Vil CONGRESO

DE ANTROPOLOGÍA EN COLOMBIA
Medellín, 1994

DEPARTAIVIENTO DE ANTROPOLOGÍA
FACULTAD DE
CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
COSTA ATLÁNTICA
MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA
WIWA: ECOLOGÍA Y CULTURA
EN LA SIERRA NEVADA
DE SANTA MARTA
Cristina Echauarría Usher, 1994

COLOMBIANA 1. INTRODUCCIÓN

Esta ponencia busca sintetizar los principales resultados de una

Etnología e Historia investigación realizada con líderes, mamas y maestros wiwa du-
rante 1993, con financiación de Colciencias y la Corporación
Murundúa de Valledupar.

Su principal objetivo fue el de realizar grabaciones en lengua

Memorias del Simposio:
Etnología e Historia de la Costa Atlántica
damana, de mitos y relatos wiwa relacionados con las aves, con
varios fines: primero, sentar las bases para la iniciación de un
archivo de memoria oral wiwa para uso a corto, mediano y largo
plazo, tanto en los programas educativos bilingües e interculturales,
como para los wiwa del siglo XXI. Para nadie es un secreto que
con cada rnama se muere una parte de la tradición.

Coordinadoras y editoras: El otro gran objetivo del proyecto, fue el de combinar el conoci-
miento de la ciencia tradicional indígena, con la ornitología mo-
SANDRA TURBAY derna. Ello a fin de conocer cómo la función cultural de las aves
AMPARO MURILLO en la sociedad wiwa puede ayudarnos a comprender la función

