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El espacio barrial

análisis y reflexión,
estudio de los barrios:
Asociaciones Miguel
Soto Valle y La
Esperanza en Huancayo,
Junín
MAESTRIA EN URBANISMO

Luis Miguel Villaverde Verástegui


TEORIAS Y MODELOS URBANOS
El espacio barrial estudio de los barrios: Asociaciones Miguel Soto Valle y La
Esperanza en Huancayo, Junín
Por: Villaverde Verástegui Luis Miguel

El trabajo tiene como objetivo el generar un análisis y reflexión acerca


de los conceptos de espacio-barrio-formalidad- legalidad, su
consideración en el desarrollo del urbanismo entendidas
principalmente desde los discreciones que se han manejado en
investigaciones de Daniel Ramírez Corzo N y Gustavo Riofrío B. en
publicaciones que se elaboran con el Programa Urbano DESCO e
investigaciones que Julio Calderón Cockburn ha realizado, y Henri
Lefebvre con ideas generales del tema de ciudad para así poder tener
un acercamiento de la comprensión en el desarrollo de interacción y
relación en ciudades intermedias como Huancayo, además de otros
autores, estableciendo miramientos del “espacio barrial” en la
Asociación de Vivienda Miguel Soto Valle y Barrio La esperanza.

El crecimiento urbano de la ciudad es ya una cuestión ineludible, la urbanización del suelo


