prepración para un encuentro; de este modo se convierte así en
In igniç Paracliti, lugar de acogida para todos.

In regni honore et lumine, b) El santuario recuerda la inicia va de Dios que se acoge con
acción de gracias. La acción de gracias con lleva tres pe%ciones:
Regina fulgenç gloria.
1) el perdón por los pecados,
2) el don de la fidelidad y
3) la ayuda necesaria para poder hacer de la vida un camino
de peregrino.
El modelo de gra%tud siempre es la Virgen María.
c) El santuario muestra que el sen do de asombro y acción de
gracias debe ir unido al compromiso con los demás.

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Hacia los santuarios, levantados a través del %empo en todos
los pueblos y en las más diversas geograBas, peregrina el ser hu- ÍNDICE
mano. Se siente movido, porque descubre en ellos, una presencia
especial, la fuerza de lo divino que se da a conocer. El pueblo cris-
Inicio de la peregrinación 7
%ano se sabe pueblo en camino, de ahí que la peregrinación sea re-
flejo de su ser más profundo, puesto que %ene la certeza de que Recepción de peregrinos 12
Dios se hace el encontradizo por los caminos de la historia. Celebración penitencial 15
La Iglesia que peregrina y se congrega junto al monte Auseva, Adoración eucarística 29
se siente y se sabe familia que %ene encomendada una misión: re-
construir en el corazón de cada hombre el rostro primi%vo de su ser
como imagen del Dios Amor. El medio para realizarlo, como se narra B :
en los Hechos de los Apóstoles, es la predicación de la Palabra, la
celebración de la EucarisDa y la comunión de bienes. A) Niños 45
En este año del Señor 2017 se inicia, en esta Iglesia diocesana, B) Jóvenes 50
un año jubilar, año de gozo, de acción de gracias, de renovación en la C) Ancianos 56
fe que culminará el próximo 2018, año en el que se cumple el primer
centenario de la coronación canónica de la San%na. D) Matrimonios 58

La Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacra- F) Familias 65


mentos, en el “Directorio sobre la piedad popular y la liturgia”, nos G) Enfermos 67
da una serie de pautas para vivir en profundidad este año de gracia y
H) Vehículos 71
salvación.
1º “El santuario es un lugar de oración, así la peregrinación es I) Ofrenda 74
un camino de oración. En cada una de las etapas, la oración deberá
alentar la peregrinación y la Palabra de Dios deberá ser luz y guía,
alimento y apoyo. L H
2º La par da de la peregrinación se debe caracterizar por un Vísperas 78
momento de oración, realizado… en el lugar que resulte mas adecua-
O 87
da.
3º La úl ma etapa del camino se debe caracterizar por una ora-
ción mas intensa; es aconsejable que cuando ya se divise el santuario,
el recorrido se haga a pie, procesionalmente, rezando, cantando y de

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teniéndose en las estaciones que pueda haber en ese trayecto.
4º La acogida de los peregrinos podrá dar lugar a una especie de
"liturgia de entrada", que sitúe el encuentro entre los peregrinos y los
encargados del santuario en el plano de la fe.
5º La permanencia en el santuario… se deberá caracterizar por el
compromiso de conversión, convenientemente ra ficado en el sacra-
mento de la reconciliación… la celebración de la Eucaris0a, culmina-
ción de la peregrinación.
6º La conclusión de la peregrinación se caracterizara por un mo-
mento de oración; los fieles darán gracias a Dios por el don de la pere-
grinación y pedirán al Señor la ayuda necesaria para vivir con un com-
promiso mas generoso la vocación cris ana, una vez que hayan vuelto
a sus hogares”.

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O
N .S . C

antina de Covadonga.
Tú brillas en la altura más bella que el sol
y nos muestras a Jesús,
-bendito fruto de tu vientre-
como hogar acogedor.
Sabiéndonos pobres en nuestra vida,
te pedimos nos ayudes a tomar por guía el Evangelio
animados con el gozo de la resurrección.
Reina de nuestra montaña:
Aviva en nosotros una entrega generosa,
que se haga caridad ardiente
como expresión sincera de fraterno amor.
Así los hijos de esta Iglesia
que peregrina en Asturias,
serán para ti corona de bendición
y nuestra tierra se llenará de la alegría del Señor.
Madre de Cristo:
Ruega por nosotros -ahora y en la hora de nuestra muerte-
para poder participar en el banquete del Hijo de tu Amor.

Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

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I !
Llegado los peregrinos al campo del “Repelao”, se inicia el tramo de la
peregrinación que llevará a los pies de la “San%na”, en la explanada
del “Pozón”, con la siguiente celebración.

El Celebrante, dirigiéndose al pueblo, dice:

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

El pueblo responde:

Amén.

A con%nuación saluda al pueblo.

La paz de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre


y la comunión del Espíritu Santo,
en este año jubilar que estamos celebrando,
estén con todos vosotros.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.

El Celebrante invita a bendecir y a alabar a Dios:

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Recepción y acogida de peregrinos Oración del centenario

Bajo la mirada de la “Santina” , peregrina de la fe, vamos a Oración


disponer el corazón para emprender el camino llenos de es-
peranza. Lo iniciamos alabando y glorificando al Señor
Un lector dice:
D ios omnipotente y misericordioso que para defensa del
pueblo cristiano nos has dado un maravilloso auxilio
en la bienaventurada Virgen María de Covadonga; concéde-
Gloria a ti, Señor, que perdonas nuestras culpas nos propicio, que combatiendo en la vida amparados por tal
y curas nuestras enfermedades. protección, podamos en la muerte obtener la victoria sobre
R./ Dad gracias al Señor porque es bueno, el maligno enemigo. Por nuestro Señor.
porque es eterna su misericordia.
Gloria a ti, Señor, misericordioso,
C "#
lento a la cólera y rico en amor.
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve
R./ Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia, a la vida eterna.

Gloria a ti, Señor, R.Amén.


Padre indulgente con tus hijos. Si preside la celebración un ministro ordenado la conclusión será:

R./ Dad gracias al Señor porque es bueno,


porque es eterna su misericordia. V/. El Señor esté con vosotros.

Luego el Celebrante, dirige a los peregrinos con una breve exhorta- R/ Y con tu espíritu.
ción con estas palabras u otras similares. V La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo † y Es-
Queridos hermanos, con la mirada fija en Jesús, a quien
píritu Santo, descienda sobre vosotros.
deseamos ver en los brazos de María, iniciemos la marcha
de nuestra peregrinación acudiendo al auxilio del Señor. R Amén.
V/ Podéis ir en paz.
Terminada la exhortación, el Celebrante dice la siguiente oración:
R Demos gracias a Dios
Oremos.
( Se hace un breve silencio)

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Vísperas Recepción y acogida de peregrinos

- defiéndenos en la lucha contra la maldad y las asechanzas h Dios, que en el seno virginal de María
del demonio. preparaste con arte inefable
el santuario de Cristo tu Hijo,
Tu amor omnipotente honró a la bienaventurada Virgen Ma- haz que, guardando íntegra
ría, venerada en medio de las montañas de Covadonga, co- la gracia del bautismo,
mo vértice de la hermosura humana y divina, lleguemos a ser adoradores tuyos en espíritu y verdad,
- concede que nuestros corazones se sientan atraídos hacia para ser edificados en templo de tu gloria.
ti. Por Cristo, nuestro Señor.
R/.Amén.
Creador de toda bondad y belleza. Tu misericordia nos ha La marcha se inicia cantando: “Mientras recorres la vida”.
concedido que la gloriosa Virgen María sea Auxilio de los
Cristianos, Concluido el canto se recitan las siguientes letanía en honor de la Vir-
gen Maria en el misterio de su coronación:
- ayúdanos con el poder del Espíritu Santo a vencer todo pe-
cado, y que en el Corazón Inmaculado de María se abra a Señor, ten piedad
todos la luz de la Esperanza. Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Tu bondad nos ha llenado de gozo con el nacimiento de San- Santa María
ta María Virgen, aurora que anunciaba ya el Sol de justicia, Santa Madre de Dios
- por su mediación sálvanos y salva a España. Santa Virgen de las vírgenes

Hija predilecta del Padre


Tu clemencia providente ha establecido a la Madre de Jesús Madre de Cristo Rey
y nuestra como Puerta del Cielo, Gloria del Espíritu Santo
- que Ella salga al encuentro de los fieles difuntos para que
Virgen Hija de Sión
consigan la patria del Paraíso. Virgen pobre y humilde
Virgen sencilla y obediente
Oremos ahora como Cristo, nuestro Señor, nos ha enseñado:
Esclava del Señor
Padre nuestro.
Madre del Señor
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Recepción y acogida de peregrinos Vísperas

Colaboradora del Redentor y su misericordia llega a sus fieles


Llena de gracia de generación en generación.
Fuente de hermosura
Conjunto de todas las virtudes Él hace proezas con su brazo:
Fruto escogido de la redención dispersa a los soberbios de corazón,
Discípula perfecta de Cristo derriba del trono a los poderosos
Imagen purísima de la Iglesia y enaltece a los humildes,
Mujer nueva a los hambrientos los colma de bienes
Mujer vestida de sol y a los ricos los despide vacíos.
Mujer coronada de estrellas
Auxilia a Israel, su siervo,
Señora llena de benignidad acordándose de la misericordia
Señora llena de clemencia
Señora nuestra -como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Alegría de Israel
Esplendor de la Iglesia
Honor del género humano Magníficat, ant. Nuestra esperanza era María: a Ella acudi-
Abogada de la gracia mos pidiendo auxilio para que nos librara, y ha venido a so-
Dispensadora de la piedad corremos.
Auxiliadora del pueblo de Dios P
Reina de la caridad
Acudamos a Dios Padre todopoderoso por Jesucristo Hijo
Reina de la misericordia
Reina de la paz suyo y de Santa María cuya advocación de Covadonga, Pa-
trona de Asturias, celebramos con gozo. Roguemos confia-
Reina de los ángeles
Reina de los patriarcas damente:
Reina de los profetas Que la llena de gracia interceda por nosotros.
Reina de los apóstoles ¡Oh Dios, nuestro refugio y fortaleza! Tú que en otro tiempo
Reina de los mártires
Reina de los confesores protegiste de manera singular en Covadonga a los fieles cris-
tianos que se hallaban en situación angustiosa.,
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Vísperas Recepción y acogida de peregrinos

L Reina de las vírgenes


Ap. 12, 1 Reina de todos los Santos

n gran signo apareció en el cielo: una mujer Reina concebida sin pecado original
Reina asunta a los cielos
vestida de sol, y la luna bajo sus pies y una co-
rona de doce estrellas sobre su cabeza. Reina del mundo
Reina del cielo
Reina del universo
R !"#$!# %# Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
R/ Alégrate, María, llena de gracia, * El Señor está contigo. perdónanos Señor.
Alégrate. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
escúchanos Señor.
V/ Bajo tu protección nos acogemos, Virgen clementísima. *
El Señor está contigo. Gloria al Padre. Alégrate. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Magníficat, ant. Nuestra esperanza era María: a Ella acudi-
Al llegar a la explanada del “pozón”, el sacerdote que recibe a los pe-
mos pidiendo auxilio para que nos librara, y ha venido a so- regrinos proclama el evangelio.
corremos.