Vil CONGRESO DE ANTROPOLOGÍA EN COLOMBIA 205

 1
MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA
ecológica que éstas cumplen en la Sierra. Al mismo tiempo cómo
a partir de ahí se pueden señalar nuevos caminos de trabajo am-
biental conjunto con los indígenas, frente a la crisis ambiental de
la Sierra Nevada de Santa Marta.
El interés por realizar un trabajo alrededor de la función social,
ritual y ecológica que tienen las aves para los wiwa, surge de
varios hechos: el primero, la profusión de relatos, cantos y dan-
zas wiwa relacionados con las aves, que habíamos tenido oportu-
nidad de conocer durante diez años de trabajos intermitentes con
indígenas wiwa y que señalaban a las aves como seres de gran
importancia en la cultura. Así mismo, los mitos kágaba recogidos
por Preuss, están repletos de cantos y relatos sobre aves, quizás
más que sobre otros animales.
En segundo lugar, la trascendencia que le otorga el trabajo de
Reichel-Dolmatoff (1988) a las aves representadas en la orfeberería
pre-colombina, como símbolos de la transformación chamánica,
concepto central a las religiones chamánicas de la América indí-
gena. Desde este punto de vista, la mitología ornitológica wiwa
resulta de particular interés para los arqueólogos y demás estu-
diosos de «lo tairona» .
De los cuatro grupos indígenas que según los mamas quedaron
encargados de cuidar la Sierra Nevada de Santa Marta, los wiwa
son quizás los menos conocidos. Aunque los wiwa han ido per-
diendo su cultura tradicional, al igual que los ika, y antes los
kankuamos, hay actualmente un resurgimiento de la actividad
organizativa, política y cultural, liderada por sectores tradiciona-
les, que de alguna manera proponen lo que podríamos llamar
«perspectivas futuristas a partir de la tradición». Es con estos
sectores que se articula el presente proyecto, que si bien trata de
un tema supuestamente religioso y académico, se plantea desde
el comienzo con una finalidad absolutamente práctica y aterriza-
da dentro de las necesidades e inquietudes de la comunidad wiwa.
Educación y conservación de su tierra y su cultura.
Así mismo, la diferenciación de «lo wiwa», frente a «lo kágaba», «lo
ika» o «lo kankuama», surge ahora como una prioridad frente a
206 DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA
los requerimientos que impone el ordenamiento territorial,
necesidad de que cada una de estas etnias hermanas encue
nuevamente su lugar, de manera articulada con las demás, y (
contexto de una Sierra habitada también por campesinos, c
nos de otras regiones de Colombia, y arrinconada por la viole
de grupos armados de todas las índoles.
2. LAS AVES EN LA CULTURA WIWA
Los mitos, creencias y conocimientos etológicos que de las ;
tienen los wiwa, indican que desde el punto de vista de la ti
ción indígena, las aves son importantes elementos integrad*
del hombre y la naturaleza en la Sierra. Es evidente que aún I
están integradas a la vivencia tanto cotidiana, como ritual de
wiwa. Casi todos los indígenas, en particular los mamas y
mujeres, conocen los cantos, los nombres y el comportamie
de un gran número de aves de su localidad y de algunas zo
cercanas, e incluso de aves que ya no existen en el actual ten
rio wiwa por destrucción del habitat. Conocen los presagios
las diversas aves: qué avisan y qué dicen con su canto y cor
comportamiento. Todas ellas le ayudan a los wiwa a mantenc
al tanto de los ciclos naturales de la sierra y a recordar la ley d
madre.
En la tradición wiwa se perfilan al menos tres grandes grupos
aves: las aves «nocturnas» o negras, hijas legítimas del pa
Siukukui y la madre Sianiumang que fueron bautizadas antes
amanecer. Ellas quedaron encargadas de avisar enfermedaí
muerte, a fin de que las personas tuviesen tiempo de hacer tra
jo con el mama para alejar la enfermedad. Aquí se incluí,
lechuzas y buhos, guácharos, aves negras u oscuras como
garrapatero, el copetón gris y el halcón lechuza. En este grupc
mama principal el imán, la lechuza, quien aprendió de mai
Nujuna a hacer la mortuoria.
El comisario es btmgu, el buho, cuya función trasciende el avi;
muerte, para aconsejar sobre el comportamiento adecuado pe
oír consejo y sobre la sexualidad prohibida. Y es lógico, pues
I CONGRESO DE ANTROPOLOGÍA EN COLOMBIA 21
 MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA
transgresión de la ley de la Madre es precisamente lo que atrae las
enfermedades.
Las aves nocturnas o negras, son las únicas que acompañaban al
padre Siukukui cuando la madre logró quitarle la aseguranza que
él usaba para evitar que llegase el día; fueron las que acompaña-
ron a los padres cuando amaneció.
Otro grupo de aves, las rapaces y carroñeras, se relacionan con la
autoridad, el territorio y el poder espiritual. Si bien en otros gru-
pos también hay mamas, cabos y comisarios, es este grupo el
epítome de la función de mando civil y religioso. Con un detalla-
do conocimiento de la etología de estas aves, los mamas refieren
la forma como funciona la autoridad y el territorio en su propia
comunidad. De aquí surgen los principales consejos que reciben
mamas y autoridades durante su proceso de formación y consa-
gración.
El tercer grupo se relaciona con la comida, con «la cosecha de
la gente» y la garantía de lluvias suficientes y oportunas para
ello; es decir, con la sobrevivencia cotidiana y material de los
wiwa. Sobre las historias de estas aves se estructura buena parte
del código moral de la cultura, particularmente aquellas ense-
ñanzas básicas, apropiadas para los niños. Este grupo incluye
todas las demás aves, las insectívoras, fruguívoras y nectarívoras,
cuyos cantos y plumaje colorido sirven para la curación de la
comida.
Entre ellas las golondrinas y vencejos son particularmente sagra-
das, pues se asocian directamente con el control de las lluvias,
por lo que se les llama «mujeres del aguacero»; el colibrí diminuto,
nujkago, es un ave calendario, pues avisa con su vuelo casi verti-
cal la posición de las Pléyades entre los meses de mayo y noviem-
bre, y está además directamente relacionado con la consecución
de plantas como la coca y la fruta kanzhi, ambas cruciales en la
formación de los mamas.
Hablar aquí de cada una de las aves es imposible, se trata de
historias que duran muchas noches. Pero es claro que las se-