es un proceso natural que conlleva el desarrollo de los asentamientos humanos, este proceso
trae consigo distintos aspectos que han sido considerados por estudiosos en la materia, es así
que procesos urbanos sociales como “las barriadas” despertaron el interés en el campo de
estudio de las ciencias sociales en el Perú. John F.C. Turner y Hernando de Soto realizaron
investigaciones en las décadas del 60, 70 y 80 respectivamente, logrando numerosas
publicaciones de su trabajo, Turne por su parte con propuestas generadas a partir del trabajo
académico siendo recomendados por el Banco Mundial a nivel global y el mismo Banco
financió su implementación en el Perú a través de COFOPRI y Soto a través de su propia
organización el Instituto Libertad y Democracia (ILD). No se pretende para esta parte
cuestionar y abarcar la discusión frente a estas implementaciones, pero es importante el hacer
mención de ideas centrales que son citadas por autores en numerosas publicaciones al abordar
temas de barriadas y urbanización de ciudades en el Perú.
El Perú y muchos países latinoamericanos no son ajenos al fenómeno migratorio como
Ramírez (2017) afirma: “la ocupación informal o abiertamente ilegal de terrenos y su
posterior autourbanización han sido y son aún las principales formas de acceso al suelo
urbano y a la vivienda para los sectores más pobres de la sociedad” (pág. 432). La
característica es que cumple el proceso es que primero se apropia de un espacio por
consiguiente se levanta la vivienda y posteriormente intentar su formalización. Los barrios
Miguel Soto Valle y La Esperanza, no son ajenos a este proceso, que, si bien no se cumple
en forma cabal al entendimiento que Ramírez, existe aproximaciones de su constitución de
asentamientos sociales. Para poder centrarnos en el tema de reflexión empecemos por abarcar
la consideración de conceptos más globales.
LA CIUDAD Y ESPACIO SOCIAL
Para analizar los conceptos de espacio barrial debemos de partir de conceptos más globales
partir desde consideraciones más clásicas para definir a la ciudad desde los griegos con la
poli, entendida como ciudad –estado, como referentes que reconsideraron el pensamiento
clásico tenemos a Rousseau al asociar la noción del ciudadano y de un espacio para la
ciudadanía, (Maldonado , 2015) pero esta significación no tuvo mayor repercusión en el
ámbito latinoamericano en las últimas décadas. Para el lograr asociar la trascendencia del
espacio social tenemos que hace mención de que esto es la influencia de los distintos
movimientos de pensamiento urbano marxista estructuralista y teorías de los movimientos
sociales. Movimientos que implementaron sus propuestas en su intento por combatir la
informalidad ocasionada por el fenómeno migratorio y la toma se suelo no urbano por grupos
humanos. Para el trabajo consideremos las ideas que maneja Ramírez en frente notas
conceptuales como espacio que considera a la geografía social como el área del conocimiento
que mejor ha comprendido al espacio, considerando al espacio que es un producto generador
de procesos sociales, considerando al espacio conformado por un sistema de objetos y un
sistema de acciones. (Ramírez, Lima, 2017) consideraciones que encuentra útiles del
geógrafo M. Santos quien en una tercera hipótesis de sus estudios afirma: “El espacio es hoy
un sistema de objetos cada vez más artificiales, poblados por sistemas de acciones igualmente
imbuidos de artificialidad, y cada vez más tendentes a fines extraños al lugar y sus habitantes”
(Matos, 2000, pág. 54), además de poder abstraer que estos procedimientos de objetos y
acciones están en constante interacción, donde uno condiciona al otro, así se entiende al
espacio como una cuestión dinámica en constante transformación. (Matos, 2000, pág. 55)
Abordemos ideas de estudiosos de manual como los es Henri Lefebvre que considera al
espacio como integridad multidimensional, entendiendo al espacio social como la proyección
sobre un campo (espacial) de todos los elementos y momentos de la practica social.
Distinguiendo dos formulaciones respecto a sentido del espacio. Primero los que son los
espacios apropiados: destinados a servir las necesidades y posibilidades de una comunidad
“apropiación” y segundo los espacios dominados: que se presentan generalmente cerrados
utilitarios y funcionales para los procesos naturales sociales, son los pensados para el
“control”. La consideración que hace Lefebvre se postula que toda sociedad crea su espacio
entendiendo esto desde su punto marxista que toda sociedad crea su espacio a partir de su
modo y relaciones de producción. (TORRES, 2016, págs. 242-244).
Además de considerar la dicotomía que se produce al considerar el estudio de cada ciudad
desde su hecho social como se puede resaltar que Henri Lefebvre dentro de sus ideas maneja
entiende al espacio como un producto social donde el espacio social integra y asigna lo que
denomina lugares que desde su sentido de producción puede ser mayoritariamente asignar lo
propio, entendiendo como parte de las relaciones biológicas desde las diferenciaciones de
sexo, edad, su estructura familiar y sus relaciones de producción (Ballón, 2004, pág. 21)
Se evidencia en la constitución que se fueron tomando en la ciudad, y que el interés de los
grupos humanos por asentar sus viviendas existe esta artificialidad de objetos y acciones, se
presentan los espacios apropiados que para esta parte no se aplica el cuestionamiento si fue
desde un aspecto formal o informal y los espacios dominados que más adelante se gestionan
a través de políticas de control de los mismos. Y las implicaciones de su sentido social que
Lefebvre menciona.
UN ESPACIO BARRIAL UN ESPACIO ILEGAL
Ya habiendo mencionado y conceptualizado ideas de ciudad se debe continuar por estudiar
la implicación del fenómeno del crecimiento masivo que tuvieron las ciudades a partir del
proceso de industrialización de los años 50, consecuencia que la familia se apropien, alquilen
