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Textos sobre la entrevista laboral

Texto 1

¿Cómo debes responder en una entrevista de trabajo a la pregunta sobre cuáles son tus defectos?
Maria Atanasov
BBC Capital
28 marzo 2016

La falsa modestia es un arte en sí misma. Y cuando se trata de entrevistas laborales, muchos hacen gala de ella.

Cuando aparece la temida pregunta "¿Cuál es su mayor debilidad?", ¿sueles responder "puedo ser demasiado perfeccionista" o
"puedo asumir demasiada responsabilidad y no delegar?". A muchos de nosotros nos han enseñado a dar un giro positivo en las
respuestas, convirtiendo las deficiencias potenciales en fortalezas, en un intento por salir airoso. ¿Pero, es realmente eso lo que
los reclutadores quieren oír?

Nos dirigimos al sitio de preguntas y respuestas Quora para averiguar lo que tenían que decir acerca de si se debe convertir una
debilidad en una oportunidad usando la falsa modestia para allanar el camino hacia un puesto de trabajo.

Evítalo

"Por favor…no lo hagas. Detente", escribió Chau Nguyen, quien ha revisado 250.000 hojas de vida, entrevistado a 50.000
candidatos y ha contratado a 4.000 personas. "Es como decir 'Deseo la paz mundial' durante una entrevista en un concurso de
belleza. Crees que es inteligente convertir la pregunta en una oportunidad para alardear, cuando en realidad solo te hace quedar
mal", escribió.

Nguyen la ha formulado en innumerables ocasiones y se molesta cuando oye las siguientes respuestas: "soy perfeccionista",
"trabajo muy duro", "me preocupo demasiado", "no tengo ninguna debilidad". Esas respuestas suenan triviales y falsas, y en esto
coincidieron abrumadoramente los reclutadores. "Es importante entender por qué el entrevistador está haciendo esta
pregunta", continuó Nguyen. "Esta es la oportunidad para que usted pueda demostrar que es humilde, consciente de sus
limitaciones, y que está trabajando activamente para mejorarlas".

El valor de la honestidad

Lo que la reclutadora Lee Alexis aprecia es la honestidad al responder. "Tener a alguien torciéndose para hacer que su 'debilidad'
escogida parezca algo positivo no me ayuda a formarme una opinión de la persona en lo absoluto", escribió. "¿Sabes lo que más
me impresiona? Cuando alguien describe una debilidad real y, a continuación, va a decirme cómo trabaja para reconocerla y
funcionar con ella", señaló.

"He tenido un candidato (lo contratamos) que me dijo que era difícil para él recordar las tareas de seguimiento, porque se centra
mucho en lo que está actualmente frente a él. Luego pasó a describir la forma en que había usado el calendario de Outlook para
administrar recordatorios, seguimientos, y adaptar su flujo de trabajo a ese 'punto ciego'", añadió. "Admitió que era algo con lo
que todavía luchaba, pero que también era muy consciente de ello y estaba trabajando activamente para resolverlo. Si no
puedes hablar conmigo sobre tu mayor debilidad en una entrevista, me preocupa que vayas a ocultar errores y debilidades una
vez que estés trabajando para mí".

Responder honestamente a la pregunta también muestra que eres valiente, que admites tu propia debilidad y eres falible. Esto
no es negativo, de acuerdo con Dushka Zapata, quien señala que ser flexible y con capacidad de adaptación indica que tienes la
posibilidad de crecer dentro de una empresa. Admitirlo también "muestra que no culpas a otros y que asumes responsabilidad",
escribió Zapata.
Texto 2

Cómo ganar la "guerra psicológica" en la entrevista de trabajo

Maria Atanasov
BBC Capital
12 noviembre 2014

En el brutal, y muchas veces descorazonador, mundo de la búsqueda de empleo on line, que le den a uno la posibilidad de una
entrevista cara a cara es más bien una ocurrencia extraordinaria. La experiencia puede generarle ansiedad hasta al candidato
mejor preparado […].

Pero, ¿estás realmente en condiciones para ese encuentro?

Para conocer técnicas y trucos que te permitan superar con éxito una entrevista de trabajo, visitamos Quora, el sitio de
preguntas y respuestas donde expertos comparten excelentes tips para estos encuentros cruciales. A continuación, te mostramos
lo que encontramos: desde lo que debes y no debes decir durante la entrevista, hasta la importancia del lenguaje corporal y los
gestos para generar una buena impresión.

Las manos hablan

Tus manos pueden transmitir percepciones positivas y negativas. Para Susan Bearry, no hay nada peor que un frío apretón de
manos cuando saludas a un candidato. "Manos secas, tibias, inspiran confianza. Manos frías, húmedas, generan
inconscientemente una desconexión", dice Bearry.

"Cuando llegues al lugar de la entrevista, ve al baño y calienta tus manos con agua o un secador de manos. Estudios psicológicos
han demostrado que incluso sostener una taza de café hace que uno se sienta más positivo hacia la otra persona con la cual está
conversando".

Una vez que la entrevista comienza, reduce al mínimo la gesticulación con las manos, a fin de no generar distracciones durante la
conversación. "Mantén las manos en modo de descanso", escribió Sharad Dhumane. "Si eres de las personas que gesticula, hazlo
suavemente, con movimientos pequeños".

Otra recomendación clave es resistirse en todo momento a la tentación de cruzar los brazos. Melinda Edwards cuenta: "esto
genera la percepción de que te estás cerrando en ti mismo y no estás dispuesto a entender al otro".