ñales, o los avisos de las aves, se relacionan con las cosechas y
208 DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA
la regulación de las lluvias, con temas trascendentes como la
muerte o el más allá y con la renovación de las jerarquías y
formas de organización social tradicionales. Es decir, con lo
social, lo territorial-organizacional, lo religioso y lo económi-
co-ecológico.
2.1. Lo social
Las aves tienen una especial incidencia en lo social y lo psicológi-
co como ejemplos de lo que se debe o no hacer para «servirle a la
comunidad».
Entre los consejos más recurrentes se hacen evidentes muchos de
los valores que encierra el código moral de la cultura wiwa: en
primer lugar el aprender a oír y a respetar el consejo del mayor,
como base de todo aprendizaje. Para ello hay un comportamiento
establecido, el cual implica el oír largas horas de consejo sin
dormirse, sin mostrar cansancio, sin distraerse, sin comer hasta
que el mama dé orden y sin mirar al mama, tal como lo enseñan
las historias de btmgu, abi, ulami, duanabojo, tamishki,
tulbirru, juisa y nubla.
En esto, el mismo mama es el primer responsable de mostrar el
buen ejemplo. Un mama que no lleva para sí las exigencias que
impone sobre sus vasallos, pierde poder y respeto, como le ocu-
rrió a mama magurra, la cataneja.
En segundo lugar, el no cometer adulterio o incesto, ni siquiera
en pensamiento. Las culpas y conflictos asociados a lo sexual se
corroboran como nucleares en la cultura también a partir de las
historias de la aves, como en el caso de wankamaya, gaiulu y
zhakuabaka, y en los primeros episodios del mito de Niulué, en
donde se asocian claramente el comer y pescar chebas, con el
sexo. Excesos de carne o comida y de sexo son muy mal vistos
en una cultura tan ascética, en donde: «El camino de Antigua-
Espiritual es-, saber dominar los ojos, saber dominar los oídos,
porque los ojos y los oídos tienen freno... freno de masculino y de
femenino... conocer el freno espiritual... para dominar toda clase
de violencia» (Jimeno de RGB, 1987:37).
Vil CONGRESO DE ANTROPOLOGÍA EN COLOMBIA 209
 MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA
Se devela además, un profundo temor masculino a perder su po-
der sobre las mujeres, pues el castigo al lesbianismo en ningún
otro relato está equiparado con los castigos a otras formas de
transgresión sexual. En ese caso es notable que ni siquiera se dio
a las mujeres la oportunidad de confesarse y recibir consejo (como
castigo renovador), sino que de una vez se les condenó con enga-
ños en la historia de bttngu y las mujeres.
Los consejos para mujeres se centran también en la historia de la
saga tulbirru (cucarachero de quebrada), la comelona desver-
gonzada que se comió al escondido la semilla que tenía el mama
guardada para la siguiente cosecha. Su falta de respeto para con
su marido, el mama, fue la causa de que el mama desapareciera,
volviéndose jaleka (espíritu contenido en piedra), por la vergüen-
za y por la evidente pérdida de autoridad que ello implicaba ante
sus vasallos. También es consejo para mujeres el castigo del que
se hizo merecedora sigijki por presumir de sus atributos físicos,
en la historia de sigijki, sirunka y bukulchichi, las golondrinas
y vencejos.
En tercer lugar, no robar, ni pensar en robar o comer permanen-
temente. A varias aves, como gaiulu y duanabojo, les ocurrió
que por estar pensando en robar comida fueron robándoles a
ellos el pensamiento y las enseñanzas que la madre les había dado.
A las otras aves las castigaron por robar comida durante el ayuno,
y por eso hoy se comen.
No se debe envidiar lo que tienen los demás, ni estar deseando lo
que parece grande y bonito, pues de pronto le pasa lo que a
gómela el tucán, cuando quiso cambiar de pico con
guatapanazhi el carpintero, pero demasiado tarde descubrió que
no servía. Es mejor apreciar lo que parece que no sirve y no
dejarse engañar por las apariencias.
Es así como los hijos mayores que reciben la mayor atención de
los padres, no siempre son los que aprenden bien; el huerfanito,
el pobre, el feo, el sucio, el que parece menos, es el que más sabe
y más aprende, como se narra en la historia de simtmwnksa. Así
mismo los no-indígenas creen que el indio no sabe, porque pare-
210 DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA
ce sucio y pobre por fuera, pero, dicen los wiwa, de pronto esos
son los que saben más.
De la misma manera como nuluka, la oropéndola, recoge y
cría los pichones de seshulu, el yolofo, un niño que era mal-
tratado por su familia fue recogido por otra familia que le brin-
dó alimento y cariño a cambio de ayuda laboral. El ayudar al
débil, o al hermano menor, es una práctica muy extendida en-
tre los wiwa. Suku y guatapanazhi, los carpinteros que que-
daron con los picos «como brosas», le ayudan a los demás pá-
jaros que anidan en el hueco del árbol, así mismo, las autorida-
des y mayores de una comunidad deben ayudarle a los más
jóvenes a construir su casa.
La importancia de una disciplina muy rígida en la crianza de los
niños indígenas, para que «aprendan a aguantar desde pequeños
y respeten al mayor», encuentra en las prácticas de crianza de
algunas águilas, como dushambu y bosoli, un comportamiento
ejemplar. De algunas de estas historias se desprende el dicho
«quien no oye consejo, no llega a viejo», el que no aprende, es
porque no le va a servir a la comunidad.
En la historia de Zanani y Ulubué también se explican las
razones del mal comportamiento de Zanani por la mala educa-
ción que recibió, y porque su madre durante el embarazo tuvo
muchos «antojos» en pensamiento, pero nunca los confesó ante
el mama; de tal forma que Zanani salió «que le gustaba coger
de ajeno».
Ese «no pensar mucho», que es un consejo también recurrente, se
refiere a no ser calculador, a no contemplar en la mente lo que es
prohibido, como robar comida o tener sexo con la mujer de otro.
Como diría la religión católica: «no pecar por pensamiento, pala-
bra, obra u omisión»; y en esa concepción del «pecado» se identi-
fican completamente las religiones de la Sierra, con la religión
Católica. Imposible discernir hasta qué punto ello responde a
una influencia histórica, pero el ascetismo del sacerdocio indíge-
na sugiere que estas concepciones ya estaban el la religión local
cuando llegaron los curas misioneros.