u ocupen áreas sin habitar y se asienten de manera precaria e ilegal. El crecimiento de la
ciudad fue más lento que el hecho migratorio, siendo así que este fenómeno origina las
denominadas barriadas. (Ramírez & Riofrío, 2006, pág. 11)
Analizando la implicación que estas ideas tendría en los barrios de interés formulamos que
el barrio La Esperanza se generó a partir de este fenómeno donde las familias migrantes del
sur encontraron el modo de ligarse a la ciudad a través de la invasión de terrenos a faldas y
cercanas al cerro empezando su vida urbana en viviendas precarias alejadas de equipamientos
y servicios. En el caso del Barrio Miguel Soto Valle su constitución empieza no por una
invasión de terreno, sino a través de la compra y venta que se realiza por parte de la asociación
siendo esta primera etapa hecha de manera formal, pero a pesar de esto el asentamiento no
contaba con los equipamientos y servicios al alcance de las familias.
Ramírez y Riofrío que, en el proceso de urbanización de las barriadas, las familias no se
asientas de maneras desordenada, más bien tratan de acoplarse a la trama urbana en muchos
casos de acuerdo a un plan de ordenamiento, evidenciándose esto en la forma de lote y la
constitución de las calles como proyección de la red vial existente, dejando espacio para la
vereda y la reserva de ares de uso público y equipamientos. (Ramírez & Riofrío, 2006, pág.
11) En el caso ambos barrios de Miguel Soto Valle y La Esperanza en su constitución
trabajaron bajo la proyección urbana de la trama existente de las calles principales, bajo la
idea de un lote dimensionado de forma rectangular el cual oscilaba entre los 200 m2 por
predio.
En el marco de la intervención del estado podemos mencionar que “Históricamente el papel
del Estado en la producción de la ciudad se ha caracterizado por su irregularidad, fluctuando
entre políticas más o menos efectivas o equitativas, dependiendo de qué momento y a qué
parte de la ciudad quiera dar cobertura” (Takano & Tokeshi, 2007, pág. 13) El estado
implementado frente a la aceleración del crecimiento no planificado de la ciudad, del medias
tomadas se pueden considerar que el estado en un primer mecanismo en los a los 6º0, 70 y
parte del ochenta facilitaba a la urbanización de áreas eriazas entorno a la ciudad y no de
áreas agrícolas, donde el proceso después de haber realizado la ocupación se realiza el
proceso por el cual se determina si este área se encuentra en miras de ares de expansión
urbana. Con la aparición de COFOPRI (Comisión de Formalización de la Propiedad
Informal) en los desde los años ochenta como una medida de implementación donde se
aseguraba que las familias no serían erradicadas del lugar de asentamiento (Ramírez, 2017,
pág. 13)
La idea que se manejó a través de la entrega de título por parte de COFROPI, lograra que el
valor de la propiedad de las familias suba en su consideración por las financieras y bancos, a
través d este financiamiento se lograría el mejoramiento la precariedad de la construcción de
sus viviendas. Si bien este mecanismo impulsado por Hernando de Soto tuvo un mejor
resultado alrededor del mundo principalmente en américa del norte y países de Europa, el
resultado puede ser cuestionable en el Perú. (Maldonado , 2015, págs. 8-11). En el país
muchos de las financieras y bancos no dieron el valor a la titulación del predio como se
esperaba, considerando al ingreso que se tuviese como un mejor indicador para acceder al
crédito que propicien la ampliación, mejoramiento y culminación de las viviendas. Pero el
poder acceder a este servicio ayudo a la regularización del predio, considerando que a partir
de este ya se concretaba la seguridad de tenencia por parte de las familias que permitió el
mejorar e impulsar los esfuerzos para el mejoramiento de la urbanización, ya que existía la
opción de venta y traspaso de los terrenos que ocupaban. (Ramírez, 2017, pág. 17) En el caso
de los barrios de estudio la implementación de la propuesta por parte del estado a través de
COFOPRI, afecto a una parte del barrio de La Esperanza que como se mencionó antes no
ayudo a entablar un seguro financiero si logro, si se vio beneficiado en el aspecto formal ya
que ayudo a la regularización es inscripción hacia entidades como registro público.
Las ocupaciones informales o claramente ilegales fueron hechos marcados por desconfianza,
con la evidencia de la precariedad que creo y modifico su espacio físico. Pero esta
característica es en su marco donde en su mayoría la forma de acceso al suelo urbano fue
ajena al tejido de la ciudad. En los barrios de estudios específicamente Miguel Soto Valle no
fui una cuestión de carencia o precariedad en su constitución fue a partir de la conformación
de una asociación. Ramírez y Riofrío mencionan que la etapa inicial de urbanización en los
barrios se produjo mediante trabajo colectivo a través de faenas comunales, además de
considerar los estados de carencia fue más una oposición a la cuestión formal o ilegal de
cómo se produce la ciudad. (Ramírez & Riofrío, 2006, pág. 11).
El avance en la urbanización de estos barrios se origina a partir del trabajo colectivo, Soto
Valle conforma una asociación, que busco el regularizar su habilitación y formalización
logrando hacerlo hasta una primera etapa, esto más adelante se vio perjudicada por la
intervención de una nueva venta de nuevos lotes que nos e contemplaron en la primera etapa
de formalización. Por su parte La Esperanza logra sus avances a través de las faenas
comunales, aquí interviene un factor geográfico ya que el barrio se asienta hacia la topografía
del cerro. Las familias como colectiva primero buscan el mejoramiento de las áreas comunes
como calles pistas veredas y logro de servicios antes que el mejoramiento individual de sus
predios, a través de la negociación con el estado. (Ramírez, 2017, pág. 433). El trabajo
colectivo aun es más evidente en La esperanza que en Soto Valle, unas de sus motivos pueden