Imitar sutilmente

Zambelli Sylar Federico recomienda imitar el lenguaje corporal de tu entrevistador para ganar su confianza. En su opinión, esta es
una técnica empleada por los buenos vendedores para concretar un negocio. "Al imitar sus movimientos, el tono, los gestos, el
ritmo de respiración, básicamente estás diciendo: estamos tocando la misma canción. Nos gusta lo mismo. Puedes confiar en
mí", explica. Claro, debes ser sutil con esta técnica.

"Si la persona se rasca la nariz con su mano izquierda, tú te tocas la cara con la mano derecha. Si cruza las piernas, tú cruzas las
piernas hacia el lado opuesto, y así sucesivamente", señala Federico. "Una vez que te sientas cómodo con el lenguaje corporal,
pudieras aplicar la misma técnica al tono de voz: algunas personas hablan muy rápido y de manera intermitente, otros muy
lento, otros con un ritmo más específico", aconseja Federico.

Tómate tu tiempo

El tiempo es esencial, pero eso no quiere decir que debas ir a la carrera durante la entrevista.

Bearry cuenta que una vez tuvo un jefe que estaba metido en la onda de la meditación. Un día le dijo que una de las cosas que le
había gustado cuando la entrevistó era su respiración. "Yo respiraba despacio y profundo, y para él eso significaba que yo podría
manejarme con tranquilidad en situaciones de mucha presión, y que yo podría tener una influencia relajante en él". Para Bearry,
"respiraciones rápidas, cortas, o quedarse sin aliento mientras hablas, son claras señales de nerviosismo y también pueden
generar ansiedad en el entrevistador".

Si te hacen una pregunta, no sientas la obligación de responderla inmediatamente. "Esto es muy importante si es el tipo de
preguntas que puede confundirte", relata Tim Chi. "No está mal, e incluso algunas veces es preferible, tomar un poco más de
tiempo para pensar bien tu respuesta". Según Chi, esta pausa te puede ayudar de dos maneras:

1. Te quita presión para recordar respuestas preconcebidas.


2. Proyecta confianza: cuando tomas tiempo para responder, en vez de apurar tus palabras, le transmites a la otra persona que
sabes cuánto vales.

Una advertencia: "no esperes demasiado, o pudieran pensar que estás nervioso y sin saber qué responder", comenta Chi.
Muéstrate seguro, no arrogante

¿Cómo proyectar confianza cuando estás ansioso? Trata de no parecerlo y nunca te disculpes por sentirte así.

"El lenguaje corporal y la comunicación no verbal son elementos ocultos que pueden hacer que la entrevista termine
exitosamente", expresa John Sannicandro, un psicoterapeuta. "Puedes incrementar tu confianza practicando cómo sentarte,
cómo estar de pie o cómo caminar".

A esto, Edwards agrega otras dos acciones para mostrarse más seguro: sonreír y mantener contacto visual, sin inquietarse.
"Moverse nerviosamente o estar inquieto hace que el entrevistador se sienta incómodo", escribe Edwards. Mientras que los
candidatos nerviosos no se ganan el cariño del empleador, actuar extremadamente confiado también puede mandar un mensaje
equivocado.

"Las empresas no quieren una persona arrogante, a menos que seas famoso en tu sector, en cuyo caso puede que lo toleren",
dice Carole Grimley. "Solo sé cortés, como todo el mundo". Buen oyente y buen hablante. Es importante participar
proactivamente durante la entrevista, a fin de demostrar que sabes cómo hacer el trabajo. Sin embargo, nunca interrumpas a
quien esté haciendo la entrevista.

"Algunos entrevistados están desesperados por demostrar que sí están preparados para el cargo o que son rápidos para
aprender. Pero a nadie le gusta que le interrumpan", escribió Bearry. También evita largas respuestas o explicaciones. "No lo
hagas a menos que la situación lo requiera. Usa tu boca con moderación. Hay que ser natural", comenta Dhumane.

Presta atención a las reacciones

Las expresiones faciales pueden decir mucho, pero funcionan tanto para ti como para el entrevistador. Así como un entrevistador
te observa, tú también debes hacerlo para tomar nota de sus reacciones a lo que dices. De acuerdo con Shino San, lo más
importante es saber si ellos están interesados en lo que tienes que decir. "Si se muestran desinteresados, aprende a detenerte
incluso si tienes algo muy bueno que decir", escribe San. "Sé concreto, y si tienen interés en lo que comentaste, entonces
desarróllalo con propiedad. Hazles saber quién eres y por qué te necesitan".
Texto 3:
4 consejos para sacar el mejor provecho de los primeros 30 segundos de tu entrevista de trabajo
BBC Capital
22 mayo 2016

¿Balbuceando? ¿Tropezando? ¿Revisando los últimos errores? No, no es una primera cita romántica. Bienvenido a la primera
ronda de una entrevista de trabajo. Aunque es tentador pensar que tu encanto natural es suficiente para crear una primera
impresión que deje sin palabras a tu entrevistador, hay algunos errores que mucha gente comete apenas al comenzar la
entrevista.

Buscando consejos y trucos, consultamos el sitio online de preguntas y respuestas Quora, y formulamos la siguiente pregunta:
"¿Qué puedes hacer para causar una primera buena impresión cuando te presentas en una entrevista de trabajo?".

