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Tradición e innovación

por Evelyn Parra González, Periodista.

Antes que ser una artesanía o un producto comercial, estas piezas fabricadas en el
Magdalena son un elemento ancestral. Así es como algunas de sus tejedoras adaptan este
oficio milenario a las dinámicas mercantiles actuales.

La mochila arhuaca, un elemento ancestral del Magdalena La elaboración de mochilas es


una de las tradiciones más características de los pueblos indígenas que habitan la Sierra
Nevada, como los arhuacos. Foto: Alfonso Reina

Para varias comunidades indígenas del departamento del Magdalena, elaborar una mochila
es un ritual sagrado que se transmite de generación en generación, en el que se entretejen los
buenos pensamientos, aprendizajes y lineamientos cosmogónicos que rigen la vida de la
mujer indígena.

La técnica de tejido se desarrolla en forma de espiral ascendente, según el símbolo de la


creación del mundo. Desde los 3 años, las niñas de estas comunidades ya tienen nociones del
proceso. Una vez terminan su primera mochila, deben llevarla ante el mamo para que sea
usada en los diversos rituales de iniciación que las insertan en la vida comunitaria: desarrollo,
matrimonio, nacimiento y bautizo de sus hijos.

Ana Graciela Granados o Fela, como cariñosamente la llaman en la comunidad, es la maestra


artesana de Nara Kajmanta (asentamiento ubicado a dos horas de Santa Marta, habitado por
indígenas desplazados del pueblo ette ennaka). Dice que no recuerda el momento exacto en
el que aprendió a tejer, pero sí tiene presente las veces en que recogía de su patio las motas
de algodón que después hilaba para convertirlas en una mochila.

Cuando la pieza es elaborada por una mujer mayor, se crea una atmósfera especial en la que
se usa el tabaco para limpiar el lugar y el tiempo. Así se alejan las malas energías, se
concentran las positivas y se obtienen fuerza y sabiduría para tejer.

Junto a la función cultural y tradicional de las mochilas, está la económica, ya que en los
momentos del año en los que termina la cosecha de café, cacao, plátano, papa y otros cultivos,
la venta o trueque de las mismas contribuye al sustento familiar.

Hoy, la mochila es usada por jóvenes y adultos para expresar estas tradiciones y por ser
también una de las artesanías más representativas de Colombia. Para su comercialización, los
indígenas se agrupan en asociaciones, en las que escogen una líder que los representa ante
entidades como Artesanías de Colombia, que los apoya con capacitaciones y su participación
en ferias.

Recientemente, respaldó a comunidades de los arhuacos y de los ette ennaka. “El año pasado
tuvimos nuestra primera participación en Expoartesanías, después nos llamaron para ir a
Expoartesanos, en Medellín. Nos fue muy bien a pesar de la falta de experiencia. La mochila
arhuaca es un producto culturalmente nuestro, pero nos hacía falta capacitación para saber
comercializarla”, explica Judith María Torres, quien desde 2016 trabaja para que los arhuacos
asistan a este tipo de exposiciones.

Artesanías de Colombia, a través de los Encuentros de Economías Propias, también orienta


a estas comunidades hacia el fortalecimiento de sus actividades artesanales para el
mejoramiento técnico en los acabados, establecer precios competitivos y empoderar a las
mujeres en este oficio.

Sin embargo, las comunidades se sienten amenazadas porque sus mochilas están siendo
imitadas. “Hay mujeres que tejen nuestros diseños y los venden como si los hubiéramos
hecho nosotras. Estas personas no tienen en cuenta el significado cultural, le están haciendo
cambios, le meten cuero; así se pierde la identidad. Por eso le hemos puesto un nombre a
nuestro producto: Marca Arhuaco”, revela Torres, quien también deja ver su preocupación
por la cantidad de gente que se infiltra en sus resguardos y compra estas piezas dando a
cambio un poco de comida y artículos innecesarios.

La innovación es la respuesta

Artesanías de Colombia, como parte de su estrategia de ampliación de cobertura, cuenta con


la metodología Laboratorios de Diseño e Innovación, que articula estratégicamente acciones,
actores y recursos locales en función del desarrollo y la sostenibilidad de la actividad
artesanal.

Durante el segundo periodo del año se implementará esta metodología en las comunidades
artesanales portadoras del saber tradicional en la elaboración de mochilas. El laboratorio será
una estrategia de innovación social y llevará a las zonas a expertos en diseño que asesorarán
en comercialización, apertura de mercados y participación en ferias.

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