Vil CONGRESO DE ANTROPOLOGÍA EN COLOMBIA 211
 MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA
2.2. Organización, territorio y poder espiritual
Entre las aves hay mamas, comisarios, cabos y vasallos, al igual
que en la sociedad indígena. Pero es claro que el grupo de las
aves falconiformes, que incluye carroñeras y rapaces, domina la
esfera de autoridad, organización y territorio.
De éstas, hay algunas aves encargadas de cuidar abajo, junto a la
línea negra, otras en la parte media, y unas pocas, las más sa-
gradas, junto a la madre en lo alto de la Sierra. Ello debió tener
su paralelo en los puestos que les fueron adjudicados a los diver-
sos linajes en tiempos antiguos.
Cuidar lo que la madre le encargó que cuidara, quedarse en «su
puesto», los de arriba y los de abajo. Esto tiene importantes
repercusiones territoriales en relación tanto con los linajes y grupos
indígenas al interior de la Sierra, como en relación con los
«hermanitos menores» allende la línea negra. Cada uno debe
mantenerse en su territorio ancestral, adonde la madre lo dejó
cuidando para continuar haciendo los pagamentos que garanticen
el 'sostener el mundo', de lo cual son responsables las cuatro
etnias tradicionales de la Sierra.
Por esos territorios pelearon dushambu, que es mama wiwa, y
bosoli, el mama kágaba. Ellos encontraron un punto de equili-
brio en donde ambos tenían igual fuerza; el ejemplo de las dos
águilas se remite pues a las luchas de poder político y territorial
entre kágabas y wiwas, aconsejando que sólo mediante el acuer-
do y el diálogo, se pueden subsanar las diferencias.
A las aves rapaces, en particular a giogí y a sirika sigima, la
madre les encomendó el trabajo de ser como «celadores» o
cuidadores, cabos de los cerros-casas ceremoniales. En ese con-
texto se narra la historia de ulubué y sirika sigima, para contar
lo que le pasó al flojo, ladrón, que no quiso quedarse en su pues-
to, sino que se fue a mendigar por todas partes. Muchas de las
reglas de cortesía básicas de la cultura wiwa son descaradamente
infringidas por sigima, quien por no oír consejo y no quedarse
en su puesto, se «muere todos los años». En este contexto, la
212 DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA
gran águila crestada, conocida como ulubué, se perfila como el
gran consejero, cuidador de los cerros-casas ceremoniales, que
son nucleares en la geografía mítica y el territorio espiritual wiwa.
Aquí se refuerza el principio de autoridad de quienes «se que-
daron junto a la madre, arriba en las lagunas», aquellas aves
más sagradas que no abandonaron a la madre, a diferencia de
otras aves que iban a ser sagradas, pero que por querer estar
comiendo pescado en el mar, abandonaron a la madre, como
duanabojo, wankamaya y otras que se fueron para abajo.
Es consejo también para los indios que se van de su comunidad
en busca de las supuestas oportunidades que ofrece el mundo
«civilizado».
La función específica de cada una de las autoridades tradicionales
de la sociedad wiwa, incluyendo las formas de repartición del ali-
mento impuestas por la jerarquía existente, son expresadas per-
fectamente por las aves carroñeras, tal como se narra en la histo-
ria de kazhikazhi.
Cuando hay un animal muerto, llega primero el mama magurra,
la cataneja, a sacarle los ojos y curar así al animal para que los
demás puedan comer. Luego, el caricari, quien es el comisario,
come un poco y llama a los gallinazos y demás carroñeras, a los
vasallos, para que vengan a comer. Igual sucede entre las perso-
nas cuando se reparte una comida comunal.
El comisario kazhikazhi quien ciuda en el día, se complementa
con el cabo té quien cuida abajo en la noche: «cada uno tiene su
hora y su puesto para estar aconsejando». Lo mismo mama
magurra, quien aconseja en su unguma y confiesa a sus vasallos
en la loma, mientras que comisarios y cabos aconsejan en la
oficina.
Mirando a las carroñeras los wiwa recuerdan las órdenes de la
madre en cuanto a organización social, jerarquía y territorio ma-
terial, en lo civil; mientras que las aves rapaces se relacionan más
directamente con la esfera de lo religioso, con el poder y el terri-
torio espiritual.
Vil CONGRESO DE ANTROPOLOGÍA EN COLOMBIA 213
 MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA
2.3. Lo religioso
La esfera de lo religioso, de la ritualidad, la maneja el mama,
con sus ayudantes, y en acuerdo con el comisario y los cabos.
El mama es el guía, es quien conoce el ciclo vital de cada uno
de sus vasallos; pero lo que maneja principalmente el mama,
es la intermediación con los dueños de las cosas de la natura-
leza para tratar de procurar la buena lluvia y las buenas cose-
chas; para evitar que lleguen las enfermedades de las personas
y de los productos de la naturaleza, las enfermedades materia-
les y las espirituales. Con el uso de ofrendas situadas en luga-
res específicos y enviadas como comida espiritual a los padres,
por medio del pensamiento, los mamas hacen lo que se llama
el 'trabajo por dentro'. Las aves son importantes auxiliares de
los mamas pues con sus cantos y comportamiento ponen so-
bre aviso a los mamas cuando algo está fallando.
La religiosidad wiwa se expresa de una parte, en una ritualidad
cotidiana en la relación con la naturaleza, mediante pagamentos,
cantos y confesiones, y por la otra, en las fiestas comunales o
ceremonias asociadas con el ciclo vital.
En este sentido, un primer grupo de aves, las «nocturnas o
negras» tienenDque ver con el más allá, con la muerte. Y es
aquí en donde comienza y termina el ciclo de la vida, razón por
la cual su canto es temido y escuchado cuidadosamente por los
mamas. Al avisar enfermedad o muerte, están anunciando
transgresiones a la ley de la madre, y llamando la enfermedad
y los problemas.
Estas aves «nocturnas» estarían entonces encargadas de regu-
lar las normas culturales y su importancia es acentuada espe-
cialmente por su relación con la mortuoria, como en el caso de
imtm, la lechuza. Esta ave tiene una relación particularmente
significativa con mama Nujuna, quien viajó «adonde los muer-
tos viven» y enseñó a los hombres la mortuoria. Por esa razón
no es de extrañar que los buhos y lechuzas sean temas recu-
rrentes en la orfebrería pre-colombina tairona.
214 DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA
Las aves carroñeras y rapaces ejemplifican cómo deben conducir-
se las relaciones entre los humanos y entre distintas etnias y lina-
jes, en lo referente a territorio, autoridad y la adquisición y man-
tenimiento del poder espiritual.
El tercer grupo de aves se asocia más bien con la supervivencia
cotidiana de los wiwa: Se trata en su mayoría de aves coloridas,
frugívoras, insectívoras y nectarívoras que sirven para la cura-
ción de la cosecha y están directamente relacionadas con las per-
sonas y sus actividades económicas, mediadas éstas últimas, su-
puestamente, por el pagamento que pueda garantizar las bue-
nas lluvias y cosechas. Además, muchas de estas aves están liga-
das a las ceremonias de bautizo, de niños y semillas, y a matrimo-
nios.
Las plumas de estas aves son necesarias para los ritos de curación
de la comida, bautizos, matrimonios y aun mortuorias. La carne
de muchas aves se come, algunas de ellas exclusivamente para
fines rituales. Otras son de consumo prohibido por su carácter
sagrado, mientras que otras, las que «roban» comida de la gente,
se pueden matar y consumir. Algunas aves le cantan a la semilla
para que crezca sana o avisan cuándo es tiempo de sembrar las
distintas cosechas; otras son «llamadoras del aguacero». A todas
ellas los wiwa les cantan y les danzan como parte de las ceremo-
nias de curación y de ciclo vital.
Los colibrís están explícitamente asociados con la crianza y
educación de los mamas y con la realización de ritos que requieren
de ayuno o de consumir únicamente alimentos «de antiguo». Entre
las plantas que trajo el colibrí están nada menos que la coca y el
fruta kanzhi, sin las cuales no se podrían realizar los trabajos
espirituales ni se podrían criar mamas nuevos. Es decir, sin ellas
no habría tradición.
2.4. Lo ecológico
Y esto nos trae a la concepción de la función propiamente
ecológica de las aves, según los wiwa. Que los murciélagos, los
guácharos, los quetzales y otras aves frugívoras son dispersoras
Vil CONGRESO DE ANTROPOLOGÍA EN COLOMBIA 215
 MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA
de semilla está muy claro. En casi todos los relatos se especifica
lo que «la madre le curó de comida» a cada animal.
A otros animales les curaron insectos o roedores que son plaga
para las personas. Es así como a los buhos y lechuzas les curó el
ratón; a las rapaces les curó las culebras y otros animales; y a un
grupo de aves les curó los insectos. Entre éstas sobresale suku el
carpintero gris quien sólo come los insectos que nacen en los
árboles, y a quien, según el relato, no se le puede tumbar la casa.
Es decir, no es bien visto tumbar un palo seco en donde suku
tiene casa y comida, porque al hacerlo se enferman los otros
árboles y cultivos. La función de las aves como controladoras de
plagas es clara para los wiwa.
Otras aves y animales no obedecieron y rompiendo el ayuno,
robaron comida que la madre había prohibido comer. Esos son
los animales que hoy en día se pueden cazar y comer; a ellos es
jaduka, el arma, quien les da consejo.
Por supuesto que al estar prohibido o permitido el consumo de
unos u otros animales por la tradición, se están estableciendo
relaciones ecológicas muy claras, basadas en una cierta reciproci-
dad entre personas y animales. De alguna manera quien se ali-
menta de mi cultivo, de mi esfuerzo, me está otorgando el dere-
cho de alimentarme de él. Mientras que aquel que no daña la
cosecha, sino que le ayuda con cantos o con avisos, debo respe-
tarle la vida. Inevitablemente quienes son comidos, fueron deja-
dos por la madre para ello, debido a que en tiempos de Antes del
Amanecer, cometieron alguna transgresión, ya fuese por robar
comida, o por alguna otra razón.
Entre las aves que le cantan a la cosecha, hay algunas que avisan
el tiempo propicio para realizar la tumba de monte o para sem-
brar ciertas semillas, como murrúa, el reyecito, gomwla, el tucán
verde, sibi, la gallinaciega y otras. Estas son aves adivinas, al
igual que algunas de las nocturnas, pero el adivino y auxiliar prin-
cipal de los mamas en la adivinación el mama shijkua, el pájaro
ardita, que con su canto niega o afirma lo que uno está pensan-
do, sea en relación a actividades rituales, económicas, personales
216 DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
I
MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA
o comunales. También entre estas aves hay cabos del aire, las
aves insectívoras y curadores de las flores, como los colibrís. Cada
ave tiene pues su lugar y su función, así como condiciones para la
utilización de su carne o de sus plumas. De cada una se despren-
de un consejo que será apropiado para personas de diferentes
edades, sexos y cargos en la comunidad. Sin las aves los mamas
dicen que no recordarían muchas cosas que son fundamentales
para mantenerse como cultura y para sobrevivir en la Sierra.
3. CULTURA, ECOLOGÍA Y CONSERVACIÓN
DE LA SIERRA
La preocupación de los mamas por la pérdida de la tradición y de
la cultura wiwa se hizo patente durante todo el trabajo; los mitos
casi siempre terminan hablando de ese tema. Y aun para esta
situación, las aves tendrán algo que decir:
«Cuando estemos perdidos en una montaña, cuando
estemos ya perdidos, cuando tengamos muchos pro-
blemas, ese pájaro igu irá a cantar... Y es entonces
cuando uno comienza a pensar «¿qué será lo que he-
mos perdido nosotros para que caigamos como en la
perdición?». Y es entonces cuando se habrán perdido
todas nuestras historias, todas las enseñanzas, todo
nuestro saber del indígena, cuando ya nos pase esto es
porque hemos olvidado todo lo que los padres nos han
contado, nos han dejado, nos han enseñado» (JAM de
FGCH, Historia de Igu).
En los relatos, en los rituales, en su análisis de la situación am-
biental de la Sierra frente a los cuestionamientos que les hacemos
los ambientalistas, los mamas dan gran importancia al «trabajo
por dentro», al trabajo ritual «en pensamiento», representado en
el trabajo de mama y los pagamentos.
Al trabajo «por fuera», el trabajo físico necesario para recuperar
materialmente los recursos naturales de la Sierra, el cual incluye
actividades como consecución de fondos, elaboración de proyec-
tos, coordinación entre entidades, programas de reforestación o
Vil CONGRESO DE ANTROPOLOGÍA EN COLOMBIA 217

MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA
repoblamiento de fauna, convocatoria a la participación «comuni-
taria», a todo eso que tanto interés y energía le ponemos los no-
indígenas, los mamas lo ven como un paso posterior, el cual care-
cería de eficiencia si no se precede del trabajo «por dentro».
Pero es también evidente que el sólo trabajo por dentro ya no
surtirá el efecto positivo que en alguna otra época remota habría
podido tener. Además de los ya conocidos factores globales, hay
factores locales de por fuera tan determinantes, como puede ser
el hecho de que buena parte de la Sierra ya no está ocupada por
indígenas; o la extrema reducción de los bosques que podrían ser
fuente para la dispersión de semillas, lo que conlleva además la
extinción de especies de aves y de otros animales que tienen
precisamente esa función de dispersar semillas o polinizar las flores
para que haya más frutos. Algunos mamas están comenzando a
comprender que los factores de desequilibrio exceden las
capacidades de la recuperación por dentro, y están a la búsqueda
de combinar estrategias para evitar el deterioro irreversible de la
sierra.
Los proyectos de reforestación y repoblamiento de fauna diri-
gidos a conservar las zonas indígenas de la Sierra, deben partir
del conocimiento que tienen [ocalmente los mamas de cada
cuenca, de cada arroyo, de cada cerro, y de las especies de
plantas y animales que mejor podrían sobrevivir en, cada
microrregión. Deben consultar con medios propios de los
mamas, de ser necesario, sembrar los k u n k i i s a n a s o
murundúas, árboles sagrados mediante los cuales, según los
mamas, se controlan las pestes y se garantiza la sobrevivencia
de los arbolitos que se siembren; así mismo, sostienen que
será necesario proteger ciertos animales, «que son como los
mayores» y que sólo se encuentran en la tierra cálida, dentro
de la línea negra, pero en zonas ocupadas por no-indígenas.
Es por eso que los indígenas reclaman la recuperación de la
totalidad de los territorios incluidos dentro de lo que se ha
llamado la línea negra.
& muy difícil que un plan macro de conservación y reforestación,
o incluso uno a nivel de cuencas, planeado y dirigido
218 DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA
unilateralrnente desde arriba, tenga éxito en la zona indígena. La
única concepción que podría ser aceptable para los mamas, y por
medio de ellos para las comunidades locales, tendrá que partir del
trabajo por dentro, por laborioso y lento que ello parezca, para
establecer conjuntamente con mamas y líderes, la forma de pro-
ceder para el trabajo por fuera.
A pesar de las apariencias de unidad de criterio, los grupos
indígenas de la Sierra están, y han estado históricamente, in-
sertos dentro de procesos de violencia que los afectan directa-
mente; son producto de una historia conflictiva que los ha tra-
tado de transformar en «civilizados», por las buenas o por las
malas, de tal modo que la pérdida de la cultura se da como una
especie de «tire y afloja», con sectores más tradicionales y sec-
tores más mestizos al interior de cada región y cada etnia.
Los conflictos internos se complican aún más con las alianzas y
divisiones que necesariamente crea la presencia de grupos sub-
versivos y sus opositores legales e ilegales, el trabajo de organiza-
ciones no-gubernamentales y las ambiciones desmedidas de algu-
nos sectores frente a la creación de la Entidad Territorial Indígena
de la Sierra Nevada.
No podemos entonces asumir que existe un consenso indígena
sobre la conservación de la Sierra, e incluso sobre el futuro que
sueñan.
Es claro que un trabajo concreto de manejo y conservación de
cuencas, para retomar el álgido problema de las aguas, tendría
que comenzar por aquellos sectores o incluso familias extensas
que estén convencidas de la importancia de la conservación de
la Sierra y del papel de la cultura tradicional en ello; quienes ya
le hayan dedicado tiempo pensando en el problema y estén
planteando propuestas. Estos son los casos específicos, ejem-
plares, a partir de los cuales se podría avanzar hacia la recupe-
ración de la Sierra Nevada y el apoyo a la cultura de sus habi-
tantes indígenas, en lugar de centrar esfuerzos solamente en
planes macro, cuyo resultados concretos están lejos de verse.
I COMGRESO DE ANTROPOLOGÍA EN COLOMBIA 219
 MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA
MITOLOGIA ORNITOLÓGICA WIWA

