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ROSARIO EN REPARACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA EN

EL PRIMER SÁBADO DE MES

† Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
† En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

SAN MIGUEL ARCANGEL, defiéndenos en la batalla, sé nuestro amparo contra la


maldad y las asechanzas del demonio. Reprímale Dios humildemente se lo
suplicamos y tú príncipe de la milicia celestial, precipita al infierno a satanás y a todos
los espíritus malignos que andan por el mundo para la perdición de las almas. Amen.
Ángel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día,
no me dejes solo, que me perdería, hasta que me pongas, en paz y alegría, con todos
los santos, Jesús y María, te doy el corazón y el alma mía que son más tuyos que
míos. Amen.
"Espíritu Santo, ilumínanos y santifícanos" (3 veces)
“Oh Puro e Inmaculado Corazón de María, sed nuestra Fuerza y nuestra Vida”

En este primer sábado de mes, ofrecemos este rosario en reparación al Corazón


Inmaculado de María. La Virgen María el 10 de diciembre de 1925 dijo a Sor Lucia:
—“Mira, hija mía, mi Corazón rodeado de espinas que los
hombres ingratos, a cada momento, me clavan con
blasfemias e ingratitudes.
Tú, al menos, haz algo por consolarme y di que a todos
aquellos que, durante cinco meses, en el primer sábado,
se confiesen, reciban la sagrada comunión, recen el
rosario y me acompañen quince minutos meditando los
misterios con el fin de desagraviarme, yo prometo
asistirlos en la hora de la muerte con todas las gracias
necesarias para la salvación de esas almas”

Pidamos perdón diciendo:


Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra
y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí
ante Dios, Nuestro Señor. Amén.

Hagamos nuestra oración de fe diciendo:


Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio
Pilato fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió
a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección
de la carne y la vida eterna. Amén.
PRIMER MISTERIO: EL ÁNGEL GABRIEL ANUNCIA A LA VIRGEN MARÍA
QUE ELLA SERÁ LA MADRE DE DIOS. (Lucas 1, 26-38)

Ofrecemos este
misterio en
reparación por
los ataques
contra la
Inmaculada
Concepción de
la Virgen María.

† Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a


nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal. Amén

† Dios te salve María llena eres de gracias el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén. (10 veces)

† Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

† Ave María purísima,


“Sin pecado concebida, María Santísima”.

† OH MI BUEN JESUS, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno
y llevad al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu
infinita misericordia.
SEGUNDO MISTERIO: LA VIRGEN MARÍA VISITA A SU PRIMA ISABEL.
(Lucas 1,39-53)

Ofrecemos
este misterio
en reparación
por los ataques
contra la
Virginidad de
la Virgen
María.

† Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a


nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal. Amén

† Dios te salve María llena eres de gracias el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén. (10 veces)

† Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

† Ave María purísima,


“Sin pecado concebida, María Santísima”.

† OH MI BUEN JESUS, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno
y llevad al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu
infinita misericordia.
TERCER MISTERIO: EL NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS EN EL PORTAL
DE BELEN. (Lucas 2, 6-19)

Ofrecemos este
misterio en
reparación por los
ataques contra
Maternidad y el
rechazo de
aceptarla como la
Madre de toda la
humanidad.

† Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a


nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal. Amén

† Dios te salve María llena eres de gracias el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén. (10 veces)

† Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

† Ave María purísima,


“Sin pecado concebida, María Santísima”.

† OH MI BUEN JESUS, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno
y llevad al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu
infinita misericordia.
CUARTO MISTERIO: LA PRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS EN EL
TEMPLO. (Lucas 2, 22-40)

Ofrecemos este
misterio en
reparación por
aquellos que
enseñan a los
niños el desprecio,
la indiferencia y
hasta el odio hacia
María Inmaculada.

† Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a


nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal. Amén

† Dios te salve María llena eres de gracias el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén. (10 veces)

† Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

† Ave María purísima,


“Sin pecado concebida, María Santísima”.

† OH MI BUEN JESUS, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno
y llevad al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu
infinita misericordia.
QUINTO MISTERIO: LA PÉRDIDA Y EL HALLAZGO DEL NIÑO JESÚS EN
EL TEMPLO. (Lucas 2, 42-52)

Ofrecemos este
misterio en
reparación por
aquellos ultrajan,
desprecian y
maltratan las
imágenes y
representaciones de
la Virgen María.

† Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a


nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal. Amén

† Dios te salve María llena eres de gracias el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén. (10 veces)

† Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

† Ave María purísima,


“Sin pecado concebida, María Santísima”.

† OH MI BUEN JESUS, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno
y llevad al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu
infinita misericordia.
Recemos por las intenciones del Papa Francisco y por todas las necesidades de la
Iglesia para ganar las indulgencias del rosario:

† Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a


nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal. Amén

† Dios te salve María llena eres de gracias el Señor está contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén. (3 veces)

† Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Recemos la Salve a nuestra madre celestial:

DIOS TE SALVE REINA Y MADRE, de misericordia vida dulzura y esperanza


nuestra, Dios te salve a Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Tí suspiramos
gimiendo y llorando en este valle de lágrimas, ea pues Señora abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos Tus ojos misericordiosos y después de este destierro,
muéstranos a Jesús, Fruto bendito de tu vientre, oh clemente, oh piadosa, oh dulce
y siempre Virgen María, ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos
dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amen.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan
graciosa belleza. A Ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este
día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.

Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco todo a Vos, y en prueba de mi filial


afecto os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón; en una
palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, Oh Madre de bondad, guárdame y
defiéndeme como hijo y posesión tuya. Amén.

Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mí no apartes. Ven conmigo a todas partes y


nunca solo me dejes. Ya que me proteges tanto como verdadera Madre, Haz que me
bendiga:
† el Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo. Amén.
ORACION AL SANTISIMO
† Niño Jesús que en la Hostia éstas,
para mí te quiero para mí serás. (3 veces)
Señor Jesús que estás aquí en el Sagrario, te ofrecemos este pequeño acto de fe,
como los niños de Fátima diciendo la oración que el Ángel enseñó a los niños
pastorcitos:
DIOS MIO, yo creo, adoro, espero y Te amo.
Te pido perdón por todos los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.
(3 veces)
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te
ofrezco el Precioso Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que
Él es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del
Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.
Querido Jesús, en este primer sábado de mes, venimos a ofrecerte nuestras
oraciones, queremos acompañarte, sabemos que estas presente, en cada Hostia
consagrada, que nos amas, y que nos esperas siempre.
Te pedimos que perdones todas nuestras malas acciones, no queremos hacerte daño
ni causarte tristeza por nuestro desordenado comportamiento.
Corazón de Jesús que estas en el Sagrario, aumenta en nosotros la fe.
Ten misericordia de nosotros, y danos un corazón igual al tuyo.
Te damos gracias por la vida, por la familia, los alimentos, la educación que vamos a
recibir este año, por los maestros y por el bello mundo que has hecho para nosotros.
Protege y ayuda al Papa Francisco y a todos los sacerdotes, a los niños, jóvenes y
ancianos, enfermos y a los que están alejados de ti.
Quiero Jesús que en la Hostia éstas, recibirte con pureza, humildad y devoción, así
como te recibió la dulce Virgen María, te pedimos que nos llenes del Espíritu Santo,
para contarle a otros que tu estas aquí.

Corazón Eucarístico de Jesús, manso y humilde,


haz mi corazón semejante al tuyo.
Corazón Eucarístico de Jesús,
te amo con todo mi corazón.
Niño Jesús que en la Hostia éstas,
para mí te quiero para mí serás. (3 veces)

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