CÁNTICO EVANGÉLICO Lectura del libro del Apocalipsis 12, 1. 10a.12

Magníficat Lc 1, 46-55 Una mujer coronada con doce estrellas

roclama mi alma la grandeza del Señor,


n gran signo apareció en el cielo: una mujer
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; vestida de sol, y la luna bajo sus pies y una
porque ha mirado la humildad de su esclava. corona de doce estrellas sobre su cabeza. Y oí
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, una gran voz en el cielo que decía: «Ahora se
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: ha establecido la salvación y el poder y el reinado de nuestro
su nombre es santo, Dios y la potestad de su Cristo. Por eso, estad alegres cielos
y los que habitáis en ellos».
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Recepción y acogida de peregrinos Vísperas

Palabra de Dios. Cán%co Ef 1, 3-10


R/ Te alabamos Señor.
Proclamado el Evangelio y después de un breve silencio, se da la bien-
venida a los peregrinos. Concluida la acogida se dice: B endito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en Cristo
con toda clase de bienes espirituales en los cielos.
I
Él nos eligió en Cristo
antes de la fundación del mundo,
Invoquemos a Cristo Señor del mundo, confiados en la inter-
para que fuésemos santos
cesión de su Madre, que brilla en la altura mas bella que el e intachables ante él por el amor.
sol. Digamos juntos:
Él nos ha destinado por medio de Jesucristo,
R Que tu Madre, Señor, interceda por nosotros. según el beneplácito de su voluntad,
Sálvanos, Señor, por tu encarnación. a ser sus hijos, para alabanza de la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido en el Amado.
Sálvanos, Señor por tu nacimiento en Belén.
Sálvanos, Señor, por tu presentación en el templo. En él, por su sangre, tenemos la redención,
Sálvanos, Señor, por tu santo bautismo. el perdón de los pecados,
Sálvanos, Señor, por tu pasión y tu cruz. conforme a la riqueza de la gracia
que en su sabiduría y prudencia
Sálvanos, Señor, por tu muerte y sepultura. ha derrochado sobre nosotros,
Sálvanos, Señor, por tu santa resurrección. dándonos a conocer el misterio de su voluntad:
Sálvanos, Señor, por tu gloriosa ascensión.
El plan que había proyectado realizar por Cristo
Sálvanos, Señor, por el don del Espíritu Santo, en la plenitud de los tiempos:
Sálvanos, Señor, por habernos dado por Madre a María. recapitular en Cristo todas las cosas
del cielo y de la tierra.
Sálvanos, Señor, cuando vengas en tu gloria.
-Concede al Papa N., vida y salud y protégelo en la Santa Ant. 3. La vieron las doncellas y la aclamaron dichosísima, y
las reinas la colmaron de alabanzas.
Iglesia como guía y pastor del pueblo de Dios.
R Interceda por él (ellos) tu Madre.

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Vísperas Recepción y acogida de peregrinos

Ant. Fortaleza y decoro son su vestido; en su lengua gobier- -Acrecienta en nuestro Obispo N., la caridad sacerdotal para
na la ley de la bondad. que sea buen pastor en el cuidado solícito de su pueblo.
-Ilumina las mentes de los gobernantes en la búsqueda del
Ant. 2. Se le ha dado la gloria del Líbano, la belleza del Car-
melo y del Sarón. bien común, de la paz y la justicia.
Salmo 126 -Escucha el llanto de los que sufren, el grito de los persegui-
dos, el ruego de la víctimas inocentes.
-Mueve a la conversión a cuantos se han alejado de ti por
S i el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
culpa propia o por los escándalos ajenos.

en vano vigilan los centinelas. -Muestra la luz de tu rostro a cuantos te buscan con sinceri-
dad de corazón.
Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde, Padre nuestro.
que comáis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
h Dios, tú has manifestado al mundo
La herencia que da el Señor son los hijos; en los brazos de la Virgen Madre a tu Hijo,
su salario, el fruto del vientre: gloria de Israel y luz de los pueblos;
son saetas en manos de un guerrero haz que en la escuela de María
los hijos de la juventud.
afiancemos nuestra fe en Cristo
Dichoso el hombre que llena con ellas su aljaba: y reconozcamos en él al único mediador
No quedará derrotado cuando litigue y salvador de los hombres.
con su adversario en la plaza. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
R Amén.
Ant. Se le ha dado la gloria del Líbano, la belleza del Carme-
lo y del Sarón. Se concluya con el canto “Bendita la Reina” y se recita la oración del
jubileo.
Ant. 3. La vieron las doncellas y la aclamaron dichosísima, y
las reinas la colmaron de alabanzas.

80 13
Recepción y acogida de peregrinos Vísperas

y al Verbo de Dios eterno,


que de la Virgen María
antina de Covadonga. quiso nacer en el tiempo,
Tú brillas en la altura más bella que el sol y al Espíritu Paráclito
y nos muestras a Jesús, igual alabanza demos. Amén.
-bendito fruto de tu vientre-
como hogar acogedor.
Ant. l. Fortaleza y decoro son su vestido; en su lengua go-
bierna la ley de la bondad.
Sabiéndonos pobres en nuestra vida,
te pedimos nos ayudes a tomar por guía el Evangelio Salmo 121
animados con el gozo de la resurrección.
ué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Reina de nuestra montaña: Ya están pisando nuestros pies
Aviva en nosotros una entrega generosa, tus umbrales, Jerusalén.
que se haga caridad ardiente
como expresión sincera de fraterno amor. Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Así los hijos de esta Iglesia Allá suben las tribus,
que peregrina en Asturias, las tribus del Señor,
serán para ti corona de bendición
y nuestra tierra se llenará de la alegría del Señor. según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
Madre de Cristo: en ella están los tribunales de justicia,
Ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte, en el palacio de David.
para poder participar en el banquete del Hijo de tu Amor. Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios».
Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.
14 79
VRSTU VS
I

Dios mío ven en mi auxilio.


RSeñor, date prisa en socorrerme
C / !
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén (Aleluya). "Los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen de la mise-
ricordia de Dios el perdón de los pecados cometidos contra Él y, al mismo
HW tiempo, se reconcilian con la Iglesia, a la que ofendieron con sus pecados.
endita la Reina de nuestra montaña, Ella les mueve a conversión con su amor, su ejemplo y sus oraciones" (LG 11).
que tiene por trono la cuna de España
La conversión a Cristo, el nuevo nacimiento por el Bautismo, el don del
y brilla en la altura más bella que el sol.
Es Madre y es Reina. Venid, peregrinos, Espíritu Santo, el Cuerpo y la Sangre de Cristo recibidos como alimento nos
que ante Ella se aspiran amores divinos, han hecho "santos e inmaculados ante él" (Ef 1,4), como la Iglesia misma,
y en Ella está el alma del pueblo español. esposa de Cristo, es "santa e inmaculada ante él" (Ef 5,27). Sin embargo, la
vida nueva recibida en la iniciación cristiana no suprimió la fragilidad y la
Dios te salve, Reina y Madre debilidad de la naturaleza humana, ni la inclinación al pecado que la tradi-
del pueblo que hoy te corona, ción llama concupiscencia, y que permanece en los bautizados a fin de que
y en los cánticos que entona sirva de prueba en ellos en el combate de la vida cristiana ayudados por la
te da el alma y corazón. gracia de Dios (cf DS 1515). Esta lucha es la de la conversión con miras a la
santidad y la vida eterna a la que el Señor no cesa de llamarnos (Cf. LG 40).
Causa de nuestra alegría,
vida y esperanza nuestra, Cristo instituyó el sacramento de la Penitencia en favor de todos los
bendice a la Patria y muestra miembros pecadores de su Iglesia, ante todo para los que, después del Bau-
que sus hijos tuyos son. tismo, hayan caído en el pecado grave y así hayan perdido la gracia bautis-
mal y lesionado la comunión eclesial. El sacramento de la Penitencia ofrece a
A Dios Padre omnipotente éstos una nueva posibilidad de convertirse y de recuperar la gracia de la jus-
gloria y honor tributemos tificación.
por los siglos de los siglos,
78 15
Celebración del Sacramento de la Penitencia

consagrada (cf SC 98); todos los fieles según sus posibilidades.