1. Sé breve y agradable

Una vez que entras en la sala, tan solo dispones de 30 segundos para generar una primera impresión positiva, escribió el
reclutador Adam Seabrook. Pero puedes impresionar al entrevistador incluso antes de cruzar la puerta. "Sé extremadamente
amable con todo el mundo".

"Una vez tuve un cliente que solía salir y preguntar al recepcionista sobre cómo habían actuado los candidatos antes de la
entrevista", dijo Seabrook. "Si regresaba con los pulgares hacia abajo, entonces rechazaban al candidato". De acuerdo con
Seabrook, si eres grosero o desdeñoso con el recepcionista, puedes esperar que esa persona te trate después de la misma forma.

La reclutadora Mira Zaslove aconsejó mantener la presentación positiva y sencilla: "No divagues durante demasiado tiempo".
Debes adaptar la presentación a tu audiencia; destaca aspectos de tu carrera, tus intereses, logros, educación y aficiones que se
ajusten a la empresa y al entrevistador.

"Concéntrate en lo que es directamente relevante para el trabajo para el que estás siendo entrevistado y para la persona que te
entrevista". "Recuerda que una entrevista no se basa tanto en lo inteligente o en lo buena persona que seas, sino en si encajas (o
no) para el desarrollo de un trabajo específico". Zaslove advirtió que la mayor parte de los entrevistadores no suelen prestar
atención durante mucho tiempo, por lo que los entrevistados deben usar su tiempo hábilmente.

2. Mantén tu sentido del humor

¿Cómo deberías presentarte? "Como una persona normal", escribió Chris Lynam. "Los empleadores quieren personas que sean
profesionales, pero no robots".

"No asumas que tu entrevistador leyó tu currículum, pero tampoco te limites a recitarlo al pie de la letra", advirtió.

Lynam dio un ejemplo: "Una vez una chica llamada Fátima vino a una entrevista. Queriendo ser correcto, le pregunté cómo
pronunciaba su nombre (en inglés puede haber dos formas diferentes) y su respuesta fue: 'De cualquiera de las dos maneras está
bien. También puedes llamarme Fatty (gorda, en inglés, pero también diminutivo para "Fátima"), si lo prefieres'". Esto funcionó
con Lynam. "Me reí y pensé, '¡contratada!'. Y así fue".

3. Ten estadísticas a mano

No pasa nada porque no tengas nada especial que decir sobre ti mismo, pero debes ser capaz de demostrar que tienes, al
menos, los requisitos mínimos que se piden para el trabajo, dijo Valerie Cooper.

"Algunas cosas buenas para tener a mano son cifras que puedas proporcionar sobre logros que conseguiste en puestos
anteriores. Por ejemplo, el porcentaje de aumento de ventas". Cooper escribió que si no sabes cómo contribuyes al balance final
de tu empleador actual, debes averiguarlo y seguir la pista de esa información: "Es esencial para tu movilidad laboral".

4. No te preocupes

Pero no siempre es un factor decisivo el que no puedas mostrar ninguna contribución concreta sobre tus experiencias anteriores,
sobre todo si aspiras a una pasantía o a un trabajo en prácticas, dijo Kaitlyn Hanrahan. "Nadie da tareas críticas para el negocio a
los pasantes. Esperan que puedan aportar algún valor añadido", escribió Hanrahan. "Simplemente, trata de mostrarte como un
joven entusiasta e inteligente".

"En teoría, si logras pasar la entrevista, estás cualificado para el trabajo. Es solo una cuestión de personalidad, de que encajes en
la cultura (empresarial) y de que seas el mejor candidato en ese momento".
Texto 4:

Cómo negociar tu salario en una entrevista de trabajo


Las preguntas en una entrevista de trabajo nunca son fáciles. Pero hay una que inspira más miedo que otras: “¿Cuánto quieres
ganar?”. Como muchas preguntas complejas, esta tiene más de una respuesta correcta.

Un reclutador o empleador, en menor o mayor medida, estará dispuesto a negociar un salario cuando tiene la impresión de que
aquel candidato resolverá problemas y cumplirá los objetivos de la organización, explicó el director general de Capital Ejecutivo,
Víctor Argüelles.

El salario se compone de aspectos económicos y no económicos, y que, al final, ambas características tienen su propio peso,
explicó el consultor de la firma Lee Hect Harrison (LHH), Isidro Huerta. Entre los aspectos económicos están el salario bruto,
bonos, comisiones, fondo de ahorro, distintos tipos de seguro, distintos tipos de vales y, en general, prestaciones superiores a las
de la ley que son medibles en pesos y centavos. Mientras que los no económicos son la flexibilidad, distancia entre el trabajo y la
casa, libertad para innovar, ambiente de trabajo, posibilidades de desarrollo profesional, adquirir experiencia, la reputación de la
empresa, entre otros. Estos aspectos tienen “cada vez tienen más peso, sobre todo en las nuevas generaciones”, dijo Huerta. “Un
candidato que se va sólo por el aspecto económico refleja inmadurez”.

¿Cómo negociar?

No digas 'no' a la primera propuesta, recomendó Huerta. Si te parece debajo de tus expectativas, hay que evaluar los aspectos no
económicos y ofrecer posibilidades para llegar a un acuerdo que favorezca a ambas partes. “El candidato debe ofrecer
argumentos racionales sobre su aspiración salarial. Ser muy frío, no tomarlo personal”, dijo Argüelles, de Capital Ejecutivo. Un
buen negociador es, ante todo, un buen escucha y una persona bien informada sobre la empresa y su sector. Para negociar
necesita ponerse en los zapatos del otro, para entonces saber exactamente qué quiere y podérselo ofrecer, agregó el consultor.