ser gubernamentales ya que La esperanza pertenece al distrito de Chilca, este municipio
cuenta con el presupuesto anual de 10 millones de soles, siendo el gasto administrativo del
80% lo que conlleva a que las obras e intervenciones en el distrito se vea reducida. Soto Valle
por su parte pertenece al Distrito de Huancayo donde ese viene gestionando el gasto público
en mejoramiento principalmente de calles y áreas públicas a pesar de esto el barrio aún no
cuenta con un espacio público definido y la pavimentación de sus calles internas, si se
gestiona el trabajo de las redes y espacios cercanos, pero el trabajo colectivo para lograr la
implementación de sus servicios se dio en sus primeras etapas por lo que la regularización de
sus predios se gestiona de manera individual en su mayoría por los problemas internos que
pudieron haber en la asociación. Uno evidencia el resquebrajamiento interno de los acuerdos
mientras que el otro carente del apoyo del municipio local viene haciendo sus gestiones de
forma colectiva.
La constitución de la ciudad por este medio formal o ilegal, ha sido un tema de discusión,
Ramírez y Riofrío menciona que esta configuración sería una postura en oposición a lo legal
o informal. Calderón hace mención que para el entendimiento de la legalidad o ilegalidad se
una diferenciación en el ámbito laboral y urbano siendo en el primero una opción racional
(medios/ fines) y en lo segundo en la forma de acceder al suelo urbano. (Calderón, 2013, pág.
42) Además, afirma “La ciudad ilegal como la informal son figuras o categorías que nos
permiten ver las prácticas ilegales e informales, (…), en las urbes y que son producidas, en
un sentido general, por negociaciones entre el Estado y la sociedad.” (Calderón, 2013, pág.
43) considerando que el problema de la legalidad no solo es una cuestión que abarca sectores
pobres sino que comprende a distintos sectores sociales, el Perú enfrento una serie de
implementación con intenciones de que el desarrollo de la ciudad se reflejara en índices
económicos. Las propuestas para la formalización y acceso de los más pobres a la obtención
de la vivienda no cubrieron las respectivas ni objetivos planteados, que si bien se puede pasar
y cubrir lo formal y legal no impedirá el acceso informal al suelo que es una característica de
la ciudad neoliberal peruana (Calderón, 2013, págs. 45-52)
En el caso de los barrios no hubo un acercamiento a las políticas de acceso a la vivienda
social que impulso el estado, la informalidad se viene combatiendo a partir de órganos locales
impulsado la regularización a través de amnistías. Un hecho importante que se debe indicar
es que en una primera instancia la urbanización de los asentamientos informales origino una
especie de pacto social de la habilitación popular con los programas de otorgamiento de
títulos el cual asistía a que el estado les reconocía al pertenecía del suelo a cambio que esto
impulse el desarrollo y abra las vías para la legalización y formalización del barrio. (Ramírez
& Riofrío, 2006, pág. 14) Más adelante esta especie de pacto social se ve olvidado ya que el
resto de programas del estado no llegan a todos los sectores del país, los barrios de estudio
no son ajenos a estos solo evidenciando acercamientos como los programas de Techo propio
para algunas familias que cubrían los requisitos para acceder a este servicio.
Algunas conclusiones de lo estudiado
 Los barrios Miguel Soto Valle y La Esperanza muestran la evidencia que han seguido
el proceso estudiado por Ramírez & Riofrío desde su constitución de manera
colectiva y/o comunitaria.
 La implementación de las propuestas impulsadas por el estado repercutió en parte del
área de estudio donde se evidencia los efectos de urbanización que estos produjeron
como acceder más rápido a la regulación y legalización de su suelo más rápido.
 Los aspectos gubernamentales juegan un papel importante en el desarrollo de la
ciudad, el barrio como La Esperanza lidia con el hecho que el presupuesto local es
mínimo como para cubrir el desarrollo de sector por lo que el trabajo evidencia un
papel importante para continuar con su proceso de urbanización.
 Las propuestas de formalización y legalización de suelo por parte del estado, no hay
llegado de forma sólida al sector estudiado así que los avances son de manera
individual y de acuerdo a normativas que las familias puedan cubrir.
 Existe la constante lucha por la formalización de los barrios si bien los avances son
en su mayoría individual aún hay rezagos de los logros colectivos por parte de los
asentamientos.
 Además, que los barrios buscan una mejor imagen de sus espacios públicos. Se
entiende que la lucha contra la legalidad e informalidad puede partir por el
mejoramiento de estas áreas estos espacios sociales.

Bibliografía

Ballón, E. (2004). Algunas notas para pensar la ciudad del siglo XXI. En D. C. Desarrollo, Las
Ciudades en el Perú (págs. 14-43). Lima: Alí, Arte.

Calderón, J. (2013). La ciudad ilegal en el Perú. En D.-C. d. Desarrollo, Perú Hoy - El Perú
subterraneo (págs. 39-56). LIMA: Roble Rojo Grupo de Negocios S. A. C.

Maldonado , A. (2015). Las barriadas de Lima como estímulo a la reflexión urbana sobre la
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Matos, M. (2000). La naturaleza del espacio. Barcelona: Ariel,S.A.

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fragmentados/accionesdislocadas. Estudio etnográfico en los barrios de Lomo de Corvina
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Takano, G., & Tokeshi, J. (2007). Espacio público en la ciudad popular: reflexiones y experiencias
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TORRES, V. (2016). Henri Lefebvre y el espacio social: aportes para analizar procesos de
institucionalización de movimientos sociales en América Latina– La Organización Barrial
Tupac Amaru (Jujuy-Argentina). SOCIOLOGIAS, 240-270.

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