El perdón de los pecados reconcilia con Dios y también con la Iglesia. El
Obispo, cabeza visible de la Iglesia particular, es considerado, por tanto, con Las lecturas y oraciones de la Liturgia de las Horas constituyen un ma-
justo título, desde los tiempos antiguos como el que tiene principalmente el nantial de vida cristiana. Esta se nutre de la mesa de la sagrada Escritura y
poder y el ministerio de la reconciliación: es el moderador de la disciplina de las palabras de los santos, y se robustece con las plegarias. Pues sólo el
penitencial (LG 26). Los presbíteros, sus colaboradores, lo ejercen en la me- Señor, sin el cual nada podemos hacer [Cf. Jn 15, 5], y a quien acudimos con
dida en que han recibido la tarea de administrarlo sea de su Obispo (o de un nuestros ruegos, puede dar a nuestras obras la eficacia y el incremento [Cf.
superior religioso) sea del Papa, a través del derecho de la Iglesia (Cf. CIC SC 86], para que diariamente seamos edificados como morada de Dios por el
can 844; 967-969, 972; CCEO can. 722,3-4). Espíritu [Cf. Ef 2, 21-22], hasta que lleguemos a la medida de Cristo en su
plenitud [Cf. Ef 4, 13], y redoblemos las energías para llevar la buena nueva
de Cristo a los que están fuera [Cf. SC 2]. En la peregrinación a Covadonga, y
en el marco del año jubilar, siempre es ocasión buen para celebrar la alaban-
za divina. Se propone el oficio votivo de vísperas de la solemnidad de Ntra.
Sra. de Covadonga.

16 77
Celebración del Sacramento de la Penitencia

RITOS INICIALES
C $ #
“Danos un corazón” (Hombres nuevos).

S 4 5#
Concluido el canto, el que preside la celebración comienza diciendo:
CELEBRACIÓN
V/ En el nombre del Padre , y del Hijo, y del Espíritu
DE LA Santo.
LITURGIA DE LAS HORAS R/ Amén.
Luego saluda a los presentes, diciendo:

V/ La gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de


Vísperas Jesucristo, nuestro Salvador, estén con todos vosotros
R/ Y con tu espíritu.
La Liturgia de la Horas es la oración pública de la Iglesia en la cual los
fieles (clérigos, religiosos y laicos) ejercen el sacerdocio real de los bau%za-
dos. En ella la Iglesia, desempeñando la función sacerdotal de Cristo, su ca- M#$% %6$ %$% % 4
beza, ofrece a Dios, sin interrupción [Cf. lTs 5, 17], el sacrificio de alabanza, La prueba más grande de que Dios nos ama la tenemos en
es decir, el fruto de unos labios que profesan su nombre [Cf. Hb 13, 15]. Es su misericordia. En ella el Señor se da a sí mismo, por siem-
“la voz de la misma Esposa que habla al Esposo; más aún: es la oración de
pre y gratuitamente. Viene en nuestra ayuda cuando lo invo-
Cristo, con su cuerpo, al Padre” [SC 84]“.
camos. El auxilio que invocamos es ya el primer paso de la
La Liturgia de las Horas está llamada a ser la oración de todo el Pueblo misericordia de Dios hacia nosotros. El viene a salvarnos de
de Dios. En ella Cristo mismo "sigue ejerciendo su función sacerdotal a tra-
la condición de debilidad en que vivimos. Y su auxilio con-
vés de su Iglesia" (SC 83); pues cada miembro par%cipa en ella según su lu-
siste en permitimos captar su presencia, siempre fuente de
gar propio en aquella y las circunstancias de su vida: los sacerdotes, porque
son llamados a permanecer asiduos en la oración y el servicio de la Palabra
perdón.
(cf. SC 86 y 96; PO 5); los religiosos y religiosas por el carisma de su vida
76 17
Celebración del Sacramento de la Penitencia Bendición de la ofrenda

que celebramos en esta festividad,


Para ser capaces de recibir su misericordia y de transmi-
tirla a los demás, escucha la Palabra de Dios. En ella se nos reciban con abundancia el rocío celestial de tu gracia,
recordará que estamos destinados a ser sus hijos y que, aun- para que busquen siempre las cosas celestiales
que lo hayamos abandonado por nuestros pecados, Él nos y progresen continuamente en la caridad.
espera siempre con los brazos abiertos, llenos de amor y mi- Por Jesucristo nuestro Señor.
sericordia. R.Amén.
A continuación el que preside recita la siguiente oración con las manos
extendidas: Seguidamente se pueden incensar los dones. Concluida la bendición, se
inicia la procesión hacia la Santa Cueva. El diácono dirá:
O %6$
Oremos Marchemos en paz.

S eñor, Dios todopoderoso, tú eres el Padre de todos.


Tú has creado a los hombres
para que vivan en tu casa y alaben tu gloria.
R En el nombre de Cristo. Amén.

Y se inicia la procesión.
Abre nuestros corazones para escuchar tu voz.
Y, pues nos hemos apartado de ti por el pecado,
haz que volvamos a ti de todo corazón
y te reconozcamos como nuestro Padre,
lleno de misericordia para todos los que te invocan.
Corrígenos para que nos apartemos del mal
y perdónanos nuestras faltas.
Danos la alegría de tu salvación para que,
retornando juntos a ti, nos alegremos
en el banquete de tu casa, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
R/ Amén.
Comienza la Liturgia de la Palabra en la que se pueden utilizar las lecturas
que a continuación se proponen:

18 75
Celebración del Sacramento de la Penitencia

LITURGIA DE LA PALABRA

7 P %: 4

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses


Col 3,8-10
BENDICIÓN DE LA OFRENDA

En la solemnidad de Ntra. Sra. de Covadonga, concluida la oración colecta, y


A hora deshaceos también vosotros de todo eso: ira, co-
raje, maldad, calumnias y groserías, ¡fuera de vuestra
boca! ¡No os mintáis unos a otros!; os habéis despojado del
una vez que depositaron a los pies de la Virgen la ofrenda, el Sr. Arzobispo
hombre viejo, con sus obras, y os habéis revestido de la nue-
dice la siguiente bendición. Comienza diciendo:
va condición que, mediante el conocimiento, se va renovan-
El Señor, creador del cielo y de la tierra, que en todas partes do a imagen de su Creador.
manifiesta su gloria y su bondad, encomienda a su Iglesia la Palabra de Dios.
bendición de las ofrendas del pueblo cristiano, por humildes
que sean, para que todos los que los usen piadosamente, in- S 4:# !"#$!# % 4 Sal 36 (35), 6-13.
vocando el nombre de la Santísima Virgen, se sientan atraí- R/ Señor, tu misericordia es eterna.
dos hacia los bienes del cielo y bendigan a Dios, el única que
hace maravillas y siempre admirable en sus santos. Señor, tu misericordia llega al cielo,
tu fidelidad hasta las nubes;
Dice seguidamente
tu justicia es como las altas cordilleras,
Oremos tus juicios son como el océano inmenso.
endito seas, Dios nuestro, Tú socorres a hombres y animales. R/
que todo lo llenas con tu bendición;
¡Qué inapreciable es tu misericordia, oh, Dios!,
dígnate conceder a tus servidores
los humanos se acogen a la sombra de tus alas;
que, al servirse con gratitud
se nutren de lo sabroso de tu casa,
de estos bienes creados por ti,
les das a beber del torrente de tus delicias,
en memoria y por intercesión de
porque en ti está la fuente viva,
Nuestra Señora de Covadonga
y tu luz nos hace ver la luz. R/

74 19
Celebración del Sacramento de la Penitencia Bendición de vehículos

Prolonga tu misericordia con los que te reconocen, Luego dice:


tu justicia con los rectos de corazón. Y la bendición de Dios todopoderoso,
Que no me pisotee el pie del soberbio, Padre, Hijo + y Espíritu Santo,
que no me eche fuera la mano del malvado. descienda sobre vosotros.
Han fracasado los malhechores; derribados, R.Amén.
no se pueden levantar. R/
El celebrante concluye diciendo:

E $B 4%# Podéis ir en paz.


R Demos gracias a Dios.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas Lc 7,36-50

n aquel tiempo, un fariseo rogaba a Jesús que


fuera a comer con él y, entrando en casa del fa-
riseo, se recostó a la mesa.
En esto, una mujer que había en la ciudad, una
pecadora, al enterarse de que estaba comiendo
en casa del fariseo, vino trayendo un frasco de alabastro
lleno de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies, llo-
rando, se puso a regarle los pies con las lágrimas, se los en-
jugaba con los cabellos de su cabeza, los cubría de besos y
se los ungía con el perfume.
Al ver esto, el fariseo que lo había invitado se dijo: «Si
este fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la
que lo está tocando, pues es una pecadora».
Jesús respondió y le dijo: «Simón, tengo algo que decir-
te».

20 73
Bendición de vehículos Celebración del Sacramento de la Penitencia

ijo Jesús a sus discípulos: Él contestó: «Dímelo, Maestro».


—«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Na- Jesús le dijo: «Un prestamista tenía dos deudores: uno le
die va al Padre, sino por mí.» debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no te-
nían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de ellos le
Palabra del Señor.
mostrará más amor?».
RTe alabamos Señor. Respondió Simón y dijo: «Supongo que aquel a quien le
El sacerdote , con las manos extendidas dice la oración de bendición: perdonó más».
Oremos Le dijo Jesús: «Has juzgado rectamente».

D ios todopoderoso, creador del cielo y la tierra,


que, en tu gran sabiduría,
encomendaste al hombre hacer cosas grandes y bellas,
Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta
mujer? He entrado en tu casa y no me has dado agua para los
pies; ella, en cambio, me ha regado los pies con sus lágrimas
te pedimos por los que usen estos vehículos: y me los ha enjugado con sus cabellos. Tú no me diste el be-
que recorran su camino con precaución y seguridad, so de paz; ella, en cambio, desde que entré, no ha dejado de
eviten toda imprudencia peligrosa para los otros, besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento;
y, tanto si viajan por placer o por necesidad, ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por eso
experimenten siempre la compañía de Cristo, te digo: sus muchos pecados han quedado perdonados, por-
que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. que ha amado mucho, pero al que poco se le perdona, ama
R.Amén poco».
Rocía, en silencio con agua bendita, el vehículo. Y a ella le dijo: «Han quedado perdonados tus pecados».
Los demás convidados empezaron a decir entre ellos:
CONCLUSIÓN DEL RITO
«¿Quién es este, que hasta perdona pecados?».
El sacerdote concluye el rito, diciendo:
Pero él dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado, vete en
El Señor os guíe en vuestros desplazamientos, paz».
para que hagáis en paz vuestro camino Palabra del Señor.
y lleguéis a la vida eterna.
R/ Gloria a ti, Señor Jesús.
R.Amén.