Por medio de su conocimiento de las aves, y de otros animales y

plantas, los wiwa aún pueden leer las señales que les dejaron los ANEXO
antiguos para convivir con el complejo y frágil mundo natural de
la Sierra. A nosotros nos enseñaron además a mirar la Sierra
como un ser íntegro que incluye lo de arriba y lo de abajo, lo de ÍNDICE DE NOMBRES INDÍGENAS
adentro y lo de afuera, en donde cada ser tiene una razón de ser
aún conocida. NOMBRE INDÍGENA NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE VULGAR

Quizás es tiempo de que nosotros dejemos de hacer estudios so-

Abi Crotophaga a ni Ga trapalero
bre la Sierra, para comenzar a aprender de ella, y comprometer-
nos de una vez con un enfoque bilateral, corno insinúan los wiwa. Asalko
Este, en lugar de crear rnás problemas, puede contribuir en el Manchángala ( K K ) Dasyprocfa fuliginosa Chenga, Ñeque, Guatín

hallazgo de soluciones viables que implican el soñar y planear por Bullí biclii Sicalts citrina Semillero
dentro con una visión futurista, a partir de la tradición, y luego Bosili, Kuikui (K) Geranoaetus Águila de páramo,
integrar elementos de la ciencia indígena y cíe la ciencia occiden- melanoleucus gran gavilán
LUÍ , l_^t_íl U 111 ij-JnZ.1 1 1^-1 ÍLC*1 |»VÍ I A U I V ^ I C* ICIO U^^lV^/1 l'OO 1 l ^ ^ ^ O U l K4O ]_yt-41 CJ »«_*
Bukujshensha Thryothorus rufalbus Cucarachero duende
conservación de la Sierra.
Bukulchichi Stelgidopterix ruficotlis Golondrina de rio
Bungu Wajú (K)
Bunkuviachana (I) Ciccafaa virgata? Buho
Burio Aburría aburrí Pavita negra
Cheba Pececito
Chuizhinka Ver lista '4
Chujkui Ratón

BIBLIOGRAFÍA Du Dasypus novemcinctus Gurre, armadillo

Dubunshi Leptotila uerreauxi Paloma caminera
ECHAVARRIA, Cristina. Cuentos y cantos de las aves ¿airona: Dujunku Tinamidae Choróla
mitología ornitológica wiwa. Z volúmenes. Informe final pre- Duka Columba fasciata Paloma collareja
sentado a Colciencias- Corporación Murundúa. Sin publicar, 1994. Dumaga anzizi Felisconcolor Puma / león
Dumacja bunkuizhi Pantheraonca Jaguar / tigre
JIMENO, G. Godiagua habla con Ramón Gil Barros, revista
Dunabojo Pelecanus occidentalis Pelícano
Ojo de Agua Vol. I Ns 2, Bogotá, 1987.
Dunchukua Colibrithatassínus Colibrí / chillona
REICHEL-DOLMATOFF, Gerardo. Orfebrería y Chamanismo. Dungagali Tyrannussavana Tijereta
Ed. Colina, Medellín, 1988. Dungu, Nuiyi (K),
Munsiguila Chiroptera Murciélago
Dunzisi Geotrigon linearis Paloma mona

.
OOn n r n r t U T A n n r i u - r r \r A R i T M / - i n r M / - I / I I A i i i u i w r n o i r \ r\r u IUTI f^nt n A
Vil CONGRESO DEANTROPOLOGIAEM COLOMBIA 223
 MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA

* Los nombres indígenas que aquí se presentan pertenecen a la NOMBRE INDÍGENA NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE VULGAR
lengua Dümüna y fueron recopilados durante el presente Hormiga
Inya Formicoidea
trabajo, excepto aquellos que se señalan así: (K) Lengua
Isakuarro Pionus sórdidas Lora de montaña
Kaugián; (I) Lengua Ikün; (KK) Termino de Atánquez; (Pr) Preuss
1993; (GRD) G. Reichel Dolmatoff. Isakubi Lepidoptera Mariposa
Jibaksa Mamífero no identificado
NOMBRE INDÍGENA NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE VULGAR Juebuchukui Ver lista 4
Jumo Ver lista 4
Durlitama Emberizoides herbicola Sabanero colilargo Ka Paloma
Duru ¡soptera Comején Kasheshe Crotophaga sulcirostrís Garrapatero pequeño
Dushambu Buteo albicaudatus Águila coliblanca Kazhikazhi Po/yborus planckus Cari-care
Dushela Turdus leucomelas Mirlo carigrís Kuakurro Ver lista 4
Dushela Turdus oüuater Mirlo carinegro Kuangu Ver lista 4
Duspimpiri, Sisio (I) Tyrannus melancholicus Cicirí, simpirnpire Kuimbu Hormiga
Duzasa, Nuksada (K) Turdus fuscater Mirla Kuindumaga Sciurus sp. Ardita
Gaiulu, gaiyiro (I), Kuionka Myotheretes pernix Cirirí de montaña
Kalyelunyi (GRD) Pharomacrus fulgidas Quetzal Kuisalobe Ver lista 4
Galikuchi Lagartijo Kukuna Columba cayennensis Paloma colorada
Galinasu Corayips atrarus Gallinazo Kunkuruma Momutus momota?? Barranquero
Gamitanta Ver lista 4 Kíishmoli Catharus aurantiirostris Mirlita rastrojera
Garabuya Ver lista 4 Kusugui
Gaspimpire Tyrannus melancholicus Cirirí Lishizhi Ver lista 4
Giogi Simbombolita (K), Lushilinka
Gaiyugí (Pr) Falco sparverius Cernícalo, Magürra, Sheixa (K),
pequeño gavilán (Pr) Mukéré (I) Cathartes aura Cataneja, guala
Gomüla Aulacorhynchus prasinus Tucán verde, guasalé Magürruma Crypíos/s sp ?? Musaraña?
Gota Piranga flava? Abejero Majtu Didelphis marsupialis Chucho, fara
Guatapanazhi Campephi/us Carpintero real. Makiawa Eciton Hormiga ejército
melanoleucus guatapana (KK) Maku Cebus albífrons Mico maicero
Guibuka Ver lista 4 Malaka Díptera Mosca
Guindunsa, Zharra (K) Steafhornis caripensis Guácharo Malerro Loro?, sailurru
Guma Ofidio Culebras Mamalyc Shamaya,
Gusinugu Mustelido? Pática de niño ver: Bichi-bichi
Igu Ave mítica Mapurito Conepatus semistriatus Zorrillo, mofeta
Imun, Shuiküla (K) Tyto alba? Lechuza Marawa