Huerta, quien imparte talleres sobre negociación salarial en LHH, recomendó las siguientes frases clave para negociar tu salario:

1- La industria está pagando entre “X” y “Y” cantidad por un puesto similar.

Averigua cuál es el promedio que pagan en otras industrias por puestos como el que se busca. Para esto, la red de contactos del
candidato es fundamental, también las bolsas de empleo en internet. Algunos head hunters realizan estudios sobre el tema.

2- Casos hipotéticos

El reclutador puede poner a prueba al candidato con un caso de negocios hipotético o bien preguntarle sobre sus planes en un
asunto en específico. En todo caso, la respuesta al reclutador será solo la fuente de ideas para que el candidato haga una nueva
propuesta para llegar a un acuerdo.

3- “Estoy muy entusiasmado por trabajar con ustedes, sin embargo…”

Esta frase demuestra pasión y disposición, pero al mismo tiempo, un aspecto pendiente que el reclutador o la empresa tendrían
que resolver para poder llegar a la contratación.

4- “Si en este momento no es posible cubrir mis expectativas, qué necesitaría hacer para que se revisen en seis meses si acepto
el trabajo”.

Si el candidato está dispuesto y está confiado de poder cumplir y exceder las expectativas del puesto, esto puede ser un buen
“gancho” para el reclutador.

Por ejemplo, si una empresa espera que el candidato a Gerente de Ventas cubra la cuota al 100% y tiene la certeza de poder
aumentar la cuota en 20%, eso dará a ambas partes la justificación necesaria para poder hacer ajustes en un plazo determinado,
que suele ser de seis a 12 meses.

La clave en este tipo de casos es poner la negociación por escrito, basada en logros sean medibles.

Cuidado con los bonos

Algunas empresas pueden utilizar como gancho los famosos “bonos de productividad”, pero en algunos casos éstos pueden ser
inalcanzables. El candidato, antes de pescar el anzuelo, debe hacer las siguientes preguntas:

1. ¿Cómo se miden las características para determinar si el bono se otorga o no?


2. ¿Cuáles son los parámetros para definir el monto?
3. ¿Con qué frecuencia obtenía este bono la persona que ocupaba el puesto antes que yo?

Las condiciones para negociaciones de salario y bonos de productividad tienen que estar por escrito, ya sea en el contrato o un
documento emitido por la empresa, recomendó Argüelles. “Hay que tener en mente que 80% de los casos en los que no se
estipularon las características por escrito, no se resuelven de favorablemente para los candidatos”, aseguró.
Texto 5:

Cómo superar una entrevista de trabajo


25-05-2015
Por Blanca de Almandoz @balmandoz
Las preguntas más frecuentes y las 'killer questions' para las que debes estar preparada.

Si los profesionales establecen que hay que dedicar al menos 8 horas en la redacción de un buen currículum, lo mismo puede
estimarse del siguiente paso en el proceso de selección de un empleo: la entrevista personal. Ésta lleva un gran ejercicio
psicológico detrás que permite establecer las preguntas clave para trazar el perfil del candidato y ponerle a prueba,
desarmándole si fuera preciso, para obtener un resultado que se ajuste a la realidad. Para hacerle frente los candidatos deben
preparar el encuentro como si de un examen se tratara y, gracias a la estadística sabemos de antemano, las preguntas más
habituales y sus respuestas correctas. Mención aparte merecen las 'killer questions' que, por su carácter comprometido no
suelen ser tan frecuentes y, sin embargo, conviene estar preparado.

1. Háblame de ti.

Limítate al plano profesional, resume tu CV como lo harías en el extracto de LinkedIn y no ahondes en lo personal. Ya habrá
tiempo para ello.

2. ¿Cuáles son tus principales cualidades?

Siempre con honestidad, vende tus puntos fuertes asociándolos al perfil que requerían en la descripción del puesto. Si
solicitaban gente dinámica con madera de líder procura identificar tus virtudes con estas dos características.

3. ¿Y tus defectos?

De no ser cierto, no optes por el clásico 'perfeccionista', hay muchos otros adjetivos que probablemente se ajustan más a tu
personalidad y a los que también puedes dar un sesgo positivo: obstinado pero perseverante o tímido pero voluntarioso.

4. ¿Qué sabes de nuestra empresa?

Es muy importante que conozcas bien el puesto al que postulas. Otra variante de la misma pregunta sería una pregunta directa
como: ¿Sabes el nombre de nuestro CEO?' que, en caso de desconocer deberás aprovechar para indicar lo que sí sabes acerca de
la compañía.

5. ¿Por qué quieres trabajar con nosotros?

Resalta cualidades como el prestigio para tu trayectoria profesional cuando se trate de una empresa veterana o del carácter
innovador, el aprendizaje y las posibilidades de las nuevas tecnologías cuando postules a una start up.

6. ¿Dónde te ves dentro de 5 años?

Destaca tus ambiciones personales y profesionales, por supuesto, partiendo del puesto al que quieres optar.

7. Hábleme de su último puesto de trabajo, ¿qué hacía?, ¿cuál era su función?

De nuevo, intenta dirigir tus responsabilidades a las que indicadas en la descripción del nuevo puesto.

8. ¿Por qué se fue/quiere irse de tu anterior trabajo?