72 21
Celebración del Sacramento de la Penitencia
Bendición de vehículos

Concluido el evangelio, el que preside puede hacer una breve HOMILÍA


con el fin de motivar e iluminar el examen de conciencia previo a la confe-
sión individual. 6
Para ello se pueden tener en cuenta las ideas que a continuación se su-
gieren.

BENDICIÓN DE VEHÍCULOS
S B $ % !" 4 G#:%4H

• En el marco general de la peregrinación preparación desea- R


mos experimentar la eterna y gran misericordia del Padre, por El sacerdote dice:
Cristo, rostro vivo de la misericordia del mismo y en el Espíritu En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Santo, amor entrañable del Padre y del Hijo. Todos se san%guan y responden:
• En la lectura primera el apóstol san Pablo de vida nos pre- Amén.
senta toda un programa para renovar nuestra vida cristiana: Re- Luego el sacerdote saluda a los presentes, diciendo:
vivir nuestro bautismo para despojarnos de la vieja condición El Señor, que es el camino, y la verdad, y la vida,
humana con sus malas obras y revestirnos de la nueva condición esté con todos vosotros.
a imagen de Dios. Nuestro uniforme debe ser: la misericordia Todos responden:
entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura y la comprensión. Y con tu espíritu.
Luego el sacerdote sigue diciendo:
• El Señor, movido de la misericordia, nos ha perdonado: ha-
gamos lo mismo. Pidamos al Señor que bendiga a los que han trabajado en la
construcción de este medio de transporte y proteja con su
• Jesús es la misericordia viva, visible del Padre misericordio- ayuda a los usuarios
so, que lo envió al mundo para revelarnos su amor. Toda su per-
sona revela la misericordia de Dios. El perdón de los pecados es L P D
el punto culminante de la obra salvadora Luego el lector, uno de los presentes o el mismo celebrante, lee un texto de
• Jesús perdona a la mujer pecadora: «Han quedado per- la sagrada Escritura.
donados tus pecados». Su alegría fue grande, como lo es para Jn 14, 6-7: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida
nosotros, cuando el sacerdote pronuncia la absolución «en la
Persona de Cristo». Le dice: «Tu fe te ha salvado, vete en paz». Escuchad ahora, hermanos, las palabras del santo Evangelio
según san Juan.
22 71
Bendición de los enfermos Celebración del Sacramento de la Penitencia

S eñor, Dios nuestro,


que enviaste al mundo a tu Hijo
para que sobrellevara nuestros sufrimientos
• El sacramento de la Penitencia como signo sensible y eficaz
del Dios Padre misericordioso a la espera de la vuelta de los pe-
cadores a la casa que es la Iglesia.
y aguantara nuestros dolores, • El sacramento de la Eucaristía es la culminación de la recon-
te pedimos por nuestros hermanos enfermos; ciliación con la Iglesia y con Dios.
dales paciencia y fortaleza, reanima su esperanza;
que, con tu bendición, lleguen a superar la enfermedad EI : $ 5 #$ % $ % - P !
y, con tu ayuda, alcancen un completo restablecimiento.
Por Jesucristo, nuestro Señor. ◦ ¿Me preocupo de colaborar en la búsqueda de los que
viven alejados de Cristo y su Iglesia?
R.Amén.
◦ ¿Valoro a los demás y sus necesidades, o me despreo-
Sigue la celebración con la presentación de los dones
cupo de todos pensando que bastante tengo yo con mis pro-
RITO DE CONCLUSIÓN blemas?
El sacerdote concluye la celebración eucarís%ca, diciendo vuelto hacia ◦ Mi relación con Dios ¿es de amor desinteresado o solo
los enfermos: me acuerdo de él cuando necesito algo?
Que Dios Padre os bendiga. R.Amén. ◦ ¿Cómo uso los bienes espirituales y materiales que
Que el Hijo de Dios os devuelva la salud. R.Amén. Dios me ha dado?
Que el Espíritu Santo os ilumine. R.Amén. ◦ En la confesión, ¿me mueve de verdad el amor de Dios,
Finalmente bendice a todos los presentes, añadiendo: el arrepentimiento por mis pecados?; ¿o voy únicamente por
Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes, temor, para quedarme tranquilo, sin un verdadero propósito
os bendiga Dios todopoderoso, de agradecer con mi vida la misericordia de Dios, mi Padre?
Padre, Hijo + y Espíritu Santo.
◦ ¿Cómo reacciono ante las necesidades de los demás?
R.Amén. ¿Imito a Jesús en su misericordia hacia todos, hacia los po-
El celebrante concluye diciendo: bres, los hambrientos, los enfermos?
Podéis ir en paz. ◦ ¿Caigo en la cuenta de que si vivo como cristiano,
R Demos gracias a Dios. miembro de la Iglesia, es porque he sido objeto de la miseri-
cordia de Jesucristo, que me ha elegido?
70 23
Celebración del Sacramento de la Penitencia
Bendición de los enfermos

◦ ¿Me molestan mucho las personas que no piensan o no La misa sigue con el acto penitencial.

hacen las cosas como yo, y las rechazo o las critico? Después de la proclamación del evangelio, el sacerdote, según las cir-
cunstancias, exhorta brevemente a los presentes, explicándoles la lectura
◦ ¿Me considero más digno de formar parte de la Iglesia bíblica, para que perciban por la fe el significado de la celebración.
que los demás? ¿Miro por encima del hombro a los que no Concluida la homilía, se recita el Credo los domingos y solemnidades,
son como yo o no tienen las mismas posibilidades en la vi- en caso contrario se pasa ya a la oración de los fieles y bendición de los en-
da? fermos.

◦ ¿Vivo el amor de Dios y su misericordia de tal manera PRECES


que sea testigo de esa misericordia de Dios para los vienen
de otras culturas o religiones? Llenos de confianza, pidamos a Jesús, el Señor, que consuele
con su gracia a nuestros hermanos enfermos, y digámosle
◦ ¿Me dejo llevar por los celos y la envidia hacia los de- suplicantes:
más y desde ahí los critico hablando mal de ellos?
R. Atiende con bondad, Señor, a estos enfermos.
◦ ¿Estoy dispuesto a perdonar de verdad a quienes me
Tú que viniste al mundo como médico de los cuerpos y de
han ofendido y así ser testigo de la misericordia de Dios?
las almas, para curar nuestras enfermedades. R.
◦ ¿Busco tiempo para escuchar en profundidad la Palabra
Tú que, como un hombre de dolores, soportaste nuestros su-
de Dios y participar en la Eucaristía (especialmente el do-
frimientos y aguantaste nuestros dolores. R.
mingo) y así poder contemplar la bondad divina y asumirla
como propio estilo de vida? Tú que quisiste parecerte en todo a tus hermanos, para mani-
festarte compasivo. R.
◦ ¿Practico las obras de misericordia: dar de comer al
hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, aco- Tú que quisiste experimentar la debilidad de la carne, para
ger al forastero, asistir a los enfermos, visitar a los presos, librarnos del mal. R.
enterrar a los muertos, dar consejo al que lo necesita, ense- Tú que tuviste a tu Madre junto a la cruz, compartiendo tus
ñar al que nos sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, sufrimientos, y nos la diste por madre. R.
perdonar las ofensas, soportar con paciencia a las personas
Tú que quieres que completemos en nuestra carne tus dolo-
molestas, rogar a Dios por los vivos y difuntos?
res, sufriendo por tu cuerpo, que es la Iglesia. R.
Tras unos breves momentos SILENCIO, prosigue el rito sacramental de re- El sacerdote, extendiendo las manos sobre todos los enfermos, dice la ora-
conciliación. ción de bendición:

24 69
Bendición de enfermos Celebración del Sacramento de la Penitencia

RITO DE RECONCILIACIÓN
6 Nuestro Dios es un Dios de misericordia, que nos acoge
de nuevo como el padre acoge al hijo que vuelve de lejos.
BENDICIÓN DE ENFERMOS Confesad ahora, hermanos, vuestros pecados y orad unos por
otros para que os salvéis.
RITOS INICIALES Todos juntos dicen: Yo confieso…
Pidamos humildemente a Dios misericordioso que perdo-
Reunida la asamblea, el sacerdote dice:
ne nuestros pecados y nos limpie de toda iniquidad.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
– Porque hemos vivido lejos de ti con la mente y el cora-
Todos se san%guan y responden:
zón.
Amén.
R/ Ten misericordia de nosotros, Señor.
Luego el sacerdote saluda a los enfermos y a los presentes, diciendo:
– Porque nos hemos olvidado de tu amor.
La paz del Señor sea siempre con vosotros.
Todos responden:
R/ Ten misericordia de nosotros, Señor.
Y con tu espíritu. – Porque hemos sido egoístas en vez de preferir el bien de
El sacerdote dispone a los enfermos y a los presentes a recibir la bendición nuestros hermanos.
con estas palabras u otras semejantes:
R/ Ten misericordia de nosotros, Señor.
Jesús, el Señor, que pasó haciendo el bien y curando todas – Porque hemos tardado en perdonar a nuestros hermanos.
las dolencias y enfermedades, encomendó a sus discípulos
que cuidaran de los enfermos, que les impusieran las manos R/ Ten misericordia de nosotros, Señor.
y que los bendijeran en su Nombre. En esta celebración, en- – Porque nos hemos olvidado de tu misericordia, que nos
comendaremos a Dios a nuestros hermanos enfermos, para recibe siempre.
que los ayude a soportar con paciencia los sufrimientos del R/ Ten misericordia de nosotros, Señor.
cuerpo y del espíritu, sabiendo que si son compañeros de
Ahora, como Jesús nos enseñó, invoquemos a nuestro Pa-
Cristo en el sufrir, también lo serán en el buen ánimo.
dre para que perdone nuestros pecados:
Pidamos perdón por nuestros pecados.
68 25
Celebración del Sacramento de la Penitencia Bendición de enfermos

Todos juntos dicen: y den testimonio de la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Padre nuestro que estás en el cielo…... R.Amén.
Y se concluye con la siguiente oración:
Si parece más oportuno, la oración de bendición puede decirse al final de la celebra-

D ios y Padre nuestro,


que nos has predestinado a ser hijos adoptivos
para que fuésemos santos en tu presencia
ción de la misa, después de la invitación:

Inclinaos para recibir la bendición.


y viviésemos con gozo en tu casa, Después de la oración de bendición, el celebrante añadirá siempre:
recíbenos y consérvanos en tu amor, Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espí-
para que vivamos con alegría y caridad en tu santa Iglesia. ritu Santo, descienda sobre vosotros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/ Amén.