224 DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Vil CONGRESO DE ANTROPOLOGÍA EN COLOMBIA 225
 —

MITOLOGÍA ORNITOLÓGICA WIWA

M I I U L U U I A U K N I I U L U U I U A WIWA

NOMBRE INDÍGENA NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE VULGAR

- NOMBRE INDÍGENA NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE VULGAR
Meli Gekkonidae? Tukeka
Shuana, Shoküla (K) Cyanocorax affinis Chau-chau, pechiblanco
Me me Ver lista 4
Shujkuna Ver lista 4
Mogua Coleóptera (larva) Mojo] oi
Sibi, sunjui Capri m u /ejidos Bujío, gallinaciega
Mukurlto Ver lista 4
Sigiki, Kuisugui (K) Streptoprogne zonaris Vencejo collarejo
Münstali Basiliscus sp Pasa-arroyo
Simunkuala Morpho Mariposa
Munsuguili Odonthophorus atrifrons Cuíbaro
Simu'nü'nksa Ver lista 4
Murkona Morrocoy
Sio, Pusinduli Phaetornis angustí Colibrí coliblanco
Murrúa, Muldua (K) Tytira semifasciata Tytira, re ¡cito l
Sirika Accipitridae Gavilanes
Murrunza Lobito
Sirika sigirna Elanus caeruleus Gavilán blanco.
Ningewa, Negeiwe (I) Aratinga waglerí Cotorra copetirroja
epíritu santo
Nubla. Yuisa Chamaepetes goudotü Pavita cariazul
Sirrunka Notiochelidon
Nüjkago, Bisungue (I) Acestrura astreans Colibrí diminuto
cyano/euca Golondrina
Nujkago,
Sisolzhi, Shisuauli (Pr) Zonotrichia capensis Pinche, afrechero
Kakaterugarna (I) Chlorotibon russatus Colibrí dorado
Suku Melanerpes rubricapillus Carpintero gris
Nujkue, Nukui (Pr) Crax alberti Pajuil
Süntashi Thraupis episcopus Azulejo
Nuluka Psarocolius decumanus Mochilero,
Süntashi Tersina uiridis Azulejo golondrino
gulungo, oropéndola
Suzhi AVE
Numishikzhi? Felis yaguarundí Oncita, gatopardo
Suzhibünshi Pájaro blanco
Nundumaga Lutra longicaudis Perritode agua, nutria
Tabeku Anisognathus
Pajtu Anatídae Pato
me/anogenys Primavera
Pepersio?? Sturnella magna Chirlobirlo
Takila Tayassu sp. Manao, cerdo salvaje
Pus i Guacarote
Tamishki Icterus chrysater Turpial platanero, toche
Pusinduli Trochílídae Colibríes
Te Vanellus chítensis Caraván, tanga, alcaraván
Saílurru Ver Lista 4
Tenzhaku Crotalus durissus Culebra cascabel
Sankui Brotogeris jugularis Perico
Torpes ia Icterus sp Turpial
Sawasuzhi
Tulbirru Henicorhína íeucophrys Cucarachero de quebrada
Sekurui Grillo
Tümuzurra Erethizontidae Puerco espín
Sheshulu Scaphidura oryzibora Yolofo
Ulami, Ulyi (K) Penelope argyrotis Pava
Shibikualye Ver lista 4
Ulubué, Nujpua Orosetus tsidori Gavilán gigante, gran águila
Shijkua Piaya cayana Pájaro ardilla
Unkulito, Imun? Ver lista 4
Shiliskoko Syna/íaxis fuscorufa Piscuís
Urraga suzhi Troglodytes aedon Cucarachero común
Shingali Alloustia seniculus Mico aullador
Urrunduka Scardafella squamatta Tortolita saraviada
Shinungulín Catharus fuscater Mirlo chismoso
Uski, Dusinungui Agouti paca Guara, lapa

226 DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Vil CONGRESO DE ANTROPOLOGÍA EN COLOMBIA 227
NOMBRE INDÍGENA NOMBRE CIENFIFICO NOMBRE VULGAR

Waka Pez
Wakabinka Fe/is pardalis Tigrillo
Wanawana Sarcoramphus papa Rey gallinazo
Wankamaya
Wanko Herpe thoptheres
cach'mans Guaco, halcón lechuza
Wijchizhi, Gavilucho (K),
Cuitara (I) Vullur gryphus Cóndor
Wima Manzana sp Cauquero
Wio Elaenia chiriqítensis Copetón
Yira Siruma Garza?
Yirabinshu Casmerodíus albus Garza blanca
Yona Ardeídae Garzas
Yuisa Chamaepetes goudoti Pavita cariazul
Zhakuabaka Tragón persa natus Trogon, pájaro macuá
Zhi Gusano
Zhin Attini Hormiga arriera
Zhin-Zhirrin Orthoptera Chicharra
Zhinshi Larva acuática
Zhinma, Sunkoka (K) Atlapetes
melanocephalus Gorrión de la sierra
Zubokui, Yajui Dendrocolaptido Trepatroncos

228 DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA