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Mortalidad infantil

En Guatemala los altos índices de desnutrición


crónica infantil y la mortalidad por esta y otras causas
aumentan, igual que la pobreza que tiene con hambre,
enfermas y en la miseria a millones de personas.
Según el Fondo Internacional de Emergencia de las
Naciones Unidas para la Infancia UNICEF (por sus
siglas en inglés), la mortalidad infantil sigue alta
comparada con otros países de Latinoamérica, es de
44 por mil nacidos vivos, es decir, por cada 1,000
niños o niñas que nacen, 44 mueren antes de los
cinco años.

Las defunciones infantiles pudieron evitarse, pues la causa fueron enfermedades


prevenibles y curables, tales como infecciones digestivas o de las vías
respiratorias, además, la pobreza, la falta de oportunidades para acceder a
educación y salud de calidad, la indiferencia del Estado, la corrupción incrustada
en el aparato estatal, inciden en la tasa de mortalidad infantil.

En Guatemala el 46 por ciento de la niñez sufre desnutrición crónica, que


ocupamos el lugar 127 de 189 países analizados, que cada día aumentan los
pobres, que más de tres millones de personas se han empobrecido y para colmo,
superamos a Haití en desnutrición crónica.

Si hay pobreza, marginación, desigualdades, desnutrición infantil, no habrá


cambios que superen las condiciones que hoy nos colocan como país desigual
con bajo índice de desarrollo humano.

Maternidad infantil

“Cuando hablando de embarazos en adolescentes. Debemos pensar que es un


fenómeno social que tiene múltiples causas, pobreza, patrones patriarcales,
cultura, poco acceso a la educación, lentitud en los procesos judiciales”

Guatemala registró un total de 51.110 embarazos en adolescentes, jóvenes


comprendidas entre los 10 y los 19 años, En los primeros seis meses de 2018,
según publicó hoy el Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva.

La mayor parte de esta cifra corresponde a adolescentes de 19 años (12.952),


pero de la estadística se desprende que hubo 8 casos en niñas de 10 años, 25 en
pequeñas de 11, 77 en niñas de 12, 307 en jóvenes de 13 o 1.058 en
adolescentes de 14.
Ni físicamente ni emocionalmente están preparadas para ser madres. Se
interrumpen los procesos de vida de las niñas, pero también se interrumpe el
desarrollo de sus familias, sus comunidades y de la nación completa”

El embarazo adolescente, agregó el observatorio, es resultado de múltiples


factores, como la pobreza, el machismo, el no acceso a la escuela, las prácticas
culturales o la violencia sexual, una situación que "perpetúa el ciclo de la pobreza,
violencia, desnutrición e impide el desarrollo".

“Es preocupante que existan en Guatemala municipios con el 40 por ciento de sus
adolescentes de 15 a 19 años embarazadas. Esto nos habla de una ausencia total
del Estado en cuanto a políticas de prevención del embarazo adolescente”

No se descartan los abortos espontáneos o el caso de menores fallecidas durante


el parto, y estos decesos se hayan anotado por una apendicitis o complicación
estomacal, que es lo común en las áreas rurales. Otra posibilidad es que el bebé
falleciera al nacer. Pero eso no se registra.

Entre las razones por las que los números de embarazos con las inscripciones de
nacimientos no concuerdan, según Rodríguez, puede ser que al tratarse de
embarazos en adolescentes, y más aún si son menores de 14 años, existe temor
de las adolescentes de acercarse a un hospital o de inscribir a los niños en el
Renap, porque el caso puede ser investigado como una violación sexual.
Además, por la corta edad de las jóvenes pueden haber complicaciones durante el
tiempo de gestación y haber pérdidas prematuras o durante el parto.

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