C
Los sacerdotes que participan en la celebración van al confesionario res-
pectivo y los penitentes se acercan individualmente a confesarse. Mientras
tanto puede sonar suavemente una música ambiental.

A
Una vez concluidas las confesiones, el sacerdote que preside la celebra-
ción, invita a la A # y a la práctica de las buenas obras, con
las que se manifiesta la gracia de la penitencia, tanto en la vida personal
como en la de la comunidad.
Para ello se puede rezar una oración o cantar un canto de acción de gracias.
Después se hace la oración final

26 67
Bendición de las familias Celebración del Sacramento de la Penitencia

Tú que hiciste de tu santa familia un modelo admirable de O %6$ F%$ 4


oración, de amor y de cumplimiento de la voluntad del Padre,
Oremos.
— santifica esta familia con tu gracia y cólmala de tus dones.
R.

Tú que amaste a tus parientes y fuiste amado por ellos,


S eñor Jesucristo,
rico en misericordia y generoso en el perdón,
que quisiste aceptar la debilidad de la carne
— afianza a todas las familias en el amor y la concordia. R. para que nosotros siguiéramos tu ejemplo de humildad
Tú que en Caná de Galilea alegraste los comienzos de una y fuésemos fuertes en la prueba:
familia, al hacer tu primer signo, convirtiendo el agua en haz que conservemos siempre los bienes
vino,
que hemos recibido de ti, y que, por la penitencia,
— alivia los sufrimientos y preocupaciones de esta familia y
conviértelos en alegría. R. nos levantemos cada vez que caemos en el pecado
y podamos cantar tu infinita misericordia.
Tú que, velando por la unidad de la familia, dijiste: «Lo que
Dios ha unido, que no lo separe el hombre», Por Jesucristo, nuestro Señor.
— guarda a estos esposos siempre unidos con el vínculo in-
destructible de tu amor. R. R/ Amén
El celebrante, extendiendo las manos sobre los miembros de la familia, prosi-
gue a con%nuación: RITO DE CONCLUSIÓN

O h, Dios,
creador y misericordioso restaurador de tu pueblo,
que quisiste que la familia,
B $5% %6$
El Señor esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.
constituida por la alianza nupcial,
fuera signo de Cristo y de la Iglesia, El Señor dirija vuestros corazones
derrama la abundancia de tu bendición sobre estas familias, en la misericordia de Dios y en la espera de Cristo.
reunida en tu Nombre, R/ Amén.
para que quienes en ellas viven unidos por el amor Para que podáis caminar con una vida nueva
se mantengan fervientes en el espíritu y agradar a Dios en todas las cosas.
y asiduos en la oración, se ayuden mutuamente, R/ Amén.
contribuyan a las necesidades de todos Y que os bendiga Dios todopoderoso,
66 27
Celebración del Sacramento de la Penitencia Bendición de Llas familias

Padre , Hijo y Espíritu Santo.


R/ Amén.

D !" 5%5
5
El Señor ha perdonado vuestros pecados.
Podéis ir en paz. BENDICIÓN DE LAS FAMILIAS
R/ Demos gracias a Dios.

Después de la lectura del Evangelio, el celebrante, basándose en el


texto sagrado, debe exponer en la homilía la gracia y obligaciones de la vida
familiar en la Iglesia.
Sigue la oración de los fieles, en la forma acostumbrada en la celebra-
ción de la Misa, o en la forma aquí propuesta; esta oración, el celebrante la
concluye con la fórmula de bendición, a no ser que parezca más oportuno
emplear esta fórmula al final de la Misa, como una oración sobre el pueblo.

Invoquemos a Cristo, el Señor, Palabra eterna del Pa-


dre, que, mientras convivió con los hombres, quiso vivir en
familia y colmarla de bendiciones, y pidámosle que proteja a
esta familia, diciendo:
R. Guarda en tu paz nuestra familia, Señor.
Tú que consagraste la vida doméstica, viviendo bajo la auto-
ridad de María y José,
— santifica esta familia con tu presencia. R.
Tú que estuviste siempre atento a las cosas de tu Padre,
— haz que Dios sea honrado y glorificado en todas las fami-
lias.R.

28 65
Bendición de los matrimonios y de los que se van a casar

para que progresen cada día en el mutuo afecto


y se amen siempre con amor sincero.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R Amén.

Tras la bendición sobre los esposos puede hacerse un CANTO o una ORA-
CIÓN A LA VIRGEN. Si %ene lugar en el marco de la celebración eucarís%ca,

A " <#
se pasa, si es domingo o solemnidad, a la profesión de la fe; en caso contra-
rio a los ritos propios de la presentación de los dones.
El celebrante concluye el rito con la DBENDICIÓN FINAL sobre todos los
presentes diciendo:

El Dios del amor y de la paz habite en vosotros, El culto eucarístico fuera de la Misa lleva a los fieles a reconocer en ella
dirija vuestros pasos la maravillosa presencia de Cristo y les invita a la unión de corazón con él y
culmina en la comunión sacramental. Así promueve adecuadamente el culto
y confirme vuestros corazones en su amor.
en espíritu y en verdad que le es debido.
Y la bendición de Dios todopoderoso
Padre, y Hijo , y Espíritu Santo. La exposición del Santísimo Sacramento debe ordenarse de tal manera
que, antes de la bendición con el Santísimo Sacramento, se dedique un
R Amén. tiempo conveniente a la lectura de la palabra de Dios, a los cánticos, a las
preces y a la oración en silencio prolongada durante algún tiempo.
El celebrante concluye diciendo:

Podéis ir en paz.
La celebración de la Palabra que figura a continuación se propone para
R Demos gracias a Dios. realizarse con exposición del Santísimo Sacramento, en uno de los actos de
la peregrinación, aunque si las circunstancias lo aconsejan puede adaptarse
la misma para su celebración sin exposición de la sagrada Eucaristía. Tam-
bién puede celebrarse a modo de Hora Santa.
Para la exposición del Santísimo Sacramento en la custodia se encienden
cuatro o seis cirios de los usuales en la misa, y se emplea el incienso. Para la
exposición en el copón enciéndanse por lo menos dos cirios; se puede em-
plear el incienso.

64 29
Exposición del SanDsimo Sacramento Bendición de los matrimonios y de los que se van a casar

El ministro ordinario de la exposición del Santísimo Sacramento es el sa- Un lector sigue diciendo:
cerdote o el diácono, que al final de la adoración, antes de la reserva, bendi-
ce al pueblo con el mismo Sacramento. El ministro ha de revestirse del alba
— Tú que has querido que tus verdaderos hijos, hermanos
y de la estola de color blanco. de Cristo, se hicieran conocer por su mutuo amor. R.
Para dar la bendición al final de la adoración, cuando la exposición se ha — Tú que propones a los hombres las suaves exigencias
hecho con la custodia, el sacerdote se `pone además la capa pluvial y el velo de tu amor, para que, siguiéndolas, encuentren la feli-
humeral de color blanco; pero si la bendición se da con el copón, basta con cidad. R
el velo humeral.
— Tú que unes al hombre y a la mujer con el amor recí-
M#$% %6$ %$% % 4 proco, para que la familia que nace de esta unión se
alegre con el gozo de los hijos. R
En el sacramento admirable de la Eucaristía, Cristo ha — Tú que en el sacramento del matrimonio consagras la
querido permanecer realmente presente entre nosotros. plenitud del amor de los esposos, actualizando la en-
Nuestra oración hoy en comunidad reunida junto al Sacra- trega de la relación esponsal de tu Hijo con la Iglesia.
mento eucarístico nos ayuda a comprender más y mejor el R
don que el Señor nos ha hecho de su Cuerpo y de su Sangre,
— Tú que llamas a estos matrimonios a aquella plena co-
para que siempre que participemos del convite pascual en el
munión de amor por la que los miembros de la familia
que comemos a Cristo, seamos más conscientes de la gracia
cristiana llegan a tener un mismo pensar y un mismo
que entonces se nos da.
sentir. R
En este día queremos redescubrir junto al Señor, la
"alegría de estar en su presencia", para "adorarle en espíri- ORACIÓN DE BENDICIÓN
tu y verdad". El celebrante, imponiendo las manos sobre los matrimonios y los novios,
La adoración "en espíritu y verdad" lleva a cada bautiza- si los hubiera, dice la oración de bendición:
do a compartir con el Señor su misma vida, sus obras, sus
pensamientos y a sentirse enviado por Él a los hermanos pa-
ra ser signo creíble de su amor. Por eso queremos dar gracias
S eñor Dios, fuente de todo amor,
tu designio providente
hizo que estos esposos [y prometidos] se encontraran;
al Dios por el regalo de todos los carismas con que enriquece te pedimos que a quienes imploran tu gracia
a los miembros de su Iglesia. les otorgues en el tiempo de su matrimonio
la ayuda de tu bendición,
30 63
Bendición de los matrimonios y de los que se van a casar Celebración del Sacramento de la Penitencia

renovando las promesas de aquel día, También hoy queremos rezar por los jóvenes de nuestra
progresen en la gracia del sacramento del matrimonio. Iglesia diocesana, a fin de que descubran la alegría de acoger
Por Jesucristo nuestro Señor. la llamada que Cristo maestro les dirige.
R Amén. La Eucaristía siendo para nosotros fuente de santidad de la
A con%nuación invita a los esposos a ponerse mutuamente a las alianzas vida, en la gratuidad y en la fidelidad a la vocación personal,
matrimoniales diciendo: nos hace gustar la plenitud de la alegría del Reino de Dios.
Como signo de la renovación de vuestro matrimonio y A continuación se entona un canto eucarístico. Al comenzar el mismo los
del compromiso de amor para el resto de vuestra vida, de fieles se ponen de rodillas.
nuevo os vais a poner el anillo de vuestra alianza. Y diréis
las mismas palabras del día de vuestra boda: C
El esposo pone el anillo en el dedo de la mano de su esposa diciendo: “Pange lingua” / “Que la lengua humana”
N., recibe esta alianza en señal de mi amor y fidelidad EI"#!% %6$ 5 4 S $ H!:# S : $ #
a ti. El sacerdote, mientras se canta, va al sagrario, lo abre y hace genuflexión.
La esposa pone el anillo en el dedo de la mano de su esposo diciendo: Después toma el Santísimo Sacramento y lo coloca en la custodia que estará
puesta sobre el altar.
N., recibe esta alianza en señal de mi amor y fidelidad
a ti. Luego, de rodillas, inciensa el Santísimo Sacramento.