Transmite siempre un mensaje positivo, evita los comentarios negativos hacia tus antiguos jefes o compañeros: alude siempre a
los retos y nuevas motivaciones y aléjate de razonamientos dramáticos.

9. ¿Por qué debemos elegirle?

Destaca tus puntos fuertes enfocados a los requisitos expuestos, ilústralos con casos prácticos y resalta aquellos que te
diferencien.

10. Hábleme de algún logro del que esté orgulloso.

Lleva preparada una anécdota que puedas apoyar con datos objetivos.
11. ¿Cómo consiguió su último empleo?

No todo el mundo tiene una gran historia, si en tu caso fue gracias a un contacto aborda las partes proactivas del trámite que no
parezca que solo 'lo dejaste en sus manos'.

12. ¿Cuáles son sus expectativas económicas?

Cuidado con tender a la baja, por desagradable que sea contestar a esta pregunta debemos ofrecer un intervalo lo bastante
amplio como para poder contar con un margen de error sujeto a negociaciones. El límite inferior debe corresponder con el
mínimo que estemos dispuestos a aceptar sumándole 1.000 euros anuales y añadir 5.000 euros más para llegar al tope.
Infórmate sobre los sueldos del mercado e indica que estás abierto a negociar.

13. ¿Qué ha hecho en su trabajo actual o en puestos anteriores para que resulte más gratificante o efectivo?

En otras palabras, cómo puedes resultarle útil a un equipo. Puedes aludir a estrategias o bien a cualidades personales.

14. ¿Cómo acometerá su nuevo puesto en las próximas semanas?

Palabras como agenda y planificación son imprescindibles, así como la interacción con el equipo ya instalado, superiores y
subordinados.

15. Cite un ejemplo en que el trabajo que le haya demandado un esfuerzo importante. ¿Cómo la abordó? ¿Cuál fue el
resultado?

Lo que se está abordando es tu capacidad resolutiva y debes demostrar que no te quedas paralizado ante los obstáculos sino
todo lo contrario y que siempre estás dispuesto a dar lo máximo de ti mismo.

16. ¿Cuántas horas suele quedarse una vez terminada su jornada de trabajo?

Aquí debemos aplicar la ley del término medio: admitir que todos los días se acaba saliendo tarde dará una visión negativa y
poco productiva del trabajo y mostrarse reacio puede parecer inflexible. Lo ideal es transmitir que, cuando sea necesario, no
habrá inconveniente.

17. ¿Cómo motiva a su equipo?

Integración y compañerismo. De nuevo, si como jefe puedes aludir a medidas concretas como informes positivos, reuniones o
sistemas de recompensas serán mejor valoradas.

18. ¿Cuáles son los aspectos que más valora cuando trabaja en equipo?

Tu respuesta puede ser exigente pero lo mejor es alejarse de un mensaje dominante.

19. ¿Qué le apasiona?

Cita aquí aquellos hobbies, intereses o motivaciones que te definan de manera positiva.

20. Si llamáramos a su anterior jefe, ¿qué aspectos nos diría que debe usted mejorar?

Como con los puntos débiles, indica conjuntamente como estás trabajando para resolverlo. Puedes citar algo bueno que tu jefe
siempre solía decir de ti.

21. ¿Qué es lo que más le gusta y lo que menos de esta industria?

Si no puedes dar una respuesta trata de analizar el sector lo más objetivamente posible, indicando los puntos que deberían
mejorarse.

22. ¿Quién ha sido su mentor?

Un nombre relevante en el sector o relacionado con la empresa a la que postulas sumará puntos. Por otro lado, puede indicarse
cualquier otra persona siempre que el razonamiento pueda ser valorado positivamente.

23. ¿Cuál es el último libro que ha leído por placer?

Se está poniendo a prueba tu cultura así que lo ideal es intentar recordar un título que haga resaltar sus cualidades intelectuales.
No tiene por qué ser un ensayo o una pieza científica, pero hay que pensar que una novela de carácter juvenil puede dar pistas
erróneas sobre nuestra personalidad si no se matiza.

24. ¿Cómo despediría a alguien?


El recruiter espera una respuesta concreta, puedes rodearla con evasivas que describan por encima la situación o puedes
preparar un discurso que se defina por su sensibilidad.

25. ¿Qué cursos o formación complementaria ha recibido últimamente para mejorar en su trabajo?

Las empresas valoran mucho la formación continua así que cualquier curso afín al puesto de trabajo sumará puntos. Si por el
contrario, no cuenta con ningún curso reciente procure citar otras actividades formativas suplementarias.

26. ¿Tiene otro proceso de selección abierto?

Siempre hay que decir la verdad, pero trata de volver rápidamente al puesto que os ocupa.

27. ¿Cuál es su filosofía hacia el trabajo?

Procura no extenderte. Basta con un simple 'lema' que muestre un beneficio para la empresa.

28. Si le tocara la lotería, ¿dejaría de trabajar?

Con esta pregunta situacional, tratan de medir el interés del candidato por el puesto: deja claro que necesitas el trabajo y el
dinero. ¿Por qué si no ibas a estar ahí?

29. ¿Qué cualidades busca en un jefe?

Inteligencia, sentido del humor, lealtad hacia sus empleados, profesionalidad y capacidad de motivación son poderosos
argumentos.

30. ¿Recuerdas algún problema que hayas tenido en el pasado con él?

La respuesta siempre es NO, en la medida de lo posible. En ningún caso debes hablar mal de tus anteriores supervisores.

31. ¿Qué ha aprendido de sus errores en el pasado?

Obviamente algún error has cometido así que responder con una evasiva sería incurrir en un grave error. Reconoce alguno de
menor grado del que se pueda extraer una lección positiva.

32. ¿Qué es lo que le ha decepcionado acerca de su último puesto de trabajo?

Como en todas las preguntas que busquen una respuesta negativa debe darse 'la vuelta a la tortilla' para salir bien parados: "no
me permitía seguir desarrollándome profesionalmente", "no me ofrece retos suficientes".

33. En las discusiones, ¿cuál es tu papel?

Es el único caso en el que debes mostrarte como un observador pasivo y siempre desde una perspectiva conciliadora.

34. ¿Reacciones bien bajo presión?

La respuesta correcta es "Sí". Debes demostrar en qué situaciones te has adaptado a este tipo de trabajo bajo presión.

35. ¿Qué haces en tu tiempo libre? ¿Cuáles son tus aficiones?

En la medida de lo posible, intenta vincular alguna de tus aficiones con el trabajo ofrecido o trata de darle un valor añadido a tu
candidatura.

36. ¿Cómo compensará la falta de experiencia?

Si efectivamente hay una carencia, deben recordarse otras cualidades como la dedicación, la voluntad de aprendizaje y la
velocidad.

37. ¿Cuánto tiempo le gustaría trabajar con nosotros?

Responde siempre a largo plazo, pero no es necesario dar una respuesta concreta: "hasta que la unión resulte rentable para
ambas partes, lo importante es que ustedes estén a gusto con mi trabajo y que yo también lo esté con la empresa".

38. ¿Cómo es su jornada de trabajo habitual?

Debes describir tus tareas diarias circunscribiéndote a la franja horaria en que las realizas y explicando por qué, siempre en
términos de productividad y eficacia.

39. ¿Cómo afronta las tareas que le son desagradables?


O se realizan en primer lugar o se auto-premia la labor para motivarse. En ningún caso se delegan o e dejan para el final.

40. ¿Qué es lo que más valora del trabajo?

Quieren conocer tus motivaciones y lo mejor será ilustrarlas con ejemplos concretos. Centra tu respuesta en la satisfacción que
podría reportarte ese puesto de trabajo.

41. ¿Dominas idiomas?

Lo habitual es faltar a la verdad en el CV pero hay quien lleva su 'mentira' hasta la entrevista personal y ahí basta una pregunta
para descubrirte. Incluso puede que hables inglés mejor de lo que los nervios te dejarán demostrarlo, pero si no lo hablas en
absoluto, igual que el suahili, no digas que lo haces igual que el suahili.

42. ¿Se siente más cómodo en la postura de líder o de empleado?

Sea cuál sea la variante de esta cuestión, solo hay una respuesta válida posible: eres un LÍDER.

43. ¿Cuál es su puesto de empleo ideal?

Lo más seguro es que no sea al que estás postulando, pero tampoco saldrás ganando si aludes a otro así que limítate a
proporcionar una respuesta genérica: “Un trabajo donde me guste lo que hago, mis compañeros de trabajo, donde pueda crecer
profesionalmente y pueda contribuir “.

44. ¿Qué herramientas y técnicas utilizas para mantenerte organizado?

Prepara una lista de herramientas (programas informáticos) y estrategias que dominas. Ésta debe incluir hasta los útiles más
básicos. Por ejemplo, una agenda personalizada o un sistema de carpetas en el correo electrónico […].
TEXTO 6:

Cómo NO vestirse para una entrevista de trabajo


Elizabeth Garone
BBC Capital
2 junio 2016

Sandalias abiertas con calcetines, pantalones pirata color caqui y una camisa ajustada algo desabrochada, que dejaba entrever
una gran cantidad de vello pectoral. Sin lugar a dudas, Reed Ellis, especialista en selección de personal en la empresa de
reclutamiento estadounidense Professional Staffing Group (PSG), recuerda el aspecto de este candidato bastante bien. Su
apretón de manos y habilidades comunicativas eran buenas, y también lo era su contacto visual. No así, sin embargo, su
vestimenta.

"Las primeras impresiones lo son todo y pueden llevarte lejos en una entrevista. Cómo te vistes es relevante", dijo Ellis.
La temida entrevista de trabajo le provoca escalofríos incluso al aspirante más confiado. Pero más aún el dilema asociado a ésta:
qué vestir y, lo más importante, qué no vestir. Elegir la vestimenta perfecta para tu entrevista solía ser una tarea sencilla: un traje
tradicional de color oscuro podía servir en casi todas las ocasiones. Pero en el entorno empresarial de hoy día, las normas han
cambiado.

¿Vaqueros y camiseta?

Los pantalones vaqueros y las camisetas son la norma diaria de muchos empleadores y de algunos directores generales.
El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, es famoso por llevar la misma camiseta gris (las compra al por mayor) todos los días
para trabajar. Incluso para empresas del principal índice bursátil de Londres, el FTSE 100 o del listado anual de la revista Fortune
500, llegar vestido de punta en blanco para una entrevista podría generar una impresión errónea sobre ti como el candidato
ideal.
Pero entonces, ¿qué tiene que hacer el confuso candidato a un empleo?

Consultamos a cinco expertos en entrevistas laborales sobre todo lo que hay que saber en lo que respecta a la vestimenta. Esto
fue lo que nos dijeron.

Steve Brown, director en Londres de la compañía de selección de personal informático "Empiric".