La renovación de las promesas matrimoniales puede también hacerse, si


E! %6$ J !O! ! : $ 5#
se cree oportuno, al final de la celebración eucarís%ca.
El sacerdote dice:
PRECES
Después el celebrante introduce las preces:
Con fe viva adoremos y bendigamos a Cristo Jesús,
presente en el Pan de Vida.
Invoquemos a Dios Padre, que tanto ama a los hombres
que los hace hijos suyos en Cristo y los pone en el mundo V/ Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento
como testigos de su amor. del altar.
Digámosle confiadamente: R/ Sea por siempre bendito y alabado
R Haz que te amemos siempre, Señor. Padrenuestro - Avemaría - Gloria…
62 31
Exposición del SanDsimo Sacramento
Bendición de los matrimonios y de los que se van a casar

Después el sacerdote dice la siguiente oración Los esposos renuevan su compromiso matrimonial diciendo:

Nosotros, esposos cristianos,


Oremos renovamos nuestra promesa de:

S eñor Dios todopoderoso,


que para gloria tuya y salvación de los hombres
constituiste a Cristo sumo y eterno sacerdote,
fidelidad al amor de Dios en quien creemos,
fidelidad a nuestro cónyuge a quien amamos,
compromiso con nuestros hijos de los
concede al pueblo cristiano, que somos responsables,
adquirido para ti por la sangre preciosa de tu Hijo, compromiso con nuestra familia
recibir en la eucaristía, memorial del Señor, para la que somos referencia
el fruto de la pasión y resurrección de Cristo. y nos aceptamos de nuevo como esposo y esposa,
Que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. en las alegrías y en las penas, en la salud
R/ Amén. y en la enfermedad
A continuación se hace la Liturgia de la Palabra. hasta que la muerte nos separe.
L P D El celebrante finaliza diciendo:

En la Liturgia de la Palabra intervienen un lector, un salmista y el ministro El Señor, que hizo nacer en vosotros el amor, os manten-
ordenado que proclama el evangelio. ga en ese mismo amor, os sostenga en vuestros propósitos,
Un monitor puede introducir la lectura de la Palabra de Dios con estas fortalezca vuestra vida y bendiga siempre vuestra familia.
palabras:
En el nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo.
M#$% %6$ 4 !4 ! R Amén.
Hermanos: ahora, aquél a quien estamos adorando con
ENTREGA DE LOS ANILLOS
nuestro corazón y nuestro canto, aquél a quien creemos real-
mente presente en el sacramento de la Eucaristía, será quien El celebrante pide para los esposos la gracia de la san%ficación diciendo:
nos hablará y a quien nosotros escucharemos.
Jesús se nos mostrará como el que más nos ha amado, nos
pedirá que permanezcamos siempre en su amor, nos llamará
A crecienta y santifica, Señor,
el amor de estos esposos,
y pues se entregaron mutuamente el día de su boda
amigos y hablará de la caridad con la que espera que actue- estos anillos en señal de amor y fidelidad,
mos los que creemos en él. Escuchémosle. haz que, al entregárselos nuevamente,
32 61
Bendición de los matrimonios y de los que se van a casar Exposición del SanDsimo Sacramento

A continuación, tiene lugar el rito de renovación de las promesas sacra- Un lector hace la primera lectura.
mentales con los esposos que celebran su aniversario matrimonial.
Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles
2,42-47; 4,32-35

L
RENOVACIÓN DE LOS COMPROMISOS MATRIMONIALES
os creyentes perseveraban en la enseñanza de los após-
El celebrante dice a los esposos: toles, en la comunión, en la fracción del pan y en las
Queridos matrimonios: Hace veinticinco o cincuenta oraciones. Todo el mundo estaba impresionado y los apósto-
años celebrasteis con gran alegría vuestra boda, ¿queréis hoy les hacían muchos prodigios y signos.
de nuevo dar gracias a Dios por vuestro amor y vuestra fe? Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en co-
Los esposos responden: mún; vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos,
según la necesidad de cada uno. Con perseverancia acudían a
!%, P :#!.
diario al templo con un mismo espíritu, partían el pan en las
El celebrante: casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de cora-
¿Queréis renovar vuestra alianza sacramental ante vues- zón; alababan a Dios y eran bien vistos de todo el pueblo; y
tra familia y el pueblo de Dios aquí reunido? día tras día el Señor iba agregando a los que se iban salvan-
Los esposos responden:
do.
El grupo de los creyentes tenía un solo corazón y una so-
!%, P :#!.
la alma: nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía,
El celebrante: pues lo poseían todo en común. Los apóstoles daban testimo-
¿Queréis prometer fidelidad entre vosotros, y buen ejem- nio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y se
plo a vuestros hijos y nietos y a toda la comunidad cristiana? los miraba a todos con mucho agrado. Entre ellos no había
Los esposos responden:
necesitados, pues los que poseían tierras o casas las vendían,
traían el dinero de lo vendido y lo ponían a los pies de los
!%, P :#!. apóstoles; luego se distribuía a cada uno según lo que necesi-
El celebrante continúa diciendo: taba.
Yo, en nombre de la Iglesia aquí reunida, os invito a que, Palabra de Dios
unidas vuestras manos, renovéis vuestro compromiso matri- R/ Te alabamos Señor.
monial.
A continuación, un salmista canta o recita el salmo.

60 33
Exposición del SanDsimo Sacramento Bendición de los matrimonios y de los que se van a casar

Uno de los matrimonios o una pareja de novios dirige unas palabras al


Salmo 39
celebrante nombre de todos.
Después, el celebrante, expresa su SALUDO particular a los matrimonios
R/ Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad. y/o los novios y los dispone para que comprendan el significado del acto. Si
Yo esperaba con ansía al Señor; se celebra en el marco de la Eucaristía, se continua, como es habitual, hasta
él se inclinó y escuchó mi grito; el evangelio que se puede proclamar el que sigue. En el caso de que se reali-
ce la celebración sin Eucaristía, se pasa directamente a la lectura del evange-
me puso en la boca un cántico nuevo,
lio.
un himno a nuestro Dios. R/
LITURGIA DE LA PALABRA
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, Luego el celebrante puede leer un texto de la Sagrada Escritura.
y, en cambio, me abriste el oído; E4 : $5 :% $ # $ # Jn 15, 9-12
no pides sacrificio expiatorio, +
entonces yo digo: "Aquí estoy." R/
Lectura del santo Evangelio según san Juan.
Como está escrito en mi libro: ijo Jesús a sus discípulos:
"Para hacer tu voluntad". - «Como el Padre me ha amado, así os he amado
Dios mío, lo quiero, yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis man-
y llevo tu ley en las entrañas. R/ damientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo
que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y perma-
He proclamado tu salvación nezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría
ante la gran asamblea; esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
no he cerrado los labios: Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros co-
Señor, tú lo sabes. R/ mo yo os he amado.»
Palabra del Señor.
El sacerdote proclama el evangelio.
R Gloria ti, Señor Jesús.
El celebrante, según las circunstancias, exhorta a los esposos y a los no-
vios con una sencilla ALOCUCIÓN, explicando la lectura bíblica, para que per-
ciban por la fe el mensaje de la celebración. y puedan aplicarla al matrimo-
nio cristiano y la familia.

34 59
Bendición de los matrimonios y de los que se van a casar Exposición del SanDsimo Sacramento

4 Lectura del santo Evangelio según San Juan 15,9-17

B #> > # n aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:


? # @" # # - Como el Padre me ha amado, así os he
amado yo; permaneced en mi amor. Si guar-
dáis mis mandamientos, permaneceréis en
Esta celebración es apropiada para realizar en algún momento de la
mi amor; lo mismo que yo he guardado los
peregrinación de los matrimonios que cumplen sus Bodas de Oro o Plata
mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
matrimoniales, en representación de todas las familias de la parroquia, y /o
con los novios que se preparan para la recepción del Sacramento del Matri- Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros
monio, si los hubiere. La misma consiste en una sencilla celebración de la y vuestra alegría llegue a plenitud.
Palabra y, en el caso de los esposos, hacer la renovación de las promesas Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como
matrimoniales. Si la bendición tuviera lugar en el marco de la celebración
yo os he amado.
eucarística, después de la homilía, omitidos los ritos iniciales y la celebración
de la palabra, se pasaría a los ritos de renovación de los compromisos matri- Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus
moniales ( pg. 60) amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os
mando.
RITOS INICIALES
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que
Se puede iniciar la celebración con un CANTO en el que participen los pre- hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo
sentes.
que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
Terminado el canto, el celebrante dice:
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien
En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu San-
os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto,
to.
y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis el Padre en
R Amén. mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a
Luego saluda a los presentes, diciendo: otros.
La gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, Palabra del Señor.
su Hijo, estén con vosotros. R Gloria ti, Señor Jesús.
R Y con tu espíritu.

58 35
Exposición del SanDsimo Sacramento Bendición de los ancianos

A continuación el sacerdote puede hacer una / A > < en la que fortaleza en la esperanza
invite a la contemplación y adoración del Santísimo Sacramento, tras la cual y ejemplo en las buenas obras
deja un tiempo prolongado de B C ?# . para las nuevas generaciones.
R Así, confortados por el afecto de su familia y amigos,
En un momento oportuno se introduce un canto y animados por el reconocimiento
de los cristianos de nuestras parroquias
C $ #
estén alegres en la salud,
“Como el Padre me amó” no se depriman en la enfermedad,
Tras otro espacio de # se hace la acción de gracias. y, reforzados con tu bendición,
te alaben y te glorifiquen por siempre.
A Por Jesucristo nuestro Señor.
El sacerdote, invitando a los fieles a ponerse de pie, dice: R Amén.
La Eucaristía es oración de alabanza y acción de gracias.
Después de la oración, el celebrante dice a toda la asamblea:
Demos gracias al Señor por el misterio de la Eucaristía que
nos ha sido dada por el amor y la entrega de Cristo, y por su A vosotros y a todos los que estáis aquí presentes
presencia permanente en medio de nosotros. la bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Respondamos diciendo: descienda sobre vosotros
R/ Te adoramos, Señor, y te bendecimos. y os acompañe siempre.

El propio sacerdote o un lector pronuncia pausadamente las siguientes acla- R Amén.


maciones:
El celebrante despide a todos diciendo:
— Gracias, Señor, por el misterio pascual
de tu muerte y tu resurrección. Podéis ir en paz.
Gracias por haber instituido la Eucaristía
y dársela a tu Iglesia. R Demos gracias a Dios.
Gracias por haberte quedado sacramentalmente
entre nosotros.
36 57
Exposición del SanDsimo Sacramento
Bendición de los ancianos

R/ Te adoramos, Señor, y te bendecimos.


3
— Gracias, Señor, por habernos invitado a celebrar
la Eucaristía, sacrificio perenne de salvación.
B #! # #> ? #
Gracias por darnos tu Cuerpo y Sangre como alimento.
Esta bendición puede tener lugar con las personas mayores al finalizar la Gracias por todos los beneficios que nos concedes.
celebranción eucarística u otro encuentro celebrado en el santuario, como R/ Te adoramos, Señor, y te bendecimos.
reconocimiento eclesial hacia aquellos que a lo largo de muchos años han
sostenido y transmitido la fe cristiana en la comunidad cristiana en la que — Gracias Señor, por estos momentos
han vivido su fe. de comunión contigo.
Se puede hacer también por sí sola fuera de la Misa, en un momento Gracias por tus palabras que reconfortan y sanan.
oportuno de encuentro con los ancianos.
Gracias por tu cruz que tanto enseña.
Si se hace dentro de la Misa, dicha la Oración después de la Comunión, o,
en su caso, el celebrante dice: R/ Te adoramos, Señor, y te bendecimos.
V El Señor esté con vosotros. — Gracias Señor, por tu sangre que a tantos salva.
R Y con tu espíritu. Gracias por tu amor sin tregua y sin fronteras.
El celebrante, extendiendo las manos sobre los ancianos, pronuncia la Gracias por la Madre que al pie del madero nos dejas.
oración de BENDICIÓN: R/ Te adoramos, Señor, y te bendecimos.
Gracias Señor, porque aun siendo Dios,
D

ios omnipotente y eterno,
en quien vivimos, nos movemos y existimos, te arrodillas y nos enseñas a servir.
te damos gracias y te bendecimos Gracias por tu sacerdocio que es generosidad,
porque has dado a estos hijos tuyos largos años de vida
y han impulsado desde la fe ofrenda y entrega
la vida cristiana de nuestras comunidades. Gracias, Señor, por este tiempo que nos has concedido
Concédeles en este tiempo, Señor, para adorarte y venerarte en el sacramento de tu Amor.
perseverancia en la fe, R/ Te adoramos, Señor, y te bendecimos.
56 37
Exposición del SanDsimo Sacramento Bendición de los jóvenes

La asamblea puede sentarse. Se deja un breve espacio de # para Si el Avemaría se ha rezado se puede cantar después un canto a la Virgen.
interiorizar la acción de gracias a Dios. Después se inicia un canto:
DESPEDIDA
C $ #
El celebrante concluye el rito con la DESPEDIDA, diciendo:
“Cerca de Ti, Señor”
Jesús, el Señor, que miró con cariño
Tras otro momento de # se inicia la oración de súplica.
y confió en los jóvenes,
os bendiga y os guarde en su amor.
O ! En el nombre del Padre, y del Hijo
El sacerdote, invitando a los fieles a ponerse de pie, dice: , y del Espíritu Santo.
Invoquemos ahora a nuestro Salvador que confió a su R Amén.
Iglesia la celebración perenne del memorial de su muerte y
resurrección. El celebrante concluye diciendo:

Oremos, diciendo: Podéis ir en paz.


R/ Escucha, Señor, nuestra oración. R Demos gracias a Dios.
Un lector hace las preces:

— Oremos, hermanos, por toda la Santa Iglesia de


Dios. Que la comunidad de los bautizados, atenta y
dócil a las enseñanzas de sus Pastores, proclame en el
mundo de hoy con valentía y dulzura, que Cristo es la
Luz de las gentes. Roguemos al Señor.
R/ Escucha, Señor, nuestra oración.
— Oremos por el Papa N. Que el sucesor del Apóstol Pe-
dro, llamado por el Señor a confirmar a sus hermanos
en la fe, sea siempre sostenido por la oración
y fortificado por la misión de anunciar el Evangelio
de la Salvación. Roguemos al Señor.

38 55
Bendición de los jóvenes Exposición del SanDsimo Sacramento

y perciban en ellas tu presencia. R/ Escucha, Señor, nuestra oración.


Que disfruten, valoren y conserven lo que has creado — Oremos por nuestro Obispo N. Para que Dios nuestro
y sepan darte gracias sirviéndote con alegría. Señor le ilumine y le fortalezca en el desempeño de mi-
y sepan darte gracias sirviéndote con alegría. sión apostólica en nuestra diócesis, y su palabra y el
Que descubran en sus vidas la entrañable misericordia ejemplo de su vida nos estimulen en nuestra vida cris-
que nos das a conocer tu en tu Hijo Jesucristo. tiana. Roguemos al Señor.
Que el Espíritu Santo llene de luz R/ Escucha, Señor, nuestra oración.
lo profundo de su corazón,
— Oremos por las vocaciones al sacerdocio y a la vida
para que sientan que la Iglesia,
consagrada. Para que el Señor bendiga y fortalezca las
de la que forman parte por el bautismo recibido,
vocaciones que se forman en nuestro seminario, y lla-
les ama como hijos suyos, y como miembros de ella
me a muchos jóvenes a su servicio en el ministerio sa-
participan de la misión de prolongar la obra de Cristo
cerdotal o en la vida consagrada en nuestra diócesis,
en medio de los hombres de nuestro tiempo.
que descubran al pueblo cristiano el evangelio de la
Te lo pedimos por el amor de tu Hijo alegría y la salvación. Roguemos al Señor.
Jesucristo nuestro Señor, R/ Escucha, Señor, nuestra oración.
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos. — Oremos por la evangelización. Para que todos los cris-
R Amén. tianos, pero especialmente los que han recibido una
vocación de entrega a los demás, sientan la urgencia
Después de la oración de bendición, el celebrante puede rociar a los
de llevar a todos los hombres el amor de Jesús y su
jóvenes con AGUA BENDITA, diciendo:
Evangelio. Roguemos al Señor.
Que esta agua nos recuerde nuestro bautismo en Cristo,
R/ Escucha, Señor, nuestra oración.
que nos redimió con su muerte y resurrección.
— Oremos por los alejados, por los que no creen en Cristo
ORACIÓN MARIANA Y CANTO A LA VIRGEN y por aquellos que niegan la existencia de Dios. Para
Para concluir, antes de recibir la bendición final, se reza o se canta el Ave- que se dejen iluminar por el Espíritu Santo, busquen la
maría. verdad y reconozcan en Jesucristo como el Salvador y
Redentor de todos los hombres. Roguemos al Señor.
Dios te salve, María….
54 39
Exposición del SanDsimo Sacramento Bendición de los jóvenes

R/ Escucha, Señor, nuestra oración.


— Bendice a nuestros padres, amigos y a todos los
— Oremos por nosotros. Que podamos mantener vivo el que se preocupan y buscan lo mejor para nosotros. R
deseo de conocer profundamente los misterios de la fe,
con el empeño de la formación, en la oración y el tes- — Que la fuerza del Espíritu nos ayude a ser discípulos
timonio. Roguemos al Señor. valientes de Cristo Maestro y Salvador. R

R/ Escucha, Señor, nuestra oración. El celebrante, si lo estima oportuno, puede invitar a los jóvenes a expre-
sar espontáneamente otras peticiones.
El sacerdote invita los fieles a decir en voz alta sus intenciones particulares:

Ante Jesús Sacramentado, podemos expresar nuestras REZO DEL PADRENUESTRO


plegarias particulares.
Concluidas las preces, el celebrante invita a todos a rezar la oración domini-
Acabadas las preces, se procede a la bendición con el Santísimo Sacramento. cal diciendo:
B " Con la confianza que nos da ser hijos de Dios, digamos
Se entona un canto eucarístico. todos juntos la oración que Jesús nos enseñó:
CV :
Padre nuestro, que estás en el cielo …..

“Tantum ergo” / “Cantemos al amor de los amores”


ORACIÓN DE BENDICIÓN
Mientras tanto, el ministro arrodillado inciensa el Santísimo.
El celebrante, imponiendo las manos sobre los jóvenes, dice la oración de
Luego se pone en pie y canta o dice la oración:
bendición:
Oremos

O h Dios, que en este sacramento admirable


nos dejaste el memorial de tú Pasión,
S eñor Dios, Padre nuestro,
que la luz de la fe brille sobre estos jóvenes
para que siempre vivan de acuerdo con tu Palabra.
te pedimos nos concedas venerar de tal modo
Que descubran que les miras con ternura,
los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre,
les proteges y les ayudas cada día.
que experimentemos constantemente
el fruto de tu redención. Tu, que has llenado el mundo de belleza,
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. ábreles los ojos del corazón,
R/ Amén. para que contemplen tus obras

40 53
Bendición de los jóvenes Exposición del SanDsimo Sacramento

El celebrante, según las circunstancias, exhorta a los jóvenes con una Acabada la oración, el ministro se ciñe el paño de hombros, hace genufle-
sencilla ALOCUCIÓN, explicando la lectura bíblica, para que perciban por la xión, toma la custodia y traza con el Santísimo Sacramento la señal de la
fe el mensaje de la celebración. cruz sobre el pueblo.
A continuación se pueden decir las alabanzas al Santísimo.
PRECES
Concluida la bendición, el sacerdote reserva el Sacramento en el sagra-
Después de la lectura o de la alocución, el celebrante hace la siguiente intro- rio, y hace genuflexión. Mientras tanto el pueblo, si parece oportuno, puede
ducción: cantar.
Jesús, Señor, que con amor miras a los hombres, escucha C $ # V%$ 4: “Hoy, Señor, te damos gracias”.
con bondad nuestras súplicas:
Respondemos diciendo:
R Te rogamos, óyenos.

Uno o varios jóvenes leen las peticiones:

— Protégenos de todo peligro y de todo mal. R


— Llénanos de tu amor para que podamos ser felices. R
— Dirige nuestra vida y nuestra educación.
para que siempre estemos cerca de ti. R
— Haz que seamos valientes para vivir nuestra fe
y dar testimonio de ti. R
— Ayuda a los jóvenes sin esperanza
y a los que están atrapados
en lo que degrada al hombre. R
— Haz que agradezcamos y correspondamos
a la ayuda que tú nos prestas cada día. R

52 41
Bendición de los jóvenes

LITURGIA DE LA PALABRA
Luego el celebrante puede leer un texto de la Sagrada Escritura.
E4 W# $ % # Mc 10, 17-22

Escuchad todos ahora las palabras del santo Evangelio


según san Marcos.
n aquel tiempo cuando salía Jesús al camino,
se le acercó uno corriendo, se arrodilló ante él
y le preguntó:
«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la
vida eterna?»
Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie
bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: No
matarás, no
cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio,
no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.»
El replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pe-
queño.»
Jesús se quedó mirándolo con cariño y le dijo: «Una cosa
te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así
tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven y sígueme.»
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó triste por-
que era muy rico.
Palabra del Señor.
R Gloria ti, Señor Jesús.

42 51
Bendición de los jóvenes

B #F #
Esta celebración es oportuna en las peregrinaciones de grupos de
adolescentes o jóvenes de catequesis de confirmación, de un grupo parro-
quial, movimiento juvenil o voluntariado de jóvenes o de colegios.

RITOS INICIALES
BENDICIONES ESPECIALES
Se puede iniciar la celebración con un CANTO en el que participen los jóve-
nes.
La Santa Madre Iglesia instituyó los sacramentales. Estos son signos sa-
Terminado el canto, el celebrante dice: grados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expre-
san efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Igle-
En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu San-
sia. Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los
to. sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida" (SC 60).
R Amén.
Dentro de los sacramentales ocupan un lugar destacado las bendiciones
Luego saluda a los chicos y a los presentes, diciendo: de las personas. La fuente y origen de toda bendición es Dios bendito, que
La gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, está por encima de todo, el único bueno, que hizo bien todas las cosas para colmarlas
su Hijo, que eligió a los jóvenes para ser sus discípulos, es- de sus bendiciones y que, aun después de la caída del hombre, continúa otorgan-
do esas bendiciones, como un signo de su misericordia.
tén con vosotros.
Cristo, la máxima bendición del Padre, apareció en el Evangelio bendi-
ciendo a los hermanos, principalmente a los más humildes, y elevando al
R Y con tu espíritu.
Padre una oración de bendición. Finalmente, glorificado por el Padre y ha-
biendo ascendido al cielo, derramó sobre los hermanos, adquiridos con su
Un joven o un catequista o un profesor dirige unas palabras de BIENVE-
sangre, el don de su Espíritu, para que, impulsados por su fuerza, alabaran
NIDA al celebrante nombre de todos.
en todo a Dios Padre, lo glorificaran, le dieran gracias y, ejercitando las
Después el celebrante expresa su SALUDO particular a los chicos y los obras de caridad, pudieran ser un día contados entre los elegidos de su
dispone para que comprendan el significado del acto. reino.
50 43
Bendición de los niños Bendición de los niños

La Iglesia, movida por la fuerza del Espíritu Santo, expresa de diversas Después de la oración de bendición, el celebrante puede rociar a los ni-
maneras su ministerio de santificación para el mundo y por esto ha institui- ños con AGUA BENDITA, diciendo:
do diversas formas de bendecir. Con ellas invita a los hombres a alabar a
Dios, los anima a pedir su protección, los exhorta a hacerse dignos de su mi- Que esta agua nos recuerde nuestro bautismo en Cristo,
sericordia merced a una vida santa y utiliza ciertas plegarias para impetrar que nos redimió con su muerte y resurrección.
sus beneficios y obtener un feliz resultado en aquello que solicitan.
Las bendiciones son acciones litúrgicas de la Iglesia y, por esto, la cele- ORACIÓN MARIANA Y CANTO A LA VIRGEN
bración comunitaria que a veces se exige en ellas responde mejor a la índole Para concluir, antes de recibir la bendición final, se reza o se canta el Ave-
de la plegaria litúrgica, y así, mientras la verdad viene expuesta a los fieles maría.
por medio de la oración de la Iglesia, los allí presentes se sienten inducidos a
Dios te salve, María….
unirse con el corazón y con los labios a la voz de la Madre.
Si el Avemaría se ha rezado se puede cantar después un canto a la Virgen.

DESPEDIDA
El celebrante concluye el rito con la DESPEDIDA, diciendo:

Jesús, el Señor, que amó a los niños,


os bendiga y os guarde en su amor.
En el nombre del Padre, y del Hijo ,
y del Espíritu Santo.
R Amén.
El celebrante concluye diciendo:

Podéis ir en paz.
R Demos gracias a Dios.

44 49
Bendición de los niños Bendición de los niños

Con la confianza que nos da ser hijos de Dios, digamos


todos juntos la oración que Jesús nos enseñó: 1

Padre nuestro, que estás en el cielo ….. B # H #

ORACIÓN DE BENDICIÓN Esta celebración es oportuna en las peregrinaciones de grupos de ni-


ños parroquiales o de colegias- .
El celebrante, imponiendo las manos sobre los niños, dice la oración de ben-
dición:
RITOS INICIALES

S eñor, Dios nuestro,


que de la boca de los niños
has sacado la alabanza de tu Nombre;
Se puede iniciar la celebración con un CANTO en el que participen los niños.
Terminado el canto, el celebrante dice:
mira con bondad a estos niños
que la fe de la Iglesia encomienda a tu providencia; En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu San-
y, al igual que tu Hijo, nacido de la Virgen, to.
al recibir con agrado a los niños, R Amén.
los abrazaba y los bendecía, Luego saluda a los niños y a los presentes, diciendo:
y nos los puso como ejemplo para entrar en tu Reino,
La gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo,
así también, Padre,
su Hijo, que mostró su amor por los niños, estén con voso-
derrama sobre ellos tu bendición,
tros.
para que, cuando lleguen a mayores,
por su buena conducta entre los suyos, R Y con tu espíritu.
y con la fuerza del Espíritu Santo,
Un niño o un catequista o un profesor dirige unas palabras al celebrante
sean testigos de Cristo ante el mundo
en nombre de todos.
y muestren a todos con valentía la fe que profesan.
Por Jesucristo nuestro Señor. Después el celebrante expresa su SALUDO particular a los niños y los
dispone para que comprendan el significado del acto.
R Amén.

48 45
Bendición de los niños Bendición de los niños

LITURGIA DE LA PALABRA Respondemos diciendo:


Luego el sacerdote puede leer un texto de la Sagrada Escritura. R Te rogamos, óyenos.

J !O! $5 H 4#! $%X#! Mc 10, 13-16 Uno o varios niños leen las peticiones:

— Protégenos de todo peligro y de todo mal. R


Escuchad todos ahora las palabras del santo Evangelio
según san Marcos — Dirige nuestra vida y nuestra educación para que siem-
pre estemos cerca de ti. R
cercaban a Jesús niños para que los tocara, pero
los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se — Haz que también nosotros vayamos creciendo en sabi-
enfadó y les dijo: duría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.
R
«Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo
impidáis, pues de los que son como ellos es el reino de Dios. — Ayuda a todos los niños del mundo para que puedan
En verdad os digo que quien no reciba el reino de Dios co- tener una vida digna y feliz. R
mo un niño, no entrará en él». Y tomándolos en brazos los — Haz que agradezcamos siempre los dones que cada día
bendecía imponiéndoles las manos. nos haces y la gracia que nos hace querer ser santos.
Palabra del Señor. R
R/. Gloria ti, Señor Jesús. — Bendice a nuestros padres, hermanos y familiares, a
nuestros amigos y también a nuestros catequistas y
El celebrante, según las circunstancias, exhorta a los niños con una sen- profesores. R
cilla ALOCUCIÓN, explicando la lectura bíblica, para que perciban por la fe el — Ayúdanos a ser buenas personas
mensaje de la celebración.
y buenos cristianos R
El celebrante, si lo estima oportuno, puede invitar a los niños a expresar
PRECES
espontáneamente otras peticiones.
Después de la lectura o de la alocución, el celebrante hace la siguiente in-
troducción: REZO DEL PADRENUESTRO
Señor Jesús, que acogiste y bendijiste a los niños, escu- Concluidas las preces, el celebrante invita a todos a rezar la oración domini-
cha con bondad nuestras súplicas. cal diciendo:

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