Haz tu investigación, sugiere Brown.
Si trabajas con una firma de reclutamiento y selección de personal, alguien ahí debería ayudarte a saber qué funciona mejor en
cada empresa. Si no es así, pregunta. ¿Conoces a alguien que trabaje ahí que pueda darte su visión sobre el asunto? O llama y
pregunta al entrevistador o al director de recursos humanos antes de la entrevista, recomienda Brown.

John Lees, escritor de How to Get a Job You Love ("Cómo conseguir un trabajo que te apasione")
¿Qué imagen quieres dar?, pregunta Lees.
No basta con preguntarte a ti mismo: "¿Me veo bien?". Tienes que tratar de verte como si ya trabajaras allí, pero poniendo
cuidado a tu aspecto, apunta. "Esto se traduce en vestir ropa que sea tan sólo un poco más elegante de lo que lleva la gente en
ese lugar de trabajo", agrega. Y, para evitar sentirte incómodo, asegúrate de no estrenar ropa o zapatos ese día.

"Cuando llegues, evita el desorden. Deja tu abrigo y tu bolso en recepción y toma tan sólo la carpeta que contenga los
documentos necesarios. Parecerás más un empleado que una visita".

Gwendolen Andre, gestora de grupo en la empresa Professional Staffing Group (PSG)


Ponte las pilas, resume Andre.
Uno de los principales clientes de la empresa de selección de personal PSF es una firma tecnológica en la que todos visten de
manera muy informal; desde leggings y sudaderas hasta pantalones vaqueros y camisetas.
"No hay un código de vestimenta que pueda complicar la primera entrevista", dice.
En el caso de este cliente —y de otros como él— la especialista aconseja llevar un estilo " business-casual" (arreglado pero
informal).

Andre recomienda una chaqueta o suéter, tanto a los hombres como a las mujeres. Y si no es un puesto de ejecutivo, no hace
falta llevar traje. Por supuesto, siempre existe "la oportunidad de alegrarlo con algunos accesorios, como un bonito collar o
pajarita".

Gabrielle Rossi, coordinadora de diseño en Whole Foods Market


"No te plantees llevar vaqueros, pero...", señala Rossi. En su oficina, el código de vestimenta es informal. Si alguien se arregla
más de la cuenta, todos empiezan a preguntar si tiene una entrevista de trabajo. Sin embargo, Rossi espera que los candidatos no
lleven zapatillas de deporte, jeans, camisetas, o, por supuesto, pantalones cortos.
Tras haber entrevistado al menos a 20 personas el año pasado, Rossi lo ha visto todo. Las mayores meteduras de pata: jeans,
chicle, demasiado escote, joyería excesiva, no llevar camiseta bajo una camisa blanca y ropa demasiado ajustada. Un enfoque
sencillo: "Yo siempre pienso: ‘Si fuera a salir a cenar a un buen restaurante, ¿qué me pondría?’", dice Rossi.

Otro gran error es tener una enorme mancha de café en tu ropa. Un reclutador dijo que "la mancha distrae tanto que parece que
esté hablando contigo". Es mejor hacer frente al "elefante en la habitación" y decir que te derramaste el café encima y
disculparte por eso.

Jennifer Medeiros, gerente de adquisición de talento de Rodan + Fields.


Llévalo a otro nivel, sugiere Medeiros.
Un gran número de departamentos en la empresa de Medeiros son muy relajados en lo que respecta a la vestimenta en el
trabajo. De hecho, algunas personas que van a las entrevistas en pantalones vaqueros consiguen el trabajo, asegura. Pero eso no
significa que ella lo recomiende. Y prefiere ver a alguien demasiado arreglado que desarreglado. "He visto a gente venir en traje y
corbata para la entrevista y, sinceramente, eso siempre deja la impresión en el equipo de que la persona estuvo dispuesta a
hacer un esfuerzo adicional", dice Medeiros. "Nunca ha supuesto un impacto negativo. No desalentaría a alguien que quiera
vestirse formal para una entrevista. Más bien al contrario; desaconsejaría una vestimenta más informal porque siempre hay más
opciones de juicios equivocados en ese caso".
Texto 7:

Las mañas y gestos nerviosos que pueden arruinar tu entrevista de trabajo


Rhea Wessel
BBC Capital
19 octubre 2016

Cuando se trata de entrevistas de trabajo, tener un CV estelar, una buena presentación personal y, más importante aún,
responder correctamente las preguntas son, como seguramente te imaginas, aspectos clave para conseguir el puesto. Sin
embargo, quizás sin que lo sepas algunos de tus gestos corporales podrían representar un obstáculo para lograr el objetivo.

Conscientemente o inconscientemente, un comportamiento repetitivo como pestañear constantemente, darle vueltas a tu anillo
o tocarte el pelo, pueden influenciar la decisión de la persona que te entrevista. Como señala Isabel Schuermann, una asesora de
imagen y con sede cerca de Frankfurt, Alemania, "tu cuerpo no puede dejar de comunicarse". Una falta de contacto visual, por
ejemplo, puede ser una señal de que es difícil confiar en ti, mientras que un pie doblado hacia abajo puede sugerir que eres una
persona insegura.

La Orientadora Profesional estadounidense Janice Burch cuenta el caso de dos ejecutivos que quedaron "totalmente
sorprendidos" cuando se vieron a sí mismos asintiendo con la cabeza sin parar en el video de una entrevista simulada. Burch,
quien tiene su oficina en Milwaukee, Estados Unidos, estaba trabajando con los directivos para mejorar sus técnicas de
entrevistas. "Creo que uno de ellos asintió con la cabeza hasta 300 veces en media hora", revela.

La buena noticia es que esos gestos y comportamientos no deseados pueden ser eliminados. Como en el caso de los
ejecutivos, estar consciente de ellos es el primer paso. Pero, ¡cuidado!: es más difícil dominar esos peculiares tics cuando estás
nervioso. Esto es lo que puedes hacer para controlarlos.

Afronta tus peculiaridades

Una vez que reconoces tus tics, es hora de domarlos.

Haz dramatizaciones y practica hablar con un entrevistador hasta que mantengas bajo control tu gesticulación.

Puedes reducir, por ejemplo, el tiempo que pasas tronándote o sonándote los nudillos o mirando demasiado fijamente a tu
interlocutor. Otros sugieren reconocer esos gestos peculiares que tienes en el momento de hacerlos.

Más que estar pendiente de enumerar "gestos irritantes" en la entrevista, Daniela Lehmann-Stein, gerente de recursos humanos
del conglomerado de medios Nielsen en Frankfurt, Alemania, busca conocer al candidato y ver cómo maneja una situación que
distrae la atención. "La sinceridad es muy importante", dice. "Si alguien se describe a sí mismo como muy abierto y, al mismo
tiempo, está sentado en una posición muy cerrada, con los hombros y brazos muy pegados al cuerpo, entonces eso resulta una
contradicción". "Sin embargo, no estoy examinando al candidato todo el tiempo intentando detectar divergencias", agrega.

Lehmann-Stein afirma que queda bien impresionada cuando alguien habla francamente sobre una reacción física que puede
tener ante una situación determinada, como, por ejemplo, ruborizase fácilmente por los nervios. "A veces ayuda ser
agresivo sobre el tema", sostiene. "Si sé que me está pasando y me preocupa podría decir: 'Aunque sé que me estoy ruborizando
ahora, no me agito tan fácilmente como parece. He demostrado mi resiliencia en varias situaciones'".

De la misma forma, si no puedes ocultar tu tic, quizás lo mejor sea manejar la situación con humor. "En esos aspectos me
gustaría que los candidatos fuesen más sinceros y valientes", sostiene Lehmann-Stein. "Hace falta un cierto grado de
autorreflexión para poder presentarte con todo y tics. Si sé que tengo una tendencia a pestañear rápidamente, puedo manejarla
con tono humorístico".

Origen de los tics

Muchas veces los gestos nerviosos tienen un origen psicológico, apunta Burch. En otras palabras, si puedes identificar la
causa, puedes minimizarlos. Burch dice que en algunos casos el motivo es la inseguridad de la persona por no sentirse lista para
la entrevista. Es por eso que trabaja con sus clientes para que estén lo mejor preparados posibles. "Marca una enorme diferencia
en tu presentación general", dice.

Paquete completo

Shuermann añade que, en todo caso, la impresión global que dejes probablemente sea más fuerte que el recuerdo de un gesto
en particular. Más que intentar saber la razón por la que te frotas las manos tan frecuentemente, la principal preocupación de la
persona que te entrevista es ver cómo representarás a la compañía con tu paquete completo de talentos, habilidades y, hasta,
tus peculiaridades.

Si tienes suerte, puede que esa persona encargada de decidir tu reclutamiento sea como Schuermann. "Nunca deberías
interpretar solo un gesto. Necesitas cuatro o cinco pistas para llegar a una interpretación", señala.

Interesada desde hace mucho tiempo en el lenguaje corporal, Schuermann hizo recientemente un curso sobre la interpretación
de las microexpresiones del rostro y ahora incorpora ese conocimiento a su técnica para entrevistar. Así, deliberadamente dirá al
aspirante cosas como: "He visto en tu rostro esto o aquello y, desde mi punto de vista, parece que tienes algunas dudas". Eso le
permite conseguir que la persona converse sobre lo que realmente quiere comunicar.

A fin de cuentas, la mayoría de las decisiones para emplear a alguien están basadas en muchos factores, como lo recuerda
Schuermann de sus días como gerente de Recursos Humanos, Liderazgo y Desarrollo en el Deutsch Bank en Frankfurt. "El
candidato que conseguía el puesto no solo era brillante en la técnica, también tenía buena personalidad, sabía conversar sobre
trivialidades y entendía cómo manejar a la personas y comunicarse con carisma".

Tics que se deben evitar durante una entrevista

1. Asentir con la cabeza excesivamente. De vez en cuando está bien, pero si lo haces constantemente das la impresión de que
buscas aprobación y dices que sí a todo.

2. Mover demasiado las piernas. No hay ningún problema en cruzar las piernas, pero no muevas constantemente un pie o una
pierna durante la entrevista pues revela nerviosismo y falta de confianza.

3. Apretar o morderte los labios. Puede que refleje una falta de preparación para la entrevista o frustraciones acumuladas.

4. Tener la mirada perdida. Cuando miras fijamente a una persona puedes incomodarla, pero, igualmente, evita que tu mirada
esté constantemente a la deriva. La persona que te entrevista puede estar buscando tu sinceridad y tus conocimientos a través
de un apropiado contacto visual.

5. Estirar el cuello. Es posible que girar la cabeza en círculos te relaje, pero una entrevista no es el momento ni el lugar para
aliviar la tensión.

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